Tratamiento de los contenidos de historia de Cuba mediante el empleo de los software educativos
Enviado por Damaris Alpizar Lavao
- Introducción
- Concepciones fundamentales acerca del componente contenido en el proceso de enseñanza aprendizaje en la Educación Primaria
- Importancia del tratamiento de los contenidos de Historia de Cuba en la Educación Primaria
- Ubicación de la asignatura en el plan de estudio
- Evaluación del software educativo con fines docentes
- La utilización del software educativo en la asignatura Historia de Cuba en la Educación Primaria
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La educación es una ciencia social por lo que se ha visto influenciada y condicionada por acontecimientos históricos, culturales y tecnológicos. La aparición de la computadora constituye una alternativa para el tratamiento de los contenidos de las diferentes disciplinas que contienen los currículos de estudio en todos los subsistemas de educación, en la actualidad el empleo de este medio contribuye al desarrollo del proceso de enseñanza–aprendizaje, como un proceso natural y permanente para maestros y alumnos.
Las tecnologías no sustituyen al maestro, sino que lo complementan, al transmitirse conocimientos sobre determinados contenidos que facilitan el aprendizaje, sirven de soporte material al sistema de clases y a las funciones que tanto el maestro como la escuela deben desarrollar. Así la tecnología se va convirtiendo en un importante y decisivo medio de enseñanza-aprendizaje para que maestros y alumnos puedan aprender más, formarse mejor y desarrollar no solo la independencia cognoscitiva, sino también el desarrollo de un pensamiento consciente, activo y reflexivo en los alumnos ayudándolos de esta forma a convertirse en agentes de su propio aprendizaje.
DESARROLLO
Concepciones fundamentales acerca del componente contenido en el proceso de enseñanza aprendizaje en la Educación Primaria
La educación cubana se propone la formación de un hombre pleno íntegro, por lo que no sólo su preparación va dirigida a su desarrollo instrumental (conocimientos y habilidades), sino también contextualizado, comprometido con las estrategias de desarrollo de su sociedad, país, institución, por tanto con determinados modos de comportamientos socialmente establecidos, valores, actitudes, afectos, lo que podrá adquirir en el proceso de comunicación social, de interacción a través del proceso de enseñanza aprendizaje, en las condiciones concretas de su realización.
En el ámbito pedagógico el maestro debe encontrar las maneras más adecuadas de vincular el contenido de la enseñanza con los intereses, emociones, sentidos que para el sujeto tenga ese aprendizaje, de modo de aprovechar al máximo las posibilidades que brinda este proceso para formar integralmente la personalidad del escolar y potenciar su desarrollo.
Lógicamente fundamentar el proceso de enseñanza – aprendizaje no es tarea fácil y es preciso para el logro de este fin partir del criterio de Lev S. Vigotsky en su Enfoque Histórico Cultural y la Teoría de la Actividad[1]que son portadores de una concepción teórica y metodológica que posibilita hacer un análisis de los componentes estructurales del proceso de enseñanza aprendizaje y las relaciones que entre ellos se producen, lo que permite entender las necesarias acciones que debe realizar el escolar sobre el objeto de asimilación, para lograr las transformaciones propuestas.
La Educación Cubana se encuentra en permanente transformación con el objetivo de alcanzar una preparación integral de los escolares. Todo ello en la búsqueda de un fin que es la formación de convicciones personales y hábitos de conductas, además del logro de una personalidad integralmente desarrollada, que piense y actúe de forma creadora, para construir la nueva sociedad y defender las conquistas del socialismo. Para lograr este fin desempeña un rol fundamental el conocimiento de la historia de la patria.
La Educación Primaria requiere en el siglo XXI de mayor fuerza y efectividad de la estimulación del desarrollo intelectual del alumno, para asegurar el vínculo entre instrucción-desarrollo-educación, de manera que cada una tenga el lugar requerido, tanto en la concepción del currículo, en la fundamentación y concepción didáctica del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La autora de esta investigación entiende la concepción del proceso de enseñanza aprendizaje como una visión integral que reconozca no solamente sus componentes estructurales, sino también las relaciones que se establecen entre los mismos. "Consecuentemente el diseño del proceso debe abarcar dialécticamente los componentes tradicionalmente reconocidos (objetivo, contenido, método, medio y evaluación)".[2]
Para entender dicho proceso y las relaciones que se establecen en él la autora de este trabajo considera necesario puntualizar que "las concepciones más actuales lo conciben como un todo integrado, en el cual se ponen de relieve el papel protagónico del alumno. Desde este punto de vista se releva como característica determinante la integración de lo cognitivo y lo afectivo, de lo instructivo y lo educativo como requisito psicológico y pedagógico esenciales"[3].
Es válido aclarar que si el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene lugar en el transcurso de las asignaturas escolares y tiene como propósito esencial contribuir a la formación integral de la personalidad del alumno, utiliza la adquisición de conocimientos, procedimientos, normas de comportamiento y valores legados por las diferentes disciplinas del currículo estudio de cada grado como vía fundamental para esta formación general integral.
Visto de esta manera como cualquier tipo de proceso el proceso de enseñanza-aprendizaje requiere para su desarrollo partir del conocimiento del estado inicial del alumno, por lo que la realización del diagnóstico, resulta una exigencia obligada, lo que se reafirma con la idea de que "…mediante el mismo se puede orientar de forma eficiente en función de los objetivos propuestos, las acciones del profesor al concebir y organizar el proceso de enseñanza aprendizaje y dar atención a las diferencias individuales del alumno. Este puede abarcar diferentes aspectos como son: el nivel logrado en la adquisición de los conocimientos, en las operaciones del pensamiento, en las habilidades intelectuales, y de planificación, control y evaluación de la actividad de aprendizaje."[4]
Para el logro de tal fin la autora de esta investigación considera que el proceso de enseñanza-aprendizaje precisa de alternativas que estimulen el desarrollo intelectual del alumno a partir de la concepción y formulación de la tarea, en la que se concretan las acciones y operaciones a realizar por el alumno tanto en la clase como fuera de esta, vinculadas a la búsqueda y adquisición de los conocimientos y al desarrollo de habilidades.
Los alumnos en su tránsito por la Educación Primaria forman y fijan inadecuadas formas de pensar, aprender y actuar que dejan huellas difíciles de transformar. Apuntando a esto se debe garantizar un trabajo educativo más eficiente para el logro de un mayor desarrollo de su conciencia, del espíritu profundamente solidario y humano, con sentido de identidad nacional y cultural del pueblo cubano, del patriotismo socialista, creativo y transformador de la realidad en que vive. La enseñanza de la Historia y la obra martiana contribuyen por su contenido a la formación de estos principios en los alumnos.
Es precisamente el tratamiento del contenido como categoría del proceso de enseñanza – aprendizaje el campo en que se centra la presente investigación, en lo esencial el contenido de la asignatura Historia de Cuba en la Educación Primaria. Para la comprensión de lo que el autor de esta investigación pretende lograr, es preciso esclarecer lo que implica esta categoría definida por la ciencia de la siguiente manera:
El investigador Álvarez de Zayas considera que "El contenido es aquella parte de la cultura que debe ser objeto de asimilación por los alumnos, en el aprendizaje, para alcanzar los objetivos propuestos." [5]
La estudiosa del tema Fátima Addine, considera que "el contenido es el elemento objetivado del proceso y responde a la pregunta ¿Qué enseñar – aprender? Es aquella parte de la cultura y experiencia social que debe ser adquirida por los alumnos y se encuentra en dependencia de los objetivos propuestos". [6]
El contenido (¿qué enseñar y aprender?) expresa lo que se debe apropiar el estudiante, esta formado por los conocimientos, habilidades, hábitos, métodos de las ciencias, normas de relación con el mundo y valores que responden a un medio socio-histórico concreto. El contenido cumple funciones instructivas, educativas y desarrolladoras. [7]
En cada momento del proceso de enseñanza aprendizaje se deben precisar los objetivos a lograr y en función de estos el contenido, o la parte de este que se trabajará por el profesor y los alumnos.
En la determinación del contenido de un programa o asignatura resulta de gran utilidad la experiencia de investigaciones cubanas[8]en la precisión previa de las ideas rectoras, que constituyen las máximas generalizaciones que expresan el sistema de conocimientos, los métodos y las técnicas de trabajo de la asignatura de que se trate, tal como se ejemplifica en la figura siguiente.
Para la apropiación de cada idea rectora, los alumnos deben dominar un sistema de conceptos y habilidades, es por ello que en la planificación didáctica deberán quedar precisados cuáles conceptos principales o fundamentales, cuáles secundarios y cuáles antecedentes se tratarán, así como las habilidades generales y las específicas a desarrollar.
Importancia del tratamiento de los contenidos de Historia de Cuba en la Educación Primaria
Desde el siglo XIX, José Martí Pérez, planteó en su estrategia política para América, que: ¨…para salvaguardar a los países latinoamericanos de las intenciones expansionistas del vecino poderoso se hacía necesario preservar la cultura de nuestros pueblos, su identidad nacional y su unidad¨[9].
Este planteamiento tiene plena vigencia en la actualidad porque educar en las tradiciones no es sólo compromiso con el pasado, significa sentir aspiraciones humanas, conocer los hombres que lucharon por elevar la dignidad del país hasta lograr la independencia nacional, de esto se encarga la Historia, que comienza a impartirse como asignatura en el segundo ciclo de la Educación Primaria y cuyo proceso de enseñanza-aprendizaje constituye una de las formas de transmisión y reproducción de la memoria colectiva, elemento fundamental en la configuración de la conciencia e identidad de los pueblos,
A pesar de ello el tratamiento de los contenidos de Historia, en forma de nociones elementales, comienza a trabajarse en el sistema escolarizado en Cuba desde el primer ciclo de la Educación Primaria, a través de la asignatura El Mundo en Vivimos, con la que los escolares de esta Educación, deben desarrollar habilidades docentes e intelectuales formar el carácter independiente y creador de su personalidad.
Horacio Díaz Pendás al referirse a la importancia de la enseñanza de la Historia expresó: ¨Enseñar historia, si de contribución al mejoramiento humano se trata, es situar precisamente la esencia humana de esta disciplina en el centro del quehacer pedagógico, porque la historia la hacen los hombres inmersos en sus relaciones económicas y sociales con sus ideas, anhelos, sufrimientos, luchas; con sus valores morales, sus defectos, sus contradicciones, sus triunfos, sus reveses, sus sueños. La historia es el registro de la larga memoria de la humanidad[10]
Al respecto es válido destacar que las potencialidades educativas que tiene esta asignatura está dado por el aspecto interno de su contenido, que mientras más y mejor se domine, más se podrá aprovechar, por eso es que la historia se debe contar con naturalidad y sentimiento desde los primeros grados de la Educación Primaria.
Como asignatura tiene que apoderarse de los sentimientos de los escolares si quiere influir en su formación humana y patriótica lo que no contradice la representación de reflexiones y demostraciones científicas, pero no siempre se hace del modo orientado.
Hacia esa dirección se orientan los criterios de Haydee Leal García, quien afirma que: ¨ (…) Los resultados de la investigación sobre los procesos de enseñanza coinciden en que no se dan oportunidades para: reflexionar sistemáticamente, usar el conocimiento previo que tienen los escolares sobre el tema, relacionarlo con el contexto local, discutir en grupos pequeños sobre los diversos puntos de vista¨[11].
De acuerdo con lo planteado por la UNESCO[12]desde 1969 la autora de la investigación expresa que con el objetivo de analizar los resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la historia en la escuela cubana y fortalecer los valores formativos de esta asignatura, se precisa organizar el proceso de enseñanza-aprendizaje mediante la utilización de procedimientos que estimulen los procesos lógicos, que entrenen a los escolares en la búsqueda y valoración de los conocimientos, en el trabajo independiente y por lo tanto impulsar el desarrollo de un pensamiento reflexivo y flexible en función de preparar al hombre para la vida y contribuir al desarrollo de su personalidad.
Desde el Primer Congreso del Partido Comunista se precisa que: ¨formar las nuevas generaciones y a todo el pueblo en la concepción científica del mundo, es decir, la del materialismo dialéctico e histórico¨[13]. Este proyecto a largo alcance determina el objetivo de la enseñanza de la Historia, lo que significa la selección del sistema de conocimientos y el sistema de habilidades que permite adquirir la cultura general y aplicar lo conocido en la solución de situaciones de la vida, así como la formación multilateral de la personalidad. En este proceso incide la experiencia y la actividad creadora del maestro y el escolar.
Al analizar el contenido de la Historia en la escuela primaria el historiador Ramiro Guerra, afirmó: ¨(…) la historia que forma y acendra el sentimiento de amor patrio – esto es indispensable puntualizarlo claro y exactamente no es sólo historia meramente política, que trata de héroes, de guerras y revoluciones (…) sino la historia más compleja y más profunda de lo que somos y de cómo hemos llegado a serlo; la que expresa el hondo sentir nuestro, expansivo, generoso, humanitario, la que refleja las concepciones de nuestros pensadores, de inteligencia viva, lúcida, penetrante, omnicomprensiva, la que se describe día por día en nuestros campos, que fecunda el sudor de sus frentes (…) La que consigna cuánto Cuba ha sido y es, en valor, en patriotismo, en abnegación, en arte, en cultura, en su trabajo¨[14].
Visto de esta manera la Historia en la Educación Primaria contribuye a la formación del concepto de desarrollo progresivo de la humanidad, a crear las bases científicas que rigen ese desarrollo, ha de enseñar a comprender a los escolares la esencia de los fenómenos sociales, sus causas y los criterios para enjuiciarlos y valorarlos, proporcionar posibilidades para establecer el vínculo entre la escuela y la vida; para formar los criterios con que se argumentan los acontecimientos contemporáneos y tomar posición frente a situaciones concretas de la vida política, ideológica y de la producción. Con este conocimiento se favorece la solidez de convicciones revolucionarias y una personalidad comunista en el quehacer de la vida cotidiana.
En su artículo ¨A propósito del conocimiento de la Historia como componente esencial de la cultura general e integral¨, Horacio Días Pendás expresa: ¨Si la vida está llena de matices y la historia se quiere enseñar vinculada a la vida, entonces, cualquier lectura del proceso histórico en blanco y negro no trascenderá las vulgarizaciones y los reduccionismos que tarde o temprano terminarán rechazados por inciertos¨[15].
Este planteamiento permite a la autora de esta investigación plantear que la cultura histórica es necesaria como componente imprescindible de la cultura general e integral que se proponen alcanzar los maestros cubanos en las nuevas generaciones para dar respuesta a las exigencias de su formación en todas las educaciones, el logro de esos propósitos favorece al escolar la toma de conciencia de sus propios valores y fundamentar sus relaciones sociales, posibilita que los escolares dominen elementos para su educación político-ideológica y la formación de la personalidad socialista, el antimperialismo nacido del comportamiento histórico del imperialismo yanqui como el principal enemigo de la Revolución Cubana y la continuidad del proceso revolucionario, al inculcar el amor a la Patria, el orgullo de ser cubano, el respeto por los mártires y héroes de la Patria.
La autora de esta investigación considera que la Historia ayuda a los escolares a comprender su posición dentro de la sociedad y actuar conscientemente, analizar el pasado, el presente y proyectarse al futuro. Mediante el estudio de esta asignatura deben adquirir un sólido sistema de conocimientos, desarrollar habilidades, sentimientos y convicciones que les posibiliten desenvolverse bajo la dirección del maestro o de manera independiente.
El propio Horacio Díaz Pendás al referirse a la importancia del estudio de la historia expresó:"Enseñar historia, si de contribución al mejoramiento humano se trata, es situar precisamente la esencia humana de esta disciplina en el centro del quehacer pedagógico, porque la historia la hacen los hombres inmersos en sus relaciones económicas y sociales con sus ideas, anhelos, sufrimientos, luchas; con sus valores morales, sus defectos, sus contradicciones, sus triunfos, sus reveses, sus sueños. La historia es el registro de la larga memoria de la humanidad"[16].
De lo anterior se induce que el tratamiento de los contenidos de la Historia de la patria es una premisa necesaria para las capacidades, el pensamiento, el lenguaje y las convicciones en los escolares el desarrollo de habilidades. Estas son importantes en la formación de la personalidad para que piensen y actúen creadoramente en la construcción de la nueva sociedad y defensa de las conquistas de la Revolución, este debe contribuir a:
La asimilación del contenido mediante la descripción y el análisis.
La revelación de las relaciones causales, temporales y espaciales.
La comparación con otros hechos y la determinación de los elementos típicos.
La argumentación.
La valoración crítica y la confrontación con la actualidad.
La autora de esta investigación considera que el tratamiento de los contenidos de la Historia de la patria y de la historia local desde el primer ciclo, permite a los escolares transitar por las diferentes etapas de la historia de Cuba, aún sin haber recibido el contenido de la asignatura que es objeto de estudio del segundo ciclo, permite además emocionar a los escolares y hacerlos recorrer por los escenarios de los diferentes hechos históricos ocurridos en Cuba, reviviendo las adversidades, las proezas, las victorias, los reveses, que a lo largo de su decursar, ha experimentado el pueblo cubano y la localidad, lo que sin lugar a dudas, tiene una gran significación para la educación de la personalidad de los escolares, al respecto el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, ha señalado: "…no puede haber una buena educación política si no hay una buena educación histórica, no puede haber una buena formación revolucionaria si no hay una buena formación histórica"… [17]
La concepción general de la asignatura en el subsistema de la Educación General Politécnica y Laboral señala que: "La enseñanza de la historia toma los lineamientos incluidos en los documentos del Partido Comunista de Cuba como orientaciones para el análisis de los hechos, fenómenos y procesos, de esta forma se establece el vínculo del material histórico concreto y nuestra práctica revolucionaria". [18]
Por lo antes expuesto, la autora de esta investigación considera que el estudio del pasado histórico inculca a los escolares de la Educación Primaria desde el primer ciclo, el amor a la Patria, la decisión de luchar por su soberanía, actuar consecuentemente con las tradiciones de lucha y solidaridad del pueblo cubano, los ayuda a admirar la heroicidad de los cubanos en sus cien años de lucha revolucionaria y de la actitud de los hombres valientes que la desarrollaron y el deseo de imitarlos. Para la autora de la investigación la asimilación del sistema de conocimientos históricos es la base sobre la que se desarrollan distintos aspectos de la personalidad de los escolares, entre ellos los hábitos, las habilidades y capacidades, los motivos e intereses, los sentimientos, las convicciones, las actitudes y peculiaridades del carácter.
De los aspectos anteriores se encarga fundamentalmente la asignatura Historia de Cuba en el segundo ciclo de la Educación Primaria, (Sexto grado: La Revolución en el poder) que tiene como objetivo introducir a los escolares en el estudio de esa disciplina y desarrollar el interés por ella. Sus contenidos se dirigen fundamentalmente al plano fenoménico y anecdótico para lograr representaciones históricas correctas y formar en los escolares sentimientos de admiración y respeto hacia la historia nacional y local.
Estos programas organizan cronológicamente y amplían los conocimientos que sobre la historia de la Patria y su evolución política y social, los escolares han asimilado previamente de forma no sistematizada y en estrecha relación con la Educación Cívica y la Geografía. Como asignatura tiene que apoderarse de los sentimientos de los escolares si quiere influir en su formación humana y patriótica lo que no contradice la representación de reflexiones y demostraciones científicas, pero no siempre se hace del modo orientado.
Al enseñar a los escolares la historia de Cuba, estos llegan al conocimiento del mundo no solamente por lo que percibe de manera directa, ya que se ha llegado a conocer la interioridad de la materia a través de las acciones que ésta ejerce sobre otros objetos y fenómenos; estas condiciones contribuyen al desarrollo del pensamiento del escolar.
Al respecto es válido destacar que el potencial educativo que tiene esta asignatura está dado por el aspecto interno de su contenido. Cuanta más historia se conozca, más y mejor se podrá aprovechar el potencial educativo de su contenido. Armonizar los fenómenos y procesos históricos con su influencia emocional tiene una gran significación en el proceso de enseñanza aprendizaje de esta asignatura.
Por otro lado tiene un gran impacto el sistema de actividades extraescolares que se desarrolla para contribuir a la formación patriótica y ciudadana y donde la crítica a la discriminación racial es un elemento fundamental.
A consideración de la autora estos argumentos fundamentan la significatividad que tiene para la educación cubana el conocimiento de la historia de la Patria y local desde la educación elemental. El conocimiento histórico favorece al escolar en la toma de conciencia de sus propios valores y a fundamentar sus relaciones sociales.
Desde el punto de vista pedagógico la historia local se considera como "…el estudio de hechos para los escolares, bajo la orientación del maestro, de los hechos, fenómenos singulares y locales del pasado lejano o próximo y del presente, de determinado territorio en su relación con el devenir histórico nacional."[19]
Posibilita a consideración de la autora que los escolares dominen elementos para su educación político – ideológica y la formación de la personalidad comunista, el antiimperialismo nacido del comportamiento histórico del imperialismo yanqui como el principal enemigo de la Revolución Cubana y la continuidad del proceso revolucionario, al inculcar el amor a la Patria, el orgullo de ser cubano, el respeto por los mártires y héroes de la Patria. Por ello el profesor Horacio Díaz Pendás enfatizó: ""El conocimiento de la historia universal, de América y de Cuba es una fuente para sembrar ideas en los escolares, para explicar lo que ha sido la historia de los pueblos y las razones de ser de la lucha por la libertad a través de los siglos.[20]
La asignatura Historia de Cuba en la educación primaria inicia el estudio los elementos básicos de la historia de la Patria. Esta condición de curso inicial le confiere una particular importancia, por el hecho que los escolares se enfrentan por primera vez a la asignatura y la metodología con que se trabaje, permitirá sentar las bases para estimular e interesar a los escolares en el estudio de nuestro pasado histórico. Al propio tiempo extraerán los elementos que contribuyen a su educación político-ideológica, direcciones fundamentales en las que se ha concebido el programa.
En el nivel básico se abordarán de nuevo estos períodos históricos, con mayor riqueza de elementos, hechos y fenómenos del proceso histórico cubano, con un ordenamiento lineal y cronológico, en el que se tiene en cuenta el más amplio manejo de fuentes y el mayor nivel de desarrollo de habilidades en los escolares, auxiliándose para ello de procedimientos tales como: la narración, descripción, el relato y de los materiales auxiliares que le permitirán visualizar escenas históricas y ubicarlas correctamente en espacio y tiempo.
Los conocimientos de la historia local forman parte del contenido de la enseñanza, por lo que en historia se puede medir el conocimiento cuando el alumno ha logrado: conocer los hechos históricos, su ubicación en el tiempo y el espacio, estableciendo relación entre ellos, cuando valoran los personajes que participan en esos hechos, su actuación e ideales etc, conformando un sistema de normas que contribuyen a formar convicciones e ideales, además cuando desarrollan otras habilidades como: caracterizar, identificar un personaje, describir, explicar y relatar un hecho o suceso entre otros. [21]
En el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en la Educación primaria los alumnos aprenden diferentes elementos del conocimiento, nociones, conceptos, habilidades intelectuales y específicas que forman parte del contenido de la asignatura y a la vez se apropian, en un proceso activo, mediante las interacciones con el maestro y el resto de los alumnos, de los procedimientos que el hombre ha adquirido para la utilización del conocimiento y para su actuación de acuerdo a las normas y valores de la sociedad en que vive.
Es por ello, que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en la Educación Primaria requiere que sea un proceso activo, transformador, de modo que , junto a la asimilación del material docente por los alumnos, estos alcancen un alto desarrollo intelectual y sean capaces de adquirir nuevos conocimientos de manera independiente y, asimismo, aplicarlos a la vida; que se vea implicado en un proceso intelectual que exige orientarse en la tarea, reflexionar, valorar, suponer, llegar a conclusiones, argumentar, utilizar el conocimiento generando nuevas estrategias de aprendizaje con lo cual será capaz de, ante nuevas situaciones que se le presenten, obtener resultados superiores, producto del nivel de autorregulación alcanzado.
Al organizar y dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje, desempeña un papel fundamental el maestro, el cual debe propiciar que los alumnos sean cada vez más independientes y pueda potenciar esas posibilidades de fundamentar sus juicios, de exponer sus ideas correctamente en cuanto a su forma y contenido, de llegar a generalizaciones y ser críticos en relación con lo que se analiza, con su propia actividad y comportamiento, así como dirigir el desarrollo de la creatividad.
Al concluir el sexto grado el alumno debe ser portador, en su desempeño intelectual de un conjunto de procedimientos y estrategias generales y específicas para actuar de forma independiente en actividades de aprendizaje, en las que se exija entre otras cosas, observar, comparar, describir, clasificar, caracterizar, definir y realizar el control de su actividad, apreciándose ante la solución de diferentes actividades un comportamiento de análisis reflexivo de las condiciones de las diferentes tareas, de los procedimientos para su solución, de vías de autorregulación (acciones de control y valoración) para la realización de ajustes requeridos.
De acuerdo a lo anterior, la autora considera que en el proceso de asimilación de los conocimientos comienza a adquirir un nivel superior la actitud cognoscitiva hacia la realidad, potencialidades que debe aprovechar el maestro al organizar el proceso, pues las adquisiciones de los alumnos desde el punto de vista cognoscitivo, del desarrollo intelectual y afectivo emocional expresadas en formas superiores de independencia, de regulación tanto en su comportamiento como en su accionar en el proceso de aprendizaje así como el desarrollo de su pensamiento más flexible y reflexivo, debe alcanzar un nivel de consolidación y estabilidad que le permitan enfrentar exigencias superiores y con ello la profundidad y solidez en los conocimientos, así como el desarrollo de hábitos y habilidades.
Uno de los recursos tecnológicos que favorece la participación activa, reflexiva y consciente de los alumnos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura Historia de Cuba es la utilización de los software educativos ya que el diseño de estos programas facilitan la interactividad del alumno con el conocimiento, la comprensión de procesos, introducen la necesidad de crear espacios de trabajo de los alumnos a modo de tareas individuales o por pequeños grupos, donde se promuevan procesos de análisis reflexivo, discusiones de puntos de vista, valoraciones, búsqueda de nuevos argumentos, elaboración de preguntas, resúmenes, cuadros sinópticos, iniciar investigaciones o plantearse nuevos problemas a resolver.
El concepto de software educativo ha sido abordado por diferentes autores, atribuyéndole disímiles de definiciones a pesar de las cuales se imponen las potencialidades y su absoluto basamento en los principios de la enseñanza para su vinculación en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Los Software educativo han constituido tema de investigación de diversos autores desde las Ciencias Pedagógicas, entre ellos cuentan Reyes Hernández, Reinaldo (1995), Sánchez J. (1999), Rodríguez Lamas (2000), Labañino César (2005), Muguía Álvarez, Dianelys, Castellanos Rodríguez, Kethicer (2006), entre otros que han abordado desde sus investigaciones el concepto, las características y potencialidades de los software educativos.
Sánchez J. [22]define el concepto genérico de Software Educativo como cualquier programa computacional cuyas características estructurales y funcionales sirvan de apoyo al proceso de enseñar, aprender y administrar.
Según Rodríguez Lamas[23]es una aplicación informática, que soportada sobre una bien definida estrategia pedagógica, apoya directamente el proceso de enseñanza aprendizaje constituyendo un efectivo instrumento para el desarrollo educacional del hombre del próximo siglo.
Labañino César[24]lo define como una aplicación informática concebida especialmente como medio, integrado al proceso de enseñanza aprendizaje.
La inserción de software educativos en las clases de Historia de Cuba contribuye a elevar la calidad del aprendizaje y el desarrollo de los alumnos, por lo que constituye un medio de enseñanza o herramienta de trabajo de relevante importancia; pues a través de ellos los alumnos interactúan con información proveniente de diferentes fuentes: textos, gráficos, audio, videos, animaciones, fotografías, tablas y ejercicios, que combinados hacen posible el desarrollo de habilidades intelectuales generales propias de la asignatura que se manifiestan en el incremento de los procesos de análisis, síntesis, abstracción, generalización, como base de un pensamiento dirigido a penetrar en la esencia de las relaciones entre hechos y figuras.
Ante tales exigencias la organización y dirección del proceso permite aprovechar al máximo las potencialidades de los alumnos para elevar su protagonismo, por lo que es necesario organizar la actividad con nuevas tareas de aprendizaje, logrando con esto su participación activa en la búsqueda y utilización del conocimiento. La elaboración de estas actividades en las que se utilicen los software educativos como medios de enseñanza-aprendizaje implica que se tenga un conocimiento amplio de los contenidos que aborda cada uno y de todas sus potencialidades instructivas y educativas que sirvan de complemento para una actividad intelectual reflexiva, autorregulada, conjuntamente con los aspectos afectivos, volitivos, motivacionales, tan importantes en el desarrollo pleno de los alumnos.
De lo planteado anteriormente, la autora deduce que los maestros de sexto grado, a la hora de concebir y planificar sus clases tienen en cuenta las diferentes formas que desde el propio proceso de enseñanza-aprendizaje pueden ser utilizadas para lograr las relaciones interdisciplinarias, de manera que se contribuya a ir logrando paulatinamente un alumno cada vez mas reflexivo, crítico, que se sienta comprometido y muestre interés por el estudio, por acercarse a todo aquello que para él sea desconocido, lo que hace que el aprendizaje sea cada vez más eficaz y significativo.
Para realizar un análisis de la asignatura donde se quiere utilizar la computadora es importante valorar algunos aspectos, tales como:
I. Orientaciones y estrategias generales definidas en la educación.
El maestro debe conocer la política que se ha trazado la educación en su territorio para incorporar la computadora en la escuela, sus objetivos y perspectivas.
II. Necesidad del sistema propuesto.
La necesidad de usar un software en determinado momento de la asignatura, parte de los problemas no resueltos o parcialmente resueltos en la misma, por ejemplo, la simulación de un proceso no visible en la práctica, o el limitado tiempo con que cuenta una temática para analizar los resultados que el estudiante debe haber calculado previamente, entre otros. En consecuencia, el análisis de este punto se divide en dos momentos. El primero ocurre al analizar, con un enfoque sistémico, los componentes del proceso de enseñanza en la asignatura y sus relaciones internas.
Un segundo momento implica verificar en que medida la computadora puede, ya sea con software de propósito general o con fines maestros, contribuir a resolver estos problemas o algunos de ellos. Para valorar la necesidad de insertar un software en la asignatura pueden realizarse los pasos siguientes:
Ubicación de la asignatura en el plan de estudio
Análisis de los objetivos de la asignatura.
Análisis de los contenidos, métodos y medios de enseñanza que se utilizan en la asignatura sin la computadora.
Definición de los problemas pedagógicos existentes en la asignatura.
Definir el o los temas donde puede insertarse uno o más software.
Caracterizar al grupo de alumnos a quien va dirigido el trabajo. Para ello debe valorarse varios factores como son: la edad del grupo, los conocimiento propedéuticos relacionados con el tema, las posibilidades de lectura e interpretación del grupo, los factores biológicos, psicológicos, pedagógicos, políticos, culturales y sociales que afecten al colectivo, el vocabulario, los objetivos y habilidades a desarrollar con el trabajo de acuerdo con las características del grupo, entre otros.
Evaluación del software educativo con fines docentes
Para resolver el primer problema, el maestro debe estar preparado técnicamente para evaluar la calidad del software que va a presentar a sus alumnos, apoyándose en una metodología técnicamente fundamentada. La misma debe incluir la evaluación de los objetivos del software, la representación del conocimiento, las facilidades que brinda el programa para su manipulación, entre otros.
Para ello proponemos la aplicación de una metodología que presupone un análisis por parte del maestro respecto a la necesidad de inserción de un software en un momento dado del proceso de enseñanza aprendizaje.
Por consiguiente, en el momento de su utilización, el evaluador conoce los objetivos que pretende alcanzar así como las características del grupo de alumnos. La inserción de una aplicación en el proceso docente es tarea del maestro, y sólo él decide si a pesar de las limitaciones de un programa, este puede ser utilizado por sus alumnos, o si por el contrario, pese a las virtudes que brinda el mismo, no satisface los objetivos a alcanzar en la asignatura.
La metodología plantea la evaluación de cuatro objetivos fundamentales: pedagógico, estético, operacional y técnico. Para evaluar un software educativo desde el punto de vista pedagógico el maestro debe revisar la estructura metodológica del mismo, teniendo en cuenta los siguientes parámetros: objetivos del programa, clasificación, contenido que trata, orientaciones que brinda al usuario, potencialidad como medio de enseñanza, estrategia pedagógica asumida y los niveles de complejidad.
La utilización del software educativo en la asignatura Historia de Cuba en la Educación Primaria
El software educativo en la asignatura Historia de Cuba es un medio de enseñanza-aprendizaje con excelentes potencialidades, sin embargo su efectividad en el proceso, a diferencia de lo que algunos piensan, no puede considerarse un acto de magia; el solo hecho de usarlo no significa que los alumnos necesariamente aprendan más, sus resultados dependen de condiciones psicopedagógicas y didácticas en las que el maestro desempeña un papel esencial.
La clase con software educativo en la asignatura Historia de Cuba tiene las siguientes características:
La particularidad que adquiere radica en la vía a seguir para lograr que los alumnos venzan los objetivos que se trace el maestro, lo que conlleva a seleccionar para la clase el software educativo.
Las orientaciones para cumplir las tareas planificadas se ofrecen a los alumnos de forma verbal o escrita durante la clase o en clases anteriores que se hayan impartido en el aula.
Las tareas planificadas contienen un enunciado con las orientaciones mínimas necesarias acerca de la navegación por el software educativo de modo que los alumnos no se pierdan en el hiperentorno. En la medida que se gane en el dominio del software educativo las orientaciones con respecto a la navegación y procesamiento se irán reduciendo.
Las tareas planificadas están en correspondencia con los diferentes niveles de asimilación, son desarrolladoras y diferenciadas.
Concebir la forma de organización de los equipos de trabajo y proyectar los diferentes roles que se le asignarán a los alumnos que comparten la máquina.
El maestro diseñara el modo de evaluar
La computadora y el software educativos como medios de enseñanza resultan un eficiente auxiliar del maestro en la preparación e impartición de las clases ya que contribuyen a una mayor ganancia metodológica y a una racionalización de las actividades del maestro y los alumnos.
Son esgrimidos como argumentos sólidos en la justificación de ellos como medio de enseñanza, partiendo de los beneficios pedagógicos que proporciona su incorporación en la docencia, los siguientes:
Las operaciones automáticas pueden liberar al individuo para acometer tareas conceptuales más importantes.
Los alumnos reciben estímulos importantes al percibir que no deben ser brillantes manipuladores algebraicos para dominar el pensamiento abstracto.
El estudio de los algoritmos subyacentes ayudan a entender la naturaleza de las operaciones.
El permitir al usuario construir operaciones más complejas de las habituales se traduce en el mejor entendimiento conceptual.
Trabajar con la computadora dota al estudio del factor experimental, lo que lleva al establecimiento de conjeturas, ejemplos, simulaciones, etc.
El uso de la computadora, y por ende de los software educativos, permite agrupar una serie de factores presentes en otros medios, pero a la vez agregar otros hasta ahora inalcanzables.
Permite la interactividad con los alumnos. retroalimentándolos y evaluando lo aprendido, a través de ella podemos demostrar el problema como tal.
Facilita las representaciones animadas.
Incide en el desarrollo de las habilidades a través de la ejercitación.
Permite simular procesos complejos.
Reduce el tiempo que se dispone para impartir gran cantidad de conocimientos.
Facilitando un trabajo diferenciado, introduciendo al alumno en el trabajo con los medios computarizados.
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