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Guía para una mejor comprensión del libro de los Hechos de los Apóstoles (página 4)


Partes: 1, 2, 3, 4

Panfilia: Panfilia era un pequeño distrito, al sureste de la provincia de Asia, enclavado entre Cilicia, Licia, Pisidia y el Mar Mediterráneo. Tenía a Perga por capital, y su principal puerto era Atalia. En los Hechos es mencionada en el 2: 10, 13: 13, 14: 24, 15: 38 y 27: 5.

Parmenas: Parmenas fue uno de los siete diáconos, y del cual sólo sabemos su nombre, por lo que se lee en Hechos 6: 5. De prócoro, Nicanor, Timón y Parmenas, solo se sabe que fueron elegidos diacones, que tenían buen testimonio y que estaban llenos del Espirito Santo; claro, cualquier después de esto abunda. La tradición católica, que lo cuenta entre sus mártires nos dice: "fue elegido uno de los siete primeros Diáconos, junto a San Esteban; predicó el evangelio en Asia Menor. Se le dio muerte en Filipos, Macedonia, durante el imperio de Trajano por el año 98".

 Partos: Los partos, eran los habitantes de Partia, y cuyo gentilicio es mencionado una sola vez en la Biblia, en Hechos 2: 9. Fue por motivo del Pentecostés, que se nos dice que había en Jerusalem, personas provenientes de esa región. Partia era la región más al este, de todos los lugares mencionado por Lucas, en el capítulo 2 de Hechos. Ubicada al sur del Mar Caspio, se extendía desde el río Tigris hasta el río Indo; en los días que Lucas hace su narración estaban en continua guerra con los romanos.

Pátara: Pátara, era una ciudad y puerto en Licia, mencionada en Hechos 21: 1, donde Lucas dice: "Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara."  Situada en las proximidades de la desembocadura del río Janto, en esta ciudad se rendía culto al dios Apolo. El puerto de esta ciudad se uso de trasbordo, cuando Pablo y los suyos querían regresar a Judea, en una nave que iba con rumbo a Fenicia.

Pedro: Pedro es la figura más relevante en los primeros 10 capítulos del libro de los Hechos. Fue uno de los doce discípulos de Jesús, y dentro de los doce, junto con Juan y Jacobo o Santiago, el hermano de Juan, formó el círculo más cerrado. Pedro sería natural de Betsaida, era hermano de Andrés, y su padre era llamado Jonás o Juan. Su nombre original era Simón, y Jesús le llamó Pedro, Cefas.

Cuando Jesús fue arrestado, Pedro negó tres veces a su Maestro, pero una vez confirmado en la fe, después de la resurrección de Jesús, Pedro dio testimonio de que estaba dispuesto a afrontar todos los riesgos por sostener el mensaje Evangélico. Fue Pedro el del sermón del día de Pentecostés, el que habló delante del Sanedrín, después de haber curado por medio del poder de Dios al cojo de nacimiento, así como la curación de Eneas, y el de la resurrección de Tabita.

Fue Pedro mandado por Dios a la casa de Cornelio, el centurión romano radicado en Cesarea y que abrió la puerta de los gentiles; pero también fue a Pedro, a quien Pablo tuvo que enfrentar, por medio de la simulación que hizo desviar a Bernabé, como este recuerda en su carta a los Gálatas.

Pedro es el autor de dos epístolas del Nuevo Testamento, las cuales llevan su nombre.

La tradición católica nos dice sobre la muerte de Pedro: "Dionisio, en carta escrita a Timoteo con motivo de la muerte de Pablo, habla de la condena recaída sobre uno y otro apóstol, y se expresa de esta manera: "¡Oh, hermano mío Timoteo! Si hubieses sido testigo de los últimos momentos de estos mártires, hubieras desfallecido de tristeza y de dolor. ¿Cómo oír sin llorar la publicación de aquellas sentencias en las que se decretaba la muerte de Pedro por crucifixión y la de Pablo por degollación? ¡Si hubieses visto como los gentiles y los judíos los maltrataban y lanzaban salivazos sobre sus rostros! Cuando llegó el momento en que deberían separarse para ser conducidos al lugar en que cada uno de ellos había de ser ejecutado, ¡momento verdaderamente terrible!, aquellas dos columnas del mundo fueron maniatadas entre los gemidos y sollozos de los hermanos que estábamos presentes. Entonces dijo Pablo a Pedro: "La paz sea contigo, ¡oh fundamento de todas las Iglesias y pastor universal de las ovejas y corderos de Cristo!". Pedro por su parte respondió a Pablo: "¡Que la paz te acompañe también a ti, predicador de las buenas costumbres, mediador de los justos y conductor de sus almas por los caminos de la salvación!". Una vez que separaron al uno del otro, pues no los mataron en el mismo sitio, yo seguí a mi maestro". Hasta aquí el relato de Dionisio.León y Marcelo refieren que en el momento en que Pedro iba a ser crucificado, el apóstol dijo: "Cuando crucificaron a mi Señor, pusieron su cuerpo sobre la cruz en posición natural, con los pies abajo y la cabeza en lo alto, en esto sus verdugos procedieron acertadamente, porque mi Señor descendió desde el cielo a la tierra; a mí, en cambio, debéis ponerme de manera distinta: con la cabeza abajo y los pies arriba; porque además de que no soy digno de ser crucificado del mismo modo que Él lo fue, yo, que he recibido la gracia de su llamada, voy a subir desde la tierra hasta el cielo; os ruego por tanto que, clavar mis miembros a la cruz, lo hagáis de tal forma que mis pies queden en lo alto y mi cabeza en la parte inferior del madero. Los verdugos tuvieron a bien acceder a este deseo y, en consecuencia, colocaron el cuerpo del santo sobre la cruz de manera que sus pies pudiesen ser clavados separadamente en los extremos del travesaño horizontal superior, y las manos en la parte baja del fuste, cerca del suelo".El público que asistió a este espectáculo, en un momento dado comenzó a amotinarse, a proferir gritos contra Nerón y contra el prefecto, a pedir la muerte de ambos y a intentar la liberación de Pedro; pero éste les suplicó que no impidiesen la consumación de su martirio. Según los relatos de Hegesipo y de Lino, el Señor premió a cuantos llorando de compasión presenciaron la escena terrible, abriendo sus ojos y permitiendo que vieran a Pedro, ya crucificado, rodado de ángeles que tenían en sus manos coronas de rosas y de lirios y a Cristo colocado a la vera del mártir mostrando al apóstol un libro abierto. Hegesipo dice que Pedro al ver junto a sí el libro que Cristo le mostraba, comenzó a leer en voz alta, para que todos lo oyeran, lo que estaba escrito en él, y que lo que leyó fue lo siguiente: "Señor, yo he deseado imitarte; pero no me he considerado digno de ser crucificado en la posición en que a ti te crucificaron; porque tú siempre fuiste recto, excelso, elevado; nosotros, en cambio, somos hijos de aquel primer hombre que hundió su cabeza en la tierra; por eso, ya en nuestra manera de nacer representamos la caída de nuestro primer padre, puesto que nacemos inclinados hacia el suelo, tendiendo a derramarnos sobre él y con una naturaleza de condiciones tan cambiadas y tan propensa a incurrir en errores, que frecuentemente lo que juzgamos correcto en realidad no lo es. Tú, Señor, para mí significas todas las cosas; lo eres todo para mí; fuera de ti, no quiero nada. Mientras viva y sea capaz de razonar y pueda hablar, te diré siempre y con toda mi alma: ¡Gracias, mi Dios!".De la oración que acabamos de transcribir se deduce que fueron dos los motivos por los que este santo apóstol no quiso ser crucificado en la posición normal, en que lo fue Cristo.Tras la visión que hemos referido, considerando san Pedro que los fieles que asistían a su martirio habían sido testigos de aquella glorificadora escena, dio gracias a Dios, encomendó a su misericordia a los creyentes y expiró. Sus discípulos Marcelo y Apuleyo desenclavaron su cuerpo, lo ungieron con variados aromas, y lo sepultaron."

Pentecostés: La fiesta del Pentecostés es mencionada en el libro de los Hechos, en el 2: 1, y el 20: 16. El Comentario Adventista nos dice sobre esta fiesta:

"Pentecostés. Gr. pent'kost'- del adjetivo quincuagésimo", el cual es una referencia a los cincuenta días entre el comienzo de la fiesta de los panes sin levadura y la fiesta de las primicias (fiesta de las semanas o Pentecostés). Hasta donde se sepa, esta palabra griega se usó por primera vez para referirse a la fiesta judía de las semanas en Tobías 2: 1 (escrito c. 200 a. C.) y 2 Macabeos 12: 32 (c, 120 a. C), lo cual indica que se había empleado entre los judíos mucho antes de la era cristiana. La fecha de Pentecostés depende de la fecha de la pascua. El cordero pascual era sacrificado el 14 de Nisán. El 15 de Nisán comenzaba la fiesta de los panes sin levadura, y el 16 se mecía delante del Señor una gavilla de las primicias de la cosecha de cebada (Lev. 23: 5-11). Desde el día 16 se contaban, de acuerdo con el cómputo inclusivo, siete semanas y un día, es decir 50 días, hasta la fiesta de las primicias de la cosecha del trigo, que también se llamaba fiesta de las semanas, debido a las siete semanas que transcurrían (Lev. 23: 15-16). Esta era la fiesta que llegó a conocerse con el nombre de Pentecostés.

De todas las fiestas judías, la de Pentecostés era la que atraía el mayornúmero de peregrinos de tierras lejanas. Los peligros propios de los viajes por mar y tierra a comienzos de la primavera o a fines del otoño (Hech. 27: 9), impedían que vinieran muchos de lugares lejanos para la pascua o para la fiesta de los tabernáculos. Pero la temporada de Pentecostés era favorable, y en ninguna otra fiesta habrían estado presentes en Jerusalén tantos representantes de otras naciones. No había ninguna otra ocasión cuando el don del Espíritu podría producir efectos tan directos, inmediatos y abarcantes. Además, el tipo de ofrendas, que eran principalmente de paz y de consagración, le daban a la ocasión un carácter de gozo. El pan era leudado, lo cual indicaba un nuevo espíritu de liberación y comunión que se manifestaba en medio de los celebrantes mientras se regocijaban juntos. La fiesta de Pentecostés se parecía mucho a una fiesta de cosecha. Hasta Pablo, que poco se interesaba en festividades como éstas (Rom. 14: 5), tenía deseos de celebrar la fiesta de Pentecostés en Jerusalén a pesar de sus viajes misioneros en Asia y Grecia (Hech. 18: 21; 20: 16).

Es interesante recordar que los rabinos, quienes computaron el intervalo entre la primera pascua y la entrega de la ley en el Sinaí, llegaron a la conclusión de que Dios "habló" (expuso con palabras) la ley al pueblo (Exo. 20: 1) en el día que más tarde fue observado como Pentecostés (Talmud, Pesaj 68b). Se cree que por medio de esta tradición la fiesta adquirió una naturaleza conmemorativa.

Pentecostés era un día importante en la vida de los israelitas, y se constituyó en un símbolo apropiado de un día aún más importante, cuando el Espíritu de Dios descendió sobre todos los que estaban preparados para recibirlo.

Perge de Panfilia: Perge, ciudad de Panfilia, es mencionada tres veces en el libro de los Hechos, 13: 13 y 14, y el 14: 25. Fue a esta ciudad que Pablo, Bernabé y Juan Marcos arribaron después de haber salido de Pafos, en Chipe. Fue en esta ciudad que Juan Marcos se separó de los dos evangelistas, y tal vez por su juventud, y pensando en su casa materna se dirigió a la ciudad de Jerusalem. Es de regreso, que Pablo y Bernabé se detienen en esta ciudad, y predican la Palabra.

Perge era la ciudad principal de Panfilia, que no hacía mucho tiempo habiía sido unida a Licia, para formar entre Panfilia y Licia, una provincia romana. Perge estaba a unos doce kilómetro del mar, y a orillas del río Cestro. En ella no había sinagoga, que significa que los judíos que en ella vivían no eran muchos.

Pilato: Véase Poncio Pilato.

Pisidia: Pisidia es mencionada dos veces en los Hechos; primero en el 13 14, donde después de salir de Perge, Pablo llega a Antioquía de Pisidia; y en el 14: 24, cuando pasan por Pisidia, los viajeros llegan a Panfilia.

Era Pisidia una comarca de la provincia de Asia, en el monte Tauro, y que se extendía hasta Frigia y Licaonia. Es muy posible que fuera en esta comarca, que Pablo estuviera en peligro de ladrones, como dice en segunda de Corintios 11: 26.

Pólux: Véase Cástor.

Poncio Pilato: Poncio Pilato, fue el quinto gobernador romano de la provincia de Judea, después que el rey Arquelao fue quitado de su puesto. Fue nombrado en el año 26, y se mantuvo en su puesto hasta el año 36, y fue el juez que condenó a Jesús. Se hizo aborrecible tanto para los judíos, como para los samaritanos. Durante su jefatura se mostró cruel y arbitrario. En Hechos 3: 13, y en el 13: 28 se le designa con el nombre de Pilato, y en el 4: 27, se le llama Poncio Pilato.

Pilato sofocó una revelió de los samaritanos en forma sangrienta, por lo cual esa comunidad se quejó ante el gobernador de Siria, Vitelio, quien lo envió a Roma, en el año 36. Antes de que llegara a Roma, el emperador Tiberio murió, y Calígula lo desterró a Viena, en la Galia. Eusebio en su Historia de la Iglesia, en el libro Segundo: "VII No debemos pasar por alto la tradición según la cual el mismo Pilato de los tiempos del Salvador se vio arrojado en tan grandes desgracias cuando Cayo estaba en el poder (cuya época tratamos anteriormente), que no encontró otra salida fuera de suicidarse y convertirse en ese modo en vengador de sí mismo.

Por lo visto, la justicia divina lo alcanzó en poco tiempo; esto lo relatan también los griegos en las olimpíadas, junto con los acontecimientos de cada época."

Ponto: La región del Ponto, se menciona en Hechos 2: 9, de donde eran algunos judíos que vinieron a Jerusalem, a adorar, por motivo de la fiesta del Pentecostés; y en el 18: 2, para decir que el judío Aquila, era natural de allí. En su primera carta, Pedro la menciona en su introducción.

Ubicada a orillas del mar Negro y al norte de Capadocia, tenía al oeste la provincia de Galacia.

Porcio Festo: Porcio Festo, fue el sucesor de Félix, como procurador romano de la provincia de Judea. Llegó Festo a Judea en el año 60 de nuestra era; y fue ante él que Pablo compareció y apeló al César. Cuando Pablo estuvo ante el rey Agripa y su esposa Berenice, fue por una audiencia que Festo le concedió. Su carácter no era tan cruel y retorcido como el de Félix, pero durante su gobierno, abundaron las sediciones. Su administración duro dos años, durante el cual persiguió a los ladrones que asolaban la provincia.

Pórtico de Salomón: El Pórtico de Salomón, se menciona en Juan 10: 23, donde después de haber formulada la parábola del Buen Pastar, Jesús, que se encontraba en Jerusalem, por motivo de la fiesta de la Dedicación, y siendo invierno, se refugió en él. En el libro de los Hechos, se menciona este portal, el y 3: 11, y en el 5: 12. El Pórtico de Salomón, según Josefo, era una galería, de dos hileras de columnas, de unos 12 metros de altura, que se encontraba en la parte este del Templo. Es posible que llevara este nombre, porque quizá porque tuviera resto del Templo anterior, el del tiempo de Zorobabel.

Es posible que esta galería se reunieran los maestros a enseñar y a discutir sus asuntos.

Priscila: Priscila es el diminutivo de Prisca, y con este nombre se conoce a la esposa de Aquila, el judío del Ponto, el cual con su esposa, eran colaboradores de Pablo. El nombre de estos esposos, es mencionado por primera vez en Hechos 18: 2, cuando Pablo, después de dejar Atenas, llega a Corinto, y se queda a vivir a trabajar con ellos, en el oficio de hacer tiendas.

Es posible que Priscila haya sido una mujer romana, perteneciente a la gens Prisci. Ella con su esposo, navegó junto con Pablo, con dirección a Siria, Hecho 18: 18. Ella y su esposo fueron los que después de oír a Apolos en Éfeso, le enseñaron concernientes al camino del Señor, ya que Apolos solo conocía del bautismo de Juan. Por el saludo que da Pablo, en Primera de Corintios 16: 3, en su casa en Éfeso, se reunía una congregación de cristiano. Estaban al lado de Pablo en Corinto, cuando el Apóstol le escribió su carta a los Romanos.

Prócoro: Prócoro, es uno de los siete diáconos que fueron designados en la iglesia primitiva, y cuyo nombre aparece únicamente en Hechos 6: 5.Aunque las Escrituras guardan silencio sobre su vida y obra, Wikipedia dice de él: "Una tradición más tardía lo asoció con el grupo de los setenta y dos discípulos seguidores de Jesús mencionados en el evangelio de Lucas. Eusebio de Cesarea (siglo IV) solo mencionó los nombres de cinco de los setenta y dos discípulos pero, medio siglo más tarde, Epifanio de Salamina señaló en su escrito Panarion haereses XX que en ese grupo se encontraban incluidos «los Siete» destinados a la atención de las viudas, entre ellos Prócoro.1 Bruce M. Metzger comenta que, dado que el nombre «Prócoro» proviene del griego, es probable que su origen sea helénico y, por lo tanto, improbable que haya pertenecido al grupo de los setenta y dos seguidores de Jesús, cuyo origen más probable sea palestinense.1 El nombre de Prócoro es también recogido en la Crónica Pascual (Chronicon Paschale), del siglo VII y de origen bizantino, como parte de una lista de setenta discípulos, en la que ocupa el lugar 66. Listas similares circularon por las Iglesias orientales, y en otros catálogos en griego y latín atribuidos a Ireneo de Lyon, a Hipólito de Roma, a Doroteo (presbítero de Antioquía), etc. Según diferentes escritos apócrifos, Prócoro habría sido asistente de Juan el Apóstol en su destierro en la isla de Patmos, y como tal es representado a partir del siglo X por los bizantinos.2 Se habría desempeñado como obispo de Nicomedia, en Bitinia, para finalmente sufrir el martirio por la fe en Jesucristo en Antioquía."

Publio: Publio es el nombre del hombre principal de la isla de Malta, y en cuya casa se hospedo Pablo y sus compañeros, después del naufragio, Hechos 28: 7-9. El padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y disentería, y por el cual oró el Apóstol y fue sanado.

Puerta la Hermosa: Esta puerta del Templo de Jerusalem, se menciona dos veces, en Hechos 3: 2 y 10. Su mención está en relación con un hombre, cojo de nacimiento, que fue curado por Pedro y Juan. Los eruditos bíblicos no están de acuerdo en señalar cual puerta pudo ser, ya que unos dicen que pudo ser la llamad puerta de Susa, al este del Templo, en el muro exterior; mientras otros dice que pudo ser la puerta de Nicanor, que pudo comunicar el atrio de los gentiles con el atrio de las mujeres. También se supone, que la puerta la Hermosa, era la triple puerta que daba al lado sur, y a la que se llegaba por una hermosa escalinata. Sea como sea, no se puede determinar cual puerta era, y donde quedaba.

Puteoli: Puteoli, es mencionada únicamente en Hechos 28: 13, a donde llegaron Pablo y sus compañeros, después de haber salido de Regio. Hoy día, esta ciudad se llama Puzzuoli, y se encuentra en las cercanías de Nápoles y a unos 225 kilómetros al sur de Roma. En los días de Pablo era un puerto importante, ya que él hacían escalas los barcos que venía de Egipto, cargado de trigo; luego fue reemplazado por el puerto de Ostia, en la desembocadura del río Tíber.

Q

Quío: El nombre de esta pequeña isla griega se menciona en Hechos 20: 15, y después de Pablo dejar Troas, donde resucita a Eutico, pasa a Nasón, donde lo recogen sus amigos, de donde pasan juntos a Quío. Quío se encuentra entre Lesbos y Samos. Sabemos que Quío"… es una isla griega en el mar Egeo situada próxima a la costa de Turquía. Tiene una superficie de 842,29 km² (sin incluir islas e islotes próximos)."

R

Regio: En Hechos 28: 13, Lucas dice lo siguiente: " De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli,…" Esto es, saliendo de Siracusa, cuando llegan a Regio, en la costa Suroeste de Italia, la cual esta separada por un estrecho de seis millas de ancho, de Mesina, en Sicilia, de donde Pablo y sus compañeros llegaron, cuando iban camino a Roma, después del naufragio.

Renfán : Este nombre es citado por Esteban, en Hechos 7: 43, donde dice: "Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.

El texto está tomado de Amos 5: 25 y 26, donde se que los padres israelitas, adoraban a este dios falso, al tiempo que hacían sacrificios al verdadero Dios.

Rodas: En Hechos 21: 1 leemos: "Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara." La isla de Rodas, que debe su nombre a la gran cantidad de rosas que en ella crecian, se encuentra a unas 13 millas de a costa suroeste de Asia Menor. Durante las guerras del Peloponeso adquirió mucha importancia, y su fama se debe, a que en ella estuvo el famoso Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo. es la isla griega más extensa del archipiélago del Dodecaneso. Rodas se extiende en dirección NE-SO al sur de la costa turca, frente a la antigua región de Caria, de la que la separa un canal de 15 km de anchura. Tiene una longitud de 78 km, su ancho es de 39 km (entre los cabos Monolithos y Lindos) y una extensión global de 1.398 km². La distancia que la separa de Atenas es de 490 km.

Fue en esta isla donde Pablo y sus compañeros hicieron un trasbordo cuando iba para Fenicia

Rode: Rode es una muchacha que trabaja como portera, en la casa de María, la madre de Juan Marcos, en la ciudad de Jerusalem. En Hechos 12: 13-15, encontramos a esta joven, que en su alegría, en vez de abrirle la puerta a Pedro, que había sido milagrosamente liberado de la prisión, fue a decirles a los allí reunidos que el apóstol se encontraba en la calle.

Roma: Roma, la ciudad que le dio el nombre al imperio de los días del Nuevo Testamento, se menciona múltiple veces en el libro de los Hechos, así como el gentilicio de sus ciudadanos. Aparece por primera vez en Hechos 2: 10, así como el 18: 2, 19: 21 23: 11 y 28: 16. Cuatro veces se nombra el gentilicio en el capítulo 22 así como tres veces en el 16.

Cuando se encontraba en Corinto, Pablo le escribió una carta, carta que puede ser considerada como la más famosa de todas las que escribió.

Wikipedia dice de ella: "En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, fue una de las primeras grandes metrópolis de la Humanidad. Fue el corazón de una de las civilizaciones antiguas más importantes, que influenció la sociedad, la cultura, la lengua, la literatura, el arte, la arquitectura, la filosofía, la religión, el derecho y la forma de vestir de los siglos sucesivos; fue capital del Imperio romano, que extendía sus dominios sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa, y del Estado Pontificio, bajo el mando del poder temporal de los papas."

S

Saduceos: Los saduceos, que al igual que los fariseos se mencionan tanto en los Evangelios, aparecen aquí en Hechos 5: 17.Em Mateo 16: es la primera vez que nos encontramos con saduceos un papel activo propiamente dicho. Como tendremos oportunita de ver mas adelante, los saduceos no eran muy numerosos; pero si eran influyentes. Al igual que los fariseos, no se pueden precisar el tiempo en que surgió como partido o secta, o como grupo, no importa como se les llame. El nombre de saduceos, lo traducen muchos como proveniente de Sadoc, que significa justo. Hay quienes afirman, que su nombre se deriva de Sadoc, uno que fue discípulo de Antígono Sachaeus, en el siglo tercero antes de Cristo, y de quien los judíos decían que descendían estos sectarios. Otros remontan su descendencia hasta el Sumo Sacerdote Sadoc, que ejerció sus funciones en los días de David y de Salomón, y que fue tan útil durante la rebelión de Absalón, y que era hijo de Aquitos.

De la descendencia de este sacadote Sadoc, vamos a encontrar referencia de ellos varios siglos después, por lo cual se deduce que tomaron el monopolio de los altos cargos. Es posible que se mantuvieran por generaciones de generaciones, y que ese nombre fuera conocido en los días de Jesús. Su diferencia teológica, con los fariseos era grande, y se puede decir que eran materialistas. En cuanto a la política, los saduceos se puede decir que eran nacionalistas.

Saduceos y fariseos eran contrarios, ya que los primeros no creían en la Ley Oral, o la Tradición de los Ancianos. También rechazaban la creencia en los Ángeles y en los demonios, por lo cual desmentían la doctrina demoníaca de los fariseos. Tampoco creían en la inmortalidad del alma, pues decían que el alma moría cuando el cuerpo dejaba de existir; tampoco esperaban ninguna recompensa después de la muerte. Como era deístas, no creían en la inspiración de la Palabra de Dios, aunque tenían un fuerte apego a los cinco libros de Moisés. Para los saduceos, la voluntad del hombre era lo que regia la vida y obra de todo ser humano.

En términos filosóficos, los saduceos eran epicúreos; y a pesar de ser la mayoría de ellos sacerdotes, eran incrédulos. Aunque eran un grupo pequeño, eran sumamente poderosos, y en el Sanedrín imponían sus criterios. Ernesto Renán dice de ellos que eran: "odiados del pueblo a causa de sus riquezas."

Estos grupos, fariseos y saduceos, que eran enemigos irreconciliables, lo los que se unirán a otro partido o grupo, y que son los seguidores de Heredes Antipas, para hacer caer a en sus lazos y perderle.

Safira: Safira era la esposa de Ananías, y cuya historia se encuentra en Hechos 5: 1-11. Estos esposos vendieron una heredad, y el dinero de la venta, llevaron una parte a la tesorería de la iglesia, y el esposo se guardó otra parte, diciendo que ese era la cantidad real. Por medio del Espíritu Santo, Pedro increpó a Ananías, el cual murió en el acto, unas tres horas después, preguntada la mujer, también mintió, y Pedro profetizó su muerte, lo cual ocurrió. Al ser interpelada, Safira no confesó su pecado, sino que persistió en el engaño, y por eso murió. El temor se apoderó de toda la congregación.

Salamina: Salamina se menciona de esta manera en Hechos 13: 5: "Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante." Saulo, que está para tomar el nombre de Pablo, Bernabé, que es natural de Chipre, y Juan Marcos, el primo o sobrino de Bernabé, acaban de llegar a Chipre, y entra por el puerto de Salamina, en el extremo oriental de la isla.

La ciudad tenía un comercio floreciente, y en la misma vivían muchos judíos. Es conocida, porque en sus costas, los barcos griegos vencieron a los persas, durante las Guerras Medicas.  

Salmón: Este nombre se lee en Hechos: 27: 7, donde Lucas dice: "Navegando muchos días despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido, porque nos impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón." Como van navegando a sotavento de Creta, es probable que sea el cabo Sidero, que se encuentra en el este de esta isla.

Salomón: Salomón es el hijo y sucesor del rey David, y de Bersabé, constructor del Templo de Jerusalem, autor de varios de los salmos, y de los libros de Proverbios, el Eclesiastés, y el Cantar de los Cantares. Tuvo un reinado de esplendor que duró cuarenta años. En los primeros once capítulos del primer libro de los Reyes, así con en los primero nueve capítulos del segundo libro de las Crónicas.

El nombre de Salomón es mencionado una sola vez en el libro de los Hechos, 7: 45, cuando Esteban dice que Salomón le edificó una casa a Dios; pero el Pórtico que llevaba su nombre, se menciona en el 3: 11, y 5: 12.

Samaria: Samaria fue la capital del reino de Israel, el reino del Norte, o el de las diez tribus, y fue construida por el rey Omri, primer libro de los Reyes 16: 24. Los habitantes de Samaria, así como los del reino del Sur, eran Israelitas. El ultimo rey de Israel, con capital en Samaria, fue Oseas, durante el cual, Teglat-falasar fue hecho prisionera y las diez tribus llevadas a la cautiva, por el año 722 antes de Cristo, hasta que se perdió su rastro. Luego, la tierra del reino de Israel, o del Norte, fue ocupada por gente traída por el rey de Asiria.

El pueblo que conocemos como los samaritanos, en el Nuevo Testamento, era un pueblo hibrido, que mezclo su propio culto con lo del Dios verdadero; solo aceptaban los libros de Moisés, había erigido su propio templo. En el libro de los Hechos, después de la resurrección, Jesús les dice a sus discípulos, que ellos le iban a ser testigo en Samaria, Hechos 1: 8. Después de la muerte de Esteban, los que huyeron, fueron hasta Samaria, predicando, 8: 1. Simón el Mago, era samaritano, y Felipe, el diacono y evangelista fue hasta Samaria predicando.

En cuanto al territorio que ocupaba Samaria, era la región comprendida entre Judea al sur y Galilea al norte, al oeste del Jordán.

Samos: Samos es mencionada en Hechos 20: 15. Esta es la bitácora que Lucas nos narra: "Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto." Este llegamos, debe ser entendido que somos: Lucas, Pablo, "Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo," por lo que se puede leer en el versículo 4.

Samos es una pequeña isla, situada en la costa de Lidia, a un día de navegación de Quío. Fue en esta isla donde nació Pitágoras, y por donde pasó Pablo, cuando venia de regreso de su tercer y ultimo viaje misionero.

Wikipedia dice de ella: "La isla de Samos (en griego S?µ??, Samos) es una isla de Grecia perteneciente al grupo de las islas Espóradas Orientales. Está localizada en aguas del mar Egeo, muy próximo a la costa de Asia menor, al sur de la isla de Quíos y al norte de la isla de Patmos y del archipiélago del Dodecaneso. En 2001 contaba con una población de 33 814 habitantes.

La superficie de la isla es de 477,39 km² y tiene una longitud de 43 km y 13 de ancho. De considerable extensión, Samos está recorrida por ásperos relieves montañosos (la altura máxima es el monte Kerkis 1 434 m). A lo largo de las costas, en general escarpadas y poco seguidas, se abren llanuras. La isla de Samos está separada de la parte continental por un estrecho de apenas 1,8 km de la costa anatólica y del cabo Mícala."

Samotracia: En Hechos 16: 11 se lee: "Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis." Los que "vinimos", en este versículo son: Pablo, Silas, Lucas y Timoteo.

Samotracia  es una pequeña isla de Grecia localizada en el norte del mar Egeo. Se ubica en el distrito de Evros, en la provincia de Macedonia Oriental y Tracia. Está unos pocos kilómetros al oeste de la frontera marítima entre Grecia y Turquía. La extensión de la isla es 178 km². En el viaje de Pablo y los suyos, Samotracia está a mitad del camino entre Troas y Neápolis.

Esta isla era conocida porque en ella se celebraban los misterios de Ceres y Proserpina, así como los de Los Cabiri, siendo eso por lo cual era tenida como una isla sagrada, a donde venía peregrino de todo el mundo conocido; también era un lugar de refugio de los fugitivos.

Samuel: Dos veces se menciona el nombre del profeta Samuel en el libro de los Hechos, el 3: 24, por Pedro; y en el 13: 20, por Pablo, en la sinagoga, en Antioquía de Pisidia. Pablo dice que Samuel fue el último de los jueces de Israel, y Pedro dice en cierto sentido, que los profetas comienzan con él.

La historia de Samuel se puede leer, en el primer libro de Samuel, iniciando en el capítulo primero, hasta el capítulo 25, el primer versículo, donde se dice que murió.

Es posible que en los días de Pedro, se creyera que las profecías se iniciaban con Samuel, ya que el Rabí Judá-ha-Nasi, quien redactó la Mishnah en el siglo tercero de nuestro era, dice que Samuel era el mayor de los profetas.

Sarón: El valle del Sarón, tan celebrado en el Cantar de los Cantares, 2: 1, y en Isaías 35: 2, es mencionado en Hechos 9: 35. Por la cercanía la ciudad de Lida, con algún pueblo del valle del Sarón que no conocemos, se supo de la curación milagrosa de Eneas, y las personas de este valle se convirtieron al Señor.

El valle del Sarón se encuentra enclavado en las montañas del centro de Palestina y el Mar Mediterráneo.

Saúl hijo de Cis: El nombre de Saúl, el hijo de Cis y primer rey de Israel, es mencionado una sola vez en el Nuevo Testamento, en Hechos 13: 21, Su nombre es citado por Pablo, en un sermón que dio un Sábado, en la sinagoga de Antioquía de Pisidia. En la cita, Pablo dice que Saúl reinó cuarenta años, y que una vez quitado, Dios le levantó a David.

Fue Saúl ungido rey por el profeta Samuel, y después de un reinado de altibajos, fue muerto, junto con sus hijos, en el monte de Gilboa. La historia de este rey se puede leer en el primer libro de Samuel, capítulos 9 hasta el 31.

Saulo: Véase Pablo.

Segundo: Segundo es un compañero de Pablo, natural de Tesalónica, que es mencionado en Hechos 20: 4. Este, con otros compañeros, espero a Pablo y a Lucas en Troas, ya que quería llegar a Jerusalem, donde espera estar para la fiesta de Pentescotés.

Seleucia: En Hechos 13: 4, Bernabé, Saulo y Juan Marcos, son enviado por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, para desde allí navegar a Chipre, en el primer viaje misionero. Era Seleucia, una ciudad y un puerto, en la desembocadura del río Oronte, y que distaba unos 25 kilómetro de Antioquía de Siria, y que le servía de puerto.

Fue fundada la ciudad por Seleuco Nicanor, el general de Alejandro Magno. Para distinguir a esta ciudad de otras con el mismo nombre, se le llamaba, Seleucia Pieria, Seleucia junto al mar; el fundador de la ciudad, así como del imperio seleúsida, fue enterrado en esta ciudad.

Sergio Paulo: Sergio Paula era el procónsul romano en la isla de Chipre, con asiento en la ciudad de Pafos. Cuando Bernabé y Saulo llegaron a la isla, en el primer viaje misionero, Hechos 13: 4-9. El tenía cerca de sí a un mago llamado Bargesús, que también es Elimas, el cual se oponía que el procónsul recibiera el Evangelio. Saulo reprendió al mago, el cual quedó ciego, y Sergio acepto la verdad.

En el versículo 9 del capítulo 13, Saulo comienza ser llamado Pablo; no falta quien diga que él tomó este nombre de Sergio Paulo, su primer converso; también los judíos acostumbraban a tomar nombres latinos o griegos, cuando estaban fuera de su tierra.

Sidón: El nombre de la ciudad fenicia de Sidón aparece en el libro de los Hechos dos veces, en el 12: 20, donde se dice que Herodes Agripa el Grande o Primero, estaba enojado con los de Sidón, y en el 27: 3, donde la nave adramitena en que Pablo era conducido a Roma, se detuvo en el puerto de Sidón.

Sidón, se menciona siempre junto con Tiro las dos ciudades fenicias más celebres. Situada en la costa oriental del Mediterráneo, a veinte millas al norte de Tiro, y doce al norte de Jerusalem, es junto con Damasco, una de las ciudades más antigua del mundo. En los días de Salomón, los sidonios fueron de gran ayuda en la construcción del Templo de Jerusalem. Después de la muerte de Esteban, el Evangelio fue llevado a Fenicia, Hechos 11: 19; pero mucho antes, muchos tirios y sidonios escuchaban a Jesús, Marcos 3: 7 y 8.

Silas: Silas fue uno de los pilares de la iglesia de Jerusalem, y el cual, junto con Judas Barsabás, acompañó a Pablo y a Bernabé a Antioquía de Siria, se dice que era profeta. Hechos 15: 22-40. Estuvo con Pablo en Filipos, donde fue encarcela y sometido a vejaciones. Mientras Pablo iba a Atenas, Silas estuvo con Timoteo en Berea, de donde fueron a Macedonia.

Como Silas es un apocope de Silvano, este nombre aparece encabezando junto a Pablo las dos epístolas que se le dirigen a los Tesalonicenses, así como la segunda a los Corintios, eso lo hace coautor de las mismas. Estaba junto a Pedro, cuando este escribía su primera carta, y la persona encargada de llevarla a su destino.

Simón: En el Nuevo Testamento se menciona once personas que llevan el nombre de Simón, de los cuales, el libro de los Hechos solo hace mención de de, 1) Simón Pedro, 2) Simón el zelote, 3) Simón el curtidor, 4) Simón el Mago, 5) Simón Níger.

Simón el curtidor: Este Simón, que tenía por oficio, el ser curtidor de pieles, vivía en la ciudad de Jope, y en la casa del cual se quedó Simón Pedro a morar, Hechos 9: 43. Fue estando en la casa de este curtidor, que el Señor le dio a Pedro la visión, en la cual veía que descendía del cielo un manto, en el cual había toda suerte de animales, y oía una voz que le ordenaba: "Levántate, Pedro, mata y come."

En el capítulo 10 de los Hechos, encontramos que un ángel del Señor le dice a Cornelio, que mande por Simón Pedro, que vive en la casa de Simón el curtidor.

Simón el mago: Simón el Mago, natural de Samaria, el cual oyó el Evangelio cuando Felipe el diacono, llamado también el evangelista predico allí el mensaje. Cuando Pedro y Juan fueron a Samaria, para confirmar la fe de los santos, Simón vio como los creyentes recibían el poder del Espíritu Santo por la imposición de las manos de Pedro, y es entonces cuando este ofrece dinero, para que a él se le confiera también esta potestad. Pedro le reprendió duramente, como podemos leer en Hechos 8: 5-25.

En el libro Segundo de Eusebio se lee: "Acerca de Simón el mago

XIII 1. No obstante, como fuera que la fe en nuestro Salvador y Señor Jesucristo se divulgaba ya entre todos los hombres, el Enemigo de la salvación de los hombres condujo a Simón (al que ya mencionamos anteriormente) a la ciudad imperial, con la intención de apresarle de antemano. Y de este modo, apoyando a ese hombre en sus hábiles encantamientos, consiguió apoderarse para el extravío de muchos habitantes de Roma.

2. Justino, que fue persona notable de nuestra doctrina poco después de los apóstoles, también muestra este hecho. A este autor lo iremos citando cuando sea preciso. En su primera Apología, dirigida a Antonio, escribe lo siguiente en defensa de nuestras creencias:

3. «Después de la ascensión del Señor al cielo, los demonios compelían a algunos hombres a llamarse a sí mismos dioses, y a éstos no sólo no perseguiste sino que han sido tenidos por dignos de veneración. Cierto Simón, samaritano, de la aldea llamada Gibón, realizaba, en tiempos del césar Claudio, milagros mágicos por arte de los demonios que operaban en él; fue considerado dios en Roma, nuestra ciudad real, y como tal fue honrado entre vosotros con una estatua en el río Tíber entre los dos puentes, con la siguiente inscripcién en latín: "SIMONI DEO SANCTO", lo que significa: A Simón, el dios santo.

4. »Y casi todos los samaritanos, e incluso algunos de otros pueblos, le reconocen y adoran como el primer Dios. También decían que una tal Elena, que por entonces iba con él, aunque anteriormente había estado en un prostíbulo —en Tiro de Fenicia— era el Primer Pensamiento producido por él».

5. Esto es lo que expone Justino, y con él está de acuerdo Ireneo en su primer libro Contra las herejías, donde describe a este hombre junto con su enseñanza sacrílega y malvada. Sería excesivo referirla en la presente obra, cuando todos los interesados en el origen, las vidas y los falsos principios de los heresiarcas que le siguieron, juntamente con sus formas de actuar, pueden encontrarlos en el libro de Ireneo que ya hemos mencionado.

6. Así pues, la tradición ha llegado hasta nosotros según la cual Simón fue el primer iniciador de toda herejía. Y desde él mismo hasta nuestros días, cuantos toman parte en sus herejías y fingen la filosofía de los cristianos, sensata y conocida por todos por su máxima pureza de vida, no se aferran menos que antes a la superstición idolátrica de la que se creían libres; pues se inclinan ante escritos e imágenes de Simón y de la mencionada Elena que andaba con él; además se dedican a prestarles culto con incienso, sacrificios y libaciones.

7. En cuanto a sus obras más secretas, se dice que quien las escucha por primera vez queda horrorizado; y, según un escrito que corre entre ellos, ciertamente están repletas de espanto, de extravío mental y locura y tan terribles son, que no sólo no es posible consignarlas por escrito, sino que un hombre sobrio no puede mencionarlas con sus propios labios, debido a su exagerada obscenidad y sus perversas obras.

8. De modo que cualquier cosa vergonzosa e infame que se pueda imaginar es claramente superada por la repugnante herejía que profesan estos hombres, que abusan de mujeres dignas de misericordia y ciertamente oprimidas por todo tipo de males."

Simón Níger: se hace mención de él en Hechos 13: 1, cuado se dice: " Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo."

Simón Pedro: Véase Pedro.

Simón el zelote : Era Simón uno de los discípulos del Señor, y que por el apellido del zelote, debió de pertenecer al grupo de judíos que se oponían con las armas a la dominación romana, así como su celo por la Ley de Moisés. Su nombre solo es citado en las listas de los Apóstoles, Mateo 10: 4, Marcos 3: 18, Lucas 6: 15 y Hechos 1: 13.

La tradición católica dice de él;

"En el día de Pentecostés, cuando el Santo Espíritu descendió sobre los Apóstoles en forma de lenguas de fuego, ellos recibieron el don de la palabra que les permitió predicar el Evangelio a todas las naciones. Al recibir el Espíritu Santo junto a los demás, Simón salió a predicar a Cristo por diversas tierras, pasando por Egipto, Mauritania, Libia, Numidia, Cirenia y Abjacia. En este último lugar, en una región que está en la orilla nororiental del Mar Negro, él iluminó con la fe de Cristo a numerosos paganos. También fue a Bretaña, donde iluminó a muchos descreyentes con la luz del Evangelio. Allí fue crucificado y enterrado por idólatras. Esta es una de las más antiguas tradiciones, de la cual su principal autoridad es San Doroteo, obispo de Caza (300 d.C.). San Nicéforo, Patriarca de Constantinopla, un respetado historiador por derecho propio (758-829), también confirma su visita a Gran Bretaña.

Otras tradiciones señalan que el Apóstol estuvo en Persia, con San Judas, con quien fue martirizado. Sin embargo, otros afirman que San Simón el Zelote fue enterrado en la ciudad de Nicosia, cerca de Zhiguencia. Los lugareños señalan que este lugar está a unas trece millas de Sujumi, no lejos de la costa del Mar Negro."

Sinagoga: La palabra sinagoga es menciona en los cuatro Evangelios, y en el libro de los Hechos se menciona unas veintidós veces. Iniciando en el Hechos 6: 9, hasta Hechos 26: 11, encontramos que este local es el centro de reunión de los judíos y de sus prosélitos, utilizado por celebrar su culto. Es posible que hayan surgido en Babilonia, en los días de la cautividad.

Las sinagogas solo podían ser erigidas en los lugares donde hubiera por lo menos diez hombres de edad, piadosos e instruidos. Se debían construir en un lugar elevado de la ciudad, pues de lo contrario, esa ciudad estaba a punto de ser destruida. Era también recomendable construirla cerca del agua. No importa en que lugar del mundo estuviera la sinagoga, los concurrentes se sentaban de cara al Templo de Jerusalem, y debía tener una lámpara encendida continuamente. También eran usadas como tribunales de justicia, que en ese caso era conocido por el Consejo de los Tres.

Alfred Edersheim, nos dice en su libro: Usos y Costumbres de los Judíos, el los tiempos de Cristo, lo siguiente: "Era usual tener servicio en las sinagogas no sólo los sábados y días festivos, sino también en los días segundo y quinto de la semana (lunes y jueves), cuando los campesinos acudían al mercado y cuando también el Sanedrín tenía audiencia para resolver de causas menores."

En Jerusalem, según Josefo, en Jerusalem había unas 460 y 480 sinagogas, aunque se cree que la suma es elevada.

Sinagoga de los Libertos: En Hechos 6: 9, encontramos a Esteban disputando con unos miembros de la Sinagoga de los Libertos, en Jerusalem, así con un grupo de Cirene, Alejandría, Cilicia y de Asia. Lo primero que se debe decir, es que un liberto, es un ex esclavo, una persona que ha recibido la libertad; así es que posiblemente estos libertos hayan sido judíos liberados por el imperio romano, y por que no, descendientes de los judíos que en el año 63 antes de Cristo, Pompeyo llevó cautivo a Roma. Según Josefo, en Jerusalem había 480 sinagogas.

Sinaí: El Monte Sinaí es el mismo que el Monte de Horeb. Dos veces, aparece la mención del Monte Sinaí en el libro de los Hechos, en el 7: 30 y 38, ambas por Esteban. Fue en el Monte Sinaí, en medio de una zarza ardiente, que el Eterno se le apareció a Moisés, Éxodo 3: 2. Fue en ese mismo Monte, que Dios le dio a Moisés los Diez Mandamiento, Éxodo 34: 29. Este monte se encuentra en la Arabia Pétrea, en la península del mismo nombre, al nordeste de Egipto, en Asia, y cuyas costas están bañadas por los golfos del Mar Rojo.

Wikipedia nos dice: "Desde la época de Santa Helena ha sido identificado con Jabal Musa, o Gebel Musa, nombre árabe que significa monte Moisés. El monte Sinaí es célebre por su gran importancia en el libro bíblico del Éxodo. Si el actual Gebel Musa es el bíblico monte Sinaí sigue siendo causa de gran controversia religiosa y entre los estudiosos. En la Torá, el monte Sinaí es también llamado monte Horeb: con este nombre es citado en libro de Reyes como destino de Elías en su huida (Reyes I 11:19:1 – 11:19:18;. También es conocido como el monte de Yahveh. Los eruditos hebreos han asegurado largamente que la localización exacta del monte Sinaí era desconocida, dando la razón de que su localización era situada en tierra incógnita. La posición de la montaña fue evidentemente olvidada posteriormente. El posicionarlo en Jebel Musa lo hicieron dos monjes que anunciaron haber encontrado la "zarza ardiente" de Moisés, cerca de 300 ddC. Esta zarza está situada, según la tradición, en el monasterio de Santa Catalina, Egipto. La creencia del lugar del monte Sinaí ha perdurado 1700 años y se ha convertido en parte de la tradición. El lugar bíblico real, sin embargo, es todavía incierto."

Siquem: En el Nuevo Testamento, Siquem es mencionado tres veces, y dos se encuentran en Hechos 7: 16, por Esteban, quien dice: "…los cuales fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que a precio de dinero compró Abraham de los hijos de Hamor en Siquem." En Juan 4: 5, se le llama Sicar.

Cuando Jacob volvió de estar con su tío Labán, compró esta tierra a los hijos de Hamor, Génesis 33: 18-20: "Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad. Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas. Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel."

Cuando los hijos de Israel salieron de Egipto, llevaron consigo los restos de José, Éxodo 13: 19: "Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros". Existía una tradición, de que los restos de los patriarcas, hijos de Jacob, también fueron llevado a Siquem, y que Jerónimo dice que se identifican esas tumbas.

Siracusa: Siracusa es una ciudad y un puerto en la isla de Sicilia. De ella se hace mención en Hechos 28: 12. Era Siracusa la ciudad principal d Sicilia, situada en la costa sureste de la isla. Después del naufragio en la isla de Malta, al primer puerto que llegaron los viajeros, en la nave alejandrina que lo conducía hacia Roma, fue Siracusa, donde pasaron tres días.

Siracusa fue fundada como colonia de Corinto, en el año 734 A.C. La ciudad que tenía una circunferencia de 22 millas, estaba divida en unos cinco distritos, siendo cada distrito una ciudad por separada. Era la cuna de nacimiento de Arquímedes.

Siria: En el libro de los Hechos se menciona cinco veces el nombre de Siria, y siempre se hace referencia a Siria de Damasco, Hechos 15: 23, y 41, 18: 18, 20: 3, 21: 3. En los días del Nuevo Testamento, las ciudades principales de esta provincia romana, eran Antioquia y Damasco, por lo cual, fue en Siria, donde a los seguidores de Cristo se les llamó cristianos por primera vez, Hecho 11: 26.

En los días de Pablo, Siria era el territorio que tenía al oeste y al noroeste, el Mar Mediterráneo y los montes Taurus, que los separaba de Cilicia, al este tenía como límite al río Eufrates, y al sur, el desierto de Arabia y Judea.

Sirte: En Hechos 27: 16 y 17 se puede leer; "Y habiendo corrido a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife. Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva." El Comentario Bíblico Adventista nos da esta explicación: "Sirte. Gr. súrtis, nombre del brazo oriental del gran golfo que penetra en la costa norte del continente africano, y que hoy día se conoce como la Gran Sirte [actual golfo de Sidra, [Libia], para distinguirlo de la Pequeña Sirte [actual golfo de Gabes, Túnez], el brazo occidental del mismo golfo. Las aguas de ambos golfos son de poca profundidad y ocultan bancos de arena que se han convertido en la tumba de innumerable; buques desde los comienzos de la navegación. La nave de Pablo era llevada en dirección de la Gran Sirte por el viento." 

Sópater: Sópater, este era un cristiano de Berea, que es mencionado en Hechos 20: 4, y que forma parte de una delegación que acompaña a Pablo, cuando este sale de Grecia, y quiere ir a la provincia de Asia: "Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo."

En Romanos 16: 21, se dice que era pariente de Pablo, y estaba con él en Corinto.

Sóstenes: Sostenes era el principal de la sinagoga de Corinto, y posiblemente el que estuvo al frente de la turba que quería linchar a Pablo, y el jefe de los que le llevó frente al procónsul Galión. La querella presentada por Sóstenes fue desestimada, y los griegos lo tomaron y comenzaron a golpearle, y el procónsul se quedó indiferente.

En primera a Corintios 1: 1, aparece el nombre de Sóstenes, como coautor de esta epístola. Como esta carta fue escrita desde Éfeso, no es de extrañar, si este Sóstenes, perseguidor de Pablo, se convirtió al Evangelio, como lo había hecho el mismo que él quería llevar a juicio.

Sotavento: Esta palabra, propia de la navegación, se menciona tres veces en los Hechos: 27: 4, 7 y 16. Es un término marino que indica el sentido señalado por los vientos dominantes (tomado como referencia un lugar, parte hacia donde va el viento) y que es contrario a barlovento, (parte por donde se va el viento). 

Cuando se va a sotavento, se va a espalda del viento; en cambio que barlovento, es encontrarse con el viento de frente.

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Tabernáculo del Testimonio: La palabra Tabernáculo, que se puede leer veinte veces en el Nuevo Testamento, en una sola ocasión se designa como Tabernáculo del Testimonio, y es en Hechos 7: 44, cuando es designado con éste nombre por Esteban.

Un tabernáculo, es una tienda de campaña, un pabellón, una habitación temporal. Cuando en el Antiguo Testamento se nombra el Tabernáculo, es para designar en lugar donde el pueblo de Israel practicaba su culto al verdadero Dios. Comentando Éxodo 29: 9, el Comentario Bíblico Adventista dice:

"En el monte, Moisés vio "una representación en miniatura" del santuariocelestial (PP 356; Hech. 7: 44; Heb. 8: 5), del "verdadero tabernáculo" (Heb. 8: 2). Se dice que el santuario terrenal era "figura" de las cosas celestiales" (Heb. 9: 23, 24), porque fue hecho "conforme al modelo" que le fue mostrado a Moisés (Heb. 8: 5). Era una "copia" del gran "original" del cielo (CS 466). En visión, Juan entró en el santuario celestial (Apoc. 15: 5), donde vio el arca (Apoc. 11: 19), el altar del incienso (Apoc. 8: 3-5), y posiblemente el candelero (Apoc. 1: 12; 11: 4). Por lo tanto, tenemos "pruebas indiscutibles de la existencia de un santuario en los cielos" donde el Rey del universo tiene su trono (CS 467) y donde Cristo ministra como nuestro gran Sumo Sacerdote (Heb. 8: 1, 2).

Sin embargo es inútil especular en cuanto a las dimensiones, la apariencia exacta o la disposición precisa del santuario celestial, porque "ningún edificio terrenal podría representar la grandeza ni la gloria de ese templo"(PP 370, 371). El hombre fue hecho "a la imagen de Dios" (Gén. 1: 27), pero sólo Cristo es "la imagen misma de su sustancia" (Heb. 1: 3). Lo finito apenas si puede asemejarse a lo infinito. A Moisés no se le mostró el santuario celestial mismo, sino una representación de él. El santuario terrenal fue trazado según el modelo celestial, puesto que constituía una vívida representación de los diversos aspectos del ministerio de Cristo en favor del hombre caído (PP 370, 371). Debiéramos centrar nuestra atención en lo que allí está haciendo por nosotros, como lo hace Pablo en Hebreos (Heb. 3: 1; 10: 12, 19-22; etc.).

Al igual que el santuario terrenal, el santuario celestial fue establecido para hacer frente al problema del pecado. Cristo comenzó su obra mediadora luego de su resurrección y antes de que ascendiera 40 días más tarde (DTG 758). Estaba preparado para asumir su ministerio sacerdotal por haber obtenido la redención para nosotros mediante su sangre (Heb. 9: 12).

Salomón sabía que aunque su templo era más grande y más hermoso que el tabernáculo del desierto, no podría contener a Dios (1 Rey, 8: 27). Y sin embargo Dios lo reconoció como su casa (Isa. 56: 7), como también lo hizo más tarde con el templo de Herodes (Mat. 21: 13). Dios, que habita "en la altura y en la santidad", también está dispuesto a morar "con el quebrantado y humilde de espíritu" (Isa. 57: 15)."

Tabita: Tabita es el nombre arameo, que tiene el equivalente griego de Dorcas, y que traduce por gacela, su historia la cuenta Lucas, en Hechos 9: 36-43. Era Tabita una discípula de la ciudad de Jope, cuya caridad se había extendido hasta Lida, la cual enfermó y murió. Tantas eran las obras de caridad de esta hermana, que los hermanos enviaron por Pedro, quien se encontraba en Lida, y que había curado a Eneas, para que orara por esta buena mujer. El apóstol, de rodillas oró a Dios, y ella volvió a la vida.

Tarso: El nombre de Tarso, la ciudad natal de Saulo, quien luego se llamara Pablo, es nombrado cinco veces en el libro de los Hechos, iniciando en el 9: 11 30. 11: 25, 21: 39 y 23: 3.

Tarso era la ciudad principal, la metrópolis de Cilicia, en el sudeste de Asía Menor, cerca del Mediterráneo, y a orillas del río Cidno. En la época de su esplendor, llegó a rivalizar con Atenas y Alejandría, en cuanto al cultivo de la literatura y de la filosofía; también tenía una escuela de medicina. El emperador Octavio Augusto, la hizo una ciudad libre, por lo cual tenía sus propios magistrados y sus propias leyes, y no estaba sujeta a tributo.

La actual ciudad de Tarso, en Turquía, se encuentra a unos 15 kilómetros del mar, debido a la sedimentación y a los bancos de arena.

Telemaida: El nombre de esta ciudad es mencionado en Hechos 21: 7, donde Lucas que estaba presente en la navegación dice: "Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día." Esta es la moderna ciudad de San Juan de Acre, y en los días de Pablo se encontraba situada entre Tiro y Cesarea.

Teófilo: El nombre de Teófilo, aparece en el primer versículo de Lucas 1, así con el primer versículo de Hechos 1. Fue él a quien Lucas le dedica tanto su Evangelio, como su tratado de los Hechos. Por la designación que tiene de excelentísimo, es posible que haya sido un gobernador o un juez. Por que dice Lucas, al inicio de su Evangelio, era un converso, pues lo que se escribe, es tocante a las cosas en la que él había sido instruido. No se tiene idea de quien fuera este personaje.

Tértulo: Tértulo es mencionado en Hechos 24, en los dos primeros versículos, pero Lucas registra un discurso suyo, que va del versículo 2 hasta el 8. Los servicios de Tértulo como abogado, fueron usados por el sumo sacerdote Ananías y por los ancianos judíos, en contra de Pablo, delante de gobernado Félix.

Aunque el nombre de este abogado es latino, por la forma que usa los verbos en primera persona, es posible que sea un prosélito del judaísmo

Tesalónica: En Hechos 17: 1, leemos que Lucas dice de Pablo de de Silas, después de haber salido de Filipos: "Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos." Tesalónica se encontraba a 60 kilómetros de Apolonia, y 43 de Pella. Se hallaba en la Vía Egnatia, que la unía con Roma, así como toda la región norte del mar Egeo. Antes de tener este nombre se llamaba Thermas, por las aguas calientes que había en su cercanía. Era la ciudad puerto de Macedonia, en el golfo Thermaico. La ciudad antigua, Thermas, fue agrandada por Filipo, el padre de Alejandro, y luego por Casandro, quien le puso el nombre de Tesalónica, en honor de su esposa Tesalónica, que era hija de Filipo y hermana de Alejandro Magno.

La ciudad estaba habitada por griegos, romanos y judíos. Fue tan grande la presencia judía en esta ciudad, que en el siglo X1X, Ernesto Renán consigno, que en esa región todavía se observaba el Sábado. Fue en la sinagoga de los judíos, que Pablo disputó con ellos por tres Sábados consecutivos, pero estos se negaron a recibir el mensaje, y a confirmar con las Escrituras, lo que Pablo les decía sobre Jesús. Los que dice Lucas, en Hechos 17: 11, sobre los Bereanos, es un reproche a la ignorancia supina que los judíos de Tesalónica mostraron.

A los cristianos de esta ciudad, fue a los que Pablo le escribió dos de sus cartas, mientras se encontraba en Corinto, entre los años 52 y 53, siendo la primera epístola a los Tesalonicenses, posiblemente el primer escrito del Nuevo Testamento.

Teudas: Teudas es mencionado por Gamaliel en Hechos 5: 36.

Aunque Rand en su Diccionario dice que no se debe confundir éste Teudas con el que menciona Josefo, Eusebio nos dice en el libro Segundo de su Historia: Acerca del impostor Teudas

XI 1. Como sea que Lucas, en los Hechos, presenta a Gamaliel, el cual, hallándose en la discusión acerca de los apóstoles, dijo que en el tiempo indicado se levantó Teudas diciendo que era alguien, pero que cuando él fue derribado también los que habían sido convertidos por él se esparcieron, merece la pena que lo comparemos con los escritos de Josefo, pues en la obra que acabamos de mencionar refiere los mismos hechos del siguiente modo:

2. «En tiempos de Fado, procurador de Judea, un impostor, llamado Teudas convenció a una gran muchedumbre para que, tras tomar sus posesiones, le siguieran hasta el río Jordán, porque él afirmaba ser profeta y que separaría el río (con sólo ordenarlo) para hacerles un paso fácil. Hablando de este modo embarcó a muchos.

3. »Pero Fado no permitió que gozaran de su locura, sino que les envió un escuadrón de caballería que, cayendo sobre ellos sin previo aviso, a muchos matan y a otros tomaron vivos, mientras que al propio Teudas, tras atraparlo vivo, le cortaron la cabeza y la llevaron a Jerusalén.»"

Tiatira: Tiatira se menciona una vez en Hechos 16: 14, y tres veces en el Apocalipsis. En los Hechos se dice que Lidia, una vendedora de púrpura, que vivía en la ciudad de Filipos, era de esa ciudad. Tiatira se encontraba en los confines de Lidia y de Misia, sobre el río Lico, en la provincia romana de Asia. La ciudad fue fundada por Seleuco Nicanor, después de la muerte de Alejandro Magno.

La ciudad era famosa por sus tintorerías, siendo en este arte, rival de Tiro y de Mileto. El Testigo Fiel le envía la cuarta de sus cartas a esta iglesia, y le reprocha el tener en medio de ella a una falsa profetisa, que se llama Jezabel.

Timón: Timón es el nombre de uno de los siete diáconos que fueron elegidos para servir en la mesa, según Hechos 6: 5. Fuera de esa mención de su nombre, las Escrituras guardan silencio. La tradición católica de de él: "Después de ocuparse un tiempo con san Esteban protodiácono al ministerio de los pobres, fue enviado a continuar su apostolado primero a Berea y luego a Corinto, donde su vida ejemplar dedicada a ayudar a los más necesitados y su predicación para difundir este espíritu, dio lugar a numerosas conversiones. Tanto los judíos como los griegos estaban celosos del auge que tomaba la nueva religión, por lo que se confabularon para detener a Timón y acabar con él. Haciendo, pues, un simulacro de juicio, lo condenaron a morir en la hoguera. Salió el santo milagrosamente ileso, y como estaban empeñados en deshacerse de él a cualquier precio, lo clavaron en una cruz. Mientras padecía el suplicio, daba gracias a Dios por haberle concedido la gracia de morir como su maestro."

Timoteo: Timoteo, cuyo nombre aparece por primera vez en Hechos 16: 1, y cuyo nombre significa: honrando a Dios, es uno de los más fieles discípulos de Pablo. Era hijo de una mujer judía Eunice, y de quien, junto a su abuelo Loida, recibió una solidad instrucción en la fe de sus mayores; su padre era griego. Era natural de la region de Lacaonia, posiblemente de Listra o de Derbe. Por lo que leemos en Hechos 17: 4, 19: 22 y 20: 4, anduvo en compañía de Silas, de Erasto y de Gayo. Pablo lo envió a la iglesia de Corinto, primera a los Corintios 4: 17.

Timoteo aparece firmando junto a Pablo la segunda carta enviada a los Corintios, así como la carta a los Filipenses, y las dos cartas a los Tesalonicenses, y la carta personal a Filemón. A él le escribió dos cartas, las cuales llevan su nombre. Por su nombre aparecer junto a Pablo en la carta a los Filipenses, es muy posible que estuviera preso con él en Roma, y esto es así, pues en el versículo 23, del capítulo 13 de la epístola a los Hebreos, se dice que ya estaba en libertad.

"Por los datos que brinda el historiador Eusebio (270-338), fue el propio san Pablo quien nombró a Timoteo obispo de Éfeso. Un historiador posterior, san Juan Crisóstomo (350-407), afirma que Timoteo llegó a ser el presidente de todos los obispos de aquella región. Por estas fuentes sabemos también que, hacia el año 96, siendo emperador de Roma Domiciano (51-96), Timoteo se empecinó en impedir la celebración de una festividad que, a ojos suyos, era un torbellino de placer y corrupción. El vulgo arremetió contra él con piedras y palos, y fue golpeado con saña hasta morir martirizado."

Tíquico: Tíquico, es uno de los compañeros de Pablo, y que su nombre aparece la lista de Hechos 20: 4, junto a los Gayo de Derbe, Timoteo, Sópater, Aristarco y Segundo, cuando el Apóstol, después de pasar tres meses en Grecia, quiere pasar a Asia, pero toma el camino de Macedonia.

Tíquico estuvo con Pablo en Roma, y fue el que llevó la carta que este le escribía a los efectos, como leemos en Efesios 6: 21 y 22: "Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor,  el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones."

También fue Tíquico el que junto a Enésimo, llevó la carta que se le escribió a los hermanos de Colosas: "Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor, el cual he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros corazones, con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber," Colosenses 4: 7-9.  

Por las instrucciones que Pablo le da a Tito, es posible que fuera el que también llevó la carta que fue dirigida a este, y que le sustituyera como pastor en la iglesia de Creta: "Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno."

En otra ocasión, Tíquico fue enviado a una misión a Éfeso, por lo que dice el Apóstol, en segunda a Timoteo 4: 12: "A Tíquico lo envié a Éfeso."

No olvidemos, que cuando Pable le escribe a los a los colosenses, le llama: "…amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor".

Tiranno: Tiranno, era el dueño de una escuela de retórica en la ciudad de Éfeso, Hechos 19: 9. En Hechos 19: 10, Lucas dice que Pablo utilizó el salón de ésta escuela por dos años, donde los judíos y los griegos de la provincia de Asía pudieron oír su mensaje.

Pudo haber sido Tiranno un retórico o un sofista, y que al ser amante del libre pensamiento, permitiera estas discusiones en su escuela, nada se sabe con certeza de él. Muchos piensan que esta escuela, era una escuela judía, beth-hammidrash, por la presencia de judíos en ella, y que el maestro haya tomado un nombre griego. De haber sido un pagano, no hubiese permitido que se usara para predicar un culto no oficial; es posible que se haya convertido al cristianismo.

Tiro: La ciudad de Tiro se menciona tres veces en el libro de los Hechos, iniciando en 12: 20, cuando Herodes estaba enojados con ellos, luego en el 21: 3, cuando Lucas dice, que después de zarpar, fueron rumbo a Cos, Rodas y Pátara, y tomando un barco fenicio se embarcan, y : "Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro…" Esta era la ciudad más importante de los fenicios, ya era famosa en los días de Josué. Fue sitiada por asirios y babilónico, pero fue tomada por Alejandro Magno.

En Wikipedia se lee: "La antigua Tiro se halla en la Fenicia meridional a poco más de 70 km al sur de Beirut y a 35 km al sur de Sidón, casi a la mitad del camino entre Sidón al norte y Acre al sur, y a algunos kilómetros al sur del río Litani, el Leontes de las fuentes clásicas."

Son muchas las profecías del Antiguo Testamento que hablan de Tiro, principalmente de Isaías y de Ezequiel. Fueron los cristianos de esta ciudad, que le suplicaron a Pablo que no fuera a Jerusalem.

Tomás: Tomás era uno de los discípulos de Jesús, y del cual ignoramos su procedencia, y hasta su verdadero nombre, ya que tomás, didumos, en griego, significa "gemelo", Juan 20: 24. Su nombre aparece en la lista de los discípulos de Jesús en los Evangelios de Mateo 10: 3, y de Marcos 3: 18, Lucas 6: 15. En Hechos 1: 13, se le menciona, y no vuelve aparecer.

En el Evangelio de Juan, es mencionado unas ocho veces, y a pesar de que siempre estaba listo para entrar en acción, como se lee en Juan 11: 16, donde está dispuesto a dar ofrendar su vida junto a Jesús, era lento para creer, como se lee en Juan 20: 24 y 25.

La tradición católica dice sobre su muerte: "Estando el apóstol Tomás en Cesarea se le apareció el Señor y le dijo:- Gondóforo, el rey de la India, ha enviado a su ministro Abanés en busca de un buen constructor. Ven conmigo y yo te presentaré a él.Tomás le respondió: – Señor, envíame a donde quieras, pero no al país de los indios.Jesucristo insistió:- Ve tranquilo, no tengas miedo; yo te protegeré. Cuando los hayas convertido volverás a mí enarbolando la palma del martirio.Tomás accedió, diciendo:- Tú eres mi Señor y yo tu siervo; hágase tu voluntad.Jesucristo entonces se acercó al ministro del rey que deambulaba por la plaza y le preguntó:- ¿Qué haces por aquí, buen hombre?-Abanés contestó:- Ando buscando por orden de mi rey siervos competentes en el arte de la construcción, porque quiere que le edifiquen un palacio parecido a los que hay en Roma.Entonces el Señor le ofreció a Tomás, asegurándole que era muy experto en la materia. Abanés lo aceptó y se lo llevó consigo.En cuanto llegaron a su destino, Tomás trazó los planos de un magnífico palacio; el rey le retribuyó su trabajo entregándole un riquísimo tesoro que él distribuyó entre la gente del pueblo, y en seguida el monarca se ausentó de la capital de su reino y se marchó a otra provincia. Tras dos años de ausencia, regresó el rey y grandes dificultades surgieron de la prédica de Santo Tomás, porque éstas molestaban al soberano pagano, pero numerosos milagros sacaron sin problemas al apóstol de los peligros, tras los cuales se fue a evangelizar al norte del país.Una de las personas convertidas por él a la fe de Cristo fue Síntique, amiga de Migdonia, esposa de Casisio, cuñado del rey. Cuando Migdonia supo que su amiga Síntique se había hecho cristiana, le dijo:- ¿Crees que podré yo ver al apóstol?-

Síntique le respondió que sí y le dio este consejo:- Cambia tus ricos vestidos por otros muy humildes, únete a uno de esos grupos de mujeres pobres que van con frecuencia a oírle predicar y, mezclada entre ellas, escúchale atentamente.Así lo hizo Migdonia. Aquel día Tomás comenzó a hablar con flamígero entusiasmo y Migdonia, tras la predicación, abrazó la fe de Cristo. Al enterarse su esposo, puso esto en conocimiento del rey, que mandó encerrar al apóstol y envió a la reina a convencer a su hermana del error de haberse hecho cristiana. Pero contrariamente a lo previsto, no sólo Migdonia no se pervirtió, sino que convirtió a su hermana, la reina.- Cuando salí de casa – dijo ella explicándose al volver – creía como vosotros que Migdonia, mi hermana, había cometido una enorme estupidez; pero me he convencido de que ha obrado con gran sabiduría; ella me puso en contacto con el apóstol y él me ha hecho conocer el camino de la verdad y comprender claramente que los verdaderos necios son quienes no creen en Cristo.Mandó entonces el rey que fuesen en busca del apóstol y que atado de pies y manos lo trajeran a su presencia. Cuando lo tuvo ante sí le ordenó que convenciera a las mujeres de su error. Una larga discusión nació entonces, en que el apóstol defendió la fe de Cristo con toda su alma.Entonces, por consejo de Casisio, ordenó el rey que encerraran al siervo de Cristo en un horno encendido, cuyo fuego se apagó en cuanto el apóstol penetró en él; y de él salió sano y salvo al día siguiente. En vista de este prodigio, Casisio propuso a su cuñado que, para que aquel poderoso hombre perdiera la protección divina e incurriera en la ira de su dios, le obligase a ofrecer sacrificios al sol; pero Tomás, cuanto trataron de forzarle a que cometiera este acto de idolatría dijo al monarca:- Tú vales mucho más que esa imagen que has mandado construir. ¡Oh idólatra, despreciador del Dios verdadero! ¿Crees que va a ocurrir eso que te ha dicho Casisio? ¿Crees que si adoro a tu señor voy a incurrir en la ira del mío? Nada de eso; quien incurrirá en la indignación de mi Dios será ese ídolo tuyo. Voy a postrarme ante él; verás como, tan pronto como me arrodille ante esa imagen del sol, mi Dios la destruirá. Voy a adorar a tu divinidad; pero antes hagamos un trato: si cuando yo adore a tu dios el mío no lo destruye, te doy mi palabra de que ofreceré sacrificios en honor de esa imagen; más si lo destruye tu creerás en el mío. ¿Aceptas?- ¿Cómo te atreves a hablarme de igual a igual? – replicó indignado el rey.Acto seguido, Tomás en su lengua natal mandó al demonio alojado en la imagen del sol que, tan pronto como él doblara sus rodillas ante el ídolo, lo destruyera. Después se prosternó en tierra y dijo:- Adoro, pero no a este ídolo; adoro, pero no a esta mole de metal; adoro, pero no a lo que esta imagen representa; adoro, sí, pero adoro a mi Señor Jesucristo en cuyo nombre te mando a ti, demonio, escondido en el interior de esta efigie, que ahora mismo la destruyas.En aquel preciso instante la imagen, que era de bronce, se derritió cual si estuviera hecha de cera. Los sacerdotes paganos encargados del culto del malogrado ídolo, al ver lo ocurrido, bramaron de indignación y el pontífice que los presidía exclamó:- ¡Yo vengaré la injusticia que acabas de hacer a mi dios!Mientras pronunciaba la anterior amenaza, se apoderó de una espada y con ella atravesó el corazón del apóstol.Así murió Tomás. El rey y Casisio, viendo que gran parte de cuantos habían presenciado el asesinato del santo trataban de vengar su muerte intentando apoderarse del pontífice para quemarlo vivo, llenos de miedo, huyeron de allí. Los cristianos recogieron el cuerpo del mártir y lo enterraron con sumo honor."

Tres Tabernas: Tres Tabernas se menciona en Hechos 28: 15, y se cita junto con el Foro de Apio, donde los cristianos de Roma salieron a recibir a Pablo, cuando era conducido prisionero a esta ciudad. Tres Tabernas era un villa, que posiblemente estuviera a unos 50 kilómetros al sur de Roma. En su carta a Atico, ii. 10, Cicerón menciona este lugar

Troas: La ciudad de Troas, que es mencionada por primera vez en Hechos 16: 8, y a donde llegó Pablo después de haber pasado por Misia, era una ciudad y puerto, en el Mar Egeo. La ciudad fue fundada en honor a Alejandro Magno, por lo cual se llamaba Alejandría Troas. La antigua ciudad de Troya, le quedaba no muy lejos, al norte de la misma. Estando en ella, fue que Pablo recibió la visión del varón macedonio que le decía: Pasa a Macedonia y ayúdanos.

Se encontraba en Misia, y frente a la isla de Tenedos. Era una ciudad romana y libre, fue en visitada varias veces por Pablo, y en ella fue que resucitó al joven Eutico.

Trófimo: Trófimo es un compañero de Pablo, y cuyo nombre aparece en Hechos 20: 4, 21: 29, y Segunda a Timoteo 4: 20. Era natural de Éfeso, y se unió a Pablo en su viaje desde Macedonia, desde donde viajan a Jerusalem. Al ser Trófimo conocido por algunos judíos de Asia, crean la revuelta, en la que el Apóstol fue encarcelado. En la carta a Timoteo, Pablo dice que lo dejó enfermo en Mileto.

Trogilio: En Hechos 20: 15, nos dice Lucas: "Navegando de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto en Samos; y habiendo hecho escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto." Trogilio era una ciudad situada en un promontorio del Mar Egeo, en la costa de Lidia, entre Éfeso y el río Meandro. Aunque muchos manuscritos mencionan esta ciudad, otros la omiten.

DEDICATORIA

Con todo el cariño y el aprecio de un corazón agradecido,

Dedico este trabajo a José Tejada Abreu, la primera persona

Que puso una Biblia en mis manos, y a José Mauricio Núñez Santiago,

Por haberme dado la primera lección de Historia, extraída de las páginas

Sagradas. Ni el tiempo ni la distancia han enfriado mi agradecimiento

 

 

Autor:

Humberto R. Méndez B.

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS

MARZO DEL 2014

Partes: 1, 2, 3, 4
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