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El diseño curricular en Medicina Veterinaria. Un enfoque histórico (página 2)


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En el segundo de los dos artículos en que los autores describen los resultados del estudio sobre dos concepciones generales de lo que debe ser la formación clínica de los estudiantes de veterinaria plantean que; una de esas concepciones pretende proporcionar al alumno una experiencia genérica con varias especies, mientras que la otra apunta a dispensarle una formación mucho más sólida con la especie a la que el estudiante tiene pensado dedicarse tras obtener el título (esta última sigue una línea de estudios particular y especializada). Para realizar el estudio se recabó la opinión de un gran número de titulados de las dos facultades antes mencionadas, cada una de ellas representativa de una de esas dos maneras de entender la enseñanza de la veterinaria clínica. Participaron en la encuesta un total de 1714 estudiantes, a quienes se solicitó información sobre su trayectoria y su nivel de satisfacción profesional y se pidió que evaluaran la formación recibida, especialmente en medicina veterinaria comparada. También se les preguntó si habrían preferido un tipo distinto de formación y si tenderían a elegir como socio a un titulado de una formación especializada o a uno de formación general. El subsiguiente análisis parece invalidar unas cuantas de las críticas vertidas sobre la formación con énfasis por especie. Una vez obtenido el título, más del 90% de los veterinarios ejercen en una parcela muy reducida de la medicina veterinaria. Por ello lo autores proponen replantearse los resultados beneficioso de impartir la clásica enseñanza pre-clínica, de carácter muy general, y formar a los estudiantes en la práctica clínica con animales a los que no piensan dedicarse una vez titulados (Walsh; Klosterman y Kass, 2009).

En conjunto, ambos artículos ofrecen un detallado análisis de las dos concepciones citadas, por lo que los autores reconocen; que la medicina y la enseñanza veterinaria están asumiendo cada vez más responsabilidades en todo el planeta. Por ello es esencial que todas las instancias ligadas a la enseñanza veterinaria consideren las concepciones aplicadas hasta ahora y que cada facultad decida qué modelo resulta idóneo para atender a sus responsabilidades, cada vez más importantes y numerosas. También se debe tener en cuenta que el análisis se realiza únicamente en dos universidades norteamericanas donde las condiciones laborales y el contexto social son diferentes en muchos aspectos al de los países en desarrollo, donde los problemas más acuciantes son otros. En este sentido en la educación veterinaria superior cubana se apuesta por una formación básica fuerte en los primeros años de la carrera, de forma comparada entre especies, menos especializada, con una formación clínica general impartida desde el tercer año de la carrera y con posibilidades de sub especialización por especies en diferentes concentrados de práctica laboral en el último año académico, de esta manera se pretende atenuar las limitaciones que pudiera tener un plan de estudios de carácter muy general (Mohar, 2002). La concepción de los planes de estudio en las condiciones de Cuba se tratará con más detalle en el análisis del modelo del profesional para la educación veterinaria en nuestro país.

En los países de América Latina existe una gran diversidad de planes de estudio y diferentes formas de implementar el proceso de formación de los médicos veterinarios, reconocido por Zarco, (2009) en un artículo en el que describe el proceso de homologación de las facultades de veterinaria en México y seis países sudamericanos. Según el autor los sistemas de homologación están organizados de forma muy diversa en los distintos países, con diferentes niveles de participación de los colegios nacionales de veterinarios a la hora de instituir y/o aplicar este tipo de procesos. También son muy variables los criterios utilizados para evaluar la enseñanza veterinaria. Además, el grado de implantación de mecanismos de homologación varía desde casos como el de México, donde hace más de diez años que se homologó el primer programa de estudios veterinarios (actualmente hay 15 de ellos homologados), hasta el caso de países como Perú o Bolivia, que todavía no han instaurado ningún tipo de proceso de homologación.

La historia de los planes de estudio en el área de latinoamericana tiene varios matices y se remonta a la época de 1853 con la creación de la Escuela de Agronomía y Medicina Veterinaria de México, lo que es hoy Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. Pasaron treinta años para que en 1883 se inaugurara en Buenos Aires, Argentina, una segunda escuela. Durante todo el resto del siglo XIX sólo existían escuelas de veterinaria en tres países México, Argentina y Chile (1892) (Ramírez ,1978; Baños, 2003). Es en el siglo XX que se produce un crecimiento en la cantidad de facultades que se incorporan en los diferentes países del área: Perú (1902), Uruguay (1905), Cuba (1907), Brasil (1913), Colombia (1921), Ecuador (1934), Venezuela (1938), Bolivia (1940), República Dominicana (1955), Guatemala (1956), Paraguay (1956), Nicaragua (1961) y Panamá (1997) La mayoría de estas escuelas, en la concepción de sus currículos, fueron influenciadas por el sistema de enseñanza que se implementó en la U.N.A.M., que a su vez recibía el apoyo de la American Veterinary Medical Association (AVMA) dada la importancia que le confería esta institución a la formación de veterinarios de calidad en un país fronterizo como lo es México (Berruecos, Trigo, y Zarco, 2004).

En los últimos años han surgido en Latinoamérica unas 200 escuelas y facultades de medicina veterinaria, por lo que en el 1992 la Asociación Panamericana de Medicina Veterinaria (PANVET) propuso la creación de una institución que garantizara el proceso de enseñanza y aprendizaje de la veterinaria en nuestra área geográfica, así surge la Federación Panamericana de Facultades y Escuelas de Ciencias Veterinarias (FPEFCV), con la función fundamental de:

  • Promover la revisión y modificación del currículo veterinario de acuerdo con los pronunciamientos de la educación básica veterinaria y en correspondencia con las políticas, sociales, económicas, sanitarias y medioambientales de la región.

  • Orientar la educación veterinaria hacia un mayor énfasis en sanidad animal, calidad y eficiencia de los servicios veterinarios y ética y conciencia medioambiental (F.P.E.F.C.V., 2008)

Cuatro años después en 1997, en un congreso del PANVET, celebrado en Veracruz, México, bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y participando como invitados la A.V.M.A y la Federación Europea de Establecimientos de Educación Veterinaria, se exponen las experiencias alcanzadas en la homogenización de los currículos y los procesos de evaluación de la educación veterinaria (PANVET, 1997). Un año después con el apoyo de la FAO, la Asociación Panamericana de la Salud (PAHO) y el Instituto Interamericano para la Cooperación en la Agricultura se logra el Primer Seminario Internacional en Educación Veterinaria para las Américas; que establece los antecedentes para la creación ese mismo año, promocionado por el PANVET y la PFVS, del Concejo Panamericano en Educación Veterinaria (COPEVET), con la misión de coordinar los perfeccionamientos, los procesos de acreditación y la homogenización de los currículos en todo el continente (COPEVET, 2003; Berruecos y Zarco, 2009).

De los párrafos anteriores se deduce la importancia que se le concede al diseño curricular por parte de las organizaciones que representan a la profesión veterinaria en el mundo y fundamentalmente en nuestra área. La confección de los diferentes planes de estudios y su homogenización, la homologación de las carreras y la acreditación de nuestras facultades, son pasos importantes dentro de los acontecimientos actuales, donde se defienden los procesos de integración latinoamericana y de la cual nuestras escuelas no están excluidas, puesto que la formación de un profesional veterinario, a través de un currículo que responda a las necesidades básicas de nuestros países, sienta las bases para un desarrollo sostenible de nuestros pueblos, el aprovechamiento de los recursos naturales, el mantenimiento de la salud humana y animal y la producción de alimentos sanos de origen animal en correspondencia con los preceptos para lograr la soberanía alimentaria a la que nuestros pueblos de América aspiran y sin afectar el Medio Ambiente.

El diseño curricular de la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia en las condiciones de la educación superior en Cuba

El 10 de Abril de 1907, después de varios intentos que fracasaron, se fundó la Escuela Libre de Medina Veterinaria de La Habana; pero no es hasta el 22 de Agosto del 1907, cuando se reconoce mediante el decreto No. 881 del Gobernador General Civil, durante la intervención norteamericana, la validez de estos estudios. Finalmente el 27 de Enero del 1908, por el decreto No. 126, la escuela quedó adscripta, con el nombre de Escuela de Medicina Veterinaria, a la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de La Habana (Consejo Científico Veterinario,2002; Mohar y Peraza, 2006).

El plan de estudio en un comienzo estaba estructurado por 23 asignaturas y organizado en tres años de duración. El análisis de este plan nos indica que si bien desde el punto de vista actual el plan presenta algunas insuficiencias, no es menos cierto que para los primeros años del siglo XX, cumplía con las exigencias del momento, atendiendo fundamentalmente los aspectos clínicos de la veterinaria. Este plan de estudios se mantuvo prácticamente sin modificaciones hasta el curso 1938 / 1939 en el que plan de estudio de la carrera es ampliado a 4 años. Se incorporan un mayor número de horas a la anatomía, la fisiología, la zootecnia y a las patologías en general, marcándose la importancia de las ciencias básicas como elemento fundamental en el proceso de formación. Este plan sólo sufrió ligeras modificaciones durante los siguientes cursos, prevaleciendo el enfoque clínico quirúrgico y preventivo (Mohar, 2002).

En 1962 se realiza la Reforma Universitaria se crea la Facultad de Ciencias Agropecuarias estableciéndose la unión de la Facultad de Medicina Veterinaria con la Facultad de Agronomía. La Reforma Universitaria fue de una gran significación para la Educación Veterinaria, en esta se elaboró el primer plan de estudio con fundamentos metodológicos y científicos que contenían las exigencias de la sociedad y los principales adelantos de la Ciencias Veterinarias en general. En este período se concretó un plan de estudio con carácter clínico, preventivo y zootécnico marcadamente superior; y aparecen las Ciencias Básicas fortalecidas; las Ciencias Sociales, Humanísticas y Económicas; las Ciencias Zootécnicas y las Ciencias Veterinarias, incluida la Zoonosis y el Control Sanitario. El plan se amplía a 5 años de duración y el último semestre se dedicaba por entero a la práctica profesional (Mohar, 2010).

El proceso revolucionario le prestó, y aun le presta, un gran interés a la educación y a consecuencia de: la campaña de alfabetización, los planes educativos y la creación de los tecnológicos agropecuarios, se permitió el acceso de las grandes masas a la universidad. Esto provocó el incremento de la matricula de la Escuela de Medicina Veterinaria; posibilitando la expansión de los estudios veterinarios en el país; y en las décadas del 60 y 70 se fundaron 3 escuelas más de Medicina Veterinaria, creándose en la Universidad Central de las Villas la Escuela de Veterinaria de las Villas en 1961, en 1970 se funda la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Oriente, pasando en el 1976 a formar parte del ISCAB, actualmente Universidad de Granma y en 1974 se funda la Escuela de Veterinaria de Camagüey (Mohar, 2010).

En 1976 se crea el Ministerio de Educación Superior iniciándose una nueva etapa en la Educación Universitaria en general y en la Veterinaria en particular, caracterizada por una mayor sistematicidad, la unificación de los programas y planes de estudios y la aplicación del principio del perfeccionamiento constante del currículo docente, (Hernández, 1986). La Facultad de Medicina Veterinaria del Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana, en la actualidad, Universidad Agraria de La Habana, "Fructuoso Rodríguez Pérez" pasa a ser centro rector del perfeccionamiento de los planes de estudio. Por esta vía se implementan, a partir del plan de la resolución 825, planes perfeccionados cada 5 años llamados plan A, Plan B, Plan C y Plan C Perfeccionado. Todos contienen en su esencia los fundamentos de plan de la Reforma Universitaria del 1962 (Mohar y Peraza, 2006).

Para la elaboración del diseño curricular en Cuba se debe precisar, en el Modelo del profesional, documento oficial del plan de estudios, el objeto de la profesión, los campos de acción, las esferas de actuación, los modos de actuación y los objetivos generales de la carrera y años académicos. En la educación superior cubana los objetivos son la categoría rectora del plan de estudio. Estos se establecen a partir de los modos de actuación del profesional en los cuales se integran los contenidos del plan de estudios (habilidades, conocimientos y valores). Los modos de actuación surgen de la generalización de los problemas profesionales que se manifiestan en la realidad objetiva que caracteriza el contexto en la que se desarrolla el profesional (Horruitiner, 2004).

El desarrollo del modo de actuación del médico veterinario, teniendo en cuenta los principios de la interdisciplinaridad, su concepción como proceso y resultado de la formación del profesional y la propia esencia integradora del método clínico, como método general de trabajo del profesional, donde se interrelacionan los elementos complejos de la ciencia, la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, deben contribuir a un proceso de formación de la personalidad del estudiante en el cual se logre el dominio de los conocimientos, las habilidades y los valores que garanticen su desempeño. Es de suma importancia que el estudiante logre identificar en el modo de actuación el saber, el hacer y el ser de su profesión. En otro centros de estudios en el mundo se refieren a este tema con el término de "Competencias" el cual según las concepciones del sistema de educación superior cubano, planteados por Pedro Horruitiner Silva se refieren a los modos de actuación "al caracterizar integralmente el desempeño del profesional (…) supone la integración de los conocimientos, habilidades y valores que aseguran tal desempeño" (Horruitiner, 2006).

Los objetivos declarados en el modelo del profesional para los años académicos deben estar en correspondencia con los objetivos de las disciplinas de manera que ejerzan una doble acción sobre las asignaturas. De esta manera en el diseño de cada año y disciplina se debe dar solución a una de las contradicciones del diseño curricular que se manifiesta en la contradicción existente entre ciencia y profesión. En esta relación los conceptos, teorías, teoremas, leyes, etc. elementos que caracterizan la ciencia se identifican de forma general, no absoluta, con las disciplinas y las asignaturas y los elementos relacionados con la educación, el desarrollo y la formación de un profesional en específico, se identifican con el año académico. Por lo que de alguna manera en el diseño de las asignaturas estas deben responder a su doble subordinación, estableciendo una adecuada relación dialéctica entre la lógica de la ciencia que le sirve de sustento y a la formación del profesional. Esta relación solo se lleva a cabo con la apropiación por parte de los estudiantes de los modos de actuación a través de los cuales se logran los objetivos del modelo del profesional, (Horruitiner, 2006).

La formación desde estos puntos de vista se desarrolla, en la Educación Superior en Cuba, con una concepción integradora donde lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador se mezclan en una trinidad en la que no se pueden definir exactamente los límites entre ellas. Además se rige por dos ideas o principios de la educación en el país desde los inicios mismos de la Revolución Cubana. Los principios de "educar desde la instrucción" y la vinculación del "estudio y el trabajo" (Falcón, 2002.).

En este sentido: la formación de profesionales vincula el estudio con el trabajo e incorpora la formación en investigación. Los procesos de creación de carreras, modificación de planes de estudio, realización de prácticas laborales, realización de investigaciones estudiantiles, creación de espacios de formación en las empresas y otras organizaciones, e incluso la creación de universidades, se relacionan muy directamente con la solución de demandas sociales, económicas, culturales, ambientales. De esta manera, el conocimiento involucrado en la formación de profesionales, guarda una estrecha relación con el desarrollo del país (Núñez, J., Montalvo, L F, Pérez, I., Fernández, A., y García, J.; 2006).

Teniendo en cuenta dichos elementos en el plan C se desarrolló el sistema de objetivos de la carrera, ampliando la concepción del veterinario al campo de la zootecnia, a partir del criterio del perfil amplio y el plan C perfeccionado incluye dentro de su concepción el desarrollo del sistema de conocimiento, el sistema de habilidades y valores para cambiar la calificación del "médico veterinario" por la de "médico veterinario zootecnista" (Mohar, 2010).

Por último la nueva generación de plan de estudio D, con sus imperfecciones, como caracteriza toda obra humana, va encaminada a la formación de un profesional de un perfil amplio capas de desarrollarse de forma independiente en un sistema que propone el aprendizaje para toda la vida, la formación de valores y el dominio de los sistemas de comunicaciones e informáticos, como elementos esenciales. La conformación de este plan de estudio por contenidos de aprendizaje pretende reducir las fronteras entre las diferentes disciplinas propiciando el establecimiento de las relaciones inter y transdisciplinarias necesarias para avanzar en una sociedad compleja y matizada de problemas, donde se manifiestan varias crisis de forma conjunta: medioambientalista, económica, alimentaria y de credibilidad de los diferentes gobiernos.

En tal sentido Cuba se pone a tono con las nuevas concepciones que se manejan por parte de la comunidad científica veterinaria y la aventaja en varios aspectos, púes desde 1976 la educación superior veterinaria, así como la de todo el país, trabaja en el constante perfeccionamiento y adecuación de nuestros planes de estudios a las condiciones de la sociedad cubana y global propiciando versatilidad y flexibilidad en la formación del profesional permitiéndole accionar en otros campos de acción como el educacional, en la salud pública veterinaria y la protección del medio ambiente. De modo que para el caso cubano, se habla del proceso de construcción de un "modelo interactivo" universidad-sociedad, que coloca la pertinencia social del conocimiento como un valor fundamental de nuestras universidades (Núñez y Castro, 2005)

Conclusiones

A manera de conclusiones se puede considerar que la educación veterinaria en su devenir histórico ha atravesado varias etapas en correspondencia con el desarrollo de esta rama de la ciencia, las diferentes tendencias educacionales y de las sociedades donde se han implementado los estudios de medicina veterinaria.

Tal desarrollo se ha comportado de manera desigual donde la influencia de los diseños curriculares de los países desarrollados ha permeado los planes de estudios de los países en desarrollo, aunque en la actualidad tal tendencia tiene la oposición de sectores progresistas en la esfera de la educación, los que plantean un proceso de enseñanza – aprendizaje más enfocado a la solución de los problemas que más afectan a sus respectivos países y regiones geográficas.

La mayoría de los autores consultados refieren la necesidad de adecuar los planes de estudio a nuevas situaciones que han sido generadas por la sociedad globalizada, dando una gran importancia a conceptos como: Un solo mundo de medicina veterinaria y un solo mundo una sola salud, donde predomina una visión de carácter interdisciplinario, donde le médico veterinario debe romper con los paradigmas tradicionalmente conciliados para la profesión, procurando una reestructuración de las diferentes disciplinas científicas dentro de la veterinaria, de manera que posibilite la ampliación de los campos de acción del médico veterinario que le permitan una mejor adaptación a los nuevos problemas planteados por la sociedad y su contexto histórico.

En el caso particular de la educación veterinaria en Cuba se reconocen dificultades, condicionadas fundamentalmente por el contexto histórico social en el que se ha tenido que desarrollar nuestro país, donde la carencia de recursos materiales han afectado el proceso de formación profesional; sin embargo se trabaja cotidianamente por el perfeccionamiento de la educación superior y se ajustan los planes de estudio a la formación de un profesional de perfil amplio capaz de satisfacer las nuevas demandas de la sociedad cubana y de ajustarse a los requerimientos que exige una sociedad globalizada.

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Autor:

Dr.M.V. Douglas Hernández Marrero MsC.

 

Partes: 1, 2
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