Se puede indicar que el contenido social y cultural como proceso que remite a la dinámica de la globalización son aspectos que han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, y particularmente, su mayor omnipresencia ha estado asociado a las relaciones capitalistas de producción. Hace 157 años Marx y Engels (marzo de 1848), refiriéndose a los aspectos señalados expresaron:
"En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales surgen nuevas, que reclaman para su satisfacción productos de los más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento de regiones y naciones que se bastaban así mismas, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material como a la intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio común de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de día en día más imposibles; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma una literatura universal"
Lo planteado permite observar que el proceso de universalización de las relaciones sociales de producción material e intelectual, es un fenómeno que tiene una socialización intensiva o unidad de lo diverso con el devenir de las relaciones capitalistas de producción, debido a la vocación universal del capital.
Esto está ligado también a la cultura de consumo que promueve y a los modelos de desarrollo que estimula, acelerando el proceso de "socialización del sistema". Tal proceso por su naturaleza y sus mayores alcances es reconocido a fines del siglo XX y principios del XXI, casi unánimemente por sus analistas como GLOBALIZACION.
El concepto de globalización en su carácter general se presenta con un carácter ambiguo, al admitir distintos contenidos. Ello es manifestación de que este proceso es una tendencia histórica resultante de diversos procesos sociales de alcance mundial, que apuntan hacia una sinergia global interconectando diferentes regiones y países, en virtud de múltiples y complejas interrelaciones, incluyendo no sólo el aspecto económico, sino también social, político, ideológico y cultural. Como tendencia este proceso produce interrelaciones de organizaciones sociales geográficamente distantes entre sí e intensifica interconexiones preexistentes.
Por consiguiente, la globalización en su aspecto social conduce a una reorganización del espacio geográfico, al viabilizar una creciente interacción e interdependencia de las distintas unidades constitutivas del sistema mundial, lo cual lleva a modificar los ámbitos de acción de sus actores, adquiriendo matices heterogéneos en correspondencia con las interrelaciones que se producen.
2. GLOBALIZACIÓN CULTURAL
Globalización: Este término se refiere a una in testificación sin precedente y una aceleración de un flujo cada vez mayor de las comunicaciones y el movimiento de gentes, tecnología, dinero, bienes, imágenes e ideas a trabes de las fronteras nacionales, esta interacción mas allá de las fronteras vincula de hecho o potencialmente a individuos, organizaciones, países y culturas, sin embargo, la interdependencia que resulta de esos vínculos es frecuentemente asimétrica, en su sentido mas pleno, la globalización es un proceso que surge de dos desarrollos históricos mutuamente conexos uno es el avance en las tecnologías de las comunicaciones, la información y el transporte.
El otro es la implementación de políticas liberales y la apertura de mercados locales al flujo internacional de bienes, servicios, tecnología y, en especial, de capital, estos son desarrollos polifacéticos, que involucran actividades económicas, socioculturales, políticas, y ecológicas que penetran todas las esferas de la vida diaria, pero además la globalización es desigual tanto en la manera en que queda afectada por su encuentro con cada cultura local, es desigual porque los procesos ocurren en cada país a velocidades distintas, queda afectada por cuanto, al tiempo que impacta a la gente, queda a la vez moldeada por ella.
En sí la globalización queda definida en su totalidad como la expansión económica de un país altamente desarrollado englobando en su economía a un país menos desarrollado lo que provoca que en su conjunto la cultura de este país, así como la tecnología, la política y las comunicaciones se vean grandemente influenciadas por las características del país mas altamente desarrollado; dando inicio o una abertura para que crezca una cultura que es totalmente ajena a las de este país; ya que existe una afirmación: la cultura es un fenómeno que afecta al individuo que esta en contacto con el ambiente o medio en que se desarrolla. (Acosta, 2002).
Cultura: Conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o grupo social en un periodo determinado. El término cultura engloba además modos de vida, ceremonias, arte, invenciones, tecnología, sistemas de valores, derechos fundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. A través de la cultura se expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus relaciones, busca nuevos significados y crea obras que le trascienden.
Pero en una cultura global se pierde todo el sentido de comunidad solo se buscan los intereses comerciales y de expansión de poder unilaterales enajenando con ello a las comunidades más pobres y realmente afectando su forma de vivir.
El término cultura se usa aquí para detonar la manera en la que un grupo de personas vive, piensa, siente, se organiza, celebra y comparte la vida en todas las manifestaciones y expresiones de la cultura, subyace un sistema de significados, valores y criterios y de visiones del mundo que se traducen en lenguajes, gestos, símbolos, roles, estilos y esquemas de vida. Tanto los aspectos materiales arte, artesanías, tecnología, como los inmateriales valores, actitudes, creencias de la cultura son elementos esenciales de la vida humana, constituyen el marco dentro del que funcionan las comunidades al dar un significado común, función interpretativa y una valoración común, función normativa a sus actitudes económicas, sociales, políticas y religiosas, además operan a través de instituciones familia, iglesia, mercado, gobierno, asociaciones voluntarias cuyos procesos pueden desarrollarse o cortarse a lo largo del tiempo, en tiempos de cambios sociales hace falta una reevaluación permanente de las practicas aceptadas.(Cohen, 1988).
La cultura de una nación es para acabar pronto es el modo de ser de la gente y de identificarse con ella, de sobrevivir a la opresión y de defenderse, de habitar y ennoblecerse en la pobreza, es muy destacable la cultura y el interrumpido afán de muchedumbre por favorecerse incluso por favorecerse y modernizarse. (Cordera/ Tello, 1984: 125).
La cultura de los seres humanos es única entre todas las culturas del reino animal, por su capacidad para criar y sustentar su propia cultura en una sociedad, la cultura es por lo tanto un resultado total de la invención social y debe considerarse como una herencia social ya que se transmite con respeto de cada generación. La cultura es la que da el sentido a las palabras sobre todo si por ella no solo se entiende la manifestación del hombre vertida en el arte, sino también las formas de organización humana presentes en la vida cotidiana. (Leo, 1988:16).
La cultura es la que todo ser humano tiene derecho a disfrutar de los beneficios de la cultura de nuestras generaciones pretéritas nos han dejado como la mejor riqueza que la humanidad ha venido atesorando a través de su desarrollo histórico. (Turok, 1987: 246).
Supuesta la creciente apertura de las culturas y las formas desiguales en que ellas actúan y se influyen entre ellas, estas discusiones publicas ocurren tanto entre culturas como dentro de cada una de ellas, una participación idónea requiere un ambiente social global dentro del que cada cultura tenga su voz, en un mundo de pluralismo cultural ninguna cultura puede arrogarse ser la norma para las otras, en esta situación, la perspectiva superior del bien común global solo puede ser el resultado de un dialogo intercultural que se refiera a las tensiones entre mercado y sociedad en las decisiones sobre política económica.
Globalización Cultural: De lo anterior subyace, que el contenido más profundo de la globalización cultural reside en la identidad cultural, la cual está en el centro de la dimensión cultural del desarrollo sostenible. Siendo así se podría plantear, que la globalización cultural representa esencialmente la manera en que se concretan los vínculos de la unidad y la diversidad en diferentes interconexiones espaciales y temporales. En su primera dimensión incluye territorios, naciones, regiones, continentes hasta llegar al universo y en su segundo aspecto contempla los elementos del pasado, del presente y su fusión.
Avanzando en el problema planteado, en este acápite se podría señalar: que si la identidad cultural está en la base del desarrollo sostenible. Y esta a su vez, forma parte de los aspectos que tipifican a la globalización cultural, entonces sus vínculos se podrían contemplar como: la bifurcación de identidades culturales de distinto orden en los que se concreta la unidad y la diversidad. Unidad en una perspectiva de universalidad con principios universalistas y diversidad si se tiene en cuenta el mantenimiento de ciertas formas de identidad nacional. En ello está implícita la socialización de los valores de la cultural universal, lo cual, tiene como base la intersección de lo global con lo local, el nivel de las identidades, su evolución y nuevas formas de emergencia e hibridación que son propias del desarrollo cultural en su sentido integral.
Esta concepción sugiere dos proposiciones alrededor de las identidades culturales. En primer lugar, esta se deberá cultivar desde la lógica de la cultura universal de los procesos sociales, los cuales incluyen las demandas de los fenómenos económicos, políticos, tecnológicos, ecológicos, étnicos y otros que actúan en función de lo social.
En una segunda dimensión consideramos que la construcción de las identidades culturales se deberá estructurar desde la perspectiva del Estado-nación en correspondencia con sus especificidades dentro del contexto del sistema mundial.
El resultado es que las relaciones de producción, su nexo con las fuerzas productivas y la cultura que las acompaña son esenciales en la visión que se diseñe del desarrollo sostenible. Este momento de la cultura tiene expresiones autóctonas, independientes y por supuesto una existencia real desempeñando un papel catalizador.
Como bien expresa el Dr. Armando Hart Dávalos "estas cualidades son sistemáticamente, tergiversadas y denigradas por la práctica cultural de las sociedades capitalistas desarrolladas, en tanto poseen y controlan los medios y canales de realización y circulación de la creación humana, desde la formación académica hasta los más avanzados centros de investigación, desde fundaciones compradoras de talentos hasta los medios masivos de difusión más poderosos, desde los recursos materiales hasta el dominio de la imagen". Esto se hace más evidente cuando profundizamos en las transformaciones y los retos que acompañan a la cultura y a la globalización en un ámbito neoliberal.
3. DIMENSIÓN CULTURAL
Se suele llamar la atención, por otra parte, en torno a los efectos que la globalización podría tener en lo que se acostumbra denominar el campo de lo valórico y lo cultural. Así, algunos plantean que ella tiende a acabar con los valores y las tradiciones propias de los pueblos, reemplazándolos por un esquema estándar que termina uniformando a la fuerza a las diversas comunidades. Esta, sin embargo, parece ser una manera errada de entender los efectos de la globalización. En la práctica, lo que ella está generando es una suerte de nueva "Pax Romana", en la que, no obstante las diferencias propias de cada comunidad o grupo, se reconocen ciertas pautas o esquemas básicos comunes, que permiten el contacto y la vinculación, favorecen la confianza y permiten el trabajo en común. Así, no se trata de aplastar o eliminar lo local, ni de imponer ciertos esquemas desde grandes" a "chicos", sino de generar un estatuto común que, precisamente, obligue a los grandes a respetar a los chicos, en su realidad y en sus particularidades.
La globalización en el ámbito cultural no deja de tener entusiastas defensores y temerosos retractores, ya que para los primeros esta instancia es la que permite el enriquecimiento en la difusión de las ideas y los valores universales, mientras los segundos ven en la globalización una pérdida de lo nacional, de la identidad cultural, lo que nos lleva a preguntarnos qué es lo nacional o propio.
Frente a este tema de la identidad nacional se han planteado diferentes tesis y no existe pleno acuerdo, ni en cuanto a qué es identidad nacional ni sobre si existe una verdadera identidad.
Existen tres concepciones alternativas de la identidad nacional:[6]
a) Constructivista
Entiende la identidad nacional como aquella que es dirigida y diseñada desde arriba, desde la esfera pública, descuidada de las formas populares o privadas. La Nación a la que pertenecen los individuos es construida y articulada por el discurso público altamente efectivo, donde las personas tienen una vida social definida también por quienes determinan los fines de la Nación. En este sentido, la identidad va cambiando en función del discurso de los líderes de opinión.
b) Esencialista
Extremo del constructivismo, donde la identidad cultural es "un hecho acabado, un conjunto ya establecido de experiencias comunes y valores fundamentales compartidos, que se constituyó en el pasado como una esencia, de una vez para siempre".
Esta concepción supone que los lazos y experiencias compartidas son tan fuertes que no se pierden jamás y, por ende, la identidad sólo se extravía o pierde temporalmente, pero puede recuperase. Ejemplos de esto son una religiosidad popular, una lengua, una tradición cultural.
c) Histórico-Estructural
Busca determinar la identidad nacional en una combinación de lo histórico y lo tradicional, pero en constate evolución, y por otra parte le asigna una importancia a la vida cotidiana, a lo privado como elemento que, junto con lo público e impuesto desde arriba, forman la identidad cultural. En este sentido, la identidad no es algo inmóvil, sino que va cambiando y enriqueciéndose con los aportes de las nuevas generaciones y las nuevas realidades.
Tal como podemos apreciar, el tema de la identidad nacional no está resuelto, así como tampoco los efectos que la globalización tiene sobre ella.
4. GLOBALIZACIÓN CULTURAL: INTERACCIONES SOCIO-ECONÓMICAS Y POLÍTICAS RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL[7]
"La cultura está situada en el sistema nervioso central de la civilización, desempeña en la historia social el papel sintetizador que en la vida juega el metabolismo humano. En la cultura hacen síntesis los elementos necesarios para la acción, el funcionamiento y la generación de una vida cada vez más amplia". Armando Hart Dávalos
Los estudios acerca del proceso de la globalización han sido un tema análisis frecuente durante la década del 80" y aparecen como aspecto central en la agenda de los 90" y del presente siglo XXI. Este tema ha sido discutido desde diferentes enfoques marcados por consensos, pero también por profundas discrepancias en torno a la búsqueda de alternativas de desarrollo para enfrentar el fenómeno, debido a la existencia de diversas experiencias en distintas regiones y países.
En unos países las estrategias de desarrollo para enfrentar el proceso de globalización generaron expectativas frustradas, en cambio otras regiones experimentaron un desarrollo exitoso mostrando la posibilidad de combinar lo nacional con lo internacional preservando un desarrollo propio. Estas han sido las causas por las cuales el proceso de globalización se tiende a identificar con múltiples significados.
Uno de los grandes problemas que ha atravesado este variado debate de significados de la globalización, es que en la mayoría de los estudios se ha presentado con un carácter predominante su dimensión económica, relegándose a un segundo plano su aspecto cultural y social, no siendo tomados adecuadamente por quienes asumen y ejecutan las decisiones en el plano nacional e internacional.
Tal concepción al prestar escasa atención a la importancia de la dimensión cultural de la globalización y del desarrollo en sí mismo, ha conducido a una notoria simplificación del proceso. Esto ha traído como consecuencia una reducción de las posibilidades de actuar con éxito en el contexto de la globalización. Esta apreciación conduce a plantear un importante tema a tratar, referido a la manera en que la globalización cultural y el desarrollo sostenible interactúan y se determinan mutuamente.
A partir de la idea anterior este trabajo pretende ofrecer un análisis que permita destacar la importancia de tomar en consideración el enfoque de la globalización cultural como un componente importante para trazar las bases del desarrollo social de un país.
En este sentido se plantea una pregunta que es central en el ensayo. ¿Cómo enfrentar los desafíos culturales de la globalización? Ello es más relevante si se interioriza que en las condiciones actuales, es prácticamente imposible que un país y sus localidades territoriales puedan convivir al margen de lo que sucede en el contexto mundial. Lo que de hecho, tampoco podría equipararse o practicarse tal concepción en una abrupta exposición de los integrantes de la nación a los "ajustes culturales" que involucra el proceso de globalización.
Una precisión que a juicio del autor de este ensayo resulta importante dejar plantada, es que en las líneas que aquí se presentan, no se pretende dejar un estudio totalmente acabado; sólo se pretende delinear un tema que por su importancia y actualidad para la práctica del desarrollo social debería ser permanentemente replanteado.
En esta dirección el sentido de estas notas es motivar al lector interesado al desarrollo de actuales y futuras reflexiones sobre el tema, de manera que estas contribuyan a repensar de manera permanente el desarrollo social en sus interacciones con la globalización cultural
5. REMEDIO O ENFERMEDAD: GLOBALIZACIÓN CULTURAL[8]
La globalización como fenómeno cultural ocurre, al igual que en la economía, a partir de la expansión del capitalismo. Todas las civilizaciones y países están entrando en el nuevo mundo de la modernidad y nadie puede no sentirse afectado por él, para bien o para mal.
La Globalización no incluye sólo el aspecto económico, sino también el social, ideológico y cultural. Los aspectos culturales han acompañado a los procesos comerciales, políticos y de consumo, por lo que la dimensión social y cultural de la globalización está profundamente vinculada a una visión más orgánica y técnica del capital, una mayor intensificación de las relaciones sociales de producción con el avance del colonialismo, los cuales, en su conjunto, han puesto en contacto las más diversas costumbres.
Se puede asegurar que si bien el contenido social y cultural, como proceso que remite a la dinámica de la globalización, ha estado presente a lo largo de la historia planetaria, su omnipresencia está vinculada a las relaciones capitalistas de producción.
La dimensión cultural de la globalización puede ser vista como un proceso objetivo, resultado del desarrollo de las fuerzas productivas y de la cada vez más desplegada intensificación de las relaciones sociales de producción a lo largo y ancho del escenario mundial, intervinculando localidades distintas y distantes, en un mundo heterogéneo en lo económico, social, cultural, demográfico, político e histórico.
Por otro lado, están los que la definen como "la fase actual de la modernidad, entendida como un intento de unificar los imaginarios culturales mundiales". Este concepto expone que la globalización en lo cultural tiene como centro a la modernidad, la que puede ser entendida de diversas formas. Si bien, por un lado, se la refiere como una noción de progreso y sin embargo, por otra parte, es interpretada como una visión totalizadora de la realidad, como un fenómeno que no tiene un conjunto de valores o intereses en sí misma, y que se conforma por medio de una matriz de poder y de las estructuras del sistema de clases donde está arraigada.
En un plano más general, la concepción de globalización entendida por algunos analistas como la vocación homogeneizadora en lo económico, político y cultural, haciendo referencia a un contexto en el que ejercen un poder absoluto los actores transnacionales y la presencia de tendencias centrípetas que dominan y diseñan el eje del escenario en que se mueve la sociedad global. Este plano de movimiento de la globalización es lo que se conoce como globalización versus cultura.
6. LA CULTURA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN[9]
La vertiginosa carrera con el objetivo de globalizar todo, arrastra todo a su paso, lo bueno y lo malo. Los individuos se ven envueltos en un torbellino del que no saben cuándo saldrán o si quieren hacerlo. En muchas circunstancias no están conscientes hacia dónde van, pero se ven compelidos a seguir adelante. El desarrollo y la modernización son movimientos de fondo que arrastran hasta a quien se les opone. En una sociedad así es inevitable que "todo lo sólido se desvanezca en el aire", apunta la docente.
En el terreno sociológico, Anthony Giddens ha escrito extensamente sobre globalización y modernidad; se ha ocupado de este asunto desde la óptica de la ciencia social pero mirando sobre todo el lado cultural del fenómeno. Giddens considera la globalización como un resultado del intenso proceso de comunicación entre diferentes regiones por el cual éstas se vinculan a través de redes de intercambio en todo el mundo.
Los llamados medios masivos, con su irrupción acelerada en el mundo moderno, han transformado sin duda las nociones tanto de cultura como de comunicación. El universo simbólico no es el mismo desde que la atmósfera se pobló de ondas hertzianas, las azoteas de antenas, las calles de salas cinematográficas, cables, anuncios espectaculares y las casas de receptores de radio, televisión, video, teléfono, fax.
La comunicación nunca antes había tenido tantos instrumentos para desplegarse en todos sentidos, entre tanta gente, con tanta intensidad y en lugares tan apartados entre sí. Las voces se han amplificado, grabado, reproducido por miles y millones. Las imágenes que llegan a nuestro cerebro en una semana de programación televisiva no tienen relación alguna con aquellas que un habitante del siglo XIX pudo haber visto en toda su vida.
La cultura popular ha sido absorbida por los medios audiovisuales que con métodos de producción industrial han re-semantizado historias, tradiciones, fiestas y personajes e inventado muchos otros a partir de elementos originalmente nacidos entre los grupos sociales. Tal hecho produce identificación de la gente con los productos masivos y permite arraigar esta producción como parte del imaginario colectivo.
Así, poco a poco, la cultura tiene, en los medios audiovisuales, una fuente importante de creación y de transformaciones. Y, en la medida en que los medios se vuelven cada vez más omnipresentes en la vida cotidiana de los habitantes del planeta, es esa cultura la que permea y se va volviendo dominante conforme pasa el tiempo y aumenta y se consolida la exposición a sus productos: la cultura de masas, cultura industrial de la modernidad.
7. ¿CÓMO ENFRENTAR LOS DESAFÍOS CULTURALES DE LA GLOBALIZACIÓN?: RETOS PARA EL DESARROLLO SOCIAL[10]
¿Asumir las Nuevas Tecnologías?:
Esta realidad amerita un profundo ejercicio de reflexión crítica, que observe que la implantación de nuevas tecnologías ligadas a la globalización constituye un fenómeno cultural, en lo que hay que pensar también que la globalización misma ofrece opciones de falsa universalidad, por lo que debe concebirse de donde provienen esos adelantos, como poderlos utilizar en función de las mejoras y el progreso social, sin que su uso acentúe la relación de dependencia y sumisión que ha caracterizado al mundo subdesarrollado.
Al igual que todos los fenómenos sociales, este proceso debe ser analizado de forma histórico concreta, si bien no es posible, ni deseable, escapar de los avances científicos y tecnológicos, es importante, para poder participar, identificar las condiciones de esa participación, que haya equidad en el acceso a la información y en la producción de materiales, que no desvirtúen la función que compete a los formadores de los educandos.
Resulta evidente que en aquellos países donde no se ha logrado un desarrollo tecnológico e industrial propio la transferencia de tecnología puede resultar fuente de contradicciones sociales tales como: divorcio entre las necesidades reales y las tecnologías importadas; creación de tecnologías contrarias o en todo caso sin una relación raigal con el contexto social en que se promueve. Es por ello indispensable tener en cuenta que las transformaciones se adapten a las necesidades y condiciones específicas de cada sociedad, en proporción a su desarrollo social y promoviendo soluciones originales y autóctonas.
En esta tarea es fundamental la formación de una intelectualidad científico-técnica capaz de lograr la conjugación orgánica entre un alto nivel científico técnico y la realidad social en que tiene que desplegar su actividad. Por lo que, siempre y cuando no se afecte la identidad cultural y ello favorezca la cooperación internacional y el logro de la integración cultural del mundo subdesarrollado, bienvenido sea el desarrollo tecnológico.
Buscar Sostenibilidad
Este conjunto de transformaciones debe enfrentar el cambio de los valores relativos a lo público y lo privado; la estabilidad de las instituciones; la participación de ramas que tradicionalmente fueron líderes en el proceso de crecimiento económico y que son reemplazadas por nuevos sectores; el reemplazo de un paradigma tecnológico por otro; de la modificación de las preferencias sociales en la forma de organización colectiva o de la legitimidad y el peso asignado al Estado frente a las diversas organizaciones que integran la sociedad civil.
Sin embargo, el problema no está en las transformaciones que se operan, sino en sus direcciones y en sus resultados sociales. La sostenibilidad del desarrollo, no sólo se garantiza por medio de la preservación y/o formación de las condiciones del medio ambiente; el bienestar de las presentes y futuras generaciones sólo se podrá lograr y sostener si tomamos en consideración los siguientes elementos:
Una cultura que se despliegue sin violentar la naturaleza, promover un crecimiento sin violentar el costo de la vida, sin desmejorar las condiciones de vida de las personas, es no enriquecer a un grupo y empobrecer a otros; es pensar en políticas gubernamentales que no afecten o atenten contra la naturaleza, es no vender la soberanía nacional en aras del turismo; es proponer proyectos que logren la igualdad de géneros y la educación ambiental; es contribuir a erradicar la pobreza y la violencia en todo los ámbitos, es pensar que las políticas económicas no estén desfasadas de lo social; es en síntesis el respeto a la conservación de los valores, costumbres y modo de vida autónomos de los pueblo
El cumplimiento de este complejo sistema de intervinculaciones del desarrollo sostenible requiere de: Un sistema político y cultural que asegure una participación efectiva en el proceso de adopción de decisiones; un sistema económico capaz de generar excedentes y conocimientos técnicos sobre una base autónoma sostenida; un sistema social que facilite soluciones para las tensiones resultantes de la falta de armonía en el desarrollo; un sistema de producción que respetase la obligación de preservar la base ecológica del desarrollo; un sistema tecnológico que pueda buscar continuamente nuevas soluciones; un sistema internacional que promoviese estructuras sustentables del comercio y las finanzas; un sistema administrativo flexible con capacidad de autocorrección.
En las circunstancias explicadas es conveniente tomar en consideración los aspectos de la globalización cultural en el diseño de políticas de desarrollo sostenible. El desarrollo de la cultura se manifiesta cuando el hombre por un lado crea un mundo variado, crea las bases materiales y espirituales de su existencia.
Ello en primer lugar requiere de promover variaciones en el contenido y enfoque de las políticas culturales, lo que no debe significar la mera adopción directa del mundo de los conocimientos, modos de vida o experiencia de una región; es necesario tomar en cuenta que el desarrollo local, nacional y regional este en relación con sus valores y con su cultura propia.
Preservar lo nacional
Mantener y crear una verdadera diversidad, asignando un lugar a la racionalidad nacional, garantizándole un poder de iniciativa equivalente por lo menos al poder de integración del sistema mundial, debido a que el espacio nacional, es el lugar de transformación de los impulsos externos con arreglo a procedimientos específicos, y está ligado en gran medida al exterior y por ende al sistema mundial.
Los cambios en la cultura política de la sociedad requieren transformaciones en el papel del Estado, por lo que según las particularidades de la gran mayoría de los países subdesarrollados, de lo que requiere este proceso es de un fortalecimiento del liderazgo del Estado en la gestión del mercado, incluyendo los elementos del sector público y privado. Ello supone colocar barreras a la hegemonía del capital, de manera que este responda a los intereses del pueblo, evitando el carácter injerencista del capital.
Política activa del estado
La política exterior del Estado debe ser dinámica frente a las corrientes homogeneizadoras externas en los distintos planos del desarrollo social, construyendo prácticas viables y legitimas de conducción del proceso, que se sustenten en el respeto de la unidad y la diversidad de situaciones nacionales para emprender con éxito las transformaciones económicas, políticas, y culturales.
 Es de particular importancia la preservación de la identidad cultural y los valores nacionales en lo que deviene la estrategia martiana de que "el único modo de ser libres es ser cultos".
Esto indica la necesidad de crear programas educativos, ya que no es posible enfrentar los retos culturales de la globalización con la gran suma de analfabetos y subescolarizados que tiene el mundo subdesarrollado.
Rol de la Educación
Es importante destacar que la educación no debe ser vista solo como un elemento transmisor de conocimientos, sino también de tradiciones culturales, esta representa también una vía para el cultivo de tradiciones que contribuyan al desarrollo de raíces sociales con las que se identifica cada proyecto, cada sociedad.
Estos atributos son importantes en la determinación de la concepción del mundo de los individuos de la sociedad de que se trate, quienes imprimirán una manera específica al despliegue polifuncional de la cultura en cada ingrediente de las fuerzas productivas, las relaciones sociales de producción y la superestructura que la representa.
Rescatar la historia
La concepción planteada supone rescatar y desarrollar los elementos de la historia local, regional y nacional poniéndose en función del proceso de creación de valores; supone la interpretación dialéctica del mundo de manera que se asuman los aspectos inéditos de la cultura universal y su incorporación a lo que identifica la realidad nacional de cada país. Â
En la medida en que las poblaciones estén dotadas de mayores grados de conocimientos de sus raíces, así crecerá el desarrollo autóctono y formativo cultural, el resultado podría ser, una paulatina disminución de la capacidad de manipulación de los "grandes centros culturales" del mundo desarrollado sobre las culturas del Tercer Mundo.
Las experiencias empíricas muestran que mientras la capacidad del Estado para intervenir por la vía de políticas culturales disminuye, la identidad de las nuevas generaciones se construyen más por la lógica del mercado que por los símbolos patrios de naturaleza histórica y regional.
Si un país quiere circular por las sendas del desarrollo sostenible debe crear su ventaja comparativa en términos de capacidades científicas y culturales. Debe dar prioridad a la historia nacional, a la ciencia, la tecnología, y a su cultura, desarrollando estrategias vinculadas a los nuevos escenarios de información y comunicación para construir un sitio a sus relaciones externas y conectarse así con el mercado mundial. Los recursos humanos, la educación y la formación son básicas en este vínculo.
Acercarse al mundo
Resulta además, conveniente poner en práctica, políticas de acercamiento y colaboración con otros contextos culturales, lo cual en la estrategia de desarrollo que aborda Martí para América Latina se conoce bajo el legado de "Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas".
Esto tiene su base en el argumento de que "la cultura del desarrollo parte del desarrollo de la cultura y para que perdure el modelo de desarrollo tiene que afirmarse en la identidad y en los valores autóctonos".
Cuando se plantean nuevas formas de organización, la cultura se dibuja como mapa para orientar la tarea de reconstruir los acontecimientos del mundo, lo que indica ir hacia los significados que guían la acción racional que coloca como centro al hombre.
Participación Democrática
Un proyecto alternativo a los problemas que confronta el mundo de hoy no puede ser viable si no se apoya en nuevas maneras de hacer política cultural. Para construir una nueva sociedad es necesario sustentarlas en nuevas formas de participación democrática, donde el trabajo comunitario debe ocupar un lugar privilegiado, creando los mecanismos que puedan hacer reales y efectivos los derechos individuales y sociales.
Esto exige crear una integración social que comienza por la organización social de los consumidores de los habitantes de una región, donde el hombre y sus organizaciones se transformen en protagonistas; asegurando la existencia y reproducción de una diversidad de circuitos culturales con sus variadas formas de operación es decir, con participación de diversos agentes sociales organizados según sus instancias institucionales.
CAPÍTULO V
Globalización y conocimiento
1. LA GLOBALIZACIÓN.
El mundo de hoy, tan extraordinariamente complejo, tan interrelacionado, interconectado, sometido a procesos de cambios a alta velocidad, o celeridad creciente, no podría explicarse ya, sin recurrir a este, tan popular, aunque no tan bien conocido proceso: la globalización.
La globalización, se presenta como un fenómeno de naturaleza compleja, manifestado en una sumatoria de cambios estructurales políticos, económicos, sociales, culturales y tecnológicos.
Estos cambios interactúan a escala mundial por la expansión (transfronteras): del conocimiento, la información, el comercio, y las tecnologías, más allá de polos económicos o político – militares; y generan tensiones en relación con la gobernabilidad de un sistema mundial de Estados – Nación, hoy en franco retroceso. La globalización, es un fenómeno que se da, en forma simultánea en múltiples dimensiones: de carácter no lineal o secuencial; y de naturaleza dialéctica. Se presenta como algo absolutamente diferente de cualquier otro tipo de configuraciones o interconexiones internacionales o mundiales conocidas en el pasado.
El cambio afecta no sólo los hechos (primitivo dominio de la ciencia) sino también los valores (campo de la ética, de la religión, del derecho), como también a nuestras ideas y creencias más firmemente arraigadas.
Este paso de la "sociedad internacional" a la "sociedad global" implica también la necesidad de re-definir la responsabilidad de individuos, organizaciones y Estados en relación con esta nueva sociedad global. Esta será nuestra tarea en el curso del Seminario, en lo que hace a nuestras instituciones: las universidades. La globalización, decíamos, nos pone frente a cambios cualitativos del ambiente mundial, que se verifican con relación al tiempo, en especial en la conocida "aceleración del ritmo de la historia"; con relación al espacio, con la "reducción del tamaño relativo de nuestro mundo" (producto de la combinación de tiempo y espacio); y con relación con el conocimiento, con la explosión del conocimiento científico-tecnológico y de sus aplicaciones en todos los ámbitos de la vida del hombre.
2. EL CONOCIMIENTO – ANTECEDENTES
No hay duda que el conocimiento se ha constituido no solo en fuente de poder sino que, hoy por hoy, es la principal fuerza productiva de las naciones. Todos los cambios importantes en la economía y la sociedad están, de una u otra manera, ligados al desarrollo del conocimiento. Pero no siempre ha sido así. Por mucho tiempo el conocimiento, especialmente el conocimiento científico, estuvo condicionado por el oscurantismo religioso y las ideologías totalitarias, impidiéndole su desarrollo y su proyección social. Aún hoy día, en algunos puntos del planeta, persisten estas barreras al conocimiento.
Un momento histórico en el desarrollo del conocimiento fue el advenimiento del capitalismo en Europa. Con el triunfo de la burguesía, el potencial creativo del conocimiento, reprimido por muchos siglos por la clase feudal y la iglesia, fue liberado, dando como resultado la llamada Revolución Industrial, que transformó radicalmente el mapa económico y político del mundo. De acuerdo con Peter Drucker, la Revolución Industrial fue el resultado de la aplicación del conocimiento a las herramientas, los procesos y los productos, en un lapso de cien años (1700-1800). Entre 1750 y 1800, "las patentes que hasta ese entonces habían sido monopolio para enriquecer a los favoritos del rey, empezaron a concederse para fomentar la aplicación de conocimientos a herramientas, productos y procesos y para recompensar a los inventores, siempre que publicaran sus inventos. Esto no sólo abrió un siglo de febril invención mecánica en la Gran Bretaña sino que acabó con el misterio y el secreto de la artesanía".
Especial importancia en los inicios de la Revolución Industrial tuvo la máquina de vapor. Como anota Lester Thurow : "La máquina de vapor fue el eslabón perdido. Con sus enormes cantidades de equipos de capital sólo podía ser utilizada en una instalación(los talleres textiles) o en operaciones integradas y geográficamente dispersas(los ferrocarriles). Los trenes con locomotoras de vapor hicieron posible la creación de los mercados nacionales y las fábricas con máquinas operadas de vapor permitieron desarrollar compañías de una escala apropiada para servir a esos mercados nacionales. Con la máquina de vapor y las grandes cantidades de equipos que se podían adosar, la producción pudo alcanzar un nivel en el cual llegaron a ser posibles las economías de escala".
La aplicación del conocimiento a la organización del trabajo, dió como resultado la llamada Revolución de la Productividad. Este proceso se extendió, más o menos, desde 1800 hasta la Segunda Guerra Mundial y uno de sus pioneros fue Frederick W. Taylor. Después de la Segunda Guerra Mundial el conocimiento ha venido aplicándose cada vez más al conocimiento mismo, a lo que Drucker ha dado en llamar la Revolución Administrativa. Según este autor, "el conocimiento se está convirtiendo actualmente en el único factor de la producción, y ha puesto a un lado tanto al capital como al trabajo", concluyendo que aunque es prematuro llamar a la nuestra, "sociedad del conocimiento", pues sólo tenemos una economía del conocimiento, "nuestra sociedad es ciertamente postcapitalista". Discutible o no esta afirmación, lo cierto es que los cambios introducidos en la estructura económica y social de los países más desarrollados, y del mundo en general, bajo la influencia directa del desarrollo del conocimiento, invitan a una reflexión más profunda, lo cual no es posible en los marcos de este ensayo.
2.1 Definiciones De Conocimiento
Los conceptos de conocimiento son muchos a continuación les mostraremos algunas características del concepto "conocimiento":
1. El conocimiento es una capacidad humana y no una propiedad de un objeto como pueda ser un libro. Su transmisión implica un proceso intelectual de enseñanza y aprendizaje. Transmitir una información es fácil, mucho más que transmitir conocimiento. Esto implica que cuando hablamos de gestionar conocimiento, queremos decir que ayudamos a personas a realizar esa actividad.
2. El conocimiento carece de valor si permanece estático. Sólo genera valor en la medida en que se mueve, es decir, cuando es transmitido o transformado.
3. El conocimiento genera conocimiento mediante el uso de la capacidad de razonamiento o inferencia (tanto por parte de humanos como de máquinas).
4. El conocimiento tiene estructura y es elaborado, implica la existencia de redes de ricas relaciones semánticas entre entidades abstractas o materiales. Una simple base de datos, por muchos registros que contenga, no constituye per se conocimiento.
5. El conocimiento es siempre esclavo de un contexto en la medida en que en el mundo real difícilmente puede existir completamente autocontenido. Así, para su transmisión es necesario que el emisor (maestro) conozca el contexto o modelo del mundo del receptor (aprendiz).
6. El conocimiento puede ser explícito (cuando se puede recoger, manipular y transferir con facilidad) o tácito. Este es el caso del conocimiento heurístico resultado de la experiencia acumulada por individuos.
7. El conocimiento puede estar formalizado en diversos grados, pudiendo ser también informal. La mayor parte del conocimiento transferido verbalmente es informal.
El concepto más adecuado para este trabajo de monografía es el primero ya que guarda mayor relación con las Ciencias Sociales que es el campo en el que se encuentra nuestra profesión.
3.- LA REVOLUCIÓN DEL CONOCIMIENTO.
Quizá el fenómeno más trascendente de todas estas transformaciones, para nosotros lo constituya la Revolución del Conocimiento. Entendido éste, tanto en su acepción de "producto" de ciertas y determinadas acciones, como en el sentido de "llave fundamental" o "clave de acceso" a procesos que transforman tanto nuestra forma de vivir, pensar, como el propio conocer.
Tres fases en la transformación del conocimiento
El proceso de expansión del conocimiento ha recorrido diversas etapas:
Fase 1 La Época del Iluminismo: Conocimiento por las luces y la sabiduría.
Fase 2 La Era Industrial: Conocimiento aplicado a la producción.
Fase 3 La Era del Conocimiento: Conocimiento acerca del propio conocimiento.
Podría decirse ingenuamente, que nunca como hoy ha sido tan reconocido el valor del conocimiento y de la capacidad intelectual. Pero al mismo tiempo que crece el repositorio global de conocimiento, crece también el horizonte de nuestra ignorancia tanto por el surgimiento de nuevos problemas, como por la rápida obsolescencia del conocimiento adquirido y transmitido.
4. UNA REFLEXIÓN SOBRE LA IGNORANCIA
Horacio Godoy, quien postulaba la incorporación del tema de la ignorancia en el campo de la teoría del conocimiento, distinguía entre diferentes categorías de ella: En primer lugar la "ignorancia simple y pura", "la ignorancia del ignorante", – del que ignora y no sabe que ignora; de aquella "docta ignorancia" como el "solo sé que no sé nada" socrático y de la otra categoría del genial Borges formada por "los que ignoran, pero, ignoran con entusiasmo", los militantes de la ignorancia.
En julio pasado, en Chicago en oportunidad de la reunión del Comité de Planificación del Proyecto Millennium, del que formo parte, el Presidente de la Corporación Motorola nos decía que hay un solo costo que su empresa no podía afrontar, ese es el costo de la ignorancia.
La afirmación que dice: El que no sabe que ignora, ignora la infinita cantidad de cosas que no sabe, cobra aquí un sentido concreto, en término de intereses económicos.
Apreciación : El postulado de Horacio Godoy  es significativa pues nos da a conocer la ignorancia como parte del campo del conocimiento analizando también a las frases de grandes intelectuales  como Sócrates  con su frase "solo sé que no sé nada"  frase que oculta un gran conocimiento al someterla al análisis , también podemos mencionar  a Borges  .     Entonces la ignorancia como parte del conocimiento es muy significativa pues si bien una persona que tiene bastos conocimiento siempre hay cosas que ignora pues el conocimiento es basto porque cada día hay algo nuevo que conocer.
4.1 Pensamiento Tradicional vs. Pensamiento nuevo
Volviendo por un momento al conocimiento, son por todos conocidos los cambios en los paradigmas científicos que han ensanchado el campo de nuestra preocupación intelectual, permítaseme no obstante recordar algunos de sus aspectos mas destacados.
Presupuestos | Pensamiento Tradicional | Pensamiento nuevo |
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5. CONOCIMIENTO Y PODER
Por otro lado, nos queda la sensación de que la globalización del conocimiento, ha conducido a una democratización del conocimiento, en tanto que las bases de datos, las redes, los motores de búsqueda implican la disponibilidad casi sin restricciones de espacio, tiempo, o pertenencia, de buena parte del conocimiento socialmente útil, por todo aquel que lo requiera. Pero todo ello, supone también, la exacerbación de la competencia derivada de la propia globalización.
No es ocioso advertir que la noción tradicional del poder siempre ha asociado al conocimiento, como uno de sus componentes fundamentales (junto a la riqueza y la fuerza). Michel Foucault afirmaba que "No es posible, para el poder, ser ejercido sin conocimiento y es imposible que el conocimiento no engendre poder".
Y en el mundo occidental esta vinculación se ha establecido en torno a la idea de "propiedad". Quién controla el conocimiento puede disponer de él a su antojo, para obtener más poder económico, disponer de más fuerza y en consecuencia de mayor capacidad de acción, con la que puede controlar a su vez el acceso de los demás al conocimiento.
Desde que el conocimiento y poder están tan mutuamente implicados, tan interrelacionados, un cambio en el control del conocimiento ha de resultar necesariamente en un cambio en el poder social y económico.
Pero es en este campo donde la idea de obsolescencia del conocimiento adquirido (el conocimiento tiene vida limitada y rápidamente deviene en obsoleto) y la explosión del mismo, en prácticamente todas las áreas, han producido la más extraordinaria transformación en su percepción y uso.
Se pasa de la formula tradicional: "si el conocimiento es poder, luego hay que atesorarlo" a sus antípodas: "dado que el conocimiento es poder, pero pierde actualidad, entonces debe usarse de inmediato, compartirse y multiplicarse". Así en el plano internacional, la competitividad exige hoy paradójicamente de la colaboración, en tanto que el logro de los objetivos de cualquier país o institución (las universidades en nuestro caso) no puede ser alcanzado sin considerar las iniciativas de otros y sin vincularse a ellas, ganando en diversidad y calidad. Es lo que nos proponemos hacer en estos días de trabajo.
6. CONOCIMIENTO Y DESARROLLO
El conocimiento ha sido la base del desarrollo económico y social. A través de los grandes inventos aplicados al cambio tecnológico el sistema productivo, los hábitos de consumo, las costumbres y, en general, las relaciones de producción, han evolucionado a lo largo de la historia. Gracias al desarrollo tecnológico, el ser humano ha ido adquiriendo un mayor control de la naturaleza y construyendo mejores condiciones vida, aunque esta interacción (individuo-naturaleza) no siempre ha redundado en la plena satisfacción de las necesidades de la sociedad en su conjunto. Si bien el desarrollo, en general, tiende a mejorar las condiciones de vida de la población, no todas sus manifestaciones logran este objetivo. La prevalencia de intereses monopólicos sobre el interés común, hace que los frutos del desarrollo no se distribuyan equitativamente entre todos los miembros de la sociedad, entre todas las regiones de un país y entre todos los países.
A medida que los cambios tecnológicos incrementan incesantemente la productividad de los principales factores de producción, lo cual redunda en un mayor crecimiento de la economía, la brecha social entre ricos y pobres tiende a aumentar en términos relativos. De esta manera, todo el conocimiento acumulado por la humanidad a lo largo de su historia, no ha servido para resolver los problemas de un alto porcentaje de la población del planeta. Se estima que en la actualidad hay por lo menos mil millones de personas en el mundo, que subsisten en condiciones de miseria, mientras que en el otro extremo una cifra similar de personas disfrutan de la abundancia y el bienestar material.
De igual manera, el consumismo desaforado, desatado por los países tecnológicamente más desarrollados, ha traído como consecuencia la contaminación creciente del medio ambiente, provocando fenómenos planetarios como el recalentamiento del clima y la destrucción de la capa de ozono. La tierra, especialmente las regiones más pobres, tiende a convertirse en un enorme basurero, donde son depositados los desechos de las naciones opulentas. Es tal la capacidad destructiva del conocimiento mal utilizado que en estos momentos, cuando en el mundo millones mueren de hambre y por enfermedades, el arsenal bélico acumulado por las potencias tecnológicamente desarrolladas puede servir para hacer desaparecer nuestro planeta no una, sino varias veces.
De esta manera el conocimiento, de fuerza creadora, puede convertirse, como de hecho ocurre, en medio de destrucción. Esto nos plantea el reto de la búsqueda de nuevos paradigmas socioeconómicos, en los cuales el conocimiento efectivamente se ponga al servicio de la sociedad en su conjunto, y no de unos pocos países y personas. Definitivamente, hay que repensar la función social del conocimiento.
7. INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO.
Existe una estrecha relación entre información y conocimiento. La información es la base del conocimiento, pero este último a su vez es fuente de información. No toda información se convierte automáticamente en conocimiento. Es necesario todo un proceso de análisis para identificar aquellos componentes que realmente nos pueden servir para esclarecer los interrogantes surgidos dentro de determinada área del saber. Es decir, el conocimiento requiere de cierto grado de razonamiento y enjuiciamiento que organiza la información mediante su comparación y clasificación. Para ello es nececesario un ejercicio interactivo sujeto-objeto del conocimiento, en el cual se debe asumir una posición crítica y creativa, con el propósito no solo de apropiarnos de la información disponible, sino, además, y sobre esta base, generar nuevo conocimiento.
Nos encontramos ante una verdadera revolución en el conocimiento. Se estima que en los últimos treinta años, en los países más desarrollados se ha producido más conocimiento que en los cinco milenios anteriores. En la actualidad cada cinco años se duplica la información disponible y esta franja tiende a acortarse cada vez más. El principal vehículo de propagación momentánea de la información, desafiando las nociones de tiempo y espacio, son las llamadas redes de información internacional, especialmente el Internet. Esta red de redes ofrece posibilidades infinitas de información sobre todos los campos de la actividad humana, permitiendo su uso con fines educativos, investigativos, militares o comerciales.
El Internet es algo así como una gran autopista de la información interactiva, en la cual podemos navegar indefinidamente, conectarnos a través de los llamados sitios con personas en cualquier parte del mundo, hacer negocios, intercambiar opiniones, conseguir empleo, etc. Pero el Internet es un mundo sin control, en el cual podemos expresar lo que queramos y al mismo tiempo exponernos a la influencia de todo tipo de información. Y es que el Internet, maravilla tecnológica de finales del siglo XX, al igual que otros medios de comunicación como el teléfono, la radio y la televisión, puede contribuir al desarrollo de la humanidad o por el contrario a la proliferación de valores que impidan el avance del conocimiento. Todo depende del uso que le demos. No hay que olvidar que el Internet es ante todo un cibermercado electrónico, en donde el consumismo encuentra su máxima fetichización. Casi todo está al alcance de tu mano. Solo hay que tener capacidad de compra y una tarjeta de crédito.
El crecimiento del Internet ha sido impresionante. De acuerdo con un informe del Departamento de Comercio de Estados Unidos, si la radio debió esperar 38 años para alcanzar 50 millones de oyentes, y la televisión 13 años para lograr el mismo objetivo, la Internet sólo necesitó cuatro años. Se calcula que en los últimos cinco años más del 25% del crecimiento de los Estados Unidos corrió por cuenta de los sectores de informática y comunicaciones.
Es tal el impacto de la revolución informática que ya se empieza a hablar de una Ciber sociedad, dentro de la cual está surgiendo toda una Cibercultura. Y no es para menos, pues aparte de la virtualización de las relaciones entre las personas, se estima que en la primera década del siglo entrante por lo menos el 90% de los negocios se hará a través del Internet. Es decir, nos aproximamos a la era de la Cibereconomía.
Otro fenómeno informático de actualidad es el surgimiento de la ciber educación. Las redes inteligentes están revolucionando los métodos de educación en todo el mundo. Los conceptos de biblioteca electrónica, aula inteligente, conferencias interactivas vía Internet, correo electrónico, los llamados chats, etc. están cambiando los métodos tradicionales de aprendizaje y socialización del conocimiento. No está lejano el día en que la tradicional clase de tiza y tablero desaparezca por completo, y con ella el profesor sabelotodo. En el futuro la función del profesor se centrará fundamental en la dirección del proceso de aprendizaje, el cual transcurrirá casi en su totalidad por fuera del aula de clase. Incluso las consultas y las evaluaciones podrán hacerse directamente a través del Internet. En estos momentos ya se puede realizar estudios de postgrado via Internet.
Actualmente está en desarrollo el proyecto GLOSAS (Global Sistems Analysis and Simalation) que pretende, a través del sistema de computadores y de técnicas avanzadas de telecomunicaciones, integrar a los expertos e investigadores de muchos países en la búsqueda de nuevas soluciones a los problemas actuales de la humanidad. Dentro de este proyecto está la creación de una Universidad Global Electrónica, concebida como una red educativa a nivel mundial. Su objetivo será no solo el intercambio de conocimientos en el campo de la educación, sino también buscar un mayor acercamiento y comprensión entre todos los pueblos del mundo. Dentro de este mismo proyecto esta contemplada la creación de la Universidad Global Latinoamericana, la cual tendrá como eje de su quehacer colaborar en la reducción del impacto del deterioro ambiental, la destrucción del ecosistema y la desaparición de especies en la región. Entre otros propósitos están la internacionalización de oportunidades educativas, el uso de tecnologías educativas avanzadas y el respaldo a la investigación.
No hay duda de que la revolución telemática nos brinda enormes posibilidades de mejorar nuestras ventajas competitivas en el escenario mundial. No obstante, para ello se requiere, aparte de concientizar nos sobre su importancia, inversiones en infraestructura adecuada para tal fin. América Latina hasta ahora está empezando a insertarse en el mundo moderno de las redes de información. Se calcula que el número de usuarios conectados a Internet de elevó de 3 millones en 1994 a más de 100 millones para finales de 1997. En América Latina el número de cibernautas supera ya los 8 millones y su crecimiento es acelerado. En Colombia el número de usuarios se ubica entre 63mil y 120mil.
Pero no todo es color de rosa. La revolución informática hace que cada vez más individuos pierdan su privacidad, pues todo lo concerniente a su personalidad, familia, propiedades, gustos, etc., se convierte en patrimonio de muchas personas. En la era de la informática el individuo tiende a convertirse en un registro más de la gigantesca base de datos, manipulada, tanto por los organismos del Estado, como por innumerables empresas, desde los supermercados hasta las entidades financieras. Es tal el poder de la información que en la actualidad las guerras-comerciales o militares-, se ganan antes de que se den efectivamente sobre el terreno, gracias a la capacidad y a los medios para conocer de antemano la situación del rival. Todos sabemos que en estos momentos con ayuda de satélites, aviones "invisibles", e instrumentos de visión nocturna, no es difícil detectar los movimientos del enemigo, su potencial bélico, e incluso averiguar la situación de las reservas naturales de determinada región o país. El viejo espionaje político y militar cede cada vez más terreno al espionaje del conocimiento, especialmente en el campo de las tecnologías de punta. Este espionaje se ha sofisticado con el uso del Internet, al punto que adolescentes han penetrado los archivos del propio Pentágono, cerebro militar del primer Estado policía del mundo. El ciber espionaje puede paralizar en el futuro empresas, bolsas de valores, bancos de datos e incluso países. A través del ciberespacio y en general, de los medios electrónicos de procesamiento de información, navegan agazapados los temibles virus, que pueden destruir o alterar información valiosa.
Igualmente, la fiebre del Internet ya está generando problemas de salud pública. Ha surgido la ciber adicción, que como cualquier otra forma de adicción, produce dependencia. Muchas personas están siendo tratadas para curarse del electrónico mal, que no solo arruina su salud sino, incluso, su vida familiar.
7.1. La Sociedad del Conocimiento y la Universidad
Ha sido explosivo el aumento de la literatura sobre el ser y el hacer de la universidad en la sociedad actual. Innumerables documentos, desde diversas regiones y ámbitos, plantean situaciones, propuestas e intencionalidades sobre el referido tema.Â
La mayoría de las posiciones coincide en denominar el presente orden social sociedad del conocimiento, aunque con múltiples matices.
Divergen, en cambio, en la definición y el rol de la universidad ante los requerimientos de tal sociedad. Ante el inmenso crecimiento de las ideas en torno al tema que nos ocupa, se hace necesaria la construcción de mapas de ruta, en el sentido de contar con referencias apropiadas para enriquecer la discusión sobre el necesario vínculo entre sociedad y universidad.
Consecuente con lo anterior, intentaremos sistematizar los enfoques que subyacen en buena parte de los documentos elaborados en torno a la relación existente entre la universidad y la sociedad del conocimiento.
Para ello, trataremos de respetar el lenguaje de cada cual. Dada la complejidad del tema, conviene reconocer que cualquier intento de este carácter siempre será incompleto, y sumamente parcial.
Como recurso para hacer mas clara nuestra exposición, se presentarán tres enfoques de modo un tanto polarizado, es decir, como modelos mentales que sólo pretenden contribuir a mirar bajo cierto orden las abigarradas realidades.
Denominaremos a estos enfoques:
a) La Universidad respondiente.
b) La Universidad como sistema de gestión y
c) La Universidad como prefiguradora de nuevos órdenes Sociales.
Primer enfoque: La Universidad Respondiente.
Este enfoque supone un orden social en constante cambio, derivado de los avances tecnológicos y la globalización.
Confiere el papel protagónico a las empresas, especialmente las de alta tecnología en materia de comunicaciones.
Estas empresas, con el desarrollo de su capital de conocimiento, diseñan los dispositivos tecnológicos que provocan cada vez más cambios en todos los órdenes de la vida humana, en todas las regiones del planeta.
Los avances en los sistemas de interconexión rompen barreras espaciales y temporales, afianzando un orden de proximidades inminentes. El objeto de estos procesos, desde el presente enfoque, es una aproximación secuencial hacia una sociedad altamente tecnificada e interconectada, de cambios rápidos, caracterizada por la innovación permanente, mediante estructuras sociales flexibles, capaces de dar respuestas rápidas y eficientes a los requerimientos y retos planteados.
Los factores que apoyan este enfoque son, principalmente: un sistema económico de mercados abiertos, el capital financiero internacional y nacional, el capital intelectual y la universidad como centro de formación de los recursos humanos necesarios para responder a las exigencias de cambio. Los oponentes son los viejos paradigmas pretecnológicos, los sectores atrasados o marginales y las estructuras centradas en tierra, trabajo y capital. El marco de supuestos que subyacen a este enfoque puede caracterizarse como sigue:
a)El cambio social global es un proceso irreversible, e inevitable.
b)El cambio social se apoya fundamentalmente en avances tecnológicos.
c)La empresa privada es protagonista de los procesos de cambio.
d)La universidad es un ente coadyuvante de la empresa.
e)El conocimiento es información estructurada, que requiere de soportes tecnológicos adecuados.
En este enfoque, la universidad tiene un papel complementario con respecto a las empresas, verdaderas protagonistas de las transformaciones sociales.
La universidad habría de enfatizar la formación de los recursos humanos necesarios para incorporarse a los procesos de cambio social, y minimiza la investigación propiamente dicha, que se desarrollaría mejor en las empresas.
No obstante, la universidad puede acudir a los entes financistas, compitiendo como una empresa más en el intento de captar los recursos necesarios para desarrollar los conocimientos requeridos por las corporaciones.
Para cumplir mejor este servicio, la universidad requiere incorporar en sí los últimos avances en materia de tecnología, adecuando sus estructuras organizacionales a este proceso de incorporación.
De esta forma, puede trascender las fronteras físicas y temporales, para volcarse a las demandas de una sociedad cada vez más interconectada, que brinda respuestas rápidas a los procesos de avance tecnológico y globalización.
Segundo enfoque: La Universidad como Sistema de Gestión
Este segundo enfoque tiene características comunes con el anterior, sólo que se apoya con más fuerza en la teoría de sistemas y en la disciplina organizacional. La sociedad se presenta como conjuntos de organizaciones concebidas como sistemas abiertos, dinámicos, en interacción permanente.
No necesariamente existen sistemas privilegiados, pero sí un riesgo permanente y cercano de desaparición del escenario, en caso de ruptura de las posibilidades de aportar y de recibir.
La organización efectiva de la producción y distribución del conocimiento establece la diferencia entre los sistemas que viven y los que perecen.Las organizaciones, en este enfoque, constituyen una cartera de recursos basados en conocimientos.
Las empresas han de ocuparse de producir, explotar y mantener esos sistemas de conocimientos para garantizar sus ventajas intrínsecas con respecto a las de la competencia.
Como el anterior, este enfoque se apoya en la posibilidad de mantener un sistema mundial de mercados abiertos, en los aportes del capital financiero, y esencialmente en el conocimiento como recurso básico.
El papel de la universidad, desde este enfoque, es la producción y difusión del conocimiento disciplinario e interdisciplinario, dirigido a la búsqueda de acuerdos y alianzas estratégicas para la resolución de los ingentes problemas de la sociedad.
En la búsqueda de ese fin, la universidad ha de favorecer los vínculos entre diversas disciplinas, así como fomentar el trabajo en equipo y el desarrollo de liderazgos efectivos. No es posible realizar esto sin el uso de la tecnología de la información, en todas las fases del proceso de producción y distribución del conocimiento.
Para lograr eso, conviene abordar un acelerado proceso de aprendizaje organizacional, donde las personas desarrollan el trabajo en equipo, interdisciplinario, en la búsqueda de aprender a aprender.
Este enfoque ha de rebasar las propias fronteras organizacionales de la universidad, de modo de construir redes y vínculos con proveedores, clientes y otras organizaciones, con el propósito de enriquecer la capacidad de intercambio y negociación.
Lo anterior debe estar acompañado inexorablemente de dos conceptos de la más alta relevancia: calidad (referida a la potenciación de la capacidad de gestión efectiva de los diferentes centros del sistema) y la autorregulación (referida a la capacidad de autoevaluación y reconducción de los centros, en la búsqueda de un mayor desempeño).
Los supuestos en los que se basa este enfoque son los siguientes:
a) La sociedad está constituida por organizaciones, que pueden competir o cooperar entre sí.
b) El elemento fundamental que asegura la supervivencia y la expansión de las organizaciones es el conocimiento.
c) La universidad, por su función en la generación y difusión del conocimiento, puede convertirse en una empresa privilegiada.
d)Â Â Para convertirse en empresa privilegiada, la universidad debe incrementar su calidad y su autorregulación.
En fin, si bien este enfoque coincide con el anterior en lo referido al uso del conocimiento como factor básico de desarrollo, constituye aquí el capital indispensable para la supervivencia y el desarrollo pleno de la organización.
La universidad, como ente generador y difusor de conocimientos, pasa a ser una organización como las otras, y como ellas ha de garantizar su existencia mediante una explotación adecuada de ese recurso.
Tercer enfoque: La Universidad como prefiguradora de nuevos órdenes Sociales.
Esta tercera visión es fundamentalmente diferente de las dos anteriores. Supone la existencia de formas sociales complejas, caracterizadas por grandes desequilibrios macroeconómicos, por una injusticia social estructural y un crecimiento constante de los niveles de pobreza y otras formas de exclusión social.
Esta problemática intrínseca se agrava especialmente en los países del llamado tercer mundo, de modo que si no se emprenden pronto los correctivos de fondo, millares de personas estarán condenadas inevitablemente a la miseria, la exclusión y la muerte.
De ese modo, es planteamiento ético irrebatible el desarrollo de acciones sistemática desde todos los ámbitos posibles, en dos direcciones simultáneas: mientras se aborda la resolución de problemas puntuales, inmediatos, se han de ir prefigurando nuevas formas de vida y de ser social.
Dicho de otro modo, el abordaje de las reformas sociales puntuales, dirigidas a grandes porciones del colectivo social, han de apuntar realmente a la consolidación de la democracia participativa, la ciudadanía democrática, la conservación y enriquecimiento del patrimonio cultural, la defensa del medio ambiente y de la biodiversidad, el desarrollo sustentable, la integración latinoamericana, el fortalecimiento de la condición humana y los procesos que faciliten la paz y la comprensión entre los pueblos y las personas de todo el mundo.
Los aliados en este camino son los diversos sectores sociales, especialmente los menos favorecidos por la acumulación del capital, potencialmente constructores de la sociedad del futuro; la ciencia, especialmente la comprometida con las grandes problemáticas sociales; el capital intelectual; los circuitos alternos de capital financiero, de carácter mixto (público-privado) y cooperativo; las empresas dadas al cambio y los mercados multisectoriales.Los factores oponentes a este modelo lo constituyen: el orden mundial basado en mercados abiertos y el desarrollo tecnológico emprendido por las grandes corporaciones transnacionales, que por su naturaleza neoliberal tienden a excluir las grandes mayorías de la población.
La universidad, en este enfoque, tiene un papel fundamental, cualitativamente diferente de los dos enfoques antes reseñados.
En vez de constituir un centro formador de recursos para el orden social desequilibrado, cargado de injusticia, ha de convertirse en agente activo para la transformación profunda del mismo.
Desde este planteamiento, la universidad ha de transformarse en un centro de conocimiento crítico, orientado a la creación de espacios de diálogo de saberes con distintos sectores sociales, en acciones que no sólo han de resolver problemas específicos, sino también abrir canales a la construcción de formas alternas de vida, más humanas, mas justas, más equitativas.
Lo anterior no puede efectuarse a expensas de los grandes logros de la ciencia y el conocimiento contemporáneo.
Por el contrario, se trata de abordar los grandes avances científicos, filosóficos, estéticos, con el más alto sentido de pertinencia social.
Ello pasa por la apertura de diálogo de saberes, no sólo entre las distintas disciplinas del conocimiento, sino también con respecto al saber popular, cotidiano, de la gente en todas sus dimensiones. Se trataría de algo así como pensar de manera global, compleja, integral, para actuar localmente de la mejor manera posible.
Desde este diálogo de saberes multidimensional, la universidad actuaría con los diversos grupos sociales en la resolución de problemas puntuales, específicos, en el marco de propósitos más amplios, que tienen que ver con la generación de modos de vida más plenos, más justos, más humanos.
Los supuestos en que se apoya este modelo son los siguientes:a)Â La sociedad actual se caracteriza por ser cada vez más inequitativa, injusta, con grandes porciones de la población.
b) Es necesario emprender acciones sistemáticas para construir formas sociales más equitativas y justas.
c) La universidad, como centro de conocimiento, puede abrir espacios de diálogo entre los diversos sectores sociales, para resolver problemas apuntando a la prefiguración de un nuevo porvenir.
8. EL CONOCIMIENTO COMO BIEN PÚBLICO O MERCANCÍA
Podríamos hablar de que asistimos a una globalización, sin precedentes, de la información más no del conocimiento. Por ejemplo, en la electrónica de semiconductores se dispone de la información necesaria para utilizar determinado chip10 en el diseño y fabricación de un equipo electrónico, pero no se tiene acceso a, o se restringe el conocimiento sobre, la tecnología para fabricar el chip mismo.
Lo que sigue es evidenciar si existen situaciones que inciden sobre el conocimiento en el sentido de impedir (o posibilitar) que pueda ser tratado como un bien público. El tránsito hacia el nuevo modelo de economía y de sociedad, una sociedad emergente- la sociedad del conocimiento-, está conduciendo a una mundialización absolutamente desigual que impide, que se presente el fenómeno de la globalización del conocimiento; es decir, no se está cumpliendo la condición central que hace posible la existencia de la sociedad del conocimiento, esto es, el libre acceso, la circulación sin restricciones y la difusión del mismo en todas las naciones (desarrolladas o no) para facilitar su progreso o desarrollo económico y social.
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