b) Cristo es Jehová precedido por Juan el Bautista: "¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: '¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica'." (Isa. 40:3 VNM)
El Nuevo Testamento vio en este texto la profecía que anunciaba cómo Cristo sería precedido por Juan el Bautista. ¿Se equivocaban los evangelistas… o se equivoca la Watch Tower?
c) Cristo es Jehová que viene a salvamos: "Dios… él mismo vendrá y los salvará" (Isa. 35:4 VNM) De nuevo la profecía indicaba que era el mismo Dios, Jehová, el que vendría a salvamos. No un dios, un diosecillo o el arcángel Miguel. Es triste que una verdad tan gloriosa haya sido empañada en la teología de la Sociedad Watch Tower.
3) También la Biblia señala' que Cristo posee títulos que sólo se aplican a Jehová Dios. Veamos algunos:
a) El Salvador (2 Timoteo 1: 10), algo que la Biblia dice que SOLO es Jehová: "Yo… yo soy Jehová, y fuera de mí no hay salvador." (Isa. 43: 11)
b) El primero y el último. El título se aplica a Jehová en el Antiguo Testamento (Isa. 44: 6), ya Cristo en el Nuevo: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. Felices son los que lavan sus ropas largas, para que sea suya la autoridad [de ir] a los árboles de la vida, y para que consigan entrada en la ciudad por sus puertas. Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa de ella. Yo, Jesús, envié a mi ángel para darles a ustedes testimonio de estas cosas para las congregaciones" (Apoc. 22:13-16 VNM). ¿Mentía, se equivocaba, blasfemaba el autor de Apocalipsis al atribuirle a Cristo un título de Jehová (no olvidemos que según la Watch Tower Cristo es un dios) o quien yerra es la Sociedad Watch Tower?
c) El Creador. De la misma manera la Biblia señala que hay un solo creador que creó todo sin colaboradores ni intermediarios. Veamos:
"Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador y el Formador de tí desde el vientre: 'Yo, Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. ¿Quién estuvo conmigo?'." (Isa. 44:24 VNM)
"Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo…, mis propias manos han extendido los cielos " (Isa. 45: 12 VNM)
Si leemos Colosenses 1: 16, 17 o Juan 1: 1-3 (textos ambos desgraciadamente alterados en la VNM) podremos comprobar que Cristo es denominado creador. ¿Se equivocaban otra vez los apóstoles al atribuirle un título divino… o se equivoca la Sociedad Watch Tower?
4) Pero no termina aquí -ni con mucho- la reverencia que la Biblia muestra hacia Cristo, al que nos presenta como Jehová encarnado. En la Escritura se nos muestra también que el Hijo recibe el mismo trato (y no inferior como correspondería a un arcángel) que el Padre. Veámoslo:
a) El Hijo es honrado como el Padre. "Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo, para que todos honren al Hijo ASI COMO honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre…" (Juan 5:22, 23 VNM). La expresión griega kazós que la VNM traduce por "así como" equivale a "de la misma manera", "exactamente igual", etc.
¿Cómo podría ser esto si el Hijo es inferior al Padre?
b) El Hijo recibe la gloria de Jehová. La Biblia señala claramente que Jehová no da a nadie Su gloria. Así se nos dice: "Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas." (Isa. 42:8 VNM) "…a ningún otro daré mi propia gloria." (Isa. 48:11 VNM). Ahora bien, el evangelista Juan afirma que Cristo tenía la gloria de Jehová: "…Jesús habló estas cosas y se fue y se escondió de ellos. Pero aunque había ejecutado tantas señales delante de ellos, no ponían fe en él, de modo que se cumplió la palabra de Isaías el profeta, que él dijo: Jehová, '¿quién ha puesto fe en la cosa oída por nosotros? Y en cuanto al brazo de Jehová, ¿a quién ha sido revelado?' La razón por la cual no podían creer es que otra vez dijo Isaías: 'El les ha cegado los ojos y ha hecho duro su corazón, para que no vean con los ojos y capten la idea con su corazón y se vuelvan y yo los sane.' Isaías dijo estas cosas PORQUE VIO SU GLORIA, Y HABLO DE EL. Con todo, hasta de los gobernantes muchos realmente pusieron fe en él, pero a causa de los fariseos no [lo] confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga." (Juan 12:36-42 VNM)
El evangelista muestra en este pasaje cómo la incredulidad de los judíos era algo ya profetizado por Isaías, que cuando vio la gloria de Jesús, anunció la ceguera de Israel. Ahora bien, basta ir a Isaías 6:1-10, de donde cita Juan, para ver que la gloria que contempló Isaías fue la de Jehová. O Juan se equivocaba (y además blasfemaba porque atribuía a Cristo la gloria de Jehová), en cuyo caso la Sociedad Watch Tower tendría razón, o Juan estaba en lo correcto al decir que Cristo tenía la gloria de Jehová, en cuyo caso la errada sería la Watch Tower. Personalmente creo que es más razonable creer que era Juan el acertado y no la Sociedad Watch Tower.
c) Ante el Hijo se dobla la rodilla como ante el Padre. La Biblia enseña que ante el Padre se dobla la rodilla (Ef. 3: 14), pero ese signo de adoración es compartido por el Hijo: "… para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo." (Fil. 2:9 VNM). ¿Se equivocaba Pablo al atribuir a Cristo el mismo grado de adoración que al Padre… o se equivoca la Sociedad Watch Tower al negarlo?
Aunque hemos rehusado referimos a los textos falseados en la VNM (una amplia referencia a los mismos puede hallarse en mi libro Recuerdos de un Testigo de Jehová, Editorial Vida, Miami), no puede caber duda de que en la misma biblia de los TJ se pueden ver pruebas suficientes de que sólo hay un Dios (Jehová) y que ese Dios, en la persona del Hijo, vino a salvamos, siendo precedido por Juan el Bautista y vendido por treinta piezas de plata. Es por ello que la Biblia otorga al Hijo títulos del Padre y que le concede el mismo trato de adoración.
Precisamente porque el Hijo no es un arcángel ni ángel sino Dios, el autor de la carta a los Hebreos puede dedicarle todo un himno laudatorio y comparativo con los ángeles en el primer capítulo de su obra. Y no es extraño que por ello "todos los ángeles de Dios le rindan homenaje." (Heb. 1: 6 VNM)
2. El Espíritu Santo es persona y Dios.
Dado que la mayor parte de los argumentos contra el cristianismo bíblico van dirigidos contra Cristo, la persona del Espíritu Santo siempre ha desempeñado un papel secundario en los ataques de los TJ. Se podría casi decir que en vez de atacarla se prefiere ignorarla. Por paradójico que parezca, esto revierte finalmente en contra de la Sociedad Watch Tower. Las defensas psicológicas de sus adeptos en relación con el Espíritu Santo son mucho más débiles y resulta más fácil mostrarles hasta que punto ha pervertido en esto la Sociedad Watch Tower la enseñanza de la Escritura.
a. Del Espíritu Santo dice la Watch Tower que ni es persona ni es Dios, y presenta las siguientes objeciones para apoyar su punto de vista.
1) En primer lugar se nos dice que la Biblia no enseña ninguna de las dos doctrinas (la de la personalidad y la de la divinidad del Espíritu Santo) en ningún sitio. Contestaremos a esa afirmación más adelante.
2) En segundo lugar, se insiste en que el Espíritu Santo es una fuerza impersonal (como la luz, el aire, etc.) como el agua, y por ello se habla de bautismo del Espíritu Santo. Ahora bien, dice la Sociedad Watch Tower, si el Espíritu Santo fuera una persona no podría estar en tantas personas a la vez como para bautizarlas. Este argumento es, precisamente, algo a favor de la divinidad del Espíritu Santo. Si éste puede estar en tantos sitios a la vez es porque posee una de las cualidades que sólo posee Dios, la de la ubicuidad (omnipresencia) o poder estar en varios sitios simultáneamente. La Biblia dice claramente que "en él (Dios) vivimos, nos movemos y existimos." (Hech. 17: 28) (BJ) y eso no convierte a Dios en un ser impersonal como la electricidad o el viento.
3) Finalmente, los TJ afirman que el Espíritu Santo carece de personalidad y de divinidad porque se bebe (1Cor. 12: 13) y eso sólo puede hacerse con sustancias sin personalidad como el agua. Si los TJ se molestaran simplemente en leer unos versículos más atrás verían que también se bebe de Cristo que es un ser personal y, como ya hemos mostrado, también es Dios. (1 Cor. 10:4). Tan claramente desmiente el pasaje la objeción de los TJ, que la VNM no ha tenido reparo en cambiarlo de forma que diga: "aquella masa rocosa significaba Cristo"; grosera falsificación porque el texto griego dice "en" (era) y no "significaba". Como vemos pues, no existen objeciones de peso en contra de la personalidad y deidad del Espíritu Santo.
b. Pasemos ahora a ver los argumentos a favor.
1) El Espíritu Santo es una persona.
Descubrir si alguien tiene personalidad no tiene una dificultad especial. Ciertamente el aire, la electricidad, el agua carecen de ella. Ciertamente las personas la tienen, puesto que enseñan, dirigen, conducen, etc. Examinemos la Escritura para ver si el Espíritu Santo tiene o no personalidad.
a) El Espíritu Santo enseña y recuerda: "Mas el ayudante, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho." (Juan 14:26 VNM)
b) Da testimonio: "Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mi; y ustedes, a su vez, .han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié." (Juan 15:26 VNM)
c) Guía a la verdad: "Cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen." (Juan 16: 13 VNM)
d) Glorifica: "Aquel (el Espíritu Santo) me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo declarará a ustedes." (Juan 16: 14 VNM)
e) Dirige el anuncio del evangelio: "Además, atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el Espíritu Santo les había prohibido hablar la palabra en el [distrito de] Asia." (Hech. 16:6 VNM)
f) Conduce: "Porque todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios." (Rom. 8: 14 VNM)
g) Intercede: "… espíritu, porque éste aboga en conformidad con Dios por los santos." (Rom. 8:27 VNM)
h) Toma decisiones en el seno de la Iglesia: "Porque al Espíritu Santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga." (Hech. 15:28 VNM)
i) Nombra pastores: " el Espíritu Santo los ha nombrado superintendentes para pastorear la congregación de Dios." (Hech. 20:28 VNM). Habla frases enteras: "De modo que el Espíritu dijo a Felipe: 'Acércate y únete a ese carro'." (Hech. 8:29 VNM). "El Espíritu Santo dijo: 'de todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado'." (Hech. 13:2 VNM)
Podríamos seguir multiplicando los ejemplos, pero creemos que estos pequeños botones de muestra resultan más que suficientes para mostrar que el Espíritu Santo no es, en absoluto, una fuerza impersonal como el agua o la electricidad. ¿Qué fuerza impersonal como la electricidad o el agua podrían guiar a la verdad completa, nombrar pastores, interceder por nosotros, glorificar a Dios, tomar de lo de Cristo, dirigir la evangelización o pronunciar frases enteras? Es obvio que ninguna. Sólo un ser personal (que además sea Dios, claro está) puede hacerla.
2) El Espíritu Santo es Dios.
De todo lo visto en el apartado anterior se desprende claramente que el Espíritu Santo es Dios por cuanto sólo Dios cuenta con el poder y las atribuciones que vemos unidas al Espíritu Santo. No obstante, vamos a ver algunos argumentos más que señalan que el Espíritu Santo es Dios.
a) Mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios: "Pero Pedro dijo: 'Ananías, ¿porqué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al Espíritu Santo y a retener secretamente parte del precio del campo? Mientras permanecía contigo, ¿no permanecía tuyo? y después que fue vendido, ¿no continuaba bajo tu control? ¿Por qué te propusiste un hecho de esta índole en tu corazón? No has tratado con engaño a los hombres, sino a Dios'." (Hech. 5:3, 4 VNM)
b) El Espíritu Santo es el mismo Jehová que habló en el Antiguo Testamento: "Así, porque estaban en desacuerdo unos con otros, empezaron a irse, mientras Pablo hacía este único comentario: Aptamente habló el Espíritu Santo por Isaías el profeta a los antepasados de ustedes, diciendo: 'Ve a este pueblo y di: Oyendo, oirán, pero de ningún modo entenderán; y mirando, mirarán, pero de ningún modo verán'." (Hech. 28:25-26 VNM). Ahora bien, lo cierto es que Pablo cita de Isaías 6:8, 9 y allí se nos dice que el que pronunció esas palabras fue el mismo Jehová. ¿Se equivocaba el apóstol Pablo al identificar a Jehová con el Espíritu Santo… o se equivocan los testigos al decir que el Espíritu Santo no es Dios? Personalmente yo confío más en las doctrinas de Pablo que en las de la Watch Tower.
En el mismo sentido puede verse cómo en Hebreos 3:7-11 se atribuye al Espíritu Santo una cita que en el Salmo 95:7-11 pronuncia… ¡el mismo Jehová! ¿Erraba el autor de la carta a los Hebreos al identificar al Espíritu Santo con el Jehová del Antiguo Testamento o es, por el contrario, la Sociedad Watch Tower la que yerra al decir que el Espíritu Santo ni es Dios ni tiene personalidad?
c) La misma Versión del Nuevo Mundo afirma que el Espíritu es Jehová: "Ahora bien, JEHOVA ES EL ESPIRITU; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad." (2 Cor. 3: 17 VNM). Considero este pasaje especialmente útil para mostrar a los TJ con su propia biblia la divinidad del Espíritu Santo.
d) El Espíritu Santo abarca las cosas de Dios: "Porque ¿quién entre los hombres conoce las cosas del hombre salvo el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha llegado a conocer las cosas de Dios, salvo el espíritu de Dios." (1 Cor. 2: 11 VNM)
e) Porque el Espíritu Santo es Dios se puede blasfemar contra él: "Cualquiera que blasfema contra el Espíritu Santo no tiene perdón jamás, sino que es culpable de pecado eterno." (Mar. 3:29 VNM)
De nuevo, parece que la evidencia bíblica (presentada aquí de manera extremadamente resumida) es innegable. El Espíritu Santo es Jehová, habló como tal en el Antiguo Testamento y así lo reconocieron los apóstoles. Por ello, no es de extrañar que disfrute de las atribuciones que goza ni de que nos sea descrito en la Biblia como nos es descrito.
Insistimos en que con las páginas anteriores no se agota la temática de la Trinidad. Ahora bien, sí son suficientes como nociones básicas, pensadas especialmente para la tarea de dar testimonio y aclarar dudas a los Testigos de Jehová, de manera que se les pueda mostrar de manera sencilla y con su propia versión de la Biblia lo que ésta enseña al respecto.
Como medida que facilite su utilización -y hasta que los textos se aprendan de memoria– recomendamos escribir, al lado de los pasajes mencionados por la Watch Tower para apoyar sus doctrinas, aquellos que clarifican su verdadero significado. Por ejemplo, al lado de Juan 14:28, se escribiría Juan 5: 17,18, etc.
B. La inmortalidad del alma y el infierno.
El adventismo y los TJ se han caracterizado históricamente por negar la inmortalidad del alma, el juicio de los inicuos y la existencia del infierno. Estas doctrinas se vieron "confirmadas" por las visiones angélicas de Ellen White en el primer caso y por los estudios de las Escrituras de Russell en el segundo.
Argumentos de los TJ en favor de la mortalidad del alma.
El argumento sustancial de adventistas y TJ' en relación con este tema viene expresado de la siguiente manera: "La Biblia enseña que con la muerte acaba todo, puesto que el alma muere; así lo expresa Ezequiel18:4 donde se nos enseña que el alma que peca, morirá".
1. Las almas de los muertos están conscientes.
Tanto adventistas como TJ no han sabido distinguir, como lo hace la Biblia, entre muerte espiritual y muerte física. La muerte indica en las Escrituras fundamentalmente la idea de separación. En el caso de la muerte física, esa separación implica la del cuerpo y el alma. (Gén. 35: 18)
La idea de la muerte espiritual o muerte del alma arranca del mismo concepto de separación. Cuando se habla de muerte del alma o de alma muerta, lo que se indica no es la aniquilación ni el hecho de que el alma no siente ni padece, sino, por el contrario, que el alma está separada, aunque consciente, de Dios. Un ejemplo claro de esto se halla, en Efesios 2: 1, donde leemos: "Además, a ustedes [Dios los vivificó] aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados." (VNM)
Cualquier adventista o TJ sabe que Pablo habla aquí de una muerte no física sino espiritual. La misma no implicaba inconsciencia. Los efesios antes de su conversión eran conscientes, comían, dormían, paseaban, sentían y padecían, pero espiritualmente estaban muertos como consecuencia del pecado. Es en este mismo sentido que Santiago 5:20 nos habla de que cualquiera que lleva a un pecador a arrepentirse salva su alma de la muerte espiritual.
El sentido de los pasajes es realmente evidente y coincide por ello con el contexto general de la Escritura donde se nos habla de la consciencia de las almas de los muertos (y no de su inconsciencia). Así en Apocalipsis 6:9-11 se nos enseña: "Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la Palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. Y clamaban con voz fuerte, y decían: '¿Hasta cuándo, Señor santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?' Ya cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido."
El pasaje no puede ser más claro: las almas de los muertos no sólo están conscientes, sino que se dirigen a Dios Y le expresan sus deseos. Se trata de algo imposible de conciliar con las enseñanzas de la Sociedad Watch Tower.
Eclesiastés 9:5. Dice así en la edición de la Biblia de la Watch Tower: "Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado".
El texto, según la Sociedad Watch Tower, nos enseñaría que los muertos están inconscientes y que, por lo tanto, no hay vida tras la muerte. La interpretación es insostenible a la luz del texto hebreo original. Este pasaje dice: ynm yodtsym m'umh, lo que, literalmente significa: "no saben nada". Ahora bien, no saber o ignorar no es ni mucho menos lo mismo que estar inconscientes, sin sentir ni padecer. Millones de personas en nuestro planeta pueden ignorar o no saber, pero no por eso han dejado de vivir, sufrir y sentir.
Salmo 146:4. El texto es vertido en la Versión del Nuevo Mundo: "Sale su espíritu, él vuelve al suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos."
Tanto TJ como adventistas interpretan el pasaje como una clara referencia a que tras la muerte el ser humano deja de pensar y, por lo tanto, queda inconsciente, aniquilado. Pero el pasaje no está hablando en absoluto de actividad mental o psicológica. La palabra que se traduce aquí como "sus pensamientos" es stnio, es decir, "sus proyectos". Así lo vierten versiones de la Biblia como la Latinoamericana, la de Ediciones Paulinas o la Biblia de Jerusalén. La misma versión judía de la Jewish publication society, a la que no se puede acusar de fanatismo cristiano, vierte "plans" (planes) indicando con ello que el texto no habla de la actividad mental, sino de los proyectos, de las ilusiones o planes que el hombre tiene y que quedan cortados en el momento de la muerte.
El contexto del salmo deja esto muy claro. No debemos confiar en hombres poderosos (v. 3), ya que mueren y con ellos sus proyectos (v. 4). Nuestra esperanza debe por ello descansar en Dios (v. 5 ss).
2. El infierno no es el sepulcro.
De la misma manera, TJ y adventistas insisten en que el infierno no es sino un lugar de inconsciencia y destrucción, la sepultura común de la Humanidad. Según su punto de vista, la palabra española "infierno" se traduce del hebreo sheol en el Antiguo Testamento y su equivalente hades en el Nuevo, así como la expresión gehenna. "Ninguno de los términos, según ellos, implica un lugar en el que se tenga consciencia tras la muerte ni mucho menos un sitio de castigo. Sheol y hades son un equivalente a sepulcro y gehenna a un quemadero o basurero situado a las afueras de Jerusalén que simbolizaría la aniquilación eterna de los inicuos." Tales afirmaciones, sin embargo, carecen de base lingüística, histórica y, sobre todo, bíblica.
Para empezar, ni sheol ni hades significan sepulcro o tumba. En hebreo la palabra para tumba es qbr (Gén. 23:4) y en griego mnemeion (Luc. 24:2) pero no sheol o hades. Ambas palabras admiten además el plural (queberim y mnemeia) mientras que sheol y hades sólo aparecen en singular.
En segundo lugar, la Biblia no enseña que en el sheol (o hades) haya ausencia de conciencia, sino todo lo contrario. Veamos algunos casos:
"Aun el seol debajo se ha agitado a causa de ti a fin de venir a tu encuentro a tu llegada. A causa de ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte, a todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos. Todos ellos se expresan y te dicen: '¿A ti mismo también se te ha hecho débil como nosotros? ¿A nosotros se te ha hecho comparable?'." (Isa. 14:9, 10, VNM)
El texto no puede resultar más claro. El rey de Babilonia desciende al sheol (que, como puede verse, no es el sepulcro) y aquello provoca una reacción de los espíritus de los reyes que ya están allí. No sólo no están inconscientes sino que gritan, se interrogan y preguntan al recién llegado. Todo ello choca con el punto de vista de TJ y adventistas.
Lo mismo se nos indica en Ezequiel 32: 21 donde se nos dice que: "Los hombres de nota de los poderosos hablarán aún a él, con sus ayudantes, de en medio del seol!" En esta ocasión, el personaje que desciende al sheol es el faraón de Egipto. Su llegada también provoca una reacción y los que se hallan en el sheol, que no se encuentran en absoluto inconscientes, le hablan.
Todo esto es lógico porque sheol no es un sepulcro como afirman los TJ y los adventistas. Es el lugar adonde iban las almas -conscientemente- tras la muerte. De ahí que Jacob o Job en momentos de suma tristeza y desesperación ansiaran ir al sheol, es decir, quisieran morirse para huir de una realidad amarga. Ahora bien, mientras que el sheol implicaba para el creyente el seno de Abraham, como luego tendremos ocasión de ver, para el no-creyente era un lugar de tormento, como también veremos a continuación.
3. El gehenna es un lugar de castigo eterno y consciente.
Pero antes de entrar en ese aspecto pasemos al significado de gehenna o gehinnon. Tal término deriva realmente del valle del Hinnon, que era un basurero existente mucho antes de Jesús. No obstante, jamás significó un lugar de aniquilación; por el contrario, era la denominación dada a un lugar de castigo consciente para los malvados.
El historiador judío Flavio Josefo, contemporáneo de la redacción del NT, en su obra Discurso a los griegos acerca del Hades, expresa claramente a los no-judíos lo que el pueblo de Israel entendía por hades y por gehenna:
"El hades es el lugar donde están retenidas las almas de los justos y los injustos… En esta región hay un cierto lugar aparte, como un lago de fuego inextinguible… Los injustos y aquellos que han sido desobedientes a Dios y han honrado a los ídolos, como lo han sido las vanas intenciones de los hombres, serán enviados por el juicio de Dios a este castigo eterno."
Para Josefo el alma no moría sino que seguía existiendo y las de los injustos sufrían un justo castigo, eterno por más señas, en el lago de fuego.
Esta misma doctrina de un castigo eterno aparece expresada con claridad en el NT. Jesús habló de un castigo para los inicuos en el que habría tinieblas, llanto y crujir de dientes. (Mat. 8: 12; 13:42; 24:51; 25:30, etc.)…
Ese castigo, que no puede ser inconsciente puesto que implicaba llanto y crujir de dientes, aparece también descrito por medio del fuego (Mat. 3:12; 5:29, 30; 18:8; Mar. 9:43,47,48, etc.). Texto en este sentido dotado de una enorme claridad es el del relato de Lázaro y el hombre rico que se halla en el capítulo 16 del Evangelio de Lucas.
Tanto TJ como adventistas aducen que el texto es sólo una parábola y que, por tanto, no puede considerarse prueba bíblica de que Jesús creyera en el infierno. Tal afirmación, aparte de ser totalmente gratuita, sólo denota un desconocimiento absoluto de lo que es una parábola. Esta, que en hebreo recibe el nombre de mashal, es un relato absolutamente verosímil y tomado de la vida real y cotidiana, al que va unido una enseñanza espiritual adicional. Así, en la parábola del sembrador no se dice que éste arrojaba semillas de trigo y crecían pinos o melones, sino que se nos refiere un hecho real: se siembra y parte de la simiente se pierde mientras que otra parte da fruto. En la parábola de la red, igualmente, tampoco se nos dice que al arrojar la red al mar se recogían dragones o zanahorias de éste, sino que se capturaban peces, de los cuales los buenos eran conservados y los malos desechados.
En este sentido no hay una sola parábola de Jesús donde no se nos relaten hechos lógicos, naturales y reales. Cuesta por ello creer que la historia del hombre rico y Lázaro vaya a ser una excepción, simplemente porque así lo desean los TJ y los adventistas. En el relato se nos refiere algo que todo judío contemporáneo de Jesús sabía: que, tras la muerte, el alma sigue viviendo, que Dios juzga a los seres humanos y que mientras los salvos disfrutan de su cercanía para con Dios, los injustos reciben su merecido castigo, un castigo que es consciente y que implica tormento y angustia.
La parábola resultaba tan evidente que los propios discípulos de Jesús que tantas veces tuvieron que pedir aclaraciones sobre el significado de una parábola, en este caso no necesitaron hacerla. ¿No lo hubieran hecho si, efectivamente, la creencia en la inmortalidad del alma y en el castigo consciente del infierno hubieran sido doctrinas contrarias a la enseñanza de Jesús?
Pero es que Jesús enseñó que el castigo era eterno (Mat. 25:46) y que además estaba provisto de grados según la responsabilidad de los transgresores (Mat. 11:22; Mar. 12:40; Luc. 20:47; I Pedo 2:20), algo absurdo si el único castigo es la aniquilación de los condenados por igual.
4. Habrá resurrección tanto de justos como de injustos.
Finalmente, tanto TJ como adventistas enseñan que no se producirá una resurrección de los injustos, sino sólo de los justos y de aquellos que recibirán una nueva posibilidad de salvación en el milenio. Por desgracia para la Watch Tower, la Biblia enseña que habrá resurrección de justos e injustos para salvación y para vergüenza eternas respectivamente (Dan. 12:2). Todos sin excepción resucitarán, aunque los no salvos no podrán esperar una nueva oportunidad, sino sólo el juicio condenatorio de Dios. (Juan 5:28, 29; Hech. 24: 15; Apoc. 20: 13, etc)
Es precisamente esta negación de la doctrina bíblica de una resurrección universal lo que hace que adventistas y TJ puedan negar con aparente seguridad la doctrina también bíblica del castigo eterno. Un ejemplo de esto se encuentra en su errónea interpretación de Apocalipsis 20. En este capítulo se nos dice que "el diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde [ya estaban] tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás." (Apoc. 20:10, VNM)
El texto no puede ser más claro. Tras el milenio el diablo fue arrojado aliaga de fuego y azufre, que como ya vimos en el judío Josefo, era el lugar de castigo eterno y consciente de los injustos. Pese a que la bestia y el falso profeta habían sido arrojados mil años antes, todavía seguían existiendo y no habían sido aniquilados, y se nos dice que junto con el diablo serían atormentados eternamente.
Sólo unos versículos más abajo se indica que este es el destino que espera a la humanidad no redimida: "Y la muerte y el hades fueron arrojados aliado de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego." (Apoc. 20: 14, VNM)
El pasaje no puede resultar más evidente. La muerte (los cuerpos de los muertos injustos) y el hades (las almas de los muertos injustos) fueron arrojados a la muerte segunda, es decir, el lago de fuego.
C. Los 144.000 y la gran muchedumbre.
De manera similar a como la Sociedad Watch Tower ha oscurecido en la mente de sus adeptos la situación real del ser humano tras la muerte así como el destino eterno que le espera si rechaza el evangelio, en su especial teología queda oscurecida de manera triste la auténtica esperanza del creyente.
1. Apocalipsis enseña que la gran muchedumbre irá al cielo con Cristo.
Según la Sociedad Watch Tower, sólo 144.000 personas irán al cielo, mientras que la "gran muchedumbre" se quedará en un paraíso terrenal. Con todo, la Biblia no dice precisamente que la gran muchedumbre se halle en la tierra, sino en el cielo, delante del trono de Dios:
"Después de estas cosas vi, y ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del cordero." (Apoc. 7:9, VNM)
El texto, más adelante, sigue insistiendo en cómo esa gran muchedumbre se halla delante del trono de Dios en el cielo:
"Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos." (Apoc. 7:14b, 15, VNM)
El mismo libro de Apocalipsis no puede ser más tajante a la hora de expresar que la gran muchedumbre está en el cielo y no en la tierra como pretende la Sociedad Watch Tower:
"Después de estas cosas oí lo que era como una voz fuerte de una gran muchedumbre en el cielo…" (Apoc. 19:1, VNM)
2. El resto del Nuevo Testamento concuerda con esta enseñanza.
Que Apocalipsis señale eso, por otro lado, es lo normal, porque tal era la enseñanza obvia del Nuevo Testamento:
"Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos." (Mat. 5: 12, VNM)
"Porque sabemos que si nuestra casa terrestre, esta tienda, fuera disuelta, hemos de tener un edificio procedente de Dios, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos." (2 Cor. 5: 1, VNM)
"A causa de la esperanza que está reservada para ustedes en los cielos." (Col. 1:5, VNM). (Otros pasajes en Mat. 6: 19, 20; 19:21; Luc. 12:33; Ef. 1:3)
La Biblia contiene la maravillosa esperanza de que el creyente estará siempre con el Señor y que esa indescriptible bendición no le será cambiada por la dudosa de poseer un terreno en la tierra. La promesa de Jesús es que los suyos estarán con él (Juan 17:24) y que serán arrebatados -sin excepción- para estar con él (1 Tes. 4:14-17). Esta esperanza de estar siempre con el Señor ya era esperada en el Antiguo Testamento. (Sal. 49: 15 en la VNM)
Esta situación de estar con el Señor es algo que el creyente puede esperar disfrutar desde el mismo momento de su muerte. Los testimonios de la Biblia son clarísimos al respecto:
"Porque en mi caso el vivir es Cristo, y el morir, ganancia…; pero lo que sí deseo es la liberación y el estar con Cristo." (Fil. 1:21,23, VNM)
Esa fue la misma esperanza de Esteban que, próximo a la muerte, sabía que partía al encuentro de su Señor:
"Y siguieron arrojándole piedras a Esteban mientras él hacía petición y decía: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu'." (Hech. 7:59, VNM)
La esperanza de Esteban, como la de Pablo, no era la de estar inconsciente durante siglos a la espera de que algo que no era él se levantara (a fin de cuentas su cuerpo sería igual a su alma en la teología de los TJ y de los adventistas, y aquel se disolvería con el paso de los años). Su ilusión, su anhelo, su seguridad consistía en partir en esos momentos al encuentro dichoso con su Salvador, y a esa misma esperanza dichosa están llamados todos aquellos que han sido lavados con la sangre preciosa de Jesús.
D. La sangre.
El último tema que requiere tener un conocimiento mínimo a fin de poder dar respuesta a las dudas e inquietudes de los TJ es el relacionado con las transfusiones de sangre. De acuerdo con la teología de los TJ, la prohibición de tomar ), y al concluir la vigencia de la ley mosaica, el mandato sigue rigiendo para todos los cristianos, según se desprende de la orden apostólica del concilio de Jerusalén (Hech. 15:28-29). Vamos a examinar ahora la veracidad de los argumentos de la Sociedad Watch Tower.
1. El pacto de Noé no prohíbe tomar sangre.
Los judíos de todos los tiempos han sabido siempre, al contrario que los TJ, que el pacto de Noé no implicaba ni el sometimiento a la ley de Moisés ni la abstención de tomar sangre. El versículo 4 del capítulo 9 del Génesis, donde dice que "la carne no ha de ser comida con su alma, con su sangre" ha sido siempre interpretada por los israelitas como una prohibición no de comer sangre, sino de comer un animal vivo, es decir, cuando aún su alma está dentro de él, cuando su sangre aún corre por él.
Se trata pues de un precepto que prohíbe la brutalidad con los animales, ya que como señala el tratado Sanhedrín 56a del Talmud, se refiere al mandato de "no devorar un miembro arrancado a un animal vivo." Desde luego, para nada el precepto de Génesis 9 va referido a las transfusiones de sangre.
Precisamente por ello no es extraño que la propia ley de Moisés, si bien prohibía que la sangre y los alimentos no desangrados fueran consumidos por israelitas, sin embargo, permitía que los mismos fueran comidos por los no-israelitas. Así en Deuteronomio 14:21 (VNM) podemos leer: "No deben comer ningún cuerpo [ya] muerto. Al residente forastero que está dentro de tus puertas lo podrás dar, y él tendrá que comerlo; o puede haber un venderlo a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo a Jehová tu Dios."
Con ello, la ley mosaica resultaba coherente con el mandato de Génesis 9: un gentil o no-judío podía tomar sangre. De hecho, y contra lo que enseña la Sociedad Watch Tower, "el arco iris no es una señal de la universalidad de la prohibición de la sangre, sino de la promesa divina de que no habrá otro diluvio":
"Sí, de veras establezco mi pacto con ustedes: Nunca más será cortada [de la vida] toda carne por aguas de un diluvio, y nunca más ocurrirá un diluvio para arruinar la tierra." (Gén. 9:11, VNM)
2. La ley de Moisés permitía a los no-israelitas tomar animales sin desangrar.
La ley de Moisés ciertamente prohibía el consumo de sangre para los israelitas aunque permitía su comida por parte de no-israelitas que no estuvieran incorporados a la asamblea. En Deuteronomio 14:21, se establece así con claridad que un animal no desangrado no sólo podía ser consumido por el no-israelita sino que además los israelitas podían vendérselo a éste. Dice así el texto en la VNM: "No deben comer ningún cuerpo [ya] muerto. Al residente forastero que está dentro de tus puertas lo podrás dar, y él tendrá que comerlo; o puede haber un venderlo a un extranjero… "
Resulta obvio que la ley de Moisés consideraba el mandato de no tomar sangre como restringida a los israelitas o, como mucho, también a los no-judíos que eran prosélitos. En cuanto a los no-judíos, no sólo podían comer animales no desangrados sino que hasta podían comprarlos de los israelitas. De esto se deduce que el mandato tiene un contenido más bien simbólico o ritual que ético o moral. Así, por ejemplo, resulta obvio que un creyente no debe consumir droga y tampoco le resulta lícito venderla. La sangre, ni siquiera para los israelitas, tenía este grado de peligrosidad.
3. La ley de Moisés no es de aplicación para los cristianos.
Pero aún en el supuesto de que la ley de Moisés prohibiera también a los no-judíos consumir sangre, ese mandato seguiría sin ser de aplicación para nosotros. De hecho, y contra la enseñanza de algunas sectas legalistas como es el caso del adventismo, "la Biblia nos indica de manera terminante que los cristianos no se hallan bajo la ley de Moisés."
Cristo nos rescató de la maldición de la ley (Gál. 3: 13), que sólo tenía validez hasta la llegada de Jesús (Gál. 3: 19 y 26). Nadie, pues, puede pretender basar su prohibición de tomar sangre en la ley mosaica, que ya no rige para los creyentes.
4. La iglesia apostólica no enseñó la prohibición universal de tomar sangre.
Lo anterior, sin embargo, no parece tener especial importancia para los TJ, que basan la fuerza de su argumento a favor de la prohibición de las transfusiones de sangre en el texto de Hechos 15:28, 29, en el que se ordena la abstención de la sangre y de los animales no desangrados.
Olvidan los TJ al citar este pasaje que "un texto sin contexto es un pretexto" y que además en estos versículos no hay una prohibición universal de tomar sangre. Veamos pues el contexto de la controversia que se nos narra en Hechos 15 para descubrir qué fue lo que los apóstoles ordenaron, y si su decisión coincide con la enseñanza de la Sociedad Watch Tower.
Lucas nos narra que el problema de fondo era la existencia de algunos ultralegalistas que exigían que los cristianos no-judíos se circuncidaran y guardaran la ley de Moisés (Hech. 15: 1). Tal pretensión provocó un enfrentamiento con Pablo y Bernabé, quienes eran conscientes de que el cristiano no estaba sujeto a la ley de Moisés sino que era salvo por la gracia (Hech. 15:2a). Para zanjar la disputa, se decidió enviar representantes a Jerusalén a fin de que expusieran sus puntos de vista ante los apóstoles y que éstos tomaran una decisión. (Hech. 15:2b)
La información sobre los logros misioneros de Pablo pareció inclinar la balanza en favor de éste al principio (Hech. 15:4), pero la intervención en ese momento de algunos miembros de la secta de los fariseos que exigían el cumplimiento de la ley por parte de los recién convertidos (Hech. 15:5) obligó a la celebración de un concilio. (Hech. 15:6)
Lucas recogió dos intervenciones fundamentales en el concilio. La primera, a cargo de Pedro (Hech. 15:7-11), apoyó resueltamente la enseñanza de Pablo en el sentido de que la salvación no se obtenía por cumplir la ley sino por la fe en Cristo. Aquella intervención causó una impresión tan positiva en el auditorio que animó a Pablo a narrar cómo el Señor había bendecido su misión entre los gentiles. (Hech.15: 12)
Tras él, intervino Santiago (Hech. 15:13-21). Este corroboró la exposición de Pedro, citando pasajes del Antiguo Testamento en apoyo de aquella y señaló la existencia de un problema pastoral, no dogmático, que debía ser solucionado: ¿qué se hacía con los cristianos gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia? Se optó por una medida que evitara el escándalo de aquellos que se podían convertir del judaísmo. Esta medida implicaba que los gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia (y no otros) deberían abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre y de alimentos no desangrados.
Tal mandato no es en absoluto universal y aplicable a todos los cristianos, y eso por varias razones:
a. La prohibición está limitada en su aplicación a los cristianos gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia, como indica el versículo 23 del capítulo 15 de Hechos, un texto que la Watch Tower se guarda muy bien de citar. No hay referencia a que sea un mandato universal y no volvió a repetirse con posterioridad en un sentido universal.
b. La iglesia primitiva, para evitar escándalo a personas a las que deseaba ganar para Cristo, estuvo dispuesta a aceptar preceptos que no le incumbían. Así en Hechos 16: 1-3, Pablo circuncidó a Timoteo, aunque el cristiano no está obligado a ello (Gál. 5: 1-6), precisamente para evitar escándalo a los judíos.
En Hechos 21:20-26, Pablo, también para evitar escándalo a sus compatriotas judíos, estuvo dispuesto a costear prácticas típicas del judaísmo, en un deseo de allanar camino a la extensión del evangelio.
En todos los casos: la abstención de sangre, la práctica de la circuncisión, el pago de votos judíos, etc., asistimos a la práctica de un principio claro expresado por Pablo en el conocido pasaje de 1 Corintios 9: 19-23 donde se nos dice cómo el apóstol se hizo todo a todos, aunque no tuviera obligación de ello, precisamente para ganar a algunos para Cristo.
El principio no puede ser más claro: lo importante es que la gente pueda conocer a Jesús y salvarse aceptándolo como Señor y Salvador. Si esto exigía pequeñas renuncias para evitar el causar tropiezo, aquellas se daban por bienvenidas.
Los misioneros entre judíos, musulmanes o paganos saben hasta qué punto esta conducta es correcta. Un musulmán ante el que se consumiera cerdo, o un judío ante el que se comiera marisco, seguramente no interpretarían tal acción como un anuncio de libertad, sino como un desprecio hacia sus creencias. Por lo tanto, el creyente debería abstenerse ante ellos de tomar esos alimentos, no porque esa prohibición exista para él, sino por amor al ser humano por el que murió Cristo, y por el deseo de no colocar tropiezo ante él.
c. Las prohibiciones contenidas en Hechos 15:28, 29 no fueron aplicadas a otras iglesias de manera universal y, por lo tanto, no se aplican a nosotros. Así en Hechos 15:28, 29 a los gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia se les recomienda abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, pero Pablo enseñó después claramente que se podía consumir este tipo de comida (1 Cor. 8) siempre que se cuidara de no escandalizar a nadie.
d. El principio bíblico general es que se pueden comer todas las cosas sin exceptuar la sangre.
La Biblia deja bien claro que Jesús "declaró limpios todos los alimentos" (Mar. 7:19, VNM) sin exceptuar la sangre o cualquier otro. Por ello no es de extrañar que Pablo enseñara que "todo lo que se vende en la carnicería, sigan comiéndolo, sin inquirir nada por causa de su conciencia; porque a Jehová pertenecen la tierra y lo que la llena." (1 Cor. 10:25, 26, VNM)
Como muy bien indicó el apóstol, las cuestiones de comida o de bebida carecen de importancia frente a la realidad que es Cristo (Col. 2: 16, 17), y aunque puedan dar la apariencia de sabiduría, en realidad carecen de valor frente a los apetitos de la carne (Col. 2:20-23). El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom. 14: 17), y no deja de ser significativo que una de las marcas de los falsos profetas sea la de prohibir alimentos:
"Sin embargo, la expresión inspirada dice definitivamente que en periodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, marcados en su conciencia como si fuera con hierro de marcar; que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que participen de ellos con acción de gracias los que tienen fe y conocen la verdad con exactitud. La razón de esto es que toda creación de Dios es excelente, y nada ha de desecharse si se recibe con acción de gracias, porque se santifica mediante la palabra de Dios y oración sobre [ello]." (1 Tim. 4: 1-5, VNM)
Seguramente hay TJ que creen que su obediencia ciega a la Sociedad Watch Tower en el sentido de incluso dejar morir a un ser querido antes de recibir una transfusión de sangre es algo que agrada a Dios. Desgraciadamente no es así. Por el contrario, la Biblia muestra que tal enseñanza es contraria a lo contenido en sus páginas y que además indica un origen que para nada es divino, sino engañador y demoníaco. El llegar a comprenderlo así ha significado para muchos una liberación auténtica y real.
Esta obra ha sido concebida con el propósito de proporcionar a los creyentes un arsenal suficiente, no para su propio conocimiento y disfrute intelectual (aunque también pueda servir para eso), sino, fundamentalmente, para que lo utilice derribando aquello que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando todo pensamiento cautivo ante Cristo (2 Coro 10:3-6). A lo largo de los años he dictado docenas de seminarios sobre sectas en el seno de distintas iglesias y comunidades, y realizado la misma labor en radio y televisión en distintos países. Pero la finalidad nunca ha sido arremeter exclusivamente contra esas fortalezas de las tinieblas que son las sectas. El fin último ha sido facilitar que la gente esclavizada en el interior de organizaciones sectarias pudiera conocer a Cristo y aceptando por fe su sacrificio en la cruz recibieran la vida eterna. (Juan 5:24)
Por todo ello, si el conocimiento suministrado por este libro se utilizara sólo para derrotar a adeptos, pero no para intentar llevarlos a Cristo, sería un conocimiento mal utilizado. Muy posiblemente denotaría más un deseo de satisfacer la propia carne que de llevar la luz de Jesús a las almas perdidas.
Sin duda hay elementos de pecado en los TJ, Y algunos de ellos, como el orgullo espiritual y la autosuficiencia frente a su salvación, resultan muy evidentes. Pero, aún así, no puede olvidarse que Dios ama a los pecadores -aunque aborrezca el pecado- y que Cristo murió por todo el género humano sin ningún tipo de excepciones. Precisamente por ello no tenemos ningún derecho ni autoridad para plantearnos la evangelización de los adeptos de las sectas como un simple combate de boxeo bíblico. Nuestra finalidad es lograr que la luz del evangelio pueda llegar a esa persona, a fin de que ésta tome una decisión relacionada con su salvación personal.
En términos generales, y teniendo en mente lo ya indicado, existen dos caminos para evangelizar a un adepto y a ambos hemos hecho referencia en el curso de esta obra.
A. El primero consiste en utilizar las propias publicaciones de la secta como paso previo a la evangelización. Esta vía implica seguir la sucesión de pasos que detallamos a continuación:
1. Deje bien claras cuáles son las pretensiones de la secta a la que pertenece la persona a la que intenta llevar al evangelio. Para ello, resulta ideal que usted pueda disponer de los documentos de la secta donde aparecen contenidas sus pretensiones. (1)
2. Una vez que haya dejado bien establecido lo que la secta pretende ser, utilice el material contenido en este libro para mostrar que la Biblia y la historia de la secta muestran exactamente todo lo contrario. Si está usted tratando con un TJ, pregúntele si hay que creer en un profeta que equivocó sus profecías y llévelo a Deuteronomio 18:21, 22. Una vez mostrado cómo la Sociedad Watch Tower no acertó en sus profecías, puede usted invitarle a dejar de temerla, tal y como indica la Palabra de Dios.
3. A continuación, no se deje desviar por cuestiones secundarias. Asegúrele que resolverá sus dudas doctrinales pero antes acuda directamente al mensaje de salvación insistiendo en que ninguna organización proporciona la vida eterna, sino que ésta viene de aceptar por fe el sacrificio de Cristo.
B. La segunda forma de evangelizar a un adepto de una secta no exige conocer un mínimo de documentos relacionados con ellos. Basta con que usted pueda llevarles, Biblia en mano, a una situación en la que la falsedad de sus creencias quede expuesta. Esto implica un conocimiento muy profundo de la teología de la secta y, generalmente, obliga a discusiones muy prolongadas. Precisamente por ello le recomiendo que no aborde en una primera visita temas largos como la Trinidad o el infierno sino otros más breves.
Por ejemplo, pregunte al TJ si es cristiano. Cuando le haya respondido que sí (eso es seguro), pregúntele para saber si ha recibido al Espíritu Santo. Dado que la respuesta será negativa puede llevarlo a Romanos 8:9 donde dice que el que no tiene el Espíritu no es de Cristo. A partir de ahí puede presentarle el mensaje de salvación.
Otra posibilidad es preguntar a la persona si tiene (no si espera tener) vida eterna. A continuación muéstrele cómo la certeza de vida eterna es algo que acompaña al creyente porque así lo señala la Biblia, citando, por ejemplo, Juan 5:24.
Siga usted cual siga de estos dos caminos de evangelización (creemos más rápido y eficaz el primero por las razones ya señaladas en capítulos anteriores) recuerde siempre lo siguiente:
1. Orar antes de poner manos a la obra. En muchos casos no sabrá usted cómo iniciar el testimonio ni tampoco la vía que seguir. Es también muy posible que si el adepto se siente acorralado intente hacerle perder a usted el control para exponerlo como una persona irritable o maleducada. Fui cinco años Testigo de Jehová y se que ése era uno de los trucos que empleábamos para no salir nunca perdedores de un debate. Recuerde que usted no está combatiendo carnalmente con nadie. Usted está siendo usado por el Señor para llevar la luz de Cristo a los corazones de un adepto de una secta. Órele a él para que lo oriente y le muestre lo que debe hacer. Tenemos una promesa del Padre en ese sentido a la que debemos aferramos. (Mat. 10: 1620)
Mi experiencia personal es que, en multitud de ocasiones, cuando uno no sabe o no recuerda cómo responder, es el Espíritu Santo el que nos conduce a dar la palabra adecuada.
Recuerde que éste es un caso claro de guerra espiritual (Ef. 6: 11 ss.) y que, por lo tanto, no puede acercarse al diablo con las armas de la carne sino con las del Espíritu Santo de Dios.
2. Leer y estudiar la Biblia a diario. Ciertamente los adeptos de las sectas apenas conocen más que unos textos sacados de su contexto para apoyar sus doctrinas, pero no por ello debe usted sentirse excusado de conocer a fondo la Palabra. Por ello, usted debe leer y estudiar la Palabra de Dios diariamente, de manera que pueda mostrar con la misma la razón de su fe. (1 Pedo 3: 15)
3. No mirar lo visible sino lo invisible. Es mi experiencia que, en multitud de casos, parece que nuestro testimonio es en balde. Tenemos la sensación de que hemos perdido el tiempo, pero tal impresión es engañosa. No crea esa mentira. Es realmente un engaño del diablo. La Palabra de Dios nunca vuelve vacía, y si nosotros la sembramos con paciencia y amor, habrá fruto aunque, momentáneamente, no lo veamos.
Sé por la experiencia en diversas campañas de evangelización que, muchas veces, los TJ más duros y que más levantan la voz son los primeros en entregarse a Cristo. Vea pues la realidad espiritual (el Señor ha prometido fruto) y no la terrenal ("este sectario es bien duro"). El evangelio es poder de Dios y como tal seguirá manifestándose.
Creo sinceramente (así he tenido ocasión de verlo en centenares de ocasiones) que si se dedica con fe, obediencia y fidelidad a esta labor, alcanzará a ver abundantes frutos y bendiciones. Ahora, pues, póngase en manos del Señor.
Nota: En el caso de los Testigos de Jehová puede recurrirse a la colección documentos de la Watch Tower que proporciona el Ministerio Redención, P.O. Box 625, Miami, Florida 33245, USA. Este ministerio cuenta también con un número considerable de casetes sobre temas relacionados con sectas
Bibliografía elemental comentada
I. DICCIONARIOS Y ENCICLOPEDIAS DE RELIGIONES Y SECTAS
Burks, Thompson, Religions of the World (Religiones del mundo). Cincinnati, 1972.
Larson, Bob, New Book of Cults (Nuevo libro de sectas). Wheaton, 1989. Esta reedición actualizada de una enciclopedia clásica sobre las sectas constituye una de las obras elementales de consulta obligada acerca de esta problemática.
Rosten, Leo, Religions in America (Religiones en América). New York, 1963.
Tucker, Ruth, Another Gospel (Otro Evangelio). Grand Rapids. 1989.
Vidal Manzanares, César, Diccionario de sectas y ocultismo. Estella, 1991. Hasta la fecha la obra más completa en castellano sobre el tema.
Vidal Manzanares, César, Diccionario de ocultismo, Madrid, 1992.
II. OBRAS GENERALES SOBRE SECTAS
Breese, David, Know the Mark of the Cults (Conozca la señal de las sectas). Wheaton, 1980. Estudio relativo a las caracteristicas de las sectas.
Hoekema, Anthony, The Four Major Cults (Las cuatro sectas principales). Grand Rapids, 1963. Una obra clásica sobre los adventistas, los Testigos de Jehová, los mormones y la ciencia cristiana.
Martin, Walter, The Kingdom of the Cults (El reino de las sectas). Santa Ana, 1980. Uno de los clásicos, aunque no exhaustivo, acerca de las sectas.
Van Baalen, J, El caos de las sectas. Grand Rapids, 1969. Sigue siendo una de las mejores obras sobre las sectas.
Vidal Manzanares, César, El infierno de las sectas. Bilbao: Ed. Mensajero, 1989. Se trata del único estudio, desde una perspectiva histórica, realizado hasta la fecha en castellano, sobre las sectas principales. Incluye la traducción de los documentos del Parlamento europeo sobre las sectas.
Vidal Manzanares, César, Las sectas frente a la Biblia. Madrid. 1991. Un análisis del tema desde una perspectiva bíblica y apologética.
III. ANALISIS PSICOLOGICOS SOBRE LAS SECTAS
Enrod, Ronald, The Lure of Cults (El señuelo de las sectas). Chappaqua, 1979. Un estudio sobre la ayuda a los adeptos de las sectas.
Youth, Brainwashing and the Extremist cu/ts (Juventud, lavado de cerebro y las sectas extremistas). Grand Rapids, 1977. Un análisis acerca de los daños ocasionados por las sectas a sus adeptos y la manera de abordar el problema.
Vidal Manzanares, César, Psicologia de las sectas. Madrid, 1990. Utilizado como libro de texto en algunas universidades europeas, constituye hasta la fecha el único acercamiento completo a la problemática psicológica del adepto.
IV. OBRAS SOBRE LOS TJ
Beckford, James, The Trumpet of Prophecy (La trompeta de la profecia). Oxford, 1975. Un estudio sociológico sobre la secta.
Bergman, J., Jehovah's Witnesses and Kindred Groups (Los testigos de Jehová y grupos similares). New York, 1984. Contiene la bibliografía más extensa sobre TJ incluyendo unos cuatro mil títulos.
Blandre, Bernard, Des adventistes a Russell (1843-1882) (De los adventistas a Russel). Paris, 1985. Un estudio serio sobre los origenes adventistas de Russell. Les témoins de Jéhovah (Los testigos de Jehová). Paris, 1987. Una magnifica historia breve de la secta.
Carrera, Antonio, Los falsos manejos de los Testigos de Jehovah. Bilbao. Amargo testimonio de un ex-adepto español. 70 Ex-Testigos acusan a la secta. Bilbao. Breves testimonios de antiguos adeptos de la secta en España. Mentiras y disparates de los Testigos de Jehová. Chíhuahua, 1988. Obra escrita en tono de diálogo donde se tratan algunos de los temas relacionados con la secta. Adolece de una cierta superficialidad, pobreza de bibliografía (casi limitada a obras de la secta) falta de sistematismo y excesivo culto a la personalidad del autor. Documentos Desenmascaran a Testigos de Jehová. Chihuahua, 1988. Siguiendo el planteamiento de obras como la de WaUers, este ex-adepto ha recogido una serie de documentos de la secta. La obra resulta muy inferior a sus equivalentes ingleses.
Cole, Marley, The Triumphant Kingdom (El reino triunfante) New York, 1957. Una versión ofícialista de la secta.
Danyans, Eugenio, Proceso a la Biblia de los Testigos de Jehová. Tarrassa. El mejor estudio en castellano sobre la Versíón del Nuevo Mundo.
Dencher, Ted, Why lleft JW (Por qué dejé los TJ). Fort Washington, 1966. Testimonio de un ex-adepto.
Franz, Raymond, Crisis of Conscience (Crisis de conciencia). Atlanta, 1983. Testimonio de un antiguo adepto que formó parte del cuerpo gobernante de la secta.
Greber, Johannes, The New Testament (El Nuevo Testamento). Nueva York, 1937. Nuevo Testamento espiritista en el que los Testigos de Jehová han basado su versión del Nuevo Mundo.
Gruss, Edmond Charles, Apostles of Denial (Apóstoles de la negación). Grand Rapids, 1978. Testimonio de un ex-adepto. We Left the Jehovah's Witnesses (Nosotros dejamos los testigos de Jehová). Nutley, 1974. Testimonios de ex-adeptos de la secta. The Jehovah's Witnesses and Prophetic Speculation (Los testigos de Jehová y la especulación profética). Nutley, 1972. Una obra magnífica centrada en los anuncios del fín del mundo profetizados por la secta.
Hebert, G., Los Testigos de Jehová. Madrid, 1973. El mejor estudio católico en castellano sobre el tema.
López, Frank y Vidal Manzanares, César, Cómo evangelizar a los TJ. Ministerio Redención, P. O. Box 625, Miami, Florida, 33245, USA. La colección más completa -más de cien- de documentos relacionados con los TJ publicada hasta la fecha en castellano.
Magnani, Duane, Cruel and Unusual Punishment (Castigo cruel e inusitado). Clayton, 1986. Una recopilación de documentos de la secta sobre el lavado de cerebro de niños. Saleskids (Niños vendedores). Id. Recopilación de documentos de la secta sobre la utilización de niños y adolescentes con fínes lucrativos.
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Monroy, J.A., Apuntando a la Torre. Estudio un tanto superficial y poco riguroso de los TJ, si bien es muy interesante la manera en que los conecta con el adventismo al principio de la obra.
Pape, Gunther, J'ai été témoin de Jehovah (Yo fui un testigo de Jehová). Mulhouse, 1977. Testimonio de un ex-adepto.
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Testigos de Jehová (Anotamos bajo este epigrafe las obras de la secta. En la medida de lo posible se ha recurrido al original inglés y no a la traducción a otras lenguas). Aid to Bible Understanding (Auxiliar para entender la Biblia). 1969. The Approaching Peace of a Thousand Years (La paz de mil años que se proxima). 1969. Babylon the Great Has Fallen (La gran Babilonia ha caído). 1963. Blood, Medicine and the Law of God (Sangre, medicina y la ley de Dios). 1961. Children (Niños). 1941. Creation (Creacíón). 1927. Defending and Legally Establishing the Good News (La defensa y el establecimiento legal de las Buenas Nuevas). 1950. Jehovah's Witnesses in the Divine Purpose (Los testigos de Jehová en el propósito divino). 1959 (En el curso de la obra hemos utilizado la edición en castellano de 1965). God's Eternal Purpose Now triumphing for Man's good (El propósito eterno de Dios triunfando ahora para el bien del hombre). 1974. Face the Facts (Enfrente los hechos). 1938. The Harp of God (El harpa de Dios). 1921. Jehovah (Jehová). 1934. The Kingdom /s at Hand (Elreino está cercano). 1944. Let God be true (Sea Dios veraz). 1952. (En la obra hemos utilizado las ediciones en castellano de la obra 1 y 2). Life Everlasting -in Freedom of the Sons of God (Vida eterna -en libertad de los hijos de Dios). 1966. Light (Luz), vol. 1 y 2. 1930. Make sure of All things (Aseguraos de todas las cosas). (En la obra hemos utilizado la edición castellana de 1970). Millions now Living will never Die (Millones que ahora viven nunca morirán). 1920. Prophecy (Profecia). 1929. Reconciliation (Reconciliación). 1928. Salvation (Salvación). 1939. Sermons of Pastor Russell (Sermones del pastor Russell). 1917. Studies in the Scriptures (Estudios en las Escrituras), 7 vol. 1886, 1888, 1891, 1897, 1899, 1904,1917. (Existen reediciones modernas de los estudios publicadas por algunas de las sectas que se separaron de la Watch Tower durante la presidencia de Rutherford). Vindication (Justificación). vol. 1. 1931. Vol. 2 y 3,1932. The Way to Paradise (Elcamino al paraíso). 1924.
Vidal Manzanares, César, Recuerdos de un Testigo de Jehová, Miami: Editorial Vida, 1987. Análisis riguroso de la experiencia personal de un adepto adolescente en la secta y de su conversión a Cristo.
Vidal Manzanares, César y López, Frank, Cómo evangelizar a los TJ. Miami, Fla.: Ministerio Redención, P. O. Box 625, Miami, Florida, 33245, USA. La colección más completa -más de cien- de documentos relacionados con los TJ publicada hasta la fecha en castellano.
Watters, Randall, Thus Saith … The Governing Body of Jehovah's Witnesses (Así dijo.. el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová). Manhattan Beach, 1982. Una magnifica obra que parte del análisis directo de documentos de la secta reproducidos en la misma.
Nota: La bibliografía especializada sobre sectas alcanza en la actualidad un volumen de millares de títulos de cierta importancia. En nuestra selección, hemos procurado incluir todos los títulos en español que se relacionen con los temas tocados en esta obra -prescindiendo un tanto de su calidad científica- asi como los esenciales de entre la bibliografía en otras lenguas. Hemos incluido asimismo las fuentes documentales de la secta.
El autor
César Vidal Manzanares es licenciado en Derecho y Teología y Doctor en Geografía e Historia. Fue Testigo de Jehovah durante cinco años, desempeñando diversos cometidos en la secta como publicador y precursor. Actualmente es profesor de Historia en la Universidad nacional de Educación a Distancia (UNED) en España y pertenece al Departamento de Prehistoria e Historia Antigua de la UNED. Es miembro asimismo de la American Society of Oriental Research (ASOR) y de una comisión internacional de profesores universitarios expertos en sectas. Desarrolla todos los años seminarios de evangelización y enseñanza acerca de sectas, ocultismo y evolución en diversos países de Europa y América, así como campañas evangelisticas dirigidas a los adeptos de estos movimientos. Ha escrito multitud de artículos y libros relacionados con la historia bíblica, apologética y sectas. Entre éstos destacan: Recuerdos de un Testigo de Jehovah (Editorial Vida, Miami, 1987); El infierno de las sectas (Ediciones Mensajero, Bilbao, 1989); Psicología de las sectas (E.P, Madrid, 1990); Diccionario de sectas y ocultismo (Verbo divino, Estella, 1991); Las sectas frente a la Biblia (E.P, Madrid, 1991); Los Evangelios gnósticos (Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1991); Todo lo que usted debería saber sobre la Nueva Era (Unilit, Miami,·1992), OVNIS: ¿cuál es la verdad? (Unilit, Miami, 1992), El hijo de Ra: la vida y la época de Ramsés II (Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1992), Cuando los dioses gobernaban la tierra: el Egipto de la IV Dinastía (Planeta, Barcelona, 1992), El retorno del ocultismo (E.P, Madrid, 1992), Diccionario de las tres religiones monoteístas (Alianza, Madrid, 1992) y La Historia de Egipto de Manetón (Alianza, Madrid, 1993).
Para establecer contacto con el autor se puede dirigir la correspondencia a cualquiera de las siguientes direcciones:
César Vidal Manzanares
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Zaragoza, España
Tel. (76) 28-27-75
César Vidal Manzanares
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Ediciones: 1993, 1996, 1997
Cuarta edición: 1999
Clasificación Decimal Dewey: 269.2
Temas: 1. Testigos de Jehová
2. Obra de evangelización
ISBN:0-311-13859-4
CBP Art. No. 13859
2.5 M 7 99
Printed in U. S. A.
Autor:
César Vidal Manzanares
BÍBLICA – FUNDAMENTAL
INTERDENOMINACIONAL
CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES
Centro de Recursos de Literatura Cristiana
"La ANTORCHA de la VERDAD"
[1] Tome en cuenta el lector que todos los textos b?blicos transcritos en esta obra han sido tomados de la Traducci?n del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras (VNM) de 1987. Recurra a la introducci?n del cap?tulo III para entender la raz?n
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