Es importante destacar que Giménez et al (2002), expresa que el capital humano adquirido está compuesto por tres componentes: primero la Educación Formal: que es la que comprende la educación primaria y secundaria, donde éste es el indicador que se utiliza tradicionalmente para medir el capital humano, aquí se centran en él la educación de tipo académico, con la salvedad de que estará corregida por la calidad de la misma, ya que esta afecta en gran medida los resultados de dicha educación, segundo la Educación Informal: la cual abarca toda la información recibida fuera de los ámbitos educativos académicos clásicos, entre los cuales destacan, el autoaprendizaje, la instrucción que las personas reciban de sus familiares y su entorno, por los medios de transmisión de información y la asimilada individualmente y por último la Experiencia Laboral: la cual, según los autores "constituye un factor determinante en la productividad de los trabajadores"
Mas adelante, Giménez et al (2002) hacen una comparación de los índices de capital humano que son utilizados con frecuencia en estudios empíricos, con el nuevo indicador (que ellos mismos elaboraron) utilizando veintiséis (26) variables que están relacionadas con el capital humano y los resultados fueron los siguientes: en diecinueve (19) de los veintiséis (26) el nuevo indicador presenta una máxima correlación, lo cual consta la bondad de este indicador.
"…La cuestión educativa se ha puesto de moda en Venezuela (…). Hace 10 o 12 años se mencionaba el tema educativo solamente el día 15 de Enero y cuando una banda delictiva desmantelaba un liceo (…). Hoy en día, la preocupación por la educación, posiblemente como consecuencia de la descomposición que padecemos, ésta presente en el discurso social…"
F. Javier Duplá (1997) *
Capitulo iii
iii.1.- Introducción
En la actualidad existe un amplio consenso en considerar a la educación como el factor primordial del crecimiento económico y del desarrollo social, en atención a esto, dicho proceso desprende altos beneficios sociales cuando existe mayor formación en los individuos (ver Frances, 2000). Sin embargo, la generación y el mantenimiento de la misma ostenta muchos problemas elementales, tales como: el deterioro de las instalaciones, la escasez de recursos, los docentes sin formación para ejercer su función, la ineficacia administrativa, y lo que casi constituye un insulto para los venezolanos el desprestigio de la escuela oficial, con su inevitable consecuencia: la desvalorización de la escolaridad por las últimas generaciones. (Ver Nacarid, 2000).
Cabe señalar, que la educación como proceso social es amplia y diversa, por ello se le relaciona con todas las actividades humanas, entre las cuales está la adquisición de conocimientos o habilidades, pero lo que resulta más importante, es su función como formadora de valores, actitudes, aspiraciones y expectativas. (ver Hung y Piñango, 1989). Paralelamente a lo antes señalado, constatamos, con gran asombro, el deterioro latente en muchos aspectos de la educación y por ende del sistema escolar venezolano, especialmente durante los últimos veinte años, y ello es debido a que se han acumulado carencias y deficiencias cuyas manifestaciones más evidentes son: el incremento de la exclusión, la disminución de la escolaridad, el bajo rendimiento en competencias básicas y el atraso en comparación con otros países de América Latina.
De lo antes expuesto se desprende, la falta de una mejor política social dirigida hacia la educación, la escasa credibilidad que tiene la escuela como institución social en el país, y además, de un aumento en la deficiencia del proceso de formación y actualización de los profesionales de la docencia en los diferentes niveles del sistema educativo.
En base a lo anterior, en este capítulo se trata con más precisión, y en una visión más cuantitativa, la evolución histórica por la cual ha pasado el sistema educativo del país, por ser una variable importante, y por demás, objetivo clave de esta investigación. En la primera parte se revisará de forma precisa la evolución de la educación en sus distintos niveles educativos (Preescolar, Primaria, Secundaria y Superior) y posteriormente se explicará la metodología utilizada en este trabajo para el cálculo de las series de stock de capital humano en los niveles de educación primaria, secundaria y superior para el periodo 1950-2002.
III.2.- Evolución Histórica de la Educación en Venezuela (1950-2002)
La evolución de la Educación en Venezuela se realizó de una forma lenta. Desde el inicio del siglo XX y hasta finalizada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1948-58), es decir, las escuelas que impartían la educación primaria y secundaria, además de las restantes instituciones como las de educación superior fueron creciendo lentamente, pero es precisamente a principios de la década de los años 60, donde la educación venezolana presentó una expansión espectacular, estimulado por un proceso de masificación educativa que se tornó favorable y un aumento en el acceso a la educación de forma notoria para todas las clases sociales del país (ver Naim y Piñango,1989).
Por lo tanto, no es de extrañarse que el gran desarrollo del sector educativo en Venezuela para los años 60, se deba principalmente a la caída de la dictadura, que trajo consigo profundos cambios al sistema educativo, entre los que destacan el inicio del proceso conocido con el nombre de la "democratización de la enseñanza", con especial atención a los sectores de educación primaria y secundaria, por lo que se crearon nuevas instituciones y se incrementaron el número de maestros y profesores. (ver Pérez et al, 1996). Cabe señalar, que una segunda explicación posterior de este desarrollo del sistema educativo se encuentra ligada al entorno económico favorable que presentaba el país para los años 70, sustentado entre otras cosas, en un aumento de los precios del petróleo en los mercados internacionales, lo cual permitió la entrada de grandes cantidades de divisas al país, situación no esperada en la historia reciente de la renta petrolera en la cual se apoyaba el Estado Venezolano (ver Hung y Piñango, 1989). Con base a lo anterior, se inicia posteriormente una política educativa agresiva, sustentada en la teoría del Capital Humano y la cual se encuentra de manera explicita en el V Plan De La Nación, donde el Estado Venezolano, además, se fija una política desarrollista para las áreas económico y social, incluyendo por supuesto la educación.
En atención a lo anterior, en este apartado se realizará un recorrido relacionado al comportamiento legal y matricular de la educación preescolar, primaria, secundaria y superior en los últimos 52 años, y se pudrá apreciar de una forma más ilustrativa, las tendencias tanto positivas como negativas, del sistema formal de la educación. Para ello se utilizaron los datos recopilados en ésta investigación, los cuales se encuentran basados en las cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Educación, a través de diversas publicaciones entre las cuales destacan las estadísticas educacionales y memoria y cuenta (1950 hasta 2002) referente a matrículas iniciales del sistema educativo nacional.
III.2.1- Educación Preescolar
Durante la época en que se inicia la democracia en Venezuela (1958), la educación preescolar estaba mantenida en un alto porcentaje en manos del sector privado, eso trajo como consecuencia que solo podían tener acceso a ella, los niños cuyos recursos económicos le permitieran pagar este tipo de planteles, los demás tenían que esperar los siete años de edad para ingresar a la escuela. Cabe señalar que debido al inminente desarrollo de la educación preescolar en el país, cuyo crecimiento para el año 1964 se ubica en atención a 21.800 niños aproximadamente, de un universo de 957.000 niños aproximadamente que conformaban la población escolar para ese año, precisamente en el periodo que va desde 1964 hasta 1969 se crea la oficina de planeamiento integral de la educación del ministerio de educación (EDUPLAN), donde esta adscrita la subcomisión de educación preescolar cuyo objetivo primordial fue; elaborar el programa, las guías de estudios, y otros instrumentos curriculares del nivel. (ver Vargas 1995)
Por otra, parte, es de hacer notar que la educación preescolar fue institucionalizada como nivel obligatorio del sistema educativo, en la Ley de Educación de 1980, debido a que antes era una dependencia adscrita a la educación primaria y secundaria, pero es a partir de esta fecha cuando realmente es considerada obligatoria y como un requisito indispensable para entrar a la educación primaria. (ver Pérez et al, 1996)
Por otra parte, cabe señalar, que en lo concerniente a la evolución de la matrícula total del sistema educativo, para el nivel de educación preescolar en Venezuela, el Gráfico 3.1 muestra claramente dicho comportamiento.
Gráfico 3.1
Matrícula Total de La Educación Preescolar
(1952-2002) [5]
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
En lo que respecta al año 52 la educación preescolar contaba con apenas 10.578 niños matriculados, esta proporción representa sólo el 0,19% de la población total para ese año, para el año 1980, o sea 28 años después, el sistema contaba con 344.287 niños inscritos en la educación preescolar, cifra que representaba el 2,28% de la población total, lo cual indica un crecimiento promedio interanual del 14,2% para el periodo 52-80 que es a todas luces espectacular. Cabe señalar, que para el año 2002 (última cifra oficial publicada) la matrícula de educación preescolar asciende a 863.364 niños inscritos, lo cual representa un 3,4% de la población total y donde se observa un incremento interanual desde los años 80 de 4,4% en promedio.
A juzgar por lo anterior, la tasa de crecimiento interanual de la matrícula de educación preescolar (Gráfico 3.2) ha mostrado un comportamiento en concordancia con la historia socio-económica de Venezuela, tanto que para el período 1952 hasta 1980, la tasa de crecimiento promedio interanual de los inscritos en preescolar se situó en un 14,2%, la más alta de todos los niveles educativos, pero el aumento mas alto se observa precisamente en el periodo lectivo 1974-75 donde el crecimiento de la matrícula es del 63,5% con respecto al año anterior, claramente esta cifra coincide con las altas tasas de crecimiento económico y poblacional que experimento el país en la década de los años 70.
Gráfico 3.2
Tasa de Crecimiento Interanual de los Matriculados en
Educación Preescolar
(1953-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
Consecuentemente, dicho comportamiento se estanca a principios de los años 80 hasta el año 2002, registrando una leve recuperación para 1982 (22,3%), esto se le atribuye a una clara expansión del sistema educativo acompañada de la creación de instituciones privadas en este nivel y a una alta capacidad de pago a este servicio favorable para todos los niveles de la población.
Es importante observar del gráfico anterior que en la segunda mitad de la década de los años 80 el crecimiento de este nivel educativo no ha sido favorable en comparación con años anteriores y la tendencia indica que con las políticas actuales del sector educativo, no existe posibilidad de recuperar los niveles arrojados en los años 70 (ver e.g. Sabino, 2003). No es para nada aventurado afirmar que el bajo comportamiento matricular en el nivel de preescolar para los años 90, se deba explícitamente al déficit presente en la clase media baja y baja de la población que no puede cubrir las necesidades de educación de sus niños. Por ende estos resultados sugieren que para la clase alta y media alta de la población ya se tenían cubiertas las necesidades de educación de los niños en edades comprendidas de 4 a 6 años. No obstante, en lo que respecta a la tasa de crecimiento de la matrícula de educación preescolar para los últimos 50 años, esta se ubicó en un 10% anual en promedio, tasa que se encuentra acorde con el comportamiento de la tasa de crecimiento poblacional arrojada para el mismo periodo de estudio.
III.2.2- Educación Primaria
En cuanto a la educación primaria, la misma tiene su base legal en la Ley de Educación (1980), donde se establece como principal meta, la contribución del profesor a la formación integral del alumno (ver Ley de Educación, 1980).
Por otra parte, cabe señalar que durante la década de los años 70 se realizaron reformas educativas, en las cuales se rediseñaron planes y programas con la finalidad de aumentar la cobertura de la educación primaria. Posteriormente en la década de los años ochenta es iniciada con la aprobación de la Ley de Educación y el 13 de junio de 1980 se decreta la creación del subsistema de educación básica cuya duración de nueve años[6]Por su parte este nivel educativo básico llega a consolidarse en 1988, mediante los instrumentos requeridos para tal fin, tales como: programas de estudio, manuales del docente, además se incluye la educación ambiental en el diseño curricular de la misma. Finalmente, para el periodo 1990-94, se implementaron una series de políticas que permitieron adaptar al venezolano a las necesidades y requerimientos del país, tomando en cuenta que dentro del sistema curricular debían incorporarse asignaturas como educación para el trabajo, concibiendo la educación como una tarea a lo largo de la vida del estudiante, además, de la enseñanza de valores elementales, tales como el de libertad, solidaridad y justicia. (ver Pérez et al, 1996)
En lo que respecta a la educación primaria (Gráfico 3.3) se puede apreciar que para 1950, los niños inscritos en este nivel totalizaron en 471.799[7]representando el 10% de la población total, para el año 1960 el incremento de la matrícula es espectacular, 1.074.434 niños ya se encontraban inscritos en todas la escuelas primarias del país, la cifra representa el 14% de la población total en ese año, y la tasa de crecimiento interanual promedio de la matrícula total durante la década de los años 50 fue del 8%, resultado que no es de extrañar para la presente expansión educativa en esa década.
Sin embargo, para la década de los años 80 el crecimiento en la matrícula se hace más lento, los registros muestran que para 1980 el número de matriculados en este nivel totalizó en 2.456.815, representando el 16,28% de la población total, para los años 90 se registraron 3.036.219 niños inscritos en primaria (15,27% de la población total) y en las cifras disponibles para el año 2002 la matrícula totalizó en 3.506.780, representado el 13,97% de la población total, lo cual permite apreciar de forma notoria la disminución consecuente de dicha matrícula desde los años 90.
Gráfico 3.3
Matrícula Total de La Educación Primaria
(1950-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
El balance de los resultados en la educación primaria revelan que desde 1950 hasta el 2002 la tasa de crecimiento interanual de los alumnos inscritos en todas las escuelas primarias nacionales se sitúa en alrededor del 4% anual. En el Gráfico 3.4 se puede observar un interesante incremento interanual de la matrícula en educación primaria para 1960 del 22,5%, la tasa más alta registrada hasta ahora en este nivel, el incremento notorio es producto precisamente del proceso democrático estimulado por las políticas educativas hacia la masificación de la escuela primaria en todo el país, al igual que en los registros de educación preescolar, la gran parte de la población tenía acceso a las escuelas primarias, públicas y privadas, gracias a los altos niveles de equidad con los que contaba el país en esa época. Del mismo modo, se puede observar un notorio estancamiento en el crecimiento de este nivel educativo desde principios de los años 80, el cual se ha mantenido relativamente estable hasta principios de los años 90 arrojando una tasa de crecimiento promedio interanual del 2,14 %.
Gráfico 3.4
Tasa de Crecimiento Interanual de los Matriculados en
Educación Primaria
(1950-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
La gran disminución de la matrícula registrada hasta los momentos, es justificable por el hecho de que, es precisamente en este nivel donde se observan altos niveles de deserción[8]el cual han influido de forma significativa sobre el crecimiento de los alumnos inscritos en las escuelas primarias.
La deserción es uno de los problemas recurrentes de la educación primaria en Venezuela, algunos la llaman "Expulsión" escolar y representa una magnitud tan alta en el país, que existe la posibilidad de afirmar, que si no se resuelve este problema a tiempo, el país seguirá disminuyendo sus posibilidades de salir del subdesarrollo. Si bien es cierto, una gran parte no determinada de estos niños regresan al sistema educativo en la modalidad de educación de adultos, es posible que mucho más de la mitad todavía queden desprovistos de los medios elementales para llevar una vida humana digna. Es por ello que radica la importancia de estimular el desarrollo en este nivel a través de políticas de inversión en educación eficientes con la finalidad de poder dotar a la gran mayoría, de las necesidades fundamentales para el desarrollo intelectual a temprana edad.
III.2.3.- Educación Secundaria
Este nivel se fundamenta en las finalidades generales y especificas contempladas en la Ley de Educación (1980), entre las cuales destacan: la consecución del proceso formativo del alumno el cual ha sido iniciado en los niveles que la preceden, además de ampliar el desarrollo integral del alumno y su formación cultural, así como también, que el alumno posea la capacidad de definir el campo de estudio futuro para que pueda incorporarse al trabajo productivo. (ver Ley de Educación, 1980)
Por otra parte, cabe señalar que el plan de estudio de educación secundaria esta basado en el conjunto de asignaturas orientadas a ampliar el rango de aprendizaje de los alumnos en cuanto a los aspectos, culturales, psicológicos y pedagógicos, establecidos en la normativa legal vigente para este nivel (ver Pérez et al, 1996).
Es importante mencionar, que para la inserción de los egresados de la educación secundaria a la educación superior, se toman en consideración un conjunto de normas establecidas en el proceso nacional de admisión a la educación superior el cual es supervisado por el consejo nacional de universidades (CNE). Entre las cuales destacan: el ingreso a través de la oficina de planificación del sector universitario (OPSU), el cual por medio del sistema de preinscripción oferta a todos los aspirantes, la posibilidad de ingresar a las diferentes instituciones de educación superior, cuyo principal requisito para optar a la preinscripción, es la presentación de la prueba de aptitud académica (PAA), cuyo resultado, promediado con el record académico de los aspirantes, conformarán el índice académico, que será el indicador que decide la oportunidad del alumno.
Por otra parte la segunda forma de ingreso, esta compuesta por las diferentes pruebas que ofertan cada universidad, en las distintas carreras, sin embargo, para optar a esta opción el alumno deberá estar preinscrito.
Por otra parte, el crecimiento de la matrícula en el sub sector de la educación secundaria (al igual que preescolar y primaria) es también notoria durante el periodo de estudio (Grafico 3.5).
Gráfico 3.5
Matrícula Total de La Educación Secundaria
(1950-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
En tanto que para el año 1950, donde no existían tantas escuelas secundarias como ahora, el número de inscritos para ese año fue de 26.954 jóvenes, lo cual representó un 0,5% de la población total, es decir, menos del 1% de la población para ese año, este resultado indica que para 1950 el 10% de la población total estudiaba primaria y sólo el 0,5% realizaba estudios de secundaria. A comienzos del periodo democrático estas tendencias empiezan a incrementarse, debido al aumento del número de escuelas a nivel nacional, tanto que para 1960 la matrícula de educación secundaria fue de 127.198 jóvenes representando un 1,6% de la población total, esto implica que desde 1958, alrededor de 50.000 jóvenes iniciaron estudios de secundaria en solo 3 años.
Cabe señalar, que debido al crecimiento de la matrícula en los años 60 y al aumento del número de instituciones educativas para el mismo periodo, la misma se ubicó para principios de los años 80 en 820.660 alumnos inscritos, representando un 5,4% de la población total, es decir, el número de jóvenes que iniciaron estudios secundarios entre 1960 y 1980 fue de casi 700.000 jóvenes, representando un aumento interanual del 10% respectivamente en 20 años. Es importante tener en cuenta, que al igual que en primaria, la deserción a este nivel se hace latente para la primera mitad de la década de los años 80, y puede apreciarse claramente un crecimiento muy lento hasta finales de los años 90 y una recuperación a principios del 2000.
Es por ello que la tasa de crecimiento interanual de la matrícula de educación secundaria (Grafico 3.6) se ha incrementado en los últimos 52 años en 9% aproximadamente, y el crecimiento más notorio ocurrió a finales de la década de los años 50 y en la primera mitad de los años 60, donde la tasa de crecimiento promedio interanual fue del 17,54% en ese intervalo de años. Debe resaltarse el hecho de que dicha tasa fue la más alta registrada hasta ahora para este nivel educativo.
Gráfico 3.6
Tasa de Crecimiento Interanual de los Matriculados en
Educación Secundaria
(1950-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
Posteriormente, se puede apreciar una disminución de dicha tasa en la segunda mitad de la década de los años 60 ubicándose en 9% aproximadamente. En el resto de los años, desde principios de los años 70 hasta las puertas del 2002, la tasa de crecimiento promedio interanual de los inscritos en la educación secundaria disminuyó en 5% aproximadamente y se mantuvo más o menos estable a excepción de una leve recuperación en el periodo 70-84 donde la tasa de crecimiento interanual fue en promedio 7%, pero esta recuperación significó un efecto compensación, ya que las tasas fueron negativas para los años 73, 79 y 80 (ver Gráfico 3.6), ubicándose en un 8% en promedio, lo que implica una disminución en términos reales de 1% en la tasa de crecimiento, cifra que no parece indicar tanta gravedad en la evolución de la educación secundaria para el periodo 70-84.
III.2.4.- Educación Superior
Es importante destacar, que como consecuencia del auge petrolero de la década de los años cincuenta la educación en Venezuela no era considerada como una prioridad para el gobierno, debido a que para la época las necesidades de mano de obra calificada eran solucionadas con la inmigración europea de empleados técnicos y profesionales. Cabe señalar que para 1950, en Venezuela existían únicamente 3 universidades, la Central, la de los Andes y la del Zulia, debido a que en el periodo de dictadura los estudiantes universitarios eran los principales opositores del gobierno. (Ver Morles et al, 2000).
Por otra parte, con el levantamiento de la democracia en 1958, nace la autonomía del sector universitario, y el auge de las mismas, además, del aumento de la renta petrolera y de la implantación del modelo de sustitución de importaciones, el cual permitió un rápido crecimiento de las instituciones que impartían la educación superior (ver Sierra, 2004). Sin embargo, este incremento de instituciones no ha garantizado el aumento de la calidad sino más bien todo lo contrario, ya que proliferaban las instituciones que no reunían los requisitos mínimos para un trabajo académico digno de considerarse en ese nivel superior. (Ver Tunnermann, 2000).
Cabe señalar, que para 1970, se poseían aproximadamente 12 instituciones, de las cuales 9 eran públicas (ver Sierra, 2004). Sin embargo para ese mismo año, se implementó una reforma en la Ley de Universidades que tuvo como principal propósito tener un mayor control por parte del gobierno sobre las universidades, tanto en lo académico, administrativo y financiero entre otros. En ella se le confiere más poder al Consejo Nacional de Universidades (CNU), otorgándole nuevas funciones en lo concerniente a responsabilidades normativas y la distribución del presupuesto de las universidades públicas, además se crea la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) como organismo se asesoría técnica del CNU en cuanto a la programación de las mismas (ver Morles et al, 2000).
Finalmente en 1980 existían 62 instituciones aproximadamente, de las cuales 13 eran universidades públicas (ver Sierra, 2004), además en ese año el Congreso Nacional aprueba una Ley Orgánica de Educación más avanzada, con el fin de reorientar el desarrollo de este sector e introduce nuevos elementos que servirían para sistematizar la heterogeneidad institucional presente en la época. (Ver Morles et al, 2000)
Por otra parte, con relación al subsistema de educación superior, las cifras muestran un incremento acelerado en el tamaño de la matrícula a finales de los años 50 y este se acentúa a principios de los años 70 (Gráfico 3.7). En tanto que para la década de los años 50 el número de inscritos en las universidades totalizó 22.000 alumnos aproximadamente, lo cual representó sólo el 0,3% de la población total, este registro aumentó en 85.000 alumnos universitarios inscritos para los años 70, un 0,8% de la población total, 300.000 en los años 80 (2,4% de la población para ese año), luego se duplica en los años 90 a 600.000 alumnos inscritos aproximadamente representando un 3% de la población total y finalmente para el 2002 la cifra asciende a casi 900.000 estudiantes universitarios inscritos en el sistema, lo que significa un 4% aproximadamente de los 23 millones de habitantes que se encuentran en el país.
Gráfico 3.7
Matrícula Total de La Educación Superior
(1950-2002)
Fuente: Ministerio de Educación (M.E.) y Elaboración Propia
Vale la pena destacar, que este incremento de la matricula en la educación superior vino acompañado, por la inserción de la mujer en este sector durante las últimas tres décadas, sobre todo en áreas de conocimiento que antes eran dominadas por el hombre, entre las cuales destacan, las Ciencias sociales, Las Ciencias de la Educación, aunque en menor medida también destaca la incorporación de la mujer en el área de ingeniería, arquitectura y Tecnología (ver Sierra, 2004)
Por otra parte, en lo que respecta a la tasa de crecimiento interanual de la matrícula en la educación superior (Gráfico 3.8), ésta demuestra que en promedio el sistema ha crecido a una tasa del 15% los últimos 52 años, cifra bastante alta para los acontecimientos pocos positivos por los que ha trascurrido este nivel educativo desde la década de los años 50 hasta ahora. En este marco, se observa que la tasa de crecimiento interanual más pronunciada de la matrícula universitaria se presenta a mediados de los años 50 ubicándose en un promedio de 38,6% anual, tasa que es muy faborable a pesar de que en el país existían apenas tres universidades, y este sector no estaba en su máximo desarrollo,
Del mismo modo, se puede observar que dicha tasa presenta una clara disminución desde principios de los años 60 hasta una recuperación observada en la primera mitad de los años 70, la tasa de crecimiento promedio interanual para ese periodo se ubicó en 13,19%. Cabe señalar, que durante los años 70 esta tasa de crecimiento aumentó 3 puntos en comparación con la arrojada a finales de los 60, ubicándose en casi 16% para esos años. Luego disminuye nuevamente a principios de los 80 manteniéndose más o menos estable hasta finales del año 2000 teniendo ésta un valor promedio de crecimiento interanual del 5%. Para el año 2002 esta tasa se recupera 5 puntos y cierra el ciclo con una tasa de crecimiento promedio del 10% en solo 2 años[9]
La desaceleración en la matrícula de educación superior a partir de los años 80, puede ser explicada por diversos motivos. Primero por el hecho de que el crecimiento de la matrícula llega a su tope de máximo crecimiento en el año 73 (23%). Por otra parte, hay que señalar la situación por la que atravesó el país y en general América Latina durante la década de los años 80, la cual fue denominada por algunos autores como la "década perdida" en todos los aspectos.
Gráfico 3.8
Tasa de Crecimiento Interanual de los Matriculados en
Educación Superior
(1950-2002)
Fuente: M.E. y Elaboración Propia
A modo de resumen la evolución de la educación en Venezuela ha tenido sus efectos positivos y negativos, pero dicho comportamiento no es de extrañarse si recordamos que los cambios en el sistema educativo venezolano han sido muy lentos, y aunado a esto a través de nuestra historia contemporánea hemos experimentado cambios dramáticos en el crecimiento poblacional, en la tecnología, y la economía en general, por lo tanto, no es de extrañarse los efectos observados en las tasas matriculares de los diferentes niveles educativos, las cuales se deben fundamentalmente a una serie de ineficiencias que se han hecho más evidentes con la actual crisis económica por la cual atraviesa el país, además, de la disminución de los recursos económicos que antes hacían posible disimular tales ineficiencias, entre las cuales destacan: la falta de capacitación docente en los diferentes niveles educativos, la baja calidad de los servicios que ofrecen las instituciones públicas, entre otras. (Ver Duplá, 1997).
Por otro lado, es importante acotar que ha habido un avance significativo en la incorporación de la mujer, en todos los estratos del sistema educativo y en especial al de la educación superior, por ello en los últimos años se ha observado una gran inclusión en la matrícula universitaria de la mujer, lo cual se evidencia en que las mismas forman parte en muchas carreras universitarias, compitiendo abiertamente en el mercado laboral con los hombres (ver Kliksberg, 2002).
Por consiguiente, la mujer venezolana ha incrementado de manera notable su participación en el mercado laboral, ello se debe por un lado, al aumento de la necesidad que ha tenido la mujer de obtener ingresos adicionales para el mantenimiento de su hogar, o colaboración al mismo, y por el otro al incremento del número de hogares donde la madre es la jefe del mismo. De tal manera, que estos acontecimientos han aportado al establecimiento de un nuevo patrón, donde la participación de la mujer venezolana en la actividad económica del país ha venido incrementándose, aunado a esto, hay que acotar la crisis económica que ha azotado al país desde 1980 hasta nuestros días, lo cual ha venido presionando a las mujeres, a tal punto que las mismas en la búsqueda de una solución se ven en la necesidad de conseguir un trabajo, que les permita alcanzar un nivel que en algunos casos, llega a la subsistencia, de ellas y de su familia. (ver Cacique, 2000).
III.3.- Construcción de las series de Stock de Capital Humano para el sistema educativo en venezuela (1950-2002).
En el capitulo II de este trabajo se revisaron los distintos enfoques existentes en la actual literatura de crecimiento económico referente a la metodología de medición del capital humano, variable que según la teoría económica presenta un carácter más cualitativo que cuantitativo (ver e.g. Romer, 1990), y que además ha sido objeto de serias discusiones en la ciencia económica por su dificultad de ser medido, ya que existen paradigmas de carácter ideológico que restringen el uso de la misma como norma estándar a nivel mundial, pero a pesar de ello, la misma ha sido cuantificada de forma aproximada en muchas maneras.
Las series que miden el stock de capital humano existentes hasta ahora en muchos trabajos de investigación, han permitido desarrollar una amplia discusión en la literatura referente al capital humano, debido a los posibles errores de medición que puedan tener las fuentes de datos educativas, (además de otros componentes que determinan de forma crucial al capital humano) ya que el mismo representa uno de los componentes mas significativos de la formación de capital humano. Este tipo de discusiones pueden estar respaldadas en De la Fuente y Doménech (2001), y De la Fuente (2002).
Estos investigadores en particular, sugieren que es muy importante acabar con los errores de medición que generan una subvaloración del impacto que el capital humano ejerce sobre la productividad en el largo plazo, además la mayor parte de las bases de datos de los diferentes países sobre escolarización contienen cantidad substancial de ruido, atribuible a la inconsistencia de las datas primarias utilizadas para la construcción de los mismos, el cual ocasiona sesgos o "ruidos" que tienden a empañar la relación entre las variables de interés y a su vez originan la presencia de variabilidad espuria en el cálculo del stock de capital humano que no corresponde a cambios proporcionales con el nivel de productividad (ver De la Fuente et al, 2001).
Otra de las razones que limitan el uso de series de capital humano, además de los errores que se pueden encontrar en las series de escolarización, es el hecho de que en la ciencia económica existe una dificultad inherente de encontrar un enfoque solidó para medir el capital propiamente dicho y de igual forma para expresar un valor real que mida el capital humano presente en la población de cualquier país del mundo.
Esta controversia se relaciona al hecho de que en la practica, determinar un valor cuantitativo para el capital humano, que sea comparable a través de los países, representa una limitación notoria puesto que existen factores económicos y sociales entre los países que determinan de distintas maneras, los niveles de capital humano en las personas. Estas controversias en su mayor parte se centran en ideologías teóricas, muchas veces sin lógica ni razón sostenible, pero no se puede negar sin duda alguna que muchas de ellas son valederas y de igual forma importantes (ver Jones, 1979).
Un ejemplo de ello se centra en la idea de que el capital humano, para las distintas practicas econométricas, es medido a través de otros factores cruciales para su determinación, además de la escolaridad realizada. Entre los mas utilizados en estudios de esta categoría, se encuentran por ejemplo los trabajo de Barro (2001,2002) donde el capital humano, en su forma de logro educativo, es medido a través de la cantidad de educación y de la calidad de la misma. Asimismo, la salud es considerada en diversos estudios empíricos como un componente crucial que determina los niveles de capital humano, así como la experiencia laboral y otros indicadores de suma importancia[10](ver e.g. Bloom et al, 2004).
El argumento defensivo de omitir estas restricciones, en muchos de los casos, se refiere que para llevar a cabo la medición del impacto que pudiera tener el capital humano sobre la tasa de crecimiento de la economía, es necesaria la información o datos estadísticos que puedan medir de forma cuantitativa las distintas variables que determinan en el fondo los niveles de capital humano en la población. Uno de los problemas notorios que se presentan con regularidad en este tipo de estudios, es la falta de datos estadísticos que pudieran enriquecer la confiabilidad de trabajar con datos de capital humano.
Para ello en este trabajo se tiene como objetivo primordial, realizar un primer intento de construcción de series de stock de capital humano en Venezuela para el sector educativo en sus tres niveles, medido a través de la cantidad de educación presente en la población. Es importante destacar que existe la posibilidad de considerar otros componentes para el calculo de estas series, como lo son la calidad de la educación, la salud y la experiencia laboral, entre otros ya mencionados anteriormente. Pero por razones de tiempo y falta de datos estadísticos, el presente trabajo no incluye estos componentes. En tanto, que el uso de estas series para nuevas investigaciones deben considerar las limitaciones expresadas de las mismas en esta investigación.
La metodología que se aplicará en este trabajo parte de los postulados más simples que se pueden encontrar en la literatura económica, puesto que el horizonte trazado en este estudio no pretende abarcar los posibles problemas existentes en los datos primarios sobre escolaridad en Venezuela, y adicional a ello la falta de datos estadísticos en el país, restringe la utilización de otros indicadores. Es importante aclarar, que los resultados obtenidos en este trabajo sobre las series de stock de capital humano, los cuales se explicarán a continuación, no son comparables con otras fuentes o trabajos publicados, debido a la ausencia de antecedentes en Venezuela, de estudios que relacionen una estimación semejante con la presentada en esta investigación, esto sugiere que si se presentan errores de medición semejante a los planteados por De la Fuente (2002), se evitará juzgar en todo sentido la fiabilidad de los datos primarios publicados por las fuentes educativas oficiales a nivel nacional y no se investigaran sus posibles errores de cálculo.
El fin último será contrastar a nivel empírico (Capitulo IV) la posible relación en el largo plazo de estas series de stock de capital humano construidas, con la evolución del crecimiento económico en Venezuela en los últimos 50 años.
III.3.1.- Stock de Capital Humano para la Educación Primaria y Secundaria.
Antes de entrar de lleno en el cálculo propiamente dicho del stock de capital humano para la educación primaria y secundaria, es importante introducir la idea principal de nuestro enfoque. La metodología utilizada en este trabajo para calcular series de stock de capital humano parte del simple significado de acumulación de capital físico. En términos generales la acumulación de capital se refiere al crecimiento de las existencias de capital desde sus dotaciones iniciales hasta cierto periodo de tiempo[11]
El modelo neoclásico del crecimiento económico sugiere que si un país determinado presenta niveles bajos de stock de capital físico en el periodo t, la constante acumulación de capital físico, traducido en altos niveles de inversión, impulsará la tasa de crecimiento de la producción conduciendo de esta manera al país a una senda de crecimiento económico de largo plazo (ver Solow, 1956; 1957). En base a esto, la ecuación que representa la acumulación de capital físico se expresa de la siguiente manera:
En este marco, lo que se pretende hacer para calcular el stock de capital humano en cada nivel de sistema educativo, es una adaptación semejante a lo planteado en la ecuación (1). Por consiguiente el indicador representará entonces la población existente en el país para el periodo t que presenta cierto nivel educativo logrado o aprobado. En otras palabras, lo que nuestro stock pretende medir es aquella parte de la población total que presenta un nivel educativo determinado ya alcanzado (medido en N° de personas).
En este sentido nuestra ecuación quedaría expresada de la siguiente manera:
Una vez expresada la ecuación matemática que se utilizará para el cálculo de las series de stock de capital humano. Procederemos a explicar cuales fueron los datos primarios de escolaridad que se utilizaron para darle significado real a los componentes de la ecuación (2).
Para calcular el Stock de Capital Humano en la Educación Primaria, se partió de la siguiente ecuación:
Como nuestro objetivo es construir la serie partiendo desde el año 1950 hasta el 2002, el valor mas exacto que nos permite representar el stock inicial de niños y jóvenes con la escuela primaria aprobada en Venezuela, son los datos correspondientes a los censos de población y vivienda que se realizan cada 10 años a nivel nacional, suministrados por la Oficina Central de Estadística e informática (OCEI)[12]. Esto implica que el valor inicial serian los registros de personas que declaran tener aprobada la educación primaria para el censo de población y vivienda de 1950[13]
S(t): representan las salidas, es decir el (%) de defunciones que pueden ocurrir anualmente en este nivel. Para medir esta variable se tomo la serie de defunciones totales desde 1950-2002 suministrada por la OCEI y se dividió entre la población total para cada año, obteniendo un porcentaje de defunciones que posteriormente se le aplica al stock de CH bruto y de este modo se obtiene la cifra en términos netos.
EGR(t): representan las entradas al sistema de los niños y jóvenes que aprueban o egresan de la educación primaria anualmente. Para esta variable se puso un particular empeño en la presente investigación, de construir una serie aproximada para los niños y jóvenes que egresan de la educación primaria anualmente, esto por el hecho de que las series de N° de graduados en los niveles de primaria y secundaria anuales no se encuentran publicadas en las distintas fuentes emitidas por el Ministerio de Educación (M.E.)[14]. Es por esto que a continuación se explicará a grosso modo la metodología de cálculo utilizada para estimar los egresados en la educación primaria y la misma servirá para calcular los egresados en la educación secundaria[15]
Egresos: para el cálculo de esta variable se partió de la siguiente ecuación:
El resultado que arroja la segunda componente de la ecuación 5 (76.954) encierra el resultado de tres variables fundamentales:
1) Los posibles alumnos repitientes del 6° grado de primaria para el periodo lectivo 2000/2001.
2) Los posibles desertores que abandonaron la escuela durante el periodo lectivo 2000/2001 del 6° grado de primaria y aquellos que la abandonan después de aprobar el 6° en el mismo periodo, es decir que no continua en el 7° grado de la educación secundaria para el periodo 2001/2002.
3) Y por último, los posibles niños y jóvenes que se reincorporan y se inscriben en el 7° grado del periodo lectivo 2001/2002 que en algún momento también aprobaron el 6° grado, y que por lógica también se consideran egresados de la educación primaria pero no son tomados para el calculo ya que no representan la corte que sigue una prosecución escolar.
Por deducción simple, se plantea que si este resultado es restado nuevamente a M.I.(2000/01)(6°) que representa el primer componente de la ecuación 5, se recogerían de forma exacta los graduados (o aquellos que aprobaron el 6° grado en el periodo 2000/2001) del año 2001. Por lo tanto, y según lo explicado anteriormente, 412.645 niños y jóvenes aproximadamente, aprobaron la educación primaria en el año 2001. Esta cifra representa las entradas en la ecuación 3 la cual permite realizar el cálculo del stock de capital humano en la educación primaria. Cabe destacar que dicho cálculo se realizó para cada año, es decir se cálculo la serie completa de graduados en educación primaria desde 1950 hasta el 2002, los resultados de las estimaciones se encuentran en el Apéndice de este mismo trabajo.
En tanto una vez explicado esto, ya se tienen los 3 componentes necesarios para calcular el stock de capital humano en la educación primaria, expresado mediante la ecuación 3:
El comportamiento de este indicador expresa que para la educación primaria el stock de capital humano muestra un crecimiento acelerado durante la década de los años 50, la máxima tasa se observa a principios de los 60, un 20% aproximadamente, pero a partir de esta década se aprecia que la evolución de esta tasa disminuye lentamente, aunque no se registran tasas negativas en todo el periodo, es notable observar que la acumulación de capital humano para la educación primaria se ha incrementado hasta nuestros días de forma menos que proporcional y sin ningún indicio de recuperación de las tasas observada para los años 50, tanto así que la tasa de crecimiento promedio interanual para la década de los años 50 y principios de los 60 se ubica en aproximadamente 14%, mientras que en el restante de los años hasta el 2002 la tasa promedio de variación interanual descendió a 8%, disminución bastante significativa para encerrar un periodo tan largo de casi 40 años (ver Apéndice Gráfico).
Por otro lado, para calcular el Stock de Capital Humano en la Educación Secundaria, nos basamos en la misma hipótesis expresada en la ecuación 2, y la misma permitió derivar la siguiente expresión:
La diferencia en el cálculo de los egresados en este nivel radica en el hecho de que dicha aproximación pudo ser posible solo hasta el 4to año del ciclo diversificado y profesional, los motivos de este corte de nivel se debe a los siguientes aspectos:
1) La educación secundaria en Venezuela esta dividida en dos tipos de escuelas, las primeras son las convencionales donde se imparte la educación secundaria en 5 años y la menciones de estudio son de "Bachiller".
2) Las segundas son las escuelas técnicas y la duración de estudio es en promedio 6 años y las menciones varían dependiendo de la especialidad, las mas usual es la mención "Técnico Medio".
Esto nos permite inferir lo siguiente; la gran mayoría de la población que culmina los estudios secundarios lo hace en las escuelas convencionales, es decir, aquellas que tienen una duración de estudio de 5 años, mientras que una proporción muy baja de la población extiende sus estudios a 6 años en las escuelas técnicas. Con esto queremos especificar que no es posible estimar los egresados de la educación secundaria mediante el enfoque planteado en este trabajo, puesto que necesitaríamos las matriculas de alumnos inscritos en el 1 año de la educación superior, dato que también fue imposible de encontrar por razones de tiempo en este trabajo de grado. Pero de ser así, el cálculo se estaría realizando de forma errada, puesto que en Venezuela existe evidencia que confirma, que no todos los que se gradúan en la educación secundaria continúan estudios en la educación superior. La medida mas exacta seria entonces, obtener todos los registros de títulos de bachiller y los títulos de la mención técnico medio emitidos por el Ministerio de Educación, pero esto se escapa de los objetivos propuestos en este trabajo.
En base a lo anterior, el cálculo de los egresados se hizo tomando las matriculas iniciales del 4to y 5to año del ciclo diversificado y profesional en todas las menciones, para obtener de este modo la población que tiene aprobado el 4to año del ciclo diversificado y profesional y que se encuentra próximo a culminar la escolaridad completa. Si bien es cierto, este cálculo no mide con exactitud la escolaridad completa para el nivel secundario de estudio, al menos recoge la población total que está próxima a graduarse en todas las menciones consideradas en este nivel.
Este sesgo puede ser respaldado si se trabaja bajo el supuesto de que, en Venezuela, la probabilidad de que un estudiante del 4to año del ciclo diversificado y profesional no culmine la totalidad de los estudios secundarios es muy baja, ya que el mismo culminará los estudios, bien sea en las escuelas convencionales o técnicas en los 5 o 6 años respectivamente o bien en las modalidades educativas especiales como lo son los para-sistemas y la modalidad de educación de adultos.
Es por ello, que en este trabajo de grado, el cálculo del stock de capital humano para la educación secundaria aproxima, en cierta manera, la porción de población que tiene la escolaridad secundaria realizada o alcanzada. Para efectos de medir el capital humano de la población en este nivel educativo, dicho cálculo no sugiere mucho margen de error.
A manera de conclusión se tiene, que el stock de capital humano para la educación secundaria se calculará utilizando la ecuación 6.
A modo de análisis los resultados del calculo de esta serie reflejan que la educación secundaria presenta un comportamiento similar a la primaria, en tanto que la tasa de crecimiento es pronunciada durante la década de los años 50 y se estanca levemente durante los 60, alcanzando su máximo a principios de los años 70 y posteriormente se observa una notable disminución en la velocidad del crecimiento, tampoco se registran tasas negativas durante todo el periodo pero es importante analizar que tanto para la educación primaria como la secundaria no presentan tendencias de recuperación para las tasas alcanzadas durante los años 50 y 60.
Una de las razones que fundamentan este descenso en los niveles de educación primaria y secundaria se encuentran relacionada a las distintas reformas educativas por las cuales ha trascurrido el sistema en estos niveles, los datos estimados pudieran reflejar de una forma mas clara los resultados de la aplicación de estas políticas educativas. Generalmente la inversión en educación es evaluada a través de los incrementos en la tasa de matricula escolar, a nuestro juicio, analizar la tasa de retorno de las inversiones en educación a través del análisis de la evolución de los inscritos en las escuelas primarias y secundaria no representa el mejor indicador de eficiencia para estas inversiones, puesto que expresan solamente las entradas al sistema educativo que representan un logro solo en el corto plazo, la mejor forma de ver si las reformas educativas implementadas, han sido favorables para el sistema educativo venezolano, no solo en el corto plazo sino en el largo plazo, es observar cuanto de esos matriculados han culminado la escolaridad primaria y secundaria, sin descartar por supuesto la utilización de otros indicadores de logro educativo, como la evolución en la calidad de la educación y las condiciones de salud que pudieran complementar en cierto modo el presente análisis.
III.3.1.- Stock de Capital Humano para la Educación Superior.
Para realizar el cálculo del stock de capital humano en la educación superior, se parte de igual modo de la ecuación general N° 2, en tanto que la adaptación de variables en este sector originan por lo tanto la siguiente ecuación para el sector universitario:
Para medir esta variable se tomo la serie de defunciones totales desde 1950-2002 suministrada por la OCEI y se dividió entre la población total para cada año, obteniendo un porcentaje de defunciones que posteriormente se le aplica al stock de CH bruto y de este modo se obtiene la cifra en términos netos.
EGR(t): representan las entradas o el flujo de personas que egresan anualmente de la educación superior y pasan a formar parte del stock de titulados universitarios residentes en el país. A diferencia de la educación primaria y secundaria, los datos de egresados de la educación superior si están disponibles en las publicaciones anuales del Ministerio de Educación, pero estos datos a pesar de disponerse en series largas, presentan problemas de omisión de datos característicos en este nivel.
Se tiene conocimiento que desde 1870, el Ministerio de Educación es el principal ente gubernamental encargado de publicar todos los datos correspondientes al sector educativo en Venezuela, dichos datos son tabulados y publicados a partir de los informes anuales que emite cada zona escolar y cada institución del sector universitario (entiéndase Universidades, Institutos Universitarios, Pedagógicos, Colegios Universitarios, etc.), los datos del sector universitario con regularidad presentan fallas de omisión y son publicados independientemente de ellos, ya que el Ministerio de Educación solo se encarga de publicar lo que suministra anualmente el sector universitario[16]A partir de 1970 se crea la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), esta Institución pasa a ser el ente gubernamental encargado de tabular toda la información relativa al sector universitario.
Debido a esta característica, se procedió entonces a compilar los datos sobre egresados del sector universitario suministrados por el Ministerio de Educación y posteriormente los publicados en los informes estadísticos de la OPSU. Al comparar estos resultados se corroboró la existencia de notables diferencias entre los datos de un mismo año. La misma fuente (OPSU) declara que estos datos son corregidos anualmente puesto que son informes que provienen del sector universitario y muchas veces dichos datos, para el año de la publicación, no están completos y a medida de que estos son corregidos se publican en ediciones posteriores con los respectivos arreglos.Una vez entendido el problema de estas series, para efectos de esta investigación se estimaron dos series de stock de capital humano para la educación superior, una en base a los datos primarios obtenidos de los anuarios estadísticos del Ministerio de Educación, y otra serie utilizando los datos posteriormente corregidos por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU). En tanto dicho calculo quedara expresado en las siguientes ecuaciones:
Para medir esta variable se tomo la serie de defunciones totales desde 1950-2002 suministrada por la OCEI y se dividió entre la población total para cada año, obteniendo un porcentaje de defunciones que posteriormente se le aplica al stock de CH bruto y de este modo se obtiene la cifra en términos netos.
EGR(t): representan las entradas o el flujo de personas que egresan anualmente de la educación superior y pasan a formar parte del stock de titulados universitarios residentes en el país, los datos son suministrados por el M.E.
EGRc(t): representan las entradas o el flujo de personas que egresan anualmente de la educación superior y pasan a formar parte del stock de titulados universitarios residentes en el país, los datos son suministrados y corregidos por la OPSU. De igual manera, los resultados de las estimaciones se encuentran en el Apéndice de este mismo trabajo.
Un sondeo de estos resultados[17]indica que el comportamiento de la educación superior en comparación con la primaria y la secundaria es totalmente distinto puesto que la tasa de variación interanual muestra un crecimiento sostenido desde los años 50 hasta finales de los años 70 este crecimiento coincide con la expansión de las instituciones de educación superior registradas en ese periodo, el máximo crecimiento se logra en el año 73, a partir de allí la tasa empieza a decrecer con leves recuperaciones en los 80 y en los 90.
Una limitación presente en las series de capital humano calculadas para la educación superior, se refiere a la omisión de otras variables relevantes, que permiten en cierta forma depurar los posibles errores que se generan en esta serie, entre las cuales tenemos por ejemplo, la existencia de personas con dos títulos universitarios en Venezuela, que egresaron de dos carreras distintas durante el periodo de estudio. Esta característica puede generar el fenómeno de la doble contabilización que pudiera empañar los resultados esperados por esta variable. Otro factor clave puede referirse al fenómeno de la migración de profesionales venezolanos, fenómeno que se hizo notar de forma significativa a principios de los años 80 (ver De la Vega, 2003). Estas migraciones representan una salida en el stock de KH en la educación superior, ya que al establecerse dicha población en otros países, dejarían de aportar al crecimiento económico en Venezuela. Adicional a ello otra de las salidas pudiera traducirse como aquella porción de la población con estudios universitarios que se encuentra jubilada y sale del sistema, puesto que ya no aporta a la producción de manera activa. Todas estas variables son de suma importancia para depurar esta serie y obtener de esta manera, un stock de capital humano mas representativo del sector universitario en Venezuela, pero la falta de datos estadísticos de estas variables restringen el uso de las mismas para la metodología planteada en este trabajo.
"…La teoría considera un cuerpo de hipótesis sustantivas y esta ha de juzgarse por su poder de predicción respecto a la clase de fenómenos que intenta . Únicamente la evidencia
empírica puede mostrar si es como valida o ."
Milton Friedman (1953) *
CAPITULO IV
iV.1.- Introducción
Los modelos presentados en este capitulo son utilizados para medir la evolución del producto interno bruto en Venezuela considerando la inclusión del stock de capital humano en los tres niveles de la educación en Venezuela, éstos se encuentran basados en simplificaciones econométricas de la teoría neoclásica del crecimiento económico. Es importante aclarar que no todos los modelos estimados en esta investigación siguen las bases de una función de producción neoclásica, puesto que entre las variables explicatorias estará presente la Formación Bruta de Capital Fijo para algunos casos, y como se sabe ésta variable no entra en una función de producción neoclásica, debido a que no representa un factor de producción, se sabe que el stock de capital fijo es la variable por excelencia en una función de producción y la formación bruta de capital fijo representa el flujo de la misma, es decir, la tasa de crecimiento del stock de capital fijo.
Para las estimaciones econométricas se utilizó una metodología moderna, la cual gira en torno al análisis de cointegración, y al mecanismo de corrección de errores (MCE), método propuesto por primera vez por Sargan (1984) y posteriormente desarrollado por Engle y Granger (1987)[18].
El método de cointegración tiene como propósito determinar si una regresión de variables en niveles, que no son estacionarias, generan un error que se comporta de manera estacionaria. Esto se debe a que la evolución temporal de las variables es, en gran medida común, o que las tendencias de las variables se compensan exactamente para dar una combinación lineal estacionaria. Por esto se dice, que al tratar series cointegradas, se esta refiriendo claramente a una relación que tiene un comportamiento estable en el Largo plazo (ver e.g. Gujarati, 2003).
Existen varias alternativas para determinar la presencia de relaciones a largo plazo entre las variables, entre estas se encuentran: el mecanismo de corrección de errores de Engle y Granger (1987), Johansen (1988).
El procedimiento de Engle y Granger (1987) que se utilizará en esta investigación, consiste en una estimación de dos pasos donde la técnica de cointegración es estimada en una relación estática. El primer paso consiste en que si dos series son no estacionarias en sus niveles, pero si lo son en sus primeras diferencias, se dice que la serie es integrada de tipo 1 (I(1)). Al realizar la estimación con variables de este tipo por el usual método de MCO, generalmente para series de periodos largos, los resultados econométricos pueden arrojar buenos indicadores (R2 altos, buena significancia de los parámetros, etc), aunque a priori se supusiera que no existe ninguna relación entre las variables, en este caso se estaría tratando de regresiones de tipo espurias. El mejor indicador practico para detectar posibles regresiones espurias en esta etapa, lo propuso Granger y Newbold donde plantean que si el coeficiente "d" de Durbin-Watson es mas bajo que el R2 (R2>d) entonces se sospecharía de posibles regresiones espurias.
En base a esto Engle y Granger (1987) plantean que a pesar de las posibles sospechas espurias de las regresiones, si se logra comprobar que los errores de estimación de los modelos con variables de tipo I(1) en niveles, tienen un comportamiento estacionario, se dice que las variables tienen tendencias estocásticas pero que su combinación lineal, es decir los errores de estimación, son I(0) es decir estacionarias, por lo que ambas variables pueden estar cointegradas, esto se puede traducir en que las variables presentan una relación de equilibrio a largo plazo.
La segunda etapa de estimación, sugiere que es posible obtener una especificación dinámica de corto plazo, que sea compatible con la relación de equilibrio en el largo plazo. Para esto, se emplea el mecanismo de corrección de errores, el cual representa una aproximación más común de las situaciones donde se desea incorporar la teoría económica del largo plazo con los desequilibrios en el corto plazo. Las estimaciones en esta etapa se llevan a cabo utilizando las variables en su primera diferencia, adicional a ello se introduce una nueva variable, los residuos del modelo estimado en niveles, o mejor llamado "error de equilibrio", estadísticamente lo que se pretende explicar es que los errores estimados en niveles, corrigen los desequilibrios que pudieran ocurrir en la primera etapa de estimación, estas pruebas funcionan independientemente una de la otra, por lo tanto si el coeficiente estimado de los residuos se acerca al valor uno, se corrobora la existencia de cointegración en esta etapa, puesto que los ajustes de las series son mas rápidos ante cambios estructurales y se pueden llegar a observar mejor en una especificación de corto plazo, ya que, el largo plazo no captura de forma precisa los cambios que pudieran causarse sobre las series en el corto plazo.
Los modelos utilizados en este trabajo son de tipo exponencial pero pueden transformarse en un modelo lineal mediante el cambio de variable, es decir, trabajando a cada variable en su logaritmo. Esta modificación tiene la ventaja de que los parámetros de las variables son aproximaciones de las elasticidades y además permite evitar el problema de la heterocedasticidad y la no estacionariedad de la variables en estudio.
Las variables utilizadas en la estimación son las siguientes: como indicador de crecimiento económico se tomo el producto interno bruto (PIB) real así como el producto interno bruto real no petrolero (PIBNP)[19], como indicadores de acumulación de capital bruto fijo, se tomo el stock de capital bruto total real (K) y no petrolero real (KNP) así como la formación bruta de capital fijo total real (I) y la no petrolera real (INP), como indicadores de la fuerza laboral se utilizo la población económicamente activa (PEA) y sus PROXIS como lo son la población total (PT) y la población ocupada total (PO) además de la población ocupada en el sector no petrolero (PONP), y por ultimo como indicador de capital humano se utilizaron las series de stock de capital humano para la educación primaria, secundaria y superior (HPRI, HSE, HSU1 Y HSU2 respectivamente) construidas en esta misma investigación.
En tales variables se observo una clara tendencia creciente a lo largo del tiempo, lo cual refleja la no estacionariedad de las variables objeto de análisis, esto se debe a la existencia de raíces unitarias (no estacionariedad) en la estructura estocástica de las mismas.
Las ecuaciones a utilizar parten en un primer intento de una función de producción neoclásica, en un segundo paso se planteara una ecuación mas informal donde se incluye la formación bruta de capital fijo, en tanto que la estructura de las mismas queda de la siguiente manera:
LPIB = f (LK, LT, LHT)
LPIBNP = f (LKNP, LT, LHT)
LPIB = f (LI, LT, LHT)
LPIBNP = f (LINP, LT, LHT)
Donde:
LPIB: representa el logaritmo del PIB real
LPIBNP: representa el logaritmo del PIB real no petrolero
LK: representa el logaritmo de K real
LKNP: representa el logaritmo del KNP real
LI: representa el logaritmo de la I real
LINP: representa el logaritmo de la I no petrolera real
LHT: representa el logaritmo del stock de capital humano agregado y en sus tres derivaciones: primaria, secundaria y superior[20]
Desde el punto de vista de la teoría económica se espera que tanto K, I, T y H presenten elasticidades mayores que cero, puesto que ante incrementos en los niveles de inversión, stock de capital fijo, fuerza laboral y el stock de capital humano, los niveles de producto (PIB) serán mayores y por ende su tasa de crecimiento.
IV.2.- resultados empiricos
El primer paso a considerar en este análisis es la revisión de la estacionariedad de las variables en estudio, utilizando el análisis de las autocorrelaciones de la variable en función de sus rezagos y el test de Dickey-Fuller Aumentado. Estudios empíricos han demostrado que la mayoría de las series económicas muestran una tendencia, creciente o decreciente, en su comportamiento a lo largo de los años. El componente tendencial de las series económicas puede ocasionar importantes dificultades desde el punto de vista del análisis de regresión, estas dificultades están referidas al tema de la regresión espúrea (explicada anteriormente) donde se considera que series no estacionarias aparentan estar altamente correlacionadas cuando de hecho no existe verdadera relación entre ellas.
Una serie es estacionaria cuando su distribución de probabilidad no depende del tiempo. Esto implica que a pesar de sus oscilaciones la serie tiende a converger a un valor medio fijo y su varianza es constante, de ser así se estaría hablando de estacionariedad débil. El caso mas característico de una variable no estacionaria es el de aquélla que sigue un rumbo aleatorio o como alguno autores la suelen llamar "Caminata Aleatoria" (ver e.g. Gujarati, 2003). Dado que la mayoría de las series económicas crecen o decrecen tendencialmente, existe la firme presunción de que no son estacionarias.
La presencia de no estacionariedad de las variables económicas la podemos deducir en un primer intento a través del análisis de la función de autocorrelación y a través del correlograma. Este análisis gráfico plantea que una variable es no estacionaria si su coeficiente de autocorrelación comienza con un valor muy alto en el primer rezago y del mismo modo este tiende a disminuir de forma muy lenta hacia cero, conforme el rezago se prolonga, pero esta prueba no representa una evidencia estadística fiable, solo ilustra y da una idea de la posible presencia de raíz unitaria en una serie[21]la prueba formal por excelencia es la arrojada en los test de Dickey-Fuller y Dickey-Fuller Aumentado.
Como puede observarse en las tablas 4.1 y 4.2, las variables en estudio, aceptan la presencia de raíces unitarias en las series, ya que los valores observados para los estadísticos DF y ADF son menores, en valores absolutos, que los valores críticos al 90% y 95% de confianza. Adicional a esto los coeficientes de autocorrelación de las variables muestran un descenso bastante lento, este argumento puede observarse mediante la representación grafica de cada una de las variables (ver apéndice gráfico).
Tabla 4.1
Autocorrelación de los Logaritmos de las Variables
Tabla 4.2
Test Dickey-Fuller Aumentado para los Logaritmos de las Variables
Debido a esta afirmación se utilizaron las primeras diferencias de cada una de las variables para detectar si son o no estacionarias. En la tabla 4.3 y 4.4 se presentan los resultados arrojados por los test de Dickey-Fuller aumentado, estos muestran que la gran mayoría de las variables llegaron a ser estacionarias, debido a que el valor es mayor, en valores absolutos que el valor crítico, a excepción del stock de capital físico y el stock de capital humano para la educación superior que no pasaron la prueba, esto permite asegurar la posible presencia de variables integradas de tipo I(2), es decir estacionarias en su segunda diferencia[22]Con respecto a las demás variables se verifica su característica de no estacionarias en sus niveles, pero estacionarias en sus primeras diferencias, es decir estas variables son de tipo I(1) lo que permite de este modo realizar las pruebas de cointegración sin ningún tipo de problemas a nivel estadístico.
Tabla 4.3
Autocorrelación de los Logaritmos
de las Variables en Primera Diferencia
Tabla 4.4
Test Dickey-Fuller Aumentado para las Diferencias de los
Logaritmos de las Variables
* pasa la prueba con un 99% de confianza
** pasa la prueba con un 95% de confianza
*** pasa la prueba con un 90% de confianza
El número de rezagos incluidos en la tabla 4.2 son aquellos para los cuales se acepta la hipótesis nula que indica la presencia de raíces unitarias, mientras que los rezagos mostrados en la tabla 4.4 indican que se rechaza la hipótesis nula de presencia de raíces unitarias, por lo tanto las variables presentan estacionariedad.
Cabe señalar, que una vez realizado el estudio de la estacionariedad de las variables, se procederá en la siguiente sección a presentar los modelos a estimar y sus respectivos resultados. Como todas las variables analizadas presentan al menos una raíz unitaria, se correrán los modelos y consecuentemente se les aplicara una prueba de raíz unitaria a los términos de perturbación con la finalidad de determinar si tales variables económicas tienen una relación de equilibrio estable en el largo plazo.
Debido a la presencia de un gran numero de variables en este estudio, los modelos que se presentaran a continuación tratan de englobar todas las posibles permutaciones que se pueden hacer, sin salirse, claro esta, de los postulados económicos, para captar los efectos esperados por cada variable.
En este trabajo se corrieron un total de 200 simulaciones para capturar solo aquellos modelos que nos permiten a nivel económico y empírico validar o rechazar la teoría económica plasmada en este estudio. Del resultado se obtuvieron un total de 88 modelos que pasaron la validación económica y estadística, estos serán presentados a continuación de una forma resumida para evitar alargar demasiado el contenido de estas paginas, el número de permutaciones se debe a que el estudio se realizo en base a la estimación del PIB agregado y el no petrolero, y adicional a esto se utilizaron todas las variables que pudieran servir de PROXY[23]a la fuerza laboral.
IV.2.1.- Estimaciones para el PIB y PIBNP
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.2.- Estimaciones para el PIB y PIBNP incluyendo el capital humano agregado(HT).
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.3.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP con el componente de capital humano (HPRI)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.4.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP con el componente de capital humano (HSE)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.5.- Estimaciones para el PIB con el componente de capital humano (HSU1)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.6.- Estimaciones para el PIBNP con el componente de capital humano (HSU1)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.7.- Estimaciones para el PIB con el componente de capital humano (HSU2)(Datos corregidos)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.8.- Estimaciones para el PIBNP con el componente de capital humano (HSU2)(Datos corregidos)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.9.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP combinando los componentes de capital humano (HPRI, HSE y HSU1)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.10.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP combinando los componentes de capital humano (HPRI, y HSU2)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
IV.2.11.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP combinando los componentes de capital humano (HSE y HSU1)
Resultados Empíricos
IV.2.12.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP combinando los componentes de capital humano (HSE y HSU2)
Resultados Empíricos
IV.2.13.- Estimaciones para el PIB y el PIBNP con los componentes de capital humano (HPRI, HSE, HSU1 Y HSU2)
Ecuaciones:
Resultados Empíricos
De los resultados presentados anteriormente se puede analizar lo siguiente. Las estimaciones del PIB y PIBNP en función de sus factores de producción básicos (sin incluir capital humano) son validados económica y estadísticamente, esto quiere decir que tanto el stock de capital físico, la formación bruta de capital fijo y la fuerza laboral presentan una elasticidad positiva con respecto al ingreso, es decir, se determina que los niveles de ingreso están positivamente relacionado de forma significativa con sus factores de producción básicos y la formación bruta de capital físico. Asimismo no fue posible encontrar un vector de cointegración que relacionara un equilibrio estable entre las variables en el largo plazo, este resultado se puede ver en los bajos valores del DF y el ADF para los residuales de las estimaciones. Puesto que en principio se observó que todos los R2 arrojados fueron altos, pero el coeficiente de correlación "d" Durbin-Watson en todos los casos fue muy bajo, es decir se generaron regresiones espurias, ya que las variables se alejan mucho entre si, al transcurrir el tiempo.
En las siguientes estimaciones se incluyeron los componentes de capital humano en sus tres niveles. Las estimaciones se hicieron en fases puesto que se quiso demostrar de forma detallada el impacto, tanto individual como en conjunto, de las variables construidas con respecto a los niveles de ingreso. De esta forma se determinó empíricamente que el impacto del capital humano en conjunto (HT) que representa la sumatoria de HPRI, HSE, HSU, sobre el crecimiento ha sido significativo económica y estadísticamente, pero no se consiguió evidencia de la presencia de un equilibrio estable en el largo plazo entre las variables, puesto que tampoco se encontró un vector de cointegración, al menos en esta primera etapa de estimación, para variables consideradas, debido al alto R2 y al bajo Durbin-Watson, adicional a esto los DF y ADF para los residuales fueron muy bajos lo que afirma que no existe cointegración en los modelos estimados utilizando las variables en niveles.
Consecuentemente se estimaron los efectos individuales de cada componente del capital humano construido. Por ejemplo los modelos estimados para el PIB y PIBNP incluyendo HPRI, demostraron que la escolaridad en la educación primaria presenta un claro efecto positivo sobre los niveles de ingreso, tanto económico como estadístico a nivel individual, pero a pesar de arrojar un R2 considerablemente alto, el Durbin-Watson (CRDW) no lo supero en ninguno de los casos, generando de este modo la sospecha de regresión espurea, esta sospecha es confirmada si se observan los valores de los test DF y ADF de los residuales, al no pasar la prueba se puede afirmar que tampoco se encontró un vector de cointegración que demostrara el equilibrio estable en el largo plazo entre el stock de capital humano para la escolaridad primaria y los niveles del producto. Con estos resultados parciales se puede concluir que los poco alentadores resultados obtenidos se deben principalmente a la presencia de gran cantidad de ruido característico de los datos económicos en Venezuela, debido a la presencia de los distintos cambios estructurales por los cuales ha transcurrido el país.
Asimismo las estimaciones realizadas incluyendo el capital humano en la educación secundaria (HSE) , arrojan resultados semejantes a los arrojados con HPRI. Pero de igual forma no fue posible encontrar evidencia de un efecto a largo plazo de la escolaridad en el nivel secundario sobre los niveles de ingreso nacional.
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