Descargar

Etica y valores en la educación en los distintos contextos educativos


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Ética y valores en la educación en el contexto de la educación preescolar
  3. Ética y valor en el currículo de de educación básica
  4. Ética y valores en el ciclo diversificado
  5. Ética y valores en la educación superior, desde la comprensión y ética en la cultura planetaria
  6. Conclusión
  7. Referencias

Introducción

Hablar de la modernidad e incluso de la posmodernidad, es ya tiempo pasado. Con la llegada del nuevo siglo, la sociedad toda se enfrenta a grandes cambios paradigmáticos, se habla entonces de un cambio o ruptura del pensamiento, pasando de un pensamiento moderno a uno de tipo complejo. En función de lo anterior, y comprendiendo la necesidad mundial de formar integralmente a los ciudadanos del futuro, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publica "Los siete saberes necesarios a la educación del futuro" de Edgard Morin (2000), en un intento por contextualizar a la educación del futuro desde y dentro de la visión del "Pensamiento Complejo".

La complejidad (Morin, 1999) propone una nueva forma de pensar, sentir y actuar; propone un individuo formado desde el caos y la incertidumbre, un individuo profundamente social que se logre expresar a través de principios democráticos, en definitiva, un ciudadano del mundo, que rompe y supera las diferencias que mantenían separados países, idiomas, culturas, etnias, religiones, ciencias, otros; logrando la unión a través de la democracia, del reconocimiento y del respeto de las minorías, y del desarrollo ético y moral; comprendiendo al individuo como un todo indisoluble (mente/espíritu – cuerpo/ alma), hecho que se comprende mejor a partir de una frase célebre de Eliot, (citado por Morin, 1999) y que ejemplifica y resume lo anterior expuesto: "¿Dónde está la sabiduría que perdemos en el conocimiento?" (P.17). Para ello, la teoría de la complejidad, busca romper la vieja costumbre de separar y dividir el acceso al conocimiento en partes específicas y tecnificadas, dando paso a un nuevo estilo de aprendizaje global y multidimensional que parta del todo y que culmine en el todo (Morin, 1999). Dentro de este contexto, cabe preguntarse, ¿qué significa ser un docente del siglo XXI? El docente que pretenda asumir tan importante cambio, deberá estar dispuesto a reinventarse y con ello reinventar el proceso educativo, comprendiendo que las aulas han cambiado y ya no son sólo sitios para la transmisión de conocimientos, sino que van mucho más allá de cualquier prototipo y cualquier teoría.

Por otra parte, en Venezuela desde el año 1997, se ha venido introduciendo un proceso de profundos cambios educativos, dirigidos a la dignificación del ser, los cuales se expresan en el Currículo Básico Nacional (CBN), a través, de los ejes transversales, la globalización del aprendizaje, y la organización del currículo con base en el desarrollo integrado de los cuatro aprendizajes fundamentales, en la búsqueda de una formación para la vida (ética y moral) y de una formación general básica que contribuya a dignificar al ser humano. Sin embargo, se debe comprender que todos estos cambios son sólo pequeños caminos o instrumentos, que obligadamente dimensionados como un todo, podrían permitir visionar el principio de la complejidad, en función de preparar o formar al futuro individuo de actuación planetaria.

El presente informe tiene como finalidad analizar la ética, la moral y los valores que las conforman en los distintos ámbitos educativos, para ello se consideró la división que propone el sistema educativo venezolano, a saber, Educación Inicial – Educación Básica (etapas I – II – III), Educación Diversificada y Educación Superior; análisis que estará enmarcado no sólo en la visión de lo que proponen los distintos currículos, sino en la visión de lo que propone el pensamiento complejo.

Ética y valores en la educación en el contexto de la educación preescolar

En la actualidad hablar de valores es un tema muy complejo, porque estos varían según el criterio de cada individuo, o la religión a la que este pertenece.

La educación en la actualidad debe asumir un rol muy importante, debido a que los valores cotidianos como el respeto hacia los otros se ha perdido, hoy en día el docente debe formar al escolar en valores y más cuando se habla de la edad inicial, donde los educando se encuentra en la etapa de educación preescolar. A veces los docentes tienen la postura de padre en muchas oportunidades, debido a que no podemos obviar la realidad de que muchos niños no tienen en casa padres que le reflejen hacia ellos los valores o costumbres adecuada para esa edad, debido a esto nos encontramos con niños que padecen de agresividad porque son conductas que imitan de sus casas, por eso cuando se habla que el docente debe asumir un rol muy importante en el ejercicio de formador de valores es porque en la realidad escolar nos encontramos con todo este tipo de problema que lamentablemente al docente se le escapa de las manos, no podemos negar que según los conceptos de valor y moral todo esto depende de la consciencia del individuo, pero ¿Qué consciencia puede tener un niño en la edad inicial, cuando en esa etapa a veces no saben ni como se llaman?. Por eso nos encontramos en el currículo de educación preescolar que la formación del niño depende de la escuela, comunidad y familia, pero el pilar importante de esto es la escuela y la familia, debido a que el niño en muchas ocasiones copia el reflejo de su docente, que es con el que pasa más tiempo y terminan reforzándolo en casa con sus representantes.

Por eso se menciona al principio que es un tema muy complejo, porque lo que puede ser para mí un valor, para otro es un antivalor, gran ejemplo de ello la religión o la cultura que pueda tener el niño. Otra realidad que se presenta en Venezuela son los dos ámbitos educacionales: el ámbito de la educación privada y la educación pública, los cuales ambos presentan sus debilidades y uno más que otros, cuando hablamos del ámbito privado los valores que se le inculcan al escolar en edad inicial no son los mismo que se le inculcan al escolar en el ámbito público, a pesar de que el currículo por el que se rigen es el mismo, volvemos a lo antes mencionado los valores que traen en la actualidad los niños de casa no son los mismo valores que se venían manejando en el pasado.

Para concluir, el docente de la educación inicial debe estar preparada para trabajar con esta formación, debido que a esa edad es que el niño adquiere sus primeros aprendizajes, y si el niño adquiere valores positivos en esa edad tan importante, será muy difícil que logre cambiarla en el resto del camino.

Ética y valor en el currículo de de educación básica

El mejoramiento de la calidad de la Educación, se ha convertido en un reto que debemos asumir como un deber y un compromiso con Venezuela; un gran reto que indiscutiblemente deberá asumir todo venezolano, pero que va a comprometer de una forma más particular y más directa al profesorado.

Para asumir y poder llevar a la práctica el gran reto que supone la mejora de nuestra calidad de enseñanza, lo primero que se necesita hacer, es conocer las propuestas formuladas por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, y concretamente a través del Currículo Básico Nacional, y reflexionar sobre ellas, confrontándola con nuestra experiencia y con nuestra práctica educativa.

En el marco de esta Reforma Educativa Venezolana, y en respuesta al reto que supone el fortalecimiento de la acción escolar como acción profundamente humanizadora, surge el concepto y desarrollo curricular de los que llamamos Ejes Transversales; dimensión básica y nuclear del currículo sobre la que se profundizará en las páginas siguientes, como también todo lo referente a Educación Básica I y II.

3.1. Currículo del nivel de educación básica

Se ha evidenciado durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI, la situación de deterioro de la educación venezolana, siendo algunas de las causas la poca capacidad y autonomía de la institución escolar para auto renovarse y la carencia de una fuerza social que exija, promueva y contribuya a esta renovación.

En respuesta a este reto y en la búsqueda de una mayor eficiencia y calidad de la práctica educativa, el Ministerio de Educación propuso un Plan de Acción en el cual se privilegia la palabra "reestructuración" con un significado de transformación total, desde las bases operativas, hasta la cima gerencial del sector educativo.

En estos procesos de democratización y la Reforma del Estado venezolano, sobre la base de los documentos y diagnósticos acerca de esta materia efectuados en el país, es importante señalar:

  • El informe de la Comisión Presidencial para el Estudio del Proyecto Educativo Nacional (1986)

  • El diagnóstico del Banco Mundial (1992)

  • La Reforma Educativa: Una Prioridad Nacional (1994)

  • El Plan de Acción del Ministerio de Educación (1995).

De los resultados de estas investigaciones, surge una visión del Nivel de Educación Básica que muestra su poca vinculación con las prioridades y las expectativas que el país ha colocado en este nivel como instrumento de formación y transformación social.

Esta transformación implica repensar la concepción, las metas y propósitos de la educación venezolana, así como actualizar las estrategias y modernizar los recursos que sustentan el proceso enseñanza-aprendizaje.

Desde esta perspectiva, se formula un Modelo Curricular que constituye el referente teórico que sustenta la reforma curricular propuesta por el Despacho, la cual se ha iniciado en el Nivel de Educación Básica por concentrarse en este nivel la gran mayoría de la población en edad escolar.

Este Nivel de Educación Básica es el segundo del sistema educativo venezolano, tiene una duración de nueve (9) años y se organiza en tres etapas sucesivas: la Primera Etapa abarca 1°, 2° y 3° grado; Segunda Etapa incluye 4°, 5° y 6° grado y la Tercera Etapa comprende 7°, 8° y 9° grado. La educación formal ofrecida en este nivel es gratuita y obligatoria para toda la población en edad escolar como servicio público garantizado por el Estado.

Mediante la aplicación del Modelo Curricular planteado, se aspira lograr que el diseño curricular del nivel esté coherentemente articulado con los niveles de Preescolar y Educación Media Diversificada y Profesional, así como con las modalidades de Educación Especial y Educación de Adultos.

En el Nivel de Educación Básica se ofrece a los niños y adolescentes una formación:

  • Integral, al abarcar todos los aspectos del desarrollo: lo afectivo, lo cognitivo y lo bio-social.

  • General, por cuanto promueve aprendizajes y conocimientos variados de los elementos humanísticos, artísticos y científicos de la cultura nacional y universal

  • Básica, porque proporciona la educación formal mínima que deben cumplir los venezolanos según lo pautado por la ley.

  • De esta manera, el Modelo Curricular, de carácter normativo, asume la definición del Nivel de Educación Básica según lo establecido en la Ley Orgánica de Educación.

3.2. Finalidades del nivel.

En la concepción del Nivel de Educación Básica, el Modelo Curricular considera los mandatos de la Constitución Nacional y el ordenamiento legal expresado en la Ley Orgánica de Educación, su Reglamento y otros instrumentos legales que rigen la materia educativa.

De acuerdo con las bases legales, con los planteamientos curriculares y los principios del modelo, se plantean como finalidades del Nivel de Educación Básica las siguientes:

  • La formación integral del educando

  • La formación para la vida

  • La formación para el ejercicio de la democracia

  • El fomento de un ciudadano capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social

  • El desarrollo de una conciencia ciudadana para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente y la calidad de vida y para el uso racional de los recurso naturales

  • El desarrollo de sus destrezas y su capacidad científica, técnica, humanística y artística

  • El inicio de la formación en el aprendizaje de disciplinas y técnicas que le permitan el ejercicio de una función socialmente útil.

  • El desarrollo de las capacidades del ser, conocer, hacer y convivir de cada individuo de acuerdo con sus aptitudes

  • La dignificación del ser.

Es importante destacar que en la Primera Etapa de la Educación Básica es un período donde los ejes transversales y las disciplinas del saber aparecen totalmente integrados, por esta razón se le reconoce como una etapa de integración, en la cual el aprendizaje se da de una manera globalizada. En este caso, los ejes transversales no tienen una epistemología propia, ni un espacio determinado en el Diseño Curricular. Estos se desarrollan en el contexto de las áreas académicas. En la Segunda Etapa del Nivel los ejes continúan interrelacionados con las áreas del conocimiento, aún cuando éstas comienzan a tomar su propio carácter y naturaleza. Esta etapa se reconoce como un período de interrelación a diferencia de la Tercera Etapa que es una etapa de independencia.

3.3. Principios del currículo del nivel de educación básica.

Para poder hacer realidad la recuperación y el fortalecimiento de la educación como tarea real y profundamente humanizadora, debemos asumir y llevar a la práctica educativa, entre otros, los siguientes principios:

  • Abrir y conectar la escuela con la vida. La escuela debe abrirse de par en par a la realidad cotidiana que viven los alumnos y las alumnas para, empapándose de ella, fundamentar toda su acción referida a todos los ámbitos de la enseñanza y el aprendizaje en esa realidad que es en la que, en gran medida, las nuevas generaciones están experimentando el arte de aprender a vivir.

  • La escuela, abierta a la vida, necesita romper definitivamente el divorcio o el distanciamiento, que con frecuencia en ella se establece, entre los contenidos de las áreas y los que los alumnos perciben y adquieren, consciente o inconscientemente, a través de su experiencia diaria en contacto con la realidad.

  • La escuela, asumiendo e integrando en sus procesos de enseñanza y aprendizaje la totalidad de los ámbitos del conocimiento y de la experiencia, debe adoptar una actitud profundamente crítica y constructiva a favor del desarrollo de los valores éticos fundamentales, es decir, de aquellos valores básicos para la vida y para la convivencia que fundamentan el sistema democrático.

  • En la escuela debe dotarse a los alumnos de las capacidades necesarias para conocer e interpretar la realidad y para poder actuar sobre ella; capacidades que, sin duda, alcanzarán a través del aprendizaje de los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que les ofrecen las Áreas Académicas, pero que, para su asimilación práctica e interiorizada, requerirán de otras más globales e interdisciplinares, como son, por ejemplo, la capacidad de comprensión y de expresión básica en toda situación de intercambio comunicativo-, la capacidad de pensar, o la capacidad para trabajar individual o grupalmente- de forma sistemática y responsable.

A estos principios globalizadores, que poseen un claro carácter interdisciplinar, se les da el nombre de Ejes Transversales.

Los ejes transversales, constituyen temas recurrentes que emergen de la realidad social y que aparecen entretejidos en cada una de las áreas que integran el currículo"; temas desarrollados, en el contexto de la acción escolar, a través de planteamientos de carácter social no considerados como paralelos a las áreas, sino como medios que conducen a un aprendizaje que favorezca la formación científica, humanística y ético-moral de los alumnos en el marco de los problemas y de los cambios sociales que puedan suscitarse en su realidad.

La transversalidad se asume como mecanismo que permite la interrelación entre el contexto escolar, familiar y socio cultural. Así mismo, garantiza la integración de todas las áreas académicas. El enfoque transversal que se propone considera cuatro ejes en la primera etapa de Educación Básica: Lenguaje, Desarrollo del Pensamiento, Valores y Trabajo; y para la segunda etapa de Educación Básica, son los mismos ejes con la diferencia que se incluye el eje Ambiente.

En el modelo curricular para el nivel de Educación Básica (1997) se señala explícitamente que los ejes "…constituyen una dimensión educativa global interdisciplinaria que impregna todas las áreas y que se desarrolla transversalmente en todos los componentes del curriculum…"

Los ejes transversales se constituyen, entonces, en fundamentos para la práctica pedagógica al integrar los campos del ser, el saber, el hacer y el convivir a través de los conceptos, procedimientos, valores y actitudes que orientan la enseñanza y el aprendizaje. Hay que insistir en el hecho de que el enfoque transversal no niega la importancia de las disciplinas, sino que obliga a una revisión de las estrategias aplicadas tradicionalmente en el aula al incorporar al currículo, en todos sus niveles, una educación significativa para el niño a partir de la conexión de dichas disciplinas con los problemas sociales, éticos y morales presentes en su entorno.

Los tres ámbitos en los que es preciso tener en cuenta y proyectar dichos ejes:

  • En la toma de decisiones sobre el sistema de valores en los que se va a centrar la acción escolar; lo cual supone un proceso de reflexión, diálogo, definición, acuerdo y compromiso de toda la Comunidad Educativa, que debe explicitarse en el Proyecto Pedagógico de Plantel como uno de sus componentes esenciales.

  • En la adecuación de los reglamentos escolares con los valores seleccionados. La organización y el funcionamiento de la vida escolar debe ser coherente con aquellos valores que se han considerado básicos para la convivencia humana.

  • En los contenidos de las Áreas Académicas a través de los problemas y de las situaciones que fundamenten un aprendizaje significativo para el niño.

Todo lo expuesto permite observar que los ejes transversales no son abstracciones que se aprenden conceptualmente. Se aspiran que ellos se traduzcan en actividades y comportamientos concretos relacionados dinámicamente con la realidad en cada una de las áreas curriculares. Esto, dentro de un enfoque que propicia la autonomía, la globalización y la interdisciplinariedad como recursos que permitan al sistema educativo, dentro de un contexto cambiante, responder con vivencias concretas a las exigencias que la sociedad le impone.

3.4. Ética y valor desde el eje transversal valores.

La Educación en los Valores constituye otro de los ejes transversales característicos de la Educación Básica y, a la vez, configura uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos los educadores en la actualidad.

Para resolver con éxito los problemas globales, característicos de nuestro mundo contemporáneo, necesitamos crear nuevos métodos de pensamiento, elaborar una nueva moral y una nueva escala de valores, y, sin duda alguna, nuevas normas de comportamiento.

La humanidad está en el umbral de una nueva etapa de su desarrollo. No sólo se debe promover la expansión de su base material, científica y técnica, sino, lo que es todavía más importante, formar nuevos valores y aspiraciones humanísticas, ya que la sabiduría y el humanismo son las verdades eternas que constituyen el fundamento de la humanidad. Nos encontramos, por lo tanto, ante un reto histórico consistente en recuperar el pensamiento humanista como definidor de la arquitectura de todo modelo social; un gran reto que debe traducirse, desde la perspectiva educativa, en la integración, dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje, de un sistema de valores compartidos sobre los que construir la propia vida y el entramado social; un nuevo sistema de valores capaz de hacernos descubrir y redimensionar la existencia, y de abrirnos horizontes, positivos e ilusionados, en la construcción de nuestros propios y personales proyectos de vida.

Es un reto del que se desprende un hecho incuestionable: la vinculación que hoy, más que nunca, debe existir entre ética y educación, es decir, entre la ética entendida como el arte de saber vivir con uno mismo y con los demás y de aprender a sentir amor, interés y gusto por la vida, y la escuela como el ámbito capaz de contribuir activamente a ese aprendizaje.

En el marco de este reto, surge la consideración de la Educación en los Valores, dentro del Currículo, como un eje transversal, o, si se quiere, como un contenido de enseñanza y aprendizaje que debe impregnar la totalidad de la tarea educativa.

Entre las dimensiones de este eje se encuentran el respeto por la vida, la libertad, la solidaridad, la convivencia, la honestidad, la identidad nacional y la perseverancia.

3.5. La educación basada en valores éticos.

El siglo XXI plantea a la educación una doble exigencia que puede parecer contradictoria: la educación debe transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro.

Simultáneamente, debe hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.

Para cumplir el conjunto de las misiones que le son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad; todo esto para dotar a los alumnos, a través de la educación, de un pensamiento autónomo, que les permita emitir juicios sobre que deben hacer en las diferentes circunstancias a las que se enfrenten a lo largo de la vida.

El proceso educativo es permanente en la vida del ser humano, en la escuela se constituye la interacción con las demás personas, con los objetos y elementos de su entorno, en cualquiera de sus niveles de acción, preparará al hombre para la vida, contribuye al desarrollo de competencias socio-afectivas y habilidades indispensables para la vida, da forma a la personalidad, desarrolla el pensamiento crítico y científico; además, favorece la adquisición de conocimientos, hábitos, destrezas, habilidades, actitudes y valores.

La educación y formación de valores comienzan sobre la base del ejemplo, que no se pueden reducir a los buenos ejemplos y el modelo del profesor, por lo que la formación de valores es un proceso gradual, donde es necesario buscar e indagar cuáles valores y por qué vías se deben formar, desarrollar, afianzar y potenciar en diferentes momentos de la vida, según las necesidades que se van presentando en la formación de un profesional.

La educación es medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social.

Hablar de educación en valores es un tema por demás importante, la realidad de los centros educacionales muestra una clara decadencia de valores en el alumnado. Es bien sabido, que las primeras nociones de educación en valores se reciben en el hogar, sin embargo, no siempre es de ese modo. La educación en valores es un proceso sistémico, pluridimensional, intencional e integrado, que garantiza el desarrollo de una personalidad consciente; se concreta a través de lo curricular, lo extracurricular y toda la vida de la institución educativa.

El amor a la profesión, la responsabilidad, la honestidad constituyen valores esenciales reguladores de la actuación de un profesional competente (González, V., 1999). Por tanto, sólo cuando los valores constituyen motivos de la actuación del sujeto se convierten en verdaderos reguladores de su conducta.

La educación se encuentra con un problema permanente. Existen dos exigencias fundamentales: una relacionada con los conocimientos que deben ser creados, re-creados, mantenidos, acumulados y transmitidos de generación en generación, es decir, la parte teórica; otra, de suma importancia porque en esencia fundamenta esta transmisión, referida al sentido de todas estas actividades educacionales y que es, en una palabra, ÉTICA.

La ética es la ciencia que, al estudiar la conducta humana en cuanto al deber ser, traduce sus principios a exigencias prácticas que deben regular cualquier actividad, incluyendo el estudio de la misma. La ética insiste en la idea de la propia autonomía. Que sea autónoma significa que sus principios no pueden fundamentarse en una religión o en una autoridad terrenal. No hay otro origen de la ley moral, que la misma razón humana, de ahí su autonomía.

Los valores éticos deben integrarse en el currículo como parte medular de éste, ya que las deficientes técnicas de enseñanza, no observan ningún tipo de inducción ética y por ende el profesional nunca desarrolla una moral y olvida que es un hombre que interactúa en sociedad, que debe trabajar para el desarrollo de la misma, y que como abogado debe orientar sus actuaciones al servicio a la sociedad y jamás en contra de ella.

Los valores son principios que marcan la actitud y la conducta de las personas, es decir, son aspectos que influyen en su comportamiento y les permiten crecer como individuos al entenderlos como aportes positivos al desarrollo de sus vidas.

Las cosas no son valiosas por si misma, sino que tienen el valor que le damos, es por esto que cada persona tiene su propia escala de valores. No todos se comportan de igual manera ante las vivencias y los problemas de la vida. Por lo que es necesario tomar en cuenta que los valores no son transferibles, sino que los adquirimos de diferentes formas. Tampoco son estáticos sino vivos y cambiantes.

Cambian a lo largo de la historia y, cada cultura tiene sus propios valores. El ser humano no siempre conserva sus valores por toda la vida, sino que de acuerdo con las etapas de su vida los va cambiando, hasta llegar a adquirir su propia escala de valores.

Aunque son muchos los factores que pueden contribuir a crear valores, existen cuatro colectivos que tienen gran influencia, estos son: la familia, es la primera escuela de valores, la persona forma sus primeros hábitos en el seno de su familia; la escuela, donde el maestro debe mantener una actitud formadora de valores, aquí lo más importante es el ejemplo coherente entre lo que el maestro dice y lo que hace; los medios de comunicación, hoy invaden nuestras vidas y transmiten valores y antivalores que influyen en las personas de todas las edades, por lo que es necesario la reflexión critica y constructiva en relación al mensaje transmitido; y por último, el grupo de los iguales, que varia según las edades, necesidades e inquietudes de cada quien. Se busca para relacionarse a aquellas personas con las cuales uno se siente identificado, y en el grupo se viven e intercambian valores, o si no se está seguro de los que poseen, se corre el riesgo de perder, los que ya tenemos.

Los valores son muy importantes para las personas y la sociedad porque están en todas partes y se adquieren sobre todo a través de la práctica, y del ejemplo, y pasando por situaciones que reclaman la presencia de valores alternativos.

En tal sentido, cabe preguntarse ¿a quien corresponde la tarea de formar los valores? ¿a la escuela, a la familia, o a la sociedad en general? La educación en valores es tarea de todos los que actúan de un modo u otro sobre los educandos. Si la sociedad somos todos, entonces, de todos es la responsabilidad de mejorarla, elevando el comportamiento de sus miembros.

La formación en valores es una cuestión de corresponsabilidad, de actuar al unísono y en concordancia. Sin embargo, loe espacios más propios de la educación son la familia y la escuela. Ambas instancias son las que deben hacerse cargo por igual de lo que transmiten a los niños y los jóvenes. No obstante, un punto de concordancia en la actualidad es la idea de que la educación de cada persona se lleva a cabo a lo largo de toda la vida. El aprendizaje hoy, se realiza en diversos lugares, de modo formal-familia, escuela, comunidad local, medios de comunicación, trabajo, iglesia, entre otros; y no finaliza nunca. Es preciso, por tanto, buscar las alianzas entre las instituciones que hacen propuestas para la educación del ciudadano(a).

Alianzas que lleven una visión renovada y de futuro, pero que se centren en la dignidad humana y en la equidad como metas prioritarias. En esta línea se sitúa el informe de la UNESCO de la Comisión Internacional para la Educación en el siglo XXI, que señala como ejes de desarrollo inmediato, cuatro pilares los cuales constituyen el norte de la educación de hoy. Estos son: aprender a conocer, es decir, dominar los instrumentos de comprensión del mundo, adquirir capacidades para ordenar la información dispersa proveniente de diferentes medios y al mismo tiempo gozar de la alegría del saber, de tal manera que se genere una motivación para seguir aprendiendo; aprender a hacer, como tarea bien distinta de lo que era hace poco la preparación para el mundo del trabajo. Supone la adaptación ante los cambios, capacidad de iniciativa y autonomía, calificación profesional y aptitud para el trabajo en equipo; aprender a vivir con los demás, que implica la enseñanza activa de la no violencia y de la tolerancia, el descubrimiento del otro, cercano o lejano y de sí mismo, y la adquisición del sentido de responsabilidad para la participación social y el ejercicio de la ciudadanía; aprender a ser, que constituye la misión más importante la misión más difícil y más importante, encomendada a la educación, porque se refiere al desarrollo total de cada persona, espíritu y cuerpo, inteligencia, sensibilidad personal, sentido crítico y autonomía. Aprender a ser va más allá de la adquisición de capacidades o hábitos, para tocar el núcleo del ser da cada individuo y del sentido de su vida.

Este enfoque de la educación en valores como dimensión inherente al ser humano durante toda su vida, requiere atención por parte de loa Poderes Públicos y de toda la sociedad, porque de ello depende el bienestar personal y colectivo, el énfasis en la estrategia para hacer viable esta educación varía en cada caso, pero hay coincidencia también en aprovechar todas las vías y todos los interlocutores sociales.

Ética y valores en el ciclo diversificado

Al hablar de estos dos aspectos fundamentales, que se enfocan y son parte esencial de la educación en todos sus contextos y ámbitos es necesario realizarse ciertas interrogantes para darle el enfoque hacia el ciclo diversificado ya que este es el último escalón de una etapa educativa que la mayoría de los seres humanos deben transitar.

Hacia donde orientar la educación en esta época de incertidumbre con respecto al destino del hombre?, ¿Qué tipo de hombre debe formarse para que pueda salir con éxito de las crisis recurrentes? ¿Con base en qué criterios se debe actuar frente a situaciones de conflicto? Estas eran preguntas obligadas hace algunos años y en la actualidad cobran mayor importancia cuando se habla de una crisis de valores o de una crisis de valoraciones.

Dando respuestas a estas interrogantes, se puede decir: que en la vida no basta ser inteligente para alcanzar el éxito. Es necesario, adaptar un método que seguido paso a paso, nos conduzca a la meta que nos hemos trazado.

Muchos pensadores venezolanos y líderes apuntan reiterativamente que la alternativa educativa es una de las soluciones; pero no una educación sólo de contenidos, sino de procesos. Es hacia lo que apuntan los escritos y reflexiones de Uslar Prieti, Jenaro Aguirre, S.J., Luis Ugalde, S.J., Oswaldo Romero, y otros."

Las actividades humanas de mayor envergadura giran en torno a los grandes valores, y las ciencias buscan también algunos valores.

La Ética en nuestro sistema de gobierno, no se le ha dado la debida importancia como un elemento de su estructura organizativa o funcional, ni en lo teórico ni en lo práctico, a pesar de que la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, COPRE, ha elaborado un anteproyecto de un Código de Ética de los Servidores Públicos, (1996) cuyo objetivo es"…trabajar con un concepto amplio de lo éticamente deseable e indeseable." Una revisión de instrumentos similares en el derecho comparado latinoamericano confirma la validez de dicho criterio. Así en el Código de Ética Profesional do Servidor Público Civil do Poder Executivo Federal de Brasil encontramos disposiciones como la IX que reza así: La cortesía, la buena voluntad, el cuidado y tiempo dedicado al servicio público caracterizan al esfuerzo disciplinado. Tratar mal a una persona que paga sus tributos directos o indirectos, significa causarle daño moral. De la misma forma, dañar cualquier bien perteneciente al patrimonio público, por descuido o mala voluntad, no solo constituye una ofensa a la dotación e instalaciones del Estado, sino a todos los hombres de buena voluntad que dedicaron su inteligencia, tiempo, esperanzas y esfuerzos para construirlos."

Ética y valores en la educación superior, desde la comprensión y ética en la cultura planetaria

Las culturas deben aprender las unas de las otras y la orgullosa cultura occidental que se estableció como cultura enseñante debe también volverse una cultura que aprenda. Comprender es también aprender y re-aprender de manera permanente.

  • El siglo XXI plantea que la educación debe transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, ya que son la base de las competencias del futuro.

  • Cada día se exige mayor preparación y calidad en los profesionales, las universidades deben ser un espacio que favorezcan el crecimiento personal de los discentes.

Justicia, honestidad y lealtad son los valores que deben reflejarse en la formación y ejercicio del profesional, es imprescindible que las instituciones de educación superior propicien un accionar responsable y ético en sus estudiantes a través de la incorporación de estrategias y metodologías novedosas que lo orienten a formarse como un profesional integral.

  • La Educación en Valores debe ser preocupación de todo centro educativo en el nivel superior.

  • Es de suma importancia crear conciencia y propiciar la reflexión acerca de los valores éticos, afianzando pues así el nivel profesional de los egresados.

  • Dado que los Valores son un tópico difícil de manejar, es necesario crear una metodología que permita tener un mejor manejo de los contenidos por parte de los docentes de las asignaturas, las cuales están incluídas estas en el plan de estudios superiores y que tributan a la educación en Valores de los futuros profesionales.

Lee con atención las siguientes afirmaciones y medita si estás o no de acuerdo con ellas y por qué. Escribe tus conclusiones en tu cuaderno.

  • Ser ético es una actitud que debe practicarse todos los días. Si o no

  • La ética no sirve para nada, pues a fin de cuentas yo hago lo que quiero.

  • La ética sirve para comprender si están bien o mal nuestros actos.

  • Ser ético es una cuestión personal que nada tiene que ver con los demás.

  • Para poder ser una persona con ética es preciso practicar valores como la honestidad, la libertad, la tolerancia, el respeto y la honradez.

  • Debo ser ético, cuando me ven y no ser ético cuando nadie me ve.

Por otra parte al hablar de Ética y Globalización no podemos obviar la fuerte conexión qué existe entre la noción de desarrollo y la de globalización. Podemos considerar que el fenómeno de la globalización es un producto ocasionado por la aventura histórica de los países llamados desarrollados y que el proyecto de la globalización consiste en llevar a cabo un desarrollo federalizado. Pero en primer lugar realizare la crítica ética de la noción misma de desarrollo y después veremos si existe un camino para la integración ética. Si consideramos la noción de desarrollo desde un punto de vista ético, debemos saber que no existe ningún tratado ético posible si pensamos que el concepto de desarrollo tiene como núcleo una noción ética y económica. Es un concepto que contiene en sí mismo, los conceptos de utilitarismo y de cualidad. ¿Qué significa esto? Que si nos limitamos a este tipo de visión, caeremos, en consecuencia, en la ignorancia de los rasgos no utilitarios de la vida humana: amor, pasión, honor, ludismo y de todas sus cualidades.

Conclusión

La educación del futuro, para La Complejidad, según Morin (1999), significa dimensionar el proceso de aprendizaje – enseñanza, en dos conceptos fundamentales, el caos y la incertidumbre (La cabeza bien puesta. Bases para una reforma educativa, 1999). El caos, entendido como un proceso de quiebre de estructuras mentales (que nada tienen que ver con el desorden), que se encuentran ubicadas y reducidas al pensamiento lógico inductivo / deductivo y por tanto a el método o proceso científico; y la incertidumbre, como proceso que niega en principio la completitud del conocimiento, y que es antagónica a la simplificación o reducción del mismo. En este sentido Morin, Roger y Motta (2006), explican que "un pensamiento complejo nunca es un pensamiento completo. No puede serlo. Porque es un pensamiento articulante y multidimensional" (p.66). Para ello se propone dejar la vieja costumbre de separar y dividir el acceso al conocimiento en partes específicas y tecnificadas, dando paso a un nuevo estilo de aprendizaje global que parta del todo y que culmine en el todo (La cabeza bien puesta. Bases para una reforma educativa, 1999). A su vez Morin, et al (2006), establecen que "el pensamiento complejo piensa por medio de macro-conceptos…"(p.72), es decir, "…sólo pretenden ganar en compresión, reconociendo críticamente, aquello que se pierde en la cosmovisión unidimensional de un pensamiento simplificante y reduccionista" (p.73).

Partes: 1, 2
Página siguiente