Descargar

Abraham y Job: misioneros de la fe, obediencia y esperamza (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en una situación complicada. Se trata de un recurso que los ayuda a no caer en la depresión, basadas en la idea férrea de que "pronto las cosas mejorarán". Esa confianza actúa como estímulo y aporta fuerza y tranquilidad; por otro lado, cuando se pierde o resulta difícil alcanzarla, la vida se vuelve una ardua batalla contra los obstáculos.

Así como el rojo es el color de la pasión y el blanco identifica a la pureza, el color de la esperanza es el verde.

La esperanza, por otra parte, es una de las tres virtudes teologales[29](junto a la "fe" y la "caridad"). Para la teología cristiana, la esperanza "es la virtud que capacita al hombre para tener confianza de alcanzar la vida eterna con ayuda de Dios".

"Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados." (75)

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." (76)

"La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo." (77)

"¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío." (78)

"Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación del Eterno, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis." (79)

"El Eterno peleará por vosotros, y vosotros estaréis quietos." (80)

"Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento." (81)

"Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa de Jehová moraré por largos días." (82)

"Porque un momento durará su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría." (83)

"Muchas son las aflicciones del justo; pero de todas ellas lo librará el Eterno." (84)

"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro auxilio en las tribulaciones." (85)

"Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece el Eterno de los que le temen." (86)

"Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas." (87)

"Tú guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado." (88)

"Bueno es Jehová, es fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían." (89)

"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá." (90)

"Mas Jesús, mirándoles, les dijo: Con los hombres esto es imposible, pero con Dios todo es posible." (91)

"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he venido al mundo." (92)

"Mas si lo que no vemos esperamos, con paciencia lo esperamos." (93)

"¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?." (94)

"Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." (95)

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación." (96)

"Perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos." (97)

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." (98)

  • La Convicción.

La Real Academia de la Lengua Española, la define, como: "Idea religiosa, ética o política a la que se está fuertemente adherido.".[30]

Proviene del latín "convictio", la "convicción", valga la redundancia, "es el convencimiento que se tiene sobre algo.". Quienes tienen una convicción poseen razones o creencias que les permiten sostener un determinado pensamiento, discurso o acción. Por ejemplo: "Llegué a la Casa de Gobierno con la convicción de que nuestro proyecto permitirá sacar al país adelante".

Dentro de lo que sería la psicología es frecuente hablar de la convicción. En concreto, de ella "se dice que es fundamental para encontrar la motivación a la hora de llevar a cabo determinadas acciones, para ser positivo y confiar en que las cosas que vamos a realizar se van a conseguir e incluso para convencerse de que uno mismo está y estará bien.".[31]

Pero en ese mismo campo también se hace referencia a todas esas personas que tienen convicción pero sobre aspectos pesimistas y negativos en todo momento. Son individuos que creen a pies juntillas que no valen nada, que no son capaces de afrontar el reto que tienen por delante o que la persona a la que aman no les va a corresponder porque no poseen nada para ofrecerle a esta.

"Convicción" también "es una idea política, ética o religiosa a la que una persona se encuentra fuertemente adherida.". Lo habitual es que el término se utilice en plural (convicciones): "Sin convicciones, es imposible triunfar en un mundo tan competitivo".

Los políticos son personas que también requieren tener convicción no sólo sobre su programa electoral sino también sobre las ideas que defienden y sostienen a su partido. Por eso, es fundamental que cuando dan mítines lo hagan con convicción acerca de todas las ideas que defienden y las medidas que deciden llevar a cabo.

En concreto, se considera que en esos casos es fundamental que hablen con convicción porque animará a quienes les escuchan no sólo a tomarse en serio lo que están diciendo sino también a apoyarles y seguirles en sus actuaciones. Con fuerza y con seguridad es como se consigue esa convicción oral que hará que los oyentes les respalden con su voto en las elecciones pues habrán creído en ellos.

La noción de "convicción" suele confundirse con la idea de "creencia". "Puede decirse que una convicción es una creencia de la que un sujeto considera que tiene evidencias suficientes para considerarla cierta.". No importa si dichas evidencias son científicas, racionales o subjetivas: la persona cree que son suficientes para sostener su idea. La creencia, en cambio, es más bien una suposición o una cuestión de fe, ya que el individuo no puede justificar su veracidad.[32]

Muchos sostienen que tanto la razón como la fe son distintas formas de convicción que pueden co-existir con distintos grados de conflicto. La "fe" es una convicción que no está basada en el raciocinio, sólo en la creencia convicta, mientras que la "razón" sí está fundada en la lógica.

"Nosotros damos a conocer a Cristo a todos, aconsejándoles y enseñándoles con toda la sabiduría que Dios nos da, pues queremos presentarlos a todos ante Dios espiritualmente maduros en Cristo." (99)

"no se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.". (100)

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." (101)

"Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." (102)

"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; Y ellas son las que dan testimonio de mí." (103)

  • El Fanatismo.

En la Pág. 2 del presente trabajo, ya hemos definido el término "fanatismo" según el DRAE; sin embargo, es necesario profundizar este tema, pues es de suma importancia para entenderla mejor.

El "fanatismo" es una actitud o actividad que se manifiesta con pasión exacerbada, desmedida y tenaz, en defensa de una idea, teoría, cultura, estilo de vida, etc. Hoy en día se usa mayormente para designar a las personas profusas en su proselitismo hacia una causa religiosa o política, hacia un deporte, pasatiempo o hobby, o hacia una persona a quien idolatra.

Psicológicamente, la persona fanática manifiesta una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y/o monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento.[33]

Relativo a las ideologías etc., el fanatismo se refiere a las creencias de una persona o grupo. En casos extremos en los cuales el fanatismo supera la racionalidad, puede llegar a extremos peligrosos, como matar a seres humanos o encarcelarlos, con el fin aparente o manifiesto de imponer esa creencia, considerada por el fanático o fanáticos como la única verdad.[34]

La importancia de una buena definición de fanatismo estriba en los problemas éticos que genera en la mayoría de los casos que serán considerados. Cabe señalar que en este sentido, el fanatismo no se define tanto por la racionalidad o irracionalidad del pensamiento de la persona fanática (eso atañe más propiamente a la locura, que es estudiada por la Psicología, a la Lógica, y a otros campos de conocimiento), sino más bien por sus actitudes o comportamientos, ya que son éstos los que producen problemas éticos.[35]

Tipos de fanatismo.

Existen varios tipos de fanatismo, y se manifiestan como afinidad y/o contrariedad con una persona, religiónideología, deporte o pasatiempo, entre otros tópicos.

Ejemplos de fanatismo se han dado:

  • En el terreno religioso con la defensa de dogmas, o la defensa de libros sagrados o de dioses.

  • También existen los fanáticos antirreligiosos; anticristianos, anti musulmanes o antirreligiosos en general, etc.

Cabe analizar si es fanatismo el caso de la defensa acérrima de valores culturales tradicionales contra el cambio de los mismos.

Fanatismo religioso y antirreligioso.

El fanatismo religioso es uno de los tipos de fanatismo que más ha generado controversia a través de la historia. En nombre de diversas ideas religiosas, se han producido conflictos bélicos, ejecuciones públicas, holocaustos, asesinatos y actos terroristas. Durante siglos miles de hombres fanáticos se han apoyado en las religiones para así cometer tales actos en contra de otras personas que no crean en su religión. También se registran casos de personas manifiestamente ateas que se han denunciado como fanáticas en contra de las personas religiosas, por ejemplo Mao Tse Tung, este tema es muy controversial y ampliamente debatido.[36]

Teorías psicológicas acerca del fanatismo.

La conciencia  de la individualidad  se suprime mediante la atenuación de la conciencia del yo, por una parte, y mediante la acentuación del sentimiento de pertenencia a lo otro.

Para lo primero, sirve el alcohol y otras drogas, el éxtasis sexual, etc. Para lo segundo, se procede a la adhesión incondicional a sectas y facciones totalitarias políticas o religiosas, la entrega a un grupo, a personas posesivas. La conciencia corporal se disminuye mediante la reducción de las vivencias corporales y la desvalorización del mundo en donde la vida corporal se desarrolla.

Epistemología.

Desde el punto de vista epistemológico, el fanático, curiosamente, se parece a su contrario el relativista, en la medida en que para ambos no cabe el debate o la búsqueda común de la verdad. El fanático se comporta como si poseyera la verdad de manera tajante. Afirma tener todas las respuestas y, en consecuencia, no necesita seguir buscando a través del cuestionamiento de las propias ideas que representa la crítica del otro.

El fanático, pues, se caracteriza por su espíritu maniqueo y por ser un gran enemigo de la libertad. Los lugares donde impera el fanatismo son terrenos donde es difícil que prospere el conocimiento y donde parece detenerse el curso fluyente de la vida. Un mundo, en definitiva, contrario a la mudable naturaleza humana que en ocasiones se diría anhela la muerte. De hecho, para Albert Camus en El hombre rebelde, es una suerte de nihilismo destructivo más.

El precio a pagar por la cristalización del pensamiento engendrada por el "fanatismo" resulta caro. El alejamiento de la verdad es una de ellas, porque para profundizar en el conocimiento debemos estar abiertos al descubrimiento de la parte de verdad presente en los demás, desde una humildad intelectual de corte socrático, con una actitud dogmática resulta difícil llegar muy lejos intelectualmente.

Conflictos sociales.

Pero existe otra desventaja que tal vez resulte más contundente que la epistemológica: que el fanatismo siempre ha conducido a guerras y a graves desastres. Tras numerosos conflictos sociales, guerras, masacres, limpiezas étnicas e injusticias se halla la intolerancia de muchos fanáticos. Esto han coincidido en señalarlo todos los defensores de la tolerancia. El fanatismo es el culpable de esos males, que podrían evitarse con la universalización de un talante fraternal que aceptara las diferencias.

Características.

En síntesis, el fanatismo presenta uno o más de los siguientes rasgos:

  • Dogmatismo falaz: creencia en una serie de convicciones que no se cuestionan ni razonan y cuya justificación lo es por su propia naturaleza o con relación a alguna autoridad;

  • Intransigencia: no acepta los análisis críticos de sus ideas o comportamientos;

  • Maniqueísmo: las diferencias son consideradas de manera radical; no se admiten los matices;

  • Reduccionismo doctrinal o simplicidad de análisis interpretativo: la diversidad categorial suele encerrarse en pocas categorías contrapuestas: "buenos" y "malos"; "arios" y "no arios"; "fulanos" y "menganos" (para equipos deportivos por ejemplo);

  • Discriminación e intolerancia a la diferencia: desprecio y rechazo de lo que escapa a unos determinados modelos y etiquetas;

  • Autoritarismo: afán de imponer la propia cultura, estilo o creencias y de forzar a que los demás se adscriban a lo mismo.

  • Obsesión: El fanático en ocasiones abandona temporalmente una relación o debate, cuando las cosas se le escapan de las manos, aduciendo que la contraparte no está preparada para dialogar, o que no es respetuosa, o que es soberbia, etc. pero no lo demuestra.

Abraham: padre de la fe

1. Nombre.

La etimología del nombre de "Abram" (104); y rara vez en otras partes de las Sagradas Escrituras, es incierta (105). Probablemente significa "el padre es exaltado", y es una forma típica y específica del nombre personal Ab(i)ram entre los primitivos semitas occidentales. Después del pacto (106) su nombre se convierte en "Abraham", que se explica como "padre de una multitud" de naciones. Ambos nombres se encuentran en textos cuneiformes y egipcios a partir del siglo XIX a.C., pero no como personas idénticas. Esta última forma, posiblemente como etimología popular, generalmente se considera como variante dialectal de "Abram", aunque tiene el sentido de un nombre nuevo y diferente (que puede incorporar una forma primitiva del arameo "multitud").

2. Su Historia.

Abraham nació en Ur, pero se fue con su esposa Sarai, su padre, sus hermanos Nacor y Harán, y su sobrino Lot a Harán (107). A la edad de 75 años, cuando murió su padre, Abraham se trasladó sucesivamente a Palestina (Canán), cerca de Bet-el, a Mamre, cerca de Hebrón, y a Beerseba. En cada uno de estos lugares erigió un altar y una tienda-santuario.

Sus relaciones con extranjeros mientras vivió cerca de Siquem y en Egipto, Gerar y Macpela, lo muestran como el respetado jefe de un grupo, al cual trataban en un plano de igualdad. Fue el jefe reconocido de una coalición que rescató a su sobrino Lot, capturado en Sodoma por un grupo de "reyes". El acento recae sobre su vida, no tanto como "peregrino", sino como inmigrante-residente sin ciudad capital. Era rico, tenía sirvientes y posesiones, y vivió pacíficamente entre los cananeos, lo ferezeos, los filisteos y los egipcios; tuvo trato con los heteos o hihitas.

3. Pactos.

De acuerdo con el estilo de los primitivos pactos-tratados, Yahvéh concertó un pacto-tratado con Abraham (108), el que también concertó tratados paritarios[37]con potencias contemporáneas.

Por medio del pacto, Yahvéh prometió a Abraham y a sus sucesores la tierra a partir del río Éufrates hacia el Sur Oeste para siempre. La "fe" de Abraham se mostró tanto en su disposición para hacer suya esa cesión divina de tierras desde Beerseba hasta Dan mediante actos simbólicos, o por el hecho de tomarlas como "jefe" de sus habitantes multirraciales luego de derrotar a los que anteriormente las había poseído. Pero no estableció capital, y tuvo que comprar un lugar para sepultar a su mujer.

4. Su familia.

El mismo pacto divino le prometía y confirmaba una familia y naciones como sucesores. Como no tenía hijos, primero nombró heredero a su mayordomo Eliazar de Damasco. Trató a su sobrino como heredero, y le dio una parte preferencial en la tierra "prometida", hasta que Lot decidió irse a Sodoma. A la edad de 86 años tuvo un hijo, Ismael, de una concubina egipcia, Agar, que le dio su esposa. Ambos fueron expulsados posteriormente. Más tarde, a la edad de 99 años, se le repitió la promesa de familia, nación y ley, y Yahvéh le cambió el nombre y le dio la señal del pacto: la circuncisión de los varones. Nuevamente se confirmó la promesa por medio de otra teofanía en Mamre, a pesar del descreimiento de Sara. Un año más tarde nació Isaac

La gran prueba de la fe de Abraham fue la orden de Yahvéh de sacrificar a Isaac en Moríah. Obedeció, y en el momento del sacrificio el ángel detuvo su mano cuando le fue proporcionado un carnero como sustituto (109). En esa ocasión se reafirmó el pacto entre Yahvéh y Abraham. Sara murió a la edad de 127 años, y fue sepultada en la cueva de Macpela, que Abraham había comprado a Efrón. Cuando Abraham sintió que se aproximaba su propia muerte, hizo jurar a Eliezer que obtendría esposa para Isaac entre sus parientes cerca de Harán. De este modo, su sobrina nieta Rebeca se convirtió en esposa de Isaac.

Ya en edad avanzada, Abraham se casó con Centura, cuyos hijos fueron los antepasados de las tribus de Dedán y Madián. Después de haberle dado a Isaac "todo cuanto tenía", y de hacer regalos a sus otros hijos, Abraham murió a la edad de 175 años y fue sepultado en Macpela. (110)

Dios reconoció que Abraham era capaz de "(mandar) a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio". Era hospitalario, y agasajaba a los extranjeros con respeto.

5. Su personalidad.

Abraham declaró abiertamente su "fe" en Dios como el Todopoderoso, eterno, Altísimo, creador y poseedor (Señor) de los cielos y de la tierra, y justo juez de las naciones y de toda la tierra. (111). Para él Yahvéh era justo, sabio, recto, bueno, y misericordioso. Aceptaba el juicio de Dios sobre el pecado, y sin embargo intercedió ante él por Ismael y Lot. Abraham tuvo estrecha comunión con Dios (112), y recibió de él revelación especial en visiones, y visitas en forma humana o angelical (o de "mensajero") (113). Abraham adoraba a Yahvéh, llamándolo por ese nombre y construyendo un altar para dicho fin. Su claro monoteísmo contrasta con el politeísmo de sus antepasados.

La fe de Abraham puede verse particularmente en su disposición a obedecer los llamados de Dios. Por fe abandonó Ur en la Mesopotamia, acto que destacó Esteban (114). En forma similar fue guiado a abandonar Harán.

Vivió cien años en Canaán, la tierra que se le había prometido; pero este fue un cumplimiento parcial, ya que sólo ocupó una pequeña parcela de tierra en Macpela y disfrutó de ciertos derechos cerca de Beerseba. La prueba suprema de su fe se presentó cuando se le pidió que sacrificara a Isaac, su único hijo, que era, humanamente hablando, el único medio de que se cumplieran las promesas divinas. Su fe descansaba en su creencia en la capacidad de Dios para levantar a su hijo de entre los muertos (115), si fuese necesario.

Se ha comparado su papel con el de un gobernador o estadista que, como los reyes posteriores, aplicaba la justicia en sujeción al "Juez de toda la tierra, (que) ¿no ha de hacer lo que es justo?". Como ellos, tenía la responsabilidad de la ley y el orden, de rescatar personas secuestradas, de derrotar a los enemigos del gran Rey, y de asegurar la libertad del culto local. Era lo suficientemente capaz y valiente como para ir a la guerra contra enemigos superiores en número, y obraba con generosidad sin buscar ganancia personal. Los incidentes en la vida de Abraham que se han considerado debilidades graves son el aparente engaño al rey de Egipto y a Abimelec de Gerar, cuando hizo pasar a Sara por hermana suya para salvar su propia vida. Sara era hermanastra de Abraham (116). Debe rechazarse cualquier supuesto paralelo con los matrimonios hurritas entre hermano y hermana[38]En las Escrituras se considera que Sara fue fiel a su esposo y a su Dios (117), de modo que, si bien esto puede ser un ejemplo de la forma en que aquéllas describen la fortuna, aun de los más grandes héroes (David), podríamos preguntarnos si se ha llegado a comprender bien este incidente.

La respuesta de Abraham a Isaac se ha considerado engañosa en virtud del sacrificio que se preparaba. Sin embargo, puede considerársela como un ejemplo supremo de su "fe" ("volveremos a vosotros" (118). Este incidente es, además, una temprana condenación de los sacrificios de niños, que por otra parte eran poco frecuentes en el antiguo Cercano Oriente.

6. La Obediencia de Abraham.

El verdadero Dios estaba casi olvidado. Los hombres lo habían sustituido por dioses falsos (ídolos). Cada nación tenía los suyos propios, representados bajo las más diversas formas: las fuerzas de la naturaleza, ciertos animales, algunos astros, etc…

Dios le dijo a Abraham que dentro de un año Sara, que ya era anciana daría un hijo al que llamarán Isaac. Pasó el año y les nació Isaac. Pero dios, una vez más puso a prueba la fe de Abraham y un día le dijo: "…toma a tu hijo Isaac que tanto amas y ofrécelo en sacrificio en el cerro que yo te diga. Abraham obedeció. De madrugada, con un asno, se pusieron encamino. Llegaron al lugar señalado. Abraham construyó un altar y dispuso la leña sobre él; ató a su hijo y lo puso encima. Empuñó el cuchillo y con el brazo en alto iba a sacrificar a su hijo.". En ese instante, un ángel de dios lo detuvo, diciéndole: "…no mates a tu hijo. Ya veo que eres temeroso de dios. Como premio a tu obediencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas en tu descendencia. Abraham fue el primer gran patriarca del pueblo de Dios.".

"¿Por qué le ordenó Dios a Abraham sacrificar a Isaac?".

La pregunta del por qué Dios hace las cosas, cuando Él ya sabe de antemano el resultado, es una que puede ser formulada acerca de numerosas situaciones. ¿Por qué creó Dios a Satanás, sabiendo que se iba a revelar?. ¿Por qué Dios les dijo a Adán y a Eva que no comieran del árbol prohibido, sabiendo que ellos desobedecerían?. ¿Por qué creó Dios ángeles, sabiendo que muchos de ellos se volverían contra Él?. Una respuesta a todas estas preguntas, es la misma que la pregunta sobre Abraham e Isaac. La soberanía de Dios, el plan divino es perfecto y Él llevará a cabo su plan de acuerdo a su perfecta voluntad y tiempo, de tal manera que Él sea glorificado. "Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado." (119); "Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro." (120)

Abraham había obedecido a Dios muchas veces en su caminar con Él, pero ninguna prueba había sido más severa que la descrita en Génesis 22. Dios le ordenó, "Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.". Esta era una petición sorprendente, porque Isaac era su hijo de la promesa. ¿Cómo respondería Abraham?. Con obediencia inmediata; muy temprano a la mañana siguiente, Abraham se puso en marcha con dos sirvientes, un asno y su amado hijo Isaac, junto con la leña para la ofrenda. Su incuestionable obediencia al confuso mandato de Dios, le dio a Dios la gloria que Él merece y es un ejemplo para nosotros de cómo glorificar a Dios. Cuando obedecemos como lo hizo Abraham, confiando en que el plan de Dios es el mejor argumento posible, enaltecemos Sus atributos y lo alabamos por ellos. La obediencia de Abraham ante este aplastante mandato, exaltó el soberano amor de Dios, Su confiabilidad, y Su bondad, y nos proporcionó un ejemplo que debemos seguir. Su fe en el Dios que había llegado a conocer y su amor, colocaron a Abraham en la galería de los "héroes de la fe" descrita en Hebreos 11 (121).

Dios usó la fe de Abraham con un ejemplo para todos los que lo siguen como la única forma de llegar a Él. Esta verdad es la base de la fe cristiana, como se reitera en romanos y Santiago. La justicia que le fue imputada a Abraham es la misma justicia acreditada a nosotros cuando recibimos por fe el sacrificio que Dios proveyó por nuestros pecados – Jesucristo.

Abraham en el Monte de Moriah es el ejemplo supremo de la fe.

Esto nos enseña que Dios sí tiene amistades especiales.  Las Escrituras dicen que Dios amó a Jacob pero odió a Esaú, que Dios rechazó a Saúl pero prefirió a David, que Dios en Cristo escogió los doce sobre los setenta, y Pablo, Santiago y Juan sobre los doce. Dios habló a los profetas por medio de sueños y visiones, pero a Moisés habló cara a cara como un hombre habla con otro hombre.

No debemos esperar que Dios tenga la misma amistad con toda persona.  Nunca lo ha tenido y nunca lo tendrá.  El hombre juzga por las apariencias exteriores pero Dios juzga por los secretos del corazón.

¿No te alegras que el omnipotente, omnipresente, y omnisciente Dios escogió sus amigos de entre los humanos pecadores y no los ángeles y que encontró uno quien pudo llamar amigo sobre todo amigo?

Ya que somos hechos en la imagen de Dios ¿no tenemos nosotros también el privilegio de ser amigos con Dios?

¿Por qué escogió Dios a Abraham sobre otros hombres como Enós, Noé, José, Moisés, David, Elías, y Daniel?.  La respuesta a esta pregunta se encuentra en Santiago 2.  En este capítulo Santiago define la fe.

Para muchos leyentes las escrituras de Pablo no explican muy bien lo que es guardar la fe.  Aún más, muchas personas, especialmente los que no han leído bien el libro de Santiago, han decidido que solo necesitas creer que eres salvo para serlo y que solo necesitas creer que iras al cielo para hacerlo.  Santiago destruye esta lógica en su libro.

Santiago dice:

"Así también la "fe", si no tiene obras, es muerta en sí misma.  Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.  Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.  Tú crees que Dios es uno; bien haces.  También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?.  ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios." (122)

Mencioné el pasaje entero, para que veamos la transición entre "fe falsa" y "fe definida" por la obra de Abraham.

La palabra "obras" en el pasaje es sinónima con la "obediencia".  Cuando Santiago dice, "la fe sin obras es muerta,…", quiere decir que la fe sin obediencia es muerta.  "La obediencia permita la eficacia de la fe.".

Para mejorar su caso aún más Santiago nos dirige hacia Abraham como el ejemplo supremo de la fe.  "¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?"  ¡Esa es fe verdadera!

En ese momento las Escrituras fueron cumplidas y Abraham fue llamado amigo de Dios.  Por medio de la experiencia de Abraham, la fe bíblica fue definida para toda la Cristiandad.

Esta es obediencia perfecta.  No es como la obediencia parcial del Rey Saúl cuando salvó la vida del Rey Agag y sus ovejas.  La obediencia de Abraham fue perfecta.

La "obediencia" de Abraham también demostró "fe perfecta".  Abraham creyó que una vez muerto Isaac, Dios lo resucitaría porque le había prometido a Abraham que por medio de su simiente toda la tierra sería bendecida.  Abraham tuvo fe perfecta que Dios haría lo que había prometido.

No se encuentra en toda la Biblia una ilustración mejor de la fe y obras (obediencia) que la de Abraham en el Monte de Moriah.  Fue Abraham, entonces, quien recibió la promesa eterna de Dios, la promesa que llegó a ser la definición y el estándar para nuestra salvación.

Job: hombre de fe y obediencia

  • 1. Nombre.

Job es un nombre propio masculino en su variante en español. Procede del hebreo "Iyov" y significa "aquel que soporta penalidades", "perseguido".

Job es el nombre de un personaje bíblicos del Antiguo Testamento; Job hombre íntegro y piadoso del Antiguo Testamento. Patriarca que vivió al este de Palestina, en el país de Uz. (123)

  • 2. Su historia.

Job (que en hebreo significa: "aquel que soporta penalidades" o "perseguido"); es una figura bíblica que es sometida a una opresiva prueba por Satanás con autorización de Dios y a cuya dignidad y temple para salvar la adversidad recurren credos religiosos diversos por considerarlos un ejemplo de santidad, integridad de espíritu y fortaleza ante las dificultades. Su historia se narra en el Libro de Job en el Antiguo Testamento.

¿No te da lástima ese enfermo?, Se llama Job, y la mujer es su esposa. ¿Sabes qué le está diciendo a Job?. "Maldice a Dios y muere.". Veamos por qué ella diría una cosa como ésa, y a qué razón se debió que Job sufriera tanto.

Cabe mencionar que distintos escritores y el mismo Dios reconoce a Job como una persona de carácter ficticio que se hubiese inventado con el fin de ilustrar una verdad. (124)

Job fue reconocido como uno de los grandes hombres de Dios, debido a su paciencia y esperanza, y sobre todo por su firmeza cimentada en su "fe" y en el amor en Dios.

  • 3. Personalidad.

Se nos presenta a Job como "un hombre… que vivía una vida recta y sin tacha, y que era un fiel servidor de dios, cuidadoso de no hacer mal a nadie". Era también un hombre próspero, el más rico de todo oriente, bendecido con muchas riquezas materiales y también con siete hijos y tres hijas.

Se nos permite luego ver un acontecimiento que ocurre en los cielos, un suceso desconocido por Job y por sus amigos. En la corte del cielo, Satanás acusa a Job de servir a dios por conveniencia, y por beneficios que esa relación le traía. Dios permite a Satanás poner esto aprueba, por cualquier medio que él desee, pero como excepción, Job mismo no será tocado.

4. Sus padecimientos.

En el transcurso de un solo día, Job pierde todas sus posesiones materiales, sus esclavos y también su familia, pero su confianza en dios permanece inalterable.Satanás, sin embargo, no se da por vencido tan fácilmente, e insiste ante Dios. Argumenta que Job está en realidad, preocupado solamente por su propio pellejo. Dios nuevamente permite a Satanás probar a Job, y esta vez Job mismo puede ser atacado, pero su vida deberá ser guardada.

Job estalla en una terrible enfermedad, que cubre su cuerpo de llagas de pies a cabeza. Lo arrojan de su ciudad, y al mismo tiempo que su esposa se vuelve contra él, sus tres amigos vienen a reconfortarlo, y se estremecen al verlo.

Job era un hombre fiel que obedecía a Jehová. Él vivía en la tierra de Uz, no lejos de Canaán. Jehová amaba muchísimo a Job, pero había alguien que lo odiaba. ¿Sabes tú quién era ese que lo odiaba?.

Era Satanás el Diablo. Recordemos, Satanás es el ángel malo que odia a Jehová. Él pudo hacer que Adán y Eva desobedecieran a Jehová, y pensaba que podía hacer que toda otra persona le desobedeciera también. Pero ¿pudo hacer eso?. No. Solo piensa en los muchos hombres y mujeres fieles de que hemos aprendido. ¿Cuántos puedes nombrar?.

Después que Jacob y José murieron en Egipto, Job fue la persona más fiel a Jehová en toda la Tierra. Jehová quería hacerle saber a Satanás que él no podía hacer que toda persona fuera mala, y le dijo: "Mira a Job. Ve lo fiel que me es."

"Él es fiel", alegó Satanás, "porque tú lo bendices y tiene muchas cosas buenas. Pero si se las quitas, te maldecirá."

Por eso Jehová dijo: "Ve. Quítaselas. Haz todas las cosas malas que quieras a Job. Veremos si me maldice. Pero cuidado que no vayas a matarlo."

Primero, Satanás hizo que unos hombres robaran el ganado y los camellos de Job, y sus ovejas fueron muertas. Y mató a sus 10 hijos e hijas en una tormenta. Después, dio a Job esta mala enfermedad. Job sufrió muchísimo. Por eso su esposa le dijo: "Maldice a Dios y muere." Pero Job no quiso. También, tres amigos falsos vinieron y le dijeron que él había vivido una vida mala. Pero Job siguió fiel.

Esto hizo muy feliz a Jehová, y después él bendijo a Job, como puedes ver en el cuadro. Lo sanó de su enfermedad. Job tuvo otros 10 hijos hermosos, y el doble del ganado, las ovejas y los camellos que había tenido antes.

¿Serás tú siempre fiel a Jehová como Job? Si lo eres, Dios te bendecirá también. Podrás vivir para siempre cuando la Tierra entera sea hecha tan bonita como el jardín de Edén.

Job era un ganadero muy rico, con 7 hijos y 3 hijas y numerosos amigos y criados. Vivía en "la tierra de Uz", la cual es una ciudad mencionada como parte del reino de Edom.

Satanás reta a Dios argumentando que el amor perfecto de Job es por causa de sus bendiciones y no porque realmente Job ame a Dios. Yahvéh concede a Satanás el probar la integridad de Job.

El personaje antagónico, el Diablo, coloca a prueba la integridad de la fidelidad de Job con permiso de Dios. Dios concede esta prueba con una única restricción, que no toque la vida de Job. Satanás entonces lo acecha y se ensaña causándole múltiples desgracias como enfermedades (sarna), ataque de caldeos y sabeos a sus criados, muerte de su ganado, pobreza, el repudio de su mujer e incluso la muerte de sus hijos.

Terminada la prueba, Job sale triunfante (125) Job 42 y le es restituida su felicidad anterior aún con más del doble de lo que tenía.

El apelativo santo, en este caso, es debido a su bondad, paciencia, y otras características propias de lo que ha de ser considerado un santo por la tradición católica.

  • La Figura de Job y el concepto de "Prueba".

El libro de Job en la Biblia, es la historia de un hombre devoto que vivió hace miles de años. Pero la tragedia cubrió con sus alas a este hombre muy virtuoso. Cuando el libro se abre, notamos a Job que está a punto de perderlo todo; hijos, propiedades, riqueza, buen nombre e incluso la salud.

¿Por qué Job sufrirá tales tragedias? Porque, después de todo, Dios está a punto de retar al diablo probando la obediencia y la fe de Job.

"Mis amigos son mis escarnecedores; mis ojos lloran a Dios."

La figura de Job y el concepto "prueba" son idénticos. La prueba de Job explica que toda prueba es inexplicable. Si podemos explicar las pruebas en nuestra vida, ya no son pruebas.

¿Cómo era Job antes de la prueba?

El Señor mismo testifica algo grande acerca de él: "No hay otro como él en la tierra.". (126) La Palabra de Dios lo destaca como una de las tres columnas de la historia de la salvación (Noé, Daniel, Job). (127)

¿Por qué, entonces, tuvo que sufrir precisamente este hombre justo y temeroso de Dios como pocos, una prueba tan difícil?

Muchos pequeños y grandes "Job" luchan con esta pregunta. Hay que decir al respecto que la prueba de Job no era una especie de castigo por causa de sus pecados, ya que estaba demasiado firme y fielmente a su Señor. Pero en el primer capítulo nos brinda una visión: La causa de las pruebas de Job, no se encontraba en la tierra sino en el cielo.

Nosotros ahora podemos ver esto; Job no podía verlo. La difícil prueba de Job comenzó en el mundo espiritual. Nació del conflicto de Dios y Satanás. Vemos (128) que Satanás viene a la presencia del Señor, y escuchamos las palabras del Señor; "¿No has considerado a mi siervo Job?" Sin embargo, el príncipe de las tinieblas quiere desmentir la declaración "mi siervo": "No tu siervo, sino mi siervo. Tú lo has bendecido, de esta manera todos pueden decir ser creyentes. Pero toca lo que tiene, y verás si no blasfema contra Ti en tu misma presencia". Aquí reconocemos que las pruebas de Job no eran simplemente casuales, los así llamados golpes del destino, sino que tenían un inmenso y profundo significado. Se trataba de la honra del Señor: ¿Iba a tener razón El, el Señor, o Satanás?.

¿Por qué eres tú sometido a pruebas?

¡Para que la aseveración de Satanás ante el trono de Dios, de que en realidad no eres sincero en tu entrega, se revele como mentira! ¡Se trata de la honra del Señor! ¿Cuán limitado es nuestro horizonte! En cada prueba amenazamos con perder el equilibrio interior; sin embargo, el aferrarnos al Señor Lo glorifica, y nuestro fracaso le da razón a Satanás.

  • Las Siete Pruebas de Job.

En la vida de Job, vemos siete pruebas en las cuales siete veces se manifiesta de manera brillante lo firmemente que se aferra al Señor.

La inmensa pérdida de Job en cuanto a cosas terrenales.

Primera prueba, En Job 1:13-17 (129) describe con frases muy breves cómo Job quedó arruinado en el término de un día. A causa de robo, catástrofes naturales y consecuencias de guerras, el rico Job se volvió pobre. ¡El período de gran prosperidad había pasado! Mientras el tercer mensajero comunicó la terrible noticia a Job, llegó el último golpe con el informe del cuarto mensajero, que le anunció la repentina muerte de sus diez hijos a consecuencia de una catástrofe de la naturaleza. Entiéndelo bien Job no perdió a un hijo, y tampoco a dos, sino a los diez todos juntos: siete hijos y tres hijas. Toda la feliz familia quedó repentinamente destruida. ¡Una prueba de dimensión inimaginable!,

¿Cómo reaccionó Job a esta prueba? ¿Qué dijo, cuando los ataúdes fueron bajados a la tumba recién excavada? Se postró en tierra, adoró y dijo: "Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito". El infierno con Satanás al frente vio con asombro y temor, cómo este siervo del Señor quedó inquebrantablemente aferrado a su Señor cuando se desmoró toda su existencia terrenal. ¡Esto es victoria en la prueba!.

La Prueba Física de Job.

Segunda prueba, es aún un grado más difícil que la primera. Por más difícil que fuera, lo que había pasado hasta ahora estaba fuera de Job mismo. Pero luego fue afectado personalmente por una abominable y repugnante enfermedad. Satanás no se dio por satisfecho, y con el consentimiento del Señor, los poderes de enfermedad atacaron la vida de Job. (130) Esta enfermedad debe haber sido muy repugnante, pues el muy considerado y glorioso Job, al fin quedó sentado miserablemente en un montón de basura.

¡Cómo habrá clamado Job a su Dios para que le de alivio y sanidad! Pero la respuesta desde lo Alto no llegó; solamente se escuchaba la risa burlona del infierno. Muchos pueden testificarlo: Nada estorba tanto la vida interior, como los tormentos físicos. (131)

¿Cómo reaccionó Job a esta segunda prueba?.

Quedó aferrado a su Señor, a pesar de que el Señor primero no respondió a su oración y aparentemente no le hizo llegar ninguna ayuda. Dijo: "Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?". La nave de vida de Job estaba anclada en su Dios. Ninguna tormenta podía alejarlo de Él.

El Matrimonio de Job se va Desmoronando.

Tercera prueba, fue aún más difícil, el tornillo se fue apretando aún más fuertemente. Job tenía un matrimonio feliz; de no ser así, no hubiera tenido esta buena reputación. Sin duda alguna, la fidelidad de Job al Señor y su irreprochable manera de vivir también se debían a la buena influencia de su esposa.

La esposa tiene una inmensa influencia en el matrimonio, ya sea para bendición o para maldición.

¿Y la esposa de Job? Hasta ese momento había ido completamente por el camino de su esposo. Pero de repente todo se derrumbó encima de ella. Había vertido sus lágrimas delante de las tumbas de sus diez hijos hasta quedar secos sus ojos. Materialmente, su esposo estaba simplotamente arruinado, y ella con él. Pero lo que era todavía más grave: vio a su esposo sentado en la ceniza y hecho un desastre. Entonces sucumbió al resentimiento y a la rebelión, y se puso contra su esposo Job diciéndole: "¿Aún retienes tu integridad? Maldice a tu Dios, y muérete. En otras palabras: "De qué te sirve ahora toda tu fe? ¡Ahora que viene la tribulación, Dios no te ayuda!" En silenciosa desesperación, levantó el puño contra el cielo y se apartó de Dios.

¿Cómo reaccionó Job a esta tercera prueba?.

Le hirió como un rayo, pues amaba a su esposa. Pero su reacción fue divina. Desde su montón de ceniza, con toda claridad y severidad le dijo en plena cara a su mujer: "Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado". Con esto, le volvió la espalda y se aferró aún más resueltamente al Señor. Al actuar así, practicó ya de antemano al mandamiento del Señor Jesús, que El expresó en Lucas 14:26: "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no pude ser mi discípulo." (132)

Como anticipo: ¿Fue destruido el matrimonio de Job por su dura actitud? No, al contario, fue salvado. El que en la prueba escucha más a carne y sangre que al Señor, aunque concierna al propio esposo o esposa, al fin y al cabo destruye justamente por eso la convivencia. La autenticidad de la entrega de Job al Señor fue probada de esta manera en todas las áreas de la vida: material, familiar, física y en la felicidad matrimonial. Cuando estos cuatro factores vitales se derrumbaron en la vida de Job, algo se destacó de manera radiante: ¡Job siguió aferrado a su Señor! El Señor era el Primero en su vida. ¡El oscuro propósito que Satanás tenía para Job, al fin y al cabo llevó a la glorificación del Señor, pues Job siguió aferrado a su Dios!

Job, el hombre que perdió su buena reputación.

Cuarta prueba, fue en su naturaleza, aún más difícil que las precedentes. Digo: en su naturaleza, porque la honra delante de los hombres es algo sustancial en la vida, algo oculto y tenazmente mantenido, incluso en la vida de Job, que dijo abiertamente: "Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían me daban testimonio.". (133) Pero después que todo se había derrumbado encima de él, la opinión general de la gente se volvió contra él. Comenzó la conocida "campaña de los cuchicheos", y la gente se decía: "Algo no anda bien en la vida de este hombre.". Podemos reconocer toda la amarga aflicción de Job por estas pocas palabras representativas: "…despojado…como extraños se apartaron de mí…se olvidaron de mi…me tuvieron por extraño…forastero fui yo…mi aliento vino a ser extraño a mi mujer…". Es como si Job echara a llorar fuertemente, cuando dice: "Me ha despojado de mi gloria, y quitado la corona de mi cabeza.". (134) Job experimentó, con todas las consecuencias, lo despiadada que es la lengua de los hombres. Pero también en esto, su reacción fue de calidad maravillosa. Mientras que todo apoyo y toda seguridad se desmoronaron alrededor de él, él clamó, si, gritó: "¡Yo sé!" ¿Qué sabes, Job? ¡No tienes ya ninguna certeza, pues todo te fue quitado!. No, sigamos escuchando. Él dice: "Yo sé que mi Redentor vive.". (135) Con esto aconteció algo maravilloso en esta cuarta prueba: La figura del Redentor, del Cordero, se destacó cada vez con más claridad.

"Yo sé que mi Redentor vive". Cuando las seguridades terrenales desaparecen, irrumpe la poderosa seguridad de la "fe": "Yo sé que mi Redentor vive". Aquí tampoco debemos pasar por alto que en el momento en que la muerte amenazaba interior y exteriormente desde todos los ángulos a Job, la vida del Redentor se manifestó cada vez más poderosamente a través de él: "Yo sé que mi Redentor vive". Aquí se cristaliza finalmente algo maravilloso. Job ya no poseía nada. Ya no tenía nada en la tierra de lo cual pudiera decir: "es mío". Aún más triunfalmente exclamó en ese momento: "Yo sé que mi Redentor vive". Cuando ya no quedó nada en la vida de Job, permanecieron aún el Señor y él mismo. ¡Qué intima llegó a ser su comunión con su Señor a través de esta prueba! "Yo soy Suyo, y El es mío!".¡Job se aferró ahora mucho más a su Señor!

Un gran reto.

Quinta Prueba: Nos invita a ver, detrás de la cortina, el trono universo-gobernante de Dios. Los seres angélicos están entregando informes de sus actividades. Satanás está entre ellos. El demonio ha estado recorriendo la tierra, inspeccionando sus dominios. (136)

Los problemas de Job empiezan cuando Dios lo presenta a Satanás el diablo como un parangón de virtud. "¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job?" Dios le pregunta a Satanás. "No hay nadie en la tierra como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.". (137)

Aun así Dios le permitirá pronto a Satanás afligir a Job. Obviamente, Dios no está castigando a Job por pecar. El propio Dios dice que Job es "recto e intachable". Job sufre porque es el mejor de los hombres, no porque es el peor.

Satanás rechaza la apreciación de Dios respecto al carácter piadoso de Job. Él dice que Job obedece en una reacción cínica por obedecer y confiar en Dios. (138) "¿Acaso Job teme a Dios por nada?". pregunta Satanás. Satanás insinúa que Job se comporta así sólo porque recibe bendiciones de Dios. Job es sólo amigo debido a las circunstancias, insiste Satanás. "¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra".

 El desafío de Satanás.

Sexta Prueba: Satanás se burla del orgullo y regocijo de Dios, el hombre Job, quien es distinto a cualquier otro, no te ama, dice Satanás. Quítale a Job sus bendiciones y encontrarás que él no es ningún amigo tuyo. Satanás intenta hacer una apuesta con Dios. "Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!".

¿Realmente?, ¿Job sólo ama a Dios por razones egoístas? Bien, veamos, la respuesta de Dios. Él le dice a Satanás, "Muy bien, entonces, todo lo que él tiene está en tus manos, pero a el hombre no le pongas un dedo".

Con el permiso de Dios, Satanás inmediatamente saca un manojo de trucos sucios de su bolsa de sufrimiento. Y los lanza contra Job, y el mundo de las tinieblas entra en este inocente hombre. Los rebaños y propiedades son destruidos por catástrofes naturales.

 Pero Satanás comprueba que estaba equivocado. Después de que estas tragedias terribles golpean a Job, él rasga su túnica y afeita su cabeza. Él se hecha en el suelo en señal de adoración diciendo, "El Señor me dio y el Señor me lo quitó ¡Bendito sea el nombre del Señor!".

El autor del libro de Job tiene cuidado en señalar, "A pesar de todo esto, Job no pecó ni le echó la culpa a Dios.".

El segundo reto.

Sexta Prueba: El tiempo pasa, un día, otra sesión de información angélica tiene lugar en el cielo. Dios reafirma a Satanás su disputa que Job verdaderamente ama a Dios y sus caminos. (139) Satanás de nuevo se burla de la fe de Job. "¡Una cosa por la otra! replicó Satanás. Con tal de salvar la vida, el hombre da todo lo que tiene. Pero extiende la mano y hiérelo, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara!".

Dios nuevamente expresó confianza en Job. "Muy bien dijo el Señor a Satanás, Job está en tus manos. Eso sí, respeta su vida", instruye Dios a Satanás.

El diablo inmediatamente golpeó a Job con heridas putrefactas por todo su cuerpo. La caída de la casa de Job está completa. Parece en convertirse –sin su conocimiento o permiso– en una de las más grandes pruebas de la historia.

Job es ahora juzgado. Él debe contestar una pregunta vital. ¿Qué hará quién había confiado en Dios fielmente por ayuda y protección, con tanto sufrimiento? Esto parece insensato e injusto. ¿El justo Job rechazará a Dios o mantendrá su fe?

Hasta ahora, Satanás ha perdido cada vez. Se le ha probado que estaba equivocado respecto a la fe de Job y su relación con Dios. ¿Pero puede soportarlo Job? ¿Continuará confiando en Dios mientras se le presenten estos sufrimientos aparentemente interminables, con dolor y muerte a la vista? ¿Perseverará sin embargo Job aún cuando Dios parece haberlo desamparado? Ésa es la cuestión real.

Job puede verse, entonces, como una metáfora del sufrimiento cristiano. Cómo reacciona Job a la prueba de Dios dice algo sobre cómo debemos reaccionar nosotros a las pruebas. El libro nos pide que consideremos nuestra fe. ¿Nosotros continuaríamos confiando en Dios, y amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente (140), incluso mientras estamos sufriendo por razones que no entendemos?.

Un montón de ceniza.

"Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse constantemente.". (141) Job está sufriendo dolor y angustia. Está emocionalmente solo, atormentado, desconcertado y enfadado. Sus tres amigos que vinieron a confortarlo en cambio lo acosan emocional y verbalmente.

Los actores humanos en este drama no tienen ninguna idea que Dios está profundamente envuelto en la vida de Job en ese preciso momento. Ellos no tienen ningún entendimiento de lo que Dios está intentando lograr ni por qué Job está sufriendo terriblemente. No saben que está ocurriendo un problema cósmico.

 Job no entiende por qué le está ocurriendo este mal a alguien que tiene fe en Dios. ¿Por qué un Dios tan bueno permite que tales cosas terribles sucedan a alguien que, si no es perfecto, por lo menos es decente, un ser temeroso de Dios? Job, en resumen, hace la pregunta "¿Por qué yo, Señor?".

En un montón de ceniza, los problemas son muy humanos, desconcertados y no completamente entendidos. Los amigos de Job estaban plagados por el incompleto y torcido conocimiento. Hacen juicios parciales o inclusive incorrectos acerca de las actividades de Dios. O aplican en forma errónea las observaciones generales a la situación específica de Job.

El prólogo nos ha dado una vista preliminar de la perspectiva celestial sobre Job. Nosotros sabemos que Dios está muy contento y complacido con Job. No importa que Dios haya suspendido su condición protegida de Job temporalmente. Existe una razón.

Job no es una víctima de tiempo y oportunidad sino una parte del propósito orquestado de Dios. Job no tiene ninguna idea que él es actor principal en una obra de moralidad, dirigida por Dios en la tierra. Hasta donde Job conoce, Dios ha desaparecido de su vida.

 El clamor fundamental de Job.

Job desesperadamente intenta resolver el misterio de su sufrimiento. Se esfuerza solo, tratando de buscar pistas. Ninguna aparece.

Job ora expectativamente. Dios seguramente intervendrá inmediatamente en su vida. Lo sanará de su enfermedad, aclarando al mundo entero lo que estaba pasando. Pero nada ocurre. La dolorosa enfermedad de Job mina su fuerza. Se pone cada vez más débil. Entonces se confunde más.

El lenguaje de Job a veces bordea lo irracional e incoherente. A veces parece casi delirante. Actitudes contradictorias suenan en sus discursos. Job recurre a Dios para que actúe antes de que sea demasiado tarde. A veces incluso desafía a Dios. "¿Por qué no me perdonas mis pecados? ¿Por qué no pasas por alto mi maldad? Un poco más, y yaceré en el polvo.". (142)

 A través de su agonía, Job se empieza a desconcertarse, se vuelve perplejo, descorazonado, sin esperanza. En su peor pesadilla, Job ve a la muerte viniendo a la vuelta de la esquina de su vida, listo para envestirlo.

Job sabe que está acabándose. Se ve condenado a morir, arruinado y solo, como una persona odiada y despreciada. La desesperación de Job es descrita conmovedoramente a lo largo del libro. En una parte del relato él gime: "Mi  ánimo se agota, mis días se acortan, la tumba me espera.". (143)

Aunque Job no ha hecho nada malo y ha suplicado desesperadamente pidiendo ayuda, Dios aún decide quedarse oculto. "A ti clamo, oh Dios, pero no me respondes; me hago presente, pero tú apenas me miras.", se lamenta Job. (144)

Las circunstancias trágicas de Job desafían y contradicen todo lo que él siempre ha creído sobre Dios como un protector del bueno. La vida se ha vuelto demente para Job, y él se ha encerrado con llave en una celda de su propia mente.

Luchando con Dios.

Job sólo puede asumir que Dios lo está persiguiendo y escondiéndose de él. Arremete a Dios en el dolor y angustia. "¿Si he pecado, ¿en qué te afecta, vigilante de los mortales? ¿Por qué te ensañas conmigo? ¿Acaso te soy una carga?", se queja Job. (145)

Nosotros no debemos equivocarnos con el desaliento terrible de Job, su arremetimiento a Dios, con el escepticismo. La existencia de Dios no está en duda. Job sabe que en alguna parte del universo Dios debe estar. "¡Que me mate! ¡Ya no tengo esperanza! Pero en su propia cara defenderé mi conducta.".  Job clama en una creencia desesperada. (146) Todavía sigue confiando en Dios como su defensor, Job insiste, "yo sé que mi Redentor vive.". (147)

Entretanto, los amigos de Job se asustan por sus arranques contra Dios. Ciertamente, es confortador pensar, que el fuego de Dios está a punto de quemar a este hombre. Ellos tienen miedo de admitir que ninguna razón de causa-efecto existe en las pruebas dolorosas de Job. Ello implicaría que viven en un mundo insensato. ¿Cómo Dios podría ser justo y castigar a Job injustamente?

 La víctima es culpable.

¿Su respuesta?; Job obviamente debe haber pecado contra Dios. Sí, eso es. El pecado de Job es la causa de su sufrimiento. Dios lo está castigando. Los amigos le dijeron "si estás sufriendo es porque debes haber pecado.". Es tiempo de culpar a la víctima. Aunque al principio vinieron a consolar a Job, terminan atacándolo implacablemente como un pecador horroroso.

Elifaz, hijo de Esaú, amigo de Job, ampulosamente manifiesta: "¿No es acaso demasiada tu maldad? ¿Y no son incontables tus pecados?". (148) Él y los otros dos amigos no entendían completamente bien la condición espiritual de Job y el propósito de Dios. Ellos, también, intentaron buscar al perpetrador del crimen, la causa del sufrimiento terrible de Job. Pero acusan a la persona equivocada; a Job el inocente.

En parte lo que los amigos dicen sobre la relación entre el pecado y la maldición, la virtud y la recompensa, es verdad. El pecado tiene un castigo (Romanos 6:23), Nosotros cosechamos lo que sembramos. (149) Pero los amigos de Job usan mal sus comentarios en el caso de Job. Ellos toman un principio general y apuntan a una persona específica: a Job. y la prueba específica que él está sufriendo. Se asustarán al descubrir que estaban equivocados. (150)

En un montón de ceniza, los actores de todo el drama, Job especialmente, han estado haciendo preguntas de Dios y le han imputado lo motivos que tiene Él. Job ha defraudado a Dios. Los amigos han dado, permítanos decir, testimonios equivocados en contra de Job.

Desde la tempestad.

Séptima Prueba: Dios entra en medio de una tormenta a la presencia de Job. Ahora, es mi turno, dice. Yo lo interrogaré.

A lo largo de los diálogos entre Job y sus amigos, Job sobre todo, había exigido inmenso conocimiento de la manera en que funcionan las cosas, o deban funcionar, en este mundo. Job con la esperanza de un encuentro con Dios, dice: "Vean que ya he preparado mi caso, y sé muy bien que seré declarado inocente.". (151)

Ahora, desde la fuerte tormenta, Dios empieza a desafiar los reclamos de Job para su compresión: "¿Quién es éste, que oscurece mi consejo con palabras carentes de sentido?". (152)

Desde el torbellino, Dios demanda a Job, "¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende?. ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!". (153) Dios dice a Job que no conoce sobre lo que está hablando cuando cuestiona la justicia de Dios. Él no va a responder a cualquier "Por qué" dicho por Job. Dios ha venido a interrogar. "Yo lo cuestionaré, y tú me contestarás", le dice a Job dos veces. (154)

¿Cómo responde Dios a Job? Él esquiva cada pregunta que Job hace. En cambio, Dios da a Job un recorrido de apreciaciones de la naturaleza, recontando la grandeza de ella. (155) ¿Es esto pertinente? De hecho, sí.

¡Ah! Que tonto fui, piensa Job. Se da una palmada en su frente y pone su mano en su boca. Job entiende finalmente el error de su conclusión apresurada. (156) Comprende que su posición fue construida en la ignorancia. Comprende que Dios es lo bastante capaz de manejar el universo.

¿Esto significa que nosotros también podríamos atrevernos a expresar nuestra frustración, nuestro enojo?. ¿Incluso pedir cuentas a Dios en nuestra ignorancia y confusión sin ser condenados por Dios?. Terrible aunque parezca, pero si podemos.

  • El más grande Dios.

Job sabe ahora lo que le ha pasado. En alguna manera no lo puede entender totalmente. Fue elaborado para su beneficio, para beneficio de todos. (157) Job puede decir a Dios: "Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes.". (158)

Job se convence ahora de la sabiduría infinita de Dios en su trato con él. Job sabe ahora que existe un propósito para su sufrimiento. El propósito de Dios, que realmente es bastante para él. Es escuchar la voz poderosa de Dios que truena en el torbellino y pone todo en la perspectiva de Job, él dice: ¡Dios está vivo!; ¡Dios está aquí!; ¡Dios cuida!; ¡Dios es capaz!

Job ha obtenido una respuesta, no la que esperó, pero si una mucho más importante. No importa que no pudiera dar una oportunidad para presentar su propio caso. Cuando Dios aparece, las preguntas de Job se funden precisamente porque Dios se ha revelado.

Sorprendentemente, Dios no condena a Job por poner un cerco contra él y su acusación. Dios sólo corrige el concepto erróneo de Job sobre su habilidad de gobernar la creación.

Para estar seguro, Dios reprende a Job porque Job lo condenó por su "injusticia". Desde la tormenta, Dios abate a Job con estas preguntas: "¿Vas acaso a invalidar mi justicia? ¿Me harás quedar mal para que tú quedes bien?". (159) Pero Dios no acusa a Job de pecado. Dios no lo llama injusto ni blasfemo.

El Libro de Job nos enseña que el sufrimiento puede ocurrir por razones que nosotros no entendemos a menos que, o hasta que Dios lo revele.

Dios no condenará.

¿Esto significa que nosotros también podríamos atrevernos a expresar nuestra frustración, nuestro enojo? ¿Incluso pedir cuentas a Dios en nuestra ignorancia y confusión, sin ser condenados por Dios? Terrible aunque parezca, pero sí podemos.

Job también reconoce cuán grande es Dios. Después de oír el argumento de Dios, Job dice, "yo me desprecio y me arrepiento en polvo y cenizas.". (160)

¿Pero se arrepiente de qué? ¿De algún pecado específico? No, precisamente. Job explica, "Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender, de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas.". (161)

No era que Job tenía que superar un pecado específico, sino que tenía que crecer en entendimiento. Job había sido demasiado apresurado concluyendo que Dios era injusto o inepto.

Job tenía una percepción más profunda, más clara de su Creador ahora. Pero este nuevo conocimiento era sólo un derivado del propósito real del sufrimiento de Job. La comprobación de la fe y de su amor.

En este caso, Dios demostró algo sobre Job, y Job necesitó saber algo sobre Dios y sobre él mismo.

Las pruebas y sufrimientos proporcionan el enriquecimiento espiritual y construyen una relación entre nosotros y Dios.

El porqué del sufrimiento.

El libro de Job, entonces, nos enseña que el sufrimiento puede ocurrir por razones que nosotros no entendemos a menos que, o hasta que Dios nos lo revele (vea Juan 1:7, por ejemplo). (162)

Las pruebas pueden venir porque Dios necesita saber algo de un siervo fiel. (163) El sufrimiento de Job tenía un objetivo. Demostrar si él amaría a Dios a pesar de todo.

Este mensaje de Job tiene implicaciones profundas en la relación del cristiano con Dios. Las pruebas y sufrimientos proporcionan el enriquecimiento espiritual y construyen una relación entre nosotros y Dios. (164)

Job también nos dice que no siempre existe alguna relación entre el sufrimiento y el pecado. Simplemente porque los cristianos sufren pruebas o tragedias no significa que Dios está castigándolos por algún pecado.

El libro de Job trata sobre mucho más del sufrimiento o la justicia de Dios. Job afirmó que Dios todavía es Dios, no importa que, Él siempre es digno de nuestro amor y nuestra reverencia hacia Él. Esa era la prueba de Job, y la pasó. Fue vindicado por permanecer fiel a Dios.

Job demostró que es posible para los seres humanos amar a Dios incondicionalmente. El sufrimiento había sido una oportunidad expansiva de Job para demostrar su fe. Dios había sido mucho más grande y Job mucho más pequeño.

La función de Satanás en el plan de Dios para probar la fidelidad de Job hacia Dios.

Vemos en la historia de Job que cuando Satanás se presenta delante de Dios, Dios aprovecha la oportunidad para asegurarse de mencionar a Job, y de mencionar sus cualidades de hombre santo y recto. Incluso Dios le dice a Satanás ¿has considerado a Job?, la traducción precisa del original hebreo diría: "has puesto en tu mente o corazón a Job".

Así que Dios se asegura de mencionar a Job, como un hombre sin igual en la tierra, perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

A veces una persona hace una declaración o dice algo, esperando con esa declaración una reacción en su oyente, y en particular una pregunta, creo que en este caso se trata de algo similar.

Satanás reacciona ante la declaración de Dios, preguntando algo, es decir que Satanás contesta la pregunta de Dios con otra pregunta ¿acaso teme Job a Dios de balde? en el hebreo la palabra traducida como de balde, se puede también traducir como de a gratis, a cambio de nada, sin obtener nada a cambio, es decir acaso Job obedece a Dios así nada más porque sí.

Parafraseando su siguiente pregunta ¿no está bajo tu protección él y lo suyo y no has bendecido su labor para que prospere y como consecuencia sus posesiones materiales han aumentado?

Es decir que Satanás responde a Dios diciendo tú crees que te obedece y guarda tus mandamientos a cambio de nada, lo ha hecho porque obtiene el beneficio de protección y prosperidad material.

Satanás está diciendo que Job le teme a Dios con ese temor o miedo que lo lleva a uno a obedecer a Dios y guardar sus mandamientos, pero que Job lo hace pues obtiene a cambio beneficios.

Ahora Satanás le propone a Dios algo, para que Dios compruebe si la obediencia de Job hacia Dios, depende de los beneficios materiales que recibe de Dios.

Toca sus posesiones y verás si no blasfema contra ti en tu propia presencia, propuso Satanás.

Más adelante mencionaré las razones que tenían Dios y Satanás en hacer estas declaraciones.

Dios permite que Satanás ahora sea un participante activo en el drama que se desarrolla y autoriza a Satanás a dañar las posesiones materiales de Job.

Con esa autorización, Satanás mata a los hijos de Job, sus criados y animales, acaba con sus posesiones materiales eficientemente.

Pero cuando Job sufre estas dramáticas pérdidas no pecó contra Dios, no reclamó a Dios, ni blasfemo, así que como no pecó, la escena se repetirá, pues Satanás no consiguió demostrar su propuesta.

Posiblemente a Satanás ya se le había olvidado el asunto de Job, un hombre entre tantos, cuando Satanás otro día se presenta delante de Dios, Dios aprovecha inmediatamente para mencionar el asunto de Job de que ni siquiera con lo que pasó pecó.

Así que Satanás propone a Dios que toque a Job en su físico y verá que así Job blasfema contra El, Dios autoriza a Satanás herir a Job, y así lo hace pero cuando Job sufre esa sarna aun así no pecó contra Dios.

La Biblia no indica cuanto tiempo le duró a Job esa molesta sarna, excepto que me atrevo a pensar que le duró algún tiempo, pues le duró del capítulo 1 hasta el capítulo 42, el último capítulo. (165)

En esta historia de la vida real, se aprecia que Job no abrió puertas legales a Satanás, es decir de ninguna manera es que Job hubiera pecado y con eso hubiera abierto puertas legales a Satanás para atacarlo. Toda la autoridad legal que Satanás tuvo para atacar a Job, nunca procedió de pecados de Job sino que la autoridad legal que Satanás tuvo para atacar a Job, fue dada directamente por Dios.

En la vida real.

En la vida real, un cristiano que vive en santidad no está exento de sufrir problemas, pérdidas materiales, pérdida de salud.

El falso "evangelio de prosperidad" no es bíblico.

Aunque Dios puede bendecir y prosperar materialmente a un cristiano, Dios está más interesado en encontrar si el cristiano:

– Se mantiene fiel a Dios, independientemente de las circunstancias por las que pase, aún y cuando se trate de sufrimiento injusto.

– Obedece a Dios,  en todo y a través de todo, aún durante problemas y ataques de Satanás que sean inmerecidos.

– Somete su voluntad a la de Dios, en medio de cualquier circunstancia, por ilógica que sea.

Estas cualidades difícilmente se pueden probar cuando el cristiano vive en la comodidad y total prosperidad, pero se pueden comprobar cuando el cristiano, como en el caso de Job, atraviesa por sufrimiento no merecido, sufrimiento que no viene a causa de pecado tal cual fue el caso de Job.

Es decir, el cristiano obedece a Dios, y lo alaba el fin de semana, cuando todas las cosas marchan bien, o también lo hace cuando las cosas no marchan bien?

En el caso de Job, Dios pudo mediante la fidelidad de Job a Dios aún en medio de la calamidad, dejar evidenciado a Satanás, que un hombre santo que sufrió injustamente, que perdió sus posesiones y salud inmerecidamente, aun así no pecó contra Dios y se mantuvo fiel.

La importancia de esto es que no existe justificación para alguien que goce de las mejores condiciones,  desobedezca a Dios y le sea infiel.

Satanás (también conocido como Lucifer) no tuvo justificación en pecar contra Dios, cuando vivía como uno de sus seres más cercanos y vivía en condiciones inmejorables pero aún en esas condiciones óptimas, pecó contra Dios y le fue infiel, en esta historia entonces, Dios demuestra mediante Job, que si es posible mantenerse fiel a Dios incluso en condiciones adversas inmerecidas.

Satanás buscaba que Job, al verse afectado materialmente pecara contra Dios, pues con eso Dios no tendría la evidencia mencionada anteriormente.

Esa evidencia es condenatoria para Satanás. Esa es la vida real. Así que es conveniente que el cristiano tenga en mente que tal vez no tenga tantas posesiones materiales como Job, ni llegue a sufrir calamidades de la magnitud de las que sufrió Job, pero es posible que a través de algunas dificultades, Dios pueda comprobar su obediencia, fidelidad y sometimiento a Su voluntad.

El cristiano en un mundo de pruebas, dificultades y tribulación. El propósito de las pruebas en la vida del cristiano

  • Moderación y conocimiento.

Oración:

 "Señor, Dios nuestro, tú eres el misterio inaccesible, tú vives en la eterna luz que nadie puede contemplar sino tu Hijo, que nos la ha revelado desde lo alto de la cruz. Concédenos penetrar en el misterio de Jesús para que podamos conocer algo de ti, en la gracia del Espíritu. Concédenos penetrar en este misterio con paciencia, con humildad, convencidos de nuestra ignorancia, de lo mucho que todavía no conocemos sobre tu Trinidad de amor, sobre tu proyecto. Haz que nos humillemos en nuestra ignorancia, para poder merecer al menos las migajas del conocimiento del misterio que nos ha de saciar por toda la eternidad. Te lo pedimos por intercesión de María, que ha creído profundamente, incluso sin conocer directamente, y ha llegado antes que nosotros -y desde ahora en nuestro nombre- al conocimiento inmediato de tu gloria.".

Después de haber escuchado a Job, vamos a escuchar a su compañero, es decir a Dios. Será la forma de caminar hacia el conocimiento de su misterio. Y, para graduar el camino, he pensado en la conveniencia de reflexionar sobre tres distintos capítulos del Libro bíblico.   En primer lugar sobre el capítulo 9, (166) en el que Job habla de Dios; después el capítulo 28 (167) en el que un desconocido habla de Dios; finalmente los capítulos 38 y 39, (168) en los que Dios mismo empieza a hablar.

Job no acepta el desconocimiento de sí mismo

El capítulo 9 es una respuesta de Job a las palabras -que querían ser de consuelo- del tercer amigo, Bildad de Súaj. Este había subrayado que no se puede dudar nunca de la justicia de Dios, y puesto que Él es justo, consiguientemente los malos son castigados y los buenos premiados. Job, por tanto, puede estar tranquilo, sus enemigos se verán cubiertos de vergüenza. (169) Job replica presto, aceptando el principio fundamental, incluso aumentando la dosis:

"Bien sé yo, en verdad, que es así: cómo ante Dios puede ser justo un hombre?". (170)

En los versículos siguientes expresa de manera un poco irónica esta absoluta certeza: nadie puede resistir ante Dios, que tiene razón en todo, siempre y en cualquier caso. Después añade: "¡Cuánto menos podré yo llevar mi causa   y rebuscar razones frente a él!". (171)

  Aquí la certidumbre muta en duda: Dios tiene tanta razón, que si la tuviera yo también, no la obtendría. A partir de este versículo Job empieza a dudar de sí mismo: ¿Yo, quién soy? ¿Tengo razón o no? Sus palabras son características de la postura de un hombre en el acmé del sufrimiento, y se podrían expresar de la siguiente forma: Job no aceptar el hecho de no conocerse a sí mismo, está atormentado por el apremio de no acertar a saber con seguridad si es o no justo; está convencido de serlo, sin embargo quisiera que le fuese declarado; la incerteza le corroe.

 Job ha llegado al colmo del dolor: no comprende nada, ya no sabe ni quién es; se siente justo pero no sabe la diferencia entre justo e injusto y no acierta a dar razón de sí mismo. En otras palabras, está perdiendo el sentido de su propia identidad: ¡Si al menos supiera por qué soy así!   Me he detenido en este tema porque, aunque se exprese como caso límite, paradójico, representa una situación bastante común: el tormento de la identidad hace sufrir a muchas personas, aunque sea a niveles no siempre dramáticos. En particular, hace sufrir a todos aquellos que tienen tareas no programadas rigurosamente; porque si uno es un empleado de banco, quizás el trabajo le cueste, pero sabe que es su deber y que hará carrera si lo desenvuelve correctamente. En cambio, los padres, por ejemplo, al no tener tareas geométricamente definidas, se atormentan con cuestiones de este tipo: ¿Qué quiere decir hoy ser padre?, ¿hasta qué punto me obliga, me implica, me compromete? Lo mismo se podría decir de educadores y pastores, sobre todo cuando las cosas no van del todo bien, cuando no reciben la aprobación que esperaban. Entonces se dicen a sí mismos: Si al menos supiera si voy bien o no, si al menos supiera lo que debo hacer, si al menos supiera que estoy haciendo todo lo que debo. La incertidumbre atormenta: ¿Cuáles son mis responsabilidades precisas?. ¿Qué se espera de mí y qué puedo hacer para que me aprueben?   Job representa, pues, esta dolorosa incertidumbre de sí mismo y el deseo de sabernos juzgados a fondo, de ser justificados con toda claridad sobre nuestros actos.

  • La Sabiduría está más allá de toda comprensión.

Ante este Job que no acepta el no entenderse a sí mismo, leamos algunos pasajes del misterioso capítulo 28, (172) que no se sabe cómo ha formado parte del Libro. No se indica ningún interlocutor particular, como sucedía en los diálogos precedentes; es un discurso que se ha denominado intermedio y oscuro. No sabemos siquiera qué justificación darle; y sin embargo, en esta oscuridad, nos acerca al corazón de nuestra charla.

Se trata, en la práctica, de un elogio, de una glorificación de la Sabiduría divina, pero la insistencia está en el hecho de que el hombre no conoce la Sabiduría. Empieza así:

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente