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Indicadores de pertinencia social de la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling (página 2)

Enviado por Naibe Burgos


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Función diagnóstica. Mediante ésta se revelan los logros y deficiencias del sistema educativo, centro o instancia evaluada, a través de las técnicas e instrumentos evaluativos utilizados, no sólo a través del proceso sino también de los resultados. Esta función permite, además, realizar pronósticos, y determinar sobre la base de qué dirección u objetivo hay que dirigir la acción educativa -cuando se habla de acción educativa, ésta lleva implícita la acción instructiva y educativa propiamente-. Permite obtener una información cualitativa y cuantitativa acerca del objeto evaluado que facilite, de una forma más racional, la introducción o no de las correcciones necesarias en el sistema de trabajo a lo largo del proceso o al final de éste.

Función de desarrollo. El cumplimiento de las tres funciones anteriores conlleva al perfeccionamiento y desarrollo del sistema, objeto de la evaluación. Una evaluación es pedagógicamente adecuada cuando estimula el desarrollo ulterior de los estudiantes, profesores y dirigentes educacionales, es decir, cuando se convierte en un elemento promotor de éste.

Función de control. Los resultados de las comprobaciones y evaluaciones reflejadas en las notas o controles es la que permiten a los profesores, funcionarios, dirigentes, organizaciones, entre otras, sobre la base de este conocimiento, hacer un análisis de los resultados que se van obteniendo en el sistema de enseñanza y educativo. Por otra parte, estos resultados constituyen elementos fundamentales en el análisis de programas y planes de estudio, como parte del continuo perfeccionamiento del sistema educacional (Seminario a Dirigentes, Metodólogos…, 1984).

Es muy importante acotar que la autora de esta investigación considera, al igual que Héctor Valdés y Francisco Pérez (1999), que la evaluación de los sistemas educativos es un sistema que tiene implícitas estas cinco funciones, pero que éstas no se pueden llevar a cabo de modo intuitivo o improvisado sino que deben ser planificadas y ejecutadas (tenerse en cuenta en el plan de supervisión educativa para la Misión Sucre en el Estado Vargas) y seguir el siguiente proceso:

  • Diseño del plan evaluador (por las razones antes expuestas).

  • Recogida y análisis de los datos.

  • Valoración y divulgación de las conclusiones. De manera que cada evaluador, colectivo, comunidad, organización de educación universitaria, conozcan sus potencialidades y debilidades, entre otras, y tomen conciencia de su papel protagónico para tomar las decisiones que permita adecuar o ajustar los planes educativos de forma desarrolladora.

Paradigmas de la evaluación de la educación universitaria venezolana actual: psicológico, pedagógico y sociológico.

Se ha constatado que la evaluación de la pertinencia social es un juicio de valor de algo que se va a comparar con un patrón, de aquí que dependa del sujeto que la ejecute o que procesa la información, es decir, que este criterio lo emiten personas (subjetivamente) acerca de la realidad objetiva de lo que se observa del objeto a evaluar, de aquí resulta importante tener en cuenta cuáles son los paradigmas sobre los que serán emitidos estos juicios de valor, de manera que no se pueden divorciar éstos (del que evalúa o de los que evalúan) con la realidad objetiva. Es por ello necesario dejar establecidos dichos paradigmas:

Paradigma psicológico para la educación universitaria venezolana actual

El proceso de aprendizaje es aquel que ocurre en la mente de las personas, por lo que de la concepción psicológica que se adopte depende la concepción del proceso de educación del hombre (Valdés, 1999).

En realidad el aprendizaje, como fenómeno subjetivo, posee un carácter complejo y susceptible de ser enfocado desde diferentes aristas, ya que el participante, por su propia naturaleza, es capaz de aprender de múltiples y variadas formas. No existe una vía única de asimilar o interiorizar los conocimientos y las habilidades, es por ello la proliferación de distintos enfoques o concepciones teóricas y metodológicas sobre el aprendizaje.

Enfoque histórico cultural. Este paradigma tiene una esencia humanista y se apoya en la teoría de Vygotsky, que en Venezuela, particularmente, adopta las ideas educativas de los más insignes educadores del pasado y actual siglo, fundamentalmente del ideario robinsoniano.

Este enfoque ofrece una profunda explicación acerca de las grandes posibilidades de la educación del participante, constituida así en una teoría del desarrollo psíquico estrechamente relacionada con el proceso de educación–formación.

En esta teoría psicológica la categoría principal es la apropiación por el participante de la herencia cultural, entendida ésta no como una copia o reflejo pasivo de la realidad, sino como las formas y recursos a través de los cuales, de forma activa y en íntima relación con sus pares, hace suyos los conocimientos, las técnicas, actitudes y valores de la sociedad, mediante las cuales se auto desarrolla. Al mismo tiempo que se apropia de los conocimientos, le permite desarrollarlos y transformarlos para las generaciones futuras de venezolanos.

En ella se pone de manifiesto la unidad de acción entre instrucción y educación, lo cual presupone que en el proceso de apropiación del conocimiento se vincule tanto el plano afectivo como el cognitivo.

La autora de esta tesis comparte los criterios que emite Orestes Castro Pimienta (citado por Medina, 2008), en lo que respecta a la selección de aspectos que orientan la evaluación educativa a partir de este paradigma histórico-cultural, que toma lo mejor de cada una de las teorías anteriores, que parte de:

  • El basamento anatomofisiológico de la teoría del reflejo.

  • La verificación del aprovechamiento de los estudiantes en puntos estratégicos.

  • El carácter de sistema como proceso continuo y discreto de la evaluación.

  • La importancia de la retroalimentación en el enfoque cibernético del proceso educativo–formativo.

  • La necesidad de precisar criterios, parámetros e indicadores de la evaluación cualitativa y cuantitativa.

  • La determinación de significados y sentidos de lo que se aprende y su consideración al evaluar.

  • El aprendizaje compartido y socializador como un hecho personal que considera las diferencias individuales.

  • La subordinación de la enseñanza al aprendizaje.

  • La vinculación de lo instructivo y lo educativo.

  • La autoevaluación como objetivo final en sí mismo.

  • El protagonismo fluctuante de los alumnos y maestros en el proceso pedagógico y consecuentemente en su evaluación

Sólo se quiere apuntar acerca de las características que debe tener la evaluación bajo este paradigma histórico cultural, que es adoptado por la autora y que coincide con el aplicado en el sistema educacional venezolano. Así, la evaluación debe:

  • Determinar la profundización de cada uno de los componentes del sistema educativo.

  • Determinar la excelencia del producto de dicho proceso.

  • Comprobar la pertinencia de la formación que reciben los educandos en sus estadios intermedios (procesos).

  • Permitir la valoración de la correspondencia con el modelo deseado, en relación con las necesidades de la sociedad venezolana actual.

  • Permitir la determinación clara y precisa de la vigencia u obsolescencia de los contenidos de la educación y su carácter transferible.

  • Verificar la transcendencia hacia el proceso de producción o los servicios, en el ámbito familiar y social en general, a través de la conducta del participante como ciudadano.

Paradigma pedagógico

Éste se apoya en el sistema categorial de la pedagogía, tales como: educación, instrucción, evaluación, pertinencia de la educación, enseñanza, aprendizaje, entre otros. Las cuales se presentan a continuación:

? Indicadores de pertinencia social.

De la bibliografía consultada, la autora asume que internacionalmente se considera a un sistema educacional de mayor pertinencia social cuando éste lleve implícitos dos elementos fundamentales: la equidad, o lo que es lo mismo, que éste sea para todos, y el cumplimiento de los distintos indicadores que contemplan la pertinencia social de la educación, como pueden ser la efectividad, calidad y eficacia.

Se habla de evaluar la pertinencia social a partir de un determinado número de indicadores, pero…, ¿qué es un indicador? Tiana (1996) entiende por indicador un dato o una información (general, aunque no forzosamente de tipo estadístico), relativos al sistema educativo o algunos de sus componentes capaces de revelar algo sobre su funcionamiento o su salud.

Casanova plantea: "(…) llamamos indicador de calidad educacional a la descripción de una situación, factor o componente educativo en su estado óptimo de funcionamiento " (Casanova, 2000: 108).

Luís Campistrous y Celia Rizo, presuponen que indicador, en el contexto de la investigación educativa, se utiliza para redefinirse en una variable que indica el valor de otra; se da por supuesto que los valores de la variable utilizada como indicador se determinan de una forma más directa y evidente que la de la otra variable (Campistrous, 1998).

Guerra (2000) considera como indicador de pertinencia social: "es aquel componente que debe ser considerado para evaluar de forma objetiva el proceso o el producto de un sistema educativo, que revela algo de su desempeño y cuyo resultado de evaluación permite considerar alternativas para mejorarlo" (Guerra, 2000: 34).

De estas definiciones se pueden apreciar claramente los elementos comunes:

  • Que es una información o dato: estadístico o no.

  • Que se refiere al sistema educativo (objeto de estudio) o algunos de sus componentes; es decir, que puede ser el todo o la parte.

  • Que deben revelar algo acerca de su funcionamiento o estado; o sea, cómo marcha o cómo concluye.

De la definición de Tiana se puede apreciar que éste no especifica el tipo de evaluación: proceso o producto, que sí lo especifica Guerra (2000), la que plantea que deben revelar algo sobre su funcionamiento. Otra insuficiencia, a modo de ver de la autora, del concepto de Tiana es que no le da una dirección a la revelación, que dice deben tener los indicadores, ya que ésta debe tener una dirección; que sí se plantea cuando se expresa que: "(…) cuyo resultado de evaluación permite considerar alternativas para mejorarlo (…)" (Guerra, 2000: 34).

A partir de las definiciones anteriores esta autora considera pertinente definir como indicador de pertinencia social en una Aldea Universitaria de la Misión Sucre como aquel componente, dato, o información, de tipo estadístico o no, relativo al sistema educativo o algunos de sus componentes en su estado óptimo de funcionamiento que deben ser considerados para evaluar de forma objetiva el proceso y/o el producto de un sistema educativo o componente de él, que revela algo de su desempeño o resultado de cuya evaluación permite considerar alternativas para mejorarlo.

Estos indicadores deben caracterizarse de forma tal que permitan establecer un patrón para ser comparado y que de acuerdo con los distintos autores consultados, éstos deben:

  • Establecerse niveles intermedios y bajos para facilitar la medición.

  • Partir de la identificación de las prioridades organizacionales (pertinente), instituciones educativas, en estudiantes, en Aldeas universitarias, a largo, mediano y corto plazo. Tener en cuenta la planeación y los recursos humanos y materiales.

  • Un sistema de control y evaluación de las actividades y demás, que permita retroalimentarse en todo momento, a fin de tomar alternativas para mejorar el proceso o el producto (ser objetivas).

  • Evitar los sesgos personales y efectos de halos para la selección y diseño de los mismos.

  • Deben ser claros, precisos y no deben dar lugar a ambigüedades.

Paradigma sociológico

El sistema educativo venezolano, desde el año 1999, se sustenta del ideario pedagógico robinsoniano, que parte del principio fundamental que todo venezolano tiene derecho a que se le eduque de forma gratuita, sin distinción de razas, credos, ni procedencia social. Por consiguiente, este trabajo toma como base este criterio o paradigma sociológico.

Evaluación de la eficiencia externa como evaluación externa

La mayoría de los autores consultados plantean la complejidad y variedad de criterios que existen a la hora de definir determinados indicadores de pertinencia social, (Soler, 1999), (Castro Pimienta, 1996), (Casassús, 1997), (Lafourcade, 1998), (Valdés, 1998), (Toranzos, 1999), y (Luján, 1996), entre otros. No obstante, lo complejo que resulta establecer definiciones en esta dirección por ser un concepto no unívoco, la autora considera pertinente definir la variable eficiencia externa o impacto educacional.

Del Diccionario de la Real Academia Española se define:

Eficiencia. (Del lat. efficientia). f. Capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado.

  • Virtud y facultad para hacer una cosa.

  • Eficiencia: Fil. La eficiencia es el poder producir efectos (…)

  • Eficiente. (Del lat. Efficíens, efficíentis): adj. Dícese de la causa que obra y hace una cosa.

Eficacia. (Del lat. Efficacía): f. Virtud, actitud, actividad, fuerza y poder para obrar.

Externo, na. (Del lat. externus).adj. Dicho de una cosa: Que obra o se manifiesta al exterior, en comparación o contraposición con lo interno.

  • adj. Dicho de un alumno: Que solo permanece en el colegio o escuela durante las horas de clase.

  • en comparación o contraposición con lo interno.

A partir de los conceptos anteriores, si se reflexiona la acepción del vocablo "eficiencia externa", se puede presuponer que ésta es la virtud o facultad de poder producir efectos a lo exterior, o el efecto externo que produce una organización, concepto que es asumido por la autora de la investigación, por la correspondencia que tiene con el objeto investigado y la vía de solución asumida para el problema científico.

Otros autores relacionan la eficiencia externa como la rentabilidad económica de la educación (De la Orden, 1986; citado por Luján, 1995), (Ahumada, 1992), (Pérez Callejas, 1993); por otra parte, otros tantos la ven como un proceso de entrada y salida en un proyecto educativo, (Briones, 1995), (Gento Palacio, 1998), entre otros.

Al analizar estas concepciones diferentes se pueden ver dos elementos comunes en las mismas: un proceso de entrada y salida, y establecer una comparación desde el punto de vista económico, de la rentabilidad del sistema educativo.

La autora de la investigación parte de los conceptos de eficiencia que emite el Diccionario de la Real Academia Española y del concepto de impacto que presupone Guillermo Briones (1995) cuando este último plantea que:

"La evaluación del impacto es la que trata de establecer el logro de los objetivos del programa. Se denomina también, evaluación de resultados. De esta evaluación, que casi siempre se acompaña de la evaluación de procesos, debe distinguirse la evaluación de efectos entendida como la determinación de las consecuencias que puede producir un programa en su población o en el entorno por el hecho de haber logrado los resultados buscados…" Briones (1995).

De la definición anterior es importante para la autora dejar claro que la evaluación de la pertinencia social, al igual que la evaluación de la eficiencia externa es una evaluación de resultados, acompañada de una evaluación de procesos que converge en la determinación de consecuencias que puede producir un sistema educativo en su entorno social.

Por otra parte Samuel Gento (1998) emite una valoración desde el punto de vista funcional de la variable pertinencia social y ella expresa: "(…) Los indicadores de evaluación de la pertinencia social pondrán de manifiesto los efectos que un producto produce en el ámbito de incidencia de sus resultados. Para llevar a cabo esta estimación habrá que contar con la opinión de representantes del entorno físico, social y organizativo del plan mismo"(Gento, 1998: 174).

Aunque Briones y Gento no dan la definición de pertinencia social, sí hacen una explicación funcional de los que ellos entienden como tal, aspecto éste con lo cual se identifica la autora, por las siguientes razones:

  • Dejan bien establecido el tipo de evaluación que contempla la evaluación por resultados.

  • No ven a este tipo de evaluación (externa) como un ente independiente, por el contrario, consideran que siempre se debe de acompañar de la evaluación de procesos.

¿Cómo se puede dar la evaluación de un resultado, si no se sabe cómo, a través de qué vías y procedimientos, entre otros, se llegan a determinados resultados?

Este tipo de evaluación se basa en cómo la determinación de consecuencias, que puede producir un proyecto educativo en su entorno, desde el punto de vista social, económico y político, permite arribar a los resultados buscados.

La autora considera, al igual que Valdés (1999), Gento (1999), Briones (1999), Pérez (1998), entre otros, que estos factores que conforman la evaluación de la eficiencia externa o pertinencia social constituyen una relación esencial, ya que no se pueden excluir una de otra y a su vez cada uno se interrelacionan, lo que permiten evaluar un proceso o un producto, al concluir una etapa, período, entre otros. De aquí que se considere a estos factores como un sistema.

A partir de las reflexiones anteriores, donde se tuvo en cuenta: las definiciones de eficiencia externa; la pertinencia social, y las características, desde el punto de vista funcional de esta variable; la revisión bibliográfica consultada al respeto, y de la propia praxis de la autora, se considera pertinente definir a la variable eficiencia externa o pertinencia social educacional como: la incidencia que tiene el sistema en otro sistema: económico, cultural, social y político de forma desarrolladora y se sustenta desde el punto de vista funcional en un factor básico: es una evaluación de resultados, establecidas por dimensiones, para la educación universitaria universalizada, para la determinación de efectos y consecuencias que puede producir un proyecto educativo en su entorno.

Estrategia, Planificación y Dirección estratégica

Para buscar el equilibrio dinámico entre la organización y su entorno, todo equipo directivo está en la obligación de definir el propósito de la misma y la senda o modo de alcanzarlo, es decir su evaluación.

Por ello, el éxito sostenido de una organización depende de la labor consciente, sistemática y coherente de sus directivos cuya gestión es guiada por una visión que integra las particularidades propias de ésta, en su interacción con el entorno, relación que le imprime un carácter único y le da identidad ante sus clientes.

La filosofía de la organización, conjuga los valores, creencias y convicciones de los directivos y de los trabajadores, respecto a la manera en que se debe conducir el futuro de la organización y obedece a un sistema de dirección que está asociado al desarrollo de la organización en su relación con el entorno. (Koontz & Weihrich, 1995; Stoner, 1996; Jarillo, 1996; Alonso 2006).

Para conducir la empresa hacia sus metas sin alejarse de la filosofía que le identifica se planifica con visión de futuro. A ese tipo de planificación se le denomina planificación estratégica.

Según Gárciga (1999), la planificación estratégica hace énfasis en los factores del entorno y al establecer correspondencia con los factores internos, los sitúa en relación con los primeros para incidir en las actividades que procurarán el logro de la meta de la organización.

Cuando convergen las funciones directivas con la toma de decisiones para implantar estrategias se habla de dirección estratégica, lo que implica la movilización de los recursos de las empresas para el logro de los objetivos propuestos.

Martínez (1999) considera que la dirección estratégica contiene la planificación estratégica y, es concebida como una estructura teórica para la reflexión fundamentada en una nueva cultura organizacional y una nueva actitud de la dirección para salir al encuentro del entorno, donde lo analítico debe sustituir lo improvisado.

Ronda Pupo (2004), por su parte define la dirección estratégica como: el proceso iterativo y holístico de formulación, implantación, ejecución y control de un conjunto de maniobras, que garantiza una interacción proactiva de la organización con su entorno, para coadyuvar a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de su objeto social.

Mientras que Martínez (2.009) concretándose a lo que es la planificación estratégica universitaria sostiene que éste proceso es un acto eminentemente político, porque el proceso de planificación estratégica implica sabiduría en el uso del poder y en la conducción del personal de la institución y representa una expresión de la ética de la dirección universitaria.

Más adelante aclara que lo político no es un factor externo ni un marco restrictivo que le viene impuesto de fuera a la planificación estratégica, porque éste se encuentra implícito en los conocimientos, culturas y comportamientos de las personas.

A partir del análisis de los conceptos anteriores donde queda clara la intencionalidad social de la planificación estratégica tanto a nivel empresarial como educacional, la autora considera que la formulación de estrategias, la planificación y la dirección estratégica son conceptos que han llegado a abarcar el ámbito universitario y que deben en éste trascender la filosofía de mercado y de competencia para revertirse en función del bienestar social mundial.

Para la autora de la investigación, delimitando el tema objeto de la investigación , la planificación estratégica en una Aldea Universitaria de la Misión Sucre se concibe como un proceso de participación colectiva de sus actores sociales para construir los elementos filosóficos de la organización y los objetivos para lograrlos de acuerdo a los Fundamentos Conceptuales de la Misión Sucre , las líneas estratégicas de la Fundación Misión Sucre y los documentos rectores de la política educativa de la República Bolivariana de Venezuela, contextualizados en el municipio o estado donde está inserta.

Considera además la autora que desde una concepción de dirección estratégica, las universidades en América Latina, las instituciones universitarias y las Aldeas Universitarias de la Misión Sucre, pueden alimentar un pensamiento estratégico contínuo en las comunidades universitarias que les permita reflexionar acerca de las distintas opciones de las organizaciones para responder de manera eficaz a las diferentes situaciones que presentan las comunidades del sur ; y contribuir así, de manera eficaz, al logro de la pertinencia social universitaria para el logro de los objetivos del milenio.

1.2.1. Necesidad de una concepción estratégica en el sistema de dirección de la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling para fortalecer su pertinencia social.

Los Ambientes y Aldeas de la Misión Sucre son centros de estudios universitarios creados en los Municipios y Parroquias de los Estados de Venezuela, donde la cantidad de bachilleres excluidos de la educación superior asi lo ameriten. Las sedes de estas aldeas son escuelas, liceos, universidades e instituciones cuyos espacios habian sidos subutilizados en horarios nocturnos y fines de semana.

Por lo general, son instalaciones dependientes del Ministerio del Poder Popular Para la Educación. Se establecen alianzas con las autoridades respectivas para que permitan su funcionamiento. Así, se comienzan el proceso de la sinergia institucional necesaria para la municipalización y parroquialización de la educación universitaria planificada desde el gobierno central. En el caso del Estado Vargas, por ser un estado municipio , los ambientes se crean en sectores de las parroquias.

Las funciones de dirección en una Aldea Universitaria las ejerce un coordinador o coordinadora que debe tener preparación en tres áreas fundamentales: funciones docente-metodológicas, socio-comunitarias y socio-políticas y además debe poseer las habilidades directivas necesarias para interactuar y actuar proactivamente con todos los colectivos y actores sociales involucrados en el proceso de formación-educación a través de recursos técnicos, humanos y materiales que viabilicen la consecución de la Visión y Misión de la Misión Sucre y de la Fundación creada para este fin.

Por otra parte, los coordinadores también reciben orientaciones y directrices de las Instituciones de Educación Superior que acreditan los Programas de Formación que en sus espacios de aprendizaje se facilitan. De acuerdo con esta premisa y asumiendo que los Coordinadores de Aldeas son responsables del proceso administrativo gerencial de las Aldeas, se infiere que la toma de decisiones en el proceso de dirección de la Aldea en heterónima, pues en muchas ocasiones su toma de decisiones depende de la autorización de un nivel superior.

Al revisar la esencia de los objetivos de la Misión Sucre y las líneas estratégicas de la Fundación Misión Sucre se observa que los procesos manejados en la Coordinación de la Aldea influyen de manera directa en la consecución de su pertinencia social. Los Coordinadores deben liderizar el proceso de toma de decisiones de los actores sociales que hacen vida en la Aldea por lo que su gestión no debe limitarse a cumplir con las indicaciones provenientes de las instancias superiores.

La gestión debe proyectar y ejecutar el desarrollo ideológico y sociopolítico de la Aldea para cumplir con eficacia y eficiencia su función social, generando estrategias de perfeccionamiento de las relaciones internas y del entorno, convirtiendo la Aldea en un centro cultural de su entorno comunitario, sin embargo en la Aldea objeto de la investigación esta concepción no es instrumentada por la coordinación ni por los docentes y mucho menos por los triunfadores y los consejos comunales.

Las funciones del Coordinador son muchas y muy diversas para una estructura organizacional simple. (1 coordinador, dos ayudantes o personal operativo para apoyar la labor administrativa, 1 vocero o vocera estudiantil institucional). Se requiere revisar la estructura en virtud de los cambios que se han desarrollado desde la creación de la Misión hasta la actualidad.

Gómez Armijos. (2006) define un sistema como el conjunto de componentes interrelacionados desde el punto de vista estático como estructura, y dinámicos como funcionamiento dirigido al logro de determinados objetivos que facilitan la solución de una situación problemática bajo determinadas condiciones.

Sostiene que el enfoque sistémico consiste en analizar el objeto de estudio con sus relaciones internas y externas y como subsistemas, dentro de otros sistemas más amplios y tiene que ver con la aplicación de la dialéctica en el trabajo de la ciencia, y la concatenación universal de los objetivos y fenómenos en su dinámica de desarrollo.

Alonso (2006) citado por Roquet (2011) clasifica el sistema de dirección en cinco subsistemas:

Sistema normativo: Al cual lo integran los valores y principios, misión, visión, normas o reglas; sus funciones, atribuciones, objetivos de carácter estratégico y la pertinencia o encargo social de la organización.

Sistema de gobierno: Compuesto por la línea de mando del sistema de dirección por las personas y/o grupos de personas que tienen poder para tomar decisiones trascendentales en cada uno de sus niveles de dirección, y la facultad de manejar toda la información que se requiera para ello.

Sistema organizativo: Proporciona la estructura y organización interna del sistema, generalmente representada en un organigrama.

Sistema tecnológico: Integrado por las técnicas, procedimientos, instrumentos y mecanismos que se utilizan regularmente en el ejercicio de las funciones directivas que tienen que ver con disciplina, reconocimientos, sanciones, medir la eficiencia, constatar resultados, procesar información, evaluar estados de opinión, determinar deficiencias y otros.

Sistema de interacción con el medio: Compuesto por la red de comunicaciones que establece el sistema con el medio en el que se desenvuelve, en la medida en que desarrolla su sistema de trabajo.

Sistema de trabajo: En él se visualiza la dinámica del proceso de dirección y el orden del funcionamiento del sistema, a través de las actividades de interacción sistemáticamente desarrolladas entre dirigentes y dirigidos, los objetivos formativos que éstas persiguen, los métodos que favorecen su cumplimiento , y los modos de actuación que permiten optimizar las relaciones de dirección.

La realidad observada por la autora de la investigación en la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling indica que las labores de coordinación se ven obstaculizadas por la ausencia de una filosofía de gestión que aglutine los intereses y el sentir de los diferentes colectivos que convergen en sus espacios y se benefician de su existencia.

Según la autora de la investigación la organización del sistema normativo de dirección en las Aldeas es necesaria para que realmente se conviertan en espacios de formación científica, tecnológica y humanística, en polos de producción y difusión cultural, y en espacios de debate y de lucha comunitaria como elementos indispensables de la formación universitaria, tal y como lo establecen las Líneas estratégicas de la Fundación Misión Sucre.

Además sostiene que las funciones principales a desarrollar por el dirigente como lo son la organización, planeación, dirección y control se ven obstaculizadas por la ausencia de ese sistema normativo que debe regular las acciones de colaboración de los actores sociales.

Por lo tanto, se evidencia desde la revisión de la teoría y desde la práctica de la autora, que es necesaria e indispensable la concepción estratégica en las Aldeas, inserta en el sistema normativo de dirección para fortalecer su pertinencia social y la construcción de un sistema de indicadores para evaluarla.

1.2.2. Herramientas metodológicas para el diseño de dimensiones e indicadores y su factibilidad de aplicación en la estrategia de dirección de la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling.

De acuerdo a la teoría de acción expuesta por Silva de S. (2002) en la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling es necesario que la gestión de los medios sea coherente, es decir que exista una filosofía que aglutine a los colectivos que la integran, que logre orientar y motivar las iniciativas de los actores sociales hacia la acción para el logro de los objetivos propuestos y la cual, por supuesto, no debe contradecir la visión de la Misión Sucre.

Este aspecto forma parte de la organización el sistema normativo de dirección, según el enfoque sistémico de dirección de Alonso (2006), pero también se hace necesario que los productos y servicios que ofrece la Aldea a su entorno estén orientados a satisfacer sus demandas y expectativas para obtener la debida "correspondencia"; y esta se alcanza a través de una interacción intensiva y de calidad entre la Aldea y los actores claves de ese entorno. (Triunfadores, Consejos Comunales, Cooperativas, Empresas e Instituciones del estado).

Además para llegar a implementar una estrategia eficaz en la Aldea Universitaria Emilio Gimón Sterling, es necesaria la constante práctica del pensamiento estratégico por parte de los actores sociales que allí interactúan; como expone Acle (1989) esto es una disciplina diaria y no un recurso que puede dejarse durante las épocas tranquilas y despertarse cuando surge una emergencia.

Por otra parte, convertir los objetivos estratégicos en acciones concretas que se incorporan al quehacer diario de la Aldea es pasar de la planificación a la dirección estratégica, es darle, de hecho, un sentido trascendente a la acción cotidiana de todos sus integrantes, quienes sabrán que, al margen de las tareas rutinarias, hay que desarrollar otras actividades que tienen un efecto más importante, duradero y sobre todo, necesario para garantizar su futuro (Ohmae, 1990).

La construcción y difusión de la misión, objetivos y estrategias de la Aldea, por parte de todos sus integrantes, es un elemento fundamental para cumplirlos. Sirve también como mecanismo motivador, pues al participar en su establecimiento, lograrlos se convierte en un reto para cada colectivo. De ahí que la planificación y dirección estratégica impliquen un esfuerzo participativo en cada uno de sus momentos.

A continuación se presentan una serie de herramientas metodológicas susceptibles de ser utilizadas en la Aldea Emilio Gimón Sterling como parte del proceso de sensibilización para la construcción de la estrategia de dirección.

La metodología se perfila hacia la consecución de una construcción democrática y participativa de la Visión y Misión de la ALDEA, así como de su estrategia de dirección. Supone un trabajo de esclarecimiento sobre los procesos del saber popular, del poder local, de los procesos colectivos de las comunidades, tanto como de los mecanismos que se utilizan para mantener vigentes dichos procesos:

  • Diagnóstico participativo

  • Talleres de memoria,

  • Observación etnográfica,

  • Cartografía social,

  • Recorridos de reconocimiento territorial.

  • Investigación participativa,

  • Comunicación comunitaria,

  • Promoción social.

  • Fortalecimiento organizativo.

  • Análisis interpretativo de políticas públicas.

Estas herramientas, por ser aportes de la educación popular buscan trascender del ámbito de la simple acción social de tipo funcionalista, hacia el marco de la acción política concreta pueden ser aplicadas en las Aldeas Universitarias porque éstas son en esencia espacios de participación y lucha comunitaria.

Fomentar el sentido de pertenencia, individual y colectivo, al grupo, al curso, al barrio, al territorio y favorecer la construcción de lazos afectivos y organizativos entre las y los actores sociales que intervienen en la Aldea es una tarea que debe ser direccionada desde la coordinación, por eso la formación del Coordinador en la dimensión socio comunitaria es pertinente y necesaria.

Lo político no se encuentra tan solo en los contenidos y enfoques teóricos y conceptuales; las herramientas metodológicas de educación popular contienen, en sí mismas, un sentido político que se desprende de la coherencia entre el por qué y el cómo construir procesos incluyentes.

En las Aldeas Universitarias se debe impulsar la transformación de los triunfadores de sujetos comunitarios a sujetos políticos, fortalecer el poder que cada quien tiene y orientarlo hacia empoderamientos colectivos, en donde se hace conciencia del saber del otro(a), se valora el poder del otro(a) y se avanza hacia nuevos paradigmas emancipatorios; y es a través de herramientas metodológicas participativas como se posibilitan interacciones concretas, al lograr con éstas mostrar la intersubjetividad propia de la acción social.

Conclusiones Parciales

  • 1. La pertinencia social educacional o eficiencia externa es la incidencia que tiene el sistema educativo en otro sistema: económico, cultural, social y político de forma desarrolladora y se sustenta, desde el punto de vista funcional, en un factor básico: es una evaluación de resultados, establecida por dimensiones, para la educación universitaria universalizada, que determina los efectos y consecuencias que puede producir un proyecto educativo en su entorno.

  • 2. El indicador de pertinencia social en una Aldea Universitaria de la Misión Sucre es aquel componente, dato, o información, de tipo estadístico o no, relativo al sistema educativo o algunos de sus componentes, en su estado óptimo de funcionamiento, que deben ser considerados para evaluar de forma objetiva el proceso y/o el producto de un sistema educativo o componente de él que, a su vez, revela algo de su desempeño o resultado, cuya evaluación considera alternativas para mejorarlo.

  • 3. La pertinencia social universitaria en una Aldea de la Misión Sucre está dimensionada en los Fundamentos Conceptuales de la Misión Sucre y se manifiesta en las acciones oportunas, coherentes, inherentes y eficaces de sus actores sociales en el entorno donde se inserta e implica y el área de influencia que abarca.

  • 4. Para planificar estratégicamente en las Aldeas Universitarias de manera que se fortalezca su pertinencia social es necesario organizar su subsistema normativo de dirección.

  • 5. Para planificar estratégicamente en las Aldeas Universitarias los actores sociales que convergen en su dinámica deben:

  • Reconocer la necesidad del Cambio. (Pensamiento Estratégico, Actitud Estratégica e implicación)

  • Construir su Misión, Visión y valores compartidos,

  • Revisar sus oficios, capacidades distintivas, potencialidades, ventajas competitivas y sinergias.

  • Diagnosticar la situación actual del Aldeas universitarias (Fortalezas, debilidades, amenazas, oportunidades y escenarios).

  • Formarse en materia de planificación y en la concepción de pertinencia social.

  • Construir sus parámetros de pertinencia social interna y externa.

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Autor:

Lic. Naibe Burgos

Catia la Mar, Estado Vargas

Noviembre del 2011

Partes: 1, 2
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