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Capital Humano y Crecimiento Económico en Venezuela (página 2)

Enviado por CCB Guaicaipuro


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En efecto, la tasa promedio interanual de crecimiento económico disminuyó continuamente a finales de la década de los años 60, tornándose negativa durante la década de los años 80 y prácticamente nula durante los años 90. Si bien entre 1976-96 el ingreso per cápita creció en promedio en 2,14%, la población creció al 2,18%, lo que implico que el PIB por persona se redujera en un 0,04% para dicho período presentando su primer debacle (ver Faria, 2003). Esta situación condujo a un aumento significativo en los niveles de pobreza y un deterioro de la desigualdad en el ingreso. Efectivamente para 1998 la clase más rica de la población que ronda en un 10% de la misma, recibió mas del 40% de los ingresos generados en el país, dejando casi al 90% de la población en un estado de pobreza, que se vio incrementado durante ese periodo, y todavía sigue su ruta de crecimiento en las postrimerías del siglo XXI.

Es necesario resaltar que para principios de la década de los años 60 comienza el establecimiento de un parque industrial, el cual se lleva a cabo con éxito estimulado por la política de sustitución de importaciones propuesta por la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL) a los países de Latinoamérica en la década de los años 60, pero para Venezuela, dicha estrategia no permite la competencia y la eficacia de los sectores del país, con respecto a los sectores internacionales, concebido principalmente a su característica de ajustador tardío que conllevo, de igual modo, a que dichas políticas en vez de lograr los frutos esperados, originara perdidas cuantiosas al país en infraestructura industrial, la cual se envejeció y deterioró con el paso del tiempo a causa de la falta de incentivos a la inversión y renovación tecnológica en dicho sector, esto aunado también al hecho de que el gasto en inversión publica por parte del Estado era destinado casi en su totalidad al desarrollo del sector petrolero, que para la época representaba el sector con mas participación en la generación total de la renta del país. (ver Bitar y Mejías, 1989)

Por otra parte, se puede mencionar que, existen áreas de la economía y de la sociedad donde la acción gubernamental representa una necesidad fundamental para crear las bases del crecimiento económico en Venezuela y propiciar del mismo modo un desarrollo económico sostenible.

Se ha argumentado con mucha insistencia que la formación de Capital Humano (CH), representa el indicador más confiable del desarrollo económico y social de un país. De hecho, éste constituye en los modelos de crecimiento económico mas reciente, el determinante fundamental del avance tecnológico en todos los sectores económicos y responsable en gran medida, de aquellos países que se enrumban a la senda del desarrollo económico. La Educación, por ejemplo, representa uno de los componentes más significativos en la acumulación de capital humano y a su vez en la creación de nuevas tecnologías.

Si bien es cierto se han invertido ingentes proporciones de recursos económicos en el desarrollo del capital humano, los resultados a pesar de ser favorables, no cumplen aun con un mínimo necesario para las exigencias del país, además están muy por debajo de los resultados que se hubiesen podido lograr con las cuantiosas sumas invertidas. Sin bien la inversión en salud y educación registrada en Venezuela, como porcentaje del Ingreso, se compara de forma muy favorable con la registrada por otros países latinoamericanos, la misma se encuentra muy por debajo a la registrada por los países industrializados.

No hay duda de que ha existido fallas en la planificación económica y al mismo tiempo en su ejecución, caracterizado por la falta de continuidad en la gestión, tanto por parte de quienes reciben, o deben recibir los servicios, como por parte de quienes deben ofrecerlos y administrarlos (ver Francés, 1999).

Es importante señalar que una población dotada de niveles adecuados de capacitación educativa constituyen el ingrediente primordial para incrementar el capital humano en Venezuela, una población debilitada, desnutrida, cultivo de enfermedades y de vicios, no ofrece el mejor insumo para la formación de un sólido stock de capital humano, que permitiría por lo tanto fomentar el crecimiento sostenido de una economía.

De este modo, el objetivo fundamental del presente trabajo será realizar un análisis de las principales variables educativas en Venezuela con la finalidad de construir en primer lugar, series de stock de capital humano para los tres sectores educativos: Primaria, Media y Superior, utilizando como medida del capital humano en la población, la cantidad de escolaridad realizada en cada nivel educativo. Es importante señalar que la construcción de estas series representan una primera aproximación para el calculo del stock de capital humano en Venezuela, en tanto que su uso como instrumento de política económica debe ser limitado puesto que dichas series carecen de otros componentes que pudieran ser importantes para una correcta valoración cuantitativa del capital humano[1]Las razones de la limitación de las series construidas en esta investigación, serán discutidas con mas detalle en el capitulo tres de este mismo trabajo.

En segundo lugar se tendrá como objetivo subsiguiente, el analizar la contribución del capital humano medido a través de éstos datos, sobre el crecimiento económico en Venezuela durante el periodo 1950-2002. Para ello se partirá de un modelo econométrico con postulados neoclásicos, donde se procura incluir el stock de capital humano, con el objetivo preciso de analizar el efecto que ejerce dicho componente sobre el incremento de la productividad total de los factores (PTF) en el corto y en el largo plazo, a través de su relación con los demás inputs capital físico y fuerza laboral.

El estudio consta de cinco capítulos. En el primer capitulo se realizará un breve recuento de la evolución socio-económica en Venezuela utilizando para ello algunas variables económicas y sociales relevantes tales como: El Producto Interno Bruto (PIB), la inversión, la tasa de Inflación, el tipo de cambio, las tasas de interés y entre los indicadores sociales tenemos la salud y la educación, durante el periodo 1950-2002.

En el segundo capitulo se hará una revisión de las principales teorías relacionadas al concepto de capital humano, además de los trabajos relacionados a la metodología de calculo y adicional a ello se presentaran los distintos aportes literarios tanto teóricos como empíricos, que relacionan al capital humano explícitamente con la teoría del crecimiento económico.

En el tercer capitulo se analizará brevemente el comportamiento de la educación en Venezuela para los últimos 50 años y se procederá a explicar la metodología utilizada para el calculo de las series de stock de capital humano en los sectores educativos de primaria, secundaria y superior, además de una detallada explicación sobre las ventajas y desventajas del uso practico de estos indicadores.

En el cuarto capitulo se comentaran los resultados empíricos obtenidos de los modelos planteados y a su vez se analizará la posible relación a corto y a largo plazo entre las series construidas de stock de capital humano y el crecimiento del producto en Venezuela. Finalmente en el quinto capitulo se presentaran los comentarios finales y las perspectivas del presente estudio.

Justificación

Venezuela ha manifestado disminuciones en su tasa de crecimiento económico desde finales de la década de los 70. Para un país desarrollado dicha situación es grave y despierta de inmediato un estado de alarma, debido a que los niveles de vida o de bienestar de la población se ven afectados drásticamente, los niveles de inversión se reducen, el desarrollo del recurso humano se hace limitante, la capacidad innovadora tiende en la mayoría de los casos a ser nula y en consecuencia se experimentan reducciones sustanciales en la producción agregada interna.

Estas características, entre otras, se evidencian de forma clara en Venezuela en las últimas décadas. Por ejemplo el Ingreso per cápita para el año 2000, es el mismo que se registro en 1954, esto nos lleva a concluir que Venezuela a retrocedido 50 años en su crecimiento económico, esta situación es grave después de observar que el PIB per cápita en el año 1978 fue el más alto de su historia. El salario real para 1998 era la mitad del salario que devengaba un trabajador en 1982 (ver e.g. Torres, 2001), la inversión anual en la economía llego a su máximo en 1978 (un cuarenta y ocho por ciento del producto interno bruto) y comenzó a descender posteriormente por la caída de los rendimientos (ver e.g. Francés, 1999).

Para el año 1983, la caída de los precios del petróleo desestimulan y alejan también a la inversión, desde ese mismo año, la inversión anual se ubica en un porcentaje que no supera el 30% del producto interno bruto (PIB). Esta disminución ha afectado drásticamente los niveles de inversión existente, y sobre todo, los niveles de inversión en el sector industrial que han originado que el parque industrial existente se este envejeciendo al no ser reemplazado.

En cuanto al desarrollo del recurso humano en Venezuela, han habido altos y bajos, a pesar de que este sector ha sido privilegiado por el hecho de que el estado ha dedicado ingentes sumas de recursos financieros al desarrollo de la educación como componente primordial de la formación de capital humano, sin embargo, no han sido suficientes ni siquiera para alcanzar los estándares mínimos de calidad a nivel internacional, lo cual se ha traducido de este modo en una disminución sustancial de la productividad laboral de cada individuo del país.

Si bien es cierto, hace mas de 30 años el surgimiento de los esfuerzos sistemáticos y organizados en materia de planificación, permitieron que se cobrara cuerpo a la idea de capital humano como factor clave en la rentabilidad de la inversión en educación, donde se sugiere que no basta el capital, las maquinarias ni los proyectos si no se cuenta con las personas necesarias, o en otras palabras, sino se dispone del recurso humano calificado. Hoy en día la preocupación por la Educación, posiblemente como consecuencia de la descomposición que padece el país, esta presente en el discurso social. Esto es un buen síntoma: "la sociedad venezolana enferma comienza a buscar las causas de sus males más allá de sus síntomas" (ver Duplá, 1997, p. 514); esto nos conduce a pensar, que si bien la preocupación de los modelos de crecimiento radicaba en la disminución de la productividad como consecuencia de poca acumulación de capital físico que se traduce en bajos niveles de inversión, ahora se presenta la necesidad de considerar en buena parte a la inversión en educación como factor fundamental del crecimiento económico, la cual permite mejorar las aptitudes intelectuales de cada individuo perteneciente a la fuerza laboral y corregir de este modo su productividad en el trabajo impulsando el crecimiento del ingreso en el largo plazo.

Por ejemplo, De La Fuente (2002, pp 41) indica:

"Una de las características que diferencia las nuevas teorías del crecimiento económico desarrolladas en los últimos quince años ha sido el enriquecimiento del concepto referido al capital humano, mientras que los modelos neoclásicos tradicionales se centraban casi exclusivamente en la acumulación de capital físico (estructuras y maquinaria)".

En este sentido las contribuciones más recientes han atribuido una importancia creciente a la acumulación de capital humano y conocimiento productivo, así como a la interacción entre estos dos factores intangibles. Por lo tanto en Venezuela, el desarrollo del recurso humano parece indicar que ha estado presente en las antiguas y actuales políticas de crecimiento aplicadas al país, a pesar de que sus resultados no han sido los más favorables.

Debido a los efectos negativos que ha generado la persistente caída del ingreso real, la cual afectó de forma progresiva el bienestar de los venezolanos y además de la falta de incentivos a la reactivación industrial, desarrollo del recurso humano y disminución consecuente de la capacidad innovadora, que ha provocado la disminución de la capacidad productiva del país. Es necesario, por lo tanto, estimar cual ha sido el impacto del capital humano en Venezuela sobre la tasa de crecimiento económico durante los últimos 50 años, haciendo mucho hincapié en la variable escolaridad (o Logro educativo) como factor clave para la formación de capital humano. La meta final es verificar empíricamente si existe una relación inequívoca entre dichas variables en el largo plazo.

Objetivos de la Investigación

Generales

  • Estimar series de stock de capital humano para Venezuela, utilizando para ello la información proveniente de los sectores de educación primaria, secundaria y superior para el periodo 1950-2002.

  • Cuantificar el impacto de los stocks de capital humano en los niveles de producción (CP) y sobre la tasa de crecimiento económico en Venezuela (LP) en los últimos 50 años, mediante un modelo econométrico cuyo fundamento reside en una función de producción agregada de corte neoclásico, a la cual se le incorpora el capital humano como un tercer factor de producción.

Específicos

  • Construir una serie de stock de capital humano para la educación primaria a partir de los datos primarios sobre escolaridad disponible en el país, para el periodo 1950-2002.

  • Construir una serie de stock de capital humano para la educación secundaria a partir de los datos primarios sobre escolaridad disponible en el país, para el periodo 1950-2002.

  • Construir una serie de stock de capital humano para la educación superior a partir de los datos primarios sobre escolaridad disponible en el país, para el periodo 1950-2002.

Hipotesis del Estudio

  • Verificar la posible relación positiva de corto y largo plazo existente entre las variables educativas construidas y la tasa de crecimiento económico de Venezuela durante el periodo 1950-2002.

  • Verificar los posibles ruidos de estimación de las variables educativas construidas para Venezuela basándose en la hipótesis planteada por De la Fuente (2002).

"…Pasado, presente y futuro, por tanto, no tienen solución de continuidad, aunque algunos hechos, sucesos o decisiones de gran importancia pueden ser tomados como una ruptura o discontinuidad. El tiempo es una dimensión única, un fluir constante que solo para fines analíticos puede ser fragmentado. La comparación intertemporal de situaciones o procesos ocurridos en diferentes planos del tiempo histórico o lógico (especulativo) permite la ficción metodológica de la reversibilidad figurada en tales acontecimientos妱uot;

D.F. Maza Zavala (1987) *

Capitulo I

Evolución socio-económica de Venezuela

(1950-2002)

i.1.- Introducción

Uno de los temas que se ha estudiado en los últimos años con mayor atención es el comportamiento de la producción en Venezuela la cual ha tenido sus altibajos con el pasar de los años, pero lo mas importante a destacar son los cambios que han afectado a las distintas variables macroeconómicas dentro de las cuales se destacan el producto interno bruto (PIB), la inversión privada, la inflación, el tipo de cambio, las tasas de interés y los principales indicadores sociales, como lo son la salud y la educación, indicadores que se ubican como los más trascendentales del país, es por esta razón, que en el presente capítulo se analizaran estos cambios y de esta manera con el apoyo de datos históricos se podrá inferir cómo ha evolucionado la economía de Venezuela en los últimos 50 años.

I.2.- Producto Interno Bruto

En lo que respecta al comportamiento del PIB real per capita en Venezuela para los últimos 50 años, es importante notar que el país ha retrocedido 50 años en su crecimiento económico, esto se debe a que el ingreso real por habitante del país para el 2002, es equivalente al salario real de una persona en 1950 (ver Grisanti, 2003), como lo muestra el Gráfico 1.1, donde se puede apreciar claramente dicho retroceso.

Gráfico 1.1

Producto interno Bruto real Per Capita en Venezuela (1950-2002)

edu.red

Fuente: Grisanti A, 2003

Es importante señalar que Venezuela tuvo un crecimiento sostenido, éste se inicia en la década de los años 50 y llega a su máximo nivel de crecimiento económico en 1978, este crecimiento es atribuible principalmente al ascenso de los precios del petróleo que desde 1934 se encontraban en aumento y por ende los ingresos en este mismo orden, lo que representaba el triple de entradas al fisco con respecto al año 1973, pero es a partir de ahí, donde empieza la declinación de los precios del petróleo y como el Gobierno estaba acostumbrado a manejar altos ingresos petroleros, para dedicarlos al gasto, no se preocupaba de ejercer una gerencia eficiente (ver Torres G., 2000).

Por otro lado, no se le puede atribuir únicamente a la caída de los precios del petróleo, el descenso que se ha venido observando en la economía venezolana, por cuanto también se tienen otras causas (aunque muy ligadas al petróleo) vale la pena mencionar como punto de primer orden el acontecimiento donde la industria del Petróleo paso a manos del Estado en 1975, (debido a que antes eran las transnacionales las que se encargaban de la exploración, y explotación del petróleo), instalándose así grandes empresas que se encargarían de la elaboración de materia prima y así poder exportar productos mas elaborados, pero lo que el estado no tomó en cuenta fue la competencia extranjera, la cual era una amenaza para estas empresas aunado a esto la ideología rentista que se tenia del petróleo y no como parte de la economía nacional hizo que se estancaran los planes de expansión de la industria nacionalizada. (ver Melcher, 1995)

Otro factor desencadenante de la declinación del crecimiento del PIB, es la estrategia de "crecimiento hacia adentro" el cual consistía en la sustitución de importaciones, donde se pensaba que lo que se importaba se podía producir en el país, esto trajo como consecuencia grandes distorsiones en la economía, debido a que esta estrategia venia acompañada de una protección a las industrias nacionales, con la finalidad de que la competencia extranjera no las afectara y aunado a los elevados ingresos petroleros de la época, se podía deducir que la sustitución de importaciones era exitosa, pero es de hacer notar que dicha protección se convirtió en un circulo malicioso, ya que por tiempo indefinido se producían internamente productos cuyos costos eran muy altos comparados con los existentes en el extranjero, además, con la protección del Estado estas empresas podían seguir funcionando en el país, afectando cada vez mas a los consumidores, con productos más costosos y de baja calidad (ver Torres, 2001).

I.3.- Inversión Privada

Otro aspecto que merece especial atención es el relacionado a la inversión privada, la cual también ha tenido una alta volatilidad durante las ultimas 5 décadas.

Las empresas privadas en Venezuela son muy heterogéneas, puesto que van desde grandes fábricas, hasta empresas familiares o las actualmente denominadas pequeñas y medianas empresas (PyME), esto sin incluir a los sectores menos formales, que también forman parte de las empresas privadas, por lo tanto, se maneja poca información confiable sobre las empresas privadas debido a la informalidad de las mismas, sin embargo, estas empezaron a aparecer durante la década de los 80, e incluso en años anteriores debido a que, Venezuela gozó durante muchos años de inversión extranjera, gracias a la existencia de grandes empresas privadas, pero después de la nacionalización del petróleo y del hierro, estas inversiones fueron extinguiéndose (ver Naim, 1989).

Cabe señalar, a modo de resumen que las empresas que empezaron a surgir en la década de los 80, presentaban las siguientes características:

  • No existía, competitividad entre las empresas, aunque podría atribuirse a que los mercados no eran suficientes para que entre las empresas existiera competencia.

  • Eran poco rentables, debido a que tenían pocos competidores, pocos proveedores, pocos clientes, además de sindicatos, periodistas, y burócratas que generalmente buscan sus intereses personales por encima de los del empresario.

  • Se dedicaban al mercado nacional, y les era casi imposible, abarcar mercados extranjeros.

  • Se dedicaban a ofrecer diversos productos y negocios completamente diferentes, es decir, eran muy diversificadas, sin contar con el tiempo y el capital suficiente que justifique tal diversificación.

  • Debido a la diversificación de productos o servicios, las empresas tenían que endeudarse para cubrir tales gastos, a tal punto, que el capital de los accionistas era más pequeño que la deuda total de las empresas.

  • Y por ultimo eran familiares. (ver Naim, 1989)

Hoy en día es muy difícil hablar de inversión privada, debido a la alta volatilidad de las tasas de interés, del tipo de cambio, de la inflación, es decir, de la inestabilidad política actual, es por ello que la inversión privada ha venido extinguiéndose durante la última década.

I.4.- Inflación

Otro tema que tiene mucha importancia en el ámbito económico nacional es la inflación, la cual no fue un tema de preocupación, durante el periodo 1950-1960, por cuanto dicho indicador siempre se mantuvo estable y bajo, teniendo pequeños cambios, pero es en la década de los años 70 durante el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, donde la inflación disminuyó en un 5% aproximadamente, y ya para el año 1979 esta tendencia se revierte por cuanto la misma aumentó alcanzando un déficit de un 21% aproximadamente (ver Gráfico 1.2), es de hacer notar que este déficit fue absorbido por el gobierno, es decir financiado por la comunidad financiera extranjera, constituyendo de esta manera una especie de maquillaje con la cual se podía mantener la inflación mas o menos estable, y de esta forma el gobierno podía continuar aumentando el gasto público, sin necesidad de incurrir en estrategias como por ejemplo la devaluación, también es importante señalar que debido al surgimiento de la crisis mexicana en 1982, este apoyo fue perdiendo la aceptación de la comunidad financiera internacional, y esto fue provocando que se instaurara un sistema de tasas múltiples las cuales se conservaron hasta la culminación del periodo del Presidente Lusinchi.

Gráfico 1.2

Inflación Promedio Anual (%)

para el periodo 1951-2002

edu.red

Fuente: Banco Central de Venezuela y Elaboración Propia

Por otro lado, ya para 1983 la inflación seguía controlada anualmente en apenas un 7% aproximadamente, pero los siguientes dos años la misma marchó en forma inestable y es a partir de ahí que realmente empezó a crecer. De aquí en adelante comenzaron las devaluaciones por parte del gobierno, ello con la finalidad de cubrir los déficits, lo cual afectaba de una manera más alarmante a la inflación. Además sumado a esto una política de flotación limpia en 1989 que provocó a los gobiernos de turno la capacidad de no podía soportar el peso de la inflación por lo que se implantaron unas mini devaluaciones en 1994, las cuales eran usadas principalmente para financiar los déficits, pero finalmente el estado no tuvo mas remedio que monetizar la economía imprimiendo cada vez mas dinero inorgánico del Banco Central de Venezuela (BCV) y esto desde luego no lograba frenar la inflación, mas bien la aumentaba. Sin embargo el factor mas desencadenante de la inflación fue la crisis financiera de 1994, ya que el BCV se asumió la tarea de tener que imprimir más dinero inorgánico y ello con la finalidad de prestar ayuda a los bancos comerciales que se encontraban en problemas (ver Veneconomía, pp. Web).

Finalmente con la implementación de las políticas actuales, las cuales se han puesto en práctica sin un verdadero conocimiento de parte del gobierno sobre las necesidades más apremiantes que se deben atender en cada caso en particular, la inflación es cada vez mayor, siendo la causa principal el financiamiento del déficit. Por otro lado y aunado a esto las políticas fiscales expansivas, y los controles de cambio, parecen indicar que la inflación presenta un crecimiento indetenible.

I.5.-Tipo de Cambio

Durante las décadas de los 70 hasta principios de los 80, el tipo de cambio era fijo con una tasa única de 4,30 Bolívares por Dólar, (ver Tabla 1.1). Con una economía en crecimiento, sin inflación y con altos ingresos petroleros, se reflejo una alta estabilidad monetaria, es así por tanto que el bolívar se mantuvo siempre constante con un "tipo de cambio fijo", cabe asimismo resaltar que es a partir del famoso "viernes negro" (18 de febrero de 1983) donde se devalúa la moneda de 4,30 a 8,63 aproximadamente, y es a partir de ahí que empieza a usarse un "sistema de cambio múltiple" el cual culmina en el año 1989 y desde ese año hasta 1994 el tipo de cambio fue "único y flotante" con ciertas "mini devaluaciones diarias" al final del periodo (ver Garay, 2002).

Tabla 1.1

Tipo de Cambio Bs./$ Promedio Ponderado Anual

Durante el periodo 1950-2003

edu.red

Fuente: Banco Central de Venezuela

Por otro lado con el advenimiento de la crisis financiera en 1994, se mantuvo un tipo de cambio fijo de 170 Bolívares por Dólar aproximadamente hasta finales del 95 y luego fue de 280 Bs./$ aproximadamente hasta marzo del 96 (ver Gráfico 1.3). Posteriormente se implanto un régimen de bandas (abril del 96 hasta febrero del 2002) para que el bolívar fluctuara libremente, el cual no podía sobrepasar un tope máximo, ni bajar hasta un mínimo (ver Garay, 2002).

Gráfico 1.3

Evolución del Tipo de Cambio Bs./$ Promedio Ponderado Anual

Durante el periodo 1950-2003

edu.red

Fuente: Banco Central de Venezuela y Elaboración Propia

I.6.- Tasas de Interés

El escenario de las tasas de interés durante el periodo que va de 1950 hasta principios de los años 70, era considerado estable (como la mayoría de los indicadores económicos de esa época), debido a la ausencia de volatilidad de los mercados monetarios internacionales, además el tipo de cambio permanecía fijo y no existían expectativas sobre la devaluación de la moneda, por lo tanto las tasas pasivas superaban a las arrojadas por EE.UU, alcanzando tasas reales cerca de un 7%. Empero, durante el periodo 1970-1980, las tasas de interés fueron más volátiles, debido a la inestabilidad financiera externa, y a pesar de ello, el gobierno consideró como política controlar las tasas pasivas y activas, provocando una gran fuga de capitales al exterior, debido a que aquí las tasas activas eran mas bajas (12% aproximadamente) que las tasas pasivas de EE.UU (21% aproximadamente). Esta masiva fuga de capitales obliga al gobierno a imponer controles cambiarios en 1983. (ver Veneconomía, pp. web)

Sin embargo la situación financiera empeoro aun más, debido al declive de las tasas activas y esto combinado con una inflación que se encontraba alrededor del 29% además el Bolívar en el mercado libre era devaluado, ya que las personas que solicitaban créditos, iban inmediatamente a comprar dólares con la finalidad de mejorar la situación existente en el país, el BCV utilizo las "operaciones de descuento" y las del "mercado libre" imprimiendo dinero.

De tal manera que fue hasta el gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando realmente se decide aplicar la liberalización de las tasas de interés en 1989, y además se empezó a emitir por parte del BCV los famosos "Bonos cero Cupón " (BCC), que no tenían riesgos y era uno de los mas preferidos por los bancos. Por otro lado las tasas pasivas eran altas en términos reales, y las activas aun más, lo que condujo a tal punto que la tasa del BCC representara a las activas.

Pero es a partir de 1994, cuando las tasas de interés caen dramáticamente (ver Tabla 1.2 y Gráfico 1.4), atribuible al exceso de dinero que había en la economía como medida de ayuda a los bancos en crisis. Es por ello, que las tasas pasivas reales en un momento llegaron a ser negativas, tanto es así, que el BCV tuvo que intervenir, subiéndolas y manteniendo una banda, de un mínimo de 10 dígitos aproximadamente por debajo de las del BCC, y máximo 15 dígitos aproximadamente por encima. Sin embargo, las tasas reales seguían negativas y esto se mantuvo así hasta 1996, cuando el estado constriñó la liquidez, para financiar el déficit interno, provocando que las tasas reales alcanzaran valores positivos. A partir de 1996 las tasas pasivas y activas van disminuyendo hasta 1998 cuando aumentan considerablemente, pero es a partir de 1999 cuando se reducen las tasas activas debido a un acuerdo entre el BCV, el gobierno y el sistema bancario. Por lo tanto para el 2003 se registran unas tasas de interés reales negativas debido a la constante baja de las tasas de interés de los últimos 5 años.

Tabla 1.2

Tasas Activas y Pasivas (%) Promedio ponderadas anuales

de los principales Bancos Comerciales de Cobertura Nacional

edu.red

Fuente: Banco Central de Venezuela

Gráfico 1.4

Evolución de las Tasas Activas y Pasivas (%) Promedio ponderadas

anuales de los principales Bancos Comerciales de Cobertura Nacional

edu.red

Fuente: Banco Central de Venezuela y Elaboración Propia

I.7.- Educación

Así pues, el sistema educativo venezolano, se encontraba en crecimiento en las décadas posteriores a la democracia, debido a que se realizaron grandes esfuerzos para expandir la misma, logrando a principios de la década de los años 80 que aproximadamente un 49% de la población en edad escolar[2]se encontrara inserta dentro del sistema educativo. No obstante, en la actualidad, la educación a pasado a un segundo plano, dejando de lado la calidad de la misma, lo que resulta lamentable ya que el deterioro del sistema educativo ha sido una de las causas del decrecimiento del país (ver Torres, 2001).

Dada la importancia de esta variable, en el capitulo III se abordo con mayor detenimiento por ser objeto de este estudio principal de la presente investigación.

I.8.- Salud

Venezuela posee indicadores de salud notablemente mejores que otros países en vías de desarrollo, sin embargo, es conveniente analizar cada uno de ellos por separado, y ver cual es su repercusión en el crecimiento económico del país.

Si bien es cierto la mortalidad ha disminuido en alrededor de 10 defunciones por cada mil habitantes en 1950 a 5 aproximadamente por cada mil habitantes en 1982, (ver Tabla 1.3). Esto se debe principalmente a causa de la mortalidad infantil que descendió cerca de un 60% entre 1950 y el 2000 (ver Galli y García, 1989, pp.454). Sin embargo, para 1992 la tasa de mortalidad rondaba alrededor de 4,5 por mil habitantes y de 5 para 1998, la cual se mantiene hasta el 2003.

Es importante señalar, que entre las principales causas de mortalidad de los venezolanos para la década de los años 50 se encuentran las enfermedades del corazón, cáncer y accidentes (esencialmente de transito) aunque también tienen que ver las enfermedades del paludismo, sarampión, fiebre tifoidea y difteria entre otras, algunas de ellas siguieron vigentes después de 1980, aunque para 1995 las principales causas se debían principalmente a las enfermedades del aparato circulatorio, los tumores y ciertas afecciones generadas por el periodo prenatal (ver Venezuela, 1998).

Tabla 1.3

Evolución de los indicadores de mortalidad en Venezuela

edu.red

Fuente: Galli y García 1989 e Instituto Nacional de Estadística

Por otra parte cabe señalar como segundo indicador de salud a la esperanza de vida, ya que la misma ha aumentado considerablemente durante las ultimas cinco décadas (ver Tabla 1.4) ya que para la década de los años 50 esta rondaba por los 55 años, y para el 2003 es de alrededor de 73 años, aumentando casi 20 años.

Tabla 1.4

Esperanza de vida al Nacer

de los venezolanos (1950-2002)

edu.red

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

Finalmente hay que tomar en consideración como ultimo indicador de salud al presupuesto publico empleado en el sector salud, el cual como se puede observar en la Tabla 1.5, ha estado incrementándose de 120 millones de Bs. aproximadamente en 1950 a cerca de 820.000 millones de Bs. en 1999 pero estas cifras absolutas no son un indicador confiable de cuanto se destina realmente al sector salud, ya que si se observa el porcentaje del presupuesto del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) con respecto al presupuesto total se observa que en 1950 este rondaba por el 7% aumentando en 1970 hasta un 9% aproximadamente, evidenciándose que el incremento no es considerable. Es importante señalar que en 1994 el presupuesto llega a su mas bajo valor (como porcentaje del presupuesto nacional) esto se debe a la crisis financiera que atravesó en ese año el país. Después de ese año creció levemente, auque todavía se puede evidenciar que en 1950 se le otorgaba mas presupuesto por concepto de salud que en registrado en 1999, el cual es más o menos un 6% del presupuesto nacional.

Tabla 1.5

Presupuesto del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social

1950-1999 (millones de Bs., a precios corrientes)

edu.red

Fuente: Galli y García 1989 y Veneconomía

"…Un enfoque que incluya el capital humano presenta grandes ventajas. La primera deriva del hecho de que teniendo en cuenta tanto el capital humano como el material se corregiría buen número de prejuicios económicos. La excesiva importancia atribuida a las fuentes materiales de flujos de rentas es uno de ellos (婠La segunda gran ventaja del concepto de capital humano reside en su utilidad para el análisis de las diferentes actividades organizadas que aumentan aquellas capacidades humanas que mejoran las perspectivas de renta real…"

Theodore William Schultz (1968) *

CAPÍTULO Ii

Revisión de la literatura

ii.1.- Introducción

En el presente capítulo se realizará una breve revisión de los diferentes enfoques que la literatura económica ha proporcionado sobre el tema objeto de estudio, entre los cuales destacan la teoría sobre el capital humano, debido a la importancia que éste tiene sobre el crecimiento y el desarrollo de los países. Por lo tanto se comenzará haciendo una revisión de los distintos aportes que sobre el tema han proporcionado los grandes e insignes economistas como los son: Alfred Marshall, Theodore Shultz, Robert Lucas, Gary Becker, entre otros. Es importante destacar que muchos de ellos han sido galardonados con el premio nóbel en ciencias económicas. Durante el desarrollo de este capitulo se hara mucho hincapié en las diferentes formas de cálculo del capital humano, así como de los distintos enfoques teóricos y prácticos considerados para realizar la medición. Posteriormente se hará una revisión sobre los diversos estudios teóricos y empíricos publicados hasta la actualidad, que relacionan directamente al capital humano con la teoria neoclasica del crecimiento económico.

II.2.- capital humano

La aplicación de la teoría económica a la estructura del capital humano puede iluminar la discusión que en materia educativa debe hacerse. De hecho, el insigne economista Alfred Marshall, en su clásica obra titulada Principios de Economía, enunció que "El capital más valioso de todos es el que se ha invertido en seres humanos" (ver Marshall, 1930, pp. 787-8).

Sin embargo, la ciencia económica comienza de verdad a tomar en cuenta el papel del capital humano a partir de los aportes de Schultz (1961) quien planteó por primera vez:

"Aunque el hecho de que los hombres adquieren habilidad y conocimientos útiles es algo evidente, no es evidente, sin embargo, que habilidad y conocimientos sean una forma de capital, que ese capital sea en gran parte un producto de la inversión deliberada, que en las sociedades occidentales ha crecido a un ritmo mucho más rápido que el capital convencional (no humano), y que su crecimiento bien puede ser el rasgo más característico del sistema económico. Se ha observado ampliamente que los incrementos de la producción nacional han sido relacionados en gran manera con los incrementos de la tierra, horas de trabajo y capital físico reproducible. Pero, la inversión en capital humano es probablemente la principal explicación de esa diferencia…"

Vale mencionar asimismo, el hecho de que Becker (1964) fue quien reconoce el valor del capital humano. De hecho lo considera como un factor económico primario en su estudio sobre el conocimiento, donde a demás concluye que el mayor tesoro que tienen las sociedades es el capital humano que poseen, refiriéndose a éste como habilidades y destrezas que las personas van adquiriendo a lo largo de su vida, bien sea por medio de estudios formales, como las escuelas, o por conocimientos informales, que son lo que adquieren las personas por medio de la experiencia, y es aquí precisamente donde Becker (1964) pone mas énfasis, donde señala que: "Muchos trabajadores elevan su productividad aprendiendo en el puesto de trabajo nuevas técnicas o perfeccionando las antiguas" quedando evidenciado que ha pesar de que la formación en el puesto de trabajo no es una institución que se encarga de educar a las personas, ayuda a que el individuo aumente su productividad futura. (ver febrero y Schawartz, 1997, pp. 75)

En atención a esto, Lucas (1988, pp. 20) señala que donde "un trabajador con capital humano h(t) produce lo equivalente a dos trabajadores con 1/2h(t) cada uno, o un trabajador a medio tiempo 2h(t)", esto es así para lo propósitos de su estudio y en el ámbito general para este insigne investigador, la teoría del capital humano sugiere lo siguiente: "cuando un trabajador dedica tiempo a muchas actividades en el periodo actual afecta su productividad, pero no su nivel de h(t) en periodos futuros". Es por ello que más adelante indica:

"Introducir en el modelo el capital humano, involucra especificar la forma en que los niveles de capital humano afectan la producción actual y la forma en que la actual asignación de tiempo afecta la acumulación de capital humano…"

Es por ello que Barro (1997) menciona: "el capital humano es una medida clara del efecto acumulado de actividades como la educación formal y el adiestramiento en el trabajo". Sin embargo, el autor señala que el concepto de capital humano es definido, "como los años de adiestramiento específicos de las personas" y se aproxima al usado en contextos del mercado de la mano de obra (ver e.g. Heckman y Klenow, 1997), que toman en cuenta, "cambios en la calidad de la fuerza de trabajo debido a cambios observables tales como el nivel de educación y experiencia" por lo que Barro (1997) expresa que este concepto de capital humano es mas limitado que la noción usada en los modelos teóricos de crecimiento basados en la acumulación ilimitada de capital humano expresados por Lucas (1988), Becker (1964).

ii.2.1.- metodologias de CÁLCULO del Capital Humano

En los tiempos precedentes al estudio del capital humano incluyendo los tiempos actuales, la literatura económica nos ofrece una gran variedad de métodos que consideran modelos y formulas de estimación o calculo, propiamente dicho, de series estadísticas sobre capital humano. En efecto cabe destacar lo siguientes.

El primer método está constituido por una medición a través del promedio de años de escolaridad de la población (se incluyen tres niveles: básico, medio y diversificado), este método calcula por separado el promedio de años de escolaridad, separando la población en hombres y mujeres pertenecientes a la fuerza laboral ocupada, dicha escolaridad en muchos casos es denominada educación formal, entre los autores que utilizan la presente metodología se encuentran Serrano (1996), Barro y Lee (2000), Barro (2002), De La Fuente (2002), y Giménez y Simón (2002), entre otros.

Además, otra aproximación planteada por Serrano (1996) es aquella donde se divide la población ocupada en dos grupos, un grupo de individuos cualificados, que han terminado un cierto nivel educativo y otro de individuos no cualificados que no han completado ese nivel educativo requerido, por lo tanto el nivel medio de capital humano de la población ocupada puede expresarse como un promedio ponderado de los niveles medios de capital humano de la población cualificada y la no cualificada. Este indicador se puede estimar a través de la siguiente formula:

edu.red

El segundo método general lo constituye la medición de un componente denominado "logro educativo" que se realiza a través de la combinación del índice de alfabetismo con la tasa combinada de matricula básica, media y superior, la tasa combinada de matricula es un aporte a la investigación sobre el capital humano elaborado por la UNESCO y refleja el número de jóvenes en edad escolar comprendido entre seis (6) y veintitrés (23) años de edad que se encuentran dentro del sistema escolar, su calculo parte como base de la tasa bruta de matricula tomándose un valor máximo de matricula del 100% de la población ubicada entre las edades mencionadas anteriormente y como valor mínimo el 0% de la población perteneciente a ese rango de edad.

Consecuentemente, para el cálculo de la tasa bruta de matriculación, de modo tal que se pueda incluir la educación primaria, básica, media (diversificada, profesional) y universitaria, se suman todas las matriculas registradas a comienzo del periodo y se dividen entre la población de seis (6) a veintitrés (23) años. De tal modo que para su cálculo se utiliza la siguiente formula:

edu.red

donde:

MAT: (Tasa bruta de matriculación).

MBas: Matricula en Educación Básica.

MMed: Matricula en Educación Media.

MSup: Matricula en Educación Superior.

Proy 6-23: Población proyectada de edades entre 6 y 23 años

El calculo de la tasa de alfabetismo es la relación que existe entre las personas de edades entre quince 15 años y más, que se encuentran en una capacidad razonable de leer y escribir (nivel de alfabetismo) y la población total considerada para ese grupo de edades.

Finalmente el componente de logro educativo se calcula como un promedio sobre la base de la tasa de alfabetismo y la tasa de matricula combinada, donde a cada una se les otorga una ponderación relativa, esta metodología es utilizada actualmente por el PNUD para realizar el calculo del IDH y en Neira et al. (1998).

Como tercer componente clave se utiliza la variable salud de la fuerza de trabajo medida a través de los datos disponibles sobre la expectativa de vida de la población, este componente de salud mide en esencia los índices de mortalidad y morbilidad, pero se considera que generalmente una mayor esperanza de vida viene asociada a mejores niveles de salud acompañado de bajos niveles de mortalidad y morbilidad, entre los que usan dicha formulación tenemos Naciones Unidas (1998), Bloom-Canning y Sevilla (2004), Giménez y Simón (2002).

Bloom et al (2004), introducen en el calculo del capital humano, los años de escolaridad y la esperanza de vida y agregan una medida de la experiencia laboral agregada donde computan para cada país considerado en su estudio, 22 combinaciones de las categorías de edades compuesta por hombres y mujeres en grupos de edades de 15-19, 20-24,…., 60-64, 65(. La experiencia consiste simplemente en la cantidad de tiempo transcurrido en la fuerza laboral, para cada grupo calcularon el promedio de años de escolaridad menos la edad a la que comenzó la escolaridad, la cual asumieron uniformemente como seis (6), en dicho calculo usaron cuatro medidas del promedio de años de escolaridad derivado de Barro y Lee (2000), y dividieron la población entre hombres y mujeres de edades entre 15-24 años y más de 25 años, Bloom et al (2004) concluyen que esta medida de la experiencia es razonable para los hombres, ya que, para el caso de las mujeres se podría exagerar el calculo de la experiencia laboral debido a que son las que frecuentemente pasan periodos fuera del mercado laboral.

Por otro lado, Giménez et al (2002), exponen que hay dos indicadores que se utilizan con frecuencia para medir el capital humano, los cuales son: los años medios de estudio de la población (AME) y el tanto por ciento que la misma ha completado un determinado nivel de estudios[3]pero que dejan de lado muchas matices que se encuentran dentro del concepto de capital humano. Es por ello, que estos autores proponen una nueva medida para la medición del capital humano, que sea un indicador más elaborado tomando en cuenta la educación formal e informal, haciendo la especificación de que el capital humano puede ser innato o adquirido, el innato comprende actitudes físicas e intelectuales, donde la salud y la alimentación ejercen mucha influencia sobre éstas, por su parte, el adquirido es el que se forma a lo largo de la vida de las personas, por medio de sus estudios y la investigación y está conformado por la educación formal e informal y la experiencia laboral. De esta manera se construye un nuevo indicador de capital humano considerando todas estas variables, las cuales se explicaran a continuación:

El Capital Humano Innato: además de las aptitudes físicas e intelectuales hay que considerar, que se deben satisfacer unas mínimas condiciones de salud y alimentación, por lo tanto, el indicador sanitario que eligieron los autores es el gasto corriente per cápita en salud, medido en dólares ajustados por la PPA, donde se establece un umbral (que sería la mediana de la distribución), y por ende, los países que estén por debajo de ese umbral se le considerará un deterioro en las posibilidades de desarrollo de su capital humano, así tendremos.

edu.red

El Capital Humano Adquirido: esta compuesto, a su vez, por tres componentes:

  • 1) Educación Formal: es la que comprende la educación primaria y secundaria, y en su estudio Giménez et al (2002) utilizaron el gasto público por alumno en dólares de 1985 ajustados por la PPA, por lo tanto, se procederá a ponderar los años medios de estudio de la población según la calidad de la misma:

edu.red

Finalmente la educación formal queda expresada de la siguiente manera:

edu.red

2) Educación Informal: la cual abarca toda la información recibida fuera de los ámbitos educativos académicos clásicos, de esta forma, los autores han elaborado un índice de acceso a los medios de información, donde se pueden utilizar datos construidos por el Banco Mundial, sobre el uso de estos medios y el resultado será:

edu.red(2.6)

Donde:

Yj: número de unidades del medio j por cada mil habitantes

j: 1,…, Me

Me: medios de comunicación

Xi: promedio de unidades medidos del país i

i= 1,2,…N Siendo N el numero de países objeto de estudio

Una vez estudiados estos medios, debemos considerar la importancia de los mismos en la adquisición del capital humano, según la siguiente formula:

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A continuación, Giménez et al (2002) proceden a construir otro indicador, de adquisición de la educación informal, tomando en cuenta la difusión de la información por escrito, debido a que la transmisión de conocimientos por medio de la lectura es muy importante, para ello se utilizara información sobre la cantidad total de papel usada, con fines culturales, para poder tomar en cuenta, además de los medios impresos, los fotocopiados y los manuscritos. Este indicador se calculará así:

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Es de hacer notar que no todas las personas podrán disfrutar de estos medios, por lo que hay que considerar a las personas alfabetizadas, es por ello que se emplearán estadísticas de alfabetización:

Ai: tasa de alfabetización del país i

Cabe señalar la importancia que Giménez et al (2002) dan a la familia en la investigación, ya que para ellos juega un rol fundamental, debido a que mientras más grande sea la misma, menos atención se le presta a cada hijo, por lo tanto los autores consideran un número determinado de hijos u, por encima del cual la atención que recibe cada individuo se reduce, de forma exponencial de acuerdo al tamaño de la unidad familiar:

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Teniendo en cuenta todos estos factores, el índice de educación informal, EI, quedara de la siguiente manera:

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3) Experiencia Laboral: los autores optaron por calcular el número de años que el ciudadano medio ha trabajado en su país, los años medios de experiencia laboral, el periodo medio durante el cual el trabajador arquetípico se ha encontrado desempleado y así tendremos:

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Para incluir esta medida en el indicador de capital humano, los autores elaboraron una ponderación basada en el indicador de experiencia laboral que modifique el indicador de capital humano de la siguiente forma:

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II.3.- CAPITAL HUMANO Y CRECIMIENTO ECONóMICO

En esta sección se realizará un breve análisis de los estudios más destacados que han sido publicados con respecto a la literatura de crecimiento económico y capital humano respectivamente. En la primera parte se realizará un breve recuento de los distintos estudios teóricos sobre la literatura de capital humano. Posteriormente en la segunda parte se discutirá la evidencia empírica existente relacionada a nuestro tema de estudio, el mismo permitirá mejorar el análisis empírico que será parte de los antecedentes del estudio del Capital Humano y Crecimiento económico en Venezuela.

II.3.1.- Estudios Teóricos

El modelo pionero de crecimiento económico propuesto por Robert Solow y Trevor Swan, nos presenta una economía desarrollada, con un escenario de competencia perfecta, población constante y ocupación plena en los mercados de trabajo y bienes. Un punto muy relevante de este análisis es el carácter decreciente de la productividad marginal del capital, o tasa de ganancia de largo plazo, la cual conduce a alcanzar su nivel de estado estacionario donde se iguala a la tasa de interés de mercado (su costo de oportunidad). El crecimiento de la economía está entonces limitado por esa continua caída de la productividad marginal del capital y de este modo la conduce a un nivel estacionario de largo plazo, donde sólo puede ser contrarrestado con un cambio tecnológico o shock en la productividad total de los factores (PTF) de carácter exógeno. El impacto de dicho cambio es incorporado en la función de producción de la firma representativa a través de un residuo calculado a partir de la diferencia entre el nivel del producto y la participación relativa de los distintos insumos.

Este modelo de crecimiento económico neoclásico hace entonces una diferenciación entre dos tipos de efectos sobre la economía: los de nivel y los de crecimiento. La diferencia entre ambos descansa en que el último afecta la tasa de crecimiento, en tanto los efectos de nivel sólo alteran la posición del sendero de crecimiento pero no la tasa. De acuerdo al enfoque de Solow- Swan, los efectos de nivel estarían determinados por los incrementos (o disminuciones) de la propensión a ahorrar, o bien por aumentos del capital per cápita resultantes de mayores inversiones realizadas por los agentes. En cambio, los efectos de crecimiento serían inducidos por una variación exógena en la tasa de crecimiento de la población o por una innovación (cambio técnico neutral en el sentido de Harrod: K/Y constante en el tiempo), provocando un capital más escaso y así mismo elevando su productividad marginal (tasa de beneficio en el largo plazo).

Cuando una economía ha alcanzado el estado estacionario se hace inconveniente seguir acumulando capital físico en el tiempo. Llegado este punto, los consumidores estarán maximizando su bienestar puesto que el nivel de gasto es el máximo y todos los beneficios se invertirán (regla dorada de Phelps), así como también se mantendrá inalterada la participación de los factores en el ingreso total.

En posición a este modelo la mayoría de los investigadores que han realizado aportes a la literatura del crecimiento económico a partir de la década de los años 60 han incluido al capital humano como un determinante del desarrollo económico. De igual forma estos modelos enfatizan su carácter complementario más que antagónicos con el modelo neoclásico. En este marco, la acumulación de capital físico no es descartada como uno de los factores determinantes del crecimiento, no obstante la acumulación del capital humano surge como el factor primordial del progreso técnico y por ende del crecimiento económico. Cabe destacar que entre los estudios pioneros en esta área se pueden encontrar los trabajos de Schultz (1968), Lucas (1988), Romer (1990), Grossman y Helpman (1991), Young (1991), Mankiw, Romer y Weil (1992), entre otros.

En este marco Schultz (1968) establece en su estudio la importancia de incluir el concepto de capital humano en los estudios de crecimiento económico debido a que:

"la formación de capital humano, especialmente a través de aquellas actividades que se han convertido en organizadas y especializadas en la economía moderna, es de una magnitud capaz de alterar radicalmente las estimaciones convencionales de ahorro y la formación de capital…"

En tal sentido Schultz (1968) señala que las formas de capital humano son fuentes de flujos adicionales de renta que contribuyen al crecimiento económico. Así mismo, éste es capaz de alterar los salarios y los sueldos de los individuos tanto en términos absolutos como relativos.

Mas adelante, Schultz (1968) asevera que por consiguiente la brecha de ingresos se hará más grande entre el que simplemente realiza un "trabajo", y aquel que posee "capital humano" y lo combina con su trabajo, y por supuesto con el capital físico disponible. De allí se encuentra las justificaciones a "invertir" en educación formal, así como destacar la importancia de la formación profesional producto de la experiencia laboral. En el caso del capital humano, el cálculo del interés y del rendimiento es un tanto más difícil. Al tratarse de un capital abstracto, las técnicas de medición de lo concreto y físico son poco útiles.

Finalmente Schultz (1968) concluye, expresando que:

"Los nuevos conocimientos referentes a la inversión en capital humano son ya totalmente satisfactorios por lo que respecta al comportamiento de la oferta y los tipos de rentabilidad dentro del trabajo y de la educación. Es, no obstante poco lo que se sabe todavía acerca de los factores de aumento de la demanda de estas capacidades adquiridas, parte integrante del crecimiento económico…"

Sobre la base de los aportes precursores de Theodore Schultz y de Gary Becker sobre capital humano, Lucas (1988) plantea un modelo de crecimiento con la especificación de la función de producción muy similar a la del modelo neoclásico, en este modelo plantea la existencia de externalidades, a partir de la acumulación del capital humano, que refuerzan la productividad del capital físico y conducen a la economía a un crecimiento sostenido. El capital humano se puede acumular de dos formas distintas. En forma del resultado de un proceso de aprendizaje en la firma o "learning by doing", ó, como producto de la educación formal del individuo y su crecimiento depende de su nivel inicial y del esfuerzo dedicado a su acumulación.[4]

Estas externalidades mencionadas por Lucas (1988) funcionan, en términos generales, como un mecanismo endógeno que acelera el proceso de crecimiento, al impedir la caída de la rentabilidad marginal del capital y mantener los incentivos de mercado a la acumulación (inversión), evitando de este modo la llegada de un estado estacionario del tipo solowiano.

Al contrario de lo planteado por Solow (1956), Romer (1990) propuso un modelo de crecimiento endógeno donde sostiene que la tasa de crecimiento económico de los países no depende sólo de la tecnología, que ahora es endógena, sino también de las preferencias ínter temporales del consumidor. Esto implica que ambos factores son determinantes en la asignación de capital humano al sector de investigación y desarrollo (I+D). Por un lado, cuanto menor sea la tasa de interés, el valor presente descontado de la corriente de ingresos netos, que representa el rendimiento del capital humano, será mayor. Por lo tanto, se asignará una cantidad mayor de ese factor a la investigación y por consiguiente la tasa de crecimiento se incrementará. Por el otro, un incremento permanente en las existencias del capital humano en la población, (la cual Romer toma como un dato), conduce a un incremento en la razón de nuevos diseños -capital físico y a un incremento más que proporcional en la cantidad de capital humano dedicado al sector de I+D. Es por esto que se vuelve a regenerar un círculo virtuoso, en el cual se impulsa la tasa de innovación, la cual a su vez, induce a un incremento en la tasa de crecimiento de la economía.

De igual forma, Grossman y Helpman (1991), proponen un modelo donde la base del crecimiento se encuentra en el aumento del stock de conocimientos y en la acumulación de capital humano. Pero a diferencia de Romer (1990), el stock de capital humano resulta ser una variable endógena, la cual depende de la decisión que toman los individuos, con similar capacidad de adquirir habilidades, entre emplearse como trabajadores o dedicar su tiempo a la educación formal. De este modo el salario pagado a cada trabajador calificado crece en proporción a su acervo de capital humano acumulado, y por ende la dotación total de este factor depende del salario relativo entre el empleo calificado y el no calificado. De igual forma, allí se observa como crece la productividad media del capital humano que se acumula formalmente (por el incentivo a destinar más tiempo a la educación), y de este modo se eleva el salario relativo y también con ello la cantidad de trabajadores calificados disponibles para el sector de (I+D), en consecuencia, se obtiene un incremento en la tasa de innovación y del crecimiento económico. Por esa razón, Grossman y Helpman (1991) ponen especial énfasis en el rol de la inversión pública en educación como fuerza propulsora del crecimiento económico.

Por su parte, Young (1991) incorpora a través de un modelo de "learning by doing" muy próximo al planteado por Lucas (1988), dos importantes supuestos resultantes de su análisis del progreso técnico. Primero, hay substanciales efectos derrame en el desarrollo del conocimiento entre distintas industrias. Esto implica que las mejoras de aprendizaje informal redundarán en mejoras organizativas a nivel de la planta industrial que podrán derramarse hacia otros sectores de actividad fabril, y así promover un círculo virtuoso que acelere el crecimiento de la productividad. El segundo supuesto plantea la existencia de fuertes rendimientos decrecientes en el proceso de "learning by doing". Esto significa que el aprendizaje estaría limitado en cada bien a un período de tiempo determinado. Por lo tanto en todo momento la actividad económica se dividirá entre industrias con su proceso de aprendizaje agotado (que no pueden contribuir a aumentar la productividad en otras industrias) y aquellas en que dicho proceso de aprendizaje continúa. Para que el círculo virtuoso de la productividad no se agote es necesario que el "learning by doing" sea un proceso continuo a través de la introducción permanente de nuevos productos y de la reasignación del trabajo hacia los mismos.

Cabe señalar que, Mankiw, Romer y Weil (1992), plantean un modelo donde destacan la importancia de considerar al capital en un sentido más amplio que abarque otras formas de capital no físico. Para incorporar esta idea, Mankiw et al (1992) construyeron lo que ellos mismos bautizaron como un "modelo de Solow ampliado", el modelo considera por lo tanto, la inclusión de tres factores de producción: capital, trabajo en el sentido convencional, y el capital humano en su forma de educación y del tiempo dedicado al aprendizaje de nuevas habilidades (en lugar de trabajar), para una tecnología de tipo Cobb-Douglas, los autores suponen "que tanto el capital físico como el capital humano se pueden acumular". La idea de incluir el capital humano se origina de observar que el factor trabajo en diferentes economías presenta diferentes niveles de educación y diferentes niveles de habilidad.

II.3.1.- Estudios Empíricos

Una innovación importante de la nueva literatura sobre el crecimiento (y sobre todo aquella que relaciona específicamente al capital humano), es que ha vinculado los estudios empíricos más estrechamente con las predicciones de la teoría económica. Bajo este marco, los estudios actuales tienden a derivar especificaciones econométricas más precisas, incorporando luego esta relaciones a los datos.

Para iniciar este análisis, Barro (2001) realiza una estimación donde expresa el rol de la educación como determinante del capital humano. En el análisis distingue el papel que juega la cantidad de educación, como medida del capital humano, a través de los años medios de escolaridad culminados o logrados, incluyendo además, la calidad de la misma, medida por los puntajes obtenidos en los exámenes de distintas áreas básicas, ciencias, matemáticas y lectura comparables internacionalmente. Para analizar los efectos del crecimiento de la educación, Barro (2001) utilizó como fuente de datos, un panel de alrededor de 100 países observados desde 1965 a 1995, en cortes transversales de 10 años.

En los resultados iniciales del estudio empírico, el autor mide el capital humano por la cantidad de educación, basado en el valor al inicio de cada periodo de años de escolaridad culminados de un grupo de la población con edades de 25 años en adelante, aunque explica también, que los resultados son similares para personas de 15 años en adelante, de este modo indica que el crecimiento está positivamente relacionado con el nivel inicial del promedio de años de escolaridad realizada de hombres adultos en los niveles secundarios y superiores, considerando además, que trabajadores con esta experiencia educacional podrían ser capacitados con nuevas tecnologías arrojando resultados que sugieren un rol importante para la difusión de tecnologías, las estimaciones implican que al incrementar en un año la escolaridad realizada, la tasa de crecimiento de la economía aumentara en 0,44% al año, por otro lado, los resultados arrojan que el crecimiento está relacionado de forma insignificante con los años medios de escolaridad realizados por mujeres a nivel de secundaria y superior, para el autor este resultado parece indicar que mujeres con niveles altos de educación, no son bien utilizadas en los mercados laborales de muchos países, para este caso, el coeficiente encontrado es negativo (-0,0011). En otro resultado, Barro (2001) demuestra que el crecimiento esta insignificantemente relacionado con la escolaridad masculina en el nivel primario, el coeficiente estimado es de 0,0011, por ello no lo considera importante en su trabajo y recalca más importancia a la formación a nivel secundario y superior, sin embargo aclara que esta escolaridad es un requisito previo para la educación secundaria y pudiera, por lo tanto, afectar al crecimiento por esta vía.

Para medir la calidad de la educación, Barro utiliza información sobre el puntaje de estudiantes en pruebas de ciencias, matemáticas y lectura, a pesar de que este método presenta un defecto en cuanto al retardo en los valores de puntaje de las pruebas que permiten influenciar, por otro lado, tempranos valores sobre el crecimiento económico. Pero para efectos de las estimaciones, Barro demostró que los resultados son similares si se omite esta propuesta y se consideran variables tales como, el total de años de escolaridad de la población adulta, la relaciones estudiante-profesor y los índices de abandono escolar propuestas en Barro y Lee (1997). Los resultados para los efectos de la prueba de puntajes sobre el crecimiento, arrojan que para la prueba de ciencias existe una particular y muy fuerte relación positiva sobre el crecimiento económico, esto implica que aumentos unitarios en las notas de esta prueba permitirán un incremento del 1% al año en la tasa de crecimiento y esta estimación combinada con la variable de escolaridad realizada mantiene de igual forma la relación positiva considerada, las calificaciones de matemáticas también arrojan positiva significancia sobre el crecimiento, pero no tan fuerte como las calificaciones en ciencias; los puntajes en lectura indican una relación inconsistentemente negativa con el crecimiento, pero dicho coeficiente se vuelve positivo cuando esta variable es incluida con la calificación de ciencias o matemáticas. Por lo tanto, el trabajo concluye que los resultados anteriores sugieren que tanto la calidad como la cantidad de escolaridad son importantes para el crecimiento económico, pero los mismos resultados indican que el efecto de la calidad escolar es mucho mas importante.

De igual modo, Barro (2002) realiza un trabajo con similar herramienta en cuanto a la metodología empírica aplicada en Barro (2001), en él representa un sistema donde estima el crecimiento del PIB per cápita para un panel de 84 países en los periodos 1965-75; 1975-85 y 1985-95, la diferencia entre ambos trabajos la encontramos en que Barro (2002) considero la importancia de la salud, medida en su forma de esperanza de vida al nacer, relacionado con el capital humano, éste especifica: "Si bien un país que presenta un PIB per cápita inicial determinado, el crecimiento tiende a verse favorecido a través de mayores niveles iniciales de educación y salud", bajo esta idea, los resultados empíricos arrojados por Barro (2002) indican una relación positiva y marginalmente significativa del promedio de años de escolaridad para los varones adultos, relacionándolo al capital humano, además de una relación significativamente positiva para el logaritmo de la esperanza de vida al nacer, en consecuencia, dicho resultado indica que el mejoramiento de la salud, en su forma de esperanza de vida, representa un componente del capital humano que predice el crecimiento subsiguiente de la economía. Además de estas estimaciones, introduce en el sistema los años medios de escolaridad de las mujeres adultas al comienzo del periodo, para el cual arroja resultados de similares proporciones a los observados en Barro (2001), el coeficiente estimado es negativo y marginalmente significativo, no obstante, agrega de igual modo que en Barro (2001), los años de escuela primaria obteniendo estimaciones negativas para la educación primaria masculina y positivas para la primaria femenina, pero ninguno de los dos coeficientes encontrados son estadísticamente significativos, la causa de estos resultados se discuten en Barro (2001).

Por su parte, De la Fuente y Doménech (2001), estudian la importancia que tiene el uso de una buena base de datos sobre escolaridad para lograr, de este modo, conseguir un claro y creíble efecto de esta variable sobre la productividad, su estudio combina dos ingredientes, el primero la importancia de utilizar mejores datos sobre capital humano, el segundo la utilización de un modelo mas extenso y especificado del modelo neoclásico del capital humano, que permiten relacionar la tasa de crecimiento de la productividad con la difusión tecnológica. Antes de los resultados empíricos, De la Fuente et al (2001) explican la relevancia que tiene el trabajar con datos de capital humano que no hayan sido calculado con errores, esto implica que si los valores de esta variable han sido medidos con niveles de errores, sus variaciones a corto plazo podrían arrojar resultados menos exactos y poco creíbles en relación a sus niveles, esto incurre en una predisposición de los coeficientes relevantes con respecto a cero en muchas especificaciones sensibles.

Las estimaciones se realizan utilizando una nueva serie de escolaridad realizada (construida por De la Fuente y Doménech, 2001), para una muestra de 21 países pertenecientes a la OECD en el periodo 1960-1990. Utilizando un sencillo modelo de crecimiento agregado, con la adición del capital humano como insumo en la función de producción, para permitir de este modo, la difusión tecnológica sobre la productividad total de los factores diferenciada a través de los países. Los resultados arrojan que la variable de capital humano presenta un positivo y significante efecto sobre el crecimiento, el coeficiente estimado es 0,271 y implica que aumentos de un año en la escolaridad realizada permitirá un incremento del 0,3% al año el la tasa de crecimiento, además los resultados muestran una participación relativa del capital humano a la PTF de 0,353 para el inicio del periodo en 1960 y de 0,472 para 1990, esta diferencia, aunque poco significativa para el periodo muestral, es atribuida a los distintos niveles de eficiencia técnica entre los países considerados en el estudio, estimaciones similares para esta serie de datos sin corrección de errores, arrojan coeficientes negativos e inconsistentes con la relación capital humano y crecimiento, estos resultados permiten corroborar la hipótesis planteada por De la Fuente y Doménech (2001), acerca de la importancia de la calidad de los datos educacionales para estimaciones del crecimiento. En conclusión De la Fuente et al (2001), encontraron que el uso de una nueva serie de datos sobre escolaridad, sin presencia de errores de medición, permiten explicar el 80% de la variación del la tasa de crecimiento de la productividad y además esta arroja un resultado sensible a los parámetros tecnológicos considerados.

De igual forma, De la Fuente (2002) hace mención: "Los modelos de capital humano y crecimiento parten de la hipótesis de que los conocimientos y habilidades de la población trabajadora inciden positivamente sobre su productividad", en su estudio trata de demostrar que la inversión educativa, a su punto de vista, si ejerce influencia en la productividad y por ende, en el crecimiento de un país, sin embargo, otros autores consideran lo contrario (Pritchett, 1999), a lo que el autor responde que esto es debido, a "La mala calidad de los datos de escolarización que se han utilizado en los estudios empíricos sobre los determinantes de crecimiento".

Más adelante el autor señala, que las tasas de escolaridad son un buen indicador (pero no el más idóneo) del flujo de inversión educativa, debido a que los niveles medios de formación adulta, responden a flujos de inversión de una manera gradual y con retardos. Es por ello, que para su estudio De la Fuente (2002), recopiló información sobre la distribución por nivel de la población adulta, donde utilizó el sentido común (emitiendo juicios de valor) para reconstruir un perfil razonable de la evolución del nivel medio de formación, para los países en estudio y así estimar el desglose de la población por los niveles de formación, calculando el número medio de los años de escolaridad teniendo en cuenta la duración teórica de los diferentes ciclos educativos de cada país.

Es importante destacar, que para De la Fuente (2002) es trascendental, acabar con los errores de medición que generan una infravaloración del impacto que el capital humano ejerce sobre la productividad, además la mayor parte de las bases de datos de los diferentes países sobre escolarización contienen cantidad substancial de ruido, esto es, debido a la inconsistencia de las datas primarias utilizadas para la construcción de los mismos, lo que ocasionan ruidos que tienden a empañar la relación entre las variables de interés, que da una variabilidad espuria en el stock de capital humano que no corresponde a cambios proporcionales con el nivel de productividad, por lo que De la Fuente (2002) hace mención, al "Ratio de Fiabilidad" que "mide la relación entre el ruido de una señal contenidos en las distintas series y se construye a partir de un análisis de la capacidad de cada una de ellas para explicar el comportamiento de las demás" este ratio es muy útil, ya que corrige el sesgo de atenuación, y así se pueden conseguir estimaciones consistentes y veraces, y de esta manera, el valor estimado del coeficiente del capital humano en una regresión de crecimiento deberá aumentar con la calidad de los datos educativos.

Finalmente De La Fuente (2002) concluye, que:

"Las series de escolarización más utilizadas en la literatura de crecimiento contienen una cantidad importante de ruido, que refleja diversas deficiencias en los datos primarios. Para intentar mejorar el contenido informativo de estos datos, hemos elaborado nuevas series educativas (…) utilizando información no explotada previamente y un procedimiento ad hoc que intenta minimizar el error generado por cambios en los criterios de clasificación. También hemos construido un indicador estadístico de la calidad de las distintas series educativas".

De esta forma, De la Fuente (2002) puede comprobar que la inversión en capital humano es fundamental para el crecimiento, cuyo efecto sobre la productividad ha sido subestimada en estudios anteriores debido a la mala calidad de los datos de escolarización

Bloom, Canning y Sevilla (2004), estiman un modelo bajo el marco de la típica función de producción agregada del modelo neoclásico de crecimiento, en ella identifican la relación del capital humano con la educación, como medida de la misma, e incluyen dos nuevas variables que los microeconomístas han identificado como fundamentales para medir el capital humano, esta son la experiencia laboral y la salud. Estos autores consideran la salud bajo la idea de que "Los trabajadores más sanos son física y mentalmente más enérgicos y robustos, por lo tanto son mas productivos y ganan salarios más altos"; y el objetivo es corroborar que esa evidencia micro se observa a nivel macro en un efecto de la salud de la población sobre el crecimiento económico en la forma de esperanza de vida; también consideran la experiencia laboral basándose en evidencia microeconómica la cual indica que la experiencia laboral tiene un impacto en las ganancias de los trabajadores, incluyendo para este efecto, la experiencia de la mano de obra directa dentro del modelo que ellos controlan y cuyo objetivo de estimación es el mismo considerado para la salud.

En este trabajo Bloom et al (2004), estiman los parámetros del modelo usando un panel de países observados cada 10 años para el periodo 1960-1990 y obtienen medidas de la contribución relativa de cada uno de los factores considerados en el modelo además de la contribución de la PTF al crecimiento económico. Los resultados principales del trabajo, comparados con los estudios empíricos microeconómicos, arrojan que la salud tiene un positivo y estadístico efecto significativo sobre la tasa de crecimiento económico, lo cual indica, que una mejora anual en la esperanza de vida de la población se traduce a un aumento del 4% anual en la tasa de crecimiento del ingreso, también los autores encontraron que la educación, en su forma de escolaridad realizada, presenta un coeficiente pequeño y estadísticamente insignificante y la experiencia laboral presenta un coeficiente negativo, esto sugiere que la experiencia reduce los ingresos agregados, aun cuando se compara con los resultados de la evidencia microeconómica la cual revela que ésta incrementa los salarios individuales, pero los resultados son positivos cuando se incluye la esperanza de vida ya que arroja coeficientes positivos y estadísticamente significativos, esto sugiere, por tanto, que cada año adicional de aumento en la esperanza de vida eleva la productividad de los trabajadores y la conduce a un incremento del 4% en el ingreso, por lo tanto el resultado resulta ser levemente más fuerte que el efecto encontrado en la mayoría de los estudios sobre la contribución de la salud en el crecimiento económico. En base a lo anterior, Bloom et al (2004) concluyen que la salud tiene efectivamente un positivo y significante efecto estadístico sobre el crecimiento económico, lo cual indica que dicho efecto es atribuible a que los crecientes gastos en mejoras de la salud solo se justifican puramente en la base de sus impactos sobre la productividad laboral, absolutamente aparte del efecto directo que ésta tiene sobre la mejora del bienestar, lo cual apoya a las inversiones en salud como forma de capital humano.

Por otro lado, Giménez et al (2002), hacen mención a que el capital humano puede ser innato o adquirido, donde el Capital Humano innato: son las actitudes, físicas e intelectuales, con las que el ser humano nace, donde la mismas son la fuerza, el sentido de equilibrio o la destreza manual; y las actitudes intelectuales son la inteligencia, la atención o la concentración, donde la salud y la alimentación ejercen mucha influencia sobre estas. En cambio el adquirido es el que se forma a lo largo de la vida de las personas, por medio de sus estudios y la investigación y está conformado por la educación formal e informal y la experiencia laboral que se irá formando a través de la educación formal e informal recibida y por la experiencia laboral acumulada.

Partes: 1, 2, 3, 4
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