En cuanto a las políticas investigativas del Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre" (IUTAJS), la Dirección Nacional de Planificación y Desarrollo (1996), formula lo siguiente:
- Entrenamiento básico en investigación para los estudiantes.
- Eficiencia en el uso de recursos sobre investigación.
- Investigación Institucional.
- Investigación sobre aspectos nacionales y regionales.
- Institucionalización de las actividades de investigación.
- Interrelación con la comunidad.
- Coordinación e integración de las actividades de investigación (p. 17).
Lo anterior aporta una visión normativa general del IUTAJS sobre la investigación, la cual se encuentra orientada a proveer respuestas y soluciones a las necesidades de desarrollo colectivo, expresadas en el Reglamento de los Institutos y Colegios Universitarios (1974) cuyas disposiciones generales se orientan a establecer que estas instituciones de educación superior están destinadas a promover la investigación científica y tecnológica en aras del desarrollo regional y local.
Más adelante bajo disposición de la Dirección Nacional de Planificación y Desarrollo de los Institutos Universitarios de Tecnología "Antonio José de Sucre" (2001), se suministra un cuestionario para recabar información sobre áreas, líneas y proyectos de investigación correspondiente a las especialidades que se imparten en este complejo educativo nacional, dirigido a jefes de departamento, instrumento que fue utilizado para generar un documento contentivo de las áreas prioritarias de conocimiento, tentativas de líneas y proyectos investigativos.
Sin embargo, en el referido instrumento no se toma en consideración a los docentes, estudiantes, ni a los actores locales, el mismo carece de una explicación sustancial que permita a la comunidad académica conocer la importancia y finalidad de recabar información sobre áreas, líneas y proyectos de investigación, es oportuno señalar que no se informó a las extensiones los resultados obtenidos.
Posteriormente, se consignó a las extensiones un compendio titulado: Líneas de investigación de los Institutos Universitarios de Tecnología "Antonio José de Sucre" (2002), el cual al ser discutido por los directivos y docentes del IUTAJS, Extensión Barquisimeto, concluyeron que no se adaptaba ni al diseño curricular actual, ni a las demandas de los actores locales. Sin embargo, en esta oportunidad tampoco fueron generadas formalmente las correcciones y ajustes a dicho compendio, ni se establecieron estrategias para iniciar el desarrollo de trabajos especiales de grado por los futuros egresados.
Es bajo la instrucción del Ministerio de Educación Superior y la Dirección Académica Nacional del Complejo Educativo "Antonio José de Sucre", cuando se exige la incorporación de la elaboración del trabajo especial de grado como requisito final para el egresado, dejándose a discrecionalidad de la institución, el enfoque metodológico y los procedimientos implícitos para el cumplimiento de esta tarea, tales como reglamentos, manual de normas y líneas de investigación que orientaran la acción investigativa.
En atención a esta situación, la subdirectora académica del IUTAJS Extensión Barquisimeto, señala que:
En los 16 años que tiene el IUTAJS en Barquisimeto, no se había planteado la necesidad de contar con una estructura orientada a organizar y gerenciar el conocimiento desde una perspectiva formal, de hecho el último requisito de nuestros egresados estaba pautado por las pasantías profesionales y la entrega del respectivo informe, por lo tanto no se contemplaba el desarrollo de investigaciones como el trabajo especial de grado, o de otra índole institucional y se recibían de Caracas las directrices sobre los temas investigativos que podían desarrollar los estudiantes, sin contextualizar la realidad regional y local. (Paradas, entrevista personal, Enero 15, 2004).
Sobre la base de las consideraciones anteriores, se puede inferir que la referida institución carece de un sistema organizativo o arquitectura del conocimiento, capaz de garantizar el desarrollo de investigaciones que permita de responder a las necesidades y particularidades del entorno, además de la vinculación que debe existir entre la investigación con las demás funciones académicas. Según Entralgo (2005), es así como cuando surge la necesidad de generar líneas de investigación, que permitieran direccionar los proyectos investigativos de los estudiantes y docentes, así como los trabajos especiales de grado, con la finalidad de contribuir al desarrollo local y regional.
Es así como el IUTAJS, Extensión Barquisimeto, desde enero del 2005 asume la responsabilidad de propiciar un sistema para la gestión de conocimientos, orientado a dar respuesta a los problemas y necesidades de su entorno local, regional, nacional o internacional, requiriéndose la formulación de líneas de investigación desde una perspectiva participativa, es decir, conjunta e interdisciplinaria, dialógica y con proyección universal, sin olvidar situaciones particulares vinculadas especialmente al desarrollo industrial y tecnológico.
Lo anterior podría evidenciar la necesidad de una estructura organizativa para la gestión de conocimientos, capaz de integrar la participación de directivos, alumnos, docentes, representantes del sector productivo y representantes de los entes gubernamentales, vinculados a la actividad científica y tecnológica de la región. Sobre la base de esta consideración se plantea la posibilidad de diseñar líneas de investigación bajo el enfoque holístico que permita la vinculación de los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en el IUTAJS, Extensión Barquisimeto, con la finalidad de fomentar en el IUTAJS la producción de conocimientos adecuados y pertinentes, que logren responder a las necesidades sociales y a la misión de los tecnológicos en el país, atendiendo a las exigencias del Ministerio de Educación Superior, en cuanto a la importancia de incorporar la función académica de investigación en cualquier grado o nivel educativo, orientada hacia el mejoramiento del quehacer humano en general.
En virtud de estas consideraciones, se presentan las siguientes interrogantes: ¿existe la necesidad institucional de diagnosticar la pertinencia de una propuesta para la formulación de líneas de investigación que permita vincular los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo?, ¿será necesario para la institución, según el diagnóstico realizado, asumir el diseño de una propuesta para la formulación de líneas de investigación que permita vincular los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo?, igualmente, ¿será pertinente validar la propuesta desde la perspectiva de los actores académicos y del entorno local?.
Estas interrogantes constituyen el punto de partida de la presente investigación, para orientar tanto la descripción de una realidad, como para responder a la misma, focalizada en el escenario del IUTAJS, para lo cual se presentan a continuación los siguientes objetivos investigativos.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
Diagnosticar la necesidad de formular líneas de investigación bajo el enfoque holístico, para vincular los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en el IUTAJS, Extensión Barquisimeto.
- Diseñar una propuesta para la formulación de líneas investigación bajo el enfoque holístico.
- Validar la propuesta para la formulación de líneas de investigación bajo el enfoque holístico, que permita la vinculación de los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en el IUTAJS, Extensión Barquisimeto.
- JUSTIFICACIÓN
La investigación constituye un proceso de creación intelectual eminentemente socializador, mediante el cual se logran aportes que permiten conocer y transformar la realidad en el campo de la ciencia, la cultura, la tecnología y la sociedad en general; es por ello que la investigación se concibe como una función universitaria necesaria y socializadora, capaz de articular la acción institucional del proceso educativo vinculada al entorno. A este respecto, la UNESCO (1998) plantea la necesidad de crear y difundir el conocimiento al servicio de la comunidad y proyectarlo hacia las necesidades del sector productivo, entre otros.
En el caso de la educación superior venezolana el actual Ministerio de Educación Superior (2001), trazó lineamientos claros y coherentes para el desarrollo de la investigación en todos los ámbitos, haciendo énfasis en el sistema de educación superior, planteando la importancia de la investigación como una contribución al desarrollo político, cultural, económico y educativo, entre otros, tanto en los ámbitos locales y regionales, basada en la participación de los diversos actores sociales en el estudio, comprensión y solución de problemas propios de la realidad nacional.
Sobre este particular, Colmenares (2004) plantea la necesidad de incorporar la práctica investigativa y profesional en los sectores productivos, propiciando el diseño y ejecución de proyectos de acción mancomunada de la universidad y el sector productivo, con la finalidad de apoyar los procesos de innovación científica y tecnológica; así como también la difusión del conocimiento y la prestación de servicios a las instituciones que las demanden.
La importancia de la formulación de líneas investigativas para la realización de investigaciones en las instituciones de educación superior, se deriva de la necesidad de establecer políticas institucionales que funcionen como ejes ordenadores de la actividad de investigación. Por ello, el primer paso institucional para el desarrollo de proyectos investigativos, debe contemplar la direccionalidad y organicidad de las áreas de conocimiento y líneas prioritarias, donde se garantice la generación de investigaciones que respondan a las necesidades reales, tanto de la comunidad universitaria en general, como de la sociedad, y que permita integrar las demandas de cada uno de los actores implícitos de manera articulada y coherente.
Por ello, para que la conformación de líneas de investigación responda a los señalamientos anteriores, Hurtado (2003) refiere la necesidad de hacer consciente a los actores institucionales (directivos, docentes tutores y estudiante investigador) de la realidad social y laboral que les compete, con la finalidad de orientar la investigación a la solución de problemas prácticos y funcionales, pero para ello es necesario que la institución logre una verdadera participación del sector productivo. De aquí se deriva la pertinencia de abordar el diseño de líneas de investigación bajo el enfoque Holístico, que permita vincular los trabajos especiales de grado con las necesidades de sector productivo.
En consecuencia, las líneas de investigación deben constituirse en ejes ordenadores que faciliten la integración y continuidad de los esfuerzos de personas, equipos e instituciones comprometidas con el desarrollo del conocimiento en un campo específico. Así, la línea de Investigación es un "macro-proyecto" que reúne por analogía y síntesis un conjunto de problemas en un área del conocimiento humano; es un cuerpo de problemas que se ubican en un eje temático común que demandan respuestas, obtenidas mediante la investigación, según refiere Padrón (1999).
En atención a los señalamientos realizados y dada la necesidad del Instituto Universitario de Tecnología "Antonio José de Sucre", Extensión Barquisimeto, de generar un sistema para el desarrollo de conocimientos prioritarios, vinculados al perfil curricular de cada carrera y a las demandas del contexto social en el cual se encuentra esta institución, el diseño de líneas de investigación, coadyuvará al cumplimiento del rol social de los institutos universitarios de tecnología, lo que contribuirá para contribuir con la ciencia y la tecnología, el desarrollo local y el mejoramiento de la calidad de vida en la región.
Planteándose la alternativa de diseñar una propuesta para la formulación de líneas de investigación bajo el enfoque holístico, que permita la vinculación de los trabajos de grado con las necesidades del sector productivo en el IUTAJS, Extensión Barquisimeto, como un sistema estratégico orientado hacia la articulación de las necesidades y expectativas de los actores locales en la generación de conocimientos, se espera con ello beneficiar al desarrollo local y a la resolución de problemas del entorno, derivado de la función que corresponde a la gestión del conocimiento como eje central en el desarrollo social.
Finalmente, se propone a los sectores académicos de las instituciones de educación, superior una propuesta de gestión de conocimientos articulador de lo académico, con lo científico, y lo social, sobre la base de la incorporación de los actores del entorno y la validación pública.
CAPÍTULO II
MARCO REFERENCIAL
Estudios Previos
A objeto de abordar la variable del estudio y sus dimensiones implícitas, se expone a continuación diversas investigaciones vinculadas al cuerpo teórico y marco referencial de la investigación, con la finalidad de orientar y profundizar en la temática planteada.
Dillon (1998), en su Tesis Doctoral titulada: "Programa de Vinculación Universidad – Sector Productivo a partir de la Investigación Cooperativa", con la finalidad de diseñar una propuesta de vinculación Universidad – Sector productivo a partir de un programa denominado "Programa de Investigación Cooperativa", con base en un plan de negocios para apoyar al sector de la pequeña y mediana industria metalmecánica, específicamente del Estado Lara, derivado de la necesidad de desarrollar investigaciones bajo criterios de pertinencia, calidad y aplicabilidad.
Este programa se sustentó en una investigación previa de carácter descriptivo, cuyo análisis de resultados se realizó a partir de un modelo teórico de Análisis de Discrepancias de Kaufman. Este autor concluye que el progreso de la ciencia y la tecnología sugieren establecer prioridades en las funciones que cumple la universidad, en cuanto a la formación de profesionales, así como el fomento y apoyo a la investigación. Asimismo, concluye que existen mecanismos que vinculan instituciones, que como el Estado, la universidad y el sector industrial, buscan analizar logros y resultados provenientes de la articulación de acciones que puedan fortalecer el cumplimiento de objetivos compartidos.
Schavino (1998), en su Tesis Doctoral titulada: "Investigación Universitaria y Sector Productivo: Un Modelo de Correspondencias", la investigación se orientó hacia la construcción de un modelo de correspondencia entre las demandas del sector productivo y las capacidades de oferta de los procesos de investigación universitaria. Este estudio se desarrolló bajo un enfoque racionalista, en cuanto a su método de investigación así como lo concerniente a las bases teóricas, y para la construcción del Modelo se utilizó el método hipotético deductivo, partiendo de la hipótesis del conocimiento como bien tangible en términos de "mercancía", basado en la teoría económica de mercado, la teoría de la organización y la teoría de la investigación.
Las consideraciones finales de este estudio se orientan a resaltar la necesidad urgente e inaplazable de redefinir la concepción de la Universidad, con especial énfasis en la investigación universitaria, en atención a las nuevas demandas del sector productivo y de las nuevas plataformas tecnológicas y económicas. Proponiéndose en este sentido, la consolidación de las universidades como verdaderas instituciones científico-tecnológicas proveedoras de conocimientos útiles, aplicables, pertinentes y transferibles en la toma de decisiones y gestiones que dinamicen la economía del país.
Velázquez (1999) en su trabajo de grado titulado "Posibilidades de Vinculación entre la Educación universitaria y el Sector Productivo Turístico derivado de la Investigación", desarrollado bajo el paradigma cuantitativo como una investigación de campo descriptiva con propuesta, a fin de determinar las condiciones que pueden permitir desarrollar un sistema de vinculación desde el aula con el campo turístico, partiendo de las actividades investigativas académicamente definidas en la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma Baja California.
La información recabada permitió determinar como factores que limitan la vinculación universidad-entorno, la escasa actividad investigativa en el aula, además de la ausencia de ejes temáticos o líneas de investigación, que contextualicen la realidad del sector turístico en Tijuana, lo cual trae como consecuencia la baja productividad de investigaciones que se orienten a satisfacer las demandas reales y una profunda brecha entre el diseño curricular y la practica laboral.
Como resultado de este estudio se formuló un modelo de vinculación universidad-entorno-sector productivo turístico, para concertar una agenda de problemas, necesidades y potencialidades turísticas, a fin de facilitar la selección de problemas de Investigación, mediante el diseño de líneas investigativas, para orientar y fomentar la producción de trabajos de grado que contextualicen la realidad, contribuyendo a que el sector productivo turístico logre alcanzar mayores niveles de productividad.
Suárez (2002) en su tesis doctoral titulada "La Participación en Líneas de Investigación como Estrategia en la Formación de Investigadores", presentada en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, y desarrollada como una investigación de campo, de carácter descriptivo con el método de investigación-acción, plantea la necesidad de renovar la formación del Investigador dentro del proceso curricular e instruccional, participando activamente en actividades orientadas al diseño líneas de investigación conjuntamente con investigadores activos.
El autor concluye que la investigación no es en sí misma iluminismo personal, ni trabajo socio-comunitario, o expresión de la conciencia individual, sino un proceso socializado, sistematizado y orientado a la producción de conocimientos y tecnologías socialmente relevantes; por lo tanto se recomienda una participación más activa de los investigadores en el diseño y formulación de líneas de investigación, enfatizando las nociones de aprender viendo y aprender haciendo, e incorporarse al currículo mediante estrategias participativas mucho más dinámicas que la simple elaboración de un proyecto en un aula de clases.
Seguidamente, Núñez (2002), en su estudio doctoral titulado "Los Procesos de Investigación como Procesos Organizacionales" presentada en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, desarrollada bajo el paradigma cualitativo, enmarcado en una base epistemología racionalista crítica y con un esquema metodológico de tipo inductivo-deductivo, que asume el conocimiento a partir de teorías y procesos de razonamiento e argumentación, basado en las reglas de lógica, y no a partir de mediciones u observaciones de casos particulares, ni de experiencias directas en escenarios típicos.
Los resultados de este estudio se orientaron a destacar el rol determinante de los factores organizacionales en los que interviene la formulación de líneas de investigación, como proceso de aplicación esencial e indispensable para la investigación universitaria, que representa el subsistema estratégico organizativo, articulador de los esfuerzos y acciones orientados a la producción de conocimientos en el ámbito universitario y desde la universidad para el colectivo.
Gómez (2002), en su Tesis Doctoral "La Investigación en los Institutos Universitarios de Tecnología de la Región Centro Occidental de Venezuela, Características, Productividad y Pertinencia", desarrollada como una investigación de campo con un diseño integrado de tipo transeccional descriptivo, interpretativo y etnográfico. Evidencia que en estos institutos si se realizan investigaciones, pero en la realidad no cumplen con una función social, existiendo diversos factores determinantes en la baja pertinencia social de las mismas, tales como la débil actividad organizativa en cuanto a la conformación de líneas investigativas para orientar el proceso en el contexto real de las necesidades del entorno.
En atención a la caracterización de la investigación en estos Institutos Universitarios de Tecnología; se concluye que se requiere de una estructura organizacional más operativa y menos burocrática, capaz de generar investigaciones multidisciplinarias que respondan a las necesidades del entorno, así como también un sistema de reconocimiento nacional a fin de enfrentar el bajo nivel de productividad investigativa de los docentes.
Álvarez (2003), en su tesis doctoral titulada "Modelo Holístico Transversal para la Gestión del Conocimiento en Educación Superior, orientado hacia el desarrollo regional en la Universidad Central del Perú", expresa la necesidad de contar con un modelo teórico para el abordaje del conocimiento en espacios regionales, teniendo en consideración sus dimensiones en el presente y el futuro, que desde la perspectiva del enfoque holístico constituye una propuesta integradora que permite la unión sintagmática de diversos paradigmas de investigación, a fin de propiciar una mejor comprensión de los procesos formales destinados a obtener conocimiento, como también a potenciar actitudes y aptitudes profesionales inspiradas en los principios del holismo.
Colmenares (2004), en su tesis doctoral titulada: Construcción Teórica de la Vinculación Universidad Sector Productivo, Modelo Curricular bajo el Enfoque Transversal para la UCLA, desarrollado bajo el enfoque epistemológico empírico–inductivo, así como también de sistemas de razonamiento en función de conjeturas o suposiciones teóricas correspondientes al enfoque racionalista-deductivo, con la finalidad de analizar la realidad en estudio, bajo el Modelo de Variabilidad de las Investigaciones Educativas (VIE) propuesto por Padrón (ob.cit).
Los hallazgos correspondientes a la fase descriptiva de este estudio evidenciaron el divorcio entre el diseño curricular, las actividades de investigación y extensión, situación que compromete seriamente la inserción laboral en los egresados de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" (UCLA). En este contexto, la propuesta de vinculación universidad-sector productivo proyecta la configuración de una conducta más dinámica y aprovechable en los estudiantes y egresados de la UCLA, en el sentido de potenciar en ellos acciones que les faciliten su incorporación a emprendimientos productivos, que potencialmente constituyen posibles soluciones al problema del desempleo.
Esta investigación, permite evidenciar el rol de la universidad como ente dinamizador del cambio y del desarrollo socio-educativo en su entorno, dimensiones que se vinculan necesariamente con el desarrollo de la actividad investigativa, currículo y extensión, articulada con el sector productivo.
Di Giacomo (2005), en su trabajo especial de grado titulado "La Gestión del Conocimiento como Estrategia de Capital Humano Generadora de Valor para Fortalecer las Organizaciones Venezolanas", desarrollado como una investigación de campo de carácter descriptivo con propuesta, mediante la aplicación de un cuestionario tipo escala de likert dirigido al personal administrativo y a los cuadros gerenciales, se pudo determinar la actitud, aptitud e iniciativas del recurso humano hacia la optimización de los procesos y la prestación de bienes y servicios, así como la gestión del conocimiento organizacional.
Este estudio parte de la importancia de la gestión de activos de conocimientos para el fortalecimiento de las organizaciones y del rol del capital humano en la transformación del entorno, derivado de los sentido de pertinencia y pertenencia, relacionado al compromiso con el entorno y la motivación al logro. Concluyéndose que están dadas las condiciones para implementar la propuesta, cuya orientación se basa en el enfoque participativo, la integración sector productivo y universidad derivada de la actividad investigativa, en el proceso de captura de información válida y pertinente sobre el entorno, así como en la producción, gestión, transferencia y difusión de conocimientos, impulsadores del desarrollo económico.
En atención a los trabajos presentados, se evidencia la función social de la investigación en las instituciones de educación superior y la necesidad de contar con una estructura organizacional sólida, a fin de que corresponda a las demandas sociales, bajo criterios de pertinencia social y eficiencia. Es así como la formulación de líneas de investigación debe ser coherentes a diversos acuerdos y propuestas en torno a la definición operacional de las mismas, y con su funcionamiento práctico en relación con el desarrollo de importantes activos de conocimiento como los trabajos especiales de grado vinculados a las necesidades del sector productivo, a fin de dar cumplimiento con las funciones universitarias.
Marco Conceptual
Conocimiento
El término conocimiento implica entendimiento, sabiduría, ciencia y en atención a esto, ha sido considerado por importantes filósofos, entre ellos Aristóteles y Platón, como algo abstracto derivado de la experiencia y que se adquiere ya sea por vía directa, con la abstracción de los rasgos que definen a una especie, o de forma indirecta, deduciendo nuevos datos de aquellos ya sabidos, de acuerdo con las reglas de la lógica y la observación cuidadosa.
Sabino, citado por Fernández (2000), lo caracteriza como:
El conocimiento es siempre conocimiento para alguien, pensado por alguien, en la conciencia de alguien; de la misma manera se puede decir que el conocimiento es siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente abstracto ideal como un número o una proposición lógica de un fenómeno material o aún de la misma conciencia (p. 22).
En efecto, independientemente de la naturaleza gnoseológica del conocimiento y del enfoque teórico práctico en el cual se desarrolle, este adquiere valor en atención a la proposición lógica, y a la utilidad que pueda tener o bien para un solo individuo, para un grupo reducido o para un colectivo en general.
Sobre la base de estas consideraciones, Martínez (1999) plantea además de la relación evolutiva y holística del individuo-conocimiento-sociedad-ciencia, el desafío de la postmodernidad de asumir el conocimiento como una realidad emergente que es verdadero y auténtico, toda vez que sea resultado de la interacción de la razón y la experiencia.
Guédez (2003) a su vez, plantea que lo esencial del conocimiento radica en la capacidad dinámica e inagotable del mismo, al señalar que "…mientras más se conoce, más se amplían las exigencias de lo desconocido y las demandas de lo misterioso" (p.28). Sobre este particular, plantea este autor que el conocimiento es un recurso que permite alcanzar determinados logros, derivados de activos de conocimientos tangibles como son las investigaciones proyectadas a la solución de problemas, avances científicos, tecnológicos y sociales.
En atención a lo anterior, el conocimiento puede ser considerado como un "bien consumo" (Guédez, ob. Cit), que debe ser producido, renovado y orientado a un fin, cuyos alcances sean dirigidos hacia el descubrimiento, la invención, la innovación y mejora constante de lo que rodea al individuo. El conocimiento requiere además, de una amplia diseminación y de la consolidación de su uso efectivo, pues desde épocas remotas el hombre como ser social siempre ha estado tras la búsqueda y generación de nuevos conocimientos, que de alguna manera incidan en su calidad de vida, siendo necesario articular y organizar los conocimientos reconociendo los problemas del mundo, de manera que se logre transmitir, construir y adquirir un conocimiento pertinente y significativo a la realidad humana.
Por lo tanto, para que los conocimientos sean pertinentes, de acuerdo con Morín (2002), se debe contar necesariamente con los siguientes aspectos, que se sintetizan a continuación:
- Una clara noción del contexto social, pues la información o elementos aislados son insuficientes para producir conocimiento, el mismo solo puede originarse dentro de un ámbito o un contexto para que adquiera sentido.
- Una clara noción del contexto global, donde la relación entre el todo y las partes vaya mas allá del contexto, porque implica la comprensión del conjunto tal como se relacionan e interactúan, es decir que permite una comprensión significativa.
- Tener presente lo multidimensional, relacionado con el entendimiento de las dimensiones del conocimiento.
- Una clara noción de la complejidad, que permita entender la complejidad entre las partes que están juntas y que son inseparables.
Desde la perspectiva del autor antes mencionado, las instituciones de educación superior deben tener una clara noción del contexto social, así como de los escenarios en los cuales se pretende producir y generar conocimientos, asimismo orientarse a promover un conocimiento general que logre la comprensión del mundo.
Es así como la sociedad contemporánea le ha otorgado a los sistemas educativos la responsabilidad social de educar y en este contexto el papel asignado a las universidades y a todo el sistema de educación en general es sin duda producir conocimientos científicos socialmente válidos, de calidad, pertinentes y aplicables, capaces de generar soluciones creativas en las múltiples áreas del quehacer social.
Esto conlleva a asumir una nueva dimensión frente a la revolución socio-científica, que es la de llevar el conocimiento a todas las esferas de la sociedad, su actualización permanente ante el vertiginoso avance del desarrollo social y su aplicación como parte de una estrategia de desarrollo nacional en los países latinoamericanos. "Esta realidad, hace que las instituciones de educación superior requieran cambios sustanciales en sus sistemas de investigación y gestión tecnológica" (Tûnnermann 2002, p. 96), como estrategia para abordar el conocimiento.
En este mismo orden de ideas, la noción sociedad del conocimiento planteada por Álvarez y Rodríguez (2003), describe la finalidad del conocimiento derivada de la práctica investigativa, como un proceso de producción, difusión y uso del conocimiento para la solución de diversos problemas sociales, así como también el desarrollo científico y tecnológico, desde un enfoque cooperativo y articulador en pro de la innovación.
Esta expresión permite destacar las tendencias más recientes en las formas de producción científica y organización social, que promueven el uso de la información y el conocimiento en la toma de decisiones, producción de bienes y servicios, así como también la direccionalidad de los activos de conocimiento hacia la satisfacción de las demandas sociales, lo cual representa el reto de las instituciones de educación superior en la actualidad.
Gerencia del conocimiento
La gerencia del conocimiento en el ámbito educativo es entendida como el desempeño para concebir y lograr los resultados deseados en la organización del conocimiento, con la finalidad de utilizar adecuadamente el talento humano y los diversos recursos implícitos en la producción intelectual, requerimiento fundamental para consolidar la estructura interna en las instituciones de educación superior.
Guédez (2003) asegura que en el ámbito universitario la gerencia del conocimiento implica la necesidad institucional de asumir un modelo que permita organizar la actividad investigadora, con la adopción de una clara filosofía de gestión, el diseño de estrategias para su difusión y comprensión, así como el establecimiento de normas mediante reglamentos y manuales, con la finalidad de lograr la conformación estratégica de un sistema que posea políticas orientadas al fomento de la investigación como proceso de generación, validación, difusión, transferencia y aplicación de conocimientos. Todo esto, con capacidad para involucrar a los actores inherentes al proceso de gestión de conocimientos (estudiantes, docentes, representantes del sector productivo y entes gubernamentales), así como también la definición de los roles de las autoridades institucionales, la participación de los docentes y de los estudiantes en términos de compromiso con la función social de la investigación.
La gestión del conocimiento o gerencia del conocimiento, plantea la capacidad organizativa e institucional de generar condiciones favorables en las cuales se realice la actividad investigativa, a objeto de que el investigador se sienta apoyado gerencialmente, para realizar investigaciones orientadas a dar respuestas fehacientes a las demandas del entorno local y nacional. Requiriéndose para ello la conformación de un sólido andamiaje organizativo capaz de viabilizar el desempeño de la gestión en la investigación universitaria, para determinar el tipo de investigación que ha de desarrollarse y así definir el tipo de saber que ha de incorporarse a los trabajos de grado e investigaciones institucionales como activos de conocimientos.
Una estructura organizativa de este tipo, necesariamente debe partir de un soporte legal y filosófico, que le permita asumir también la direccionalidad de las investigaciones y, sobre este particular determinar los diversos enfoques filosóficos y visiones paradigmáticas, que determinen los modelos investigativos, métodos y estrategias, para abordar el conocimiento desde un sentido meramente práctico. Asimismo, que permita identificar las áreas de conocimiento y líneas de investigación, a objeto de desarrollar investigaciones incorporadas al mercado de producción, bienes y servicios (Yarzabal, 1999). Esto constituirá el enfoque epistemológico de las estrategias gerenciales, orientadas a generar las condiciones favorables para producir investigaciones de calidad. Para ello se amerita una sólida base epistemológica que permita aportar lineamientos claros y coherentes a los investigadores, para que la actividad investigativa constituya realmente un elemento articulador en la vinculación de la universidad con el entorno.
En virtud de los retos de la gerencia del conocimiento, Castro (citado por Valdez, 2003) plantea:
- Desarrollar con otros entes sociales, una visión de futuro que contribuya a la elaboración de los proyectos de sociedad.
- Presentar la disposición a la reforma permanente de estructuras, programas y métodos de trabajo, así como los aspectos administrativos y financieros.
- Asumir la profesionalización, entendida como enseñanza profesional basada en la investigación, que contribuirá al desarrollo de una sociedad que tiende a ser dominada por la alta tecnología y la información.
- Conformar grupos de investigadores por área disciplinar, líneas o de investigación.
- Establecer vínculos con otras organizaciones sociales (empresas, organismos públicos y organizaciones no gubernamentales) como vía para la de obtención de beneficios recíprocos.
- Creación y vinculación permanente de conocimientos y sistemas referenciales a través del intercambio entre múltiples sujetos sociales, y en diversas ramas del saber.
- Crear, sostener y desarrollar sistemas de información y aprendizaje con otros entes nacionales e internacionales.
Estas ideas sintetizan los ejes fundamentales en los cuales debe consolidarse la gestión de conocimientos en las instituciones de educación superior, y que necesariamente debe partir de la participación activa de los sectores responsables en la producción de conocimientos, como lo son las instituciones de educación superior, los centros de desarrollo científico y tecnológico, así como aquellos entes gubernamentales vinculados a la investigación y el desarrollo, quienes deben desempeñar un rol protagónico en la elaboración de planes y proyectos de desarrollo social, y en el establecimiento del vínculo permanente que debe existir entre estas instituciones y el entorno.
En este proceso de "gerenciar el conocimiento", Guédez (2003) revela que se debe asumir el conocimiento dentro de la dinámica organizacional, para crear, impulsar, estimular e innovar las metas y objetivos trazados en el contexto institucional, que a su vez determinan la eficiencia de las decisiones y la pertinencia de las evaluaciones.
Sobre este particular, Hurtado (2003) expresa la existencia de diversos modelos para la gerencia del conocimiento en las instituciones de educación superior, los cuales necesariamente deben estar contextualizados con la misión, visión y valores institucionales, acordes al contexto histórico, legal y cultural del país y a las competencias del sistema de educación superior, siendo esto válido en la medida en que se atiendan los requerimientos y particularidades de cada institución universitaria, mediante redes de conocimiento, agendas, grupos de investigación, y líneas de investigación.
En efecto, una estrategia para la gerencia del conocimiento son las líneas de investigación, diseñadas para organizar y coordinar la actividad investigativa institucional, con lo cual se procura alcanzar la excelencia académica y producir un impacto positivo en entornos determinados, sirviendo como eje ordenador, orientador y organizador de planes de acción, garantizando al máximo la eficiencia en el logro de las metas previstas y del desarrollo permanente.
En atención al carácter sistemático de los procesos gerenciales, Valdez (2003) plantea los siguientes momentos que deben producirse en las instituciones de Educación Superior para la gestión de conocimientos:
Momento 1 (Generación del conocimiento). Se refiere a la generación de activos de conocimiento en todas sus manifestaciones (conocimientos teóricos, prácticos y procedimentales, debidamente sustentados) y que debe atender criterios de demarcación científica, para ser difundido en eventos académicos y publicaciones de alcance regional, nacional e internacional.
Momento 2 (Validación y pertinencia). Se plantea la evaluación a la que se someten los conocimientos para determinar su validez científica y su pertinencia social.
Momento 3 (Difusión de Conocimientos). Es la capacidad institucional de difundir la producción intelectual, así como la creación de espacios de encuentro, discusión y reflexión para compartir y transferir los conocimientos, ante la búsqueda de nuevas formas de comunicar hallazgos. En esta fase, se plantea la capacidad institucional para la vinculación con los demás actores del entorno.
Momento 4 (Transferencia del conocimiento). En este momento, juega un rol determinante el desempeño del departamento de extensión en todas sus dimensiones, ante la capacidad de generar convenios interinstitucionales con el sector productivo, comunidades organizadas y entes gubernamentales para el abordaje y resolución de problemas vitales para los diversos sectores de la sociedad. Abarca actividades tales como: mesas de trabajo, asesoramiento y consulta, cursos y talleres, proyectos, parques tecnológicos, entre otros.
Los aspectos anteriores enuncian claramente un patrón cíclico e interactivo, en el cual se recrean diversos estadios que expresan la producción, validez y aplicabilidad de los conocimientos que deben generarse en el ámbito de la educación superior. La génesis de este proceso la representa la actividad investigativa desarrollada o bien de manera individual o por grupos, para luego asumir su carácter institucional, atendiendo a parámetros legales, mandatos y valores que determinan la arquitectura del conocimiento en el ámbito académico y apoyo a la investigación.
En este sentido, la gerencia del conocimiento en las instituciones de educación superior estará determinada por la capacidad institucional de coadyuvar organizadamente con la producción y difusión de conocimientos, capaces de responder al entorno y de contribuir tanto con el estudio de la realidad local como con el desarrollo local, regional y nacional, caracterizado por la innovación y la competitividad.
- Función Social de la Investigación
La práctica de la investigación científica implica un compromiso profundo con el bienestar y el desarrollo de la sociedad. En tal sentido, Valdéz (2003) señala la necesidad de crear y difundir el conocimiento en función de servicio a la comunidad, en apoyo al mundo del trabajo al crear nuevos productos para el perfeccionamiento y modernización de procesos productivos y gerenciales, la orientación de la vida en democracia, el respeto a la cultura y la protección al medio ambiente.
Esto plantea una concepción de la investigación como una práctica comprometida con el desarrollo integral de la vida humana, para potenciar el desarrollo cultural, científico y tecnológico, capaz de partir de la comprensión de los fenómenos sociales cruciales, en la búsqueda de una justa y adecuada solución a los problemas del entorno.
Cabe agregar, según Curvelo (2002), que la investigación es un proceso de aprendizaje en el cual se debe establecer la relación investigación y universidad como conceptos indisolubles en el plano institucional, constituyéndose en uno de los elementos claves para solución de los problemas del país y para el avance hacia las grandes transformaciones que reclama y plantea la sociedad actual.
En consecuencia, la investigación debe constituir en todo momento, un elemento de vinculación entre las instituciones de educación superior con el sector productivo e intercambiar recursos y potencialidades. Pues, en términos operativos, las instituciones de educación superior deben centrarse en dos funciones primordiales: en primera instancia, la producción del conocimiento y en segundo término su transferencia hacia el entorno social, por lo que la institución debe establecer estrategias debidamente planificadas que le conduzcan al término de los objetivos.
Asimismo, Vivas (citado por Curvelo, 2002) plantea que las instituciones de educación superior deben apuntar a una activa relación docencia-investigación-extensión, considerando como norte la Investigación pertinente y aplicable al entorno, propiciadora de saberes para la formación integral del humano. Sobre esta base, las universidades tienen el compromiso de proporcionar los elementos esenciales para que sus estudiantes y docentes produzcan conocimientos relevantes para el entorno, y en este mismo orden lograr la transferencia adecuada y pertinente de los mismos.
De acuerdo con Bayley (citado por Royero, 2000), para que el conocimiento sea pertinente las instituciones de educación superior deben estar orientadas al cumplimiento de los siguientes aspectos:
- Vinculación academia sector productivo a través de la investigación.
- Divulgación de los resultados.
Si bien, la investigación deberá estar orientada por políticas claramente definidas, necesita igualmente de un proceso educativo bajo una concepción sistémica que debe necesariamente estar ligado no sólo a sus actores directos (docentes-alumnos) involucrados y comprometidos con él, sino que además presente un cúmulo de requerimientos en cuanto a la búsqueda de la homogeneidad del proceso y las tendencias emanadas desde el entorno, es decir que se evidencie realmente una visión holística enmarcada en la flexibilidad de un currículo capaz de garantizar los aprendizajes pertinentes a la realidad social.
En consecuencia, se requiere el desarrollo de una infraestructura organizativa o arquitectura gerencial orientada al diseño de líneas de investigación, que permita a docentes y estudiantes reconocer, interpretar y comprender la realidad, implícita en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y que se traduzca en la solución de problemas reales y concretos, para alcanzar la transformación social que permita el verdadero desarrollo del país. Para ello, es determinante la participación de representantes del sector productivo en la priorización de áreas y problemáticas comunes al entorno.
Investigación y Sector Productivo
Según lo plantea Colmenárez (2004), en el contexto del subsistema de la educación superior, uno de los elementos más importantes para la vinculación con el sector productivo es la investigación, destacando esta práctica como una opción favorable para complementar la formación académica de los estudiantes, con el fomento de una actitud emprendedora que facilite la inserción del egresado en el mercado de trabajo y su incorporación al contingente productivo de la sociedad, no sólo a través del empleo ofertado por el sector público o privado, sino también porque el egresado mismo puede convertirse en generador de puestos de trabajo.
En atención a estos señalamientos, en el marco del X Seminario Nacional de Educación Empresa (2000), las discusiones giraron en torno al reconocimiento de la necesidad de mantener el binomio "Educación–Empresa", en aras de contribuir al fortalecimiento del vínculo universidad-sector productivo, para que trascienda a los intereses particulares de cada sector o persona, y pasar a ubicarse en un plano de interés común compartido, en el cual la universidad y la empresa conjuguen esfuerzos para su mutuo beneficio, cuyo norte se oriente al desarrollo científico, tecnológico y cultural, mediante el apoyo de la investigación y la transferencia de sus resultados.
Lo anterior obedece al tácito reconocimiento de países industrializados y de mayor avance científico tecnológico, a la contribución de la investigación para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el contexto de la competitividad de los sectores productivos. Según Montilla (2000), la experiencia de países Francia, Japón y China, se constituyen en evidencia cierta de que las fuerzas productivas han tenido como meta fundamental "lograr la tecnología intelectual para iniciar, generar, mejorar e innovar al servicio de la competitividad laboral. La generación de conocimiento para el desarrollo ha sido colocada en el centro de las decisiones políticas" (p-21).
Desde esta perspectiva, se evidencia claramente que al vincular la investigación académica con las demandas reales del sector productivo, además de impulsar la formación de recursos humanos que respondan a las necesidades actuales y al fortalecimiento de la investigación científica y tecnológica de la región, también se contribuye con el desarrollo del entorno inmediato, derivado de la generación de conocimientos relevantes y aplicables.
Mientras que en Venezuela, según Duarte (2004), en términos generales la actividad investigativa que se realiza en el sistema de educación superior se encuentra descontextualizada de la realidad social, es poco pertinente, confiable y aplicable, derivado de la escasa vinculación entre las instituciones de educación superior con el sector productivo, lo cual obedece a la ausencia de políticas institucionales con una clara orientación social, además del escaso apoyo gubernamental.
En este mismo orden, este experto señala que en gran parte la escasez de investigaciones dirigidas hacia la resolución de problemas del entorno, obedece a que no existe el número de investigadores y los recursos requeridos para llevar a cabo las investigaciones y generar los conocimientos científicos requeridos por el sector productivo en las áreas científico-tecnológica y social; Además de no contar con las condiciones para integrar la actividad científica que se realiza en las instituciones de educación superior y el sector productivo.
Los señalamientos anteriores demuestran, que aún cuando en el país existe una clara necesidad de vincular la práctica investigativa con el sector productivo, en términos de operatividad, viabilidad, pertinencia y aplicabilidad que permitan una trascendencia social, y donde los gerentes educativos se sienta cada vez más comprometidos en contextualizar el currículo académico, con la práctica investigativa y la práctica profesional, son muchos los retos organizacionales que enfrentan los centros de educación superior para lograr alcanzar este nivel exigencias.
Se requiere que desde los institutos tecnológicos y las universidades, se generen mecanismos capaces de vincular y articular el currículo con la investigación académica y el entorno, mediante el establecimiento de alianzas estratégicas, convenios interinstitucionales, así como de planes para la difusión de investigaciones, entre los diversos actores locales (políticos, empresariales e industriales), y contribuir además con la construcción de un conocimiento contextualizado con la realidad local y nacional, para el mejoramiento de la calidad de vida y la solución de problemas del entorno.
Álvarez y Rodríguez (2003), señalan que:
En adelante la labor de los centros de investigación y desarrollo tienen que prestar mucha atención a los problemas del país y sus posibles soluciones a través de la investigación científica y tecnológica. Esto implica desarrollar metodologías para el análisis del entorno, estudios de cadenas productivas y diagnostico de problemas, definición de estrategias de negociación, formulación de políticas y estrategias, negociación y seguimiento de contratos y convenios… Se trata ahora de promover las capacidades humanas, de infraestructura e información que tienen las instituciones de investigación científica y tecnológica para la generación de conocimientos y tecnologías que demanda el entorno (p.34).
En efecto, las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad y el compromiso de responder al entorno, partiendo de la detección de necesidades y diseño de estrategias para responder eficientemente, lo cual es apuntalado por la capacidad gerencial de definir estrategias de formulación de políticas investigativas, orientadas a la negociación y seguimiento de contratos y convenios interinstitucionales con los entes de ciencia y tecnología, sector de producción público y privado.
Tal como refiere Montilla (2000), la forma como se gerencia la investigación en los centros de educación superior debe ser replanteada para que los activos de conocimiento que se generen respondan a las necesidades del entorno, abordándose no sólo los requerimientos científicos y tecnológicos del sector productivos sino también, otras realidades vinculadas al desarrollo del capital humano y social.
Desde la perspectiva de este autor, "más que mercadear resultados de la investigación, el asunto ahora está en saber mercadear las capacidades científicas y tecnológicas con las que cuentan las instituciones" (p. 34), a fin de consolidar los procesos de producción, transferencia y aplicabilidad de los conocimientos, para dar paso a la innovación científica, humanística y tecnológica, producto de la interacción social de grupos de investigadores, capaces de incorporar a los receptores y usuarios quienes detentarán los resultados de los conocimientos desarrollados.
La Investigación en los Institutos Universitarios de Tecnología
En atención a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación Ciencia y Cultura (UNESCO), citado por Rama (2003), "el reto de las instituciones de educación superior, debe centrarse en la capacidad de aglutinar las actividades de educación, investigación y extensión en aras del desarrollo tecnológico" (p. 23); de manera tal que integre a toda la sociedad en la prioridad de la investigación en la orientación de los recursos, que abra las puertas de las instituciones oficiales a la demanda de los sectores económicos, que establezca parámetros asociados a la investigación en la actividad de las instituciones privadas y que ponga especial acento en la creación de parques tecnológicos o incubadoras de empresa, y que encuentre en la venta de servicios y la asistencia tecnológica una importante contribución a la problemática del financiamiento universitario y al incentivo para la formación profesional de los docentes.
Lo anterior ya ha sido puesto en práctica por países vanguardista en el desarrollo científico y tecnológico, tales como Canadá, Francia, Inglaterra, Japón y Estados Unidos, según lo refieren Álvarez y Rodríguez (2003), en los cuales el Estado y el sector privado se han unido para impulsar la innovación y la invención, mediante estrategias fundamentales como:
- Fortalecimiento del sector científico y Tecnológico.
- Institucionalización de la ciencia y la tecnología.
- Infraestructura Nacional de la Información.
- Explotación de las tecnologías de la comunicación e información.
- Fortalecimiento de la investigación en los tecnológicos.
En cuanto a Hispanoamérica, estos expertos señalan que Argentina, México y Brasil, se han desarrollado estrategias gerenciales capaces de vincular la educación con los servicios profesionales y el desarrollo de la investigación, como bases fundamentales para el desarrollo de políticas orientadas a promover el sector industrial, el científico y tecnológico, y la sociedad del conocimiento, derivada de rol socializador de la investigación en los centros de educación superior.
Todo esto, con una visión holística a fin de integrar el sistema de ciencia y tecnología con las instituciones sociales, entendiéndose como los organismos gubernamentales, instituciones de educación básica, media, diversificada y especialmente con el sistema de educación superior, subsidiados por el Estado y promovidos bajo un concepto de responsabilidad compartida entre el Estado y las Instituciones de Educación Superior, donde los Institutos Universitarios de Tecnología deben desempeñar un rol protagónico.
En lo que respecta a Venezuela, el Reglamento de los Institutos y Colegios Universitarios (1995) establece que a estas instituciones de educación superior les corresponde desarrollar en el individuo una sólida actitud crítica ante los problemas de la sociedad contemporánea, y por ende se les debe suministrar los instrumentos conceptuales básicos que le permitan afrontar con éxito los futuros retos profesionales que la dinámica socio-económica le exija, de tal manera que puedan propiciar un incremento permanente de la productividad; asimismo, la realización de programas de investigación tecnológica, atendiendo a las necesidades y requerimientos locales, regionales y nacionales del sistema productivo, económico y social.
Como se pudo evidenciar, los Institutos Universitarios de Tecnología son instituciones orientadas a enfatizar la formación profesional de Técnicos Superiores Universitarios, en las diversas disciplinas vinculadas al sector industrial requeridas para el desarrollo del país. En consecuencia, le corresponde a las unidades gerenciales de estas instituciones y a la comunidad académica en general, fomentar investigaciones con una orientación fundamentalmente práctica, dirigida a todos los niveles del sector productivo, principalmente a la industria y a los centros de investigación nacional.
Sin embargo, Royero (2000) señala que en Venezuela la investigación tecnológica se encuentra poco desarrollada, y que rara vez en los institutos universitarios de tecnología se desarrollan actividades académicas conjuntas con los parques tecnológicos y entes responsables de la innovación, ciencia y tecnología y con el sector productivo.
Asimismo, Contreras (2002) caracteriza la investigación en las universidades e institutos universitarios de tecnología de Venezuela, por una baja productividad, aplicabilidad y pertinencia, además de una escasa difusión de resultados y propuestas de estudios. Igualmente, destaca que en atención a la escasa vinculación con el sector productivo, las investigaciones que se desarrollan no están orientadas a la satisfacción de necesidades reales del entorno, de manera tal que no resultan pertinentes ni aplicables.
Entendiéndose la pertinencia como un principio cualitativo integrador de las misiones de docencia, investigación, extensión y producción, que se encuentra vinculada con la integralidad del currículo y la aplicabilidad de las investigaciones. Desde esta perspectiva, la investigación en los institutos universitarios de tecnología debe responder a un alto grado de adecuación entre lo que la sociedad espera y lo que el investigador desarrolla.
Sobre este particular, Gómez (2002), hace referencia a la problemática que caracteriza el desarrollo de la investigación en los Institutos Universitarios de Tecnología en la Región Centroocidental, prevaleciendo la desvinculación entre docencia e investigación, divorcio parcial con el entorno académico e industrial, baja divulgación de los activos de conocimiento, además del escaso impacto de las estrategias gerenciales para estimular la investigación.
En este mismo orden de ideas, la otrora Coordinación Nacional de Investigación y Postgrado de los Institutos Universitarios de Tecnología de la Región Centroocidental, citado por Gómez (ob. Cit), enuncia los siguientes factores estructurales que afectan el desarrollo de la investigación en este sector:
- Desconocimiento parcial de los problemas regionales para formular alternativas de solución mediante la investigación.
- Ausencia de convenios con actores del sector productivo.
- Desconocimiento del método científico y demás protocolos correspondientes a la investigación.
- Escasos centros de investigación.
- Falta de transformación de laboratorios y centros de investigación.
- Escasos recursos para el apoyo de la investigación.
- Indefinición en los criterios nacionales para la formulación de líneas de investigación.
- Escasa divulgación de la investigación.
Estos señalamientos evidencian que la actividad de investigación ostenta entre otros aspectos, de un carácter unidisciplinario, individualista, discrecional y de limitado alcance. Pues se mantienen deficiencias en los sistemas de información, bibliotecas, laboratorios y equipos especializados, así como en los ambientes laborales, los cuales estimulan poco la creatividad. También refiere este autor que existen fallas en los mecanismos de coordinación de las actividades de investigación, dentro y entre las instituciones de educación superior, así como en la comunicación entre estas instituciones con el gobierno y el sector productivo; prevaleciendo las dificultades en los procesos de definición de políticas y prioridades de investigación.
En efecto en las instituciones de educación superior, y especialmente los Institutos Universitarios de Tecnología, existe un profundo distanciamiento con el sector productivo, por ello el escaso conocimiento de las demandas y necesidades del sector empresarial, y escasamente el currículo universitario de estas instituciones se actualiza con los planes de ciencia y tecnología propuestos por el gobierno.
Asimismo, Gómez (2002) evidencia que la función social los institutos universitarios de tecnología en la región centrooccidental no se cumple a cabalidad, existiendo diversos factores determinantes de la escasa pertinencia social y nivel de profundidad de las mismas, determinado por la débil actividad organizativa en la conformación de líneas de investigación, como elemento gerencial fundamental para la producción de conocimientos fiables, pertinentes y de calidad que responda a los escenarios reales de la sociedad en su conjunto.
Sobre este particular, Lemasson y Chiappe (1999) plantean que además de la marcada desvinculación entre las instituciones de educación superior y el sector productivo, estas se centran más en la enseñanza que en la investigación, situación recurrente en las universidades y tecnológicos de carácter tanto público como privado, pese a la gran importancia de estos tecnológicos para el desarrollo de la ciencia y tecnología en el país, señalando además que en algunas de estas instituciones se egresa sin el requisito de la elaboración y presentación de investigaciones o trabajo especial de grado.
Ameritándose para ello, que en las instituciones de educación superior, se asuma la investigación como una estrategia para minimizar las brechas entre el Sector Educativo y la realidad del entorno y atendiendo las tendencias mundiales de innovación y transferencia de conocimientos.
En consecuencia, el reto actual de los Institutos Universitarios de Tecnología, debe ser direccionado hacia el desarrollo y difusión de la actividad científica y tecnológica derivadas de la investigación, para contribuir con el desarrollo social de la nación, basado en la vinculación de los roles fundamentales de la educación superior: producción de conocimientos, vinculación, transferencia y aplicabilidad.
Según Valdez (2003), la investigación en los centros de educación superior constituye un proceso de generación, validación, difusión, transferencia y aplicación de conocimientos. En este sentido, las líneas de investigación constituyen una forma de organizar y gestionar el conocimiento. Es por ello que en este estadio se generan organizadamente conocimientos que contribuyen al estudio de la realidad (local, regional, nacional, internacional), con el fin de contribuir a la realización de procesos de planificación sistemática que incidan en la transformación positiva de esa realidad. Esto incluye también la creación de un saber asociado a los cambios en las instituciones de educación superior, para cumplir con el propósito antes referido.
En este orden de ideas, Chacín (citado por Curvelo, 2002) señala que las líneas de investigación usualmente se definen por el contenido de un área de conocimiento, o por el eje de interrogantes que puedan generar sobre la base de una problemática. No obstante, una línea de investigación requiere de una forma organizativa donde un conjunto de profesionales intercambien sus ideas, saberes, propuestas y acciones. Por otra parte, las líneas no deberán presentarse de manera aislada, sino integradas al tejido institucional, y con él pueden enriquecerse y enriquecer los procesos formativos, curriculares, entre otros.
En lo que respecta al diseño, desarrollo y articulación de líneas de investigación en el ámbito de la educación superior, existen diferentes modelos, y sobre este particular Guédez (2003), lo plantea como un concepto geometrizado, que parte inicialmente como un concepto lineal, para luego pasar a un concepto plano derivado de delimitación disciplinar del campo o área en estudio, luego cúbico en atención a las dimensiones o contextos que subyacen en cada área de conocimiento; y finalmente a un concepto abierto que conforman las múltiples temáticas y estadios metodológicos para abordar una realidad.
Por otro lado, para Valdez (2003) el diseño de líneas de investigación debe estar determinado por un proceso participativo dinámico, interactivo y multicausal que amerita la definición provisional de la línea de investigación, en cuanto al propósito y área de conocimiento, que deriva en una etapa de negociación intensa. Esta negociación se debe desarrollar en tres niveles diferentes: a) nivel institucional, b) nivel interinstitucional, y c) nivel de los actores sociales. Mientras que para Padrón (2002), las líneas de investigación deben considerarse como espacios organizacionales de investigación, remitiéndolas a grupos de investigadores, al margen de que sean docentes o estudiantes.
Por su parte, Chacín (2000), Curvelo (2002) y Barreras (2003) conciben las líneas de investigación como un elemento fundamental y determinante para la gerencia del conocimiento, la cual es concebida desde un enfoque Holístico y multidimensional, que permite definir la gestión de conocimientos como un escenario organizado y sistemático, generado a partir de diversos tópicos o enfoques dentro de un área temática particular.
- Líneas de investigación
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