Situación social y de salud del adulto mayor en comunidades rural andinas, Puno, Perú
Enviado por Alejandro Vela Quico
- Resumen
- Introducción
- Marco teórico
- Material y métodos
- Resultados
- Discusión y comentarios
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
El presente trabajo de investigación fue realizado por Mario Quispe Rodríguez (médico asistencial del MINSA y docente de la UANCV – Juliaca Puno) y por Alejandro Vela Quico (médico docente e investigador de la Facultad de Medicina UNSA Arequipa).
La investigación se propuso responder la siguiente interrogante: ¿Cuál es la situación social y de salud en adultos mayores en las comunidades rural andinas de Canchi Grande y Suchis del distrito de Caracoto, provincia de San Román, Puno, 2007? Los objetivos fueron identificar y analizar la situación social, de salud, las necesidades y expectativas hacia su futuro en los adultos mayores de dos comunidades altoandinas de Puno.
El universo estuvo compuesto por 381 adultos mayores. Se realizó un ceso domiciliario, entrevistas y exámenes de agudeza visual y auditiva, además se entrevistó a familiares o persona cercanas. Para evaluar el estado nutricional se usó el test de la Nutrition Screening Initiative (NSI) de la American Dietetic Association de Estados Unidos y asumido por el MINDES/INABIF.
Se concluye que los adultos mayores en las comunidades estudiadas representan el 9.48% de la población total, predominan las mujeres sobre varones, la gran mayoría vive actualmente en el mismo lugar de su nacimiento. La gran mayoría son católicos, predominan los casados y le siguen los viudos. La mayoría son analfabetos siendo mayor en las mujeres. Todos hablan el quechua y el castellano es hablado más por los varones.
La mayoría viven con familiares cercanos, entre el 11 y 17% viven solos. Las ocupaciones anteriores y actuales son generalmente de pastores de ganado, agricultura y tejidos. Sus ingresos son menores a S/. 50.00 nuevos soles mensuales. La mayoría vive en viviendas propias, de paja y adobe con bajo promedio de hacinamiento. Muy pocos participan en organizaciones sociales o artísticas. Se encontró casos de conflictos, abandono y maltrato por parte de sus familiares y vecinos.
Pocos tenían algún tipo de seguro de salud y la mayoría presentaban alguna dolencia o enfermedad crónica y/o actual, siendo estas en ambos sexos diversos dolores. Tienen disminuido el apetito, las orinas y el apetito. La mitad presentaba disminución de la agudeza visual. El 69.82% tenía riesgo moderado y el 14.17% riesgo alto de desnutrición. La presencia de alcoholismo fue escasa. La mayoría realizan caminatas regularmente. Un poco más de la mitad acudieron a algún servicio de salud en los últimos tres meses y el 60% usan algún medicamento recetado por profesionales de salud.
El 67.95% de varones y el 75.00% de mujeres presentaban actualmente alguna afección a su estado de salud. La prevalencia de dolencias y/o enfermedades fue de 14.2×100 para los varones y de 20.5×100 para las mujeres. Estas afecciones fueron diversos tipos de dolores o relacionadas con el aparato respiratorio.
Sus necesidades más importantes son la alimentación, el vestido y la salud, otros necesitaban dinero para los mismos fines básicos y parcialmente para invertirlos en algo productivo. La gran mayoría quiere vivir en su casa, con salud y buenas relaciones con sus familiares cercanos. Un 3% sólo espera la muerte.
PALABRAS CLAVES: Adulto mayor, situación social y de salud del adulto mayor, altoandino.
CAPÍTULO I
A. JUSTIFICACIÓN
Con razón se afirma que una sociedad puede medir su nivel de desarrollo por la forma como trata a sus ancianos. En los países con mayor nivel de desarrollo y obviamente con mayor proporción de población de adultos mayores, existen programas públicos que valoraban la vida de ellos como personas con derechos.
En 1996 la ONU definió como personas adultas mayores a quienes tenían más de 60 años de edad, aunque en los países desarrollados se sigue estableciendo a este grupo a partir de los 65 años.
La sociedad humana y particularmente el Perú, ha experimentado un cambio trascendental con el aumento de la población añosa y el proceso denominado Transición Demográfica. El desarrollo permanente de las ciencias y de la organización social ha llevado en general, al mejoramiento de las condiciones de vida del género humano. Algunos cálculos para el año 2,000 estimaban que habría aumentado a 600 millones el número de personas mayores de 60 años en el mundo.
En la estadística disponible del MINSA encontramos que en el 2004, el 7.54% de la población nacional eran adultos mayores, compuesto por 3.98% de mujeres y 3.56 de varones. Es interesante destacar que la mayor población de adultos mayores se concentra en Lima y Callao (686,556 personas) y que la segunda región con mayor cantidad de adultos mayores en el Perú es Puno con 123,941 personas.[1]
Se ha observado en nuestra práctica asistencial en la provincia de San Román en el departamento de Puno, que la presencia de ancianos en los servicios de salud es creciente. Algunos de ellos están aparentemente sanos y pueden desempeñarse física y mentalmente; pero a su vez, están inmersos en diversos problemas de índole social, de enfermedades crónicas, necesidades ocupacionales y económicas, así como problemas psicológicos y familiares; asuntos que constituyen componentes imprescindibles del bienestar necesario para todo individuo.
La vejez es parte del proceso normal de la vida, la cual debería ser la culminación serena y apacible del desarrollo de las personas. Sin embargo las personas de la tercera edad en nuestro país se hallan generalmente en estado de abandono pues las políticas actuales priorizan a quienes consideran económicamente activos y siendo los ancianos "no productivos", se los posterga. Esto podría ser más dramático en poblaciones pobres y es una incógnita en medios rurales andinos como la población donde proponemos hacer el presente estudio.
Un número muy reducido de los adultos mayores cuenta con una pensión mensual o algún tipo de ingreso económico. Específicamente con relación a la atención de salud la mayoría de ellos no es asegurada, no reciben ningún tipo de atención o su uso del SIS (Seguro Integral de Salud) no está aún extendido.
Entre los nuevos programas y estrategias de salud se está empezando a poner atención en los adultos mayores, pero esto está más desarrollado en las zonas urbanas de las ciudades, no así en las zonas andinas.
Indudablemente el hogar es el espacio más adecuado para brindar protección material y social psicológica al anciano, siempre y cuando el ambiente familiar y las actitudes de los descendientes valoren el bienestar de los ancianos, asunto muy rezagado en las investigaciones y discusiones actuales.
Existen también factores que influyen en el proceso del envejecimiento como la vida estresante, la alimentación, la actividad física, mental y social que realizan, condiciones de la vivienda, servicios sanitarios básicos y diversos contaminantes del aire como el monóxido de carbono; los que de algún modo inciden en la pérdida de la capacidad funcional que acompaña a la edad avanzada provocando elevadas tasas de morbilidad mortalidad de las personas de la tercera edad.
En el Perú casi dos millones de personas pasan de los 60 años y son quienes más asisten a consultorios médicos, se hospitalizan en mayor número y gastan más dinero en medicinas; sin embargo los servicios de atención especializada para este grupo etáreo son insuficientes y su desarrollo implicaría un aumento del costo de los servicios de salud y seguridad social.
Por ser los ancianos uno de los grupos más vulnerables en su salud, así como su creciente visibilidad y prioridad social, es necesario realizar investigaciones que nos acerquen al conocimiento adecuado de la realidad de los mismos, con la finalidad de orientar los programas sociales y especialmente los sanitarios.
Nuestra investigación se enmarca dentro de los principios del MINSA, el cual ha constituido el programa del PAMs (personas adultas mayores), que tiene como lineamiento 7 el siguiente: "Impulsar investigaciones, estudios y proyectos dirigidos a identificar necesidades de salud, así como plantear nuevas estrategias".[2]
La Ley Nº 28803 – Ley de las Personas Adultas Mayores, y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 013-2006-MIMDES, encargan a la Dirección de Personas Adultas Mayores del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, la responsabilidad de elaborar las Pautas y Recomendaciones para el Funcionamiento de los Centros Integrales de Atención al Adulto Mayor (CIAM) publicado en El Peruano el 20 de febrero de 2007 y que fueron elaboradas por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social en coordinación con los Ministerios de Salud, de Educación, de Trabajo y Promoción del Empleo, con el Seguro Social de Salud – EsSalud y los Gobiernos Locales.
Estas pautas pretenden orientar a los profesionales y equipos técnicos, y a la población en general, acerca.
B. PROBLEMA DE INVESTIGACION
Nos hemos propuesto hacer la presente investigación en comunidades rural andinas porque son generalmente las más postergadas en las políticas de salud y también en las mismas investigaciones.
La interrogante que responderá nuestra investigación es la siguiente: ¿Cuál es la situación social y de salud en adultos mayores en las comunidades rural andinas de Canchi Grande y Suchis del distrito de Caracoto, provincia de San Román, Puno, 2007?
C. OBJETIVOS
1. Identificar y analizar la situación social de los adultos mayores de las comunidades de estudio.
2. Determinar y analizar el estado de salud de los adultos mayores de las comunidades de estudio.
3. Medir y analizar la prevalencia de afecciones a la salud y problemas sociales en los adultos mayores de las comunidades de estudio.
4. Identificar las necesidades más sentidas y las expectativas hacia su futuro en los adultos mayores de las comunidades estudiadas.
5. Describir y analizar las características sociodemográficas de los adultos mayores de las comunidades de estudio.
CAPITULO II.
A. LA ANCIANIDAD
1. CONCEPTO
Es la etapa final de la vida, comprendida desde los 60 años hasta la muerte. Se caracteriza por presentar:
Descenso de las funciones fisiológicas.
Alteraciones psicológicas en el carácter y la personalidad.
El término gerontología proviene de la raíz griega "gerontos"(viejo) y "logos" (discurso) y aparece en 1903 con Metschnikoff. Es la ciencia que estudia el envejecimiento en sus aspectos biológico, psicológico y social; como ciencia básica o académica.
La palabra geriatría se deriva también del vocablo "geronto" y de "iatros" (médico), o de "iatreia" (curar). Literalmente denota al médico de los ancianos o el tratamiento de éstos. La geriatría aparece en 1909 con Nacher como rama de la Medicina que se ocupa de los aspectos clínicos, terapéuticos, preventivos y sociales de los ancianos.
La Sociedad Butance de Geriatría refiere que es la rama de la Medicina dedicada al anciano, que se ocupa no sólo del diagnóstico y tratamiento de enfermedades o crónicas, sino también de su repercusión funcional y de su inserción en la comunidad.
Envejecer probablemente sea consecuencia de varios factores, internos y externos, que interactúan sobre el organismo a lo largo del tiempo y determinan finalmente un debilitamiento del equilibrio que culmina con la muerte.
El proceso del envejecimiento se trata de explicar a través de muchas teorías, dentro de ellas podemos mencionar La Teoría del Envejecimiento Programado, según la cual los cuerpos envejecen de acuerdo a un patrón de desarrollo normal establecido en cada órgano. Para la Teoría del Desgaste Natural, a su vez se envejece debido al uso continuo. La Teoría Inmunológica, considera que a través de los años hay disminución de la respuesta inmune ante los antígenos externos, y paradójicamente un aumento a los propios. La Teoría de los Radicales Libres explica que en el envejecimiento hay una lesión irreversible en la célula. La Teoría Sistémica, describe al envejecimiento como el deterioro de la función del sistema neuroendocrino, y las Teorías Genéticas, que son las que mas se acercan a la intimidad del proceso del envejecimiento, sostienen que en el ciclo de réplica celular se pierde una pequeña porción de ADN hasta provocar la muerte de la célula. A través de estas diferentes teorías, que abordan los aspectos del problema geriátrico, se resalta el hecho de que el envejecimiento as un proceso multifactorial y de ahí la propia dificultad de explicarlo.
Se sabe que el envejecimiento se debe, en gran parte, a las características genéticas del ser humano y a las de cada individuo, de modo diferente. Sin embargo, el envejecimiento se ve influido por el medio ambiente y el estilo de vida según el cual cada persona hace uso, abuso y desuso de sus capacidades de modo totalmente peculiar, dando como resultado una particular forma de envejecer. Estos factores: medio ambiente y estilos de vida, son modificables, y por ello se debe considerar la intervención educativa para prever un buen envejecimiento.
Características del envejecimiento:
Universal, es propio de todos los seres vivos.
Progresivo, porque es un proceso acumulativo.
Continuo, tiene un inicio y final.
Dinámico, porque esté en constante cambio y evolución.
Irreversible, no puede detenerse ni revertirse; es definitivo.
Declinante, las funciones del organismo se deterioran en forma gradual hasta conducir a la muerte.
Intrínseco, porque ocurre en el individuo, a pesar de que esta influido por factores ambientales, y
Heterogéneo e individual, porque el proceso de envejecimiento no sigue un patrón establecido. Cada especie viva tiene su propia característica de envejecimiento y varia enormemente de sujeto a sujeto, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Los cambios sobre el organismo causados por el envejecimiento pueden expresarse de dos maneras:
a) Envejecimiento normal o primario, referido a los cambios derivados del propio paso del tiempo y su característica universal es el criterio principal.
b) Envejecimiento patológico o secundario, caracterizado por la presencia de una enfermedad o discapacidad además de los cambios propios del envejecimiento.
Desde el punto de vista funcional podemos clasificar en tres grupos a las personas adultos mayores: autovalente, frágil y postrado o terminal.
Autovalente, es capaz de realizar las actividades básicas de la vida diaria, aquellas actividades esenciales para el autocuidado, como desplazarse, vestirse, comer, asearse, bañarse y controlar la continencia y realizar actividades instrumentales de la vida diaria, como cocinar, limpiar, comprar o planchar, usar el teléfono, manejar la medicación, manejar el dinero, realizar tareas o trabajos fuera de casa o salir de la ciudad.
Frágil, tiene disminución del estado de reserva fisiológica y con un aumento de la susceptibilidad a la discapacidad.
Dependiente o postrada, tiene pérdida sustancial del estado de reserva fisiológica asociada a una restricción o ausencia física o funcional que limita o impide el desempeño de las actividades de la vida diaria.
2. ETAPAS DE LA ANCIANIDAD
Tercera edad o madurez fisiológica: Es el límite a partir del cual el individuo es considerado como un anciano. Desde el punto de vista estadístico ha sido fijado en 60 – 65 años según los diferentes países y suele coincidir con la edad de jubilación.
El término de tercera edad, ha tenido éxito para dulcificar los términos "viejo", "mayor" o "anciano" que para algunos tiene a veces carácter peyorativo. El término tiene algo de élite ya que se quiere identificar al anciano como alguien con excelentes condiciones físicas y psíquicas e incluso con cierto bagaje cultural. Su inicio es desde los 60 años y se prolonga hasta los 80 años.
Cuarta edad: Ha aparecido ya la expresión de cuarta edad para enmarcar a este importante y cada vez más numeroso colectivo de ancianos con deterioro psicofísico y situación socio-familiar alarmantes. Tiene su proceso a partir de los 81 años hasta la muerte, donde el decrecimiento se presenta en su máxima expresión. En esta etapa se presentan las enfermedades terminales que concluyen con la decadencia generalizada y la muerte.
3. ASPECTOS DEMOGRAFICOS
Sexo: La mujer tiene más expectativa de vida que el hombre.
Ocupación: En el Perú de las personas mayores de 60 años, el 3.7 % tienen un trabajo estable remunerado, el 20% tienen trabajo eventual, el 60% no trabaja y el 16% son incapacitados.
Lo anterior tiene gran impacto en las posibilidades de satisfacción de sus necesidades básicas.
Estado Civil: La morbilidad es mayor en aquellos hogares donde los ancianos son solteros y viudos, con relación a hogares completos.
Grado de Instrucción: Pareciera influir en el campo de salud sus conocimientos, creencias y actitudes con respecto a la enfermedad y costumbres para solucionarlas. Muchas veces son arreglados desde la perspectiva de la medicina científica y de allí la necesidad de acceso a la misma.
B. SITUACION SOCIAL
Actualmente existen dos procesos contrapuestos, por un lado se aplican medidas a favor de la supervivencia y desarrollo infantil, como inmunizaciones, la terapia de rehidratación oral, el Seguro Integral de Salud y otros; por otro lado, las fuerzas económicas depresivas sobre el nivel de vida, especialmente para América Latina han seguido actuando sobre la población desempleada y de bajos ingresos empobreciéndola más.
La necesidad de proteger a la población pobre y más vulnerable así como la formulación de medidas específicas que deberían aplicarse, han recibido una atención menor por parte de los responsables de la política económica y social. Tenemos un grupo poblacional muy vulnerable que representa un 5.6% de la población peruana: los mayores de 60 años.
En muestro medio los servicios para personas de edad avanzada en general son limitadas, las políticas, programas y servicios para ancianos han recibido poca prioridad y niveles mínimos de apoyo.
El gobierno central y local, muy poco hacen para lograr la protección de la salud y bienestar social a los ancianos, así como tareas productivas y recreativas. Se les resta sus derechos constitucionales y beneficios gremiales ganados, como los referidos a sus pensiones.
En la Asamblea Mundial de Envejecimiento (1939) se dictó una serie de recomendaciones para beneficiar al anciano, las cuales no se cumplen en el Perú por desinterés gubernamental.
C. ESTADO DE SALUD
1. Cambios Biosicosociales del Envejecimiento
Dentro del proceso de envejecimiento; se producen cambios en el funcionamiento de las esferas biológica, psicológica y social. Con el paso de los años tales transformaciones predisponen al adulto mayor a presentar variadas enfermedades. Se debe considerar qua no todos los procesos están presentes en los adultos mayores debido a que tienen en su desarrollo un carácter individual y heterogéneo, por lo que cada uno llega a tener su propia manera de envejecer.
a. Anatomía general
La estatura generalmente a partir de los 40 años disminuye, está pérdida es más acentuada en las mujeres, evidenciada por los cambios en la postura del cuerpo, disminución de la altura de las vértebras, el encorvamiento de la columna, caderas y piernas, que se arquean. También el peso disminuye a partir de los 50 años y en un 20% el de tejido graso.
b. Piel, unas y cabello
La piel se hace más delgada, por la disminución del tejido graso, más seca, más transparente y se vuelve menos elástica "arrugada" y toma un tinte amarillento; presenta depresiones irregulares, pierde su color normal y existe tendencia a los cambios premalignos. Se produce la perdida de cabello y la aparición de canas.
Las uñas reducen su velocidad de crecimiento, aumentan su grosor y se vuelven opacas y más duras. La piel, por su extensión, es el órgano más susceptible de recibir daño ambiental a través de los años, en especial por la acción de la luz solar.
c. Sistema muscular y el esqueleto óseo
Entre los 30 y los 80 anos se pierde un 30 a 40% de la masa muscular. Dicha pérdida se acelera con la edad. Asimismo, disminuye la fuerza muscular y las capacidades de movimiento y respuesta rápida, y las de reparación o cicatrización de músculos, tendones y ligamentos.
La capacidad para formar tejido óseo disminuye, reduciéndose por el contrario el grosor y la masa de los huesos, pues se produce la pérdida de calcio en los de la cadera (osteoporosis), del muslo y en las vértebras. Estos cambios afectan a hombres y mujeres, pero afectan con mayor incidencia a las mujeres durante la menopausia, por !a disminución del estrógeno.
d. Sistema nervioso
El sistema nervioso se afecta de manera importante con el paso del tiempo. El peso cerebral disminuye con la edad y el flujo cerebral se reduce en un 20%, produciéndose alteraciones y disminución de la síntesis de neuro-transmisores.
Estos deterioros, sin embargo, no se traducen necesariamente en cambios intelectuales ni conductuales. Tanto la acumulación de cambios como la actitud con que el sujeto los asume, si le predisponen a sufrirlos. Los principales son: los reflejos disminuyen en intensidad de respuesta y estructura; y el ciclo del sueno se altera.
e. Oído y audición
En el oído externo se produce acumulación de cerumen, que dificulta la audición. Hay adelgazamiento del tímpano y pérdida de su elasticidad, así como disminución de la eficiencia en la conducción de los sonidos. Estos cambios provocan pérdida de audición, principalmente de las tonalidades bajas.
f. Ojo y visión
Los cambios de los parpados pueden provocar su caída o suspensión. La cornea pierde transparencia y por deposito de lípidos se produce el "arco senil". La pupila reduce su tamaño y el iris disminuye su capacidad de acomodación. El cristalino aumenta su tamaño y se vuelve más rígido. Frecuentemente aparecen cataratas.
A nivel de la retina se reduce la acumulación de pigmentos, produciéndose pérdida de la agudeza visual con los años.
g. Sistema hormonal
Con respecto a la glucosa e insulina se observa una mayor resistencia de los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo que puede condicionar niveles altos de glucosa en la sangre y, por tanto, diabetes. También disminuyen la secreción de glucocorticoides, lo qua provoca la pérdida de la capacidad para tolerar el estrés.
h. Sistema inmunológico
Las defensas inmunológicas presentan cambios por la reducción de las células encargadas de la defensa y la reducción de la respuesta mediante anticuerpos, con una mayor susceptibilidad a infecciones, enfermedades auto inmunes y neoplásicas.
En este sistema es sumamente difícil diferenciar entre los cambios propios de la edad y las alteraciones derivadas de diversas enfermedades que se manifiestan a través de los años.
El corazón aumenta su tamaño y peso. El músculo cardiaco se llena de grasa, se incrementa el colágeno, que provoca su fibrosis y, por ende, rigidez de las cavidades del corazón, alterando el ritmo cardiaco y disminuyendo su fuerza. El interior del corazón se adelgaza, las válvulas se calcifican y el tejido conductor presenta la pérdida progresiva de su actividad.
El corazón de la persona adulta mayor generalmente es capaz de mantener adecuadamente un flujo cardiaco suficiente para suplir sus necesidades, pero su adaptación al estrés se reduce paulatinamente con el paso de los años.
j. Sistema respiratorio
La concentración de oxigeno en la sangre disminuye, debido a que se reduce la capacidad de la caja torácica para expandirse. Aumenta la secreción mucosa de la pared bronquial, por la disminución de la capacidad respiratoria hasta un 30% a los 80 anos. Asimismo, disminuye la elasticidad del árbol bronquial y la fuerza muscular en los músculos respiratorios.
k. Área cognitiva
Entre los cambios cognitivos se pueden considerar la existencia de problemas en la inteligencia fluida o rápida, y no en la inteligencia centrada en la experiencia, que se desarrolla a lo largo de toda la vida. El coeficiente intelectual no parece descender con la edad. Algunos pueden presentar disminución de las respuestas intelectuales, como en la capacidad mental y capacidad de razonamiento abstracto.
Puede observarse disminución de la percepción de análisis e integración de la información sensorial, disminución de la memoria reciente o de corto plazo y alguna pérdida de la capacidad de adquirir nuevas habilidades. Estos cambios, que son relativamente normales, no se encuentran en todos los adultos mayores. Existe un grupo numeroso que conservan sus funciones intelectuales y cognoscitivas intactas y, por tanto, el interés en el mundo.
En la personalidad del adulto mayor se pueden observar nuevos signos de maduración, estabilidad emocional; visión más ponderada de las cosas y hegemonía de valores relacionados con el mundo interior. Sin embargo, puede perder la capacidad de adaptación a nuevas situaciones.
l. Sistema gastrointestinal
Existe disminución del tono del esfínter y musculatura del esófago, por ello existe disminución de la deglución, inadecuada relajación del esófago y la digestión se hace lenta, con menor absorción de sustancias y tendencia al estreñimiento. También se presentan por atrofia intestinal de las glándulas intestinales y disminución del peristaltismo, la flatulencia y el dolor abdominal. Se reduce la secreción de acido clorhídrico y de enzimas. Se altera la absorción de hierro, de calcio, de grasa, de proteínas, de vitamina B12 y de acido fólico. Disminuye el metabolismo de los fármacos.
ll. Sistema genitourinario
Disminución de la velocidad de filtración, por lo que se presenta aumento de urea y creatinina en sangre. Se reduce la excreción de fármaco. Por esclerosis de vasos renales, se es más susceptible al deterioro de la función renal. Existe también un debilitamiento de la musculatura renal y reducción de la fuerza del chorro, por lo que ocurre incontinencia urinaria. También presentan retención urinaria, con aumento de la susceptibilidad a infecciones.
En la mujer, existe atrofia genital con estenosis de la vagina, menos elasticidad y lubricación, produciendo dolor en las relaciones sexuales. También disminuye la acidez de las secreciones vaginales, que propicia las infecciones, y se debilita la musculatura pélvica, produciendo prolapso uterino con incontinencia urinaria. Se atrofia el tejido mamario. En el varón existe atrofia testicular con esperma menos viable y en menor volumen, demora la erección y la eyaculación, y hay menos sensibilidad peniana.
1. Alteraciones de Salud en el Adulto Mayor[3]
a) La Visión en el Adulto Mayor
La visión ofrece información para promover una interacción segura y eficaz con los demás. Contribuye a un autoconcepto positivo y sentimiento de valor y bienestar personales. Cuando se llega a ser adulto mayor no siempre esto significa tener mala visión, pero la edad trae cambios en el organismo humano que pueden alterar la función visual.
Entre los principales cambios normales tenemos:
La mala acomodación, que produce incapacidad para distinguir los detalles pequeños, como los ojales, números de teléfono, etc.
La disminución de la agudeza visual, con visión borrosa y la necesidad del use de lentes para leer, coser o para ver de lejos, por alteración en el cristalino.
Alteración de percepción de los colores; con dificultad para diferenciar el azul, el verde y el violeta; debido al amarilleo de la esclerótica, la cual altera la transmisión de la luz en la retina.
Hipersensibilidad a la luminosidad al brillo y al resplandor; disminución de la capacidad para adaptarse a los cambios en la cantidad de luz (demasiada o muy poca iluminación) por la disminución en el tamaño y elasticidad de la pupila. Así, necesitan los ancianos aumentar la luz para ver los escalones o las cerraduras, a lo que se llama "ceguera nocturna". Por el contrario, el exceso de luz produce un deslumbramiento, percibido como fuerte, molesto y brillante como la luz del sol; y las superficies brillantes, como pisos encerados muy lustrados provocan un resplandor cegador y una distorsión de la visión.
Se presentan otros cambios, como la incapacidad para localizar objetos o personas fuera del campo visual, disminución de la producción de lágrimas con lo cual los ojos se secan. Disminución de la movilidad ocular, amarillo de la esclera y una apariencia de hundimiento de los ojos.
Los cambios anormales que alteran la agudeza visual en la vejez son la catarata, el glaucoma y la degeneración macular.
La catarata, es la enfermedad más común en los adultos mayores, consiste en la opacidad de cristalino y según el grado de la enfermedad, produce visión borrosa, visión doble, puntos oscuros. Experimentan mayor sensibilidad al resplandor y cambian de lentes con frecuencia sin lograr buen resultado, haciéndose necesario la extirpación quirúrgica de la catarata e implantar en su reemplazo un lente intraocular artificial.
El glaucoma es el aumento de la presión intraocular que reduce la visión periférica y ocasiona progresiva pérdida de la visión, si no tiene tratamiento, esta pérdida de la visión es irreversible.
La degeneración macular es el deterioro de la mácula de la retina, dando lugar a la pérdida de la visión central, a medida que avanza el problema el adulto mayor nota que las líneas rectas son tortuosas, letras borrosas y aparecen espacios oscuros o vacíos en el centro de su campo visual.
b) El Olfato, el Gusto y el Tacto en el Adulto Mayor
El olfato, el gusto y el tacto son sentidos que resultan esenciales para vivir y adaptarse a un entorno que cambia constantemente y contribuyen a medir, apreciar y disfrutar del mundo en que vivimos. También nos ayuda a protegernos de lesiones y a comunicarnos.
Estos sentidos se alternan en la edad avanzada, debido al envejecimiento así como a múltiples factores. Las causas más frecuentes en la alteración del olfato son las infecciones respiratorias altas de origen viral, enfermedades de los senos nasales, traumatismos craneales y algunas enfermedades neurológicas.
El gusto se ve afectado por la enfermedad periodontal, gingivitis, la pérdida de dientes, las dentaduras postizas, los medicamentos y el exceso de tabaco.
En cuanto al tacto, las alteraciones se relacionan con neuropatías a consecuencias de una lesión, con el deterioro circulatorio y con enfermedades localizadas en la piel.
Respecto de los cambios normales en el olfato, el gusto y el tacto debemos considerar:
En el olfato, ocurre una disminución de la capacidad de percibir los olores debido a una atrofia de las fibras olfatorias por el envejecimiento. En general, la identificación de los olores disminuye gradualmente después de los 70 años, especialmente los de concentraciones bajas. Los fumadores tienen menor capacidad para identificar los olores.
En sentido del gusto, se considera que las papilas gustativas comienzan a reducirse a partir de la mitad de la vida (40 a 60 años), aunque llega a ser notable la disminución después de los 60 años. Existe disminución para disfrutar los alimentos, exceso de consumo de sal y azúcar, con riesgo de malnutrición.
En el tacto existe disminución de la capacidad de los receptores del tacto y de la sensibilidad de la piel, palma de las manos y otras áreas de poco vello. Esto trae como consecuencia menor facultad para reconocer objetos de textura lisa y áspera; por lo que están expuestos a heridas en la piel y el dolor puede estar disminuido. Tienen dificultad para diferenciar y sentir los cambios de temperatura.
Los cambios en el olfato, el gusto y el tacto no solo traen repercusiones físicas, sino que de 6stos resultan implicancias psicológicas y sociales con efectos perjudiciales para el modo de vida.
Los adultos mayores presentan el riesgo de accidentes cuando no son capaces de distinguir las señales de alarma presentes en su entorno, tales como el humo de un incendio, un escape de gas o una comida en mal estado. Esto les causa ansiedad y temor, sobre todo a los que viven solos, otra consecuencia es la falta de interés o motivación de una buena nutrición.
Puede haber un consumo de alimentos excesivamente sazonados, salados o muy dulces, lo cual tiene consecuencias graves para quienes tienen dieta por alguna enfermedad. Algunos no perciben un olor desagradable de casa o de su cuerpo y pueden verse afectados las relaciones familiares pensando que el adulto mayor es descuidado en su aseo personal o no le importa oler mal.
Las alteraciones del tacto generalmente producen torpeza, suelen tirar o romper los objetos, afectando sus sentimientos de habilidad y competencia, así como su autoestima. Tienen mayor probabilidad de accidentes porque estas alteraciones repercuten en el andar o en la movilidad. La disminución de la sensibilidad los pone en riesgo de sufrir danos peligrosos como las quemaduras. Por no sentir el dolor, dado que los sistemas sensoriales restantes se vuelven menos eficaces, los adultos mayores presentan la necesidad de aumentar sus interacciones ambientales, personales y sociales a través del tacto; pero teniendo en cuenta su modo de vida y fa procedencia cultural.
c) La Audición en el Adulto Mayor
El oído es uno de los sentidos que nos pone en contacto con nuestros semejantes a través de la comunicación, y gracias a el podemos apreciar los ruidos de la naturaleza. En el envejecimiento habitualmente los familiares y el adulto mayor se quejan de que no oyen bien o que no entiende lo que se dice. El 38% de los adultos mayores de 65 años sufre una baja significativa de la audición. Esta proporción aumenta hasta 60% en los mayores de 85 años.
Entre los cambios normales que se presentan tenemos:
La perdida de la audición o presbiacusia es la disminución progresiva, gradual, bilateral y simétrica de la capacidad de oír sonidos altos, sin poder discriminar el tono o voz. Se debe a lesiones del octavo par nervioso craneal. Este proceso comienza en etapas tempranas de la vida, aumentando en cada decenio. Es mas frecuente en hombres que en mujeres.
Tienen dificultad para percibir o captar los sonidos, así como para localizarlos y distinguirlos. Estas alteraciones se notan más por la incapacidad para oír las consonantes (como la S, Z, T, F y G) que están compuestas por tonos altos. Los sonidos de !as vocales A, E, I, O, U, que son los tonos bajos, suelen mantenerse intactos y son los últimos sonidos que dejan de oírse. Estas alteraciones conducen a distorsionar los sonidos, a oír pero no comprender, peor aun si la conversación es rápida, y responder en forma incorrecta.
Otro problema es la disminución de la capacidad de transmitir el sonido. La membrana del tímpano se endurece y adelgaza. También la cera o cerumen se vuelve seca y dura, interfiriendo en la transmisión del sonido. Entre los factores de riesgo que producen sordera son:
Trastornos que acompañan la fiebre alta.
Diabetes, sífilis, mixedema, lesiones por traumatismos y las infecciones a repetición, que conducen a perforación y cicatrización del tímpano. Exposición excesiva al ruido ambiental: aviones, armas de fuego, fábricas u obras de construcción, etc.
Medicamentos: polifarmacia, aspirina, estreptomicina, gentamicina, amikacina, furosemida.
Entre las repercusiones de la pérdida de la audición en el adulto mayor no solo se debe considerar las ocasionadas por la pérdida de la capacidad para oír, sino también, las que son capaces de influir en la percepción del medio ambiente, el comportamiento y la personalidad; afectando las actividades de la vida diaria y el modo de vida. Entre las principales consecuencias tenemos:
Puede conducir al aislamiento social pana así evitar situaciones embarazosas por temor a decir algo inadecuado, y las relaciones con los familiares y amigos se ven afectadas. También pueden presentar desconfianza y falso orgullo que impiden admitir su problema y pedir ayuda. Así como inseguridad y pérdida de la independencia.
Los adultos mayores generalmente intentan ocultar su incapacidad para oír o parecen no darse cuenta de la gravedad de la pérdida hasta que llegan a una etapa tardía de aislamiento social.
Existen problemas de. comunicación, lo que disminuye su motivación o interés para adaptarse al problema y para poner en práctica aprendizajes nuevos. Pueden presentar fatiga para escuchar, elevan la voz y repiten palabras al interlocutor, responden a preguntas con una expresión neutra o una sonrisa de compromiso. Su problema auditivo los lleva a la confusión y alteración en la compresión del lenguaje.
Otros síntomas de pérdida grave de la audición son el letargo, el abandono, la ansiedad, la confusión y el incumplimiento de las prácticas del cuidado personal. También tienen temor a sufrir accidentes por no poder escuchar las sirenas o bocinas de los carros y por perdida del equilibrio.
En las pruebas para valorar la capacidad intelectual es posible que demuestren una función disminuida que no es consecuencia den trastorno mental, sino de la incapacidad para comprender las explicaciones del examinador.
d) La Nutrición en el Adulto Mayor
La nutrición es igual de importante en los ancianos como lo es en otras etapas de la villa, más aún si la mayoría de ellos tiene por lo menos una enfermedad, además de los cambios propios del envejecimiento.
Dentro de los cambios normales de mayor relevancia están principalmente, los del sistema gastrointestinal, hígado, vías biliares y páncreas, los cuales afectan la función motora, secretora y absorción, interfiriendo la buena digestión de los alimentos, y repercusión en el estado nutricional de los adultos mayores. Así se constata en ellos:
Disminución de la saliva, lo que ocasiona problemas en la masticación y deglución de los alimentos.
Atrofia de la mucosa oral y encías, dientes afilados, desgastados y quebradizos, o ausencia de ellos, que produce la disminución de la capacidad de masticar. Disminución del tono de esfínteres y musculatura del esófago, por lo que la digestión es lenta, es decir, se retarda la absorción de las sustancias alimenticias, ocasionando indigestión postpandrial o sensación de plenitud. Puede haber disminución del acido clorhídrico.
En el intestino delgado el envejecimiento parece producir una reducción de la absorción de hierro, calcio, grasas, Vitamina A, D, B6, B12, acido fólico y otros.
Existe una atrofia de glándulas intestinales y disminución del peristaltismo causando estreñimiento, flatulencia y dolor abdominal.
Por los cambios en el metabolismo hepático, la indigestión puede seguir a una comida de grasas.
La composición corporal cambia con la edad, produciéndose una disminución de la masa magra y masa mineral, junto con un aumento de la proporción de grasa en el organismo.
Entre los factores que afectan la nutrición y que pueden contribuir al descenso de la ingesta de comidas saludables debemos mencionar:
Edad avanzada (mayor de 80 años).
Nivel económico bajo.
Aislamiento, institucionalización, depresión y soledad, especialmente después de !a muerte de un ser querido.
Problemas personales, familiares o sociales, el estrés.
Debilidad física o movilidad limitada u otras restricciones que incapacitan para hacer compras y preparar los alimentos.
La disminución del gusto y el olfato afectan el apetito.
Falta de conocimiento y hábitos dietéticos deficientes.
Factores culturales o religiosos.
La presencia de enfermedades (como la insuficiencia cardiaca congestiva, insuficiencia renal crónica, enfermedad digestiva crónica, etc.) pueden aumentar las necesidades nutricionales o disminuir la absorción de los nutrientes y su disponibilidad.
Hay que considerar las dolencias físicas, el deterioro mental y el alcoholismo.
Medicamentos como la digoxina, reserpina y antitumorales, por sus efectos adversos, causan trastornos digestivos. Automedicación.
La enfermedad dental y periodontal lleva a preferir alimentos blandos que muchas veces son ricos en carbohidratos y bajos en nutrientes.
También la dentadura postiza (que cubre el techo de la boca y las áreas gustativas secundarias) contribuye a la pérdida sensorial.
Mudarse a un hogar de ancianos, donde frecuentemente tienen que adaptarse a los horarios de alimentación y no se toma en cuenta sus gustos o preferencias en las comidas.
Los problemas de nutrición en los adultos mayores pueden ser prevenidos, controlados o tratados, pero los signos de alarma de la malnutrición a menudo se pasan por alto.
e) Incontinencia Urinaria
La incontinencia urinaria es la pérdida objetiva e involuntaria de orina y abarca desde el escape de unas cuantas gotas hasta la incontinencia total. La incontinencia aumenta casi siempre con la edad y es mas frecuente en mujeres que en hombres.
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