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Características de la Intervención del Psicólogo en el ámbito hospitalario con pacientes trasplantados


  1. Introducción
  2. Marco teórico
  3. Concepción de intervención psicológica
  4. Intervención del psicólogo en el ámbito hospitalario.  Introducción al tema trasplantes
  5. Importancia del trabajo multidisciplinario y rol del psicólogo
  6. Evaluación psicológica y selección de receptores de órganos
  7. Seguimiento de posibles trastornos pre quirúrgicos
  8. Seguimiento del paciente a corto y largo plazo luego de la cirugía
  9. Calidad de vida y reinserción a  la sociedad de pacientes trasplantados
  10. Reflexiones individuales
  11. Bibliografía

Introducción

Al realizar este trabajo planteamos como objetivo analizar las diferentes características en lo que respecta a la intervención del psicólogo en el ámbito hospitalario, más precisamente dentro de los equipos de trasplante en torno al tratamiento quirúrgico y sus diferentes procesos. Nos detenemos a conocer cómo interviene el profesional psicólogo específicamente en la preparación del paciente receptor de órganos junto a su entorno familiar. Se pretende aquí plantear las diferentes alternativas de tratamiento que incluye el trabajo del Psicólogo con este tipo de población en particular.Encontramos interesante saber cómo éste trabaja en la recuperación y la superación de obstáculos biopsicosociales que intervienen en dicho proceso.Vemos fundamental analizar los factores que atraviesan la problemática de los pacientes trasplantados y acercarnos a su complejidad y herramientas de abordaje multidisciplinario. Como estudiantes de la carrera de Psicología y como parte de la sociedad uruguaya nos interesa escuchar las diferentes opiniones sobre el tema. En este caso dentro del área de la salud y sobre como interviene el psicólogo aquí, con algo tan delicado como son los pacientes con trasplantes de órganos. Sobre la importancia vital que tiene y debe tener el mismo para evaluar los posibles receptores de órganos y para trabajar con las diferentes dificultades que atravesará el paciente y de los múltiples factores que influirán a nivel pre- operatorio y post operatorio. Las dudas, las ansiedades, las carencias económicas y sociales luego de la intervención y otras como la discriminación tanto laboral como también social; la importancia del rol de psicólogo en estas circunstancias nos pareció interesante de analizar como futuros profesionales. Partimos también de la curiosidad que nos generó comprender la intervención del psicólogo en contextos críticos, en donde existe un riesgo vital para el paciente. Conocer como es la relación con los otros profesionales de la salud, el lugar que ocupa el psicólogo y como se posiciona en dichas instancias. El trabajo multidisciplinario del que tanto se habla en la facultad, pero del que no muchas veces hemos tenido referencias concretas y puntuales como para visualizar la articulación psicólogo-profesionales de la salud.    También ha sido motivador para la realización del presente trabajo, la notoriedad en la actualidad del tema trasplantes y su demanda de conciencia y puesta en discusión tanto a nivel nacional como a nivel mundial. Los ejes conceptuales principales que desarrollaremos serán primeramente el concepto de intervención abordado genéricamente, llegando hasta la intervención específicamente en la temática elegida de pacientes trasplantados, la importancia del trabajo multidisciplinario y el rol del psicólogo en el equipo de trasplante, evaluación psicológica de los candidatos de receptores de órganos, seguimiento de los posibles sentimientos pre cirugía como ser ansiedad, depresión, incertidumbre u otros, seguimiento y tratamiento postoperatorio del paciente a corto mediano y largo plazo y la intervención para la re inserción a la vida cotidiana enfocado hacia un buen nivel y calidad de vida.

Marco teórico

"…sostenía que no había que intentarse la curación de unos ojos sin la cabeza y la cabeza sin el resto del cuerpo; así como tampoco del cuerpo, sin el alma. Esta sería la causa de que se les escapasen muchas enfermedades a los médicos griegos: se despreocupaban del conjunto, cuando es esto lo que más cuidados requiere, y si ese conjunto no iba bien, era imposible que lo fueran sus partes…"    

Diálogos de Platón

Los siguientes planteos están basados exclusivamente en una revisión bibliográfica e investigación documental y conceptual referente a la Intervención del Psicólogo en el ámbito hospitalario, introduciéndonos específicamente en la temática de los pacientes trasplantados. Para ello partimos de los conceptos de complejidad y enfoque holístico de la salud que nos servirán de hilo conductor para desarrollar la temática elegida. (Najmanowich, Guattari).

Dado que nos encontramos ante un cambio de paradigma a lo que se refiere al concepto de salud, nos enfrentamos ante su redefinición y análisis de sus múltiples entramados. A pesar del dinamismo y permanente cambio al cual está enfrentado en hombre moderno, debe mantener un balance con funcionalidad en relación al ambiente en el que le toca vivir, así llegamos al concepto actual de salud, inscripto dentro de un triángulo compuesto por dimensiones físicas, mentales y sociales. Sin embargo, el concepto de salud, lejano de su antigua definición de ausencia de afecciones o enfermedades, debe adquirir una concepción del ser humano como un ser total, no fragmentario, integrado a sus relaciones con el orden social, con un sistema de valores. Entonces llegamos al término de salud holística, en la que dichas dimensiones se encuentran en relación interdependiente e integrada al sujeto, sin posible fragmentación, pero sí integrada por diferentes dimensiones.

Partimos de la premisa de lo fundamental que es el rol del psicólogo como agente integrador en éstos casos, formado tanto en salud como en las ciencias humanas, con el atravesamiento de tramas complejas que ello incluye, para comprender la red de dimensiones que en la temática del trasplantado se plantea.  Al emprender un análisis de la situación nos encontramos al decir de el Dr.H.Fiorini, "espacio en el cual confluyen diversas series causales, diferentes series de fenómenos que van configurándolo (…) Al hablar de series nos referimos a una clase homogénea de fenómenos que responden a cierta legalidad, a cierto encadenamiento causal que es  el de la clase de fenómenos". Estas pueden ser del tipo corporales, sociales, familiares, laborales, evolutivas, prospectiva y clinicopsiquiátrica.

Compartimos que dentro del lenguaje del consultante existe una dimensión con sentido directo e inmediato, y otra dimensión que se establece en un nivel simbólico, donde se establecen éstas "significaciones complejas" . En su aspecto simbólico, a lo cual se referían tanto Saussure como Lacán, "el lenguaje" es la base de las significaciones, relación entre significante y significado, y ésta es la forma que el consultante verá y contará su propia historia a través del discurso, de la versión que ha podido crear de ella.

Llegamos entonces a lo que René Kaës llama "apuntalamiento", es aquello que amenaza con caerse y precisa apoyos múltiples, red de solidaridades que sostiene el funcionamiento del psiquismo. Implica dinamismo permanente, movimiento de apoyos y desapoyos, de aperturas y cierres, de crisis y de creación. (Edelman, Kordon). Estas diversas formas de construcción de significados, de interacción con el universo simbólico cultural, llamada también "producción de subjetividades por V.Giorgi, deben ser analizadas para intervenir y generar nuevas redefiniciones y relaciones que permitan al individuo pensarse de otra forma. Así llegamos a la reflexión ética que se basa en el sistema de valores socialmente construídos, inseparables del sujeto que deberá ser tenido en cuenta al momento de la intervención psicológica.

Lo antedicho propiciará de marco conceptual que pretenderá generar una aproximación de análisis a la prolemática de los pacientes en proceso de transplante de órganos, concibiendo el rol del psicólogo como agente privilegiado e integrador.

Concepción de intervención psicológica

El diagnóstico y la intervención no son conceptos fácilmente separables, ya que siempre que diagnosticamos intervenimos y siempre que intervenimos diagnosticamos, pero sí podemos establecer una distinción entre ellos. Partimos de la presencia de un "otro" movilizado por una búsqueda de respuesta, una intención de dar significado a algo que le acontece y que entiende no puede dilucidar solo. El profesional cuenta con un saber diferente a él, una caja de herramientas, con ella comienzan entonces un proceso de búsqueda de sentidos, delpor qué y para qué de la situación problema". Recordemos que "el especialista no es más que un ilustre enajenado, sabe mucho de lo suyo pero desconoce de lo demás, desconoce del resto"   

Al comienzo el Psicólogo transita un proceso de conocimiento de la situación,  el diagnóstico se ubicaría entonces en ésta etapa, y la intervención supone generar una modificación, un movimiento, un actuar sobre ella, transformándola como objetivo básico. Este largo proceso solo se puede dar sobre la base de un vínculo entre consultante y el Psicólogo que será el punto de partida del proceso  de "elucidación crítica" que menciona Castoriadis. Esta elucidación precisa de un entrecruzamiento, una transversalidad de miradas y saberes que se dan en un "campo y no un objeto" (A.Ma.Fernandez). Esto es, pensamos un modelo de intervención como un campo donde se producen esos nuevos sentidos que antes mencionábamos, los cuales se dan dentro de un encuadre determinado y mediante la transferencia, que posibilita hacer visible lo invisible, depositando en el profesional significaciones y miríadas,

construyendo juntos una nueva lectura de su historia personal, de un nuevo pasado que mostrarán otro presente y futuro posibles.

La intervención psicológica puede tener diferentes modalidades dependiendo del cuerpo teórico elegido por el profesional, éste debe ser dinámico y flexible, permitiendo readaptaciones al proceso terapéutico, el cual va evolucionando y transformándose permanentemente. Deberá buscarse que el consultante se aproxime más a su realidad y menos a sus fantasías, apuntando al autoconocimiento y a la apropiación de las herramientas que le permitan encontrarse a sí mismo en la trama vincular, generando así un nuevo rol ante la situación problema.

Intervención del psicólogo en el ámbito hospitalario.  Introducción al tema trasplantes

Luego del proceso de intervención diagnóstico inicial, se establece un plan de intervención que incluya los objetivos antes mencionados. Para ello se deben integrar la multiplicidad de factores que lo atraviesan, y en el ámbito hospitalario la interdisciplinariedad será base inseparable del  accionar terapéutico.La conducta del ser humano sabemos ahora es multidimensional, compuesta por factores biológico, ambiental, social, cultural y temporal (Shculz y Johnson).Este es el primer paso en la intervención psicológica, comprender la complejidad para luego desarticularla y abordarla en sus partes, enfocándonos en aquellas que se verán mas perturbadas y que ameritan la mayor atención. Al hablar de intervenciones en cirugías de alta complejidad, se debe partir de una concepción humana holista, determinada por los más diversos factores a los que se suman los orgánicos y psíquicos patogénicos, junto con correspondiente desorganización de la vida y el mundo social del sujeto gravemente enfermo (Casagrande).La labor del psicólogo en el marco del ámbito hospitalario tiene diferentes y nuevos elementos de análisis en la actualidad. A partir de los años sesenta, los centros hospitalarios se consideran dirigidos a toda la comunidad con funciones de diagnóstico  y tratamiento de dolencias, en contraposición a visiones anteriores de lugares de experimentación de la ciencia médica. Esto fue cambiando hacia una atención dirigida a la comunidad, con actividades promotoras de prevención, rehabilitación y educación para la salud.La intervención entonces está enfrentada actualmente a nuevos retos que incluye un enfoque holístico de prevención en salud, sumado el abordaje de pacientes con dolencias específicas o con padecimientos de enfermedad o  tratamientos específicos que involucran en mayor gradiente el componente  psicológico como ser el caso de nuestro presente trabajo, Pacientes Trasplantados.

Aquí en su fase inicial de pre-trasplante, la intervención psicológica presenta varios objetivos de los cuales mencionaremos los que consideramos más relevantes: funcionamiento cognitivo del paciente,

factores de riesgo de suicidio, patrones de conductas de adicción, descartar potenciales psicopatologías graves, soporte y apoyo familiar, actitud del paciente hacia el trasplante, factores que disminuyen adherencia al tratamiento posterior, factores que aumentan el rechazo a la calidad de vida tras el trasplante.

Luego la intervención se abocará a la orientación de la estrategia psicológica en el proceso de información al paciente y su familia por el equipo médico y profesional multidisciplinario. Posteriormente se realizará una vigilancia del proceso post-operatorio que más adelante retomaremos, el cual tendrá como punto necesario, el establecimiento de canales y métodos de comunicación claros, generadores de vínculos de confianza que propicien en el paciente el sentimiento de ser sostenido y contenido durante todo el proceso posterior. Deben ser vigilados los niveles de reacción emocionales del paciente en relación al trasplante y el nivel de comprensión del proceso por parte del paciente, atendiendo las diferentes series de significaciones que lo atraviesan, como ser la social, corporal, evolutiva, familiar, laboral, prospectiva y clínico psiquiátrica. Importancia del trabajo multidisciplinario y rol del psicólogo en el equipo multidisciplinario  

Importancia del trabajo multidisciplinario y rol del psicólogo

E. Hernández Melendez plantea una doble función general inherente al papel de dicho equipo. Procurar la salud orgánica, y a su vez interpretar y aliviar al enfermo. Tal como plantea Moscoloni, es imperativo el

trabajo multidisciplinario ya  que está en juego el proyecto de vida del paciente y su éxito implica un enfoque y tratamiento global de la problemática. No obstante, éstos pacientes presentan altas tasas de cuadros psiquiátricos específicos que dada su naturaleza demandan un abordaje y tratamiento multidisciplinar coordinado. Este debe tener como parte de su objetivo la modificación de sentidos e interpretaciones creando para ello un sistema de influencias positivo y estimulante para el paciente y su entorno familiar.     Así, son de mucha importancia según Boyardo tantos los encuentros e intercambios informales como las reuniones de equipo regulares para analizar las intervenciones psicológicas y sociales, y poder decidir en conjunto. Esto nos remite a Bleger quien critica enfáticamente el aislamiento profesional, el cual produce estereotipia en los profesionales que al presentarse con situaciones complejas, pueden recurrir a la "omnipotencia" como recurso defensivo, perjudicando en definitiva al paciente.

El equipo de trasplante debe otorgarle un gran valor a la comunicación, ya que las funciones específicas de cada actor conlleva un alto grado de complementariedad e interdependencia mutua, sobre todo a la hora de toma de decisiones. Si bien esto es así, todos cumplen funciones específicas. El psicólogo juega también un papel decisivo en la vida del otro sobre todo en el psicodiagnóstico del postulante y su posible elección para ser tratado.

           La relación equipo-paciente puede oscilar entre la necesaria relación de cercanía y su rechazo absoluto

propios de los sentimientos contradictorios que conlleva el tratamiento. Aquí entran en juego el buen manejo de la distancia óptima, la transferencia y contra transferencia, así como la estructura de demora, materializada ésta por las instancias de interconsulta multidisciplinar dónde el psicólogo tiene un rol fundamental.

        Sin detrimento de la concepción humana holística, cabe recalcar que el abordaje psicológico, así como la preparación del psicólogo, deben también estar directa y estrechamente vinculadas a la problemática fundamental del paciente: el órgano trasplantado, de ahí que el trabajo y conocimientos específicos e interdisciplinarios sean tan imprescindibles.                     

Son diversas y variadas las actividades del psicólogo dentro del equipo, estando ligadas a la totalidad del proceso y evolución del paciente y su entorno. En éste trabajo se tratará de sintetizar brevemente diferentes momentos de la intervención del psicólogo.   

Evaluación psicológica y selección de receptores de órganos

Parte del trabajo del psicólogo en el equipo multidisciplinario es el de evaluar a los potenciales pacientes para los diferentes tipos de trasplantes quirúrgicos. Es aquí donde se despliega la evaluación psicológica junto a la evaluación física. Dado el escaso número de donantes ante el desbordado y creciente número de receptores la evaluación que realiza el psicólogo es de vital importancia, desde todo punto de vista.

Existen determinadas contraindicaciones que a nivel psicológico nos dejan observar quienes serían candidatos posibles o no para recibir órganos, dentro de estas contraindicaciones se encuentran los distintos tipos de retrasos mentales, psicosis, adicciones a las drogas, conductas no cooperativas, falta de adaptación a los tratamientos e inadecuada contención familiar. En esta fase tan importante como la selección del posible receptor de órganos, tanto el paciente que recibirá el órgano, como también el que lo donara deben someterse a la evaluación por parte del profesional psicólogo para evaluar si realmente están en condiciones de afrontar esto mas allá de lo biológico, si podrán sobrellevar los cambios que esta situación generara en varios ámbitos como lo social, lo familiar, lo laboral etc.El psicólogo indagará entre las motivaciones que tienen ambos, buscara saber si se comprende la magnitud de sus actos, y si podrán asimilar los cambios y los requerimientos médicos, como tratamientos, indispensables para que todo tenga un desarrollo exitoso. En una primera instancia la evaluación buscara determinar factores positivos y/o negativos en los involucrados, por ejemplo: En el paciente receptor se evaluará la capacidad que tiene el mismo de de adaptarse a todo el proceso de la intervención y a los consiguientes cambios que esta provocará.

Se evaluarán factores como el funcionamiento cognitivo, el apoyo social y familiar que pueda tener el involucrado.

Una condición no menor  es el estudio de la calidad de vida que ha tenido el paciente, en la etapa anterior a la cirugía, es decir casos en los que estén involucrados trastornos mentales, relaciones familiares, intereses, inquietudes, actividad laboral, etc. Lo que se busca con todo este tipo de pruebas y testimonios en consulta psicológica es realmente evaluar el estado de salud mental del paciente antes de la cirugía y posteriormente a ella, puesto que no cualquier persona por el hecho de necesitar la intervención, podrá salir con éxito de la misma, ya que pese a su estrecho vínculo, una parte es lo físico y otra es lo mental.

Seguimiento de posibles trastornos pre quirúrgicos

La ambivalencia de los posibles resultados, la posibilidad de recuperar la salud por un lado, y de que las cosas no salgan bien, entre otros factores, aumentan los riesgos de síntomas des adaptativos, las representaciones distorsionadas y la ineficiencia de los mecanismos de autorregulación (Rodríguez, Lucero, Vía). Cabe resaltar que no todos estos pacientes presentan trastornos psicológicos graves. Es en definitiva como puede procesar cada persona las situaciones extremas. Aquí el psicólogo cumple un papel fundamental. Dada las características de la problemática, recordamos la necesidad del psicólogo de operar disociado, actuando la identificación proyectiva pero manteniéndose fuera para resguardarse del impacto emocional y preservar también al paciente de sus efectos nocivos (Bleger, 1971).Los trastornos más recurrentes en estos casos son la ansiedad, la depresión y el estrés. En segundo plano encontramos alteraciones menos comunes y/o más específicas como ser el insomnio, el delirio, trastornos en la sexualidad, en la representación del cuerpo, fantasías (de robo, castigo, asesinato, etc.), el fenómeno huésped, la culpa paranoide, hasta intentos de suicidio. Nos restringiremos muy brevemente en éste capítulo a las primeras dada su frecuencia y la falta de espacio.Tomaremos como referencias las publicaciones "Cirugía, Trasplantes" de Velásquez y Arbeláez (2005), la "Guía de apoyo psicológico para enfermedades raras" (2009) y la "Guía de práctica clínica sobre cuidados paliativos" (2008).

Los trastornos mencionados, requieren una evaluación individual y personalizada. El estrés, la ansiedad y sus diversas escuelas deben ser tratados con apoyo psicológico individual y familiar, relegando los psicofármacos como alternativa. La prevención y la reeducación son fundamentales y el psicólogo debe abarcar desde la previsión de situaciones estresoras y ansiógenas, hasta la modificación de conductas, creencias, valores, habilidades y estilos de afrontamiento defensivos. Deberá promover el compromiso con su situación, su entendimiento, el desafío como motivador y el desarrollo del sentimiento de control sobre la

situación. Se buscará así mitigar los efectos de la ansiedad y los estresores internos fundamentados en gran parte por pensamientos automáticos enfocados mayormente en los factores negativos, promoviendo los aspectos adaptativos. Parafraseando a Ocampo, García y Grassano (1987), y aplicándolo a éste contexto, también subrayamos la importancia de desarticular la disociación patológica, directamente proporcional a las diversas manifestaciones de la ansiedad que obstaculizan la preparación. Reinterpretando a Cristóforo y Kachinovsky, una de las tareas a realizar es el fortalecimiento del yo del paciente en este caso, para que se pueda hacer cargo de la problemática que lo aqueja ya que el yo perjudicado por sus mecanismos defensivos complicará la evolución favorable del mismo. Otro desajuste importante y muy frecuente es la depresión. Por varias razones éste es un factor que ha sido históricamente subdiagnosticado y mal intervenido en éste tipo de pacientes. Los profesionales médicos de la salud muchas veces lo ven como algo natural y secundario, no teniendo en cuenta las potenciales consecuencias negativas asociadas, siendo de vital importancia un buen diagnóstico y tratamiento. La fase depresiva suele ser la que

continúa la fase de rabia. No olvidar que en los receptores puede existir un proceso de duelo anticipado relacionado a la pérdida en varios niveles, y es importante que el psicólogo pueda diferenciar un duelo natural de una psicopatología depresiva para poder implementar la estrategia clínica adecuada.

Seguimiento del paciente a corto y largo plazo luego de la cirugía

Como hemos visto, las personas que se expondrán a una intervención de este tipo o de otras atravesaran diferentes sensaciones y sentimientos encontrados, por una parte la operación trae consigo la posibilidad de recuperar el estado saludable y por otra, parte significa abrirle las puertas a un futuro incierto, ya que aunque necesario muchas veces no será satisfactorio. La enfermedad trae aparejados distintos niveles de ansiedad y depresión, así como también pueden darse episodios de ira y agresividad, junto con los que ya mencionamos. Es decir que son fuente inevitable de estrés.

El objetivo principal de este tipo de la intervención psicológica es el de disminuír los sentimientos negativos y los episodios que puedan ensuciar dicha meta.

No se puede perder el vínculo con el paciente en ningún momento, de modo que hay que vigilarlo, tratando de equilibrar su estado emocional dado a la sensibilidad y fantasías que puede sufrir debido a la cirugía.

Basándonos en los trabajos de Mark Berenstein, podemos entender el vínculo como una ligadura emocional estable característica del mundo mental en el que se distinguen tres espacios que se entrecruzados

para dar cabida a la subjetividad: el intersubjetivo, el intersubjetivo y el transubjetivo. El primero se relaciona

con los contenidos del mundo interno provenientes de las relaciones de objeto. El segundo, prioriza el vínculo como estructura duradera, abarca por lo menos dos o más personas. Representantes de estos vínculos son los familiares, pareja, amigos.

El último espacio es el transubjetivo, está caracterizado por las representaciones inconscientes socioculturales (religión, política, ética). El paciente después de pasar por una cirugía va a sentirse vivo otra vez, como un volver a nacer. Al principio va a estar débil, necesitado de afecto, cuidado y no sólo de su familia si no del profesional que está a cargo.El tiempo que conlleve el proceso quirúrgico es otro factor muy importante. La rehabilitación tanto física como psicológica, debe procurar la eficacia y dentro de ésta se encuentra la duración. Los procesos prolongados tienden a un mayor deterioro físico, mental y espiritual ya que se ponen en juego los niveles de tolerancia personales que no pocas veces se ven deteriorados por éstas circunstancias duras y complejas. Nuevamente resaltar aquí el papel del psicólogo como motivador, como agente de cambio a varios niveles. Como aliado estratégico que deberá impulsar éste proceso a buen puerto. Existen  tratamientos psicológicos específicos para acompañar a aquellos pacientes post-quirúrgicos debido a que pueden padecer alteraciones emocionales y/o físicas.

Es fundamental y muy importante recibir preparación psicológica para evitar ciertos riesgos. Según Peter Levine: "El hecho de que las hospitalizaciones y tratamientos médicos suelen producir consecuencias traumáticas, resulta sorprender a muchas personas. Las secuelas traumáticas causadas por una larga inmovilización, hospitalización, y en particular por las cirugías son a menudo graves y prolongadas. Aunque la persona reconozca que la operación es necesaria, y de que a pesar de cuando el cirujano corta la carne, los músculos, y los huesos, está inconsciente, el cuerpo lo registra como un incidente que amenaza la vida. A nivel celular, el cuerpo percibe que ha soportado una herida bastante grave como para ponerlo en peligro de muerte. Intelectualmente tal vez creamos en la operación, pero a nivel más primario nuestro cuerpo no cree en ella."

Después de que el paciente pasa por cirugía, es conveniente que él identifique, explore y elimine las emociones que tenga con respecto a la misma preparándolo emocionalmente para una recuperación temprana y eficaz.

Calidad de vida y reinserción a  la sociedad de pacientes trasplantados

Según Ardila (1995) la Calidad de vida es un concepto multidimensional, el cual está directamente ligado al bienestar psicológico, dentro de un área de interés científico en donde se toma como relevante la subjetividad y las respuestas emocionales del sujeto dentro de lo que conforma su modo de vida. Como concepto multifactorial, debe ser considerada a partir de diferentes saberes, entre ellos el psicológicoDesde este punto de vista se tienen en cuenta las respuestas individuales y colectivas con relación a un

conjunto de situaciones presentes en la vida diaria, el objetivo principal de la evaluación de la calidad de vida es hacer una medición, acorde con los efectos de las intervenciones en los cuidados de la salud, de la calidad de los mismos, así como de las necesidades de cada población y las consecuencias del status de salud. Por ejemplo dentro de pacientes sometidos a trasplantes de hígado, la calidad de vida luego del trasplante mejora considerablemente, dentro de lo que es la etapa final de la enfermedad, tanto en lo psicológico como en lo físico (Belle, Porayko, Hoofnagle, Lokey y Zetterman).

Según varios estudios realizados sobre lo que se entiende como calidad de vida, se ha podido observar que ésta, se encuentra directamente relacionada con la independencia que el sujeto recupera luego de la intervención, tanto física como económica en menor cantidad de casos.

La reinserción laboral juega un papel primordial para el individuo en edad activa y no menos importante la reinserción a nivel social, volver a pertenecer a un grupo social, sortear la discriminación de la cual puedan ser posibles víctimas. Es por ello que la situación del paciente trasplantado se debe observar bajo una perspectiva biopsicosocial, desde donde el concepto de salud, es clave en el concepto de calidad de vida, es decir que salud

abarca lo físico, lo mental y lo social.

Para esto, como ya hemos mencionado, se debe tener en cuenta diversos factores fundamentales como son: salud, trabajo, alimentación, vivienda y factores socioeconómicos como la participación y el rol social.Este autor también señala que un individuo cuyo estado de salud es pobre, probablemente no tenga una buena calidad de vida. En el modelo conceptual de calidad de vida en la salud, incluyen la medición de la enfermedad, status psicológico, función personal, rol social y percepción general de la salud.Para los pacientes trasplantados el sufrimiento producido por la enfermedad, los distintos tratamientos, el aislamiento, la perdida de oportunidades laborales, la deserción del sistema educativo y deterioro del hábitat, la vulnerabilidad física, juegan un rol negativo a la hora de reintegrarse a la sociedad, lo cual como consecuencia directa genera en el paciente, irritabilidad, ansiedad, frustración, entre otros, y que de forma directa será volcada en sus relaciones vinculares.

El paciente debe aprender a distinguir dentro de éste complejo entramado, entre su mundo real y la fantasía que lo envuelve, la intervención deberá apuntar a ampliar las perspectivas reales de su futuro. Estas intervenciones buscan a la vez generar redes de grupos de apoyo en la comunidad, personas allegadas que compartan el mismo proceso de crisis, que promuevan el sentimiento de sostén y compañía. En efecto el trasplante busca mejorar la vida y no solo sobrevivir, por ende se busca evitar consecuencias psicológicas que puedan intervenir de manera negativa, como puede ser la depresión, ansiedad, angustia, etc. Mediante la perspectiva del psicólogo se busca evaluar los efectos de la intervención en la salud, elaborar técnicas para dicha evaluación y determinar los programas de intervención, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del individuo y de los sujetos cercanos a este y también de la sociedad en su conjunto.

Reflexiones individuales

Desde el comienzo del abordaje de la temática, me sentí afrontada a creencias con respecto a lo que creía saber referente al apoyo terapéutico psicológico con ésta población de pacientes. Personalmente entiendo me aproximé un poco más a entender lo difícil que es la tarea del diálogo clínico, cuando el psicólogo debe romper con estructuras culturales, morales y redes de significaciones que están presentes en el sujeto como también entender sus contradicciones y relaciones insólitas en la psiquis ya sea referente al campo clínico o al inherente al propio individuo.

El intento de generar las relaciones insólitas de las que habla Ulloa y que posibilitan una apertura, una salida dentro de la situación, me parece clave como concepto que ayuda a entender cómo abordar la realidad que se presenta en éstos consultantes. Establecer relaciones entre aspectos contradictorios, en éste caso sería la perpetuidad de la vida derivada de la muerte de otro ser, poder salir de la posición de culpa que se desprende de las creencias, fantasías y  moralidades y permitir ligar ambos opuestos en un campo con nuevas redes de significaciones. Aquí el plan de intervención es guiada por ésta necesidad de reconfiguración de sentido, de formas nuevas de pensarse y de integración a una nueva realidad, donde el campo que se presente mostrará sus propios saberes ajenos al psicólogo que aprenderá de él en el diálogo y el "movimiento hacia" al que hace referencia A.Cristóforo.

Entiendo que inicialmente concebí el rol del psicólogo en ésta temática como clínica básicamente, pero lo encontré ligado al proceso en instancias y formas muy variadas, no solo en sus inicios sino en todo lo que hace a la vuelta del paciente a una realidad plena con un enfoque de calidad de vida, que le permita reinsertarse socialmente y volver a pertenecer a sus grupos de referencia. El trasplante busca mejorar la calidad de vida en forma orgánica y el psicólogo generar, mediante el establecimiento de un buen vínculo (base de la terapia), las estrategias que le permitan hacer real esa mejora, ayudándolo a tener las herramientas necesarias para poder apuntalar y ampliar las perspectivas reales de su futuro buscando un optima recuperación biopsicosocio ambiental, necesarias para la realización de una vida plena y en armonía.El psicólogo transitará el proceso en forma dinámica, aprendiendo también de éste, readaptando estrategias y redefiniendo horizontes a medida que va conociendo, investigando y dilucidando junto al consultante el camino a transitar.

Cristina Saralegui

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http://www.ucm.es/BUCM/revistas/psi/16967240/articulos/PSIC0707120097A.PDF

http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S0257-43221988000300009&script=sci_arttext  

http://www.bvsde.paho.org/foro_hispano/BVS/bvsacd/cd49/Cuad-66-Trabajo2.pdf   

Agradecemos especialmente el material cedido por la Prof.Cristina Levaggie mediante formato electrónico, el cual nos sirvió de guía en el proceso inicial del trabajo:

"Cirugía, Trasplantes" de Velásquez y Arbeláez (2005)

"Guía de apoyo psicológico para enfermedades raras" Ruíz, B. (2009)

"Guía de práctica clínica sobre cuidados paliativos" (2008).

Sevilla: Federación española de enfermedades raras.

 

 

Autor:

Cristina Saralegui Lombardi

Universidad de la república

Facultad de Psicología

– Instituto de Ps.Clínica –

Diagnóstico

Año 2011 – 2º Ciclo

Grupo 2326

Prof. Cristina Levaggi

26 de octubre, 2011