Descargar

Qué es el FMI (página 2)

Enviado por chio_182


Partes: 1, 2

 

 

¿De dónde sale el dinero del FMI?

Los recursos del FMI proceden sobre todo de la suscripciónde cuotas (capital) que pagan los países miembros cuando ingresan en el FMI, o tras una revisión periódica que lleve a un aumento de las cuotas. Los países pagan el 25% de la suscripción de la cuota en derechos especiales de giro (DEG; véase el recuadro 3) o en monedas principales como el dólar de EE.UU. o el yen japonés; el FMI puede exigir el pago del resto, en la moneda del propio país miembro, si lo necesita para efectuar un préstamo. Las cuotas determinan no sólo el pago de la sus-cripción que aporta el país miembro, sino también el número de votos, la magnitud del financiamiento que puede recibir del FMI y la participación que le corresponde en las asigna ciones de DEG.

Las cuotas se fijan para que, a grandes rasgos, reflejen el tamaño relativo del país miembro en la economía mundial: cuanto mayor sea la economía en función del producto y mayor y más variado su comercio exterior, la cuota tiende también a ser mayor A Estados Unidos de América, la economía más grande del mundo, le corresponde el mayor aporte al FMI, el 17,6% del total de las cuotas. Seychelles, la economía más pequeña del mundo, contribuye el 0,004%. La revisión más reciente de las cuotas (la undécima) entró en vigor en enero de 1999 y elevó el total (que no había sido modificado desde 1990) en aproxi-madamente un 45%; las cuotas del FMI ascienden ahora a DEG 212.000 millones (unos US$290.000 millones). Si hace falta, el FMI puede obtener préstamos para comple-mentar los recursos de las cuotas. El FMI cuenta con dos tipos de acuerdos permanentes para la obtención de préstamos a los que puede recurrir si necesita hacer frente a cualquier tipo de amenaza en el sistema monetario internacional:

• los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos

(AGP), establecidos en 1962, que abarcan a 11 participantes (los gobiernos o bancos centrales del Grupo de los Diez países industrializados y Suiza) y • los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP), establecidos en 1997, con 25 países e instituciones participantes. Conforme a estos dos acuerdos, el FMI dispone de un totalde DEG 34.000 millones (unos US$46.000 millones) de recursos en préstamo.

Recuadro 3

¿Qué es un DEG?

El DEG, o derecho especial de giro, es un activo internacional de reservacreado por el FMI en 1969 (en virtud de la primera enmienda del Conve-nio Constitutivo) debido al temor de los países miembros de que el total entonces existente y el crecimiento previsto de las reservas internaciona-les fuera insuficiente a los fines de la expansión del comercio mundial.

Los principales activos de reserva eran el oro y el dólar de EE.UU., y los países miembros no querían que las reservas mundiales tuvieran que depender de la producción de oro, que presentaba incertidumbres inherentes, ni de los repetidos déficit de la balanza de pagos de Estados Unidos que se necesitarían para que continuaran creciendo las reservasen dólares de EE.UU. El DEG se creó como activo complementario de re-serva que el FMI "asignaría" periódicamente a los países miembros en caso de necesidad, y que podría cancelarse en la medida que hiciera falta.

El DEG —que a veces recibe el nombre de "papel oro" aunque no tiene existencia física— ha sido asignado a los países miembros (en forma de asientos contables) en cantidades propor cionales a las cuotas. Hasta la fecha, el FMI ha asignado un total de DEG 21.400 millones (unos

US$29.000 millones) a los países miembros. La última asignación se produjo en 1981, año en que asignaron DEG 4.100 millones a los 141 países que en ese momento eran miembros del FMI. Desde 1981, el conjunto de los países miembros no ha considerado que hiciera falta una nueva asig-nación general de DEG, en parte debido al crecimiento experimentado por los mercados internacionales de capital. Sin embargo, en septiembre de 1997 y a la luz del incremento habido en el número de países miem-bros —entre ellos países que no han recibido una asignación— la Junta de Gobernadores propuso la cuarta enmienda del Convenio Constitutivo.

Cuando la apruebe la mayoría de países miembros fijada con ese fin,quedará autorizada una asignación especial única "equitativa" de DEG 21.400 millones que se distribuirá de manera que la proporción de asignaciones acumulativas netas de todos los países miembros en relación con la cuota se eleve a un nivel común de referencia Los países miembros del FMI pueden utilizar el DEG en transacciones entre sí, con 16 tenedores "institucionales" de DEG y con el propio FMI.

El DEG es también la unidad de cuenta del FMI. Hay varios organismos internacionales y regionales, además de convenciones internacionales,que utilizan el DEG como unidad de cuenta o como base para determinar una unidad de cuenta El valor del DEG se fija diariamente en función de una cesta de cuatro monedas principales: euro, yen japonés, libra esterlina y dólar de EE.UU. Al 1 de agosto de 2001, un DEG valía 1,26 dólares de EE.UU. La composición de la cesta se revisa cada cinco años para comprobar que sigue siendo re-presentativa de las monedas utilizadas en las transacciones internacionales y que la ponderación asignada a las monedas es reflejo de su importancia relativa en los sistemas de comercio y financiero mundiales.

¿Qué servicios presta el FMI a los países miembros?

El FMI asiste a los países miembros de la siguiente manera:

• examina y supervisa la evolución económica y financiera nacional y mundial y asesora a los paí-ses miembros sobre las medidas económicas que implementan,

• les presta divisas duras en respaldo a la política de ajuste y reforma que sirva para corregir pro blemas de balanza de pagos y que fomente el crecimiento sostenible,

• ofrece una amplia gama de asistencia técnica, y capacitación a funcionarios públicos y de los bancos centrales, en los campos de su especialidad.

Asesoramiento sobre medidas de política y supervisión mundial

El Convenio Constitutivo dispone que la institución se encargue de vigilar el sistema monetario internacional, comprendida la tarea de ejercer una "supervisión" firme, es decir, el seguimiento, de la política cambiaria de los países miembros. Conforme a lo dispuesto en el Convenio Constitutivo, un país miembro se com-promete a colaborar con el FMI en la labor de asegurar regíme-nes cambiarios ordenados y de fomentar un sistema estable de tipos de cambio.

Concretamente, los países miembros convienen en orientar las medidas de política hacia el objetivo de un crecimiento económico ordenado con estabilidad razonable de los precios, además de promover condiciones económicas y financieras fundamentales ordenadas y de evitar la manipulación del tipo de cambio a los fines de obtener ventajas competitivas desleales. Asimismo, los países miembros se comprometen a facilitar al FMI la información que haga falta para que pueda realizar su labor de seguimiento. Los países miembros han convenido que la su-pervisión de la política cambiaria nacional por parte del FMI debe realizarse en el marco de un análisis completo de la situación económica general y de la estrategia de cada país miembro para su política económica.

Gracias al seguimiento continuo de las economías y al asesoramiento en materia de política que la supervisión del FMI entraña, se detectan las señales de peligro, y los países pueden Inter venir a tiempo para evitar problemas. Hay tres modalidades de seguimiento que utiliza el FMI:

La supervisión de la política económica nacional, en forma de consultas regulares y completas (habitualmente, una vez al año) con los países miembros para examinar las medidas econó micas, pudiendo celebrarse consultas en cualquier momento si hace falta. El procedimiento regular de consulta se llama "consultas del Artículo IV", ya que es en el Artículo IV del Convenio Constitutivo donde se dispone este tipo de encuentro. (También se llaman "consultas bilaterales", pero es inco-rrecto porque cuando el FMI celebra consultas con un país miembro, la institución está representando a la totalidad de los países miembros, de manera que en realidad se trata siempre de consultas multilaterales.)

¿Cómo se realizan las consultas del Artículo IV?

Primero, un equipo de economistas del FMI visita el país para obtener datos económicos y financieros y examinar con fun-cionarios del gobierno y del banco central las medidas de política económica en el contexto de la evolución reciente. El personal del FMI pasa revista a la política macroeconómica (fiscal, moneta-ria y cambiaria), evalúa la solidez del sistema financiero y analiza los aspectos de la política económica en los campos industrial, social, laboral, de gestión de gobierno, ambiental y otros que pueden repercutir en la política y los resultados macro económicos.

El equipo del personal presenta seguidamente un informe sobre sus conclusiones, aprobado por la gerencia, al Directorio Ejecutivo, que examina el análisis realizado por el personal. Las Opiniones del Directorio, resumidas por el presidente, se comunican al gobierno del país. De esta manera, las opiniones de toda la comunidad mundial, y lo aprendido de la experiencia internacional, se dejan sentir en la política del país interesado. Como fruto de la creciente transparencia dada al FMI y sus funciones en los últimos años, se publica ahora en una nota de información al público el resumen de las deliberaciones en el Directorio Ejecutivo sobre muchas de las consultas del Artículo IV, además del resumen del análisis que realiza el personal. De hecho, en muchos casos, se publica también el informe completo que elabora el personal con motivo de las consultas. Las notas de información al público y los informes pueden consultarse en el sitio del FMI en Internet.

El FMI complementa las consultas, generalmente anuales,que celebra con los países con visitas adicionales del personal a los países miembros siempre que hace falta. El Directorio Ejecutivo organiza reuniones frecuentes, de carácter oficioso, para pasar revista a la evolución económica y financiera de determinados países miembros y regiones. La supervisión mundial, que entraña el examen que realiza el Directorio Ejecutivo del FMI sobre tendencia y evolución de la economía mundial. El examen principal de este tipo se basa en los informes titulados elaborados por el personal del FMI, normalmente dos veces al año, para las reuniones semianuales del Comité Monetario y Finan ciero Internacional. Estos informes se publican en su totalidad antes de dichas reuniones, junto con el resumen tras las deliberaciones del Directorio Ejecutivo que prepara el presidente. Otro elemento de la supervisión mundial que lleva a cabo el FMI, es el debate de carácter habitualmente anual que celebra el Directorio sobre la evolución, perspectivas y planteamientos de política en los mercados internacionales de capital, cuestiones sobre las que también se publican los informes del personal. El Directorio Ejecutivo celebra asimismo reuniones oficiosas más frecuentes sobre la evolución de la economía y los mercados mundiales.

La supervisión regional, en virtud de la cual el FMI examina las medidas de política que se siguen en relación con los acuerdos regionales. En estos aspectos se incluye, por ejemplo, las deliberaciones del Directorio Ejecutivo sobre evolución de la Unión Europea, la zona del euro, la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, la Comunidad Económica y Monetaria de África Central y la Unión Monetaria del Caribe Oriental.

La gerencia y el personal del FMI participan también en las sesiones de supervisión que organizan grupos de países como el G–7 (el Grupo de los Siete países industriales principales) y el APEC (Consejo de la Cooperación Económica en Asia y el Pacífico).

Financiamiento de respaldo a los países que atraviesan dificultades

El FMI presta divisas a los países que atraviesan dificultades de balanza de pagos. Un préstamo del FMI hace más llevadero el ajuste que tiene que realizar el país para que el nivel de gasto sea más acorde con el ingreso y pueda así corregir el problema de balanza de pagos que enfrenta.

El crédito del FMI también sirve el propósito de respaldar las medidas de política, comprendida la reforma estructural, que mejoren en forma perdurable la situación de los pagos de un país y las perspectivas de crecimiento.

Todos los países miembros pueden recurrir al FMI para solicitar financiamiento si existe la necesidad por motivos de balanza de pagos, es decir, si necesitan un crédito oficial para poder efectuar pagos y mantener un nivel apropiado de reservas sin tomar "medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional".

Ese tipo de medidas podrían ser restricciones sobre el comercio exterior y los pagos, fuerte compresión de la demanda en la economía interna o fuerte depreciación de la moneda nacional. Sin el financiamiento del FMI, un país que enfrentase dificultades de balanza de pagos podría verse obligado a un ajuste más abrupto o a tomar otras medidas que pudieran ser perniciosas para la prosperidad nacional o internacional. Entre los fines del FMI se encuentra el evitar precisamente esas consecuencias (véanse en el recuadro 2 los incisos v) y vi))

¿Qué es un programa respaldado por el FMI?

Cuando un país recurre al FMI en solicitud de financiamiento puede estar atravesando una crisis eco-nómica o encontrarse en ciernes de una, la moneda podría estar bajo ataque en los mercados extranjeros de divisas y estar agotadas las reservas internacionales,la actividad económica podría haberse estancado o estar en caída, o registrarse un aumento de las situa ciones de quiebra. Para que el país pueda regresar a una posición sólida de los pagos y restablecer las condiciones para el crecimiento sostenido de la economía,hará falta combinar el ajuste económico con el financiamiento oficial o privado, o con ambos.

El FMI ofrece asesoramiento a las autoridades del país para la implementación de medidas que podrían contribuir a superar los problemas de la manera más eficiente. Pero, para que el FMI pueda conceder financiamiento, tiene primero que convenir con las autoridades en un programa de medidas destinadas a alcanzar metas específicas y cuantificadas sobre viabilidad externa, estabilidad monetaria y financiera y crecimiento sostenible. Los detalles de un programa de esta índole se explicitan en un documento llamado "carta de intención" que el gobierno del país envía al Director Gerente del FMI.

El programa respaldado por el financiamiento del FMI está elaborado por las autoridades nacionales en estrecha colaboración con el personal del FMI y se adapta a las necesidades especiales y circunstancias del país interesado. Este es un aspecto esencial para la eficacia del programa y para que el gobierno reciba el apoyo del país al programa; sin esta condición de "autoría propia", el programa difícilmente tendrá éxito.

Los programas se elaboran también de forma flexible para que, durante la implementación, puedan reevaluarse y revisarse si las circunstancias cambian. De hecho, muchos programas se revisan durante el período de su ejecución.

Instrumentos de crédito del FMI y evolución

El FMI ofrece financiamiento en virtud de una serie de políticas establecidas que reciben el nombre de "servicios" y que han ido evolucionando con los años al objeto de satisfacer las necesidades de los países miembros. Los plazos, condiciones de reembolso y estipulaciones del préstamo en los diferentes servicios varían en función del tipo de problema de balanza de pagos y de las circunstancias que se quieren superar (véase el recuadro 4).

El grueso del financia-miento del FMI se facilita al amparo de tres tipos diferentes de política de crédito: Los acuerdos de derecho de giro forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Utilizados principalmente de pagos a corto plazo.

Los acuerdos ampliados, a mediano plazo, conforme al servicio ampliado del FMI, se orientan a los países cuyos problemas de balanza de pagos guardan relación con aspectos estructurales que pueden llevar más tiempo para corregir que las deficiencias macroeconómicas. Las medidas de carácter estructural vinculadas a los acuerdos ampliados incluyen las medidas de reforma cuyo objeto sea mejorar el funcionamiento de las economías, como reforma del sector tributario y financiero, privatización de empresas públicas y medidas para dar más flexibilidad a los mercados laborales. Desde finales de los años setenta, el FMI ha estado facilitando financiamiento concesionario para ayudar a los países miembros más pobres a alcanzar la viabilidad de los pagos, el crecimiento económico sostenido y la mejora de los niveles de vida. El servicio concesionario actualmente en vigor, llamado servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza (SCLP), remplazó al servicio reforzado de ajuste estructural (SRAE) en noviembre de 1999 con el propósito de fijar la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico como objetivos centrales de los programas de política en los países interesados. A finales de los años noventa, el FMI creó nuevos servicios con el fin de ayudar a los países a superar situaciones en losmercados de pérdida súbita de confianza y de evitar "contagios", es decir, que las crisis financieras se extendieran a países cuya polí-tica económica era la apropiada. (Véanse en las páginas 30–33 los aspectos más destacados de la evolución de los servicios del FMI.)

El FMI también facilita financiamiento para ayudar a los países que tienen problemas de balanza de pagos ajenos a su control, causados por catástrofes naturales, situaciones de posguerra e insuficiencias temporales de los ingresos de exportación (o incre-mentos temporales del costo de la importación de cereales).

De la misma manera que se han creado servicios para hacer frente a nuevos desafíos, los servicios que, con el correr del tiempo, han pasado a ser innecesarios han sido clausurados. Así, a comienzos del 2000, el Directorio Ejecutivo inició una revisión de los servicios (véanse en el recuadro 4 los que están actualmente en vigor). Como resultado de esa revisión se eliminaron cuatro servicios que habían quedado obsoletos. Tras el estudio realizado en el Directorio Ejecutivo para modificar otros servicios de carác-ter no concesionario, se han tomado las siguientes decisiones:

• adaptar las condiciones de los acuerdos de derecho de giro y de los préstamos al amparo del servicio ampliado del FMI de manera que se aliente a los países a no depender de los recur sos del FMI durante períodos excesivamente largos o en cantidades muy grandes,

• reafirmar que el recurso al servicio ampliado del FMI deberá limitarse a los casos en que claramente haga falta el financiamiento a más largo plazo,

• mejorar el seguimiento de los programas respaldados por el FMI tras la conclusión de los mismos, sobre todo en los casos en que el crédito pendiente de reembolso sobrepase un cierto límite,

• modificar la línea de crédito contingente (LCC), en el marco de los actuales criterios de habilitación, para que sea un instrumento más eficaz a efectos de evitar las crisis y de resistir el contagio en los países que están siguiendo medidas de política acertadas.

En la actualidad, los prestatarios del FMI son todos países en desarrollo, países en transición desde economías centralizadas a sistemas basados en el mercado o países con economías de mercado emergentes que se recuperan tras una crisis financiera. Muchos de estos países disfrutan de acceso limitado a los mercados internacionales de capital, en parte debido a dificultades eco-nómicas propias. Desde finales de los años setenta, todos los países industriales han podido satisfacer sus necesidades de financiamiento en los mercados de capital, pero en los primeros 20 años de la existencia del FMI, más de la mitad del financiamiento concedido por el FMI se dirigió a los países industriales.

Características principales del crédito del FMI

• El FMI no es un organismo de ayuda ni un banco de desarrollo.

Concede crédito para contribuir a que los países miembros superen problemas de la balanza de pagos y restablezcan el crecimiento económico sostenible. Las divisas que entrega, en cantidades que están determinadas por la cuota del país en el FMI, se depositan en el banco central del país para complementar las reservas internacionales de éste y, de esta manera, conseguir respaldo general para la balanza de pagos. A diferencia de los préstamos que conceden los organismos de desarrollo, los fondos que facilita el FMI no se asignan al finan ciamiento de actividades o proyectos específicos.

• El crédito del FMI es de carácter condicional y depende de que el país prestatario interesado adopte las medidas contempladas para corregir el problema de balanza de pagos. La condi cionalidad vinculada al crédito del FMI contribuye a asegurar que una vez obtenido el préstamo, el país no aplaza las decisiones difíciles y acumula más deudas, sino que es capaz de enderezar la economía y rembolsar el préstamo. El país y el FMI tienen que ponerse de acuerdo sobre las medidas de política económica que hacen falta. El FMI desembolsa los recursos en forma es calonada, vinculándolo al cumplimiento por el país prestatario de los compromisos de política pro gramados.

En el período 2000–01, el FMI ha tomado medidas para racionalizar la condiciona li dad ,centrándola aún más en las medidas macroeconómicas y financieras y haciendo que incida menos en la gama de opciones que tiene el país; de esta manera, se favorece el sentido de autoría nacional del programa y se promueve la eficacia • El crédito del FMI es de índole temporal. Según el servicio financiero al que se recurra, los préstamos pueden desembolsarse en períodos cortos de seis meses o más largos de hasta cuatro años. Los plazos de reembolso son de 3 !/4 a 5 años para los préstamos a corto plazo (los acuerdos de derecho de giro) o de 4 !/2 a 10 años para el financiamiento a mediano plazo (en virtud del servicio ampliado del FMI).

Sin embargo, en noviembre de 2000, el Directorio Ejecutivo acordó la introducción del principio de expectativa temprana de reembolso con plazos de 2 !/4 a 4 años para los acuerdos de derechos de giro y de 4 !/2 a 7 años para los acuerdos al amparo del servicio ampliado del FMI. El período de reembolso para los préstamos concedidos a países de bajo ingreso en el servicio de financiamiento concesionario, el SCLP, es de 10 años con un período de gracia de 5 !/2 años para el pago del principal.

• El FMI espera que el país prestatario conceda prioridad al reembolso del préstamo que se le ha otorgado. El país prestatario está obligado a rembolsar al FMI puntualmente, de manera que los recursos estén disponibles para ser prestados a otros países que necesiten financiamiento de la balanza de pagos. El FMI ha establecido mecanismos para disuadir la acumulación de atrasos, o de reembolsos e intereses vencidos. Sin embargo, el aspecto más importante es el peso de la comunidad internacional para que el FMI goce de la condición de acreedor preferente. Se asegura así que el FMI estará entre los primeros a los que se rembolse, aunque con frecuencia sea el último prestamista dispuesto a facilitar fondos a un país, una vez que está claramente en duda la capacidad del país para hacerfrente a sus obligaciones.

• Los países que obtienen un préstamo del FMI en la ventanilla regular no concesionaria, es decir, todos los países miembros salvo los países en desarrollo de bajo ingreso, pagan tasas de interés y cargos por servi-cio que están en relación con el mercado, más un cargo por compromiso que es rembolsable. Se podrá imponer un recargo por encima de un cierto límite con objeto de desalentar el uso frecuente de recursos del FMI. También se imponen recargos en los giros al am-paro del servicio de complementación de reservas. Los países de bajo ingreso que obtienen financiamiento en virtud del servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza pagan una tasa de interés fija concesio-naria del 0,5% anual.

• Para reforzar las salvaguardias en lo que hace al uso de recursos del FMI por parte de los países miembros, en marzo de 2000 el FMI estableció el requisito de una evaluación del cumplimiento por los bancos centrales de las prácticas deseables en materia de procedimientos internos de control, informes finan-cieros y mecanismos de auditoría. Al mismo tiempo, elDirec torio Ejecutivo decidió ampliar la aplicación y el uso más sistemático de las herramientas dispo niblespara evitar el caso de que un país obtenga crédito del FMI si facilitó información que resul tara errónea.

• En la mayoría de los casos, el FMI, cuando concede un préstamo, desembolsa tan solo una pequeña parte de las necesidades de financiamiento de la balanza de pagos de un país. Sin embargo, como la aprobación por el FMI es señal de que la política económica del prestatario se orienta por el buen camino, se apuntala la confianza de los inversores y la comuni-dad oficial y se contribuye a generar financiamiento adicional en otras fuentes. De este manera, el financia-miento del FMI puede servir de influencia importante, o de catalizador, para atraer otros fondos.

La capacidad del FMI para actuar como agente catalizador se basa en la confianza que otros prestamistas tienen en las operaciones del FMI y sobre todo en la credibilidad de la condi cio nalidad que acompaña al crédito.

Recuadro 4

Algunos servicios financieros del FMI

Los acuerdos de derecho de giro forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Un acuerdo de derecho de giro ofrece la seguridad al país miembro de que podrá girar hasta una determinada cantidad, habi-tualmente durante un período de 12 a 18 meses, para hacer frente a un problema de balanza de pagos a corto plazo.

Servicio ampliado del FMI. El apoyo del FMI a un país miembro al amparo del servicio ampliado del FMI ofrece la seguridad de que el país miembro podrá girar hasta una determinada cantidad, habitualmente durante un período de tres a cuatro años, para ayudar a solucionar problemas económicos de tipo estructural que estén causando graves deficiencias en la balanza de pagos.

Servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza (remplazóal servicio reforzado de ajuste estructural en noviembre de 1999). Un ser-vicio en el que se cobran tasas de interés bajas para ayudar a los países miembros más pobres que enfrentan problemas persistentes de balanza de pagos (véase en la página 46 "Nuevo enfoque para reducir la po-breza").

El costo que pagan los prestatarios está subvencionado con los recursos obtenidos de la venta de oro propiedad del FMI, más préstamos y donaciones que los países miembros conceden al FMI con ese fin. Servicio de complementación de reservas. Ofrece a los países miem-bros financiamiento adicional a corto plazo si experimentan dificulta-des excepcionales de balanza de pagos debido a una pérdida súbita y amenazadora de confianza del mercado que conduzca a una salida de capital. La tasa de interés para los préstamos en virtud de este servicio entraña un recargo sobre el nivel habitual del crédito del FMI.

Línea de crédito contingente. Línea precautoria de defensa que per-mite a los países miembros que ejecutan medidas de política económica acertadas obtener financiamiento del FMI a corto plazo si encaran una pérdida súbita y amenazadora de confianza del mercado debido al contagio de las dificultades que atraviesen otros países miembros.

Asistencia de emergencia. Ventanilla abierta en 1962 para ayudar a los países miembros a superar los problemas de balanza de pagos debidos a catástrofes naturales repentinas e imprevisibles; el servicio se amplió en 1995 para tener en cuenta ciertas situaciones surgidas en un país miembro tras un conflicto que haya alterado su capacidad institucional y administrativa.

Hitos en la evolución del crédito del FMI

1952

Los acuerdos de dere-cho de giro comenza-ron a utilizarse en 1952. Bélgica fue el primer país que utilizó esta modali-dad en una operación por valor de US$50 mi-llones facilitados por el FMI para consolidar las reservas internacionales del país. Por "derecho de giro" se entiende que, sujeto a la condicionali-dad, y si los necesita, el país iembro adquiere el derecho a obtener los fondos que se han puesto a su disposición. En la mayoría de los casos, el país efectúa el giro.

1963

En este año, el FMI esta-bleció el servicio de financiamiento com-pensatorio para prestar ayuda a los países miem-bros roductores de materias primas que atravesaran na nsufi-ciencia temporal de in-gresos de exportación, comprendida la que fuera consecuencia de una caída de precios. En 1981 se añadió el com-ponente que prevé ayuda a os países para hacer frente a una subida tem-poral del costo de la im-portación de cereales.

Años 70

Durante la crisis energé-tica de los años setenta, cuando el precio del pe-tróleo se cuadruplicó, el FMI contribuyó a reciclar los superávit en divisas de los países exportadores de petróleo creando tem-poralmente el servicio financiero del petró-leo, que estuvo en vigor desde 1974 a 1976. Obte-nía fondos en préstamo de los países xportado-res de petróleo y de otros países con posiciones fir-mes de balanza de pagos y los prestó a los países importadores de petróleo para ayudar a financiar los éficit relacionados con el pago del petróleo.

1974

En este año, se creó el servicio ampliado del FMI para ofrecer asis-tencia a mediano plazo a los países miembros que encaraban proble-mas de balanza de pa-gos relacionados con deficiencias estructura-les de su economía y que exigían una re-forma de índole es-tructural durante un pe-ríodo largo. El período para un acuerdo al am- aro del servicio am-pliado suele fijarse en res años y una posible prórroga de un año más. El primer acuerdo de este tipo se convino con Kenya en 1975.

Años 80

En los años ochenta, el FMI desempeñó un pa-pel central para ayudar a resolver la crisis de la deuda en América Latina en colaboración con los gobiernos na-cionales y la comunidad bancaria internacional. El FMI prestó ayuda a los países deudores para elaborar progra-mas de estabilización a mediano plazo, facilitó un volumen onsidera- le de financiamiento con cargo a sus propios recursos y organizó planes de financia-miento con la partici-pación de gobiernos acreedores, bancos co-merciales y rganismos internacionales.

1989

Desde 1989, el FMI ha estado prestando ayuda activamente a países de Europa central y oriental, del Báltico, Rusia y otros países de la antigua Unión Soviética para que ransformen su economía pasando de la planificación central a sistemas orientados al mercado. Ha colabo-rado con estos países para contribuir a es-tabilizar y reestruc- urar la economía en aspectos que compren-den, por ejemplo, el desarrollo del marco jurídico e institucio-nal de un sistema de mercado. Para facili-tar financiamiento adicional en las primeras etapas de la transición, el FMI creó en 1993 el servi-cio para la transforma-ción sistémica, una ventanilla que cerró en 1995.

Etapas recientes

1994–95

En este período, México atravesó una grave crisis financiera cuando un cambio de parecer en los mercados condujo a súbitas y fuertes sali-das de capital. México adoptó pidamente un programa vigoroso de juste y de reforma, que concluyó con éxito. En apoyo del programa, el FMI aprobó con rapidez su operación de crédito más importante asta la fecha por un total de S$17.800 millones. La situación condujo tam-bién al FMI a establecer los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP) con ob- eto de asegurar que el FMI podría disponer de fondos suficientes para reaccionar ante situacio-nes importantes de crisis en el futuro.

1996

En ese año, el FMI y el Banco Mundial lanza-ron onjuntamente la iniciativa a favor de los aíses pobres muy endeudados, que se co-noce como Iniciativa para los PPME, on el objetivo de reducir la deuda externa de los países más pobres del mundo a niveles soste-nibles en un plazo ra-zonablemente corto. En 1999 se reforzó la Iniciativa ara que el alivio de la deuda fuera ás rápido, amplio y rofundo. Al mismo tiempo, el FMI rem-plazó el servicio re-forzado de ajuste es-tructural, de carácter oncesionario, on el fi-nanciamiento más am-plio del servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza, que presta atención más explícita a la reducción de la pobreza (véase en la ágina 46 "Nuevo enfoque para reducir la pobreza en los países de bajo ingreso").

 

1997–98

Durante la crisis finaniera en Asia en el período 1997–98, el FMI facilitó préstamos muy considerables, por un total de más de US$36.000 millones, a Indonesia, Corea y Tailandia en respaldo de medidas de estabi-lización y de reforma estructural. El FMI estableció en 1997 el servicio de comple-mentación de reservas con el propósito specí-fico de prestar ayuda a los países para que puedan superar necesi-dades importantes de financiamiento a corto plazo debidas a una pérdida repentina de confianza n los merca-dos manifestada por salidas de capital.

1999

El FMI creó un nuevo instrumento para evi-tar las crisis, la línea decrédito contingente (LCC) (véase el recua-dro 4). La LCC es un frente de defensa contra el contagio financiero, que se facilita a los países que están ejecutando medidas de política económica acertadas.

2000

En noviembre de 2000, el Directorio Ejecutivo pasó revista en detalle a los servicios finan-cieros del FMI con objeto de evaluar si había que modificar las modalidades de sistencia fi-nanciera del FMI facilitada a los países miembros. El examen condujo a una importante racionalización que se tradujo en la eliminación de cuatro servicios. ambién se decidieron varios cambios importantes que permitirán que los servicios fi-nancieros del FMI sean más eficaces para dar apoyo a los esfuerzos de los países destinados a evitar y resolver las crisis y que contribuirán también al uso más eficiente de los recursos del FMI.

Asistencia técnica y capacitación del FMI

Es probable que el FMI sea más conocido por el asesoramiento de política que ofrece y por el cré-dito que en momentos de crisis concede a los países en apoyo de la política económica. Sin embargo, el FMI también comparte regularmente sus conocimientos y experiencia con los países miembros ofreciendo asistencia técnica y capacitación en una amplia gama de especialidades, como banca central, política monetaria y cambiaria, política y administración tributarias y estadís ticas oficiales. El propósito es contribuir a la mejora de la elaboración e implementación de las medidas de política económica de los países miembros,comprendido el refuerzo de la capacidad de las instituciones responsables, como ministerios de Hacienda y bancos centrales. La asistencia técnica complementa el asesoramiento del FMI en materia de política económica y asistencia financiera ofrecidos a los países miembros; su costo representa aproximadamente el 20% del presupuesto administrativo del FMI.

El FMI inició las tareas de asistencia técnica a mediados de los años sesenta,momento en que muchos países re-cientemente independientes solicitaron ayuda para crear bancos centrales y mi-nisterios de Hacienda. Un nuevo incremento de las peticiones de asistencia técnica se produjo a principios de los años noventa, cuando los países de Europa central y oriental y de la antigua Unión Soviética die-ron comienzo a la transición desde sistemas de planificación central a econo mías orientadas al mercado.

Más recientemente,el FMI ha incrementado su asistencia técnica como parte de los planes en marcha para reforzar la arquitectura del sistema fi-nanciero internacional. Específicamente, ha estado prestando ayuda a los países miembros para reforzar los sistemas financieros,mejorar la recopilación y divulgación de datos económi-cos y financieros, consolidar los sistemas tributario y jurídico y mejorar la regulación y supervisión bancarias. También se ha estado ofreciendo conside rable asesoramiento operativo a los países que han tenido que restablecer las instituciones de gobierno tras graves perturbaciones o conflictos civiles.

El FMI presta asistencia técnica y capacitación principalmente en cuatro especialidades:

• refuerzo de los sectores monetario y financiero mediante asesoramiento sobre regulación, supervisión y reestruc-turación del sistema bancario, gestión y operaciones en moneda extranjera, sistemas de compensación y li-quidación de pagos, y estructura y desarrollo de bancos centrales,

• apoyo a la política y gestión fiscales firmes medianteasesoramiento sobre política y adminis tración tributaria y aduanera, formulación de presupuestos, gestión del gasto, planificación de redes de protección social y ges-tión de la deuda interna y externa, • recopilación, gestión y divulgación de datos estadísticos y mejora de la calidad de los datos, • elaboración y revisión de la legislación económica y financiera.

El FMI ofrece cursos de capacitación a funcionarios del gobierno y los bancos centrales de los países miembros en la sede del FMI en Washington y en los centros regionales de

capacitación de Abidján, Brasilia, Singapur y Viena. Sobre el terreno, ofrece asistencia técnica mediante visitas del personal del FMI, que se complementan con consultores y expertos contra tados. El financiamiento complementario para la asistencia técnica del FMI y la capacitación lo facilitan los gobiernos nacionales de países como Japón y Suiza, además de organismos internacionales como la Unión Europea, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Banco Mundial.

Reforzar el sistema monetario y financiero internacional

La globalización ha creado nuevos desafíos para el FMI. Dos de los más importantes y difíciles consisten en cómo reforzar el sistema financiero mundial —para que sea menos propenso a las crisis financieras y pueda hacerles frente mejor cuando surgen— y cómo avanzar en la lucha contra la pobreza en los países de bajo ingreso (véase la sección siguiente). La globalización ha significado grandes beneficios para muchos países y muchas personas en todo el mundo. La integración en la economía mundial es parte esencial de toda estrategia que pretenda el aumento de los niveles de vida en un país. Pero la globalización, que fomenta el volumen y acelera la rapidez de las corrientes internacionales de capital, también aumenta el riesgo de crisis financieras. Al mismo tiempo, también surge la amenaza de que los países de bajo ingreso, que no se han bene-ficiado mucho todavía de la globalización, se queden rezagados mientras los niveles de vida suben en otros lugares.

Lograr un sistema financiero mundial más fuerte

Las crisis financieras que surgieron en los mercados emergentesa mediados y finales de los años noventa sirvieron para recordar los riesgos que lleva consigo la globalización, incluso en las economías que han aprovechado en sumo grado esta transformación y que, en muchos aspectos, están bien gestionadas. Las economías afectadas durante la crisis en Asia en 1997–98, en particular, han avanzado enormemente durante varias décadas gracias al comercio exterior, la inversión extran-jera directa y el acceso a mercados financieros internacionales cada vez más integrados. Las crisis pusieron de manifiesto no sólo aspectos vulnerables de política en los propios países afectados, sino también deficiencias del sistema financiero in-ternacional, dejando constancia de dos hechos incuestionables:

• Los inversores pueden abandonar rápida y masivamente un país si presienten deficiencias en las medidas de política interna. Una vez que los inversores, ya sean na-cionales o extranjeros, pierden confianza, las entradas de capital pueden evaporarse y la salida neta de capital en grandes cantida des puede precipitar una crisis financiera.

• La crisis que surja en un país o región puede extenderse rápidamente a otras economías.

Para reducir el riesgo de futuras crisis financieras y fomentar la pronta resolución de las que surjan, el FMI ha estado colaborando con los gobiernos de los países miembros y con otros organismos internacionales, entidades reguladoras y el sector privado a los fines de reforzar el sistema monetario y financiero internacional.

Las reformas que están en marcha abarcan los siguientes campos:

Consolidación de los sectores financieros

Un motivo principal que lleva a que un país pueda ser vulnerable a una crisis económica es la fragilidad de su sistema finan-ciero, si las instituciones carecen de liquidez o son insolventes o pudieran encontrarse en esas situaciones como resultado de una evolución adversa. Para que el sistema sea más sólido, puede que los bancos y otras instituciones financieras tengan que mejorar los controles internos, comprendidas la evaluación y gestión del riesgo. Quizá las autoridades tengan también que actualizar la supervisión y regulación del sector financiero hasta alcanzar niveles internacionales.

En 1999, el FMI y el Banco Mundial iniciaron la evaluación conjunta de los sectores financieros de los países miembros para poder identificar los puntos débiles efectivos o potenciales. Equipos del FMI y del Banco Mundial, generalmente con ayuda de expertos de los bancos centrales y las enti dades financieras reguladoras,han estado evaluando la solidez de los sistemas financieros de varios países miembros. Estas evaluaciones se presentan al país para que sirvan de orientación en las medidas que haga falta tomar.

El personal del FMI está colaborando también con los gobiernos nacionales y otras instituciones internacionales para:

• reforzar los marcos jurídico, regulatorio y supervisor de los bancos,

• examinar los requisitos mínimos de capitalización de los bancos y las instituciones financieras,

• elaborar un conjunto central de normas internacionales de contabilidad,

• finalizar una serie de principios básicos sobre buena gestión empresarial,

• evitar los regímenes cambiarios vulnerables a los ataques,

• asegurar un flujo más libre hacia el mercado de datos financieros actualizados.

Asimismo, el FMI está colaborando con el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria para mejorar las normas reguladoras.

Códigos y normas internacionales de buenas prácticas

Los países pueden dar confianza a la comunidad internacional en lo que atañe a la política y las prácticas que siguen si se ajustan a los códigos y normas de buenas prácticas interna-cionalmente aceptados. Para los países que no lo hacen, los códigos y normas internacionales sirven de orientación para poder reforzar sus sistemas. El FMI ha estado elaborando y poniendo a punto las que son normas de carácter voluntario en actividades de su responsabilidad, en algunos casos en coo-peración con otros organismos internacionales como el Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Banco Mundial. Entre dichas normas figuran las que guardan relación con las prácticas estadísticas de los países, los códigos de buenas prácticas en las políticas fiscal, monetaria y financiera y las directrices para el refuerzo del sector financiero, como supervisión del sistema bancario y normas reguladoras.

Como complemento de la labor del FMI, el BPI, el Banco Mundial y otras entidades que fijan normas han estado elabo-rando normas internacionales en campos como contabilidad y auditoría, quiebras, gestión empresarial, reglamentación del mercado de valores y sistemas de pagos y liquidación. Para ayudar a los países a evaluar el ivel de su cumplimiento, el personal del FMI, junto con los gobiernos interesados, comenzó en 1999 a redactar informes experimentales sobre la observancia de códigos y normas por parte de los países, centrados sobre todo en las áreas de competencia operativa directa del FMI. Varios países han decidido dar a conocer el contenido de esos informes.

Fomento de la apertura y publicación de datos

La publicación de datos actualizados y fiables,así como la información sobre la política económica y financiera, las prácticas y la formulación de decisiones de los países, son necesarias para que los inversores puedan formarse un criterio fundado y los mercados puedan funcionar de manera eficiente y ordenada. Tras la crisis mexicana de 1994–95, el FMI elaboró en 1996 las normas especiales para la divulgación de datos (NEDD) para que sirvieran de orientación a los países que cuentan con acceso a los mercados internacionales de capital, o que desean dicho acceso, a efectos de comunicación al pú-blico de datos económicos y financieros

. Los países que suscriben el cumplimiento de estas normas se comprometen a publicar datos económicos y finan-cieros nacionales detallados, comprendidos los datos sobre reservas interna cionales y deuda externa, conforme a un calendario preestablecido. En 1997 se puso en marcha el sistema general de divulgación de datos (SGDD), que sirve de orientación para los países que no están en condiciones de poder comprometerse al cumplimiento de las NEDD y necesitan mejorar sus sistemas estadísticos.

Transparencia y rendición de cuentas en el FMI

La comunicación más amplia de información a los mercados y al público en general constituye un elemento central de la reforma del sistema financiero internacional. También es piedra angular de la reforma reciente y continua del propio FMI.

La transparencia, por parte de los países miembros del FMI y de la propia institución, contribuye a fomentar la obtención de mejores resultados económicos en diversas formas. La mayor apertura en los países miembros alienta a que el público pueda realizar un análisis más amplio y mejor informado de las medidas económicas que se toman, fomenta la rendición de cuentas por parte de los formuladores de dichas medidas y la credibilidad de las mismas, además de mantener informa dos a los mercados financieros para que su funcionamiento sea más ordenado y eficiente.

La mayor apertura y claridad dispuestas por el FMI para sus actividades y el asesoramiento que ofrece a los países miembros contribuyen a que el debate sobre lasmedidas de política sea más informado y a que se comprendan mejor la función y las operaciones del FMI. El examen y debate

público del asesoramiento que brinda el FMI también contribuye a elevar el nivel de sus análisis.

Desde mediados de los años noventa, el FMI ha incremen-tado mucho el volumen de información que publica —sobre su propia actividad y política y también sobre las de los países miembros— principalmente en Internet. Por ejemplo, en 1999–2000, las notas de información al público, al término de consultas con los países miembros conforme al Artículo IV, y que resumen el debate en el Directorio Ejecutivo y ofrecen antecedentes sobre las consultas, se han publicado aproxima-damente en el 80% de los casos. Un porcentaje similar se obtiene para las cartas de intención que publican los gobiernos en relación con programas económicos. En abril de 1999, el Directorio jecu tivo dio comienzo a un proyecto piloto para la publicación voluntaria de los informes del personal en

relación con las consultas conforme al Ar-tículo IV, y unos 60 países accedieron a publicarlos en el curso de los 18 meses siguientes.

En noviembre de 2000, el proyecto piloto fue remplazado por criterios para la publicación que prevén la divulga-ción voluntaria (es decir, sujeta al acuerdo del país interesado) de los documentos para las consultas conforme al Artículo IV y de la documentación relacionada con el uso de recursos del FMI por los países miembros.

La rendición de cuentas por parte del FMI, a los gobiernos de los países miembros y al público en general, se ha visto am-pliada en los últimos años gracias a las evaluaciones externas de la política y actividades de la institución que han sido en-cargadas a expertos del exterior. Las evalua ciones externas publicadas incluyen apreciaciones sobre el servicio reforzado de ajuste estructural (que en 1999 fue remplazado por el servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza), la

supervisión de las economías de los países miembros y las ac-tividades del FMI en el terreno de la investigación económica.

En 2001 se creó la Oficina de Evaluación Independiente. Al tiempo que se da más transparencia al FMI, el Directorio Ejecutivo es muy consciente de que es imprescindible preservar la función del FMI como asesor confidencial de los países miembros, un aspecto esencial de la tarea de la institución.

Participación del sector privado en la prevención

y solución de las crisis

La mayor parte de las corrientes financieras internacio-nales corresponde a movimientos del sector privado. Este aspecto señala la importancia del papel que puede desempeñar el sector privado para ayudar a evitar y resolver las crisis financieras. Se pueden evitar las crisis y también reducir la

volatilidad de las corrientes privadas si se mejora la evaluación de riesgos y se establece un diálogo más estrecho y frecuente entre los países y los inversores privados. Este tipo de diálogo fomentará también la mayor participación del sector privado en la solución de las crisis cuando éstas surjan, comprendidos los aspectos de reestructuración de la deuda privada. Tanto acreedores como deudores pueden beneficiarse de un diálogo de este tipo. Y la participa ción del sector privado en la prevención y resolución de las crisis debería también contribuir a limitar el llamado "riesgo moral", es decir, la po-sibilidad de que el sector privado se sienta tentado a conceder créditos arriesgados si confía en que las operaciones oficiales de rescate, incluidas las del FMI, limitarán las pérdidas en que se incurran.

El FMI también está intensificando el diálogo que mantiene con los participantes en el mercado,

por ejemplo por conducto del Grupo Consultivo so-bre los Mercados de Capital, que se reunió por vez primera en septiembre de 2000. El grupo ofrece un foro para la comunicación regular entre los partici-pantes en el mercado internacional de capital y la gerencia y alto personal del FMI en temas que son de interés común, comprendidos los asuntos rela-cionados con la evolución de la econo mía y de los mercados mundiales y las medidas para reforzar el sistema financiero mundial. Sin embargo, en el grupo no se tratan asuntos confidenciales que guarden relación con los países.

Si surgiera una crisis, es de esperar que, en la mayoría de los casos, los programas que respalda el FMI sirvan para restablecer la estabilidad gracias a una combinación de financiamiento oficial, ajustes de política y mejora consiguiente de la confianza de los inversores privados. Sin embargo, en ciertos casos puede que haga falta tomar ciertas medidas como la reestructuración coordinada de la deuda de los acreedores privados.

Los países miembros del FMI han convenido en ciertos principios que orientarán la participación del sector privado en la resolución de las crisis. Ahora bien, esos principios exigen más elaboración y tendrán que aplicarse con flexibilidad en cada caso.

Colaboración con otras instituciones

El FMI colabora activamente con el Banco Mun-dial, los bancos regionales de desarrollo, la Organiza-ción Mundial del Comercio, los organismos de las Naciones Unidas y otras organiza ciones internaciona-les.

Cada una de las instituciones tiene un campo de especialización propio y realiza un aporte específico a la economía mundial. La colaboración con el Banco Mundial en temas relacionados con la lucha contra la pobreza es especialmente estrecha porque es el Banco, más que el FMI, quien cuenta con los cono-cimientos para ayudar a los países a mejorar sus me-didas de política social (véase la sección siguiente).

Otros campos en los que el FMI y el Banco Mundial están trabajando estrechamente comprenden la evaluación del sector financiero de los países miembros con el propósito de identificar puntos vulnerables, la elaboración de normas y códigos y la mejora de la calidad, disponibilidad y cobertu ra de los datos sobre deuda externa

El FMI es miembro del Foro sobre Estabilidad Financiera, que reúne a las autoridades nacionales encargadas de la estabilidad financiera en importantes centros financieros internacionales, entidades reguladoras y supervisoras interna-cionales, comités de expertos en banca central e instituciones financieras internacionales.

Un nuevo enfoque en la lucha

contra la pobreza

El FMI es una institución monetaria, no de desarrollo, pero le compete un papel importante a la hora de reducir la pobreza en los países miembros: el crecimiento económico sostenible, que es esencial para que disminuya la pobreza, exige medidas macroeconómicas acertadas y éstas constituyen el núcleo mismo del mandato del FMI. Desde hace muchos años, por medio de su asesora-miento, asistencia técnica y respaldo financiero, el FMI ha prestado ayuda a los países de bajo ingreso para que im-plementen medidas de política que fomenten el crecimiento y eleven el nivel de vida. Entre 1986 y 1999, 56 países, con una población total que as-ciende a 3.200 millones de personas, obtuvieron présta-mos a bajo interés al amparo del servicio de ajuste estruc-tural (SAE) y su sucesor el servicio reforzado de ajuste estructural (SRAE) (véase la página 27), cuyo propósito era ayudar a los países miembros más pobres del FMI a conse-guir un crecimiento económico más firme y la mejora soste-nida de la balanza de pagos.

Estos servicios han signifi-cado un aporte considerable al esfuerzo de desarrollo rea-lizado por los países de bajo ingreso pero, pese a la impor-tante asistencia del FMI y de la comunidad de donantes en general, muchos de esos países no han alcanzado el progreso necesario para una reducción perdurable de la pobreza.

La situación ha llevado a que gobiernos, organismos inter-nacionales y otras partes interesadas, realicen en los últimos años un intenso reexamen de las estrategias de desarrollo y endeu damiento. La conclusión ha sido que es necesario hacer mucho más.

En las reuniones anuales conjuntas del FMI y el Banco Mundial celebradas en 1999, los ministros de los países miem-bros dieron su respaldo a un nuevo enfoque.

Decidieron que la base para todo el crédito de carácter concesionario y el alivio de la deuda concedidos por el FMI y el Banco Mundial será la estrategia de lucha contra la pobreza que determine el propio país. De esta manera, se daba paso en la elaboración de los programas a un enfoque configurado mucho más que antes por los propios países interesados.

El nuevo enfoque: Centrarse en las

necesidades de los pobres

Una estrategia de lucha contra la pobreza mucho más foca-lizada puede asegurar que el debate sobre medidas de política concede la prioridad más urgente a atender las necesidades de los pobres, sobre todo si, en la formulación de la estrategia, se consigue una participación amplia que incluya a la sociedad civil. Más aún, la estrategia de lucha contra la pobreza significa que los países pueden colocarse "al mando" de su propio de-sarrollo, con una visión claramente vertebrada de su futuro y un plan sistemático para alcanzar las metas que se persiguen.

Como fundamento del nuevo enfoque se ha elaborado una serie de principios, que sirven de orientación para la planifica-ción de la estrategias de lucha contra la pobreza.

Dicha serie de principios comprende:

• Enfoque integral del desarrollo y concepto amplio de la pobreza como aspectos esenciales.

• El crecimiento económico más rápido es vital para que la reducción de la pobreza no se detenga; la mayor parti-cipación de los pobres puede fomentar el potencial de crecimiento de un país.

• Es imprescindible que la "autoría" de las metas, de la estrategia y del rumbo del desarrollo y de la lucha contra la pobreza sean del propio país.

• La comunidad que se ocupa de los temas de desarrollo tiene que colaborar estrechamente.

• El enfoque debe recaer claramente en los resultados.

Los resultados de este nuevo enfoque no aparecerán de la noche a la mañana. Una transfor mación de la magnitud que se desea entraña la reforma de instituciones para que puedan

rendir cuentas públicamente, sin olvidar a los pobres, y eldesarrollo de la capacidad del país para responder a las ne-cesidades de los ciudadanos. Los resultados se obtendrán únicamente si gobiernos y colaboradores se comprometen a largo plazo. Para conseguirlo, los países participantes elabo-ran un plan maestro que se conoce como documento de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP). Este plan general para reducir la pobreza facilita que la comunidad

internacional —comprendido el FMI— pueda prestar el apoyo más eficaz posible.

El papel que corresponde al FMI y el Banco Mundial

El Banco Mundial y el FMI dan apoyo a los gobiernos para la elaboración de las estrategias, pero sin determinar las con-clusiones.

Las gerencias del Banco Mundial y el FMI reconocen que para ello hace falta un cambio en la cultura y la actitud organizativas de ambas instituciones y de otras instituciones

colaboradoras. Ese cambio se está produciendo.

Coordinando la tarea desde un principio y manteniendo líneas de comuni-cación abiertas con las autoridades nacionales —sobre todo facilitando la información de tipo diagnóstico que está dis-ponible— el Banco Mundial y el FMI pueden asegurarse de que ayudan a los países de forma oportuna y completa.

Una y otra institución se centrará en los campos de su especialidad. Así, el personal del Banco Mundial marcará el camino con el asesoramiento en aspectos de las medidas sociales que hacen falta para reducir la pobreza, comprendida la labor necesaria de diag-nóstico.

El FMI asesora a los gobiernos en cuestiones relacionadas con sus atribuciones tradicionales, com-prendido el fomento de medidas macroeconómicas prudentes. En los campos que entran en la especia-lidad de ambas instituciones, por ejemplo, gestión fiscal, ejecución presupuestaria, transparencia del presupuesto y gestión tributaria y aduanera, el Banco Mundial y el FMI coordinan estrechamente su trabajo.

Como el DELP establece el contexto para el crédito concesionario y el alivio de la deuda del FMI

y el Banco Mundial, la estrategia fijada es de impor-tancia crítica para ambas instituciones. Los países participantes envían la estrategia decidida a los directorios ejecutivos del FMI y el Banco Mundial para su respaldo. Los directorios de ambas institu-ciones reciben también una evaluación preparada por el personal del Banco Mundial y el FMI en la que se analiza la estrategia y se incluyen recomen-daciones para el respaldo.

Para conseguir éste no es necesario que la estrategia se ajuste totalmente a las recomendaciones del personal. Este procedi-miento asegura a los directorios ejecutivos —y a la comunidad internacional— que la estrategia, aunque reciba quizá amplio apoyo nacional, también tiene en cuenta de manera efectiva las cuestiones que pueden ser difíciles o crear divisiones.

Recuadro 5

Formulación de las estrategias de lucha contra la pobreza

El objetivo de elaborar un documento de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP) es reforzar los principios básicos de la autoría del país, de un desarrollo integral y de amplia participación pública. Aunque no hay un patrón establecido para formularlo, existen varios elementos

centrales que probablemente figuren en todas las estrategias.

Diagnóstico de obstáculos para el crecimiento y la reduc-ción de la pobreza. Una estrategia de lucha contra la pobreza puede comenzar con los datos que ya existan sobre quiénes son los pobres y dónde viven, y con identificar áreas sobre las que hace falta obtener más datos. Con una descripción de este tipo como base, la estrategia de lucha contra la pobreza podría analizar los obstáculos de índole macroeconómica, social e institucional que impiden un crecimiento

más rápido y la reducción de la pobreza.

Medidas de política y objetivos. Gracias a una comprensión más profunda de la pobreza y de sus causas, el DELP podría señalar a continuación las metas a mediano y a largo plazo de la estrategia de lucha contra la pobreza en el país y establecer las medidas macroeco-nómicas,

estructurales y sociales para poder alcanzar esas metas.

Seguimiento de lo conseguido. Para comprender mejor la rela-ción entre medidas de política y resultados, la estrategia de lucha con-tra la pobreza deberá incluir un marco para el seguimiento del avance que se vaya consiguiendo, además de mecanismos para compartir la información con los socios del país en las tareas de desarrollo.

Asistencia externa. La estrategia podrá mejorar también la efi-cacia y eficiencia de la asistencia externa al identificar el volumen de apoyo financiero y técnico que hace falta para llevar a cabo la estrate-gia.

También podría evaluar los efectos potenciales sobre la pobreza si se elevara o disminuyera el compromiso de ayuda, comprendido el ahorro efectivo obtenido del alivio de la deuda.

Proceso participativo. La estrategia podría describir el formato, frecuencia y lugar de las consultas, un resumen de los temas principa-les planteados y las opiniones de los participantes, la descrip ción del efecto que las consultas han tenido sobre la elaboración de la estrate-gia y un análisis de la función de la sociedad civil en el seguimiento y la implementación futuros.

Reducción de la carga de la deuda

En 1996, el Banco Mundial y el FMI pusieron en marcha la Iniciativa para los PPME con el objeto de reducir la carga de la deuda de los países más pobres del mundo. Esta Inicia-tiva ha sido vista como un medio para ayudar a los países interesados a conseguir el crecimiento económico y a reducir la pobreza.

Aunque varios países resultaron habili-tados para acogerse a la Iniciativa y, al mes de septiembre de 1999, se había compro-metido alivio de la deuda en valores no-minales por un total de más de US$6.000 millones para siete países, se ha expre-sado el temor de que la Iniciativa no va lo bastan te lejos ni tampoco con suficiente rapidez.

En consecuencia, con ocasión del nuevoenfoque dado a la lucha contra la pobreza a partir de 1999, se incorporaron a la Iniciativa algunos elemen-tos de refuerzo:

• Alivio de la deuda más amplio y profundo, reduciéndose los parámetros de deuda para la habilitación; así, el nú-mero de países habilitados para recibir alivio en virtud de la Iniciativa reforzada está ahora en torno a los 36, frente a los 29 anteriores.

• Alivio de la deuda más rápido, gracias al financiamiento facilitado en etapas más tempranas de un programa de medidas de política, con lo que se pueden liberar recur-sos para el gasto que reduzca la pobreza, por ejemplo en áreas de salud y educación.

En combinación con el alivio de la deuda en fuentes fuera de la Iniciativa para los PPME, cabe esperar que los países con-sigan una reducción media de la masa de su deuda de aproxi-madamente dos tercios, lo que liberará recursos para el gasto social.

Al mes de noviembre de 2001, 24 países de bajo ingreso —20 de ellos en África al sur del Sahara— comenzaron a reci-bir alivio de la deuda en virtud de la Iniciativa para los PPME.

Los países habilitados son países de bajo ingreso en los que la carga de la deuda presenta niveles insostenibles; la mayoría se encuentra en África. Para estos países, incluso el recurso pleno a los mecanismos tradicionales de reestructuración y reducción de la deuda —más la ayuda, préstamos concesiona-rios e implementación de las medidas acertadas— resultan in-suficientes para poder alcanzar un nivel "sostenible" de deuda externa, es decir, un endeudamiento cuyo servicio pueda ser atendido sin problemas contando con los ingresos de la exportación, la ayuda y la entrada de capital, al tiempo que se mantiene un nivel adecuado de importaciones.

Conforme a la Iniciativa para los PPME, se facilita la reduc-ción de la deuda en apoyo de las medidas que fomenten el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Parte de la labor del FMI, en colaboración con el Banco Mundial, es asegurar que los recursos facilitados para reducción de la deuda no se desperdician: la reducción de la deuda, sin las medidas adecuadas, no entrañaría ningún beneficio desde el punto de vista de la lucha contra la pobreza. Las medidas de política para reducir la pobreza tienen que estar respalda-das no sólo por el alivio de la deuda sino también por una mayor corriente de ayuda de los países más ricos y por mejor acceso de los países en desarrollo a los mercados de los países industriales.

El éxito que tenga el estímulo de un crecimiento amplia-mente compartido y, especialmente, el apoyo para asegurar que los pobres no se quedan cada vez más rezagados, com-pete colecti vamente a la totalidad de la comunidad interna-cional.

El FMI se ha propuesto hacer lo que pueda como parte del esfuerzo más amplio de conseguir que las ventajas de la globalización alcancen a todos.

 

Rocio Jauregui

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente