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Carl Marx, Filósofo de la Historia


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Compte Rendu
  3. Introducción
  4. Génesis de su meditación
  5. Misión de la filosofía de la historia
  6. Meta de la historia
  7. Marx, Judaísmo y Cristianismo
  8. Conclusiones
  9. Referencias bibliográficas

A los 194 años de nacimiento y a los 129 años de la muerte del Filósofo de la Revolución Comunista.

Huanca Pampa, enero del 2012.

Resumen

Carlos Enrique Marx Pressburg, es uno los pensadores más difundidos en el siglo XX, incluso fue paradigma de la construcción del socialismo y del comunismo como alternativa al liberalismo capitalista. Han pasado 194 años del nacimiento y 129 de la muerte del Filósofo del Comunismo, judío de raza y religión, alemán y protestante, católico por su educación en el Gimnasio Archicatólico de Trévis, filósofo, ateo y revolucionario comprometido por la construcción del comunismo.

Hace una radiografía filosófica del sistema liberal capitalista en que vive, tarea que empieza con la crítica de la religión, profundiza en el sentido del opio y de la alienación política, vislumbra la meta de la historia al que deben arribar los proletarios guiados por la inteligencia del partido comunista, finalizamos la meditación relacionando a Marx con el judaísmo y el cristianismo.

El marxismo posee una mística religiosa, sin Dios hebreo ni Jesucristo, aunque late en el fondo de la teoría las mencionadas religiones, aunque tiene el anhelo eterno de los postulados de la tesis de Moisés y Jesucristo.

Palabras claves: religión, opio, alienación, judaísmo, cristianismo y comunismo.

Compte Rendu

Carlos Enrique Marx Pressburg, est un les pensadores plus diffusés dans le siècle XX, a même été paradigme de la construction du socialisme et du communisme comme alternative au libéralisme capitalista. Ils sont passés 194 ans de la naissance et 129 de la mort du Filósofo du Communisme, juif de race et religion, allemand et protestant, catholique par son éducation dans le Gymnase Archicatólico de Trévis, filósofo, ateo et révolutionnaire engagé par la construction du communisme.

Il fait une radiographie philosophique du système libéral capitalista en qu'habite, tâche qui commence avec la critique de la religion, approfondit dans le sens de l'opio et de l'aliénation politique, vislumbra le but de l'histoire à celui que doivent arribar les prolétaires guidés par l'intelligence du parti communiste nous terminons la méditation en liant à Marx avec le judaísmo et le christianisme.

Le marxisme possède une mystique religieuse, sans Dieu hebreo ni Jésus-Christ, bien que late dans le fond de la théorie les mentionnées religions, bien que a le souhait éternel des postulados de la thèse de Moisés et Jésus-Christ.

Mots clefs: religion, opio, aliénation, judaísmo, christianisme et communisme.

Introducción

Han pasado 194 años del nacimiento y 129 del fallecimiento del Filósofo del comunismo, fines del siglo XIX y desde 1917 hasta 1991, se presentó ante la humanidad como paradigma de la organización social y Estatal frente a la sociedad y Estado liberal capitalista. Nuestro país ha sido testigo del esfuerzo por hacer socialistas y comunista a los peruanos, fundado en el pensar de Mariátegui La Chira, sin calco ni copia; en su versión cruenta y decadente con Sendero Luminoso que nihilizó la existencia de los excluidos de la historia, aunque se presentaba como su defensor.

La memoria siempre es actual, aunque muchas veces viene el olvido y con ella repetimos los hierros del ayer, para no incurrir en los errores de las generaciones del 80 y del 90, hacemos una relectura crítica de los postulados de Carlos Enrique Marx Pressburg. En la primera parte señalamos las razones de los postulados del Filósofo de la Revolución Comunista, las experiencias de la niñez determinan en cierta manera el derrotero ulterior, judío estigmatizado, protestante obligado, católico por su educación, iniciado en el derecho, filósofo por estudio y vocación. La tarea de la filosofía es evaluar críticamente al sistema en que se vive, tarea que se inicia con el examen del cielo y de la tierra. La religión es una cadena que oscurece y deshumaniza, la meta suprema de la historia es la construcción del comunismo, tierra prometida que mana leche y miel.

El marxismo posee un fondo religioso, pero explicitado radicalmente con ropaje filosófico, jurídico y político, materialista, ateo, revolucionario. Finalmente, nos referimos a la relación de Marx con el judaísmo y cristianismo. El marxismo es un judaísmo sin Dios y un cristianismo sin Jesucristo, es decir, Marx reemplaza a Dios y Jesucristo, razón por la cual, sus seguidores se constituyen en adoradores de Marx.

Génesis de su meditación

En las universidades alemanas prima el espíritu hegeliano. Hegel es el último filósofo genial de la modernidad y el primer contemporáneo. Ha determinado el derrotero de la reflexión del siglo XIX, cuyas consecuencias en la presenta centuria se han manifestado a través del existencialismo, marxismo y fenomenología.

El marxismo es una filosofía hegeliana invertida, es la transvaloración del idealismo en materialismo. Desde ésta óptica observa, Marx Pressburg, la vida de los hombres y en esa dimensión los orienta.

Carlos Enrique Marx Pressburg, es el segundo hijo de Heinrich (Hirschel) y de Henriette, nacido en Tréveris[1]el cinco de mayo de 1818. Sus padres son descendientes de familias judías rabínicas; Heinrich por las exigencias y la intolerancia de los protestantes se ve obligado a bautizarse (1817) en los postulados de Martín Lutero[2]La Señora Henriette con sus hijos renuncia al judaísmo en 1824 y son bautizados en la religión protestante. Heinrisch que es abogado, lee a sus hijos los escritos de Voltaire, Jean Racine y sobre todo a Rousseau[3]La misma formación de Marx fue complicada y traumática: "por judío, un extraño al mundo no judío; por bautizado, un extraño al propio judaísmo… Esta experiencia inicial de la alienación, sin embargo, no provocó en Marx, que se había acostumbrado muy pronto a reprimir todas sus hiperintimidades, desesperadas cavilaciones y noches de insomnio, sino que él sublimó, racionalizó y objetivó todo en un problema filosófico (y más tarde económico). Todo ello constituyó, no obstante, un proceso inconsciente" (Kunzli, A. 1966:504).

Realiza sus estudios colegiales en el Gimnasio de la Archicatólica de Tréveris, 32 alumnos son al presentarse al examen de Bachillerato en 1835, doce son de teología. En la evaluación de revalida escribe el tema: "Consideraciones de un adolescente para la elección de una profesión", señala dos criterios: la propia perfección, el trabajo y compromiso para el bien de la humanidad". Asimismo tiene que redactar un examen acerca de un tema religioso. "la unidad de los creyentes con Cristo según Juan 15, 1-14, explicada en su fundamento y esencia, en su absoluta necesidad y de sus efectos". Culmina su manuscrito acerca del cristianismo evangélico:

Tan pronto como un hombre alcanza esta virtud, la unión con Cristo, puede esperar sosegada y calladamente los golpes del destino, afrontar valientemente la tormenta de la pasión, aguantar impertérrito la furia del mal… Quién no va a soportar gustosamente el dolor si sabe que por su perseverancia en Cristo, por sus obras, Dios mismo es glorificado (Küng, Hans 1979:308-309).

Esto nos lleva afirmar que Marx tiene una formación religiosa, tanto del judaísmo de parte de su madre y de la mentalidad evangélica que recibe en el colegio. En 1835 ingresa a la Universidad de Bonn para estudiar derecho, pero en 1836 se traslada a Berlín para estudiar filosofía y en el verano de dicho año se jura amor eterno con Jenny von Westphalen, "la chica más agraciada de Tréveris, una muchacha de familia aristocrática con la que Marx contraerá matrimonio (19/06/1843) en la Iglesia de san Pablo, Bad Kreuznach" (Reale, G. 1992:175). Asiste al "Club de Doctores" de los hegelianos de izquierda, liderado por el teólogo radical Bruno Bauer que se orienta al ateísmo y a la crítica del Estado prusiano. A dicho círculo pertenecen Arnold Ruge, Ludwig Feuerbach, Max Stirner, Moses Hess.

Finaliza sus estudios y el 6 de abril de 1841 presenta su tesis doctoral en la Universidad de Jena con la denominación Diferencia entre la Filosofía de la Naturaleza de Demócrito y Epicuro. Es la obra primogénita y revela su ateísmo:

La filosofía, mientras una gota de sangre haga latir su corazón absolutamente libre y dueño del universo, no se cansará de lanzar contra sus adversarios el grito de Epicuro: "El impío no es el que desprecia los dioses del pueblo, sino el que se adhiere a la idea que el pueblo se forme de los dioses.

La filosofía no lo disimula. Hace suya la profesión de fa de Prometeo: en una palabra: yo tengo odio a todos los dioses. Y opone esta divisa a todos los dioses del cielo y de la tierra que no reconocen a la conciencia humana como la divinidad suprema. Ella no aguanta ningún rival (Fernández, C. 1976: Nº 1356)

El filósofo, según Marx, tiene que poseer la actitud prometeica y por eso da como "respuesta la que Prometeo dio a Hermes, ministro de los dioses: "Jamás, puedes estar bien cierto, cambiaría yo mi suerte miserable por tu servidumbre, pues yo doy más valor a estar clavado a esta roca que a ser el criado fiel y el mensajero del padre Júpiter" (Fernández, C. 1976: Nº 1356)

Muchas veces los hombres han representado a los dioses con sus propias características, por ello son viciosos y/ o virtuosos. Jenófanes de Colofón, filósofo pre-socrático que floreció en 540 a. C., retrata el antropomorfismo religioso: "Homero y Hesíodo han atribuido a los dioses, todas las cosas que son objeto de vergüenza y censura entre los hombres: hurtos, adulterios y engaños recíprocos 8fr. 11 y 12). Pero los mortales creen que los dioses tienen un nacimiento, y vestiduras, voces y cuerpo similar al de ellos 8fr. 14). Y los etíopes representan a sus dioses chatos y negros, y los tracios dicen que tienen los ojos azules y cabellos rojos (fr. 16). Pero si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos y con ellos pudiesen dibujar y realizar obras como los hombres, los caballos dibujarían figuras de dioses semejantes a los caballos, y los bueyes a los bueyes, y formarían sus cuerpos a imitación del propio (fr. 15) (Mondolfo, R. 1983:76). En consecuencia, cada uno hace su dios a su imagen y semejanza, por ello los dioses y diosas son como las personas humanas con sus vicios y/ o virtudes.

Marx Pressburg nos indica que el impío es aquel que se adhiere a la religión que posee el pueblo, éste tiene una visión errónea y por ello sufre del eclipse religioso. Cómo no va estar torturada la Europa cristianísima si viene sangrándose desde los tiempos de Martín Lutero: católicos contra protestantes, protestantes contra católicos. Los que son sepultados, no son las imágenes, sino los hombres cargados de alegría y esperanza, de tristeza y desesperación. Hay que rechazar la religión que lleva a la falsedad, al odio, a la desesperación y a la muerte; afirmar únicamente como "divinidad suprema a la conciencia humana", ésta es una tesis planteado por Ludwig Feuerbach en Esencia del cristianismo,: homo homini deus est: el hombre un dios para el hombre(c. XVIII,p:277), El hombre es un dios para el hombre, fuera del hombre no hay dios. Por lo tanto, el "estar clavado a esta roca", a esta tierra, es reconocerse como hombre y dejar de ser el "criado fiel y el mensajero del padre Júpiter". El ateo marxista transforma al hombre en un absoluto, es un dios, es la tentación eterna del hombre lanzada ya en el paraíso: seréis dioses (Gen. 3, 5).

Bruno Bauer escribe un texto: la trompeta del juicio final sobre Hegel, el ateo y anticristo. Un ultimátum. Acentúa su crítica a la Sagrada Escritura y en 1842 se le niega la cátedra en la Facultad de Teología Evangélica de la Universidad de Bonn y se le retira de la misma. Las aspiraciones de docente universitario de Marx queda truncada, aunque tiene talento extraordinario. Moses Hess, en su carta a Berthold Auerbach del 2 de septiembre de 1841, nos da su juicio sobre el joven filósofo materialista:

Puedes prepararte a conocer al mayor y tal vez al único auténtico filósofo hoy en vida… Él sobrepasa, tanto por su tendencia como por su formación filosófica, no sólo a Strauss, sino también a Feuerbach, y esto último ya es mucho decir… El doctor Marx, así se llama mi ídolo, es aún un hombre joven (unos veinticuatro años de edad) y asestará a la religión y política medieval el golpe definitivo; conjuga el ingenio más punzante con la más honda seriedad filosófica; imagina a Rousseau, Voltaire, Holbach, Lessing, Heine[4]y Hegel unidos en una sola persona, y digo unidos, no reunidos: eso es el doctor Marx" (Küng, H. 1979:310)

Como tal, es un hombre con muchas posibilidades de futuro y sin embargo aumentó la fila de los desocupados. Esto le llevará al periodismo: empieza como redactor del Diario renano de Colonia y desde el 15 de octubre de 1842 es Director del periódico liberal demócrata, pero en 1843 el gobierno prusiano censura y es obligado abandonar la redacción (Silva Santisteban, L. 1978:164). Marx a través del periodismo ha entrado en contacto con el drama social de los campesinos del Mosela. Asimismo, por primera vez se encuentra con Federico Engels. Contrae matrimonio por la Iglesia católica con Jenny von Westphalen[5]en 1843 y a finales de octubre emigra a París.

La capital de Francia es un centro cultural muy floreciente. Marx entra en contacto con el poeta Heinrich Heine, el lírico Georg Herwegh, teólogo expulsado del Seminario de Tubinga; Arnold Ruge con el cual editara el primer cuaderno de los Anales Franco-alemán en 1844. Adquiere una visión más adecuada sobre el pensamiento de los socialistas, tales como: Fourier, Saint-Simon, Owen, Cabet, Blanc y del anarquista Bakuni; se conoce personalmente con P.J. Proudhon, con Moses Hess, Federico Engels; el último le relaciona con la Liga de Comunistas que existen en Londres y Suiza. Se distancia de L. Feuerbach y de Arnold Ruge, de Bruno Bauer. Redacta su texto: La sagrada familia o crítica del criticismo crítico contra Bruno Bauer y consortes[6]

Marx Pressburg se hace socialista y comunista, descubre las enormes posibilidades de un movimiento de trabajadores organizados y se convierte en el teórico del proletariado, piensa por los trabajadores que se ven a sí mismo y no tienen tiempo para darse cuenta de su miseria. Desarrolla una amplia práctica revolucionaria dentro de los sectores obreros y los alemanes emigrados. En 1844 elabora sus Manuscritos de París, conocida como Manuscritos económicos-filosóficos, conjunto de apuntes para una crítica de la economía nacional. Federico Engels le sugiere la necesidad vital del estudio de la economía política y por ello se sumerge, Marx, en la bibliografía económica, estudia y extracta a Adam Smith, a Jean-Baptiste Say, a David Ricardo y a John Stuart Mill. Nos habla del salario y de la alienación del trabajo, del beneficio del capital, de la propiedad privada y del comunismo, de la dialéctica hegeliana, de la religión. El "ateísmo es el humanismo conciliado consigo mismo por eliminación de la religión; el comunismo, el humanismo conciliado consigo mismo por eliminación de la propiedad privada" (Hans Küng, 1979: 313-314). Carlos Enrique Marx Pressburg ya es ateo a carta cabal, revolucionario, teórico del socialismo y del comunismo.

En 1845, a petición del gobierno de Prusia, Marx fue expulsado de París, porque es considerado como revolucionario peligroso y, se estableció en Bruselas (Lenin, s/f: 9), funda la "sociedad obrero alemán"; escribe, en primavera de 1845, su tesis sobre Feuerbach, autor de la Esencia del cristianismo, que se quedó a medio camino y en la teoría, se debe llevar a fondo las premisas revolucionarias y esto tiene que confirmarse por la praxis: "es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento" (Marx, tesis sobre Feuerbach, tesis 2). Si es así, la esencia religiosa no es la esencia humana como sostenía Feuerbach, sino "el conjunto de las relaciones sociales"; finaliza: "los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero lo que se trata es de transformarlo (Ib. Tesis 6 y 11). Esto es, realizar la total inversión de las estructuras sociales.

En la capital de Bélgica vuelve encontrarse con Federico Engels, ambos publican la Ideología alemana. Profundiza su visión sobre el derrotero humano, los hombres son producto de sus condiciones históricas y el Estado expresa dicha realidad en las estructuras sociales vigentes. Si es así, la producción espiritual: política, religión, leyes, moral, metafísica, etc., son manifestaciones de la actividad material y del comercio material de los hombres. Si los hombres modifican su producción material y su comercio real, cambian a la par su propia realidad, su manera de pensar y los productos de su pensamiento:"no es la conciencia la que determina su vida, sino la vida la que determina a la conciencia" (Carlos Marx, Miseria de la Filosofía, 1981: 142)

Hace una crítica audaz a la Filosofía de la miseria del señor Proudhon, que no ha diferenciado ni entendido el valor de uso y de cambio, la división del trabajo que se ha dado en la historia, el dinero y el trabajo, la libertad y la esclavitud, el monopolio y la competencia, de la propiedad, de las huelgas y coaliciones de los obreros; proposiciones expresadas en Miseria de la Filosofía, editada en 1847. El tema social y laboral es vuelven muy significativo para el Filósofo del proletariado:

La existencia de una clase oprimida en la condición vital de toda sociedad fundada en el antagonismo de clases. La emancipación de la clase oprimida implica, pues, necesariamente la creación de una nueva clase… La condición de la emancipación de la clase obrera es la abolición de todas las clases, del mismo modo que la condición de la emancipación del tercer estado, del orden burgués, fue la abolición de todos los estados y de todas las órdenes (IB: 142)

Coherente con su tesis, Carlos Enrique Marx Pressburg, se afilia a la Liga de los Comunistas, conjuntamente con Federico Engels marchan a Londres y participan en el Primer Congreso celebrado en noviembre de 1847, el Segundo Congreso le encarga – a los dos camaradas -la redacción del programa del partido. Marx-Engels escriben el Manifiesto del Partido Comunista, editado en 1848. Texto clave y fuente de inspiración para todo aquél que ha decidido "luchar o morir; la lucha sangrienta o la nada" por los proletarios y el ocaso de la burguesía. Marx vuelve a Colonia, Alemania, par dar su respaldo al movimiento democrático y revolucionario de 1848. La revolución fracaso y el Filósofo del proletariado es tomado prisionero, juzgado y expulsado del país. Exiliado arriba a París, pero le fue prohibida la residencia en la ciudad Luz, entonces se trasladó a Gran Bretaña, llegando a Londres el 24 de agosto de 1849.

En Londres se consagra al estudio de la economía, sus penurias y pobrezas serán aliviadas por el subsidio del industrial Federico Engels. En 1859 publica su Crítica de la economía política; propicia la organización de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864) reunidos en Londres, conocidas como la Primera Internacional, redacta sus estatutos y hace el informe al Consejo Regional de 1865. Hay cisma entre los integrantes de la Internacional, unos son partidarios de Lassalle, la social democracia de Liebknecht y, por otro, los seguidores de Proudhon y Blanqui, por cierto el conflicto se produce luego de la derrota del Comuna de París de 1871, en la que es expulsado Bakunin[7]En 1867, Marx publica el primer volumen del Capital, los dos últimos lo editará F. Engels en base a los manuscritos de su genial amigo. La Primera Internacional se disolvió en 1872. Marx todavía conserva la vitalidad y hace glosas marginales al Programa del Partido Obrero Alemán de 1875, conocida como Crítica del Programa de Gotha.

Jenny von Westphalen falleció el 2 de diciembre de 1881, amiga inseparable e inspiradora del Filósofo, hay un vacío irreparable que va minar su salud, hasta que el 14 de marzo de 1883, Marx falleció serenamente sentado en el sillón de su escritorio (Roberto J. Salazar Ramos, 1989: 90-92).

Misión de la filosofía de la historia

2.1.- Crítica de la religión

Carlos Enrique Marx Pressburg es un judío contrario al cristianismo, al protestantismo ilustrado anticlerical y como filósofo de la historia es crítico mordaz de la religión; está plenamente convencido que la emancipación de la religión es el presupuesto de todas las liberaciones:"la crítica de la religión es la premisa de toda crítica" (MARX, K. 1930:V). Marx, concisamente ha señalado la responsabilidad del filósofo y la tarea de la filosofía de la historia.

La realidad humana está invertida, se encuentra en este valle de lágrimas y del cual no es consciente. Esto es alienación religiosa. La explicación no puede partir de lo abstracto sino de la vida viviente, no del hombre idealizado ni despojado de su dignidad personal (MARX-ENGELS. s/f: 35). "El hombre no es un ser abstracto, agazapado fuera del mundo. El hombre es el mundo de los hombres, el Estado, la Sociedad. Este Estado, esta Sociedad producen la religión, una conciencia del mundo invertido, porque ellos son un mundo invertido" (MARX PRESSBURG, K. 1939: V). Facticidad que se traduce en la existencia inhumana, en la primacía de la injusticia y de la esclavitud. La religión ha justificado el mundo sangrante y torturante, según Carlos Marx. Más aún, se ha constituido en su concepción y los conserva en vida por medio de vanas esperanzas:

La religión es la teoría general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica bajo forma popular, su pundonor espiritualista, su entusiasmo, su sanción moral, su solemne complemento, su razón general de consolación y justificación. Es la fantástica realización de la esencia humana, porque la esencia humana carece de verdadera realidad. La lucha contra la religión es, por lo tanto, indirectamente, la lucha contra aquel mundo que tiene en la religión su aroma espiritual (IB. 1939:V-VI)

Marx está haciendo una síntesis de la relación idílica de la religión institucional y del Estado, del abrazo entre el poder espiritual y temporal. Si es así, la lucha contra la religión, es una pelea contra el Estado burgués capitalista y neoliberal.

La religión no es solamente el aroma espiritual para justificar el status quo deshumanizador, es también una protesta contra las relaciones sociales inhumanas:

La miseria religiosa es, de una parte, la expresión de la miseria real y, de otra parte, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin corazón, porque es el espíritu de los estados de coas carentes de espíritu (IB: VI)

La rebeldía religiosa no lleva a la resolución de los problemas sociales porque proyecta la solución fuera de la tierra, es decir, en el cielo. Si es así, se transforma en un espejismo: "La religión es solamente el sol ilusorio que gira en torno al hombre mientras éste no gira en torno a sí mismo" (IB: VI), como tal proporciona una alucinación de la felicidad. Te haces la idea que eres feliz, pero no gozas de la exquisitez de la vida.

2.2.- Opio del pueblo

Carlos Enrique Marx Pressburg considera a la religión como opio del pueblo porque en aquella época se hacía énfasis a la política de la drogadicción generalizada impuesto por el imperio británico al gobierno chino[8]

La proposición despectiva de Max tiene su antecedente en los postulados de:

  • Holbach que afirmaba en 1761: la religión es el arte de emborrachar a los hombres de entusiasmo para impedirles que se ocupen de los males que les causan los gobiernos. Las amenazas de fuerzas invisibles dan fuerza para sufrir en silencio las miserias que les han infligido aquellos poderíos.

  • Hegel, refiriéndose a la religión india, la ve compuesta de "hombres en decadencia física y moral que experimentan su situación insoportable y buscan en el opio un mundo de sueños y felicidad de locos".

  • Heine, califica la mortificación cristiana de suicidio para quitarse los tormentos de la existencia: "para cloroformar por el sonido del órgano y las campanas, los dolores de la cabeza… Para quienes la tierra no ofrece nada más, se inventó el cielo".

  • Bruno Bauer, compara la teología con el opio que adormece los instintos de la humanidad libre y a la religión que destruye lo humano "con la pasión que tiene la embriaguez de uno dedicado al opio".

  • Moisés Hess, afirma: "la religión puede sin duda hacer soportable la conciencia desdichada de la esclavitud… como el opio presta buenos servicios en el caso de la enfermedad dolorosa; la fe en la realidad de lo irreal y en la irrealidad de lo real es sin duda capaz de procurar a otros que sufren una bienaventuranza pasiva… pero no puede suministrar la energía viril para liberarse del mal (VELEZ CORREA, Jaime 1989:361)

La religión es una patología de las conciencias humanas. Más aún, es un mal que va creando expectativas y soluciones ficticias, por ello ha creado el cielo y niega el drama terrícola de los hombres. Los pensadores que anteceden a Marx poseen una visión negativa de la religión, es la que adormece la vivacidad del darse cuenta, nos hace inconsciente y por ello es una cadena de deshumanización. Marx por cierto lleva la crítica religiosa a su radicalidad, "el hombre hace la religión; la religión no hace al hombre. Y la religión es, bien entendido, la autoconciencia y el autosentimiento del hombre que aún no se ha adquirido a sí mismo o ya ha vuelto a perderse"(MARX, K 1939: V)

¿Cómo se llega a la superación de la alienación religiosa? La salida coherente será dejar de ser religioso y trastocar el orden vigente, transformando el mundo se entierra a la religión, "la superación de la religión como la dicha ilusoria del pueblo es la exigencia de su dicha real… La crítica de la religión es, por lo tanto, en germen, la crítica del valle de lágrimas que la religión rodea de un halo de santidad. La misión de la historia consiste, pues, una vez que ha desaparecido el más allá de la verdad, en averiguar la verdad del más acá. Y, en primer término, la misión de la filosofía, que se halla al servicio de la historia, consiste, una vez que se ha desenmascarado la forma de santidad de la autoenajenación humana, en desenmascarar la autoenajenación en sus formas no santas. La crítica del cielo se convierte en la crítica de la tierra…. La crítica de la religión, en la crítica del derecho; la crítica de la teología, en la crítica de la política" (IB: VI-VII). La superación o liberación de todas las desdichas del hombre y de la sociedad debe empezar por la liberación religiosa, dejar de ser religioso para ser ateo, es decir, plenamente humano. Los hombres de los tiempos de Marx transformaron a los proletarios en pobres perros, hasta los legisladores quieren normar para que los perros paguen sus impuestos, es decir, consideran a los perros como personas, así se rebaja al trabajador a la condición de animal:"aquellos exclamación de un francés al enterarse de que existía el proyecto de crear un impuesto sobre los perros: ¡pobres perros! ¡Quieren trataron como si fuerais personas! (IB:XV)

Carlos Marx Pressburg se considera un segundo Martín Lutero y como tal está llamado a dar un giro copernicano a la situación de Alemania y del mundo:

El pasado revolucionario de Alemania es, en efecto, un pasado histórico: es la reforma. Como entonces en el cerebro del fraile (Martín Lutero), la revolución comienza ahora en el cerebro del filósofo (Carlos Marx).

Lutero ha vencido la servidumbre fundada en la devoción, porque ha colocado en su puesto a la servidumbre fundada sobre la convicción. Ha infringido la fe en la autoridad, porque ha restaurado la autoridad de la fe. Ha transformado los clérigos en laicos, porque ha convertido los laicos en clérigos. Ha liberado al hombre de la religiosidad externa, porque ha mudado la religiosidad a la intimidad del hombre. Ha emancipado al cuerpo de las cadenas porque ha encadenado al sentimiento (IB: XV)

Si es así, el filósofo marxista tiene que convertir a los religiosos en ateos, a los ateos en revolucionarios y éstos serán los guías de los proletarios. Por lo tanto, deben despojarse de su espíritu clerical, única posibilidad para ser emancipador del pueblo.

Los protestantes liberaron de sus cadenas de dependencia de Roma a los alemanes, ahora Marx se propone liberar a Germania de su religiosidad evangélica a través de la Filosofía, así los alemanes serán los emancipadores del pueblo y de la humanidad. ¿Por qué los alemanes son los liberadores de la humanidad? La misión liberadora, en sentido universal, del politeísmo fueron los hebreos desde el siglo XVIII a. C., tarea que asumieron los cristianos desde el año 33, fundado en Jesucristo, ahora los marxistas asumen dicha responsabilidad apoyado en Carlos Marx Pressburg. Usted se dará cuenta que inconscientemente Marx reemplaza al Mesías y los proletarios sustituyen a los cristianos, una forma fina del endiosamiento del hombre y de los hombres. En palabras del Filósofo del proletariado:

Así como la filosofía encuentra en el proletariado su arma material, así el proletariado halla en la filosofía su arma espiritual, y apenas la luz del pensamiento haya penetrado a fondo en este puro terreno popular, se cumplirá la emancipación del alemán en hombre.

La emancipación del alemán es la emancipación del hombre. El cerebro de esta emancipación es la filosofía y su corazón es el proletariado: el proletariado no puede ser eliminado sin la realización de la filosofía.

Cuando todas las condiciones internas sean realizadas, el día de la resurrección alemana será anunciada por el canto resonante del gallo francés (IB: XXII)

El capitalismo tiene que desarrollarse hasta enviar al museo de la historia al feudalismo alemán, entonces se vislumbrará la revolución proletaria, como sucedió la revolución burguesa francesa de 1789 y 1830 (CAMPOS RODRIGO, Aníbal 1988: 121). El Filósofo del proletariado está señalando que Germania tiene que superar su feudalismo y llevar a su cenit el sistema capitalista, condición básica para el amanecer revolucionario y liberador del proletariado, principio de todas las liberaciones de la humanidad. Así nuestro mesías, segundo Martín Lutero, se muestra más alemán que judío, más ateo que evangélico protestante, más comunista que capitalista y, sin embargo profundamente racista por su visión excluyente.

2.3.- Alienación política

La liberación de la alienación religiosa es un presupuesto de la emancipación política. En otras palabras, el Estado se ha liberado de la tutela de la religión y de la Iglesia, hecho que se ha producido en Francia con la Revolución de 1879 y 1830, en los EE. UU la religión fue enviado a la esfera privada y Bruno Bauer sostiene que la separación del Estado-Iglesia en Alemania, es indispensable para el progreso humano.

El Estado burgués, expresión patética del liberalismo y de la Revolución, ha sepultado a los Estados feudales y absolutistas; ya no tiene vestimenta religiosa, ahora se determina se determina la voluntad soberana del pueblo a través del sufragio universal, por cierto elige a sus representantes para decidir en nombre del pueblo. La nueva burguesía ha imantado a las conciencias ingenuas y el pueblo cree que es el soberano y toma sus decisiones, falso. ¿Por qué razones? La nueva burguesía a través del pueblo ha tomado el control e impone su voluntad al pueblo a través del Estado, razón por la cual no ha eliminado a la religión ni a la propiedad privada, sino que los ha confirmado. Si es así, no ha desaparecido la alienación santa ni pagana, tema desarrollado por el ateo comunista en la Cuestión Judía (MARX, C.)

El Filósofo comunista señala que el problema judío no hay que explicarlo por su religión, sino por su vida social económica. El fundamento de la fuerza del judío no está en su religión, sino en el "interés egoísta, la ganancia y la usura, las que se concretizan en el dinero. Nosotros no explicamos la tenacidad del judío partiendo de su religión, sino más bien arrancando del fundamento humano de su religión, de la tenacidad práctica, del egoísmo" (CAMPOS RODRIGO, A. 1988:164). No es tanto el Pentateuco ni el Talmud, sino el dinero. En la sociedad burguesa el dinero es el celoso Dios de Israel ante el que no puede prevalecer ningún otro Dios. El Dios de los judíos se ha secularizado, se ha convertido en Dios universal. La letra de cambio, el dinero es el Dios real de la sociedad burguesa que adora el dinero como esencia del trabajo y de la existencia del hombre (SALAZAR RAMOS, R. 1989:100). La sociedad y el Estado capitalista es ha judaizado, está adinerado y privatizado en la propiedad de ellos. En consecuencia, la emancipación humana sólo es posible a partir de la emancipación de la sociedad del judaísmo capitalista.

El Filósofo comunista en sus Manuscritos-Económicos-Filosóficos, redactado en París en 1844, aunque publicado póstumamente en 1927, descubre la gran potencialidad de los trabajadores para hacer la emancipación humana. La alienación de los hombres es a consecuencia de la división social y de la propiedad privada, en este sistema el trabajo se constituye en una alienación. El hombre por el trabajo se produce y se autoproduce, es una actividad vital y en esa medida continúa viviendo; si los medios que produce le son arrebatados entonces se le arranca el producto de su subsistencia, se le despoja de su vida, impidiéndole realizarse plenamente. El expropiador se enriquece con la vida de los trabajadores, se transforma en un expoliador del hombre. Por ello, el trabajo enajenado es equivalente a la vida enajenada:

La propiedad privada es el producto del trabajo enajenado y, segundo lugar, el medio a través del cual se enajena el trabajo, la realización de esta enajenación (CAMPOS RODRIGO, AN. 1988: 169)

Así la propiedad privada (trabajo enajenado) es el fundamento de la sociedad burguesa. En consecuencia, en la sociedad liberal, el capitalista es el lado conservador (el expropiador de la vida obrera), el trabajador es el lado destructor y negador de la sociedad que lo ha engendrado, pero al mismo tiempo es el constructor de la nueva sociedad comunista.

En su escrito Miseria de la Filosofía, redactado entre1846-1847, precisa las consecuencias de la división del trabajo enajenado que lleva hasta la idiotización del obrero:

La división del trabajo reduce al obrero a una función degradante; a esta función degradante corresponde un alma depravada; a la depravación del alma corresponde una reducción cada vez mayor del salario…

Lo que caracteriza la división del trabajo en el seno de la sociedad es que engendra las especialidades, las distintas profesiones, y con ellas el idiotismo del oficio (MARX PRESSBURG, C, 1981: 107 y 116)

La especialización del trabajo está expresando los momentos circunstanciales y con ella se muestra con claridad meridiana la alienación del trabajador, el obrero en la sociedad burguesa todos los días se vende a sí mismo. En su escrito Trabajo asalariado y Capital, redactado en 1847 y publicado en abril de 1849, señala:

El esclavo no vendía su fuerza de trabajo al esclavista, del mismo modo que el buey no vende su trabajo al labrador. El esclavo es vendido de una vez y para siempre, con su fuerza de trabajo, a su dueño. Es una mercancía que puede pasar de manos de un dueño a manos de otro. El es una mercancía, pero su fuerza de trabajo no es una mercancía suya. El siervo de la gleba sólo vende una parte de su fuerza de trabajo. No es él quien obtiene un salario del propietario del suelo; por el contrario, es éste, el propietario del suelo, quien percibe de él un tributo.

…el obrero libre se vende él mismo y…., se vende en partes. Subasta 8, 10, 12, 15 horas de su vida, día tras día, entregándolas al mejor postor, al proletariado de las materias primas, instrumentos de trabajo y medios de vida; es decir, al capitalista. El obrero no pertenece a ningún propietario ni está adscrito al suelo, pero las 8, 10, 15 horas de su vida cotidiana pertenecen a quien las compra…

Por cierto, en la sociedad liberal, hablamos de libertad, por el cual el trabajador tiene la posibilidad de abandonar al capitalista y éste posee la facultad de despedirlo. Para el burgués esto es una realidad y para el asalariado es una posibilidad, ya que, sin ella no puede vivir, de hecho no existe la forma de excluirse del sistema capitalista. ¿Por qué?

Para el obrero a "única fuente de ingreso es la venta de su fuerza de trabajo, no puede desprenderse de toda la clase de los compradores, es decir, de la clase de los capitalistas, sin renunciar a su existencia. No pertenece a tal o cual capitalista, sino a la clase capitalista en conjunto, y es incumbencia suya encontrar un patrono, es decir, encontrar dentro de esta clase capitalista un comprador" (MARX PRESSBURG, C., S/F: 72-73)

Mientras está en el sistema capitalista, el obrero no podrá excluirse de ella ni el capitalista prescindir del trabajador, temporalmente se necesitan unos a otros, pero llegará el tiempo en que el trabajador enviará al capitalista al trasto de la historia, ¿no les parece que es una hermosa ilusión?

La revolución industrial del capitalismo se sustenta en la explotación abierta, descarada, directa y brutal del trabajador. A todos las profesiones venerables y dignas: médico, abogado, sacerdote, poeta, hombre de ciencia, los ha transformado en asalariados, en vendedores de sus vidas cotidianas y así subsistir, los pobres y miserables crecen más rápido que la riqueza (MARX – ENGELS, MPC: 42) ¿Por qué razones se produce la deshumanización del trabajador? Debido a qué el obrero van dejando plusvalía a favor del dueño del capital (MARX, C. Salario, precio y ganancia: 217). Cuando los trabajadores solicitan el aumento del salario al capitalista (empresario, industrial, banquero, comerciante, etc.), lo único que hacen es prolongar su existencia agonizante y por ello nos dice en el Consejo General de I Internacional de 1865:

En vez del lema conservador de "un salario justo por una jornada de trabajo justo", deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: ¡abolición del sistema de trabajo asalariado! ¿Por qué razón? El capitalista no busca elevar el nivel medio del salario, sino a reducirlo. ¿Qué queda por hacer? La emancipación definitiva de la clase obrera tiene que traducirse en la "abolición definitiva del sistema de trabajo asalariado (IB: 231)

La sociedad burguesa y su representante jurídico-político, el Estado capitalista "es la violencia organizada de una clase para la opresión de otra" (MARX-ENGELS, MPC: 50). La finalidad de la Filosofía de la Historia es mostrar el drama sufriente del proletariado y la vida confortante del dueño del capital, de las relaciones laborales expresadas por las leyes injustas elaboradas, aprobadas y ejecutadas por los propietarios del capital que manejan el Estado.

Meta de la historia

La historia humana, desde la óptica de Marx Pressburg, es el derrotero lacerante y sangrante, devenir que ha por los "modos de producción asiática, antigua, feudal y burguesa, como las épocas progresivas de la formación económica de la sociedad" (MARX, C. Crítica de la Economía Política, citado por CF.TII. Nº 1415). Éstas son expresiones de las relaciones socio-económicas, ligazón vital que es independiente de la voluntad de los hombres, son necesarias y determinantes, sin embargo no son definitivas ni eternas sino contingentes.

Partes: 1, 2
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