Verdad, Justicia y Memoria a 30 años del Golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976 (página 2)
Enviado por Patricia Vidaurre
El objetivo era evitar una política de cooperación, todo intento de solución política para la crisis militar en pos del retorno de Perón. Su utopía era en visión de un pasado más que de un futuro.
La audacia de los grupos guerrilleros fue creciendo en relación directa con la tolerancia de la clase política y la benevolencia de la opinión pública. Por ejemplo el ex presidente Frondizi fue el primero en avalar públicamente la violencia popular, en el diario El Clarín del 3 de Junio de 1969 se podía leer: "…la violencia popular es la respuesta que procede de la violencia de arriba: salarios cada vez más insuficientes, enorme presión impositiva,….Por eso no hay pacificación posible que no se funde en el cese de la violencia que engendra la actual política económico-social."
La interpretación del General Lanusse se resumía a que la violencia era provocada por la clausura de todos los canales de expresión de la voluntad popular. Lo que podría entenderse como una invitación hacia una salida electoral.
Onganía fracasó en lograr la cooperación de los sindicatos, y facilitó el camino par que la política continuara a través de la violencia.
Señala el Gral. Lanusse que Perón mantenía un fortísimo liderazgo carismático, no sólo sobre sus admiradores tradicionales, sino en la clase media, en la juventud, en los intelectuales y en el empresariado. A los sectores obreros y populares se sumaron intelectuales y universitarios; la juventud de fines de los 60 se adhirió a Perón como un modo de identificarse con el pueblo, encarnación del socialismo nacional.
Todo esto movió a Lanusse a negociar con Perón bajo el supuesto de que dejaría sin sustento ideológico a los movimientos revolucionarios que invocaban su nombre. El gobierno, desafiado por la guerrilla, con su imagen deteriorada en el exterior como consecuencia de la ineficacia de la represión tenia poco margen de acción, el plan político se escapó del control de Lanusse.
Los rumores sobre el regreso de Perón al país aumentaban, los Montoneros coreaban "Luche y Vuelve". Solo la lucha que liberase al país de la opresión podía alumbrar a la patria socialista. ¿Acaso Perón habrá medido las consecuencias de estimular a la guerrilla como instrumento indispensable de su operación política para volver al poder y animó todas las acciones de los guerrilleros?
En 1973, constituyó una ingenuidad, pagada muy cara por el país, suponer que Cámpora pudiera poner fin a una guerra revolucionaria que se insertaba en un contexto mundial y que trascendía las limitaciones folklóricas del peronismo local.
Las organizaciones guerrilleras aprovecharon las garantías recibidas del gobierno, funcionando como asociaciones legales. La arbitraria discriminación ideológica en las Universidades, en los establecimientos de Enseñanza Media, denotan la situación caótica del momento.
Fueron estos sectores juveniles los que rodearon al Tío, ocuparon posiciones de poder hasta que dentro del mismo peronismo, se generó un vigoroso movimiento en su contra. La llegada de Perón a Ezeiza el 20 de Junio de 1973 mostró una batalla campal entre los bandos peronistas.
Queda claro que Perón, quien en su anterior lucha contra los militares había respaldado a los jóvenes, repudiaba ahora su forma de acción violenta, sus propósitos, sus consignas. Había sembrado vientos y ahora cosechaba tempestades.
Perón llegó a su tercera Presidencia, breve y violenta, no se resolvió a aniquilar a la guerrilla, ni a expulsar a los montoneros de las universidades, o ponerlos fuera de la ley como lo hiciera con el ERP.
Al concluir el primer semestre de 1974, el país vivía horas sombrías; los secuestros y los asesinatos continuaban produciéndose impunemente. El 1º de Julio moría el Gral Perón, su esposa lo sucedió, a fines del año quedó restablecido el Estado de sitio.
María estela de Perón no tenía ni la misma capacidad inautoridad, los conflictos se agudizaron, la acción violenta y clandestina auspiciada por su Ministro, secretario privado,…, José López Rega, provocó una reacción más violenta en los Montoneros.
La inflación en crecimiento, el plan de ajuste severo conocido como "Rodrigazo", que incluyó una fuerte devaluación, un aumento de tarifas, provocaron una aumento de salarios obtenido por los sindicalistas, y la economía también se descontroló.
El ERP, organización armada no peronista se asentó en los montes tucumanos, la constitución de una zona liberada obligó al ejercito a una Operación formal para desalojarlos. El gobierno civil perdía el dominio de la situación. Un intento de encontrar una salida constitucional fracasó.
La crisis económica política y social combinadas, favoreció el desplazamiento de la Presidencia y una Junta Militar se hizo cargo del Poder el 24 de Marzo de 1976, sin oposición y hasta con el aliviado consentimiento de la mayoría de los argentinos.
Hubo una continuidad entre la violencia represiva de los años previos al golpe de 1976 y la que desplegó la dictadura militar. Sin embargo, si bien la represión clandestina y paraestatal se había desarrollado en la Argentina como una política desde mediados de la década de 1950 -siguiendo los lineamientos de la Doctrina de Seguridad Nacional-, la dictadura militar produjo un salto en la
escala y magnitud de la represión.
Las acciones de secuestro y asesinato realizadas por la Triple A y los primeros campos clandestinos instalados en la provincia de Tucumán en el marco de la lucha contra la guerrilla (ERP), son el reflejo de una metodología, que dieron paso a un plan sistemático, donde los recursos del Estado se pusieron al servicio de un mecanismo represivo cuya principal característica fue la clandestinidad.
VIOLENCIA DESDE LOS ORGANOS DEL ESTADO
Acciones de la Triple A
La Alianza Anticomunista Argentina (AAA), fue una organización de ultraderecha, que llevó a cabo numerosos atentados contra personalidades de izquierda durante la década de 1970 en Argentina. Aunque su liderazgo era encubierto en ese momento, hoy se sabe que estuvo bajo la dirección de José López Rega, secretario personal y ministro de Juan Domingo Perón, quien la empleó para combatir los sectores de izquierda del propio movimiento peronista.
López Rega y el entonces comisario general de la Policía Federal Argentina,
Alberto Villar, organizaron la Triple A durante el gobierno interino de Raúl Lastiri, en 1973. López Rega estaba al frente del Ministerio de Bienestar Social, cuyos fondos desvió para financiar la organización y el armamento del grupo paramilitar; seguiría en ese cargo durante el gobierno de Perón y, a la muerte del mismo, en el de su mujer,
Isabel Martínez, sobre la cual ejercía una extraordinaria influencia basada en una compartida devoción espiritista.
El primer atentado registrado de la Triple A tuvo lugar el 21 de noviembre de 1973, cuando – como represalia por el asesinato del sindicalista conservador José Ignacio Rucci a manos de los Montoneros un mes antes- colocó una bomba en el automóvil del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen.
Durante los dos años siguientes, la Triple A llevó a cabo múltiples atentados, incluyendo algunos contra figuras gubernamentales, judiciales y policiales consideradas permisivas o afines a las organizaciones armadas. La CONADEP ha probado la intervención de la Triple A en 19 homicidios en 1973, 50 en 1974 y 359 en 1975; se sospecha además de su participación en centenares de otros. Además, las amenazas de muerte entregadas por la misma llevaron al exilio a muchos otros, incluyendo científicos como Manuel Sadosky, artistas como Héctor Alterio y políticos como José Ber Gelbard.
El general Jorge Rafael Videla, que derrocaría a Martínez de Perón poco después de la caída en desfavor y exilio de López Rega, era un simpatizante de la organización. El 19 de julio de 1975, los Granaderos descubrieron, al desmontar la sede del renunciante López Rega en el Ministerio, un arsenal de armas de guerra, incluyendo ametralladoras, granadas y fusiles de francotirador. El escándalo consecuente lo implicó, así como a Isabel, en acusaciones de corrupción por malversar fondos del gobierno.
ACCIONES DEL TERRORISMO DE ESTADO
Para el inicio del Proceso de Reorganización Nacional, la Triple A ya había sido desmantelada, y las acciones terroristas fueron llevadas a cabo por el propio gobierno.
El origen del término "desaparecidos" lo da el propio Gral. Jorge Rafael Videla, cuando en 1978 y frente a las cámaras de televisión declara impunemente: "… No están ni vivos ni muertos, están desaparecidos…".
La condición de "desaparecido" está dada por lo que de él se ignora (su cautiverio, su muerte, el destino de sus restos y, en los casos de quienes transitaron los campos de concentración y no fueron identificados, quiénes eran). Lo que se ignora, la negación, es lo que lo define.
Con dicha práctica de "desaparición forzada de personas" y con la institucionalización de campos de concentración y exterminio quedó organizada una modalidad represiva del poder.
La siguiente tabla ilustra la evolución de personas desaparecidas entre 1971 y 1983, solo son casos en los que se pudo establecer fecha y lugar de secuestros y no otros:
1971 | 1972 | 1973 | 1974 | 1975 | 1976 | 1977 | 1978 | 1979 | 1980 | 1981 | 1982 | 1983 |
11 | 20 | 11 | 98 | 485 | 3525 | 2746 | 797 | 137 | 58 | 23 | 8 | 8 |
A continuación y tomado del CD que acompaña al texto de D’Andrea Mohr presento la Zonificación Militar que los militares dispusieron en nuestro país:
Zona 1
Capital Federal, casi toda la provincia de Buenos Aires, y provincia de La Pampa.
Zona 2
Provincias de Santa Fé, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.
Zona 3
Provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.
Zona 4
Abarcó los siguientes partidos de la provincia de Buenos Aires: Escobar, Tigre, San Isidro, San Martín, San Fernando, Vicente López, General Sarmiento y Tres de Febrero.
De los testimonios presentados ante la Comisión por las personas que estuvieron detenidas clandestinamente y recuperaron su libertad, se pueden establecer dos grandes categorías de centros clandestinos de detención.
Según la clasificación utilizada por las Fuerzas Armadas, en la mayor parte de las zonas del país hubo:
- Lugar de Reunión de Detenidos: (LRD). Centros donde los detenidos eran mantenidos en general por períodos considerables de tiempo hasta que se decidía su destino definitivo.
- Lugar transitorio: (LT) El tiempo de detención era -salvo excepción- corto. A estos lugares el detenido llegaba inmediatamente después del secuestro o, si así se determinaba, en el período previo a su liberación o a su puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
Entre los Centros Clandestinos de Detención y sólo a modo de ejemplo:
Zona 1
60 Centros Clandestinos de Detención
POBLACION: 11.502.200 habitantes (Censo de 1980).
CCDs de la Zona 1, Subzona Capital Federal (1/CF)
Subzona Capital Federal (1/CF)
14 Centros Clandestinos de Detención, ejemplos:
- Superintendencia de Seguridad, Moreno 1417
- Garage Azopardo, Azopardo 650
Area 1/CF/IIIA
1 Centro Clandestino de Detención
- ESMA, Av Libertador Gral. San Martín 8209
Area 1/CF/V
4 Centros Clandestinos de Detención
- Grupo de Artillería Defensa Aérea 101, Pellegrini y Elizalde, Ciudadela, Provincia de Buenos Aires.
- El Olimpo, Ramón Falcón y Olivera
- Orletti (SIDE), Venancio Flores 3519
Area 1/CF/VI
2 Centros Clandestinos de Detención
- El Atlético, Paseo Colón y Juan de Garay
- Comisaría 18a., San Juan 1757
CCDs de la Zona 1, Subzona 11 (1/11)
Subzona 11 (1/11)
29 Centros Clandestinos de Detención
Area 111
3 Centros Clandestinos de Detención
- Puerto Vasco, Pilcomayo 59, Don Bosco, Quilmes.
- Pozo de Quilmes, Bell y Garibaldi. Quilmes E.
- Comisaría 1a., Alem y Sarmiento, Quilmes
Area 112
8 Centros Clandestinos de Detención
- Pozo de Banfield, Siciliano y Vernet, Lomas de Zamora.
- Brigada de Investigaciones 2da. Lanús, 12 de Octubre 234, Avellaneda.
Area 113
6 Centros Clandestinos de Detención
- Arana, 137 y 640, Arana.
- La Calesita, 55 N° 930, La Plata
Area 114
5 Centros Clandestinos de Detención
- Sheraton, Quintana y Tapalqué, V. Insuperable
- El Banco, Richieri y Camino de Cintura
- El Vesubio, Richieri y Camino de Cintura
- Brigada de Investigaciones, Villegas 2459, San Justo
- Comisaría 2da., Av. de Mayo 549, La Matanza
Area 125
No hay antecedentes. Pudo funcionar un CCD dentro de la unidad militar. Allí fue torturado y desaparecido el soldado conscripto THOMAS MOLINA en 1976
Provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.
22 Centros Clandestinos de Detención
POBLACION: 5.612.000 habitantes (Censo de 1980).
CCDs de la Zona 2, Subzona 21 (2/21)
Subzona 21 (2/21)
7 Centros Clandestinos de Detención
Area 211
3 Centros Clandestinos de Detención
- Batallón Comunicaciones Comando 121, Lamadrid 500, Rosario
- Fábrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu, Ovidio Lagos 4800 – Rosario
- Servicio de Informaciones Policía de Santa Fé, Santa Fé 1950 – Rosario
Centros Clandestinos de Detención de la Zona 3
57 Centros Clandestinos de Detención
Provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.
POBLACION: 7.263.000 habitantes (Censo de 1980).
CCDs de la Zona 3, Subzona 31 (3/31)
Subzona 31 (3/31)
15 Centros Clandestinos de Detención
Area 311. Provincia de Córdoba
12 Centros Clandestinos de Detención
- División Informaciones (D2) Policía de Córdoba, Mariano Moreno 220 – Córdoba
- Prisión Militar de Encausados o La Ribera, Barrio Maldonado – Córdoba
- La Perla o La Universidad, Actual emplazamiento del Escuadrón de Exploración Aerotransportado 4, Ruta Nacional 20, Km.16
- Malagueño o Perla Chica, Malagueño
- El Embudo, Dique San Roque
Area 321. Provincia de Tucumán
14 Centros Clandestinos de Detención
- Jefatura de Policía Tucumán, Salta y Sarmiento – San Miguel de Tucumán
- Cuartel de Bomberos, Laprida 100 – San Miguel de Tucumán
- Comando Radioeléctrico Policía de Tucumán, Laprida 100 – San Miguel de Tucumán
- Escuela de Educación Física, Araoz 900 – San Miguel de Tucumán
- El Reformatorio, Barrio Palomar – San Miguel de Tucumán
- El Motel. En el Predio de la Compañía de Arsenales 5, Ruta Nacional 9, Km 1307 – San Miguel de Tucumán
CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCION BAJO RESPONSABILIDAD DIRECTA DEL COMANDANTE DE LA SUBZONA 32 DENTRO DEL OPERATIVO INDEPENDENCIA
- Ex Ingenio Lules, Ingenio Lules – Famaillá
- Conventillos de Fronterita, Ingenio Fronterita – Famaillá
- Escuelita de Famaillá, Famaillá
- Ingenio Nueva Baviera, Nueva Baviera – Famaillá
- Ingenio Bella Vista, Bella Vista – Famaillá
- Comisaría de Monteros, 24 de Noviembre 311 – Monteros
Area 322. Provincia de Salta
Sin Información disponible
Area 323. Provincia de Jujuy
3 Centros Clandestinos de Detención
- Jefatura de Policía, Belgrano 499, S.S. de Jujuy
- Penitenciaría, Villa Gorriti, S.S. de Jujuy
- Escuela de Policía, Ruta nacional N° 9, Guerrero
CCDs de la Zona 3, Subzona 33 (3/33)
10 Centros Clandestinos de Detención
Area 331. Provincia de Mendoza
8 Centros Clandestinos de Detención
- Liceo Militar General Espejo, Boulogne Sur Mer 2136 – Mendoza
- Compañía de Comunicaciones de Montaña N° 8, Boulogne Sur Mer 1600 – Mendoza
- El Chalecito, Panquehua – Las Heras
- Seccional N° 7 – Policía, Godoy Cruz
- El Refugio. En el Predio de la Compañía de Telecomunicaciones 141 – Campo Los Andes – Tunuyán
Centros Clandestinos de Detención de la Zona 4
5 Centros Clandestinos de Detención
No tuvo Subzonas sino Areas, y abarcó los siguientes partidos de la Provincia de Buenos Aires: Escobar, General San Martín, General Sarmiento, Pilar, San Fernando, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López
POBLACION: 2.010.500 habitantes (Censo de 1980).
Area 410
2 Centros Clandestinos de Detención
- Comisaría de Tigre, Bordeau 548, Tigre
- Subprefectura, Tigre
Area 450
2 Centros Clandestinos de Detención
- Comisaría, Villa Martelli
- Centro de Operaciones Tácticas o COTI Martínez, Av. Libertador 14237 – Vicente López
Centros Clandestinos de Detención de la Zona 5
6 Centros Clandestinos de Detención
Parte sur de la provincia de Buenos Aires, y las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, y el Territorio Nacional de Tierra del Fuego.
POBLACION: 1.598.000 habitantes (Censo de 1980).
Subzona 51 (5/51)
4 Centros Clandestinos de Detención
Area 511
2 Centros Clandestinos de Detención
- La Escuelita, Batallón de Comunicaciones Comando 181 – Villa Floresta – Bahía Blanca
- Cárcel Villa Floresta, Villa Floresta – Bahía Blanca
Area 512
2 Centros Clandestinos de Detención
- Base Aeronaval Cte. Espora, Bahía Blanca
- Batería N° 2 Base Naval, Puerto Belgrano
Area 521
2 Centros Clandestino de Detención
- La Escuelita, Batallón de Ingenieros de Construcciones 181, Neuquén
Lista y descripción de algunos de los Centros Clandestinos de Detención4
"Olimpo" (LRD)
Calle Ramón Falcón y Olivera. Floresta. Capital Federal
Portón de acceso de acero, posiblemente rojo. Un tinglado de chapa de unos 10 metros de altura cubría casi todas las dependencias. Estas eran nuevas, de unos 3 metros de altura, con techo de cemento, donde estaban dos o tres guardias. Se entraba por la guardia. Los traslados se hacían por una puerta de dos hojas, a la izquierda de ésta había una imagen de la Virgen. Un sector de incomunicados con grandes ventanas ojivales, tapadas con mampostería, dejando libre sólo una parte superior. Salita de torturas, letrinas. Del otro lado otra sala de torturas, una celda, un laboratorio fotográfico y dactiloscópico, una oficina de operaciones especiales. Una cocina y un comedor enfrente. Una enfermería para curaciones y otra para internaciones. Sala de archivo y documentación, otra para rayos X. Tres pasillos con celdas, cada línea de celdas tenla un baño con una cortina como puerta, en la tercera línea había un lavadero y duchas. Un cuarto de guardia con ventana hacia la playa de estacionamiento. Una habitación mayor se usaba para reparar los artículos del hogar, eléctricos y electrónicos robados en los allanamientos.
"La Perla" o "La Universidad" (LRD)
Ubicación:
Provincia de Córdoba, sobre la ruta nacional Nº 20 aproximadamente a 12 km. de la capital provincial, en el tramo que une a ésta con la ciudad de Villa Carlos Paz, en las inmediaciones de Puente Nuevo que conecta con la entrada a Malagueño. Sus instalaciones están sobre una loma a mano derecha en dirección a Carlos Paz, son visibles desde la ruta. Enfrente se encuentra la fábrica "Corcemar".
Descripción:
Constaba de cuatro edificios de ladrillo a la vista, tres de ellos comunicados entre sí por una galería, de éstos, dos eran utilizados por los oficiales y suboficiales como dormitorios y oficinas administrativas, el tercero era la cuadra donde se alojaban los detenidos. En un extremo de la cuadra estaban los baños, en el opuesto, cuatro oficinas para interrogatorios y tortura y una para enfermería. El cuarto edificio, independiente de los anteriores, era utilizado como garaje.
"Escuela de Mecánica de la Armada. ESMA"
Ubicación:
En la Capital Federal, sobre la Avda. del Libertador al oeste, calle Comodoro Rivadavia y Leopoldo Lugones al este y la calle Santiago Calzadilla al sur. Al norte linda con la escuela industrial Raggio.
Descripción:
El Casino de Oficiales era el edificio destinado al Grupo de Tareas 3.3.2. Tenía tres pisos, un sótano y un gran altillo. En estos dos últimos y en el tercer piso estaban alojados los detenidos.
Al sótano se ingresaba por una escalera descendente, que se veía al entrar al "Dorado" y formaba parte de la escalera que comunicaba a todo el edificio. La escalera tenía dos tramos.
A este lugar eran llevados los detenidos recién ingresados, el primer paso en la obtención de datos.Al fondo del sótano, las piezas para tortura Nº 12, 13 y 14.
Esta distribución fue modificada en octubre de 1977. La segunda versión duró hasta diciembre de 1978. fecha en la cual fue nuevamente modificada como preparación a la visita de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.
"Dorado". En la planta baja se encontraban las dependencias donde funcionaban el servicio de "Inteligencia" donde se realizaba la planificación de las operaciones, el comedor de oficiales, salón de conferencias y sala de reuniones.
"Capucha". Ocupaba el ala derecha de la mansarda recubierta de pizarras grises del edificio. Era un recinto en forma de "ele" interrumpido de a tramos por vigas de hierro pintadas de gris. Tenía pequeños ventiluces que daban a celdas pequeñas denominadas "camarotes". No había luz natural, era escasa, se utilizaban dos extractores de aire que producían mucho ruido. El piso, de alisado de cemento, fue pintado constantemente.
Los baños estaban ubicados entre la "Capucha" y el "Pañol" que ocupaba la mitad norte del altillo. En ese lugar se encontraban también tres habitaciones, una de ellas destinada a las prisioneras embarazadas.
"El pañol". Era el depósito del producto del saqueo de las viviendas de los secuestrados. En una parte de lo que fue el "Pañol", el ala más norte del altillo, fue construida a fines del año 1977 lo que se denominó "La Pecera".
"La Pecera". Era una serie de pequeñas oficinas, unidas por un pasillo central al que se accedía por una puerta controlada por un guardia munido de un registro de entradas y salidas. Allí permanecían una parte del día algunos prisioneros. Trasladaron desde el sótano el archivo de prensa y la biblioteca. Un circuito cerrado de televisión permitía desde las oficinas de la planta baja, tener bajo control todos los movimientos.
Desde él altillo se podía acceder a una escalera situada enfrente de la puerta de entrada, a un segundo altillo llamado "Capuchita".
"Capuchita": Era un lugar donde originariamente estaba el tanque de agua que abastecía todo el piso del casino de oficiales. Allí había dos salas de tortura y un espacio donde se mantenía a los prisioneros de la misma forma que en "Capucha". Constaba de unos 15 a 20 tabiques que separaban a los secuestrados entre sí. Las condiciones de vida eran peores que en Capucha.
Este lugar fue utilizado por los miembros del Servicio de Inteligencia Naval para torturar y mantener a sus secuestrados separados de los de la ESMA.
"Capuchita" se prestaba a la Fuerza Aérea, al Ejército y al SIN (Servicio de Inteligencia Naval) para llevar sus detenidos allí. El piso era de color rojo y tenla ventiluces siempre cerrados.
En 1977 se habilitaron dos cuartos para interrogatorios. También fue usado por el Grupo de Trabajo como anexo, cuando la Capucha se, encontraba abarrotada.
La ESMA no sólo era un centro clandestino de detención donde se aplicaban tormentos, sino que funcionaba como el eje operativo de una compleja organización que, incluso, posiblemente pretendió ocultar con el exterminio de sus víctimas los delitos que cometía. Es así. que operó como un gran centro que se proyectó y organizó una extensa variedad de actividades delictivas clandestinas. Aunque fueron ejecutadas por un grupo especial, no se trataba de actividades independientes de la estructura jerárquica sino que dependían de los mandos naturales de la Armada.
Estructura del Grupo de Tareas
Según el testimonio del mismo Lisandro Raúl Cubas, con el que coinciden otros liberados como Andrés Ramón Castillo (Legajo N° 7389), Nilda Noemí Actis Goretta (Legajo N° 6321), Carlos Muñoz (Legajo N° 704), Beatriz Daleo (Legajo N° 4816), la estructura del Grupo de Tareas de la ESMA tenía tres sectores: a) Inteligencia; b) Operaciones y c) Logística.
a) Inteligencia:
Estaba conformado por oficiales de la Armada secundados por suboficiales de Marina, personal de Prefectura y del Servicio Penitenciario. Los ayudantes eran denominados "Los Gustavos". Tenían a su cargo el manejo de la información que arrancaban a los prisioneros bajo tortura y el estudio de todos los papeles que éstos portaban en el momento de su detención. Los oficiales decidían los secuestros a realizar y se encargaban de los interrogatorios, participaban en la decisión de los "traslados" y en la decisión de acerca de cuáles detenidos pasarían por el llamado "proceso de recuperación".
b) Operaciones:
Estaba formado por el personal anteriormente señalado, al que se agregaban miembros de la Policía Federal y oficiales y suboficiales retirados de la Marina y el Ejército. Este grupo se encargaba de la ejecución de los secuestros. La planificación de las operaciones se hacia en el "Salón Dorado" ubicado en la planta baja del Casino de Oficiales de la ESMA.
Se desplazaban en automóviles no identificados como del Arma y algunos camuflados como pertenecientes a entidades estatales o privadas. Todos estos vehículos habían sido previamente robados y cambiadas sus chapas-patentes. Eran además los que saqueaban las casas que allanaban y destrozaban todo lo que de allí no les interesaba.
El producto del saqueo era llevado en algunos casos a la ESMA y depositado en un "pañol". Este mobiliario se distribuía luego entre los miembros del GT con el carácter de "botín de guerra".
c) Logística
Este grupo formado por oficiales y suboficiales de la Marina tenla a su cargo el mantenimiento y refacción de las instalaciones del GT y la administración de las finanzas. Esta última actividad va cobrando importancia porque al manejo de los fondos que la superioridad del arma destina al GT, se le suma el producto de lo obtenido en el saqueo y el robo o la defraudación mediante la falsificación o firma bajo presión de títulos de propiedad de los detenidos-desaparecidos. Hacia fines de 1978 y comienzos de 1979 se establece una "inmobiliaria".
Guardias
Eran suboficiales jóvenes de Infantería de Marina. Por el color de sus uniformes se los denominaba "los verdes".
Estos guardias eran los encargados de trasladar los detenidos-desaparecidos entre "capucha" y el sótano, de traer la comida, de llevar al baño a los detenidos con esposas, capucha y grillete. Participarían luego en los traslados masivos.
"Estos por ser muy jóvenes y por haber entrado a la Marina para realizar tareas muy diferentes a las que luego ejercían, se desequilibraban y enloquecían. Desde un sitio muy diferente al nuestro, a ellos también les llegaba la locura de 'capucha' " (Norma Susana Burgos – Legajo N° 1293).
Distribución de los detenidos desaparecidos por edad
Edad Porcentaje |
0 a 5 años 0,82 % |
6 a 10 años 0,25 % |
11 a 15 años 0,58 % |
16 a 20 años 10,61 % |
21 a 25 años 32,62 % |
26 a 30 años 25,90 % |
31 a 35 años 12,26 % |
36 a 40 años 6,73 % |
41 a 45 años 3,40 % |
46 a 50 años 2,41 % |
51 a 55 años 1,84 % |
56 a 60 años 1,17 % |
61 a 65 años 0,75 % |
66 a 70 años 0,41 % |
Más de 70 años 0,25 % |
Desaparecidos según su sexo
Analizando estos porcentajes, comprobamos que la mujer también sufrió en gran medida la acción represiva. Es de destacar que el 10% de las mujeres desaparecidos (3% del total) estaban embarazadas.
Mujeres desaparecidas: 30 %
Varones desaparecidos: 70 %
Mujeres embarazadas: 3 %
Desaparecidos por Profesión u Ocupación
Obreros | 30,2% |
Estudiantes | 21,0% |
Empleados | 17,9% |
Profesionales | 10,7% |
Docentes | 5,7% |
Autónomos y varios | 5,0% |
Amas de casa | 3,8% |
Conscriptos, miembros de las FFAA y Seg. | 2,5% |
Periodistas | 1,6% |
Actores/Artistas | 1,3% |
Religiosos | 0,3% |
Los datos obtenidos del CD antes mencionado, permiten visualizar en el gráfico el elevado porcentaje de obreros desaparecidos con un 30% y en segundo lugar a los Estudiantes con un 21%, a esto agregamos a los empleados en un 17% y llegamos a un 68% del total de desaparecidos.
No hay coincidencias sobre el número total de detenidos desaparecidos. La CONADEP, que certificó en su momento algo menos de 9000 casos, aseguró que debieron ser muchos más. Posteriormente, la Secretaría de Estado de Derechos Humanos, que continuó la investigación, elevó el número a 13.000.
LA ACCIÓN FEMENINA
En su discurso los militares tomaron a la mujer como aliadas del Proceso de Reorganización Nacional, en su rol de madres, cuya principal actividad estaba relacionada, "por su privilegiada cercanía", con el cuidado de los hijos, a quienes debía proteger de la "subversión", evitando cualquier eventual contacto, controlando sus actitudes, actividades, pensamientos, comentarios, y, de ser necesario, denunciándolos ante la autoridad competente. Las mujeres son convertidas, de esta forma, en apéndices del poder militar, y en colaboradoras de la lucha contra la "subversión", a la que "no sólo se la combate con las armas".
Sin embargo que toda la carga positiva que el discurso militar deposita en la "madres" se convierte en su opuesto absoluto cuando comienzan a aparecer públicamente las Madres (de Plaza de Mayo), a partir de 1977. En el caso paradigmático de las madres que reclaman por la vida de sus hijos/as, dejan de aparecer aquí los tiernos y alegres calificativos con que son caracterizadas las mujeres-madres y son reemplazados por apelaciones acusatorias: las "madres de terroristas", "de delincuentes-terroristas" o, simplemente, las "locas".
Con este recurso se intenta permanentemente deslegitimar sus reclamos. Se hace referencia, por ejemplo, a un premeditado "plan de la subversión" escondido tras los organismos de derechos humanos o a una supuesta falta de representatividad de la organización de Madres.
Una lógica maniquea atraviesa todo el discurso. Madres que en un momento son el ejemplo de la custodia de la nacionalidad, pasan a ser las principales responsables, por su falta de atención, de que su hijo sea guerrillero.
Son conocidos los argumentos que culpaban a las madres de la desaparición de sus hijos/as "por no haberlos cuidado bien". Esta era una acusación velada o manifiesta, dirigida a las Madres de Plaza de Mayo durante los primeros años de su lucha.
¿Y LOS NIÑOS DONDE ESTÁN?
Durante la dictadura, los militares consideraban que la ideología que trataban de exterminar en los desaparecidos podía transmitirse a través del vínculo familiar. Por eso hacían desaparecer a sus hijos y entregaban la gran mayoría a familias de militares. Anular, borrar su identidad tenía como objetivo que no sientan ni piensen como sus padres, sino como sus enemigos.
El procedimiento de apropiación de menores se llevaba a cabo de diferentes maneras. Algunos fueron secuestrados junto a sus padres. Otros nacieron en el cautiverio de sus madres que fueron secuestradas embarazadas. Luego del parto los hijos eran separados de sus madres. Los niños eran entregados a familias que estaban en listas de familias de militares en "espera" de un nacimiento en esos centros clandestinos.
Hubo niños dejados con vecinos que ubicaron a sus familias para entregarlos. También hubo vecinos que, desconociendo a los familiares, protegieron a los niños hasta que lograron ubicarlos por medio de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Otros niños fueron entregados a instituciones públicas como NN y dados en adopción. Con posterioridad algunos adoptantes, sospechando el posible origen del niño, se conectaron con Abuelas de Plaza de Mayo. En estos casos se consideró que actuaron de buena fe y se mantuvo la convivencia con la familia adoptante en acuerdo con la familia de origen y en estrecho contacto entre ambas. Estas situaciones se resolvieron sin intervención de la Justicia.
¿Qué podía hacer una madre o una madre-abuela cuando en esta situación de terror sus hijos y sus nietos "desaparecen" como si se los hubiera tragado la tierra? Nadie sabe, nadie responde, nadie se hace cargo.
Primero la búsqueda en soledad, porque el miedo instalado en la sociedad y el slogan de que "en algo andaban" y "por algo será" condicionó la actitud hacia las familias directamente afectadas por el terrorismo de Estado. ¿Cómo hablar con los demás de algo que no tenía explicación o que era negado?
Pero esto duró poco. El sentido común y el amor rompieron la barrera del "secreto de familia" y se largaron a la calle, se encontraron con otras mujeres que lloraban bramando y pedían por lo mismo. Y el gesto más generoso fue estrechar filas dándose las manos para caminar juntas, desafiando el miedo, los riesgos, los malos consejos.
Recuperar la identidad de los desaparecidos en tanto sujetos sociales con sus propias historias y prácticas y no sólo como víctimas de delitos de lesa humanidad, constituye un ejercicio de memoria que no se limita al recuerdo del pasado sino que permite la posibilidad de que dicho pasado resignifique el presente. La memoria como práctica social requiere de materiales e instrumentos de soporte.
A partir del impacto que produjo la entrega de los Archivos a los jóvenes que recuperaron su identidad, se arribó a la siguiente conclusión: también para los hijos de desaparecidos que no fueron apropiados y que buscan a sus hermanos, acceder a las historias de vida de sus padres reconstruidas a través de los relatos biográficos múltiples cruzados resulta fundamental para transitar el proceso (siempre abierto) de identificación, apropiación de la historia familiar y construcción de la propia identidad.
¿QUÉ PASÓ CON LA ECONOMÍA DURANTE DE LA DICTADURA?
La política económica del Proceso, y particularmente la del primer ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, muestras otro costado de la profunda reestructuración de la Argentina. El establishment económico apoyó a los militares con un discurso neoliberal, por entonces en boga en el mundo.
La apertura económica y la reforma financiera habrían de corregir las debilidades del sistema político, transformando al mercado en el gran instrumento disciplinador de los actores corporativos desbordados, que el estado era incapaz de controlar. los beneficiarios de esta reestructuración fueron un conjunto reducido de grandes grupos económicos, muchos de ellos constituidos en ese momento, que crecieron por su capacidad para operar fluidamente en el mercado financiero recientemente abierto y también por su acceso a contratos con las empresas estatales que comenzaban su proceso de privatización.
Por otra parte, el endeudamiento estatal, que por entonces comenzó a crecer, con su secuela de dependencia de nuevos préstamos externos e injerencia del FMI, tornó irreversibles los cambios. En esta vasta transformación hubo ganadores y perdedores: por un lado, los comúnmente conocidos como la "patria financiera" y la "patria contratista"; por otro, los sectores asalariados, y también vastas capas del empresariado nacional, particularmente el industrial.
¿Y después?
La aventura de la Guerra de Malvinas inició la crisis del régimen militar, al cabo del cual se constituyó, por primera vez, un régimen democrático basado en los principios liberales y republicanos. Desde entonces, la sociedad y las autoridades han encarado, de distintas maneras, la cuestión del pasado violento y sus responsabilidades. Uno de sus aspectos más salientes fue el enjuiciamiento y condena de los máximos responsables de la violencia pasada. Muchos de los militares en actividad no aceptaron la extensión de los juicios y se alzaron en sucesivas ocasiones, hasta 1990, contra las autoridades constitucionales.
En un debate animado principalmente por las asociaciones defensoras de los derechos humanos, muchas de las cuales se habían constituido durante la misma dictadura, se discutió cuánto más allá debía avanzar la justicia hoy vemos que ni las leyes de Obediencia debida, ni el Punto Final pueden dar sosiego a quienes legítimamente quieren saber el verdadero destino de sus seres queridos.
CONCLUSIÓN
"La violencia engendra violencia", sostenía Pablo VI, y este es un tema tan antiguo como el ser humano, ya que la historia del hombre está marcada por la muerte y la destrucción ocasionada por sus excesos.
Las agresiones físicas, el terrorismo de cualquier signo, las ataques psicológicos, las amenazas, la discriminación, la tortura, los atentados contra el derecho de las personas, la injusticia, el abuso de poder; son algunas de las formas que la violencia asume contra los demás.
La conflictividad de los distintos actores del período histórico analizado, asigna poca importancia al conflicto social. Tanto Perón como los jóvenes de los setenta lo interpretan en términos de transvasamiento generacional, y el ejercicio de la violencia se justifica a partir de la recuperación de los espacios de poder.
Durante los años de la última dictadura militar, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, culminó el ciclo de la violencia política, pero el Estado utilizó de manera clandestina sus instrumentos represivos, contra un blanco que excedió ampliamente a los partidos armados, ya en proceso de extinción. Se sobredimensionó al enemigo o "el fin justificó los medios".
El progresivo involucramiento de las fuerzas armadas en funciones policiales y la correspondiente militarización de la Policía, favoreció la generalización del uso de la tortura. La desaparición de personas y el robo de niños fueron tan o más violentos que la tortura física de los detenidos.
Si no hay justicia, no hay perdón y mucho menos olvido, ya que nada justifica la violencia. Es en la búsqueda de la paz que el hombre se realiza, como dice el Concilio Vaticano II "Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad y el apasionado ejercicio de la fraternidad en orden a construir la paz. Así también la paz es fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar…", toda sociedad se necesita líderes que busquen la paz en un quehacer continuo y responsable y no que impongan su autoridad con violencia y despotismo.
Señala SS Benedicto XVI que "sólo de Dios viene la verdadera Revolución, el cambio decisivo para el mundo" y sostiene que "al poder estridente y prepotente de este mundo, Él contrapone el poder inerme del amor, que en la cruz – y después siempre en la historia- sucumbe y, sin embargo constituye la nueva realidad divina, que se opone a la injusticia e instaura el reino de Dios".
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Patricia Vidaurre
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