Lectura Funcional y Rendimiento Académico en Estudiantes de Educación de la Universidad del Zulia. Venezuela
Enviado por Nibaldo M. Parra A.
- Resumen
- Introducción
- El problema
- Fundamentación teórica
- Marco metodológico
- Resultados de la investigación
- Conclusiones y recomendaciones
- Referencias bibliográficas
- Anexos
PARRA ATENCIO, Nibaldo Marlon. Lectura Funcional y Rendimiento Académico en Estudiantes de Educación de la Universidad del Zulia. UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Facultad de Humanidades y Educación. Escuela de Educación. Departamento de Pedagogía. Trabajo de Ascenso para optar a la Categoría de Asociado. Maracaibo, noviembre de 2005. (p. 102).
La presente investigación centra su atención en la posible correlación existente entre la lectura funcional y el rendimiento académico de sesenta (60) estudiantes de la Escuela de Educación, específicamente dos (2) grupos de treinta (30) alumnos cada uno, de las menciones Básica Integral y Matemática y Física, todos cursantes del primer semestre. Los principales postulados se sustentan el las teorías que sobre lectura funcional establecen Salvia y Hughes (1990), y Feliú y Rodríguez (1994), quienes son los autores de un instrumento denominado PLF-12 (Prueba de Lectura Funcional) utilizado en esta investigación. El principal objetivo de este trabajo fue determinar el grado de relación entre la Lectura Funcional y el Rendimiento Académico, durante el primer período del año 2005. En cuanto al tipo de investigación, ésta es correlacional, dado que tiene como propósito medir el grado de relación existente entre dos o más conceptos y/o variables en un contexto particular. El diseño de la investigación es no experimental de enfoque retrospectivo, dado que no hubo manipulación deliberada de las variables, éstas ocurrieron o se dieron sin la intervención directa del investigador. (Hernández S., 1.991). Los principales resultados evidencian que no hubo correlación alguna entre los niveles de lectura funcional y el rendimiento de los estudiantes, así como se evidenciaron debilidades en ambos grupos en cuanto la comprensión y transformación de la información contenida en representaciones gráficas, medios que sustentan la lectura funcional. Los resultados favorecen a los estudiantes de Educación, mención Matemática y Física, quienes obtuvieron puntajes y resultados más significativos en cuanto al uso de lectura funcional en sus diversas etapas del proceso cognitivo, a pesar de poseer un promedio de calificaciones (rendimiento académico) ligeramente por debajo de los estudiantes de Educación, mención Básica Integral. Se sugiere, entre otras recomendaciones, la posibilidad de promover la sinergia entre los grupos, al organizar cursos y/o secciones de determinadas asignaturas comunes a Básica Integral y Matemática y Física, e incluso comunes a otras menciones; con ello se pretende estimular el intercambio de experiencias y la interacción de grupos que permitan transferencias de aprendizajes, y con ello consolidar la aplicación que pueda dar el alumno a la información que se obtiene a través de las diversas representaciones gráficas, es decir, a la llamada lectura funcional.
Palabras Clave:
Lectura Funcional, Rendimiento Académico, Representaciones Gráficas.
ABSTRACT
The present investigation focuses its attention on the possible existing correlation between the functional reading and the academic performance of sixty (60) students of the School of Education, specifically two (2) groups of thirty (30) students each one, they are students of the first semester of basic integral education, and mathematics and physics at La Universidad del Zulia during period 1-2005. The main postulates base the theories on functional reading established by authors like Freinet (1956), Salvia and Hughes (1990), and Feliú and Rodriguez (1994), who are the authors of an instrument known as PLF-12 (Test of Functional Reading), used in this investigation. Regarding the type of investigation, this is correlational, since this is intended to measure the relation degree that exists between two or more concepts and/or variables in a particular context and that tries to determine if there is or not a relation among the subjects and, later, if there is correlation, to analyze it. The design of the investigation is non-experimental, there was not deliberate manipulation of the variables, they happened without the direct intervention of the investigator; it is a retrospective approach. (Hernandez S., 1.991). The main results demonstrate that there was not any correlation between the levels of functional reading and academic performance. There were shown weaknesses in both groups regarding understanding and transformation of the information contained in graphical representations and other types of illustrations and visual graphs. The results are in favor of the students of mathematics and physics, who obtained favoring marks and results as far as the use of functional reading in their diverse stages of the cognitive process in spite of having an average of scores (academic performance slightly below the students of Integral Basic Education). It is suggested, among other recommendations, the possibility of promoting synergy between the groups, when organizing courses and/or sections of certain common subjects for the students of mathematics and physics and basic Integral education and, and even for other mentions; this is intended to stimulate the interchange of experiences and the interaction of groups allowing transferences of learning to consolidate the application that students can give to the obtained information through the diverse graphical representations, that is to say, the functional reading.
Key words:
Functional Reading, Academic Performance, Graphical Representations.
En un tren, una persona "lee" el diario.
Su vecino le pregunta: "¿Qué noticias hay hoy?"; y éste le responde:
"No lo sé, estoy leyendo".
Señalaba (Freinet, 1956) citado por Legrand (1999), que la comunicación es el instrumento por excelencia del acceso a lo escrito, estableciendo así un vínculo entre la comunicación verbal y como ésta suele representarse a través de la escritura. Bajo esta perspectiva, el deseo del hombre por comunicarse transformará el estudio del medio o contexto, de una observación meticulosa, a la creación de estrategias o vehículos que permitan establecer nuevas relaciones de aprendizaje y experiencia, a partir de la comunicación misma.
Sobre esa base el uso de la imprenta y el mimógrafo, por ejemplo, fueron significativos en la escuela, pues admitían el estudio del medio a través de la observación directa, lo que permitiría el registro de información. Posteriormente llegaron nuevas tecnologías y nuevos recursos: la imprenta, el diario y la correspondencia escolar, que se convirtieron en los instrumentos primordiales de una revolución pedagógica. Y con cada época surgían nuevos recursos que representaban significativos avances en la educación, tales como las cintas magnéticas y el magnetófono, la película y, hoy día, lo son la cámara de video, el dvd, y los pc, que unidos a los anteriores completan el arsenal técnico en pro de la educación.
Todos esos recursos tienen un aspecto en común: la comunicación. Si bien el propósito de los mismos es pedagógico e instruccional, el éxito de ellos radica en el puente que establecen entre docentes y alumnos a partir de la comunicación. El interés fundamental por la comunicación conduce a una práctica original del aprendizaje de la lectura, y ésta ha de conllevar al ejercicio de la escritura.
Si bien los tiempos han cambiado, los propósitos que conllevan en sí al aprendizaje de la lectura no lo han hecho, éstos se han adaptado a los nuevos tiempos y, de allí, hoy por hoy el estudiantado lee lo que considere estrictamente necesario y aquello que le es rigurosamente exigido por sus docentes; quizás se ha deteriorado el sentido comunicacional de la lectura, pero dada su naturaleza éste persiste, o acaso ¿No desea el estudiante comunicar a su profesor los conocimientos adquiridos por éste al momento de presentar una evaluación? o ¿No desea el estudiante comunicar a sus compañeros lo aprendido, durante una exposición?, por ejemplo.
Ahora bien, no es intención, por lo menos en la presente investigación, debatir o cuestionar la cantidad o calidad de la lectura que hacen los estudiantes universitarios, sino la utilidad o aplicación que dan a determinadas lecturas, en particular, aquellas lecturas que presentan la información de manera poco convencional, pero cada día más difundida, como es la información presentada a través de esquemas, infografías, cuadros, tablas y otras representaciones gráficas, y que autores como Salvia y Hughes (1990), y Feliú y Rodríguez (1994), definen como lectura funcional.
Estas representaciones gráficas pretenden ilustrar al lector y ofrecerle, sintéticamente, un mensaje que a través de expresiones escritas tradicionales, es decir, a través del discurso escrito convencional, empleando palabras, frases y/u oraciones, puede implicar numerosas páginas.
No se trata de justificar algún tipo de lectura en particular, ni de cuestionar la idoneidad o no que para la formación académica o extra-académica puede tener cualquier tipo de lectura. Se trata de indagar sobre un tipo de lectura, en este caso la denominada lectura funcional, dado que cada día se emplea mucho más, en particular en el ámbito universitario, ya sea a través de los textos académicos o el material de apoyo que utilizan numerosos docentes universitarios.
Así mismo, cada vez es más frecuente el uso de representaciones gráficas que hacen los medios impresos y electrónicos de difusión de masas. Prácticamente cualquier hecho, descubrimiento, información técnica o científica, se expresa a través de diferentes medios gráficos y visuales que el lector necesita leer. Estas formas de información, son también ampliamente difundidas a través de numerosos eventos, seminarios, formación e-learning, entre otros.
Día a día, en la cotidianidad del trabajo o de la vida académica, las personas deben enfrentar situaciones que exigen la lectura de materiales presentados en forma de estímulos gráficos, además de comprender la información tal y cómo les es presentada, deben realizar transformaciones de la misma, para poner en práctica acciones que le conlleven al logro de sus propósitos u objetivos.
En tal sentido, la presente investigación está orientada a determinar los índices de lectura funcional de los estudiantes que inician sus estudios superiores en la Escuela de Educación de la Universidad del Zulia, específicamente en las menciones de Básica Integral y Matemática y Física, y si existe incidencia alguna entre tales índices y el rendimiento académico de los mencionados estudiantes.
Los resultados obtenidos permitirán elaborar un perfil lector de los estudiantes objeto de la investigación, así como también conocer si estos jóvenes están en capacidad de comprender, evaluar y aplicar la información que le es suministrada a través de diversas representaciones gráficas.
Para finalizar es prudente señalar, que tanto los términos como las principales definiciones contenidas en la presente investigación, están enmarcadas dentro del contexto de lectura funcional, y sobre lo que determinados autores, plantean al respecto.
CAPÍTULO I
1. Planteamiento.
En un interesante artículo publicado por FUNDALECTURA en diciembre del 2000, (EDUCERE, N° 4, año 11) se sostiene que la escuela es una institución social cuya misión primordial es la de enseñar los usos sociales de la lengua escrita, pero sucede que es allí precisamente, en la escuela, donde se lee únicamente para cumplir con las mal llamadas actividades escolares. Partiendo de tal afirmación y observando las dificultades que hoy por hoy presentan los estudiantes, de cualquier grado, nivel y/o modalidad, bien puede afirmarse que tales debilidades son producto de la escasa conciencia que tiene el venezolano en general sobre la lectura y la poca promoción que de ella hace la escuela, por no decir ninguna.
Sean las razones antes mencionadas, y seguramente muchas otras que especialistas e investigadores en materia de lectura puedan citar, es preocupante no sólo los bajos índices de lectura del estudiantado venezolano en nuestras aulas, desde la escuela básica hasta nuestras máximas casas de estudio, sino que resulta más preocupante aún, que lo poco que leen no lo comprendan o sencillamente no decodifiquen los aspectos fundamentales de una información escrita dado que no poseen, en muchos casos, las herramientas básicas para una lectura, ya sea de estudio o de placer.
En esta era llamada de las comunicaciones, donde la información escrita es el puente fundamental del conocimiento y del quehacer diario, resulta inquietante que los estudiantes en general, y con mayor preocupación los universitarios, presenten debilidades significativas en cuanto a la lectura, más aún si se trata de estudiantes de educación, pues se supone que en sus manos estará la formación de las generaciones de relevo, bajo su responsabilidad quedará la posibilidad de diseñar y desarrollar, por ejemplo, las estrategias de aprendizaje más convenientes para garantizar el aprendizaje de sus futuros alumnos.
De allí la necesidad que estos docentes en formación cuenten con la debida preparación académica que les permita cumplir a cabalidad con su cometido, y obviamente, esa formación está estrechamente relacionada a su capacidad, entre otras, de decodificar, interpretar, analizar, debatir y cuestionar lo que lee, las informaciones contenidas en los diversos medios impresos, incluyendo los textos mismos que podrán utilizar para su labor docente. Sólo a través de la lectura se logran los primeros pasos en la redacción y composición de textos escritos. Sólo un buen lector estará en capacidad de expresarse con propiedad por escrito.
Sin entrar en debates sobre estas últimas afirmaciones, es innegable la relación existente entre la posibilidad de escribir correctamente y emplear el lenguaje escrito como vehículo para expresar ideas, opiniones, sentimientos, sin contar con la debida preparación y capacidad, a la cual se puede llegar, principalmente, gracias a la lectura. Por ello la escuela debe estimular, desde temprana edad, la lectura como medio para el enriquecimiento cultural, social, afectivo y académico del niño. Ha de ser el docente un modelo de lector que estimule a sus aprendices. Ya en la universidad queda en manos del estudiante potenciar sus capacidades y destrezas para garantizar su éxito académico.
No obstante, es comentario generalizado entre muchos docentes universitarios, en especial entre quienes laboran en las escuelas de educación, el gran número de alumnos carentes del hábito de la lectura, tan necesario para que éstos puedan desempeñarse con éxito en sus compromisos académicos; sin embargo, pareciera que no les falta la capacidad intelectual para el estudio, sino que no pueden enfrentar las demandas del discurso universitario ni del ritmo del trabajo. Cabe citar a William Rohwer (1984) quien sostiene que la relación entre las actividades del estudio y el rendimiento académico varía según las características del curso y las características del alumno. Es decir, el éxito académico depende en parte de características individuales como la habilidad intelectual, la motivación y las experiencias previas de estudio, pero por otra parte, depende también de los requisitos de la tarea en los diferentes cursos. En otras palabras, las características del alumno toman mayor importancia mientras más autonomía se requiere en la selección, organización, transformación e integración de la información.
Los alumnos que poseen hábitos de lectura tienen más facilidad para formular hipótesis, generar soluciones y comparar y analizar la información que se les presenta, que aquellos alumnos que se acostumbran a memorizar y reproducir detalles y, cuyos índices de lectura son bajos. El alumno con hábitos de lectura tiene también mayores posibilidades de obtener mejores calificaciones, un mejor rendimiento académico.
A lo anterior se puede agregar que el estudiantado venezolano en general está condicionado por sus creencias epistemológicas, (Greybeck, 2004), al creer, por ejemplo, que el conocimiento surge solamente de fuentes externas, confía plenamente en las informaciones que consigue en los libros básicos o más elementales de una asignatura, aun cuando estos no sean recomendados por su profesor, y que muchas veces son sustituidos por algún material mimeografiado o fotocopiado, o incluso tomado de internet, sin las respectivas fuentes bibliográficas. También cree el estudiando venezolano que los docentes, representan la verdad absoluta; esa creencia aunada a la comodidad que caracteriza a estos estudiantes, no les motivará a indagar o profundizar en otros textos, en nuevas fuentes, en diversos medios, sino que se limitan a sostener esa verdad y repetirla las veces que sea necesario, ya sea en una evaluación o sencillamente en una conversación.
No obstante, el estudiante podrá tener o presentar dificultades, pero también es cierto que en la actualidad se requiere estar mejor informado a la mayor brevedad posible, los lapsos de tiempo para presentar una evaluación y otra, redactar y discutir un informe o hacer una exposición oral, son reducidos, limitados; si a ello agregamos el número de asignaturas que debe cursar un alumno regular que desee seguir el ritmo de la carrera, hacen que la lectura sea necesariamente más rápida, más precisa en cuanto a la información a obtener, y de ser posible presentada de una manera mucho más digerible, más conveniente, más práctica.
De allí, por ejemplo, que muchos textos presenten al iniciar o concluir un capítulo, una síntesis del mismo, o presenten cuadros sinópticos, esquemas de información, diagramas de contenido, entre otros medios o recursos que sinteticen la información sin menoscabo de su contenido; mientras que el alumno por su parte recurre a sencillas tomas de notas, a subrayar párrafos de interés, o a elaborar mapas mentales, entre otras estrategias, que le permitan obtener de los libros, revistas y otras fuentes escritas la información pertinente a cada caso. Muchos docentes también conscientes de esta nueva realidad, recurren a diversas estrategias para presentar la información de manera más concisa y detallada a la vez, ya sea a través de mapas conceptuales, organigramas, esquemas, entre otras. Para estudiantes y docentes, la necesidad de información está estrechamente vinculada a la producción del conocimiento como medio para el desarrollo personal y profesional.
Cabe mencionar, que de acuerdo a una declaración del Banco Mundial (1999) en su informe sobre el desarrollo mundial titulado El conocimiento al servicio del desarrollo, aquello que diferencia realmente a los países ricos de los países pobres, no es el mayor ingreso per cápita de recursos, sino el acceso que tienen sus pobladores al conocimiento útil para el mejoramiento de la calidad de vida. […] pero no sólo en la relación mundial de países desarrollados versus países en vías de desarrollo, sino en el interior de los grupos poblacionales de estos últimos: las diferencias entre el acceso al conocimiento de los diferentes estratos sociales traza la diferencia entre la calidad de vida de unos y de otros. La lectura es fuente inagotable de conocimiento, tan necesario para la vida académica, como para el verdadero y sustentable desarrollo de las actuales sociedades.
Ahora bien, no podemos supeditar la lectura al ámbito meramente académico; ya sea una agenda de trabajo, un itinerario, un plan de clases, un menú en la cafetería, un flujograma de cualquier proceso, una tabla periódica o un anuncio en la prensa, la lectura comprende todos y cada uno de los ámbitos del quehacer humano; puede ser una simple frase, un eslogan, una noticia o unas instrucciones, todo ello está escrito, y se requiere de la habilidad necesaria, no sólo para leerlo, sino para comprenderlo y, más importante aún, para darle la debida utilidad. Para ello se requiere de un proceso cognitivo que permita comprender, utilizar y transformar la información presentada en textos escritos o en forma gráfica no convencional a la del texto. Es allí donde se requiere de la habilidad de una lectura funcional.
Bajo esta perspectiva, se define como lectura funcional a la que tiene como propósito permitir al lector acceder al contenido de mensajes elementales, mínimos, necesarios o imprescindibles para su propia utilidad, interés o seguridad, a partir, fundamentalmente pero no exclusivamente, de representaciones gráficas y visuales, recursos ampliamente difundidos en el ámbito educativo, sobre todo, universitario.
Otro aspecto a considerar es la posible correlación entre la lectura y el índice académico del estudiante, su rendimiento; se da por hecho que quien más lee obtendrá mayor información, la información conlleva a un mayor conocimiento y esto a su vez le conllevará a mejores calificaciones como evidencias de un mejor desempeño. Sin embargo, hay estudiantes que sostienen que "sin leer tanto obtienen buenas", e incluso, excelentes calificaciones; expresiones como: "con la clase es suficiente" o "con dar un repaso rapidito a lo que dieron en clase basta", se evidencia que hay alumnos que al parecer consideran que la lectura no es, necesariamente, un medio para alcanzar un óptimo desempeño académico.
Hay alumnos que afirman que para obtener una buena calificación ni siquiera es necesario leer, y que pese a ello mantienen promedios de calificaciones que bien pueden considerarse buenos en comparación con el resto de los estudiantes de educación. El tal sentido se percibe que los alumnos dejan a un lado la lectura completa del material de apoyo o texto recomendado por el profesor, para abocarse a repasar algunas líneas de apuntes tomados en clase, o a intercambiar ideas, conocimientos y experiencias sobre la asignatura a evaluar; más significativo aún, es que algunos docentes facilitan material en forma gráfica o esquemática, donde la información se encuentra condensada y los estudiantes pocas veces recurren a este tipo de material, al que por lo general encuentran poco comprensible.
Cabe preguntarse: ¿se puede, realmente, obtener una calificación sobresaliente sin necesidad de recurrir a la lectura como medio de estudio?, ¿es que los estudiantes no consideran necesario obtener una calificación sobresaliente y por ende no hay necesidad de leer? o ¿aquello que se lee debe memorizarse sin necesidad de interpretarlo, menos aún buscarle una aplicación válida? Sea como sea, en la mayoría de los artículos publicados y en las investigaciones realizadas sobre rendimiento académico, como las de Romero García (1985), Páez de Marín (1987), Irureta (1990), entre otras, en todas ellas, la lectura aparece como una variable necesaria a considerar. Suponer que los alumnos no ven la necesidad de lectura para mejorar su rendimiento académico bien puede considerarse una inquietante situación dentro de la educación actual.
1.1. Formulación.
¿Existe relación entre el índice de lectura funcional y el rendimiento académico de los estudiantes del primer semestre de educación, en las menciones Básica Integral y Matemática y Física, de la Universidad del Zulia?
2. Justificación.
El presente trabajo parte de algunos datos obtenidos e informaciones proporcionadas en investigaciones previas y en publicaciones hechas en diversas regiones e instituciones del país, donde abordan diversos puntos y aspectos estrechamente relacionados con el problema de la lectura, y en particular sobre el problema que representa la comprensión lectora en estudiantes y profesionales, quienes, tal como lo señala Morles (1992), presentan serias dificultades para lograr la comprensión de lo leído, lo que se evidencia en los niveles de interpretación, retención, organización permanente y atención.
Esa realidad constituye una significativa parte de la preocupación manifiesta por organismos e instituciones, en especial por las universidades, quienes con frecuencia abordan este importante tema a través de sus investigaciones o eventos, donde en reiteradas oportunidades se ha cuestionado los bajos niveles de expresión oral y escrita de los estudiantes, afectando así su rendimiento académico. Muchos coinciden en que gran parte del problema evidenciado en la expresión oral y escrita es precisamente la carencia del hábito de la lectura, y más aún de la nula, poca o indebida comprensión que éstos hacen de un texto.
Por otro lado está el uso, cada día más extendido, de los medios electrónicos, así como la asiduidad con la que docentes y estudiantes recurren a medios que permitan sintetizar información, como mapas mentales y/o conceptuales; otros medios que permiten sintetizar información son, por ejemplo, las infografías utilizadas por la prensa escrita y electrónica, las digitografías en la web y los flujogramas en las organizaciones, todos estos medios conllevan necesariamente a: primero, aceptar que el uso de las representaciones gráficas y visuales además de comunes y frecuentes, como formas de lectura de requieren de un debido proceso de identificación, ubicación y utilización de la información en ellas contenidas; y segundo, a preparar a alumnos, y lectores en general, para comprender y aplicar oportunamente la información que transmiten estos medios. De allí, en principio, la necesidad de diagnosticar cómo actualmente los alumnos universitarios interpretan la información que se ofrecen a través de textos y formas de representación esquemática o gráfica, y la incidencia que esta pueda tener en su desempeño académico; en síntesis, se percibe la necesidad de precisar los aspectos relacionados con el uso que dan los estudiantes universitarios a la lectura funcional.
Por último, cabe destacar también, que este tipo de investigación permitirá ofrecer datos e informaciones sobre uno de los aspectos más interesantes en la formación de todo profesional, en especial, quienes cursan la carrera de educación, como lo es su habilidad para la decodificación – y su aplicación – de información de carácter visual, más allá de los grafemas, palabras, frases y oraciones, aquella presentada en forma de textos o representaciones gráficas de distinto tipo, y con ello la obtención de información que es necesaria para orientarse y desenvolverse exitosamente en su ámbito académico, laboral o social en general.
3. Objetivos.
3.1. Objetivo General.
Determinar el grado de relación entre la Lectura Funcional y el Rendimiento Académico en estudiantes del primer semestre de Educación, menciones Básica Integral y Matemática y Física de La Universidad del Zulia durante el primer período 2005.
3.1.1. Objetivos Específicos.
Identificar el índice promedio de Rendimiento Académico en estudiantes del primer semestre de Educación, menciones Básica Integral y Matemática y Física de La Universidad del Zulia durante el primer período 2005.
Describir el actual Proceso Cognitivo de Lectura Funcional en estudiantes del primer semestre de Educación, menciones Básica Integral y Matemática y Física de La Universidad del Zulia durante el primer período 2005.
Detectar el nivel de habilidad en el uso de la lectura funcional presente en estudiantes del primer semestre de Educación, menciones Básica Integral y Matemática y Física de La Universidad del Zulia durante el primer período 2005.
Analizar las posibles correlaciones entre el nivel de lectura funcional y el rendimiento académico de los estudiantes del primer semestre de Educación, menciones Básica Integral y Matemática y Física de La Universidad del Zulia durante el primer período 2005.
4. Delimitación.
Desde el punto de vista espacial y temporal, la presente investigación se centró geográficamente en el Municipio Maracaibo, específicamente en la escuela de Educación, de la Facultad de Humanidades y Educación, de la Universidad del Zulia; en el tiempo comprendido entre enero y octubre de 2005.
En cuanto a la delimitación poblacional o universo, éste estuvo conformado por sesenta (60) estudiantes de la Escuela de Educación, de la ya mencionada universidad y facultad, específicamente, treinta (30) alumnos de la mención Educación Básica Integral y otros treinta (30) estudiantes de la mención Matemática y Física.
En relación a la delimitación conceptual, este estudio se sustentan en los postulados y planteamientos que sobre lectura funcional sostienen Salvia y Hughes (1990), y Feliú y Rodríguez (1994).
CAPÍTULO II
1. Antecedentes.
1. 1. Sobre Lectura.
Zambrano (2003), con la investigación: "Estrategias de Estudio y Comprensión Lectora y su relación con el Desempeño del Futuro Docente" determinó, en un grupo de estudiantes del noveno y décimo semestre de Educación Básica Integral de La Universidad del Zulia, la relación existente entre las estrategias de estudio y la comprensión lectora, y cómo ambos aspectos influyen en el desempeño del futuro maestro. Dicho trabajo, de tipo descriptivo, en la modalidad de campo y con diseño no experimental y correlacional, utilizó como instrumento un cuestionario cerrado con escala Lickert, diseñado por la investigadora, lo cual le permitió concluir, en relación con la lectura, que en materia de organización del pensamiento se evidenció un uso favorable de estrategias de comprensión lectora, conjuntamente se destacan las fortalezas en cuanto a secuencia, discriminación, diferenciación y asociación , mostradas por el grupo.
En dicha búsqueda de información, partiendo de la lectura, también se evidenciaron debilidades relacionadas con el surgimiento de ideas espontáneas, desarrollo de esquemas de contenido, toma de notas de ideas importantes y selección de textos según el índice de contenidos. Como resultados, la autora afirma que la investigación determinó una correlación significativamente alta/positiva entre las variables objeto de estudio, en particular la relación existente entre las estrategias de estudio y la comprensión lectora.
Torres de Márquez (2002), en su trabajo titulado: "Bases Teóricas para la Comprensión Lectora Eficaz, Creativa y Autónoma", plantea la preocupante situación de los estudiantes ingresados a la Escuela de Educación, quienes evidencian dificultades en dicha comprensión lectora, por lo cual se permite asegurar que uno de los problemas más preocupantes del sistema educativo venezolano, en todos sus niveles, estriba en la dificultad tenida por los estudiantes para comprender textos escritos.
En cuanto al tipo de investigación realizada por Torres de Márquez, ésta es de carácter experimental con estudios de caso. En una evaluación diagnóstica efectuada a 38 alumnos del taller de lengua, que equivale a un 75% de la población estudiada, se presentaron dificultades para construir significados, no definían esquemas de representación y evidenciaron disociación del signo. A lo largo del taller la investigadora aplicó estrategias basadas en la teoría de los esquemas, considerando éstos como estructuras abstractas, las cuales representan lo que uno piensa acerca del mundo, Sustentando estos postulados teóricos en Shallert (1982), Rumelhar y Norman (1978) y Palmer (1975). Al finalizar el taller, que permitió a la investigadora realizar su análisis, un 86.8% de los estudiantes demostró que, a partir de la definición de los esquemas de representación, se logra una óptima comprensión de la lectura; el 10.5% logró una comprensión considerada buena y sólo el 2,6% logró una comprensión regular de la lectura. Concluye su investigación estableciendo la relación de asociación y conocimiento previo del signo lingüístico (dualidad y síntesis informativa), la operatividad con los signos al definirlos como esquemas de representación e integración del signo en sus elementos constitutivos, lo cual proporciona los elementos básicos, iniciales y operativos del lector, permitiendo el análisis, la relación y combinación de los signos, pues estos conforman el texto al extraer significados que conlleven a la comprensión del mismo.
Olivares (2000), llevó a cabo una investigación titulada "Dominio del Lenguaje en Estudiantes de Biología de la Universidad del Zulia", con el objetivo de detectar el dominio y manejo que los estudiantes universitarios poseen de su lengua escrita. A través de esta investigación se han recopilado casos concretos, los cuales evidencian dificultades presentadas por un grupo de bachilleres para producir textos coherentes. Para ello se diseñó y aplicó un instrumento, el cual permitió recolectar la información deseada; dicho instrumento estuvo orientado a la elaboración de un resumen sobre un texto escrito, ejercicios de puntuación y acentuación y realización de una redacción sobre un tema dado.
Este proyecto permitió detectar que las dificultades más frecuentes presentadas por los estudiantes fueron: desconocimiento de las reglas de puntuación y acentuación, incoherencia discursiva, deficiente manejo de la ortografía, uso excesivo de muletillas y expresiones coloquiales, bajos niveles de comprensión lectora, deficiente manejo de la ortografía y dificultades en la redacción. Tales resultados ponen de manifiesto que las concepciones tradicionales sobre la enseñanza del español como lengua materna haciendo énfasis en lo reiterativo y memorístico, está descuidando el fin último de su función, enseñar lengua.
Castillo (2000), realizó una investigación titulada: "Procesamiento Sintáctico en Estudiantes Universitarios", basada en el principio de que durante la lectura concurren cuatro (4) subprocesos en la comprensión del texto: procesos perceptivos, léxicos, sintácticos y semánticos, pero específicamente el procesamiento sintáctico permite agrupar las palabras de la oración en unidades jerarquizadas para posibilitar la asignación de significados, como fin último de la lectura. Para este estudio se tomó como muestra un número de veintisiete (27) estudiantes del tercer semestre de ingeniería del Instituto Universitario Politécnico "Santiago Mariño", extensión Valencia. Para la obtención de datos e informaciones, se elaboró un instrumento cuyo propósito fue establecer cómo estos estudiantes empleaban diferentes claves sintácticas en la comprensión de oraciones sintácticamente ambiguas.
Los resultados de la investigación permitieron precisar, en lectura y redacción, que las respuestas emitidas por los estudiantes privilegian los grupos de claves sintácticas como: orden de las palabras y significado de las mismas, aun cuando ello conduzca a frecuentes interpretaciones erróneas. Los altos porcentajes de error relacionados con el uso de estas claves, así como los bajos porcentajes de otras, hacen necesario determinar si estos datos están estrechamente relacionados con las deficiencias en la comprensión de textos, independientemente de la presentación de los mismos.
Romero (1999), en su trabajo de grado titulado: "Incidencia de la Producción de Textos en el Desarrollo de la Comprensión Lectora en alumnos de 5° de Educación Básica", demostró que la producción de textos como medio o estrategia incide significativamente en el sentido de la comprensión lectora de los sujetos participantes favoreciendo de igual manera la espontaneidad, imaginación, creatividad, análisis y expresión verbal, capacidades todas necesarias para el proceso de socialización e integración de los niños hacia sus similares.
Para la obtención de los resultados, el autor mencionado aplicó la prueba de lectura, diseñada por la Dirección de Educación Especial y la Organización de Estados Americanos (OEA) en su estudio de "Niveles de Lectura y Escritura en Niños Alfabetizados" (1983-1985) a treinta (30) niños, escolares, de ambos sexos y cuyas edades oscilaban entre los nueve (9) y catorce (14) años, todos cursantes del 5° de la Escuela Básica "Amanda Jesús Bravo" de Maracaibo. Con este estudio se evidenció la relación existente entre la capacidad creadora y de producción de textos como mecanismo que permite la comprensión de los mismos, favoreciendo la opinión de quienes sostienen que solo se aprende a leer en la medida del desarrollo de la propia escritura.
Lozada (1999), presentó una propuesta constructivista llamada "Estrategias Metacognitivas en Lectoescritura". Dicho trabajo determinó el uso de estrategias metacognitivas en la lectura y escritura de un grupo de cincuenta y siete (57) estudiantes de la asignatura Lectoescritura, del tercer semestre de la carrera de educación Integral, Universidad Pedagógica El Libertador (UPEL), extensión Sabana de Mendoza, estado Trujillo. Para ello empleo tres (3) cuestionarios, los cuales le permitieron concluir que este grupo de estudiantes universitarios no emplean estrategias metacognitivas en la lectura ni en la escritura, es decir, no tienen control ni uso consciente de sus capacidades, lo cual repercute directamente en su rendimiento académico.
González de Bauza (1999), presentó una investigación titulada: "Estrategias de Autoaprendizaje para Desarrollar Habilidades en la Redacción". Consciente de la estrecha relación entre la expresión escrita y la lectura, la investigadora comenzó por determinar los niveles de comprensión lectora de la población objeto de estudio, conformada por ochenta y seis (86) estudiantes de Educación Integral, cursantes del Programa de Profesionalización Docente (PPD) de la Universidad Nacional Experimental "Rafael María Baralt".
Entre los resultados obtenidos, al aplicar un pretest destaca que la estimación del índice de comprensión lectora en los estudiantes apenas alcanzó un 27,33%, lo cual mejoró significativamente tras la aplicación de su propuesta de autoaprendizaje. Los resultados del post-test señalaron que este grupo mejoró un 65,12%, significativo avance pero aún evidenciaban determinadas limitaciones en cuanto a la lectura, incidiendo significativamente en la redacción dentro del grupo.
Por último, resulta conveniente señalar una publicación realizada por Salazar y Ponce (1999), "Hábitos de Lectura", producto de una exhaustiva investigación, y cuyo propósito fue caracterizar las condiciones y prácticas de lectura en los niños de sexto grado de los centros educativos estatales en Cajamarca, Perú. Dicha investigación arrojó, que un 65% de escolares poseen una tendencia de valoración, la cual hace considerar al libro como un objeto de utilidad práctica (realización de tareas escolares), y a la lectura como un acto que debe generar resultados productivos (conocer cosas nuevas); este grupo respondió también que un libro sirve para entretenerse.
El estudio muestra la importancia que están dando los niños a la lectura funcional; es decir, leer, no para sí, para expresarse y disfrutar, sino para otros – el maestro, los padres – y para obtener calificaciones aprobatorias. Ésta es una contribución directa de la escuela, cuyo esfuerzo por asegurar el aprendizaje de la lectura, una vez que ésta se ha logrado, se transforma en exigencia, generando la enajenación del valor afectivo que toda lectura pueda propiciar. Sumado a ello la escasa disponibilidad de textos y materiales que respondan a las expectativas y tendencias naturales de los niños.
1. 2. Sobre Rendimiento Académico.
Bustamante (1.981), en la investigación "Necesidad de Logro, Locus de Control y Rendimiento Académico", inició una serie de estudios orientados a la motivación a través de un análisis descriptivo y el impacto a ocasionar en la educación; en esta investigación abordó a cuarenta y dos (42) estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U.L.A., quienes fueron seleccionados sobre la base de los puntajes extremos obtenidos a partir de una combinación de dos medidas: el Test de Apercepción Temática (TAT), para medir fantasías con respecto al logro y la Escala de Ansiedad Sarason, la cual mide temor al fracaso.
Cabe destacar que todos los sujetos fueron equivalentes en cuanto a su edad, status socio-económico y cociente intelectual. Los resultados obtenidos señalaron que los sujetos con alta necesidad de logro difieren de los estudiantes con baja necesidad de logro en cuanto a su percepción del control conductual y en su rendimiento académico, siendo los primeros significativamente más orientados a la internalidad y presentando promedios de calificaciones parciales más altos.
Pico y Bustamante (1.985) realizaron un importante trabajo titulado "Necesidad de Logro, Rendimiento Académico y Autoestima" con el objetivo de determinar el posible grado de relación entre las variables mencionadas. Para esta investigación, se emplearon las Escalas MEHRABIAN y AESTIGE para medir Necesidad de Logro y Autoestima, respectivamente, y fueron aplicadas a ciento treinta y nueve (139) estudiantes del Instituto Universitario Pedagógico Experimental de Maracay, Estado Aragua, hoy Universidad Pedagógica El Libertador (U.P.E.L.), de los cuales ochenta (80) eran de sexo femenino y el resto masculino.
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