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Apuntes de criminología (página 4)

Enviado por Luis Cristaldo


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

La Agresión: Puede ser directa o indirecta, recordamos para estos casos aquellos docentes que fueron golpeados por sus alumnos, tal vez por una mala nota o por no ser de su agrado, algunos hasta fueron hospitalizados según dicen las crónicas.

La Compensación: Todo adolescente tiende a sentirse importante, si no lo logra por un camino lo buscará por el otro.. A diario vemos en la actividad Policial o nos enteramos por los medios periodísticos de jóvenes armados y a los tiros, que tratan de dar muestras de fuerza y coraje para ocultar su minusvalía o debilidad.

La Identificación: El adolescente marginado o sin éxito, puede obtener de algún modo substitutivo una especie de gloria, vinculándose con delincuentes mayores en los cuales creen sentirse reflejados: son su espejo; menores que desean formar bandas con mayores, terminando generalmente estos menores, como los responsables o a quiénes hacen responsables de los robos, muertes, etc..

La Proyección: Es una de las maneras en que los menores tratan de evitar la responsabilidad, con el dicho "FUE EL OTRO", y lo que es peor aún la justificación de sus padres o parientes, al decir "ES UN BUEN CHICO, LO MALO ES LA JUNTA".

El Negativismo: Es el que, todo lo que sea normal, social o de conducta aceptada para él es NO. Indudablemente buscará llamar la atención, aunque no lo vean. Es hacer algo que sabe que es NO, desde romper un foco, a agruparse, formar la patota y agredir, aunque no se sabe del porque lo hicieron, transformándose para el grupo un positivismo como la frase actual que emplean "TODO ESTA BIEN LOCO".

Hasta aquí hemos analizado algunas situaciones que motivan a menores a entrar en la delincuencia, también podemos observar que en nuestra tarea diaria de Policía, nos encontramos frente a hechos que dado a su repetitividad prácticamente ya no nos llaman la atención.

Pero ocurren hechos a nivel internacional que titulan por ejemplo "LA MASACRE QUE CONMOVIÓ AL MUNDO": recordemos cuando se conoció la noticia de que dos niños norteamericanos decidieron descargar una andanada de balas sobre sus compañeros de colegio cuando activaron una alarma de incendio, y aprovechando la carrera de sus compañeros, se transformaron en francotiradores, asesinando e hiriendo a varios de ellos.

Recientemente, en la última semana de Setiembre de 2004, un alumno en la Patagonia (Argentina), asesinó a dos e hirió a otros 4 en un colegio, con una 9 mm.

¿Y lo ocurrido por varios estudiantes, a salidas de fiestas estudiantiles, o de estudios en nuestro país?

Miramos hacia otro lado, porque esto ocurre en Estados Unidos,… pero tenemos que sincerarnos, ¿¿ Estamos seguros que en nuestro País, esto no va a ocurrir ??, ante esto otro diario decía CRIMINALES PRECOCES DE 11 Y 13 AÑOS, INSÓLITA MANIFESTACIÓN DE VIOLENCIA, ETC.

A medida que transcurren los años, vemos que los hechos delictivos aumentan, descendiendo las edades de los autores, lo que antes reflejaban un promedio de 16 años, en la actualidad lo tenemos con 14 y hasta 11 años.

En la ciudad de Santa Fe, existe un organismo que se denomina S.O.S. Escuela, impulsado por el Ministerio de Educación de la Provincia y la arquidiócesis de Santa Fe, que en una publicación periodística del Diario El Litoral, de fecha 29 de Mayo de 1998, Hoja 5, arroja este resultado: En la ciudad el 33% de las consultas refieren a niños violentos. En general estos chicos fueron víctimas previamente de violencia por maltrato psicológico, abusos, abandono o negligencias.

Un 73% de los casos son varones. Los chicos tratados por S.O.S. suelen provenir de hogares violentos; ser hijos abandonados por sus padres o sobreprotegidos; sufrir la falta de figura paterna; la adición a las drogas, y el autoritarismo en sus familias llevan al menor a este callejón sin salida y a asociarse con pares en la misma situación.

En el PAÍS… dice… Los grandes actos de violencia y los hechos violentos de menores están asociados al consumo de drogas.

14.21. La violencia en las escuelas

De acuerdo a un comentario de Laura Hojman que escribe para la agencia noticiosa DYN manifiesta que "la educación argentina se está despertando de un largo sueño de más de 50 años ya que ahora comenzó a mirarse por dentro y enfrentar la desidia con que permanecieron los contenidos escolares. La dejadez permanente hacia el nivel secundario y la importación de la violencia en todas sus manifestaciones.

Los docentes por carencias propias de su formación comienzan recién ahora a detectar y controlar actos de violencia, se familiarizan con estas cuestiones y tratan de prevenirlas y tratarlas.

La neurociencia que es una disciplina de la carrera de medicina es descubierta hoy como invalorable auxiliar para los educadores en la investigación de las actitudes y aptitudes biológicas en el proceso de aprendizaje a través del estudio de las células cerebrales y sus funciones.

Los maestros argentinos desde hace muy poco tiempo comenzaron a recibir a formación y capacitación en temas tales como la resolución de conflictos, mediación, creación de consejos escolares de convivencia y otras herramientas para asegurar la armonía.

Desde hace más de 50 años solo se enseñó a firmar amonestaciones, a reprobar, a suspender y dejar libres a los indisciplinados y violentos, muchos de quienes son pobres chicos víctimas de un hogar carente de amor y de las condiciones mínimas para vivir dignamente.

El programa JÓVENES NEGOCIADORES que impulsan la Fundación Poder Ciudadano y la Dirección Gral. de Educación Bonaerense para capacitar en diferentes planes a padres, docentes, y más adelante alumnos, por expertos de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, en la resolución pacífica de conflictos.

De acuerdo a las encuestas que realizaron en 31 escuelas del conurbano bonaerense arrojaron que el 78% de los colegios encuestados reconoció que uno de cada cinco de los problemas disciplinarios se vincula con la violencia escolar.

El 84% de los docentes sostuvo que cuenta con pocas o muy pocas herramientas para resolver por vía pacífica los problemas de violencia, considerando además que las sanciones disciplinarias fueron poco efectivas ante las acciones de violencia.

14.22. La influencia de los medios

Los chicos están absorbiendo de cuatro a seis horas de televisión por día y en determinados programas infantiles, puede haber cada ocho segundos un acto de violencia.

Esto impacta en el cerebro de los chicos como si fuera la memoria de una computadora y después ellos lo traen y lo actúan. (Según opinión del Dr. CANDIDO ROLDAN, Director del Programa de Prevención de Violencia Estudiantil y fracaso escolar de Buenos Aires)

En el mundo, una hora de televisión contiene como promedio de cinco a diez escenas violentas, presentadas en su mayoría como agradables o buenas.-

"Personajes de acción, como lo conocen los Chicos (TERMINATOR), es conocido por el 88% de éstos en el Mundo y el 22 % lo toma como modelo.

Para el 44 % de los chicos no existen grandes diferencias entre la percepción de su realidad y lo que ve en la pantalla. El 91 % de los chicos encuestados tiene acceso a la televisión y pasan tres horas diarias frente a la pantalla." (Datos extraídos de la encuesta realizada por la UNESCO sobre 5.000 jóvenes de 23 países).-

Otro hecho que también es preocupante y lo promueve el medio, son las salas de juegos o de video, donde en más del 70 % de esos juegos intervienen hechos violentos.

Existen juegos que directamente afectan derechos personales del ser humano como ser: el derecho a la vida, considerado como valor supremo, por nuestra Constitución Nacional y el mismo Código Penal.

Como ejemplo, tomemos en cuenta un juego llamado "CARMAGEDDON"que consiste en conducir un vehículo y atropellar peatones, el puntaje es distinto: Los ancianos tienen puntaje menor mientras que las mayores puntuaciones se obtienen atropellando niños, mujeres embarazadas o los que llevan bebes en cochecitos. Para lograr esta cacería humana pueden cometer cualquier infracción de tránsito,… lo importante es MATAR.

Incentivan a la conducción peligrosa, e incitan al jugador o deportista a cometer delito de Lesiones, Homicidios Simples y Múltiples. Como contrapartida a esto, tenemos la existencia de una Asociación denominada PROTEJAMOS LA VIDA, constituida por familiares de víctimas de accidentes de tránsito, que presentó denuncia penal en la ciudad de Rosario, considerando que las acciones que fomentan estos juegos constituyen hechos penados por nuestra Ley, encuadrándose en la figura de Instigación a cometer delitos, (Artículo 237 CP. Pyo.- Incitación a cometer hechos punibles, y Artículo 238 CP. Pyo.- Apología del delito), hechos estos agravados por estar dirigidos hacia menores.-

Este video está disponible en negocios, incluso puede bajar por línea de Internet bajo el título KILL PEDESTRIANS. Puede entenderse claramente la deformación que llega a producir en el subconsciente, el hecho de asimilar jugando que se es ganador, cuando con un auto a disposición, se debe salir a matar seres humanos para ser premiados. No olvidemos que los niños aprenden jugando

Regresando al adolescente, vemos con asiduidad que los inadaptados o los delincuentes no andan solos, y surge una pregunta: ¿Cómo se encuentran…? , de acuerdo a la obra "GRUPO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES" publicada en España en el año 1967 por el Dr. RENE FAN, decía… "El niño inadaptado al término de la edad escolar se va en busca de las bandas o grupos… El delincuente juvenil raramente permanece aislado, siente la imperiosa necesidad de aceptación que anida en el alma, porque sigue joven o niño… está cargado de oposición y agresividad…"

El medio condiciona la vida y puede llegar a crear hábitos. Tras una adolescencia difícil se agazapa una familia y una sociedad difícil. El vertiginoso camino que la vida hace recorrer conduce a que los hijos se encuentran desprotegidos, olvidados y hasta relegados a un segundo plano, estando en un primer lugar, la angustia económica: Padre y madre trabajando, el hogar es un lugar de reunión, sólo charlas informales y reposo. De esta manera el adolescente busca refugio en el grupo de pares, gana la calle, se reúne con personas de cualquier tipo, en cualquier lugar; los padres pierden autoridad, los hijos no tienen marco de referencia, están frente al espejo de la desprotección.

Además si tenemos en cuenta que el pensamiento del hombre moderno se observa como alérgico a la religión, no tiene aptitud para pensar, parece que la religión le estorba, o no tenemos necesidad de ella. Esta gente, estos adultos, estos mayores, forman parte de una familia, en la cual están educando a sus hijos y desean resaltar en ellos valores que los mismos padres no poseen.

14.23. La Función Policial

… A todo esto surge otro interrogante: ¿Cuál es el papel que le cabe a la policía ante este marco de delincuencia o de menores delincuentes, o como didácticamente se dice, delincuencia juvenil y la asociación de estos en bandas juveniles.

Evidentemente la experiencia nos pone a actuar al momento de cometido el hecho: producido el delito la Policía actúa, no sabiendo hasta el momento de la detención de quién es el autor, qué característica presenta y cuáles fueron los motores que impulsaron a este acometimiento. Observándolo desde este punto de vista, podemos llegar a interpretar que la Policía tiene solo una participación PASIVA. El menor delincuente es detenido y puesto a disposición de un Juez. Pero al ser menor, al cabo de un tiempo, puede recuperar su libertad y nuevamente en muchos casos comienza su reincidencia, haciendo un ciclo repetitivo y cuanto más repetitivo sea aumenta su peligrosidad. Es alojado en centro de detenciones, la falta de lugar, el hacinamiento, menores de distintos tipos de peligrosidad hacen que la Policía trate por todos los medios de buscar una seguridad hacia la integridad total del menor, tanto sea física como psíquica…pero…, ¿¿El Policía que esta atendiendo a estos menores, se encuentra preparado profesionalmente para hacer un diagnóstico o hacer un seguimiento..?? Evidentemente es Policía, no Psicólogo.

Es solo un guardador por un espacio determinado de tiempo, donde un Juez determina el lapso que debe permanecer.

Por todo ello, podemos decir que basado en los fundamentos expresados, las opiniones vertidas, llegaríamos a la siguiente:

14.24. Conclusión

a) "La familia es el punto de partida para lograr un adolescente útil a la Sociedad, con los valores perfectamente definidos, consciente de sus actos y actitudes que es la mejor manera de lograr la perfección psicosocial"

b) "Que las escuelas y los Centros de educación sean quienes pueden formar adecuadamente la personalidad de un adolescente, con el objetivo de estimular aptitudes positivas, el buen uso del tiempo libre, fomentar la libertad personal y el respeto por los demás"

c) "Deberían existir Instituciones Oficiales como por ejemplo de Defensa al Menor que pudieran determinar qué tipos y qué elementos les damos a los chicos para que consuman como pasatiempo, alertando a las familias de los riesgos e inconvenientes que un mal uso de su tiempo le pudiera acarrear"

d) "Que los lugares de detención sean lo suficientemente adecuados para preparar al adolescente a realizar un camino positivo de actitudes a través del consejo de Profesionales y tratamientos respectivos"

La pregunta de la Sociedad es …Y LA POLICÍA QUE HACE…?

Con esto no se quiere significar que la Policía nada puede hacer al respecto, por supuesto que sí puede hacerlo, y algunos ejemplos me atrevo a esbozar: a) comenzando por realizar una verdadera y efectiva prevención, buscando lugares que puedan ser proclives a formarse estas bandas de menores delincuentes, visitando los barrios, escuelas, manteniendo reuniones con entidades intermedias, buscando personal apropiado para formar parte de los grupos Asuntos Juveniles y preparándolos para estar en esta problemática.

Es decir, buscar que en los menores exista un orden público que sea la base del crecimiento humano. Quien acude al Policía siente el impulso natural de recibir una solución, que esta Policía sea la depositaria de la gran dosis de confianza, donde acudan a plantear el problema, que sean sin duda alguna la honorabilidad de la Institución, el respeto de la Comunidad y el auto respeto de sus integrantes.

1) Que nuestros Policías tomen conciencia que el descuido de la atención de los adolescentes pueden ser el riesgo potencial en preparar futuros delincuentes.

2) Que la policía se prepare adecuadamente para que a través del personal especializado en el tratamiento con menores, pueda desarrollar una tarea preventiva en los distintos medios de la Sociedad.-

3) Tratar de lograr que la misma sociedad a través de una comunicación directa con la Policía, basada en la confianza que esta le inspira, pueda dar cuenta de anormalidades, de menores que puedan ser considerados elementos de riesgo.

Debemos tener en cuenta que un adolescente es un motor en pleno funcionamiento, hay que saber controlarlo a tiempo, que a través de las Instituciones, como la Familia, la Escuela, la Iglesia y la misma Policía sean guías útiles y no dejar que elijan un camino equivocado, porque los adolescentes y la sociedad no están totalmente perdida, si bien existen jóvenes prostituídos, drogadictos, delincuentes, etc., reconozcamos que no todos están inmersos en esa desviación. QUE EXISTEN BUENOS HIJOS, BUENOS ESTUDIANTES, FAMILIAS EJEMPLARES, A LAS QUE HAY QUE ADMIRAR, SEGUIR E IMITAR PARA LOGRAR LOS GRANDES HOMBRES DEL MAÑANA.

LECCIÓN XV

SOCIOLOGÍA Y PSICOLOGÍA CRIMINAL

 15. Presentación 

Desde el momento mismo del nacimiento, nuestros padres juegan un papel importantísimo en la formación de nuestras vidas ante la sociedad, pues se carece de un criterio propio en los primeros años de la existencia, esto aunado a otros factores externos como son los de orden económico y social.

Este camino que de por sí es verdaderamente sinuoso, hay que recorrerlo con el apoyo incondicional de nuestros padres, contando además con un verdadero sentido de vocación que desde pequeños nos motive para lograr la elección de la profesión adecuada.

Tuve la oportunidad de estudiar una de las carreras universitarias mas interesantes y de enorme trascendencia social, porque el Derecho nos proporciona armonía y convivencia apegándonos siempre a los valores morales y de justicia; Por si esto fuera poco lo hice en una universidad en la cual estos valores son remarcados de manera sistemática, con lo cual nuestra formación profesional tiende a una excelencia que nos llena de orgullo y agradecimiento a nuestra amadísima institución.

Este trabajo trata de llevar a cabo un estudio respetuoso sobre sociología criminal, pretendiendo ser considerado no sólo como un testimonio veraz de lo que ocurre con las víctimas del medio social, sino como un estudio que pretende señalar los defectos y poner de conocimiento hechos que de mantenerse, podrían llevarla fácilmente a la corrupción y a la destrucción de su propia personalidad, al trauma psíquico, a la destrucción familiar o a la muerte violenta, todo esto con repercusión en la colectividad.

El problema aparece vinculado generalmente a problemas desde la misma infancia del individuo, conocer este peligro representa, si se detecta a tiempo, la posibilidad de eliminarlo.

Esta conclusión puede aplicarse en general a todos los delitos; la valorización de que han sido objeto estos delitos, ha sido variable a través de todas las épocas.

Sus valores y restricciones se hayan estrechamente vinculados a las condiciones de vida.

Este trabajo que con toda humildad he pretendido realizar con el fin de cumplir un deber de tesis necesaria para el examen profesional, no va mas allá de la sencillez que de quien esto escribe, pues si quien lo hace profesionalmente está expuesto a la crítica severa de sus lectores, quien lo hace como yo, como una obligación académica, lleno de nerviosismo espera la indulgencia de los que amablemente se sirvan leerlo y cuestionarlo.

15.1. Definición y concepto de Sociología.

Son muchas las definiciones que se han ensayado con el objeto de delimitar el concepto de Sociología: Littré, la define como la "ciencia del desarrollo de las sociedades humanas"

Max Weber, como una ciencia que se propone entender el obrar social interpretando su sentido. Bouman la define como la "ciencia de la vida humana tal como se desarrolla en grupos u otras referencias sociales"; otros autores la denominan sencillamente "ciencia de la sociedad" o "ciencia de las sociedades". Augusto Comte, su creador, la ideó a la manera de una "física social", que se encarga del estudio de las entidades sociales, de las sociedades humanas tal y como son, pero no como debieran ser, esto es, prescindiendo de todo juicio de índole normativo o axiológico, a la manera de las ciencias naturales, causales explicativas, que se caracterizan por el empleo del método denominado "positivo". Quiere esto decir que la Sociología no pretende encauzar en forma alguna la vida de las sociedades, sino realizar el estudio ordenado, sistemático, científico, de los fenómenos sociales – de los cuales el delito es sin duda el más grave e inquietante – de la misma manera que la física se encarga de estudiar la mecánica de los cuerpos, y la química las combinaciones y reacciones de las substancias.

 15.2. Consideraciones sobre Sociología Criminal.

La sociología criminal es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos han expuesto hasta atrevidas teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre, sobre todo cuando tratan de enumerar las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos autores sostienen que en el acto criminal entran un complejo de factores algunas veces difíciles de determinar.

Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las condiciones anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos: individuo y sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay quienes digan que las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de las tres categorías de factores estudiados.

Manzini nos dice que la "Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la historia natural de la delincuencia"

"En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social; en su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia".

Según su fundador, Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así como el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.

La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus muchos aspectos. Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como sujeto activo, con la sociedad. Estudia el acto delictuoso como un acto puramente objetivo. Las condiciones internas que motivan el hecho, y la manifestación de la voluntad, son del resorte de otra ciencia, la Psicología Criminal, importante auxiliar de las demás ciencias que con el problema que venimos estudiando se relacionan.

La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera se ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los fenómenos en general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del organismo social.

La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.

La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría, Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las observaciones sociológicas.

Arguye Ferri que la sociología criminal es una ciencia positivamente de observación, realista. La considera como síntesis y fundamento de las ciencias anteriormente enumeradas y aún del Derecho Penal. Es decir, constituye una ciencia en la que se resumen el delito, el delincuente y la pena. Al asentar la etiología de la criminalidad otorgándoles toda importancia al influjo de los factores antropológicos, físicos y sociales, rechaza la teoría del libre albedrío como base del derecho penal, y, al proclamar que el delincuente es un ser anormal física y psíquicamente, sugiere las bases de la responsabilidad social.

Por último Ferri, elabora una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista de su constitución física, más bien de sus funciones orgánicas y psíquicas. Cree que el tipo del criminal nato es característico que el criminal habitual encuentra en el media social las circunstancias propicias que accionan sobre su anormalidad para llegar a la comisión del acto delictuoso, como el loco y el congénito, que carecen del sentimiento social y moral. Asegura también que los delincuentes pasionales y por ocasión, se caracterizan por su escaso dominio para evitar en determinado momento la realización de un delito. Quien delinque, dice Ferri, lo hace presa de una anormalidad ya congénita o adquirida.

Rafael Garófalo también considera que la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social y en contribución a las condiciones naturales del individuo, por lo que toda misión represiva del delito debe tener muy en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social, debiéndose estimar y considerar de extraordinaria importancia los datos que los estudios antropológicos, físicos y sociales proporcionen. Buscar las causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad en relación con el delito.

 15.3. Aspecto social de la criminalidad.

Maxwel hace un ligero resumen sobre el aspecto social de la criminalidad, en su obra "El Crimen y la Sociedad". El carácter esencial de todo acto criminal dice, es el de ser definido por la ley escrita o consuetudinaria y el de tener señalada una sanción represiva. Este carácter no es absoluto, sino relativo, pues varía de acuerdo con las costumbres que profese cada sociedad. Los actos que antiguamente se castigaban con la pena de muerte, hoy no se castigan, y al contrario, actos que anteriormente no se castigaban, hoy se castigan con penas demasiado severas.

La noción de la criminalidad de un acto, depende del juicio que se haya formado la mayoría de los miembros del grupo social, acerca del acto que se ha reputado como criminoso; la opinión de la mayoría es un término medio y corresponde a las ideas y sentimientos aceptados por la mayor parte de los ciudadanos. Toda idea o acto contrario a esa opinión son considerados como punibles y, por consiguiente, criminales. Pero todo depende de haberse expresado la idea o cumplido el acto. La concepción de la criminalidad es esencialmente relativa, y su realidad está en relación con cada una de las sociedades existentes y con el grado de evolución de las mismas.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, es fácil concluir que la concepción de la criminalidad no puede tener una uniformidad variable, su uniformidad es apenas aparente y sus elementos esencialmente variables como todo ser viviente, están sometidas a la benéfica ley de la evolución. La evolución en una sociedad se manifiesta de diferentes maneras: ella prepara a veces la modificación de ciertos caracteres étnicos y la acción de condiciones comunes dotadas de energía sobre la plasticidad de los seres. Este hecho es más fácil de observar que el de la evolución intelectual mucho más importante desde el punto de vista criminológico. El cambio rápido y sorprendente que algunas veces se lleva a cabo en los sentimientos e ideas de un pueblo, es un fenómeno de observación fácil, permanece como indeleblemente grabado sobre las ideas que ese mismo pueblo se ha formado acerca de la criminalidad. Estas modificaciones en la conciencia pública, tienen como resultado trascendental, elevar ciertos actos a la categoría de criminosos, como también el de dar ese carácter a otros actos que, hasta cierto tiempo, habían permanecido como indiferentes a la luz de la justicia.

En un movimiento incesante, la opinión pública se encarga de clasificar y desclasificar las infracciones, y llega muchas veces hasta inventar nuevos delitos; si nosotros llamamos progreso este movimiento, este intento de cambiar las costumbres existentes, sin prejuzgar si estas designaciones son verdaderas de una manera absoluta, tenemos que reconocer necesariamente en la aparente uniformidad de la criminalidad en una época y en una sociedad determinada, dos elementos bien diferentes el uno corresponde a aquellas infracciones a las que el progreso conservará su naturaleza criminal, y el otro, a aquellas que, por el progreso, pierden la citada naturaleza. Se pueden citar ciertos actos que teniendo en cuenta el lugar, tiempo y época fueron actos de marcado carácter criminoso y que el tiempo los ha tomado en grandes virtudes. Sócrates quien fue un criminal a los ojos de los jueces Atenienses y condenado a tomar la cicuta, ha permanecido en la historia como un modelo de virtudes. Otro ejemplo lo encontramos en Galileo, condenado a retractarse por lo que había escrito acerca del movimiento de la Tierra. El fenómeno inverso se observa en la reprobación del poder social al delito criminoso, el cual es más terrible hoy que en épocas anteriores.

En realidad, la noción del acto de carácter criminal es contingente y relativa. Garófalo trata de establecer el delito natural y lo define en relación con la piedad y la probidad, porque, por la evolución, estos sentimientos se vuelven criminales y es preciso que ellos hieran, no sólo la parte superior y más noble de los demás sentimientos, sino aún, en la proporción misma y en el aprecio de que gozan dentro de la misma comunidad, ya que esto es indispensable para la adaptación del individuo en la sociedad.

La criminalidad según algunos autores, puede definirse, como el mayor o menor grado de nocividad que sobre un acto se forme juiciosamente, la mayoría consciente, de un conglomerado social.

Delmas y Boll dice: "El perverso en toda ocasión pretende burlar las leyes o violarlas, su mayor placer está en hacer el mayor daño posible, en destruir cuanto encuentra a su paso, y en inducir a todos los que le rodean a sus tendencias criminales".

La criminalidad, entendiendo por tal concepto la infracción de la ley penal, se nos revela como un fenómeno de la naturaleza social, en el sentido de ser el fruto de la vida en sociedad, pues el hombre en el estado de aislamiento absoluto, no podría llegar a ser un criminal, pues el individuo en estas condiciones gozará de derechos absolutos sin deberes correlativos, y su conducta no podría ser considerada ni social ni antisocial. La voluntad del individuo criminal pierde el sentimiento de la solidaridad y se coloca en franca rebeldía contra esa voluntad colectiva expresada por medio de una ley, un hábito o una costumbre.

¿Estando en el más completo aislamiento, puede el peor de los criminales cometer un asesinato? Seguramente que no, pues para que exista el delito es menester la presencia de un agresor y una víctima. "Julio Verne en su novela ‘la Isla Misteriosa’, nos relata que Ayrton, criminal escapado de Norfolk y pirata, una vez que fue descubierta su identidad se le amenazó con entregarlo a las autoridades inglesas, pero el prefirió ser abandonado en una isla desierta del Pacifico, donde jamás volvería a tener tratos con los hombres. Vivió en su aislamiento doce años aquel criminal, naturalmente sin cometer un solo delito. ¿A quién podía lesionar injustamente, si vivía en el más completo aislamiento? En cuanto vio a Albert uno de los componentes de la expedición que iba a rescatarle, pretendió darle muerte".

Por todo lo hasta aquí expuesto, es un hecho innegable que el crimen, social en su origen, se torna antisocial en sus consecuencias.

En la criminalidad podemos observar un verdadero conflicto de voluntades: de un lado, la voluntad perversa del hombre delincuente, siempre dispuesto a atentar contra la vida, honra y bienes de sus conciudadanos, y de otro lado, la voluntad de la colectividad, siempre alerta a defender no sólo el patrimonio económico sino también el patrimonio moral de todos los elementos que la constituyen. La infracción es, pues, el producto de dos factores: factor individuo y factor sociedad. Cada uno de estos factores tiene una acción propia y caracterizada en la evolución y producción del fenómeno sociológico y criminal.

 15.4. Resumen

Sociología Criminológica

 Antes de definir la Sociología, quisiera señalar que ésta no pretende de ninguna manera servir de guía, ni mucho menos dirigir la vida de las sociedades, sino que su función se limita a realizar un estudio ordenado y científico del desarrollo de dichas sociedades, en las cuales, el delito es parte fundamental.

Concluyo esto, tomando en cuenta a varios tratadistas que de manera general definen a la sociología como la ciencia del desarrollo de las sociedades humanas. Esta aplicada al concepto de sociedad criminal, sería "la ciencia descriptiva que realiza el estudio de la historia natural de la delincuencia", esto es, que estudia los caracteres individuales del delincuente con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social.

Según Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundamentándose en la Antropología, la Psicología, la Estadística Criminal, el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas. Aquí cabría diferenciar la Sociología general de la Sociología criminal, pues en tanto que la primera estudia todos los fenómenos en general, la segunda se ocupa únicamente del fenómeno criminalidad, en uno de sus tantos aspectos que es la relación que existe entre el autor del delito como sujeto activo con la sociedad, estudiando el acto delictuoso como un acto puramente objetivo; las condiciones que motiven el hecho y la manifestación de la voluntad, corresponden a otra auxiliar de nuestro tema a tratar, la Psicología criminal; así como nos apoyamos en esta rama, lo hacemos también en la Antropología criminal, Etnografía, Psiquiatría y Neurología.

Ferri clasifica al delincuente desde el punto de vista de su constitución física, esto es, de sus funciones orgánicas y psíquicas, considera que el tipo de criminal nato es característico, que encuentra en el medio social las circunstancias favorables que hacen accionar su problema anormal para llegar a la comisión del delito; asegura que en el caso de delincuentes pasionales se caracterizan por su falta de dominio para evitar la realización del delito y que quien delinque, lo hace presa de una anormalidad ya adquirida o congénita.

Para Garófalo, también la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social, por lo que toda misión represiva del delito debe tener en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social; buscar causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad con relación al delito.

La criminalidad entendida como infracción de la ley penal, se nos muestra como un fenómeno natural, en el sentido de ser el fruto de la vida en sociedad, pues podríamos pensar que el hombre en un estado de aislamiento absoluto, no podría llegar a ser criminal, pues en estas condiciones gozaría de derechos absolutos sin deberes correlativos, por lo tanto su conducta no podría ser considerada ni social ni antisocial. ¿O podríamos considerar que el peor de los delincuentes podría llegar a cometer un asesinato estando en el mas completo aislamiento?, Seguramente que no, pues para que exista el delito es necesaria la presencia de un agresor y una víctima; en conclusión es innegable que el crimen social en su origen se torna antisocial en sus consecuencias.

En la criminalidad podemos observar un verdadero conflicto de voluntades, por un lado la voluntad perversa del hombre delincuente siempre dispuesto a atentar contra la vida, honra y bienes de sus conciudadanos, y del otro lado, la voluntad de la colectividad, siempre alerta a defender el bien jurídico tutelado de todos los elementos que la constituyen.

La infracción es, pues, el producto de dos factores, individuo y sociedad, cada uno de estos factores tiene una acción propia y caracterizada en la evolución y producción del fenómeno sociológico y criminal.

Los estudios de la delincuencia y el crimen, creo que se deben centrar en sus orígenes psicológicos y ambientales, en el conflicto entre padres e hijos, las modernas condiciones de la vida familiar y la falta de relaciones primarias; la delincuencia es o puede ser un síntoma de impotencia económica y política de los jóvenes en una cultura que desprecia la inepcia y concede una gran importancia a los títulos educacionales.

El ideal rehabilitativo, debe hacerse para investigar los orígenes del comportamiento criminal y delincuente dentro de individuos o medio ambiente determinado y no en los organismos oficiales constituidos del derecho penal sino en el desarrollo de la personalidad y la socialización que conduce al crimen.

Bentham afirma que todo castigo es malo, pues es un daño, y que en caso de ser admitido solo se debería hacer para excluir un mal mayor y como un medio para asegurar la tranquilidad de la mayoría, coincido con él, pues en mi opinión el "criminal por naturaleza" se debe excluir de nuestro lenguaje pues considero que una educación debida podría contrarrestar las imposiciones de una vida familiar deficiente, de un medio ambiente corrupto y promiscuo, de hacinamiento y pobreza, adicciones al alcohol o drogas con la consecuente pérdida de valores tanto morales como religiosos y sociales, en resumen, considero que con la implementación de programas escolares de psicología infantil desde la escuela primaria, tendientes a detectar los problemas que pudieran presentar los menores en sus casas observando sus actitudes de comportamiento en el aula escolar, su precocidad, sus tendencias, etc., se podría evitar el que estas niños se convirtieran en futuros delincuentes tan en boga en la actualidad para mala fortuna de nuestra sociedad, en donde probablemente ésta tenga una gran parte de culpa por ser tan insensible a un problema tan grave como lo es atención y prevención de la delincuencia.

15.5. Psicología Criminal

Ciencia que estudia el alma del delincuente sus facultades y operaciones en relación con el delito o con la propensión a delinquir. Constituye pues, un aspecto de la criminología.

La psicología criminal ha rebasado el límite de la observación individual del sujeto antisocial extendiéndose hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que influyen en la criminalidad, ya sean individuales o colectivos.

Se reconocen cuatro ramas científicas para la observación psicológica de la personalidad:

  1. La Psicología Criminal: trata de averiguar de conocer qué es lo que induce a un sujeto a delinquir, qué significado tiene esa conducta para él, porqué la idea de castigo no le atemoriza y le hace renunciar a sus conductas criminales; la psicología criminal trata de averiguar su significado de manera histórico-genérica.
  2. La Psicología Judicial: que estudia su comportamiento en cuanto es imputado de un delito.
  3. La Psicología Carcelaria: que lo estudia mientras está condenado, expiando una pena carcelaria.
  4. La Psicología Legal: que coordina las nociones psicológicas y psicopatológicas que ocurren par la aplicación de las normas penales vigentes sobre las condiciones del menor, del enfermo mental, del sordo mudo, del alcohólico así como de las circunstancias agravantes o atenuantes.

15.6. Diversos aspectos del psiquismo del delincuente

1) Longilíneo esténico: Estatura algo mayor que la media; buen desarrollo muscular y óseo; es más bien delgado, sin grandes masas musculares; la microesplacnia no es notable; son ágiles y esbeltos; de cráneo mesaticéfalo o braquicéfalo; en el aspecto hormonal, hay hipertiroidismo a veces combinado con hiperpituitarismo; buen desenvolvimiento sexual.

2) El longilíneo asténico: Caracterizado por la delgadez, poco desarrollo óseo y muscular; no da la impresión de esbeltez que es propia del tipo anterior, sino más bien de flacura; notable micro esplacnia. En lo Endocrino, variedades puras y entremezcladas, casos de hiposuprarrenalismo, hipogenitalismo y más raramente hipoparatiroidismo; es clásico el hipetiroidismo.

3) El brevilíneo esténico: Predominio de las medidas horizontales sobre las verticales; megaloesplacnia no exagerada; buen desarrollo óseo, muscular y sexual. Hay variedades hipotiroideo-hipersuprarrenales, hipergenitales e hiperpancreáticas.

4) El brevilíneo asténico: Predominio de las medidas horizontales sobre las verticales; talla variable; poco desarrollo en el pecho; mucho en el abdomen. Adiposidades frecuentes y notables. Existen variedades hipopituitarias e hipotiroideo-hipopituitarias.

En el aspecto psiquico, los longilíneos son taquipsíquicos; de reacciones rápidas; sumamente inestables e irritables y con mayores exageraciones en los tipos extremos.

Los brevilíneos son bradipsíquicos reaccionan lentamente y poseen una gran estabilidad general.

15.7. Las pasiones humanas

Para gustos se hicieron los colores o sobre los gustos no hay nada escrito, rezan los tópicos del refranero. Más a pesar de esta supuesta variedad del gusto, encontramos socialmente una sospechosa homogeneidad en los placeres más supuestos que reales que nos atrevemos a concedernos.

¿No fue siempre la felicidad la más legitima aspiración del ser humano, el trasformar los pesares de este Valle de Lágrimas en las livianas alegrías del Jardín de las Delicias? ¿Y no es la búsqueda del placer la forma más segura de atravesar la cancela que lo guarda? ¿No es acaso nuestro deber encontrarnos a nosotros mismos reflejados en el espejo caleidoscópico de nuestros gustos?

El sexo, amar y ser amados, la buena mesa, los embriagantes, las bellas artes, la naturaleza, el jugo, el deporte, el humor, el lujo, los viajes y así un infinito catálogo de goces particulares pueden ser utilizados para hacer que esta vida merezca la pena ser vivida.

Lo diremos con las precisas palabras de Jonathan Ott en su excelente "Pharmacophilia o los paraísos naturales". "A medida que se disecciona y desnuda la neurofisiología del placer, resulta cada vez más obvio que la búsqueda del placer es el impulso fundamental, por diferentes y sinuosos que sean aquellos caminos que divagan en su dirección. En realidad algunos encuentran en el trabajo de su vida la recompensa última, y las sociedades tienden a valorar incluso fijaciones laborales obsesivas, que bien pueden ser claramente consideradas "trabajomanía". Para otros la satisfacción última es la conquista sexual, la comida es la recompensa por excelencia de muchísimas personas, y demasiados obtienen satisfacción de adquirir poder sobre otros. Luego tenemos a los farmacófilos, para quienes los placeres superiores son farmacológicos. Todas estas actividades tienen en común el placer y la recompensa, son medios semejantes para alcanzar el mismo fin.

15.8. Ausencia de placer en la era sucedáneo

Siempre el placer contó con innumerables enemigos, al menos en nuestras occidentales civilizaciones, y si antes eran sacerdotes, funcionarios, familiares o vecinos los encargados de mantener a raya nuestros instintos, el mundo moderno ha elaborado nuevas, complejas y eficaces formas de represión. Sabido es que una sociedad insatisfecha consume más, pues busca en los productos sustitutos que calmen la ansiedad que crea en alma y cuerpo la insatisfacción de los deseos. A falta de sexo, el publicista nos venderá su apariencia: la ropa o el perfume de marca, caro e inútil. El consumo de símbolos, ya sea el móvil, el coche o el televisor de última generación, llenará el vacío vital de nuestra dejación de los placeres.

Como rito de iniciación a la madurez sexual, ¿qué es más placentero?, ¿juntarse en fiestas donde el trato carnal sea el resultado natural de una alegre embriaguez, o el espectáculo de jóvenes dando tumbos a locales atestados, entre el calimocho y la garrafa, para acabar solos y resacosos en la triste vivienda familiar? En cuanto a los embriagantes, ¿cómo explicar el desgarro de miles de individuos consumiendo compulsivamente sucedáneo adulterados, en vez de tomar los frutos naturales que la tierra nos ofrece para euforizarnos, relajarnos o evadirnos? Solo el hecho de que una casta química y médica haya sucedido a la sacerdotal en el control del cuerpo puede explicar esta aberración, además del negocio de la prohibición, que merece tema aparte.

15.9. Las emociones

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción en forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.

15.10. Existen seis categorías básicas de emociones.

  1. Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
  2. Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
  3. Aversión: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
  4. Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
  5. Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.

    Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:

    1. Miedo: tendemos hacia la protección
    2. Sorpresa: ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
    3. Aversión: nos produce rechazo hacia aquellos que tenemos delante.
    4. Ira: nos induce hacia la destrucción.
    5. Alegría: nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien)
    6. Tristeza: nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
  6. Tristeza: Pena, soledad pesimismo.

LECCIÓN XVI

ALCOHOLISMO Y CRIMINALIDAD

16. Importancia. Es de real importancia dentro de la criminología, por eso es que se justifica el dedicarle una lección aparte, las realidades entre el alcoholismo como causa, por una parte, y las enfermedades mentales y la criminalidad como consecuencias, sobre los estudios importantes realizados sobre la materia, las opiniones emitidas por los autores son uniformes.

En el siglo XVIII Montesquieu ya se preocupaba cuando refiere a la distribución de los vicios y los delitos en Europa Meridional, corresponde un mayor alcoholismo en la Europa Septentrional, el alcoholismo y el delito se compensan, el primero es equivalente del segundo. Tiene relación directa con la delincuencia, es una droga tóxica, afecta a tejidos y al sistema nervioso central.

16.1 Efecto del alcoholismo.

Grado de atracción que el alcohol ejerce sobre el individuo. Esta variación, varía desde una notoria inclinación hasta una invencible repugnación, producida la embriaguez será diferente según la atracción o la repugnancia.

Sensibilidad individual frente al alcohol. También aquí se dan grados que van del individuo que puede ingerir cantidades relativamente grandes de alcohol sin sufrir grandes alteraciones corporales o psíquicas.

Cantidad y calidad de las bebidas. Este es un dato puramente objetivo, dentro de estas atracciones ha podido comprobar, por ejemplo que las bebidas destiladas ejercen una influencia mayor en la aparición de la embriaguez que el vino y la cerveza, lo mismo sucede con las especies de bebidas los cuales pueden tener agregados al alcohol, otros elementos que ejerzan una acción similar que se suma a la del primero, la multiplica o lo disminuye (son los casos de whisky, el ajenjo)

16.2. Causas del alcoholismo.

1) La herencia. La inclinación porque su influencia es frecuentemente sostenida y todavía no se ha dado pruebas para prescindir de ella, más puede suceder, como se explicará en la parte criminológica que se deba hallar principalmente de influencias congénitas ambientales, por ejemplo: un niño nacido en un hogar de alcohólicos se encuentra desde pequeño en condiciones adversas para llegar a desarrollarse normalmente desde el punto de vista corporal y psíquico.

2) El Biotipo. Las investigaciones hechas en base a la biotipología han llegado a conclusiones imprecisas, por lo tanto aquellos que tienen características temperamentales, creemos que ha hay escasas posibilidades de afirmar que existe estrecha relación entre constitución biotipológicas en inclinación hacia el alcoholismo peor si existe mucha diferencia cuando la estudiamos en forma individual por ejemplo.

– La esquizotimico. Hay prevalencia de causas internas según su propia psicología (descontento con el mundo y de la vida, angustia, deseo de huir del mundo, etc.)

– Los ciclotímicos. En ellos suelen prevalecer las ambientales (imitación, mal ejemplo familiar, etc.)

3) Enfermedades mentales o de otro género. Esto nos demuestra que el alcohol produce efecto mucho más profundos y duraderos en el individuo predispuesto por alguna enfermedad, sobre todo mental, en muchos casos las enfermedades son causas del alcoholismo y no su causa, esto nos conduce de que el alcohólico no deje de beber pese a que sufre penosas consecuencia, como la pérdida de trabajo, del prestigio, tormentos físicos y otras miserias.

4) Deseo de huir de situaciones dolorosas de la vida. Y consiguientemente, de buscar en ciertos medios, como el alcohol y los estupefacientes, un remedio para dolores físicos y psíquicos.

5) Por ansia de mayor felicidad. Por anhelo de placeres nuevos motivos estos que se encuentran no solo en las personas pobres o enfermas, sino que en personas de cultura refinadas y buena posición económica, al individuo que está cansado de la vida y que busca por todas partes la excitación de sensaciones nuevas, por ejemplo en la forma más aberrada en la excitación sexual.

6) Transformación no advertida del bebedor en alcohólico. Sucede a menudo que una pequeña dosis de alcohol concluye por crear un hábito del que luego resulta imposible librarse y que exige siempre más para ser satisfecho, aquí lo único evidente es que uno no llega a saberlo, ni quererlo, al lado de estos factores individuales, existen otras causas prevalentemente externas.

16.3. Factores externos.

1) La temperatura, sobre todo extremada, tanto el frío como el calor excesivo facilitan la asimilación del alcohol.

2) El ambiente familiar, la imitación tiene carácter más acentuado, en muchos hogares en que los padres son alcohólicos, los hijos también lo sean y no por supuesta transmisión hereditaria sino por fuerza de la imitación.

3) La situación económica, se puede hallar alcohólicos en todas las categorías económicas en número y calidad, los pobres para huir de las amarguras de la miseria a través de la embriaguez, entre los ricos existe un buen porcentaje de alcohólicos por razones ya expuestas.

4) La moda, es otra forma de imitación de base más extendida, esto demuestra como el alcoholismo se va haciendo más común a través de costumbres sociales, está demostrado también que a raíz de la igualdad de los sexos, hubo un aumento desmesurado de éste vicio entre las mujeres.

16.4. Formas de alcoholismo (458 Huascar) La división más aceptable, principalmente desde el punto de vista criminológico es la siguiente:

a) Embriaguez patológica. Es aquella que conduce, como su nombre lo indica, hasta estados patológicos, se dan inclusive delirios y alucinaciones. En lo criminal, acostumbra manifestarse por graves delitos de violencia sin causas aparente alguna o con causas desproporcionadamente pequeñas.

b) Embriaguez alcohólica aguda ordinaria. Es la menos grave de la que se enumera, se produce por ingestión relativamente considerable de alcohol, la que trae por consecuencia no sólo un trastorno en la composición química de la sangre sino también muchos síntomas psíquicos que la hacen semejar a las otras psicosis de origen tóxicos.

c) Alcoholismo crónico. Siempre el individuo presenta efecto de alcohol inclusive cuando el individuo no está ebrio, la degeneración personal es más profunda y permanente, y es resultado del uso continuo del alcohol, sus grados son muy variados; van desde sus inicios; cuando las alteraciones personales son apenas notadas en la familia o por los familiares, hasta los estados de demencia en que el manicomio es lugar obligado de internamiento.

16.5. Síntomas del alcoholismo. La ingestión de alcohol se manifiesta, en primer lugar, por las alteraciones producidas en la constitución química y en el funcionamiento del cuerpo.

Las primeras dosis operan a modos de excitantes del sistema nervioso. Aumenta el número de pulsaciones cardíacas, se experimenta vasodilatación, aumento en la frecuencia respiratoria, es excitada la actividad funcional del tejido muscular, la secreción urinaria y (un poco menos), la salivar; la temperatura del cuerpo levemente desciende por la dispersión del calor producido por la vasodilatación.

Las alteraciones químicas se evidencias principalmente en la sangre, que actúa como vehículo en la alteración de diversos tejidos, principalmente en el nervioso.

Se nota gran excitación sexual, especialmente en el primer momento de la intoxicación aguda, pero con el progreso de ducha intoxicación puede fácilmente llegar al extremo opuesto, de la impotencia.

Los nervios sensitivos funcionan cada vez con menos agudeza, especialmente los que atienden la sensibilidad dérmica, queda disminuido los sentidos del equilibrio, del movimiento.

En cuanto a síntomas corporales y psíquicos encontramos la gastritis de defensa, con dolores de estómago, náuseas, etc., sobrevienen vómitos que son verdaderas tentativas de defensa orgánica, los riñones, con la orina.

A medida que el alcoholismo se agrava más o sea que alcance como forma de hábito crónico, estas características se agravan más ya se manifiesta desórdenes permanentes en el hígado, alteraciones en el tejido nervioso, atrofia de la corteza cerebral, trastornos en los riñones, órganos sexuales y otros de los sentidos.

16.6. Anormalidades de acuerdo a los tipos de fenómenos psíquicos.

a) Vida representativa: La intoxicación se traduce en la pérdida de gran parte de la agudeza y precisión de los sentidos con la consecuencia de que se pierde simultáneamente claridad y precisión en los elementos básicos para la vida representativa superior, que son las sensaciones. Las imágenes se deslizan y encadenan velozmente.

– Ilusiones y alucinaciones. Ambas anormalidades son síntomas de falta de adecuación al mundo real. Las imágenes resultantes son sumamente variadas, desde la muy agradable que se presenta en los primeros momentos de la intoxicación, hasta las terroríficas que se dan durante el delirium tremens. Las alucinaciones son de todos los tipos; visual, auditivo, dérmico y menos frecuentemente gustativo y olfativo.

Del terror, del miedo, suele pasar a la reacción cuya comprensión también supondrá el estudio de la personalidad anterior del sujeto. En efecto hay individuos que se encierran en sí mismos, aterrados, pero también los hay que tienden a reaccionar violentamente contra la supuesta hostilidad ambiental. En cuanto al deseo de fuga del mundo, el aislamiento, llegando hasta el extremo del suicidio.

– Delirios: Característica durante el período inicial del hábito, el alcoholismo crónico y la demencia alcohólica. En los primeros delirios generalmente de persecución, es posible que persista, en otros aspectos, la personalidad normal y que el paciente pueda seguir desempeñando su profesión u oficio, hay crisis de mal humor que dura largo tiempo. Desde el punto de vista criminológico, tienen gran relieve, en la intoxicación alcohólica, los delirios de celos que se presentan en la etapa crónica aunque se los pude a veces observar antes.

El alcohólico, precisamente por el vicio de que es esclavo, causa repugnancia a propios y extraños, incluyendo a su esposa, amante. Esto ocurre a causa de la decadencia moral, de la brutalidad, su desconsideración, la tornan poco atractivo. El alcohol, en un comienzo, tiene acción afrodisíaca; esto significa que el hombre quiere realizar el acto continuamente, estos actos son prolongados porque el alcohol retrasa la eyaculación, por lo que resulta un martirio para la mujer. Luego, entre el instinto exacerbado y la falta de delicadeza moral y de inhibiciones, el alcohólico busca satisfacciones aberradas que repugnan al cónyuge que termina por odiar la intimidad. Esto lo advierte en alcohólico y no tardará en atribuir a la existencia de un amante a causa de la resistencia y falta de interés del cónyuge, esto a lo largo inclusive lo lleva a la clara infidelidad y no siempre sospechado entre personas ajenas al círculo familiar; y es señalado culpable el hijo, padre, hermano, etc. Este delirio lleva a la muerte o lesiones graves en el cónyuge, actos de alteraciones sexuales: sadismo, masoquismo, exhibicionismo, etc. Por otra parte, el coito excesivamente prolongado, puede ser tan doloroso como para llevar hasta el suicidio al cónyuge o al alcohólico.

– La memoria: Se produce un progresivo debilitamiento de la memoria; se esto produce por falta de buenas percepciones de atención, de comprensión, sobre todo voluntaria, por la debilidad de la voluntad; por la confusión mental que se crea paulatinamente en el alcohólico habitual y en el crónico.

– Delirium tremens: Es un síndrome de excitación psíquica con desorientación espacial y temporal, violentas alucinaciones (preferentemente visuales y táctiles), temblor corporal que acompaña este trastorno, se da principalmente en individuos de cuatro a más décadas de vida y que se hayan dedicado habitualmente a la bebida. La gravedad criminal no puede aumentar por el hecho de que el ataque de delirium tremens coincide, a veces, con ataques epilépticos.

b) Vida afectiva: Para las dosis pequeñas de alcohol o en las etapas iniciales del alcoholismo crónico, se observa cierta tendencia a la euforia, a la felicidad, pero gradualmente, tal estado va tomándose de optimista en pesimista, apatía por el propio estado. Los enfermos sin faltar a las leyes de la honestidad, se limitan a descuidar los propios deberes, o la limpieza de una persona o las normas de cortesía, descuidan la vida pública y las luchas sociales, los sentimientos de religiosidad. En esta categoría se encuentran muchas pordioseras profesionales, ladrones habituales, madres que prostituyen a las hijas, padres incestuosos.

c) Vida volitiva: es el debilitamiento de la voluntad, se manifiesta sobre todo en la falta de frenos inhibitorios, esta ausencia de dominio sobre la conducta puede explicarse de la siguiente manera:

  • Falta de dominio del pensamiento sobre los músculos.
  • Por pérdida de la capacidad de valoración, sobretodo ética y estética.
  • Por debilidad de la voluntad propiamente dicha (capacidad de elección y principio de acción)

Dipsomanía. Es la anormal tendencia de beber, puede presentarse por muchos factores o causas, de los principales es el alcoholismo crónico. Pero la propia dipsomanía puede ser causa de alcoholismo, cuando es síntoma de la existencia de otras enfermedades mentales que agravan el cuadro total.

La inclinación a las bebidas puede ser tan pronunciada que, para obtener su satisfacción, el ebrio no se detendrá ante consideraciones de honor, de vergüenza, ni siquiera ante delitos graves: finge, estafa, hurta, roba.

d) El alcoholismo y otras enfermedades mentales. La epilepsia no se manifiesta sino en circunstancias extraordinarias, bajo la influencia de emociones intensas. Puede también revelarse en forma de intolerancia o de reacción patológica al alcohol, el exceso del alcohol que provocan accesos convulsivos o crisis psíquicas, además de esto el alcoholismo tiene relación con varias enfermedades mentales, fuera de la epilepsia, ejemplo, la neurosis traumática, en la parálisis progresiva, en los estados de excitación maniática.

16.7. Alcoholismo y la criminalidad. El alcohol por sí solo no ha de considerarse como única causa importante para la ejecución del delito, sobre todo si éste es grave. Existen otras causas en relación con las cuales el alcoholismo es una fuerza más o una mera causa ocasional, por ello a veces sucede que entre los alcohólicos que han injerido la misma cantidad de alcohol, unos delinquen y otros no; esto es porque aquí llega a tallar la personalidad previa de los ebrios, la predisposición individual desempeña un papel importante, inclusive en la condición sine qua non del delito, para evitar confusiones, es preciso tener en cuenta que no siempre el delito y alcoholismo se manifiestan juntos, se puede atribuir aquél a éste ni siquiera como simple causa desencadenante, alcoholismo y delito son efectos de una causa común anterior. En los delitos culposos deriva de la falta de atención, coordinación, memoria, todos estos derivada del uso del alcohol, sobre todo en los delitos de tránsito, de omisión. De todo esto deducimos que el alcoholismo en cuanto a la criminalidad tiene más importancia que cualquier enfermedad mental.

16.8. Consecuencia del consumo del alcohol.

Llamaremos criminalidad directa o directamente derivada del uso del alcohol: relación entre el estado alcohólico y el delito es evidente.

Criminalidad indirecta: resulta del alcoholismo, pero a través de mecanismos más complicados y ocultos, difícil de establecer el nexo causal con el delito.

Criminalidad por degeneración hereditaria. Como consecuencia del alcoholismo de los antepasados, presumiblemente trasmitido a sus descendientes la criminalidad o alguna anormalidad biológica favorable a la aparición de la criminalidad.

  1. Criminalidad directa. En su base está la destrucción de la personalidad normal y su debilitamiento, consecuencia del uso del alcohol en todos los estados de embriaguez. La influencia de esta en la criminalidad es evidente en las llamadas curvas semanales de criminalidad, atribuibles, sobre todo en los delitos por lesiones, la mayor cantidad de alcohol que se consumen en los días feriados y fines de semana.
  2. Criminalidad indirecta. Esta especie de criminalidad es más importante que la criminalidad directa, estos efectos indirectos son más serios que los directos, se manifiestan en la incapacidad de mantener a la propia familia y la deteriorización de la vida familiar primera causa indirecta a la delincuencia, empeoramiento del ambiente familiar, mal ejemplo de los padres a jóvenes y niños que están en edad de imitación, la familia es indisciplinada y para restablecerla se recurre a medios brutales, se pierde el respeto por el padre, la madre ebria y peor cuando ambos lo son, los niños salen por las calles parte de sus vidas, lejos del ambiente hogareño, se integra a bandas infanto juveniles y se dedican a pequeños delitos.
  3. Criminalidad por degeneración hereditaria. En criminología, se complica, porque no se trata simplemente de establecer la relación alcoholismo-alcoholismo, sino también y quizás más importante, alcoholismo-delincuencia y delincuencia-alcoholismo. Los autores consideran no probada aún la influencia hereditaria del alcoholismo. Lombroso, no solo acepta esta tesis, sino que pretende ilustrarla con ejemplos escogidos a propósito.

    • Arresto y multa. Las más ineficaces. Sufren los más pobres.
    • Prohibicionismo da lugar más bien a un incremento de la delincuencia.
    1. Trastorno psíquico temporal de carácter tóxico que altera los procesos cognoscitivos y disminuye el control voluntario de los actos.

      1. Fortuita. O involuntaria, es la ingestión de una o varias copas de alcohol, pero que para la naturaleza del sujeto es excesiva, razón que cae en embriaguez aguda. Es eximente.

        Culposa. O voluntaria. Ingestión ocasional o habitual sin moderación, pero sin intensión de embriagarse. Es atenuante, si es semiplena.

        Dolosa. O premeditada. Ingestión con intensión de cometer un delito o de obtener un eximente ("actio liberae in causa", CP, 19). No es eximente, en los demás casos es delito culposo.

        Plena. O completa, es el pleno estado de confusión donde el ebrio está privado totalmente de la inteligencia y carente completamente de la voluntad.

        Semiplena. O incompleta. Aún tiene capacidad de querer y comprender aunque no lucidamente.

      2. CLASIFICACIÓN
      3. DETERMINACIÓN DE LA CULPABILIDAD

      1)   Si la embriaguez alcohólica es fortuita y plena, es eximente, si es semiplena es atenuante.

      2)   Si es culposa, responde a título de culpa.

      3)   Si es embriaguez dolosa , responde a ese título.

      LECCIÓN XVII

      DROGADICCIÓN Y CRIMINALIDAD

      17. Estupefacientes. Definición

      El término "toxicomanía" proviene del griego "toxicon", que significa "veneno", y del latín "mania", que sería algo así como una locura caracterizada por delirio y agitación. Es decir, etimológicamente, la toxicomanía sería una alteración mental que induce al individuo al consumo de un veneno.

      El Comité de Expertos de la Sociedad de las Naciones, en 1957, pronunció que la toxicomanía es un estado de intoxicación periódica o crónica, provocada por el empleo reiterado de ciertas sustancias tóxicas.

      Es digno destacar que se le otorga a las sustancias tóxicomanigenas la calidad del veneno, lo cual es correcto, toda vez que ellas poseen una marcada toxicidad propia (algunos la denominan "poder tóxicomanogeno", amén de la toxicidad derivada del uso prolongado o repetido.

      En el orden clínico, los franceses Antonine y Maurice Porot, definen: la toxicomanía es una apetencia normal y prolongada manifestada por ciertos sujetos hacia sustancias tóxicas cuyos efectos analgésicos, euforísticos o dinámicos han conocido accidentalmente o buscado voluntariamente; apetencia que se ve convertida en hábito tiránico y comporta, casi inevitablemente, un aumento progresivo de la dosis.

      La LEY 1340/88 "QUE MODIFICA Y ACTUALIZA LA LEY No. 357/72. QUE REPRIME EL TRÁFICO ILÍCITO DE ESTUPEFACIENTES Y DROGAS PELIGROSAS Y OTROS DELITOS AFINES Y ESTABLECE MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y RECUPERACIÓN DE FARMACODEPENDIENTES" en su CAPÍTULO I – DISPOSICIONES GENERALES: Art. 1o. – Esta Ley considera sustancias estupefacientes y drogas peligrosas a: a) Las incluidas en la lista anexa a la Convención Única sobre Estupefacientes y al Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas, ratificados por las Leyes Nos. 338 y 339 del 17 de diciembre de 1971. b) Todas aquellas de origen natural o sintético que pueden producir estados de dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central o que tengan como resultado alucinaciones, trastornos de la función motora y sensorial y modificar el comportamiento, la percepción o el estado de ánimo, o cuyo consumo pueda producir efectos análogos a los de cualquiera de las sustancias indicadas en el inciso a) de este artículo. c) Las sales, preparaciones y especialidades farmacéuticas o cualquier producto empleable en su elaboración, transformación o industrialización. Las sustancias y drogas mencionadas en los incisos b) y c) deberán ser establecidas por Decreto del Poder Ejecutivo originado en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, conforme a un listado que deberá ser actualizado en el mes de diciembre de cada año e identificadas por el nombre genérico adoptado por a la Organización Mundial de la Salud, sin perjuicio de que dicha actualización sea efectuada en cualquier momento que sea necesaria.

      La Organización Mundial de la Salud en el año 1965 sugirió reemplazar las denominaciones "adicción" y "hábito", por "dependencia respecto a las drogas". No obstante, se continúa utilizando la palabra "hábito" para clasificar los efectos de aquellas drogas que provocan sólo dependencia psíquica, y el término "adicción" para las que generan dependencia física.

      El Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud, dice: "…dependencia respecto a las drogas es el estado que resulta de la absorción de una droga, repetida periódicamente o continuamente".

      17.1. Clasificación de los estupefacientes, propuesta en 1928 por Ludwing Levin quién dividió a estas sustancias en cinco grupos.

      a) Euphorica.- Comprende los venenos sedativos del espíritu, tales como el opio y sus derivados: morfina, heroína, codeína, dionina. Dicho autor incluye en este grupo la cocaína, sobre la cual haremos luego una pequeña consideración.

      b) Phantástica.- Comprende los venenos alucinatorios de los sentidos: LSD, mescalina ( de ciertos cactus alucinógenos), psilocibina (de ciertos hongos alucinatorios) y, aunque ciertos permisionistas opinen lo contrario, la marihuana.

      c) Inebrantia.- Se incluyen en este grupo los venenos embriagadores, como el alcohol y el éter, debiéndose incluir también los inhalantes, lamentablemente difundidos hoy entre los adolescentes (nafta, ésteres, hidrocarburos aromáticos, etcétera)

      d) Hipnótica.- Comprende las sustancias narcóticas como los barbitúricos, benzodiacepinas, fenotiacinas, metaqualona, mazindol.

      e) Exitantias.- Sustancias estimulantes del psiquismo, tales como la cocaína, las anfetaminas y el cath y, en menor grado, la cafeína y el tabaco.

    2. EMBRIAGUEZ ALCOHÓLICA
    3. 17.2. Dependencia. Tipos

    Los grupos de estupefacientes que establece Levin se diferencian puramente en los efectos fisiológicos que producen sobre el adicto, lo cual no es, en absoluto, terminante. Caso clásico lo constituye la cocaína, incluida por dicho autor en el grupo "euphorica". Durante la llamada "borrachera cocaínica" se producen, en el adicto agudo, tres fases, que corresponderían a tres grupos distintos de la clasificación enunciada.

    Como ya hemos dicho, la Organización Mundial de la Salud sugiere reemplazar el término toxicomanía por dependencia, que sería más apropiado de acuerdo con los conceptos que luego enunciaremos. Dicha organización establece siete tipos de dependencia, que son las siguientes:

    • Dependencia morfínica;
    • Dependencia cocaínica;
    • Dependencia cannábica;
    • Dependencia barbitúrica;
    • Dependencia anfetamínica;
    • Dependencia alucinógena;
    • Dependencia alcohólica.

    A continuación se describirán brevemente las características más salientes de cada una de dichas dependencias.

    a) Dependencia morfínica.- Se llama comúnmente "adormidera" una variedad de amapola ordinaria del Asia Menor. Su nombre botánico es Papaver Somniferum, y de sus cápsulas (frutos) se extrae, mediante una adecuada incisión, un látex que, por oxidación al aire adquiere un color pardo oscuro: es el opio, producto rico en ciertos alcaloides provistos de potente acción farmacológica: morfina, papaverina, codeína y tebanía. Del opio se obtiene la morfina, polvo blanco cristalino, que mediante un proceso químico relativamente sencillo se transforma en heroína (diacetil morfina)

    Cada planta de amapola rinde unos cinco gramos de opio bruto, que contiene alrededor del 10% de la morfina.

    Tanto la morfina como la heroína son utilizadas por los adictos por vía endovenosa, mediante la autoinyección. Ambos alcaloides producen efectos hipnóticos y analgésicos de gran intensidad. Engendran verdadera dependencia física, con un dramático síndrome de abstinencia (en ese estado el adicto es capaz de realizar cualquier delito para lograr la droga)

    La codeína es otro alcaloide del opio, también capaz de engendrar dependencia, aunque en menor gravedad. Los adictos la utilizan como droga supletoria, ingiriendo comprimidos de medicamentos y jarabes antitusígenos de fabricación comercial, en grandes cantidades (decenas de comprimidos, varios frascos de jarabe)

    b) Dependencia cocaínica.- La cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de un arbusto ordinario de América del Sur, el Erythoroxylon Coca. Desde tiempo inmemorial, los indígenas de extensas zonas de Bolivia y Perú mascan las hojas del arbusto, práctica denominada "coqueo", a fin de aumentar su resistencia a la fatiga, el hambre y la sed. Las hojas contienen alrededor del 1% de un alcaloide denominado cocaína, que transformado en clorhidrato por aspiración del producto tal cual, que constituye un polvo blanco cristalino, el cual se absorbe a través de la mucosa nasal, pasando rápidamente a la sangre (cocainomanía), y de ahí al sistema nervioso central.

    La facilidad de la disolución del clorhidrato en agua contribuye al uso de esta droga por vía inyectable, con frecuentes accidentes tóxicos, y aún fatales, por sobredosis.

    En los últimos tiempos se ha difundido el fumado del alcaloide en su forma básica, es decir, no salificado como clorhidrato, mezclado con tabaco o marihuana, modalidad llamada "crak". El alcaloide es absorbido en este caso por vía pulmonar, llegando al cerebro en contados segundos y produciendo un intenso y súbito "rush", una enorme euforia, que dura varios minutos para pasar luego a una muy desagradablemente depresión, lo que lleva al adicto a volver a fumar; de esta manera se suceden euforias y depresiones, lo que puede conducir al sujeto al paro cardiorrespiratorio fatal. Tradicionalmente se consideró que la cocaína no producía dependencia física. Con la aparición del "crack" esta afirmación se desvanece: un adicto a la cocaína, que utiliza tal forma de consumo, no deja de fumar mientras disponga de droga, o de los medios para conseguirla. La demanda psíquica es de una violencia tal que el sujeto constituye un serio peligro para el personal médico y de seguridad.

  4. Delincuencia derivada de la aplicación de erróneas medidas de represión del alcoholismo.
Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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