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Ahorrar para acumular o para financiar la crisis (página 2)


Partes: 1, 2

Tabla 5: Tipo de cambio libre 1953 –1965. En pesos ley 18.188 por dólar.

AÑO

Tipo de cambio

Variación

1953

0,2256

-1,66%

1954

0,253

12,15%

1955

0,3049

20,51%

1956

0,3554

16,56%

1957

0,3962

11,48%

1958

0,501

26,45%

1959

0,798

59,28%

1960

0,828

3,76%

1961

0,8288

0,10%

1962

1,1595

39,90%

1963

1,3861

19,54%

1964

1,5718

13,40%

1965

2,438

55,11%

Como se puede observar en la grafica los periodos presidenciales a partir de 1953 hasta el año 1965 en el peso dólar sube y baja variándose continuamente a manera que transcurre los años

Uno de los aspectos más destacado de la política económica de Lilia fue el tratamiento del tipo de cambio. Ni se mantuvo artificialmente la cotización del peso, ni se recurrió a mega devaluaciones, como en el pasado reciente. Se aplicó un por entonces novedoso mecanismo de mini ajustes, que acompañaban a la inflación.

Gráfico 13: Variación del salario real, 1953 –1966.

edu.red

"La política del gobierno de Lilia modificó los lineamientos de la política liberal restaurada en 1962. En el contexto de una situación externa relativamente favorable, tuvo éxito en promover una rápida recuperación del nivel de actividad productiva y el empleo. Sin embargo, no aportó soluciones significativas a los problemas básicos de la economía nacional. La capitalización y el cambio tecnológico quedaron rezagados (…) y no hubo avances importantes ni en la sustitución de importaciones ni en la promoción de exportaciones"

Los primeros gobiernos militares, salvo el de 1943, habían propiciado políticas benefactoras del agro, mediante devaluaciones que se producían seguidamente de acceder al poder. Tras algunas incertidumbres iníciales, Onganía colocó a A. Krieger Vasena en el ministerio de Economía y presentó su "Plan de estabilización y desarrollo". Se fijó una nueva paridad, muy alta, del tipo de cambio, con el compromiso de no volver a devaluar.

El año de la crisis del petróleo, 1973, inesperadamente fue muy favorable en las relaciones de intercambio. Este hecho fortuito permitió que el nuevo gobierno asumiera con cierto desahogo financiero. El año se cerró con un saldo positivo record de la balanza comercial.

La cartera de economía fue confiada a José Gelbard, hombre de la CGE. Articuló un plan basado en lo que se denominó Pacto Social, destinado fundamentalmente a combatir la inflación con dos estrategias: control del nivel de precios y aliento a la recuperación de los salarios en términos reales. El plan mostró algunos remedos de la época del primer peronismo, aunque en su aplicación no se percibió la firmeza ni el dogmatismo de otros tiempos. Algunos de estos aspectos eran:

•Exportaciones de carnes y granos monopolizadas por las juntas nacionales.

•Mini reforma financiera. Los bancos captaban depósitos por cuenta del BCRA y concedían créditos limitados y orientados por las autoridades.

•Se impusieron algunas limitaciones al capital extranjero, de difícil aplicación práctica.

•Política tendiente a la recuperación de los salarios, que tenía por objetivo que en el término de cuatro años la participación de los mismos volviera a niveles cercanos al 50%, como en la década del 40.

•Incremento de los lazos comerciales con los países del bloque soviético y "no alineado".

Una diferencia importante con el primer periodo peronista fue el tratamiento hacia las exportaciones industriales. Anteriormente la política industrial peronista había estado dirigida al mercado interno. Se adoptaba ahora una tercera estrategia de impulso a la demanda agregada. Antes había sido el turno del consumo primero y de la inversión después. Ahora era el tiempo de las exportaciones.

Los indicadores respondieron muy bien en principio. Por ejemplo, en 1974 el desempleo se ubicaba en un insignificante 2,5%. Pero la propia dinámica de precios controlados y salarios en aumento permitió la reaparición de la inflación. Las cosas se agravaron muchísimo ante un factor absolutamente exógeno, aunque no inesperado: la muerte de Perón. El Pacto se basaba fundamentalmente en su credibilidad, que a partir de este suceso quedó seriamente dañada. Gelbard permaneció algunos meses en su cargo y finalmente fue desplazado. Tras un paso fugaz del nuevo ministro Gómez Morales, el Pacto se diluyó por completo.

El ministro Rodrigo intentó sincerar las principales variables económicas, distorsionadas por dos años de controles y precios máximos. Horas después de asumir anunció una devaluación del 100% del tipo de cambio financiero y 160% del comercial. La medida fue acompañada por aumentos de tenor similar o mayor en las tarifas públicas y combustibles, y se liberaron todos los precios. La estampida inflacionaria generada devastó las cuentas fiscales y externas y el caos económico se agregó a la creciente inestabilidad política. A partir de entonces no hubo plan posible. Los últimos jirones de credibilidad se escurrieron de las manos del gobierno de la viuda de Perón.

Políticas monetarias y fiscales entre 1952 y 1975.

El plural se utiliza deliberadamente, ya que durante veinte años de inestabilidad política se llevaron a cabo alternativamente políticas expansivas y restrictivas, al compás de inflaciones y recesiones características del stop & go.

El tramo peronista 1952 – 1955 abandonó la expansión fiscal como herramienta de crecimiento de la demanda agregada. El gobierno provisional instalado en 1955 llevó a cabo una profunda reestructuración del sistema financiero, desestatizando los depósitos y devolviendo la autarquía al BCRA. La nueva carta orgánica establecía "…estimular el crecimiento ordenado y persistente del ingreso nacional en el máximo posible". El eje central de la política monetaria fue una fuerte restricción de la tasa de expansión del dinero.

Tabla 6: Variaciones de precios y oferta monetaria.

Año

Inflación

Cantidad de dinero

Variación

1956

13.4%

111545 M.

19.5%

1957

24.7%

111978 M

0.4%

1958

22.5%

180825 M

61.5%

El plan de desarrollo de Frondizi obligó al principio a llevar a cabo una política monetaria y fiscal expansiva, que viró hacia la ortodoxia con el arribo de Alsogaray al ministerio. Depuesto el presidente, la ortodoxia se profundizó y se implementó una política monetaria restrictiva en términos cercanos al monetarismo.

Entretanto la presidencia de Lilia, la prioridad era la salida de la recesión, y a ello se dirigió la política económica. El esparcimiento fiscal se manifestó a través del gasto corriente, con una activa política de compras del Estado. La política monetaria fue igualmente expansiva y se orientaba al estímulo del crédito. Inesperadamente, tras el derrocamiento del gobierno, el plan de K. Vasena profundizó la expansión monetaria. Con tipo de cambio alto y fijo, más la percepción de que los precios no tenderían a incrementarse, la gente estaría dispuesta a retener más dinero, por lo que otro tipo de política hubiera sido difícil de implementar.

Gráfico 14: Demanda de dinero para M1 y M2. 1952 – 1975. En puntos porcentuales del PBI

edu.red

Respecto del resto del periodo, la mayoría de las políticas aplicadas fueron coyunturales y cortoplacistas, casi siempre condicionadas por la inflación y la creciente puja distributiva. El hecho más saliente es la mini reforma financiera del gobierno de Perón, comentada más arriba.

Ahorro – inversión

Para todo al periodo la inversión bruta interna ronda un promedio de 19% del PBI, cifra bastante más alta que la del periodo anterior. Ya desde el comienzo de la etapa, pero especialmente a partir de 1958, reaparece y cobra importancia decisiva la inversión extranjera, que se concentra en los dos sectores más dinámicos de la economía (combustible y automotriz).

Gráfico 15: Ahorro total e inversión bruta. 1953 – 1975. En puntos porcentuales del PBI

edu.red

Entre 1953 y 1955, el crédito siguió siendo regulado y dirigido, con tasas de interés reales siempre negativas, pero con un grado de mayor realismo respecto de los determinantes del ahorro. A partir de 1956, se introdujeron herramientas destinadas a una mayor autonomía de los mercados. Entre 1955 y 1962 (con excepción de 1959) el ahorro interno no alcanza a financiar a la inversión. El proceso es compensado por ahorro externo, favorecido por la depreciación del tipo de cambio. El peso se estabiliza a partir de 1962, favoreciendo un importante incremento de la tasa de ahorro, en especial desde 1969 en adelante.

6.2. El ahorro privado entre 1953 y 1975

6.2.1. Análisis descriptivo de los principales determinantes.

La propia dinámica del proceso stop & go dificulta el tratamiento de las variables que determinan el ahorro de los particulares.

El consumo privado muestra una tendencia claramente decreciente respecto del periodo anterior. La propensión media a consumir para todo el periodo es del 72% respecto del producto total.

A partir de 1960 la economía comienza a recuperarse de la recesión de 1959 pero los niveles de consumo se estancan en torno al 70 / 72 % del producto, sin volver a los niveles de mediados de la década del 50. Este es un dato llamativo, teniendo en cuenta que la inflación es particularmente elevada, en especial desde 1955. El nivel de empleo es alto a partir de 1963.

6.2.2. Contrastación empírica

Para este periodo, funciono el ahorro privado del tipo keynesiano

Se verifica un ahorro autónomo negativo. La propensión marginal a ahorrar para todo el periodo es del 26%, mayor que la propensión media que es del 20%.

Capitulo 7:

Tercera etapa financiera, reforma financiera, apuestas a dólar y deuda externa, 1976-1982

7.1. Caracterización del período.

7.1.1. Marco Internacional:

Esta etapa se caracteriza por la retracción de las inversiones mundiales en las áreas productivas de los principales países industrializados y ricos del mundo, esto como producto del incremento del nivel de precios y el racionamiento petrolero instalado en la mayoría de las economías mundiales a mediados de los ochenta al tiempo que la cantidad de dólares depositados en los bancos aumentaba considerablemente.

Este fenómeno de liquidez mundial impulso a la banca internacional a otorgar enormes prestamos a países de poca prosperidad económica, especialmente a países latinoamericanos, provocando que el endeudamiento externo de los principales países de la región, tal como Brasil, Argentina y México, creciera enormemente.

La crisis mundial de inflación de precios al consumidor provoco la creación de nuevos conceptos y criterios económicos, los cuales se enfocaban principalmente en la no creencia en la posibilidad de impulsar el crecimiento de los países mediante políticas fiscales expansivas y en el hecho de ver la balanza de pagos de los países mas como un fenómeno monetario que como el resultado del comercio exterior, pensamientos orientados a la producción, los cuales fueron principalmente implementados por los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra, con los mandatos de los presidentes R. Reagan y M. Thatcher respectivamente.

7.1.2. Marco Político Interno:

En 1976 se instalo en el gobierno argentino una junta militar integrada por los comandantes en jefes de las tres fuerzas armadas del país, esta toma de poder forzada trae consigo nuevamente una etapa política en la Argentina de represión a todas las fuerzas o criterios distintos a los del gobierno, y, como era habitual en estos casos, la disolución de ambas cámaras del congreso nacional, las legislaturas provinciales, y otros organismos institucionales, es decir, la parcial eliminación de la democracia en el país. A pesar de la discreta aniquilación de la de los principales opositores o detractores del régimen, la junta de turno pretendía hacerse ver como una junta patriótica, austera y "defensora de los valores occidentales cristianos", pero no fue suficiente el hermetismo implementado y a través de algunos medios de prensa se dieron a conocer al pueblo argentino las disputas internas entre las tres fuerzas armadas, así como otras informaciones poco favorables para el gobierno. En el transcurrir del tiempo el mandato presidencial del país paso por las manos de Videla, asumido por Viola en 1981, luego por el General Galtieri en diciembre de ese mismo año (mandato en el cual se suscito la Guerra de las Malvinas), y por último, en 1982 por el General Bignone, mandato en el que por las presiones internas y externas provocadas por la derrota de la Guerra de las Malvinas del régimen militar, se llamo a elecciones nacionales en octubre de 1983.

7.1.3. Política económica, Política monetaria y Fiscal, Política cambiaria:

El año 1975 marca un punto de quiebre en la historia económica Argentina, la inflación se convierte en un factor prácticamente inercial proyectando tasas de variación anual del nivel de precios nunca menor al 100% hasta 1986 (con excepción de 1980)

El ministro de economía de entonces, el ciudadano Martínez de Hoz, expuso los objetivos fundamentales del plan de reforma, destacan considerablemente lograr el saneamiento monetario y financiero, lograr un crecimiento no inflacionario, acelerar las tasas de crecimiento económico y alcanzar una razonable distribución de ingresos. Las medidas tomadas por el gobierno para lograr los objetivos económicos, a pesar de ser las típicas medidas político-económicas de los gobiernos militares, tuvieron efectos diferentes a los del pasado como producto principalmente de la eliminación de los aranceles de importación y los subsidios a importaciones, el incremento de las tarifas de servicios públicos y, por primera vez, la indexación de los créditos a favor del estado, lo que provoco un efecto propagatorio al crédito privado y de allí a toda la actividad económica.

La primera referencia concreta de cambios estructurales fue la reforma financiera, instrumentada a principios de 1977, cuya medida más importante fue la adaptación del sistema de encajes fraccionarios, en el cual la autoridad monetaria transfería a los bancos comerciales el rol de la asignación del crédito y la provisión de los recursos productivos, apostando a la eficiencia de los mismos. El objetivo de las tasas de interés pasivas y la autorización de las entidades para recibir depósitos en plazos muy cortos, era hacer más atractivo el ahorro privado, para evitar presiones sobre el consumo y la inflación, dando resultados positivos. Se concluye en esta época que el salto de las tasas de interés registrados a partir de 1976, no es ajeno al incremento de la rentabilidad de los mercados financieros de los países industrializados y del nivel y la orientación de la liquidez internacional.

Bajo estas condiciones de mercado, si se pretendía mantener bajo control la cotización del dólar, la oferta monetaria dejaba de depender del BCRA ""Banco Central de la Republica Argentina" y pasaba a determinarse por el comportamiento de los actores económicos, incluyendo a los ahorristas externos. El gobierno decidió privilegiar la estabilidad del tipo de cambio, que en el cortísimo plazo influía de manera más notoria sobre el nivel de precios de la oferta monetaria, el instrumento elegido fue la famosa tablita financiera, que se puso en funcionamiento a finales de 1979.

En 1980 se desato una crisis bancaria y financiera que significo una importante pérdida de reservas acumuladas en los años inmediatos anteriores y se inicio la corrida contra el peso con la salida de capitales. Posteriormente en 1981 se produce una devaluación monetaria del peso de aproximadamente el 10%, lo que incremento la desconfianza, y, posteriormente, el tipo de cambio se devaluó un 30%, devaluación que hace famosa la frase "el que apuesta al dólar pierde", estas sucesiones de hechos económicos desfavorables para la Republica Argentina, en conjunto con la perdida en la Guerra de las Malvinas, provoco el inicio de la salida del régimen militar del poder.

La política fiscal perdió capacidad de acción como producto de las presiones inflacionarias, no obstante, a pesar de la reclamada lucha del gobierno contra la expansión del gasto, el déficit fiscal se incremento en toda la etapa, donde lo más inquietante es la composición de este gasto: Nacionalización de empresas quebradas, o con serios problemas financieros y compra de armamentos mientras se reducían partidas de inversión pública, salud y educación.

Los significativos cambios de la política económica de los países desarrollados y el alza tempestuosa de las tasas de interés hicieron prácticamente que el endeudamiento externo estallara en las manos del gobierno siguiente. Las medidas económicas que se habían tomado habían provocado un ambiente sumamente receptivo para la oferta del crédito internacional. En primera instancia este crecido se dirigió a la formación de un importante stock de reservas internacionales que sobrepasaron los 9000$ millones en 1971, pero posteriormente se evidencia el flujo neto de capitales rígidos hacia el financiamiento del consumo, la compra de material bélico y la fuga de divisas.

La deuda pública creció en 4900$ en 1975(19% del PIB) a 29000$ millones en 1982 (60% del ingreso). Antes de su retirada el gobierno asumió como estado la responsabilidad del cumplimiento de la deuda externa privada, esto también antes del abrupto incremento de las tasas de interés internacionales, por su parte, en relación a la fuga de capitales, se estima que fue entre 16000$ y 22000$ millones para el trienio 1980 y 1982

Ahorro e inversión:

Posteriormente se registra un intenso flujo de entrada de capitales, pero en general el ahorro interno financia largamente la inversión. La tasa media de ahorro total es excepcionalmente alta a partir de 1977 hasta 1979, mientras que la inversión bruta interna se mantiene en los niveles que venía registrando desde 1969. Debe concluirse que las tasas record de ahorro en estos años financiaron gastos corrientes del gobierno y salida de capitales.

Capitulo 8:

Cuarta etapa: La recuperación de la democracia, Optimismo y desilusión. 1983-1990

8.1. Caracterización del periodo

8.1.1. Marco Internacional:

Uno de los hechos más importantes del siglo diecinueve, fue el comienzo del colapso del bloque socialista encabezado por la Unión Soviética, a pesar de que se desmorono por completo en 1991, esta caída afirmo la hegemonía del bloque occidental, a pesar de que varias de las principales economías que lideraban este modelo presentaban inestabilidad, mientras que por su parte, se comenzó a suscitar un crecimiento sostenido de los denominados "tigres asiáticos", integrado por los principales países de dicha región, tal como Corea del Sur, China, Japón, y en menor medida, Malasia y Tailandia.

Los notables avances en materia de transmisión de datos en tiempo real apoyaron y facilitaron la internacionalización de los mercados bursátiles y de dinero. Las innovaciones en la ingeniería financiera, en especial en el campo de la securitizacion y sus derivados, trasladaron el ámbito de negociación de los excedentes financieros internacionales desde los bancos comerciales, hacia los mercados de capitales. El grueso de los flujos comerciales se desplazo a los movimientos internos de las empresas multinacionales, mientras que, a pesar de las barreras que aun presentaba el comercio internacional, este se incremento notablemente, aunque en menor medida en los países exportadores primarios. En esta época, se comienza a utilizar el término de globalización, con base a las profundas transformaciones políticas, militares, financieras y tecnológicas del entramado económico mundial.

8.1.2. Marco Político Interno:

Luego de la caída del régimen militar que ocupo el poder argentino durante varios años, entra una nueva etapa de democracia para la republica. La mayor parte de esta etapa económica se desarrolla bajo la presidencia de Raúl Alfonsín.

Como consecuencia de la puesta en marcha del proceso democrático, la población y el gobierno argentino dejaron de darle importancia al aspecto económico como ocurría en años anteriores, pensando que por el solo hecho de restablecer los derechos institucionales, la estabilidad y el crecimiento económico se iban a dar de forma totalmente natural y espontanea. Rápidamente este fenómeno termino volcándose en contra del gobierno, percatándose estos de que la convicción de la defensa de las instituciones, al estar por encima de todos los intereses sectoriales, los colocaba en una situación de cierta debilidad a la hora de negociar con intereses corporativos. El optimismo inicial que subordinaba la buena marcha de la economía al funcionamiento de las instituciones democráticas fue dejado de lado y la población comenzó a cobrar nuevamente sumo interés en la situación económica, época en la que el panorama económico nunca había sido tan determinante como hasta este momento, ni siquiera en 1930. A medida que los efectos correctivos de las medidas propuestas eran cada vez menos duraderos, credibilidad en la gestión de gobierno y se instalaba entre la población la certeza de que el partido oficialista no gobernaba y no tendría ninguna posibilidad en las elecciones presidenciales siguientes, y, efectivamente, la oposición se opuso ampliamente en 1989, donde la hiperinflación y las fuertes presiones internas y externas obligaron a Alfonsín a retirarse del gobierno a seis meses del final de su mandato.

8.1.3. La política económica:

Lo más significativo en un panorama desolador, la deuda era de casi el 70% del producto, con reservas internacionales inexistentes, donde los pagos al exterior por intereses a la deuda externa crecieron del 2.2% al 9.4% del PBI entre 1980 y 1983, una desorbitante transferencia de ahorro interno hacia el exterior.

Con las medidas tomadas por Bernardo Grinspun, Ministros de Economía, se aplicaban políticas gradualistas para mantener el alto nivel de empleo, recuperar el poder de la compra de salarios y fomentar el consumo como elemento dinamizador de la demanda agregada, pero, los empresarios interpretaron que el crecimiento de la demanda seria pasajero y ajustaron la oferta solo lo necesario para poder responder al corto plazo, a partir de allí, se intento realizar la batalla contra la inflación por medio de las políticas tradicionales: devaluación del peso, aumento de tarifas y restricción monetaria, cuyos resultados no pudieron ser mas desalentadores.

La espiral inflacionaria provoco la salida del gabinete del ministro grinspun, y su reemplazo por Juan Sourrouille. El nuevo ministro estaba convencido de que el déficit fiscal era la causa de la inflación en el largo plazo. Para salir de la crisis se implemento el sorpresivo Plan Austral en 1985 con una nueva unidad monetaria que debuto cotizando a 80 centavos por dólar, el plan era netamente heterodoxo y sus principales medidas consistían en:

• Congelamiento de precios.

• Reducción de la tasa de emisión monetaria.

Impuestos a la exportaciones.

• Ahorro forzoso (Inmovilización de fondos de las empresas, destinados a financiar gastos del estado).

• Desagio. (tabla de conversión de contratos pactados en un marco de expectativas inflacionarias altas).

• Regulación de las tasas de interés.

El plan logro una notable reducción de la tasa de inflación en su primer tramo y un crecimiento del salario real, pero, los gastos corrientes, fundamentalmente salarios del sector público, y otros asumidos por el gobierno, presentaban un problema de rigidez, donde poco a poco se comenzó a percibir los efectos no deseados del plan: los precios siguieron incrementándose, lenta pero persistentemente, y las tasas de interés, aun en niveles nominales mucho más bajos, seguían siendo altas respecto de la inflación y el tipo de cambio.

El progresivo deterioro de las cuentas fiscales y externas, mas la crónica escasez de reservas, obligo a declarar la suspensión del pago de servicios a la deuda con los bancos comerciales en abril de 1988. Luego de varias medidas asumidas por el Ministro de Economía, el país entro en una etapa de hiperinflación, y este, fue desplazado y sucedido por J. C. Pugliese. La etapa se cierra desde el punto de vista histórico, con Menem en el gobierno, una hiperinflación en 1990 y la confiscación del ahorro privado.

Política monetaria y fiscal:

La presencia de tasas de interés fuertemente positivas o negativas respecto a la evolución del tipo de cambio y la relativa libertad para la entrada y salida de capitales de corto plazo recortaba la capacidad de la autoridad económica para orientar los flujos monetarios, tal como venía ocurriendo desde 1977.

Respecto a la política fiscal, los crónicos problemas de financiamiento del gobierno son resaltantes, no obstante, no se intento apelar a la presión tributaria para compensar este déficit, salvo en el caso de las exportaciones que, esporádicamente, debieron soportar mayores gravámenes.

Ahorro e inversión:

La tasa de ahorro total es descendente respecto de la muy alta del periodo anterior, pero la caída de la inversión posibilita que el ahorro interno la financie completamente, con excepción de los años buenos del Plan Austral

8.2. El ahorro privado entre 1976 y 1989.

8.2.1. Análisis descriptivo de los principales determinantes.

El ahorro privado presentaba una propensión media cercana al 25% entre 1976 y 1983, y descendió a algo más del 18% para el tramo 1984 a 1990, la tasa de interés real se presenta sumamente volátil en el largo plazo, alternando periodos positivos con otros muy negativos, dicha volatilidad se potencia en el corto plazo.

Un dato importante a tener en cuenta en este periodo, en el que predomina la libre movilidad de capitales, es el comportamiento de la tasas de interés nominal respecto a las variaciones del tipo de cambio, el promedio de variación anual del dólar es del 539% y la tasa de interés anual promedio para depósitos a plazo fijo es del 415%. En el corto plazo, estas variaciones solían alternar los rendimientos, ofreciendo importantes ganancias a los ahorristas internos y externos, cuando estos sabían pasar a tiempo el peso al dólar.

Capítulo 9.

Quinta etapa de la convertibilidad 1991-2000

9.1. Antecedentes.

Al analizar el énfasis de la política y la económica en La Argentina se observa a través de su marco histórico que a finales de la década de los ochenta (80) sostenía una hiperinflación, la cual en el plan de gestión del nuevo gobierno se enfocaba en eliminarla reactivando la producción y aumentando los salarios, cuyo plan fracasó, debido a que el estado se encontraba en bancarrota. El gobierno intentó estabilizar los precios internos en un marco de una economía libre de mercado. El regencia de Menen tuvo su final, luego de la devaluación, es decir para este entonces se determinó la segunda oleada de hiperinflación en diciembre de 1990.

Es importante destacar que en la breve gestión de los Ministros Roig y Rapanelli, sancionaron dos leyes fundamentales: la reforma del Estado y la emergencia económica.

Luego en el año 1990 el Ministro de economía Antonio Ermán González, sostuvo como objetivos principales intentar sanear las finanzas públicas para alcanzar y mantener el superávit fiscal y comercial, controlar la emisión del dinero, recomponer las reservas, privatizar algunas de las importantes empresas públicas, renegociar la deuda externa y especialmente renegociar la deuda pública interna, preparando así, la etapa posterior de estabilización monetaria y profundización de las transformaciones estructurales.

9.2. Características del Período.

9.2.1. Marco Internacional:

Es importante destacar que la década de los 90 tuvo un gran auge con respecto al proceso globalizador, en el ámbito financiero y económico, ya que se aperturan las inversiones externas y se produce políticas de libre mercado en la economía China, hecho de sustancial importancia por tratarse de un País con más de 1200millones de habitantes.

Otro aspecto del que se debe referir es la aparición de la Crisis Global, la cual se debe a la dependencia de los mercados mundiales y la creciente velocidad de los flujos monetarios, esto sucede prácticamente en cadena a partir de la Devaluación del peso mexicano (1994) y así sucesivamente en Asia, Rusia y Brasil, creando incertidumbres en los países con economías más débiles. En este aspecto sucesos como el derrumbe definitivo del bloque soviético, la desaparición jurídica de la URSS y la caída del muro de Berlín, reforzaron el campo político, profundizando la transición de libre de mercado y mínima intervención de los gobiernos. No obstante los cambios tecnológicos generaron un alto y grandioso avance, especialmente en el campo de la comunicación informática y la digitalización.

9.2.2. Marco Político Interno:

En el año 1989, Menem asumió la candidatura al gobierno, en el cual prolongaba un plan que no tenía muy bien definido. Para ese entonces la inflación era persistente y circunspecta las alternativas empresariales. Luego a partir del lanzamiento de convertibilidad de la mano del Ministro de Economía Domingo Cavallo, Menem obtuvo un rotundo éxito, manteniendo el objetivo principal de estabilizar el nivel de los precios.

En 1993, Menem promueve su reelección, reformando la Constitución Nacional, en donde manifestó la reelección presidencial y la reducción al mandato por 4 años. En el año 1995 se convierte en el segundo presidente Argentino elegido en dos periodos consecutivos. Algunos indicadores empezaban a tener aspectos negativos, entre ellos el nivel de empleo, consecuencia de la crisis del peso mexicano, en donde por primera vez desde 1990 la economía no creció ese año. Por otra parte Cavallo se ve esforzado a renunciar en 1996, debido a enfrentamientos internos con el gobierno, el cual es sustituido por Roque Fernández, trayendo como consecuencia polémicas con respecto a la autoría intelectual y política del plan económico. No obstante la popularidad del gobierno fue decayendo, a pesar que la economía volvía a crecer vigorosamente y superaba la crisis, iniciada en el sudeste asiático. Menem se dispuso a buscar la reelección sin éxito. En el año 1999 consagran a Fernando De la Rúa presidente.

9.3 Plan de convertibilidad. Postulados teóricos y evidencias empíricas:

Luego de estudiar el modelo político de la época, se sostiene que la estabilidad de los precios se obtuvo mediante la fijación del tipo de cambio en una equivalencia inmutable, y no mediante políticas monetarias restrictivas. La flexibilidad de precios y salarios se mantuvo como un supuesto modelo de la convertibilidad, ajustando el plan teórico que se incrementaba en un importante desarrollo de la productividad.

La convertibilidad se reforzó con la reforma a la carta orgánica del BCRA (Banco Central de la República Argentina), que lo convirtió en un organismo independiente, llevando una política monetaria pasiva e importante desregulaciones y privatizaciones, tendientes a la apertura de la economía. Además de dinero fresco y títulos de deuda que se utilizaron para equilibrar las cuentas fiscales, la privatización de las empresas de servicios públicos trajo una notable mejora de las prestaciones (en especial en el campo de las comunicaciones y la energía) pero al costo de fuertes incrementos tarifarios. Por primera vez en las últimas cinco décadas, el Estado perdía la capacidad de regular las tarifas públicas a las que reiteradamente había manipulado como instrumentos de política económica.

Es importante destacar que se incrementó el consumo y la inversión, debido a la demanda agregada. Otra diferencia con el plan anterior era una situación fiscal más desahogada y acceso al financiamiento externo e interno por parte del Estado. A raíz de este aumento de la demanda, se produjo un crecimiento explosivo de las importaciones y una suba de precios generalizada para los bienes no transables. El consumo y la inversión crecieron casi 50% entre 1991 y 1994 pero la balanza comercial.

9.3.1 Deuda Externa

Se produjo un hecho determinante en abril de 1992, se acordó con el Comité de bancos acreedores los términos de la refinanciación de la deuda de mediano y largo plazo. En diciembre se firmó el acuerdo definitivo y para los primeros meses de 1993 se pusieron en marcha las operaciones de canje. Vale destacar que en los países de mayor endeudamiento, se dio a conocer un plan denominado "Plan Brady". En la práctica, fue una gigantesca exhortación de deudas, que hasta entonces poco menos que incobrables, y una fenomenal transferencia de estas carteras desde los bancos hacia los inversores institucionales. Este plan marcó un gran impacto en la Argentina, la cual regresó a los mercados internacionales de las capitales. La mitad de la deuda externa pública, que estaba en poder de un grupo de grandes bancos internacionales, se convirtió en bonos que fueron a parar a manos de grandes inversores institucionales del país y del extranjero.

Durante este periodo se produce una importante remonetización de la economía que había quedado prácticamente vaciada de dinero después de las dos hiperinflaciones sucesivas y el plan Bonex, donde la ley de convertibilidad en la oferta de dinero quedaba atada a la formación de reservas por parte del BCRA, este no podía tomar decisiones de política monetaria en sentido estricto. Existía, no obstante, un resquicio: Parte de las reservas podía estar integrada en títulos públicos, evaluados a su precio de mercado.

La demanda de dinero aumentó considerablemente en un marco de estabilidad de todos los precios de la economía. Operaba bajo un sistema bimonetario, conformado por una proporción similar de pesos y dólares. Sin embargo, esta proporcionalidad no se mantenía para todos los agregados monetarios por igual. Pese a la estabilidad duradera y al tipo de cambio fijo, el público prefirió claramente el peso como medio de pago y el dólar como reserva de valor.

Conclusiones

A lo largo de casi siete décadas de historia económica, Argentina ha examinado el desempeño del ahorro privado y sus principales determinantes. Puede destacarse que el comportamiento de los agentes económicos privados argentinos respecto a este agregado muestra algunos elementos dignos de ser destacados.

Fundamentalmente se sugieren importantes contradicciones con lo afirmado por la teoría económica respecto al comportamiento de esta variable y sus determinantes La demanda de financiamiento por parte del proceso ISI condiciona el desempeño del ahorro en la etapa 1935 – 1952. La teoría prescribe que la presencia de tasas de interés reales negativas y de mecanismos regulados y dirigidos de asignación del crédito puede convertirse en un importante desincentivo para ahorrar.

A partir de 1952, la propensión media al ahorro privado rara vez es inferior al 15%; ya que suele estabilizarse en torno al 20% del ingreso. Aunque todavía se mantienen los desincentivos teóricos presentes en la etapa anterior, el funcionamiento del mercado financiero y las políticas crediticias se tornan algo más transparentes. En general, a lo largo de los casi setenta años puestos a consideración, la economía argentina presenta un coeficiente de ahorro aceptable, ligeramente superior al de Estados Unidos, comparable al de Francia, algo menor que el de Alemania, y sensiblemente más bajo que el de Japón.

Para lograr un desarrollo sostenido en Argentina, es necesario contar además con un contexto macroeconómico consistente, con políticas activas de estímulo a la inversión productiva. Ello requiere tanto de un aumento continuo de la inversión en maquinarias, equipos y tecnología, como de un apoyo permanente a la calificación del recurso humano, a fin de posibilitar la incorporación de innovaciones al proceso productivo y la consolidación de permanentes ganancias de productividad.

Recomendaciones

  • Se deben crear empleos y contener los precios, especialmente en los

Productos básicos.

  • Si bien el nivel de ingreso argentino ha sido sustancialmente menor al de los países como: Estados Unidos (ligeramente superior), es comparable al de Francia, algo menor que el de Alemania, y sensiblemente más bajo que el de Japón, dicha razón de ahorro ha convergido para que la Argentina jamás lograra un salto cualitativo con respecto a la economía, pero que notablemente presenta un coeficiente de ahorro aceptable.

Bibliografía

BRUFMAN, Juana & URBISAIA, Heriberto. 1999. Implicancias macroeconómicas del sistema integrado de jubilaciones y pensiones. Buenos Aires: Macchi.

CEP (Centro de Estudios para la Producción). 1998. La inversión extranjera en la Argentina en los años 90. Tendencia y perspectivas. In: Estudios de la economía real Nº 10. Buenos Aires: Secretaría de Industria Comercio y Minería.

FERRER, Aldo. 1979. La economía argentina. Buenos Aires: FCE.

 

 

Autor:

Abache Atamaika

Atencio Gonzalo

González Irlis

Solis Rebeca

Tirado José L.

Enviado por:

PROFESOR:

MSc. Ing. Iván Turmero

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO ORDAZ

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENIERÍA FINANCIERA

PUERTO ORDAZ, NOVIEMBRE 2012

Partes: 1, 2
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