Ejercicios físicos y charlas educativas en la disminución de los niveles de sedentarismo
Enviado por Raúl Leyva López
- Introducción
- Marco teórico conceptual
- Población y muestra
- Análisis de los resultados
- Plan de ejercicios fisicos y charlas educativas para disminur el sedentarismo en la población adulta fisico recreativo
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Introducción
1.1 Introducción
El desarrollo tecnológico, industrial y científico le ha proporcionado al hombre mayores conocimientos y medios para combatir la mayoría de las enfermedades que han azotado a la humanidad. (OMS1986). Así mismo, este desarrollo ha incrementado la expectativa de vida en los países más desarrollados en los cuales es habitual alcanzar los 80 años de edad. Sin embargo se sustituye la actividad física humana por el empleo de artefactos ideados con el fin de crear más confort, humanizar el trabajo y aumentar la productividad.
La mayoría de las actividades físicas vigorosas son realizadas por las máquinas en el ámbito laboral (carga de objetos), en los desplazamientos (ascensores y automóviles) e incluso en el tiempo de ocio (ver la televisión, vídeo, juegos, transporte automotor para sus desplazamientos).
El estilo de vida sedentario que esta actitud genera, constituye, por si solo, un factor de riesgo para la salud, pues se ha podido demostrar, que favorece la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, determinados tipos de cáncer, la osteoporosis, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las hiperlipidemias, la obesidad, y el exceso de estrés y favorecen los procesos degenerativos propios del envejecimiento muchas veces asociados a hábitos alimentarios inadecuados que también conspiran en detrimento de la salud. (Burgueño Pons. JC. (2011) citando a Mojáiber, R. B.1986.
Si bien el fenómeno de la inactividad física, hipokinesia o sedentarismo resulta perjudicial para todas las edades y sexos, en la edad adulta resulta aún más dañino, pues es el período de la vida de las personas, comprendido entre la juventud y la ancianidad donde se producen la mayor cantidad de morbilidad y mortalidad evitable por enfermedades crónicas.
Algunos autores consideran edad adulta a la comprendida entre 20 a 64 años y señalan que a partir de los 20 a 25 años comienza una pérdida progresiva de capacidades físicas, aunque puntualizan que la actividad física regular y sistemática puede detener el proceso degenerativo. Pérez A (2002) Machado, 1998 y Navarro Valdivieso, 1999) Por todos estos factores, este período de edad es el principal foco de atención e interés de la medicina preventiva actual, ya que las enfermedades crónicas están en fase claramente ascendente en esas edades en la mayoría de los países de todo el mundo y en particular en Venezuela.
El cuadro de salud de la población en los años futuros estará caracterizado por el aumento sustancial en la denominada cuarta edad donde aumentarán las enfermedades coronarias provocadas por el sedentarismo, las que continuarán reemplazando a otras causas de muertes en el cuadro epidemiológico de la mortalidad y morbilidad venezolanas e impondrán un aumento importante en los gastos del sector salud.
Se requerirán nuevas estrategias en los distintos programas de atención, buscar alternativas para mantener adecuados niveles de salud en que el combate contra el sedentarismo ocupa un lugar importante. Se precisa, en este sentido, valorar las particularidades de cada estado, tanto en los recursos que posee, como en las características de su población adulta para tomar providencias al respecto. Resulta pues provechoso considerar la práctica del ejercicio físico, a la hora de ralentizar el proceso de envejecimiento con el reconocimiento de los beneficios que esta actividad trae para el adulto, considerando trabajar de manera común con las instituciones sanitarias y demás organismos que rigen la consolidación del bienestar de esta población en el país..
Se resume pues en este comentario de Ochoa (1992) la importancia que reviste el ejercicio físico cuando señala que los estilos de vida saludables son el fundamento de la promoción de salud para lograr combatir las enfermedades y riesgos que producen más del 70% de las muertes de la población: tabaco, alcohol, accidentes, dietas ricas en grasas saturadas y colesterol, obesidad, hipertensión arterial y sedentarismo. Todas con marcada incidencia en la comunidad La Ceiba del municipio Jiménez.
La estrecha relación entre la actividad física y los factores de riesgo para prevenir las enfermedades crónicas no transmisibles son destacados por el autor (ob. cit), destacando que la falta de actividad influye de forma negativa entre otros aspectos: estado de ánimo, la depresión, la falta de auto confianza, la ansiedad y algunos mecanismos de respuesta al estrés, que hacen aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Esta misma conclusión la refieren otros autores que señalan que los bajos niveles de actividad física habitual están asociados con el incremento marcado de todas las causas de mortalidad. Rodríguez Pons J.C. (2011)
Estudios experimentales plantean que la práctica del ejercicio mejora los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y otros factores relacionados con la salud, incluyendo los niveles de lípidos en sangre. Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares aumentan cuando la actividad física disminuye. (Serra JR.1996).
Por lo anteriormente señalado se infiere que la actividad física, favorece a su vez los movimientos internos del organismo en su totalidad, que abarcan todos los procesos biológicos. Pero debemos tener en cuenta que para lograr este resultado, los ejercicios deben ser orientados y dosificados adecuadamente, pues es cierto que la inactividad física resulta dañina, pero también puede serlo la práctica incorrecta o excesiva. Por lo que se hace necesario contar con herramientas teórico prácticas para la atención integral al adulto mayor que facilite la intervención adecuada
Algunas investigaciones han intentado disminuir los niveles de sedentarismo en otros escenarios logrando exultado positivos en este aspecto, pero no se evidencia, en el estado Lara, ninguna investigación que infiera estudios poblacionales o estratificados que intenten dar respuesta a esta problemática.
Pérez Leyva A (2008) realiza un trabajo para disminuir los niveles de sedentarismo en las personas adultas de la Comunidad El Chala EN el estado Monagas y propone un amplio y acertado programa de ejercicios físicos que logra incorporar a las actividades físicas y disminuir los niveles de sedentarismo en la población en estudio. A pesar de ello no se generaliza la experiencia por el bajo conocimiento de los profesores para aplicar la misma y queda abierta a validación la propuesta del autor mencionado. Lo que sirve de base para el presente trabajo como un proceso de validación de dicha propuesta.
Pérez Fuentes A. (2000) en un estudio experimental realizado en Cienfuegos logra disminuir los niveles de sedentarismo en 80 trabajadores de la Universidad de la Provincia, partiendo de Gimnasia Laboral y charlas educativas con la utilización de audiovisuales, demuestra que la práctica del ejercicio disminuyen los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y otros factores relacionados con la salud, incluyendo los niveles de lípidos en sangre. El resultado de este trabajo no se generaliza por definir estudios sanguíneos para la comprobación de la concentración de determinados componentes en sangre de los involucrados en la experiencia, que a pesar de contar con un elevado nivel científico y pruebas irrefutables no son consideradas para aplicar en el contexto del presente trabajo por su componente en pruebas de laboratorios, que hacen mas engorroso el procedimiento y puede influir negativamente en la incorporación de personas al estudio.
Todas las opiniones coincidentes apuntan hacia la necesidad de combatir el sedentarismo como la causa que provoca disímiles enfermedades, pero en la actualidad, como se ha plantado, en la comunidad que ocupa esta investigación, no se muestran indicadores alentadores en este sentido y se evidencia un elevado número de adultos con altos niveles de sedentarismo lo que permite inferir que las acciones del programa de intervención comunitaria el proyecto Barrio Adentro Deportivo es insuficiente para lograr revertir esta situación.
Como se ha podido apreciar, son conocidos y están demostrados científicamente los múltiples beneficios que reporta la práctica de la actividad física a personas de cualquier edad. No obstante existe una creciente y marcada tendencia a la vida sedentaria de la población de la comunidad La Ceiba del municipio Jiménez, La obesidad, los malos hábitos alimentarios y nocivos manifiestan también cifras alarmantes (79 al 80 % de la población adulta mantienen una vida sedentaria según estudios de la Misión salud en el estado. Del 2011)
Sin embargo la población adulta aún no está consciente de los beneficios de la actividad física para la salud lo que demuestra que, en alguna medida, no es efectiva la labor persuasiva y de convencimiento de la población para lograr la disminución de los niveles de sedentarismo de esta población adulta de la comunidad La Ceiba.
EL estudio mencionado ha demostrado, además, que los altos niveles de muerte por enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares en la población adulta ocupan la segunda causa de muerte y están asociados a estilos de vida desfavorables como el alcoholismo, el consumo de cigarrillos y las dietas ricas en grasas, la obesidad y el sedentarismo en mayor proporción. Por lo que se pretende con el establecimiento de este proyecto, una disminución de los niveles de sedentarismo.
Problema científico.
Por todo lo antes expuesto se declara en esta investigación el siguiente problema científico:
¿Cómo influye un plan de intervención mediante ejercicios físicos y charlas educativas en la disminución de los niveles de sedentarismo de la población adulta de la comunidad La Ceiba?
Objeto de estudio.
Proceso de atención al adulto mayor con altos niveles Sedentarismo
Objetivo.
El objetivo General de la investigación es:
Valorar la influencia de un plan de intervención mediante ejercicios físicos y charlas educativas, en la disminución de los niveles de sedentarismo en la población adulta de la comunidad La Ceiba del municipio Jiménez.
Campo de acción.
Ejercicios físicos y charlas educativas para disminuir los niveles de sedentarismo.
Objetivos específicos.
Teniendo en cuenta todo lo anterior y para darle cumplimiento al objetivo de la investigación se proponen los siguientes objetivos específicos:
Determinar los fundamentos teóricos metodológicos para la atención al adulto con niveles de sedentarismo.
Diagnosticar los niveles de sedentarismo de la población adulta de la Comunidad La Ceiba.
Elaborar un plan de intervención mediante ejercicios físicos para la disminución de los niveles de sedentarismo de la población adulta de la comunidad estudiada.
Aplicar el plan de ejercicios físicos y charlas educativas elaborado.
Determinar la efectividad del plan de ejercicios físicos y charlas educativas en la disminución de los niveles de sedentarismo de la población adulta de la comunidad La Ceiba.
Hipótesis.
Dada esta posición se defiende como hipótesis:
La aplicación de un plan mediante ejercicios físicos y charlas educativas, influye positivamente en la disminución de los niveles de sedentarismo de la población adulta de la comunidad La Ceiba.
Variables Relevantes
Independiente: Plan de Ejercicios físicos y charlas educativas.
Dependiente: Disminución de los Niveles de Sedentarismo del adulto.
Variables ajenas:
Recursos materiales.
Sexo.
Relación Inter. Organismos.
Estado de salud del adulto.
Experiencia del activista.
Horario de las actividades.
El aporte práctico de la investigación se refiere al plan de actividades físico recreativas y charlas educativas, para disminuir los niveles de sedentarismo en estas personas.
Novedad y aportes de la investigación.
En la República Bolivariana de Venezuela y especialmente en el contexto donde se realiza la investigación se ha trabajado en la curación de las enfermedades y no en la prevención. Con la llegada de la misión Barrio Adentro se han diagnosticado un alto nivel de enfermedades coronarias, provocados por los altos niveles de sedentarismo fundamentalmente en la población de bajos recursos que durante períodos no han tenido acceso a los servicios médicos primarios.
Con la creación de los binomios médicos y especialistas de cultura física en las comunidades se han podido buscar alternativas para darle solución a los problemas de salud detectados. Una de las mayores preocupaciones lo constituyen los estilos de vida sedentarios que van en deterioro de la salud de la población y favorecen la aparición de enfermedades coronarias.
La novedad científica lo representa la validación, en el contexto de la comunidad La Ceiba, de un plan de ejercicios físicos y charlas educativas y su influencia en la disminución de los niveles de sedentarismo, toda vez que se encuentran en el estado estudios y propuestas similares con anterioridad pues los precedentes solo se dedican a determinar y dispensarizar a la población adulta sin proponer alternativas para combatir las manifestaciones de sedentarismo en esta población.
CAPITULO I.
Marco teórico conceptual
Consideraciones generales acerca del proceso de atención a personas sedentarias.
En 1992, la American Heart Association (AHA), basada en el gran número de evidencias científicas acumuladas en las últimas décadas realizó un comunicado oficial de gran importancia médica: "la vida sedentaria fue oficialmente ascendida
a factor de riesgo mayor e independiente de enfermedad coronaria". Esto significa que la vida sedentaria, por si sola, puede llevar al cierre arterial, a la arteriosclerosis y al infarto (Burnham, 1998).
Sin embargo, al realizar el análisis de una revisión bibliográfica, sobre el concepto de sedentarismo y sus clasificaciones relacionadas con los factores de riesgos de las enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares utilizada en sus investigaciones por los autores: (INDER, 1981; Álvarez Li, 1995; Palau, 1997; Machado Díaz, 1998; Rodríguez Domínguez, 1998), se puede apreciar que no hay una definición única y precisa, pues, aunque existe una generalizada coincidencia en relacionar el sedentarismo con la falta o insuficiente cantidad de actividad física, el concepto de sedentarismo es definido y, sobre todo clasificado de diferentes formas basado en encuestas que determinan la actividad física y el ejercicio que realizan las personas, lo que puede resultar insuficiente, pues sólo informa sobre la conducta y no la condición física alcanzada que es un atributo como fue aclarado anteriormente.
Diferentes conceptos de sedentarismo
1.- Sedentario: Quieto, inactivo, con poco movimiento ( Alvero Francés, F. 1991)
2.- Sedentarismo: Insuficiente cantidad de movimiento, la falta de carga funcional por la actividad física sistemática. (INDER Nacional. .1981)
3.-Sedentario: Se considera sedentario al que realiza una actividad principal de actividad ligera y una actividad física adicional no útil
Actividad principal: La que realiza durante la jornada laboral.
Actividad ligera: Permanecer el 75 % del tiempo o más sentado o de pie.
Actividad adicional no útil: Realizar actividad física con una frecuencia semanal inferior a 4 veces y con una duración menor de 30 minutos cada vez.
Las actividades físicas adicionales se reducen al uso de la bicicleta y otras actividades físicas (ejercicios aeróbicos, practicar deportes etc.) (Rodríguez Domínguez L,Herrera Gómez V, Dorta Morejón E Mayo/Jun. 14 (3):243-91998.)
4.- Sedentarismo: Se define como la no realización de actividad física durante menos de 15 minutos y menos de tres veces por semana durante el último trimestre .(Machado Díaz M. 1998)
5-Sedentarismo: Se define como la no realización de actividad física durante el último mes. Se considera como ejercicio físico protector a la actividad física regular, preferentemente diaria, de ligera a moderada en cuanto a intensidad, por lo menos 30 minutos al día, durante la semana, o en su defecto, la acumulación de breves períodos de actividad física intermitente, pero que en total alcance la cantidad óptima referida. (Álvarez Li F, Espinosa Brito A, Álvarez Silva Aycaguer, L Marrero Pérez R. 1995.)
6.- Sedentario: Se clasifican como sedentarios los que no realizan un sistema de ejercicios regular de 3 a 4 días a la semana (Palau A 1997)
Del análisis de los conceptos de sedentarismo se concluye que:
??El concepto de sedentarismo es definido de diversas formas.
??Existe una generalizada coincidencia al relacionar el sedentarismo con la falta o insuficiente cantidad de actividad física.
El estilo de vida sedentario ha sido reconocido oficialmente, basado en las múltiples evidencias acumuladas, como un factor de riesgo mayor para las enfermedades cardiovasculares. Además el ejercicio puede ser beneficioso, descubriendo, previniendo y manejando el estado de la enfermedad prevaleciente como hiperlipidemia, hipertensión, obesidad, diabetes mellitus, desordenes afectivos, cáncer, osteoporosis y declinación de la fuerza muscular relacionado con la edad. (Buraham, 1998).
De los trabajos de Greenleaf, Browse, Vorgt y Stremel citados por Marcos Becerro
(1994) se deduce que la inactividad física y especialmente el reposo prolongado en cama origina numerosas alteraciones en el organismo tales como: disminuciones del volumen plasmático, del flujo vascular, del número de hematíes circulantes, de las proteínas plasmáticas, de la glucosa, del calcio, del fósforo y del cloro, a la vez se reduce el flujo de sangre a los músculos y produce la atrofia de los mismos. Como fácilmente se puede comprender, el único método efectivo en la lucha contra estas alteraciones, lo constituye la actividad física.
Se considera importante señalar como se ha explicado anteriormente que algunos autores no establecen diferencias y utilizan indistintamente los términos de actividad física, ejercicio físico y forma física. Sin embargo, ha quedado demostrado que existen diferencias entre cada uno de ellos. Por tanto, el autor coincide con Marcos Becerro (1994) y muchos otros autores en la necesidad de precisar cuando se emplean algunos de ellos con cualquier propósito, definirlo, señalar el fin lúdico, rehabilitador, preventivo al que se destina, y definir claramente la intensidad, la duración, la frecuencia, los grupos musculares, ya que de ello dependerá lograr los resultados propuestos.
Factores de riesgo asociados a personas sedentarias.
Las principales causas de muerte en el ámbito mundial lo constituyen las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las cerebrovasculares por este orden y varias de ellas, para no ser absolutos, están asociados estilos de vida sedentarios y nocivos hábitos alimentarios que, en Venezuela, se ponen de manifiesto, los que provocan, primero, una marcada tendencia a la obesidad y luego a la aparición de estas dolencias.
Es por ello que se convierten en foco principal de atención para el sector de salud. Las principales formas de contrarrestar este flagelo pueden ser a través de la promoción de la salud dirigida a cambiar el estilo de vida individual y colectiva con la participación, no sólo del sector de la salud, sino de todos los sectores de la sociedad.
A lo largo de los años, los científicos han intentado determinar la etiología básica o causa, de las enfermedades de las arterias coronarias y la hipertensión. Una gran parte de lo que se conoce de estas enfermedades proviene del campo de la epidemiología, una ciencia que estudia las relaciones de varios factores con una enfermedad, o proceso de enfermedad específica.
Utilizando estudios longitudinales de poblaciones, se han podido definir los factores que representan un riesgo de contraer las enfermedades mencionadas.
No es ocioso examinar los principales factores de riesgo que son comunes para las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y para la hipertensión en su doble función como factor de riesgo y enfermedad.
Holford (2001) señala que la denominación de una enfermedad como del corazón o el cerebro es incorrecta, pues las verdaderas enfermedades que hacen peligrar la vida son las enfermedades arteriales. Por lo tanto, resulta estratégico estudiar los factores de riesgo para las arterias coronarias por ser comunes a todas las enfermedades.
Los factores asociados con un mayor riesgo de desarrollo prematuro de enfermedades de las arterias coronarias, pueden clasificarse en dos grupos:
Aquellos sobre los que una persona no tiene control y aquellos que pueden alterarse mediante cambios básicos en el estilo de vida.
Entre los que no se pueden controlar están: la herencia (historia familiar de enfermedades en las arterias coronarias), género masculino, y el envejecimiento. Entre los factores que pueden controlarse o alterarse se hallan los factores de riesgo primarios o mayores que son aquellos que han demostrado de forma concluyente que tienen una fuerte asociación con las enfermedades de las arterias coronarias es decir son independientes desde el punto de vista que cada uno de ellos solo, sin la presencia de los demás, tiene un elevado componente para provocar la enfermedad en sus mayores consecuencias.
Entre estos factores se incluyen el fumar, la hipertensión, los niveles desfavorables de los lípidos en sangre y la inactividad física, (para muchos autores Sedentarismo). Este último fue añadido a la lista en Julio de 1992. Datos de estudios realizados en los años 80 sugieren que la obesidad, provocada o no por estilos de vida sedentarios resulta, probablemente, un factor primario de riesgo.
Factores de riesgo de enfermedades coronarias.
Factores de riesgo inalterables. Fuente: Wilmore y Costill (1998)
Herencia (Historia familiar).
Sexo
Edad avanzada.
Factores de riesgos primarios (mayores)
Fumar
Hipertensión
Lípidos en sangre
Altos niveles de colesterol
Altos niveles de LDL colesterol.
Bajos niveles de HDL.
Altos niveles de triglicérido.
Inactividad física. (Sedentarismo)
Factores de riesgo secundarios (menores).
Obesidad.
Diabetes
Estrés.
La hipertensión arterial
La HTA está considerada como una enfermedad crónica no transmisible que se caracteriza por cifras de tensión elevadas, pero además como otro factor de riesgo relacionada con un mayor número de fenómenos cardiovasculares, por lo tanto, la HTA según Martín Luengo y col. (1997) hay que considerarla como algo más que un problema de presión arterial elevada.
De acuerdo a Weber (1991) la HTA es un síndrome que se expresa por cambios metabólicos y cardiovasculares como:
Presión arterial elevada
Aumento de la sensibilidad a las consecuencias de las alteraciones de los lípidos
Intolerancia a la insulina.
Disminución de la reserva renal.
Alteraciones en la estructura y función del ventrículo izquierdo (remodelado)
Alteraciones en la adaptación de las arterias proximales y dístales.
La clasificación que para adultos de 18 años se presenta ha sido publicada por el grupo nacional de hipertensión de Cuba, según los criterios del VII Reporte del Comité de Experto para el Diagnóstico, Tratamiento y Evaluación de la Hipertensión Arterial y tiene el propósito de identificar individuos en riesgo de padecer hipertensión arterial, así como facilitar una guía práctica para el tratamiento y evaluación de los ya enfermos. La identificación de los distintos factores asociados presentes o no en los individuos será las acciones pertinentes para cada paciente.
Clasificación de la Presión arterial. Para Adultos de 18 años o más *
(VII REPORTE DEL JNC, 2003)
* Basadas en el promedio de dos o más lecturas tomadas en cada una de dos o más visitas tras el escrutinio inicial. Cuando la cifras de presión arterial sistólicas o diastólicas caen en diferentes categorías la más elevadas de las presiones es la que se toma para asignar la categoría de clasificación.
** Se clasifican en Grados y no en Estadios como en la anterior edición.
Clasificación etiológica de la hipertensión arterial:
Hipertensión arterial esencial o primaria (90 – 95 %)
Hipertensión arterial secundaria (5 – 10 %)
Estrictamente, la hipertensión se define por la presencia de valores de presión arterial superiores a la normalidad: presión arterial sistólica (PAS) de 140 mm/Hg o más y/o presión arterial diastólica de 90 mm/Hg o más. Sin embargo, en el adulto mayor, la Asociación Americana de Geriatría (AGS) sugiere cifras de 160 mm/Hg o más de PAS y 90 mm/Hg o más de PAD para hipertensión sisto-diastólica.
En el caso de la Hipertensión sistólica aislada se refieren cifras de PAS de 140 mm/Hg o más con PAD menor de 90 mm/Hg. Valores sistólicos entre 140 y 160 se consideran limítrofes y probablemente requieren tratamiento en los menores de 85 años. Los datos en los pacientes mayores de 85 años para tratar en este mismo rango son aún inconsistentes.
En la fisiopatología de la hipertensión en el adulto mayor son centrales los cambios en las resistencias vasculares periféricas para el desarrollo, tanto de la hipertensión esencial como de la sistólica aislada. Sin embargo, el fenómeno parece ser multifactorial.
La mayoría de los hipertensos adultos mayores cursan asintomáticos. Es frecuente identificar el caso al encontrar manifestaciones derivadas de complicaciones crónicas, desarrolladas a partir de una hipertensión no diagnosticada: insuficiencia cardiaca congestiva, hipertrofia de ventrículo izquierdo, nefropatía, trastornos visuales por retinopatía o problemas neurológicos por enfermedad cerebro vascular. Es más común aún identificar a casos reconocidos como hipertensos, pero cuyo tratamiento ha sido irregular y que sufren las consecuencias de tal situación.
En casos de crisis hipertensivas pueden existir síntomas como cefalea, mareos, visión borrosa o náuseas. Generalmente los trastornos cognitivos agudos se asocian a encefalopatía hipertensiva o accidentes vasculares cerebrales, ya sea isquémico o hemorrágico en casos de emergencias hipertensivas, por lo cual todo paciente con trastorno neurológico reciente y cifras elevadas de presión arterial debe ser enviado a un centro hospitalario.
Desde el punto de vista evolutivo la hipertensión arterial se clasifica según criterios de la OMS en las siguientes etapas o estadios:
Estadio I: Presión elevada según criterios establecidos sin evidencia de alteraciones orgánicas en el sistema cardiovascular.
Estadio II: Presión elevada con hipertrofia del corazón, alteraciones vasculares mínimas en el fondo de ojo o ambos casos a la vez, pero sin evidencia de lesiones en otros órganos.
Estado III: Presión elevada con lesiones de varios órganos (corazón, ojos, riñones, cerebro u otros).
Desde el punto de vista del carácter de la hipertensión tenemos:
Hipertensión permanente, hay cifras altas, con continuidad manifiesta.
Hipertensión paroxística se encuentra en el ferocromositoma toxemia del embarazo y cólico del saturnismo.
Desde el punto de vista de cual cifra tensionar está alterada tenemos:
Hipertensión sistólica: La cifra máxima está alterada y la mínima es normal (buen pronóstico).
Hipertensión diastólica: La cifra mínima está elevada y la máxima es normal (peor pronóstico).
Hipertensión sistodiastólica: ambas presiones están elevadas, usualmente hay complicaciones cerebro- vascular, renal, cardio- vasculares (mal pronóstico).
Los criterios de hipertensión arterial son:
De 15 a 19 años: 140- 90.
De 20 a 29 años: 150-90.
De 30 a 64 años: 160-95.
De 65 o más : 170-95.
Obesidad. Se tratará esta afección por encontrar, en diversos artículos, una relación directa con los estilos de vida sedentarios.
Resulta interesante y conveniente comenzar el tratado de la obesidad, estableciendo la diferencia entre los términos sobrepeso y obeso, pues con frecuencia los mismos se utilizan de modo indistinto, pero en realidad pueden tener significados muy diferentes.
El sobrepeso se define como el peso de una persona que supera las normas de peso corporal establecidas en relación con la estatura. Las personas pueden estar clasificadas como sobrepeso según esas normas pero tener un contenido en grasa corporal en niveles normales (Wilmore y Costill, 1998) o por el contrario poseer un peso corporal dentro de la norma y sin embargo un elevado % de grasa. Por lo tanto, por obesidad se entiende la condición en que una persona tiene una cantidad excesiva de grasa corporal independientemente de su peso.
Es por ello conveniente comprender y tener en consideración al interpretar los resultados de las investigaciones que los índices establecidos y más utilizados en estudios epimediológicos para clasificar la obesidad, como el BMI o IMC (Índice de
Masa Corporal) y el ICC (Índice Cintura Cadera) presentan sus limitaciones al relacionar sus parámetros con la salud.
La obesidad, definida más exactamente como el exceso de grasa corporal y no sólo como el exceso de peso, está asociada frecuentemente a enfermedades crónicas no transmisible (ECNT), principalmente a las enfermedades cardiovasculares y al cáncer. Las personas obesas experimentan un riesgo mayor de padecer estas enfermedades y muestran mayor mortalidad que las de peso normal, pues son más frecuentes sus complicaciones (Proyecto CARMEN, 1998).Aunque esto parece ser cierto cuando la obesidad- como es frecuente que suceda- va acompañada de una vida sedentaria que provoca una mala condición física.
Estudio consultados (ob cit) muestran como se puede ser obeso y sin embargo poseer una buena condición física y tener igualmente un bajo riesgo de muerte comparable con los hombres de buena condición física y un peso normal. Pero además su presión arterial, niveles de glucosa pueden ser también normales si mantienen una buena condición física.
Diabetes Mellitus. No se tratará profundamente en este informe por considerar que diversos autores la relacionan como una enfermedad hereditaria y aunque se ha mostrado asociada a estilos de vida sedentarios, no se ha podido establecer que realmente exista una correlación entre el sedentarismo y la enfermedad mencionada.
El síndrome de Diabetes Mellitus consiste en un grupo heterogéneo de alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono, caracterizados por altos niveles de azúcar en la sangre (hiperglucemia) y la presencia de azúcar en la orina (glucosuria) se desarrolla cuando hay una producción inadecuada de insulina por el páncreas o una utilización inadecuada de insulina por las células.
Los subgrupos más grandes de pacientes con diabetes han sido clasificados en tipo I y tipo II. La diabetes mellitus del tipo I, insulinodependiente, o juvenil, suele comenzar antes de los 40 años de edad y la padecen aproximadamente un 10% de todos los diabéticos. En ella existe una deficiencia absoluta de insulina. La diabetes mellitus tipo II, no insulinodependiente o del adulto, suele comenzar después de los 40 años de edad y la padecen el 40 % de todos los diabéticos. En ella existe una resistencia a la insulina, pero siendo los niveles de esta normales o elevados. El páncreas produce insulina a veces más de lo normal pero a las células le faltan los receptores para esa insulina (Wilmore y Costill, 1998).
La aparición de esta enfermedad tiene un origen incierto pero muchos autores la relacionan con caracteres hereditarios pues la herencia parece desempeñar una importante función tanto en la diabetes del tipo I como en el tipo II. En la diabetes del tipo I las células beta del páncreas se destruyen. La diabetes del tipo I generalmente tiene un inicio súbito. En la diabetes del tipo II el inicio de la enfermedad es más gradual. La obesidad juega un papel importante en el desarrollo de la diabetes del tipo II.
Como la hipertensión y la obesidad, la diabetes aparte de ser una alteración metabólica grave, también es un factor de riesgo de la arteriosclerosis y sus complicaciones (Marcos Becerro, 1994). Las personas con esta enfermedad tienen un índice de mortalidad relativamente elevado.
Sánchez Bañuelos (1996) asevera que el entrenamiento físico, mejora la eficiencia del sistema cardiovascular, aumenta la densidad capilar y mitocondrial en el músculo esquelético activo, produce un aumento del número de receptores de insulina y mejora la producción de esta.
En el diabético tipo I, el entrenamiento físico produce los cambios antes señalados incluyendo la sensibilidad de la insulina. Pero no la producción de esta, por lo tanto la utilidad clínica en el diabético, no está demostrada, es más, el ejercicio físico sólo, sin dieta e insulina, no mejora el control glicémico, pero para su salud integral y otros riesgos es recomendado el ejercicio.
Características y objetivos prioritarios de actividad física en la edad adulta.
En la edad adulta la actividad física posee diferentes características que la hacen diferente del resto de las actividades físicas que realizan otros grupos etáreos, pues responde a diferentes exigencias de la edad que se relacionan a continuación según el autor Burgueño Pons J.C. (2011) quien cita a Rodríguez (1995):
??Comienza una pérdida progresiva de las capacidades físicas (la actividad física puede frenar dicho proceso)
??La actividad física tiene efectos preventivos y terapéuticos, especialmente relevantes sobre las enfermedades cardiovasculares, metabólicas y osteoarticulares que comienzan su manifestación en estas edades.
??Efectos importantes en el embarazo, la recuperación post-parto y la prevención y tratamiento de los trastornos relacionados con la menopausia.
??Etapa ideal para el deporte recreativo.
??Etapa crucial para el mantenimiento de un estilo de vida físicamente activo.
??El ejercicio físico regular favorece el abandono de los hábitos tóxicos.
Más adelante el autor señala varios objetivos que los supone prioritarios en la aplicación de ejercicios para este grupo etáreo.
??Prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
??Prevenir enfermedades degenerativas del aparato locomotor – osteoporosis y artrosis.
??Mantener un nivel adecuado de la capacidad cardio respiratoria y muscular.
Como se observa en las indicaciones del autor sugiere priorizar el ejercicio físico como actividad preventiva de enfermedades que aparecen en estas edades lo que a juicio de este es una muy acertada sugerencia toda vez que no se debe esperar a que aparezca la enfermedad sino tratar de evitar su aparición y el ejercicio físico puede ser una solución viable, saludable, al alcance de todos y de mínimo gasto de recursos.
Prescripción de la actividad física en edad adulta
Varios autores coinciden en afirmar que todas las personas deben incrementar el nivel de actividad física para su salud y bienestar, sin embargo, puede implicar, a su vez, riesgos inclusive mayores que los beneficios, si no se realiza adecuadamente.
Es por ello que no sólo se trata de que las personas incorporen a su estilo de vida la actividad física, sino, que lo hagan sobre la base de una adecuada prescripción.
Resulta conveniente realizar una revisión sobre los criterios de diferentes autores con relación a la prescripción de la actividad física para la salud:
Según Serra y col (1996) la prescripción del ejercicio es el proceso por el cual a una persona se le recomienda un régimen de actividad física, diseñado de manera sistemática e individualizada.
La prescripción del ejercicio, comenta el autor, debería tener en cuenta el tipo, intensidad, duración, frecuencia y progresión del ejercicio físico. La indicación del ejercicio apropiada para cualquier individuo se determina mejor desde una evaluación objetiva de su nivel de fitness, incluyendo observaciones de frecuencia cardíaca, ECG, tensión arterial y capacidad funcional durante una prueba de esfuerzo. En cualquier caso, el ejercicio debería indicarse considerando la historia personal, el perfil de factores de riesgo, las características comportamentales y las preferencias y objetivos personales.
Sugiere considera que el objetivo fundamental de la prescripción del ejercicio es ayudar a incrementar su nivel de actividad física habitual y los objetivos específicos de los ejercicios varían en función de:
a) Los intereses individuales,
b) Necesidades.
c) Disponibilidad horaria.
d) Estado de salud.
e) Nivel de condición física actual.
Pratt (1996) señala lo conveniente de que profesionales de la salud y de la actividad física, asesoren a las personas para que adopten y mantengan un estilo de vida activo. Coincide en los mismos indicadores que el autor mencionado cuando define que la prescripción del ejercicio deberá tener en cuenta la edad del individuo, la salud, el nivel de actividad actual y la disposición para iniciar un cambio de comportamiento y establece que los médicos y profesionales de la actividad física tienen más éxito para lograr que las personas se inicien en un programa de actividad física para su salud, cuando se basan en el nivel de actividad física actual que poseen las mismas y la etapa de comportamiento en la cual se encuentran.
En relación con las características de la actividad física que conviene prescribir, plantea que se recomienda 20 o más minutos de actividad aeróbica de forma continua, tres o cinco veces por semana, a una intensidad de moderada a vigorosa (60% o menos de la frecuencia cardíaca máxima o 50 % de la capacidad aeróbica).
La revaloración de los datos epidemiológicos y clínicos sobre los aspectos de la actividad física relacionados con la salud revela que muchos de los beneficios atribuibles a la actividad física guardan relación con la cantidad total que se lleva a cabo de ésta, aún cuando sea discontinua y únicamente a intensidad moderada.
Las actividades moderadas como las caminatas a paso acelerado, la jardinería y subir escaleras diariamente, pueden tener impactos importantes en la salud. Los profesionales de la salud pueden optar por indicar la actividad física utilizando la prescripción del ejercicio común o las recomendaciones citadas a continuación la cual proporciona beneficios significativos para la salud.
Sugerencia para la Prescripción del ejercicio Burgueño Pons (2011) Tomado de Pratt, M (1996)
Tipo de actividad física.
??Contínua e intermitente.
??Principalmente aeróbica.
??Estiramiento para adquirir flexibilidad.
??Ejercicio contra resistencia para adquirir fuerza.
Intensidad.
??Leve (<40% en relación con la capacidad)
??Moderada (40-70 % en relación con la capacidad "marcha rápida")
??Vigorosa (>70 % en relación con la capacidad).
Duración.
??20 a 60 min./día.
??200-300 kcal/día.
Frecuencia.
??Diaria para la actividad moderada intermitente.
??Tres o más veces por semana para la actividad vigorosa contínua
Sesión
??Para ejercicio planeado: Calentamiento, 3-5 min.
??Acondicionamiento 15-40 min.
??Enfriamiento, 2-5 min.
??Para actividad como estilo de vida: incorporar la actividad en la rutina diaria.
Los lapsos de actividad deberán ser de por lo menos 7 a 10 min. de duración y de una intensidad similar a la marcha rápida.
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