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Educación religiosa escolar (ERE)

Enviado por Jorge Mario


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Identificación
  2. Diagnóstico
  3. Justificación
  4. Datos estadísticos de las religiones: (Por número de creyentes)
  5. Marco teórico
  6. Marco legal
  7. Aprendizajes básicos y competencias
  8. Criterios de evaluación y promoción
  9. Recursos
  10. Metodología
  11. Malla curricular
  12. Bibliografía
  13. Anexos

Identificación

La Educación Religiosa Escolar (ERE): Es aquella que se desarrolla dentro de la modalidad de la educación formal, en relación con los fines y métodos propios de la educación escolar y en los niveles de Educación Preescolar, Básica Primaria, Básica Secundaria Educación Media y Educación Superior. Este tipo de Educación Religiosa se ajusta a la modalidad formal que es la que se realiza con sujeción a pautas curriculares progresivas y "tiene por objeto desarrollar en el educando conocimientos, habilidades, aptitudes y valores mediante los cuales las personas puedan fundamentar su desarrollo en forma permanente" (cfr. Ley 115, arts. 10 y 11).

Igualmente es una asignatura del Plan de Estudios, con la misma exigencia, sistematicidad y rigor que las demás materias, que al penetrar en el ámbito de la cultura y relacionarse con los demás saberes mediante el acercamiento interdisciplinario, tiene la finalidad de propiciar el diálogo entre la religión y las culturas, la fe y las culturas, el Evangelio y la vida, a fin de lograr una síntesis entre cultura y fe, cultura y Evangelio, vida y fe.

La Educación Religiosa Escolar (ERE), tiene una íntima relación con la cultura y las culturas. En los Programas de la Educación Religiosa Escolar se constata que la mayoría expresan un esfuerzo por su relación con la cultura, pero esta relación es muy débil y pobre. Generalmente no se encuentra un profundo diálogo entre Evangelio y cultura, religión y asignaturas, Evangelio y vida.

La Educación Religiosa Escolar (ERE), es una exigencia de la sociedad que debe transmitir a sus miembros todos los bienes culturales. La religión es un bien cultural por excelencia, así pues basa en el deseo que tienen las Iglesias de continuar la labor evangelizadora de Jesús, nacida del mandato de ir a todo el mundo a anunciar la Buena Noticia1, porque, por medio de la clase de religión es posible que el mensaje evangélico llegue a unas personas de diversa índole, y pueda ser escuchado como un primer anuncio, en algunos casos, o como profundización del mensaje evangélico.

Pensar la Educación Religiosa Escolar (ERE) como área fundamental, es concebirla en el currículo como un área que desde su conocimiento académico intenta dar respuesta a uno de los interrogantes fundamentales del ser humano: ¿Cuál es el sentido de la vida? Sentido que se comprende si la comunidad educativa se deja interrogar por su aporte académico para responder ¿Qué tan humanos podemos llegar a ser o estamos siendo gracias al conocimiento religioso?, más aún, cuando lo que está en juego en cualquier propuesta educativa es una oferta de sentido que se concreta en el modelo de persona y de sociedad que ella ayuda a formar.

Por eso, señala Raimon Panikkar (en Meza, J., s.f., p.1) que "La educación religiosa hace un aporte esencial para lograr la conquista de lo humanum", horizonte de sentido que confirma el Padre Alberto Parra (Parra, A., 2008), cuando afirma que "si alguien invita las religiones a la academia, es porque comprende que lo religioso es una reserva de humanidad, es una reserva de sociedad, es una reserva de crear los grandes valores de la humanidad". En otras palabras, se descubre en lo religioso reservas de sabiduría cultural que dan sentido a lo humano.

1.1 Definición General del Área o Disciplina

La ERE puede ser definida bajo las siguientes notas:

La ERE es una disciplina escolar. Como tal, la ERE atiende al conocimiento de la realidad religiosa y la construcción de un saber sobre la experiencia religiosa. La escuela tiene como uno de sus cometidos la comunicación de los desarrollos y resultados de la ciencia en un lenguaje comprensible para los educandos. Por esta razón, la escuela está atenta al conocimiento sistematizado por las ciencias humanas y sociales -particularmente de la teología y las ciencias de la religión- que se preocupan por la religión como objeto de estudio.

De esta forma reconoce que la religión, lo religioso y la religiosidad juegan un papel importante en el entramado de la realidad. En otras palabras, no es posible tener una lectura compresiva del mundo de la vida desconociendo tales "componentes". Además, la ERE no asume una actitud pasiva frente a la aportación de la ciencia, sino que lleva a cabo su propia mirada sobre el mismo fenómeno y hace una lectura crítica al aporte de las ciencias.

La ERE es un área de formación. Como todas las áreas, la ERE contribuye a la formación integral del ser humano y le proporciona los elementos necesarios para una asimilación crítica de la cultura. De manera especial, fortalece su capacidad para analizar lo religioso dentro de la cultura de la cual forma parte. La dimensión religiosa y trascendente es constitutiva del ser humano, por consiguiente, la escuela debe propiciar todo lo que esté a su alcance para potencializar dicha dimensión. No basta una mera ilustración sobre el hecho religioso, es necesario llegar a la formación de un sujeto capaz de optar responsablemente en asuntos de creencia cualquiera que sea su inclinación religiosa.

Panikkar nos dice con respecto a la dimensión religiosa: "El hombre no puede vivir sin religión, ésta es el hecho cultural más importante de la humanidad, al tiempo que señala de qué forma la cristalización del hecho religioso ha dejado mucho que desear, obligando con ello a una crítica de lo religioso. Ahora bien, esta crítica se hace, y esto es importante, dentro de la religión misma. Es evidente que entonces religión no quiere decir ni mera institución, ni sistema cerrado, sino una dimensión misma del ser humano" (Pannikkar (1999).

La ERE es un área fundamental. Aunque la Ley 115 en su artículo 23 haya señalado que la educación religiosa es un área fundamental y obligatoria, tendremos que reconocer su importancia dentro de una apuesta por los derechos humanos. Lara (Lara, David Eduardo (2006). Nos recuerda que, como el nivel básico de la religión es la fe genérica, es decir, la capax fidei o capacidad del sujeto humano de darle sentido a su vida, de reconocer su dimensión trascendente, de construir su proyecto de vida desde una espiritualidad concreta, de poder manifestar a aquello que va más allá del simple ejercicio de la psique como proyección, la ONU reconoce este derecho en una doble vía: derecho a la libertad de cultos y/o religiosa y el derecho a la educación en la religión, en la dimensión de la fe básica. Así, todo sujeto humano podrá exigir una formación en su fe genérica para darle sentido a su respuesta de creer o no creer. El mismo autor añade: "Si es un derecho humano es responsabilidad del Estado generar las condiciones de posibilidad necesarias para que un ciudadano, en iguales condiciones de igualdad y libertad, pueda ejercer su derecho fundamental" (Ibíd., p. 15). Así las cosas, no debería dudarse de la centralidad de la educación religiosa en la formación de la persona independientemente si ésta se encuentra en una escuela confesional o en una escuela estatal.

1.2 Razones de la Educación Religiosa en la Escuela

Son diversas las razones que motivan la presencia de la educación religiosa en la escuela:

Ante todo, la ERE tiene una razón ontológica que la hace posible en la academia, pues pertenece a la propia naturaleza y estructura del ser humano. El Hombre es Capax Dei y a su vez Capax Fidei; está hecho para la apertura, para la trascendencia, para la escucha, para la acogida, para darle sentido a su vida reconociendo su dimensión Trascendente por medio de la Apertura al Misterio. En palabras de Karl Rahner (1987) "Es la misma estructura del ser humano que nos hace oyentes de la Palabra".

La razón antropológica promueve la necesidad de considerar lo religioso como una dimensión humana. Anteriormente hemos dicho que la persona es tal en cuanto potencializa cada una de las relaciones posibles: con el otro (el alter ego), los otros (el colectivo social) lo otro (el mundo y la naturaleza) y el infinitamente Otro (Dios). En otras palabras, lo religioso es una forma de lo humano y lo diferencia de otros seres que no han alcanzado tal nivel de conciencia.

La condición de ser persona y de ser pensante, hace que el ser humano esté en incesante búsqueda. Aquí tiene lugar una razón existencial a través de la cual entendemos que las preguntas por el sentido han acompañado a la humanidad entera: ¿por qué estamos aquí? ¿Para qué vivimos? ¿Qué significado tiene la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Qué hay después de la muerte? Nos corresponde identificar las respuestas dadas a través de las diferentes religiones y descubrir las propias desde una determinada matriz religiosa.

La razón histórica enfatiza en la tradición y jalona al ser humano hacia su conocimiento. Somos lo que somos por lo vivido a través de la historia, con sus aciertos y desaciertos. La historia del ser humano ha estado influenciada, en mayor o menor medida, por lo religioso. De hecho, no son pocos las situaciones y los eventos de la historia que fueron promovidos por alguna idea, creencia o convicción religiosas. Pero, también, resulta importante reconocer cómo las ideas originantes de una determinada religión han sido más o menos desmitificadas para dar lugar a lo que estamos pensando, sintiendo y viviendo hoy.

Por lo anterior, resulta también importante considerar la razón cultural. Las culturas están, en general, asociadas a unos modos religiosos. Cuando pensamos en un determinado contexto, vienen a nuestra mente unas asociaciones que no son gratuitas: una América Latina cristiana católica, Una Asia budista e hinduista o una Rusia cristiana ortodoxa, etc. Más aún, tales modos religiosos configuraron radicalmente su modo de ser y estar en el mundo, sus costumbres, sus hábitos, sus tradiciones y su sistema de valores. Incluso, la religión modeló -y sigue modelando-, en cierta medida, sus sistemas político, económico y social.

Sin embargo, como estamos en un mundo globalizado, las culturas se hibridan cada vez más. Por tal motivo, la ERE se justifica por una razón intercultural. Las culturas son cada vez menos "puras" y se amalgaman también en lo religioso originando una tensión entre lo propio y lo diverso. Pero, para generar un diálogo dialogal será necesario conocer lo propio para saber en qué medida puede enriquecer lo diverso e, igualmente, de qué manera puede ser enriquecido por lo diverso. El ecumenismo y el diálogo interreligioso sólo serán posibles si el ser humano se da cuenta de la valía tanto de su propia religión como de las otras religiones.

Lo anterior nos invita a pensar en la razón sociológica tanto a gran escala como a pequeña escala. Es necesario reflexionar sobre cómo lo religioso puede contribuir a la supervivencia de la especie o, por el contrario, ser causa de guerras fratricidas y de más atropellos a la humanidad. Aquí es donde se embridan lo antropológico, lo social y lo cultural.

La razón lingüística invita a la ERE para que considere seriamente lo concerniente a lo simbólico, lo mitológico y lo litúrgico. Sin duda, lo religioso es uno de los mundos más fascinantes y ricos en este aspecto pero, tal vez por la misma razón, su falta de abordaje lo ha convertido en un mundo mágico, esotérico y mistérico. Cada palabra, narrativa, gesto, mito, signo o símbolo merece ser comprendido para encontrar su sentido, el sentido abrogado por la misma religión y no aquél que el sujeto ha querido darle.

Resulta evidente la razón pedagógica. Tanto por la educabilidad del sujeto como por la enseñabilidad del objeto. Si la palabra educar nos remite al latín (ex – ducere: sacar del otro lo que es), habremos de considerar seriamente la formación del homo religiosus que "habita" en cada ser humano. En otras palabras, cada persona merece ser acompañada en el crecimiento de su dimensión religiosa. De otra parte, lo religioso se constituye en un objeto de interés que puede ser aprendido como lo es la matemática, la lengua, la historia, el arte o la naturaleza. Lo religioso es clave para la comprensión del mundo de la vida (Meza, 2011, p. XX).

Finalmente también hay una razón jurídica, donde se reconoce a Colombia como un estado laico. En este sentido, el Estado legisla en materia educativa para defender la libertad religiosa, dando derecho por igual a todas las religiones. Lo que el Estado debería garantizar a través de la academia, es que se construya un conocimiento religioso que cuestione, argumente, confronte, reflexione, analice y critique responsablemente el horizonte de sentido ético y humano que propone su conocimiento.

A propósito de la libertad religiosa, argumenta el padre Alberto Parra S.J. (Parra, A., 2008) que no se debería interpretar tal libertad como un Tomar/Dejar sino más bien como un Buscar/Hallar. El conocimiento religioso es ante todo una postura que acompaña desde la academia la libertad que se discierne, que se interroga por el para qué y por qué se elige lo que se quiere, y no el simple querer carente de razón o de intención, porque cuando a un niño se le ofrece la posibilidad de una formación religiosa para que sus papás o él tomen o dejen: si toma, excelente; pero si deja, me parece que se le priva de un elemento fundamental formativo. Si no fuera un elemento formativo, el Estado no lo reconocería dentro de las áreas educativas" (PARRA, A., 2008, p.21).

Y a este respecto agrega:

"Dado que la religión nunca más será impuesta a la conciencia, porque eso no sería libertad religiosa, a mi me parece que el joven hoy por hoy, tiene derecho en las diversas capas de lo religioso, a buscar y cerciorarse, dónde realmente está la genuina verdad religiosa, que corresponde más a su naturaleza, a su mundo, a su inteligencia, a su pasión intelectual, hacia la libertad, hacia la justicia. En la religión se proclaman mejor los derechos de la genuina fraternidad, de la genuina paz, de la genuina convivencia, del genuino sentido del ser humano, del sentido de la familia, del sentido de la sociedad" (PARRA, A., 2008, p.22).

De tal manera que la ERE no intenta formar personas en una confesión, sino que quiere formar conciencias, para que puedan decidir delante de su propia conciencia, por eso es claro que es distinta de la catequesis. No sobra recordar las palabras del Episcopado Colombiano: "a la educación religiosa escolar no se le pide formar creyentes, sino personas responsables frente a lo religioso" (Parra, A., 2008, p.26)

1.3 Horizonte de Sentido de la ERE

Actualmente, la mayor preocupación de la Nueva Visión de la Educación Religiosa Escolar responde al modelo de persona, de sociedad y creación que se requiere en la sociedad contemporánea. Bajo esta perspectiva, se ha propuesto como horizonte de sentido de la ERE la Humanización, desde el principio Compasión – Misericordia, el cual ayuda a generar una persona compasiva-misericordiosa y una sociedad solidaria y sin indiferencia, es decir, justa, incluyente, participativa, libre y democrática y una creación plena.

Ello implica cuestionar el sentido humanizador que aporta el conocimiento religioso, indagar por el sentido humanizador de sus procesos de enseñanzaaprendizaje y por último, cuestionar el ambiente escolar que se genera en las aulas, más cuando las personas que allí interactúan no comparten la misma cosmovisión religiosa.

Este horizonte humanizador lo sintetiza El Papa Benedicto XVI en su encíclica Dios es Amor: "El programa del Cristiano – el programa del buen samaritano, el programa de Jesús – es un corazón que ve donde se necesita amor y actúa en consecuencia" (Benedicto XVI, 2005).

Esta consigna es un llamado a toda la humanidad sobre sus concepciones y sentido de lo trascendente, de lo espiritual, de lo religioso, porque, como humanos, asistimos y vivimos un gran proceso de deshumanización – a veces conflictos armados causados por la misma religión -. Ante tales fenómenos, valdría la pena preguntarse: ¿Qué sentido de vida humana se construye desde el conocimiento académico de la ERE? ¿Qué imagen de Dios se está proponiendo con dicho conocimiento académico? la ERE tiene una intencionalidad que se integra a las propias de otras áreas de formación. Su finalidad la podemos sustentar en lo siguiente:

La ERE – de acuerdo con Salas[1]despierta y replantea los interrogantes sobre Dios, sobre la interpretación del mundo, sobre el significado y valor de la vida, y sobre las normas del valor humano, y hace posible una respuesta que nace de la fe. Ahora bien, con respecto a esto último existen dos posibilidades: primera, la ERE se convierte en una plataforma que antecede un proceso de evangelización, más en estos tiempos en los cuales la familia no asume un papel activo en la formación religiosa de sus miembros y éstos viven dentro de una actitud de indiferencia ante lo religioso[2]y segunda, habida la condición creyente y una determinada confesionalidad, la ERE permite la problematización de las propias convicciones desde una crítica interna o en comparación con otros sistemas de creencias, dinámica que ayuda a una Mayor solidez de la fe. Dentro de esta doble posibilidad, la ERE lleva a cabo un proceso de familiarización con la realidad de la fe y del anuncio en el que se basa, y ayuda a asumir la fe de manera responsable desde un ámbito reflexivo.

En consecuencia, la ERE le ayuda al educando para que ratifique (o tome, en algunos casos) su decisión en materia religiosa precisamente en la confrontación con otras confesiones y religiones, con las diversas concepciones del mundo y del ser humano y con las diversas ideologías, favoreciendo la comprensión y tolerancia ante las opciones ajenas.

La presencia de la educación religiosa en la escuela debe expresarse en términos de humanización del alumno: "ofrecer, mediante el estudio de la realidad religiosa, presupuestos adecuados para que el alumno pueda decidir con mayor responsabilidad y libertad ante los valores y significados religiosos". De esta forma no exige del educando una determinada confesionalidad sino que lo inquieta acerca de su condición creyente.

Si pensamos lo dicho en un contexto cristiano como el nuestro, para muchos alumnos que se encuentran en una situación de incertidumbre y búsqueda en lo referente a la fe cristiana, la ERE permite conocer los grandes interrogantes del hombre, las líneas fundamentales de la propia identidad personal, las respuestas cualitativamente diversas que el cristianismo y las demás visiones del mundo ofrecen al problema del hombre. Peresson lo dice de esta forma: "La ERE ayuda a suscitar, cultivar y desarrollar la dimensión religiosa de la persona humana, como ser abierto a la trascendencia, y a asumir una actitud madura frente a la opción religiosa". Incluso, si la educación escolar tiene entre sus finalidades hacer que los alumnos valoren, recuperen y asuman en forma consciente, crítica y creativa la propia cultura, la ERE debe hacer su aporte en la comprensión del mundo cultural desde su componente religioso y cristiano, sin el cual el patrimonio cultural se vería radicalmente empobrecido y mutilado. Ignorar este ingrediente, afirma Peresson, es condenar a los alumnos a ser analfabetos en la civilización en que viven y lanzarlos a un abismo de rapidísima desculturización.

1.4 El Evangelio Hoy

Anunciar el Evangelio es hacer presente el Reino de Dios con todo lo que conlleva. Se evangeliza cuando se anuncia el Reino de Dios con signos de compromiso en la promoción humana integral, cuando se enseña y se crean ambientes para el diálogo del hombre con la Palabra de Dios,

La tendencia actual es ubicar los procesos didácticos de enseñanza y aprendizaje de la fe en la escuela (las clases de religión) como una forma de primer anuncio o de la predicación misionera, teniendo en cuenta el carácter secular de la escuela, la diversidad de actitudes ante lo religioso, la edad de los participantes la Educación Básica más propicia para sembrar, proponer y anunciar que para hacer madurar la fe y la relación que se establece entre ERE y cultura profana, y entre ERE y fines de la educación.

Hay que aclarar que Educación Religiosa o Educación en la Fe son expresiones amplias donde tiene cabida todas las actividades, lugares y personas que contribuyen a formar en la fe. Enseñanza Religiosa Escolar es una expresión que se usa para referirse directamente a los procesos didácticos de enseñanza-aprendizaje, es decir, a las clases de religión y su tratamiento como área académica.

Las clases de religión están llamadas a configurarse como primer anuncio de la fe, porque acogen a una auditorio pluralista en materia de fe, es una oferta abierta a todos, creyentes y no creyentes, con relación a una opción de fe (confesionalidad del contenido), pero sin condicionar la participación en clase a la profesión de la fe antes, en y después de la clase. Naturalmente se espera y se desea que esas actitudes se den.

Los alumnos en situación de búsqueda o con dudas religiosas encuentran caminos de reflexión, los alumnos creyentes pueden integrar su fe en el interior de la cultura escolar y académica, los alumnos de diversos credos religiosos tienen oportunidad de estudiar el catolicismo y confrontar con su propia visión, los creyentes pueden madurar su fe, purificarla y encontrar razones a ella. Los resultados en orden a la vivencia de la fe pueden ser diversos como en toda obra evangelizadora.

Es importante que el docente trate la clase de religión desde la relación con la religión que profesa, y desde la relación con el currículo. En este sentido, el educador debe tener plena claridad sobre los elementos del currículo: Objetivos, Actividades y Evaluación, y como elemento pedagógico la metodología donde debe ser conocedor del desarrollo "psicológico" de los estudiantes, así como de las nuevas tendencias que permite al niño, al adolescente y al joven, su propia adquisición de conocimientos.

El profesar la propia religión, y el tener la síntesis de la guía, desde la perspectiva católica no implica el desconocimiento de la libertad de cultos y el que algunos estudiantes tienen derecho a disentir. Claro que hay algunos temas en los que necesariamente es necesario un sentido apologético (defensa de la fe), ante lo que desde la profesión de fe se considera en otros Credos como un error e incluso un peligro no solamente para la fe sino que podrían tener incidencia para el respeto de la vida humana.

Por ejemplo, cuando algunos hermanos separados dicen que basta la fe, uno podría ver en ello un gran peligro porque si las obras no se requieren, y si Cristo ya perdonó los pecados pasados presentes y futuros, cualquiera podría pensar en cometer crímenes o infidelidades so pretexto de que ya está todo esto perdonado. ¡Cuidado!. Pero se trata es de buscar el crecimiento de todos y el posible acercamiento ecuménico, que no implica el aceptar cualquier otro pensamiento no correcto.

El presente Plan de Área, trata de ser fiel a la Doctrina Cristiana Católica y fortalece nuestro saber y vivir el misterio de Dios Creador y Redentor.

Diagnóstico

En centros educativos estatales (municipales y otros), la Iglesia o Iglesias son invitadas a participar en el proceso educativo para lograr una mejor formación integral de los estudiantes. En este caso, la responsabilidad recae en el centro educativo, y la Educación Religiosa Escolar con sus profesores, dan un importante aporte a la formación integral.

Hasta hace poco, y todavía, en muchos colegios oficiales, la clase de religión era la cenicienta, a la cual le tocó de todo: valores, música, recreación, tejidos, deportes, charlas con el personaje de visitas, etc., a cambio de un ambiente desmejorado en lo que tiene que ver con el Evangelio y los valores humanos y cristianos. Todo iba creando un ambiente e irrespeto o de ignorancia crasa respecto de actitud cristiana y ética de los alumnos.

En cambio hoy se quiere que se replantee el papel de la clase de religión, y se le dé el lugar que le corresponde. Afortunadamente, con el Decreto 4500 (del 2006), sobre Educación Religiosa, se aclaran muchos interrogantes que antes se le tenían a esta Área, ubicándola en el lugar que se merece dentro del Plan de Estudios.

Desde el 2004 la Institución pasó a ser oficial, hizo un cambio en su identidad y por ende de nombre, "José Manuel Restrepo" a "Inmaculada Concepción", allí se ha sentido la necesidad de estructurar el PEI de la Institución, con participación de toda la Comunidad Educativa (a partir del 2006 hasta finalizar el 2011), de tal manera que este pueda ser eficaz y coherente en el logro de las metas educativas.

En la actualidad, y con la aquiescencia de directivos, docentes y Comunidad Educativa en general, se ha despertado un interés ferviente por mejorar el nivel de la Institución Educativa "Inmaculada Concepción", para que se pueda reflejar en la calidad de los egresados.

Ahora bien, la importancia de este trabajo, consiste en ofrecer una Educación Religiosa Escolar (ERE), de acuerdo con los principios cristianos, psicopedagógicos y sociales, como alternativa ante los vacíos que se presentan tanto en la carencia de estrategias adecuadas para la enseñanza de la religión, como en el desconocimiento generalizado de los principios fundamentales de la fe en la Comunidad Educativa.

Es de anotar que hasta que no este debidamente Construido y Aprobado el PEI. Por el Consejo Directivo (luego de un estudio concienzudo de alumnos, padres de familia y docentes-para el 2010), no podremos decir, que lineamientos seguir en el área de Educación religiosa, pues este, es el que marca las directrices.

Para su correcto manejo, se debe seguir las orientaciones formuladas en el PEI. En pedagogía, metodología y didáctica a emplear en el área, según lo indica el Plan de Área, aprobado por el Consejo Académico y formulado dentro del PEI.

Se espera que este aporte sea realmente definitivo para la Educación Religiosa Escolar (ERE), que ayude no sólo a los educandos y educadores, sino también a los demás integrantes de la Comunidad Educativa, igualmente a las Instituciones Educativas privadas y oficiales. Además, que permita mejorar la enseñabilidad y la educabilidad y el ambiente familiar, escolar y social, haciendo del acto docente y de las relaciones interpersonales algo más justas, tolerantes y de servicio.

Este breve trabajo ha sido realizado por el docente Jorge Mario González Vásquez, en 7 años que lleva en la Institución y su interés por reforzar los conocimientos en el Área de Educación Religiosa, dando un aporte significativo. Ojala y de verdad el lector encuentre unos buenos motivos para el perfeccionamiento de su vida, y que los docentes de Educación Religiosa sepan aprovechar este material y que con sus aportes creativos, puedan complementar estas humildes pero efectivas estrategias de aprendizaje.

Justificación

La Educación Religiosa Escolar (ERE), responde al derecho humano a una formación integral de los educandos. El Estado, por medio de la escuela, debe ofrecer a sus ciudadanos esta formación integral, incluida la dimensión religiosa, la cual es definida desde el punto de vista antropológico como una dimensión humana específica. "Esta enseñanza, por una parte, se planteará como el cumplimiento de un derecho-deber de la persona humana, para la cual la educación religiosa de la conciencia constituye una manifestación fundamental de libertad; por otra parte, debe verse como un servicio que la sociedad presta a los alumnos y a sus padres, quienes, lógicamente, se presume que quieren una educación inspirada en sus propios principios religiosos".

Uno de los más grandes peligros en la vida es dejar todo a la improvisación. En la Educación Religiosa Escolar este problema se refleja en la falta de planificación que conduce a la rutina y al cansancio.

No es que se niegue o se prescinda de la importancia a la acción del Espíritu Santo, sabemos que Él es el agente principal de la Educación Religiosa y que toda planificación debe estar orientada por su inspiración. Lo que se busca es ordenar procesos, identificar necesidades, delimitar objetivos de modo que nuestra acción, siempre con el impulso del Espíritu Santo, sea más eficaz, articulada y organizada.

La planificación y la proyectación son también una característica de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE), ya que el, es formación orgánica y sistemática de la fe en distintos contextos. Esto significa que son acciones educativas, que tienen necesariamente que programarse, planificarse, organizarse y evaluarse.

Esta investigación busca formar a los educadores en la programación y proyectación de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE), dando respuesta a la necesidad de capacitarse para saber programar en grupo la acción educativa, ponderando las circunstancias, elaborando un plan realista y, después de realizarlo, evaluándolo críticamente".

OBJETIVOS

4.1 GENERAL

  • Proporcionar a los docentes de Educación Religiosa de la Institución "Inmaculada Concepción" de Guarne elementos generales de planeación e investigación, para que puedan percibir la realidad, investigarla, y adaptar o elaborar programas para responder a las necesidades de sus destinatarios y comunidades, y a las exigencias de la misión que tiene dentro de la Iglesia y la sociedad.

4.2 ESPECÍFICOS

  • Penetrar en el ámbito de la cultura, relacionarse con los demás saberes, facilitar un aprendizaje orgánico y sistemático del cristianismo, dar a conocer el mensaje cristiano en el lenguaje cultural de la escuela y fomentar el diálogo fe-cultura, fe-vida.

  • Descubrir las razones de por qué en la Educación Religiosa Escolar de la Comunidad Educativa de Guarne es necesario investigar, planear y evaluar.

  • Abordar los presupuestos de la Enseñanza Religiosa Escolar, en su relación con la misión evangelizadora.

  • Proporcionar a los profesores de Educación Religiosa Escolar elementos generales de planeación e investigación adecuados para desarrollar su misión evangelizadora, ubicándose dentro de los contextos de los destinatarios.

Datos estadísticos de las religiones: (Por número de creyentes)

  • EN EL MUNDO:

edu.red

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  • EN COLOMBIA:

edu.red

CREDOS, FEDERACIONES, CONFEDERACIONES, ASOCIACIONES:

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Marco teórico

-Contenido: El contenido de la ERE, es el mensaje cristiano, orientado hacia el diálogo fe-cultura, el cual contribuye a reforzar la fe de los alumnos creyentes y enseña a los alumnos indiferentes o de otras denominaciones a valorar el hecho religioso. Se deben seleccionar y acentuar aquellos contenidos que tienen relación directa con la cultura que construyen los alumnos a través de las asignaturas.

-Destinatarios: Los destinatarios de la ERE, son los educandos matriculados en un centro escolar que aceptan libremente ser educados en su dimensión religiosa. Aunque sean bautizados, no hay que presuponer la fe, ya que en el marco escolar no se requiere la aceptación vital del mensaje cristiano. Si son católicos, la ERE les ayuda a comprender mejor el mensaje cristiano. Si no lo son o están en situación de búsqueda, la ERE asume las características de un anuncio misionero del Evangelio, en orden a una decisión de fe (que la catequesis, en un contexto comunitario, ayudará después a crecer y a madurar). Si pertenecen a otras denominaciones religiosas, les ayudará a tener un sentido más ecuménico y un conocimiento interreligioso común.

-Agentes: En la ERE, los agentes son principalmente la familia, la institución educativa y los profesores de Educación Religiosa, según su propia identidad. El profesor de religión tiene la delegación del Estado para colaborar en la educación de un grupo de ciudadanos; y tiene la delegación de las Iglesias para orientar los procesos de formación religiosa.

-Finalidad: La ERE, tiene como finalidad la formación integral de la persona, especialmente en su dimensión religiosa. "La formación integral del hombre, meta de toda enseñanza de la religión, ha de realizarse según las finalidades propias de la escuela, haciendo adquirir a los alumnos una motivada cultura religiosa cada vez más amplia" (Juan Pablo II, 15-IV-1991).

6.1 Modelos de Enseñanza-Aprendizaje:

a. La Educación Religiosa Escolar como preparación a la fe: En este modelo se ubica la Educación Religiosa Escolar como sensibilización hacia la dimensión religiosa, como exploración de los umbrales de la fe, o como primera evangelización y evangelización como tal, conservándose el carácter confesional del contenido y del educador, pero adaptándose a la diversidad de participantes.

b. Educación Religiosa no confesional: Se presenta bajo la modalidad de historia de las religiones o en la modalidad de cultura religiosa. Hay una tendencia en las autoridades educativas de casi todos los países, a desconfesionalizar la Educación Religiosa Escolar, orientándola con una finalidad formativa, de tipo ético, moral y axiológico.

c. Educación Religiosa ínter-confesional: En este caso, el objeto de estudio de la Educación Religiosa Escolar no es una confesión religiosa particular, sino que son los aspectos bíblicos y antropológicos comunes a las diversas confesiones religiosas que comparten un proyecto común.

ATENDIENDO AL CARÁCTER OFICIAL DE LA INSTITUCIÓN, A SU ENTORNO SOCIOCULTURAL Y A LOS OBJETIVOS QUE SE PERSIGUEN, ES POSIBLE DISTINGUIR EL TIPO DE EDUCACIÓN RELIGIOSA QUE QUEREMOS:

1.-Educación Religiosa como Cultura Religiosa: En este enfoque se considera que el objeto de estudio de esta educación es "lo religioso", tomado en sentido genérico, como parte de la cultura y como estudio comparado de las religiones. Su fines y objetivos no son vinculados a los de la educación en un credo religioso particular, es decir, son no-confesionales; solamente se busca desarrollar en el educando un conocimiento de las manifestaciones religiosas y un sentido de respeto y tolerancia hacia las mismas.

Como conocimiento de la propia religión, el área de Educación Religiosa se propone garantizar a los padres de familia que encuentren en la escuela y para sus hijos la Educación Religiosa y moral que se ajuste a sus convicciones. En su desarrollo se aplica el principio del diálogo interreligioso y ecuménico de modo que los niños conociendo su propio credo religioso puedan conocer también el credo de otras personas y comunidades, fomentar el respeto mutuo y los principios sobre interculturalidad en la educación. La Educación Religiosa articula sus fines y objetivos con los fines comunes de la educación y de la escuela (que son no confesionales en la escuela pública y confesionales en escuelas como la católica) y también con los fines y objetivos de la educación en la fe.

"EN LA ESCUELA ESTATAL Y LA NO CONFESIONAL, LA ERE, ES PARTE INDISPENSABLE EN LA TAREA EDUCATIVA Y ASUME UN CARÁCTER MÁS ECUMÉNICO Y DE CONOCIMIENTO INTERRELIGIOSO COMÚN."

2.-Educación Religiosa como área del conocimiento y de la formación: En esta práctica la Educación Religiosa se desarrolla con estándares, tiempo, docente, textos y materiales específicos. Se orienta a propiciar el conocimiento religioso con fines formativos, propiciando también la relación e integración con las demás áreas del conocimiento.

La Educación Religiosa se desarrolla mediante procesos académicos de investigación y conocimiento. "Como disciplina escolar, el Área de Educación Religiosa se presenta como propuesta didácticamente organizada, en formas de enseñanza y de aprendizaje, que tienen en cuenta criterios de coherencia psicopedagógica, científica y cultural. Está en capacidad de estructurarse como un cuerpo de conocimientos, valores, habilidades y destrezas, estrategias cognoscitivas y actitudes que facilitan la construcción y apropiación del conocimiento, que ayudan a los estudiantes a interpretar, conceptualizar, analizar, expresar y valorar la experiencia religiosa"[3].

3.-Educación Religiosa como responsabilidad compartida: En esta modalidad la responsabilidad se basa en el reconocimiento del derecho y función que cada entidad educativa tiene por título propio. El Estado, la Iglesia, la Familia y la Escuela se unen para acordar y realizar la Educación Religiosa, obrando cada uno en la parte que le corresponde y en el marco de acuerdos suscritos a nivel nacional.

La Educación Religiosa se basa en el derecho de los padres de familia de escoger para sus hijos el tipo de Educación Religiosa y moral para sus hijos y el deber del Estado de garantizar a los padres que encuentren efectivamente esa educación en la escuela. Para el efecto la Iglesia a la que pertenecen los padres suscribe acuerdos con el Estado para definir las características de ese servicio educativo y las funciones y atribuciones que corresponden a cada estamento.

Las características de este modelo corresponden a los principios generales sobre Educación Religiosa prescritos en las leyes 115 de 1994, 133 de 1994 y en forma particular para la Educación Religiosa católica en el Artículo XII del Concordato de 1973 suscrito entre la República de Colombia y la Santa Sede. Esos principios han sido desarrollados por la Conferencia Episcopal de Colombia en el documento "Escuela y Religión"[4]. Es importante que los docentes de Educación Religiosa procedan en correspondencia con este modelo y produzcan formas diversas de realizarlo en el aula y en el medio escolar.

6.2 La ERE y la Catequesis:

La relación entre la Educación Religiosa Escolar y la Catequesis es abundante y variada en toda América Latina. Es de notar que, históricamente en tiempos modernos, la catequesis ha dominado en gran medida, toda la acción pastoral de la Iglesia. Por lo mismo, hay muchos países en los que no se ha logrado separar estas dos actividades como distintas y complementarias.

En muchos lugares se identifican no solo por el nombre, sino también por sus actividades. Para salir del paso se han buscado denominaciones como "catequesis escolar", "educación en la fe" y otras. En las instituciones educativas católicas, generalmente se ha identificado la Catequesis con la Educación Religiosa Escolar y por lo mismo, no se ha buscado la identidad propia de la Educación Religiosa Escolar ni su complementariedad con la Catequesis. Esto ocasiona una confusión conceptual y práctica, con las consiguientes consecuencias. En muchas Conferencias Episcopales todavía la Educación Religiosa Escolar está integrada y hasta identificada con el organismo encargado de la Catequesis.

La relación de la Educación Religiosa Escolar con la Pastoral Orgánica, está marcada en buena parte, por personas y ocurrencias educativas y pastorales. En algunos casos, efectivamente esta relación está definida y marcada por un plan global de pastoral, pero son casos aislados. Parece que el problema de fondo consiste en que la Pastoral Educativa no ha sido asumida, prácticamente, en la pastoral orgánica, y por lo mismo, la Educación Religiosa Escolar no ha logrado su aceptación como una actividad eclesial, y por consiguiente, como medio evangelizador de la cultura. Se la mira como una actividad del Estado en el proceso educativo, o como actividad propia de los religiosos o religiosas en sus escuelas y colegios. Existen algunas investigaciones que confirman esta realidad pastoral.

En algunos casos no se cree que la Educación Religiosa Escolar aporte algo a la actividad evangelizadora. Si no se la define como Catequesis, los agentes de pastoral no se preocupan por ella. Consideran que no es pastoral, porque no es coordinada desde la parroquia. Hace falta una relación de la Iglesia con la escuela, en la cual la Iglesia tenga una actitud de servicio a una entidad que es del orden temporal.

Considerando que una de las características de la Educación Religiosa Escolar es presentar la fe en relación con la cultura, se pueden distinguir contenidos que acentúan alguno de los dos aspectos, lo que da por resultado una ausencia de síntesis fe y cultura.

Eclesialmente se abrió paso la distinción entre Catequesis y Educación Religiosa Escolar, y se está implementando, aunque en la práctica algunos hacen procesos catequísticos. En algunos países se ubica la Educación Religiosa como "pedagogía de los umbrales".

Se comprueba que en algunos países, la Educación Religiosa es un medio para la evangelización de la cultura escolar y de inculturación del Evangelio.

6.3 Los procesos de la Educación Religiosa Escolar:

No es lo mismo una catequesis para niños que una para adolescentes, como no lo es una catequesis para jóvenes que para adultos. La diferencia, contrario a lo que muchos creen, no está sólo en la adaptación pedagógica de las mismas verdades a las edades. Hay algo más de fondo: las opciones de estas personas.

Las opciones religiosas del niño en realidad son más de su familia o del ambiente. Las del joven y las del adulto deben ser personales, para no correr el peligro de quedarse en una fe infantil.

  • Características del niño y de la Catequesis de los niños

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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