Calvo y Corraliza (2002) 10 sostienen que la educación ambiental debe entenderse como un proceso de aprendizaje que debe facilitar la comprensión de las realidades del medioambiente, del proceso sociohistórico que ha conducido a su actual deterioro; que tiene como propósito que cada individuo posea una adecuada conciencia de dependencia y pertenencia con su entorno, que se sienta responsable de su uso y mantenimiento, y que sea capaz de tomar decisiones en este plano. La misma, "intenta proponer una nueva información que aumente los conocimientos sobre el medio ambiente y que de esta ampliación surja una reflexión que nos permita mejorar la calidad de vida, mejorando la calidad ambiental y que nos lleve necesariamente a una acción a favor del medio"
Martínez (2001) 11 considera que "la educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad".
10 Calvo, Susana; Corraliza, José Antonio (2002). Educación ambiental. La Habana: Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". P. 22.
11 Martínez, José Félix (2001). Fundamentos de la Educación Ambiental. (Documento en línea). Disponible en: http :/ /www. J marcano . com/educa/curso/fund2.html. (Consulta el 22 de junio de 2010), p. 54.
Martínez (2001) 12 concluye que la educación ambiental, constituye una herramienta que persigue mejorar las relaciones del hombre con su medio, a través del conocimiento, la sensibilización, la promoción de estilos de vida y comportamientos favorables al entorno, es decir, "una educación en la que se incluyen tanto la adquisición de conocimientos y destrezas como una formación social y ética que está referida al entorno natural o construido y que tiene como finalidad la sensibilización para lograr que los seres humanos asumamos la responsabilidad que nos corresponde"
Desde el punto de vista conceptual, el enfoque histórico-cultural constituye un sólido referente y un enfoque epistemológico con amplias perspectivas de aplicación en la educación ambiental; en el mismo, se sitúa como objetivo fundamental del proceso educativo, el desarrollo íntegro de la personalidad del individuo, en estrecha relación con el contexto (o medio ambiente) en el que se encuentra, mediante una inserción social consciente y comprometida, como sujeto de la historia, que busca la transformación de la realidad en aras de su propio beneficio y del bienestar de la sociedad.
Teniendo en cuenta el carácter rector que desde el enfoque histórico-cultural posee la enseñanza en relación con el desarrollo psíquico del individuo, se plantea que la educación ambiental debe convertirse en fuente e hilo conductor de un desarrollo que contemple de manera intrínseca el establecimiento de una relación armónica del individuo y el medio ambiente.
Dos categorías fundamentales existentes en la teoría histórico-cultural son de singular relevancia en el entendimiento del proceso de la educación ambiental, estas son la Zona de Desarrollo Próximo y la Situación Social del Desarrollo.
La Situación Social del Desarrollo – SSD (combinación especial de los procesos internos y de las condiciones externas, típica de cada etapa del desarrollo y que condiciona las nuevas formaciones psicológicas que adquiere el individuo), implica que la educación ambiental supone necesariamente cambios profundos con respecto a enfoques tradicionales de educación, que contemplan el enriquecimiento constante del contexto educativo, y por consiguiente de la SSD; tomado en cuenta, integrando y optimizando elementos socioculturales, materiales, históricos, afectivos e intelectuales; tanto de los individuos, como de los grupos humanos, para orientarse de manera efectiva hacia el logro de una adecuada cultura ambiental en los ciudadanos.
12 Martínez, José Félix (2001). Fundamentos de la Educación Ambiental. Obra citada, p. 55.
La Zona de Desarrollo Próximo – ZDP (distancia existente entre lo que un individuo es capaz de hacer por si mismo, y lo que puede realizar con la ayuda de los demás), es el espacio donde se sitúa el aprendizaje efectivo y la enseñanza verdaderamente desarrolladora de una adecuada educación para la convivencia armónica con el medio ambiente, y orientada hacia el desarrollo sostenible. Los programas de educación ambiental que persigan estos objetivos, deberán partir de diagnósticos optimistas que reflejen las potencialidades de sujetos, grupos, familias, y comunidades, contemplando no sólo su estado actual y sus limitaciones, sino también sus oportunidades de aprendizaje; deberán concebir la estimulación de un desarrollo personal, grupal y social, como una construcción cultural, que se realiza a través de la socialización con otros seres humanos mediante actividades sociales compartidas, a través de un proceso de educación que no consiste solamente en una simple transmisión de conocimientos concretos de una persona experta a una inexperta, sino en la creación de circunstancias pedagógicas en que los individuos apliquen conscientemente conocimientos o contenidos, e identifiquen, valoren y creen estrategias y acciones concretas encaminadas a la solución de problemas ambientales que existan en la práctica de la cotidianidad.
El proceso de la educación ambiental debe orientarse continua y permanentemente hacia la facilitación de un aprendizaje desarrollador, en dinámica interacción entre el individuo cognoscente y su medio ambiente (entendido en sus múltiples dimensiones), que promueva cambios cualitativos y cuantitativos en la personalidad del mismo, tomando como punto de partida la situación histórico cultural concreta del medio en el que se desenvuelve.
La North American Association for Environmental Education = Asociación Norteamericana de Educación Ambiental (2000)13 propone que las características que debe poseer un programa eficiente de educación ambiental, son las siguientes:
* Debe ser justo y preciso en la descripción de los diversos problemas, situaciones y conflictos ambientales; presentar de manera balanceada diferentes puntos de vista y teorías sobre los mismos, áreas de consenso, incluyendo las organizaciones y afiliaciones, así como las políticas oficiales. Debe estimular la reflexión y toma de conciencia acerca de las posibles consecuencias del comportamiento individual sobre el entorno.
13 North American Association for Environmental Education (2000). Environmental Education Materials: Guidelines for Excellence workbook. Bridging Theory & Practice. (Documento en línea). Disponible en: http ://www. naaee. org/npeee / workbook.pdf. (Consulta el 22 de junio de 2010).
* Promover concienciación acerca del entorno natural, construido y social; así como un entendimiento de los conceptos ambientales en los contextos en los cuales estos se manifiestan, claramente relacionados en una concepción de sistema; estimular la sensibilización, valores, y percepciones adecuadas hacia el medio ambiente; la comprensión de la interdependencia de todas las formas de vida, y la dependencia de la vida humana de los recursos del planeta en un ambiente saludable.
* La educación ambiental debe producir un aprendizaje efectivo, utilizando para ello métodos centrados en el alumno, desde una perspectiva transdisciplinaria, que abarque aspectos globales, nacionales, y locales del desarrollo sostenible. Debe dejarse abierta la posibilidad de diferir y preguntar, explorar diferentes perspectivas y opiniones acerca de las diferentes teorías y formarse opiniones y concepciones propias respecto al tema, en una atmósfera de respeto por las opiniones diferentes y apertura para nuevas ideas.
1.4.2.- Punto de vista de diversos autores sobre Educación Ambiental
Se consideraran los enfoques, las escuelas, los objetivos, los principios, las teorías, etcétera relacionados a la educación ambiental:
García (2010) 14 en octubre de 1977 la UNESCO, en colaboración con el PNUMA, realizó la convocatoria de la Primera Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental que tuvo lugar en Tbilisi (Georgia, URSS). Se considera que es el acontecimiento más significativo en la historia de la educación ambiental, pues en ella se establecieron la naturaleza, los objetivos y principios pedagógicos, así como las estrategias que debían guiar el desarrollo de dicha educación a nivel internacional. En la Conferencia de Tbilisi, "el medio ambiente se concibió como un todo, en el que incluían tanto los aspectos naturales como aquellos que fueran resultado de la acción humana, la educación ambiental se planteo con un enfoque interdisciplinar, orientada a la resolución de problemas y abierta a la realidad local, debiendo quedar integrada en todos los niveles escolares y extraescolares, generales y especializados, del proceso educativo y hacer que los alumnos aprendan a organizar sus propias experiencias de aprendizaje y darles la oportunidad de tomar decisiones y aceptar sus consecuencias, utilizando diversas actividades educativas y una amplia variedad de métodos para comunicar y adquirir conocimientos sobre el medio ambiente". 15
14 García Meneses, Yolanda de la Caridad et. Al. (2010). La educación ambiental y el patrimonio cultural edificado. (Documento en línea). Disponible en: http:// www. monografias. com / trabajos65 / educacion-ambiental- patrimonio-edificado / educación – ambiental –patrimonio -edificado.shtml. (Consulta el 22 de junio de 2010).
15 Programa Internacional de Educación Ambiental UNESCO – PNUMA. Tendencia de la educación ambiental a partir de la Conferencia de Tbilisi. Serie N. 1. p. 13
Entre los objetivos básicos de la educación ambiental que se adoptaron en este evento se encuentran:
1.- Toma de conciencia: Ayudar a los individuos y grupos sociales a sensibilizarse y tomar conciencia del entorno global y su problemática.
2.- Conocimientos: Ayudar a los individuos y grupos sociales a comprender el entorno global, su problemática, la presencia del hombre en el entorno, la responsabilidad y el papel crítico que lo atañen.
3.- Actitud: Ayudar a los individuos y grupos sociales a adquirir valores sociales, a interesarse por el medio ambiente, a tener una motivación fuerte para querer participar en la protección del medio ambiente y mejorarlo.
4.- Aptitudes: Ayudar a los individuos y grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales.
5.- Capacidad de evaluación: Ayudar a los individuos y grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educativos.
Lacret (2010)16 sostiene que los Principios básicos de la educación ambiental son:
Considerar al ambiente en forma integral, es decir, lo natural y lo construido, no sólo los aspectos naturales, sino los tecnológicos, sociales, económicos, políticos, morales, culturales, históricos y estéticos.
Asumir un enfoque interdisciplinario para el tratamiento de la dimensión ambiental, que se inspira en el contenido específico de cada disciplina para posibilitar una perspectiva holística y equilibrada.
Tratar la temática ambiental desde lo particular a lo general tiene como finalidad que los estudiantes se formen una idea de las condiciones ambientales de otras áreas, que identifiquen las condiciones que prevalecen en las distintas regiones geográficas y políticas, además de que reflexionen sobre las dimensiones mundiales del problema ambiental para que los sujetos sociales se involucren en los diferentes niveles de participación y responsabilidad.
16 Lacret, Ángel (2010). Educación ambiental. (Documento en línea). Disponible en: http: // www . monografias.com /trabajos15 / educación -ambiental / educacion- ambiental .shtml ? monosearch#PRINC. (Consulta el 22 de Junio de 2010), p. 13.
Otro principio orientador hace énfasis en la complejidad de los problemas ambientales, por lo cual es necesario desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades para resolverlos.
Promover el conocimiento, la habilidad para solucionar problemas, la clasificación de valores, la investigación y la evaluación de situaciones, en los estudiantes en formación, cuyo interés especial sea la sensibilización ambiental para aprender sobre la propia comunidad.
Insistir en la necesidad de cooperación local, nacional e internacional, para la prevención y la solución de los problemas ambientales.
El conocimiento de los problemas ambientales, puede, bajo principios orientados, ayudar a comprender un poco más lo complejo de la realidad que vivimos. Esto no significa que los contenidos por sí solos conduzcan al estudiante a un cambio de actitudes. Además de la adquisición de conocimientos, también debe destacar el aspecto preventivo. En este sentido, se propone promover una "cultura de resistencia", es decir la educación ambiental debe cuestionar los actuales modelos de desarrollo, pues éstos son los responsables del deterioro ecológico y social que viven los países subdesarrollados, el cual es diferente al que se presenta en otros países.
CAPÍTULO II
2.1.- Definición de Desarrollo Sostenible o Sustentable17
Una de las descripciones originales del desarrollo sostenible se atribuye a la Comisión Brundtland: "El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades" (Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1987: 43). Por lo general, se considera que el desarrollo sostenible tiene tres componentes: medio ambiente, sociedad y economía. El bienestar en estas tres áreas está entrelazado, y no es independiente. Por ejemplo, una sociedad saludable y próspera depende de un medio ambiente sano para que le provea de alimentos y recursos, agua potable, y aire limpio para sus ciudadanos. El paradigma de la sostenibilidad rechaza el argumento de que las pérdidas en los ámbitos ambiental y social son consecuencias inevitables y aceptables del desarrollo económico. Por tanto, los autores consideran a la sostenibilidad como un paradigma para pensar en un futuro en el que las consideraciones ambientales, sociales y económicas se balanceen en la búsqueda del desarrollo y una mejor calidad de vida.
17 McKeown, Rosalyn (2002). Manual de Educación para el Desarrollo Sostenible. Tenessee: Instituto de Educación e Investigación sobre Manejo de Desechos de la Universidad de Tennessee (WMREI – Waste Management Research and Education Institute), p. 8.
2.2.- Principios del Desarrollo Sostenible
La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo plantean los siguientes principios para el desarrollo sostenible:
Las personas tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.
El desarrollo hoy día no debe socavar las necesidades ambientales y de desarrollo de las generaciones presentes y futuras.
Los países tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos, pero sin causar daños ambientales más allá de sus fronteras.
Las naciones deben desarrollar leyes internacionales para ofrecer compensaciones por el daño que las actividades bajo su control causen en áreas más allá de sus fronteras.
Para lograr el desarrollo sostenible, la protección ambiental debe constituir una parte integral del proceso de desarrollo, y no se puede considerar como un elemento aislado. Es esencial erradicar la pobreza y reducir las disparidades.
Las naciones deberán cooperar para conservar, proteger y restaurar la salud e integridad del ecosistema de la Tierra. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que tienen en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible en vista de las presiones que sus sociedades imponen al medio ambiente global y de las tecnologías y recursos financieros que dominan.
Los países deben reducir y eliminar los patrones no sostenibles de producción y consumo, así como promover políticas demográficas apropiadas.
Las cuestiones ambientales se manejan mejor con la participación de todos los ciudadanos interesados. Las naciones deberán facilitar y fomentar la conciencia y participación pública poniendo la información ambiental a disposición de todos.
Los países deberán decretar leyes ambientales efectivas, y desarrollar leyes nacionales sobre las obligaciones legales para con las víctimas de la contaminación y otros daños de carácter ambiental.
Los países deberán cooperar para promover un sistema económico internacional abierto que lleve al crecimiento económico y desarrollo sostenible de todos los países.
Las políticas ambientales no deben utilizarse como un medio injustificado de restringir el comercio internacional.
En principio, el que contamina debe asumir el costo de la contaminación.
Las naciones deberán alertarse unas a otras acerca de desastres naturales o actividades que pudieran tener impactos transfronterizos peligrosos.
El desarrollo sostenible requiere de un mejor entendimiento científico de los problemas. Los países deben compartir conocimientos y tecnologías innovadoras para lograr la meta de la sostenibilidad.
La participación completa de las mujeres es esencial para lograr el desarrollo sostenible. También se necesitan la creatividad, ideales y valor de la juventud y el conocimiento de los grupos indígenas.
La guerra es inherentemente destructiva del desarrollo sostenible, y las naciones deberán respetar las leyes internacionales que protegen al medio ambiente en tiempos de conflictos armados, y deberán cooperar para que dichas leyes se sigan estableciendo.
La paz, el desarrollo y la protección ambiental son interdependientes e indivisibles.
2.3.- La Historia de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS)
Desde el momento en que el desarrollo sostenible fue aprobado por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1987, se ha explorado también el concepto paralelo de educación para apoyar el desarrollo sostenible. De 1987 a 1992, el concepto de desarrollo sostenible maduró conforme los comités discutían, negociaban, y escribían los 40 capítulos de Programa 21. Las primeras ideas sobre la EDS se capturaron en el Capítulo 36 de Programa 21, "Promoviendo la Educación, Conciencia Pública y Capacitación".
A diferencia de la mayoría de los movimientos educativos, la EDS fue iniciada por gente fuera de la comunidad educativa. De hecho, uno de los principales impulsos a la EDS vino de los foros políticos y económicos internacionales (por ejemplo, las Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, la Organización de Estados Americanos). Conforme se discutía y formulaba el concepto de desarrollo sostenible, se hizo aparente que la educación es la clave para la sostenibilidad. En muchos países, la EDS sigue siendo formada por personas que están fuera de la comunidad educativa. En estos casos, las secretarías o ministerios como los de medio ambiente y salud son quienes desarrollan los conceptos y contenidos de la EDS, que luego son impartidos por los docentes.
2.4.- Educación: Promesa y Paradoja
Dos de las principales cuestiones en el diálogo internacional sobre la sostenibilidad son la población y el consumo de recursos. Se piensa que el aumento poblacional y el uso indiscriminado de recursos hacen peligrar la existencia de un futuro sostenible, y la educación se relaciona tanto con la fertilidad como con el consumo de recursos. Educando a las mujeres se reducen las tasas de fertilidad y, por tanto, el crecimiento demográfico. Al reducir sus tasas de fertilidad y la amenaza de una sobrepoblación, un país dado también facilita su avance hacia la sostenibilidad. Lo contrario sucede en la relación entre educación y uso de recursos. Por lo general, la gente con más educación, que tiene mayores ingresos, consume más recursos que la gente con menos educación, que tiende a tener menores ingresos. En este caso, una mayor educación aumenta las amenazas contra la sostenibilidad.
Desafortunadamente, los países con mayores niveles de educación dejan las huellas ecológicas más profundas, es decir, tienen las mayores tasas de consumo per cápita. Este consumo genera la extracción de recursos y procesos de manufactura en todo el mundo. Las cifras publicadas en el Anuario Estadístico y Reporte Mundial sobre Educación, de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), muestran que más del 80% de la población de los Estados Unidos cuenta con algo de educación superior, y que cerca del 25% de sus habitantes tienen un título universitario de nivel licenciatura o ingeniería.
Las estadísticas también muestran que el uso de energía y la generación de desechos per cápita en los Estados Unidos son casi las más altas del mundo. En el caso de los Estados Unidos, más educación no ha dado como resultado una mayor sostenibilidad. Es claro que simplemente dar a la ciudadanía mayores niveles de educación no es suficiente para crear sociedades sostenibles. El reto es elevar los niveles de educación sin crear una demanda cada vez mayor de recursos y bienes de consumo y la consecuente producción de contaminantes. Cumplir con este reto depende de que reorientemos los planes de estudio para abordar la necesidad de una producción y patrones de consumo más sostenibles.
Cada país necesitará examinar sus programas académicos a todos los niveles (por ejemplo, desde preescolar hasta educación superior). Aunque es evidente que es difícil enseñar sobre medio ambiente, economía, o civismo sin conocimientos básicos, también es evidente que simplemente aumentar los conocimientos básicos, en la forma en que actualmente se enseña en la mayoría de los países, no mantendrá a una sociedad sostenible.
2.5.- El Umbral de la Educación y la Sostenibilidad
Considere, por ejemplo, que cuando los niveles educativos están bajos, las economías a menudo se limitan a la extracción de recursos y a la agricultura.
En muchos países, el nivel actual de educación básica es tan bajo que obstruye gravemente las opciones de desarrollo y los planes para un futuro sostenible.
La educación superior es necesaria para crear empleos e industrias que sean "más verdes" (por ejemplo, aquellas con menores impactos ambientales) y más sostenibles.
La relación entre la educación y el desarrollo sostenible es compleja. En general, las investigaciones muestran que la educación básica es clave para la capacidad de un país para desarrollar y lograr metas de sostenibilidad. Los estudios muestran que la educación puede mejorar la productividad agrícola, dar a las mujeres un mejor estatus, reducir las tasas de crecimiento poblacional, mejorar la protección ambiental, y en general aumentar el estándar de vida. Sin embargo, la relación no es lineal. Por ejemplo, el umbral mínimo para una mayor productividad agrícola es de cuatro a seis años de educación. El contar con la habilidad de lectura y escritura y el manejo de los números les permiten a los agricultores adaptarse a nuevos métodos agrícolas, lidiar con el riesgo, y responder a las señales del mercado. Por otro lado, les permite a los agricultores mezclar y aplicar productos químicos (por ejemplo, fertilizantes y pesticidas) siguiendo las instrucciones de los fabricantes, reduciendo así los riesgos para la salud ambiental y humana. La educación básica también ayuda a los agricultores a tomar posesión legal de sus tierras y solicitar créditos a bancos y otras instituciones crediticias. Los efectos que la educación tiene sobre la agricultura son mayores cuando la proporción de mujeres educadas al nivel del umbral es igual a la de hombres.
La educación beneficia a las mujeres en formas que cambian sus vidas. Una mujer educada tiene un estatus más elevado y un mayor sentido de eficacia.
Tiende a casarse más grande y a tener un mayor poder de negociación y éxito en el "mercado matrimonial". También tiene mayor poder en el hogar después del matrimonio. Una mujer educada tiende a desear una familia menos numerosa y busca el cuidado médico necesario para lograrlo. Tiene menos hijos y más sanos. Una mujer educada tiene expectativas educativas y profesionales más altas para sus hijos, tanto hombres como mujeres. La educación cambia profundamente la vida de las mujeres, la manera en que interactúan con la sociedad y su estatus económico. El educar a las mujeres genera vidas más equitativas para ellas y para sus familias y aumenta su capacidad de participar en las decisiones de la comunidad y de trabajar para lograr metas locales de sostenibilidad.
Otro umbral educativo es la educación primaria para las mujeres. Para que se reduzcan las tasas de nacimientos y mejoren la salud y educación de los niños se necesita educación primaria como mínimo. De nueve a doce años de educación son los que se requieren para una mayor productividad industrial.
CAPÍTULO III
HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLE (EDS)
3.1.- Definición de EADS 18
La educación es central para la sostenibilidad. De hecho, la educación y la sostenibilidad están relacionadas inextricablemente, pero muchos encuentran enigmática la diferencia entre la educación como la conocemos y la educación para la sostenibilidad. .
La EDS conlleva la idea inherente de implantar programas que sean localmente relevantes y culturalmente apropiados. Todos los programas de desarrollo sostenible que incluyan EDS deberán tomar en consideración las condiciones ambientales, económicas y sociales de la localidad.
La EDS fue descrita por primera vez en el Capítulo 36 de Programa 21. Dicho capítulo identificó cuatro principales impulsos para iniciar el trabajo de la EDS:
1).- Mejorar la educación básica,
2).- Reorientar la educación existente para abordar el desarrollo sostenible,
3).- Desarrollar el entendimiento y conciencia pública, y
4).- Ofrecer capacitación. Veamos cada uno de estos cuatro componentes.
18 McKeown, Rosalyn (2002). Manual de Educación para el Desarrollo Sostenible. Tenessee: Instituto de Educación e Investigación sobre Manejo de Desechos de la Universidad de Tennessee (WMREI – Waste Management Research and Education Institute), p. 8.
3.2.- Primera Prioridad: Mejorar la Educación Básica
La primera prioridad de la EDS como se plantea en el Capítulo 36 es la promoción de la educación básica. El contenido y los años de educación básica difieren considerablemente en todo el mundo. En algunos países, por ejemplo, la educación primaria se considera como educación básica. En otros, es obligatorio cursar de 8 ó 12 años. En muchos países, la educación básica se enfoca en la lectura, escritura y manejo de números. Los pupilos aprenden a leer el periódico, escribir cartas, entender cuentas y desarrollar las habilidades necesarias para llenar los roles que se esperan de ellos en sus hogares y comunidades.
El simple hecho de incrementar la instrucción básica, en la forma en que actualmente se enseña en la mayoría de los países, no ayudará a progresar hacia sociedades sostenibles. De hecho, si las comunidades y países esperan identificar metas de sostenibilidad y trabajar para lograrlas, deberán enfocarse en las habilidades, valores y perspectivas que incentivan y apoyan la participación pública y la toma de decisiones por parte de la comunidad. Para lograrlo, la educación básica debe ser reorientada para abordar la sostenibilidad y expandida para incluir habilidades de pensamiento crítico, habilidades para organizar e interpretar información y datos, habilidad para formular preguntas. .
En muchos países, el nivel actual de educación básica es demasiado bajo, obstaculizando severamente los planes nacionales para un futuro sostenible.
En América Latina y el Caribe, muchos países cuentan con seis a ocho años de educación obligatoria y aproximadamente de 5 a 15 por ciento de sus alumnos repiten uno o más años. En algunas partes de Asia, especialmente en Bangladesh, Pakistán e India, muchos niños sólo asisten a la escuela durante un promedio de cinco años. Un factor que complica las cosas en la región es que muchas niñas reciben menos años de educación para crear este promedio. En algunas partes de África, donde la sequía o la guerra perturban la vida, la asistencia promedio a la educación pública se mide en meses, no en años.
Desafortunadamente, en las regiones o comunidades más pobres es donde a menudo se encuentra la calidad más baja de educación. El impacto que tiene el tener poca educación o educación de baja calidad limita severamente las opciones disponibles para que un país desarrolle sus planes de sostenibilidad a corto y largo plazo.
3.3.- Segunda Prioridad: Reorientar la Educación Existente
El concepto "reorientar la educación" se ha convertido en una poderosa descripción que ayuda a los directivos y docentes de todos los niveles (desde educación preescolar hasta profesional) a entender los cambios que se requieren para la EDS. Una educación básica adecuadamente reorientada incluye más principios, habilidades, perspectivas, y valores relacionados con la sostenibilidad que los que actualmente se incluyen en la mayoría de los sistemas educativos. Por tanto, no sólo es cuestión de cantidad de educación, sino también que sea relevante y adecuada. La EDS comprende una visión que integra al medio ambiente, la economía y la sociedad. Para reorientar la educación también se requiere enseñar y aprender los conocimientos, habilidades, perspectivas y valores que guiarán y motivarán a la gente a buscar formas sostenibles de ganarse la vida, a participar en una sociedad democrática y a vivir de una manera sostenible.
Aunque la necesidad de reorientar la educación básica y secundaria para abordar la sostenibilidad ha llamado la atención internacional, la necesidad a nivel universitario es igual de apremiante. Los futuros líderes de la sociedad y tomadores de decisiones reciben su educación en estas instituciones. Si se espera que estos jóvenes dirijan todos los sectores de la sociedad (por ejemplo, el gobierno, la medicina, la agricultura, la Silvicultura, las legislaciones, las empresas, la industria, la ingeniería, la educación, la comunicación, la arquitectura y las artes) en un mundo que lucha por lograr la sostenibilidad, entonces la administración y profesorado actuales deberán reorientar los programas académicos de las universidades para incluir las múltiples y complejas facetas de la sostenibilidad.
Al reorientar la educación para abordar la sostenibilidad, los desarrolladores de programas necesitan hacer un balance entre buscar una sociedad más sostenible y mirar al pasado hacia el conocimiento ecológico tradicional. Las tradiciones indígenas a menudo conllevan los valores y prácticas que incorporan el uso sostenible de los recursos. Aunque regresar a estos estilos de vida no es una opción para los millones de habitantes urbanos, los valores y principios más importantes de estas tradiciones se pueden adaptar a la vida en el siglo XXI.
3.4.- Tercera Prioridad: Entendimiento y Conciencia del Público
La sostenibilidad requiere que la población esté consciente de las metas de una sociedad sostenible, y que posea los conocimientos y habilidades para contribuir con esas metas. Con el aumento en la cantidad de gobiernos democráticos se hace más importante que nunca la necesidad de contar con una ciudadanía votante e informada. Una ciudadanía que vota y que está informada, que apoya las buenas políticas e iniciativas gubernamentales, puede ayudar a los gobiernos a implementar medidas sostenibles. Los ciudadanos también necesitan ser consumidores con conocimientos para que puedan ver más allá del "maquillaje verde" (es decir, los esfuerzos de relaciones públicas que dan a conocer las actividades más ambientalmente responsables de las corporaciones e ignoran o esconden las principales actividades que no lo son).
Hoy día, la gente en todo el mundo está rodeada de anuncios (panorámicos, publicidad en sitios de internet, logos en la ropa), por lo que las personas deben conocer sobre los medios y ser capaces de analizar los mensajes de los publicistas corporativos.
La experiencia de años de manejo de recursos ha demostrado que un público consciente e informado acerca de las decisiones y programas sobre manejo de recursos puede ayudar a lograr las metas de estos programas; por el contrario, un público desinformado puede arruinarlos. La educación también ha sido esencial en muchos otros tipos de programas, como los esfuerzos de salud pública para detener la propagación de enfermedades específicas.
3.5.- Cuarta Prioridad: Capacitación
El Capítulo 36 también hace énfasis en la capacitación. El mundo necesita de una ciudadanía letrada y con conciencia ambiental, así como de una fuerza laboral que ayude a guiar a los países en la implantación de sus planes de sostenibilidad. Todos los sectores – incluyendo la empresa, industria, educación superior, gobiernos, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y organizaciones de la comunidad – deben capacitar a sus líderes en manejo ambiental y ofrecer capacitación a sus trabajadores.
La capacitación difiere de la educación pues la capacitación a menudo es específica a un puesto o tipo de trabajo en particular. La capacitación enseña a los trabajadores cómo utilizar los equipos de manera segura, cómo ser más eficientes, y cómo acatar las regulaciones (ambientales, de salubridad o de seguridad). Por ejemplo, un programa de capacitación puede enseñar a los trabajadores a no modificar el cauce de desechos sin notificar a su supervisor.
Más aún, si un empleado participa en una actividad no rutinaria, como por ejemplo limpiar un equipo nuevo, se le instruye que no tire el solvente limpiador en el drenaje que desemboca en el río. Algunos tipos de capacitación, como por ejemplo capacitar a las mujeres para que utilicen estufas solares en lugar de cocinar en fogatas al aire libre, implican cambios drásticos en las dinámicas y prácticas sociales. En este caso, las mujeres deberán aprender no sólo el funcionamiento de las estufas solares, sino que también deberán cambiar sus rutinas diarias de preparación de alimentos para cocinar cuando haya mucho sol en lugar de hacerlo durante la noche.
La capacitación informa a la gente acerca de las prácticas y procedimientos aceptados y les da las habilidades para desempeñar tareas específicas. Por otra parte, la educación es un proceso de transformación social que le da a la gente los conocimientos, habilidades, perspectivas y valores que les permiten participar en y contribuir a su propio bienestar y el de su comunidad y país.
3.6.- Educación Formal, No Formal e Informal
Implantar la EDS es una tarea enorme para una comunidad o país. Afortunadamente, la educación formal no lleva la responsabilidad educativa por sí sola. El sector de educación no formal (museos, jardines botánicos, zoológicos, organizaciones no gubernamentales, educadores de salud pública y extensionistas) y el sector de educación informal (la televisión, radio y periódicos locales) de la comunidad educativa deben trabajar en cooperación con el sector de educación formal para educar a la gente de todas las generaciones y condiciones de vida.
Debido a que la EDS es un proceso que dura toda la vida, los sectores de educación formal, no formal e informal deben trabajar juntos para lograr las metas locales de sostenibilidad. En un mundo ideal, los tres sectores se dividirían la enorme tarea de la EDS para toda la población identificando audiencias meta del público en general, así como cuestiones de sostenibilidad.
3.7.- Educación Ambiental hacia el Desarrollo Sostenible
A partir de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo comienza a concebirse como crecimiento económico, orientándose hacia el logro de un acelerado desarrollo industrial y tecnológico; a este paradigma de desarrollo se le llamó "desarrollista", el mismo ha acarreado negativas consecuencias para la humanidad relacionadas con el incremento del deterioro de las condiciones ambientales del planeta y los diferentes sistemas biofísicos y sociales que lo constituyen; lo cual ha desencadenado la llamada crisis ambiental.
Según, Muñoz (2003) 19 dice ya en la década del 60, la humanidad comienza a cuestionarse este paradigma de desarrollo que contiene altos costos sociales, económicos, culturales y ambientales vinculados al consumo y manejo irracional e indiscriminado de los recursos del medio, y se demuestra la existencia de un gran mito alrededor del mismo, tanto acerca de su ineficacia para resolver los problemas que enfrenta la humanidad, como respecto a la responsabilidad con la creciente degradación ambiental.
En este contexto de preocupación mundial ante las graves y diversas problemáticas ambientales que enfrenta el planeta, surge como alternativa la teoría del "Desarrollo sostenible o sustentable", que estaba plasmado en "Nuestro Futuro Común", Informe de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo en (1987), o informe de la Comisión Brundtland, define Desarrollo Sostenible como: "aquel que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias".
De acuerdo con Muñóz (2003) 20 "el desarrollo sustentable requiere la promoción de valores que estimulen patrones de consumo dentro de los límites de lo ecológicamente posible, y a los cuales todos puedan aspirar razonablemente, implica además que las sociedades satisfagan las necesidades humanas incrementando el potencial productivo y asegurando oportunidades equitativas para todos, y no debe poner en peligro los sistemas naturales que constituyen la base de la vida en la Tierra: la atmósfera, los suelos, las aguas y los seres vivos".
Este modelo ha resultado ser muy polémico y en ocasiones contradictorio, por lo cual desde finales de la década de los "80, se han desarrollado múltiples acercamientos conceptuales al mismo, los cuales, independientemente de sus incompatibilidades, coinciden, en su orientación hacia el logro de un crecimiento con eficiencia económica, que no deteriore ni utilice de manera irracional los recursos naturales, que garantice el progreso y la justicia y equidad social, que respete y estimule la diversidad y riqueza de las identidades culturales.
19 Muñóz, Marta Rosa (2003). Educación Popular Ambiental para un Desarrollo Sostenible. Tesis para optar el Grado Académico de Doctor en Ciencias. La Habana: Universidad de la Habana, p. 33
20 Muñóz, Marta Rosa (2003). Obra citada, p. 35.
Jaula (2002) 21 sostiene que
"De otro modo se interpreta que al desarrollo sustentable, le resultan inherentes: la posible única opción viable para salvaguardar a la Humanidad, la adopción de una nueva ética humana para con la naturaleza, un motivo de solidaridad intergeneracional, una teoría humanista y progresista, el sentido de responsabilidad por salvar las condiciones que sustentan la vida en el planeta, un móvil para la paz y la estabilidad mundial, una alternativa sensata a los modelos existentes de desarrollo y la globalización de la solidaridad ambiental"
El mismo autor, señala ciertos principios que debe seguir un proyecto de desarrollo sostenible, tales como la percepción transdisciplinar de la ciencia y la educación, la descentralización del saber, el conocimiento sistémico, la ciencia posnormal, la visión ambiocéntrica, el pensamiento analógico, las relaciones diacrónicas, la concepción holística de la realidad, la certeza de la incertidumbre, la lógica sensitiva, inductiva y sintética, la prevención y mantenimiento del ambiente, la dirección participativa de la población, la solidaridad con el entorno, la solidaridad intergeneracional y la armonía e intercambio con el ambiente.
La educación desempeña una importante función en la progresiva implementación de este nuevo paradigma de desarrollo; la misma debe encargarse de estimular el establecimiento de nuevos y más positivos estilos de relación del hombre con el medio ambiente, abarcando las diversas aristas o dimensiones del mismo, tales como las sociales, naturales, tecnológicas, económicas o políticas; debe instituirse como punto de partida e instrumento por excelencia en la necesaria incidencia sobre los diferentes actores sociales existentes en la actualidad, para potenciar la adquisición de nuevas informaciones, conocimientos, sensibilidades, valores y estilos de conducta humanas, favorables al medio ambiente.
La Educación Ambiental constituye una de las respuestas a la crisis ambiental, y a su vez, educar para la sustentabilidad constituye el objetivo de la misma, esta juega un importante papel en el necesario incremento de las informaciones y conocimientos a los ciudadanos de nuestro planeta, en la asunción de nuevos valores, de cambios positivos en las actitudes con relación a la problemática ambiental; así como en la modificación de los comportamientos humanos lesivos al medio ambiente.
21 Jaula, José Alberto (2003). Sobre el reto de la universidad ante la protección del medio ambiente y el desarrollo sustentable. Guayana Sustentable 4. Educación, Productividad y Vida. Caracas: Universidad Católica, p. 22.
Muñóz (2003) 22 infiere que:
"Es evidente que el conocimiento es, hoy más que nunca, un factor decisivo en el proceso de desarrollo. En lo que respecta a la problemática ambiental, se hace indispensable en la actualidad tener un mayor conocimiento sobre nuestros recursos naturales y la propia realidad social y cultural, que haga posible la utilización inteligente del inmenso potencial de riquezas en beneficio de toda la sociedad"
"Uno de los retos principales del desarrollo sostenible implica la necesidad de formar capacidades en las personas y la sociedad, para orientar el desarrollo sobre bases ecológicas, de diversidad cultural, y equidad y participación social. Para ello han de tenerse en cuenta los comportamientos, valores sociales, políticos, culturales y económicos en relación con la naturaleza. De igual forma, ha de propiciar y facilitar herramientas para que las personas puedan producir y apropiarse de saberes, técnicas y conocimientos que les permitan una mayor participación en la gestión ambiental, decidir y definir las condiciones y calidad de vida".
Teniendo en cuenta la situación ambiental actual de nuestro planeta, podemos decir que hasta ahora la educación ambiental ha cumplido incipientemente con su misión, dentro de las razones fundamentales de este fracaso se encuentra el hecho de que la misma no se ha dirigido de manera acertada hacia el logro de un cambio profundo en las concepciones y estilos de vida, de producción y consumo de los seres humanos, ni a sus relaciones con el medio ambiente.
Los patrones de producción y consumo insostenibles se encuentran dentro de los principales factores condicionantes de la situación actual del medio ambiente, en ello poseen una gran importancia los estilos de vida de las personas; para lograr una sociedad sustentable, es necesario realizar un giro hacia un estilo de vida de "simplicidad voluntaria" comprometido con la sostenibilidad.
Los cambios en los valores y estilos de vida hacia una posición más ecológicamente responsable, constituyen un estadio importante en pro de la disminución de los problemas ambientales que posee nuestro planeta. La educación ambiental, debe estar por tanto, dirigida a la estimulación de la adopción por parte de las personas de un modo de vida compatible con la sostenibilidad, en el que se valorice la sencillez y el gastar los recursos de la tierra a la menor velocidad posible, lo cual supone un freno parcial en algunas direcciones que se traducirá a la larga, en una mayor abundancia y durabilidad de la vida en sentido general; para lograr esta aspiración, es imprescindible elevar el nivel de conocimiento e información, de sensibilización y concienciación por parte de los ciudadanos, científicos, investigadores, gobiernos, la sociedad civil y todas las organizaciones nacionales e internacionales.
22 Muñóz, Marta Rosa (2003). Educación Popular Ambiental para un Desarrollo Sostenible. Tesis para optar el Grado Académico de Doctor en Ciencias. La Habana: Universidad de la Habana.
En esta educación uno de los aspectos esenciales es el conocimiento, un conocimiento que se preocupe por si mismo, sus disposiciones y tendencias tanto al error como a la ilusión, como afirma Morin (1999) 23 se debe "armar cada mente para el combate vital por la lucidez; promover un conocimiento capaz de abordar los problemas globales y fundamentales para inscribir allí los conocimientos parciales y locales; aprender a través de él a enfrentar las incertidumbres, enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbre a través de archipiélagos de certeza" "debemos prepararnos para enfrentar las incertidumbres; debemos educar para la comprensión, la comprensión mutua entre seres humanos es vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión, desdeñar los racismos, las xenofobias, y los desprecios culturales, tenemos que realizar la educación por la paz que necesitamos"
No obstante, como señala Scoullos (1998) 24 en su discurso de apertura de la Conferencia Internacional Medio ambiente y Sociedad: Educación para la Sensibilización y para la Sostenibilidad, 1997, es necesario plantearse la interrogante: ¿cuán tolerantes, amplios, son los márgenes de la educación?, si desde Aristóteles sabemos que junto al conocimiento de lo bueno, debemos tener poder para aplicarlo; es evidente que sin una reestructuración profunda de nuestra sociedad desde el punto de vista político, económico, social y ético, no alcanzaremos nunca la solución verdadera y duradera de los problemas ambientales.
Valdés (2001) 25 describe que:
"En este contexto, se debe precisar que la educación ambiental como proceso educativo, no puede por si sola, lograr la protección del medio ambiente. La protección ecológica requiere y necesita de una voluntad y acciones políticas, económicas y sociales; no es posible la protección de los ecosistemas naturales, sociales, históricos y culturales sin eliminar la pobreza y erradicar el hambre, sin garantizar la educación, la cultura y la salud de la población, así como eliminar los conflictos bélicos, el terrorismo de estado y otros problemas globales que ocasionan tragedias de muertes y graves pérdidas que afectan la calidad de vida".
23 Morin, Edgar (1999). Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. (Documento en línea). Disponible en: http:// www. Bibliotecas virtuales .com / biblioteca / Articulos / Los7saberes/index.asp. (Consulta el 22 de junio de 2010).
24 Scoullos, Michael Editor (1998). Inauguration – Open Plenary in the Enviroment and Society: Education and Public Awareness for Sustainability" Proceedings of the Thessaloniki International Conference organised by UNESCO and the Goverment of Greece (Athens 8-12 December 1997).
25 Váldes Váldes, Orestes (2001). ¿Cómo la educación ambiental contribuye a proteger el medio ambiente?: Concepción, estrategias, resultados y proyecciones en Cuba. La Habana: Ministerio de Educación. (Documento en línea). Disponible en: http :/ / www. mec. Es / cide /ríeme / documentos / varios / valdes 2001 cl .pdf . (Consulta el 22 de junio de 2010).
Martínez (2001) 26 plantea que:
"La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido".
La educación ambiental, por tanto no debe limitarse a una reflexión filosófica y teórica, sobre todo, significa concienciación, sensibilización y proposición de soluciones alternativas, la misma no se debe quedar en las aulas, en las familias; debe extenderse a todos los espacios de socialización, tales como la comunidad, los grupos formales e informales, los medios de comunicación; promoviendo acciones concretas en pro de la solución de los problemas ambientales, basadas en modelos participativos.
De tal manera, la educación ambiental se erige como el valuarte hacia un planeta sustentable, aunque las actuales condiciones socioeconómicas predominantes constituyen obstáculos inconmensurables para el presente, el futuro puede representar la posibilidad de alcanzar de forma paulatina y progresiva un incremento de concienciación mundial hasta alcanzar aquella masa crítica capaz de revertir los actuales estilos de desarrollo hacia aquellos con aspiraciones de sustentabilidad.
26 Martínez, José Félix (2001). Fundamentos de la Educación Ambiental. (Documento en línea). Disponible en: http :/ /www. J marcano . com/educa/curso/fund2.html. (Consulta el 22 de junio de 2010).
PRIMERA.- La Educación Ambiental se origina en Estocolmo (Suecia), con un enfoque que no es sólo ecológico sino que incorpora conceptos y teorías sociales e históricas, sin embargo no incluye lo económico ni político que como sabemos influyen en los modelos de desarrollo.
SEGUJNDA.- La evolución de los actores, conceptos, principios, fines, metas, teorías de la Educación Ambiental a través del tiempo; debe poner mucho énfasis en le interrelación indisoluble entre las actividades del ser humano y el medio natural; al cual lo han modificado a tal extremo que actualmente existe una seria amenaza con el ecocidio, por lo tanto se debe replantear y realizar acciones contundentes y decididas como una de las alternativas para salvar el planeta y alcanzar un equilibrio armónico y dinámico donde pueda coexistir los seres humanos con los animales.
TERCERA.- La Educación Ambiental no es la alternativa de solución a la problemática ambiental, hay que buscar una respuesta efectiva tal vez con una educación integral para transformar la cultura ambiental del país, sin embargo, este proceso de Enseñanza – Aprendizaje debe comenzar en el hogar con la familia, luego debe continuar y complementarse en la escuela utilizando diferentes medios de enseñanza, tales como las tecnologías de información y comunicación (TICS) principalmente entre otras.
CUARTA.- El Desarrollo Sostenible o Sustentable (algunos autores le denominan Perdurable), es aquél desarrollo capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.
QUINTA.- La Organización de las Naciones Unidas creó la "Comisión para el Desarrollo Sostenible" (1992), para un efectivo seguimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro, Brasil, 1992), conocida como "Cumbre de la Tierra" (Duró tres meses).
SEXTA.- La Educación Ambiental debe preparar el camino hacia el Desarrollo Sostenible, de acuerdo a lo recomendado por la Cumbre de Río o de la Tierra , siendo el principal objetivo: Crear la conciencia, Comprender los problemas ambientales y sus causas; como una etapa previa para llevar a cabo acciones ambientalistas basado en enfoques éticos a fin de responder a malos hábitos, comportamientos que atentan contra el ambiente, el planeta, etc.
SÉPTIMA.- La Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible (EADA), es un asunto de tanta importancia, actualmente, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); ha creado una "Cátedra", qué es un ámbito académico de investigación, formación, información y cooperación, en el nivel de postgrado. Asimismo, nace del Convenio suscrito entre el entonces Director General de la UNESCO (Profesor Federico Mayor Zaragoza), y el Rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (España), firmado el día 13 de junio de 1996.
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Ficha de Catalogación Bibliográfica
Carmona Castillo, Raquel Renée
Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible. Lima: sin editorial, 2011.
52 p. 29.5 cm.
EDUCACIÓN AMBIENTAL / DESARROLLO SOSTENIBLE / MARCO HISTÓRICO / MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL /
Autor:
Dra. Raquel Renée Carmona Castillo
Lima – Perú
Agosto de 2011
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