La tercera vía propone diseñar políticas sociales para facilitar la inclusión de la gente relegada del sistema. A través del "liberalismo cívico" se busca que las personas tengan compromiso con las cuestiones públicas y las mejoras sociales. Los empresarios, por ejemplo, deben escuchar los reclamos de los trabajadores desde una posición más humana. La meta es alcanzar un bienestar positivo que eleve la calidad de vida incluyendo a todos los ciudadanos.
LA EDUCACIÓN Y LA FAMILIA
La enseñanza es un tema que la tercera vía no descuida. Tony Blair sostenía durante la campaña electoral que sus tres prioridades eran:"educación, educación y educación". En Alemania y Gran Bretaña se ha producido un aumento considerable de las personas que ingresan en el nivel universitario.
En el contexto familiar, sostiene la búsqueda de una familia fuerte, en la que se reconozca la igualdad entre los sexos y la contención moral que muchas veces ha sido olvidada en la ortodoxia de las tradiciones. Postula una reestructuración de los derechos de los niños y sus madres, igualdad de condiciones y ayuda gubernamental para no tener que resignar la unión familiar.
La propuesta está orientada , además, a reivindicar la escala de valores esenciales del hombre: justicia, honestidad, familia y solidaridad.
LA CUESTIÓN DE LOS MODELOS
La visión del sociólogo inglés: hay que cambiar la visión de una vida efímera. Evitar que el individualismo piense sólo en pasar bien el momento y, en cambio, que tenga una inquietud social y cultural. Es prioritario que los mecanismos de explotación en el trabajo y la vida cotidiana no se perpetúen como modelos pues corre el riesgo de que se vuelvan habituales y comunes en la conciencia colectiva. Por eso, el Estado debe mediar entre el mercado y la sociedad.
Es imprescindible entender a todos los individuos como miembros de un mismo cuerpo: si una parte está enferma, el organismo en general anda mal. Si se lograra instalar esta concepción nueva se estaría en presencia de un cambio trascendental en la historia del planeta. Aquí la Tercera Vía ve la necesidad de formar una visión renovada de las personas, revalorizándolas y brindándolas y brindándoles una calidad de vida merecida para que ellas mismas luchen por sus ideales, sin ver abatidas las expectativas de superación.
La educación crea conciencia; la conciencia estimula el respeto; el respeto promueve una buena convivencia; y ésta conduce a ser un buen hombre y un buen ciudadano.
LA RESPONSABILIDAD PERSONAL
El factor material más importante en esta postura es la propagación y transmisión del conocimiento. Ésta alcanza su verdadero objetivo sólo cuando es diseminado entre toda la población y sus resultados pueden ser aplicados en beneficio de la sociedad. La discriminación en el acceso al conocimiento es injusta e inmoral y termina siendo perjudicial para el conjunto social.
La responsabilidad humana crea un compromiso interno del individuo con los organismos sociales. Lo lleva a entablar relaciones prósperas y buscar un destino común. Cuando el abandono aliena a la persona, los objetivos se diluyen y la falta de responsabilidad atenta contra la misma sociedad. Eso trae aparejado el desgano por vivir, razón por la cual se cae en actitudes de desdeño que terminan por poner en peligro las vidas de los demás. Las medidas sociales colectivas, incluyendo a los más necesitados, deben ser tomadas desde el punto de vista ético, con el objetivo de impedir la explotación de los individuos e impulsar así el desarrollo similar de todos en los campos moral y económico.
La acción colectiva destinada a impulsar el desarrollo individual e impedir la explotación es una necesidad imperiosa en cualquier sociedad que predique valores éticos. Es fundamental que las actitudes adoptadas por el Estado no fomenten el aburguesamiento de las clases. El capitalismo sin ninguna restricción es comparable con el autoritarismo o el totalitarismo, los cuales por supuesto están muy lejos de la sociedad positiva. Por eso es fundamental que el Estado cumpla con la tarea de realizar una capacitación bien distribuida abarcando todas las clases sociales.
EL PERFIL DE ÉXITO
Con el triunfo del capitalismo a escala mundial, cada hombre pasó a convertirse en una mercancía más dentro de la economía de libre mercado: se transformó en un objeto que se comercializa.
El obrero vende su energía corporal; el médico y el ingeniero, su instrucción; el artista, su creatividad, etc. De esta manera, si la valoración tasada por los demás es baja, la estima personal será directamente proporcional, lo que significa un camino sin escapes hacia la depresión. Es decir, el individuo cree en su valor en relación con el mercado. El hombre moderno encarna la soledad: aislado y vapuleado por las fuerzas abrumadoras del capital.
Este sentimiento de aislamiento y soledad genera la degradación de valores como la igualdad, la fraternidad y la libertad. La idea de la Tercera Vía es limitar el poder del capitalmismo monopólico y evitar la concentración excesiva e incontrolable del dinero que mueve los negocios, mediante leyes que regulen las operaciones.
LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA
Toda nación que pretenda tomar posición frente a los desafíos de competitividad que jaquean al mundo debe apostar al desarrollo tecnológico. En los países industrializados se destina una parte significativa del presupuesto a llevar adelante un proceso de actualización tecnológica; también las iniciativas votadas en los parlamentos brindan un apoyo hacia el sector industrial, que permite producir con maquinarias de última generación.
Para la Tercera Vía, el cambio de la mentalidad de los gobernantes de los países subdesarrollados es imprescindible. Dejar de pensar la inversión en ciencia como un gasto es un paso fundamental.
Agobiados por el déficit público, los países del tercer mundo buscan contraer la actividad científica a su mínima expresión, o intentan privatizarla.
La principal solución que propone la Tercera Vía es la inversión en capital humano. En una nación todo está relacionado, y esa falta de visión es lo que condena a una sociedad a vivir sumida en la dominación y la pobreza.
IMPUESTOS Y DESARROLLO
No se puede tener una sociedad justa sin niveles sustentables de impuestos. Pero para sostener una nivel equitativo, es condición obligatoria que los gobiernos sean honestos ,y para eso es imprescindible un mecanismo de contralor que combata la corrupción. Según La tercera vía, es fundamental para una sociedad de mercado eficiente conectar la reforma fiscal con la reforma estatal y la del gobierno.
UN estado eficiente combate la corrupción, no gasta en rubros superfluos y realiza obras para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Para que funcione la red de contención social debe haber impuestos suficientes, invertidos de manera efectiva, con instituciones públicas eficaces y mecanismos de redistribución justos.
Para la Tercera Vía, los Estados están perdiendo poder y relevancia ante el dominio del capital y la extorsión de las empresas, que presionan en beneficio de sus intereses. Pero, cuando la eficiencia caracteriza a un Estado, ese Gobierno conserva el poder intacto, por que controla el territorio nacional y las Leyes, y no se deja influir por los "lobbies" (grupos de presión).
La tercera vía está a favor del enfoque del Banco Mundial, que sostiene que se puede alcanzar una economía de mercado exclusivamente imponiendo condiciones del mercado. Por eso ve como necesaria la entrada en un camino alternativo que aceite combinaciones más eficaces entre gobierno, mercado y sociedad civil, para crear un despegue sostenido de las economías, que permita elevar la calidad de vida.
La Tercera Vía en Latinoamérica
En el marco de una necesidad general de corregir las imperfecciones de los sistemas implementados hasta el momento, la Tercera Vía aparece como un camino atractivo. Es preciso plantear las variables que intervienen en América Latina para poder confrontar la realidad con las bases de la propuesta de la nueva izquierda. Los países escandinavos tienen una tradición de más de cuatro décadas de en la consolidación de un camino alternativo al capitalismo y al comunismo, pero aun en la actualidad les es difícil mantener los beneficios de su modelo de bienestar. Sin embargo, suelen ser mostrados como el modelo a alcanzar por las naciones que aspiran a seguir los postulados de la Tercera Vía.
En América Latina la situación es aún más complicada que en el resto de Europa, debido a los límites que impone el endeudamiento, interno y externo, de los países. Estos países con economías debilitadas, tienen altos índices de desempleo y una creciente marginación social. Estas dificultades económicas conspiran contra la aplicación de la Tercera Vía.
En principio, América Latina debería mirar hacia los países que poseen recursos propios y extensiones considerables como para generar una productividad que les permita equilibrar la balanza comercial y partiendo de esa base, intentar la industrialización de algunos postulados.
EL OBSTÁCULO ECONÓMICO
Desde la nueva izquierda se plantean las diferencias históricas entre Europa y Latinoamérica para comprender el desarrollo desigual de la Tercera Vía en ambos lados del Atlántico.
Según la posición impulsada por Tony Blair, la izquierda tradicional se alejó del centro liberal y dejó que este sector quedara disponible para alianzas con la derecha conservadora, cuyas características son autoritarias y nacionalistas.
En Europa, el neoliberalismo fue la ideología de la burguesía ascendente, los sectores agroexportadoras. Esa corriente fue la base social de la derecha tradicional, vinculada al latifundio. Por su parte, el nacionalismo estuvo asociado al proteccionismo, que generò espacios para el desarrollo industrial, propiciado por gobiernos estatizantes o populistas.
Una alianza con las tendencias liberales en America Latina representó el acceso al poder de los postulados de la derecha tradicional, que se incorporó orgánicamente al nuevo modelo.
Algunos teóricos sostienen que Brasil podría ser el país adecuado para encarnar la nueva política en America Latina. Al contrario de la Argentina y Chile, el Brasil presenta una izquierda relativamente fuerte, nucleada en el Partido de los Trabajadores (PT). EL Gobierno de H. Cardoso aparece como un impulsor de esta postura.
Cardoso, Sociolólogo que en la Década del 60 estuvo vinculado a la izquierda, es visto como un estadista que sintetizaría al político (Blair) y al pensador (Giddens). Pero la realidad brasileña refleja otra cosa.
La polìtica de Cardoso y su sustento ideológico son similares a los postulados del neoliberalismo. Modificó la Constitución para imponer se reelección presidencial, no dudó ante la represión contra sindicatos y movimientos sociales, y fortaleció su alianza con el gran empresariado y los bancos nacionales e internacionales.
El Brasil muestra, en realidad, otra versión del neoliberalismo. Es una radicalización del modelo capitalista.
La revista británica The Economist afirmó que Cardoso privatizó mucho más que Thatcher en mucho menos tiempo. El teórico de la Tercera Vía considera que la Argentina, el Brasil y Chile son naciones capaces de asimilar los conceptos de la nueva tendencia nacida en Gran Bretaña.
Aunque advierte sobre la aceptación que las políticas neoliberales tuvieron en la Argentina, Giddens observa con confianza el poder de la difusión de la Tercera Vía. Al especificar su propuesta, califica como fundamental el desarrollo de las ideas de la "nueva izquierda" en un contexto regional en el cual Argentina, el Brasil y Chile trabajen en objetivos comunes y políticos, económicos y sociales.
Sin embargo, algunos teóricos europeos, sostienen que la falta de independencia económica que sufren las naciones latinoamericanas, impediría la adopción eficaz de la Tercera Vía como modelo. Estos países aún no encontraron respuesta a la pregunta de políticos y dirigentes sobre cómo conciliar la democracia política con la económica de mercado.
La dependencia económica de los países latinoamericanos respecto de los organismos económicos internacionales se manifiesta en el crecimiento sostenido de la deuda externa.
Además del constante crecimiento de la deuda externa, el proceso económico que transita América Latina tiene otras consecuencias:
Aumento de la desigualdad entre América Latina y el Primer Mundo.
Deuda Social interna en ascenso
Disminución del salario real
Suba del desempleo y de la precarización laboral
Incremento de barrios pobres y marginales
Empeoramiento de las condiciones de vida, salud, educación y seguridad
EL DESAFÍO DE LA NUEVA IZQUIERDA
La Tercera Vïa aspira a reformular los postulados de la socialdemocracia tradicional para ganar espacio en los partidos "progresistas" latinoamericanos.
Los partidos socialdemócratas de todo el mundo, en sus más diversas variantes se reúnen en la agrupación creada en 1951 denominada Internacional Socialista. Allí conviven los socialdemócratas de Alemania y holanda con los socialistas franceses y los ex comunistas del este.
Pero también confluyen partidos latinoamericanos de raigambre populista, como el Apra (Perú), el PRD (México), el Liberal (Colombia) y Acción Democrática (Venezuela), y ex movimientos guerrilleros, como el sandinismo nicaraguense.
El Partido Socialista Popular (PSP) era el único representante de la Argentina hasta la incorporación, en carácter de observador, de la UCR (Unión Cívica Radical)
Los teóricos de la Tercera Vía tienen la expectativa de que, una vez afianzadas sus ideas en Europa, prendan en Latinoamérica. Con esa premisa, en la reunión de la Internacional Socialista realizada en 1999 en Buenos Aires, representantes socialdemócratas de las potencias europeas brindaron su apoyo decidido a los entonces candidatos presidenciales De la Rúa (Argentina) y Ricardo Lagos (Chile) y al Uruguayo T. Vázquez (Uruguay).
Lic. Damián Pezzenati
Bibliografía
"La Tercera Vía" . Alejandro L. Alonso
"El hombre contra el Estado". H. Spencer
"La Tercera Vía". A. Giddens
"El Contrato Social". J. Rousseau.
"Sobre la Libertad". J. Mill
Autor;
Lic. Damián Pezzenati
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