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Juegos tradicionales para fortalecer el trabajo colectivo en niños y niñas de 8 y 9 años (página 2)


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Aunque la forma de vida de sus antepasados no dejaban excesivo tiempo para el ocio es importante saber que las formas de entretenimiento en aquella época eran escasas, ya que por aquellos tiempos se carecían de muchos de los pasatiempos que hoy en día tenemos como son por ejemplo la televisiónla radio, las computadoras y con ellas toda la tecnología de punta que va saliendo al mercado de esta sociedad consumista, las revistas, periódicos por lo que buena parte de su tiempo libre lo empleaban para jugar o practicar juegos tradicionales.

Está demostrado que una de las actividades principales del hombre es el jugar, a la cual hay que dedicarle un tiempo para que pueda ejercer sobre cada participante de forma satisfactoria .También podemos decir que el ser humano en su cotidianidad, ya sea en la mañana cuando realiza las actividades matutinas, en su centro laboral desempeñándose en las tareas cotidianas de su hogar o en el núcleo que lo rodea se mantiene jugando. Los distintos juegos contienen mensajes diferentes y son llevados a cabo ya sea para lograr un reto, alcanzar una meta o demostrar condiciones físicas y mentales en cada uno de los participantes.

A diferencia de los demás juegos, los tradicionales tienen mucho en común: el nivel de información cultural que se transmite de padres a hijos, de generación en generación y el hecho de que fueran practicados por los antecesores durante su niñez, formando parte de las riquezas espirituales de las sociedades.

Las posibilidades que brindan los juegos tradicionales son múltiples. En primer lugar, el juego por el juego mismo, refiriendo que en la medida que le demos mayor cabida dentro del ámbito educativo e institucional estaremos fortaleciendo un aspecto importante para la educación y desarrollo del niño.

La visión contextualizada de juegos tradicionales remite al concepto de etnomotricidad  (Parlebas, 1986), estudio de la motricidad en diferentes razas, pueblos… y su relación con la estructura socio-cultural (etnología de la motricidad), nace como consecuencia del empeño por demostrar la estructura social de nuestra corporeidad. Las técnicas corporales son profundamente dependientes de los hábitos, de la educación, y en definitiva de la cultura en general. Desde la perspectiva etnomotriz podemos distinguir dos tipos de varianzas culturales: intercultural (singularidades motrices entres dos sociedades, así como sus semejanzas); e intracultural (en el seno de una misma comunidad, las prácticas ludo motrices pueden diferenciarse en función de la situación geográfica, las clases sociales e incluso por sexo o edad).

Mediante los juegos tradicionales sus protagonistas expresan de una forma simple y a la vez profunda una manera peculiar de organización sociocultural; un modo específico de relacionarse, vivir y entender la vida.

Parlebas, creador de la ciencia de la acción motriz o praxeología motriz, muestra sabiamente que al aplicar la teoría de sistemas, cada juego motor se puede concebir como un sistema praxeológico, cuyos componentes están ordenados de un modo lógico, presentando unos mecanismos de funcionamiento y una propiedades distintas en cada caso. Independientemente de quienes sean sus jugadores, cada juego dispone de una gramática o una "partitura" que al interpretarse hace emerger distintas acciones motrices ("notas musicales" expresadas motrizmente). La persona que participa de un juego es un actor que interpreta sus "leyes internas" o "gramática" protagonizando acciones motrices individualizadas.

Santos C. y Correa S (1,4) caracterizan los juegos recreativos tradicionales de la siguiente manera: "manifestaciones que se tramiten mediante la palabra, por lo general de padres a hijos, de generación en generación, ejecutadas en cualquier entorno y organizadas espontáneamente por los infantes, en numerosas ocasiones sin requerimientos especiales de espacio, lugar o de tiempo para su desarrollo. Muchas de las formas usadas se han conservado sin grandes variaciones durante siglos."

A través de estos juegos podemos conocer historias propias y ajenas y a su vez acercar diferentes generaciones. Cuando los niños pequeños perciben que los juegos que ellos están practicando son los mismos que practicaron una vez sus padres y abuelos, se podrán crear nuevos ligamentos que acerquen posturas y favorezcan el entendimiento y la comprensión generacional en numerosos aspectos.

Es de suma importancia no olvidar, que no todos estos juegos serán novedades para los niños ya que conocen muchos de ellos y lo juegan en más de una ocasión, quién sabe sí quizás se los contaron, los han visto, o alguien se los mostró. Lo cierto es que muchos de estos son jugados con variaciones o modificaciones, pero siguen mantenido viva su esencia, de todos modos bien vale la pena profundizar en estos juegos y refrescar así la memoria lúdica de los pueblos, comunidades o generaciones, aun cuando surja la pregunta si realmente tiene sentido repensar, resurgir estos juegos en una sociedad industrializada, frente a un avance apabullante de la electrónica. En este sentido no podrían existir dudas, se requiere de un proceso capaz de permitir tales acciones que permitan su protección.

La obra de Rolando Alfaro Torres constituye un excelente aporte a la conservación de este tipo de juegos, no sólo por el mérito indiscutible de colectar en un texto una cantidad considerable de formas lúdicas practicadas por los niños, debidamente clasificadas atendiendo a sus características, sino también por haber tenido como iniciativa la conformación de ludotecas en diferentes regiones del país.

José Martí, citado por Lantigua, J (5) expresó: "Todos los juegos no son tan viejos como las bolas, ni como las muñecas, ni como el críquet, ni como la pelota, ni como el columpio, ni como los saltos", haciendo clara alusión a nuevas formas lúdicas incorporadas al deleite infantil.

De todo lo antes expuesto se considera que es de suma importancia revivir, activar, e influenciar el fomento y rescate de los juegos tradicionales ya que es una forma de beneficiar y apoyar el juego activo, participativo, comunicativo y relacional entre los niños, frente a una sociedad de consumo que estimula cada vez más la obtención de medios sofisticados capaces de desarrollar las capacidades mentales del niño a expensas de una influencia en ocasiones muy negativa, capaz de variar su comportamiento y actuación en la sociedad.

En esas realizaciones fue posible distinguir la ejecutoria de diversas formas lúdicas con la presencia o no de implementos. Entre los primeros se encuentran además de los antes mencionados, el papagayo, la perinola y en segundo lugar una buena parte de los juegos de correr, rondas y cantos y juegos variados."

Por otra parte, Bolívar (2001) los denomina "juegos populares, que pertenecen a la cultura popular venezolana y constituyen un elemento esencial para preservación de nuestras tradiciones, la identidad nacional y la integración del niño al medio que se desenvuelve", por tanto, la principal característica de los juegos tradicionales, es resaltar las tradiciones del pueblo desde generaciones.

Aretz (2001), cuando afirma que en los juegos tradicionales como expresión de los elementos de la cultura popular de una localidad o región "resumen experiencias colectivas de generaciones y por ello constituyen un medio precioso de enseñanza en tanto el niño se enriquece jugando" (p. 29).

Es indudable que las experiencias colectivas vienen a representar los elementos socioculturales que identifican la idiosincrasia de una región o localidad y, por lo tanto, al utilizar los juegos tradicionales el docente está utilizando una herramienta que, cuidadosamente elaborada y aplicada en función del desarrollo de las potencialidades de los educandos, está aplicando una eficaz estrategia de mediación que sirve para favorecer el desarrollo y consolidación de los aprendizajes significativos en niños y niñas.

Los juegos tradicionales se caracterizan por ser un medio importante en la salud física y mental del niño, ya que les permite desarrollarse en un ambiente sano y lleno de alegría y esto a la vez permite que el niño se desarrolle en un entorno socializador, y que pueda aprender a compartir con los demás sin violencia y en un ambiente de armonía. Los juegos tradicionales son típicos de una región o país, formando parte importante de la cultura popular, constituyendo un tesoro nacional practicado de generación en generación.

Existen definiciones de juegos tratados por las diferentes ramas del saber que tienen contacto con él. Etimológicamente el juego viene de: Jocus: Que significa ligereza, frivolidad, pasatiempo Ludus: Que es el acto de jugar. Fisiológicamente se definen como: La actividad que realizan los seres superiores sin un fin aparentemente utilitario, como medio para eliminar su exceso de energía. Sin embargo cuando un niño se encuentra enfermo, no pierde el interés por el juego y él mismo sigue jugando.

Concepto psicológico

Es la actividad espontánea y desinteresada que exige una regla libremente escogida que cumplir o un obstáculo deliberadamente puesto que vencer. El juego tiene como función esencial procurar al niño el placer moral del triunfo que al aumentar su personalidad, la sitúa ante sus propios ojos y ante los demás.

El juego es visto dentro de lo psicológico como: una actividad generadora de placer que no se realiza con una finalidad exterior a ella; sino por sí mismas.

Concepto sociológico:

Se puede definir el juego como actividad u ocupación voluntaria que se realiza dentro de cierto límite establecido de espacio y tiempo, atendiendo a reglas libremente aceptados.

La recreación, se define como el conjunto de relación-acción, actividades espontáneas y desinteresadas que se establecen en el juego y que generan placer a través de reglas libremente escogidas, las cuales cumplir dentro de ciertos espacios y tiempo con una finalidad socializada.

Pérez A. (19,43) afirma: "El niño no es un niño porque juega, sino que precisamente juega por ser niño. No puede pretenderse, por tanto, que deje de jugar para que se vuelva adulto, sino por el contrario es preciso que juegue para que sea un mejor hombre en el mañana".

Esto quiere decir que el niño debe necesariamente jugar para así poder ir creando una forma de vida enmarcada dentro de la convivencia social, esto le aporta una sensación de seguridad que le va a servir para su desarrollo personal, y a futuro poder integrarse a la sociedad.

De la misma manera Muñoz, S (18) expresa: "A través de múltiples estudios y observaciones sabemos que el juego y los juguetes están relacionados directamente con el desarrollo y el crecimiento del niño y con muchas de sus expresiones emocionales".

Los aportes del juego a la formación de valores en los individuos son ampliamente reconocidos por diversos autores.

Rudik, citado por Lantigua, J (10, 6) considera que: "El juego es un tipo de actividad que tiene un gran significado formador y educativo en la vida del hombre" y más adelante valorando sus posibilidades de realización y sus expectativas precisa: "Es el único tipo de actividad que está al alcance del niño y que responde a su necesidad de ser activo es el camino de los niños hacia el conocimiento del mundo en que ellos viven y al que están llamados a cambiar".

Makarenko citado por Lantigua, J (10, 5) hace referencia a esos atributos, cuando en un abordaje de la actividad lúdica enfatiza: "debe educar las cualidades del futuro hombre".

Petrovski, según Lantigua, J (10,7) evalúa acertadamente los aportes del juego en la formación de los pequeños, al respecto considera: "ofrecen rico alimento a la imaginación infantil, permiten al niño profundizar y consolidar cualidades valiosas de la personalidad (valentía, decisión, organización, ingenio, etc.)".

Lantigua, J (1,8) considera que: "Es evidente que el juego es la actividad característica de la edad infantil, donde las imágenes de los niños adoptan formas o maneras vivientes, estimulando de esa manera su propio desarrollo.

El juego permite un acercamiento en edades tempranas, a las conductas del adulto y sus relaciones interpersonales. Constituye un nexo entre las fantasías propias de los pequeños y su mundo futuro, donde alguna vez asumirán un papel protagónico. Por ello resultan tan significativos, en esos años, los paradigmas que sirvan de referencia al establecimiento de tales aproximaciones."

Más adelante el propio autor refiere: "En sentido general, el jugar, aporta a esas pretensiones toda una amplia gama de posibilidades lúdicas, representadas por expresiones diversas entre las que figuran de manera generalizada las recreativas."

Pérez A (19,42) al referirse a éstas, expresa: "De forma específica los juegos recreativos son cualquier forma de juego que es utilizado voluntariamente en el tiempo libre y no hay sobre todo en ellos rigurosidad en la aplicación de reglamentaciones y necesidad de instalaciones muy específicas".

A modo de reflexión acerca del papel de los denominados juegos recreativos tradicionales, a partir de sus claros influjos formativos aún fuera del ámbito escolar, se considera que en esencia, por todos sus valores educativos, los juegos recreativos tienen que ser considerados como uno de los medios de trabajo fundamentales en el tiempo extraescolar, ya que especialmente en lo que concierne al trabajo con niños, niñas y jóvenes, su correcta utilización conlleva a una gran incidencia en la formación y desarrollo de los hábitos motores, todo lo cual se reflejará como base fundamental en la permanente incorporación de nuevos hábitos, que es la ley inmutable del desarrollo.

Por otra parte la escuela la comunidad y la familia son de suma importancia y su influencia en los niños y niñas acerca de estos juegos, deben favorecer de manera reiterada la ocurrencia de manifestaciones lúdicas diversas entre los pequeños, pues a través de éstas se estimula increíblemente la adquisición de patrones educativos en los niños, válidos para asumir nuevos empeños sociales, en tanto se van consolidando sus futuras potencialidades humanas.

Una de las vías de que dispone la escuela, la comunidad para desarrollar en sus niños y niñas valores y cualidades de la personalidad es el juego, el cual constituye la primera forma de aprendizaje de la vida en colectividad. El respeto a las normas y otros elementos del juego van creando en el niño las condiciones necesarias para su pleno desenvolvimiento social, porque en las escuelas transcurre una buena parte de la vida de los pequeños y es en ella que las formas lúdicas adquieren una más elevada organización, a la par que reciben influencias muy ventajosas producto de una amplia interacción social, debido a la gran cantidad de juegos que se genera en los patios de las escuelas, las expresiones lúdicas populares, llegan a ser considerados como un real tesoro infantil y juvenil.

Por ese sentido Lantigua, J (15,6) explica que: "En las diferentes edades la contribución educativa de los juegos resulta incuestionable, por lo que se requiere en todo momento, de una atención docente y familiar priorizada, ya que estas asumen una gran dosis de responsabilidad en dicha relación. Ello ha tenido, en los tiempos actuales, ciertas limitaciones."

El juego es un arte, una fuente de placer y una forma de manejar ciertas emociones, lamentablemente mucha gente ha perdido ésta capacidad lúdica, inmersa en problemas económicos, en conflictos emocionales de parejas, la violencia y el hábito de sustancias nocivas, que conllevan en un buen número de casos a violencia intrafamiliar, a pérdida de límites, estructura y consecuentemente a una dificultad para poder supervisar las actividades y los juegos de sus hijos.

Es también una oportunidad para disfrutar de una relación de camaradería, más allá de los roles establecidos padres hijos, un aspecto de la relación familiar que de forma habitual suele descuidarse, pero que puede llegar a convertirse en una inestimable ayuda, por ejemplo, para capear la turbulenta etapa adolescente.

Los juegos en los niños y niñas requieren de un grupo importante de medidas higiénicas, sin cuya instrumentación se pondría en riesgo la salud y la integridad física de los pequeños.

Ferreiro, R, Sicilia. P y Orozco, O citados por Lantigua, J (11,6), manifiestan que: "el nivel de desarrollo de los pequeños o de un grupo de ellos, es sinónimo de la resistencia alcanzada por su organismo y de su adaptabilidad, además de ser un criterio objetivo de las medidas higiénicas puestas en práctica".

La realización de ejercicios físicos al aire libre robustece a los niños y niñas elevando su capacidad de adaptación a los cambios bruscos de los factores ambientales, entre ellos la temperatura."

Es en la edad infantil cuando mayores son las posibilidades para la asimilación de nuevos hábitos motores. Según Laptev y Minj, citados por Lantigua, J (11,9) ello ocurre como consecuencia de la plasticidad del Sistema Nervioso Central y la facilidad para la formación de los reflejos condicionados en los niños, de aquí que sea recomendable la ejecución regular de ejercicios físicos desde la edad temprana, creando la costumbre de su uso diario. Dichas acciones muy bien pudieran expresarse a través de diversas expresiones lúdicas, que propicien un goce y satisfacción indiscutible.

Lantigua, J (11,5) explica: "El mundo lúdico de los niños puede convertirse en un elemento muy negativo para la preservación de su salud, de no existir normas higiénicas que garanticen ese proceso y proporcionen conductas responsables, alejadas de peligros potenciales diversos."

En ese contexto es imprescindible la preservación de los espacios donde los pequeños interactúan, imponiendo condiciones que tributen a la formación efectiva de hábitos, de manera que ellos mismos sean capaces de imponerse con posterioridad las consideraciones necesarias. Debe tenerse en cuenta que limitar las posibilidades lúdicas de los menores, nunca sería una solución aceptable, teniendo en cuenta la necesidad que poseen los niños de jugar.

La posibilidad de educar esas actitudes contribuiría al proceso de formación de sus personalidades, además de garantizar una necesaria integridad física."

Sobre el particular el mismo autor define como importantes aspectos que tienen que ver con la adecuada ventilación en los locales donde se juegue, evitar la sobre exposición a los rayos solares y la contaminación por residuos de fábricas e industrias cercanas, limpieza de las áreas verdes, estado técnico de equipos y aparatos diversos, manutención de posturas correctas al realizar diferentes actividades, lavado y cepillado del cuerpo y la ropa luego de jugar, así como las reglas y medidas de seguridad en ocasión de los juegos acuáticos.

Rudik, P. A, citado por Lantigua, J (10,5) señala: "Todos los juegos sí están organizados de manera correcta, constituyen un excelente medio para el desarrollo integral de los niños, contribuyen tanto al desarrollo físico como intelectual…" Ese propio autor insiste en esos detalles: "El buen juego debe enseñar al niño a realizar los esfuerzos psíquicos y físicos que son necesarios para el trabajo."

Especial importancia le concede el propio Rudik a las potencialidades del juego infantil, cuando manifiesta: "Al estar relacionados con diferentes movimientos en su forma natural, estos juegos ejercen una influencia más favorable sobre el desarrollo físico e intelectual de los niños."

El autor al referirse al aporte que ofrecen los juegos populares tradicionales, como parte de las denominadas expresiones recreativas, sentencian que la mayoría de estos juegos entraña una amplia gama de elementos muy valiosos para el desarrollo integral del niño.

El juego es una actividad fundamental que se apoya en la necesidad de movimiento del hombre, en sus intereses y estados anímicos y que se manifiesta de una manera espontánea o consciente en la búsqueda de satisfacciones conscientes, además de ser recreativos ayudan a la formación de hábitos y habilidades, así como destrezas. De forma específica los juegos recreativos son cualquier forma de juego que es utilizado voluntariamente en el tiempo libre y no hay sobre todo en ellos rigurosidad en la aplicación de reglamentaciones y necesidad de instalaciones muy específicas. Estos juegos pretenden ocupar el tiempo libre de las personas a cualquier edad a través del desarrollo del juego y la actividad física. Lametodología a seguir se basa en la libertad de participación, y sobre todo en la diversión.

La ciencia ha demostrado fehacientemente que el niño no posee capacidades innatas, sino capacidades que pueden desarrollarse, sobre todo, a través de la práctica de diferentes formas lúdicas. El empleo frecuente de juegos recreativos en los niños posibilita una ganancia en su constitución física, además de los consabidos aportes que esa ejecutoria brinda a la formación de la personalidad de los pequeños.

El juego favorece decididamente el desarrollo físico de los niños, entre otros aspectos y las personas encargadas de atenderles velarán porque ese derecho reconocido transcurra de manera feliz. Es por ello que maestros primarios y profesores de Educación Física, requieren de una alta preparación encaminada a promover el uso sistemático de tales expresiones lúdicas, en función del progreso corporal de sus discípulos.

Se sabe que la actividad física beneficia considerablemente la salud humana en las diferentes edades, por lo que a la experiencia de jugar le son atribuibles también todas esas virtudes. En el caso de los niños, el quehacer lúdico prepara fundamentalmente su organismo para las funciones de la vida adulta. El juego puede ser también interpretado como una actividad necesaria para el organismo humano en crecimiento.

El desarrollo corporal en los niños se alcanza fundamentalmente a expensas de la ejecución lúdica, sobre todo por la tendencia entre ellos a perder el interés en la realización del trabajo físico, que es consecuencia de la rigurosidad que deviene de esa labor. De aquí que hay que abogar por el logro de una mejor motivación en el desarrollo de la fuerza, a través de los juegos que poseen ese componente.

Acerca de la necesidad de realizar juegos recreativos físicos, el destacado pedagogo ruso Makarenko, afirmaba: "El juego sin esfuerzo, sin actividad dinámica es siempre un mal juego." Resulta por tanto inobjetable que el niño dedicado a jugar pasivamente, donde toda su participación se reduce a la contemplación estática, resultará en el futuro un hombre carente de toda iniciativa, incapaz de superar las dificultades y afectado en su movilidad o en sus posibilidades motoras.

Según Rudik, P. A citado por Lantigua, J (10,6): "El juego crea todas las condiciones para que se manifieste la necesidad natural de actividades que tiene el niño y le proporcionan las vivencias más reales y vitalmente importantes."

Lantigua se refiere a los beneficios probables que la práctica lúdica tiene sobre la salud de los pequeños y al respecto destaca el aumento de la frecuencia y amplitud de los movimientos respiratorios en los niños, mejoramiento de las funciones digestiva y renal, aumento de la capacidad de trabajo de los escolares, como consecuencia del incremento de la actividad motriz, desarrollo corporal en los pequeños y más efectiva coordinación motora, así como el aumento de las capacidades motrices en los niños (fuerza, velocidad, resistencia, agilidad y flexibilidad).

La realización de actividades lúdicas diversas, constituye una magnífica posibilidad durante las clases de Educación Física para contribuir a la formación de las mencionadas capacidades y en el caso particular de los juegos populares tradicionales, no solo tributan a ese mérito incuestionable, sino que propician de forma garante la transmisión de tales elementos como componentes de la cultura popular y los valores autóctonos.

De igual manera se considera que a través de los juegos los niños pueden desarrollar sentimientos mucho más elevados, que de hecho, para los pequeños, jugar es una necesidad capaz de prepararles para su vida como adultos, de aquí que se requiera de una observancia de tales expresiones, con total apego al respeto de los más elementales derechos del niño.

La humanidad debiera sujetarse más a las emociones y sentimientos devenidos del juego infantil que a las ambiciones políticas o económicas de algunos adultos, las que por sus pretensiones mezquinas constituyen un peligro potencial para la propia humanidad.

Jugar es por tanto una expresión de pureza, pues ello suele estar más asociado a modelos positivos de sentimientos que a experiencias cuestionables. Cierto es que los patrones educativos impuestos por la familia y la escuela van consolidando actitudes en los niños, pero es también real que a través del juego colectivo y con independencia de lo inculcado, se promuevan conductas socializadoras. La realización de juegos cada vez más colectivos pudiera ser un excelente recurso para la educación de los niños, teniendo en cuenta los sentimientos positivos que tales expresiones lúdicas son capaces de fomentar a tan temprana edad. Para ello es necesario que se instruya de forma adecuada a los adultos encargados de esa labor, de manera que dichas actividades puedan ser orientadas correctamente.

El presente artículo propende hacia la alternativa práctica de promover entre las nuevas generaciones los sentimientos más puros de coexistencia humana, apelando a las alternativas lúdicas, garante mecanismo educativo.

El invento lúdico, tan eficazmente adherido a nuestra biología expresa rasgos prominentes en la historia natural de las actividades cognitivas.

"La recreación es una forma activa que utilizan los niños para reflejar la vida de las personas que lo rodean" (Traviata y otros). A través del juego se desarrollan las capacidades intelectuales y morales del niño y del joven, y se crean hábitos de sociabilidad, colectivismo, amor y respeto por la naturaleza.

Patridge considera que "la escuela es la única institución que acoge a los niños y jóvenes de un país y por lo tanto en ella deben instruir todas las manifestaciones del juego tradicional orientándolos hacia un proceso educativo de manera que el niño y el joven aprenda a conocerse a sí mismo y a los demás y a identificarse con su propia descendencia cultural."

Para Makarenko el juego "tiene un valor social como factor de desarrollo creativo, artístico y científico." La recreación como cualquier otra acción humana a menudo conlleva consiente o inconscientemente a la búsqueda de un beneficio posterior a la realización de la actividad recreativa. Ese beneficio solo puede ser la mayor integración del yo de la comunidad recreada, puesto que la acción recreativa hace reales los propios valores.

Entre los objetivos que debe plantearse el profesional de la recreación o el promotor deportivo se encuentra, el ser capaz de responder a las motivaciones individuales (siendo actividades eminentemente colectivas), el atribuir más importancia a la participación que al resultado final y hacer énfasis en valores educativos tales como., comunicación social, divertirse a través del juego y del deporte, fomentar la creatividad, educación, ofrecer la diversidad, estimular la cooperación y el espíritu de equipo, solidaridad, respeto a sus compañeros, adversarios y jueces.En esta línea Camerino y Castañer (1988., 14), define como actividades recreativas, aquellas con flexibilidad de interpretación y cambios de reglas que permiten la continua incorporación de formas, técnicas y de comportamientos estratégicos, con capacidad de aceptación por parte de los procesos comunitarios, que puede generar la aplicación de un nuevo tratamiento pedagógico y no la especialización, ya que no se busca una competencia ni logro completo.Cuando se hable de Comunidad se debe tener en cuenta que esta es el conjunto de personas que viven en un área geográfica determinada, cuyos miembros comparten intereses y actividades, con relaciones interpersonales y sobre todo intereses comunes. Es un sentimiento de bien común que todos pueden llegar a alcanzar. (Según Arias Herrera, H. 1995).

Por lo que todos los procesos de aplicación o trasformación se desarrollen dentro de la comunidad y tengan participación directa o indirecta parte o la totalidad de los factores que la integran, tienen un carácter comunitario.

Para Martínez (2003), en la Recreación Comunitaria se promueve una democracia en donde prima el respeto, la verdad y la justicia. Esta dimensión social se expresa cuando:

Las personas se conocen, se relacionan y se sienten parte de una gran familia.

Los integrantes de la comunidad logran hacer contratos de convivencia y promesas que en la medida de lo posible todos ponen en práctica.

Se comparten recursos comunes, existe la ayuda mutua y se tiene especial atención por los más necesitados.

Todas las organizaciones sociales se unen con el fin de realizar propósitos comunes.

Se promueve la sana diversión, la prevención de riesgos y las prácticas de medicina preventiva.

A todas las personas se les brinda la oportunidad de una labor significativa de cooperación dentro de la comunidad.

Se integran los grupos sociales que han sido marginados.

Se promueve la educación continuada de la comunidad, sobretodo de la tercera edad.

Se resuelven constructivamente los conflictos y las diferencias.

Se favorece el cultivo y la expresión de la cultura y el arte.

Se promueve el surgimiento de líderes y lideresas de la misma comunidad.

Una comunidad organizada que logre sistematizar el desarrollo de programas recreativos tradicionales dirigidos a sus habitantes y que a través de la educación del tiempo libre, sea capaz de fomentar una cultura recreativa que responda a satisfacer sus necesidades e intereses recreativos y tradiciones, en función de la salud individual y colectiva, y la construcción positiva del tiempo libre, se encuentra en el camino para optimizar su calidad de vida y por ende de su propio desarrollo.

González Rodríguez, N (2003,9) plantea la gran importancia del trabajo recreativo-deportivo, cultural y tradicional en la comunidad, determina que participar en este grupo es más que estar presente, más que motivar, más que intercambiar criterios, más que opinar. Participar significa tomar parte, implicarse, decidir y actuar comprometidamente, no es solo trabajo para la comunidad, ni en la comunidad, ni siquiera con la comunidad: soñado, planificado, conducido, ejecutado y evaluado por la propia comunidad.

Define la comunidad como un grupo humano, que habita en un territorio determinado, con relaciones interpersonales, historia, formas de expresiones, tradiciones y sobre todo intereses comunes.

Estamos completamente de acuerdo con el criterio de esta autora ya que es de suma importancia que las diferentes agencias y agentes socializadores que participan e inciden en el trabajo comunitario deben entregarse por completo a ello, deben ser protagonistas y activos ejecutores de esta tarea por la importancia que reviste para la sociedad, pues la comunidad es el medio en que vivimos y nos desarrollamos.

Dorta Saco, A (1984,13) argumenta la necesidad de convertir a las actuales instituciones educacionales en centros gestores de animación sociocultural. Si logramos convertir a los párvulos en conocedores, portadores y defensores de la cultura para entrar en estrecho dialogo con la comunidad se reproducirá un acontecimiento recíproco de valores culturales.

Se coincide con este criterio porque las instituciones educacionales son una fuente de recursos humanos que deben ponerse en función del desarrollo sociocultural, es decir que convirtiendo a las niñas y niños en conocedores de la cultura recreativa-deportiva y cultural comunitaria ayudaríamos al desarrollo intelectual de estos y con ello al desarrollo de la comunidad en sentido general.

(Trigo, 1995). "Se quiere que la escuela y la comunidad recupere el juego tradicional y popular, en este "siglo del deporte, de toda una cultura centrada en la oposición entre gentes y pueblos para determinar ganadores y perdedores, para clasificar según su poderío lúdico"

Parlebas (1997) insiste en que: "los juegos presentan mayores posibilidades lúdico-motrices que el deporte y demuestra experimentalmente que, debido a los cambios súbitos de conducta que implican una mayor riqueza de relaciones entre los jugadores (al contrario que en los deportes en que las relaciones son estables), las sesiones de juegos tradicionales llevan a relaciones socio afectivas mucho más ricas."

Todo esto lleva a pensar que es la escuela y la comunidad son los mejores lugares para recuperar los juegos populares/tradicionales y lo que ha llevado a realizar esta recopilación, para que el maestro, padres, representantes, las familias y los líderes comunitarios, escojan en función de sus necesidades el juego o juegos que mejor se adapten a las características y habilidades que quiera desarrollar, y oriente a los niños y niñas, ayudándoles a entender el proceso que se produce dentro de un determinado juego, y adaptándolo a la realidad de su aula y a las características de su comunidad.

Los juegos tradicionales se sustentan en dos dimensiones; una relacionada con la popularidad, trasmitida por generaciones y otra vinculada a la época o etapa (invierno, verano, otoño, primavera). Generalmente obedecen a un proceso transcultural, llegando a sistematizarse. Tienden a ser estables en cuanto a contenido, formas y estructuras; los posibles cambios se dan en los términos o nombres, los cuales responden a las características de cada lugar.Por tal motivo, el propósito fundamental de esta investigación se concentra en tratar acerca de las manifestaciones propias de la cultura venezolana, partiendo de la dinámica de los procesos que se hacen presentes en el marco de la realidad, Con relación a esta temática, es fundamental que los niños, niñas, comunidad, formen y fortalezcan la identidad cultural de nuestra sociedad dentro y fuera del entorno educativo a los fines de ayudar en el desarrollo de sentimientos, creatividad e interacción entre las y los pre adolescentes a través de los juegos tradicionales, de tal forma que se logre la integración entre ellos con base en los principios culturales del país y en los principios psico-sociales.

También se debe destacar que en esta investigación es importante en el sentido de que esta aporta la difusión y promoción de los juegos tradicionales, el crecimiento académico, corporal, cognitivo de los niños y niñas, conjuntamente con la conservación y reafirmación de la identidad nacional, así como el fortalecimiento de los valores culturales en el niño y la niña, desde la sociedad en general.

Así mismo, los niños y niñas, padres, representantes, la familia y comunidad en general se verán beneficiados, pues podrán aumentar sus conocimientos teórico-prácticos sobre el manejo de las actividades recreativas-tradicionales como estrategias constructivas, que estimulen la confección en valores sociales de identidad nacional y regional de los niños, niñas en la etapa escolar.

Los mismos niños y niñas obtendrán beneficios de este estudio, pues les permitirá tener experiencias y vivencias significativas propias de su entorno sociocultural, que le aportarán un aprendizaje integral de los valores inherentes a la realidad sociocultural ya que es una realidad motriz que aporta placer y satisfacción, ayuda al alumno a desarrollar las capacidades físicas y las habilidades y destrezas básicas dándole un elemento imprescindible para el desarrollo de su aprendizaje significativo en el juego, es el propio niño y niña el que aporta soluciones a los problemas planteados. Tiene un carácter creativo lleno de imaginación y fantasía en variedad de los ámbitos de la conducta humana: cognitivo, motor y socio afectivo.

Finalmente, la investigación será de alta relevancia para la comunidad, la escuela y la familia en general pues al proponer las alternativas para la organización de los juegos tradicionales, se hará posible el desarrollo de un proceso de facilitación y mediación a través de estos juegos.

Independientemente de la edad, el género o el lugar de procedencia, participar en un juego es participar en un conjunto de relaciones motrices, cognitivas, afectivas, sociales y culturales que es necesario identificar plenamente.

En este sentido, la gran riqueza y variedad de lógicas internas que presentan los juegos tradicionales permiten justificar que el mejor maestro que puede tener cualquier niño, niña o persona es el propio juego.

Conclusión

Los fundamentos teóricos, estudiados permitieron el desarrollo del tema de investigación, otorgándole un basamento lógico y científico.

El diagnóstico realizado permitió la necesidad de promover la recreación a través de los juegos tradicionales, los cuales están siendo desplazados por video juegos en los niños y niñas de 08 y 09 años de la comunidad las piedritas.

La aplicación de los juegos recreativos tradicionales, influirán de manera positiva en el nivel de participación de los niños y niñas generando cambios favorables en su estilo de vida

Bibliografía

http://www.monografias.com/

Jesús Alirio Silva (Septiembre 2010) Metodología de la Investigación Elementos Básicos Ediciones CO-BO.

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Camerino, O y Castañer, M. (1991) 1001 Ejercicios y Juegos de Recreación. Editorial Paidotribo, Barcelona.

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MANUEL JESÚS VELEDA VALLELADO (1999): Juegos infantiles tradicionales. RAMIRO MORENO MARTINEZ (1999): Juegos tradicionales y escuela.

 

 

Autor:

Lcdo. José Ángel Resplandor Bastardo.

PROFESOR TUTOR: Ms.C. FELIX A. GUERRERO FROMETA .

edu.rededu.red

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR

PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LAS FUERZAS ARMADAS DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS DE LA CULTURA FÍSICA "MANUEL FAJARDO"

CONVENIO CUBA-VENEZUELA

TESIS EN OPCION AL TÍTULO DE:

MASTER EN ACTIVIDAD FISICA EN LA COMUNIDAD

AÑO: 2014.

ESTADO BOLÍVAR.

Partes: 1, 2
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