- Movimiento Hapiru y Movimiento de las Maras
- Cristología a partir de Marcos 2:23-28
- El Templo en Jerusalén y la resistencia del Movimiento de Jesús
- Conclusiones
- Bibliografía
Capítulo I
Movimiento Hapiru y Movimiento de las Maras
Movimiento Haripu
Este movimiento se remonta al siglo X a.C. Estaba formado por personas consideradas afuera de la sociedad civilmente organizada de la época. Ser considerado Hapiru era una designación ofensiva en algunos de los círculos sociales de la época. Hapiru es el término que da origen a la designación del pueblo que forma la nación de Israel: Los Hebreos, sus raíces sociológicas surgen de grupos sociales cuñados de Tapirus.
En el contexto sociopolítico del periodo anterior del siglo XII a. C, según la historia antigua, el imperio Egipcio mantenía su poder sobre lo que hoy se conoce como Palestina (Canaan). Su ubicación estratégica era de importancia en la región. Por eso las potencias procuraban mantener ahí su dominio. Esas rutas comerciales de la región proporcionaban mucha riqueza.
En esta época de domino Egipcio, Palestina, su organización socioeconómica era estructurada por ciudades estados, autónomas entre si pero dependientes bajo el poderío Egipcio. Los propietarios eran los reyes, los campesinos arrendaban las tierras, pagando tributos por el uso de la tierra. Era un feudalismo cananeo, el campesino trabajaba para pagar al Faraón y al rey de la ciudad-estado.
El impuesto fue en aumento hasta llegar al esclavismo, primero dar los hijos, luego su propia mujer, finalmente, el mismo campesino. La resistencia era huir de la deuda, lucharon mediante grupos organizados fugitivos, que hacían incursiones rápidas y locales, robando (para auto sustento) y dañando la cosecha de las ciudades estados.
En las montañas se refugiaban estos forajidos, poniéndose a salvo, donde no podía llegar el coche de ejercito de Rey. Entonces, en las montañas había grupos organizados de forajidos y de ladrones. Eran reconocidas como Haripus, personas sin prestigio, sin derechos, ni estatus socio cualquiera, los proscritos. (1)
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1. Bootz, Everton Ricardo, MODULO 1, TEOLOGIA BIBLICA PERSPECTIVA POLITICA, CIEDEG Guatemala, 2004.
1.2. Movimiento de las Maras
Las pandillas o maras, nacieron en barrios bajos de grandes ciudades de los Estados Unidos, que en la década de 1980 de guatemaltecos que huyan de la guerra de su país. Para protegerse de las demás pandillas, los jóvenes Centroamericanos formaron sus propios grupos. Las más famosas son la pandilla 18, nombrada así por una calle de Los Ángeles, y otra llamada salva trucha, integrada predominantemente por salvadoreños.
Las deportaciones de miembros de pandillas en los años 1990, trajeron el fenómeno de las maras a Centroamérica. En Guatemala, en algunos casos, la mitad de los presos en las cárceles tienen relación con las maras. Se estima que en este país, unos 200,000 jóvenes, entre 10 y 25 años, están integrados en pandillas.
La palabra mara es, sin dudas, puesta por los salvadoreños y lo usan como una acortación de la palabra "Marabunta'', nombre de una hormiga salvaje que habita en grandes cantidades y arrasa las junglas amazónicas como una plaga.
Un estudio en Guatemala revela que el 73 por ciento de los pandilleros tienen entre 12 y 15 años, que todos son alfabetos y que un 83 por ciento no trabaja y quienes lo tienen declaran que sus ingresos son bajos. El trabajo revela que un veinte por ciento de los mareros son mujeres. Esta acepción de la palabra mara ellos la usaron al identificarse como un grupo de jóvenes que invadieron Estados Unidos, se regaron como una plaga y tomaron un aspecto destructivo dentro de una ciudad tan gigantesca como Los Ángeles.
1.2.1. El caso Guatemala
Los primeros asomos de violencia de las pandillas en Guatemala se dieron en 1986 cuando comenzaron los enfrentamientos entre estos grupos. La capital ha concentrado la mayor parte de las pandillas del país.
El caso de Guatemala es serio porque el nivel delincuencial es alto y dentro de las pandillas ya se han dividido las labores. Unos se especializan en abrir cerraduras, otros en desvalijar carros, cortar vidrios, unos van a vender lo robado y al final juntan el dinero para comprar droga, armas y comida.
Trasladarse a zonas donde circulan turistas o hay aglomeraciones de personas es una tarea diaria, lo que los hace diferente de las pandillas de otros países, que prefieren sólo operar dentro de los barrios que viven. La búsqueda para los mareros "chapines" es de personas con joyas o mujeres con bolsos.
La policía nacional sostiene que las pandillas son grupos armados de alto peligro que se han diseminado en todo el país y que las limitaciones legales por ser menores de edad los pone en desventaja para poder combatirlas.
Luis Arturo Paniagua, director de la Policía Nacional Civil, admite que hay áreas vulnerables que tratan de controlar con operativos, pero los resultados no son los esperados. Y no lo son porque "cada vez que hacemos un plan para combatirlos, ellos hacen el suyo para evitar caer en nuestros planes".
La preocupación para este oficial de policía es que ya no sólo hay pandillas en la capital, sino en todos los departamentos y ese crecimiento obedece, según su criterio, por los problemas eternos de la sociedad, desempleo, desintegración familiar, entre otros.
Paniagua estima que para ellos es una limitante que la mayoría de edad sea los 18 porque la mayoría de los pandilleros están por debajo de esa edad y eso dificulta el poder hacerles cumplir penas como las de cualquier adulto.
Hay que matar uno cada trece días
Ricardo Gavidia es un pandillero salvadoreño que decidió contar lo que piensa cada uno de los miembros de su organización. Este es en resumen lo que ellos piensan:
"Los que nos metemos a las maras lo hacemos por vacilón o porque nos cachimbean en las casas. A mí siempre me ha gustado eso de las maras y no me arrepiento de cómo me ha ido. Lo único es que cuando uno entra tiene que aguantar trece minutos de una buena pateada que le dan los amigos, pero se aguanta.
A mi me gustaría ser jefe de marras y ya cumplí con uno de los requisitos, ya maté a un bato. Y lo maté porque ese vato que era de La 18 se atrevió a meterse al barrio de nosotros y no tuve otra que usar la escopeta que andaba. Yo no me arrepiento de haberlo matado porque para qué se fue a meter al barrio. Es macizo estar en una mara porque la amistad es grande y se vacila sin problemas.
Hay algunos vatos que se rajan cuando hacemos los ritos satánicos, pero hay que hacerlos por la buena suerte. Yo creo en los ritos satánicos de matar a una persona cada trece días porque así uno tiene larga vida. Yo conozco uno de mi mara que le han pegado un montón de tiros y no se muere y él sabe que sobrevive por todas las almas que ha entregado al diablo. En estos ritos la mara escoge a cualquier persona y lo lleva aun sitio apartado a matarlo con trece puñaladas. La sangre se lleva en unos pocillos que los venden en tiendas y esa sangre hay que ir a ponérsela a un santo que tenemos.
Lo importante es entregar una alma cada trece días y así uno se libera de la mura. Estos ritos los hacemos las dos maras y la única diferencia es que la mara 18 lo hace cada 18 días y son 18 puñaladas. En la mara todo es tranquilo y la gente que nos critica es la que nos insulta porque nosotros primero a la gente le pedimos, y si no tienen no hay problema con tal que no nos insulten. Ahora si alguien le hace algo a uno de nosotros si tiene problemas. Nosotros no trabajamos pero le damos seguridad al barrio." (2)
Actualmente, mas de 600 mareros están en prisión en la comisaría 31 de de la PNC (Policía nacional Civil), un porcentaje de ellos piden una oportunidad para reincorporarse a la sociedad, según nos informo la Licenciada Margarita Castillo, Sub directora del sistema Penitenciario de Guatemala, en ocasión de la asamblea ordinaria de AMEG (Asociación de Ministros Evangélicos de Guatemala) realizada el 24 de Junio del 2004
Paralelos entre ambos Movimientos:
En lo ya antes expuesto, son muy pocos los paralelos que se pueden presentar por razones especialmente de documentación.
Eran personas sin prestigio alguno.
El único prestigio era de ser bandolero, la sociedad alta nunca los vio con ojos buenos.
Personas sin derechos.
Si tuvieran algún derecho, ayer y hoy se cuestiona.
Pertenecían a gente Pobre.
Actualmente, las maras pertenecen a gente pobre, como los que integraban los grupos Haripu.
Incursiones
Las incursiones que hacían los bandoleros en el Antiguo, es similar a la de las Maras, que roban para comer. Robaban especialmente a gente que poseía medios económicos. De igual Manera lo hacen los mareros de la actualidad.
Sin estatus
No puede ser asociado con algún nivel de la sociedad.
Vistos como proscritos
Pertenecer a estos grupos era y es una vergüenza. Hoy también lo es.
Perseguidos
Estos grupos eran perseguidos por sus ideales y hasta apresados. De igual manera los grupos de mareros, hoy son perseguidos, encarcelados y algunos han muerto.
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2. Revista Domingo de Prensa Libre, Numero 1202, 20 de junio de 2004, Págs. 14, 15.
Capitulo II
Cristología a partir de Marcos 2:23-28
"Aconteció que al pasar él por los sembrados un sábado, sus discípulos, mientras andaban, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: —Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito? Pero él les dijo: — ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer. También les dijo: —El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado." (Reina-Valera 1995—Edición de Estudio, Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
El evangelio de Marcos es la obra de un autor que se basa en la teología de la comunidad y que ordena y elabora el material recibido, según los puntos de vista de fe de la comunidad.
2.1 El evangelio de Marcos
2.1.1 El Autor
Tanto la antigüedad como la crítica reciente atribuyen el segundo evangelio a San Marcos. Este es un personaje del NT muy conocido. San Pedro lo llama hijo mío (así llamaban a los convertidos por ellos; 1 Pe 5,13). Parece que era el mismo Juan Marcos que, según Col 4,10, era sobrino de Bernabé.
La evidencia intrínseca dice que a casa de la madre de Marcos, María, en Jerusalén, va Pedro tras ser liberado de su prisión por el ángel (He 12,12). Marcos acompañó a Pablo y Bernabé en el primer viaje, pero luego regresó a Jerusalénn (He 13,5-13). Luego marcha con Bernabé a Chipre. Lo encontramos con Pablo prisionero en Roma. El apóstol lo envía a Asia Menor (Col 4,10). En 2Tim 4,11, le pide a Timoteo que lo traiga consigo. Posteriormente, fue obispo de Alejandría.
"Cuando Marcos narra…, se entra en contacto con las personas; hasta ese punto sabe él darles vida. La manera como se presentan, un gesto, una palabra, nos hace asistir a la acción. Se ve cómo han pasado las cosas, se penetra en los sentimientos de los personajes. Por supuesto, las escenas son muy sencillas y los sentimientos son muy poco variados… Los rasgos que él ha trazado se encuentran aquí y allí no como toques destinados a un efecto de conjunto, sino como recuerdos reales que se han quedado clavados en la memoria. Son hechos que no ayudan nada a la lección moral o apologética; no hacen el milagro más asombroso, no realzan la personalidad de Jesús; están en la narración porque han estado en la realidad" (3).
2.2. Jesús como Líder de Oposición
Una de las señales del reino de Dios, es la oposición por parte de aquellos son ciegos al reino. La oposición en este pasaje, es porque los discípulos de Jesucristo, tenían hambre y arrancaron espigas de trigo en día sábado, con lo que quebrantaban la serie complicada de leyes del sábado.
Jesús contesto una serie de ejemplos que los Fariseos no podían negar. El rey David quebranto varias veces cuando tuvo necesidad, y nadie le dijo nada. La ironía se da cuando les pregunta, ¿No habéis leído?, a personas que eran expertas y no ignoraban las escrituras. El sabia usara la ironía en los argumentos.
Algunos rabinos enseñaban el guardar el sábado contrario a Jesús, quien decía que era un acto de provisión cariñosa de Dios para el hombre para el descanzo y la adoración. Jesús usa el titulo de Hijo del hombre, quien según el, era el dueño del sábado. Por lo tanto, el hombre de ahora en adelante, descansaría de todas sus obras de pecado en Jesucristo
Según la interpretación que los judíos daban a la ley mosaica, los discípulos desobedecían el mandamiento de Ex 20.8–11; véase Mt 12.1–2, sus discípulos, mientras andaban, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: —Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?
No es lícito comer: Lv 24.9.) Sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? u{u u 2.25-26 1 S 21.1–6. Abiatar fue sumo sacerdote durante el reinado de David (2 S15.35); según 1 S 21.1 y 22.20, Ahimelec, padre de Abiatar, era sacerdote en la ocasión mencionada. Aunque David y su ejército no eran los indicados para participar de esos panes, el sacerdote reconoció la posición de David y paso por alto lo que era contrario a esa disposición.
Jesucristo es Señor de todo, inclusive Señor del sábado. Para tener una idea mas clara consideremos un poco más ampliamente el asunto del sábado. Y luego llegar a la conclusión de que El es Señor y dueño de todo.
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3. M.J. Lagrange; Evangile selon saint Marc.
4. Reina-Valera 1995—Edición de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998
2.3 El sábado
Sábado (heb.{heb. hebreo} sûabba&µt_, de la raíz sûa&µb_at_, "cesar", "desistir"). En la Biblia se establece el principio de que debe observarse un día de cada siete como día sagrado para Dios. Tomando como base la razón que nos dan los Diez Mandamientos para la observancia del sábado, vemos que Dios mismo había dado el ejemplo para el descanso sabático en relación con la creación. Por lo tanto, el sábado es una ordenanza que emana de la creación (Ex. 20.8–11).
En el relato de la creación no encontramos el término "sábado", pero sí la raíz de la cual se deriva (Gn. 2.2). La obra de la creación había ocupado seis días, y Dios descansó (lit.{lit. literalmente} "cesó") de sus trabajos en el séptimo. De este modo aparece la distinción entre los seis días de labor y el séptimo de descanso.
Esto es válido aun cuando entendamos los seis días de trabajo como períodos de tiempo mayores que de 24 horas. El lenguaje es antropomórfico, desde el momento en que Dios no es un obrero que se cansa y necesita descanso. Pero se estableció el modelo para que fuese adoptado y puesto en práctica por el hombre. Ex. 20.11 afirma que Dios "reposó" (heb.{heb. hebreo} wayya&µnah) el séptimo día, y Ex. 31.17 dice que cesó en su trabajo y "retomó aliento" (°lpd{°lpd A. J. Levoratti y A. B. Trusso, El libro del pueblo de Dios, la Biblia, 1980}; "tomó respiro", °bj{°bj Biblia de Jerusalén, totalmente revisada, 1981}) (wayyina&µfasû). Expresamente se usa un lenguaje fuerte para que el hombre comprenda la necesidad de considerar el sábado como un día en el que debe descansar de sus labores diarias.La Biblia claramente atribuye el origen del sábado al ejemplo divino.
En el cuarto mandamiento encontramos la obligación de observar el día de reposo. No hay mención del sábado en Génesis aparte del relato de la creación. Se hace mención, sin embargo, de períodos de siete días (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Gn. 7.4, 10; 8.10, 12; 29.27ss). También podemos notar en la narración en Job que cada uno de los siete hijos hacía fiesta en su día, a lo que seguían las oraciones y los sacrificios de Job por sus hijos (Job 1.4–5).
No se trataba de una ocasión aislada, sino que se practicaba regularmente. Puede ser que haya aquí una insinuación de un culto en el primer día del ciclo. Por lo menos parecería que se reconoce aquí el principio de que un día de cada siete es santo para el Señor.
En Ex. 16.21–30 se hace mención explícita del sábado en relación con la obtención del maná. El sábado aparece aquí como don de Dios (v.{v. versículo(s)} 29), destinado al descanso para beneficio del pueblo (v.{v. versículo(s)} 30). No era necesario trabajar el sábado (e. d.{e. d. es decir} recoger el maná) porque el sexto día se obtenía una doble porción.
Israel, por lo tanto, conocía el sábado, y seguramente comprendía el mandato de que era necesario recordarlo. En el Decálogo se deja claramente indicado que el sábado pertenece al Señor. Por lo tanto, es en primer lugar su día, y la razón básica por la cual debemos observarlo es que se trata de un día que pertenece a él. Es el día que él ha bendecido y apartado para que sea observado. Este punto no encuentra contradicción en el Decálogo que aparece en Dt. 5.12ss.
En este último pasaje se ordena al pueblo que guarde el sábado en la forma en que el Señor ya a establecido (la referencia es a Ex. 20.8–11), y nuevamente se hace resaltar el hecho de que el sábado pertenece a Dios (v.{v. versículo(s)} 14). Además, se nos da allí una razón adicional para guardar el sábado. Es una razón simplemente adicional, y no entra en conflicto con las anteriores. Israel debe observar el día sábado a fin de que "descanse tu siervo y tu sierva como tú".
Aquí el énfasis es humanitario, pero también recae sobre el hecho de que el sábado fue creado para el hombre. Israel ha sido esclava en Egipto y ha sido liberada; de modo que Israel debe ahora mostrar la misericordia del sábado a aquellos que son esclavos en su propio medio.
En todo el resto del Pentateuco encontramos la legislación sobre el sábado. Es interesante notar que hay una referencia al sábado en cada uno de los cuatro últimos libros del Pentateuco. Génesis presenta el descanso divino, y los cuatro libros restantes recalcan la legislación sabática. Esto muestra la importancia de la institución. Podemos decir que la legislación sabática forma parte integral y esencial de la ley básica del AT {AT Antiguo Testamento} y el Pentateuco (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Ex. 31.13–16; 34.21; 35.2ss; Lv. 19.3, 30; 23.3, 38).
A este respecto, la significación de la legislación sabática puede verse en el severo castigo que se administra al que viola el sábado. Un hombre recogía leña el sábado, acto por el cual una revelación especial de Dios decretó que tenía que ser muerto (cf.{cf. confer (lat.), compárese} J. Weingreen, From Bible to Mishna, 1976, pp.{pp. página(s)} 83ss).
Este hombre había ignorado el principio básico del sábado, o sea que ese día pertenecía al Señor, por lo que debía observarse solamente en la forma en que Dios había instituido (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Nm. 15.32–36). Los profetas elaboran el tema sobre la base de la legislación del Pentateuco; sus declaraciones concuerdan con lo que estaba revelado en el Pentateuco. A menudo se relaciona el "día de reposo" con la "nueva luna" (2 R. 4.23; Am. 8.5; Os. 2.11; Is. 1.13; Ez. 46.3).
Cuando profetas como Óseas (2.11) pronunciaban juicio divino sobre las lunas nuevas, los sábados, y otras fiestas indicadas, no condenaban el sábado en sí sino el mal uso del sábado y las otras instituciones mosaicas. Por otra parte, los profetas mencionan las bendiciones que provendrían de una correcta observancia del sábado. Había quienes profesaban el sábado y obraban el mal en ese día (Is. 56.2–4), y era necesario abandonar esas malas prácticas.
En un pasaje clásico (Is. 58.13) Isaías enuncia las bendiciones que trae aparejada la verdadera observancia de ese día. No se trata de un día en el que el hombre puede hacer según su voluntad, sino que debe cumplir la voluntad de Dios. Es Dios, y no el hombre, quien debe determinar cómo debe observarse el sábado. El que reconoce que el día es santo para el Señor obtendrá el verdadero disfrute de sus promesas.
Durante el período persa nuevamente se destacó la observancia del sábado. Nehemías (Neh. 10.31; 13.15–22) reforzó la prohibición preexílica de llevar cargas (Jer. 17.21s) o de llevar a cabo transacciones comerciales (Am. 8.5) en el día de reposo. Durante el período ínter testamentario, sin embargo, gradualmente se fue modificando lo que se entendía como el propósito del sábado. En las sinagogas se estudiaba la ley el sábado.
2.4 Cristo Señor del Sábado
Gradualmente creció la tradición oral entre los judíos, y la atención se dirigió hacia las minucias de la observancia. Dos tratados de la Misná, Shabbath y >Erubin, se dedican a considerar en detalle cómo debía observarse el sábado. Nuestro Señor atacó esta práctica de recargar los mandamientos divinos con la tradición humana.
Sus observaciones no se dirigían contra la institución del sábado en sí, ni contra las enseñanzas veterotestamentarias. Pero se opuso a los fariseos, que quitaban eficacia a la Palabra de Dios con sus tradiciones. Cristo se identificó como el Señor del día de reposo (Mr. 2.28). Con esas palabras no disminuyó la importancia y significación del sábado, ni de manera alguna contravino la legislación veterotestamentaria. Simplemente hizo resaltar la verdadera significación del sábado con respecto al hombre, e indicó que tenía derecho a hablar así dado que él mismo era Señor del día de reposo.
Como Señor del día de reposo, Jesús fue a la sinagoga en sábado, como era su costumbre (Lc. 4.16). Su observancia del sábado concordaba con la prescripción veterotestamentaria de considerar ese día santo para el Señor. En su desacuerdo con los fariseos (Mt. 12.1–14; Mr. 2.23–28; Lc. 6.1–11) nuestro Señor hizo ver a los judíos que lo que ellos entendían acerca del cumplimiento de los mandamientos veterotestamentarios estaba completamente equivocado. Habían tratado de hacer más rigurosa la observancia del sábado que lo que Dios había mandado. No estaba prohibido comer el sábado, aun cuando fuera necesario cortar espigas para ello.
Tampoco estaba prohibido hacer el bien el sábado. Curar era una obra de misericordia, y aquel que es Señor del sábado es misericordioso (cf .{cf. confer (lat.), compárese} tamb.{tamb. también} Jn. 5.1–18; Lc. 13.10–17; 14.1–6). El Señor se levantó de los muertos el primer día de la semana, por lo cual desde épocas primitivas dicho día comenzó a convertirse crecientemente en el más importante de la semana—"día del *Señor" ( Ap. 1.10)— y en el cual los creyentes se reunían para el culto de adoración (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Hch. 20.7; tamb.{tamb. también} Didajé 14.1; Justino, Primera apología 67.3). (5)
Con mucha razón, el autor Marcos presenta a Cristo como Señor del sábado. El esta por arriba de toda enseñaza, tiende a hacer la correcta hermenéutica de los
Mandamientos, el es el autor de todo, de la vida y de la Palabra. A el nada le ataba, por no estar limitado al tiempo ni espacio, por lo tanto, Cristo es eterno, San Juan 1:1 El sábado del Antiguo, era tipo y la sombra de lo porvenir, en la figura del Mesías. El correcto significado del sábado invita al ser humano descansar de sus faenas. Ahora Cristo invita al ser humano a descansar en el.
2.4.1. Comparado a David
David, en el antiguo testamento fue una figura mesiánica, un personaje el de redención para el pueblo afligido. Desde niño experimento el desprecio de su propia familia, tipo ceniciento. Pero su visión fue amplia, hasta llegar trono. De igual manera, la vida de Jesucristo fue difícil hasta la muerte de Cruz. Por ser antipático al sistema religioso, fue acusado de ser un dirigente subversivo.
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5. A. J. Heschel, Sabat y el hombre moderno, 1964; R. Mayer, B. Schaller, "Fiesta", °DTNT{°DTNT L. Coenen, E. Beyreuther, H. Bietenhard.
Capitulo III
El Templo en Jerusalén y la resistencia del Movimiento de Jesús
3.1. EL Templo en los evangelios
La actitud de Jesús hacia el templo de Jerusalén contiene dos rasgos opuestos. Por un lado, Jesús lo respetaba grandemente; por el otro, le asignó importancia relativamente pequeña. Así, lo llamaba "casa de Dios" (Mt. 12.4; cf.{cf. confer (lat.), compárese} Jn. 2.16). Todo en él era santo, enseñaba, porque había sido santificado por Dios, que moraba en él (Mt. 23.17, 21). El celo por la casa de su Padre lo impulsó a purificarlo (Jn. 2.17), y el pensamiento del próximo fin que le esperaba lo hizo llorar (Lc. 19.41ss).
Por contraste tenemos esos pasajes en los que Jesús relegaba el templo a una posición muy subordinada. El era más que el templo (Mt. 12.6). El templo se había convertido en cobertura para la esterilidad espiritual de Israel (Mr. 11.12–26 y paralelos). Pronto habría de desaparecer, ya que una terrible profanación habría de inutilizarlo totalmente (Mr. 13.1s, 14ss). Véase también Mr. 14.57s; 15.29s y paralelos. Esas actitudes contrapuestas no dejan de tener, empero, su explicación. (6)
3.1.1. Actividades en el Templo
La relación entre los sacerdotes, que son los descendientes de Aarón, y los levitas, los otros miembros de la tribu de Leví, es uno de los problemas espinosos de la religión veterotestamentaria. Cualquier consideración sobre los levitas debe tener en cuenta las pruebas que aporta la Biblia, la reconstrucción que de ellas hace Julius Wellhausen, y las numerosas formas en que los eruditos contemporáneos han reaccionado ante su perspectiva evolucionista.
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6. Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.
Dentro de la familia de Coat el oficio de sumo sacerdote (heb.{heb. hebreo} hakko&µhe&µn, "sacerdote" [Ex. 31.10, etc.]; hakko&µhe&µn hamma&µsûéÆah, "sacerdote ungido" [Lv. 4.3, etc.); hakko&µhe&µn hagga&µd_o&µl, "sumo sacerdote" [Lv. 21.10 etc.]) era ejercido por el representante de mayor edad de la familia de Eleazar, a menos que correspondiera aplicar las sanciones de Lv. 21.16–23. Era consagrado de la misma forma que los otros sacerdotes y compartía sus obligaciones rutinarias.
Sólo él llevaba las vestiduras especiales (Ex. 28; * Pectoral del sumo sacerdote, * Mitra, * Vestido) e interpretaba los oráculos (* Urim y Tumim). En el día de *expiación representaba al pueblo elegido ante Yahvéh, rociando la sangre de la cabra del sacrificio sobre el propiciatorio (* Sacrificio y ofrenda).
Los levitas adquieren prominencia en el Pentateuco en conexión con Moisés y Aarón (Ex. 2.1–10; 4.14; 6.16–27). Después de que Aarón encaminara al pueblo hacia la apostasía con el becerro de oro (Ex. 32.25ss), los hijos de Leví vengaron el honor del Señor castigando a muchos de los malvados. Esta demostración de fidelidad para con Dios puede explicar parcialmente las grandes responsabilidades asignadas a esta tribu en la legislación Pentateuco. (6)
Con la sola excepción del sacerdote de Júpiter, que erróneamente procura venerar a Pablo y a Bernabé en Listra (Hch. 14.13), las referencias al sacerdote y al sumo sacerdote en los evangelios y Hechos dan por sentado una continuidad histórica y religiosa con el AT{AT Antiguo Testamento}: no hace falta ninguna explicación de la función del sacerdote en el relato del buen samaritano (Lc. 10.31), o de las obligaciones del "sacerdote llamado Zacarías", padre de Juan el Bautista (Lc. 1.5);
Jesús reconocía la validez de la función de los sacerdotes para declarar limpios a los leprosos (Mt. 8.4; Mr. 1.44; Lc. 5.14; 17.14; véase Lv. 14.3). Jesús también opuso la práctica más libre de algunos sacerdotes del AT{AT Antiguo Testamento} al legalismo de sus opositores (Mt. 12.4–5). Básicamente no tenía ningún motivo de discordia con las funciones prescritas para el templo y el sacerdocio.
3. 2 Conflicto con el judaísmo
La mayor parte de las referencias a sacerdotes, y especialmente a sumos sacerdotes (o jefes de los sacerdotes) se encuentran, sin embargo, en contextos conflictivos. Mateo pinta a los sumos sacerdotes activamente envueltos en los acontecimientos evangélicos de comienzo (Mt. 2.4) a fin (Mt. 28.11). Su oposición aumenta a medida que las pretensiones y la misión se van aclarando, p. ej.{p. ej. por ejemplo} cuando desafió la legislación sabática (Mt. 12.1–7; Mr. 2.23–27; Lc. 6.1–5) y en las parábolas que censuraban a los dirigentes religiosos (Mt. 21.45–46).
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6. Ibid, Douglas, J. D.
Este conflicto a muerte fue predicho inmediatamente después de la confesión de Pedro en Cesárea de Filipos (Mt. 16.21; Mr. 8.31; Lc. 9.22), se intensificó durante la recepción del domingo de ramos y la subsiguiente purificación del templo (Mt. 21.15, 23, 45–46; Mr. 11.27; Lc. 19.47–48; 20.1), y alcanzó su amarga culminación en el arresto y el juicio (Mt. 26–27). El cuarto evangelio también da testimonio del conflicto (Jn. 7.32, 45; 11.47, donde son fariseos los aliados en el crimen; 12.10, donde la hostilidad se centra en Lázaro; 18.19, 22, 24, 35, donde se destaca el papel de Caifás en el juicio a Jesús; cf.{cf. confer (lat.), compárese} 19.15). (7)
La muerte y resurrección de Jesús no sofocó el conflicto, como se ve claramente en Hechos. El testimonio apostólico de la resurrección hizo que los saduceos se agregaran a la lucha al lado de los jefes de los sacerdotes y otras autoridades del templo (Hch. 4.1; 5.17). La participación sacerdotal en el relato de Saulo de Tarso es algo digno de notarse.
La programación de la persecución de los cristianos en Damasco contaba, al parecer, con la aprobación oficial del sumo sacerdote (Hch. 9.1–2, 14); los exorcistas judíos itinerantes que procuraron reproducir los milagros de Pablo en Éfeso se describen como "siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes" (Hch. 19.13–14); como su Maestro, Pablo fue llevado a juicio ante un sumo sacerdote, Ananías, el que también lo acusó ante los gobernadores romanos Félix y Festo (Hch. 24.1ss; 25.1–3).
Prácticamente no hay otra cosa en la vida de Pablo que ilustre tan claramente la transformación radical operada por su conversión que el dramático cambio en su relación con el sacerdocio constituido: en el comienzo del relato marcha a la par de los perros de caza; hacia el final corre a la par de la presa. (8)
3.2.1 La consumación en Cristo
En el fondo el conflicto surgía del convencimiento cristiano y la sospecha judía de que la vida, muerte, resurrección, y ascensión de Jesús significaba el eclipsamiento, si no la destrucción, de las antiguas estructuras sacerdotales. Con su propia enseñanza Jesús se había colocado a sí mismo en el centro de una nueva estructura sacerdotal: "uno mayor que el templo está aquí" (Mt. 12.6); "destruid este templo, y en tres días lo levantaré" (Jn. 2.19); "porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Mr. 10.45).
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7. Ibid
8. Ibid
3.3. Sacrificio y ofrenda
Términos en el Antiguo Testamento
En el AT{AT Antiguo Testamento} no encontramos un término general para "sacrificio", excepto en el poco usado qorba&µn, "lo que se trae cerca" (qrb), vocablo prácticamente limitado a la literatura levítica. (En °vrv2{°vrv2 Versión de Reina y Valera, rev. 1960} se traduce "Corbán" en la única referencia neotestamentaria de Mr. 7.11.)
También e&µsû) (pero cf.{cf. confer (lat.), compárese} Lv. 24.9). Los otros términos que se usan frecuentemente describen tipos determinados de sacrificios, y se derivan ya sea del modo de realizar el sacrificio, como zeb_ah (sacrificio) "lo que se mata" (za&µb_ah), y a&µsûa&µm (ofrendas expiatorias), "por la culpa" (t_ (ofrenda por el pecado), "por el pecado" (hatta&µ/font>
Podemos distinguirlos, en parte, por la forma en que se disponía de la víctima, ya sea totalmente quemada (>oÆlaÆ, Lv. 1), comida por los sacerdotes y fieles colectivamente (zeb_ah, Lv. 3), o comida solamente por los sacerdotes (hatta&µoÆlaÆ y zeb_ah, véase Dt. 12.27 (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Jer. 7.21, donde el profeta irónicamente sugiere la anulación de la distinción). (8)
También se incluían bajo qorba&µn las ofrendas sin sangre, "ofrenda, oblación", la ofrenda vegetal ("flor de harina"; minhaÆ, Lv. 2), las primicias (re&µ/font>
3. 3.1. Los comienzos
El sacrificio no fue privativo de Israel en la antigüedad (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Jue. 16.23; 1 S. 6.4; 2 R. 3.27; 5.17), y se han aducido paralelos en naciones vecinas como explicación de los sacrificios israelitas. W. R. Smith ("Sacrifice", EBr9, 21, 1886, pp.{pp. página(s)} 132–138; The Religion of the Semites, 1889) reconstruyó, sobre la base de los árabes nómadas pre islámicos, un "semita" hipotético, para quien la comida del sacrificio era la forma más primitiva, y la comunión de los fieles y la deidad la idea central. El movimiento pan babilónico (H. Winckler, A. Jeremías, a partir de 1900 aprox aprox. aproximadamente}) se ocupó de la civilización superior de la Mesopotámia y el evolucionado ritual del sacrificio propiciatorio que allí se practicaba.
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8. Ibid
3. 3.2. El templo en Monarquía.
La construcción del templo por Salomón dio ocasión para el ofrecimiento de sacrificios de iniciación (1 R. 8.62ss) además de los regulares (1 R. 9.25), pero como las fuentes que tenemos son libros de "reyes" se refieren fundamentalmente a la participación real (cf.{cf. confer (lat.), compárese} 2 R. 16.10ss), no tanto a la del pueblo. Sin embargo, la prueba de que se efectuaba el culto diario la tenemos en versículos tales como 2 R. 12.16, y la frecuente mención de sacrificios en los profetas y los salmos.
Las muchas referencias favorables que tenemos en estos últimos indican que no tenemos que tomar en sentido absoluto la condenación de los primeros, como si hubiera habido intereses antagónicos entre profetas y sacerdotes. Los profetas objetan menos el culto en sí que las ideas en torno a la magia que se habían tomado del culto de la fertilidad (Am. 4.4–5; Is. 1.11–16), y las innovaciones como la idolatría y el sacrificio de niños que habían introducido gobernantes apostatas (Jer. 19.4); Ez. 16.21).
Ofr
Ma
Ve
Ref
Ôôlâ
Min
Ôôlâ
MinhEx. 29.38–42
Nm. 28.3–8
1 R. 18.29
2 R. 3.20
2 R. 16.15
Ez. 46.13–14
Principales referencias a las ofrendas que debían hacerse dos veces por día, la >oÆlaÆ y la minhaÆ.
3.3.3 Los elementos.
Tenía que elegirse la víctima para el sacrificio entre animales y aves limpios (Gn. 8.20), que podían ser becerras, cabras, carneros, tórtolas o palominos (cf.{cf. confer (lat.), compárese} Gn. 15.9), pero no camellos ni asnos (Ex. 13.13) (* Limpio e inmundo). No debemos buscar estas provisiones en la idea del sacrificio como "alimento para los dioses" (o sea que los dioses comían lo que comía el hombre como podría sugerirlo Lv. 3.11; 21.6; Ez. 44.7—porque se podía comer pescado (Lv. 11.9) y animales salvajes (Dt. 12.22) pero no ofrecerlos en sacrificio.
Más bien parecería que el principio era el de propiedad (cf.{cf. confer (lat.), compárese} 2 S. 24.24), ya que en cierto sentido se consideraba que los animales salvajes ya eran de Dios (Sal. 50.9ss; cf.{cf. confer (lat.), compárese} Is. 40.16), mientras que los animales domésticos habían pasado a ser propiedad del hombre por su trabajo (Gn. 2:13) es sólo una excepción, aparentemente) y se encontraban en una especie de "relación biótica" con él.
Esto se hacía más evidente todavía en las ofrendas sin sangre, que habían sido producidas por "el sudor de su frente" (cereales, harina, aceite, vino, etc.), y al mismo tiempo eran artículos alimentarios corrientes. No se aceptaba la propiedad que no se hubiese adquirido legalmente (Dt. 23.18). (10)
Todo esto, era el apoyo de que se valían los encargados del templo para justificarse, y demandar del pueblo oprimido cada elemento para la ofrenda que se le requería. La actitud mercantilista era solo de provecho para una minoría. Como resultado, el pueblo cada día se volvía pobre.
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9. Ibid
3.4 Jesús y su conflicto con las autoridades
Jesucristo, da su oposición abierta. Los conflictos entre El y las autoridades son dramáticas y hostiles, se caracterizan por el engaño y la hábil evasión. El conflicto se debate entre el vivir según los términos de Dios y vivir según los términos humanos. Los conflictos entre Jesús y las autoridades son públicos y las autoridades actúan para defender su honor. Jesús, es superior en el debate y evade inteligente sus esfuerzos por acusarlo, siempre tiene al pueblo de su lado.
Jesús inicia un movimiento entre las multitudes que es visto como una amenaza por las autoridades religiosas y políticas. Asume autoridad para interpretar la ley, abolir tradiciones, perdonar pecados, atravesar fronteras que delimitan lo puro y lo impuro y declarar como debería ser gobernado el templo.
En Galilea tiene cinco conflictos, la oposición aumenta uno a uno van introduciéndose nuevos grupos; los maestros de la ley locales, luego los maestros de los fariseos, después los fariseos, mas tarde los fariseos con los Herodianos. Además los esfuerzos por apresar a Jesús se intensifican, primero, l sus oponentes le acusan con sus mentes, luego preguntan a sus discípulos sobre acciones de Jesús, después preguntan directamente su punto acerca de la tradición, por ultimo lo vigilan.
En Jerusalén, ataca y toma por un momento el templo, expulsa a los mercaderes, citando las escrituras en defensa de su acción. Los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos intentan engañarlo para que afirme que esta actuando según la autoridad de Dios (blasfemia). Cuando esto como falla, envían a los fariseos y los herodianos para cazarlo en sus propias palabras. Jesús, desenmascara la hipocresía de ellos ante el pueblo, en estas discusiones desafía el honor de las autoridades. La solución al conflicto se resuelve cuando las autoridades lo condenan a muerte y Pilatos lo ejecuta. (11)
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10. Ibíd.
11. Rhoads David, Marcos Relato, Sigue, Salamanca.
1. Existen Paralelos entre ambos Movimientos:
Eran personas sin prestigio alguno. El único prestigio era de ser bandolero, la sociedad alta nunca los vio con ojos buenos.
Personas sin derechos. Si tuvieran algún derecho, ayer y hoy se cuestiona.
Pertenecían a gente Pobre. Actualmente, las maras pertenecen a gente pobre, como los que integraban los grupos Haripu.
Las incursiones que hacían los bandoleros en el Antiguo, es similar a la de las Maras, que roban para comer. Robaban especialmente a gente que poseía medios económicos. De igual Manera lo hacen los mareros de la actualidad.
Sin estatus. No puede ser asociado con algún nivel de la sociedad.
Vistos como proscritos. Pertenecer a estos grupos era y es una vergüenza. Hoy también lo es.
Perseguidos. Estos grupos eran perseguidos por sus ideales y hasta apresados. De igual manera los grupos de mareros, hoy son perseguidos, encarcelados y algunos han muerto.
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