Estrategia educativa afectiva y calidad del desarrollo biopsicosocial del lactante de madre adolescente
Enviado por Daimy Delgado Avila
- Resumen
- Consideraciones generales
- Fundamentación Teórica
- Marco teórico
- Embarazo y adolescencia
- Necesidades afectivas de los lactantes
- Diseño metodológico
- Análisis y discusión de los resultados
- Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
Resumen
Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal, comparativo e interventivo de los lactantes hijos de madres adolescentes entre 10 y 19 años de edad, de los GBT No 1 y 2 del Policlínico Universitario" Camilo Cienfuegos" de San Cristóbal, Pinar del Río, desde el 1 de Mayo del 2009 hasta el 30 de Abril del 2010, con el objetivo de determinar la eficacia de la Estrategia educativa afectiva en el desarrollo biopsicosocial del lactante hijo de madre adolescente.Se conformaron dos grupos (Estudio y Control), tomándose como grupo Estudio 27 pacientes que dieron su consentimiento informado, a ellas además de recibir las orientaciones normadas en las consultas de puericultura, se les aplicó una Estrategia de educación afectiva en grupo, de 8 sesiones de duración. El grupo Control lo integraron 27 pacientes que solo recibieron las orientaciones normadas en Consultas de Puericultura.Se realizó un seguimiento de los lactantes de ambos grupos durante su primer año de vida, teniendo en cuenta las siguientes variables: tiempo de Lactancia Materna Exclusiva, estado nutricional, morbilidades padecidas y avances alcanzados en el DPM, los datos obtenidos fueron llevados a Tablas y Gráficos, en el análisis de los resultados se usó estadística descriptiva e inferencial (Z). El nivel de significación propuesto es del 0,05 (95% de confiabilidad) y de 0,01 donde fue posible. Dentro de los principales resultados se obtuvo que el embarazo en la adolescencia es más frecuente en la adolescencia tardía, la aplicación de la Estrategia incrementa el tiempo de Lactancia Materna Exclusiva, favorece el estado nutricional óptimo de los lactantes, y estimula la adquisición de avances en el desarrollo psicomotor de los mismos, demostrándose así su eficacia.
Palabras claves: Estrategia educativa, desarrollo biosicosocial, lactante, madre adolescente.
Consideraciones generales
Desde hace mucho tiempo la adolescencia se ha venido considerando como un período del desarrollo más difícil que el de los años de la niñez media. Sin embargo, el concepto de adolescencia como etapa psicológicamente compleja, digna de estudio científico, no apareció sino a fines del siglo XIX y recibió nuevo impulso gracias a la obra precursora de Stanley Hall, a principios del siglo XX.
Aun cuando la concepción de que la adolescencia es un estadio perturbado parece ser exagerada, la misma es todavía un período de rápidos cambios físicos, sexuales, psicológicos, cognoscitivos y sociales a los que tiene que ajustarse el joven.
Constituye una etapa del ciclo de crecimiento que marca el final de la niñez y prenuncia la adultez, para muchos jóvenes es un período de incertidumbre e inclusive de desesperación; para otros, es una etapa de amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca del futuro.
La OMS la define como el "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio – económica", fijando sus límites entre los 10 y 20 años. (1)
Es considerada como un período de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial. La preocupación por esta temática ha ido ganando adeptos en el mundo entero en los últimos tiempos. (2)
Contexto histórico social:
A nivel mundial, el embarazo en la adolescencia sigue siendo un impedimento para mejorar la condición educativa, económica y social de la mujer y en el caso de las jóvenes el matrimonio, la maternidad precoz, limita en alto grado las oportunidades de educación y empleo de las mismas. (3).
El embarazo precoz se está convirtiendo en un problema social y de salud pública de alcance mundial, porque el embarazo en edades tempranas de la vida constituye en nuestros tiempos un reto de considerable envergadura, ya que las consecuencias implícitas en este problema de orden biopsicosocial repercuten en la calidad de vida de la joven madre y de su familia, y determinan un riesgo considerable para el futuro de su hijo. (4)
En Latinoamérica el incremento de la reproducción se ve mas frecuente en mujeres jóvenes, económicamente comprometidas y dependientes. Estos embarazos sin apoyo especial presentan enfermedades maternas, fetales y neonatales con más frecuencia que en la adulta embarazada. (5).
Fundamentación Teórica
En general las jóvenes que se embarazan en la adolescencia presentan una incidencia mas elevada de trastornos emocionales, no tienen un concepto claro acerca del desarrollo de una vida individual, a menudo el tema de la maternidad provoca reacción de depresión y aislamiento lo cual podría influir negativamente en su futuro hijo.
Las consecuencias para el niño del embarazo en la adolescencia han sido ampliamente argumentadas, relacionándose este con mayor frecuencia del bajo peso al nacer y parto prematuro, la duración de la lactancia materna es en promedio menor que para los hijos de madre adulta, también están presente la desnutrición y sus consecuencias, mayor cantidad de abuso físico, accidentes traumáticos, síndrome de muerte súbita, infecciones agudas, posibilidades de intoxicación así como abuso y negligencia en el cuidado del niño, manifestándose así las desventajas de salud de los niños nacidos de madres adolescentes .
Además de la repercusión e influencia adversa que puede producir un embarazo en una adolescente, ya que son muchos los riesgos médicos asociados con el embarazo precoz, no escapan a este conflicto las consecuencias sociales que pueden ser tan dañinas como las médicas, es decir , desde el punto de vista biosocial tiene una influencia negativa sobre los hijos, pues de los niños nacidos de mujeres menores de 15 años de edad, aproximadamente el 6 % muere en el primer año de vida, o sea, una cifra 24 veces mayor que la correspondiente a las mujeres de mayor edad.(6-10)
Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente y ya que en nuestro país aunque no de igual envergadura que en otros países de Latinoamérica, se ha experimentado un incremento en el índice del embarazo en la adolescencia, por ejemplo en nuestro Policlínico en el finalizado año hubo 68 adolescentes embarazadas para un 18.5 % y al constituir esto un indicador negativo de salud , teniendo además en cuenta que existen criterios bien fundamentados de que la salud de los recién nacidos peligra por la maternidad a temprana edad, el problema de investigación es:
¿Existen diferencias con respecto al desarrollo biopsicosocial durante el primer año de vida en hijos de madres adolescentes sometidas a una estrategia de educación afectiva, respecto a los hijos de madres adolescentes que reciben la estrategia educativa normada en consultas de puericultura?
2. Objetivos.
El objetivo general de la investigación fue evaluar el impacto de la Estrategia educativa afectiva en la calidad del desarrollo biopsicosocial durante el primer año de vida en hijos de madres adolescentes, San Cristóbal. 2009-2010.
Los objetivos especificos fueron:
1. Precisar las edades mas frecuentes del embarazo en la adolescencia.
2. Determinar la repercusión de la Estrategia educativa afectiva sobre:
el tiempo de lactancia materna exclusiva,
el estado nutricional al año de edad,
las morbilidades padecidas,
avances en el Desarrollo psicomotor.
3. Hipótesis.
El desarrollo biopsicosocial de los hijos de madres adolescentes que reciben una estrategia de educación afectiva para la crianza de sus hijos es cualitativamente mejor que el de los lactantes que solo reciben la estrategia normada en consultas de puericultura.
Marco teórico
La adolescencia es el periodo de la vida que se pasa de la niñez a la edad adulta, produciéndose cambios en la esfera biológica, psicológica y social.
Proceso universal que varía de una persona a otra y de una cultura a otra, la adolescencia es una etapa de la vida del ser humano durante la cual éste se encuentra expuesto a numerosos riesgos cuya intensidad y agresión es inversamente proporcional a las oportunidades de enfrentarlo. (11)
ETAPAS DE LA ADOLESCENCIA.
Por los matices según las diferentes edades, a la adolescencia se la puede dividir en tres etapas:
1. Adolescencia Temprana (10 a 13 años) Biológicamente, es el periodo peripuberal, con grandes cambios corporales y funcionales como la menarquia. Psicológicamente el adolescente comienza a perder interés por los padres e inicia amistades básicamente con individuos del mismo sexo. Intelectualmente aumentan sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no controla sus impulsos y se plantea metas vocacionales irreales. Personalmente se preocupa mucho por sus cambios corporales con grandes incertidumbres por su apariencia física.
2. – Adolescencia media (14 a 16 años) Es la adolescencia propiamente dicha; cuando ha completado prácticamente su crecimiento y desarrollo somático. Psicológicamente es el período de máxima relación con sus pares, compartiendo valores propios y conflictos con sus padres. Para muchos, es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual; se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo. Muy preocupados por apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más atractivo y se manifiestan fascinados con la moda.
3. – Adolescencia tardía (17 a 19 años) Casi no se presentan cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se acercan nuevamente a sus padres y sus valores presentan una perspectiva más adulta; adquieren mayor importancia las relaciones íntimas y el grupo de pares va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio sistema de valores con metas vocacionales reales.
Es importante conocer las características de estas etapas de la adolescencia, por las que todos pasan con sus variaciones individuales y culturales, para interpretar actitudes y comprender a los adolescentes especialmente durante un embarazo sabiendo que: "una adolescente que se embaraza se comportará como corresponde al momento de la vida que está transitando, sin madurar a etapas posteriores por el simple hecho de estar embarazada; son adolescentes embarazadas y no embarazadas muy jóvenes". (12)
Embarazo y adolescencia
En la actualidad la adolescencia se considera como una etapa de la vida del ser humano donde ocurren complejos cambios biológicos, psicológicos y sociales, donde ocupan un lugar singular la velocidad con que aparecen y se desarrollan los caracteres sexuales secundarios cada vez a edades menores, por lo que la posibilidad de quedar embarazada más tempranamente en la mujer ha aumentado.
El embarazo en la adolescente es una situación muy especial, pues se tratan de madres que por su configuración anatómica y psicológica aún no han alcanzado la madurez necesaria para cumplir el rol de madre. Esto trae como consecuencia el aumento poblacional, y la posibilidad de que esta madre tenga una familia numerosa lo cual repercutirá en el desarrollo futuro de sus hijos.
Desde el punto de vista social, el grupo de madres adolescentes es siempre dependiente y el embarazo profundiza la dependencia con los padres. En la región hispana de Latinoamérica los embarazos en adolescentes ocurren principalmente en las poblaciones de menor nivel socioeconómico.
La gestación es un proceso complejo, en el que se llevan a cabo cambios importantes en la mujer, tanto a nivel fisiológico como psicológico, en el cual el medio ambiente familiar y el entorno social cumplen roles trascendentales para la salud del binomio madre-hijo. (13)
Los eventos biológicos, que van desde cambios en el aspecto físico de la mujer, como son el progresivo aumento de peso y de volumen, alteración en la coloración de la piel y en las mucosas genitales, hiperflexibilidad de las articulaciones, hasta cambios fisiológicos mayores como son los ocurridos en el sistema cardiovascular, urinario, digestivo, respiratorio, de coagulación y órganos reproductivos. Las hormonas sexuales aumentan su producción y la mujer está en desbalance inmunológico, lo que la hace susceptible a agresiones a la salud, respecto de la mujer no grávida.
La problemática del embarazo en la adolescencia es un fenómeno con repercusión mundial. Las estadísticas al respecto así lo confirman:
El promedio de Nacidos Vivos en el Mundo (2000-2005) fue de 132,5 millones y de ellos 16,6 millones (12,5%) fueron de madres entre 15 y 19 años. En Asia sucedieron 8 millones de nacimientos de madres entre 15 y 19 años y en África 5,4 millones. Entre estos 2 continentes suceden el 81% de los hijos de madres entre 15 y 19 años.
El promedio de Nacidos Vivos para América Latina y Caribe Latino (2000-2005) fue de 11,78 millones y de ellos 2,1 millones (18%) fueron de madres entre 15 y 19 años. Las estrategias pueden ser diferentes pero la meta es una sola: mejorar las condiciones de la salud reproductiva en beneficio de la madre y del niño. (14).
El inicio precoz de las relaciones sexuales en adolescentes de ambos sexos, es un fenómeno común en las América, se estima que en Latinoamérica el 50% de las adolescentes menores de 17 años son sexualmente activas con las consecuencias en riesgos de embarazo.
Si bien los índices de embarazos en adolescentes registrados en EE.UU. han declinado desde 1991, siguen siendo altos y superan a los de la mayoría de los países desarrollados. Las altas tasas de nacimientos entre las madres adolescentes son motivo de gran preocupación dado que la salud de éstas y la de sus bebés corren serios riesgos, y las oportunidades de construir un futuro disminuyen.
En el 2002, alrededor del 11 por ciento de todos los nacimientos en EE.UU. correspondió a madres adolescentes (entre los 15 y los 19 años). La mayoría de los nacimientos de madres adolescentes (alrededor del 67 por ciento) corresponde a niñas entre los 18 y 19 años de edad.
Alrededor de 860.000 adolescentes quedan embarazadas cada año, y alrededor de 425,000 dan a luz.
Alrededor de una de cada tres adolescentes queda embarazada antes de los 20 años de edad. El índice de nacimientos correspondientes a madres adolescentes está declinando. Entre 1991 y 2002, bajó un 30 por ciento (de 61,8 a 43 por cada 1,000 mujeres). Sin embargo, en el 2002 (el último año del que se dispone de datos estadísticos), alrededor de 4 adolescentes de cada 100 tuvieron un bebé.
Alrededor del 17 por ciento de las madres adolescentes tiene un segundo bebé antes de pasar tres años nacimiento del primero.
Las madres adolescentes tienen más probabilidades que las madres mayores de 20 años de dar a luz prematuramente (antes de finalizadas las 37 semanas de embarazo). En el 2002, las 7,315 niñas menores de 15 años que dieron a luz tuvieron una doble probabilidad de dar a luz prematuramente en comparación con las mujeres entre los 30 y 34 años de edad (21 vs. 9 por ciento). Los bebés que nacen demasiado temprano corren un alto riesgo de problemas de salud y hasta la muerte, al igual que discapacidades duraderas.
Las madres adolescentes corren mayor riesgo que las mujeres de más de 20 años de tener complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro, anemia y alta presión arterial. Estos riesgos son incluso mayores cuando tienen menos de 15 años.(15)
4.2.1 Actitudes de la adolescente hacia la maternidad.
El embarazo en la adolescente es una crisis que se sobre impone a la crisis de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente. Generalmente no es planificado, por lo que la adolescente puede adoptar diferentes actitudes que dependerán de su historia personal, del contexto familiar y social pero mayormente de la etapa de la adolescencia en que se encuentre.
En la adolescencia temprana, con menos de 14 años, el impacto del embarazo se suma al del desarrollo puberal. Se exacerban los temores por los dolores del parto; se preocupan más por sus necesidades personales que no piensan en el embarazo como un hecho que las transformará en madres. Se vuelven muy dependientes de su propia madre, sin lugar para una pareja aunque ella exista realmente. No identifican a su hijo como un ser independiente de ellas y no asumen su crianza, la que queda a cargo de los abuelos. En la adolescencia media, entre los 14 y 16 años, como ya tiene establecida la identidad del género, el embarazo se relaciona con la expresión del erotismo, manifestado en la vestimenta que suelen usar, exhibiendo su abdomen gestante en el límite del exhibicionismo. Es muy común que "dramaticen" la experiencia corporal y emocional, haciéndola sentirse posesiva del feto, utilizado como "poderoso instrumento" que le afirme su independencia de los padres. Frecuentemente oscilan entre la euforia y la depresión. Temen los dolores del parto pero también temen por la salud del hijo, adoptando actitudes de autocuidado hacia su salud y la de su hijo. Con buen apoyo familiar y del equipo de salud podrán desempeñar un rol maternal, siendo muy importante para ellas la presencia de un compañero. Si el padre del bebé la abandona, es frecuente que inmediatamente constituya otra pareja aún durante el embarazo. En la adolescencia tardía, luego de los 18 años, es frecuente que el embarazo sea el elemento que faltaba para consolidar su identidad y formalizar una pareja jugando, muchas de ellas, el papel de madre joven. La crianza del hijo por lo general no tiene muchos inconvenientes. En resumen, la actitud de una adolescente embarazada frente a la maternidad y a la crianza de su hijo, estará muy influenciada por la etapa de su vida por la que transita y, si es realmente una adolescente aún, necesitará mucha ayuda del equipo de salud, abordando el tema desde un ángulo interdisciplinario durante todo el proceso, incluso el seguimiento y crianza de su hijo durante sus primeros años de vida.
4.2.2 Consecuencias para el hijo de la madre adolescente.
El impacto del embarazo en adolescentes se extiende al hijo de madre adolescente que es un niño de mayor riesgo. Tienen mayores probabilidades de bajo peso al nacer, dependiendo de las circunstancias en que se haya desarrollado la gestación. Según información comparativa se puede observar que la mortalidad Infantil es casi el doble en hijos de madres menores de 20 años en comparación con los hijos de madres de 20 a 29 años. También se ha reportado una mayor incidencia de "muerte súbita". Tienen además un mayor riesgo de sufrir abuso físico, negligencia en sus cuidados, desnutrición y retardo del desarrollo físico y emocional.
Los bebés nacidos de madres adolescentes tienen más probabilidades de sufrir ciertos problemas serios y la muerte que los bebés de madres adultas.
Los bebés de madres adolescentes tienen más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés de madres de entre 20 y 40 años de edad. El riesgo es mayor para los bebés de madres de menos de 15 años de edad. En 2004, 17.1 de cada 1,000 bebés de mujeres menores de 15 años murieron, en comparación con 6.8 de cada 1,000 bebés de mujeres de todas las edades.
En el año 2004, el 9.9 por ciento de las madres de entre 15 y 19 años dio a luz bebés de bajo peso, en comparación con el 8.1 por ciento correspondiente a madres de todas las edades. El riesgo es mayor para las adolescentes más jóvenes: el 11.6 por ciento de las madres de 15 años tuvo bebés de bajo peso en 2004 (18,274 nacimientos, 2,124 de bajo peso), comparado con el 9.4 por ciento de las madres de 19 años (164,045 nacimientos, 15,376 de bajo peso).
Los órganos de los bebés de bajo peso al nacer pueden no estar totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas pulmonares, como el síndrome de dificultad respiratoria, hemorragias cerebrales, pérdida de la vista y problemas intestinales graves.
4.2.3 Dificultades para el vínculo con el hijo.
Tienen dificultades para discriminarse del bebé, estableciendo vínculos simbólicos con él y, cuando esta vinculación las agobia, pueden descuidar al niño e incluso maltratarlo. Priorizan sus necesidades sobre las del niño, ya que ellas son aún demandantes, y no tienen capacidad de contener a su hijo.
Toleran muy poco las frustraciones, ya que no comprenden que el bebé no es como ellas quieren que sea, ni hace los que ellas quieren en el momento que quieren. Pueden llegar al enojo con el niño, poniéndolo en riesgo. (12, 16,17)
Algunas no quieran tener el bebé o que lo quieran tener por razones idealizadas o poco realistas; otras adolescentes pueden ver la creación de otra vida como un logro extraordinario pero sin darse cuenta de las responsabilidades que esto conlleva, algunas pueden querer quedarse con el bebé para complacer a otro miembro de la familia; otras pueden querer quedarse con el bebé por tener a alguien a quien amar, pero no se dan cuenta de la calidad de atención que requiere la criatura, la depresión es muy común entre las adolescentes embarazadas, muchas no pueden anticipar que ese bebé tan adorable puede hacer constantes demandas o ser muy irritante, algunas se sienten abrumadas por la culpabilidad, la ansiedad y el miedo al futuro, todos estos cambios son más importantes cuanto más condiciones desfavorables rodeen la gestación, el parto y el puerperio.(18-24).
Necesidades afectivas de los lactantes
El recién nacido es un ser activo que busca los estímulos y organiza la información adquirida, está preparado, como mamífero, para las rutinas de intercambio social, distingue los sonidos, reacciona a la voz humana y sincroniza sus movimientos al habla; posee conductas que le permiten establecer vínculos afectivos con el adulto.
Reacciona a la cara humana y a configuraciones semejantes a ella, muestra manifestaciones psíquicas primitivas o estados emocionales como la alegría, el dolor, la ira, el miedo, el susto o el asombro. Por otra parte, es sensible a las caricias y a ser cargado por el adulto.
Al nacer el bebé es incapaz de relacionarse de manera independiente con el medio, no se alimenta por sí mismo, no se acerca a las personas u objetos, no se cambia de posición o se desplaza, es incapaz de interactuar de manera dirigida y adecuada en el medio, según L. Vigotski "hay una supremacía de vivencias no diferenciadas, no fraccionadas que representan una fusión de atracción, afecto y sensación".
Esta aparente desventaja que el neonato presenta es la condición fundamental para el desarrollo de su psiquismo humano. ¿Por qué? Pues, sencillamente porque esta situación desventajosa lleva a que dependan totalmente del adulto que lo cría y cuida, es precisamente en esta relación de dependencia donde se gesta el carácter social del psiquismo humano.
En el primer semestre, con el manifiesto interés receptivo del niño por las influencias de diferentes estímulos externos y con el desarrollo que alcanza la vista y el oído, es capaz de mirar atentamente el rostro de la madre o del cuidador, distinguir cuando la misma exhibe una expresión mímica alegre, inexpresiva, triste o colérica, y en consecuencia manifestar conductas o expectativas en consonancia con dichas expresiones afectivas.
En el segundo semestre del primer año de vida la comunicación del niño con el adulto se vuelve más activa y las relaciones socioafectivas se manifiestan con un mayor desarrollo. A partir de este período se desarrolla la protoconversación, a través de un lenguaje mímico gestual, es decir, se perfeccionan las habilidades comunicativas mediante los cambios en los matices de las miradas, las mímicas y los gestos.
Las características del apego del niño a la madre dependen, principalmente, de este último. De la sensibilidad, comprensión y respuestas de la figura de apego a las necesidades físicas y psicológicas del niño.
El papel del adulto no sólo es fundamental para satisfacer las necesidades orgánicas y socioafectivas del niño, sino también para su desarrollo sensorio-motor.
En el desarrollo de los lactantes, si son importantes las adquisiciones en la esfera cognoscitiva, importantísimas serán en la esfera afectiva, es posible que desde que nazca el niño tenga un equipo afectivo en formación y que perciba las manifestaciones de afecto que recibe. (25)
Se han hecho estudios referentes a las manifestaciones afectivas en los primeros meses de la vida, cuyos resultados indican que esta etapa es muy importante para el posterior desarrollo de la esfera afectiva de los seres humanos. Durante los primeros meses de vida el niño necesita de afecto tanto como de alimentos, ya que en los casos en que este ha estado ausente por hechos circunstanciales las consecuencias siempre han sido nefastas. (26).
Para comprender lo que ocurre en el desarrollo del niño durante el primer año de vida vamos a referirnos a la Situación Social del Desarrollo propia de esta etapa, la cual se caracteriza por la relación peculiar que se establece entre el niño y un adulto, la madre fundamentalmente; en la medida que esta relación se hace más profunda y compleja se van a producir cambios en el desarrollo del niño que van a marcar las adquisiciones de la etapa.
La vivencia de cada niño, es única e irrepetible, va a estar en dependencia de la relación afectiva que este establece con su medio, en este caso con la madre, padre, tutores o familiares más allegados responsables de su cuidado.
La comunicación del niño en los primeros meses de vida es una relación de dos, generalmente con la madre y le da seguridad, protección, lo enseña a tener una actividad de relación con los adultos y el mundo que lo rodea.
Como puede apreciarse el primer año de vida es una etapa crucial en el desarrollo, solo en 12 meses el niño pasa de la vida intraútero y de una actividad motora inicialmente refleja, a dar sus primeros pasos, a explorar e interactuar con lo que le rodea, se establecen las bases para incrementar sus relaciones sociales y el aprendizaje. (27)
Numerosas investigaciones en otros países también han abordado el tema del embarazo en la adolescencia y han implementado estrategias para la educación de la joven madre, Andrade en Sao Paolo implemento un Modelo Teórico denominado Superando dificultades ayudado por la fuerza del amor, donde el objetivo fundamental fue comprender el significado que tiene para una adolescente ser madre y a partir de ahí formular estrategias de acercamiento e intercambio en sentido de buscar recursos para que estas adolescentes cuiden a sus hijos de la mejor manera posible. (28)
En Santiago de Chile la aplicación de una intervención P.A.I.A.E. (Programa de Atención Integral de la Adolescente Embarazada) durante el embarazo en adolescentes determinó mejores resultados obstétricos y peri natales. En este estudio se planteó la hipótesis: la atención integral de la adolescente durante la gestación, con énfasis en el fortalecimiento del vínculo madre-hijo, atenúa los efectos de un ambiente familiar social y económico depravado en el desarrollo psicomotor del niño preescolar. (29)
Saelte Bessa y Col. realizaron una investigación que tuvo como objetivo comprender el sentido del embarazo para la adolescente embarazada, intentando captar el "modo-de-ser" y su nuevo "siendo-en el-mundo-estando-embarazada".quedando demostrado su temor por el hijo y por la salud del mismo, y la preocupación con el futuro que involucra el cuidar, justamente porque juzgan que no poseen habilidades para ello. Eso favorece la angustia y la ansiedad propias de su cotidiano, en el nuevo-modo-de-ser de la presencia. La comprensión de este fenómeno es fundamental en el cuidado de la adolescente embarazada, para lograr una acción integral y humanizada en el control y la promoción de la salud del binomio madre-hijo. (30)
La psicóloga de la Universidad de Chile, Patricia Hamel, señala que cuando las jóvenes se embarazan se ven enfrentadas a situaciones críticas que son simultáneas y sucesivas: "Viven duelos porque, lo quieran o no, pierden la etapa de la adolescencia que están viviendo", dice. (31)
En resumen, la actitud de una adolescente embarazada frente a la maternidad y a la crianza de su hijo, estará muy influenciada por la etapa de su vida por la que transita y, si es realmente una adolescente aún, necesitará mucha ayuda del equipo de salud, abordando el tema desde un ángulo interdisciplinario durante todo el proceso, incluso el seguimiento y crianza de su hijo durante sus primeros años de vida. (32,34)
El pediatra ocupa un espacio bien importante dentro del equipo de salud para el tratamiento del binomio madre-hijo. Es necesario tomarlo y defenderlo haciendo gala así como de su idoneidad científica, del amor y de la entrega cálida, en procura de madres sanas y de niños felices.
El embarazo en la adolescencia con apoyo psicosocial adecuado y un control prenatal puede ser parecido al de la mujer adulta, pero sin una atención especial conllevará una enfermedad materna, fetal, y neonatal (11,35), presentando sus hijos problemas socio afectivos, agresividad, problemas de atención y negligencia en los cuidados de la salud del niño.
La atención a la adolescente embarazada y su pareja debe encaminarse a un fortalecimiento para que puedan enfrentar el cuidado y crianza del bebé, así como también debe velarse por la actitud del resto de la familia para lograr la aceptación de este hijo de forma óptima, y contar con instrumentos para lidiar en situaciones de alto riesgo y evitar consecuencias potencialmente peligrosas. Se debe contribuir a que los servicios de salud formen parte de la red social que acompañen y apoyen el proceso de desarrollo de las adolescentes embarazadas y sus parejas, todo lo cual nos ha motivado a realizar este trabajo que permitirá ampliar y profundizar en un mejor pronóstico de vida, tanto para la madre como para su descendiente, con la consecuente repercusión positiva en el desarrollo futuro de la sociedad.
Diseño metodológico
El grupo Estudio estuvo constituido por las madres adolescentes y sus lactantes pertenecientes a 10 CMF del GBT No 1 del Policlínico Comunitario "Camilo Cienfuegos" de San Cristóbal, las mismas fueron instruidas en diversos temas que están normados en las consultas de puericultura como: Lactancia materna exclusiva, Nutrición y ablactación del lactante, Desarrollo Psicomotor; Prevención de accidentes, Prevención de IRA y EDA (guías anticipatorias), pero estas fueron enriquecidas con la aplicación de una Estrategia de educación afectiva (Anexo I), particularmente diseñada para entrenar a las madres de los lactantes desde tal óptica, las mismas incluyeron técnicas de comunicación, comunicación asertiva, y modelaje de conductas que promueven el vínculo afectivo madre-hijo, adaptadas a las problemáticas y necesidades especificas de la madre adolescente .
La Estrategia educativa afectiva propuesta fue ejecutada por la autora, con las madres adolescentes, durante 8 semanas, un encuentro semanal realizadas a manera de clases demostrativas y dinámicas de grupos, teniendo en cuenta que aunque no todas fueron partícipes de la totalidad de los encuentros, era necesario que al menos participaran en más del 70 % de los mismos.
La metodología usada en esta Estrategia esta basada en las experiencias desarrolladas por el Centro Nacional de Educación Sexual en la ejecución del Programa Crecer en la Adolescencia. Se caracterizó por su carácter abierto y flexible, participativo, grupal, práctico y vivencial; sus objetivos y fundamentos responden a los principios y valores de la educación popular, la participación democrática, el desarrollo organizativo, la transformación y el cambio de vida.
El punto de partida de este proceso fue brindar conocimientos sobre un tema en cuestión y el grupo recupera y analiza su experiencia colectiva para reconocer con sentido crítico las acciones y errores, los obstáculos y potencialidades que en ellas existe para transformar y mejorar su realidad.
A los lactantes de ambos grupos se le realizó seguimiento del peso, talla, valoración nutricional, desarrollo psicomotor, así como del tiempo que recibieron LME (Lactancia Materna Exclusiva) y las morbilidades presentadas por los lactantes durante el primer año de vida en un Modelo de Recogida de Datos confeccionados por nosotros para tales efectos. (Anexo II).
Así mismo con respecto a la evaluación de Desarrollo Psicomotor(DPM), se les aplicó , una Guía del DPM (Anexo III) que se le facilitó a las madres, en las Consultas, esta Guía esta contemplada en el Programa Educa a tu hijo, así como en el Libro "Aprender, enseñar y vivir es la clave", editado por la Editorial Científico-Técnica en el año 2006, la misma consta de 7 ítems por cada trimestre de vida hasta el año de edad, basado en las normas establecidas para el DPM en el primer año de vida, donde las madres plasmaron con una cruz (x) los avances que por cada trimestre fue logrando su hijo.
El instrumento se calificó otorgándole un punto por cada respuesta positiva y cero por cada respuesta negativa, de tal forma que al finalizar cada trimestre cada niño podía obtener una puntuación máxima de 7 puntos y al finalizar el año un máximo de 24 puntos. Por cada trimestre cada Grupo tiene un máximo de puntos a acumular de 189 puntos y al finalizar el año un total alcanzable de 756 puntos.
El grupo Control constituido por 27 madres y sus lactantes pertenecientes a 10 CMF del GBT No 2 del Policlínico "Camilo Cienfuegos", a los cuales se les siguió por las Normas establecidas en las Consultas de Puericultura, sin aplicárseles la Estrategia educativa afectiva.
5.1 Operacionalización de las variables.
Las principales variables que se medirán en el problema que nos ocupa, son: edad materna,
Tiempo de lactancia materna exclusiva, evaluación nutricional, causas de morbilidad y hospitalización y desarrollo psicomotor.
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