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Infertilidad y tratamientos de reproducción asistida (A.R.T.)

Enviado por psicocaroroa


Partes: 1, 2

    Significados de infertilidad y de las prácticas de tratamiento de reproducción

    asistida construidos por parejas diagnosticadas infértiles y que se hallan en tratamiento en el centro Profamilia Bogotá

    1. Resumen
    2. Descripción del Problema
    3. Planteamiento del Problema
    4. Justificación
    5. Formulación del Problema
    6. Objetivos
    7. Marco Teórico
    8. Conclusiones
    9. Aportes
    10. Recomendaciones
    11. Referencias

    RESUMEN

    Este estudio fue de corte cualitativo hermenéutico y para su proceso tuvo en cuenta a la psicología social, desde donde se quiso comprender los significados frente a la infertilidad, y los tratamientos de reproducción asistida elaborados por las parejas y el equipo interdisciplinario de PROFAMILIA. Para ello, se retomaron, entre otras, teorías como el construccionismo social, (Schutz et al) según el cual los sujetos sociales miembros de una cultura en interacción son vistos como creadores de su propia realidad en un contexto específico y donde el lenguaje cumple una función fundamental. La conceptuación se tomo desde lo antropológico, sociológico, médico y psicológico. Se emplearon como instrumentos: La entrevista individual en profundidad, los grupos focales y para el procesamiento de la información el análisis de contenido, y el Qanálisis;

    En cuanto a los resultados se encontró correspondencia entre la capacidad de adaptabilidad familiar, el apoyo social y la repercusión familiar del evento infertilidad en la pareja; además la investigación generó aportes que sirven a futuras investigaciones más controladas, en un área donde la psicología cobra importancia día tras día.

    Palabras Claves: Construccionismo Social, Cultura, Interacción, Pareja, Infertilidad, Prácticas, significados Tratamiento de Reproducción Asistida, Equipo Interdisciplinario.

    INTRODUCCIÓN

    La infertilidad, constituye un evento vital que repercute en el sistema familiar, y es considerada como una crisis familiar por desorganización. Siendo este un factor de necesidad social que exige un afrontamiento particular, le asigna gran importancia a la Psicología como ciencia, ya sea por los aspectos psicológicos que frente al diagnóstico se desarrollan, o por el soporte que esta como herramienta científica le brinda a los sujetos que lo necesitan. La relación entre Psicología e infertilidad es un tema controvertido que ha sido abordado de múltiples maneras, indagando en la mayoría de las veces en si los problemas psicológicos producen infertilidad o en su defecto se averigua sobre la influencia de el estado psicológico de la mujer en la respuesta a los tratamientos, así estos estudios que han intentado responder estas interrogantes han ido cambiando a la luz de la información que ha aportado la investigación en el área y las conclusiones que hoy pueden obtenerse son muy diferentes a las de hace una, tres o cinco décadas. Por esto, se ha propuesto realizar un estudio diferente sobre el evento infertilidad, para determinar su significado representado al interior de la pareja infértil, así como para quienes les asisten durante su tratamiento de reproducción.

    Puede definirse la infertilidad como la imposibilidad de una pareja de alcanzar la concepción o de concretar un embarazo después de un año o más de mantener relaciones sexuales normales. En esos intentos no deben haber sido usados uno o algunos métodos anticonceptivos (OMS, 1990). Es así como las parejas optan por la reproducción asistida en lugar de la adopción, porque así el hijo va a ser suyo, es decir, va a tener su carga genética. En los casos en los que es necesario un donante de óvulos o espermatozoides, aún no siendo su propia carga genética, el hijo se desarrollará en el vientre materno, por lo que la vinculación y comunicación entre ambos, madre e hijo, se establece desde el primer momento. Sólo cuando a través de estas técnicas no se consigue el embarazo deseado, es cuando las parejas acuden a la adopción.

    Ha llamado la atención particularmente el interés por el fenómeno de la infertilidad, pues siendo un problema de orden biológico, es además una situación que se entreteje con lo cultural, psicológico y por qué no, circunstancial de su momento histórico, y cuyos protagonistas son en este caso la pareja que ha sido diagnosticada como infértil (y no un solo individuo como hasta ahora se ha tenido en cuenta para la mayoría de estudios) y un equipo interdisciplinario, para ello se tomará el equipo de profesionales de PROFAMILIA y las parejas quienes entablan una relación terapéutica indispensable, en esta relación se construyen significados de infertilidad y de las prácticas de Tratamiento de Reproducción Asistida, tema de estudio que ha sido abordada desde muy pocas corrientes filosóficas y psicológicas, y de donde se pretende reflejar una gama de ideas particulares y en las cuales se buscar participar; lo que particularmente me moviliza a desarrollar este ejercicio investigativo es dar un cambio en la manera en que es mirado el fenómeno de la infertilidad y de esta intrincada red de relaciones (médicos-especialistas- psicóloga-pareja)en donde se construyen constantemente nuevas creencias, significados y percepciones.. Es cierto que este conjunto de ideas que se desarrollaran en estas páginas suscitan aún muchas preguntas y a próximas investigaciones, presentará algunas imprecisiones y llamarán al debate con las ideas del lector, el cual, desde cualquier punto de vista, será quien dé la última palabra.

    La organización de este documento se ha concebido como un instrumento facilitador, para que los observadores de este trabajo, tengan la oportunidad de "establecer" y crear sus propias representaciones relacionadas con la infertilidad, y la pareja; y mejor aún, se brinda con el deseo de que quien lo revise, y ha conformado una pareja y ha sido diagnosticado infértil, o sencillamente está considerando la idea de tener hijos con la persona que lo acompaña, probablemente, al leer este documento encuentre respuestas a algunos interrogantes, pero también que se generen más preguntas de las que inicialmente tenía.

    DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

    En Colombia, a nivel social, nos encontramos frente a frente con cambios vertiginosos que han ido modificando los modelos de familia, de pareja y del estilo de vida tanto de hombres como de mujeres. La mayoría de la gente asume que va a tener la opción de elegir si va a tener un hijo o no. Las niñas desde chicas hablan sobre ser madres y se imaginan embarazadas algún día. Algunos hombres se imaginan a ellos mismos como padres orgullosos caminando junto a sus parejas embarazadas y posteriormente empujando un coche con un bello bebé…y todo esto cuando tengan un nivel económico ideal.

    Los avances en el control de la natalidad, y el aumento de las posibilidades de trabajar fuera del hogar han permitido que la mujer se sienta realizada en otros campos diferentes a su rol de madre y esposa, el hombre y la mujer en busca de un mejor status posponen la búsqueda de la prole, y con alguna frecuencia cuando se acercan a la decisión de tener hijos se encuentran con dificultades de fertilidad, es decir con la imposibilidad de tener hijos. Este es un problema bastante frecuente en las parejas, y según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre el 8 y el 10% de las parejas son estériles, con incapacidad definitiva para procrear, o experimentan ciertas manifestaciones de infertilidad. Esto significa que entre 50 y 80 millones de personas a nivel mundial sufren de este problema en algún aspecto. Las causas pueden ser femeninas, masculinas o de ambos cónyuges a la vez; En muchos países en vías de desarrollo, "la infertilidad es percibida como un estigma", y en algunos, la mujer que no puede concebir hijos es rechazada por la sociedad. Asimismo, en muchas naciones, la mujer es responsabilizada porque la pareja no puede tener hijos, "a pesar del hecho de que 45 por ciento de las causas de infertilidad son por un factor masculino", (Borrero, 2003).

    A lo largo de la historia, la fecundidad había sido un don propio de la mujer, por esta causa siempre que no se conseguía la gestación, la mujer era la primera en ser estudiada. Con el avance de la medicina en este campo, hablamos de una pareja como una unidad con capacidad gestatoria, es decir, que involucra tanto al hombre como a la mujer.

    Considerando así una pareja infértil, aquella que después de un año y medio de relaciones sexuales regulares sin ningún tipo de protecciòn, y con la finalidad de procrear, no tiene descendencia; para algunas parejas quienes han sido diagnosticadas infértiles, la decisión de comenzar una familia de origen es una experiencia vital muy importante donde existen expectativas personales y a su vez demandas sociales de lograr el objetivo de concebir, es por ello que surge el interés de conocer los significados que han construido estas parejas acerca de lo que es la infertilidad. De acuerdo a los datos del genetista Emilio Yunis, en el país el hombre es responsable de más del 40% de los casos de infertilidad y comparte con la mujer un 20% adicional; a su vez, la infertilidad afecta al 5% de la población mundial y al 20% de la población Colombiana, es decir Aprox. 8.000.000 de colombianos. En Boyacá se han presentado cerca de 85 consultas por problemas de infecundidad en los ùltimos 2 años (PROFAMILIA,2003).

    ( Speroff, citado por Burgos, 1998) estima que un 10-15% de las parejas a nivel mundial, presentan dificultades para procrear. Esto coincidiendo con la mayoría de los autores, para quienes la infertilidad afecta al 10%-15% de las parejas, atribuyendo un 40% al hombre, un 40% a la mujer un 10% a los dos y un 10% al hecho de ser inexplicada su causa, (Ring y García, 1999).

    En el pasado, la mayoría de los problemas de fertilidad eran atribuidos a la mujer; actualmente el 40-50% de los casos son debidos, total o parcialmente a factores masculinos. La rata de infertilidad en mujeres con edades entre los 20-24 años se ha elevado desde 1965, al parecer por el aumento de enfermedades sexualmente transmitidas.

    De acuerdo a las estadísticas entregadas por el Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad hacia el año 2000, La probabilidad de lograr un embarazo en una pareja normal y joven es del 25 al 30% en el primer mes, del 63% en los primeros 6 meses, del 80% a los nueve meses y el 85% en el transcurso de un año; la edad es un factor importante porque con los años se pierde la calificación reproductiva. "Para evidenciarse la necesidad del ingreso a un programa de reproducción asistida, estadísticamente se hacen aproximaciones como las siguientes, mujer entre 20 y 30 años tiene un año de espera para quedar embarazada, entre 30 y 35 tiene 6 meses, y entre 35 y 40 no debe esperar mas de tres meses" (CECOLFES, 2003) .

    No todos los diagnósticos de esterilidad son definitivos, sino que algunos pueden revertir con un buen tratamiento. Con tratamiento médico o quirúrgico apropiado, aproximadamente el 50% de las parejas infértiles podrán tener un hijo biológico.

    Hasta 1978, aquellas parejas que no podían concebir, tenían solo dos alternativas posibles: adoptar o vivir sin niños. En 1978 nace Louise Brown, el primer bebé de probeta, tal como fuera denominado. Desde ese momento hasta la actualidad, han nacido miles de niños a lo largo y ancho del mundo, como resultados de los Tratamientos de Reproducción Asistida; En nuestro país los tratamientos para la fertilidad permiten obtener cada vez mejores resultados. Por ej., el índice promedio de nacimientos por fertilización "in vitro" se ha incrementado de un 15% en el período 1994-1995 a 22.5% en 1997-98.

    Sin embargo esta cifra podrìa ser aùn màs alentadora, pero el acceso a estos tratamientos es muy restringido debido a sus elevados costos, cada uno tiene un valor aproximado entre $6.724.000 y $8.284.000. y dada su corta duraciòn que esta entre 1 y 6 semanas teniendo una media de 3 meses; esto no es accequible a cualquier bolsillo colombiano"( Lucena, 2003).

    Hacia 1980 fueron intensamente debatidos los aspectos éticos relacionados con el hecho de concebir niños en laboratorio. Además pronto se hizo evidente, que si bien las tecnologías reproductivas eran una opción para las parejas que no podían concebir, no consistían en una panacea para resolver la infertilidad y mucho menos resolvían los aspectos psicológicos que subyacen a la pareja infértil, (Martínez y Mejía, 1987) .

    En Colombia, específicamente en la ciudad de Bogotá existen seis centros especializados en Tratamientos de Reproducción Asistida, a los que son remitidas las parejas de los diferentes hospitales que cuentan con la consulta de infertilidad, como CECOLFES: Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad, CONCEBIR: Centro Especializado en Tratamiento de Reproducción, ORIENTAME: Unidad de Orientación y Asistencia Materna, PROFAMILIA, UNIDAD DE FERTILIDAD DEL COUNTRY y REPROTED, en estos centros se encuentran escritos especializados desde el punto de vista médico y fisiológico, en cuanto a estadísticas se refiere; mientras que sobre los aspectos emocionales y psicológicos, es poco lo que se ha profundizado, (Martinez y Mejía, 1987). Existen algunos artículos escritos en revistas especializadas en el tema, también se pueden encontrar en algunos trabajos de grado y tesis de la Maestría en la Universidad Santo Tomás, en La Universidad Católica de Colombia, en La Universidad de los Andes y en La Universidad Nacional de Colombia.

    Uno de los últimos trabajos de grado de la Universidad de los Andes: Imaginarios de mujer y familia, y su relación con la construcción de un proyecto de vida en mujeres infértiles; (Duarte, L y Sarmiento, B 1999), sugieren que se aborde al género masculino y su participación en este fenómeno ya que ellas solo contemplaron a la mujer para el aporte que hicieron desde la Línea de Familia. Por ello se ha pensado en la importancia de retomar a la pareja, y no a cada uno de sus miembros de una manera aislada, como motivación y justificación para iniciar esta investigación.

    En nuestro país se han realizado aunque pocos, valiosos estudios relacionados con la infertilidad, los tratamientos de reproducción asistida y la construcción de significados, ellos han aportado la posibilidad de ver desde algunas perspectivas este ejercicio de investigación, facilitando hilar y comprender de alguna forma el fenómenos aquí estudiado, por ejemplo el trabajo de grado "Efectos psicológicos asociados al tratamiento de reproducción asistida: fetilizacion in vitro: transferencia embrionaria" (Hoyos, Uniandes, 1992), en el que se observaron los efectos psicológicos asociados al tratamiento de fertilización In Vitro-Transferencia Embrionaria, con el fin de encontrar posibles diferencias o similitudes determinadas por el género de cada miembro de al pareja y el ciclo de tratamiento en el que se encontraba la misma, investigación se hizo evidente que las parejas infértiles, que se someten a una IVF-TE, ya "vienen lesionadas" por los efectos del diagnóstico y los tratamientos previos; también, se encontró que reviven la crisis de la infertilidad que ya habían experimentado, que sus efectos son mayores por ser ésta la última alternativa para ser padres y que algunos de ellos (percepción de cambios en el autoconcepto y estados emocionales) se presentan más frecuentemente y con mayor intensidad en la persona que es diagnóstica como infértil. De esta manera fué este el estudio más significativo dentro de los pioneros sobre la relación entre psicología e infertilidad en nuestro país.

    Dentro de las investigaciones a las que se ha podido acceder para entender el discurrir del fenómeno infertilidad en el país, se revisó una que se acerca medianamente al eje de este estudio, y es que en ella se tuvo en cuenta como muestra de estudio no solo a uno de los integrantes de la pareja sino a los dos, ahondándose en la vivenciación conjunta del fenómeno,"Análisis multidimensional del afrontamiento y del nivel de ajuste de parejas en situación de infertilidad: posibles indicadores pronósticos" (González & Lemos, USTA 1997); en este estudio se encontró que no todas las parejas que enfrentan esta situación vivencian una condición de crisis, y que su nivel de ajuste y su capacidad para responder adecuadamente a las demandas asociadas a dicha situación esta determinada por el juego circular de distintos factores en la pareja.

    Ahora bien, también se ha pretendido en algunos estudios el indagar sobre diferentes aspectos psicológicos que conectan a la infertilidad y al crecimiento de alguno de los cónyuges a nivel personal o afectivo, tal es el caso del proyecto de grado de la Universidad Santo Tomás, "Imaginarios de mujer y familia y su relación con la construcción de un proyecto de vida en mujeres infértiles" (Duarte & Sarmiento,1999). En este se trataron de describir los imaginarios o representaciones sociales de mujer y familia de cinco mujeres con diagnóstico de infertilidad y se establecieron como se relacionan estos con el proyecto de vida de las mujeres diagnosticadas como infértiles, y como principal resultado se encontró como cada mujer interpreta su realidad percibiendo a la maternidad como un elemento dentro del proyecto de vida y no como el eje central del proyecto de vida de la mujer.

    Revisando lo diferentes estudios e investigaciones a las que se ha podido acceder, se acrecentó el interés en este proyecto, el cual no solo ha radicado en acceder a los significados construidos sobre la infertilidad y dar nuevas alternativas frente a este fenómeno construido socialmente, sino a la manera de ser abordado desde un enfoque interdisciplinario y circular haciendo una aproximación desde la Psicología Social Construccionista.

    PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

    El hombre y la mujer han jugado un papel fundamental en cuanto a las funciones reproductivas que social, cultural y biológicamente se les ha asignado. A lo largo de la historia, la fertilidad ha sido venerada en diversas comunidades y culturas, no solo la fertilidad referido en los seres humanos, sino que, hablamos de la fertilidad de la tierra, de la abundancia y de la prosperidad con que se relaciona esta; así mismo del cuidado a especies tanto animales como vegetales en vía de extinción y de las innumerables técnicas para lograr que se reproduzcan en cautiverio o en su propio hábitat para evitar su desaparición.

    A partir de los trabajos de el famoso autor, (Merming, 1980), los estudios hechos sobre problemas para concebir, ponen mayor énfasis en describir e interpretar las consecuencias psicológicas de la infertilidad y se profundiza en la descripción de la experiencia emocional de las personas que sufren esta condición. Los estudios psicológicos de parejas infértiles permiten observar que esta condición constituye una amenaza al proyecto de vida de las personas, altera su funcionamiento social, puede afectar la autoestima y, con frecuencia, afecta la vida sexual de la pareja. Estos estudios también ponen en evidencia la diversidad de respuestas psicológicas a la infertilidad.

    Como respuesta a las preguntas formuladas se puede ver una evolución desde la concepción que algunos autores denominan "el modelo psicogénico" a una concepción denominada la "secuela psicológica". En este enfoque, las consecuencias psicológicas de la infertilidad derivan de la crisis vital que las dificultades para concebir o las pérdidas reproductivas a repetición desencadenan y de los duelos que ello implica.

    A nivel mundial, los artículos e investigaciones que se encuentran sobre este tema, se centran en los aspectos clínicos y psicodinámicos de la pareja infértil como etapas de duelo, aspectos emocionales e interaccionales, y la pertinencia de realizar este trabajo de grado desde la Psicología Social, radica en la búsqueda de una nueva mirada al fenómeno a partir de la construcción de los significados que entretejen las parejas en la relación con el equipo interdisciplinario. Para conseguir este propósito es necesario que busquemos una Psicología más involucrada con los contextos históricos, culturales y sociales en los que ella se desarrolla, dando cuenta de la importancia de la participación de los sujetos sociales que construyen, transforman y son transformados por sus propias construcciones de la realidad.

    Desde el punto de vista religioso, encontramos pasajes en la Biblia que están estrechamente vinculados con la reproducción y la fertilidad: Dijo Dios: "Llénese las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y el firmamento" y creó Dios los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en las aguas y todas las aves y vio Dios que estaba bien. Los bendijo Dios diciendo: "Crezcan y multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense así mismo las aves en la tierra" y atardeció y amaneció el día quinto"( GENESIS 1, 20-23).

    Teniendo en cuenta que la religiosidad es un elemento cultural importante, se puede reconocer en uno de los primeros capítulos Bíblicos, donde se hace alusión al hecho de la reproducción en los seres humanos, como una exhortación directa de Dios, donde se acompaña de bendición. Entonces podríamos preguntarnos si, ¿esta función biológica, psicológica, social y de carácter sagrado no sería de pleno interés de las ciencias sociales en la comprensión de la conducta humana y específicamente de la Psicología Social?.

    Y la respuesta es si, cabiendo resaltar al respecto la importancia del aporte de esta ciencia al fenómeno estudiado, teniendo en cuenta que la pareja, en términos de (González, O. y Lemos, R., 1997), es considerada como un sistema social en relación con un contexto familiar socio-cultural más amplio que puede construir el subsistema base de la familia al cumplir con sus funciones de procreación y paternidad, pero a la vez, mantiene funciones exclusivamente conyugales que van variando a lo largo de un proceso evolutivo. Para algunas parejas quienes han sido diagnosticadas infértiles, la decisión de comenzar una familia de origen es una experiencia vital muy importante donde existen expectativas personales y a su vez demandas sociales de lograr el objetivo de concebir, es por ello que surge el interés de conocer los significados que han construido estas parejas acerca de lo que es la infertilidad. (Nichols y Everett, 1986), consideran a la familia como un sistema en el que interactúan varios miembros y subsistemas, los principales subsistemas de la familia son: Subsistema de esposos, y subsistemas de hijos. A su vez Hernández, A (1997), habla de las etapas del ciclo vital y llama la atención que entre la etapa de pareja sin hijos, que es de principal interés para este estudio, y la etapa en que las parejas se encuentran viviendo un período de nacimiento y crianza del primer hijo, no existe una etapa que se denomine de pareja, por lo que no podemos concluir que una pareja sin hijos sea considerada como una familia. A pesar de la aceptación de que una familia puede incluir pareja sin niños como lo plantean (Carter y Mac Goldrick, 1980), la mayoría de las culturas aún encuentran inaceptable estos conceptos debido a que en un sentido técnico la familia comienza con el nacimiento del primer hijo, afirmando que la decisión de concebir representa una próxima etapa después de la resolución de la primera.

    Entonces, es importante comprender cómo se involucran los significados de estas parejas con los significados de otros actores sociales con los que interactúan (médico-psicólogo-enfermero-bacteriólogo). Siendo este campo de interés de las ciencias sociales y de disciplinas como la medicina. En la actualidad existen muchos avances médicos acerca del tema de la infertilidad y en distintos centros como Cecolfes, Concebir, Profamilia, Oriéntame entre otros, y el Hospital de San José, donde las parejas que inician el proceso de tratamiento asistido, son miradas desde diversos enfoques. Como lo explica (Martínez, L., 1987), cada institución que se ocupa de este problema tiene su propia metodología para diagnosticar, clasificar y tratar a las parejas infértiles, por lo que los informes varían en forma amplia, y donde se interrelacionan los diferentes individuos o actores sociales: la pareja, el médico tratante, el psicólogo y otros profesionales; como enfermera y bacterióloga; que co-construyen significados en torno a las mismas prácticas y que permiten nuevas construcciones sociales de significados, acercarse a ellos nos hace generadores de alternativas, propuestas y aportes nuevos desde la psicología a la manera en que se conoce, vivencia y aborda el fenómeno de la infertilidad; aquí, es precisamente donde surgen las preguntas que han llevado a plantear el problema, encontrando que desde la Psicología Social es poco lo que se ha escrito, y donde es importante conocer el fenómeno para así reflexionar y poder dar alternativas en el abordaje de este tema, comprender los elementos que se presentan por medio de un aproximación a esta construcción de significados; conoceremos como es que las parejas infértiles construyen significados a través de su vida, de su tratamiento, como son creados y mejorados a través de las nuevas cogniciones de los individuos que participan y conocen cada día más, concibiendo la pareja como un sistema que puede ser comprendido en la interacción social como un componente esencial y principal de la sociedad, y de la familia.

    JUSTIFICACIÒN

    Es indudable que el proyecto de convertirse en padres está atravesado por múltiples factores, se encuentran mandatos religiosos, culturales, sociales y familiares, que van más allá del propio deseo de la pareja y de su desafío de "fertilizar" su vínculo. De este modo la llegada del hijo produce efecto en el contexto; paralelamente la no concreción del deseo de ser padres, la desilusión por no poder cumplir el anhelo, afecta y conmueve la dimensión bio-psico-social, el proceso por el que atraviesan las parejas que se someten a tratamientos de reproducción asistida, muchas veces es largo y dificil. Mientras algunas parejas consiguen el embarazo en un año, otras pueden pasar entre 3 y 6 años para conseguir el niño deseado, y otras jamás lo consiguen; debido a ello el desgaste fisico y emocional de las parejas es muchas veces elevado, y ninguna pareja piensa lo mismo que otra, frente a su problema, aún en circunstancias similares.

    Este trabajo de grado busca conocer el significado que tiene para cada uno de los protagonistas su problemática de infertilidad, busca así nuevas formas que orienten el abordaje psicológico de la pareja infértil y el tema de la infertilidad en general, fenómeno que está comenzando a ser considerado como un problema de salud pública; de salud pública por que el número de parejas infértiles ha aumentado en el mundo 10-15% , y en Colombia se acepta que por lo menos es del 20%. La mujer es responsable en un 40%, el hombre es responsable de más del 40% de estos casos, y comparte la responsabilidad con su compañera en un porcentaje adicional, visto esto, no es un número aislado y mínimo al que afecta, por lo que me permito decir, es de carácter social, ello lleva a la pertinencia de elaborar un marco de referencia que se relacione con este tipo de procesos sociales y culturales a través del conocimiento de la construcción de significados de quienes vivencian la situación. En este caso, el analizar el significado individual y colectivo de la infertilidad en el programa de fertilidad especìfico, PROFAMILIA, beneficiará tanto a su población como a la Institución pues al reconocer el significado frente a la problemática para cada protagonista, se propiciará socialmente un mayor entendimiento y comprensión del fenómeno de la infertilidad y de quienes la vivencian.

    Igualmente se espera aportar a la institución elementos que favorezcan la formulación de estrategias de intervención integral, a nivel individual, familiar, comunitario, donde no solo se tengan en cuenta en su mayoría, los factores médicos de la problemática sino además, el significado psicológico de la pareja frente a su diagnóstico y tratamiento en aras de conseguir una mayor cooperación bi-lateral, y por ende una optimización en los resultados esperados.

    El conocer las construcciones hechas por la pareja de los significados de infertilidad y de los significados de las prácticas del Tratamiento de Reproducción Asistida a la hora de la intervención terapéutica, es de gran interés para la Psicología y para el trabajo interdisciplinario con la medicina y con otras ciencias de la salud, posibilitando reconocer una situación que hace parte vital de la realidad; se busca que a partir de este estudio se dé una mirada al fenómeno de la infertilidad desde la Psicología. Los conocimientos obtenidos se podrán ampliar a otras instituciones con población de caracterización clínica similar, igualmente se podrán realizar replicaciones en diferentes contextos no meramente institucionales, que propendan por un beneficio social común; Asi mismo, esta investigación servirá como antecedente y estimulará nuevas investigaciones en el área, que ayuden a generar modelos explicativos de la vivenciación de la problemática en la persona, para una búsqueda de actuación alternativa, creativa y eficaz.

    La infertilidad puede ser más común que la diabetes y la hipertensión, pero como no produce la muerte de quienes la sufren, no se la considera en general como una enfermedad grave y por eso no se le brinda la atención que amerita, sin embargo este tema cobra tanto interés social y pasión científica, que hoy es cuando la Psicología puede aportar al estudio de los problemas de reproducción humana y las formas de solucionarlos.

    Por otra parte cabe resaltar la trascendencia que tiene para mi como Psicóloga motivada hacia el àmbito clínico/social, el ahondar sobre un terreno tan poco estudiado y que puede brindarnos a nosotros como profesionales de la salud mental una mayor desenvoltura en cuanto a cobertura de nuestro rol. Así mismo nos permite indagar sobre las fortalezas y debilidades en nuestro servicio de orientación a este nivel, para así especificar cuales son las reales prioridades profesionales, posicionando quizá nuestro papel como uno de los más importantes dentro del grupo que asiste a este segmento poblacional tan vulnerable. Este estudio cobra también vigencia en la medida en que permite acceder a la sociedad "común" a la cultura de las parejas infértiles, donde realmente se devela la riqueza de las significaciones y el sentido atribuido al diagnòstico de infertilidad y la asistencia profesional para ello.

    Pretendo como resultado final de este trabajo investigativo, generar grandes aportes y progreso dentro de las áreas clínicas y social de la Psicología al investigar sobre los significados y el proceso de construcción del significado social frente a la infertilidad.

    FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

    ¿Cuales son los significados que han construido frente a la infertilidad y las prácticas de tratamiento de reproducción asistida, las parejas infértiles y el personal asistencial que participan en el programa de la unidad de fertilidad Profamilia Bogotá?

    OBJETIVOS

    Objetivo General

    Analizar los significados de infertilidad y los significados de las prácticas de Tratamiento de Reproducción Asistida construidos por las parejas infértiles y el personal que participa en el programa de la unidad de fertilidad de Profamilia, Bogotá.

    Objetivos Específicos

    • Determinar el significado social sobre infertilidad, que elaboran las parejas diagnosticadas infértiles.
    • Describir los significados que han construido los profesionales de la salud que integran el equipo interdisciplinario frente a la infertilidad y frente a las alternativas de Tratamiento de Reproducción asistida que brindan a las parejas para lograr concebir.
    • Identificar la percepción y discernimiento grupal general de las parejas objeto de estudio, frente a su diagnóstico de infertilidad.
    • Comparar los significados sociales sobre infertilidad que elaboran las parejas incluidas dentro de la muestra con el fin de observar las diferencias, similitudes frente a su proyecto de vida.
    • Aportar y evidenciar al centro especializado los significados de infertilidad y de las prácticas de Tratamiento de Reproducción Asistida construidos por sus pacientes, para que se tengan directrices claras en el mejoramiento y optimización del trabajo en equipo y de atención a las parejas.

    MARCO TEORICO

    El presente marco conceptual está comprendido por la reflexión epistemológica, la reflexión trasdisciplinar y por las referencias al estudio mediante las cuales se pretende acceder la comprensión del fenómeno de la infertilidad, los significados de pareja y los que se relacionan con los Tratamientos de Reproducción Asistida vistos como prácticas. Para la elaboración conceptual del marco se han retomado varios autores: desde la antropología: Geertz, C (1997), Goffman, E (1979), Navarro, P (1984);Semiólogos como: Silva, A (1986),Hallidey, M (1994); Biólogos como: Maturana, H (1991); Sociólogos como: Durkheim (1912), Delgado, J (1992), Gutiérrez, J (1992) y psicólogos como: Bruner, J (1984), Watzlawick, P (1989,1994), Hernández, A (1997), Gergen, K (1996), Ibáñez, T (1994), Satir, V (1981), Estupiñán, J (1994,1996); Médicos como: Lucena, E (2000), Ruiz, H (1999) y Montoya, J (1999)), entre otros que permiten nutrir el presente documento.

    LOS SIGNIFICADOS

    El Significado en lo social

    Todos los procesos sociales en los que definitivamente participa el ser humano para crear la realidad social, son de interés de la Psicología social, que trata el estudio de la manera en que las personas piensan unas de otras, se influyen y se relacionan entre sí. La Psicología social es una ciencia relativamente joven; recién en la década de 1930, la psicología social empezó a tomar la forma que tiene hoy en día; debido a que cada vez existe un mayor interés en los problemas sociales, en conocer las significaciones y en las características esenciales de la humanidad – la comunicación, el lenguaje, la vida social y los intercambios sociales – pruebas elocuentes de intercambios regulados en que se basan las relaciones interhumanas afirma Levi Strauss, (1958) donde, en cada proceso se construyen nuevos significados, y a su vez en la comprensión de éstos siendo una responsabilidad seria y continua del psicólogo en formación y de la psicología social. Entonces, el problema de interés de la psicología social, radica no tanto en los hallazgos, en proposiciones específicas o en las respuestas lógicas en un contexto social, y de esta estructura productora de conocimiento de estos significados; La Psicología social puede considerarse como una forma integral de aproximarse al estudio ( explicación y descripción)  del comportamiento. Hay autores que han descrito el campo de estudio de la Psicología social desde diversas perspectivas,  "el objeto de estudio de la Psicología social es el de la Interaccion ( Buceta, 1979), el objeto de estudio de la Psicología social es el de la Ideologia y de la Comunicación (Moscovici, 1970) ; y otros más mencionan que es el de la  cultura, (Díaz guerreo 1982) ; lo que llevaria a reconocer que el campo de estudio de la psicología social es tan amplio como  complejo en su abordaje.

    La Psicología social es la ciencia de la vida cotidiana, de la realidad vista a través de los lentes de nuestras creencias, valores y significaciones, lo que sugiere un compromiso para el rol del psicólogo investigador, como lo expone Montero, M (1994) el rol de agente y facilitador de cambio social. Es importante tener claridad de los principios básicos de la psicología social al asumir este rol, en un estudio como el presente por lo que se hace referencia los presupuestos que señala Montero, M (1994) en cuanto a la realidad social como orientadora de los estudios psicológicos , afirmando que:

    1. La realidad es una construcción cotidiana.
    2. La realidad social debe ser entendida en una perspectiva dialéctica: persona y sociedad, se construyen mutuamente.
    3. La naturaleza de la realidad social supone un carácter simbólico, que permite que la construcción subjetiva sea realidad y que se expresa en la comunicación, la cual permite la construcción intersubjetiva de la realidad. La alineación en la comunicación, incomunica y produce construcciones ideologizadas.
    4. La psicología debe reflejar los problemas de la realidad en que se hace, tomar en cuenta la estructura económica , social y sus efectos en la formación del ser social; ubicar la conducta en su contexto social, sin por ello reducirlo a particularidades.

    Con el propósito de hacer mas objetivo el estudio de los fenómenos sociales, Valdez (1998), propone que  la influencia, la comunicación y la interacción podrían ser tomados como fenómenos observables, o bien, como herramientas metodológicas respecto al estudio de la ideología, la cultura y de la subjetividad humana, las cuales pueden ser vistas como un objeto de estudio particular de la Psicología social, ya que las tres hacen referencia al terreno de las ideas, o mejor dicho, al campo cognoscitivo y de las estructuras mentales, a partir de las cuales los individuos o los grupos van a comportarse, considerando  que es viable pensar que la subjetividad humana es un fenómeno que se presenta tanto a nivel individual como  a nivel social, que retroalimenta, conforma y les da forma a ambos.

    Ante ésta breve referencia de lo que es la Psicología social, surgen diversas preguntas de interés en el contexto del presente trabajo ¿cómo se  conforma dicha subjetividad y cuales pueden ser los mecanismos para  abordar  su estudio o comprensión?

    Si se responde a la primer pregunta referente a la subjetividad humana, uno de los aspectos que la conforman, es el significado, que según Szalay y Bryson, (1974), es "la unidad fundamental de la organización cognoscitiva compuesta de elementos afectivos y de conocimiento que crean un código subjetivo de reacción, el cual refleja la imagen del universo que tiene una persona  y su cultura subjetiva.   Por lo tanto según  tal definición, el significado psicológico es un elemento propio de la subjetividad del ser humano, que puede en si mismo y en la conjugación de otros elementos también propios de la subjetividad humana (emoción, sentimientos), producir o estimular la producción de conductas individuales y sociales.

    Según, Valdéz, (1991), el significado es algo que se instituye convencionalmente y casi siempre por consecuencia social o grupal; por lo cual el significado psicológico constituye  un código de información relativo a un objeto en particular, ante el cual se presenta un comportamiento bastante específico, y que también depende en gran medida de su base social o consensual que tenga. Por lo que de acuerdo con esto, el objeto de estudio alternativo de la Psicología social sería: la relación que se establece entre el sujeto y el significado psicológico (subjetividad humana)  que tienen acerca de los elementos de la realidad social, y una forma para abordarlos y estudiarlos, podría ser, a partir del uso de las redes semánticas, que es una técnica surgida de la posición cognoscitivista de la Psicología que ha ido demostrando cada vez mayor validez y confiabilidad respecto a la evaluación que se hace del significado psicológico tanto de eventos, figuras y estímulos importantes al interior de un marco cultural o etnopsicológico.

    Los modelos de realidad son estructuras cognitivas que forman los modelos representacionales del mundo distinguido por el sistema individuo. Todo ello conlleva a construir un significado social, este como un concepto híbrido, que contiene elementos psico-socio-culturales, y que permite interpretar y construir la realidad, incluso lo inesperado. Constituyéndose un tipo de pensamiento práctico o de sentido común y que orientará la acción; Son la única posibilidad que tiene el individuo de establecer una relación con el mundo. Los modelos de realidad representan no sólo el mundo percibido sino también cualquier mundo imaginado (Guidano,1988). Así, el fenómeno del conocimiento refleja las estructuras profundas del organismo que conoce más que la "realidad en si misma" (Véase Polanyi 1958,1966; Hayek 1952; Weimer 1977).

    Construcciòn de un Significado Social

    ¿Cómo es que el ser humano se comporta y cuáles son los modos de actividad humana que le permiten crear significados comunes para guiar su vida?.

    Es importante estudiar la construcción de significados desde la psicología, ya que esta es la que se ocupa del proceder y el comportamiento del ser humano. Existen diferentes Prácticas dentro de la cultura, prácticas que permiten la construcción de unos significados; al hombre sus distintas interacciones sociales le permiten una construcción de significados, pues por medio de las co-construcciones en su medio social que realizan los distintos individuos es posible acceder a "la realidad cultural la cual es una totalidad con dimensiones objetivas y subjetivas siendo que la objetividad científica exige que las dos sean tenidas en cuenta, dando a entender que el comportamiento social es explícito y condicionado lo cual lo hace posible", de esta forma se puede conocer la realidad como una construcción social mediante la cual podremos acceder a otros mundos mentales posibles o co-construcciones posibles, resultados de la construcción tanto social como individual de los seres humanos. (Brunner, 1984)

    En la construcción de significados se ven diversas categorías las cuales nos indican una ampliación en la visión del ser humano enriqueciendo la aproximación a la comprensión de su comportamiento, de una forma accesible a la cultura como un conjunto de elementos, en los cuales nos podemos apoyar para construir una realidad cultural propia de dicha Práctica por medio de la co-construcción de significados. (Iriarte,1995).

    Siendo los individuos los que determinan su propia y única construcción con mundos mentales posibles (como la construcción individual resultante de la interacción social con otros mundos o versiones) y que son el resultado de la interacción con los mundos mentales posibles individuales que están inmersos en la construcción social, desarrollando de esta forma una teoría de la construcción de significados que son el resultado de la interacción de diferentes mundos mentales posibles ya que nos construimos a través de nuestra educación, interacción y otros aspectos que influyen en el desarrollo de cada uno.

    En estos mundos encontramos la comunicación como una acción reciproca entre sistemas por intercambios de signos, significados y sentidos que pertenecen a la semiótica. Todo esto inmerso en una psicología social de las organizaciones que esta llena de sistemas abiertos, cerrados, de elementos sociales y construcciones hechas a lo largo de la historia de la humanidad de una cultura que se construye por medio de diversos mundos mentales posibles. Dando como resultado que la realidad y los significados no son descubiertos si no que son creados por nosotros los seres humanos. Haciéndonos conscientes de que somos seres sociales que heredamos una cultura que nos permite recrear una realidad para reinventarnos mundos posibles. Siendo posible de esta manera que el significado del símbolo este dado por el sistema de significados en el cual existe. (Brunner 1984)

    Reflexion Epistemológica

    Entre los psicólogos sociales, (Kenneth Gergen, 1985) fue uno de los primeros en darse cuenta de cómo podría cambiar la psicología social adoptando una concepción interpretativa, constructivista y "distributiva" de los fenómenos psicológicos, por medio de reglas mediante las cuales construimos y negociamos realidades sociales. En el proceso de construcción de las ciencias existe la necesidad de crear unos procesos los cuales le permitan dar cuenta al investigador, siendo participe e interprete de lo que encuentra en su construcción social contribuyendo a la investigación con una visión interpretativa del mundo y la cultura donde se desarrolla.

    Tomando como punto la teoría de significados que desarrolla Bruner (1984), que es el resultado de una aproximación más histórico-interpretativa acerca de los productos culturales del hombre, complementados con la cultura, la construcción de significados y el proceso de significación se logra de esta forma una red de conceptos propios del tema, con una aproximación desde la concepción Socioconstructivista, que es la que nos permite ver la cultura como una forma de actividad del hombre y además nos permite construir por medio de la interacción con los protagonistas, tomando en cuenta el ser individual y la sociedad como una opción de generar conocimientos desde lo social y desde el otro.

    En el desarrollo de la Humanidad siempre han estado latentes importantes preguntas: ¿cómo es que una persona construye significados tan particulares o exclusivos?, ¿qué es lo que interviene en ese proceso, para que esa persona diga "Eso me es significativo" aunque para los otros no tengan el mismo peso?, ¿cuál es el proceso, el mecanismo o los momentos que le permiten construir ese sentido en particular?. Acaso será como lo afirma Vygotsky (citado por Bruner 1998), que la cultura es un conjunto de procedimientos que nos permiten acceder a un estrato superior, siendo los significados los que nos permiten construir un mundo posible social más complejo del que es conocido.

    La construcción de significados es capaz de darle a la verdad o a lo correcto, una significación de trascendencia de acuerdo a la afirmación de Nelson Goodman, Citado por Bruner, J (1998) la cual dice que la verdad es una construcción personal siendo el resultado de las interacciones con diversos mundos posibles mentales y versiones de esos mundos, los cuales lo enriquecen y le dan un mayor desarrollo de ampliación a su mundo construido .

    Teoria de la construcciòn de significados

    Bruner (1984), desarrolló la teoría de la construcción de significados como resultado de la interacción de diversos mundos posibles mentales los cuales son primero mentales que físicos, ya que cuando se habla de silla se tiene ese concepto en la mente y no es que este por fuera de sí o en el mundo material. Estos mundos pueden ser nuestro medio social, nuestra educación, nuestras relaciones y otros aspectos que influyen en el desarrollo de cada ser humano.

    En actos de Significado, vemos como la construcción de significados es participe de la conformación cultural desempeñando un papel esencial en la acción humana. Generando una psicología de la cultura, la cual permite una comprensión e interpretación de los seres humanos es decir de como interpretamos nosotros el mismo hecho que el otro interpreta desde sus actos de interpretación.

    Siendo parte esto, la revolución cognitiva cuya base es la interpretación del conocimiento y cuyo centro de interés es la construcción de significados se trata de descubrir y describir formalmente los significados que los seres humanos creaban a partir de sus encuentros con el mundo, para luego proponer hipótesis acerca de los procesos de construcción de significados que se centran en las actividades simbólicas empleadas por los seres humanos, para construir y dar sentido no sólo al mundo sino también a ellos mismos.

    Esta revolución rescató el concepto de mente entendido como el sentido de los estados intencionales como creer, desear, pretender, captar un significado, permitiendo la construcción de una ciencia de lo mental entorno al concepto de significado y los procesos mediante los cuales se crean y se negocian estos dentro de una comunidad .

    Las construcciones de significados harán posible conocer nuestro sentido de vida o de trascendencia en esos mundos creados socialmente, lo cual nos hace ser parte de un mundo mental que cada uno construye y que si comprendemos podremos crear otros mundos.

    Para que puedan existir los mundos posibles es necesario poder construir socialmente ideas y significados públicos o compartidos, esto es posible porque no existen, son construidos a partir de ideales, interacciones, negociaciones los cuales se logran a través del lenguaje como un vehículo de construcción, ya que este produce niveles de conciencia de los procesos de significación de algo, convirtiendo el lenguaje en vehículo que permite la repetición, reelaboración, resignificación, construcción o reconstrución de significados socialmente compartidos, siendo posible construir una significación con estructuras y esquemas previos aprendidos, para poder hacer una reelaboración, resignificación y resemantización. Y así construir un significado en virtud de la participación en la cultura de la cual se toma el significado como privado, público y compartido.

    Desarrollando una epistemología del observador; centrada en la pregunta ¿cómo conocemos? y no ¿qué conocemos?, se sostiene que lo que conocemos resulta del observador y no de lo observado, y que es el lenguaje el que genera la noción de objetividad, donde se puede acceder al conocimiento de la cultura democrática o de la participación de todos los elementos que rodean a los protagonistas, esto exige que nos hagamos consientes de cómo desarrollamos nuestro conocimiento y todo lo consciente que podamos ser de los valores que nos llevan a adoptar nuestra perspectiva, exigiéndonos que nos hagamos responsables de cómo conocemos y por qué. Pero no pretende que haya una sola forma de construir el significado o una sola forma correcta de hacerlo, pues se basa en valores, que son los que mejor se adecuan para hacer frente a los cambios y fracturas que se han convertido en un rasgo tan característico de la vida moderna.

    Construcción del mundo social

    El construccionismo constituye una perspectiva de gran importancia a finales del siglo XX, en cuanto concibe que el hombre construye su propia realidad a partir de la interacción con el contexto como ser social en la búsqueda permanente de la comprensión de los símbolos y significados del mundo que los rodea, mediado por el lenguaje en la comunicación de intersubjetividades con otros, construyendo así de manera permanente los significados que hacen parte de la realidad. Los dos principios básicos del construccionismo radical son: 1). El conocimiento no se recibe pasivamente, ni a través de los sentidos, ni por medio de la comunicación, sino que es construido activamente por el sujeto cognoscente. 2). La función de la cognición es adaptativa y sirve a la organización del mundo experiencial del sujeto, (Glasersfeld, E., 1990, citado por Pakman 1996).

    Según Schutz (precursor de la sociología del conocimiento) (citado por Monteiro, 1986) el mundo social se interpreta en función de categorías y construcciones propias del sentido común cuyo origen es, en gran parte, social. Entendiendo que en lo social se encuentran todas las formas de poder, capaces de influenciar el sentido común. Estas formas están materializadas en los medios de comunicación, en las instituciones sociales considerando como instituciones sociales, todas las estructuras jerárquicas presentes en la vida cotidiana de un individuo, sean la escuela, el ejército, la iglesia, el gobierno, la familia, etc. , en la academia o en cualquier otro tipo de estructura capaz de incidir sobre las personas a partir de, como menciona Althusser: "interpelar a los individuos en cuanto sujeto. Esta interpelación además de someter al sujeto a un determinado orden social, construye tipos ideales de comportamiento, actitudes y practicas que son los códigos utilizados para determinar las normalidades lo normativo no es indiferente a aquello que lo contraria (lo patológico); ello valoriza, positiva o negativamente  lo real. Así, definir la salud por la conformidad con un cierto orden social considerado deseable"

    Para Durkheim existe, por encima de las representaciones privadas de los individuos, un "mundo de nociones-tipo" que regula las ideas y que supera al propio individuo. Sin embargo, pensamos que esto no es un proceso con una única dirección, y como señala Lefebvre (1983), las representaciones no son cosas que se imponen desde afuera a los individuos. En este proceso el individuo interactúa con estos códigos a punto de transformarlos y estructurarlos según su interpretación personal. En esta interacción intervienen una gran variedad de factores individuales (como el sexo o la edad), factores sociales (como la ocupación, la inserción social) y culturales (como la religión, el relativismo cultural, etc.). Por fin se puede entender el concepto de representación social como la interface entre lo individual y lo social y viceversa.

    Cuando preguntamos: ¿qué es una cuchara?qué es una pluma?, ¿qué es una computadora?, todos los que hablan un mismo idioma o que poseen un código social común, por ejemplo, un código "occidental" (que comen con cuchara, tenedores y cuchillos; que escriben con plumas o que saben utilizar una computadora) pueden responder estas preguntas con relativa facilidad. Por otro lado, cuando preguntamos: ¿qué es el hombre?, ¿qué es la libertad?, ¿qué es correcto o incorrecto?, podemos encontrar respuestas subjetivas y sujetas a la interpretación personal de quien las responde, aunque, al mismo tiempo se encuentran dentro de un sentido que es común y que forma parte de lo cotidiano.

    El proceso de interacción social, por el cual se forman estas ideas o representaciones, y que se constituye como una imagen ideologizada y general sobre determinada idea, se llama construcción social , El sentido etimológico de término "construcción" se refiere a una posición:"…la realidad es entendida en función  de un Yo activo". Ferrater, J (1980), de esta manera tanto el término "cuchara" como la noción de "hombre" son construcciones sociales. Entonces, ¿en qué se diferencian?. La construcción social de lo que es el hombre abre una perspectiva desde donde mirar la realidad y operar sobre ella, que el término "cuchara" no posibilita. Mientras que el término "cuchara" nos remite a cuestiones como utilidad, forma y naturaleza del objeto, la construcción social del "hombre" involucra cuestiones de normas, ideas y conductas sociales sobre cómo el "hombre" debe ser o debe relacionarse con otros hombres. De la misma manera, la construcción social de lo que es un joven o un adolescente "normal" involucra una gran cantidad de medios e instituciones que construyen y reconstruyen su imagen.

    Esta diversidad de representaciones se presentan en todas las formas de comunicación (oral, visual y escrita) y se refieren a una increíble cantidad de temas, asuntos y cuestiones que se relacionan con los jóvenes adolescentes.

    En una primera mirada podemos entender la construcción social como la imagen socialmente construida por el sujeto , que está respaldada por la ciencia y por la autoridad y, a su vez, la representación social se refiere a las imágenes o representaciones que tienen los diferentes grupos sociales y actores sociales. Sin embargo, el desafío que enfrenta el investigador concierne al punto de partida de las representaciones sociales: sus orígenes, su formación, en fin, su proceso (Minayo, 1993).

    Por esos motivos, en este trabajo existe inclinaciòn por utilizar el término construcciones sociales, aquí entendido como el proceso por el cual se forman los significados sociales y que por esta calidad engloba diferentes representaciones; sin embargo, por la dificultad para precisar el punto de partida de que nos habla Minayo, en muchas ocasiones se utiliza los dos términos como sinónimos.

    Es importante tener en cuenta que la interrelación es la que nos permite dar cuenta de la realidad en que vivimos y de cómo la comprendemos; por lo tanto, se debe tener presente que todos y cada uno de los sujetos con los que nos relacionamos son importantes en el proceso de construcción de la realidad, o del tejido de realidades conjuntas que nos permite conocer la propia identidad, mediante la intersubjetividad. Así es como en toda práctica se reconocen significados propios y comunes a la colectividad entendidos a partir de una red de interacciones compleja. Frente a esto, Ibañez, T. (1994) dice que lo social se construye efectivamente al igual que los significados y la intersubjetividad en la relación entre las personas, pero ésto no significa que sea suficiente con que exista interacción o una relación interpersonal para que exista una dimensión social.

    Gergen, K. (1996) afirma que: el construccionismo se ocupa más de las redes de relación que de los individuos para llegar a la comprensión de esta realidad en donde se construyen significados de los Tratamientos de Reproducción Asistida participando en esta comprensión desde nuestra cultura por medio del lenguaje.

    Conscientes a su vez de que somos herederos de cultura (Nelson Goodman, citado por Brunner, 1998) menciona: El mundo de las apariencias, el mundo mismo en el que vivimos es "creado" por la mente. La actividad que consiste en hacer mundos es un conjunto de actividades diverso y complejo, que puede expresarse de cualquier forma, implica "un no hacer con las manos; sino con las mentes o, más bien con lenguajes u otros sistemas simbólicos". En un segundo momento se refiere a un significado de la realidad. Casi todo aquello con lo que nos relacionamos en el mundo social, no podría existir si no fuese por un sistema simbólico que le da la existencia a ese mundo. El sistema simbólico al que nos referimos y es clave en esta investigación es el lenguaje, que a su vez, facilitará el proceso de comprensión de la forma en que construyen significados las parejas que están en tratamiento de reproducción asistida, y por consiguiente, a la realidad que están construyendo.

    La comunicación en la construcción de la realidad: el lenguaje y los significados

    Cada cultura, posee símbolos y significados que han sido posibles gracias a la comunicación. Para Silva, A (1992) la comunicación no es un simple traspaso desde un emisor hacia un destinatario, identificando así, un círculo cerrado, sino que tal operación conlleva a una compleja interacción en la que el mensaje es fruto de tal encuentro, se perfila un espacio común de códigos culturales reconocidos por las partes, que son las que finalmente entregan y reciben las instrucciones del territorio cultural, para explicar sus contenidos. Donde la comunicación está determinada por la cultura y viceversa, y es en este lenguaje donde elaboramos las distinciones, que nos permiten acercarnos al mundo, universo de categorías constituido por el lenguaje. Frente a lo cual Maturana, H.(1991) afirma que los seres humanos acontecemos en el lenguaje como sistemas vivientes que somos, no tenemos fuera de él manera alguna, de referirnos a nosotros mismos, o a cualquier otra cosa. Incluso para referirnos a nosotros mismos como entidades lenguajeantes, debemos estar en el lenguaje encontrándonos que el lenguaje está relacionado y es producto de la interacción social, y su significado esta inmerso en las pautas y patrones relacionales de un contexto específico, en este estudio el contexto es el Centro de Reproducción Asistida.

    El concepto de comunicación, en términos de Watzlawick, P. (1989) nos permite señalar ahora la comunicación desde el aspecto pragmático de la teoría de la comunicación humana: se llamará mensaje a cualquier unidad comunicacional singular, donde la interacción sea entendida como una serie de mensajes intercambiados. Esta comunicación puede ser analógica y digital.

    Teniendo en cuenta que la utilidad del lenguaje es fundamental en las relaciones interpersonales. Para Ibáñez, T. (1996) es: a través de la coordinación relacional que nace el lenguaje, y a través del lenguaje que adquirimos la capacidad de hacernos inteligibles. Así pues, la relación sustituye al individuo como unidad fundamental de la vida social. A partir del lenguaje es como podemos acceder a los significados que construimos en la interacción cultural. Watzlawick (1994), por su parte expone que: el lenguaje es un acto cognitivo individual es ipso facto un fenómeno cultural y todo elemento complejo cultural puede actualizarse en acto cognitivo individual. Es así, como en cualquier contexto se establece un sistema de comunicación importante donde no sólo se posibilita la interacción con otros, sino la influencia del lenguaje en estados de ánimo, opiniones, comportamientos y decisiones, del mismo modo que el estudio de la pragmática de la comunicación no se concibe como supeditado al contenido y significado de un intercambio de información sino referida al fenómeno de la comunicación en sí.

    Para Wittgenstein (1963), las palabras adquieren su significado de un modo similar, digamos, a como una copa adquiere significado en el juego del brindis. A través de la socialización en el juego, uno pone en contacto la copa con las de los otros, en cierto momento y a cierta velocidad, la coloca sobre los labios en un momento preciso y bebe cierta cantidad de líquido. El significado de la copa está dado, entonces, por el modo en que funciona dentro del conjunto completo de prácticas que constituye el juego. Esto es, el mismo objeto (la copa) podría tener significados completamente diferentes dentro de otros juegos culturalmente constituidos. Oportuno, también, es el concepto de Wittgenstein de una "forma de vida", esto es, un patrón más amplio de actividad cultural en el que están inmersos juegos de lenguaje especiales. Continúa Gergen, K (1996) esta concepción de significado como derivado del juego del lenguaje microsociales inmersos en patrones más amplios de vida cultural lo que da al construccionista social una fuerte dimensión pragmática. Es así como el construccionismo comprende la realidad desde la intersubjetividad, reconociendo que las acciones y su significado parten de la construcción social, pero argumentando que las vidas interiores como lo expone Packman, M (1996) no son tan privadas, ni tan internas, ni tan lógicas, o sistémicas como se ha supuesto. En cambio, afirma que lo que denominamos como nosotros "pensando", refleja, esencialmente, las mismas características éticas, retóricas, políticas y poéticas que las reflejadas por las transacciones entre las personas, afuera en el mundo, involucrando negociaciones lingüísticamente mediadas similares a las que realizamos en nuestros diálogos cotidianos con otros, en las cuales "el centro organizador de cualquier emisión, de cualquier experiencia, no está dentro, sino fuera, en el medio social que rodea al individuo.

    INFERLITIDAD EN LA PAREJA

    Concepto

    Se considera que hay infertilidad cuando no se ha podido tener un hijo vivo, después de dos años de relaciones sexuales con la finalidad de procrear (sin utilizar anticonceptivos). Una de las consecuencias más importantes en el trastorno de la fertilidad es el psicológico, porque puede causar frustración, depresión, ansiedad y problemas de pareja.

    Médicamente hablando, la infertilidad es definida comúnmente como la incapacidad de concebir un hijo y llevar a término un embarazo. (www.abcmedicus.com)

    Se puede dividir en:

    a) "Infertilidad primaria.- no han logrado tener un embarazo.

    1.- Infertilidad primaria femenina.- mujer que nunca concibió un hijo y se demuestran alteraciones funcionales y/o del aparato reproductivo.

    2.- Infertilidad primaria masculina.- hombre que no logra fecundar una mujer y tiene alteraciones en el líquido seminal.

    b) Infertilidad secundaria.- la pareja tiene antecedentes de uno o varios embarazos. 1.- Infertilidad secundaria femenina.- mujer que tuvo un hijo pero ahora presenta alteraciones funcionales y/o del aparato reproductivo. 2.- Infertilidad secundaria masculina.- hombre que tuvo un hijo pero ahora presenta alteraciones en el líquido seminal.

    c) Infertilidad no explicada.- es aquella que no se ha podido detectar con todos los métodos actuales, no presenta ninguna alteración ni en el espermatozoide, líquido seminal y/o en el aparato reproductor masculino/femenino.

    d) Infertilidad idiopática.- se encuentra una alteración a cualquier nivel, pero se desconoce su etiología."

    Es común que las parejas y los individuos que viven estas situaciones, comiencen a aislarse de sus amigos y familiares y eviten socializar por temor a discusiones incómodas acerca del proceso de fertilidad. Convivir con amigos o familiares que tengan hijos o estén embarazadas también les es difícil, especialmente cuando están en el periodo que les acaban de diagnosticar la infertilidad o les están aplicando un tratamiento.

    Vivir un proceso de infertilidad provoca estrés tanto a nivel individual como de pareja, ya que antes de la aceptación de ésta, se someten a muchas pruebas médicas y los tratamientos requieren de grandes esfuerzos, los cuales finalmente no tienen buenos resultados.

    Aspectos psicológicos de la infertilidad

    Speroff, afirma que un 10%-15% de las parejas, presentan dificultades para procrear. En el pasado , la mayoría de los problemas de infertilidad era atribuidos a la mujer, hoy el 40%-50% de los casos son debidos total o parcialmente a factores masculinos lo que resulta sorprendente, ya que social e históricamente la infertilidad y la esterilidad han sido considerados de problemas de y para las mujeres, pese, a que como lo vemos en las cifras estadísticas las causas son equiparables en hombres y mujeres. Los significados construidos acerca de infertilidad parecen señalar al miembro femenino como único responsable, lo que para muchas mujeres según lo estima Melamedoff, S (1998) la infertilidad es un estigma secreto, que se diferencia de otras formas de estigmatización cultural y social sólo por que es invisible, es el propio conocimiento de esta condición lo que las hace sentir diferente de las demás. Por ello, no hablaremos de individuos (hombres o mujeres) infértiles, sino de pareja infértil, pues vemos que la fecundidad históricamente ha sido un don de la mujer y por lo tanto siempre que no se conseguía la gestación, por convicciones sociales ella era señalada como infecunda.

    En la actualidad, con el avance de las ciencias naturales y sociales, hablamos de la pareja como una unidad con capacidad gestatoria, sin apartarnos del hecho que cada miembro reacciona distinto frente a las circunstancias, siendo en pareja que se concibe un nuevo ser a partir de la unión de gametos femeninos y masculinos.

    Los sentimientos de cada miembro de la pareja pueden generar crisis. La situación de la pareja se traduce en inestabilidad emocional y angustia, en el cual alternan períodos contrarios de frustración y optimismo. Además, la pareja se torna vulnerable y sensible a la indiferencia como al excesivo interés de la gente que le rodea. El impacto de la infertilidad puede variar ampliamente, la relación puede verse deteriorada o por el contrario estrecharse igualmente la relación de pareja a nivel sexual se ve relacionada a este tipo de diagnóstico y por ende afectada. La pareja infértil experimenta diferentes sentimientos, Munning ha identificado que van desde la sorpresa, la extrañeza, la negación, la rabia, la desolación, la desvaloración, la incompletud, la anormalidad, la culpa, el dolor, el shock o en último caso la aceptación si estos sentimientos son elaborados en forma adecuada, algunas parejas pueden llegar a sentir que han perdido el control de sus vidas sentimientos que se vinculan directamente a la construcción de significados en torno a la infertilidad. El dolor y la depresión son respuestas emocionales muy comunes al duelo que viven las parejas infértiles por la perdida de un hijo hipotético o la pérdida de su familia idealizada, Burgos, C. (1999).

    Por su lado las mujeres pueden experimentar sentimientos de desilusión, desesperanza y decepción, investigaciones realizadas por Lukse y Vacc (1985) encontraron que pacientes sometidas a la fertilización invitro (IVF) describieron la experiencia "como una de las vivencias más estresantes de sus vidas" ; muchas de estas mujeres, afirmaron sufrir antes y después de un tratamiento con resultado negativo, como si hubiesen "perdido un hijo". Otros sentimiento expresan "porqué a nosotros que queremos tanto un hijo y hay tantas personas que abortan" . Lukse y Vacc (1985) dicen que las parejas que inician cada ciclo de tratamiento con altas expectativas experimentan una mayor desilusión, citado por Téllez, J; Gaviria, S; Burgos, C (1999).

    Por otro lado los hombres se sienten amenazados por las culpas del pasado, se reprochan por actividades sexuales desenfrenadas o tienden a involucrar su virilidad. Mashltedt, afirma que los hombres tienden a no expresar su ansiedad, mientras que las mujeres enfrentan la situación hablando de su dolor. Cuando el factor masculino es la causa de la infertilidad, el hombre se torna meditabundo, preocupado, se puede sentir defectuoso e inadecuado y puede presentar impotencia y evitar la relación sexual, la mujer que lo acompaña se siente culpable y deprimida y quisiera ser ella la causante del problema que a veces se atribuye para proteger y apoyar a su esposo.

    La ira que desencadena el diagnóstico puede ser dirigida a la pareja, percibida como el causante. Puede verse disminuida la autoestima y algunos sentimientos inadecuados, llevar al individuo infértil a plantear a su pareja la posibilidad de tener hijos con otra pareja; simultáneamente el cónyuge infértil teme ser abandonado. Esta pareja puede llegar a sentir una fuerte presión por otras parejas contemporáneas que tiene hijos, desencadenando actitudes de aislamiento y evitación del contacto con éstas.

    La mayoría de los autores ya mencionados, consideran que cuando la pareja no ha logrado desenredar los aspectos psicológicos y emocionales que subyacen tras la infertilidad orgánica, o la infertilidad sin causa aparente no se da satisfactoriamente el tratamiento y tienden a participar de sentimiento que oscilan entre la culpa y el castigo, sintiéndose malos e indignos que además de no poder gestar y señalárselo continuamente, buscan expresamente la adopción de niños enfermos, como un mecanismo de pagar culpas.

    Estos tratamientos son de alto costo financiero y no son financiados por ningún seguro gubernamental por lo que puede significar para la pareja un mayor sacrificio o en otros casos privarse de otros gastos importantes, convirtiéndose en otro factor estresor que perturba la relación de pareja, además el tratamiento es largo y con frecuencia la pareja puede asumir que si el embarazo ocurre todos los problemas serán mágicamente resueltos.

    Estrés en la Infertilidad (www.psicologíacl.com)

    Entre los factores externos que causan estrés en la pareja se tienen: 1.- El tratamiento médico, que implica tiempo y toma de medicamentos que pueden alterar la función del cuerpo, y por ende, cambios en el estado de ánimo. 2.- Los gastos por consultas médicas, tratamientos, medicamentos, estudios, etc. 3.- En cuanto al aspecto social, la presión de familiares y amigos por la llegada del bebé. En este proceso la pareja puede aislarse socialmente.

    Algunos factores internos que causan estrés en la pareja son:

    1.- Los mensajes internos, tanto de cada persona como de la pareja misma.

    Surgen frases tales como "soy un fracaso" "No valgo como mujer" "No soy un verdadero hombre" "Estamos siendo castigados".

    2.- Valores personales y familiares de cada uno de los miembros de la pareja.

    Como los integrantes de la pareja experimentan desilusión de ellos mismos y del otro, pueden comenzar a confundir la esencia de su decepción. En el proceso de los problemas reproductivos, pueden experimentar una pérdida de la pareja tanto como un hombre completo o como una mujer completa. Esto puede ser una profecia auto-cumplidora. La tensión por los problemas reproductivos puede producir un tipo de irritabilidad e impaciencia general, en este estado de desequilibrio un miembro o ambos de la pareja, pueden estar vulnerable a buscar confort, distracción o alivio en otra pareja sexual, alcohol o drogas, trabajar de más, o mucha recreación. Este tipo de reacciones contribuye a penas futuras en lugar de resolución.

    Muchas veces la pareja olvida en estas circunstancias que el matrimonio junto con el amor que se siente hacia el otro fue primero, y basado en éste, se decidió tratar de tener un hijo.

    En este proceso, la calidad de la vida sexual de la pareja en la etapa en la que se busca el embarazo puede volverse muy estresante y mecánica, ya que cada uno de los miembros de la pareja trata de hacer lo correcto en el momento correcto. Cuando la imposibilidad o improbabilidad de embarazo es reconocida, el sexo se percibe como un recordatorio de fracaso y es evitado. La habilidad para disfrutar la sexualidad por sí misma, la mayoría de las veces, solo puede volverse a obtener con ayuda terapéutica.

    Los individuos y las parejas no-productivas normalmente, por lo menos de forma temporal, confunden reproducción, adecuación sexual, y el ser un padre o una madre competente.

    No hay que olvidar, que la infertilidad afecta a una pareja y no a un individuo aislado.

    Es algo con lo que las parejas tendrán que vivir siempre, y cada uno lo enfrentará de distinta manera, siendo esto una de las partes más confusas y frustrantes

    Unos son más flexibles que otros. El contexto y las experiencias vividas contribuyen también a quien es uno como persona. Ya que cada miembro de la pareja, como individuo, ha crecido en casas separadas, diferentes familias, y los antecedentes personales les han enseñado distintas formas de reaccionar. Los hace individuos únicos, con necesidades y expectativas separadas.

    Aunado a esto, están las diferencias de género en el significado que cada uno de los miembros de la pareja le da a la concepción de un hijo, que puede dificultar al hombre y a la mujer el entendimiento de los sentimientos y reacciones del otro.

    Las pérdidas a lamentar son distintas en el hombre y en la mujer, el primero es privado de la satisfacción de contribuir al embarazo y tener un hijo biológico, la mujer es privada de la experiencia del embarazo.

    Un hombre infértil, por un tiempo siente que es menos potente, menos hombre y esto lo hace menos capaz de ser un buen padre. Una mujer como no puede embarazarse es menos femenina y no es capaz de ser una buena madre.

    Las mujeres normalmente se ven como las consejeras o proveedores emocionales de la relación, se sienten responsables de todos los sentimientos malos. Cuando intentan reprimir los sentimientos, sus emociones pueden ponerse más ominosas, hasta que finalmente se sienten fuera del mando.

    Las mujeres en las parejas infértiles protegen a menudo a sus maridos de su propio dolor y sentimiento de fracaso, tomando mucha de sus propias responsabilidades y sentimientos, tendiendo a sentir las cosas desde el corazón.

    Los hombres se ven tradicionalmente como los proveedores financieros de la relación y son responsables de proteger a la familia de los peligros reales o imaginarios, normalmente en esta situación se sienten más amenazados, ya que siempre han tenido que reprimir sus emociones. Son entrenados para dar instrucciones, tomar el cargo, tomar decisiones y para pensar, y de esta manera desviar sus emociones.

    Los varones en las parejas infértiles a menudo se sienten agobiados por la intensidad de las emociones de su compañera así como por su propia incapacidad para acceder a sus sentimientos. Tienden a enfocar su energía en su trabajo, lugar donde ellos sienten que pueden tener éxito, buscan respuestas lógicas y se inclinan menos por compartir sus miedos.

    Partes: 1, 2
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