- Resumen
- Introducción
- Contexto
- Marco Teórico
- Marco Conceptual
- Dimensiones del Duelo
- Conclusiones y Recomendaciones
- Referencias bibliográficas
Resumen
El hecho de migrar corresponde a un fenómeno social que conlleva un proceso de desarraigo en la trama del tiempo psíquico, que conlleva una discontinuidad en la vida de la persona. El Duelo aparece debido como respuesta al sentir del que viaja y lo que deja. La familia y los amigos, la lengua, la cultura, los paisajes y la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de origen y la seguridad física, son siete aspectos que el psiquiatra español Joseba Achotegui (2002), aborda como elementos que conforman el proceso psicológico de Duelo, que una vez elaborado, servirá para reorganizar la personalidad del migrante en el nuevo mundo al que llega.
Abstract
The fact migrate corresponds to a social phenomenon that involves a process of uprooting the psychic fabric of time, leading to a discontinuity in the life of the person. The Duel in response appears due to feeling of traveling and leaving. Family and friends, language, culture, landscapes and land, social status, contact with the group of origin and physical security are seven aspects that the Spanish psychiatrist Joseba Achotegui (2002), deals with elements that make up the psychological process of mourning, that once developed, will serve to reorganize the personality of the migrant in the new world coming.
Palabras clave: Duelos, fases, dimensiones, desarraigo, aculturación.
Introducción
Migrar es natural en seres humanos, ha sido un rasgo de más de 70 mil años de historia. Para el autor M. Rodríguez Rendón (2004), la migración está asociada a un desencanto frente a su propia realidad, por no encontrar los recursos para satisfacer sus necesidades, deseos y proyecto de vida.
La globalización, como fenómeno iniciado a mediados del siglo XX, tiene dentro de sus características el flujo migratorio, como proceso dinámico social.
Joseba Achotegui, es uno de los primeros en tener la actitud de desplazar su consciencia hacia el estudio de las minorías, de aquellos que llegan a buscar los cielos de la realización. Es a partir del año 2002, cuando postula el Síndrome del Migrante, conocido también como el Síndrome de Ulises.
Para enriquecer las investigaciones propuestas, se aborda la situación del Duelo del migrante desde seis dimensiones, que acompañan al ser que se aventura y deja atrás sus raíces: adaptabilidad, esperanza, realización, seguridad, sociabilidad y temporalidad, experimentadas en el Duelo de los migrantes. Esta investigación representa una mirada de las múltiples que se pueden hacer a la migración. Se necesita un compromiso interdisciplinar por la complejidad que la misma situación amerita.
Contexto
Los migrantes llevan su casa a cuestas, transportando sus costumbres, sus hábitos, sus ideales, su idioma. Quien migra, rescata lo que le resulta esencial para conservarlo, su nuevo hábitat le generará una readaptación. No resulta fácil mantener la identidad, puesto que una vez en el nuevo sitio se generan preguntas como: qué quiero en realidad de mi vida, quién soy verdaderamente, qué me define, cuáles son mis puntos de referencia cognitivos y emocionales.
Estos aventureros enfrentan su resistencia normal al cambio de manera doble, se les presenta un cambio propio, habrá muchas cosas que no le serán agradables, y deben hacer que otros se abran para recibirlo. Quien sale y quien recibe debe traducir un sinnúmero de códigos sociales, procesar reglas nuevas e implícitas sobre lo que está bien o mal, sobre lo que es válido o no.
Esta población siente nostalgia por su esencia, su olfato y su gusto son los primeros en cobrarle el cambio, las costumbres no se pierden así su condición de "extranjero" se lo exijan. Las personas que por cualquier circunstancia deben cambiarse de su lugar de origen, renuncian a parte de su ser para integrarse al nuevo ambiente al que llega. En la medida en que sus nuevos grupos sociales sean diferentes resulta más difícil acomodarse. Desprenderse de la familia, de los amigos, de los lugares comunes, deja un sentimiento de soledad muy alto.
Afrontar hechos como el de no ser conocidos por las personas que van encontrando, barreras del idioma, la diferencia de costumbres en la comida, hasta el clima, les piden paciencia, prudencia y un requerimiento mayor de sus energías, hasta que superen todas las situaciones, dando lugar a un verdadero crecimiento y evolución personal.
La migración es todo movimiento de población que se hace abandonando el lugar de origen para trasladarse a otro destino. Se realiza en buenas condiciones cuando les recibe un entorno agradable, cuando se tiene un proyecto, una vivienda, se cuenta con el apoyo familiar, seguridad económica y con una red social.
El Duelo es el proceso de pérdida de una persona, objeto, evento o lugar significativo. Hace cambiar de ánimo de quien lo vive, puede afectar la salud física y la salud mental. Su duración depende de cómo se han vivido otros Duelos, de cuánto dure la ansiedad, la confusión, la depresión. Es un proceso normal, dinámico y activo; y no un estado.
El Duelo por migración tiene las características de ser parcial, no se ha perdido del todo la familia, lugar, cultura, amigos, no hay una pérdida definitiva. Pauline Boss (2002) le llama pérdida ambigua. Es también recurrente porque cada vez que hay comunicación o se vuelve de visita se reinicia el sentir del Duelo. Es múltiple porque se pierden muchas cosas a la vez. Es ambivalente porque se vive entre dos lugares, entre lo definitivo y lo transitorio.
Achotegui (2008), presenta su clasificación de los Duelos por migración como Duelos múltiples, recurrentes, de tiempo y espacio, extensivo para quienes se han quedado en su lugar de origen.
La partida de una persona es un evento que marca la vida de cualquier ser humano. Los tres elementos de la migración, el desplazamiento, el tiempo y el habitar, son los puntos claves para conocer la realidad del que cambia su forma de vivir. "La migración es el desplazamiento de un lugar a otro, geográfica y políticamente diferente, por un lapso de tiempo lo suficientemente amplio como para que implique vivir y/o habitar en el nuevo lugar" (Achotegui, s.f.).
Como evento desencadenante, este fenómeno social del nuevo momento de la historia humana, tiene como reacción natural al Duelo. La migración genera pérdidas y separaciones, y modela al individuo en un ambiente de readaptación de su misma identidad, de su personalidad, por tanto es importante trabajar el Duelo ya que permite enfrentar nuevas realidades, generar nuevas esperanzas, replantear sul proyecto de vida, crear nuevas relaciones, transformarse.
Por consiguiente, al abordar este tema, se realiza una descripción y estudio de las dimensiones que influyen y se relacionan con el Duelo de los migrantes colombianos en Estados Unidos, con el fin de enriquecer esta nueva propuesta del enfoque a las minorías y a los menos favorecidos, y proponer otras perspectivas para afrontar y comprender la experiencia del que se desplaza por un tiempo prudente para realizar su proyecto de vida.
Marco Teórico
La migración como fenómeno social de la actualidad y como una de las expresiones del mundo en esta continua globalización, refleja una de las situaciones más comunes y tan de moda en la época contemporánea. Según el psiquiatra y antropólogo Joseba Achotegui (2002), la migración es un acontecimiento en la vida que influye profundamente sobre la psique de los seres humanos, desembocando en un proceso de reorganización personal y esfuerzo psicológico de adaptación a los cambios.
Existen tres aspectos importantes en la idea de migración, descritos por este autor español: El desplazamiento, el tiempo en el nuevo lugar, habitar en el nuevo lugar. Basado en lo anterior se entiende a la migración como: "El desplazamiento de un lugar a otro, geográfica y políticamente diferente, por un lapso de tiempo lo suficientemente amplio como para que implique vivir y/o habitar en el nuevo lugar" (Achotegui, s.f.)
El volumen e importancia social de esta realidad es hoy por hoy uno de los factores de atención social, debido a las causas y los efectos que padecen el migrante y su familia. Los aspectos de integración, de adaptación al nuevo medio, del choque que se vive por el contraste cultural, sitúan factores de atención psicosocial y de diversos tipos de Duelo que propician su intervención. Según Achotegui (2004) emigrar es un proceso tan intenso, que posee unos niveles de estrés que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos, describiendo el Síndrome del Inmigrante con estrés crónico y múltiple-Síndrome de Ulises, con la base en que los estresores psicosociales presentan una dimensión cuantitativa y cualitativa desde la perspectiva de la salud mental. Migrar es en la actualidad un proceso que genera niveles de estrés de tal intensidad que pueden llegar a superar la capacidad que tienen los seres humanos para adaptarse a situaciones nuevas. El Síndrome del Migrante no solo se manifiesta en los Duelos de quien vive el proceso, sino que se extiende a su familia, a sus amigos, a los que se quedan.
Sigmund Freud (1917), en su libro Duelo y Melancolía indicó que el Duelo se produce porque la libido abandona el apego que sentía hacia el objeto perdido, generando importancia además a la elaboración psicológica que debe hacerse de los procesos de Duelo. El Duelo no es un trastorno mental, el DSM-IV lo clasifica en la categoría diagnóstica de trastornos adicionales que pueden requerir atención clínica, y la CIE 10 clasifica a las reacciones de Duelo que se consideren anormales por sus manifestaciones o contenidos dentro de los trastornos adaptativos.
Algunos autores estudiosos de los procesos de Duelo, clasifican en fases o etapas cada uno de los procesos que se van viviendo, J. Bowlby (1983), planteó cuatro fases, la primera donde se presenta la negación, la persona no acepta la realidad del cambio o la niega. Una segunda fase, de resistencia, donde se presenta añoranza, inquietud física y pensamientos acerca de lo que se ha dejado, protesta y queja ante el esfuerzo que supone la adaptación, las dificultades y retos a los que debe enfrentarse como migrante. En la tercera fase, viene la aceptación donde la persona se va integrando a su nuevo entorno y la última etapa se corresponde con la restitución, una reconciliación afectiva donde finalmente la alegría regresa y se puede reconstruir el proyecto de vida.
Achotegui (2000) plantea los siete Duelos de la migración, vividos en la familia y los seres queridos, la lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de pertenencia y, los riesgos para la integridad física, vividos, de acuerdo con las condiciones en que se da la migración, no siempre en buenas condiciones, sino en muchas ocasiones por situaciones extremas.
Estos Duelos los clasifica en: a) simples, cuando la migración se da en buenas condiciones, por ejemplo quien migra es joven, no deja hijos, sus padres son sanos, se prevén condiciones de regreso, de visita. b) complicado, cuando existen dificultades para su elaboración, como cuando quien migra deja hijos pequeños, una familia, padres enfermos, pero puede darse la oportunidad de reunirlos nuevamente en el nuevo sitio de residencia. c) extremo, cuando no es posible vivir el proceso de Duelo de forma adecuada y resulta casi imposible el reencuentro con los seres queridos.
Actualmente se encuentran diversas formas de migración entre las que se destaca el éxodo rural, cuando un grupo de individuos rurales se desplazan hacia las grandes ciudades en búsqueda de mayores oportunidades en cuanto a trabajo y condiciones de vida; el exilio, cuando las personas son empujadas a vivir en una sociedad diferente como producto de situaciones políticas; las migraciones derivadas de lo que hoy se llama globalización, donde ejecutivos y empresarios van y vienen desde todas partes del mundo; la fuga de cerebros, donde investigadores, científicos, deportistas, artistas, buscan crecer en países más desarrollados; y, finalmente la migración de trabajadores no calificados que salen de países pobres en búsqueda de empleos en servicio doméstico, construcción, gastronomía.
Las dimensiones estresantes que los migrantes viven tienen fuerte presencia en la soledad, por la separación forzada de la familia y los seres queridos; el temor por el fracaso del proyecto migratorio, generando sentimientos de desesperanza; la lucha por la supervivencia que incluye la alimentación, la vivienda, el miedo. Estas dimensiones tienen la característica de ser múltiples, y al potenciarse se convierten en crónicas, cuando dura mucho tiempo la soledad afectiva, las vivencias de terror y relevancia emocional, además, se caracterizan por tener una dimensión fenomenológica donde la lucha por la supervivencia prevalece.
Los síntomas que el migrante presenta con mayor frecuencia son la tristeza, el llanto, la culpa, ideas de muerte, ansiedad, tensión, nerviosismo, preocupaciones excesivas y recurrentes, irritabilidad, insomnio, presencia de somatización en cefaleas, fatiga, molestias abdominales. El síndrome de Ulises se diferencia de los trastornos depresivos porque la tristeza es un Duelo extremo, un pesar intenso, más en la línea de la desolación, el migrante mantiene sus deseos de luchar, no pierde sus intereses, mantienen la autoestima, el migrante esta caído, pero no vencido.
De otra parte, las emociones y percepciones de los migrantes, tienen que ver con su cultura y sentido de adaptación, sus competencias cognitivas, de autoconocimiento, autoanálisis, autoexploración para reconocer e interpretar signos y síntomas, su capacidad de juicio y razonamiento como instrumentos para reflexionar y dar prioridad a su proyecto de vida. La capacidad de amoldarse al nuevo sistema, es sin lugar a dudas uno de los grandes problemas que sufren los migrantes adultos en su primera etapa como migrantes.
Existen algunas dimensiones estresoras en la migración, correspondientes a los desencadenantes que ocasiona la aventura del viaje. Ellas son:
La soledad, por la separación de la familia y los seres queridos, siendo más en la noche, cuando los recuerdos, las necesidades afectivas, los miedos salen a flote. Tiene que ver con los vínculos y la fuerza del apego.
Sentimiento de desesperanza y fracaso, cuando son pocas las oportunidades para salir adelante con el proyecto migratorio.
La lucha por la supervivencia, donde se incluye la alimentación y la vivienda y la realización del proyecto que le llevó a migrar.
El miedo, por los peligros físicos, los abusos, la desorientación que vive el migrante.
Ausencia de una red de apoyo social.
Temporalidad, donde se incluye el espacio de estadía, las fechas conmemorativas y retorno al país de origen.
Dentro de este proceso de adaptación del migrante a su nueva sociedad, requiere de herramientas y apoyo psicosocial que le llevan al equilibrio entre su cultura nativa y la del país que le acoge, toda vez que está sometido a situaciones con tensión emocional, dentro de un conjunto de procesos psicológicos básicos asociados a la migración, término y estado que se le llama Duelo.
El Duelo como respuesta natural ante la pérdida, y como reacción de reconstrucción de la personalidad ante su desorganización, es la expresión integral que tiene el migrante durante el proceso de partida en búsqueda de nuevas oportunidades y realizaciones.
Con esta situación se hace vital e importante la elaboración sana del Duelo con su consecuente adaptación e integración, teniendo en cuenta los siete aspectos tales como: La familia y los seres queridos, la lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de pertenencia y los riesgos para la integridad física (p. 49-52).
Dado estos tipos de Duelo que vivencia el que se traslada de un punto a otro, el migrante adopta una forma de reacción o unos estilos de afrontamiento, que vive de acuerdo a su forma de manejar el estrés y la forma como elabora la reconstrucción de sus pérdidas, dónde según Achotegui (2002) se hacen notorios:
La negación. Visto como un todo es igual que en su país, no se siente afectado por el cambio.
La proyección. El migrante ve que la gente es diferente pero la de su país de origen es mejor.
La idealización. Tal como su ciudad de origen es más bonita, su barrio es mejor, su país es el mejor del mundo.
Animismo, donde la lengua, la cultura, el país son vistos con atribuciones de rangos humanos.
Formación reactiva, intentando rechazar su cultura de origen.
Racionalización, separando el aspecto afectivo del cognitivo a fin de evitar el sufrimiento (p. 15-17).
De otra parte, en concordancia con las dificultades que el migrante vive en su proceso, su Duelo será simple, complicado o extremo y dentro de sus características puede ser Duelo recurrente, parcial, múltiple, ambivalente o transgeneracional. Se requiere por tanto una gran fortaleza física y psicológica para aventurarse a la idea de migrar y esta acción requiere de una óptima actitud para buscar mejores oportunidades en el mundo del anonimato citadino.
Marco Conceptual
El proceso de migración, es el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica a otra a través de fronteras administrativas o políticas, que desean establecerse definitiva o temporalmente, en un lugar distinto a su lugar de origen. La migración es de dos tipos: el movimiento estacional de la residencia de un lugar a otro en un territorio dado, común entre recolectores y pastores nómadas; y la acción de abandonar un país o localidad para establecerse en otro, la migración propiamente dicha. Este término tiene las siguientes connotaciones:
Migración clandestina: Migración secreta, oculta o disimulada en violación de los requisitos de inmigración. Ocurre cuando un extranjero viola las regulaciones de ingreso a un país; o cuando habiendo ingresado al país legalmente prolonga su estadía en violación de las normas de inmigración.
Migración de retorno: Movimiento de personas que regresan a su país de origen o a su residencia habitual, generalmente después de haber pasado por lo menos un año en otro país. Este regreso puede ser voluntario o no.
Migración espontánea: Movimiento de personas o grupo de personas que inician y realizan sus planes de migración, sin asistencia. Por lo general, esta migración es causada por factores negativos en el país de origen y por factores atractivos en el país de acogida; se caracteriza por la ausencia de asistencia del Estado o de cualquiera otro tipo de asistencia nacional o internacional.
Migración facilitada: Migración regular alentada o estimulada, haciendo que el viaje de las personas sea más fácil y conveniente.
Migración forzada/forzosa: Se utiliza para describir un movimiento de personas en el que se observa la coacción, incluyendo la amenaza a la vida y su subsistencia, bien sea por causas naturales o humanas. (Por ejemplo, movimientos de refugiados y de desplazados internos, así como personas desplazadas por desastres naturales o ambientales, desastres nucleares o químicos, hambruna o proyectos de desarrollo).
Migración interna: Movimiento de personas de una región a otra en un mismo país con el propósito de establecer una nueva residencia. Esta migración puede ser temporal o permanente. Los migrantes internos se desplazan en el país pero permanecen en él. (Por ejemplo, movimientos rurales hacia zonas urbanas).
Migración internacional: Movimiento de personas que dejan su país de origen o en el que tienen residencia habitual, para establecerse temporal o permanentemente en otro país distinto al suyo. Estas personas para ello han debido atravesar una frontera.
Migración temporal: Implica una movilidad por un tiempo específico o determinado después del cual se produce un retorno.
Migración voluntaria: Es aquella mediante la cual la persona se moviliza por voluntad propia sin presiones externas.
El migrante es el individuo que toma la decisión de migrar libremente, por "razones de conveniencia personal" y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias. El migrante de corto plazo es la persona que se desplaza a un país distinto al suyo o de su usual residencia por un período de por lo menos tres meses pero no superior a un año; excepto en casos cuando el desplazamiento a ese país se hace con fines de recreación, vacaciones, visitas a familiares y amigos, negocios o tratamiento médico, y, el migrante de largo plazo es la persona que va a otro país, distinto al suyo o de su usual residencia, por un período de por lo menos un año, siendo el país de destino el lugar de su nueva residencia. En la perspectiva del país de salida esta persona es un emigrante de largo plazo y desde la perspectiva del país de llegada un inmigrante de largo plazo.
La gestión migratoria es el término que se utiliza para designar las diversas funciones gubernamentales relacionadas con la cuestión migratoria y el sistema nacional que se encarga, en forma ordenada, del ingreso y la presencia de extranjeros dentro de los límites de un Estado y de la protección de los refugiados y otras personas que requieren protección.
Se presenta también la aculturación, que según la RAE es el proceso de adaptación de un individuo a las normas de conducta del grupo a que pertenece, siendo un proceso de recepción de otra cultura y de adaptación al nuevo contexto sociocultural o sociolingüístico.
En cuanto a los Duelos descritos por Achotegui (2002), se encuentran:
Duelo por la separación respecto de los familiares y amigos: Se dan grandes repercusiones psicológicas, debido a la afectividad del migrante con su entorno más próximo. Es la oportunidad para reconstruir o fortalecer estas relaciones debido a la lejanía que se genera. El migrante en algunos casos no encuentra en su nueva instancia una red de apoyo familiar y social. Esta falta conlleva ansiedad, soledad, sentimientos de culpa, dificultades en la convivencia familiar, tendencia a sufrir disfunciones adaptativas, frustraciones acumuladas y miedo al futuro. Esto requiere el apoyo urgente de los servicios psicosociales.
Duelo por la lengua materna: La lengua es uno de los vínculos que el niño establece con su grupo familiar, fundamentalmente con sus padres. La adquisición de una nueva forma de expresarse comporta un gran esfuerzo por parte del migrante. Para sus hijos y ellos mismos, se crean grandes tensiones lingüísticas al adaptarse al medio cultural del nuevo país. Se concibe a la lengua como un vehículo de comunicación, un instrumento al servicio del intercambio de conocimientos, sentimientos e ideas.
Duelo por la cultura: Al marchar el emigrante deja atrás toda una serie de concepciones y actitudes acerca del mundo y de cómo una persona debe comportarse en él. En el nuevo país las cosas pueden ser muy diferentes. Cosas como la alimentación, el vestir, el sentido del tiempo, entre otros. Cada cultura propone un o varios rasgos de personalidad específicos, como patrones de conducta. Además se halla un aspecto común a todas las expresiones humanas: buscan aspectos de equilibrio como también de excitación y descubrimiento. En la migración es muy fácil que sucedan choques entre estos dos enfoques de ser.
M. Rodrigo Alsina (1.999), habla de la cultura como un universo referencial, como un conjunto de valores otorgados a los diferentes aspectos de la vida, en una amalgama de significados individuales que tienen una fundamentación social, que son transmitidos por la familia y ejercidos en una transferencia de valores y creencias en cada persona desde que nace.
Duelo por la pérdida de paisajes, la tierra: La tierra simboliza a los padres, a los antepasados. Los migrantes viven intensamente los cambios de paisaje, temperatura, humedad, luminosidad, colores, pluviosidad, olores, etc. Esta carga emotiva ligada a la tierra conlleva sobrevaloraciones e idealizaciones acerca de ella. Cuando se exagera mucho el valor de algo es porque no se tolera tal como es, por eso se altera, para que atienda los gustos y necesidades propias. La tierra no ha sido siempre tan buena madre como se dice.
Duelo por la pérdida del estatus social: La mayoría de los migrantes, aunque tengan ideas de progreso y mejora, retroceden a nivel de estatus social respecto a su sociedad de origen. Las condiciones sociales de gran parte de los migrantes son tan precarias que dan lugar a que fracase su proyecto migratorio, siendo este tema uno de los que más demanda tiene, en lo que concierne a la ayuda psicológica. Un reflejo de este Duelo es el pensamiento excepcional y casi extinguido del triunfo o ascenso del migrante dentro del nuevo entorno.
Duelo por la pérdida del contacto con el grupo étnico (nacional) de origen: la identidad étnica refleja la misma identidad humana: de género, generacional, religiosa, familiar, profesional, de clase social, etc. Esto conlleva a una consciencia de un "nosotros" frente a la de un "ellos", relacionando la pertenencia a un grupo humano con unas características comunes de cultura, historia, lengua, etc. Estos procesos de identidad chocan fuertemente ya sea si son planteados por el autóctono o por los migrantes.
Duelo por la pérdida de la seguridad física. La existencia de graves riesgos físicos: Los migrantes se ven amenazados por numerosos riesgos tanto para su salud como para su integridad física. Esto comporta Duelo por todo lo que se ha perdido en el país natal: comodidades, seguridad, condiciones higiénicas adecuadas, alimentación suficiente, entre otros. A esto se suma el alto índice de accidentes laborales y enfermedades ligadas a la explotación que padecen los migrantes o los viajes escondidos que realizan para llegar al país de sus sueños. Por último se añade la violencia contra los extranjeros en algunos países.
La investigación toma como población al adulto joven, definido como aquella etapa temprana que comienza alrededor de los 20 años y concluye cerca de los 40. Este término es categorizado principalmente por el psicólogo F. Rice, y lo caracteriza en los siguientes ámbitos:
Intelectual: Capacidad de considerar varios puntos de vista, donde cada idea o tesis implica su idea opuesta o antítesis.
Moral: Función especial de la experiencia (confrontar valores y responder por el bienestar de otra persona), y un cambio del pensamiento egocéntrico al pensamiento abstracto.
Físico: La energía y la resistencia se hallan vitales. Los sentidos y sus músculos están en su mejor momento en este periodo. En este ciclo se enferman con menos facilidad y hay una sensación de vitalidad gigante.
Personalidad: Las crisis normativas lo acompañan como una serie de cambios sociales y emocionales. El contexto también influye en la ocurrencia de sucesos importantes para el individuo.
Afectiva: Es la etapa donde se elige una pareja, se establecen relaciones, se plantea la idea de paternidad, lograr amistades duraderas y un trabajo estable.
Las dimensiones son aspectos o facetas de algo. El término tiene diversos usos, pero en este contexto se interpreta como la circunstancia o aspecto que incide en la elaboración del Duelo.
Dimensiones del Duelo
La adaptabilidad tiene que ver con la capacidad del ser humano para integrarse a nuevos ambientes de acuerdo con su identidad. Se relaciona con los vínculos afectivos con sus seres queridos, su control emocional, asimilación, acomodación que se deben dar en el nuevo lugar de residencia, en qué grado se ve a sí mismo como, como se siente. Según Achotegui (2.002), la cultura en la que los individuos se hayan involucrados, determina la expresión de sus emociones. Arango (2011) indica que la mayoría de la gente en Estados Unidos entiende que las personas de otras culturas lucen diferentes a ellos, pues han estado expuestos toda su historia a vivir con personas de otros países. Es importante conocer las leyes básicas, la cultura en general, la comida, costumbres, hábitos, sistema político, formas de identificación, uso del transporte público.
La dimensión Esperanza mide las oportunidades con las que el migrante cuenta para lograr sus objetivos, generando confrontación entre el presente y el futuro y entre su país de origen y el de acogida. Se tiene en cuenta su cognición, sentimientos y conductas. La migración conlleva aspectos positivos, existencia de beneficios, solución de problemas, todo se hace más llevadero si el individuo conserva latente su esencia, sus factores resilientes, su proyección, su plan de vida.
La realización implica una relación profunda entre los motivos que llevaron al migrante al hecho mismo de migrar, y su resultado desde el punto de vista académico, laboral y económico, midiendo el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos. El migrante tiende a distorsionar su realidad para sentir menos nivel de frustración y mayor gratificación. Atendiendo los planteamientos de A. Beck, se presenta una relación entre el procesamiento de la información extraída fuera de contexto, buscando desde la perspectiva de respuesta, varios mecanismos como la inferencia arbitraria; la generalización excesiva cuando se elabora una conclusión a partir de hechos aislados y la distorsión de la realidad.
En cuanto a la dimensión de seguridad se presenta la lucha del migrante por su supervivencia, por la satisfacción de sus necesidades básicas, alimentación, vivienda, condiciones higiénicas, peligros físicos, el grado de aceptación por su nuevo entorno, los recursos internos y externos de apoyo emocional. (A. Maslow, 1943).
La dimensión Sociabilidad reúne los aspectos de identidad, vínculos sociales nuevos, grupos de ayuda, fusión de tradiciones del lugar de origen y del nuevo lugar de residencia; se tiene en cuenta por tanto la percepción del migrante en cuanto a discriminación y exclusión social, sentimientos de seguridad y de apoyo. El migrante tiene a sentirse inseguro y abrumado, adoptando actitudes regresivas que conllevan conductas de dependencia, siendo sumisos por ejemplo ante figuras de autoridad, presenta quejas por frustración y dolor, sobrevalora a quienes considera líderes con una tendencia a jerarquizar.
Desde hallazgos encontrados se puede afirmar que los migrantes en la medida en que pasa el tiempo van generando un mayor grado de aculturación que les permite sentir que su proceso ha sido exitoso.
Según Arango (2011) los seres humanos realizados asimilan la cultura del lugar de acogida con mayor facilidad, aunque generalmente en algún momento llegan a experimentar un cierto punto de discriminación. Dawson (2009), indica que se ha observado que la sociedad tiende a discriminar más a aquellos que asimilan menos la cultura. Sobre su participación en actividades lúdicas o recreativas con grupos de su nueva ciudad, se encontró que depende de sus intereses en general, pues algunos prefieren viajar para conocer otros lugares, otros socializar y otros permanecer más con sus grupos de coterráneos. Según Figueredo (2.001) la asimilación es el proceso a través del cual se adopta la otra cultura, dejando atrás la cultura original, que, dice Arango (2.011) se cumple cuando existe aculturación, autorrealización y éxito; pueden cambiar de una cultura a otro sin que se les genere conflicto, sus experiencias benefician ambas culturas y ayudan a los demás de forma efectiva.
Se puede ver en los resultados de la investigación que el migrante presenta mayor resultado en cuanto a la dimensión de adaptabilidad y menor a la dimensión de sociabilidad, dado que sus relaciones familiares y de amigos en el lugar de origen en general son conservadas.
Conclusiones y Recomendaciones
Conocer acerca de los procesos de Duelo que conlleva la migración, permite el reconocimiento de emociones vivenciales, cada paso presenta un sentido para crecer.
Se hace indispensable que el migrante dentro de su proceso de preparación se documente frente a los aspectos legales, culturales, costumbres, restricciones, del lugar a donde va, además de conocer de los procesos emocionales a los que va a estar sometido. Es conveniente que el migrante organice un plan detallado paso a paso, con tiempos y pautas definidas.
Debe tenerse en cuenta los diferentes ámbitos de la realidad sociocultural que puede encontrar el migrante, como son el sistema político de gobierno, su estatus tecnológico, económico, social, familiar, cultural, personal en cuanto a valores y conductas, y las creencias y costumbres religiosas.
El apoyo de los grupos sociales de compatriotas ayuda durante el proceso de asimilación, se hace importante la participación del migrante y el apoyo del país receptor. Igualmente, la socialización con otros migrantes propende por el reconocimiento de la diversidad cultural, buscando complementarse con los integrantes del grupo, buscando acuerdos y consenso, articulando recursos, rompiendo barreras idiomáticas, institucionales, de la misma organización, facilitando el recorrido de los migrantes dentro del conocimiento de su nuevo entorno, generando colaboración y aportación de quienes están viviendo la misma situación.
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Este trabajo se hizo con base en investigación desarrollada por la autora, para optar por el grado de Psicóloga Social. Unad. 2012.
Autor:
Yaneth Rubio Pinilla
Psicología Social (2012)