Aplicación de los principios de la bioética a pacientes fibromiálgicos (página 2)
Enviado por Jorge L. Acosta Arias
Los principios Bioético como la Autonomía se identifican en:
Autonomía:
Por la toma de decisiones propias cuando se ha informado, tiene desarrollo y preparación para hacer algo, el hombre tiene derecho a saber lo que tiene, que le cueste posibilidades a dejar, que tome decisiones, y se respete su consentimiento informado.
Beneficencia:
Manifestación de hacer siempre el bien y no el mal.
__ Justicia: es lo que le corresponde al hombre de forma equitativa en las instituciones de salud.
Para poder conocer la interrelación de estos principios con la Fibromialgia habría primero que definirla.(1)
Fibriomialgia definición: Se define por trastornos en la modulación del dolor músculo esquelético difuso crónico, rigidez matinal, sueño no reparador y fatiga que puede asociarse a Cefaleas, Trastornos Emocionales de alto porciento de ansiedad, estrés, depresión, cambios climáticos cuyo dolor es la manifestación capital de la enfermedad, exacerbado con los síntomas anteriores, no cede con el reposo alterando el sueño en varios grados, el enfermo se levanta mas cansado de lo que se acuesta, en ocasiones expresan Parestesias Nocturnas en las extremidades asi como dolor fuerte en regiones concretas del cuerpo de 11 a 18 lugares.,(puntos dolorosos)
En estos enfermos se combinan varios tratamientos:
Tratamientos locales(Fisioterapia)
Tratamiento por infiltración.
Tratamientos medicamentosos.
Los tratamientos a veces han sido forzados en el enfermo que posteriormente se notificará, pero habría que tener en cuenta los diferentes grupos de edades que de una manera u otra mostramos en la tabla afectados por esta enfermedad los cuales están sometidos al tratamiento anterior.(2)
Tabla No 1
Distribución de Pacientes con diagnóstico de fibromialgía.
Grupos de edades de los pacientes Fibriomiálgicos
Fuente: Hoja de cargo. Consulta de Reumatología.
De acuerdo a la composición según los diferentes grupos de edades, no existe mucha diferencia entre las edades de los afectados, casi todos son jóvenes en edad laboral y vinculados a la vida social activamente, medio en el cual desarrollan las distintas manifestaciones del carácter y conducta que de acuerdo a su edad están aptos para tomar decisiones y determinar si desean o no cumplimentar un tratamiento o terapia para su enfermedad si están aptos física y mentalmente, siempre se debe preparar psicológicamente al paciente dando su consentimiento para poder lograr la terapia.
Tabla No: 2
Distribución de Pacientes con diagnóstico de fibromialgía
Ocupación y estado civil
Fuente> Hoja de cargo.
Todos los afectados son trabajadores en su mayoría se piensa que esto sucede porque están sometidos a estrés, tensiones de trabajo, problemas personales que agudizan el cuadro cínico de la enfermedad y se incluye los problemas que confrontan en el hogar manifestado por una serie de contradicciones entre la necesidad de trabajar y la de recuperar su salud, en ocasiones se dificulta el tratamiento médico , unas veces por no cumplirlo cabalmente u otras por dificultades que existen en la asistencia que se brinda al enfermo y dentro de su propio vinculo laboral, donde se enmarca la autonomía del enfermo y crea desconfianza. (3)
La sintomatología variada de esta enfermedad actúa como barrera para las relaciones sociales, y laborales los convierte en un ser dependiente de los demás, dentro de la esfera laboral, se crea un ambiente de conflicto y frustraciones por no poder alcanzar al máximo el desarrollo del ejercicio laboral y aparece la presión administrativa sobre el individuo y en muchos casos por la falta de comprensión, no se respeta la autonomía del enfermo, no se da un beneficio a sus funciones limitantes, que si la administración conociera estos problemas médicos a fondo podrían ofrecer bienestar al enfermo y facilitar la mejoría de sus síntomas, que no seria igual en el paciente imposibilitado, esta enfermedad es crónica pero no invalida al enfermo totalmente, si se cumple una terapéutica que sea aceptada por el enfermo.
La mayoría de las veces y por desconocimiento de la bioética no logramos una mejor atención a las necesidades del enfermo y queremos forzar a los mismos para que cumplan su tratamiento, habría que respetar en todo momento su consentimiento informado. El paciente tiene derecho o no a aceptar un tratamiento, que no debe ser impuesto ni usar acciones en la atención acorde a nuestros criterios y no preguntar sus opiniones al respecto que a veces por desconocimiento de la bioética no se logra una mayor cooperación del paciente, crea desconfianza e inseguridad. (4)
Referente a los tratamientos que se aplican al enfermo y por la variedad de su cuadro clínico, es necesaria aplicar una serie de terapias que queremos que el mismo cumpla pero a veces no se logra completamente y otras en su totalidad son afectivas, estas contradicciones están dadas por los diferentes problemas que se presentan y que en muchos casos son propios del enfermo, sociales y del medico o propios por el personal de terapia física y de enfermería que aplican estas terapias.
Tratamientos locales: El enfermo necesita de fisioterapia entre estos ejercicios los masajes, hidromasajes en miembros afectados y músculos, tratamientos que a veces queremos obligar prácticamente al enfermo para que lo cumpla sin respetar su autonomía o de su consentimiento informado para ser efectuada la actividad, otras veces los problemas materiales que no permiten ejercer la terapia por la falta de agua, cremas que pedimos a los enfermos por no haber en las farmacias y otros no lo obtienen , con esto no beneficiamos al enfermo, la carencia de materiales lleva a estos problemas, el bloqueo sobre Cuba no permite la adquisición de productos que faciliten la terapia y se trabaje con lo poco que se tiene afectando al enfermo que desea recuperar su estado de salud y otros no quieren someterse al tratamiento para la atención y esta esfera esta volcada sobre la preparación física del enfermo forzados a cumplir terapias,
Tratamiento por infiltración:
Esta terapia es muy forzada ya que consiste en infiltrar los distintos puntos dolorosos con aguja y jeringuilla e inocular medicamentos para la mejoría de los enfermos y muchos de ellos no se someten a ellos y otros hay que convencerlos para que realicen el tratamiento cuando debían dar su consentimiento informado sin ser forzados de una u otra forma.
Debe tomarse conciencia para mantener o garantizar la calidad de vida, con una atención integral se logra el bienestar de la sociedad humana.
Al valorar todos los patrones de conducta del individuo y modificar todos los aspectos negativos que este tenga, se proporciona confort, bienestar y justicia siempre analizando la toma de decisiones o deseos propios del enfermo.)5)
Obtener el consentimiento informado facilitaría la aplicación de medicamentos y mejoría de la sintomatología hace que la atención integral tenga su enfoque bioético y adquiera un carácter social humanista. (6)
Cuando se logre que el personal de salud concientise la bioética y se tome responsabilidad necesaria entonces se podría garantizar mas aun la calidad de vida del enfermo en los diferentes niveles de atención de salud .(7)
Este tema nos remite a valorar el código ético de enfermería el cual nunca debería ser violado con estos enfermos. Deberíamos preguntarnos ¡¿Qué del código ético de enfermería_?
En base a conceptos extraídos de Temas de Bioética de la Dra. Elena Lugo (1998), se puede destacar que toda profesión para ser considerada profesión debe llevar implícita una dimensión moral que defina en cada profesional, un estilo de vida y dedicación en función de servir a los demás con excelencia, responsabilidad y compromiso social.
Así es como más allá de las tendencias teóricas que han contribuido en la evolución de la Enfermería, en general, ya sea consciente o inconscientemente ésta nunca soslayó la importancia de lo que hoy se reconoce como responsabilidad ética y moral, siendo probable que en la actualidad los profesionales de Enfermería cuenten con muchos más elementos teóricos sobre los cuales respaldarse ante los múltiples dilemas bioéticos que se presentan cotidianamente.
Por su parte Joanne E. Hall (Enfermería en salud comunitaria, páginas 103 y 104) nos dice que el conocimiento es la metamorfosis en marcha de ideas que proporciona coherencia y unidad de sentimiento, de pensamiento, y de acción. El proceso implica la incorporación de una idea en una estructura existente de ideas de suerte que se logre integración lógica, y congruencia, y de esta manera, cambia la organización existente de conocimiento. El proceso es incorporativo más que aditivo. El objetivo de conocer es la persecución de conocimiento como base para la acción. En base a estos conceptos se considera que en la práctica de la Enfermería el conocimiento que posee cada Enfermera o Enfermero en cuanto a los criterios de la Deontología Profesional y la Bioética sumado a sus Valores y el bagaje de conocimientos que le son propios, en la actualidad son imprescindibles para poder ofrecer cuidados enfermeros con compromiso social y responsabilidad profesional en un marco de equidad y justicia. (8)
El documento sobre Políticas Argentinas para el decenio 2000 en su apartado sobre "Marcos Legales y Éticos de la Enfermería" plantea entre sus políticas instrumentales: Promover y desarrollar en los enfermeros capacidades para el discernimiento ético permanente sobre la base de un compromiso fundado en los valores universales y profesionales. Elaborar y difundir el Código de Ética de Enfermería basado en los Códigos Internacionales. (9)
Así planteada la cuestión, resulta en primer lugar necesario analizar y reflexionar sobre el "deber ser", deontología o teoría ética de las obligaciones morales.
La Deontología se expresa en un lenguaje normativo e imperativo y marca en la conducta una obligación moral, por cuanto el conjunto ordenado de este tipo de normas determina la deontología profesional de enfermería, es decir, los deberes morales exigibles al enfermero o la enfermera en su ejercicio profesional.
La Deontología es la teoría ética que marca el puente entre lo ético y lo jurídico, llamada también "ética del deber" o "ética de las obligaciones morales".
Al reflexionar sobre "el cuidar", nos vemos obligados a buscar su fundamento filosófico desde las teorías éticas, que permitan entender el complejo mundo de los valores, actitudes, habilidades y saberes propios de la Enfermería.
La responsabilidad moral, presente en los Códigos Deontológico, como deberes profesionales, definen la diferencia entre una profesión y un oficio.
Los códigos éticos son un conjunto articulado de normas éticas, las cuales a su vez son la expresión de un conjunto de valores éticos que acuerdan las personas en la sociedad. Estos son necesarios para configurar y salvaguardar la propia imagen de persona y sociedad.
Podemos definir los "valores" como una estimación positiva, que se caracterizan por que son universales o pretenden serlo; los poseedores de éstos son las personas, la exigencia es ilimitada, se presentan como criterios que abarcan toda nuestra conducta y tienen validez exigible durante toda nuestra vida. (10)
El valor moral se constituye en la expresión correcta de los actos del ser humano que a través de su intersubjetividad posibilita la comunicación, la convivencia, la interacción y la racionalidad en su comportamiento y actuaciones. El valor es una expresión de cualidad, calidad o naturaleza importante y deseable. Es aquello que tiene significado físico, estético, espiritual, social e histórico; se relaciona con las creencias y la cultura, se traduce en comportamientos y responde a la finalidad última del hombre, su intencionalidad, sus necesidades reales y trascendentes. (11)
El valor de cada ser humano radica en el hecho de pertenecer a la especie humana y desde este punto de vista todos merecen respeto por encima de los intereses individuales y sociales. Introducción al Código de Ética de la Enfermería en Colombia.
Mientras el ser humano exista, permanecerán los valores que le son inherentes, tales como su estructura antropológica, la vida y la verdad. Otros valores son extrínsecos a la persona como los culturales, artísticos, profesionales, etc.
El proceso de valoración del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran al preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras, al formular metas y propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. (12)
Todos los valores que se relacionan con el respeto y la promoción de la dignidad de cada ser humano son valores morales y en este sentido hay una connotación moral en muchos valores profesionales, culturales y familiares.
Muchas de las situaciones que se enfrentan y con las que conviven las enfermeras y enfermeros llevan aparejadas relaciones y decisiones en las que existen conflictos de valores, prioridades y compromisos asociados con lo que es "bueno" o "correcto" para los individuos, las familias, las comunidades y la sociedad, así como para la profesión de enfermería. No sólo hacemos de acuerdo a como somos, sino que también somos a partir de lo que hacemos, la acción genera Ser y el Ser se transforma a partir de la acción. (13)
Las enfermeras se enfrentan a situaciones en las que los problemas éticos requieren un momento de reflexión que por regla general se consideraría como un juicio clínico diferente, en él cobran importancia y peso:
Los valores de la enfermería como profesión,
Los valores personales del enfermero.
El respeto por los valores del otro o de los otros.
Valores presentes en los Profesionales de Enfermería: los expresados con más frecuencia son:
el valor de la persona humana,
su dignidad,
la vida,
la salud física, psicológica y espiritual,
la relación solidaria con los demás,
el ejercicio responsable de la autonomía,
la confidencialidad,
el bienestar individual y social, la unidad y participación de la familia,
la veracidad, la rectitud, la honradez, el buen juicio en la toma de decisiones,
el empeño por actualizar conocimientos y mantener la competencia,
el buen uso y aprovechamiento de los recursos,
mantener un ambiente laboral seguro, cálido, respetuoso y de trabajo en equipo.
La necesidad de un código que oriente la toma de decisiones éticas en enfermería surge de la responsabilidad de actuar bien, a conciencia, en beneficio de quien recibe el servicio de enfermería y, no solamente, para evitar demandas o problemas legales. En este sentido la responsabilidad profesional es la capacidad de analizar, dar razón y asumir las consecuencias de las propias acciones u omisiones en lo referente al cuidado y al ejercicio de la enfermería, en general. (14)
Los códigos deontológicos son los que permiten recapitular los valores y principios éticos universales, reúnen aquellos deberes de un determinado grupo de personas según la función que ejercen en la sociedad, en el aparecen las normas que a su vez van a expresar los valores a tener en cuenta y van a respetar las personas que ejerzan una profesión.
En los códigos, se indica esa aceptación de valores y principios éticos que se traducen en la responsabilidad que asumimos como profesionales; Se constituyen como mecanismo de autocontrol; indican la seguridad que en ella ha depositado o deposita la sociedad; nutren e informan a los profesionales de enfermería y a la sociedad de las aspiraciones y exigencias de la profesión en todo lo relativo a la ética. Los códigos permiten justificar la conducta que adoptemos ante la sociedad, ante otros miembros del equipo de salud y ante los colegas.
Los códigos no deberían ser una imposición, ni una regla externa para sancionar faltas en el ejercicio de la profesión, sino el resultado consciente del proceso de autorregulación que se adopta en forma libre y razonada para orientar una práctica profesional humanizada basada en la confianza y en el respeto de la dignidad y los derechos humanos desde la fecundación o fertilización hasta el final de la vida de la persona. En el cuerpo de estos códigos se orientan y describen aquellas responsabilidades y deberes de la Enfermería para con las personas, su práctica, la profesión y compañeros de trabajo.
En el último Congreso Argentino de Enfermería (mayo de 2002) llevado a cavo en la Provincia de Córdoba, se planteó un análisis crítico sobre los códigos a los cuales está adscripta la enfermería en nuestro país. En el análisis se relacionó la evolución histórica, los cambios sociales y el posicionamiento de la profesión en correspondencia a estos. Se observa que desde 1854 en las "Notas de una Enfermera" de Florence Nightingale, el fundamento ético del "deber ser", como valor atemporal y acultural se expresa en un conjunto de normas. Es necesario recordar que el documento de Florence Nightingale responde a un momento histórico para la profesión donde se determina las bases para conformar la profesión desde la apropiación de conocimientos propios, también responde a la ubicación de la mujer en la sociedad, al rol del médico y al concepto de salud-enfermedad que socialmente se aceptaba a fines del siglo XIX. (15)
En 1953 en la ciudad de San Pablo, Brasil, el Consejo Internacional de Enfermería (C.I.E.) promulga el 1er. Código de Etica para las Enfermeras del Mundo. Al analizar y comparar con el promulgado en 1973 en la Ciudad de México, se distingue que este nuevo código omite frases que hablan de la enfermería como un servicio físico-social y espiritual reflejando una visión más profesional y menos "vocacional" del ejercicio profesional. En el código del 1953, se pone un especial énfasis en las "virtudes" de las enfermeras incluso aludiendo a su vida privada. En el de 1973 se subraya exclusivamente, el nivel profesional de la enfermería. También, aparece modificada su relación con el médico, ya no se habla de cumplir inteligentemente y lealmente las órdenes del médico, que parecía quitarle a la enfermera la capacidad de juicio y de responsabilidad. Aparece la relación con otros profesionales como relación de equipo. (16)
Si el código de enfermería de 1953 marcaba a través de sus postulados una imagen vocacional, podemos afirmar que el código del 1973 visualiza claramente una imagen más autónoma y profesional. En 1984 la Federación Panamericana de Profesionales de Enfermería (FEPPEN) elabora y publica el Código de Ética al que actualmente nuestra Federación Argentina de Enfermería adhiere, conjuntamente, al del C.I.E. El código del FEPPEN, no deja de ser una respuesta a todo el movimiento jurídico y social que suscitó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este documento impulsó, positivamente, la definición ética en situaciones nuevas y cambiantes del amplio mundo moral profesional y sanitario que no eran contemplados en los anteriores códigos:
Derecho a la objeción de conciencia,
Práctica del consentimiento informado y/o rechazo de tratamiento
Protección, orientación y deberes con la familia, la comunidad y el ecosistema, etc.
En el año 2000, el C.I.E. efectúa una revisión actualizada, reafirmando en el preámbulo el respeto por los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, a la dignidad y a ser tratado con respeto. Todo código tiene significado como documento vivo si se aplica a las realidades de la enfermería y de la atención de salud en una sociedad cambiante.
Las cuestiones éticas no tienen una respuesta fácil, sencilla, que pueda encontrarse previamente en los códigos de ética o en las leyes. Tanto los códigos como las leyes son importantes para los profesionales de la salud, pero por su naturaleza intrínseca, los códigos y las leyes tienden a estar limitados a declaraciones generales. En la actualidad, los dilemas éticos que con tanta diversidad y frecuencia se nos plantean; los códigos pueden proporcionarnos directrices generales, pero las enfermeras y enfermeros, como personas y como profesionales de los cuidados de salud, emiten juicios cada día que afectan a las vidas humanas y que tienen influencia en el bienestar de los pacientes, de sus familias y de las personas que conforman una comunidad como así también influyen en la toma de decisiones de los demás profesionales de la salud.
"La ética no es cosa de intuición, imaginación, capacidad de persuasión, sentimientos ni "opiniología", ni urbanidad de estilos de gestión económica y social, sino que sus conclusiones se fundamentan en argumentos lógicos basados en hechos reales. El análisis ético es el que más abarca porque debe considerar todas las dimensiones humanas de cada caso, pero lo hace con una jerarquía" (Sánchez Torres, Fernando, Temas de Ética Médica, Rodríguez Luño, Ángel, p.17. J Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, Ed. Ariel, Barcelona, pp. 1.141-1.148). (17)
La BIOÉTICA es una nueva disciplina que tiene por objeto analizar los problemas éticos que plantean las ciencias de la vida y del cuidado de la Salud. Es el estudio sistemático en la perspectiva interdisciplinaria y transdisciplinaria, de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, examinadas a la luz de los valores y de los principios morales, para el respeto y la promoción de la persona, de los seres vivos y del medio ambiente.
La Bioética ha afrontado el desafío de abrir espacio a la discusión y aplicación de valores morales, principios, virtudes, concepciones del bien y de la justicia, la religiosidad y los conceptos sobre situaciones humanas como la vida y la muerte, la enfermedad y la salud, la relación del hombre con la naturaleza, dimensiones todas que deben entenderse en la pluralidad de un diálogo ético del reconocimiento del otro como legítimo otro en la convivencia. (Guy Durand, Encyclopedia of Bioethics, Georgetown University, 1978).(18 )
Se basa la reflexión a partir de cuatro principios, la pregunta central para esta nueva disciplina ética se centra en: ¿cuál es el pensamiento correcto y la actuación correcta desde el punto de vista ético en esta situación? Se ocupa de analizar conceptos tales como: derechos, obligaciones, deberes y consecuencias.
Históricamente, los principios de la Bioética aparecen en el Informe Belmont, que fue presentado al Congreso de los Estados Unidos en 1974 por la llamada "Comisión Nacional para la Protección de los sujetos humanos de la investigación biomédica y de comportamiento".
En 1979, Beauchamp y Childress proponen incluirlos a la reflexión y análisis en la práctica asistencial, conocidos también como los principios de la Bioética, son: beneficencia – no maleficencia, autonomía y justicia.
Autonomía
El respeto por las personas es el primer principio y éste exige que cada individuo sea tratado como un ser único y como un ser igual a todos los demás individuos. Se requiere una justificación ética especial para interferir en los propósitos, la privacidad o los comportamientos individuales de cada persona.
Con este principio se reconoce el deber de respetar la libertad individual que tiene cada persona para determinar sus propias acciones (Fry, Sara, p. 29).
Este principio descalifica las decisiones paternalistas que toman los médicos y las enfermeras en nombre de pacientes que están capacitados para adoptar decisiones. La palabra autonomía deriva del griego ´autos´ (propios) y ´nomos´ (regla, autoridad o ley), se utilizó por primera vez con referencia a la autorregulación y autogobierno de las ciudades.
Este término se ha ampliado en la actualidad y se utiliza para las personas adquiriendo significados bastante diversos, como autogobierno, derechos de libertad, intimidad, elección individual, libre voluntad, elegir el propio comportamiento y ser dueño de uno mismo.
El significado de la palabra autonomía, como ocurre con muchos otros consejos filosóficos, se vuelve más especifico en el contexto de la teoría. Por eso, se sostiene que toda persona autónoma debe tener, entre otras, la capacidad de autogobierno que incluye: la comprensión, el razonamiento, la reflexión, la elección independiente.
El principio del respeto por las personas exige que tengamos en cuenta las elecciones y valores que el paciente tiene a la hora de tomar decisiones sobre los cuidados y el tratamiento, y respetarlo como agente autónomo activo.
Dentro de los modelos del pensamiento enfermero, Virginia Henderson, propicia y sostiene un modelo de respeto y promoción de la autonomía del paciente. Médicos y enfermeros caen en la tentación de utilizar la autoridad para favorecer o perpetuar la dependencia del paciente, en lugar de promover su autonomía.
Para respetar la autonomía desde el modelo de cuidado de Henderson, los pacientes deben estar preparados para dejar de sentirse dependientes y conseguir todo el control posible o deseado de la situación.
Las reglas morales, que nos sirven de afirmación del respeto por la autonomía del paciente son: decir la verdad, respetar la intimidad, proteger la información confidencial, obtener el consentimiento para las intervenciones de enfermería y ayudarlo a tomar decisiones cuando se nos pida, sin coerción o manipulación.
El respeto por la autonomía como principio es muy amplio y no debe ser utilizado en aquella persona que por inmadurez, incapacidad, ignorancia, coerción o explotación, sea incapaz de actuar en forma competente.
La reflexión se basa en si los pacientes o sujetos son psicológica o legalmente capaces de tomar decisiones adecuadas.
La medicina, la psiquiatría, el derecho y la filosofía han elaborado informes muy distintos sobre las habilidades que una persona debe demostrar para ser considerada competente.
Si el paciente es incompetente por cualquiera de las razones mencionadas anteriormente, se delega en los padres, familiares o de no tenerlos, en aquella persona que represente los mejores intereses del paciente, o en último caso se dará intervención a la justicia.
No maleficencia, o no hacer daño
Es otro principio ético que desde la máxima hipocrática ´primum non nocere´ y desde las notas de Florence Nightingale es parte del juramento de compromiso y responsabilidad moral que asumen los profesionales de la salud como la obligación de extremar siempre los posibles beneficios y minimizar los posibles riesgos (Fry, Sara. pág. 28).
. Beauchamp, T. L y J. F. Childress, en su libro sobre Principios de la ética biomédica, distinguen entre: el principio de No maleficencia y el principio de Beneficencia.
Particularmente, no establecen un orden normativo o jerárquico y adquieren estos dos principios las siguientes formas:
No Maleficencia:
No se debe causar daño o mal.
Beneficencia:
Se debe prevenir el daño o el mal.
Se debe evitar o rechazar el daño o el mal.
Se debe hacer o promover el bien.
Estas tres formas de beneficencia implican ayudar de manera activa (previniendo el mal, evitando el mal y promocionando el bien), mientras que la no maleficencia implica simplemente abstenerse intencionalmente de realizar aquellas acciones que puedan causar daño.
No hay una sola interpretación del término "daño", puede también considerarse como injuria, injusticia, violación o agravio, obstaculizar o alterar los intereses físicos o psicológicos.
Esto crea ambigüedad en la práctica ya que podemos agraviar a un paciente por omitir la información prometida y no le estamos infligiendo un daño físico.
Es, por lo tanto, importante centralizarnos en primera instancia en el daño físico, incluidos el dolor, las incapacidades y la muerte, sin por ello negar la importancia de aquellos otros daños que con nuestros actos pueden obstaculizar o alterar la reputación, la propiedad, la intimidad o la libertad de los pacientes a nuestro cuidado.
Las reglas morales en las que basamos el principio de no maleficencia son: No matarás. No causarás dolor o harás sufrir a otros. No ofenderás. No privarás a los demás de los bienes de la vida.
Beneficencia:
El término beneficencia se define en el diccionario español como "la virtud de hacer el bien"; en la lengua inglesa el término beneficence connota actos de misericordia, bondad y caridad. El altruismo, el amor y la humanidad son a veces considerados también formas de beneficencia. Entendemos que una acción es beneficente cuando proporciona beneficios a otras personas.
Es importante que identifiquemos en nuestra práctica las reglas morales que reconocen al principio de beneficencia: proteger y defender los derechos de los pacientes, prevenir que suceda algún daño, suprimir las condiciones que puedan producir perjuicio a otros, ayudar a las personas con discapacidades.
El principio de beneficencia en la práctica de enfermería se subraya en documentos internacionales como el de la American Nurses Association: "el compromiso primario de la enfermería es con la salud, el bienestar y la seguridad del paciente" o en el Consejo Internacional de Enfermería (C.I.E.): "Las enfermeras dispuestas siempre a ayudar" (lema elegido para su Centenario).
Justicia:
El principio de justicia estipula la igualdad de trato entre los iguales, y la diferencia de trato entre los desiguales, conforme a sus necesidades (Beauchamp & Childress, 1989).
Esto significa que las personas que tienen necesidades iguales en materia de salud deben recibir la misma cantidad de recursos sanitarios (igualdad de trato entre iguales). Significa también que si algunas personas tienen más necesidades que otras, deberán recibir más recursos sanitarios. Hacer hincapié en las necesidades permite una distribución más equitativa de los recursos disponibles.
En lo que compete a Enfermería las cuestiones por plantear tienen que ver con la asignación de los recursos, por ejemplo: cuántas enfermeras se requieren en un determinado servicio para garantizar cuidados de enfermería buenos y seguros, qué nivel de capacitación deberían tener el profesional de enfermería para asumir el cuidado de tal paciente, cómo distribuir los recursos materiales escasos para cada paciente de acuerdo a su necesidad.
La justicia en la atención de enfermería no se refiere solamente a la disponibilidad y utilización de recursos físicos y biológicos, sino a la satisfacción de necesidades básicas de la persona, en su orden biológico, espiritual, afectivo, social y psicológico que se traducen en recurso humano de enfermería que ofrezca una adecuada calidad de atención. (19)
El principio de justicia debe ocupar una posición prioritaria en sociedades como la nuestra que se debaten en asimetrías abrumadoras en sus sistemas de cobertura de servicios sociales y que viven en situaciones crónicamente deficitarias, si se aspira a mantener niveles mínimos de convivencia social. Algunos de los problemas éticos implicados en la equidad de la distribución son: desigualdades en el acceso a la asistencia sanitaria, incremento de los costos de la medicina, falta de recursos económicos y humanos, aumento de poblaciones vulnerables con una problemática social aguda.
Es un principio ético básico para la sociedad y para la prestación de los cuidados de enfermería; implica lo público, por ende, trasciende las decisiones de la ética clínica y compromete a los agentes de salud en actos donde se requieren acuerdos sociales de justicia distributiva. (20)
El término "justicia distributiva" se refiere a la distribución equitativa y adecuada de los beneficios y cargas de acuerdo a las circunstancias y situaciones particulares de las personas, sus actos y consecuencias hacia los demás.
Conclusiones
Al finalizar esta investigación se logran los objetivos propuestos ya que esta enfermedad por sus características necesita medios de apoyo con el personal de salud y mas aún de la intervención de enfermería modificando los aspectos negativos de su cuadro clínico según el consentimiento del paciente.
Los principios bioéticos no se conocen a fondo por parte del personal de salud aspecto que influye en la atención que se le brinda al enfermo de forma negativa, se logra mayor apoyo cuando el paciente nos da su consentimiento sin presiones externas
En estos pacientes si se conociera bien la bioética se lograría reducir al mínimo alguno de sus síntomas .demostrándose con este tema que existe falta de conocimiento en términos bioéticos por el personal de salud donde debe enriquecerse los cursos bioéticos, ya que el desconocimiento o la falta de su aplicación llevan a realizar iatrogénicas médicas,
Bibliografías
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6 Terence Michel M. Tendencias y Corrientes filosóficas en bioética. Coord. Académico del instituto de humanidades en ciencias de salud. Ananhuar, México. 2007
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18. LOSOVITZ, A. Y COLABORADORES, "Reflexiones interdisciplinarias sobre ética en medicina", en El guardián de los vientos, Catálogos, Argentina,
19. POLÍTICAS DE ENFERMERÍA PARA EL DECENIO 2000, Brcopias, Argentina,.
20..Guía de observación. Consulta de Reumatología. Policlínico de especialidades. San Antonio de los Baños. Enero.2010
Autor:
Lic. Jorge Luis Acosta Arias
Licenciado en Enfermería.
Máster en Didáctica y Atención Integral a la mujer.
Profesor Auxiliar.
MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA
FACULTAD OESTE DE LA HABANA
SEDE DOCENTE SAN ANTONIO DE LOS BAÑOS.
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