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Los afrorisaraldenses: aportes a la historia contemporánea (página 4)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

También proceden del Valle del Cauca, especialmente de Buenaventura, Dagua, Cartago, Cali y Buga; del Departamento del Cauca de Municipios como Guapi, Puerto Tejada, Caloto y Villa Rica; del Departamento de Nariño de Municipios como Tumaco; del Departamento de Caldas especialmente de La Dorada, Salamina, Neira y Pácora; y del Departamento de Antioquia de Municipios como El Bagre, Piedra Honda, Medellín, Ungía; y de otros Departamentos y Ciudades como Tolima, Santamarta, Barranquilla y Barrancabermeja y desde hace 40 años. Ver Tabla 5.

Tabla 5. Lugares de procedencia

Depto de Procedencia

Número de personas

Porcentaje

Risaralda

Chocó

Valle del Cauca

Cauca

Antioquia

Caldas

Región del Atlántico

Nariño

otros

295

181

35

10

9

4

4

2

14

53.25%

32.67%

6.32%

1.80%

1.62%

0.72%

0.72%

0.36%

2.53%

TOTAL

554

FUENTE: Trabajo de campo

En la parte educativa, sobre la base de 400 personas que respondieron (niños, niñas, jóvenes, adultos y adultas), el 39.75% apenas tiene educación primaria; el 35.75% secundaria; el 15% estudios universitarios; el 5.5% especialización y el 4% otros tipos de estudios. Ver Tabla 6.

Tabla 6. Nivel educativo.

Nivel de escolaridad

Numero de personas

Porcentaje

Primaria

159

39.75%

Secundaria

143

35.75%

Universitaria

60

15%

Especialización

22

5.5%

Otros

16

4%

TOTAL

400

100.00%

FUENTE: Trabajo de campo.

En lo que respecta a la profesión, al interior de la Comunidad Negra, va desde Obreros, Agricultores hasta Arquitectos, Ingenieros y Abogados, estos últimos no sobrepasan el 0.42%, es decir, ni uno por cada 100 personas negras. Pero constituyen la mayoría de Docentes, Estudiantes, Servicio Doméstico, Constructores, Comerciantes, Obreros y Oficios Varios. Ver Tabla 7, sobre la base de 238 personas económicamente activas que respondieron la encuesta:

Tabla 7.Profesión y ocupación laboral

Profesión

Número de personas

Porcentaje

Docente

Servicio doméstico

Constructor

Oficios varios

Estudiante universitario

Ama de casa

Comerciante

Obrero

Enfermería

Agricultor

Abogado, ingeniero, arquitecto, médico, gerente, comunicador social.

Otros como: Mecánico, panadero, mecanógrafo, mensajero, conductor, policía, etc.

49

39

25

22

20

15

|3

7

6

6

7

29

20.59%

16.39%

10.50%

9.24%

8.40%

6.30%

5.5%

2.94%

2.52%

2.52%

2.94%

12.18%

TOTAL

238

100%

Articulado al aspecto anterior se pueden mostrar las condiciones de empleo obre la base de las 122 encuestas realizadas a las 122 familias. De las 106 familias que contestaron la encuesta, 184 personas trabajan, y no trabajan 41 personas. Lo que quiere decir que la mayoría cuenta con algunos ingresos económicos que les garantiza la existencia en la ciudad. Ver tabla 8.

Tabla 8

Nro. De familias

122

Respondieron

106

No respondieron

16

Trabajan

184 personas

Porcentaje (%)

86.86%

No trabaja

41 personas

Porcentaje (%)

18.14 %

En lo concerniente a los ingresos, 105 familias respondieron la encuesta de 122, y los resultados muestran que el promedio de las familias negras sobreviven con ingresos que van desde menos de un salario mínimo hasta dos salarios mínimos, es decir, los ingresos oscilan entre los $100.000.00 mensuales hasta los $560.000.00 Ver Tabla 9.

Tabla 9

Ingresos de acuerdo al S.M.L.

Número de familias

Porcentaje

Menos de un salario mínimo

Con uno y un poco más del S.M.L.

Con dos S.M.L.

Con más de dos S.M.L.

Con un poco más de tres S.M.L.

Con un poco más de cuatro S.M.L.

Con cinco S.M.L.

Con seis S.M.L.

Con más

20.59%

16.39%

10.50%

9.24%

8.40%

6.30%

5.5%

2.94%

2.52%

2.52%

2.94%

12.18%

TOTAL

100%

FUENTE; Trabajo de campo.

En lo relacionado a la vivienda, de la 122 familias, los resultados de las encuestas arrojaron que 104 de ellas viven en casa y 18 viven en cuartos, para el 85.25% de las primeras, y el 14.75% de las segundas. Y en cuanto a la tenencia de la vivienda, el 25.41 % la ti %ene pagada; el 15.6% de las familias la tienen en proceso de pago; en arriendo el 44.26% y los cuartos en arriendo el 14.75%. Ver Tabla 10.

Tabla 10. Tenencia de la vivienda

Tenencia de la Vivienda

Número de familias

Porcentaje

Casa pagada

Casa en proceso de pago

Casa en arriendo

Cuartos en arriendo

31

19

54

18

25.1%

15.6%

44.26%

14.75%

TOTAL

100%

FUENTE: TRABAJO DE CAMPO

Los datos nos muestran con claridad que la mayoría de la Comunidad Negra Afropereirana tiene serias necesidades de vivienda. No así con respecto a los servicios públicos que en un alto porcentaje tienen acceso a ellos, hasta en la parte más humilde donde está asentada, como lo muestra la Tabla 11.

Tabla 11.

Servicios Públicos

Número de familias

Porcentaje

Energía, Teléfono, acueducto, alcantarillado, aseo y T.V.

Únicamente sin T.V.

Sin T.V. y sin teléfono

Sin teléfono

90

5

6

21

73.8%

4.1%

4.9%

17.21%

TOTAL

122

100%

FUENTE: TRABAJO DE CAMPO

Dentro del aspecto de acceso a los servicios públicos, se tienen los contemporáneos, entre ellos el Internet que aún no llega al grueso de las comunidades en especial de las afropereiranas. Sólo tres familias de las 122 encuestadas tienen acceso a este revolucionario servicio.

Finalmente y en cuanto a identidad y organización de las Comunidades Negras en el Municipio de Pereira, sobre la base de estas 122 familias, 75 de ellas sabe que su ancestralidad proviene del continente africano; 41 de ellas no saben y 6 familias no contestaron la encuesta. Ver Tabla 12.

Tabla 12. Etnia e identidad.

¿Sabe de dónde proviene la oblación

Número de familias

Porcentaje

Afrocolombiana?

Sí, del continente africano

75

61.5%

No sabe

41

33.60%

Sin contestar

6

4.92%

TOTAL

122

100.00%

FUENTE: Trabajo de campo.

Relacionado con este mismo orden de ideas, las 122 familias encuestadas, todas se encuentran orgullosas de ser personas negras. 118 de ellas afirman que existe racismo en el Departamento y la ciudad en particular. 67 de estas familias afirman haber sido víctimas del racismo en la región, más no para 46 de las familias encuestadas. Igualmente 16 familias de las 122, están afiliadas a organizaciones que defienden sus derechos como el Movimiento Nacional Cimarrón, la Corporación Diego Luis Córdoba y la Asociación de Chocoanos Residentes en Risaralda (ASOCHOR). Más no están afiliadas a ninguna organización 101 de las familias encuestadas. Un gran reto para estas organizaciones en lo que concierne a Pereira en particular. Por otra parte la manera como demuestran y argumentan la Comunidad, sobre la base de estas familias, es que no han recibido, no se han beneficiado de ningún programa gubernamental para el caso de 106 familias. Excepto para 16 de ellas que afirman haber recibido beneficios gubernamentales a través del SISBEN, el INURBE, el lCBF, el Programa de Madres Comunitarias y el acceso a los créditos condonables para estudiantes de Comunidades Negras deI ICETEX.

Culminando en lo que respecta a las encuestas, las familias encuestadas ven como sus mejores dirigentes en la defensa de sus intereses a JUAN DE DIOS MOSQUERA MOSQUERA, ATILANO CÓRDOBA MATURANA, IVAN ALBERTO VERGARA SINISTERRA, HILDEBRANDO MOSQUERA y a SIMÓN ELADIO PALACIOS.

De otra parte, en nuestro marco histórico contemporáneo, como consecuencias de la apertura de la carretera hacia el mar pacífico, las políticas de ajustes neoliberales imperialistas, la pobreza generalizada y el conflicto social y armado entre paramilitares y el movimiento guerrillero, ha generado severas migraciones afrocolombianas hacia el interior del país y en particular hacia el Departamento de Risaralda y el Municipio de Pereira desde hace 15 años, en condiciones degradantes y acrecentando la población afrorisaraldense, obligándola a reordenarse estratégicamente, organizarse y a asumir el nuevo rol que le impone las condiciones actuales del país y la región, como en gran parte ya se demostró con los datos estadísticos.

Violencia, conflicto armado y desplazados

En lo que concierne a la violencia, el conflicto armado y especialmente a los desplazados, que es el drama más importante que tienen los afrocolombianos en el Departamento de Risaralda y en la Ciudad de Pereira concretamente; según datos de la Red de Solidaridad, se tienen hasta la fecha, 764 familias desplazadas que dan un total de 4.402 personas.

Como Departamento receptor, Risaralda tiene un acumulado de familias procedentes de otras regiones así:

Tabla 13. Departamentos de procedencia de los desplazados del Risaralda

Departamento de procedencia

# de familias

Porcentaje,

registradas

Risaralda

233

31

Antioquia

167

22

Chocó

124

16

Tolima

47

6

Valle

40

5

Putumayo

28

4

Meta

14

2

Caquetá

18

2

Otros

93

12

TOTAL

764

100.00%

FUENTE: Red de Solidaridad. Informe Sobre Desplazados. Pereira. 2001.

El grueso de esta población como se ve, es afrocolombiana que constituye el 82% de los desplazados.

Adicional a lo anterior, el Departamento de Risaralda ha venido incrementando el fenómeno del desplazamiento interno a raíz de los últimos acontecimientos en los Municipios con presencia de grupos armados como Pueblo Rico, Mistrató, Quinchía y Guática. La procedencia de esta población es la siguiente:

Tabla 14 Desplazados internos en el Departamento de Risaralda

Municipio Expulsor

Número de familias registradas

Porcentaje

Belén de Umbría

Dosquebradas

Guática

La Celia

Marsella

Mistrató

Pereira

Pueblo Rico

Quinchía

Santa Rosa de Cabal

Santuario

18

2

22

15

2

46

10

1021

56

2

8

1.498

0.166

1.830

1.248

0.166

3.827

0.832

84.942

4.659

0.166

0.166

TOTAL

764

100.00%

FUENTE: Red de Solidaridad. Informe sobre desplazados. Pereira 2001.

Como se observa también en esta Tabla, la población más afectada es la afrorisaldense del Municipio de Pueblo Rico, Corregimiento de Santa Cecilia con el 84.9% de desplazados como consecuencia de la toma de las FARC el 17 de Marzo de 2000.

La población principalmente se ha ubicado en Pereira y demás Municipios del Área Metropolitana como en La Virginia con 37 familias, Dosquebradas con 60 familias y Pereira con 262 familias.

En el caso de Pereira la población desplazada afrorisaldense se encuentra mayormente concentrada en la zona de El Plumón, detrás del Colegio Aquilino Bedoya con un total 138 familias que constituyen 775 personas. Las demás están ubicadas en los barrios Nacederos, La Curva, San Nicolás y Caimalito fronteras con el Municipio de La Virginia.

Esta población aún no posee garantías, pero se está organizando sobre las bases de apoyo de las organizaciones de base Afrorisaldenses que constituyen la Consultiva Departamental de Comunidades Negras y los esfuerzos que trata de hacer la Secretaría de Gobierno Departamental que tiene en sus manos las políticas para los desplazados.

Finalmente, queremos terminar el presente capítulo con una entrevista del Doctor Atilano Córdoba Maturana, Honorable Concejal del Municipio de Pereira, donde hace un gran recorrido histórico contemporáneo de la Comunidad Negra desde Santa Cecilia, el Departamento de Risaralda y de Pereira en particular, a través de su vida. (Ver Anexo B).

Conclusiones

Como se ha logrado demostrar y sustentar en el presente trabajo, en las sociedades de clases, la historia la impone quien está en el poder, quien ejerce el control del Estado, excluyendo a los otros sectores laboriosos y étnicos que conforman la Nación y es racista si se instala desde la concepción y el discurso de un grupo étnico como el europeo blanco y el de las élites dominantes de la Nación, la región y la localidad como lo es el caso colombiano y con respecto a las Comunidades Negras e Indígenas que han sido invisibilizadas en la historia.

Esta manera de hacer historia ha impregnado, de alguna manera, a las organizaciones populares, las organizaciones y partidos progresistas, a los estudiosos, investigadores e intelectuales de avanzada bajo una concepción estrecha y economicista de comprender la teoría científica de Marx sobre la lucha de clases.

Las teorías y los discursos sobre esta manera de hacer historia, desde el euroblanquismo han impregnado todos los conductos de la sociedad colombiana, desde lo nacional, hasta lo regional y lo local.

Como respuesta a esta forma de construir la historia y hacer visibles a las Comunidades Negras combatiendo el racismo y la Discriminación Racial, muchos estudiosos, historiadores, investigadores, antropólogos y sociólogos, entre otros, durante el siglo XX y comienzos del Siglo XXI, emprendieron una gigantesca tarea por reconstruir la historia de los afroamericanos en general y de los afrocolombianos en particular como Nina Rodríguez en. Brasil, Fernando Ortiz en Cuba, Meville Herskovits, Roger Bastides, Norman Whitten, Gonzalo Aguirre Beltrán en México, Miguel Acosta en Venezuela e IIdefonso Pereda Valdés en Uruguay. Gilberto Freyre, Arthur Ramos y en Colombia José Rafael Arboleda, Aquiles Escalante, Manuel Zapata Olivella, Rogelio Velásquez, Nina de Friedmann, Jaime Arocha, Michel Taussig, Juan De Dios Mosquera, Peter Wade, entre tantos otros. Y últimamente los trabajos de investigación que se vienen desarrollando al respecto en la Universidad Tecnológica de Pereira bajo la orientación de los Profesores Carlos Arnulfo Escobar Belálcazar, Gildardo Rivera Galindo, Ramiro Bravo y otros.

Los resultados de esa nueva construcción histórica ha dilucidado la presencia de la Comunidad Negra en América y en Concreto de Colombia desde el trasplante y secuestro forzado desde África hacia América, la explotación económica y la inferiorización racial y cultural, las formas de opresión hasta la respuesta aguerrida del cimarronaje de diversas formas, contextos y niveles, y los aportes de los pueblos negros a la construcción de la economía mundial capitalista, la cultura, las sociedades, la política y sus luchas por la libertad en cada Nación de América. Pero esta historia aún tiene un largo trayecto de reconstrucción, que apenas comienza.

Ahora bien, en lo que concierne a los afrorisaraldenses, el presente trabajo de investigación nos demuestra que la presencia de las Comunidades Negras de la región son el resultado de la dinámica poblacional de la colonia esclavista, los sucesivos levantamientos de los esclavizados por su libertad, las fugas, el Cimarronaje y la implantación de Palenques en la Región durante el Siglo XVIII y XIX.

Que las Comunidades Afrorisaraldenses han hecho presencia mucho antes de lo imaginado en la región, contribuyendo en la fundación de los municipios y en la propia creación y desarrollo del departamento de Risaralda, en el contexto de las fugas, la implantación de palenques, las colonizaciones Antioqueña y Caucana, las migraciones de la Comunidad Negra hacia el interior por la apertura de vías hacia el Pacífico, por la atracción del proceso reciente de industrialización de la región y en el presente contemporáneo por la degradación económica, social y el conflicto armado en los lugares de origen.

Que esas Comunidades en ese proceso y dinámica antes referido, contribuyeron a fundar y desarrollar económica, social, cultural, étnica y políticamente, en concreto, los Municipios de Pueblo Rico, La Virginia, Pereira e incluyendo el Municipio de Dosquebradas.

Que esta verdad es evidenciada en lo referido al municipio de Pueblo Rico, a través del Corregimiento de Santa Cecilia, cuando los esclavizados mineros del Municipio de Tadó se insurreccionaron en 1728 y como resultado de la fuga, poblaron la zona; ampliándose ésta, cuando se abrió la carretera en 1910 y tomando el nombre de Santa Cecilia, patrona de los músicos, acordada entre la Comunidad y el Padre Fermín que iba de pasada en 1924. La construcción del Penal hizo otro tanto, al igual que toma auge el corregimiento con la presencia del Padre Salvador Cruz Santana y la creación de la Normal Pío XII que daría como aportes cientos de normalistas y docentes en el marco de la educación a nivel Nacional y Departamental; y de políticos negros que jugarían un rol importante no sólo para el conjunto de la región sino también para el beneficio de sus propias comunidades de origen. Que las Comunidades Afrosantacecilianas, han sostenidos ancestral mente sus territorios haciéndolos productivos en el campo agrícola, minero, forestal, pesquero, artesanal y ambiental en el marco de su complejo mundo cultural y que la exigen en adjudicación colectiva al INCORA de acuerdo a este contexto. Aportándoles también desarrollos poblacionales, económicos, sociales y políticos a los municipios vecinos del Departamento de Risaralda y una lucha abierta y discreta a las élites dominantes en el proceso de conquista de sus derechos étnicos.

Igualmente esta verdad histórica se revela con la también fundación y desarrollo del municipio de La Virginia, con el mismo levantamiento de los cimarrones Tadoceños de 1728, y la fuga y desplazamientos afrohumanos de la región caucana y antioqueña en el marco de la colonización durante el siglo XIX. Ese rol fundacional y posteriores desarrollos del municipio lo ejercerán las sopingas y de las cuales hacen parte dos grandes mujeres; las afrodescendientes Francisca y Tránsito Durán. Paralelamente la participación de la Comunidad Negra se hará más amplia en la construcción moderna del Municipio, con la instauración del Ingenio Risaralda, la creación de los barrios y la participación política desde sus miembros a través del Concejo Municipal y ahora con la presencia de los desplazados negros, la mayoría afrosantacecilianos por la toma insurgente del 17 de marzo de 2000.

Para terminar de demostrar la presencia histórica y contemporánea de dichas comunidades, lo observamos en la creación del Municipio de Pereira, Capital del hoy Departamento de Risaralda, desde el levantamiento de esclavizados en Cartago en 1781 donde fundaron un palenque en las inmediaciones de la ciudad, posteriormente reprimido y destruido; desde la fundación de Pereira en la cual participó la afroantioqueña Guadalupe Zapata, hasta las migraciones pasadas y presentes de los afrodescendientes a la capital en el contexto de la apertura de las carreteras hacia la Región del Pacífico, el desarrollo agroindustrial de la región cafetera y de Pereira en particular, los anhelos de mejores condiciones educativas universitarias y de mejores niveles de vida por el conflicto armado y las condiciones criticas socioeconómicas de los Municipios de la Costa Pacífica en el marco de unas políticas imperialistas neoliberales de las más agresivas y que las golpean con la mayor severidad que al resto de la población Colombiana. En la Ciudad, los afropereiranos han aportado al desarrollo infraestructural, cultural, deportivo, profesional, económico, étnico, educativo y político, no sólo de Pereira, sino, del Departamento y toda la Nación.

Es una realidad histórica y contemporánea tan evidente que hoy ni los mayores historiadores incrustados en las élites pueden soslayar los semejantes aportes brindados por los afrodescendientes a la región. Una deuda grande por cobrar dignamente y que no desmeritan en absoluto lIamarles AFRORISARALDENSES a los que siempre han estado allí, en las buenas y en las malas a pesar de haber sido o queridos ser invisibilizados por la historia tradicional sesgada por tanto racismo y que hoy, desde las organizaciones populares y étnicas se, han comprometido en mirar el problema étnico desde una óptica más constructiva.

El ejercicio grande de este trabajo nos lleva a plantear que se hace necesario y urgente:

Desarrollar un proceso serio de construir nuevas teorías de la historia para hacer visible aquellos actores y actoras en toda su magnitud que la historia tradicional ha ocultado hasta el presente.

En lo que concierne a la Comunidad Negra y sus organizaciones en pro de la conquista de sus derechos históricos, humanos y culturales debe enfilar un proceso de profesionalizar a sus miembros en el campo de la historia, para rescatarla a través de trabajos investigativos en prospección a la construcción de un Estado que corresponda a la realidad de una Nación multiétnica y pluriracial.

Esa reconstrucción histórica debe ser militante y comprometida para el campo de la acción política y la transformación social al servicio de las mayorías invisibilizadas y desprovistas de sus derechos legítimos.

Esa reconstrucción histórica debe ir orientada a la deconstrucción del discurso seudocientífico racista, la discriminación y el prejuicio racial que imposibilita la democracia real, la tolerancia ética y las relaciones interétnicas en la base de la población en su lucha unitaria contra el poder y las formas de explotación.

Esta nueva interpretación de la historia nos lleva a revisar los contenidos curriculares de las instituciones educativas en todos los niveles del departamento de Risaralda y toda la Nación para que sean reconocidos los rostros de los verdaderos constructores sociales, políticos, culturales, económicos y étnicos del país.

Y que el presente aporte histórico a interpretación de la historia contemporánea de los Afrorisaraldenses sea el comienzo de una reinterpretación del conjunto de la historia en el Departamento y un arma política y social para legitimar sus derechos e intereses en el marco de la unidad popular de los oprimidos y explotados por la presente sociedad capitalista posmoderna.

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Anexos

Anexo A. Entrevista realizada en el Municipio de La Virginia

La presente entrevista fue realizada en el municipio de La Virginia al aspirante al Concejo Municipal, Wenceslao (W). Ola 30 de Junio del al1o 2000. Intervención y ambientación: IVÁN VERGARA (I)

W: En ese tiempo a la comunidad negra, no la tenían siquiera en cuenta ni para escupir.

I: Correcto, eso es.

W- En ese entonces, era cuando uno salía a la calle y era como si saliera una cosa rara.

I: Veían al mismo demonio pues.

W: A mi me tocó muy duro aquí en este pueblo.

I: Don Wenceslao, nosotros estamos tratando de escribir la historia de la comunidad negra; fundamentalmente ubicando tres puntos básicos: la comunidad negra de Santa Cecilia, la comunidad negra de aquí de La Virginia y la comunidad de Pereira y hacer más o menos una historia centrándonos en estos tres grupos fundamentales donde hay población negra mayoritaria. ¿Cuéntenos qué sabe usted de la historia de La Virginia y usted como parte de esa historia, cómo nos puede explicar ese trayecto histórico, a partir de su propia vida

W: Perdón, antes de grabar, yo no se, yo sólo les cuento una partecita por ahí muy somera porque cuando yo vine a La Virginia, yo era muy campesino y yo si tengo alguna cosas para contar, conocí a unas gentes que eran de aquí y eran negros, de los pobladores que hablan venido a fundar aquí, de por ahí yo recuerdo, pero específicamente lo de Sopinga, no lo tengo muy claro…no .

I: Cuéntenos de lo que usted sabe. Nuestros pueblos negros no pueden llegar a perder los dirigentes, por ejemplo, usted es un personaje de suma importancia en la comunidad y hay que pensar en hacer una biografía porque uno no es eterno, pero los hombres como usted tienen que quedar en la histona nacional, de los que vienen; entonces es necesario escribir su biografía, porque de este otro señor, de él se sabe muy poquito, nadie escribió nada de él.

W- ¿De don Arnulfo?

I: Sí, del que lo antecedió a usted. La historia suya es una historia que tiene, que quedar en la impronta de la historia de La Virginia y de las futuras generaciones de la comunidad negra, tanto en el campo político y como en el campo de la vida. Pero para eso ya habrá oportunidad en otro momento de escribirla, porque es una misión de gente como nosotros recuperar la memoria histórica de nuestros pueblos negros, de dónde vienen y saber para dónde van. Entonces ahora si don Wenceslao, después de toda esa introducción, pasemos a la entrevista.

W: Haber, yo empiezo a contar desde Santa Cecilia, cómo vine a La Virginia porque no puedo empezar a caer en un paracaídas, ¿Cómo vine?.

Resulta que mi pueblo natural es Santa Cecilia, yo nací en Guaratos, pero en la parte que en ese entonces era Caldas, hoy día Risaralda. Resulta que mi papá era un agricultor, pues no era un acaudalado, pero tampoco era demasiado pela gato; tenia fincas y tenia modo de vivir, resulta que yo quedé huérfano muy pequeño, a la edad de los 9 o 10 años; quedé a merced de un hermano y ese hermano me tiraba muy duro, me ponía a trabajar en las minas y él recogía todo el oro y se iba a cambiarlo y, bueno, hasta que yo un día me agarré a pensar cómo iba a construir mi vida, yo solo en el mundo; la plata no valía nada; entonces opté por volarme de la casa; él me habla dado una pela muy horrible y me había tirado de un balcón, me había tirado machete, pero como yo era liso me escurrí y el machete cayó allá y esa noche no dormí, pensando que me iba a ver.

Entonces decidí salir a andar… me vine con un cuñado a utilizar la preferencia de él para que me sacara; llegué acá a este pueblo, a La Virginia, me ganaba 5 centavitos. Cuando digo que la plata no valla nada, era que el trabajo de uno no valía nada, porque yo me ganaba 5 centavos y llegué acá trabajando en la finca, en una finca que se llamaba Palermo, parte de los Arango, viejo Alberto Arango, fundador de esta región. Allá me dieron trabajo y me ganaba esos 5 centavitos; no salía del pueblo, me quedaba tiempo hasta que recogía por ahí 50 o 70 centavos; cuando ya tenía mis 70 centavos, salía por el pueblo a mecatear; de pronto… una vez me quedé sin trabajo y me vine para el pueblo, allí, a un hotel que se llamaba Hotel Virginia, me hospedé, ahí pagué una piecita y empecé a conocer el pueblo. El pueblo eran dos calles, pero yo no salía. Porque ni era mayor, ni podía salir a las tertulias, porque yo no tomaba trago, nada, yo no salía de donde tenia la comida y cuando empecé a conocer el pueblo se me acabó el trabajo, pagué una piecita y al otro día, fue un Domingo; al Lunes madrugué así a andar la orilla del río, todavía aquí llegaban barcos, me encontré con un señor que se llama Alejandro Rafles, que por ahí está, anda en unas muletas, ya acabado el viejito; él me llamó con otro muchacho que llamábamos el Patiquebrado a Palibeliarle: tenía una arena en la parte de abajo en un cajón y por subirle un metro nos daba los 5 centavitos, un jornal. Ya ese señor me cogió y me enseñó y me quedé con él trabajando; el señor me enseñó a sacar arena. Yo me establecí en el pueblo porque ya tenía mi trabajaderito; madrugábamos a las tres de la mañana trabajábamos el día; por la tarde tenía mi platica, mi comidita, mi dormida; yo me volví pueblerino; en esas y las otras me fui espigando, ya mi pantalón larguito, ya me iba p' donde las muchachas a pasar bueno; después me aburrí, me fui a trabajar a una finca, a una hacienda que se llamaba San Francisco de un señor llamado José Miguel Londoño, allá habla un alimentador que llamaba Daniel Echeverry y la esposa se llamaba Carolina Marulanda, yo trabajaba allá, me colocaron de garitero; el garitero era el que se levantaba por la mañana a moler, a pilar y a prevenir para cuando la señora se levantara a asar las arepas y a cargarle la comida a los trabajadores donde estuvieran trabajando. Estuve trabajando mucho tiempo, ya yo estaba formado; volví otra vez y me vine al pueblo.

I: ¿De qué edad llegó a La Virginia?

W: Yo llegué a La Virginia por ahí a la edad de unos que? Yo creo que yo tendría por ahí unos que? no estoy muy seguro, pero yo tenía… Yo jugué bolas aquí con Rafael Gil, con un señor Caneco, con el finado Patiquebrado, con una cantidad de gentes, un muchacho Miguel Caneco que éramos más o menos contemporáneos, pues, andamos por ahí por los 73, o sea que yo llegué aquí por ahí de unos trece años, pero en ese entonces la mayoría de edad era a los 21, hasta que uno tuviera 21 años no era un hombre, pues de salida hasta a los padres de uno tenía que escondérseles de muchas cosas mientras no tuviera los 21 años; bueno, yo ya seguí aquí en el pueblo, iba y trabajaba las fincas y venía el día Domingo. Cuando yo conocí los pantalones largos ya me iba para donde las muchachas, era muy bailarín, tuve academia de baile aquí, y así me estuve hasta que mataron al finado Gregorio González, era el dirigente político liberal de entonces, en esa época estaba recién venido el finado Arnulfo Caicedo: cuando mataron al finado Gregorio, entonces Arnulfo Caicedo empezó a coger la bandera.

I: ¿Él era dirigente político negro?

W: No, él era mestizo. Empezó el finado Arnulfo a coger la bandera y ya nos fuimos algunos morenos, otros de raza más negra como yo y nos hicimos al lado de él y empezamos a apoyarlo y surgió, salió concejal y surgió, ya era un político ya don Camilo Mejía duque se vino de Salamina, ya estamos hablando de los años 48', 46' más o menos porque en el 48' ya don Camilo Mejía estaba establecido en Pereira, entonces el finado Arnulfo se enganchó con don Camilo Mejía Duque quien era su jefe político y él surgió: vino la violencia y empezaron a extenderle la mano a todos los liberales en Pereira.

Pereira también eran cuatro ranchos y se expandió. El finado Arnulfo surgió. Fue aquí el caudillo político, el jefe, entonces como yo lo ayudaba a él, trabajaba con él, entonces me fue dando largas para que yo me fuera para los barrios a hablar con la gente, fui cogiendo cancha y consiguiendo amigos jóvenes y de edad; opté por los 5 centavitos que me ganaba; una parcelita me la echaba al bolsillo, iba y le daba cositas a la gente y con lo otro subsistía. Fui cogiendo fuerza, la gente me empezó a conocer, ya que el negrito por aquí, el negrito Castillo por allí; de pronto cuando se afinó la violencia, me tuve que ir de aquí, volví y emigré, tuve que perder todo lo que tenia: tenia unos alimentaderos, se desbarató, tenía otro alimentadero por allá gorconda y yo perdí todo eso porque tuve que salir de aquí mal salido, me eché a perder, tuve que salir a las 5 de la mañana y llegué a Santa Cecilia a las 4 de la tarde a pie, atravesando cafetales. Llegué a Santa Cecilia y tuve problemas porque cuando eso pertenecía a Caldas todo esto y como a las dos de la noche llegó el Corregidor de allá en ese entonces, la misma chulavita, llevaban la orden de que… entonces la hermanita mía entró y me movió y me dijo que …antes de que..yo… me escondí y me fui, y anduve mucho tiempo, recorriendo mucha montaña.

Por ahí en los años 53, 54, 55, volví otra vez a La Virginia. Volví donde el finado Arnulfo, ahora si ya criado, ya era un varoncito. Entonces me metía, llegué, pusimos unas elecciones y él metía, me metió en una lista de séptimo; eran siete concejales y él me metió de último; como tenía muchos amiguitos, para que los amiguitos me arrastraran y él pudiera salir sin problema porque él encabezaba.

Bueno ya seguimos trabajando, de pronto por algunas circunstancia en una campaña policíaca, tenia un amigo que por apodo lo llamábamos Chiqui y él se habla comprometido que me llamaba a mí con el finado Arnulfo pero que lo colocábamos porque él era electricista, eso ya fue en la campaña del doctor López, Alfonso López Michelsen, pero no en la campaña cuando él perteneció al MRL, sino cuando él se lanzó oficialmente que salió presidente, "ahora me dijo que si", que él me cuidaba al muchacho. Cuando ya se hizo la campaña, un día me dijo: bueno compadre… uno para ser liberal no necesita los puestos, le dije: ¿cómo así compadre y entonces usted por qué los acapara todos?, yo tengo derecho, yo también trabajo, tengo derecho a mi plática, entonces me llamó a partir cobija y partimos cobija, yo me quedé.

En esas y las otras me llamó el doctor Oscar Vélez Marulanda a que trabajara con él, o a que me le pusiera al frente a un movimiento que se llamaba Acción Liberal que lo componían 12 personas, aquí no votaban más de 12, y yo entré a trabajar en ese movimiento, a hablar con la gente, a hacerle mandadito a la gente, el doctor me traía en ese entonces como se habla? Si treinta mil pesitos, para servicios, pues del directorio y fui cogiendo una fuerza, me conocí con el señor Ángel María Durango Bravo y él empezó a ayudarme en el movimiento; una tarde le conté que yo no podía votar, porque tenía los derechos políticos perdidos, el señor empezó a chuzarme que yo tenia que hacer algo en la vida. Algún día ya tenía con que y le dije camine vamos, y me dijo adonde? y le dije a Antioquia; llevé un memorial que me sacó el finado Manuel Castro y llegué y lo presenté y verdad que me hicieron mi papeleo y lo traje, se lo presenté al señor Registrador; el Registrador lo mandó a Bogotá; como ya había pagado, no debía, ya había pagado mí arresto y llevaba otro tiempo igual, me rescataron mis derechos y entonces encabecé una lista para Concejo y salí Concejal por primer vez.

I: ¿En que año don Wenceslao?

Más o menos si las cuentas me dan, yo creo que llevo 23 anos de Concejal en este pueblo, si las cuentas no me fallan, desde más o menos en 1974 o 1973, una cosa así; salí concejal y empecé la guerra con el finado Arnulfo y empecé a quitarle, a restarle.

Cuando mataron al finado Arnulfo, ya tenía tres concejales, hacía cuatro, después que él tenia 7, ya ahí vino la fundación de mi vida política, el doctor Vélez me colocó de suplente de él en la Asamblea.

I: ¿Cuántos concejales negros hubo en esa época, usted era el único o eran varios?

W: Eh, el finado Arnulfo y mi persona.

I: Ah, ustedes dos no más?

W: Sí, el finado Arnulfo y mi persona, no más. Hablando de otra cosa, para el negro aquí era muy difícil surgir y es muy difícil surgir, por qué? para una muestra un botón: aquí han aspirado otros negros, unos han sacado 7 votos, por ahí están las listas, (aquí aspiró un señor Vásquez), han aspirado varios negros y el negro aquí no cala, entre otras cosas, y si va y surge, la persecución es muy dura, porque usted debe haber oído alguito de la persecución que me montaron a mi en La Virginia, a mi me quemaban los carros, a mi me abaleaban en la casa, a mi me perseguían a mi mujer, !qué no me hicieron¡, en vista de eso… de esa presión… yo también me tomé ese trago de "resolveti" y también me paré como los hombres, y me tienen que matar, !pero yo voy es par delante! pero yo no le comía de cuento a nadie; y cuando el doctor Vélez me invitó a ser Diputado, fui Diputado, pues ¿ cómo no iba salir Diputado siendo suplente de él?, en ese entonces tenía todo el poder en el Departamento.

Yo fui diputado 4 años, desde 1980 hasta el 1984; hice dos periodos; en esa época los períodos eran de dos años, pero resulta que ya habla creado, ya habla formado otra juventud, y el Doctor Vélez también había formado otra juventud como Cesar Gaviria y otras y entonces vino el Gavirismo y el Oscarismo y entonces ya, bayoneta ventiada al doctor Vélez en el Departamento para acabar con él y bayoneta ventiada en La Virginia para acabar conmigo. Un día yo le dije al Doctor Vélez: Doctor Vélez, esto esta muy verraco, usted no se está dando cuenta de lo que está pasando en La Virginia, a usted están por acabarlo. Me dijo: no, contra mi no hay nada. Le digo Doctor Vélez: contra usted sí hay; entonces él creyó que con echarle mano a un señor Tangarife y tal, que con eso se acaba el problema, entonces dijo que yo era el único candidato a la Asamblea, pero no más, se bajó de la tarima, se llevó a Tangarife a inscribirlo como Diputado a la Asamblea; como eso era lo que ellos querían, entonces: cuando no podés con el enemigo metete a la casa de él y acaban con el Doctor Vélez; pero como yo me abrí, perdí la Asamblea, pero no perdí el Concejo, así ha seguido mi vida política, hoy día represento un grupito que me ha apoyado, el partido liberal que me apoya todavía; he logrado, pues salir adelante, digo yo, porque me he sostenido contra muchas presiones, muy pobremente, porque lo que más me enorgullece a mi de estar en esta vida política ha sido mi comportamiento y mi honradez, porque gracias a mi Dios, en esta plaza pública me puedo subir a cualquier tarima y nadie me señala con el dedo de corrupción o de alguna cosa mala, manejé mucho lo del Departamento, como lo han manejado los otros diputados; en ese entonces eran más poquitos pero también lo manejaba uno, cuando sube uno con honestidad y de ese mismo movimiento me arrastré yo la partecita que hoy estoy representando. En la parte de la política, pues hasta ahí tengo para contarles porque ya voy llegando casi hasta el día de hoy.

I: SI, ¿qué beneficios sociales ha aportado usted a la población de aquí de La Virginia y en particular para la comunidad negra?

W: A mi me abriga la aspiración de haber hecho bastante. ¿Por qué? Porque los barrios Alfonso López, El Progreso, San Carlos, la parte baja de La Playa, eran barrios deplorables, no tenían alcantarillados, no gozaban de agua potable, no gozaban de luz, eran tugurios; usted sabe qué es un tugurio? casas techadas con tejas de cartón y con hojitas; tengo para decirlo y no lo puedo negar que esos barrios vinieron a tener servicios públicos por la intervención que yo hice cuando tuve fuerzas de llegar a una Alcaldía, de llegar a una parte y hablar, el barrio Pío XII Nuevo, fue fundado por mi, no con plata mía sino con plata del Estado, con un jefe que me apoyaba por Bogotá y yo que me movía aquí haciendo gestiones y así fue como entregamos 333 casas con vigas y amarre, sin costarle a las personas un sólo peso.

I: ¿En qué año don Wenceslao?

W: Eso fue en el año 82 al 83, cuando fui el postor de la energía para los mismos barrios El Progreso, San Carlos, 7 de Enero, Pío XII, Caimalito, La Playa, Los Libertadores y el barrio Pedro Pablo Vélez. ¿Qué he aportado para las comunidades negras? Para las comunidades negras, pues, lo mismo que he aportado para las comunidades blancas: el desarrollo de los sitios donde ellos han habitado y donde los están habitando; no he aportado más para ellos, porque la comunidad negra a mí nunca me ha apoyado. De pronto votará uno. La comunidad negra es muy amante de ponerse la camiseta del Doctor Benjamín o de Unidad Liberal, pero no para ponerse la mía; sin embargo les he dado oportunidades a muchos de tener puesticos por ahí, como fue esta muchacha Perea, como Arnulfo Arango que es bombero, quizá en la forma de subsistir, en eso les he dado la mano, a resolver problemas ya muy minúsculos por ejemplo que se enfermaron, que tienen un niño enfermo.

Al menos tuve buenos trabajos y esa es otra satisfacción que me queda. Hoy vivo pobremente, pero cuando tuve con qué le serví a la totalidad de la gente de La Virginia, a la gente pobre. Que se le murió un doliente, yo le compro el ataúd, yo le pago el entierro, que tengo hambre, yo le doy de comer, que mi casa se está mojando, yo le doy techo, en fin de todas esas cositas que he hecho me queda una satisfacción. El único testigo es Atilano; cuando yo saqué a Manuel Salvador Mosquera, lo apoyé para el Concejo y salió Concejal, un negro de Santa Cecilia, ya es jubilado y en seguida le conseguí puesto en Rentas Departamentales, y no he podido hacer más porque Santa Cecilia no me apoyó cuando yo fui Diputado, apoyaban a Néstor Arango, así de sencillo.

I: ¿Por qué cree usted que la comunidad negra no tiene esa identidad de apoyo político a sus dirigentes, como el caso suyo en concreto?

W: Haber, egoísmo y entiendo yo falta de conocimiento y quizá falta de una cultura, porque tengo para contarle una historia: En Santa Cecilia, en mi pueblo negro, no surge, no existe, un negro acomodado con un negocio, pero el blanco sí. El blanco llega a Santa Cecilia, coloca un negocio y se va como espuma palo arriba; a mi me tocaba ver cuando yo bajaba a hacer política en Santa Cecilia, un señor Nicolás Maturana, era carnicero; el señor Nicolás Maturana mataba un novillo, muy bonito, y no recuerdo como se llamaba el paisa, otros paisas, no mataban sino vacas, muy feas, y a las 11 del día estaban acabando la carne y Nicolás tenia que salarla y guardarla; eso pasaba en Santa Cecilia y eso mismo pasa acá en estos sectores, que los negros te dirán: yo soy más bonito que José Castillo, yo estoy más muchacho, yo hablo más fino, yo ya pasé por un Colegio, yo ya estoy en una universidad, yo ya soy más que él, pero no hacen el recuento cuanto tuve yo que hacer para profesionalizarme en esto que yo hago hoy en día, esto no lo consiguen en una universidad, ni en un colegio, sino que eso lo consigue uno en la universidad, pero en la universidad de la vida; yo creo que falta alguien que lleve esa cultura, que tuviéramos la cultura que tienen los japoneses, el primer japonés que vino a Colombia, trabajó, se organizó y le dio la mano a todos los que llegaron, pero nosotros no hacemos eso, y usted lo sabe, usted vive en Pereira; hagamos una comparación, tal vez que no la hago sino yo con mi poquito nivel académico que tengo, los negros nos catalogamos de 1ª., de 2ª. y de 3ª., el de primera ya es encopetado, algunos no todos, que de pronto ya tiene puesto que es un profesor, que es un intelectual, ya los otros pobres lo que debemos coger es chontaduro y hacen arepitas por ahí y venden y andan por ahí, esos ya son de tercera.

Cuando haya una cultura y haya un convencimiento para nuestra raza y más aun aquí que estamos en un pueblo que no es el nuestro, tal vez ahí podemos nosotros también tener una unión y que nos guardemos la espalda los unos a los otros, y yo le hago otra acotación: ¿por qué será que los indígenas tienen unos derechos que nosotros no tenemos? Los indígenas tienen un derecho adquirido, ellos tienen su Senador, tienen su Representante a la Cámara y nosotros no. ¿Qué pasará con eso? ¿No será que nosotros vivimos muy espaciados? No nos unimos? Yo reconozco y hay una palabra sabia y a usted no más se la oí el Domingo, de que la unión hace la fuerza; otros dicen que el pueblo unido nunca será vencido, nosotros para salir adelante tenemos que unirnos, de resto no, porque yo creo que a sabiendas los 20 los 15, los 40, los 50 negros en La Virginia como Abigail, como mucha gente que ya tiene un conocimiento claro, y que luchó tanto para llegar al poder, hombre pues vamos a apoyar nuestro paisano y hagamos que se comprometa, en nosotros, no debe de haber liberal ni conservador sino negros, la comunidad negra debería estar respaldándonos, mejor dicho hablar un mismo lenguaje. Porque eso del color político no deja de ser añadidura, no nos sirve para nosotros surgir porque ni al conservador lo apoyan ni al liberal lo apoyan, a nosotros nos utilizan, nosotros las comunidades negras por acá somos utilizados.

No hemos visto todavía, de pronto usted o Juan de Dios o algunos otros más que ya tienen un nivel académico, ya han leído muchos libros, ustedes ya captaron eso, pero los que no tienen esa capacidad, no han entendido que a nosotros nos utilizan; a nosotros nos llaman para allí, para allá.

Como le parece en la elección pasada unos señores morenos, el lunes madrugaron donde mi, que si les sacaba a la mujer del hospital que estaba muy enferma y que no tenían con qué sacarla. Y por qué no vieron el día de las elecciones para que me apoyaran a mí para y poder tener más fuerza? ¿qué quiero decir con eso? Lo que dije cuando empecé: falta de conocimiento y de cultura.

I: ¿A qué se debe que nosotros no aparezcamos en la historia del Departamento del Risaralda y de La Virginia en particular?

W. A mi manera de ver y en mi poco conocimiento, yo le atribuyo eso a la discriminación racial. Yo voy más allá, o yo me quedo más acá, aquí hay por ahí 120 empleados y no hay un negro. El único negro en 120 empleados es Alfonso Arango que es de Bomberos, pues yo lo metí hace tiempo, cuando estaba muy joven y se ha quedado ahí, yo llamo a eso discriminación, pero sí vota, sí apoya.

Aquí hay un negrito que se llama Juan, nosotros le llamamos el Tumaqueño, ese hombre trabajó con Benjamín como una mula, como un negro, y no ha cobrado siquiera como limosnero. Yo lo conozco, se mantiene por ahí vendiendo dulces hasta las 2, 3 de la mañana; lo encontraba por ahí pegando propaganda. Hombre hasta peleando con la gente por el doctor Benjamín y por los dirigentes de allá y no han sido capaz de colocarlo. Ahora menos, ¡no les conviene! Porque si a nosotros nos vinculan, entonces sería el momento de nosotros para podemos zafamos un poquito la nariguera y no ser tan utilizados, entonces no nos dan participación para podemos utilizar. (Esto no quisiera que quedara grabado, le iba a manifestar algo de lo del domingo donde nos discriminamos hasta entre los mismo negros).

1: Eso es verdad.

W: ¿Por qué yo no estuve haciendo parte, por qué a mi no me pusieron a representar, siendo el Concejal, siendo yo la máxima autoridad en la comunidad negra aquí? ¿Por qué en el encuentro del domingo, no me pusieron siquiera a representar, yo podía, eso no me lo impedía a mí. ¿Por qué no me pusieron a representar a mí?

I: Eso es extraño, eso estaba en el listado; luego yo pregunté que si usted habla intervenido y me dijeron que no le hablan dado el espacio, esa es una discusión que yo tengo con los compañeros dentro del movimiento.

W: No quisieron.

I: y eso no puede ser así, eso es un acto que incluso no le hago comentarios aquí porque esa es una discusión que tenemos interna.

W: Nosotros estuvimos reunidos en la Casa de la Cultura.

I: Claro, cuando comenzamos la creación de la organización. Eso es una ofensa muy seria que no podemos permitir, cuando estamos es construyendo un proceso distinto y de reconocimiento de nuestra gente.

W: Gracias a un señor, no se quién es, parece que es de los negros de Cartago, que estaba hablando cuando se cayó la tarima, ese sí por su cuenta me llamó, que camine, yo necesito que esté aquí conmigo, pero no porque a mi me anunciaran en la programación. Yo me quedé ofendido. Y si nosotros mismos nos discriminamos, cómo harán para no discriminamos los blancos; ahora, siquiera ahora ya nosotros, ya su novia debe ser blanca, el señor: anteriormente era que no teníamos, si no que era una burla, pero ya nos estamos discriminando entre nosotros mismos. Usted no sabe que yo he criticado una cosa aquí, yo he criticado algo: que la organización de las negritudes en La Virginia, la organizó una sola familia, de una familia es el presidente, el secretario, el otro y el otro… todo quedó en una sola familia, yo eso lo veo raro y por eso es que la gente casi no colabora.

Yo fui portador de una carta para llevarla a la Alcaldía, fue idea mía, les dije: manden una cartica, ahí les conseguí una ternerita, ahí les pude colaborar; porque ante el Alcalde yo soy el Concejal, yo soy la mano derecha del alcalde. Que siempre hay cosas que uno debía tener en cuenta; si a mi me tienen en cuenta, no se había pasado la vergüenza, todo el mundo de pie, en ese resisterio de sol, ya ve que en un momentico me conseguí dos carpas y me fui hasta Los Libertadores y de allá me traje una carpa y me fui por allá y me traje otra; me conseguí dos carpitas, en un momentico, porque me daba vergüenza de ver a mis paisanos, mi raza, mi sangre, mi familia porque cuando yo veo un evento blanco consiguen 800, 1.000, 2.000 sillas pero todo el mundo está sentado. Yo quedé con… el señor me invitó por la tarde, ya no quise ni subir; y si me hubiera subido ahí me hubiera tocado la caída de la tarima, en el momento que él acabó de llamarme se desplomó la tarima.

I: En otros espacios esas cosas, así sea delante nuestro, hay que decirlas y denunciar esas situaciones. Cuando regresé, porque yo salí para Cartago, pregunté si le habían dado la palabra, me dijeron: no don Wenceslao no habló, bueno entonces ¿ Qué pasó? Esas cosas públicamente usted, directamente, tiene que denunciarlas, porque hay que educar a nuestra gente que ponga una actitud distinta y máximo cuando es una organización propia de la comunidad negra, como va a ocurrir un fenómeno de esos.

I: Eh!, cómo ve usted la participación de la comunidad negra dentro de la administración política del municipio? Es equitativa o no?

W: No. Faltaría yo a la verdad, como a la ética política, si dijera que es equitativa, pero no es por la misma desunión, porque cuando hicimos la reunión en la Casa de la Cultura se acordó damos una oficinita, pero es que eso lo tengo que reclamar yo, que soy el político, que soy el que estoy al lado del Alcalde y que soy el que tengo el contacto con el Alcalde y esas cosas y a así no digamos que yo sea pues el salvador, pero sí deben ser canalizadas por el lado mío que yo ya tengo un derecho adquirido o ganado o no se que como lo pudiera decir, uno carece de la forma de expresarse muy finamente, pero eso de la participación no es equitativa, pues el compañero Abigail fue empleado, hasta ahora muy poquito, mire: ni las hijas han podido colocarse aquí, porque hay desunión y un solo palo no llama monte, pero si se unen dirigentes de la comunidad negra, con el honorable Concejal y … bueno, ¿ qué vamos a hacer? Como ve usted al concejal? tiene algo abonado el campo de la política, encamínenos y vámonos, porque en la política y para uno tener parte en la administración tiene que colaborar con la administración; pero si a uno lo utilizan por casitas: le dan las cositas y no tiene derecho a nada.

Vea yo con este señor, yo me comprometí a trabajar con él para la Gobernación bajo una cantidad de cosas: que yo tengo amigos universitarios, que yo tengo amigos bachilleres, que yo tengo amigos que están cursando sus estudios y que también tengo amigos verracos de pala y pica y que vamos a hacer un trabajo y que de acuerdo a los dividendos que yo aporte a la empresa, si llegamos a ganar y llega a ser Gobernador, así mismo me tiene que dar participación para mis amigos de acuerdo a los votos que yo le ponga en La Virginia; pero si yo voy y le digo señor Gobernador, señor Silvio: vea, yo soy el verraco de guacas, yo le voy a poner tantos votos, pero me da tanto ahora, tanto de aquí a dos meses y me da tanto, ahí acabó. Él me da eso y me cumplió y no tengo derecho a reclamar más, ¿o no?

Entonces de pronto cada cual hace su negociacioncita, después el Alcalde los visita a la casa, le deja 80 centavos, después le da 20 para los 100, entonces ya después que él gana no tiene derecho a darle nada; si nosotros nos paramos y nosotros llenamos este salón de negros aquí en La Virginia, y somos capaces de llenar; vea señor candidato a la Alcaldía: aquí hay 50, 60, 70 de mi raza, ellos quieren hablar con usted, ellos quieren apoyar sus aspiraciones, pero tenga en cuenta que si usted es Alcalde, nosotros también comemos, nuestros hijos también estudian, nosotros también tenemos derecho a la salud, a la recreación, entonces para que nos tenga en cuenta, ¿de acuerdo? Ah pues que si; y si es posible firmemos aquí que nosotros somos una comunidad responsable, también somos profesionales, para que no tengan en cuenta a la comunidad negra.

Todavía muy aparte que yo sea Concejal, que me llame; el señor trató de abismarse cuando yo le dije que no había tenido apoyo de los negros y no lo he tenido, no lo tuve ni en Santa Cecilia que es un pueblo negro. ¿Usted vive en Pereira? ¿Usted conoce a Néstor Arango? ¿el Diputado? ¿Cuál fue el que se quemó? ¿Adolfo Arturo fue el que se quemó, cuál es el diputado ahora? ¿Néstor o Adolfo Arturo?

Adolfo Arturo Carvajal no está.

Ah, ese salió.

Néstor A rango sí esta está de Diputado todavía.

Adolfo Arturo ayudaba a las hermanas de Juan de Dios, ellos eran muy de la cuerda de él.

W: Ese era él que apoyaban a los negros de Santa Cecilia. ¿Si vio? Adolfo Arturo Carvajal tenía un bastión en Cuba, él hizo nombrar a Gladis, por él nombraron a Gladis la hermana de Juan de Dios.

W: Que ahora en este período no salió.

I: Pero se va volver a lanzar.

W: Yo creo que ahí nos salimos del tema, pero ahí está contestada la última pregunta que me hizo. Hay un negrito que tiene un contrato, Lazo, muy amigo suyo, me parece.

I: Si.

W: Es estudiante de la Universidad y sigue el nombre de Alfonso Arango también; de pronto representando alguna junta, en muchas está Abigail, pero él, pero sin embargo, no estamos representados.

I: ¿De qué partes hay comunidad negra?

W: Pues hasta donde yo conozco, hay gente de Santa Cecilia, hay gente de Guaratos, hay gente de Agüita, hay gente de Tadó

I: ¿Y de Cartago?

W: Pues de Cartago deben haber muy pocos, la otra comunidad negra toda la traje yo, porque como yo fui el que montó el Ingenio Risaralda.

I: Háblenos de esa historia del Ingenio Risaralda, don Wenceslao

W: ¿Qué quiere que les diga del Ingenio Risaralda?

I: ¿Cómo fue ese proceso del ingenio Risaralda y cómo la comunidad negra llegó a ser trabajadora de ese Ingenio?

W: Bueno, no hablemos de procesos mientras midieron, mientras pelearon, mientras lo diseñaron, hablemos cuando ya dijeron vamos a hacer el Ingenio Risaralda: empezaron a trabajar, pero la gente de aquí no sabían nada de eso, poco, pocón. Entonces me dice un joven: hay un contrato, hay un canal para hacer y necesitan un tipo, pero hay que ir a Pereira y yo no soy capaz. En ese entonces yo trabajaba con la guadua, ¡ve! se olvidó mencionar eso de que yo trabajé mucho tiempo con la guadua; entonces me fui para Pereira, llegué allí y habla un señor Vásquez, que ya murió, y le dije: doctor Vásquez: yo vengo a pedir un trabajo, y me dijo: ¿usted qué sabe hacer? Y le dije: yo soy adecuador de tierra, yo trabajé con un Ingeniero en el Valle que se llamaba el señor Leonidas Galeano y aprendí eso, yo aprendí muchas cosas. Me dijo: ¿usted sabe cubicar? Yo se cubicar y se tirar trazos. Me dijo: ¿y quién te conoce a vos? Le dije, me conoce el doctor Oscar Vélez y le menté un poco de políticos, y me dijo: es que este no es un directorio Político, esto es una empresa. Le dije: no pero es que son los únicos que me conocen a mi doctor, que pueden responder, que pueden hablar a bien mío y que se les escuche, porque si yo te digo la gente de mi misma clase, usted aquí no les va a creer, pero como estos señores si son, sí aportan plata para el Ingenio Risaralda entonces yo por eso lo invito a que los llame a ellos y les pregunte si yo soy una persona capacitada para eso. Bueno, él se puso a reír, sacó una cartica y me mandó; me vine para el Ingenio, me dieron el contrato, era para…una maquina había hecho el canal pero quedaban… había que pulirlo hice ese contratico, me llamaron a limpiar un canal, bueno… ya yo me quedé, firmé contrato individual y me dieron la facultad de ser casi gerente, yo era cabo, yo era patrón de corte, yo buscaba los trabajadores, yo les ponía precio, yo les aumentaba, cómo contrato, para ellos no pagar nada de ya ellos habían comprado el sitio donde está el Ingenio, eso se llama Constanza, como yo era tan amigo de todos los ricos, entonces me cogieron a mi de esclavo. Para entrarle a los ricos yo ya andaba con ellos, yo llegaba donde los ricos, donde los Arango, donde el viejo Guascas, etc.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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