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Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal (página 5)

Enviado por Alfredo Ospina A.


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La potencialidad de los bancos de proteína yace en la producción de forrajes frescos en finca. También, en fincas con claro énfasis pecuario pueden desarrollarse programas forrajeros con multiespecies y aprove- char diversos escenarios agroforestales con tal fin, como bancos de proteína, cercas vivas, árboles forrajeros dispersos en pasturas, barre- ras rompevientos y cultivos en fajas. Respecto de especies forrajeras del ámbito mundial, para trabajar en bancosdeproteínasremitirseigualmenteaHarvad-Duclos(1978),quien presenta un amplio espectro de ellas. En la misma dirección se encuentra el trabajo de Roshetko (2001), quienrecomiendaentierrastropicalesáridasysemiáridasemplearban- edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 124 cos de proteína con Albizia lebbeck, Cajanus cajan y Sesbania sesban; en tierras tropicales de clima húmedo con Acacia angustissima, A. lebbeck, Cajanus cajan, Calliandra calothyrsus, C. tetragona, Erythrina berteroana, E. poeppigiana, Flemingia macrophylla, Leucaena leuco- cephala, L. diversifolia, Sesbania grandiflora y S. sesban. Sánchez (1999) propone un modelo hipotético de cuatro estratos verticales y especiesdedistintosgénerosvegetalesparaproveervariada diversidaddeforrajesaanimaleseintensificarlaproduccióndemanera sostenible.Enelestratoarbóreoalto(proporcionasombraparcial,estabi- lizaelmicroclima,extraenutrientesdelsubsueloyproveeforraje):Albizia, Enterolobium,Erythrina,Prosopis,Roystonea,Elaeis,Bactris,Mauritia, etc. En el estrato medio arbóreo (árboles, arbustos y plantas para ramo- neo,principalmenteforrajeras):Leucaena,Gliricidia,Sesbania,Erythrina, Morus,Hibiscus,Malvaviscus y Trichanthera.Enelestratomediotrepa- dor(leguminosastrepadorasyotrasforrajeras):Neonotonia,Centrosema, Clitoria, Teramnus e Ipomea. En el estrato herbáceo (pastos, legumino- sas y otras forrajeras herbáceas): Panicum, Paspalum, Brachiaria, Setaria, Arachis, Stylosanthes, etc. En Bali, isla de Java, Indonesia, fue descrito un sistema multiestrato de producción de forraje, con 0.25 ha, el cual fue descrito por Nitis y otros (1990), citados por Rosales (1999). En el primer estrato se en- cuentran pastos y leguminosas rastreras; en el segundo están los ar- bustosyleguminosas;enelmásaltosepresentanlosárbolesforrajeros. Este sistema tiene menor infestación de parásitos en animales, erosión de suelo y alta producción de materia orgánica, nitrógeno en el suelo, producción de leña y beneficio económico. En África y Asia se conocen cerca de 80 especies de gran valor fo- rrajero, empleadas como alimento suplementario de ganado, funda- mentalmente en estaciones de mayor sequía. Géneros de leñosas le- guminosas forrajeras identificadas en África y Asia: Chamaecytisus, Desmanthus, Desmodium, Gliricidia, Leucaena, Prosopis, Sesbania y Acacia (Brewbaker, 1987). Para el caso de Latinoamérica se reportan buenos resultados en ban- cos de proteína con los géneros Morus, Gliricidia, Tithonia, Cratylia, Trichathera,Moringa,Erythrina,Cnidoscolus,Sambucus,Calliandra,Manihot, Sesbania,Cajanus,HibicusyMalvaviscus(Rosalesyotros,1999). Dubois (sf) cita el estudio de Benavides (1983) para reportar la ca- racterización bromatológica y agronómica de 120 especies leñosas de edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 125 uso tradicional identificadas en tres países centroamericanos, que pu- dieran emplearse en bancos de proteína. Martínez (1989) plantea para Centro América, bancos de proteína conformados por Leucaena leucocephala, Gliricidia sepium, Cassia calothyrsus, Erythrina poeppigiana, Gliricidia ulmifolia, Acacia farnesiana, Prosopis spp., Enterolobium cyclocarpum y Cordia dentata. Segura y Forero (1994) reportan en su estudio 13 géneros arbóreos y arbustivos de uso forrajero en Colombia, que podrían aprovecharse en bancos de proteína o cultivos en fajas. Los autores identifican los génerosAcacia,Trichantera,Erythrina,Cassia,Prosopis,Guazuma,Cajanus, Pseudosamanea, Leucaena, Gliricidia, Enterolobium, Bauhinia y Boherenia. De ellas realizan descripción morfológica y estudios de pro- pagación y valor forrajero. En Guaviare, Colombia, de manera experimental establecen bancos de proteína en praderas con leguminosas arbustivas deCassia grandis, Cassia spectabilis, Erythrina poeppigiana, Gliricidia sepium, Leucaena leucocephala y Pseudosamanea saman, sin lograr buenos resultados, perocontinúanlaevaluacióndeestosensayos(CorporaciónAraracuara, 1990). Cardona y Suárez (1997) reportan aumento del 21% en producción delecheconvacasqueramoneanbancosdeproteínadeLeucaena leuco- cephala, al compararse con aquellas que sólo reciben concentrados o pasturas solitarias, en zona cafetera colombiana. En los Andes de Nariño, Colombia, densas asociaciones de legumi- nosas conforman bancos de proteína de varios estratos que semejan la estructura del bosque andino. Los bancos de proteína se encuentran constituidos por tres estratos y son fuente de forraje para varios ani- males (cuyes, conejos, vacas, gallinas y pollos). En el estrato alto pre- dominan chachafruto Erythrina edulis y leucaena Leucaena leucocephala; en el estrato medio nacedero Trichantera gigantea, mo- rera Morus indica, papayuelo, botón de oro Tithonia diversifolia y libe- ral Malvaviscus arboreus; en el estrato bajo leucaena. Este sistema de producciónlodenominanbosquedeproteínas(GálvezyRamírez,1998). En estudios experimentales, Molina y otros (1993) presentan como muyfavorablelaproduccióndeforrajedematarratónGliricidia sepium,

53. Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria. Cali, Colombia. Teléfo- no: 57-2-8930898. Página web: www.cipav.org.co edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 126 propagado sexualmente, con densidades de siembra de 40000 plantas por hectárea y 16165 Kg. de forraje al primer corte verde por hectárea, a los seis meses de establecido. Plaza (1997) realiza una compilación bibliográfica de 11 especies forrajeras, muchas de ellas en bancos de proteína y de interés en el Valle del Cauca, Colombia. Presenta su descripción morfológica, dis- tribución geográfica, funciones y trabajos realizados. Las especies estudiadas son Prosopis juliflora, Guazuma ulmifolia, Erythrina poeppigiana, E. fusca, E. edulis, Leucaena leucocephala, Enterolobium cyclocarpum, Trichanthera gigantea, Gliricidia sepium y Mimosa indica. Cipav53desde 1986 investiga sistemas de producción, dirigidos prin- cipalmente a la producción de forrajes. De Cipav, Ospina (2003) reco- mienda y destaca la producción en bancos de proteína de nacedero Trichanthera gigantea en fincas de agricultores del Dovio, Dagua y Restrepo, Colombia, donde crían cerdos, aves, conejos y cuyes. El na- cedero es acarreado y mezclado con hierbas de corte, raíces y tubércu- los en distintas combinaciones para alimentar animales confinados. En Dagua, Colombia, con ecosistema bosque húmedo premontano, en un sistema integrado de producción forrajera, Cipav ha evaluado tres arreglos diferentes de árboles, arbustos y pastos de forraje: 1) Trichanthera gigantea, Leucaena leucocephala, Gliricidia sepium y Morus sp.; 2) Erythrina edulis, E. fusca, pasto King grass más la mez- cla del primer tipo; 3) E. fusca, T. gigantea, Alocasia macorrhiza, Tithonia diversifolia, E. edulis, Urera caracasana, Boehmeria nivea e Inga sp. (Rosales, 1999). Estrada (2002) identifica y caracteriza nutricionalmente, la vegeta- ción arbórea y arbustiva entre 2500 y 3050 msnm en el corregimiento de Tenerife (clima frío húmedo, 1100 mm/año), municipio de El Cerri- to, Valle del Cauca, Colombia. Encuentra 157 especies leñosas, de 104 géneros y 55 familias. De ellas 25 especies cuentan con potencial forrajero de los siguientes géneros: Alchemilla, Aphelandra, Baccharis, Cnidoscolus, Chusquea, Mimosa, Mimosopsis, Myrica, Piper, Psidium, Psitacanthus, Rapanea, Rubus, Rumex, Sambucus, Saurauia, Senna, Sticherus, Verbesina y Weinmannia. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 127 Cultivos en fajas

Es una novedosa opción en lugares donde la conservación de niveles productivos óptimos de cultivos transitorios puede alcanzarse mediante esta tecnología agroforestal, fundamentalmen- te en terrenos pendientes. Determinar las asociaciones vegetales fa- vorables de cultivos transitorios y especies leñosas es, tal vez, la acción más importante, una vez identificados los cultivos en fajas como opción válida. El número de especies leñosas reportadas en esta tecnología agrofo- restalesrealmenterestringido,fundamentalmenteLeucaenaleucocephala, mientras existe enorme potencial con otras especies oriundas de cada región. Debido a la importancia de las especies forrajeras en este tipo de asociaciones, se recomienda consultar a Harvard-Duclos (1978), quien presenta múltiples ejemplos en el mundo y desarrolla una clasificación ecológica de ellas, lo cual es de mucha utilidad al momento de realizar descartes experimenta- les de asociación. Gujral(1991)expresaqueen el suroriente asiático emplean cultivosenfajasconespeciesde losgénerosSesbania,Leucaena, Gliricidia, Erythrina y Calliandra. En Sri Lanka, al igual que TomadodeNair(1993). en Zaire, África, en zonas pro- ductoras de alimentos y con el propósito de conservar suelos, utilizan cultivos en fajas. En Asia y África los géneros más empleados son Calliandra, Flemingia, Gliricidia y Leucaena (Brewbaker, 1987). En África, Rachie (1983) reporta que arbustos en fajas de los géne- ros Leucaena, Cajanus, Tephrosia y Gliricidia acompañan cultivos de maíz, arroz, plantas tuberosas y raíces en una interesante dinámica agroforestal. Insiste en que se presenta un exceso de trabajos con leucaena en diversos países tropicales, sin embargo muchas otras legu- edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 128 minosas pueden tener características superiores. También estudia fac- tores específicos para asociar leguminosas con cultivos en fajas y apor- ta una lista considerable de otras leguminosas de potencial aprovecha- miento en esta tecnología agroforestal. Expresa que no todas las espe- cies leguminosas pueden ser asociadas con cualquier cultivo, pues muchas de ellas exigen ciertas condiciones climáticas y edafológicas. En la costa de Kenia, África, se presentan fajas separadas de árboles de los géneros Acacia, Gliricidia, Casuarina, Adenanthera y otras espe- cies asociadas con cultivos de maíz. La fertilidad del suelo mejora lue- go de tres años de cultivo e incrementa la productividad en un 60% (Rocheleau, Weber y Field-Juma, 1988). El mismo trabajo indica que en Nigeria, África las asociaciones en fajas de leucaena Leucaena leucocephala y maíz, con 10 toneladas de material cortado y depositado en el área de cultivo, incrementa de 1.3 a 3.2 toneladas de maíz por hectárea. Esta tecnología agroforestal es tradicional entre pequeños agricul- tores nigerianos, quienes asocian matarratón Gliricidia sepium como abono verde con otros callejones de ñame Dioscorea spp. De manera experimental se registra, similar al estudio del trabajo antes citado, rendimiento de maíz de 5.0 t/ha, en callejones de 3.75 m (Dubois, sf). Experimentalmente, en Costa Rica, a 602 msnm y con 2640 mm de precipitación al año, logran buenos resultados con camellones de 18 m de ancho sembrados con Erythrina poeppigiana (555 árboles por hectá- rea)yGliricidiasepium(3333árbolesporhectárea)enasocioconmaízy yuca, posteriormente siembran fríjol y maíz-fríjol. La biomasa de los árboles es incorporada al suelo (Kass y otros, 1989). En Yapacani, Amazonía de Bolivia, asocian cultivos de maíz, fríjo- les, caupí, soya y pastos con fajas de las leñosas Albizzia falcataria, Flemingia congesta, Inga sp., Leucaena leucacephala y Gliricidia sepium. Mientras que en Yurimaguas, Amazonía de Perú, cultivos de maíz, fríjoles y soya son asociados con fajas de Cassia reticulata, Gliricidia sepium, Erythrina sp. e Inga edulis (Brack, 1993a). En una región con bosque seco de Ecuador, Von Horstman (2001) reporta, como medida de conservación de suelos, la asociación de cul- tivos de pimienta, tomate y otros más entre fajas de Gliricidia sepium. Ensayos realizados Ramírez, Bermeo y Coronel (2001) en la Ama- zonía ecuatoriana reportan, después de 10 años, buenos resultados edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 129 con cultivos en callejones, al aumentar de manera significativa la pro- ducción de arroz, maíz, yuca y fríjol caupí. Las leguminosas arbustivas empleadas corresponden a los géneros Gliricidia, Leucaena y Flemingo. En el Pacífico de Ecuador, provincia de Esmeraldas, Solíz (2001) registra la utilización de cultivos en fajas de Gliricidia sepium-maíz e Inga edulis-maíz; los compara con el monocultivo de maíz y registra excelentes resultados en producción y mejora de condiciones físicas y químicas del suelo. Reginald (1987) reporta en Antioquia, Colombia, siembras de culti- vos en fajas de caña, matarratón, písamo y cachimbo al interior de una granja integral, donde obtienen forraje fresco para la alimentación de cerdos.

Huerto de plantación frutal

El huerto de plantación frutal en países del continente americano tropical, como Colombia, es una preciosa opción para la producción de frutas sanas que garantizaría autoabastecimiento, agroindustria y ex- portación. La fruticultura neotropical es una frustración para el continente, pues, en contraste con la gran diversidad natural de frutas silvestres y cultivadas, es muy significativo el déficit en su consumo por parte de la población, mien- tras que es alta la comercialización de fru- tas importadas. El abastecimiento de frutas enColombia,actualmente,dependedelapro- ducción en huertos familiares, sombrío de café y cacao (cada vez más escaso), mono- cultivo industrial de algunas frutas nacio- naleseintroducidas(dependientesdelpaque- te tecnológico de insumos agroquímicos) y el mercado internacional. El alto consumo de bebidas gaseosas y supuestos jugos de frutas envasados extra- vió la memoria de las frutas vivas y auténti- cas a viejas generaciones y negó el disfrute de muchos manjares a los más jóvenes. Los edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 130 huertos de plantación frutal son una opción de gran valía para las distintas regiones de Colombia, país con variados pisos térmicos y ecosistemas, para que todas las generaciones puedan disfrutar masi- vamente del níspero Achras zapota, zapote Matisia cordata, ciruela Spondias spp., mamey Mammea americana, anones Annona spp., arazá Eugenia stipitata, guamas Inga spp., cupuassú Theobroma grandiflorum, inchi Caryodendron orinocense, madroño Rheedia madruno, marañón Anacardium occidentale y pecueca Hymenaea courbaril, entre muchas otras. Existe la necesidad de romper el ciclo absurdo en el cual los frutos nativos no se comen porque no se conocen y no se conocen porque no se comen, pues en tal proceso se agudiza el olvido y extinción de la biodiversidad producto del autodesprecio inducido. La valoración y ali- mentación con frutos nativos en mucho beneficiaría el nivel de vida e identidad regional y continental. Es abundante la literatura disponible de fruticultura tropical y me- diterránea con paquetes productivos convencionales, tipo monoculti- vo, de mediana y gran escala, con dependencia de insumos de alto riesgo. Es necesario establecer un alerta en este sentido, debido a la actual potencialidad comercial de frutas tropicales y sus consecuen- cias en agricultores, naturaleza y pobladores urbanos por contami- nación con agroquímicos. En regiones y subregiones tropicales favo- recidas con buena calidad de suelos, clima, agua y biodiversidad (cul- tivada, protegiada y silvestre) se deben diseñar, establecer y evaluar el huerto de plantación frutal multidiverso y multiestratificado, de tal manera que el sistema y producción tienda a la estabilidad y brinde alimentos sanos. Se sugiere la lectura de Patiño (1963, 1977, 1989, 1990 y 2002), FAO (1987), Geilfus (1989b), Romero (1991) y Hernández y León (1992), además de muchos otros trabajos locales, subregionales, re- gionales y nacionales que consideran el enorme potencial frutícola de Latinoamérica. Nair (1993) reporta que esta tecnología agroforestal se encuentra principalmente en suelos fértiles tropicales subhúmedos de Asia (Ban- gladesh) Indonesia). El mismo autor menciona que los huertos de plan– tación frutal se encuentran muy difundidos en el mundo tropical, fun- damentalmente con mango Manguifera indica ypapaya Carica papaya; pero que también abundan cultivos regionales como es el caso del edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 131 rambutánNephelium lappaceum en el suroriente asiático y chontaduro Bactris gasipaes en Centro y Suramérica. Patiño (1963) en su obra, a partir de documentos de cronistas y viajeros europeos en América tropical durante los siglos XVI al XX, ausculta la dispersión y migración geográfica de frutales nativos do- mesticados en numerosos pueblos prehispánicos en la América equinoccial.54 El autor presenta registros de la abundancia y diversi- dad frutícola, épocas y ritmos de cosecha, usos, mitos y fiestas de cose- cha. Se ocupa de estudiar 113 especies de 73 géneros botánicos, de los cuales 58 son géneros leñosos: Attalea, Parajubaea, Jubaea, Cocos, Aiphanes, Guilielma, Juglands, Carya, Annona, Rollinia, Pourouma, Brosimum, Persea, Rubus, Prunus, Couepia, Chrysobalanus, Erythrina, Inga, Hymenaea,Cassia,Casimiroa,Endopleura,Bunchosia,Malpighia, Byrsonima, Anacardium, Spondias, Schinus, Melicocca, Talisia, Pachira, Matisia, Patinoa, Theobroma, Guazuma, Mammea, Rheedia, Platonia, Gustavia, Bertholetia, Lecythis, Psidium, Campomanesia, Myrciaria, Eugenia, Feijoa, Bellucia, Achras, Chrysophyllum, Pouteria, Calocarpum, Lucuma, Diospyros, Couma, Cyphomandra, Borojoa y Genipa. FAO (1987) presenta el trabajo monográfico de frutas comestibles del continente americano, la mayoría son árboles silvestres, especial- mente de sus regiones selváticas. De estas frutas se abastecen comuni- dades rurales y algunas son comercializadas local y regionalmente. Registran 72 especies leñosas de 51 géneros botánicos. Los géneros: Acrocomia, Alibertia, Ambelania, Anacardium, Annona, Antrocaryon, Astrocaryum,Bactris, Bertholletia, Borojoa,Byrsonima, Campomanesia, Caryocar,Caryodendron,Cassia,Couepia,Couma,Endopleura,Elaeis,Erisma, Eugenia,Euterpe,Genipa,Hancornia,Hevea,Hymenaea,Inga,Jessenia, Lecythis, Malpighia, Manilkara, Mauritia, Mauritiella, Maximiliana, Mouriri, Myrciaria, Oenocarpus, Orbignya, Pachira, Platonia, Poraqueiba, Pourouma, Pouteria, Psidium, Quararibea sin. Matisia, Rheedia, Rollinia, Scheelea, Spondias, Talisia y Theobroma. Geilfus (1989b) estudia cerca de 50 familias botánicas frutales y alimenticias, de las cuales son leñosas nativas muy conocidas del con- tinente americano, principalmente de su diversa región tropical, casi

54. Corresponde a la “faja comprendida entre el ecuador geográfico y el ecuador térmico” (Patiño, 1963). El área de estudio de Patiño ocupa los siguientes bloques geográficos: ístmico, chocoense-barbacoano, costeño equinoccial, caribe magdalenés y amazónico. edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 132 100 especies, algunas con variedades, de más de 60 géneros botáni- cos. Estas frutas nativas presentan algún nivel de cultivo, en su región de origen y otros lugares. Sus frutos se sirven frescos, cocidos, tosta- dos, en jugos, sorbetes, dulces, mermeladas, jaleas, helados y conser- vas.Entrelasnativasseencuentranlosgéneros:Spondias,Anacardium, Annona,Rollinia,Couma,Parmentiera,Matisia,Pereskia,Diospyros,Mutingia, Sterculia, Theobroma, Caryodemdron, Mammea, Reedia, Poraqueiba, Hymenaea, Lansium, Eugenia, Feijoa, Myrciaria, Mauritia, Astrocaryum, Prunus, Malus, Cydonia, Couepia, Borojoa, Melicocca, Achras, Pouteria y Cyphomandra. Patiño (1990) presenta un listado con 42 familias botánicas y 190 especies de frutas y semillas de origen americano (cultivadas, protocultivadas55 y silvestres). Entre las 44 especies cultivadas se en- cuentranPouroumacecropiaefolia,Annona spp.,Coupeiaspp.,Bunchosia armeniaca,Spondiaspurpurea,Matisiacordata, Patinoaalmirajo,Mam- mea americana, Carica spp., Gustavia speciosa, Pouteria caimito, Chrysophyllum cainito, Psidium littorale, Genipa americana y Borojoa patinoi.Con muchas de ellas podrían promocionarse, diseñarse e insta- larsevariadosmodelosdehuertosdeplantaciónfrutalenlafranjatropi- cal de América. Posteriormente, Patiño (2002) continúa tal esfuerzo al ampliar el listado de especies frutales y semillas comestibles del neotrópico (consumidas crudas y con previa preparación) pertenecientes a 51 familias botánicas y 137 géneros (con 46 familias leñosas y 122 géneros leñosos). Morales(1998)presentausosypropiedadesterapéuticasde105fru- tas, la mayoría de ellas cultivadas, de las cuales 50 son originarias del continente americano, fundamentalmente de su variada región tropi- cal. Se destacan las leñosas nativas de los géneros Chysophullum, Myrciaria,Persea, Vaccinium, Cyphomandra,Pouteria, Pachira, Prunus, Spondias,Erythrina,Chrysobalanus,Mammea,Melicocca,Anacardium,Achras, Juglans y Matisia. En los valles de Aragua, Carabobo y Yaracuy en Venezuela, planta- ciones comerciales de aguacate, mango y cítricos se asocian con culti- vos de melón, tomate, pimentón y cebolla (Escalante e Infante, 1995).

55. Patiño, V. M. emplea este término para denominar aquellas especies silvestre que son protegidas y aprove- chadas por los nativos. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 133 EnSelvaAlta,AmazoníadePerú,loscolonostradicionalmentesiem- bran árboles frutales en medio de pasturas. Los frutos son destinados a la alimentación de animales (ganado vacuno y porcinos), consumo fa- miliar y comercialización. Son reportados 18 géneros botánicos de le- ñosasfrutales:Mangifera,Artocarpus, Psidium,Inga,Bactris,Spondias, Annona, Carica, Poraqueiba, Pourouma, Orbinya, Mauritia, Euterpe, Acrocomia, Genipa, Pouteria, Guazuma y Perea (Brack, 1993a). Ávila (1999), productor agroecológico de Perú, en medio de su huer- to de manzanas posee cultivos alimenticios y de cobertura, como son el frejol de castilla, pallar BB, arveja y maíz. De esta manera optimiza el espaciodesufinca,mejoralaproducción,protegeelsuelo,fomentacon- trol natural en árboles y cultivos (manzana y otros) y fortalece la dieta familiar. En Cohoni (Bolivia) y Riobamba (Ecuador), plantaciones de manza- nos y duraznos son asociados por los nativos con maíz, papa, hortali- zas y otras plantas (Padilla, 1991). En Saraguro, región de la Sierra ecuatoriana, utilizan el manzano, pera, reina Claudia y tomate de árbol en huertos de plantación frutal. Los árboles se plantan en terrazas o taludes de zanjas en combinación con pastos de corte y, en medio de las zanjas, cultivan maíz, fréjol, haba y zambo. Los frutos de estos árboles se destinan al comercio local (Carlson y Añazco, 1990). En tierras de Ecuador, Mollison y Pittman (1992) recomiendan la instalación de huertos frutales en asociación con otras arbóreas que fijen nitrógeno (Leucaenasp.y Acacia spp.), en medio de ellos el cultivo de hierbas como cobertura viva del suelo y para alimento animal. En el mismo huerto, aconsejan, la cría de cerdos, gansos, patos, gallinas y abejas. Romero (1991) presenta usos y características botánicas de casi 200 especiesdefrutassilvestresdeColombia,lamayoríaleñosas.Sonfrutos que las poblaciones rurales de las cinco grandes regiones colombianas (enecosistemasqueincluyendesdepáramoshastamanglares)conoceny aprecianporsuusoalimentarioyotrosfavores.Algunastienenocuentan con potencial de mercadeo a nivel local, regional, nacional e interna- cional. Son frutas que se consumen crudas, cocidas, en jugos, helados, pasteles, conservas y enlatados. De las presentadas, cuentan con po- tencial productivo y económico 45 géneros, con 62 especies, algunas edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 134 con variedades; entre ellos: Anacardium, Annona, Bactris, Bellucia, Bertholetia, Borojoa, Byrsonima, Caryodendron, Chlorophora, Chrysobalanus, Coccoloba, Couma, Crataeva, Cyphomandra, Dictyocarpum,Dipteryx,Erythrina,Ficus,Gaysussacia,Herrania,Grias, Hymenaea, Inga, Lacmellea, Lecythis, Licania, Macleania, Plutarchia, Poulsenia, Pourouma, Pouteria, Quaribaea, Rheedia, Rollinia, Spondias, Sterculia, Theobroma, Thibudia, Vaccinium y Vitex. Tokura y otros (1996), describen especies leñosas, la mayoría nati- vas,eneldepartamentodelValledelCauca,alsuroccidentecolombiano, entrelos0y4000msnm.Entreellassedestacanalgunasespeciesfruta- les que podrían incluirse en huertos de plantación frutal; los géneros: Artocarpus,Bactris,Borojoa,Chrysophyllum,Gustavia,Himenaea,Inga, Manilkara, Melicocca, Persea, Prunus, Psidium, Rheedia, Spondias y Theobroma. En el valle geográfico del río Cauca, Colombia, es posible aun en- contrar frutales representativos de la flora regional, unos nativos y otros introducidos, que bien podrían recuperarse mediante esta tecno- logía agroforestal. Mahecha y Echeverri (1983) encuentran en esta re- gión 29 géneros frutales de consumo humano, algunos de ellos con importanteopcióncomercial.Son:Anacardiumexcelsum,Mangiferaindi- ca,Spondiaspurpúrea,Annonaspp.,Hymenaeacourbaril,Caricapapaya, Mammeaamericana,Rheediamadrunno,Terminaliacapta,Chrysobalanusicaco, Phyllanthus acidus, Persea americana, Gustavia speciosa, Malpighia punicifolia, Inga spp., Artocarpus spp., Ficus carica, Eugenia jambos, Psidium spp., Averrhoa carambola, Punica granatum, Genipa america- na, Citrus spp., Blighia sapida, Melicocca bijuga, Chrysophyllum cainito, Manilkara zapota y Pouteria sapota. En el municipio de Buga (entre 1050 y 1250 msnm, 20 a 23 ºC, 1500 mm de precipitación al año y 80% de humedad relativa), centro del valle geográfico del río Cauca, Colombia, Hurtado y Ochoa (1992) realizan un trabajo exploratorio en el cual comparan el efecto del intercalamiento de cultivos hortícolas en el daño por antracnosis ColletotrichumgloeosporioidesenárbolesdeguanábanaAnnonamurica- ta en huertos. Los árboles de guanábana tipo agridulce, en edad pro- ductiva, a 7×7 m de distancia, se intercalan con zapallo Cucurbita maxima (4×2 m), sandía Citrullus lanatus (3×1 m) y pepino Cucumis sativus (0.95×0.35 m). A pesar de realizar un manejo agrícola con- vencional (fertilizantes solubles y biocidas de síntesis química), en- edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 135 cuentran menor incidencia y severidad de la antracnosis y virosis (mosaico) en los árboles y menor daño por insectos y hongos en cul- tivos hortícolas, en comparación con monocultivos de los mismos en áreaspróximas.Loanterior,expresan,sucedeposiblementeporelefecto de barrera física que realizan árboles y cultivos transitorios.

Lote multipropósito

Es una valiosa alternativa de pequeña y mediana escala para pro- ducción de leña y madera destinada al uso doméstico y mercado local, de manera especial en pequeñas y media- nas fincas ubicadas en diferentes ecosiste- mas con tendencia a la sequía de Colombia y el suroccidente colombiano. Cada año, miles de hectáreas de ecosis- temastropicales,principalmenteselvas,son deforestadas y luego dan paso a ganadería extensiva o amplias monoplantaciones fo- restales (miles y millones de árboles de la mismaespecieenuniformidadgenética,re- gularidad en el diseño de siembra, de rápi- do crecimiento, intensidad en la prepara- ción del suelo, uso de fertilizantes y agro- químicos y mecanización para alcanzar al- tos rendimientos) que suplen necesidades de sobreconsumo de sociedades industria– lizadas; generan gran impacto negativo en el ambiente y las comunidades locales de países asiáticos, africanos y latinoamericanos, quienes ven transfor- mado su paisaje y mundo, sus sistemas de producción tradicionales y subordinadas sus necesidades a la demanda internacional de pulpa de papel, madera y aceite de palma (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales56, 1999).

56. www.wrm.org.uy En idioma inglés su sigla y nombre son, respectivamente, WRM y World Rainforest Movement. edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 136 Es necesario profundizar el análisis de la producción de leña, car- bón vegetal y maderas de distinto uso desde opciones diferentes a la monoplantación. Se sugiere, con este propósito, incluir este tipo de especies forestales en cercas vivas, árboles en linderos, barreras rompevientos, árboles en cultivos transitorios, árboles en cultivos per- manentes, huertos de plantación frutal, sistema taungya, sistema de chagras, barbechos, huertos familiares y lotes multipropósito. Otra modalidad de especies que puede incluirse en lotes multipropó- sito son las leñosas de uso artesanal o industrial de carácter tintóreo (colorantes o pigmentos de origen orgánico vegetal) y tánico (para la elaboración de curtientes). A partir de estudios preliminares con lotes multipropósito de este tipo, bien se podría establecer una política na- cional de producción de sustancias tánicas y tintóreas naturales, sin desmedro de las selvas. Históricamente se han empleado diversas especies vegetales como plantas tintóreas. En Colombia se registran cerca de 50 géneros de le- ñosas tintóreas: Bactris, Salix, Juglans, Cecropia, Ficus, Pouroma, Ximenia, Besberis, Magnolia, Annona, Moringa, Mimosa, Caesalpinia, Prosopis, Pterocarpus, Fagara, Anacardium, Bixa, Punica, Citharexylum, Genipa, entre otros (Torres, 1983a). En Colombia ade- más se registran más de 50 géneros de especies leñosas tánicas: Podocarpus, Casuarina, Salix, Juglans, Alnus, Quercus, Artocarpus, Cecropia, Ximenia, Coccoloba, Drimys, Persea, Acacia, Albizzia, Inga, Prosopis, Cassia, Punica, Terminalia, Genipa, etc. (Torres, 1983b). El lote multipropósito es de gran valor en localidades con escasa floresta natural y comunidades con déficit de recursos maderables y energéticos, también con el fin de proteger ecosistemas estratégicos de la sobreexplotación, mediante producción autónoma de recursos. Con este propósito puede utilizarse en fincas áreas de ladera distantes de la vivienda, para proteger suelos con la extracción selectiva. Cerca de 1200 especies para leña se encuentran identificadas, de las cuales 700 presentan gran potencial energético y 87 son descritas en detalle (Nair, 1989a). Se identifica el potencial de especies leñosas en la producción de leña; carbón vegetal, petróleo y gas; producción de gas a partir de madera y follaje; producción de etanol por fermentación de frutos y otras partes de los árboles ricos en carbohidratos; produc- ción de metanol por destilación de madera o follaje; además de otros combustibles potenciales con tecnologías experimentales. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 137 Nair (1993) presenta un listado y descripción (origen, distribución, ecología, características botánicas, usos principales y comentarios) de más de 50 especies arbóreas y arbustivas multipropósito. Entre ellas, delosgéneros Acacia, Albizia,Alnus, Azadirachta, Balanites, Borassus, Butyrospermum,Cajanus,Calliandra,Cassia, Casuarina, Cedrela, Ceiba, Cordia, Dalbergia, Delonix, Erythrina, Faidherbia, Flemingia,Gliricidia, Gmelina, Grevillea, Grewia, Inga, Leucaena, Melia, Mimosa y Moringa. Especies de los géneros Acacia, Alnus, Azadirachta, Caesalpinia, Casuarina,Eucalyptus,Gliricidia,Gmelina,Grevillea,Guazuma,Leucaena, Melia, Mimosa y Tectona son estudiadas siviculturalmente (de las Sa- las, 1994) y, a su vez, presentan gran viabilidad en el lote multipro- pósito. Hall y Coombs (1981) realizan una revisión de especies leñosas para la producción de biomasa y madera empleadas como leña. Varios pro- ductosquímicosdeusoindustrialydoméstico(metanol,etanol,butanol, acetona y butanediol) se pueden extraer en pequeña y mediana escala, a partir de materias primas maderables provenientes de lotes multipro- pósito. El desabastecimiento de madera para leña, en extensas regiones del mundo,condujoalusoderesiduosanimalescomocombustible(boñigas secas principalmente) y de cosecha de cultivos agrícolas transitorios. De esta manera, deja cada vez más desprotegidos y expuestos los sue- los a la erosión. En los trópicos húmedos, los suelos se recuperan a rangos muy bajos (promedio de 1.0 t/ha/año, con rangos entre 0.1 y 5.0 t/ha/año) y sin la protección adecuada se hacen cada vez más frá- giles e improductivos (Kidd y Pimentel, 1992). En 1975, de los 2431 millones de m³ de madera extraída de los bosques del mundo, el 49% era destinado para leña y 86% fue cosecha- da y consumida en selvas tropicales de África, Asia, Centroamérica y Suramérica (King y Chandler, 1978). La situación no deja de agravar- se. Más de 100 millones de campesinos de los países tropicales sufren escasez aguda de leña (de las Salas, 1994). Distintas asociaciones pueden ser útiles para generar productos maderables no convencionales (postes, leña y artesanías); para el caso de Asia y África emplean los géneros Acacia, Albizia, Alnus, Baphia, Casuarina, Dalbergia, Inga, Leucaena, Mimosa, Ougeinia, Parkia, Periserianthes, Pterocarpus y Samanea (Brewbaker, 1987). edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 138 En Kenia, África, pequeños lotes de Eucalyptus sp. y Grevillea ro- busta suplen necesidades de madera y leña a grupos de agricultores, además alguna cantidad es vendida en mercados locales (Idrc, 1998). Entre las especies con propósitos de madera, postes o leña que Mar- tínez (1989) propone para Centroamérica se encuentran Acacia mangium, Casuarina velutina, C. equisetifolia, C. cunninghemiana, Eucalyptuscamaldulensis,E.deglupta,E.saligna,E.globulusLeucaena leucocephala, Pinus caribaea, Tectona grandis, Alnus acuminata, Cupressus lusitanica y Gmelina arborea. Más de un centenar de especies nativas arbóreas multipropósito son manejadas por campesinos en cuatro regiones de Guatemala, Centro- américa. De ellas el 28.2% son empleadas principalmente como fuente de leña, 17.2% para madera, 8.2% para forraje y 3.9% son frutales de consumo humano (Arias, 1994). Radulovich(1993)presentaunalistade23especiesutilizadascomo leña por parte de pequeños productores de zonas semisecas de Costa Rica, que podrían ser utilizadas en lotes multipropósito. Registra los géneros Simarouba, Mimosa, Lonchocarpus, Acacia, Pisonia, Entero- lobium, Byrsonima, Licania y otros. En Jalca, departamento de Cajamarca, Perú, sobre los 3400 msnm, campesinos establecen, próximos a sus lotes de cultivo, bosques con árboles de sauco Sambucus peruvianus, lanche, pushgary, capulí, ali- sos, entre otros. Además de productos derivados de los árboles, estas formaciones vegetales protegen campos de cultivo del rigor climático (Sánchez, 2000). En la Sierra ecuatoriana se encuentra el lote multipropósito para abastecimiento de leña. Sson pequeños bosquetes conformados por es- pecies de eucalipto, pino, acacias, aliso, nogal, cedro y romerillo (Carlson y Añazco, 1990). Sugieren como apropiadas el aliso Alnus jorullensis, chilca Baccharis sp, eucalipto Eucalyptus sp., pino Pinus sp., Acacia dealbata, A. mearnsii y A. melanoxylon (Ibid, 64). En el mismo lugar, otro autor identifica esas especies en lote multi- propósito, sembradas a distancias entre 2×2 m y 5×5 m, donde plantan bosquetes de Polylepis incana y P. racemosa para la producción de leña (Añazco, 2000). Son especies andinas, de la familia botánica Rosá- ceas, muy útiles por su leña y carbón vegetal, que crecen muy bien por encima de los 3000 msnm (Geilfus, 1989a). edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 139 Tokura y otros (1996) registran 80 especies de árboles y arbustos para leña en el Valle del Cauca, Colombia. De ellas, 63 se reportan en zonas de cordillera, por encima de 1000 msnm, donde es frecuente el desabastecimiento de leña. Algunas de estas especies podrían confor- mar lotes multipropósito para abastecimiento y venta de leña y carbón vegetal; varias de las especies presentan amplia distribución geográfi- ca. En zonas de piedemonte, 1000-1300 msnm, se encuentran 49 es- pecies de los géneros Albizzia, Bauhinia, Caesalpinia, Cajanus, Cassia, Cecropia, Cedrela, Chrysophyllum, Cupania, Delonix, Didymopanax, Erythrina, Fagara, Nectandra, Guadua, Guazuma, Hura, Mutingia, Panopsis, Phyllantus, Pithecellobium, Prosopis, Psidium, Sapindus, Senna, Tetrorchidium, Xylopia, etc. En zonas de media montaña, 1300-2000 msnm, se encuentran 36 especies de los gé- neros Acacia, Alnus, Brunellia, Calliandra, Casuarina, Cedrela, Croton, Dialyandranthera, Didymopanax, Eucalyptus, Ficus, Fraxinus, Inga, Lafoensia, Myrcia, Nectandra, Panopsis, Poponea, Quercus, Salix, Sterculia, Triplaris, etc. En zonas de alta monta- ña, 2000-3000 msnm, se encuentran 17 especies de los géneros Alnus, Brunellia, Eucalyptus, Lafoensia, Spathodea, etc. Para los Andes del occidente colombiano, Ospina, González y Giral- do (2003) recomiendan el uso y aprovechamiento de la rica flora nati- va. Entre ellas se encuentran algunas para lotes multipropósito, es el caso del cariseco Billia columbianum, sapotillo Matisia bolivarii, canelo Hedyosmum cuatrecazanum, otobo Otoba lehmannii, balso blanco Heliocarpuspopayanensis,macoPouterialucumayárboldecera Elaeagia utilis.

Sistema taungya

Es una opción para producción intensiva de maderas, con la obser- vación que es necesario enriquecer el número de especies y asociacio- nes de las leñosas en tierras tropicales, fundamentalmente en aquellas regiones donde la diversidad vegetal lo amerita. Otra observación, es que la producción de maderas ordinarias (aguacatillos, eucaliptos, pi- nos, etc.) y finas (cedro, abarco, nogal, comino, caoba) de rápido y lentocrecimientorespectivamente,selogratambiénpormediodediver- sas tecnologías agroforestales, aunque no de manera intensiva, ade- edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 140 más del sistema taungya, como es el caso de los árboles maderables en la cerca viva, linderos de fincas y caminos, barrera rompevientos, ár- bolesdispersosenpasturasycultivostransitoriosypermanentes,huerto de plantación frutal, entomoforestería, barbecho y huerto familiar. Otra observación, una más, que el sistema taungya no es una tecnología de reforestación. Este sistema, manifiesta Gujral (1991), es ampliamente conocido en el sur de Asia (India, Bangladesh, Myanmar, Sri Lanka) y suroriente de Asia (Tailandia) e Indonesia. En África, Asia, Indonesia y América Latina son comunes en esta tecnología agroforestal los géneros Cupressus, Pinus, Eucalyptus, Gmelina y Tectona (Fassbender, 1993). Tejwani (1987) mues- tra como, en varios esta- dos de India, en el área continental e insular, el sistemataungyasedifun- dióprincipalmenteconlos géneros Tectona, Shorea, Acacia, Dalbergia, Eucalyptus,Populus,Ana- cardium, Bombex, Santalum, Tamarindus, Ceiba,Cryptomeria,Quercus,MicheliayPterocarpus.Loscultivostransi- toriosmáscomunessonmaíz,arroz,sorgo,soya,batata,algodón,papa, millo, piña, caña de azúcar y girasol. En Nigeria, África, los principales géneros forestales plantados en el sistema taungya son Gmelina, Nauclea, Tectona y Terminalia (Lowe, 1987). En América Central, este sistema se conoce y practica desde 1920. En Trinidad, con teca y pino del Caribe; Bélice, con teca, pino del Caribe y Gmelina; Surinam y Costa Rica, con Cordia alliodora, Gmelina arborea,EucalyptusdegluptayTerminaliaivorensis.Loscultivostransito- rios asociados son maíz y fríjol, caupí y vainilla (Combe y Gewald, 1979, citado por Budowski, 1987). edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 141 En zona cafetera colombiana (entre 1500 y 3000 msnm, 18-25 ºC), mediante el sistema taungya se desarrolla el laurel o nogal cafetero Cordia alliodora con cultivos anuales y semipermanentes (arroz, maíz, yuca, plátano, banano, etc.). Igualmente, en Bojayá, zona selvática del departamento del Chocó, Colombia, mediante el sistema taungya asocian el nogal (278 árboles/ha) con plátano, a los cuatro años alcan- zan un incremento medio anual de madera de 9.0 m3/ha (Conif, 1996). En el departamento del Cauca, Colombia, durante el primer año de establecimiento de plantación de pino Pinus patula se asocia con fríjol o maíz. Se obtiene una producción de 900 Kg/ha de fríjol y 600 Kg/ha de maíz (Escobar, 1990, citado por Escobar, 1993).

Entomoforestería

Presentaunaseriedeprácticasagroforestalesmuyconocidasyotras por descubrir en la interdisciplina. La participación de insectos o sus derivados es escasa en la dieta y usanza en Colombia, si se tiene en cuenta la gran diversidad de la clase Insecta en todos los ecosistemas colombianos y regionales. Eso no significa que no sean aprovechados por distintas culturas en diversas épocas. Todo lo contrario, es necesa- rio redescubrir y potenciar la entomoforestería tropical. Enlasericultura,elgusanodesedaesalimentadoconmorera Morus alba, hasta alcanzar el estado de capullo, el cual se aprovecha artesa- nal e industrialmente. Esta práctica es tradicional en China e India y ocupa lugar importante en la historia económica y social de la humani- dad. Los cultivos de morera son intensivos, asociados a árboles que los protegen de fuertes vientos. Este sistema, tal como está descrito se pre- senta tradicionalmente en Bangladesh (Idrc, 1998). Además de alimen- tar el gusano de seda con sus hojas, la morera provee frutos comesti- bles y leña. Los capullos producidos artesanalmente surten la indus- tria de la seda en este país (Geilfus, 1989b). Moncur, Kleinschmidt y Somerville (1991), reportan en el suroriente asiático, la asociación de árboles de grandes acacias y eucaliptos con colmenas de abejas. Las abejas toman polen de las acacias y néctares de eucaliptos; posteriormente es aprovechada su madera. edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 142 En regiones semiáridas de Kenia, África, es tradicional que los nati- vos cuelguen colmenas de abejas en árboles de Acacia spp., dispuestos alrededor de las granjas para producir mieles domésticas destinadas al autoconsumo (Idrc, 1998). Patiño (1990) en un pasaje del tomo de alimentación y alimentos de su obra “Historia de la cultura material en la América Equinoccial” pre- senta una reconstrucción histórica de los insectos utilizados en la ali- mentación por parte de culturas prehispánicas hasta la actualidad; se destacan langostas, comejenes, abejas y larvas de coleópteros; algunas comunidades humanas cosechan para consumo larvas de abejas al ex- traer la miel de los panales. La meliponicultura prehispánica o cría de abejas de la familia Meliponinae, incluye avispas y abejorros; fue am- pliamente practicada por los mayas, también por pueblos de la Sierra NevadadeSantaMarta,Colombia,quieneslascriabanensusviviendas (10 colmenas de múcuras o más por casa) yenárboles;losguamosInga spp., son los principales árboles melíferos en la Sierra, de los cuales se alimentanlasabejas;tambiénloshuitotosguardansuspanalesentroncos que cuelgan en sus casas (Patiño, 1992 y 1965). Delas20000 especies de abejas en el mundo, 2000 se encuentran en el neotrópico y, de ellas, 400 son altamente sociables. A nivel mundial, 5 géneros de abejas con 500 especies no poseen aguijón, lo cual facilita su manejo por parte de la mayoría de la población. Estas abejas sin aguijón producen miel, polen, propóleos, jalea real y cera. Los géneros sin aguijón más importantes deusohumanosonMelipona y Trigona (Escobar, 1996). Chazaro (1982) en sus estudios de flora apícola de cafetales y áreas aledañas en Veracruz, México, identifica más de 60 especies vegetales (herbáceas, bejucos, arbustos y árboles) en tres estratos verticales, con 17 arbustos y 24 árboles. Entre las especies arbóreas se registran los géneros Inga, Grevillea, Acacia, Enterolobium, Persea, Psidium, Tabebuia, Ipomoea, Croton, Citrus, Prunus, Eugenia, Lencarna, Dendropanax y otros. En bosque estacional semisiempre verde, a 148 msnm, temperatura promedio de 25.7 ºC, departamento de Ucayali, Perú, Núñez (1999) realiza ensayos para la producción de mieles y polen a partir de abejas africanizadas, llegadas décadas atrás a la región. La miel y polen enri- quecen la dieta familiar y también se comercializan localmente. En edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 143 cada cosecha obtienen 20 Kg. de miel. En la región identifica 86 espe- cies vegetales que proveen néctares y polen a las abejas. Algunas familias indígenas awá de la comunidad Guadalito y ne- gras de la comunidad El Pan, en el Pacífico de Ecuador en la provincia de Esmeraldas (entre 30 a 150 msnm) crían en cajones de madera la abeja andina (deno- minada por los awá como wimal) para abas- tecerse y comercializar ocasionalmente este alimentodeusoendulzanteysaborizante.Los panales silvestres son localizados en troncos en la selva, luego es cortado el tronco y lo acercan a la vivienda u otros lugares donde las manejan con facilidad. Una de estas fa- milias awá (cuatro adultos y un niño) posee cinco panales en la vivienda y dos más en el campo, con los cuales se abastecen de miel para consumo doméstico.57 Cardozo y Moreno (1995), destacan los atributoseimportanciadelasabejassinagui- jón (Melipona y Trigona) en los Estados de PortuguesayBarinas,Venezuela.Desde1979 identifican lugares frecuentemente visitados por abejas (flores, secreciones resinosas, charcos de barro y fuentes de agua). Los conucos o huertos familiares y la selva son los lugares preferidos para pecoreo. EnloshuertossonvisitadaslasfloresdeachioteBixaorellana,musáceas Musa spp., mango Manguifera indica, papaya Carica papaya, yuca Manihot esculenta, quinchoncho Cajanus cajan, cítricos Citrus spp., fríjolVigna unguiculata,caraotasPhaseolus spp.,aguacatePersea ame- ricana, café y plantas de jardín. En la selva son visitadas resinas de árboles, que las utilizan para construir sus panales, de las especies drago Pterocarpus acapulcensis, gateado Apulecia moralis y samán Pithecellobium saman. La abeja nativa precolombina xunan kab Melipona beecheii fue do- mesticada por los mayas en Centroamérica; en el Pacífico colombiano utilizan los propóleos de la abeja de brea Tetragona heideri para imper- meabilizar canoas; en los Andes de Colombia se aprovecha la angelita

57. Observación personal del autor. Mayo de 2001. edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 144 T. jati, pinga è perro T. nannotrigona, pedorra T. scaptotrigona y la enredá T. (Paratrigona) lineata. Lo anterior es descrito por Escobar (1996), quien explica la forma de manejo tradicional por parte de co- munidades, así como la problemática y una propuesta de manejo de estas abejas en peligro de extinción. Echeverry (1984) reporta para varias zonas de Colombia (zona Andina y norte del país, en 16 departamentos), con cuatro pisos térmi- cos (cálido, medio, frío y paramuno) un valioso estudio de especies melíferas, leñosas y no leñosas. Incluye 73 familias dicotiledóneas y 12 monocotiledóneas. Entre las especies leñosas citadas se encuentran nacedero Trichanthera gigantea, algodoncillo Calotropis gigantea, Gualanday Jacaranda caucana, cacao de monte Pachira acuatica, no- gal de monte Cordia alliodora, velero Cassia spectabilis, guayacán carrapoBulnesiacarrapo,guamosIngaspp.ypísamoErythrinapisamo. En otro trabajo durante 1976 (Ibid, p. 8) ya había registrado 37 orde- nes, 90 familias, 309 géneros y 477 especies melíferas que pecorea la Apis melifera melifera. En el siglo XVI, cerca de Cartago, los nativos crían tres especies de abejas sin aguijón en cavidades de grandes árboles de áreas boscosas. En tales cavidades están los panales de considerable tamaño, de los cuales fluye abundante miel (entre 0.5 y 6.0 litros) (Cieza, 1962). Cordesal (2002), presenta un manual de trabajo de producción or- gánica de especies menores en Buenos Aires (Cauca, Colombia), donde incluye la cría de abejas sin aguijón. El documento brinda una pro- puesta de manejo (construcción de colmenas, localización de nidos en árboles y guaduales de la montaña, traslado de la colonia a cajones, cuidadosdecolmenasenlugaresdetraslado,divisióndecolmenaspara aumentar producción y procesos de extracción de miel).

Sistema de chagras y tapado

Las chagras en la región andina de media y alta montaña y tapado en el Pacífico colombiano, son practicados con frecuencia en el suroccidente colombiano. Este sistema de producción, mediante juicio- sos estudios, debe poner en evidencia la variada flora silvestre que se integra durante todas sus etapas, así como sus aportes a la alimenta- ción local y conservación de biomasa, humedad y suelo. Tal vez, debi- edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 145 do a la complejidad temporal,estructuralydemanejotradicionaldeesta tecnologíaagroforestalnosonabundanteslostrabajosdocumentalesen elsuroccidentecolombiano. Warner (1994) presenta un excepcional documento guía, en defensa de la agricultura migratoria, la cual constituye una actividad dentro del sistema flexible de manejo de recursos naturales desarrollado por el ingenio de cul- turas tropicales. Se estima que, a finales de la década de 1980, existen entre 250 y 300 millones de agricultores migratorios en el suroriente asiático, África y América Latina; es decir, el 5% de la población mundial vive de alimentos provenientes de chagras. Pero es un sistema de producción casi desconoci- do en sectores académicos convencionales. En el sur de Asia se calcula que existen 75 millones de hectáreas con este sistema y 30 millones de personas viven de él (Rao, 1988 citado por Gujral, 1991). Conklin (1961), citado por Patiño (1965), reporta la siembra de taro Colocasia antiquorum con un sistema muy similar al tapado americano. FAO (1947) registra un sistema tradicional, en el entonces Congo Belga, África, con corredores de uno a dos kilómetros de largo por 300 m de ancho donde, de manera intercalada, socolan y tumban árboles y siembran cultivos transitorios en fajas despobladas, acompañado de periodosdebarbecho.Entreloscultivostransitoriosseencuentranmaíz, arroz, maní, batata, yuca y banano. En regiones tropicales húmedas desmontadas de África realizan dos siembras semestrales seguidas de una anual; luego instalan cultivos permanentes. Por último se deja un periodo de barbecho durante 12 años, hasta recuperar la vegetación natural (Waver, 1979). En el continente americano el sistema nativo de chagras fue descri- to por cronistas y viajeros a partir del siglo XVI, en México, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Guayana francesa, Ecuador y Brasil (Pa- tiño, 1965). En el continente americano el tapado fue descrito también edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 146 a partir del siglo XVI, principalmente en la región Pacífica del actual Panamá, Colombia y Ecuador (Ibid., p. 58). La chagra centroamericana y suramericana desarrolla gran diversi- dad de especies y variedades vegetales. La yuca en el piso ecuatorial (0 a 1000 msnm) y bajo andino (1000 a 1500 msnm). El maíz en las chagras del Pacífico colombiano. En los Andes, el maíz, fríjol y calaba- za (0 a 2000 msnm) y papa (por encima de 2000 msnm) (Mejía, 1995). Es evidente el nivel de sofisticación de tal modelo productivo. En barbechos y sotobosque de la región del Petén, Guatemala, las cabras pastorean especies leñosas forrajeras y pastos: Cecropia, Brosimum, Lonchocarpus, Hamelia, Dendropanax, Trophis, Ficus y Spondias (Benavides, 1996). Denevan y otros (1984) realizan un estudio descriptivo muy com- pleto de la agricultura desarrollada por indígenas de la cultura bora del río Ampiyacu, en la Amazonía peruana. Describen sus distintas eta- pas, estructura y composición florística durante 10 años. A lo largo de todo el proceso, los bora manejan 60 especies en su mayoría alimenti- cias, algunas con variedades; su principal cultivo es la yuca. También en Perú, Ascorra (1996) encuentra que los picuros Dasyprocta variegata, sajinos Tayassu pecari y T. tajacu y venados Mazama americana y M. gouazoubira (animales de cacería en selvas) presentan mayor densidad poblacional en bosques secundarios, princi- palmente cuando se encuentran cercanos grandes bosques primarios o chagras cultivadas que actúan como cebaderos. Asegura además que, para aprovechar sosteniblemente la cacería tradicional, es necesario promover la apertura planificada de chagras, reforestación con frutales nativos y rotación en el uso de la tierra. Lachagraandinaecuatorianaseencuentraenladeras,vallesypuna. Constituye una estrategia alimentaria regional. Allí se asocian varieda- des de papas Solanum tuberosum y otras alimenticias: oca Oxalis sp., quinua Quenopodium quinoa, maíz Zea mays, haba Vicia faba, arveja Pisum sativum. También hay diversas plantas hortícolas, aromáticas, medicinales y flores. En medio de la chagra se encuentran especies leñosas de tomate de árbol Cyphomandra betaceae, rocoto Capsicum pubencens, floripondio Datura sp., los cuales tienen papel preponde- ranteenlaproteccióndecultivosyplantas,abastecimientoalimentario, producción de madera y leña, elementos constitutivos de la vida de nativos de esta región (Padilla, 1991). edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 147 En selvas y rastrojos en montañas del noroccidente ecuatoriano, zonaPacífica,elpuebloawárecolectadiversasfrutasparaautoconsumo y ocasional comercialización, son: caimito, chocolate silvestre, piaste, chanul, corocillo, castaño, pepa de mono, zapote silvestre, corozo, ma- droño, uva silvestre, etc. Diversos árboles frutales son valorados por losawáporconstituircebosnaturalesparacaceríadepapagayo,paletón y cotorra. En estas selvas y sus chirales (siembra de musáceas, otros cultivos y árboles), los awá ceban y cazan, mediante un sofisticado sistema de trampas y otros instrumentos, gran diversidad de anima- les silvestres como venado, conejo, zorro, tejón, chachakui, tuña, cusumbe, oso hormiguero, entre otros (Pascal, 1999). En el territorio awá ecuatoriano, los nativos cultivan en una o dos hectáreas por familia diversidad de alimentos, mediante el sistema de tapado: musáceas (chiro, dominico, hartón, maqueño, mampora rosa, cortajeta, guineo manzano y orito), maíz, piña, yuca, caña de azúcar, yuyo, papa balsa, papa chilma, camote, naranjilla, fríjol, guabas, pepa de pan, caimito, Los awá reconocen distintos tipos de suelos que les son aptos a cada siembra. El periodo de cultivo es corto y se permite descanso por dos años, aproximadamente, lo cual depende de la capa- cidad de recuperación del sistema (Nastacuáz, 1999). En Guainía, Colombia, la yuca cultivada en el sistema de chagras devuelve 14 unidades energéticas por cada una invertida; en Fili- pinas, el arroz devuelve 10 y 20 en Guinea; todos son cultivos manuales. La chagra de yuca brava de la Amazonía colombiana, de tamaño familiar, ocupa de 6 a 10 jornales masculinos y 190 femeninos al año (Mejía, 1995). En medio de chagras amazónicas, sociedades semisedentarias con- servan junto con cultivos transitorios especies leñosas frutales como chontaduro, mango, palta, guabo, caimito y uvilla (Mozo, 1987). En el bajo Caquetá, Amazonía colombiana, los yukuna relacionan el uso de la maloca, territorio, paisaje, dueños espirituales y el ciclo anual (Van der Hammen, 1992). Denominan “jimalá” a rastrojos de 10 a 20 años y “esawá” al monte firme con más de 70 años. La chagra yukuna es un espacio simbólico, mítico y social donde se diferencian actividades masculinas y femeninas (mito de Kanumá), se establece una relación mediada por “el pensamiento de la comida” entre el culti- vador y plantas por intermediación chamánica con “los dueños espiri- tuales” de los “jimalá” y “esawá”. A partir del mito se explica la selec- edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 148 ción del sitio de siembra, arreglo espaciotemporal y manejo de plantas en la chagra yukuna; por ello la yuca, coca, piña, plátano y árboles frutales trascienden parámetros agronómicos convencionales. En la descripción de las chagras tradicionales maduras de comuni- dades indígenas del Caquetá medio, Colombia, se presentan tres estra- tos verticales (Corporación Araracuara y Tropenbos, 1991). En el es- trato bajo se registran 14 especies (maní, maíz, yuca, bore, papachina, kudzú, etc.); 20 especies en el medio (arazá, maraca, borojó, cupuassú, aguacate, limón, matarratón, etc.) y 17 en el alto (cedro, achapo, inchi, caucho, chontaduro, algarrobo, mocuito, etc.). En la parte alta del río Atrato, Chocó, Colombia, los nativos emberas, mediante el sistema de tapado cultivan maíz colorado, maíz amarillo, maíz capio amarillo y maíz blanco (Isacsson, 1985, citado por Thurston, 1992). Al estudiar los animales de cacería en cuatro comunidades indíge- nas embera en la zona de Utría, Chocó, Colombia, en el Pacífico de Colombia, encuentran que los nativos diferencian cuatro hábitats de los animales: monte, río, rastrojos y cultivos (Ulloa, Rubio y Campos, 1996). Encuentran que en los rastrojos y cultivos (maíz, banano, etc.) los emberas cazan guagua, ñeque, armadillo, michichí, marsupiales, osohormiguero,truenito,perezosocolorado,perezosoblanco,gatosolo, guagua, tigrillos, sahijo y venado. Finegan (1981), citado por Thurston (1992), describe el sistema de tapado adoptado por familias y comunidades negras en la región Pací- fica de Nariño, Colombia, donde asocian yuca, caña de azúcar, fríjoles, frutas, árboles de madera, tiquisque, camote o batata, ñame y yautía. Encuentra cuatro estratos verticales. En la vertiente occidental de la cordillera Central, municipio de Gi- nebra (1700-3500 msnm; 12-17 °C), Valle del Cauca, algunos campesi- nos cafeteros aun conservan el tradicional sistema de tapado para cul- tivar fríjol. Lotes con rastrojos altos, de dos años o más, en los cuales se riega al voleo la semilla no seleccionada de fríjol voluble y luego se corta la vegetación que actúa para proteger el suelo y se convierte en abono. No se realiza otra actividad de manejo. Luego de la cosecha, el lote se destina a otra actividad productiva. La cosecha es realizada por las mujeres y los niños y se destina al autoconsumo e intercambio. El cultivo ocupa 15 jornales y brinda 112 Kg/ha. Décadas anteriores este sistema presentaba mayor productividad e importancia en la región. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 149 Rastrojo, barbecho o barbecho mejorado

El rastrojo o barbecho, comprendido como el periodo de descanso de la tierra, es por sí mismo de gran valor para restablecer condiciones óptimas de cultivo, en regiones con altas precipitaciones y escasa ma- teria orgánica en el suelo. Pero, además, diversas comunidades huma- nas encuentran en el rastrojo un espacio de abasto y enriquecimiento cultural. Durante la fase de rastrojo prolifera la vida y su di- versidad, crecen numerosas especies vege- tales y abundan poblaciones de insectos, aves, roedores y otros animales que no se registran en la parcela durante el cultivo intensivo. Debido a la escasez de tierras cultivables en regiones donde se practica el sistema de chagras, se hace necesario mejorar la efi- ciencia del rastrojo con el propósito que la integralidad del sistema no se pierda y cum- pla con la función social y productiva co- rrespondiente. Los avances alcanzados con especies fi- jadorasdenitrógenoatmosféricosondegran valor para el desarrollo de esta tecnología agroforestal. De las 650 especies arbóreas fijadoras de nitrógeno repor- tadas a mediados de la década de 1980 (Brewbaker, 1987), cumplen con esa función varias especies de las familias Leguminosae (MimosoideaeyPapilionoideae),Betuláceae,Casuarináceae,Coriariáceae, Cycadáceae, Elaeagnáceae, Rhamanáceae, Rosáceae y Ulmáceas, Myricáceae, Gunneráceae y Dipterocarpáceae. Copijn (1987) presenta una lista de especies leñosas y no leñosas que se emplean en varios barbechos en el mundo. Se encuentran, entre otras, especies de los géneros Arachis, Cajanus, Calapogonium, Canavalia, Centrosema, Crotalaria, Desmodium, Dolichos, Mucuna, Periandra, Sesbania, Tephrosia, Trigonella, Mimosa y Eupatorium. El barbecho es tradicionalmente practicado en Tailandia, Indonesia y nororiente de India. Por ejemplo, en Tailandia, árboles frutales, algu- edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 150 nas hortalizas y otros cultivos comercializados en poblados se siem- bran durante el periodo de descanso del sistema de chagras (Gujral, 1991). Hamid y otros (1984), citados por Kwesiga (1994), estudian el efec- to de cultivar Glycine max, Vigra unguiculata, Phaseolus aureus y Sorghum bicolor para mejorar condiciones de barbecho en campos des- tinados al cultivo de arroz en Filipinas. En Jambi, Indonesia, luego del cultivo de arroz se presenta un tipo debarbechoinducido,enelcuallosnativossiembransistemáticamente plántulas de caucho Hevea sp., que son aclaradas y protegidas hasta que alcanzan mayores alturas (Idrc, 1998). Rocheleau, Weber y Field-Juma (1988) manifiestan que es necesario realizar trabajos en barbechos de África con los géneros Leucaena, Sesbania, Gliricidia y Calliandra. Con el propósito de generar finalmen- te productos maderables, sugieren los géneros Markhania, Cedrela y Polyscias. Los bakongos, en montañas de Zaire, África, poseen un sistema de rastrojo, el “nkunku”, donde a las sabanas, luego del periodo de culti- vo, les sigue uno de descanso para aprovechar árboles de Elaeis guineensis, Artocarpus altitis, Dacryodes edulis, entre otros. El perio- do de descanso presenta en esa región una duración entre 10 y 20 años (Dubois, sf). Okigbo y Lal (1979), citados por Dubois (sf), expresan que nativos del oriente de Nigeria, África, reconocen como especies recuperadoras de sus campos de cultivo a la Acacia berteri, Anthonotha macrophylla y Alchornea cordifolia,porlocuallesprofesanespecialcuidado. En Nigeria, África, en regiones semiáridas, durante periodos de descansodelatierra,aprovechanlasramasdeGuiera senegalensispara leñayconformancercasmuertas,posteriormentecortanselectivamente los árboles grandes para cultivar millo en sus campos (Idrc, 1998). En lugares de África, árboles de Acacia mearnsii se emplean en bar- bechos, que, además de contribuir a la restauración de condiciones de cultivo, producen taninos comerciales (Rocheleau, Weber y Field-Juma, 1988). Durante el barbecho son cosechadas varias enredaderas legu- minosas de gran popularidad y valor alimenticio, como las especies Vigna subterranean, Lablad purpureas y Tylosema sp., todas ricas en proteína y aceites vegetales. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 151 Un caso de tratamiento pregerminativo de semillas leguminosas se describe en África, donde barbechos dominados por Acacia senegal son pastoreados por ganado vacuno, que pasan las semillas por el tracto digestivo y difunden por los campos, lo que garantiza su pronta germi- nación (Torquebiau, 1991). “Caceríadehuertas”o“haciendasdecaza”ocaceríademonos,puer- cosdemonte,chigüiros,venados,loros,papagayos,pericosyotrosani- males que entran durante el día a aprovechar siembras de maíz, yuca y otras plantas alimenticias en barbechos del sistema de chagras y tapa- do en tierras tropicales americanas, como práctica continental fue re- portada desde temprana época en el Nuevo Mundo; de esta forma los nativos protegen siembras y se abastecen de proteína animal para con- sumo familiar y comunitario (Patiño, 1992). En Centro América, desde México hasta Costa Rica, se desarrolla naturalmente la chayas Cnidoscolus aconitifolius y C. chayamansa, cuyo arbusto de rápido crecimiento, alimenticio y fácil manejo, podría incluirse en rastrojos (Vietmeyer, 1996). Flores y Ucan-Ek (1993) y Gómez-Pompa (1987b), citados por Gu- tiérrez (1993), presentan la nomenclatura maya para describir la fase de recuperación de la milpa en la península de Yucatán, México. Reco- nocen siete momentos de la vegetación, desde la milpa recién abando- nadahastaelbosquetropicalviejo,demásde30años.EnTixcacaltuyub, México, reconocen cuatro fases. Este sistema recibe cada vez mayor presión por falta de áreas cultivables y la población se ve obligada a sembrarenterrenosconmenortiempodedescanso,dondepasóde1500- 1800 Kg/ha en la década de 1950 a 300-500 Kg/ha (Ibid, 39-44). En regiones secas de Guatemala, conservan en chagras tocones de Gliricidiasepium y Leucaena spp. para mejorar condiciones del suelo durante el barbecho (con una duración de cinco a ocho años), mien- tras en Costa Rica lo hacen con Guazuma ulmifolia y Gliricidia sepium (Martínez, 1989). Losmatses,comunidadindígenaamazónica,permanecenenunsolo lugar menos de cuatro años, rotan sus territorios y tienen barbechos naturales. También de esos barbechos obtienen papaya Carica papaya yalgunasvariedadesdechontaduroBactrisgasipaesquesiembranpara ser aprovechadas al retornar (Dubois, sf). También reporta que los secoyas, de la misma gran región, un poco más sedentarios, manejan edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 152 rastrojos donde siembran diversos árboles frutales para cosechar abun- dantemente en la época de retorno. Estudios realizados en barbechos de la comunidad bora, Amazonía peruana, entre 5 y 30 años de abandono, indican la coexistencia de plantas de cultivos, árboles frutales, así como abundante vegetación secundaria de hierbas, enredaderas y helechos. En esta fase es posible encontrarhasta34especiesútilesparalosbora(Denevanyotros,1984). Vélez (1991) registra 23 especies frutales cultivadas en rastrojos de chagras del medio Caquetá, Amazonía colombiana. Los más importan- tes para la comunidad huitoto son chontaduro Bactris gasipaes, piña Ananas sativus, maraca Theobroma bicolor, uva caimarona Pouroma cecropiifolia,caimo Pouteria caimito,marañón Anacardium giganteum, entre otras. En áreas de colonización en San José del Guaviare, Colombia, como técnica paliativa a la degradación del ecosistema, enriquecen los bar- bechos con la siembra de cedro en líneas (3×3 m y 5×5 m), los cuales en cuatro años alcanzan 9.34 m de altura y 8.38 cm de diámetro a la altura del pecho (Leguízamo, Doorn y Vega, 1987). Dubois (1987) destaca en tierras bajas inundables de la Amazonía brasilera, barbechos naturales en varzeas (plano inundable cultivado), dominados durante la etapa de abandono por palmas de asaí Euterpe oleracea;igualsucedeenelPacíficodelValledelCauca,Colombia,conla palma de naidí en las vegas del río Calima. En selvas y rastrojos naturales del territorio de la cultura awá, en zona Pacífica en el noroccidente de Ecuador, los nativos cosechan fru- tas silvestres (castaño, caimito, zapote de monte, aguacate de monte, madroño,guaba,piaste,pepademono,guayaba,cacaodemonte);semi- llas de sande, pepa de corozo y chanul; palmitos de diversas palmas; recolectan el cutzo58 en tallos de plátano para comerlo asado; realizan cacería de animales silvestres (venado, guatín, guanta, tigre, cusumbe, zorro, armadillo, oso hormiguero, ardilla, papagayo, cotorra, loro, gar- za, zorro del agua, paletón, pichilingo, tuña y nutria) muchos de los cuales son atraídos por frutos de chontaduro, chanul, piaste, caimito del monte, madroño, aguacatillo, caimito, copal, aguacate del monte, chiro maduro, etc.; recolectan anualmente huevos de la hormiga gi- gante llamada cugín, los cuales comen cocidos o fritos; promueven la

58. Larva de coleópteros. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 153 cría de gualpa, es una especie de libélula que vive en la palma que recibeelmismonombre,paraluegocomerlasasadas(Nastacuáz,1999). Ejemplo de barbecho natural con predominio de una especie se pre- senta en el medio Atrato chocoano, donde la regeneración natural del cedroCordiaodorataconformadensasmanchasencamposdecultivoaban- donados sobre diques aluviales (Dubois, sf). Fernández (1996) describe el barbecho o rastrojo de los emberas del río Valle, Chocó, Colombia. Denomina montes blandos a aquellos con dos años de abandono y tres estratos verticales, el estrato superior, de más de 10 m, contiene maderables silvestres y frutales protegidos; es- trato intermedio entre 2 y 10 m, ocupado por frutales, cultivos alimen- ticios y materiales livianos para construcción; en el estrato inferior, con menos de 2 m, dominan diversos cultivos alimenticios. Este siste- ma integra cerca de 50 especies que les son útiles. Estos rastrojos se encuentrandominadosnaturalmenteporplatanillos,aráceas,helechos, yarumos, hierbas diversas y cedros juveniles que son protegidos du- rante la etapa de cultivo. En el río Calima, Pacífico colombiano, estudios realizados en bar- becho mejorado reportan socola y tumba de un rastrojo tradicional de cuatro años para sembrar, en asocio con cultivos agrícolas transito- rios y semipermanentes (maíz, yuca, papachina), árboles frutales y maderables (borojó, caimo y cedro). Plantan cedros en cuadros de 7×14 m y borojó y caimito a 7×28 m. Al momento de la cosecha se obtiene 1.19 t/ha de maíz, 9.17 t/ha de yuca, 16 t/ha de papachina; además, logran una altura de 10.3 m (Vega, 1996). La Fundación Trópico59 (2003) caracteriza sistemas de producción en Bajo Calima, Valle del Cauca, Colombia, donde habita la etnia negra; su territorio incluye colinas bajas de 50 a 150 msnm en bosques tran- sicionales entre bosque muy húmedo tropical y bosque pluvial tropical. En rastrojos y montes de respaldo las familias, hombres y mujeres, realizan actividades de recolección de frutos silvestres de caimo, agua- cate,bacao,guamo,marañón,guayabilla,cacao,chocolatebacao,coro- nillo, tangare, otobo, cabecinegro, salero, guamas, naidí, corozo, milpesos, táparo, taparín y además miel de abejas y hojas de bihao, así como materiales para elaborar artesanías. En sus recorridos vuelven a

59. Fundación Trópico. Cali, Colombia. Teléfono: 57-2-5525889. Correo electrónico: [email protected]. edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 154 las viviendas con palmitos, tallos, hojas y frutos de variadas palmas, otros árboles y helechos. Suárez (2000) y Salamanca (2000) en las veredas Pescador y El Porvenir (1500 msnm, 1800 mm al año, 21ºC, bosque húmedo premontano y bosque muy húmedo premontano, suelos volcánicos) del municipio de Caldono, departamento del Cauca, Colombia evalúan bar- bechos mejorados con leguminosas de rápido crecimiento. Suárez (2000) evalúa barbechos mejorados con Calliandra calothyrsus, Indigofera constricta y Tithonia diversifolia (todas de 2.0 a 2.5 m) y Salamanca (2000) lo hace con Mucuma pruriens (enredadera anual de origen chino), Tephrosia candida (arbusto de uno a dos metros de altu- ra) y la indú Sesbania sesban en lotes que fueron cultivados con maíz y fríjol. Suárez (2000) y Salamanca (2000) también reportan especies vege- tales reconocidas por agricultores en barbechos de sus fincas para indi- car el estado de fertilidad del suelo (casi 30 especies) e infertilidad (casi 20especies).PapungaBidenspilosa,mariposoClibadiumsurinamensis, siempreviva Commelinna diffusa, mangauasca Braccharis trinervis, salvia blanca Wedelia latifolia, hierba de chivo Ageratum conyzoides, chupadera Critonella morifolium, batatilla Ipomoea hirta, verdolaga Portulaca olerace les indica estado de fertilidad de barbechos, mientras que Pteridium aquilinum, Andropogon bicomis, Dicranopteris flexosa, Sida rhombifolia, Melinis minuflora, Emilia sonchifolia les indica es- tado de infertilidad.

Acuaforestería

Es una exquisita opción productiva en tierras tropicales, no sólo en tierrasbajashúmedas. El aumento de la sequía en el mundo es de tal magnitud que, la conservación de la humedad y cuerpos húmedos en Colombia, en el caso del suroccidente colombiano, debe convertirse en elemento estratégico de la agroecología regional. Proliferación de vida, alimentos vegetales y animales, regulación climática y estabili- daddecomunidadesruralesconstituyensuficientesargumentosparatal afirmación. Esta tecnología agroforestal debe tenerse en cuenta para la lista de humedales protegidos (Lista de Ramsar). La Convención sobre los edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 155 Humedales60, que actúa desde 1971, trabaja para la protección de humedales naturales y artificiales, de gran importancia debido a su alta productividad y servicios de conservación de vida silvestre, princi- palmente aves, peces y diversas especies acuáticas. No son pocos los recursos y esfuerzos invertidos en desecar lagos, lagunas, madreviejas porque no son de fácil dominio y control o para habilitar tierras a cultivos agrícolas y ganadería. Buena parte de estos cuerpos de agua corresponden a sistemas de altaeficienciaproductivayconstituyenloque actualmente se denomina acuaforestería. El suicidio productivo y ambiental (o ecocidio), en tierras húmedas y subhúmedas tropica- les, bien merece ser revertido. Los especialistas en piscicultura conven- cional sostienen que las plantas acuáticas y otras presentes en orillas de estanques redu- cenconsusombralaproduccióndeplancton y, por lo tanto, la producción de peces. Tal análisis pierde validez en el contexto agroforestal, debido a que en estos sistemas no es la cría de peces el único beneficio es- perado,sinounavariedaddeproductosyser- vicios. Edwards y otros (1990) explican el fun- cionamiento de canales y estanques, en el suroriente asiático, China. En estos sistemas antiquísimos (tienen más de 900 años) constru- yen vértebras entretejidas con acequias profundas (1.0 m) y camellones altos, en suelos arcillosos pesados, regulan su caudal con diques artificiales de sutil manejo. A partir de aguas de ríos forman verdaderos deltas, densamente sembrados en camellones con hortalizas, cereales, flores y árboles, mientras en las aguas crían pe- ces, caracoles, mejillones y camarones de agua dulce. Continúan Edwards y otros (Ibid, p. 310) quienes expresan que los nativos, en dicha región, construyen lagunas pequeñas (menores de una hectárea y profundidad menor a dos metros) donde crían peces diversos, cultivan Azolla anabaena en sus aguas, asocian en las ori-

60. (http://ramsar. org/). edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 156 llas cultivos transitorios y árboles, además de criar en menor escala gusano de seda, que constituye la dieta de peces. En estos estanques manejan una relación de peces y área de 2:6 a 6:4. Los peces pertenecen a los géneros Cyprinus, Carassius, Aristichthys, Cteropharyngodon y Cirrhina. Cultivos y plantas que se desarrollan en este sistema: caña de azúcar, pasto elefante, banano, lichi, flores y hortalizas. Cerca de 110000 hectáreas próximas a la ciudad de Guang Zhou están ocupadas con este sistema de producción (Ibid, p. 310). En otra provincia al sur de China, Guangdong, en márgenes del río Perla, los nativos tienen desde hace cinco siglos sistemas intensivos altamente productivos de estanques con tres metros de profundidad y cinco o seis clases de carpas, un pez herbívoro de río y dos clases de tilapia. Las aguas son abonadas con excrementos de animales y poseen unsistemadeventilaciónconsistenteenbiodigestores,algasaeróbicasy plantasacuáticasforrajeras.Ellododeestanquesesremovidodosotres veces al año y se emplea como abono en cultivos asociados ubicados en los diques del sistema (Chan, 1995). Nativos del suroriente asiático emplean hojas de Leucaena spp., Sesbania spp. y Calliandra spp. para alimentar tilapia y carpa. En Mo- zambique, África, estudian, con buenos resultados, los efectos de ali- mentar con hojas de leucaena peces herbívoros de los géneros Sarotherodon,Labeo,CirrhinusyCatla(Woters,1994). Torquebiau (1991) reporta la leucaena Leucaena leucocephala como alimento de peces en pequeños estanques excavados en varios países de África. En Kenia, África, los peces en estanques son suplementariamentealimentadosconhojasdeSesbaniasp.;estosárbo- les además son útiles en la construcción de estanques y brindan som- bra para evitar la evaporación del agua de estanques en regiones secas (Idrc, 1998). En América prehispánica, los mayas idean y construyen el sistema de chinampas; verdaderos huertos y jardines flotantes. Este sistema aún existe en varios lugares y recibe distintas denominaciones. En las chinampas entrelazan juncos y cañas, depositan sobre ellos cieno, tie- rra y cespedones en riberas de ríos y acequias hasta lograr estabilidad mediante estacas clavadas para elevar el suelo, aumentar así la pro- fundidad del nivel freático para facilitar el desarrollo de cultivos y ár- edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 157 boles que sujetan los camellones, mientras que en el agua crecen peces y otros animales (Patiño, 1965). Las más espectaculares chinampas son las correspondientes al valle de México, de donde se abastece la población de ciudad de México antes de la Conquista y durante la época colonial. Igual cosa se presenta en Campeche y Veracruz, por parte de anteriores culturas mexicanas pre- hispánicas (León, 1992). Parsons y Denevan (1992) comentan que desde 1969 son descu- biertas cada vez más chinampas mayas de variados diseños, en Méxi- co y Bélice. Xochimilco es el sitio clásico de chinampas mexicanas o islas flotantes, cuyos diques son contenidos por raíces de alisos y sauces. Igual sucede en la cuenca del río Balsas, estado de Tlaxcala, México. Las chinampas prehispánicas eran construidas en aguas lacustres bajas permanentes, aguas lacustres estacionales y terrenos pantanosos transformados. En la actualidad se reconoce que las chinampas, durante el imperio maya,teníanunacapacidaddecargade1000habitantesporkm²,mien- tras que la región del Cantón, suroriente de China, soporta 1500 habi- tantes por km², mediante acuacultura con 9 niveles tróficos (Mejía, 1995). Mollison y Pittman (1992) describen el uso de camellones en Ecua- dor, practicados por prehispánicos de la cultura cayambi-caranqui. En este sistema los patos y gansos participan activamente en el reciclaje de nutrientes, la azola que se reproduce en el agua, mediante la asocia- ciónconlabacteriaAnabaenasp.fijanitrógeno,posteriormentelaplanta es empleada como abono en el suelo. Es recomendada la construcción de pequeños y medianos estanques (más de 300 m²) en medio de huertos y jardines para criar patos, ra- nas,pecesvariados,ostiones,mejillonesdeaguadulce,anguilas.Igual- mente, la presencia de plantas en aguas y bordes: mortiño, castaño acuático, arroz silvestre, Glyceria sp., morera y sauce. También la plan- tación de vegetación que atraiga abundantes insectos (que con su caída alimenten los peces y otros animales acuáticos) y la anidación de aves silvestres(paraqueabonenconsusestiércoleslasaguas)(Ibid,60-61). En la vereda El Tablazo (a 2000 msnm), Toribío, Cauca, Colom- bia, el indígena nasa o páez Salatiel Méndez y su familia constru- yen y manejan, desde 1999, un ingenioso complejo de estanques edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 158 asociados con hierbas, arbustos y árboles. Por los estanques, excavados y acondicionados con arcilla y piedras, circulan aguas abundantes, limpias y frías. Son cuatro estanques consecutivos (aproximadamente 110 m² y 1.0 m de profundidad) ubicados en te- rreno pendiente en los cuales crían trucha arcoiris (3140 peces, de 0.4 a 1.5 Kg.) y algunos patos. Las truchas son alimentadas con concentrado comercial (en pequeña cantidad), salvado de maíz, flo- res de resucitado y galvis, frutos de guayaba, guineo, plátano, arra- cacha, arrayán, palomote, mortiño, uvilla y otros alimentos del tul. En uno de los estanques tienen una trampa nocturna de luz para insectos. Los estanques están rodeados de pastos, helechos, árboles y arbustos de las especies nativas palohueso, lechero, galvis, palovivo, guayabo, salvia, entre otras. Frutos, flores, hojas y depo- siciones de aves se incorporan con frecuencia a este sistema.61

Huerto familiar

Es lo más milenario, sofisticado y futurista legado por culturas antiquísimas y actuales de todas las regiones tropicales. El huerto familiar es, tal vez, lo más complejo que la agroforestería puede es- tudiar e impulsar. El huerto familiar hace parte de estructuras sociales y productivas que, junto con otras formas de abastecimiento (campos con cultivos transitorios, sistema de chagras, pesca, cacería y recolección) que con- figuran un intrincado mecanismo de seguridad social y alimentaria desarrollado arduamente por culturas tropicales. Para el huerto familiar téngase en cuenta lo dicho en el huerto de plantación frutal de este capítulo; también los trabajos en flora frutícola de América Latina ahí presentados (Patiño 1963, 1977, 1989, 1990 y 2002; FAO, 1987; Geilfus, 1989b; Romero, 1991; Hernández y León, 1992). La diversidad de especies presenten en el huerto familiar comprende no sólo las frutas, sino también tubérculos, verduras, granos, fibras de diverso uso, madera, leña, flores, forrajes, abonos verdes, plantas me- dicinales y de otros usos. En huertos familiares se crían animales li-

61. Entrevista con Salatiel Méndez y observación personal del autor. Mayo de 2002. edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 159 bres y estabulados; los más frecuentes son gallinas, patos, gansos, bimbos, iguanas, cuadrúpedos de gran y mediano porte. En muchos casos el huerto es cebadero de animales susceptibles de caza. El huerto familiar rural y patio casero en zonas urbanas constituyen el primer escenario de aproximación a la naturaleza y educación de nuevas generaciones en fami- lias del trópico (Ospina, 1995). Ladiversidaddeespeciesreportadascomo útiles para cada huerto familiar, frecuente- mente oscila entre 20 y 120 (Geilfus, 1989a), lo cual evidencia la significativa capacidad de domesticación de las culturas tropicales. Debido a esta habitual diversidad, siempre producen algo durante todo el año, “en ellos siempre hay algo que comer” manifiesta Geilfus (1989a); sus ciclos productivos se re- gulan por factores climáticos. Los huertos cuentan con bajos riesgos productivos y cli- máticos.Puedeafirmarsequesatisfacengran parte de los requerimientos calóricos y nutri- cionales de la dieta familiar. Muchos son los países tropicales donde la población urbana se pro- vee de la gran diversidad de frutas cosechadas en huertos familiares rurales y urbanos, las cuales son comercializadas localmente y otras poblaciones vecinas. Debido a la gran diversidad de especies asociadas, el huerto consti- tuye una expresión agrícola de la escuela por biodiversidad. Debido a esta característica de ocupación y eficiencia de todos los nichos ecoló- gicos, también hacen parte de la propuesta regenerativa. La agricultura natural de no intervención propone que el huerto de las frutas se deje a libre crecimiento desde el principio (Mejía, 1995). Geilfus (1989a) reseña huertos familiares de la región tropical, en- tre ellos, de Java, Sumatra, Kerala, Tanzania, Nigeria, Grenada, islas del Pacífico, Indonesia, México y Perú. En dicha reseña es fácil vislum- brar la complejidad de estos sistemas de producción y de vida, así como su importancia para comunidades rurales. En el occidente de Sumatra (Indonesia), Michon, Mary y Bompard (1989) estudian huertos de los nativos, de los cuales comercializan edu.red

Agroforestería. Aportes conceptuales, metodológicos y prácticos para el estudio agroforestal 160 canela, nuez moscada, fruta de Durián y café, de lo que obtienen ingre- so de 365 a 5000 dólares/ha/año durante 1985. En Bangladesh, Asia, es el huerto familiar la principal fuente de leña, forraje y madera (cerca del 90% de sus requerimientos) para la población local desde tiempos sin memoria, además de su alto signifi- cado en la provisión de frutas, hortalizas, hierbas medicinales y condi- mentos (Gujral, 1991). En colinas de Sri Lanka, el huerto kandy presenta cuatro estratos verticales. En el estrato más alto se encuentran cocotero, kittul, bonga, mango,moscadero,caneloycítricos;luegoestánárboldelpan,jaqueira, durión y rambután; más abajo se encuentran el banano y pimiento; en el nivel más bajo están el fríjol y la yuca. Este huerto provee a los nativos gran diversidad de frutas, hortalizas y condimentos. Esta ali- mentaciónescomplementadaconarrozdeinundaciónenterrazaspróxi- mas (FAO, 1990). Elhuertochagga(palabrabantú)delmonteKilimanjaroenTanzania, África,conáreapromediode0.68hectárea,esestudiadoporO’kting’ati y otros (1984), quienes reportan más de 40 especies leñosas utiliza- das, donde café y plátano son los principales componentes comerciali- zados. Este huerto alcanza entre 60 y 80 años de vida. En regiones semiáridas de Kenia, África, el huerto presenta más de 20 especies útiles a los nativos, entre leñosas y no leñosas que brindan frutas,tubérculos,hortalizasygranos,ademásdemuchasplantasmedi- cinales (Rocheleau, Weber y Field-Juma, 1988). De igual manera, en Níger, África, en una región más seca, con sólo 300 mm de precipitación al año, los nativos, con pequeños huertos caseros de menor complejidad estructural, se abastecen de numerosos productos básicos para su vida (Idrc, 1998). Patiño (1977), con base en relatos del Descubrimiento de América, deja constancia de la presencia de frutales cultivados y protocultivados por los nativos de Panamá; Urabá y cuenca del Atrato, Colombia; An- tioquia y hoya del Cauca, Colombia; Valle del Patía y altiplanicie de los Pastos, Colombia; costa del Pacífico, Colombia; región Caribe- Magdalenesa, Colombia; Orinoco y Llanos Orientales, Colombia; Ama- zonas, Brasil. Al estudiar dos huertos familiares de comunidades indígenas mayas en la península de Yucatán (México), Herrera y otros (1993) encuen- edu.red

Agroforestería – Ejemplos extrarregionales y Regionales 161 tran áreas promedio de 3800 m²/huerto. Estas áreas incluyen espacios de uso intensivo dedicado a la cría de animales, usos varios y creci- miento de árboles y arbustos útiles; otra área del huerto, la mayor, que denominan huerto maduro, presenta más de 20 años y 10 a 12 m de altura donde se registran varias etapas sucesionales. En los huertos identifican 339 especies de 81 familias botánicas. Los principales usos que la comunidad da a estas plantas son: medicinal, producción de miel, ornamental, leña y materiales de construcción. Benjamín y otros (2001) estudiaron la captura de carbono atmosfé- rico y flujo de agua y nutrientes en huertos mayas en las comunidades de Xmtkuil, Hocabá y Sacaba, donde se presenta una temporada seca y otra lluviosa, clima caliente subhúmedo y bosque seco bajo espinoso. En el huerto experimental de Xmtkuil se encontró que árboles de Manilkara zapota y Cordia dodecandra incrementan al doble su flujo de savia y la actividad fotosintética cuando cuentan con riego; mien- tras que el M.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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