- Resumen
- Introducción
- La pobreza
- La ecología
- La salud
- El concepto de las fuerzas motrices
- Carga de enfermedad y medio ambiente
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
Se realizó una revisión bibliográfica sobre el tema, con el objetivo de buscar evidencias de cómo la pobreza, salud y ecología están estrechamente relacionados y que repercuten en la salud humana. Se analizó el comportamiento del problema a nivel de la zona andina. Como resultado obtenemos que los cambios climáticos no es la única causa de la alteración del medio ambiente, y que se encuentran en gran medida, en la falta de conciencia pública y política, por regulaciones ineficientes y por una falta de conocimientos e información, las preocupaciones ambientales de cada zona son diferentes, dependen de su estado económico, de la prevalencia de la pobreza y del acceso desigual a los servicios. Conclusión: la población de la zona andina debe tomar conciencia de que los recursos naturales son finitos, es decir agotables, y que la relación entre los hombres dependerá de que se alcancen nuevas formas de armonización con la naturaleza, así como de los actuales patrones de consumo.
Palabras clave: POBREZA, ECOLOGÍA Y SALUD
Introducción
Existe una estrecha relación entre la pobreza, salud y la ecología en la actualidad, debido a que los sectores de menores recursos son los más expuestos a factores de riesgos y vulnerabilidad ambiental. Algunas de las causas son la contaminación industrial en el agua, la tierra, el aire, los alimentos e inclusive la electromagnética, otras son las inundaciones, el uso y contacto con agroquímicos y otras sustancias tóxicas, cercanías a acumulaciones de residuos o rellenos sanitarios, cambio climático entre las más relevantes en la zona andina.Todos estos problemas y alteraciones ambientales producen efectos directos e indirectos en las personas, son bioacumulables y son de gran peligrosidad para la salud de la población, en especial la de los niños que son los más afectados. La Organización Mundial de la Salud concluyo que el medio ambiente contaminado o degradado ocasiona aproximadamente el 24 % de las muertes de niños de entre 0 a 14 años en el mundo. Siendo aún más alta la mortalidad infantil en los países pobres o subdesarrollados.Las enfermedades más comunes relacionadas a la degradación ambiental y la pobreza son: erupciones cutáneas, alergias, diarreas, infecciones y enfermedades respiratorias, malaria, mal de Chagas, cólera, hantavirus, síntomas y afecciones relacionadas a la acumulación en el cuerpo de: plomo, cromo, entre otros metales pesados, además del arsénico, malformaciones genéticas en recién nacidos y niños entre muchas otras alteraciones en la salud.Un entorno nocivo, la mala nutrición y malas condiciones sanitarias forman una mezcla letal que se cobra millones de vidas al año, en el mundo y que podrían ser evitadas.
Contexto o ubicación del tema, cada año mueren más de tres millones de menores de cinco años por causas y afecciones relacionadas con el medio ambiente. El medio ambiente es, pues, uno de los factores que influyen de forma más decisiva en el tributo mundial de diez millones de defunciones infantiles anuales, y uno muy importante para la salud y el bienestar de las madres.El aire interior y exterior y el agua contaminados, la falta de saneamiento adecuado, los riesgos de toxicidad, los vectores de enfermedades, la radiación ultravioleta y los ecosistemas degradados son factores ambientales de riesgo importantes para los niños, y en la mayor parte de los casos para sus madres también. En particular en los países en desarrollo especialmente en la zona andina, los riesgos y la contaminación ambientales contribuyen de manera muy importante a la mortalidad, la morbilidad y la discapacidad infantiles asociadas a las enfermedades respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, traumatismos físicos, intoxicaciones e infecciones perinatales. La mortalidad y la morbilidad infantiles debidas a causas como la pobreza y la malnutrición también van asociadas a modalidades insostenibles de desarrollo y a la degradación del medio ambiente urbano o rural.La exposición a riesgos ambientales perjudiciales para la salud puede comenzar antes del nacimiento. El plomo en el aire, el mercurio en los alimentos, así como otras sustancias químicas, pueden tener efectos a largo plazo, a menudo irreversibles, como infertilidad, abortos espontáneos y defectos de nacimiento. La exposición de las mujeres a plaguicidas, disolventes y contaminantes orgánicos persistentes pueden afectar a la salud del feto. Además, aunque se reconocen los beneficios generales de la lactancia natural, la salud del recién nacido puede verse afectada por la presencia de altos niveles de contaminantes en la leche materna. Los niños pequeños, cuyos cuerpos se desarrollan con rapidez, son especialmente vulnerables, y en algunos casos los efectos en la salud sólo se manifiestan en años posteriores de la vida.
Objetivos del trabajo,determinar como la Pobreza, Ecología y Salud, están estrechamente ligados y estos influyen especialmente en las poblaciones rurales en especial de las zonas andinas.
Método seguido, La presente monografía intenta hacer una reflexión en torno al impacto de la Ecología, como estos afectan, directamente con la salud y en especial en las poblaciones pobres que son más vulnerables a estos acontecimientos que se viven en la actualidad.
Es indiscutible la relación entre pobreza, ecología y la salud de las personas, por esta razón, con esta monografía se pretende abordar las principales expresiones de la ecología que influyen en ellas.
La pobreza
Es la situación o condición socioeconómica de la población que no puede acceder o carece de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas que permiten un adecuado nivel y calidad de vida tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable. También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación. En muchos países del tercer mundo, la situación de pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas de subdesarrollo.1Según el Informe de Desarrollo Humano de 2014 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) uno de cada cinco habitantes del mundo vive en situación de pobreza. Es decir, 1.500 millones de personas no tienen acceso a saneamiento, agua potable, electricidad, educación básica o al sistema de salud, además de soportar carencias económicas incompatibles con una vida digna.1
La ecología
Es la ciencia que estudia las interrelaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno: «la biología de los ecosistemas» (Margalef, 1998, p. 2). Estudia cómo estas interacciones entre los organismos y su ambiente afecta a propiedades como la distribución o la abundancia. En el ambiente se incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos). Los ecosistemas están compuestos de partes que interactúan dinámicamente entre ellos junto con los organismos, las comunidades que integran, y también los componentes no vivos de su entorno. Los procesos del ecosistema, como la producción primaria, la pedogénesis, el ciclo de nutrientes, y las diversas actividades de construcción del hábitat, regulan el flujo de energía y materia a través de un entorno. Estos procesos se sustentan en los organismos con rasgos específicos históricos de la vida, y la variedad de organismos que se denominan biodiversidad.La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio científico de los procesos que influyen la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre los organismos y la transformación de los flujos de energía. La ecología es un campo interdisciplinario que incluye a la biología y las ciencias de la Tierra. Los antiguos filósofos griegos, como Hipócrates y Aristóteles sentaron las bases de la ecología en sus estudios sobre la historia natural. Los conceptos evolutivos sobre la adaptación y la selección natural se convirtieron en piedras angulares de la teoría ecológica moderna transformándola en una ciencia más rigurosa en el siglo XIX. Está estrechamente relacionada con la biología evolutiva, la genética y la etología. La comprensión de cómo la biodiversidad afecta la función ecológica es un área importante enfocada en los estudios ecológicos. Los ecólogos tratan de explicar:
Los procesos de la vida, interacciones y adaptaciones
El movimiento de materiales y energía a través de las comunidades vivas
El desarrollo sucesional de los ecosistemas
La abundancia y la distribución de los organismos y de la biodiversidad en el contexto del medio ambiente.
Hay muchas aplicaciones prácticas de la ecología en biología de la conservación, manejo de los humedales, manejo de recursos naturales (la agroecología, la agricultura, la silvicultura, la agroforestería, la pesca), la planificación de la ciudad (ecología urbana), la salud comunitaria, la economía, la ciencia básica aplicada, y la interacción social humana (ecología humana). Los organismos (incluidos los seres humanos) y los recursos componen los ecosistemas que, a su vez, mantienen los mecanismos de retroalimentación biofísicos son componentes del planeta que moderan los procesos que actúan sobre la vida (bióticos) y no vivos (abióticos). Los ecosistemas sostienen funciones que sustentan la vida y producen el capital natural como la producción de biomasa (alimentos, combustibles, fibras y medicamentos), los ciclos biogeoquímicos globales, filtración de agua, la formación del suelo, control de la erosión, la protección contra inundaciones y muchos otros elementos naturales de interés científico, histórico o económico.
La salud
En la Constitución Mundial de la Salud, la salud se define como "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad" (1948). Ésta es la más usual y conocida definición de salud moderna. Los conceptos de enfermedad, incapacidad y muerte tienden a ser mucho más fáciles para los profesionales de la salud que el concepto de salud. Se han propuesto definiciones similares de ambiente dentro de un marco de salud.Las pobres condiciones de vida y de trabajo, y la carencia de educación son los impedimentos más importantes para la salud. A través de los años se ha llegado a la conclusión de que no se pueden alcanzar logros en la salud si no se hacen cambios sustanciales en las condiciones económicas y sociales.Como se puede apreciar en el libro OurPlanet, OurHealth (WHO 1992), la responsabilidad para proteger y promover la salud se extiende a todos los grupos en la sociedad. La responsabilidad de la salud no es sólo de los profesionales que tradicionalmente cuidan de la salud pública (médicos, enfermeros, funcionarios de seguridad sanitaria e ingenieros sanitarios) quienes procuran curar la enfermedad, curar a los enfermos, eliminar a los agentes patógenos y reducir los daños. La salud es ahora claramente la responsabilidad de proyectistas, arquitectos, profesores, gerentes industriales y todas las otras personas que influyen sobre el ambiente físico o social. Naturalmente, los profesionales de salud tienen un papel especial en la salud ambiental, pero ellos necesitan trabajar con todos los grupos en la sociedad para promover la salud (Yassi et al. 2000).La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) fue una de las iniciativas más importantes de la década de 1990. Con notable pertinencia, el Principio 1 de la Declaración de Río de Janeiro señala: "Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida sana y productiva en armonía con la naturaleza".Esta declaración tiene validez universal e independiente del tiempo. Un proceso que no tenga como objetivo final al ser humano no puede considerarse como orientado al desarrollo y en tal sentido la salud de las personas es a la vez una meta y un requisito primordial. Las personas sanas son más productivas, y un nivel elevado de salud en la comunidad evita tener que gastar para hacer frente a enfermedades, afecciones y problemas sociales. Quienes nos preocupamos por la salud humana preferimos adjetivar el desarrollo para caracterizarlo como desarrollo humano. Tal es el origen de nuestra determinación de promover acciones tendientes a armonizar los aspectos de salud y ambiente en el desarrollo humano sostenible.
El concepto de las fuerzas motrices
En el marco causa-efecto para la salud y el medio ambiente (WHO 1997a), ciertas fuerzas motrices son responsables de la creación de las condiciones en las que se pueden desarrollar o evitar distintas amenazas ambientales para la salud. Estas fuerzas motrices a menudo se asocian simultáneamente a un conjunto de temas de salud y medio ambiente. Las políticas y los programas gubernamentales –diferentes en función del sistema de valores dominante– pueden cambiar la dirección o la magnitud de las fuerzas motrices y, por tanto, amortiguar o exacerbar un amplio grupo de amenazas ambientales para la salud. El primer conjunto de fuerzas motrices que se examinará es el relacionado con la población. Esencialmente, estas fuerzas multiplican el impacto de la actividad humana, particularmente el consumo de recursos naturales y la producción de residuos. Dicho de otro modo, cuantos más sanos sean, mayor será nuestro impacto sobre el medio ambiente. El segundo conjunto de fuerzas se refiere a la urbanización y está estrechamente ligado con el crecimiento de la población. La tendencia a abandonar las zonas rurales para instalarse en las ciudades no es más que una respuesta a la falta de desarrollo y de crecimiento económico de aquellas zonas especialmente las andinas, donde la población joven migra a las ciudades por motivos de estudio, trabajo y estos no regresan a sus comunidades.
La pobreza y la inequidad son otras fuerzas motrices importantes, si se atiende a su influencia sobre el estado del medio ambiente en el que vive la gente. Por ejemplo, la marginación de las minorías y las desigualdades por razón de género conducen a que determinados grupos sociales vivan en ambientes de pobreza. Los desarrollos técnicos y científicos constituyen igualmente fuerzas motrices, ya que pueden crear nuevas amenazas ambientales para la salud pero, también, proporcionar nuevas formas de suprimir los riesgos actuales. Este tipo de desarrollo influye también sobre las pautas de consumo y de producción, y sobre las fuerzas motrices que originan el consumo de energía, de agua, de tierras y de otros recursos naturales en gran escala. La extracción, la manipulación, el tratamiento, la fabricación, la distribución y la eliminación de productos de consumo, tanto básicos como intermedios y finales, constituyen componentes importantes del uso de los recursos y están ligados al desarrollo económico. Cualquier etapa del desarrollo económico puede producir cambios ambientales peligrosos, pero también dar lugar a nuevos recursos y oportunidades para mejorar las condiciones de vida, lo que resulta esencial para lograr una protección efectiva de la salud (OPSOMS 2000).
La salud tiene una indudable relación con los fenómenos económicos, políticos y las acciones orientadas a garantizar el mejor nivel posible de salud que competen no sólo al sector salud sino también a aquellos sectores encargados de garantizar un nivel adecuado de nutrición, educación, vivienda y servicios de bienestar social. Concierne a esto, la salud puede considerarse como la variable dependiente de este conjunto de factores, y los servicios de salud, públicos e individuales, como los factores que median ente los determinantes socio-político- económicos y la salud de la población.
Existe una estrecha relación entre la pobreza y las condiciones ambientales, debido a que los sectores de menores recursos son los más expuestos a factores de riesgos y vulnerabilidad ambiental como la contaminación industrial en el agua, la tierra, el aire y los alimentos, otras son las inundaciones, el uso y contacto con agroquímicos y otras sustancias tóxicas, cercanías a acumulaciones de residuos o rellenos sanitarios entre las más relevantes.
Todos estos problemas y alteraciones ambientales producen efectos en las personas que son de gran peligrosidad para la salud de la población, en especial la de los niños que son los más afectados. Cada año mueren más de tres millones de menores de cinco años por causas y afecciones relacionadas con el medio ambiente. La exposición a riesgos ambientales perjudiciales para la salud puede comenzar antes del nacimiento. El plomo en el aire, el mercurio en los alimentos, así como otras sustancias químicas, pueden tener efectos a largo plazo, a menudo irreversibles, como infertilidad, abortos espontáneos y defectos de nacimiento. La exposición de las mujeres a plaguicidas, disolventes y contaminantes orgánicos persistentes pueden afectar a la salud del feto.
Los déficits de salud profundizan y ayudan a inmortalizar la pobreza porque la nutrición juega un papel fundamental. La pobreza se identifica como una importante condición que contribuye directamente con el riesgo de enfermar y morir por causas bien identificadas. Según la OMS, el medio ambiente contaminado o degradado ocasiona aproximadamente el 24 % de las muertes de niños de entre 0 a 14 años en el mundo. Siendo aún más alta la mortalidad infantil en los países pobres o subdesarrollados.
Las enfermedades más comunes relacionadas a la degradación ambiental y la pobreza son: erupciones y alergias, diarreas, infecciones y enfermedades respiratorias, malaria, mal de chagas, cólera, hantavirus, síntomas y afecciones relacionadas a la acumulación en el cuerpo de: plomo, cromo, entre otros metales pesados, además del arsénico, mal formaciones genéticas en bebes y niños entre muchas otras alteraciones en la salud.
Principales causas de mortalidad de menores de cinco años relacionadas con el medio ambiente. La diarrea causa la muerte de unos 1,6 millones de niños por año, principalmente debido al agua contaminada y a un saneamiento deficiente. La contaminación del aire en locales cerrados asociada a la utilización todavía generalizada de combustibles de biomasa causa la muerte de casi un millón de niños al año, principalmente por infecciones respiratorias agudas. Las madres, que se encargan de cocinar o permanecen próximas al fogón después de haber dado a luz, son quienes corren más riesgo de enfermedades respiratorias crónicas.
Los traumatismos físicos no intencionales, que pueden estar relacionados con riesgos ambientales presentes en el hogar o la comunidad, causan la muerte de casi 300 000 niños por año; de ese total, 60 000 defunciones se atribuyen a ahogamiento, 40 000 a incendios, 16 000 a caídas, 16 000 a intoxicaciones, 50 000 a incidentes de tránsito y más de 100 000 a otros traumatismos no intencionales.
Un entorno nocivo, la mala nutrición y malas condiciones sanitarias forman una mezcla letal que se cobra millones de vidas al año, en el mundo y que podrían ser evitadas. Además, hay niños de cinco años de edad que trabajan en entornos peligrosos. Las embarazadas que viven y trabajan en entornos peligrosos y las madres pobres y sus hijos corren mayores riesgos porque se hallan expuestos a medios muy degradados, a menudo desconocen las repercusiones para la salud y carecen de acceso a información sobre las posibles soluciones.
Mejorar la salud ambiental de los niños y sus madres ocupándose de las cuestiones que afectan a su salud constituye una contribución esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Carga de enfermedad y medio ambiente
Entre el 25 y el 30 % de la carga global por enfermedad ha sido estimado como atribuible al ambiente. Sin embargo, la información cuantitativa en impactos en salud es muy pequeña, así como su importancia a niveles nacionales y sub-nacionales. El potencial de la salud ambiental para prevenir enfermedades podría ser mejor utilizado y expresado en unidades de manera que fueran comparables para aquellos que toman decisiones en el sector de salud.Muchas herramientas, conceptos y metodologías han sido propuestos en los últimos diez años para la evaluación del área de la salud ambiental en muchos aspectos diferentes. La OPS-OMS ha promovido el uso de algunos de ellos, tales como el proceso HEADLAMP, el marco del DPSEEA y la situación de salud y ambiente y, más recientemente, se ha incorporado la evaluación del impacto en salud y la carga por enfermedad relacionada con los peligros ambientales. Muchos países en la región de las Américas han estado utilizando o planeando el uso de una u otra metodología, dirigida a sus problemas ambientales (Kay et al. 2000).En Noviembre de 1999, la OPS realiza una reunión en Washington D.C., con la meta de elaborar un plan regional para la instrumentación y consolidación del área de salud ambiental en la región. La propuesta fue realizada con el concepto de Vigilancia en Salud Ambiental, usando el marco DPSEEA para elaborar indicadores de acuerdo con los principales problemas en los países. Tres países (Brasil, Chile y México) presentaron estudios relacionados con el uso de esa metodología, ilustrando su utilidad para la evaluación de los diferentes indicadores de riesgo.El incremento de la evidencia de los vínculos entre salud y ambiente se vuelve entonces disponible y surgen nuevas oportunidades para cuantificar el impacto en salud debido al ambiente a nivel poblacional. La evaluación de la Carga Ambiental de Enfermedad, es una herramienta para la cuantificación y la medición del impacto ambiental en una unidad que es comparable con el impacto de otros factores de riesgo y enfermedades (Murray y López 1999).
Los principales factores ecológicos que afectan a la salud incluyen:
A. EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE Y EL SANEAMIENTO
Hasta un 80 % de todas las enfermedades en los países en desarrollo se han atribuido a la falta de agua no contaminada y de medios apropiados para la eliminación de excretas. Las enfermedades a las cuales contribuye la falta de agua no contaminada, incluyen enfermedades diarreicas (con quizás 1,500 millones de episodios y cuatro millones de defunciones por año), el tracoma, la esquistosomiasis y la conjuntivitis. El mero acceso al agua no garantiza que ésta esté libre de contaminación; el suministro de agua debe administrarse y sus fuentes deben ser protegidas. El hecho de que un 90% de todas las aguas residuales de América Latina no sean tratadas se ha vinculado a la epidemia reciente del cólera.
B. LA VIVIENDA Y EL HÁBITAT
La insuficiencia de vivienda adecuada que proteja la salud es una función de la pobreza de las familias y las comunidades. El proceso acelerado de urbanización en la región hace que la pobreza existente sea sobre todo urbana, y la ciudad se convierte en el principal escenario de la inequidad. En el año 2000, las 110 ciudades de América Latina y el Caribe con más de 500,000 habitantes constituirán el 50% de la población urbana regional. Sin embargo, enfrentar el problema habitacional de millares de ciudades grandes, intermedias y menores que están por debajo de los 500,000 habitantes significará un reto posiblemente mayor, puesto que en ellas se asienta la otra mitad de la población urbana. Esta tendencia se incrementará, ya que las tendencias indican que las metrópolis sé irán estabilizando demográficamente para dar paso al crecimiento de ciudades menos populosas (Rodríguez y Winchester 1996).
C. HUMO DE TABACO AMBIENTAL
El consumo activo de tabaco es una de las causas más importantes de enfermedad (WHO 1996a) y el temor a los efectos del consumo pasivo, es decir, la exposición al humo de tabaco ambiental está aumentando. El humo de tabaco ambiental es la parte del humo del tabaco que pasa hacia el aire, directamente, bien tras haber sido exhalado por los fumadores. Resulta mucho menos nocivo por unidad de emisión que el inhalado directamente por el fumador activo, pero, puesto que a menudo se emite en espacios cerrados habitados por no fumadores, también puede tener un gran impacto por unidad de emisión, en comparación con las grandes fuentes exteriores.
Se estima que alrededor de 3% (100,000) de las muertes por contaminación ambiental en todo el mundo se deberían a la exposición de tabaco ambiental. Puesto que el consumo de tabaco está aumentando en muchos países en desarrollo, es previsible que aumenten también los riesgos asociados al humo de tabaco ambiental (WHO 1996a).
D. LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
La contaminación biológica, química y física del aire, el suelo, los alimentos y el agua, incluidos los océanos, da lugar a un espectro amplio de problemas de salud. Una evaluación de la OMS en 1988 indicó que, mientras algunos problemas de contaminación están reduciéndose en los países industrializados, se están agravando rápidamente en los países en desarrollo, en particular en sus ciudades grandes y en crecimiento, donde las normas de calidad ambiental basadas en la salud se contravienen con regularidad.La contaminación del aire en las ciudades está relacionada con las enfermedades agudas y crónicas del pulmón, cardiopatía, cánceres del pulmón y el daño neurológico en los niños. En los últimos decenios, algunos de los niveles de contaminación ambiental más altos se centraron en las ciudades de países en desarrollo (en el caso del dióxido de azufre, 7 de las 10 peores del mundo), donde los efectos suelen ser más graves debido al clima tropical y a la exposición simultánea a otros agentes infecciosos. En la actualidad, cinco de los índices de contaminación por dióxido de azufre más elevados del mundo corresponden a grandes ciudades de los países en desarrollo. Más de mil millones de personas viven en áreas urbanas con condiciones inadmisibles de calidad del aire. La contaminación del aire en locales cerrados, especialmente por el uso de biomasa o de carbón como combustible en casas mal ventiladas, impone un costo elevado en dolencias respiratorias y cardiovasculares entre los cientos de millones de habitantes de áreas rurales y suburbanas. Las víctimas son principalmente las mujeres y los niños, que pasan gran parte de su tiempo en el interior de la vivienda, en particular en la cocina. Los desechos peligrosos se han convertido en un problema ambiental y de salud de envergadura en muchos lugares del mundo; su manejo inadecuado da lugar a la exposición aguda y a largo plazo al aire, agua, suelo y alimentos contaminados. La contaminación biológica y química de alimentos es un grave problema de salud mundial. Los contaminantes biológicos (bacterias patógenas, virus, parásitos, micotoxinas y biotoxinas) causan enfermedades diarreicas tanto infecciosas como tóxicas transmitidas por los alimentos. Algunas pruebas de los efectos de la contaminación química de los alimentos sobre la salud son específicas, como por ejemplo el plomo, el mercurio y el cadmio, mientras que otras no son concluyentes, debido a la dificultad de aislar los factores causales y de medir exposiciones continuas subagudas.
E. EL EMPLEO DE PRODUCTOS QUÍMICOS
De cerca de 100 000 productos químicos de uso común en todo el mundo, sólo se han evaluado a fondo los riesgos para la salud humana y el medio ambiente de una pequeña proporción. Estos productos químicos aparecen combinados en millones de productos comerciales, aparte de los productos químicos potencialmente nocivos producidos por los procesos naturales. Cada año, hasta un millón de personas mueren o quedan gravemente discapacitadas a causa de la exposición a productos químicos tóxicos, y se ha estimado que tan sólo los plaguicidas ocasionan entre un millón y cuatro millones de intoxicaciones por año.Además de causar las intoxicaciones, la contaminación del aire, del agua y de los alimentos tiene consecuencias sobre la salud inmediata y a largo plazo. Se necesitan con urgencia una mejor transferencia de tecnología y un adiestramiento en métodos de control (UNEP 1992).
F. LOS RIESGOS OCUPACIONALES
En todos los países, los trabajadores pueden verse expuestos a riesgos químicos y físicos asociados con tecnologías industriales y características del lugar de trabajo. Cada año se reportan cerca de treinta y tres millones de lesiones agudas y 150,000 defunciones, aparte de millones de casos de pérdida de la audición inducida por ruido, de lesiones crónicas músculo–esqueléticas, de infecciones y de enfermedades crónicas causadas por la exposición al polvo, a los metales, disolventes y otros productos químicos.
G. CAMBIO CLIMÁTICO Y SALUD
El cambio climático provocad por el hombre se debe fundamentalmente a la acumulación de gases "de efecto invernadero" (GIV) en la atmósfera, como resultado de actividades tales como el uso de combustibles fósiles, la deforestación a gran escala y la rápida expansión de la agricultura de regadío. Los GIV más importantes son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N20), el ozono (O3) y los clorofluorocarburos (CFC), cuyas concentraciones se están elevando desde mediados del siglo XVIII.Es de esperar que el cambio climático conlleve efectos directos e indirectos en la salud. Los efectos directos, como el aumento potencial de las defunciones debidas a la mayor frecuencia y gravedad de las olas de calor, son evidentemente más fáciles de predecir que los efectos indirectos. Estos últimos, mediados por la alteración de los ecosistemas, podrían consistir en cambios de los niveles de producción de alimentos que influirían en la nutrición de las personas. En el mismo sentido, los cambios de patrones de distribución de las poblaciones de vectores modificarían a su vez la incidencia de la malaria y de otras enfermedades con esta forma de transmisión en grandes zonas del mundo, incluidas algunas de las que hoy se hallan libres de ellas. El aumento de la contaminación del aire, sobre todo en las ciudades, a causa de los efectos combinados de los mayores niveles de radiación ultravioleta sobre las reacciones fotoquímicas al nivel del suelo y de las temperaturas más altas, sería un claro ejemplo de efecto indirecto no mediado por el cambio de ecosistema. Los efectos indirectos son sumamente difíciles de evaluar, dado el gran número y diversidad de las variables implicadas. Además, la importancia relativa de los diferentes componentes del cambio climático variará según el impacto en la salud considerado (McMichael et al. 1996).
H. ELEVACIÓN DEL NIVEL DEL MAR:
Al igual que el cambio climático en general, la elevación del nivel del mar tendría efectos directos e indirectos en la salud humana. Los primeros comprenderían muertes y lesiones adicionales a causa de la mayor frecuencia de inundaciones. Los segundos se deberían a los cambios geohidrológicos costeros, como la destrucción de los arrecifes de coral, la penetración de agua salada en los acuíferos de agua dulce y en las marismas y el menor drenaje gravitatorio en las tierras bajas. El desplazamiento de poblaciones podría ser inevitable y causar graves problemas en las zonas ya muy pobladas de los deltas de los ríos y los estados isleños. Si los sistemas de protección de las costas no se refuerzan, una elevación del nivel del mar de 50 cm en el año 2100 hará que ochenta millones de personas corran riesgos de inundación más de una vez al año, en comparación con los cuarenta y seis millones que los corren en las actuales condiciones de clima y nivel del mar (Baarse 1995).
I. EFECTOS EN LA SALUD HUMANA DEL AGOTAMIENTO DEL OZONO
Intramolecularmente, la absorción de radiación ultravioleta (UV) resulta en la ruptura de funciones covalentes en macromoléculas críticas y puede, eventualmente, conducir a carcinogénesis, a acelerar el envejecimiento y a producir cataratas. Los efectos directos de la exposición UV sobre la piel representan un riesgo mayor para los individuos con la piel sensible, quienes reciben quemaduras del sol fácilmente. Los efectos en la salud humana del aumento de la irradiación de UV debido al agotamiento del ozono incluyen riesgos mayores de contraer cáncer de piel sin melanoma, particularmente carcinoma espinoso de células y queratitis actínica, una condición premaligna, melanoma maligno, cataratas, degeneración de la retina, y posiblemente disminución de las respuestas inmunológicas (Jones 1997). Comparativamente menores, los efectos cosméticos pueden incluir envejecimiento acelerado de la piel y frecuencia aumentada de cuñas pequeñas de tejido que se forman en el ojo.Desde hace décadas han advertido que los cambios en el clima confirman el quiebre de la relación armónica entre los hombres y la madre tierra, poniendo en peligro el futuro de la humanidad en pleno. Hoy, los impactos del cambio climático ubican a los indígenas como uno de los grupos poblacionales más vulnerables, ya sea por su dependencia de la naturaleza, su ubicación geográfica, la situación de pobreza y exclusión social.Los pueblos andinos consideran que el cambio climático es evidencia de una situación de "malestar" de la "pachamama" como consecuencia de la explotación irracional de los recursos naturales y la contaminación global de las industrias. Desde hace décadas han advertido que los cambios en el clima confirman el quiebre de la relación armónica entre los hombres y la madre tierra, poniendo en peligro el futuro de la humanidad en pleno. Hoy, los impactos del cambio climático ubican a los indígenas como uno de los grupos poblacionales más vulnerables, ya sea por su dependencia de la naturaleza, su ubicación geográfica, la situación de pobreza y exclusión social. Sin embargo, los pueblos indígenas andinos sostienen que han sobrevivido gracias a que lograron "resistir y dominar" el clima de alta montaña y que por tanto sus conocimientos podrían ser de gran importancia para adaptarse al cambio climático en las siguientes décadas.
PROBLEMAS ECOLOGICOS QUE AFECTAN LAS ZONAS ANDINAS.
a) EL CAMBIO CLIMATICO
En general, el cambio climático es un fenómeno global cuya manifestación es el aumento de la temperatura promedio del planeta provocado principalmente por actividades humanas. Este fenómeno está asociado al proceso de industrialización que ha originado mayores niveles de consumo de petróleo, gasolina y carbón, la tala y quema de bosques, y algunas actividades agrícolas, generando un aumento significativo en los volúmenes de los "gases de efecto invernadero" (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) en la atmósfera provocando un calentamiento del planeta.
A nivel global, el aumento total de la temperatura de los últimos 100 años (1906-2005) es de 0.74 ºC, lo que demuestra que la tierra se ha calentado y está comprobado que en el periodo 1995-2006 se encuentran 11 de los últimos 12 años más cálidos desde 1850. En América Latina, se han observado aumentos en la temperatura de aproximadamente 1º C en Mesoamérica y Sudamérica (Cambio Climático 2007, IPCC – Informe del Grupo de Trabajo II). Este calentamiento afecta la estabilidad del clima y está provocando intensas lluvias y sequías, incrementando los desastres naturales y la retracción de los glaciares, así como acelerando el deshielo de las capas polares y la elevación del nivel del mar.
b) LOS RIESGOS EN LA ZONA ANDINA Y LA VULNERABILIDAD DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Los Andes centrales concentran la mayor cantidad de población indígena de Latinoamérica, precisamente en los países que conforman la Comunidad Andina de Nacionales, que según estudios constituye una de las zonas más riesgosas del mundo. Esta región se ve afectado por intensas lluvias, y por secuelas de aluviones e inundaciones asociados a cambios en la variabilidad climática y a eventos extremos como el fenómeno de El Niño.
Los Andes ha constituido el hábitat natural de pueblos indígenas, como el quechua, kichwa, aymará, mapuche y muchos otros, que –hoy- representan la diversidad cultural que caracteriza esta región. Durante siglos, estos pueblos han logrado desarrollar una forma de vida especial adaptado a las montañas o tierras altas que los diferencian del resto, pero hoy se ven afectados por intensas heladas, granizadas y sequías, a consecuencia del cambio climático. A su vez, los efectos están alterando el modo de vida de los pueblos indígenas que dependen de su territorio y los recursos naturales para su subsistencia. Los territorios de pueblos indígenas son a su vez zonas de pobreza, lo que incrementan la situación de vulnerabilidad a los efectos del cambio climático.
c) ACTIVIDADES HUMANAS PUEDEN ACENTUAR EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO SOBRE LOS TERRITORIOS INDÍGENAS Y LA DIVERSIDAD BIOCULTURAL
Paradójicamente, mientras los impactos ambientales crecen sobre las montañas y los conocimientos tradicionales están cada vez más amenazados, más personas que viven en tierras bajas dependen de ella. El ecosistema de montaña, cuyas características y potencialidades fueron aprovechadas por los indígenas andinos, constituye una fuente natural de agua dulce, biodiversidad y recreación. Los diferentes pisos naturales, a su vez, permiten una producción diversificada que asegura la subsistencia de éstos pueblos. Por ejemplo, el 45% de las especies de papa (más de 5200) y el 30% de oca (más de 400) fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m.
Sin embargo, las montañas están expuestas a diversas presiones de la población que la habita y por aquellas actividades, como la agricultura, ganadería, minería y carreteras. En este sentido, los impactos del desarrollo de actividades humanas y del cambio climático podrían llevar a la modificación de los sistemas ecológicos de montaña y a la desaparición de la biodiversidad andina, que pueden ser acentuados por actividades de las industrias extractivas. Este podría ser el caso de Ecuador y Perú en cuyos territorios se viene desarrollando un "boom minero".
d) EFECTOS EN LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Las principales actividades son la ganadería y agricultura de autoconsumo con especies adaptadas a los ecosistemas de la zona andina. Las múltiples variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua, así como la vicuña, alpaca y llama, representan la diversidad de la producción alto andina.
Los cambios en la temperatura del aire en las montañas pueden afectar la producción de estos cultivos, pues su rendimiento depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). Por ejemplo, para la producción de papa la temperatura óptima en promedio debe fluctuar entre 10 º C a 15 º C, y el crecimiento del tubérculo se detiene bruscamente por debajo de los 7 º C y por encima de los 19 º C) (SENAMHI, 2003). En tal sentido, el aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches afectan la producción agrícola de las comunidades, que constituye una de sus principales fuentes de alimentación.
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