La red latino iberoamericana y caribeña de trabajadores sociales. Un espacio para producir conocimientos (página 2)
Enviado por C�sar Barrantes
Un conjunto de respuestas a dichas preguntas, a las que apenas hoy nos aproximamos, las obtuvimos gracias a la cooperación fraterna de cuarenta miembros (entre estos, una sicóloga social y dos sociólogas), hombres y mujeres radicados en México, Colombia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile quienes, de manera expedita y entusiasta, nos respondieron la encuesta que les habíamos enviado por correo electrónico.
Ésta contuvo veinte preguntas de las cuales trece fueron abiertas y siete cerradas, distribuidas como sigue: siete sobre aspectos personales y laborales, siete sobre producción intelectual y representaciones sobre el trabajo social, y seis sobre la relación con RELATS.
Nuestra comunicación está estructurada de dos partes: la primera, se refiere a los antecedentes, constitución y fundamentos de la Red. La segunda, da cuenta de las representaciones sociales que nuestros cooperantes han construido sobre la base de su identidad como trabajadores sociales y trabajadoras sociales; asimismo, como miembros de RELATS respecto de la cual aquéllos valoran su relación con ésta, sus aportes y su disposición al trabajo en y con la Red.
Como derivación del proceso anterior, adelantamos algunos comentarios que procuran poner en la perspectiva de un pensamiento geopolítico el proceso que hoy ponemos en escena, esperando haber podido ordenar y dar sentido y significado fronético[5] a los aportes de mis cuarenta colaboradores; éstos están eximidos de toda responsabilidad por las insuficiencias de la presente comunicación, que son de mi entera autoría.
Al final, aportamos la bibliografía que nos sirvió de referencia y que, sin pretensiones de exhaustividad, esperamos que pueda estimular la curiosidad de los hombres y mujeres que tengan a bien leer hasta el final mi comunicación.
Como decimos en RELATS, bienvenida la crítica fraterna pero sin concesiones, mucho menos populistas y clientelares.
I. ACERCA DE RELATS
RELATS es una organización de la sociedad civil global, es decir, una asociación de personas naturales (trabajadores sociales y las trabajadoras sociales de carne y hueso históricamente fechados) y jurídicas (universidades, escuelas, colegios profesionales, asociaciones y sindicatos de trabajo social) que procura constituirse en Foro Internacional, cuyo desiderato es discutir sobre y a propósito de los pequeños y grandes temas o thematas[6] regionales y subrregionales que requieren ser problematizados en la perspectiva de las especificidades y diferencias que están por ser construidas por los agentes-actores-sujetos de esta específica práctica social que denominamos trabajo social, y, sobre esta base, reinventar el arte y la artesanía de construir puentes de rencuentro con otros profesionales que se ocupan de la Intervención-Acción-Implicación Social[7] en otros países y otras regiones.
En este sentido, se trata de un proyecto ético-geocientífico-político en marcha, cuyo desiderato en estos tiempos de globalización y de condición epocal posmoderna, es, por un lado, constituir una nueva forma de mirar nuestros mundos de vida global, nacional y local; asimismo, la producción, circulación y consumo de conocimientos y, por lo tanto, la construcción, consolidación y cotidianización de lo que desde hace varias décadas denominamos sin ambages, El-Trabajo-Social-Que-Está-Por-Hacerse-En-Nuestra-América-Latinoiberoeuroindoafrocaribeña. Y, por otro lado, la contribución a que -desde nuestros propios mundos de vida socioprofesional- nos capacitemos y potenciemos en el ejercicio mismo de un modo de vivir, mirar, sentir, hacer y encarnar la cultura de la pluriversidad, del debate fraterno, dialógico pero sin concesiones clientelares, populistas, burocratistas o tecnicistas a las que los organismos gremiales y académicos de trabajo social nos tienen acostumbrados.
RELATS opera desde REACCIUN, la Red Académica de Centros de Investigación y Universidades Nacionales que está adscrita al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Venezuela (CONICIT)[8]. Actualmente, junto con la Revista Latinoamericana de Trabajo Social e Intervención Social (RELATIS) y la Universidad Internacional de los Trabajadores Sociales (UITS), que verán la luz de la crítica a partir posiblemente de octubre del 2000, han sido asumidas como proyectos propios por la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Central de Venezuela, por la Escuela de Trabajo Social, la Maestría en Intervención Social y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Oriente y por la Asociación Venezolana de Escuelas de Trabajo Social (AVETS).
Hasta agosto 2000, RELATS está integrada por trescientos cincuenta profesionales y estudiantes de trabajo social y otras disciplinas como sociología, sicología, administración, agronomía, antropología y ciencia política, residentes en Argentina, Brasil (casi el 50% de los miembros proviene de estos dos países), Nicaragua, Guatemala, Salvador, Costa Rica, Panamá, México, Venezuela, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Paraguay, Uruguay, Cuba, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Austria y Portugal.
1.1. Razones por las que se creó RELATS
En RELATS cristalizan –dispersos a lo largo y ancho de nuestra América Latinoiberoeuroindoafrocaribeña- viejos deseos de crear alternativas epistemológicas, ético-políticas, económico-culturales y geoestratégicas al quehacer de los trabajadores sociales y de las trabajadoras sociales. Algo imposible de emprender dentro de las prácticas burocráticamente organizadas de los organismos gremiales y académicos de carácter nacional y subcontinental; asimismo, de la relación –por un lado subordinante- que los agentes que encarnan dichas estructuras han configurado al interior mismo de sus colectivos cautivos y –por otro lado colonizada- con otras disciplinas, interdisciplinas y transdisciplinas sociales, básicas, naturales y multimedias continentales e extracontinentales.
Pero, fundamentalmente, la motivación inmediata fue suscitada por lo siguiente:
1. La tensa distancia que persiste entre nuestras capacidades y habilidades posrreconceptualizadas y la discusión que responde a los tipos de transformaciones que se están suscitando en nuestra América Latinoiberoeuroindoafrocaribeña, en cada uno de sus países, en el mundo y en sus relaciones multívocas[9].
2. El silencio que sigue provocando entre gran número de colegas, la carencia de un dispositivo sociorganizacional ético-científico-político democráticamente inclusivo, participante y solidario; en fin, una organización continentalmente pensada, nacional y localmente enraizada, surhemisféricamente dimensionada, pero fundamentalmente, geopolíticamente orientada a la crítica del poder colonial y la colonialidad del poder tanto como a la producción de conocimientos y saberes[10].
Si bien esta situación pareciera estar permitiendo disimular realidades hipercomplejas y mucho más matizadas, mediadas y expansivas que en épocas anteriores, no por ello deja de servir de referente ilustrativo para poner en escena el desplazamiento –iniciado con las tendencias denominadas reconceptualizadoras del segundo lustro de los años sesenta (Barrantes, 1979)- de los ejes de la reflexión en torno a los modos en que los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales y la plétora de profesionales que se ocupan de la intervención-acción-implicación social producen, hacen circular y consumir conocimientos y saberes, en escenarios de insospechada complejidad, multidimensionalidad e incertidumbre.
1.2.Forma de operar RELATS
Las personas interesadas se inscriben en la lista de discusión, la cual tiene una modalidad abierta a las iniciativas a condición de que la participación sea responsable, democrática y respetuosa de la integridad moral e intelectual de las personas, y potenciadora de la diversidad y del enriquecimiento mutuo de las ideas.
La URL de RELATS es http://mailman2.reacciun.ve/mailman/listinfo/relats-l. Allí los interesados realizan las operaciones necesarias para suscribirse, desactivarse temporalmente, reactivarse y desuscribirse permanentemente; asimismo, consultar y/o bajar la fundamentación de RELATS y de la Revista Latinoamericana de Trabajo Social e Intervención Social (RELATIS) y, próximamente, sobre la creación de la Universidad Internacional de los Trabajadores Sociales (UITS); asimismo, los archivos ordenados por semana, las normas para el correcto uso del correo electrónico y para optimizar los intercambios intrarred; y, finalmente, accesar a las opciones generales y personalizar el correo electrónico de cada quien con la Red.
1.3. Problemas Enfrentados en RELATS
Desde su creación RELATS cuenta con un capital humano y cultural que se revalora por la lógica de la propia pluriversidad de sus miembros.
La recepción ha sido entusiasta, pero fundamentalmente esperanzadora, porque el Proyecto-RELATS significa la cristalización de una aspiración histórica que estaba pendiente desde hacía varias décadas y que hoy –al decir de uno de sus miembros originarios- responde a la filosofía con la que pensamos y soñamos este espacio de encuentros.
De allí nuestra sólida confianza en las potencialidades del Proyecto-RELATS. No importan los altos costos de su inversión inicial y de mantenimiento. Ella está siendo hecha a imagen y semejanza de nuestras propias capacidades y virtualidades. En consecuencia, la calidad de su vida útil correlaciona con el cuidado y la atención que todos ponemos en animar y conducir el proceso sicosocial y ciberafectivo que lentamente vamos desarrollando.
1.4. Balance Preliminar de RELATS
Como balance del proceso anterior, podemos afirmar que hemos obtenido un aprendizaje, sobretodo porque hemos contado con la comprensión solidaria de muchos de nosotros. Al final del primer año, nos hemos visto recompensados con creces porque hemos aprovechado la oportunidad de comunicar inquietudes y preguntas, hemos intercambiado bibliografía, y obtenido respuesta. Hemos hecho propuestas y socializado esperanzas. Y esto es muy importante. Fundamental. Ya de por sí es una ganancia que debemos revalorar.
Es así que, estamos empeñados en apuntalar la realización de investigaciones que respondan a las preguntas de cómo sentimos, cómo pensamos, cómo queremos, cómo hacemos y desde dónde hacemos el trabajo social que hacemos si es que hacemos alguno (Barrantes, 1985; Faleiros, 1997; Colmán, 1998).
Asimismo, potenciamos la necesidad de reinventar nuestras identidades y diferencias profesionales y políticocientíficas y recrear nuestras almas. Pero no añorando ni despreciando el pasado, sino, construyendo el futuro desde el aquí y ahora, freirianamente (Freire, 1969, 1970, 1993, 1994) en comunión con el pueblo del cual venimos y al cual regresamos para poder ser lo que queremos ser. Vengamos de donde vengamos, sepamos o no de donde venimos y para dónde vamos. Sólo así parecería ser posible colocarnos en condiciones de resemantizar y redesplegar nuestros poderes internos por nosotros mismos, pero no para rebancharnos por las imposiciones del norte si no, para construir y significar nuestras propias identidades y diferencias, nuestras globalidades, globalizaciones y posmodernidades, en fin, para epistemologizar desterritorializando nuestro sur.
Por ello mismo, buscamos alternativas epistemológicas al pensamiento occidental eurocéntrico, resemantizando lo ya vivido, nuestras historias locales, nuestros mundos de vida, nuestras indianidades, negritudes, mesticidades, migratoriedades y colonialidades profundas; buscando opciones a las constelaciones de sentimientos de culpa que nos han sido creados por la cristianización y la espada del español durante estos quinientos ocho años.
En fin, creando alternativas a las formas en que pensamos nuestras furtivas e impotentes lágrimas internas que, al decir de Savater (1996:70), “nada dicen y todo lo revelan y sin cuyas rebeldes y caprichosas advertencias no sabríamos desde dónde sabemos, ni qué significa saber para nosotros, ni qué y quién quiere tras nuestra voz cuando, muy seriamente decimos creo que debo”.
II. EL PERFIL DE LOS ENCUESTADOS
2.1. Datos Personales
Las edades de los cooperantes oscilan entre veintinueve y cincuenta y cinco años, siendo así su distribución: con menos de treinta, seis (18.75%); entre los treinta y treinta y nueve años, ocho (25%); entre los cuarenta y los cuarenta y nueve años, diez (31.25%), y mayores de cincuenta años, ocho (25%). No respondieron ocho (20%).
Del total, el 25% son hombres y el 75% mujeres, composición muy similar a la del total de miembros de RELATS en donde sólo el 21.2% son hombres.
2.2. Actividad Laboral
Diez personas (25%) definitivamente no hacen docencia. Los treinta restantes (75%) la realiza a tiempo parcial (60%) y a tiempo completo (40%), con el siguiente escalafón: instructor 10%, asistente 20%, agregado 20%, asociado 20%, titular o catedrático 30%.
Esta información contrasta con la aportada por García (1999:13) para quien sólo el 6.35% de los colegas de Aragón, Extremadura y Galicia de España habitualmente dan “clases o cursos en actividades docentes”.
Del total de docentes, de los cuales seis (20%) no respondieron, hacen investigación sólo ocho (26.66%). De éstos, a tiempo parcial cuatro (50%), a tiempo completo dos (25%) y a dedicación exclusiva dos (25%).
Las respuestas obtenidas indican que de los docentes, quince (50%) son, además, empleados estatales, nueve (30%) trabajan en organizaciones civiles de desarrollo social[11] universitarias y privadas, y seis (20%) trabajan por cuenta propia. De las diez (25%) personas que no hacen docencia, tres (30%) están desempleadas.
2.3. Producción Intelectual
Con independencia de la actividad laboral pero mediando cinco (12.5%) no respuestas, doce (30%) afirman que no tienen publicaciones, pero veintitrés (57.5%) sí han realizado algún tipo de publicación. Tenemos así que son coautores(as) catorce (60.86%) y autores(as) nueve (39.13%).
En cuanto al número de artículos, catorce (35%) han (co)escrito entre dos y siete artículos, dos (5%) han (co)escrito diez artículos, dos (5%) quince, y uno (4.34%) más de treinta artículos. Cuatro (17.39%) no especifican. Solamente ocho (20%) han (co)escrito entre uno y dos libros, y sólo dos (5%) cuatro libros.
Esta información contrasta con la aportada por García (1999:13): solamente el 3.57% de los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales de Aragón, Extremadura y Galicia de España publicaron durante 1999, como mínimo un artículo en una revista profesional.
2.4. Autodefinición Como Trabajadores Sociales
La mayoría de las respuestas señalan que cada quien se define como trabajador social o trabajadora social, por las actividades laborales que desempeñan por cuenta propia o en universidades, instituciones estatales, organizaciones privadas y organizaciones “de contacto directo” con la población.
Algunos se autodefinen como tal porque “me interesa el cambio de situaciones de las personas desde sus propias posibilidades y potencialidades”; asimismo, por su “dedicación” y “preocupación” por “servir a los demás un poco”. Finalmente, por el solo hecho de ser graduados en trabajo social: “soy licenciada en trabajo social”, “De trabajo social tengo sólo el título, pero marco pautas en trabajo social”.
Básicamente, las actividades realizadas por nuestros colaboradores, son las siguientes:
– Docencia, investigación, acción social o extensión en universidades.
– Consultorías y proyectos de desarrollo en el área social.
– Coordinación de actividades sociales, sistematización de experiencias, establecimiento de redes sociales.
– Realización de diagnósticos sociales o situacionales, proyectos de formación y capacitación para el sector público y privado.
– Asesoría para planificar y desarrollar instituciones, programas y proyectos sociales.
– Intervención social. Atención primaria de la salud. Abordajes singulares, propuestas institucionales y comunitarias. Violencia familiar, salud reproductiva.
III. REPRESENTACIONES SOBRE EL TRABAJO SOCIAL
3.1. Funciones Propias Del Trabajo Social
El 42.5% considera que los roles exclusivos de los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales son los siguientes: analista de coyuntura social, analista de política social, investigador social, evaluador social, sistematizador de experiencias, ejecutor de programas sociales, gerente social. Los dos que menos son percibidos como propios, son los de terapeuta social (SÍ: 37,5%; NO: 20%) y terapeuta familiar (SÍ: 30%, pero mediando la acotación de algunos de que sólo si se tiene posgrado que lo acredite como tal; NO: 25%).
Esta percepción contrasta con la ligeramente más positiva del gestor de procesos sociales y gestor de procesos familiares, posiblemente porque estas funciones connotan un sentido más práctico-empírico que el de terapeuta, que denota mayor especialización y teoricidad. Contrasta también con el otro extremo de mayor aceptabilidad como propias de los(las) colegas, las funciones –también de amplio sentido prácticoempírico- de planificador social y promotor social, ambas con el 50% de respuestas positivas y el menor número de respuestas negativas (2.5%).
El 57.5% coincide en validar las siguientes representaciones sociales, cuyo rasgo común pareciera ser la inespecificidad o difusividad del trabajo social:
“no existen funciones exclusivas de profesiones”, “no hay nada exclusivo del trabajo social”, “el trabajo social aborda problemáticas que deben ser, dada su complejidad, compartidas con otras disciplinas”, “algunas de sus funciones también pueden ser hechas por sociólogos, politólogos, sicólogos, economistas, etc.”.
Al contrario del anterior énfasis, sólo una colega apunta al señalamiento de alguna especificidad identitaria de nuestra práctica profesional:
“Não as considero exclusivas do trabalhador social, mas um bom trabalhador social não deve nunca prescindir destas funções”.
De esta última representación social pareciera derivarse como exigencia, el reconocimiento de una realidad que tenemos que superar, lo cual se constituye en un problema epistemológico de hondas raíces prácticas, o, mejor dicho, en un problema práctico de hondas raíces epistemológicas:
“que no trabalho com a pobreza e a subalternidade, os trabalhadores sociais também acabam ficando subalternos. Não ousan pensar programas de qualidade, alterativos e possuem muito a visão equipamentista, que no nosso campo, considero muito obsoleta e restrita…”
3.2. Problemas Propios Del Trabajo Social
3. 2. 1. problemas práctico-empíricos
En coherencia con el acápite anterior, pero mediando un alto grado de no respuestas, las pocas aportadas coinciden en un señalamiento que queda expresado en la siguiente imagen:
“Teniendo en cuenta el muy amplio espectro en el que tiene lugar la práctica profesional y las múltiples formas posibles de ser y hacer trabajo social, una delimitación muy precisa de los problemas propios del trabajo social sería limitadora más que posibilitadora del desarrollo profesional”.
Sin embargo, algunas respuestas señalan dos tipos de problemas prácticos que los cooperantes consideran definitorios del trabajo social.
El primero, relacionado, por un lado, con
“la distancia significativa existente entre los profesionales en ejercicio directo y aquellos ubicados en el campo de la academia, entre quienes tradicionalmente se han identificado notorias diferencias de intereses”.
Y por otro lado, mediando el sentido negativo de esta problemática, encontramos la insuficiente metodologización y carencia de
“sistematização deste trabalho social e os instrumentos legais definidores da ética, da profissão e da forma de fazer”.
Asimismo, la percepción de que los trabajadores sociales
“estudam pouco, não se reciclam e acabam se conformando com as instituições onde desenvolvem sua prática do que com sua profissão em si. Dificilmente suas práticas são sistematizadas, e muitos tem sérias dificuldades para elaborar um relatório da sua ação”.
El segundo tipo de problemas señalados son las “metodologias e abordagens diferenciadas, de acordo com o segmento social onde sua prática é realizada”, lo cual, se relaciona con la diversidad de prácticas profesionales que se encuentran determinadas por las heterogéneas realidades siguientes:
– Las políticas sociales o públicas en los tres niveles de gobierno y la acción social y privada.
– La interacción social, el desarrollo humano y los procesos sociales en cualquier contexto, espacio, nivel o unidad social de intervención profesional.
– Las situaciones problemáticas, atentatorias de los derechos humanos, civiles y sociales.
– Las intervenciones y diagnósticos en el contexto. El análisis cualitativo de la realidad local. El trabajo de campo. La coordinación, supervisión, gerencia y consultoría en equipos inter y multidisciplinarios.
– La modificación de conductas. La combinación de conocimientos existentes para los procesos sociales.
– La sobrevivencia cotidiana. La promoción humana, el mejoramiento del nivel y la calidad de vida. La asistencia social y la satisfacción de necesidades básicas de los pobres.
– Las cuestiones éticas, la profundización en áreas metodológicas, la inscripción en las ciencias sociales, pero sobre todo, el fortalecimiento de la capacidad anticipatoria en la determinación de problemas.
3.2.2. Problemas epistemológicos
Al igual que con la pregunta anterior, en ésta el número de no respuestas es muy alto, pero las aportadas coinciden en plantear que, al igual que no hay problemas prácticos definitorios de la práctica del trabajo social, tampoco existen problemas epistemológicos definitorios de la misma.
Sin embargo, siendo la realidad social un producto intersubjetivamente construido y mediado por relaciones de poder, para algunos, “El hecho de que esta realidad y cuestión social no puede ser abordada exclusivamente por ninguna disciplina”, constituye uno de los problemas epistemológicos no resueltos por los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales; esto, por la razón siguiente:
“Durante muchos años pensamos que los problemas sociales eran propiedad de los trabajadores sociales, al igual que trabajar con las situaciones de pobreza, conflicto, etc. Creo que lamentablemente por una parte nosotros nos tomamos ese atributo, y por otra, se nos fue asignado”.
No obstante, ubicándose dentro del anterior marco de tensiones agonales entre generalidad y especificidad, capacidades y retos, algunas respuestas apuntan al planteamiento de una ventaja comparativa y competitiva que pudiera caracterizar la práctica de trabajadores sociales y trabajadoras sociales, ya no sólo en el campo de la salud a la que se refiere la siguiente cita, sino también en todos los ámbitos objeto de nuestras necesidades de intervención social. Es que
“nuestra formación nos permite tener una visión más abarcativa de la realidad, por ejemplo, en el caso del campo de salud, poder ver a la persona como un individuo inmerso en una situación dada y no como pasa en nuestro país en muchos casos con la medicina hegemónica que sólo ven patologías”.
Sin embargo esta afirmación contiene en sí misma su propia contraparte crítica en quienes piensan –planteando la tensión no resuelta entre ciencia y técnica, abstracción y concreción- que dicha formación académica,
“En general está más destinada al científicode lo social que al técnico social(en sentido amplio y genuino de quien operasobre la realidad). Creo que es un error querer jerarquizar la profesión procurando que sea una ciencia social más (Paréntesis de la cooperante)”.
Es en este punto que adquieren pertinencia las opiniones de un grupo de colegas cuyas ideas condensamos como sigue: para unos, el problema epistémico a que se enfrentan trabajadores sociales y trabajadoras sociales, es la
“adecuación de los grandes paradigmas sociales a la interpretación de problemas específicos que enfrentamos…lo cual exige sobreabundar en teoría de otras disciplinas”.
Pero para otros, el problema no está en llegar a “saber mucho” de éstas ni -mucho menos- asumir identidades ajenas. Por el contrario, el reto está planteado en la
“construcción teórica de las categorías relacionadas con la interacción social y los procesos sociales (con todo lo que ello implica: problemática social, actores sociales, culturales, políticas sociales, económicas,…)”.
Y dentro de este espectro,
“La producción de saberes acerca de la constitución, la historia y la proyección del trabajo social, es decir que la profesión misma se constituye en nuestro propio objeto de estudio”.
Para el abordaje de la producción de categorías y saberes, resulta
“necesario argumentar teóricamente…desde diversas posturas epistemológicas…la pluralidad teórica y metodológica (es) elemento fundamental para el desarrollo de la profesión, para avanzar en el proceso de construcción de diferentes escuelas de pensamiento que enriquezcan el debate y favorezcan el diálogo de saberes”.
Sólo así parecerían poder hacerse posibles varias cuestiones prácticas que son planteadas como problemas epistemológicos: Potenciar “La capacidad para –manteniendo las características artesanales propias del trabajo social, superando la conciencia premoderna– poder dar cuenta de las nuevas génesis de los problemas sociales”. Superar “La asistematicidad de su intervención social y comenzar a producir teoría y relegitimar un estatuto científico para el trabajo social”. Resolver “La dualidad del papel por el lugar que generalmente tiene en las agencias de gobierno: a la vez “combate” por paliar o modificar condiciones de las cuales de hecho forma parte”. Y, finalmente, asumir éticopolíticamente las potencialidades fronéticas de “La mediación social”, lo cual implica “resignificar a sua profissão e ter a competência técnica y tecnológica que a sociedade globalizada e postmoderna exige”.
3.3. El Trabajador Social Como Consumidor De Informaciones
La frecuencia de las respuestas aportadas, define a los trabajadores sociales y a las trabajadoras sociales si bien como productores (50%), fundamentalmente como consumidores (70%) y difusores (65%) de conocimientos (70%), informaciones (75%) y datos (65%).
– “Somos de todo un poco como en botica…Una gran parte de nuestra historia ha estado cerca de la difusión de datos”. “Uno de los déficits de nuestra profesión, es la escasa producción de conocimiento, por lo que en la mayoría de los casos, hemos sido consumidores” y “buenos contribuyentes con el boom editorial”.
– “…la tendencia… histórica nos ha ubicado como más orientados hacia el uso de conocimientos producidos en otras disciplinas que a la producción y a la construcción teórica… propia y contributiva con el avance de la ciencia social”.
– “Aplicamos conocimientos, si acaso generamos información; no creo que pueda catalogarse como generación de conocimiento científico”.
– “Consume conceptos y teorías desarrolladas en las disciplinas que acompañan el trabajo social: sociología, sicología, antropología, política, ética, informes de investigación, hallazgos, tanto como datos de investigaciones, etc.” (una socióloga).
– “Somos básicamente consumidores porque investigamos poco y nuestra investigación es poco relevante si la relacionamos con la que hacen los sociólogos, sicólogos, antropólogos, etc., Sistematizamos poco y escribimos poco. Repetimos mucho”.
– “Indicadores de consumo de conocimientos son los cursos de promoción comunitarios, la formación de agentes de salud, la capacitación en autodiagnóstico comunitario. El cursillismo de los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales (en general en manos de profesionales no trabajadores sociales”.
Pareciera, al decir de uno de nuestros colaboradores, que
“Siempre andamos a la zaga de grandes intelectuales, eurocéntricos principalmente, para ponerlos como paradigma para el trabajo social. Hacer científico al trabajo social es leerse unos cuantos libros y adscribirse a sus autores, a veces malamente reificados”.
Esta crítica es extendida también a los temas que hemos asumido como definitorios del trabajo social en el trascurso de nuestra historia profesional:
“La concientización de Freire, el neopositivismo de Antolín López, el materialismo de tercera mano de Martha Harnecker[12]; las teorías del estado más ortodoxas, instrumentalistas y esencialistas marxistas y no marxistas; los movimientos sociales y el feminismo cuando estuvieron de moda, las políticas sociales al influjo de los estudios de los consultores internacionales cuando el estado desarrollista comenzó a hacer agua, y hoy son las NTI en sus versiones más instrumentales y computarizadas, la globalización reificada de los economistas, los preciosismos esquematizantes y tecnicistas de la gerencia social…”.
Sin embargo, la crítica anterior resulta matizada de positividad para quienes piensan que la tendencia al consumo no tiene visos de problema teórico ni práctico; esto por cuanto en virtud de que la misión del trabajo social es el “desarrollo social o societal integral”, debemos
“Produzir programas, projetos, políticas sociais, institucionais, etc., indicadores sociais de avaliação, implementação, etc. Devemos consumir informações e conhecimentos do nosso campo e também de outros campos complementares ao nosso, e difundir nossa experiência profissional, investigadora, técnica, etc.. Em quaisquer destes tópicos a pródução de dados é inevitável e não pode ser esquecida”.
Para quienes trabajan en el área educativa,
“…permanentemente, estamos incorporando en nuestra práctica profesional los avances teóricos y metodológicos que producen las ciencias humanas y sociales y/o difundimos conocimientos, informaciones y/o datos…; normalmente sustentamos nuestro trabajo con estos elementos”.
En esta perspectiva de positividad, para quienes se representan a los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales como productores de conocimientos, adelantan que un indicador de ello son las producciones mismas que se realizan en la vida “académica y cotidiana del trabajo de campo, del territorio, de los talleres de las prácticas”; asimismo lo son “…las transformaciones constatables en las relaciones sociales a partir de métodos propios de intervención".
La situación crítica que apuntan algunas es
“…que por nuestra historia…, el conjunto profesional viene sometido a las profesiones hegemónicas y no puede ver su propia producción. Por otra parte el canibalismo, dispersión y aislamiento que se juega al interior del trabajo social, hace que poco podamos ver y valorar esta producción (además de “malvenderla”)”.
Pero lo cierto de estos tiempos de globalización, de este presente cuya condición epocal es la posmodernidad, es que, poco a poco, pareciera que va adquiriendo cuerpo la necesidad de la producción fronética de conocimientos, saberes y verdades, lo cual
“nos exige sin que lo asumamos con entusiasmo, el establecimiento de relaciones de intercambio no subalterno con las disciplinas sociales y poder llegar a montar plataformas epistémicamente fundadas que le den un más alto estatuto a la simple intervención social paliativa, catequizante y asistencial”.
“Elas me suscitaram refletir sobre o que fazer dos trabalhadores sociais, as complexidades que envolvem nossa atuação, as imensas responsabilidades que teremos pela frente para qualificar e requalificar os profissinais do nosso campo. Grande parte dos trabalhadores sociais sequer ousam pensar nessa complexidade e evidenciam uma visão muito reducionista da sua ação. Considero isso um grande paradigma”.
IV. LA RELACIÓN CON RELATS
4.1. Razones Para Asociarse a RELATS
Las razones para asociarse son muy diversas, pero básicamente giran en torno a las necesidades siguientes:
“Tener acceso a mucha información sobre la profesión, conocer más la realidad latinoamericana, las obras e inquietudes teóricas y profesionales de los colegas latinoamericanos”.
“Conocer y valorar las diferencias del trabajo social en los diversos países y nutrirnos de los múltiples desarrollos que se están operando hoy en la profesión”.
Asimismo, mantenerse integrados “a la disciplina y sus quehaceres, intercambiar experiencias”, enriquecerse para mejor realizar sus tareas docentes y asistenciales, participar en “El diálogo y el debate en este complejo mundo de lo social globalizado, [ambos] de sinigual importancia para el desarrollo de cualquier profesión, en especial del trabajo social”. Finalmente, aportar “conocimientos y contribuir a la movilización de la conciencia productora de conocimientos inter, pluri y trasdisciplinarios”.
4.2. Desfase entre Aportes, Realimentaciones y Expectativas
En una escala de uno a diez, la valoración del uso que los cooperantes le vienen dando a RELATS -entendiendo que el uno es muy bajo y el diez es óptimo-, tenemos que e1 55% se ubica entre el uno y el cinco, es decir, que veintidós personas le dan un muy bajo uso a los beneficios de la Red; catorce (35%) valora su uso con un siete, lo que quiere decir que le dan un buen uso a aquélla; y sólo cuatro (10%) califica su uso de RELATS de manera óptima, es decir, con un diez.
Los beneficios señalados como logros personales por la afiliación a RELATS, parecen girar en torno a la “Experiencia en la docencia y en la investigación”, a la obtención de “Algo de conocimiento”, a la “Actualización” y al “Aprovechamiento” de la información que circula en la Red.
En general, se han cumplido las expectativas, aunque la participación en los dinamismos de RELATS ha sido “pasiva” y “muy pasiva” para más de la mitad de los cooperantes.
“Fica pendente um debate maior e mais profundo. Este tem sido difícil não só na RELATS, mas em várias outras redes que participo. Na verdade as pessoas mais pedem informações, dados, documentos e experiências, e me parecem, pouco disponíveis para promover um debate de fato. Quando se principia um debate, pecebo graves dificuldades e falta de tolerância para lidar com as diferenças e as complexidades que nosso debate precisa. Assim, em sua maioria, o debate não ocorre”.
Solamente muy pocas personas manifiestan una optimización de sus logros:
“He crecido, he sistematizado, he socializado mis saberes, he provocado movilizaciones de conciencia, he influido en acciones y reacciones”. “Le he dedicado tiempo en detrimento de mis actividades cotidianas; he hecho propuestas y difundido informaciones”. “He aportado bases de datos, atendido a miembros de RELATS que han venido a mi país y hemos hecho amistad, trabajado y amarrado compromisos que no siempre han cristalizado”.
Es la razón por la cual los logros personales, los aportes reales y las actividades propias de los participantes de RELATS son, por lo general, promesas que están pendientes y, por lo tanto, dependientes de los actos de voluntad de aquéllos:
“Realmente no he hecho ninguna contribución”. “Lamentablemente no actúo con reciprocidad con otros colegas. Falta de tiempo".
Sin embargo, pese a estas dificultades de participación,
“temos ainda que num pequeno grupo avançado criando novos espaços e propostas. Acredito nisto e sei que dificilmente será uma proposta coletiva em termos de grande público, mas sim de pequenos grupos mesmo”.
Asimismo, en términos generales todos manifiestan conformidad, satisfacción y alta valoración por los aportes que han recibido de parte de RELATS. Entre éstos, los siguientes:
“Debates o diálogos temáticos de relevancia”, “Sistematizaciones, conocimientos”. “Información diversa sobre nuestra profesión y sobre la realidad de países de América Latina”. “Boletines, información sobre jornadas, seminarios, congresos, bibliografías, reseñas de libros, editoriales, producciones de colegas”.
En fin, el déficit de los aportes personales a la comunidad virtual de la Red, queda patentado en la siguiente percepción:
“La Red como instrumento me ha dado mucho. Quienes no me han dado mucho son los integrantes de RELATS”. “Reafirmo a grave dificuldade que temos de conviver com as diferenças”.
Lo anterior pareciera que -lejos de interferir- potencia la alta disposición que los cooperantes tienen para aportar realmente su fuerza de trabajo intelectual e integrarse activamente a los proyectos de redespliegue de RELATS y, por ende, al cumplimiento de la misión, visión y objetivos para los que esta Red fue creada. Sin embargo, vale el testimonio de dos cooperantes:
“Continuaré aportando más y más pero ya me estoy cansando de no recibir respuestas adecuadas y estimulantes de mis colegas”.
“Me sinto feliz de estar participando neste momento histórico da criação da RELATS, da RELATIS e da Universidade Internacional. Sei que dependendo do nosso envolvimento e compromisso, bem como de condições objetivas (financeiras) estaremos em larga medida construindo instrumentais e organizações fundamentais para os trabalhadores sociais do futuro. Não sei se estarei nele, porém, neste momento presente o qual estou, tenho clareza desta enorme contribuição”.
Como derivación del párrafo anterior, finalizaremos este acápite citando tres de las recomendaciones que nos fueron ofrecidas.
– “La Reddebe ser mas activa para poder expandirse. Es necesario ejecutar los proyectos que están planteados”.
– “Creo que RELATS tiene que replantear sus estrategias para movilizar las potencialidades de los colegas, pues hasta ahora la tónica ha sido la de la pasividad acomodaticia de esperar informaciones y conocimientos sin que se note un esfuerzo por aportar. Hay una tendencia a utilizar calculistamente a RELATS, pedir, exigir, aprender, nutrirse sin aportar nada o muy poco de sí, criticar por celos gremiales que defienden áreas de coto y ven a RELATS como enemiga”.
– “Relats es de lo mejor que tienen los trabajadores sociales y las trabajadoras sociales pero creo que aún no ha sido valorada en todas sus potencialidades. Se trata de un proyecto visionario que requiere un mayor nivel de conciencia profesional, mental y humana que parece que aún no está a la altura del reto que nos han lanzado. A RELATS le hace falta organización y la constitución de un equipo que se salga de sus individualismos y esferas de influencia”.
V. A MODO DE (IN) CONCLUSIÓN
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