Cooperativa y Cooperativismo. Una aproximación a sus oportunidades en el comercio interior cubano (página 2)
Enviado por Manuel Prieto Hechavarria
Se superan las contradicciones que afectan la productividad, calidad e innovación en empresas convencionales: Cuando los dueños de los medios de producción, administradores y trabajadores de la cooperativa son las mismas personas y por tanto están en igualdad de condiciones, se superan las contradicciones que surgen entre los dueños y los administradores y entre los administradores y los trabajadores.
Mayor productividad sin concentración de la riqueza: El hecho de que los medios de producción que administra una cooperativa estén bajo control colectivo y no de una sola persona, funcionarios empresariales, permite que se realicen actividades económicas de escala mediana o grande al mismo tiempo que se evitan los riesgos sociales asociados a la concentración de la riqueza
Mayores escalas de producción manteniendo la flexibilidad: Más aún, la tendencia de las cooperativas, siguiendo su principio, a la integración horizontal con organizaciones similares permite combinar las ventajas de mayores escalas que generan más productividad y eficiencia en el uso de recursos.
Integración vertical con distribución más justa del valor agregado: Las cooperativas están también mejor preparadas para organizarse en cadenas de valor donde aquellas que comercializan o realizan las actividades mejor remuneradas por el mercado no se queden con la mayor parte del valor agregado y no se limite por tanto el crecimiento de los otros eslabones productivos.
La gestión democrática que debe ocurrir en las cooperativas es imprescindible para que las personas puedan desarrollarse como seres humanos plenos, satisfaciendo no sólo sus necesidades materiales, sino también sus necesidades espirituales, solidaridad y respeto por los demás.
Conocimientos y habilidades técnicas: En las cooperativas, los asociados saben que su desempeño y por tanto sus ingresos depende de las decisiones que tome la asamblea o sus representantes, por lo que tienen especial interés en comprender cómo funciona y cómo podría funcionar mejor.
Protagonismo en lugar de apatía: asumen una posición proactiva y creativa ante los asuntos que les afectan en lugar de esperar que los resuelvan otros.
Responsabilidad hacia otros y hacia la naturaleza: En la medida que las personas descubran sus otras dimensiones humanas, además del instinto de supervivencia, y conozcan sus interrelaciones con otros, buscarán la felicidad en relaciones más armónicas con otros seres humanos y la naturaleza. Respetan más el medio por estar dentro de la comunidad y lo hacen mejor que cualquier empresa estatal.
Contribuye a la equidad y justicia distributiva: El reparto de los excedentes de las cooperativas según los criterios definidos por sus asociados.
Proporciona un empleo más estable: Son una fuente más estable de empleo porque las cooperativas no pueden separar a un asociado por razones que sean ajenas a su comportamiento.
Tienen tasas superiores de supervivencia: Varios estudios han demostrado que las cooperativas fracasan menos que las empresas privadas y estatales pues tienen mayor capacidad adaptativa en épocas de crisis, y aprovechan mejor las épocas de bonanza para fortalecerse (Birchall y Ketilson, 2009).
Mejor equipadas para contribuir al desarrollo local:
Las cooperativas son propensas a ser socialmente más responsables que las empresas privadas, estatales y los cuentapropistas.
Dado que la lógica de funcionamiento de las cooperativas no es no es solo la maximización de la ganancia sino la satisfacción de las necesidades de sus asociados, ellas son más propensas a internalizar intereses más amplios que los de sus colectivos de entorno, no solo mediante acciones comunitarias sino también orientando sus propias actividades hacia la satisfacción de necesidades sociales.
Claves para establecer relaciones sociales más humanas: Las relaciones de asociación y cooperación que se establecen en empresas gestionadas democráticamente son un punto de partida imprescindible para generalizar esas relaciones a nivel social. Si, además de cumplir con sus principios autogestionarios y obligaciones tributarias, las cooperativas participaran en espacios de coordinación o planificación democrática con las comunidades que impacta con su actividad, ello les permitiría responder a intereses sociales más amplios y por tanto ser verdaderas empresas socialistas y se evita la explotación el hombre por el hombre.
Es importante notar que estas potencialidades de las cooperativas se derivan en esencia de su modelo de gestión democrática que les permite articular intereses individuales con colectivos (comunes al grupo de integrantes de la cooperativa) e incluso con los intereses sociales de las comunidades con las que más interactúan. Esta articulación de intereses (tanto materiales, que no se limitan a la repartición de excedentes, como espirituales) provee las fuentes de motivación para aprovechar la flexibilidad de esas organizaciones para diseñarse de la manera más efectiva, así como los incentivos para utilizarlas de manera óptima según sus intereses, asumiendo los derechos y responsabilidades que ello entraña. Además del aspecto motivacional, son conocidas otras ventajas de los modelos de gestión participativos: decisiones más óptimas, flujo de información mayor y más confiable, mejor preparados para la innovación, entre otros.
Retos de las cooperativas en el sector del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.
No sería objetivo referirnos a las potencialidades de las cooperativas sin mencionar las limitaciones o deficiencias más importantes que ellas pueden presentar, sobre todo cuando se les pretende usar como herramientas para un desarrollo socioeconómico comprometido con el horizonte socialista. Estas limitaciones de las cooperativas vienen asociadas a los tres tipos de organizaciones fundamentales que sirven para caracterizarlas: cooperativas, pequeñas y medianas empresas y empresas no estatales. Junto a cada limitación, se proponen medidas para superarla. Algunas de ellas pueden ser corregidas con la ayuda de instituciones externas. Otras no son realmente deficiencias propias de las cooperativas si no de las políticas de promoción que se emplean y del contexto en que surgen.
Limitaciones para el desarrollo de las cooperativas como tales:
Evitar políticas de promoción muy ambiciosas que no cuenten con la capacidad institucional para supervisarlas y atenderlas adecuadamente.
No es una tarea sencilla ni rápida lograr una verdadera gestión democrática, donde la mayoría de los asociados realmente participen ejerciendo sus derechos y responsabilidades, sobre todo si estos provienen de empresas o establecimientos estatales donde no existía.
Potenciar la limitación hoy existente en la educación cooperativa sobre valores o actitudes (igualdad, responsabilidad, solidaridad) y habilidades (tolerancia por opiniones diferentes, construcción de consensos, trabajo en equipo) democráticas.
Limitada educación económica y técnica relevante, de manera que los asociados se sientan mejor preparados para tomar decisiones acertadas o puedan evaluar las decisiones tomadas por los directivos, y haya un ambiente de igualdad de capacidades.
La escasez de utilizar consultorías, asesorías o mediaciones para resolver conflictos entre los asociados.
En las políticas públicas que se promuevan por el sistema del comercio interior la creación, es importante dar tiempo a que los beneficiarios de esos programas las conozcan bien.
Debe prestarse atención al relevo generacional, de manera que los nuevos asociados que remplacen a los que se retiren entren de manera gradual.
Limitaciones de las cooperativas como Pymes:
Son vulnerables al fracaso si no cuentan con las condiciones requeridas.
Puesto que generalmente tienen utilidades pequeñas, requieren acceso al crédito constantemente. El hecho de que ellas además deben adaptar sus procesos productivos y de servicios a los frecuentes cambios en el mercado, sugiere que se benefician significativamente de capacitación y asesoramiento técnico. En caso de que no puedan acceder a los insumos requeridos y no cuenten con medios efectivos de comercialización, también tenderán a fracasar en un alto grado.
Son vulnerables al fracaso si no diversifican sus clientes.
Ellas deben buscar tener la mayor variedad de clientes posibles, aunque enfocándose en los que consideren más estratégicos. Las alianzas con otras organizaciones o contratos de compras de instituciones estatales son bien importantes para su éxito pues les dan cierta seguridad.
Limitaciones de las cooperativas como forma de propiedad socialistas.
La mayor autonomía de las empresas no estatales puede resultar en que, guiadas por la lógica del mercado, ignoren intereses sociales (precios especulativos, no pago de impuestos, no calidad de sus productos, contaminación, explotación de trabajo asalariado, etcétera).
Promover espacios de coordinación con gobiernos locales para asegurar que contribuyan a los objetivos de desarrollo del territorio y no atenten contra ellos. Esto requiere que los gobiernos locales en primer lugar definan sus estrategias, y de la manera más participativa posible.
Lo que se defiende en las cooperativas, es que a pesar de esa
Autonomía total, pues ellas son perfectas para garantizar esas
Necesidades, pues en la mayoría de los casos lo hacen de manera
Local, y se identifican con la localidad o pueblo.
Un problema en Cuba es que estamos creando las cooperativas a partir de empresas estatales con los trabajadores que ya tenían de antes… y entonces vemos que es un problema que no se identifican con las necesidades locales… A lo mejor el problema está en la forma de crearlas, no en las cooperativas propiamente dichas, y sobre todo, que a partir de esa forma de creación, cuesta mucho trabajo que en la práctica esas instituciones se conviertan en cooperativas de verdad…
Roles que podrían jugar las cooperativas del sector en el nuevo modelo económico cubano
Según lo expresado en los Lineamientos y declaraciones oficiales, el nuevo modelo económico estará compuesto por una mayor variedad y presencia de formas empresariales no estatales. Se está considerando además la transferencia de la gestión de unidades empresariales estatales hacia empresas no estatales vía arrendamiento como acontece y acontecerá en el sector.
A pesar de las limitaciones de las cooperativas vistas anteriormente, los riesgos que su promoción pudiera generar son menores que si se promueven empresas privadas, e incluso trabajadores cuenta propistas. Ellas tienen además potencialidades que no pueden disfrutar las empresas privadas ni estatales. Como vimos, las cooperativas tienen por lo general tasas de fracaso menores y son más propensas a articularse con intereses sociales más amplios que sus pares Pymes no cooperativas. Además, la mayor parte de los riesgos de la promoción de cooperativas pueden ser evitados con políticas correctamente diseñadas e implementadas. Aunque es cierto que la implementación de políticas públicas es bien complicada y siempre ocurren consecuencias no esperadas, los efectos negativos de dar preferencia a las formas autogestionarias seguramente serán mucho menos significativos que los de la expansión de empresas privadas que contratan trabajo asalariado.
De ahí que las políticas prioricen e impulsen las cooperativas.
Así, las cooperativas podrían jugar roles bien importantes, sobre todo si no se les limita a la forma tradicional en que un grupo de personas tiene propiedad legal exclusiva sobre los medios de producción, resultando en una autonomía total. Como ha ocurrido y ocurre en otros países, la creación de cooperativas podría ser promovida por el Estado, desde políticas nacionales y programas de gobiernos locales, hasta decisiones de empresas estatales de contratar algunas de las actividades que hoy realizan a cooperativas. Ello debe ser manejado muy para no interferir en su gestión y eclipse su conceptualización.
Para ser más preciso, organizaciones socioeconómicas bajo la figura legal cooperativa podrían jugar los siguientes roles:
Cooperativas tradicionales de acuerdo a un marco legal establecido nacionalmente para su creación en todas las actividades que no están relacionadas con necesidades ni estratégicas ni básicas; como las que realizan hoy los trabajadores privados., aunque modificando el actual listado de actividades permitidas. Estas cooperativas, como los trabajadores privados, surgirían de forma espontánea y tendrían una autonomía o independencia casi absoluta; lo que por supuesto no las exceptúa de cumplir con el marco legal que se establezca, ni con las condiciones de los contratos de arrendamiento u otro tipo que puedan establecer.
Cooperativas de producción de bienes y servicios relacionados con las actividades principales de la empresa estatal que realicen actividades que requieren altos grados de motivación, son difíciles de supervisar, o resulta más efectivo subcontratar.
Para aquellos casos en que los medios de producción no son costosos ni la producción está relacionada con necesidades básicas, se pueden establecer contratos de arrendamiento según las distintas situaciones. Cuando se desee proteger una marca reconocida, la franquicia sería lo recomendable.
Para aquellos casos en que los medios de producción son costosos y por tanto no resulta recomendable arrendarlos, la mejor variante sería una cooperativa múltiple donde la empresa estatal (propietaria legal de los medios de producción) sea uno los "participantes" de la cooperativa como proveedor de los medios de producción, y pueda por tanto asegurar que ellos sean usados adecuadamente, como pueden ser los casos de los Centros de Elaboración de Alimentos.
Para aquellos casos en que los bienes o servicios que producen son básicos, sería recomendable una cooperativa múltiple donde los clientes o usuarios puedan asegurar que sus intereses son considerados teniendo a una organización que les represente (consejo de usuarios o gobierno local) como uno de los "participantes" de la cooperativa.
Beneficios de la promoción de cooperativas en la Gastronomía y los Servicios.
Se puede prever que la promoción de cooperativas en Cuba tendría los siguientes resultados positivos:
Aumentar la productividad del sector no estatal y calidad de sus productos y servicios, sin que aumente la concentración de los medios de producción, la explotación de trabajo asalariado, y con mayor equidad en los ingresos.
Institucionalizar y facilitar las prácticas autogestionarias que ocurren en pequeñas unidades empresariales del Estado y podrían resultar en un funcionamiento más efectivo de las empresas, pues satisfarían mejor las necesidades de los consumidores y los trabajadores, y aportarían más al desarrollo socioeconómico local, no solo por la vía los impuestos, pudiendo ser bonificadas por sus resultados.
Reducir la carga sobre el Estado de empresas con pérdidas o baja efectividad en su gestión. Esto se lograría transfiriendo su gestión mediante distintas formas de arrendamiento (usufructo, concesiones, franquicias) a cooperativas formadas preferiblemente por los actuales trabajadores de forma voluntaria e informada, y que dependiendo de las características de sus actividades y medios de producción podrían ser cooperativas múltiples de varios establecimiento en una sola cooperativa. Esto le permitiría al Estado "deshacerse" de ellas de manera más socializada y efectiva que transfiriéndolas a trabajadores privados, pues:
Se promoverían relaciones de asociación en lugar de subordinación entre los trabajadores.
Reduciría el número de trabajadores que quedarían sin empleo, pues las cooperativas son una fuente mayor y más estable de empleo.
Se establecerían relaciones contractuales de arrendamiento más estables con cooperativas.
Sería más fácil controlar que se cumpla con las condiciones del arrendamiento pues las cooperativas son mucho más transparentes.
Controlar de manera más efectiva y con menores costos lo relativo a sus obligaciones fiscales, como a no participar en el comercio ilícito.
Facilitar la coordinación entre los intereses de las empresas del sector no estatal, estatales y los intereses sociales de las comunidades, representados en gobiernos municipales, consejos populares u otras organizaciones sociales.
Mediante su operación vis a vis o "competencia" con las empresas privadas, estatales y cuentapropistas ya existentes, podrían contribuir a que mejoren las condiciones de los servicios y su eficacia y eficiencia.
Mediante su "competencia" con las empresas privadas, estatales y cuentapropistas ya existentes, y si se establecen mecanismos y espacios de coordinación en los contratos de arrendamiento, cooperativas múltiples, planificación democrática, con gobiernos locales, podrían reducirse los precios de los bienes y servicios.
Ayudar a que las personas puedan satisfacer parte de sus necesidades materiales mediante sus propios esfuerzos.
Permitir que las personas puedan satisfacer sus necesidades espirituales de desarrollarse plenamente como seres humanos: autorealización profesional, autoconfianza, relación armónica con otros y la naturaleza.
Promover el avance de valores, actitudes y habilidades democráticas.
Hacer más atractiva la búsqueda de soluciones colectivas, donde las personas se relacionan como iguales (con iguales derechos y deberes), en lugar de soluciones individuales, donde las relaciones son de subordinación y competencia.
Materializar la concepción de justicia ya establecida en nuestro país en la cual la fuente principal de los ingresos de las personas debe ser el trabajo y no la suerte de contar con recursos obtenidos por otras vías; lo que implica también una sociedad con altos grados de igualdad y equidad.
Estos beneficios se obtienen fundamentalmente de la posibilidad que ofrecen las cooperativas –y otras empresas gestionadas democráticamente— de combinar las motivaciones y condiciones requeridas para un desempeño empresarial efectivo junto con lo necesario para ejercer y consolidar nuestros valores y nos acercaría al horizonte socialista.
Ventajas que tiene Cuba para la promoción de cooperativas en Gastronomía y los Servicios.
Cuba tiene condiciones que otros países no han tenido para promover las cooperativas y otras formas autogestionarias. Precisamente porque los cubanos y cubanas hemos sido expuestos a un discurso y una práctica cotidiana más solidaria e igualitaria que en otros países –aunque sin dudas disminuida considerablemente desde los años noventa–, es probable que la organización en cooperativas (reales, y por tanto autónomas) sea más atractiva.
Además, en Cuba ya la mayoría de las personas está relativamente bien calificada profesionalmente.
Otra ventaja importantísima con que contamos son los niveles de confianza y transparencia o extroversión que nos distinguen de otros países, lo que nos adelanta en un requerimiento ineludible a la hora de crear una cooperativa: las personas deben tenerse ciertos niveles de confianza y empatía. Más aún, como fue mencionado, en algunas empresas estatales y en algunas empresas "informales", ya vienen dándose procesos en gran medida autogestionarios que verían en la cooperativa la forma más natural y deseable de organización.
Medidas que deberían ser tomadas para promover las cooperativas en la Gastronomía y los Servicios.
Para lograr lo anterior se debe tomar un conjunto de medidas que deberían ser tomadas para promover la creación de nuevas cooperativas. Realizar una campaña de educación e información sobre las cooperativas.
Explicar de forma clara por qué la cooperativa es una forma "más socializada" y por tanto preferible, en aquellos casos donde existan condiciones, a la empresa privada.
La alta dirección del país y del sistema del comercio interior debería reiterar públicamente su decisión de promover la creación de cooperativas, de manera que aquellos que hoy lo obstaculizan no tengan pretextos para ello.
La realización de un curso mínimo introductorio a las especificidades de las cooperativas debería ser un requisito a cumplir por las personas interesadas en crear o integrarse a esas organizaciones.
Si el Estado asume el compromiso de promover las cooperativas, debería apoyar los procesos de educación que ellas requieren, debido a las particularidades éticas y organizativas de su dimensión social.
Se debe Pensar en una ley de cooperativas, y su reglamento general. Esta Debería ser precedida por un proceso de consulta, al menos con las cooperativas agropecuarias y la población en general, lo más abierto posible, para que la nueva legislación supere las limitaciones de la ley de cooperativas agropecuarias vigente y el Decreto-Ley de las No Agropecuarias en experiencias y sea lo más efectiva posible.
Los funcionarios de instituciones estatales a cargo de la implementación de las nuevas políticas públicas relativas a las cooperativas, y en particular los gobiernos locales, deberían ser capacitados sobre sus especificidades y ventajas.
Establecer una institución que supervise y apoye a las cooperativas existentes, así como que facilite su creación y registro, provea información sobre ellas, y les sirva de puente entre ellas y con otras instituciones estatales o no.
Esta institución podría apoyarse en las universidades para que los profesores y estudiantes brinden asesorías sobre gestión, contabilidad, estrategia y especificidades de las cooperativas.
Establecer políticas públicas tributarias (exención del impuesto sobre la fuerza de trabajo, la disminución de otros), crediticias (créditos con intereses más bajos y facilidades para las garantías colaterales, a través de la participación del presupuesto del estado) y de contratación prioritaria por instituciones estatales (priorizarles en los contratos de compra-venta o arrendamiento) que privilegien a las cooperativas sobre las otras empresas no estatales; sin que esto signifique que no deban pagar impuestos, que no deban repagar sus créditos, o que se les contraten bienes y servicios de menor calidad.
Promover que los gobiernos locales establezcan espacios de coordinación con cooperativas y otras empresas no estatales en su territorio, de manera que estas contribuyan al logro de sus objetivos estratégicos y a la satisfacción de necesidades básicas de las comunidades en sus territorios.
Además, es necesario generar las condiciones mínimas para el éxito de toda empresa, tales como: el aprovisionamiento de insumos, incluyendo formas de importación más flexibles pero sin renunciar a la sustitución de importaciones y en especial las relaciones contractuales con empresas estatales; el acceso a crédito, idealmente en condiciones preferenciales o al menos no
discriminatorias; la comercialización, facilitando los vínculos más directos entre productores y consumidores.
Conclusiones
Cuando en Cuba, como en otros países, se buscan formas de organización empresarial distintas a las convencionales empresas privadas o estatales, es importante conocer la organización empresarial alternativa más difundida en el mundo no la única que ha demostrado su efectividad y sustentabilidad. El modelo de gestión de las cooperativas no es una panacea aplicable a todas las organizaciones, actividades económicas o grupos de personas, ni que pueda resolver por sí mismo todos los problemas. Pero sí es una herramienta útil y de crucial importancia para avanzar en la solución de un sin número de deficiencias que existen en nuestro país tanto de carácter económico como cultural y social y sobre todo en este sector.
Lo más importante de las cooperativas para la coyuntura cubana actual no es verlas como una forma de propiedad legal de los medios de producción, sino como un modelo de gestión empresarial efectivo que articula intereses individuales, colectivos y potencialmente sociales. Las cooperativas son una de las formas de organización empresarial mejor preparadas para lograr simultáneamente objetivos que parecen irreconciliables pero que es posible balancear efectivamente: requerimientos económicos con aspiraciones sociales, y autonomía con responsabilidad social.
Aunque en el discurso oficial de varios ministros las cooperativas han sido presentadas como "formas más socializadas" y que por tanto merecen un tratamiento preferencial por el Estado, esto está ausente en los Lineamientos. Ahora que se ha decidido comenzar con los experimentos de cooperativas en algunos sectores en especial en este, debe facilitarse que tengan las condiciones mínimas de éxito y el tiempo que requiere el desarrollo de su cultura organizacional. Debería también permitirse que grupos de personas interesadas en crear cooperativas y que logren el apoyo de sus gobiernos municipales o instituciones estatales, puedan hacerlo también de forma experimental.
La visión de una Cuba marcada por la presencia de cooperativas no está solo en las mentes de algunos académicos idealistas, sino en las de incontables personas que reconocen los beneficios que traerían para nuestro país la expansión de cooperativas genuinas de todo tipo y la consolidación de las ya existentes. Una vez que se permita la creación de cooperativas como se ha permitido a los cuentapropistas, muchos grupos de personas van a estar listos para crearlas y poner en práctica los valores de solidaridad e igualdad que tan enraizados tienen. Para aquellos que no tengan la fortuna de contar con financiamiento (vía ahorro o inversiones de familiares en el extranjero será la única vía para comenzar un negocio más productivo y sostenible que el autoempleo. (Camila Piñeiro 2013)
El éxito del actual proceso de cambios en nuestro modelo económico será mayor si se reconocen las limitaciones en el orden estructural y los inconvenientes que ha traído el centralismo, y la necesidad de incorporar consideraciones sociales y culturales que garanticen su éxito, sustentabilidad y prosperidad.
Me permito terminar con una cita de uno de los pensadores más lucidos del iluminismo francés y uno de los precursores en vida de la posterior Revolución Francesa de 1789.
"….Desconfiemos de las costumbres consagradas por la tradición, la formación y la sociedad, sometámosla a una crítica continua y exigente. Porque si la fuerza acaba con el derecho, la costumbre acaba con la libertad…"
Jean Jacobo Rousseau
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Autor:
Msc. Manuel Prieto Hechavarría
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