Estados Unidos de Norteamérica, condicionamientos históricos de un imperio (página 2)
Enviado por Eduardo Morales Sarduy
En dicho estado insular europeo, el conflicto social se agravaba, al luchar la ascendente burguesía contra la corona feudal. Los choques se expresaban en forma política y religiosa; los "puritanos" criticaban a la iglesia oficial anglicana por mantener ritos y estructuras asociadas con el catolicismo, pues ellos defendían las más simples formas de fe y culto protestante. Y con el mismo ardor censuraban a la monarquía en la Cámara de los Comunes, mientras en el resto de la sociedad la represión real inducía a muchos pertenecientes a sectas radicales a emigrar hacia Norteamérica, donde se asentaban para regirse acorde a sus creencias mediante el sistema de autogobierno.
La crisis económica de 1640 desató los acontecimientos que llevaron a la Guerra Civil inglesa, la cual terminó con el triunfo de Oliverio Cromwell, quien prohibió la propiedad feudal, así como todo tipo de gremio, corporación, estanco o monopolio; vendió las tierras de la iglesia y la corona y creó un nuevo parlamento, estrictamente burgués. Esta derrota del feudalismo en Inglaterra facilitó el autogobierno en todas las colonias. Luego de muerto Cromwell, cuando un rey ingles pretendió retornar al absolutismo, tuvo lugar la denominada Revolución Gloriosa (1688-1689), la que emitió una "Declaración de Derechos," así coma un "Acta de Tolerancia"; esta afirmó la libertad de cultos y aquella impuso limites a la corona, al afianzar la supremacía del parlamento. Esto repercutió grandemente en las colonias ya que en ellas las asambleas regionales de burgueses proclamaron sus derechos y libertades, frente a los gobernadores nombrados por el monarca.
Los acontecimientos brevemente expuestos con anterioridad que suceden allende a los mares de America unido a la existencia de millones de hectáreas de tierras vírgenes y fértiles, una amplia red fluvial, bosques maderables, millones de búfalos y un clima favorable son factores que estimularon las primeras oleadas migratorias y el inicio de un acelerado crecimiento poblacional y territorial, a todo lo anterior debemos agregar que los europeos que zarpan hacia esta parte del nuevo mundo, a diferencia de españoles y portugueses que solo pensaban en oro y riquezas que trasladar a sus respectivos países, estos venían con sus familias y sueños dispuestos a labrarse un destino y forjar una nación y de esta manera nacieron y crecieron las primeras colonias inglesas en Norteamérica.
Muchos estudiosos del tema coinciden en que la corona británica no prestó toda la atención que debía al desarrollo de sus colonias en América y en ellas para mediados del siglo XVIII ya estaban creadas las condiciones objetivas y subjetivas que facilitarían el proceso independentista.
El Tratado de Paz de 1763 que sucedió a la toma de La Habana por los Ingleses, hizo que de la noche a la mañana los sesenta mil habitantes de Québec se transformaran en súbditos Ingleses, pero muchas de las tribus aliadas tradicionalmente a los franceses no aceptaron la derrota, y guiados par los indios ottawa prosiguieron los combates durante dos años más; Pero fueron derrotados por las fuerzas dirigidas por el coronel Washington. Una vez terminado el conflicto la metrópoli decidió tomar cartas en el asunto y alcanzar un mayor control de las colonias, las cuales comenzaban a tornarse ingobernables, en el propio 1763 una Proclama Real puso fin a la expansión de los norteamericanos hacia el Oeste. Al año siguiente la emisión de la Ley del Azúcar dificultaba el hasta entonces frecuente contrabando de melazas, Además, en .el propio 1764 se promulgó una Ley de la Moneda que ilegalizaba los billetes expedidos en las colonias. Después, en 1765, la Ley del Timbre impuso el pago de una estampilla para cualquier documento, escritura o periódico y en el propio año la Ley de Acuartelamiento exigió que las colonias brindaran provisiones y alojamiento a tas tropas reales.
Desde entonces y durante cinco años, las relaciones metrópoli-colonia fueron oscilantes e indecisas, hasta que a principios de 1770 dos regimientos británicos fueron situados en Boston. Su presencia en esta ciudad originó una tumultuosa protesta, durante la cual hubo cuatro muertos de la población civil. Este hecho, calificado de "masacre" por los patriotas desencadenó todo un movimiento conspirativo en el cual participaron la mayoría de las fuerzas sociales de las colonias con independencia de credo o simpatías políticas, la realización del primer congreso continental reafirmó el sentimiento patrio e independentista. La fase bélica comenzó en Lexington el 19 de abril de 1775, cuando en un cheque armado perecieron ocho minute men nombre con el que se conocía a los milicianos norteamericanos. Pero en su camino de regreso, la tropa inglesa tuvo más de doscientos cincuenta muertos. Enseguida un Segundo Congreso Continental en mayo decidió levantarse en armas, nombró a George Washington Comandante en Jefe y movilizó a los milicianos para que lucharan por su libertad, en enero del año siguiente, Thomas Pride con su manifiesto titulado "Sentido Común" reclamo la formación de una republica, cuya independencia finalmente fue proclamada el 4 de julio de 1776; el referido documenta estaba muy influido par las ideas de la ilustración francesa y por el Tratado de Gobierno de John Locke, que el patriota Thomas Jefferson había sintetizado.
A partir de mayo de 1776 la insurgencia norteamericana recibió el apoyo de Francia, apoyo al que oficialmente se sumó España en 1779; desde antes, La Habana se había convertido en centro de abastecimiento de los independentistas a través de la Louisiana, el astillero y el arsenal habaneros se dedicaron a reparar y reartillar la escuadrilla rebelde. Después un ejército español, en parte compuesto por criollos de Cuba, desembarcó en la Florida y Francia, par su parte, a mediados de 1780 envió hacia Norteamérica un ejército de seis mil hombres, mientras su flota hostigaba a la inglesa por el Atlántico.
Agobiada par el flujo de recursos desde Cuba, Inglaterra en 1782 pretendió retomar La Habana, pero fracasó en su intento, sin lograr tampoco impedir la replica que desde esta ocupó las Bahamas. Entonces los ingleses tuvieron que iniciar conversaciones, las cuales desembocaron en el Tratado de 1783. Este reconoció la independencia, soberanía y libertad de las colonias.
Los Estados Unidos de América aprobaron una Constitución Federal en 1788, par la cual el pueblo era el único soberano y estableció una clara división de poderes, y el derecho a cada estado integrante de la naciente unión a aprobar su propia constitución. Así mientras varios estados del norte promulgaron medidas progresistas, el sur legalizaba la esclavitud.
La expansión de los Estados Unidos de América se inicio en 1803, cuando Francia les vendió su territorio de la Louisiana incluida Nueva Orleáns, Pero los estadounidenses, soñaban con tener el control sabré las estratégicas vías lacustres y fluviales del Norte. Para ello desataron la guerra de 1812 contra Inglaterra, el 23 de diciembre de 1817, el ejercito norteamericano al mando del general Andrew Jackson invadió la península de la florida y le propuso al absolutista rey español Fernando VII, un "Acuerdo General Fronterizo" entre ambos países. Este finalmente se firmó en 1819 y implicó el reconocimiento de la frontera existente con el Virreinato de México a lo largo del rió Sabina, así como su formal renuncia a poseer Texas. Aprovechando que en la vecina republica en es momento se desarrollaba una intensa lucha popular contra el centralismo conservador del dictador Antonio López de Santa Ana; con el propósito de escapar de la referida tiranía, los liberales proclamaron su temporal separación del gobierno conservador, hasta que se restableciera la Constitución federalista de 1824. Sucedió lo mismo en Texas el 7 de noviembre de 1834, donde los ingenuos liberales no vislumbraban que el respaldo de Houston y demás inmigrantes escondía el propósito de separar a Texas para incorporarla definitivamente a los Estados Unidos de América. La ulterior captura de Santa Ana el 21 de abril, y el cambio de su libertad personal a cambio de la entrega de Texas son conocidos. Culminaba de esa forma la primera parte del plan de crecimiento territorial del presidente Jackson.
En Diciembre del 1845 comenzó la segunda etapa en la cual se aplicó la vieja política que reza "El fin justifica los medios" y el fin en este caso era completar las cerca de 945 000 millas cuadradas que a la postre lograron anexar a su territorio. Entre los capítulos mas sobresalientes de esta etapa están la firma el 21 de febrero de 1848 del tratado Guadalupe – Hidalgo mediante el cual México perdió la mitad de su territorio y cerca de cien mil habitantes, paralelo a todo este proceso histórico que brevemente hemos narrado se da la llamada conquista del oeste y el exterminio casi total de la población y cultura aborigen, tema este que por su trascendencia en la historia domestica norteamericana nos proponemos dedicar un trabajo aparte.
En 1820 el llamado Compromiso de Missouri, que buscaba mantener en el Senado el equilibrio entre los veintidós miembros de cada bando, al acordarse que los futuros ingresos a la federación debían hacerse de manera igualmente proporcional: un estado abolicionista par cada uno que no lo fuera. Se impulsó así el empuje hacia Occidente, por lo cual en 1830 se emitió la ley que autorizaba desalojar a la población aborigen al Oeste del río Mississippi, de lo que siempre habían constituido sus predios tradicionales. Pero la anexión de los territorios arrebatados a México, donde la esclavitud había sido erradicada hacia décadas, alteró inesperadamente las relaciones entre el Norte y el Sur, Para ello en 1850 se tuvo que forjar un nuevo compromiso, que endilgaba a cada estado el problema de autorizar o no en su territorio, la existencia de tan repugnante régimen, la aventura centroamericana de William Walker la cual tenía como objetivo anexar estos territorios a la unión, llena los años del medio siglo XIX.
En cuanto a Cuba, esta a estado siempre en la mira expansionista yanki y fueron muchos los intentos que por comprarla o anexarla realizaron los norteamericanos y en este periodo los políticos del sur arreciaron esos intentos
Entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos de América, la esclavitud no era el único punto contencioso; en la parte septentrional, la revolución industrial impulsaba las fábricas de textiles, papel, vidrio e hierro, que producían para el mercado interno y exigían el proteccionismo. Frente a este reclamo, los exportadores agrícolas meridionales defendían el librecambio. En ese contexto, un humilde hijo de granjeros, nacido en Kentucky, autodidacta que luego se hizo abogado, y cuya fama se había generalizado por su oposición a la guerra contra México, así como por su profunda aversión a la esclavitud, gana las presidenciales de 1860; Abraham Lincoln. Pero aun antes de que el tomara posesión del cargo, el 20 de diciembre Carolina del Sur se declaró separada de la Unión a la que se le unieron otros diez estados a los que se le llamaron confederados. Se inicio así una larga y sangrienta guerra civil que va a terminar en 1865 con la victoria del norte y la consolidación definitiva del estado norteamericano.
En los 33 años que separan el fin de la Guerra de Secesión de la intervención en el conflicto Hispano – cubano, el papel de los Estados Unidos en la arena internacional es poco significativo, su estrategia se centra en el perfeccionamiento de sus estructuras internas y en la consolidación de su economía con un política muy bien definida, en la cual destaca la creación de una inmensa red ferroviaria que une a ambas costas del país, permitiendo de esta manera el correcto intercambio de materiales a lo largo y ancho del país.
Sin embargo, a pesar de la expansión industrial, y de la inherente movilidad del campo hacia las ciudades, se supo mantener un correcto equilibrio entre la ciudad y el campo, sustentado en parte gracias al descubrimiento de las islas vírgenes en el oeste, donde se mantuvo el tipo de producción de bienes primarios. Gracias a esta balanza de producción, los Estados Unidos pudieron desarrollar desde comienzos del siglo una independencia económica de las otras naciones, al autoabastecerse casi en la totalidad de los productos requeridos por la población.
Para comenzar el siglo, la presidencia de la nación más poderosa del planeta se encontraba en manos de Theodore Roosvelt, que gobierna desde 1901 hasta 1909. Bajo su gobierno ocurre el incidente de Panamá mediante el cual Colombia pierde la soberanía sobre esa provincia y a través del tratado Herran- Hay, mediante el cual se le concede a Estados Unidos una franja de 9.5 kilómetros de anchura para llevar a cabo la construcción del canal, a cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta anual que no fue efectivamente cancelada. Es también bajo su gobierno que se hace efectivo el dominio sobre Cuba mediante la imposición de la "Enmienda Platt", consolidan el dominio sobre Las Filipinas y deciden el destino de la isla de Puerto Rico.
Cronológicamente, sigue como suceso más importante en la historia de Estados Unidos; recordando que nuestro enfoque se centra en el crecimiento geográfico, político, económico y militar de ese estado; el surgimiento del movimiento progresista, "un movimiento para reformar la sociedad y los individuos mediante la acción del gobierno," cuyo objetivo de fondo era introducir las primeras formas de intervención estatal en el devenir de la sociedad, porque hasta 1900 tanto el Estado como la economía se habían caracterizado por la implantación de la "política del dejar hacer" o mínima intervención del Estado en la empresa privada. Con la llegada del movimiento progresista se emprendió una cruzada democrática de grandes proporciones a través de la cual se buscó brindarle un aire de transparencia a las administraciones tanto nacional como de los diferentes estados. Bajo esta política estatal en las ciudades se instauraron las primeras empresas municipales de servicios públicos y se sentaron las bases para el funcionamiento futuro de las empresas de transportes al interior de las urbes.
Para el Presidente Roosvelt, la política era "el arte de lo posible" y lo demostró cuando en repetidas ocasiones mostró severidad en el cumplimiento de la "ley antimonopólica Sherman". Del 1909 al 1912 el presidente Taft mantiene la política iniciada por Roosvelt
Al terminar el período de Taft, asume el poder el demócrata Woodrow Wilson, quien resulta elegido por primera vez en 1913 y lo reeligen hacia 1916. Tanto el como su secretario de Estado tenían la firme convicción que los Estados Unidos estaban llamados a ser los promotores del orden moral y la democracia en el mundo. Fue el quien decidió el ingreso de su país a la Primera Guerra Mundial, apoyo la creación del sistema de la Reserva Federal (1913) a través del cual se buscó traer orden al mercado monetario, resolver las posibles crisis que surgiesen y controlar el sistema crediticio de manera centralizada. Además de esta importante institución que subsiste hasta la actualidad, los años veinte son de auge económico en el sector inmobiliario y del transporte con el emblemático Ford modelo T.
Desafortunadamente en esta coyuntura, a raíz del auge y crecimiento económico, se dio el acceso de numerosos capitales a la población, con altas ganancias y tasas de interés realmente bajas, había mucho dinero en la economía disponible para invertir, miles de millones de dólares fueron hacia el mercado de capitales, y la burbuja resultante de este proceso llevó los precios de las acciones mucho más allá de su valor real, todo ello, para finalmente ocasionar una caída de la bolsa, le correspondió a Hoover lidiar con la peor crisis financiera y económica de los últimos tiempos, "La gran depresión." El presidente más carismático de la historia reciente de los Estados Unidos de Norteamérica. Franklin Delano Roosvelt, al momento de asumir las riendas de su país le imprimió un alto grado de confianza al electorado y a la sociedad en general, pues desde su discurso de posesión les dijo que lo único que debían temer los Estados Unidos, era al miedo mismo. Su estrategia de jalonamiento económico (con intervención estatal) fue el "New Deal", su administración realizó un excelente trabajo administrativo, una de las principales estrategias utilizadas por su administración fue la de invertir grandes capitales en infraestructura con el propósito de generar empleo y utilizar la construcción como sector líder de la economía
Llegada la II Guerra Mundial, los norteamericanos aprovecharon de la manera más inteligente los recursos humanos y de capital disponibles, haciendo de la industria bélica en sus diferentes procesos un foco de empleo y progreso para gran parte del país.
La historia se ha encargado de demostrar la actitud oportunista que asumieron en su participación en la Segunda Guerra Mundial con el demorado "Día D" que marcó la apertura del llamado segundo frente con el Desembarco de Normandía", en este contexto empresas como General Motors e IBM, le sacaron jugosas ganancias al conflicto armado, esta ultima le vendió tecnologías a los nazis, aún después de que Estados unidos le declarara oficialmente la guerra a Berlín.
El innecesario uso de la bomba atómica contra los japoneses (6 y 9 de agosto en Hiroshima y Nagasaki), es en nuestra opinión el llamado de trompetas anunciando al mundo la consolidación de un nuevo imperio, después de 325 años de que los padres fundadores llegarán a las costas de Norteamérica a bordo del "Mayflower".
Una vez finalizada la guerra, es importante hacer referencia al Plan Marshall en la economía de post conflicto, en junio de 1947 se lanzó la propuesta a las naciones europeas para devolverles la estabilidad económica y de infraestructura. Como es lógico, la URSS rechazó la oferta y logró vetar el deseo de Polonia y de la entonces Checoslovaquia de participar.
Este plan canalizó ayudas por cerca de 13 billones de dólares hacia Europa, pero los EEUU también se vieron ampliamente beneficiados con este flujo de ayuda, pues gracias a la apertura (permanente) de los mercados y la demanda europeos, obtuvo un superávit en la balanza comercial por valor de alrededor de 12.5 billones.
Entre el 1945 y 1990 el mundo vivió un supuesto equilibrio de fuerzas y decimos supuesto ya que en los escenarios de enfrentamiento que se vivieron en esos años en el marco de la llamada Guerra Fría siempre prevaleció el criterio occidental y hubo una silenciosa política dirigida a derrocar el sistema socialista, mucha de esta historia esta aún en expedientes clasificados de secreto, ya hoy conocemos como lograron destruir el sistema de gaseoductos soviéticos, como lograron inducirlos a una carrera armamentista de corte espacial para la cual la economía soviética no estaba preparada y otros hechos de mayor o menor cuantía estratégica, después del derrumbe del modelo euro soviético del socialismo, el protagonismo yanki en el mundo aumentó considerablemente y se consolidan como un imperio.
Conclusiones
Después del trágico 11 de septiembre del 2001 el papel de los norteamericanos en la dirección y control universal se tornó absoluto y no se vislumbran en el horizonte inmediato del imperio grietas o fisuras de consideración que auguren una caída inmediata del mismo, pero la historia nos ha enseñado que los imperios una vez alcanzada la cima en el proceso de dominación y control comienzan ellos mismos a forjar las fuerzas que desde dentro los destruirán. El problema fundamental de esta historia estriba en que ya sobrepasamos la etapa de la lanza, la catapulta y la pólvora, vivimos la era del átomo y tenemos suficiente evidencia de su feroz poder destructivo.
Somos millones los que nos preguntamos cada día que sucederá mañana si las riendas de este imperio caen en manos de un Nerón o un Calígula, es por ello que nos levantamos cada día con la optimista idea de que en sus dirigentes prime la cordura y el sentido común y tengan conciencia de que un error en oprimir un botón puede significar el fin de nuestra inteligente especie.
Bibliografía
Abrahantes Dagoberto Rodríguez, Historia de los Estados Unidos en III tomos; Editorial Félix Varela; La Habana 2007.
Schlesinger jr Arthur M, Los ciclos de la historia americana, editorial REI, Argentina 1990.
Tyndall George B & David E. Shi, Historia de los Estados Unidos, tomo II, tm editores,1995.
Autor:
Lic. Eduardo Morales Sarduy
Edad: 45
Categoría: Historia
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