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Personalidad religiosa. Una aportación multidisciplinar desde la psiquiatría

Enviado por Conrad Surribas


Partes: 1, 2, 3

  1. Preámbulo necesario
  2. Resumen
  3. Introducción: cuando las áreas de cognición social activan la oración o la negociación
  4. Psicoculturemas: impactos culturales en un tiempo escatológico
  5. Ética y trascendencia -aproximaciones filosóficas al paso por el tiempo de la memoria cromosómica (59)
  6. Ciencia, trascendencia y autotrascendencia
  7. Actividad cerebral y nuevos conceptos: la neuroteología (de hades a persinger)
  8. Psicología religiosa, simbología y vínculo
  9. Números (Núm)
  10. Conclusiones. Nicodemo y el legado de José de Arimatea
  11. Bibliografía

Preámbulo necesario

Una inicial aproximación conceptual (biológica y conductual) a la Trascendencia como rasgo de carácter incorporaba tratar la Espiritualidad, aunque no se contaba con dar el salto. No obstante en el desarrollo del estudio del pensamiento mágico -como actividad no patológica ya admitida por la psiquiatría de la mano, entre otros investigadores, de Kaplan- este salto se ha producido: Trascendencia, Espiritualidad y… Religiosidad.

La valoración de la Religiosidad -tratada por Allport en sus "tipologías" y por la psiquiatría culturalista- como rasgo caracterial se ha considerado en el presente estudio accediendo a partir de la propedéutica médica a los campos pertenecientes a la cultura, la filosofía y la teología. De aquí la necesidad de este preámbulo.

Lejos en la intención de los autores el atrevimiento del avatar intelectual en contextos alejados del interés clínico, se han realizado incursiones en el territorio de las humanidades para llegar a criterios de investigación empírica y epidemiológica.

Estas irrupciones obligan a definir aquellas jurisdicciones del conocimiento que no son objeto de este trabajo, pero a las que se ha accedido.

El tratamiento de la Espiritualidad como fluir en un contacto con la Naturalezaconcepto incluido en distintas religiones– se distingue de la alteridad inherente a las creencias monoteístas.

Desde la Teología no es evaluable el fenómeno religioso: el credo, por ejemplo, en la resurrección es criterio de fe como confianza.

-IV-

Tampoco, aunque su mención es reiterada -en cursiva y entrecomillado cuando

sirve de contextualizador de distintos contenidos-, la interpretación de los Evangelios es propósito (ingenuo propósito sería en su caso) de este trabajo. Las experiencias místicas descritas (relacionadas con la talla del Cristo de las Claras, las apariciones marianas…) siguen el mismo curso paradigmático que las referencias a los Textos Revelados.

El tratamiento estadístico -de nuevo con incursiones en los territorios de la religiosidad y la humanística en las variables utilizadas- no pretende ser un estudio del Cuarto Libro del Pentateuco. "Números", como título de encabezamiento en esta ocasión, designa solamente -utilizando el símil matemático- el capítulo sobre la epidemiología.

Torralba, desde la Teología, defiende la existencia de una Trascendencia divina que escapa a todo concepto, pero la relación entre fe y ciencia puede comprender una alianza a favor de la profundidad, el esfuerzo, la autenticidad y la autocrítica.

Este precepto configura parte de la intencionalidad de este ensayo científico como puente en el uso de herramientas de distintas competencias en la investigación.

C. Surribas

Resumen

El 6 de marzo de 2008 la Sección de Psicología -en el marco de las sesiones clínicas intradepartamentales del Servicio de Psiquiatría, Psicología y Medicina Psicosomática- presentó el trabajo Evaluación en Personalidad.

Entre otras aportaciones se abordaron las conceptualizaciones de C. Robert Cloninger expuestas en su artículo La Ciencia del Bienestar: un enfoque integral de la salud mental y sus trastornos, publicado en World Psychiatry en 2006.

De la formación filosófica y en antropología cultural del psiquiatra norteamericano, se introduce este enfoque para potenciar la salud mental que incluye -integrados- métodos biológicos, psicológicos, sociales y espirituales.

Estos métodos actúan sobre el desarrollo de tres aspectos relacionados con el autocontrol mental incluidos en la reformulación de un inicial Modelo Biosocial Unificado de la Personalidad: La Autodirección, la Cooperatividad y la Autotrascendencia. Evaluables como rasgos de carácter mediante el Temperament and Charàcter Inventory.

Otros autores también definen la Autotrascendencia como una dimensión del carácter que agrupa características de espiritualidad, misticismo, los pensamientos mágico y religioso, y la visión de uno mismo como parte del Universo.

En el presente estudio se realiza una aproximación multidisciplinar a esta cosmovisión, y una valoración sobre su potencial como instrumento de evaluación de la Religiosidad/rasgo de carácter a partir -como variable teológica- del dogma fundamental del Cristianismo.

PALABRAS CLAVE: Resurrección, pareidolia, Disonancia Cognitiva, Ley de la Participación, ética, psicoculturemas, neuroteología, Ciencia Cognitiva de la Religión, Autotrascendencia, Espiritualidad, Religiosidad, simbología, vínculo, hierofanía, Ciencia del Bienestar, sarcofilia.

SUMMARY.

On March 6, 2008 the Psychology Section -within the framework of the inter-departmental clinical sessions of the Psychiatric, Psychological and Psychosomatic Medicinal Service- presented the paper Personality Evaluation.

Among other contributions, the conceptualisations of C. Robert Cloninger expounded in his article The Science of Wellbeing: An integral approach to mental health and its disorders, published in World Psychiatry in 2006, were examined.

From the philosophical training and anthropological culture of the North American psychiatrist, this approach is introduced in order to promote mental health that includes -wholly integrated- biological, psychological, social and spiritual methods.

These methods affect the development of the three aspects related to mental self-control included in the reformulation of an initial Unified Biosocial Model of Personality: Self-management, cooperativeness and self-transcendence. These aspects may be evaluated as character traits by means of the Temperament and Character Inventory.

Other authors also define Self-transcendence as a dimension of character that groups together spiritual and mystical characteristics, magical and religious thoughts, and the vision of oneself as part of the universe.

In this study a multidisciplinary approach to this cosmovision is carried out and an evaluation of its potential as an instrument for evaluating the religious traits of character, taking as a starting point -as a theological variable- the fundamental dogma of Christianity.

KEY WORDS: Resurrection, facial recognition of dead people, the Law of Participation, ethics, Cultural derivation, neuro-theology, Cognitive Science of Religion, Self-transcendence, Spirituality, Religiosity, symbolgy, bonds, hierology, Science of Well-being, Sarcophilia.

"Octavio Augusto no censaba a los menores de tres años; pero existen datos sobre un segundo censo de neonatos decretado por su procurador en Antioquia, Quintilius Varus, siendo Publius Sulpicius Quirinius gobernador de Siria…"

Introducción: cuando las áreas de cognición social activan la oración o la negociación

En una hipotética conversación con el sacerdote y académico de historia Miquel Batllori(14), en la abadía benedictina de Montserrat, se teoriza sobre un Moisés freudiano y su intento de fundar un nuevo imperio basado en la religión monoteísta de Aton.

El príncipe egipcio Amonmosis, hijo de Set II y nieto de Ramsés II, asumiendo la revolución conceptual religiosa de Akhenaton, tras la experiencia mística de la zarza ardiente(89), acaudilló la liberación de un pueblo esclavizado al que ofrecerle la religión de un solo Dios para rendirle culto(63).

Estudios histórico-críticos de la Biblia -herederos de la escuela filosófica liberal germana- representados por la llamada filosofía no sistemática(102), consideraban el Dogma como una construcción del espíritu griego sobre el suelo del Evangelio(102).

Una reciente revisión coordinada por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Navarra(143), hace referencia -en una terminología que toma como modelo las tipologías sobre la personalidad de Allport- a cinco clusters sobre la creencia religiosa católica.

Los grupos llamados "Católico Terrenal" y "Católico no Eclesial" corresponden a creyentes aunque no en todos los dogmas cristianos. Se admite a un Jesús histórico, pero se cree menos en la resurrección que en la reencarnación.

Una referencia histórica que interesaría a la psiquiatría forense narra que, en 1407, la flota del Almirante Mayor de Castilla Alonso Enriquez(w19) avistó en algún lugar del Mediterráneo lo que parecía un cuerpo humano cadáver con profusión de heridas, laceraciones y regueros de sangre.

Hasta la última restauración de la talla anónima del Cristo de las Claras en 2007 no se descartó la posibilidad de que se tratara de restos momificados, policromados y con postizos orgánicos(51).

Hoy descansa en el Monasterio palentino de Santa Clara.

Temas tan dispares como culturemas implicados en la psicología de la comunicación, la ética en el tratamiento del Principio Fundamental platónico y aristotélico, la neuropaleontología darwiniana que inspiró a Nietzsche, neuroespiritualidad relacionada con casos no patológicos en la percepción de agentes sobrenaturales, trascendencia evaluable en dimensiones caracteriales, y la simbología hierofánica en el marco de la Psicología Religiosa, pueden tomar como paradigma a este Crucificado.

Perteneciente a la imaginería devocional española del siglo XIV, sus características físicas han dado lugar a meta representaciones a partir de la actividad visuo-socio-emocional cerebral.

La neuroteología, en un entorno sensorial adecuado, relacionaría la activación de la asociación del córtex fusiforme, la amígdala, el córtex orbitofrontal y el hipocampo en la percepción mística de movimiento en sus miembros articulados, del crecimiento de sus uñas naturales y de su pelo humano. Existen relatos, en la tradición religiosa, sobre los cuidados que recibía por parte de la abadesa del Monasterio(w19) respecto a la pretendida actividad biológica de la talla.

Miguel de Unamuno -formado en el racionalismo y el positivismo– evolucionó hacia la filosofía no sistemática. Escribió sobre el Cristo yacente -también llamado de la Buena Muerte– en términos multidisciplinares: "Cristo inmortal", "Cristo tras-humano", "Cristo que muere en la materia", "Cristo hombre troglodítico", "Cristo que la piedad popular ve que las uñas y el cabello le medran"(68).

Un concepto del Cristo activador de la oración en las áreas de cognición social del hemisferio derecho del creyente(w14). Pero convente de un Cristo con el que también se pueden mantener conversaciones sobre problemas personales, peticiones y ruegos en la activación del hemisferio izquierdo del orante(w14). Por lo que -en este caso- rezar a Dios es comparable a negociar con un humano(w14).

Henri Ey, en sus Estudios sobre delirios, infiere que algunos estados en la alteración senso-perceptiva no constituyen una fractura absoluta de la manera en que se tienen concepciones de las creencias, artículos de fe o mitologías. En los estados oniroides, el cuerpo y la realidad psíquica figuran en la conciencia y constituyen el marco preferente de la acción mágica que se desarrolla en un mundo todavía real, aunque sin dejar de ser vivido como una alteración imaginaria del Yo. De aquí la impresión constante de enigma o de misterio que por una tendencia natural del espíritu se verifica hacia los grandes mitos como la resurrección(54). Llamada por Ratzinger(114), aunque con matizaciones en la globalidad de la definición, "mutación decisiva".

Los estudios de la Fundación Santa María, y del Instituto de la Juventud – perteneciente, en su momento, al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad

(143)- se refieren a datos sobre creencia, práctica, asociacionismo, y valoración de la Iglesia, a partir de las dimensiones de comportamiento y sentimiento vivencial experiencial. Se encuesta a una población estudio sobre la creencia en Dios con formulaciones como: "existe, se da a conocer en Cristo".

La creencia en los dogmas se infiere en el concepto global de religiosidad.

En su ensayo científico El porvenir de una ilusión(62), Freud concluye que es tal creer en lo que no puede aportar la labor científica -en la que incluye la "función anímica"-. Pero se pregunta por la "suprema" influencia sobre la Humanidad que han tenido y tienen las ideas religiosas, y a qué deben su eficacia independientemente de los dictados de la razón.

En el presente trabajo la investigación científica, con incursiones en el campo de las humanidades, aborda el estudio de la Espiritualidad -como característica de la dimensión Autotrascendencia de la personalidad-, a partir del dogma fundamental del cristianismo: la resurrección de los muertos. Testimoniada solamente en el mundo paleocristiano, y con respecto a una de las figuras más influyentes de la cultura occidental. Jesús -llamado el Cristo-, de posible origen esenio, sin datos concretos sobre su nacimiento. Reconocido como el profeta Isa por el Islam, y negada su divinidad en el Judaísmo.

ANTECEDENTES: una ejecución, una tumba abierta sin cadáver, y unos lienzos funerarios yacentes.

HISTORICIDAD.

Los muertos no resucitan, por tanto Jesús tampoco(90). Así pues, ¿Qué le sucedió al cuerpo de este hombre de ascendencia esenia con -según el Evangelio de Mateo- genealogías que remontan a la estirpe de Abraham y de David(113)?.

Son múltiples los abordajes en el desarrollo de este tema, tantos como delicados y escasas las conclusiones. En el acercamiento que se propone en este trabajo -suscitado durante el debate sobre conceptualizaciones para la dimensión Autotrascendencia (en el marco de la sesión clínica intradepartamental Evaluación en Personalidad, presentada por la Sección de Psicología el 6 de marzo de 2008)- se hace alusión a:

1) Tres fuentes. El historiador judío fariseo Flavio Josefo (c.37-101); el escritor de la iglesia cristiana primitiva Hipólito (c.170-c.236); y los manuscritos de Qumrán (o del Mar Muerto, escritos por la congregación judía de los esenios, y datados -sin acuerdos absolutos entre los historiadores bíblicos(150)- entre los años 250 a.C. y 662 d.C.).

2) Una cuestión inicial: dada la definición del proceso conocido como resurrección, ¿los propios esenios creían en ella?.

Según el informe del Comité Ad Hoc de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard publicado en 1968, se define la muerte biológica en cuatro puntos aceptados por la comunidad médica mundial(w15):

– Ausencia de respuesta y recepción (el paciente muestra una nula respuesta a estímulos externos y no responde a estímulos dolorosos).

– Ausencia de movimientos respiratorios (incluyendo ausencia de respiración espontánea con apnea mayor a tres minutos).

– Ausencia de reflejos, electroencefalograma plano, pupilas fijas y dilatadas, falta de movimiento ocular aun con golpe o giro o introducción de agua helada en el oído.

– Ausencia de reflejos osteo-tendinosos.

Desde estos criterios actuales, el significado de la palabra resurrección que unifica, a partir del siglo I -para afirmarla o negarla- a paganos, judíos y cristianos se suscribe en una nueva corporeización viva a continuación de un período de muerte como estado (durante el cual cabía o no estar vivo de otra manera no corporal)(150).

En este sentido, salvo el mundo paleocristiano con respecto a Jesús, nadie admitía que esto hubiera sucedido nunca(150).

Las reseñas históricas no cristianas -escritas en el contexto de la sublevación esenia contra Roma– apuntan hacia una creencia en la inmortalidad del alma y posteriores recompensas post-mortem(76). Pero no se hace mención de la resurrección como una recorporeización(56). En cuanto a la figura de Jesús, Flavio Josefo (que convivió con la congregación esenia(150)) hace limitadas referencias de quien era llamado el Cristo(69).

Frente a las investigaciones del historiador , Hipólito habla de las Islas de los Bienaventurados como un lugar temporal de reposo dónde el alma inmortal espera para recibir su cuerpo nuevamente inmortal(150).

En 1947 el descubrimiento de los Manuscritos de Qumrán (posiblemente los textos más antiguos que se disponen en lengua hebrea del Tanaj o Antiguo Testamento), no aporta ninguna teoría sobre la resurrección(110).

Las revisiones históricas no aportan datos concluyentes sobre las creencias en la resurrección corporal ni en el Antiguo Testamento, ni en el judaísmo del segundo Templo -incluidos los esenios-.

Las historias sobre el concepto de resurrección surgen de escritores del cristianismo primitivo a partir del siglo I y en referencia a Jesús. Cuya muerte contrasta con los óbitos de Moisés, Buda, Confucio… que murieron en edad avanzada, coronados de éxitos a pesar de los desengaños, rodeados de sus discípulos y seguidores(69).

LOS ENCUENTROS

Los escritos lucanos refieren un inicial escepticismo de los once sobre la recorporeización de Jesús ajusticiado.

Existen pocas alusiones iniciales. Se basan en las explicaciones sobre el sepulcro vacío de María Magdalena, Juana (esposa de un intendente de Herodes, Cursa) y María (madre de Santiago el Menor) (150).

La aplicación del fenómeno de pareidolia -casos colectivos no patológicos en los que se perciben agentes sobrenaturales y sus caras (relacionados con la actividad visuo-socio-emocional en las regiones posteriores del cerebro(w12))- establece una conceptualización multidisciplinar a lo acontecido.

La propia visión que el evangelista describe de un Jesús post-mortem en Jerusalén por parte de sus discípulos, es interpretada en un primer momento como una aparición, un pneuma, equivalente a un espíritu(60).

Las nociones religiosas, como productos de la imaginación sobrenatural(12), en los llamados campos-límite de la psicología(11), y una pretendida parapsicología científica(137) tienen cierta aquiescencia con las vinculaciones junguianas a una condición arquetípica del alma(77). En estos ámbitos, los "fenómenos espontáneos" , entre ellos las apariciones de personas fallecidas, se estudian fenomenológicamente basándose en la supuesta veracidad de los testigos y de la documentación aportada(130). Estos residuos no clasificados de nuestra experiencia(139) coinciden en algunos aspectos con las especulaciones de Jung en el sentido de que no todos los acontecimientos están ligados por una causalidad perceptible en las leyes naturales.

Las teorías biologistas(w12) contemplan una meta representación en la interacción con humanos no visibles, percibidos como reales, que implica al referido círculo visuo-socio-emocional.

Ante la visión de Jesús resucitado, el Evangelio de Juan permite una aproximación según la capacidad de autotrascendencia de los personajes(15) (algunos ya aludidos):

-Creyeron sin ver nada ante la tumba vacía: el discípulo amado (Jn 20,8)

-Preguntan y dudan: Pedro (Jn 20,5-8), Magdalena (Jn 20, 1-2; 11-13), Tomás (Jn 20,29).

El reconocimiento facial se asocia al fenómeno de percibir rostros con significado religioso allí donde la información sensorial del entorno es:

a) sugerente,

b) incompleta, o

c) ambigua.

Ello se relaciona a determinados estados emocionales, circunstanciales y contextuales, debido a la conexión entre:

-el córtex fusiforme (reconocimiento facial)

-la amígdala (miedo/ansiedad)

-el córtex orbitofrontal (modulación socio-emocional)

-el hipocampo (memoria/mapeo mental espacial, entendido como una red semántica o modelo cognoscitivo para representar ideas de manera intuitiva sin restricciones formales(w20) -parecido al concepto marcador somático, según el cual existe un proceso subliminal e inconsciente, que aúna los recursos de la razón, la memoria y las emociones, y orienta la actuación desde planteamientos anteriores a la conducta voluntaria explícita en el mundo consciente(101).

"Un miembro del Sanedrín ajeno al juicio, José de Arimatea, pidió a Pilato el cuerpo de Jesús evitando que estuviera expuesto hasta la puesta del sol(76). La resurrección en Pascua, descrita en Mc 16, 1-8, tiene lugar al amanecer del primer día de la semana".

Existen varios intentos de clasificar los encuentros de Jesús muerto y recorporeizado. Una de las más completas es la que trata de los tipos y el origen de los relatos(48).

El Evangelio de Lucas determina tres apariciones:

1) a Simón,

2) a los dos discípulos camino de Emaús, y

3) a los once.

A partir de esta tríada, Dodd(48) propone los siguientes puntos descriptivos:

-Sobre los tipos de relatos:

a) Breves, basados en las aportaciones de Mateo y Juan.

b) Minuciosos, basados en los escritos de Lucas.

c) Mixtos, breves inicialmente pero que Marcos transforma en minuciosos en el desarrollo de la narración.

-Sobre el origen de los relatos:

a) Lista de testigos.

b) Testimonio de los discípulos.

c) Tradición oral común y relatos breves.

d) Tradición oral común embellecida con nuevas aportaciones (relatos mixtos).

e) Narraciones minuciosas según el estilo literario teológico de cada evangelista.

La mayor parte de los "fenómenos espontáneos", estudiados con criterios parapsicológicos, identifican las apariciones en forma de neuma como pertenecientes a personas fallecidas.

En Lu 24,15 y Lu 24,36-43, se describe a un Jesús que aparece y desaparece en su caminar con los discípulos que se dirigían hacia la aldea, cercana a Jerusalén, de Emaús "y dudan". Pero seguidamente, el evangelista, intenta disipar semejanzas fantasmagóricas y le presenta físicamente perceptible y con actividad fisiológica visible por sus discípulos: comiendo pescado.

El Keringa o primera predicación de fe de los discípulos después de la resurrección de Jesús(17) impacta con la dicotomía cuerpo-alma deudora de la filosofía griega (aunque de ella también conserva un "eco doloroso y trágico de la vida"(133)), los conceptos posteriores a la Ilustración y muchas de las concepciones modernas de la existencia humana.

Tanto las incredulidades iniciales de sus seguidores sobre la corporeidad viva de Jesús después de su fallecimiento, como su creencia posterior en ella, no se pueden deducir de la vida histórica de quien fuere llamado el Cristo. La fe no es una realidad deducible de determinados principios(29). Es una actitud sólo posible a partir del potencial caracterial de cada individuo. En los acontecimientos lucanos del camino de Emaús se advierten indicios de una capacidad trascendente para cada individuo.

DE LA TEOLOGÍA.

Hoy, también en el mundo antiguo, la posibilidad de encuentros fugaces con una forma humana que podría corresponder a alguien fallecido puede llevar al testigo a ser cuestionado en su equilibrio mental(129) y posiblemente -en nuestros días- evaluado mediante una exploración psicopatológica, además de exponerle a pruebas complementarias para descartar historial clínico toxicológico.

Por tanto, los encuentros por si solos son condición insuficiente para esta creencia de origen paleocristiana(36).

Encuentros. Tumba vacía. Duda. Duda y fe. La Biblia reconoce que antes de llegar a la seguridad de la fe, se ha de pasar por la inseguridad y la duda(93).

Ver, en este sentido, el episodio galileo de Mt 28, 16-17; y la narración del lago Generaset (capítulo 14).

El Cardenal Arzobispo Metropolitano de Barcelona expuso en su conferencia pronunciada en el "XV curso sobre el humanismo en medicina: las dudas" que "a tientas, así avanzamos hacia las verdades trascendentes (…) entre la oscuridad y las dudas".

Existe documentación eclesiástica -Roncalli llamaba a Montinil "Hamblet del Vaticano"(93)- que relaciona la duda no metódica con potenciales psicopatológicos ("crisis de identidad", "la enfermedad de la duda"), pero admite la actitud cartesiana como método de investigación(97).

En otros ámbitos del conocimiento, Pascal hablaba del genio del cristianismo por su capacidad de llevar a término las síntesis de las realidades contrarias y hacer complementarias dos categorías en principio opuestas, la fe y la duda(93). Aplicado, en este caso, a la conceptualización cuerpo muerto y resucitado.

De las cuatro facultades de la universidad medieval -de entre ellas la Medicina y el Derecho- se debe a Tomás de Aquino la autonomía de la Filosofía de la Teología (w40).

De ésta última, un interrogante para la valoración de una cuestión tradicional -históricamente escolástica(114)- en la sabiduría de la Humanidad: ¿de qué manera una razón se demuestra razón verdadera?

Existen diversas teorías en la búsqueda de la razón ante la tumba vacía y los encuentros. Algunos estudios apuntan hacia que Jesús no murió en la cruz realmente sino que revivió en el frescor de la tumba(90;138); o que fue abandonado a los carroñeros(37). La no existencia de documentación sobre un segundo enterramiento tras la descomposición de su cuerpo (en un osario)(94), da soporte a la creencia paleocristiana ante la tumba vacía y las apariciones en forma de un cuerpo transformado de una manera misteriosa.

El concepto "transfísico" hace referencia a Jesús resucitado con un cuerpo diferente –mejorado(150)-, dando a entender que esta transformación, o mutación (114), dificultó su inicial identificación en los encuentros.

La razón suficiente(150) paleocristiana sobre la revivificación transformadora de Jesús se resume en los siguientes puntos:

1) La tumba vacía.

2) Los encuentros documentados.

3) Los historiadores tienen fuentes de investigación.

4) Sin ella el cristianismo primitivo no tendría razón de haber existido.

SAULO DE TARSO.

La contextualización global paleocristiana -que incluye formulaciones no exentas de contenidos socio-políticos- tiene su cenit en Saulo de Tarso.

En Romanos 12-16, fundamentalmente, se encuentran sus definiciones básicas ligadas a la resurrección:

1) Distinción lingüística entre "carne" y "cuerpo".

2) Definición de "tiempo escatológico".

3) Jesús en su sentido cristológico.

4) La resurrección entendida, por un pueblo que cumple la Torá, como la esperanza nacional de un Israel fiel.

5) Lealtad a Abraham, pero atendiendo también en su prédica a los no judíos(50).

Cuando Saulo, primero perseguidor de la iglesia, vio a alguien que identificó con Jesús(150) y proclamó su resurrección de entre los muertos, le confirmó como el Cristo; y define el tiempo escatológico: Una era "venidera" que ya se ha iniciado con la resurrección de Jesús, y que pasa por la muerte individual de cada persona hasta el final de toda la Humanidad. Su diferenciación entre "carne" (corruptible) y "cuerpo" (que incluye conceptos equivalentes a personalidad y elementos psicológicos), le permite formular la resurrección como una "transformación" pasando por este proceso tanático. Una transformación que también se entiende cómo una "renovación" nacional, un Israel resucitado.

TEORÍA DE LA DISONANCIA COGNITIVA.

Como se ha mencionado, la posibilidad de que el encuentro con un Jesús recorporeizado tras su muerte fuera producto de alteraciones perceptivas de sus acólitos ha sido -también en la actualidad- motivo de estudio. Existen, en este sentido, propuestas clínicas asociadas a estados de trance equivalentes al trastorno Disociativo no especificado(91;16).

Pero han sido valoraciones desde el campo de la psicosociología del pensamiento las que más se han adentrado en una posible diagnosis de lo acontecido mediante la Teoría de la Disonancia Cognitiva.

Se parte de la base de que las representaciones colectivas, como hechos sociales tienen sus leyes propias, totalmente distintas de los abordajes individuales(136). No obedecen a las leyes lógicas; y no siendo la resultante de un trabajo intelectual en sentido estricto, contienen elementos emocionales íntimamente sentidos.

En la llamada Ley de la Participación el pensamiento no se complace gratuitamente en lo contradictorio pero tampoco piensa en evitarlo. La contradicción a menudo le es indiferente(92), y los grupos pueden no aceptar una realidad y vivir una fantasía que corresponde a sus deseos más profundos(58): "En Pascua los discípulos querían tan desesperadamente creer en Jesús, que en vez de afrontar el hecho de su muerte, afirmaron que estaba vivo".

La Teoría de la Disonancia Cognitiva -en tanto conceptualización perteneciente al modelo psicosocial del comportamiento humano(80)- se formula en cuatro puntos:

1) Incongruencia o falta de armonía entre las creencias, el conocimiento y conducta del individuo.

2) Cuando la disonancia es excesiva los individuos cambian su manera de pensar o su conducta para limitar la disarmonía.

3) Suele producirse cuando hay una disparidad evidente entre dos elementos experimentales o conductuales.

4) Suele producir un estado de tensión incómoda que obliga al individuo a cambiar.

En estos contextos, afirmaciones de diferentes autores(128) apuntan a que teniendo apoyo social suficiente , ante el trato recibido por Jesús -desde el juicio hasta su ejecución- la resurrección aliviaba la insoportable idea de la iglesia paleocristiana de un entierro deshonroso; a la vez que la transmisión del mensaje de su reaparición en vida aumentaba una cognición en su creencia, disminuyendo el malestar psíquico de la disonancia por el fracaso de sus esperanzas.

Psicoculturemas: impactos culturales en un tiempo escatológico

"La conversión de San Pablo" (Caravaggio). Del pintor barroco, que se decía "poseer una cabeza trastornada al sentirse perseguido -entre otros- por los Caballeros de Malta"(28), se tiene una de las mejores representaciones iconográficas de la seudo-convulsión. Saulo caído de su caballo en una instantánea que rememora un movimiento aparatoso y ondulante de los brazos, de tipo coreiforme, muy parecido a uno de los síntomas críticos del Trastorno de Conversión(83).

Diversos autores refieren una condición trascendental a la que se llega a través de lo espiritual(109).

Esta trascendencia, que cuenta con un substrato biológico, puede evaluarse mediante determinados modelos dimensionales de la personalidad(19). En este sentido se estudia la visión de la persona a cerca del mundo y lo que le rodea, también en el aspecto espiritual(24).

El escultor Victorio Macho(v7) entiende que "por el arte se siente a Dios, y por él se llega".

A partir de los culturemas (elementos de cultura ya existentes que el creador llega a identificar y utilizar de tal modo que una idea nueva nace de esta identificación(96)), se advierten varios criterios de estudio, por parte de la psicología de la comunicación, sobre la emisión de un mensaje y su recepción.

El impacto creativo del Réquiem de Mozart ¿determina el personal sentimiento en sus audiciones?

Cuando Paul Freidora expuso su Piedad (escultura que representa a un Jesús ajusticiado en una silla eléctrica) en la Catedral de Gap (Francia), ¿quiso aumentar el impacto emocional con una manera de morir más cercana o dar al arte religioso un matiz provocador?.

Miguel Ángel tomó su Creación de Adán del Génesis. La contemplación del fresco permite observar una figura humana entre el cuerpo y el brazo izquierdo del "Eterno"(122) que:

1º) probablemente sea femenina,

2º) se ha supuesto una representación de Eva,

3º) se ha interpretado como la sabiduría, o

4º) la Virgen, o

5º) el alma humana, o

6º) la Beatriz de Dante.

Los Modelos de Personalidad permiten escoger de entre estos conceptos, lo que dimensiona totalmente el sentido (o sentimiento) de la obra. Además, frente a su interpretación trascendente médicos anatomistas, cirujanos y forenses observan claras alusiones en esta iconografía a estructuras límbicas(7).

La nueva "Stultifera navis".

En un tangencial paso por contenidos etimológicos "locura" no tiene un origen único suficientemente convincente(32). Más allá de investigaciones en raíces latinas y/o árabes, existe una posible relación con la voz vasca "lokatu" (étimo del verbo latino "locare") que tiene como una de sus acepciones "moverse".

En sánscrito "nigrate" asume tres acepciones: santo, profeta y loco(92).

Así como en 1503/4 El Bosco pintó aquella nave repleta de seres extravagantes ("locos") para que fueran contemplados por un público en ocasiones estupefacto, el "movimiento" en un tour mundial de la autora Madonna Ciccone es en la actualidad motivo de estudios socio-religiosos(75). Se infieren los siguientes criterios de valoración:

1) provoca conmoción o reta al público en la escenificación comparativa de las sensaciones de éxtasis sexual y religioso (utilizando en sus coreografías recreaciones de personajes, como San Martín de Porres, del santoral católico y anglicano(v6)),

2) interpreta melodías en sánscrito de contenidos espirituales(a1) e incluye grupos gospel(a2; a3 y a4) en sus composiciones,

3) aparece en una nave/escenario-itinerante con una estética eccehomo(v5) (crucificada y coronada por espinos ), y

4) se presenta en sociedades ampliamente católicas (Varsovia, 15 de agosto de 2009, día de la Asunción de la Virgen).

El espectáculo de contenidos trascendentes en un formato inquietante agudiza la intención del mensaje. Alusiones, en este sentido, se encuentran en:

a) El guión cinematográfico San Pablo de Pasolini(104); y, del mismo autor, El Evangelio según San Mateo(44; v4) . Film dedicado al Papa Juan XXIII en una ubicación histórica de diálogo cristiano-marxista(45).

b) La orgía de los mendigos en la Viridiana(v1) de Buñuel(123), y en el fotograma sobre la Cena Pascual de Norman Jewison(v3) -ambas, alusiones de contenidos sociales tomando como modelo la Santa Cena de Leonardo da Vinci-.

c) La revisión, casi exegética, de un proceso de pareidolia en la concordancia entre la "sábana de los Sinópticos"(114) y el Sudario de Turín –vera icon- en The Passion of the Christ(v2).

Algunos autores avalan el concepto terapéutico, catártico, en un formato de psicodrama colectivo o de role-playing socio-dramático que cumplen manifestaciones colectivas como determinados espectáculos, conciertos multitudinarios, y grupos multimedia(33).

Todo ello, en el marco de la psicología de la comunicación cultural aludida que vincula -en este caso- "ciencia y religión"(a7) y la conceptualización "trascender" el cuerpo(w47).

Recurriendo a una estética kantiana, creadores como Goethe y Schiller utilizan el arte para conciliar lo sensible con lo inteligible: la inmortalidad no tiene nada que ver con los premios o castigos de ultratumba; sólo autoriza que el anhelo de perfección racional se sienta como posiblemente prolongable más allá de la existencia empírica(66).

Un "más allá" que los pintores de Flandes de la última década del siglo XV, gracias a la técnica del miniaturismo y la iluminación cromática, logran armonizar con el realismo en la auto necropsia de un Cristo Doliente, revivificado, levantado del sepulcro, ante la cruz y mostrando sus llagas y su corona de espinas.

Ética y trascendencia -aproximaciones filosóficas al paso por el tiempo de la memoria cromosómica (59)

Algunos estudios(6) relacionan los clásicos del pensamiento (estoicos, platónicos y pitagóricos) con arduas aritméticas, interpretaciones de geometrías complejas y códigos anagramáticos esotéricos. Sus conclusiones, usando pinacotecas de temática mitológica y religiosa (las dos versiones de Les Bergers d´Arcadie de Poussin y San Antonio y San Pablo de Teniers, respectivamente(3)), aluden a órdenes templarias o rosacruces para localizar los restos sepultados de Jesús.

Una simplificación de la gnosis platónica en la que se describían cuatro niveles de identidad humana(15): el físico, y el psicológico (constituyentes del éidolon o yo inferior); y el espiritual y místico (daimon o yo superior). El objetivo final de la iniciación gnóstica era unir el yo inferior con el yo superior, por que sólo cuando se convierten en uno solo llega la iluminación(15).

En una convulsa e insurgente Judea sometida a Roma, pero históricamente helenizada, determinados autores(3) valoran como textos gnóstico-cristianos algunos Apócrifos que consideran la resurrección como espiritual, y alcanzable por quienes buscan la "sabiduría".

La ética de la trascendencia apunta a un "Principio Fundamental": la profunda necesidad del hombre como individuo y especie de permanecer en el tiempo(w34).

En los Diálogos de Juventud(107) (Platón de -399 a -389), la interlocución socrática con Protágoras describe a Hermes -enviado de Zeus(118)- para salvar al hombre de su falta de arte político en el proceso de socialización. La verdad y la justicia son las virtudes utilizadas por el Eterno o Inquebrantable en el trono supremo de los dioses(118) para evitar la extinción humana. Se adhiere a ellas la virtud perfecta, la felicidad(4), que dirige al hombre como un ser que trasciende al tiempo finito.

En general, las virtudes, lo son por su carácter permanente, y no se encuentran determinadas para un momento o para una generación(w34).

La "fides" romana, antes que una virtud teologal (fe), tiene connotaciones filosóficas en términos de confianza(142); cuyos antónimos generan la duda filosófica (inseguridad entre el "si" y el "no" que lleva a la suspensión del juicio), y el escepticismo -aquella incapacidad de la razón humana para conocer la verdad (18) a la que se acogió un joven Agustín de Hipona, tras pasar por varias escuelas filosóficas(34), y antes de asistir como catecúmeno a las celebraciones litúrgicas del obispo Ambrosio en Milán-.

Aurelius Agustinus. Del estudio de los platónicos , contextualizándolos en criterios paulinos, la innovación cristiana(66) de este Padre de la Iglesia latina aporta una explicación psicológica trinitaria. Confiere a las tres Personas Divinas las propiedades inherentes a la Memoria, Inteligencia y Voluntad (124) que permiten una progresiva renovación interior -rememorando las características psicológicas del cuerpo que Saulo diferencia de la carne -.

De la duda cartesiana emana un escepticismo parcial(18) que admite como instrumentos metodológicos:

1) la fe religiosa (fideísmo),

2) el naturalismo o,

3) la investigación científica;

preludio, ésta última, de la "Deus sive Natura"- cuyo autor, Baruch Spinoza, sobrevivía como pulidor de lentes para instrumentos ópticos(49)-.

Descartes concibe tres sustancias que dan lugar al conocimiento(148) (el pensamiento -esencia de la mente-, la "extensión" -esencia del cuerpo-, y Dios).

Spinoza -racionalista amsterdanés de familia sefardí- lo circunscribe, más allá de la glándula pineal cartesiana, en una sola sustancia divina infinita que se identifica, llegando a ser equivalentes, bien con Dios o bien con la Naturaleza(49).

Cuentan las historias de pensadores que en un tiempo hubo un profesor prusiano tan autoexigente en su orden de costumbres y puntualidad, que sólo en dos ocasiones llegó tarde a su clase: cuando recibió de Francia el "Emilio, o la nueva educación" de Rousseau, y cuando le llegó la noticia de la toma de la Bastilla(65). Desde la libertad de la razón y su ostracismo en Königsberg: Immanuel Kant.

Partes: 1, 2, 3
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