- Resumen
- Introducción
- Un acercamiento a la concepción dialéctico-materialista de diversidad
- El impacto social de la atención a la diversidad
- La atención a la diversidad como reto para el mundo
- La atención a la diversidad desde la educación
- La educación para la diversidad como condición para el logro de un sistema educacional más justo
- Conclusiones
- Bibliografía
La atención a la diversidad constituye un reto para la Educación mundial. El sistema educativo cubano, en el papel de la escuela y con ello maestros y alumnos con su responsabilidad y compromiso, debe crear las condiciones para que las oportunidades que ya ofrece el estado se conviertan en posibilidades para todos. El presente trabajo es el resultado de una investigación, realizada en aras de reflexionar sobre el impacto social de la atención a la diversidad, como condición para el logro de un sistema educacional más justo. Trabajo que le antecede a una investigación de corte didáctico. Recoge reflexiones que permiten entender: la concepción dialéctico materialista de diversidad, la necesidad que tiene el mundo de que se atienda la diversidad y de que se realicen investigaciones en torno a ella, la diversidad vista desde lo económico, político, social y lo cultural y la diversidad como reto para Educación en Cuba.
PALABRAS CLAVES
Diversidad, unidad, igualdad, oportunidad, posibilidad, justicia y educación
Esta época de globalización mundial, polarizadora de la riqueza y el poder, sería impensable sin el avance de las fuerzas productivas que la ciencia y la tecnología han hecho posibles, lo que da crédito a que el desarrollo científico y tecnológico sea uno de los factores más influyentes sobre la sociedad contemporánea.
En tal sentido resulta ineludible la interpretación de la ciencia y la tecnología como procesos sociales en los que se incluyen los valores culturales, políticos y económicos que a su vez inciden sobre la sociedad que los mantiene. La educación, que tiene en estos procesos su implicación, es sin dudas una inversión social que, en Cuba, refleja con claridad su papel en el desarrollo económico, tecnológico, científico, social y cultural de la nación.
Como planteara el Comandante Fidel Castro Ruz ¨ (…) hoy se trata de perfeccionar la obra realizada partiendo de ideas y conceptos enteramente nuevos. Hoy buscamos lo que a nuestro juicio debe ser y será un sistema educacional que se corresponda cada vez más con la igualdad, la justicia plena, la autoestima y las necesidades morales y sociales de los ciudadanos en el modelo de sociedad que el pueblo de Cuba se ha propuesto crear ¨.[1]
La Batalla por la elevación de la educación y la cultura, corrobora este planteamiento, con énfasis en las transformaciones que hoy tienen lugar en todas las educaciones; en las que resulta ineludible convertir la igualdad de oportunidades en igualdad de posibilidades para todos.
Mucho se ha logrado en este sentido a lo largo de estos 50 años de Revolución y muy a pesar del férreo bloqueo al que ha sido sometido el país, logros entre los que se destacan:
1- La realización de tres Revoluciones Educacionales: La Campaña de Alfabetización a partir de 1961, la creación del Destacamento Pedagógico "Manuel Ascunce Domenech" en la década del 70 del pasado siglo, y la que se desarrolla actualmente como parte de la Batalla de Ideas y dirigida a fomentar una cultura general integral en toda la población como garantía de continuidad de la Revolución y un sistema social mucho más justo.
2- La creación de escuelas para la enseñanza especial en todos los municipios del país.
3- La creación de oportunidades de acceso a la educación de todos los segmentos de la población, es decir, desde los niños de 0-5 años, hasta la Cátedra del Adulto Mayor.
4- La utilización cada vez más creciente de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en todos los centros educacionales del país.
El sistema educativo, y en especial la escuela y con ella el maestro, debe crear condiciones para que exista igualdad de posibilidades para todos sus alumnos. El acceso a las instituciones educativas no significa necesariamente una respuesta adecuada a la igualdad de posibilidades, que de hecho tributa a la atención a la diversidad.
No obstante al valor estratégico conferido a la atención a la diversidad en los planteamientos y consideraciones anteriores, el panorama que se presenta hoy en esta dirección está caracterizado generalmente por:
Se interpreta la atención a la diversidad, como el trabajo sólo con las carencias y no con las potencialidades.
El sistema educativo, en el papel del maestro, no ha creado aun las condiciones suficientes para que las oportunidades que ofrece la Revolución se conviertan en posibilidades para todos sus alumnos.
Las instituciones educativas, no ofrecen una respuesta adecuada a la atención a la diversidad, de manera que se logre el máximo desarrollo de las capacidades de los alumnos.
Sin embargo, si las expectativas del docente con relación a sus alumnos son positivas, si desde el primer momento tiene el convencimiento de que todos pueden aprender, desarrollarse paulatinamente y alcanzar éxito, si percibe su responsabilidad y su compromiso en el desarrollo de cada uno de ellos y se decide a enfrentar el reto de "salvarlos a todos", se garantizaría un significativo primer paso hacia la igualdad de posibilidades.
Convertir la igualdad de oportunidades en igualdad de posibilidades de desarrollo para todos, depende de que cada docente atienda la diversidad de alumnos presentes en cada aula; precedida del total conocimiento de estos.
Las reflexiones realizadas sin dudas fundamentan el siguiente problema: ¿Cómo lograr que la atención a la diversidad tenga un mayor impacto social? De manera que para su solución la aspirante se ha propuesto como objetivo: Reflexionar sobre el impacto social de la atención a la diversidad.
DESARROLLO
Se vive una época compleja, en la que se divisan, con mayor claridad, las profundas contradicciones antagónicas en que se ha producido el desarrollo social a lo largo de la historia de la humanidad. Hoy, más que nunca, se comprende la sentencia marxista de que se ha vivido la prehistoria humana. La dinámica acelerada de la producción del saber y los nuevos campos de la ciencia y la tecnología, se producen subsumidas en la lógica del sistema capitalista; en consecuencia están marcadas por el afán de ganancia, de lucro y por la inequidad e injusticia social.
Cabe aclarar, que se asume como definición de ciencia la que la concibe como un multifacético y complejo fenómeno social que se expresa esencialmente como forma específica de actividad humana, la cual se manifiesta, simultáneamente, como: tradición cumulativa y sumaria de conocimientos lógicamente estructurados y teórica y/o prácticamente demostrados; la ciencia es, también, método especial de conocimiento y factor de modelación de las creencias y las actitudes del hombre sobre el universo y sobre sí mismo; se constituye, en resumen, como una institución social especializada, convertida ya en nuestra época en una poderosa fuerza social transformadora [2]
De aquí que se asuma como definición de tecnología la que la concibe como el conjunto de conocimientos científicos y empíricos, habilidades, experiencias y organización requeridos para: producir, distribuir, comercializar y utilizar bienes y servicios. Incluye, tanto conocimientos teóricos como prácticos, medios físicos, "know how", métodos y procedimientos productivos, gerenciales y organizativos, entre otros; identificación y asimilación de éxitos y fracasos anteriores, capacidades y destrezas de los recursos humanos[3]
La ciencia y la tecnología actuales son muy eficaces; el problema está en si sus objetivos son socialmente valiosos. En tal sentido la interpretación de la globalización como fenómeno tiene una importante implicación.
La globalización, como proceso objetivo, generada por el propio desarrollo del sistema capitalista ha trascendido sus presupuestos económicos y penetrado toda la vida social. Los problemas acumulados durante siglos son hoy de tal magnitud que han adquirido una naturaleza global. Distintos autores han apuntado rasgos que contribuyen a la definición de los denominados problemas globales.
El filósofo cubano José Ramón Fabelo Corzo señala que, ¨ los problemas globales son aquellos que afectan los intereses de la comunidad mundial, que amenazan al futuro de la humanidad. De su solución depende el futuro desarrollo de la humanidad y exigen para su solución de los esfuerzos mancomunados de todos ¨[4].
Visto de esta manera la insatisfacción de necesidades constituye un problema global. En la dialéctica materialista se define la necesidad como el nexo estable y esencial de los fenómenos, procesos, objetivos y realidades, condicionado por todo el curso precedente de su desarrollo. Así lo necesario dimana de la esencia de las cosas y en determinadas condiciones debe ocurrir obligatoriamente.
La insatisfacción de necesidades está marcada en gran medida por la falta de atención a la diversidad. Se quiere significar que diversidad, según la Enciclopedia Encarta, significa por un lado; variedad, desemejanza, diferencia y por otro, abundancia, gran cantidad de varias cosas distintas.
La diversidad es la vida misma, que se puede enfatizar más o menos, pero dentro de la cual se tiene que vivir, y desde la cual se ha de partir en la construcción social y educativa.
Es importante aclarar que estas consideraciones deben interpretarse desde una posición materialista del conocimiento del mundo. Un estudio que pretenda tener una completa fundamentación científica no puede prescindir de los presupuestos teóricos de la Filosofía Marxista, y en ella de la Dialéctica Materialista. Esta brinda las bases de obtención del conocimiento en los diversos campos de la realidad, además, proporciona las vías y formas de trabajo para llegar al método dialéctico.
Entiéndase que la Dialéctica considera las cosas en sus relaciones y propiedades como un reflejo mental, en conexión mutua, en constante movimiento, es decir, se apoya en las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.
El conocimiento como proceso social tiene el objetivo de reconocer las leyes del movimiento de la materia y la sociedad, el desarrollo y la transformación de la realidad con el fin de transformar el mundo.
Estos elementos sirven de fundamento a la concepción dialéctico – materialista de la diversidad. Lenin llama la atención de cómo los elementos constitutivos de la naturaleza interna de los objetos y fenómenos de la realidad objetiva, los contrarios dialécticos, a pesar de poseer características muy peculiares que los distinguen y los hacen ser diferentes, se hallan recíprocamente vinculados, en unidad, pero ésta tiene un carácter relativo, pues de esta característica depende la diferencia que singulariza los objetos y fenómenos del mundo circundante, su diversidad en la unidad. En tal sentido se reafirma la concepción de que cada persona es única y diversa
Cabe señalar que el carácter dialéctico de cualquier proceso implica reconocer lo contradictorio de las relaciones que en él tienen lugar y que constituyen su fuente de desarrollo y transformación y hacen de éstas la base del estudio de la realidad objetiva.
En todos los procesos sociales, tienen lugar diversas contradicciones que deben ser asumidas por los sujetos implicados. De hecho su carácter objetivo se desarrolla paralelamente con un profundo sentido personal y subjetivo para los sujetos implicados, lo cual no se puede aislar de su valor social. Por lo tanto son procesos donde dialécticamente se relacionan: lo individual y lo social; lo objetivo y lo subjetivo; lo cognitivo, lo instrumental, lo axiológico y lo afectivo; lo externo y lo interno. Todas expresadas en innumerables formas que no son ajenas a la voluntad y actitud de los individuos y grupos humanos, condicionando los avances y retrocesos del proceso.
Si se hacen extensivas estas reflexiones a la atención a la diversidad como proceso social, se corrobora un planteamiento de Armando Hart en el que expresa, "Hay una relación dialéctica entre lo que nos identifica como seres humanos y la realidad infinita de hombres diferentes en el seno de la naturaleza… Cabría decir que cada uno de los individuos humanos tiene necesidad, en última instancia, de una educación específica, por no decir especial, pero asimismo, requiere de una educación con un propósito general que, en esencia, exalte la dignidad plena del hombre, como proclamaba José Martí". [5]2]
Lo que sustenta que, para esta sociedad cubana, no es la formación de un "recurso humano" idóneo el objetivo esencial de la educación, sino el que cada hombre y mujer se desarrolle plenamente en correspondencia con sus potencialidades y esté en capacidad y disposición de poner su talento y energías al servicio de la sociedad a partir de los valores universales y nacionales de los cuales se ha apropiado. Además, la educación no sólo debe posibilitar el dominio de un "saber", sino también de un "saber hacer" y de "saber ser".
Es por ello que la aspirante considera necesario reflexionar sobre el impacto social de la atención a la diversidad.
En el estudio realizado se identifican varias definiciones de impacto, y sobre todo de impacto social, en las que pudo observarse que tienen varios elementos en común, entre estos, la relación causa-efecto entre la aplicación de un determinado proyecto o programa y el impacto causado, los resultados de dicho proyecto presentes a mediano y largo plazo, los cambios verificados en los grupos o comunidades, así como de qué manera se producen los cambios, es decir, se consideran los efectos previstos o no, negativos o positivos, así como el factor tiempo en la duración de los efectos de una acción. Entre los elementos que distinguen un concepto de otro pueden citarse el efecto multiplicador, expuesto por Barreiro Noa, que se refiere al impacto de un proyecto en grupos no previstos, así como la diferencia que establecen Cohen y Franco entre los efectos e impactos relacionados con los objetivos y las metas. En general, todas las definiciones se refieren al impacto como cambios producidos en algo, sea el medio ambiente, los procesos o productos o algún grupo poblacional, debido a una determinada acción.
La aspirante asume como definición de impacto la que lo concibe como la expresión del efecto de una acción, cuando una acción o actividad produce una alteración, favorable o desfavorable en algo o en alguien. Lo que le permite asumir, por el sentido de la investigación, como definición de impacto social la ofrecida por Rojas en relación con el tema de la información, en la que plantea que "…del uso de un sistema de información se desprenden resultados que constituyen el llamado impacto, que puede tratarse como un cuarto nivel y que está determinado por los resultados que se obtienen en la práctica y las transformaciones que pueden producirse como efecto de ese uso" [6]
Aclárese, además, que el término atención, según el diccionario enciclopédico se define desde la Psicología como: capacidad de concentrar la actividad psicológica sobre un objeto.
La interpretación de estas definiciones, facilitan el entendimiento de que; hablar de diversidad remite a hablar de igualdad. La diversidad es una determinada manifestación de la igualdad inherente al género humano. De ahí lemas tan famosos en distintas campañas centradas en diversos procesos de discriminación como los de "Igualdad en la Diversidad", "Todos iguales, todos diferentes" o "Vivir en la igualdad, convivir en la diversidad" que han intentado recordar persistentemente que la diversidad no es ninguna manifestación patológica o equivocada de la igualdad, sino una manifestación de una igualdad que no es igual a uniformidad.
La diversidad, se refiere a la circunstancia de los sujetos de ser distintos y diferentes, dentro de la igualdad común que los une. Un hecho que en una sociedad como esta debe ser digno de respeto.
El hombre se forma, a través de su historicidad, sus vivencias, sus conocimientos, así como los diversos contextos en donde se desenvuelve, esto va originando en él, su ideología, así mismo posee desde su origen, características y facultades únicas, de tal manera que siempre será diferente. Diferente en cuanto es único, el ser es irremplazable, nunca podrán existir dos personas idénticas, en ninguno de los aspectos que las componen, ni física, intelectual, afectiva y socialmente.
Pero, son iguales, primero como especie, esto lleva a poseer, espíritu, emociones, una biología y fisiología común, se posee sin lugar a dudas el mismo derecho a la vida a disfrutar de ella sin restricciones. Ciertamente todos tienen facultades tal vez diversas pero, nunca encontraran una persona que no las posea. El aspecto fundamental en la existencia humana es el valor de la diferencia.
¿En qué planos o ámbitos se manifiesta la diversidad?
Se asume que la variedad entre seres humanos se produce en dos planos, en el intraindividual y en el interindividual. En el plano intraindividual se puede señalar que la diversidad se manifiesta en el hecho de que, como se explicó antes, el ser humano es único e irrepetible, es una combinación de condiciones y cualidades diversas que no son del todo estáticas, sino que varían a lo largo de la vida.
En un segundo plano, interindividual, la variedad se exhibe como multiplicidad entre individuos. Se difiere de uno mismo y de los demás. Y una y otra variación constituye la riqueza del género humano. Cada uno se constituye de manera singular y única en el proceso de interacción de las particularidades propias y las particularidades del contexto en que vive.
Se incrementa aún un tercer plano de diversidad: el colectivo, porque la diversidad apunta a la construcción de identidades no sólo individuales sino grupales diversas. La diversidad es también una categoría colectiva que hace referencia a colectivos únicos y diversos. Cada vez que dos o más personas se unen la diversidad se hace presente de manera también singular y propia, por mucho que se quiera pensar en términos homogéneos en ese grupo. Nunca una pareja será igual a otra, nunca una familia a otra, nunca un aula a otra. La diversidad puede entonces pensarse como hecho grupal, no sólo como condición individual.
Cabe reiterar que lo que es único en un momento, es diverso desde otro punto de vista. De aquí que se manifieste como contradicción cuando se lleva al proceso como tal. Aclárese que ¨ la unidad de los contrarios, forma la estructura fundamental del todo de cualquier proceso. Pero la unidad de los contrarios, es decir, la contradicción, no es otra cosa que una relación y un nexo determinados ¨[7].
Todo este énfasis en la diversidad, no tiene sentido si no es reenmarcándolo de nuevo en la igualdad que une al ser humano. La igualdad es la esencia, la diversidad no es ni más ni menos que una cualidad que califica a esa igualdad.
¿Necesita el mundo de hoy, que se atienda la diversidad?
Desde los planteamientos anteriores sobre la diversidad inherente al género humano debería ser un valor positivo o al menos neutro. Pero la diversidad, la diferencia, puede convertirse en desigualdad en la medida en que las singularidades de los sujetos, o de los grupos humanos, al interaccionar con determinadas situaciones y exigencias sociales constituyan dificultades para obtener los objetivos propuestos. Esto está pasando actualmente en el mundo en diferentes esferas que de alguna manera tributan a la esfera social.
No toda diversidad supone desigualdad, a veces es signo de poder, de posibilidades, de desarrollo. El fin no es pues abolir la diversidad, que al contrario se reconoce como hecho social digno de respeto, sino la desigualdad que esa diversidad puede provocar. La lucha social, la batalla en una sociedad inclusiva, que facilite el acceso e intervención de todos pasa inicialmente por eliminar la desigualdad que suele asociarse a determinadas manifestaciones de diversidad y que suele conllevar a la par un proceso de "homogeneización", para garantizar precisamente que ciertas formas de diversidad se conserven, las de los ricos frente a los pobres, las de los que tienen la información frente a los que no, etc., frente a otras, ingresándose así en una dinámica que niega la igualdad de base, que se mantiene para todos, y pretende perpetuar y desarrollar la desigualdad.
Por todas estas razones y más se hace inminente mantener una política social que intervenga en la estructura de la sociedad que contrarreste en todo lo posible la desigualdad, y ello se refiere no únicamente a la distribución del producto social, sino con un sentido completamente abarcador, amplio, que contemple a toda la actividad social sobre bases de igualdad real, entonces es posible asegurar que, como tendencia, predomine la orientada a la superación de las diferencias sociales. Esto es imposible hacerlo solamente con medidas, leyes, normas, políticas -aunque estas indiscutiblemente son imprescindibles-, se requiere junto con ello de una actividad formativa educacional sistemática que asegure la comprensión de esta orientación, como un componente esencial de un modo socialista de vida.
Estos elementos confirman que la atención a la diversidad es un reto para el mundo.
Muchas han sido las investigaciones que se han presentado en torno a la diversidad, pero la realidad demuestra que no es suficiente, lo que hace inaplazable que se desarrollen otras investigaciones en este sentido, investigaciones donde se reconozca la diversidad como la cualidad de la persona por la que cada cual es como es y no como a alguien le gustaría que fuera. Este reconocimiento es justamente lo que configura la dignidad humana.
Es preciso el reconocimiento de la inclusión y el respeto a la diferencia por encima de todo como condición básica para atender la diversidad en cualquier investigación en torno a esto. Como se aludió anteriormente, la diversidad se refleja en todas las esferas de la vida de una nación.
¿Qué importancia tiene considerar la diversidad en lo político, lo económico, lo social y lo cultural?
Las características inherentes al desarrollo humano son las que generan la diversidad en la manifestación del mismo, la cual se expresa en las diferencias individuales. En cualquier sociedad se presentan múltiples formas de diversidad: económica, racial, étnica, cultural, religiosa, entre otras, que están dadas por las manifestaciones de riqueza, complejidad y en general por las contradicciones en las relaciones sociales que se establecen. Esa diversidad acarrea diferencias entre los grupos, que se expresan en su modo de vida, en sus intereses y necesidades, en sus relaciones con otros grupos, en su manera de entender el mundo y la sociedad en que viven y en las oportunidades para disfrutar de los bienes sociales existentes.
Uno de los rasgos esenciales del pensamiento de Marx está precisamente en la importancia determinante de la práctica humana, y este es un hecho de consecuencias objetivas. De esta manera, ahí nace la vida espiritual y adquiere una categoría social de enorme peso histórico. Engels lo subrayó, a su vez, cuando habló de que se subestimaron las categorías llamadas de la superestructura, es decir las esferas social, cultural, ideológica, política, ética y jurídica.
La diversidad social es un rasgo constitutivo de la realidad social que concede a la humanidad un sinnúmero de expresiones y matices en torno a los modos de ser, de convivir, de pensar y de hacer.
Para la UNESCO, la diversidad cultural es el patrimonio de la humanidad, pues la cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio: Esta diversidad se percibe en la originalidad y la diversidad de las identidades que definen los grupos y las sociedades que constituyen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
A juicio de la autora, todos estos elementos son premisas para la atención a la diversidad en cualquier ámbito, pues sería de ilusos tratar de separarlos.
La diversidad expresa las diferencias presentes no solamente en cada sujeto, sino también en grupos de sujetos. (Se da en la actividad y la comunicación)
Estas diferencias en lo individual y en los grupos de sujetos se manifiestan en: el grado o nivel de desarrollo físico alcanzado, nivel cultural, los ritmos y estilos de aprendizaje, los modos de actuación (Actividad y comunicación), las vías y medios de educación y enseñanza, condiciones sociales, condiciones económicas, raza, sexo y la interculturalidad la cual asume la diversidad como una posibilidad de reconocer y de valorar lo diferente.
La interculturalidad se manifiesta en el encuentro existencial de diversas visiones del mundo, y en ese sentido, es también un proyecto de vida por la dimensión que reviste en la construcción de la identidad del sujeto.
El quehacer educativo no está ajeno a la preocupación por la atención a la diversidad que caracteriza a las sociedades modernas, por el contrario es su reflejo inmediato.
Históricamente, la educación ha tenido dos sentidos. Uno que procede de educare (criar, alimentar); y otro, que proviene de exducere (sacar, llevar, conducir de dentro hacia fuera).
Cada sociedad erige la educación de la nueva generación conforme a sus intereses, de forma que le permita defender las ideas de esta sociedad, fortalecerla. En el propio régimen social están sentados ya los objetivos y tareas de la educación.
El fin de la Educación es cumplir el encargo social establecido para todas las instituciones docentes del país. De ahí que sea social la esencia del proceso docente. La escuela como institución social esta inmersa en la sociedad y a ella se debe.
La autora, para el desarrollo de este trabajo, y sin perder de vista la definición anterior, ya desde una óptica educativa, asume como definición de diversidad, aquella que la concibe como: la variedad de necesidades educativas de cada sujeto, grupo y/o segmento poblacional.
Tradicionalmente, la diversidad humana se ha percibido como una problemática que complica el proceso educativo y no como un rasgo inherente a la naturaleza propia. Al respecto Newton expresó: "la unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo." Y José Martí sentenció "donde yo encuentro poesía es en la unidad del universo, que encierra tantas cosas diferentes y es todo uno…."[8]
Desde una postura filosófica dialéctico-materialista, la unidad y la diversidad como pareja reflejan la materialidad del mundo, el vínculo universal de los fenómenos y los objetos, la variedad infinita de niveles peculiarmente distintos de organización estructural de la materia y las leyes generales y propiedades de la materia.
En el plano educativo la diversidad del alumnado (Cela y otros 1997), está determinada por tres grandes dimensiones:
Aspectos sociales (procedencia geográfica y cultural, nivel socio-económico y rol social).
– Aspectos personales o físicos (herencia, sexo, color de la piel y belleza)
– Aspectos psicológicos ligados al proceso educativo (conocimientos previos, estilos y hábitos de aprendizaje, capacidades, comunicación, atención, capacidad de trabajo, motivación, intereses y relaciones afectivas).
Gimeno (1993) al abordar la diversidad del alumnado incluye: diferencias étnicas, religión, lengua, déficit culturales para el currículo común, género, preferencia de los alumnos y los padres ante el currículo, expectativas, idiosincrasia, especialización del conocimiento, capacidades, estilos cognitivos, ideas previas, intereses, motivos, ritmo de trabajo, algoritmo de actividad y tiempo de aprendizaje.
Para lograr una adecuada atención a la diversidad en el contexto escolar, es necesario entender, desde una postura filosófica, que no es necesario eliminar uno de los contrarios para eliminar la contradicción. Las contradicciones dialécticas se exhiben inicialmente en forma de antinomias de los problemas; pero la solución de las contradicciones dialécticas no se ejecuta mediante la eliminación de las antinomias, como resultado del cambio del sentido de uno de los declarados contrarios, sino en el curso de la búsqueda de los eslabones intermedios que vinculan los declarados opuestos en un concepto lógico incontrovertible. (Integridad, unidad)
De aquí que el docente pueda entender que se puede favorecer el desarrollo del alumno si, entre otras cosas, utiliza convenientemente las adecuaciones curriculares. Al realizar estas es necesario tener claro que no existen recetas para todos los alumnos, sino que el profesor a partir de estudiar el diagnóstico integral del alumno es quien mejor puede decidir qué es lo idóneo para el tratamiento adecuado a la diversidad, aunque deba buscar la asesoría de otros especialistas dado el caso.
La educación, vista como fenómeno social refleja, de manera más o menos explícita, el estado de desarrollo económico, político y social alcanzado por la humanidad en un período histórico concreto. La educación está condicionada por factores macro-sociales: economía, política, cultura, pero este principio no significa para nada la simple adaptación del hombre a esa realidad. A su vez, la educación es condicionante y establece el constante sentido del progreso – material y espiritual- que vive el hombre, esto es, su trascendencia.
Al mundo de hoy le hacen falta personas que se entreguen por entero, que amen con ardor su patria, que tengan una elevada y amplia preparación cultural, que posean grandes cualidades morales, preparadas para el trabajo artístico; personas que de una forma armoniosa reúnan en sí las más grandes riquezas espirituales y pureza moral . Esto solo se logra si se interioriza el hecho de que se hace obligatorio e inmediato, en el ámbito educacional, materializar la atención personalizada, facilitar el intercambio cultural, garantizar el acceso a la educación de alumnos con dificultades de aprendizaje, atención a talentos, y de esta forma orientar su proceso educativo.
Debe ser una tarea de todo sistema de educación, desarrollar acciones encaminadas a la atención a la diversidad desde lo individual de cada sujeto, en interacción con otros, consigo mismo, con el contexto, lo que forma parte del propio desarrollo cultural.
Hoy, en el mundo educativo, no se concibe una "educación de calidad" que no tenga en cuenta los procesos que benefician la atención a la diversidad de intereses, motivaciones y capacidades, sexo, las condiciones sociales y económicas de vida, los modos de actuación (Actividad y comunicación), así como a diversidad relacionada con la interculturalidad de los pueblos.
Para aplicar el principio que sustenta la igualdad de oportunidades para todos, en función de que cada sujeto pueda desarrollar sus potencialidades desde lo educativo, se distinguen de forma reiterada estos elementos:
Acciones que promueven la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
Acciones que van a la eliminación de las desigualdades que resultan de otros factores (discapacidad física o mental; discriminación racial, cultural, étnica o religiosa; situación de desventaja socioeconómica, ritmos de aprendizaje, capacidad intelectual, entre otras.)
Esto indica que la atención a la diversidad debe cubrir, entre otras las siguientes necesidades:
Cubrir las necesidades de las personas con discapacidades, (de cualquier tipo), lo cual concierne a la accesibilidad física y pedagógica del contenido de la enseñanza, medidas de apoyo ya sea por los profesores u otro personal, uso de nuevas tecnologías adaptándolas a los diferentes tipos de discapacidad, garantizar su movilidad con condiciones adecuadas (evitar las barreras arquitectónicas, entre otros).
Favorecer la igualdad entre los diferentes géneros: Esto se aplica no sólo a la igualdad en el acceso a actividades orientadas en todos los sectores de la educación, sino también a promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres por medios educativos. Lo cual puede expresarse en la eliminación de los estereotipos sexuales en el material didáctico, la diversificación de los ámbitos de estudio que eligen las mujeres y los que eligen los hombres y fomentar una mejor orientación vocacional que conduzca al aumento de la empleabilidad (Ciencias y Tecnologías), Además de la educación para el acceso a cargos por parte de las mujeres, entre otros.
Apoyar la lucha contra el racismo. Se fomenta de diversas formas la educación intercultural y las medidas consignadas a promover el respeto y el entendimiento de la diversidad étnica, cultural y lingüística, acorde con la especificidad de las diferentes acciones del programa. También se tomarán medidas para estimular la participación plena y activa de personas de todos los grupos étnicos y lingüísticos.
Contribuir a contrarrestar los efectos de los escenarios de desventaja socioeconómica, especialmente impulsando la participación de personas y centros que la sufran mediante el proceso de selección y, en algunas acciones, mediante un mayor apoyo económico.
Cabe preguntarse entonces desde el quehacer educacional, ¿cómo brindar oportunidades a todos? Se presenta así una opción entre otras, contribuir a dar cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades para todos.
Según Ramón López Machín la igualdad de oportunidades tiene mucho que ver con la respuesta a la diversidad, con la compensación de desigualdades sociales, con la atención a las necesidades educativas especiales y con la conexión con el entorno, en la medida en que se requiere la puesta en práctica de los mismos principios educativos.[9]
Una educación para todos, es una educación que incluye las diferencias. Una escuela para todos debe contemplar el derecho de todos sus educandos a recibir su educación y especificar al mismo tiempo las diversas características equivalentes que en las distintas situaciones de aprendizaje adquirirá el proceso y la evaluación del mismo.
Vale considerar a P. Carreño, cuando señala "… la educación es a la vez producto de la sociedad y productora de esa misma sociedad"[10]
De esta manera, las influencias entre la sociedad y la educación sólo pueden entenderse como una interacción recíproca, una interdependencia que se manifiesta compleja y diversa.
La educación cubana ha ganado mucho en este sentido. "El sustento filosófico de la educación cubana es el marxismo, pero como expresión más alta de la evolución del legítimo desarrollo del pensamiento nacional, principalmente del ideario martiano con el que se conjuga creadoramente"[11]
No obstante enfrenta grandes desafíos entre los que se encuentran los que se originan de las contradicciones entre la masividad de la educación y la búsqueda de la excelencia, y entre la necesaria unidad del sistema educativo y la diversidad de personas, condiciones, y aspiraciones, de los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La necesidad de soluciones creadoras y contextualizadas a estas contradicciones, constituye una urgencia. Dentro de las potenciales soluciones, la adecuada atención a la diversidad educativa es, sin dudas, un aspecto central, y una de las claves para alcanzar la calidad de los aprendizajes y de la educación. Como se ha afirmado antes, cualquier proyecto de mejoramiento educativo desarrollador constituye siempre una "propuesta creativa muy singular que permite materializar el sueño de una escuela de puertas abiertas a la diversidad"[12] .
Se trata de atender la diversidad en el contexto de una educación colectiva, en la que incluso se promueve el aprendizaje cooperativo, donde se insertan personas que poseen diferencias significativas en cuanto a la motivación por la actividad que de conjunto realizan. La heterogeneidad de los grupos constituye una realidad ineludible que es preciso tomar en consideración, pues la individualidad es un rasgo distintivo de la personalidad ya desarrollada y en formación que surge como resultado de la interrelación dialéctica entre las condiciones biológicas y socio-históricas a través de la actividad y la comunicación, desde los primeros momentos en que se gesta el nuevo ser.
Para atender a la diversidad en la esfera escolar es necesario tener en cuenta la "relación dialéctica entre lo biológico, lo social – cultural, lo individual y propiamente psicológico que se va estructurando en el sujeto en el propio proceso y que se convierte en una fuerza determinante más en su desarrollo psíquico; las inmensas potencialidades que brinda el proceso de desarrollo humano, el papel de lo interpersonal, y en particular de la acción de los "otros" como portadores de la cultura sobre el sujeto, que se va apropiando de ella de forma activa y muy particular, llegándose a interiorizar y conformando las estructuras psicológicas que van determinando la personalidad del ser humano" [13]
Una vez analizados estos aspectos se puede reflexionar acerca de: ¿Qué es educación para la diversidad?
Educación para la diversidad es aquella que garantiza una atención diferenciada y personalizada, como respuesta a las necesidades educativas de cada sujeto, grupo y/o segmento poblacional. Es la que asegura las condiciones y los medios, para que todos aprendan y se desarrollen con pertinencia y equidad, facilitando a cada uno, por diferentes vías, la posibilidad de alcanzar los objetivos más generales que plantea el sistema educativo para el nivel por el que transita y acorde con sus especificidades individuales.[14]
Vale aseverar que la educación para la diversidad tiene que verse muy ligada con la atención a la diversidad. Sin dudas la primera tiene necesariamente que garantizar la segunda.
En tal sentido y derivado de reflexiones anteriores, se puede inferir que en Cuba, en este camino de aproximación de los escenarios en que deben producirse las transformaciones educacionales se presentan como válidas las contradicciones dialécticas estratégicas siguientes:
La solución de los problemas de la calidad de la educación sin renunciar a la educación masiva de todos los ciudadanos, sin distinción de sexo, creencia, raza o lugar de residencia, mediante una enseñanza desarrolladora, diferenciadora y con un profundo carácter científico y humanista.
La necesidad de materializar en la práctica la relación entre la unidad del sistema educacional y la diversidad que se manifiesta en la práctica escolar.
La adecuada relación entre la descentralización y la centralización administrativa en todo el sistema educacional lo que significa acercar la toma de decisiones a los niveles de dirección que ejecutan la política educacional.
Para asumir este reto es preciso iniciar un movimiento predominantemente participativo que armonice estas aparentes contradicciones, generadoras del desarrollo, y se conceda el necesario nivel de autonomía que favorezca un cambio cualitativo en la escuela.
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