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Contaminación Electromagnética (página 2)

Enviado por rosayda


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Para entender la diferencia, las RADIACIONES IONIZANTES (RI) son aquellas, cuyo efecto más importante, según el mismo término lo describe, es la ionización de la materia, debido a su longitud de onda más corta y por ende más energética. A modo de ejemplo, mencionaremos entre ellas a la Radiación X, la Radiación Gamma y a la Radiación Cósmica. Los riesgos asociados con el uso de la Radiación X y Gamma, tanto en sus aplicaciones médicas, nucleares como industriales han sido estudiados con mucho detalle y sus efectos son bien conocidos pudiendo ser de extrema gravedad y como consecuencia de ello, han merecido una preocupación especial, desarrollándose toda una disciplina de Protección Radiológica. Así, se han elaborado Normas de Seguridad y establecido los Límites de Exposición para proteger tanto a las personas que por su tarea están expuestas a ellas, denominadas personas ocupacionalmente expuestas, como al público en general y al paciente cuando se trata de exposiciones médicas.

A diferencia de las anteriores las RADIACIONES NO IONIZANTES (RNI) no llevan asociada una energía suficiente para producir el proceso de ionización arriba mencionado, causal de los efectos no deseables. Debemos entender que existen dos tipos de riesgos, los aceptables y los no aceptables. Toda la actividad humana implica un riesgo. El uso de las radiaciones electromagnéticas no ionizantes también implica un riesgo, que además de ser aceptable, es significativamente menor que el de las ionizantes, siempre y cuando se respeten las normas nacionales e internacionales que establecen los valores máximos de exposición al ser humano. Si no se respetan dichas normas, esto podría ser motivo de preocupación ya que las manifestaciones de las RNI también podrían generar daños de distinta magnitud según el grado y tiempo de exposición.

Las radiaciones electromagnéticas no ionizantes abarcan prácticamente todo el espectro electromagnético. Dichas radiaciones no pueden ser percibidas por los sentidos humanos, a menos que su intensidad alcance valores suficientemente grandes como para manifestarse a través de sus efectos térmicos. La excepción es una banda muy angosta, dentro del espectro visible que si es percibida por el ojo. Como se verá más adelante, además de estos efectos también aparecen los llamados efectos no térmicos o fotoquímicos. Las diferentes longitudes de onda, la energía y la tasa de absorción específica aún dentro de un mismo tipo de radiación, deben tenerse en cuenta al momento de establecer los márgenes de seguridad. En efecto, la efectividad de penetración de la RNI dentro del cuerpo humano y los puntos de absorción en el mismo dependerán de las características mencionadas anteriormente y diferirán de un tipo de radiación a otro.

Radiación Ultravioleta (UV).

Se subdivide en tres subregiones:

UV-A (también luz negra)…………………..315 a 400 nm

UV-B ………………………………………………280 a 315nm

UV-C… 100 a 280 nm

La Radiación Ultravioleta tiene uso difundido en la esterilización de instrumental y determinado equipamiento médico como también para la generación de un ambiente estéril.

Radiación Visible.

El espectro visible está comprendido entre 400 y 780 nm.

Hasta el siglo pasado la fuente principal ha sido el sol, que no ha sido considerado demasiado peligroso ya que el propio organismo humano cuenta con mecanismos de autodefensa y con el desarrollo de pigmentación adecuada. La aparición cada vez más extensa de las fuentes artificiales hace que el problema de protección sea de urgente aplicación.

Láseres.

Como ya se mencionó anteriormente los Láseres pueden abarcar además del espectro visible, el de UV (Exímenos) y también el de IR (CO2. En cuanto a los Láseres, el uso de los mismos en cualquiera de sus aplicaciones presenta un capítulo especial, donde según la clasificación del ANSI (USA) su riesgo está catalogado en forma simplificada de la siguiente manera:

CLASE 1: Dispositivos de riesgo insignificante (Barras lectoras en cajas registradoras).CLASE 2: Bajo riesgo, baja potencia, menor de 1mW (Punteros Láser).CLASE 3: Bajo riesgo, potencia media entre 1 y 5 mW. CLASE 3b: Riesgo moderado, potencia media menor de 0,5 W (Telemetría). CLASE 4: Alto riesgo y gran potencia, mayor de 0,5 W (Láseres Quirúrgicos e Industriales).

Radiación Infrarroja (IR)

También se subdivide a su vez en tres subregiones:IR-A………..780 – 1.400 nm

IR-B………..1.400 – 3.000 nm

IR-C………..3.000 – 1.000.000 nm

También se llama Infrarrojo Cercano a la banda entre 780 y 3.000 nm, Infrarrojo Medio a la que se extiende entre 3.000 a 30.000 nm e Infrarrojo Lejano a la porción que va desde 30.000 a 1.000.000 nm.

Radiofrecuencias (RF), incluyendo Microondas (MO).

Abarcan un espectro desde 0.3 MHz hasta 300 GHz, correspondiendo a longitudes de onda de 1.000 m hasta 1 mm respectivamente. Habitualmente el rango comprendido dentro del espectro de RF desde 0.3 GHz hasta 300 GHz (1.000 mm a 1 mm de longitud de onda) se lo denomina Microondas (MO) y se clasifica en tres subregiones:

Microondas (0.3 GHz-300 GHz).

Extremadamente Alta Frecuencia (EHF en inglés) de 300 a 30 GHz – (1-10mm). Súper Alta Frecuencia (SHF en inglés) de 30 a 3 GHz – (10 a 100 mm).Ultra Alta Frecuencia (UHF en inglés) de 3 a 0.3 GHz – (100 a 1.000 mm).

La telefonía móvil, tanto la analógica (celular) como la digital (PCS) y la futura tercera generación (3G) anunciada en Europa como la Tecnología UMTS (Universal Mobil Telecommunications Systems) se enmarcan dentro de este espectro.

Radiofrecuencias.

El rango de Radiofrecuencias (RF) propiamente dichas a su vez se suele clasificar en las siguientes subdivisiones:

Muy Alta Frecuencia (VHF en inglés) de 300 a 30 MHz – (1 a 10 m).Alta Frecuencia (HF en inglés) de 30 a 3 MHz – (10 a 100 m).Frecuencia Media (MF en inglés) de 3 a 0.3 MHz – (100 a 1000 m).

Este es el espectro donde predominan las comunicaciones radiales y televisivas y algunos aparatos domésticos.

En el rango de frecuencias más bajas y puntualmente en el de Extremadamente Bajas Frecuencias los problemas nuevamente se presentan en el transporte de energía eléctrica por intermedio de Líneas de Alta Tensión, que van desde los centros de generación hasta los lugares de consumo, creando preocupación en aquellas comunidades que habitan en su cercanía. Aquí tenemos:

Baja Frecuencia (LF en inglés) de 300 a 30 KHz – (1 a 10 km).Muy Baja Frecuencia (VLF en inglés) de 30 a 3 KHz – (10 a 100 km).Extremadamente Baja Frecuencia (ELF) de menos de 0.3 KHz – (más de 1.000 km).

Dentro de esta última se encuentra el transporte de energía eléctrica que se efectúa con frecuencias de 50 Hz ó 60 Hz a través de cables de alta tensión, siendo ésta, motivo de preocupación sobre la posibilidad de inducción de enfermedades oncológicas en comunidades cercanas a las mismas.

DESARROLLO II PARTE

Efecto de la Contaminación Electromagnética

  • Efectos de las Radiaciones no Ionizantes.

Dada la proliferación incontrolada de fuentes de contaminación electromagnética a nuestro alrededor, son múltiples los científicos de renombre internacional que han mostrado su interés por el tema, advirtiendo del creciente riesgo a que nos vemos sometidos; en este sentido, apuntan no pocas investigaciones publicadas en prestigiosas revistas científicas. De entre los efectos adversos publicados en estas investigaciones podemos destacar los siguientes: cefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, depresión, ansiedad, leucemia infantil, cáncer, enfermedad de Alzheimer, alergias, abortos, malformaciones congénitas, etc.

En mayo de 1993 David Reynard, de La Florida, estableció una demanda contra la NEC Corporation, fabricante de teléfonos celulares, argumentando que el tumor cerebral de su esposa había sido causado por las radiaciones electromagnéticas emitidas por su teléfono. El caso fue finalmente desestimado en los tribunales por falta de evidencias, pero la controversia acerca de la seguridad de los teléfonos celulares aún continúa.

Se argumenta que, aunque los teléfonos celulares transmiten a muy baja potencia, la cercanía de la antena plegable a la cabeza hace que el usuario absorba cantidades significantes de radiación en una región muy sensible.

Recientemente el Dr. Chris Newman, neurólogo de Baltimore, demandó a varias compañías de teléfonos por 800 millones de dólares, convencido de que su hábito de usar el celular en 9 años fue el causante del cáncer que padece en el cerebro. Los médicos que asisten a Newman aseveran que el tumor está localizado "en la posición anatómica exacta donde la radiación del teléfono incidía sobre su cráneo". Pero un caso aislado no proporciona ninguna evidencia científica, y serán necesarios estudios estadísticos que abarquen varios años para llegar a conclusiones mas o menos válidas sobre los celulares

Actualmente se pueden encontrar informes sobre diferentes investigaciones realizadas en grandes grupos de personas o animales, pero con resultados totalmente contradictorios. Por ej., una investigación publicada en septiembre del 2000 en el Journal of the American Medical Association no encuentra riesgos significantes en el uso apropiado de los teléfonos celulares. Y en enero del 2001 un artículo del Journal of Epidemiology concluía que los usuarios de teléfonos móviles son tres veces más propensos a desarrollar cáncer en el ojo que quienes no los usan.

Lo cierto es que aún existe muy poca información acerca del efecto a largo plazo en el cuello y la cabeza de las radiaciones de baja potencia originadas por los celulares. Y los más optimistas consideran que, hasta el momento, el único problema de salud que parece estar asociado al uso de estos teléfonos es el incremento de los accidentes de tránsito, causados por los chóferes que usan el celular en la vía sin atender debidamente al control del vehículo.

SIN EMBARGO, la realidad es que vivimos sumergidos en un mar de ondas electromagnéticas, donde la contribución de los celulares no es, ni mucho menos, la más importante. Además de la luz solar visible que absorbemos en la piel, ondas invisibles de radio, televisión y microondas atraviesan nuestros cuerpos continuamente, todos los días y cada segundo de cada día, mientras comemos, dormimos, nos bañamos o nos sentamos frente al televisor.

Estas radiaciones son generadas por los tendidos eléctricos, los radares, las redes de comunicación de todo tipo y por equipos industriales y del hogar como los televisores y los hornos de microondas. Se diferencian de la luz visible en su menor frecuencia y en su mayor capacidad de penetración en la sustancia, y se pueden clasificar como radiaciones no ionizantes de alta (a) y baja (b) frecuencia, como se muestra en la siguiente tabla.

Tabla # 1 Clasificación de la radiación electromagnética (en orden de frecuencia descendente)

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Las radiaciones de menor frecuencia no son capaces de disgregar los átomos y moléculas que componen los tejidos, y durante mucho tiempo existió la creencia de que esta radiación era perjudicial sólo en intensidades muy elevadas. Sin embargo, ante la proliferación de equipos eléctricos y electrónicos que generan radiaciones no ionizantes de alta y baja frecuencia, en la última década han comenzado a ser objeto de atención las posibles consecuencias de una exposición prolongada a este tipo de radiación.

Se produce un efecto biológico cuando la radiación origina algún cambio perceptible en el organismo. El efecto no tiene que ser necesariamente perjudicial; puede ser inocuo, e incluso provechoso. Es benéfica, por ej, la producción de vitamina D por el organismo en respuesta a la absorción de la radiación solar en la piel. Pero el exceso de esta misma radiación puede causar quemaduras a corto plazo y cáncer a largo plazo, por un efecto acumulativo. Comúnmente existe un límite entre lo inocuo o provechoso y lo perjudicial según sea la intensidad de la radiación y el tiempo de exposición, factores que regulan la cantidad absorbida por el organismo.

El efecto más importante de las radiaciones no ionizantes de frecuencia superior a 1 megahertz y menor de 10 gigahertz (tipo "a" en la tabla 1) es el calentamiento inducido en los tejidos, fenómeno muy bien conocido, descrito por la ley de Faraday-Lenz y por la interacción dipolar con el agua. Incluso a niveles muy bajos de intensidad esta radiación produce pequeñas cantidades de calor, que son absorbidas por los procesos termorreguladores del organismo sin que el individuo lo perciba. Cuando la fuente de radiación es intensa y amplia, puede hacer que aumente la temperatura del cuerpo, el flujo sanguíneo y la sudoración. Si una persona es sometida a exposiciones muy intensas se pueden producir dolores de cabeza, náuseas, atontamiento y, eventualmente, un colapso circulatorio y la pérdida de la termorregulación del cuerpo, llegando a ser fatal en casos extremos.

Niveles altos de radiación se pueden encontrar a la distancia de algunas decenas de metros de antenas potentes de frecuencia modulada. Estas antenas se sitúan usualmente en puntos de difícil acceso, en el extremo de altas torres, y no ofrecen peligro directo. No obstante, las personas que trabajan en los sectores de la radiodifusión, transporte y comunicaciones, pueden estar expuestas a campos de intensidad elevada si realizan su actividad muy cerca de antenas transmisoras o de sistemas de radar. En la mayoría de los países, el uso para fines civiles y militares de los campos de radiofrecuencias está sujeto a normas muy estrictas.

La profundidad de penetración en los tejidos de la radiación de frecuencia inferior a 1 megahertz (tipo "b" en la tabla 1) es mayor que la del tipo "a". Esta radiación es capaz de inducir cargas y corrientes eléctricas en el organismo, estimulando las células de tejidos tales como los nervios y los músculos. Pequeñas corrientes eléctricas están siempre presentes en el organismo como parte normal de las reacciones químicas propias de la vida. Pero si los campos de radiofrecuencias inducen corrientes que excedan el nivel normal de los tejidos, es posible que se produzcan efectos perjudiciales para la salud. Se ha encontrado, por ej, que la exposición a la radiación de baja frecuencia altera la actividad eléctrica del cerebro en gatos y conejos, al modificar la movilidad de los iones de calcio. Este efecto también se ha comprobado en células y tejidos aislados.

Otros estudios sugieren que la acción de la radiación cambia el ritmo de proliferación de las células, altera la actividad de ciertas enzimas o afecta al ADN celular. Pero no se conoce la incidencia que estos cambios podrían tener en la salud, y las explicaciones dadas al origen de los supuestos cambios usualmente no resisten el escrutinio científico. Aún queda mucho por investigar en este sentido.

Las fuentes que emiten la mayoría de la radiación en nuestro entorno inmediato se pueden clasificar según se localicen en la comunidad, la vivienda o el puesto de trabajo. La mayor parte de la radiación observada en la comunidad procede de antenas emisoras de radio, televisión y de equipos de telecomunicaciones. La exposición a la radiación emitida por estos últimos equipos es, en promedio, inferior a la emitida por los aparatos de televisión en la vivienda. Los niveles mas elevados de radiación se registran en zonas situadas en las inmediaciones de emplazamientos de transmisores o sistemas de radar.

Entre las fuentes de radiación en la vivienda figuran los hornos de microondas, los teléfonos móviles, los dispositivos de alarma antirrobo y los televisores. Los hornos de microondas, que en principio podrían originar niveles de radiofrecuencias muy elevados, están sujetos a normas estrictas de calidad que limitan las fugas de radiación. En general, el nivel básico de radiación de los equipos electrodomésticos es razonablemente bajo.

La radiación en el puesto de trabajo se puede originar en los calentadores dieléctricos empleados para laminación de maderas y sellado de plásticos, calentadores por corrientes de inducción, hornos de microondas para uso industrial, equipos de diatermia para tratar la inflamación y el dolor, y los aparatos de electrocirugía para cortar y soldar tejidos. Siempre existe la posibilidad de que el personal que trabaja con estos equipos sufra un exceso de radiación, por lo que se deben de cumplir estrictamente las normas y regulaciones establecidas para estos casos.

Existen normas internacionales decretadas para garantizar la seguridad de los aparatos emisores de radiofrecuencias, y para que su uso no interfiera con el de otros equipos.

La Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (International Comission on Non Ionizing Radiation Protection ICNIRP), organización no gubernamental reconocida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido límites admisibles para la exposición a campos de radiofrecuencias. Las directrices de la ICNIRP se prepararon sobre la base del examen colegiado de todas las publicaciones científicas, incluidas las relativas a los efectos térmicos y no térmicos. Las normas se basan en la evaluación de los efectos biológicos que poseen consecuencias demostradas para la salud, y están sujetas a cambios a medida que avanza la investigación y el conocimiento sobre el tema.

Los niveles promedio de radiación que se observan habitualmente en la comunidad y la vivienda actualmente se encuentran muy por debajo de los límites admisibles de radiación fijados por el ICNIRP.

Hasta el momento existe poca evidencia acerca de alguna relación causa-efecto entre la exposición a las radiofrecuencias y el cáncer, aunque algunos estudios recientes sugieren que las radiofrecuencias pueden inducir el crecimiento de tumores en animales.

La mayor cantidad de evidencia se refiere a campos intensos como los que se encuentran en la industria. En investigaciones realizadas en obreros expuestos a niveles significativos de radiación se han encontrado correlaciones que indican un cierto incremento del riesgo de contraer leucemia. Pero existen dudas de si los resultados se deben a los campos electromagnéticos o a algún otro agente; por ej., a agentes químicos también relacionados con el trabajo de los obreros.

Tampoco se han encontrado evidencias decisivas sobre la posible influencia de la exposición a la radiación en el cáncer de los niños, aunque se ha especulado mucho acerca de la supuesta relación entre la leucemia y las líneas de alta tensión. Lo cierto es que estas investigaciones, realizadas en sectores residenciales, son complejas y usualmente poseen un gran margen de error, pues deben tomar en cuenta factores tales como la distancia de la vivienda a las líneas de alta tensión, el tiempo de exposición, o la presencia de otros emisores de radiación en las cercanías, incluyendo los equipos domésticos.

De todas maneras se han encontrado relaciones positivas entre microondas y desórdenes de todo tipo. Estas investigaciones ya han puesto de manifiesto cómo influyen las microondas sobre los tejidos de los seres vivos.

Los organismos animales utilizan electricidad para desarrollar sus funciones vitales. Lo que corre por los nervios son corrientes eléctricas. Pruebas como el electroencefalograma o el electrocardiograma lo que hacen es registrar la actividad eléctrica del cerebro o del corazón para detectar si existen irregularidades en su funcionamiento. El Dr. Hyland, de la Universidad de Warwick (GB), afirma que las ondas utilizadas por los teléfonos móviles son de la misma frecuencia que las ondas cerebrales alfa, por lo que, aunque la intensidad sea muy baja, el cerebro está especialmente sensibilizado a esta frecuencia (recomendaciones para usuarios de teléfonos móviles, donde se muestra en la tabla 2).

Recomendaciones para usuarios de teléfono móvil

  • ? Procura no usar teléfonos móviles. Si lo haces, que sea para conversaciones cortas.

  • ? Si tu teléfono tiene opción de "manos libres", úsalo siempre que te sea posible, pero sin utilizar audífono. El audífono puede actuar de antena y concentrar aún más las ondas.

  • ? Al hablar, aleja el teléfono de la cabeza todo lo que puedas.

  • ? El teléfono en modo de espera o "stand by" también emite radiaciones, que pueden afectar a los órganos más próximos: riñones, matriz, ovarios, hígado, testículos… Si puedes, desconéctalo. Y si has de tenerlo conectado, aléjalo de tu cuerpo cuanto puedas.

Tabla # 2 Recomendaciones para usuarios de teléfono móvil

Sintetizando mucho, citaremos algunas de las principales vías de influencia, aunque hay que decir que prácticamente cada día hay algún equipo de investigadores que descubre nuevas alteraciones: una de ellas es a través de un aumento de la permeabilidad de la barrera hemato-encefálica: Las neuronas, como todas las células, están recubiertas de una membrana que las protege del exterior. Las microondas provocan una dilatación de los poros de esa membrana, que se hace así permeable a determinadas sustancias que no deberían entrar en las neuronas. Este proceso permite relacionar las microondas con tumor cerebral, enfermedad de Alzheimer y pérdidas de memoria, como consecuencias más directas.

Otra vía de influencia es a través de la producción de melatonina. La melatonina es una hormona descubierta recientemente, producida por la glándula pineal, una de cuyas funciones conocidas es la de regular los ritmos de sueño y vigilia. Una alteración en su producción conlleva desarreglos del sueño y caracteriales, tales como depresión, cansancio y, en el extremo, propensión al suicidio.

Experimentos de laboratorio han demostrado que las radiaciones de baja intensidad producen roturas en el ADN. El ADN es el encargado de fabricar células especializadas, y su rotura puede provocar la fabricación de células no especializadas, es decir, cáncer.

También en la rama epidemiológica se han hecho investigaciones como las que siguen:

  • El doctor Siegal Sadetzki, del Centro Médico Chaim Sheba en Tel Hashomer, Israel, ha informado que niños israelíes que emigraron a Estados Unidos en los años 50 -y que entonces fueron tratados con radiaciones para tratar una enfermedad del cuero cabelludo- están desarrollando en la actualidad meningiomas, un tipo de tumor. La incidencia de este cáncer entre la población que fue irradiada hace 30-35 años es de 4 a 5 veces mayor que en la población no irradiada. (American Journal of Epidemiology, Febrero 2000)

  • El Instituto Militar de Higiene y Epidemiología de Varsovia (Polonia), bajo la dirección del Profesor Stanislaw Szmigielsky, también ha avanzado información de la investigación que están llevando a cabo y que tienen previsto terminar en 2005. El estudio hace un seguimiento de los historiales médicos de los soldados que estuvieron expuestos a radiaciones de microondas (las mismas que utilizan los teléfonos móviles) entre los años 1970 y 1990, y los compara con historiales de otros soldados que no estuvieron expuestos. Algunos de los hallazgos reportados son:

  • Los soldados expuestos son más propensos a desarrollar una larga lista de cánceres 10 años antes que los no expuestos.

  • El grupo expuesto muestra una mayor incidencia de muerte por cáncer de piel, cerebro, sangre, aparato digestivo y sistema linfático que el grupo no expuesto.

  • El artículo se publicó en el UK Sunday Mirror el domingo, 26 de Marzo 2000.

Otro estudio encontró que la muerte por suicidio entre los trabajadores que están regularmente expuestos a radiaciones electromagnéticas fue doble que entre los trabajadores no expuestos, encontrando además que el riesgo más alto de suicidio se daba entre los que estaban sometidos a mayores niveles de exposición, particularmente durante el año que precedió al suicidio. La relación más fuerte se encontró entre los que murieron antes de los 50 años.

El estudio lo llevó a cabo un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) y se publicó en el último número de Occupational and Environmental Medicine, Marzo 2000.

Las investigaciones de todo tipo continúan actualmente, fundamentalmente en Europa y EE.UU. Por eje, la Agencia Internacional para Investigaciones Contra el Cáncer de Lyon, Francia, dirige un estudio sobre el cáncer y los teléfonos celulares que debe finalizar en el año 2004 y abarca 13 países, 8 de ellos en Europa.

Existen también antecedentes comprobados que la absorción de energía electro-magnética por parte de la corteza cerebral de los niños es mas del doble de la de un adulto como se puede apreciar en la figura Nº 1, existe mayor absorción de energía por parte de las células cerebrales a mayor frecuencia.  

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Figura No 1: Coeficiente de absorción de las células cerebrales. (Información Tomada del artículo Compilation of the Dielectric Properties of Body Tisues at RF and Microwave Frecuencies.- Physics of Medicine and Biology, Vol 41 Nº 11 Pag 2231 a 2293 – año 1996

Como se observa, el coeficiente de absorción para los tejidos cerebrales es alrededor del doble para las transmisiones de telefonía digital (PCS), que la de la telefonía analógica (Cell).

Otro estudio realmente interesante es el realizado por el Dr Om Gandhi donde se observa la gran diferencia de penetración de entre los cráneos de un adulto y el de los niños. Esto se observa con claridad en la figura No 2. Conjuntamente con esto se debe considerar que la formación del cerebro humano evoluciona hasta la edad de los 15 años aproximadamente y por lo tanto teniendo en cuenta que se ha comprobado alteraciones en el ADN al estar expuesto a ondas electromagnéticas de bajo nivel, se debe limitar el uso de teléfonos celulares a los jóvenes menores de 15 años.

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(a)

(b)

(c)

 Figura No 2: Penetración de la energía electromagnética de un teléfono celular en el cráneo humano para el caso de un adulto (a), para un niño de diez años (b), y para un niño de cinco años (c).  Tomado del trabajo del Dr. Om Gandhi – Universidad de UTAH – año 1996, en su estudio para definir la gran diferencia de la profundidad de penetración en el cráneo entre adultos y niños. 

También otro ejemplo lo tenemos en el trabajo presentado por el Dr Neil Cerry de la Universidad de Lincoln, Canterbury, New Zealand, en junio de 2000 " Probable Health Effects associated with cell phone towers" se hace un estudio a partir de un gran número de antecedentes perfectamente documentados, y de este estudio hemos extraído un caso que permite visualizar la probabilidad de la correlación entre los casos de leucemia y la radiación electromagnética. Partimos del trabajo realizado por Selvin et al. (1992) de la recopilación  estadística de los casos de Leucemia ocurridos en la Ciudad de los Ángeles California para menores de 21 años, pagina 20  "Sutra Tower Study". En el área de la Ciudad de San Francisco existe una torre de transmisión de Televisión Digital de 300 metros de altura que a su vez se encuentra sobre una colina de 276 metros lo que hace un total de 576 m. Los elementos activos se encuentran a 520 m. Y posee un diagrama de irradiación lineal para la emisión de TV Digital de alta  frecuencia (UHF) como el indicado en la figura 3.

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Figura Nº 3: Diagrama de irradiación lineal de la torre Sutro de TV.

Cuando se considera el estudio epidemiológico de los casos de leucemia en menores de 21 años y se lo colocan en la ubicación geográfica de los domicilios de los niños afectados, se obtiene un mapa de los casos como el indicado en la figura 4.

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Figura Nº 4: Mapa de ubicación geográfica de los casos de leucemia en menores de 21 años en el distrito de la Ciudad de San Francisco, California.( Selvin et al. 1992).

 Si superponemos las figuras 3 y 4 veremos que la mayor parte de los casos coinciden con las zonas de mayor radiación de la antena (figura 5).

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Figura Nº 5: Superposición de los diagramas de irradiación de la antena con el mapa del distrito de San Francisco con los casos de leucemia.

Teniendo en cuenta el tipo de emisión electromagnética de modulación digital y de acuerdo con el diagrama de densidad de potencia en función de la distancia, como se observa en la figura 6, se puede estadísticamente sacar una relación de los casos de leucemia con relación a la distancia a la torre y superponer en esta graficación la densidad de potencia irradiada. Esto nos dará una visualización de la probable asociación entre la radiación de campos electromagnéticos y los casos de leucemia.

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Figura Nº 6: Diagrama de densidad de potencia en función de la distancia radial

Estadísticamente en la figura 7 se observa la relación de los picos de densidad de potencia correlativamente con los picos de densidad geográfica de casos de leucemia.

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Figura Nº 7: Diagrama de casos de leucemia y densidad de potencia en función de la distancia radial a la antena.

Como complemento y muy buena actualización sobre este tema de la influencia de las ondas electromagnéticas en nuestra salud, existe un libro editado en el presente año, CELL PHONES, Invisible Hazards in de Wireless Age, de los siguientes autores Dr George Carlo y Martín Schram, editado por Carroll & Graf Publishers Inc – First Edition 2001.

Se han hecho otros trabajos con objetivos parecidos como son el proyecto CEM (de campos electromagnéticos), auspiciado por la Organización Mundial de la Salud, en el cual participan numerosos países, y mediante el cual se pretenden aunar esfuerzos con el objeto de lograr un adecuado conocimiento sobre los efectos de la contaminación electromagnética. También es de importancia destacar la labor realizada por la Comisión de las Comunidades Europeas, que en 1998 elaboró en su seno unas Recomendaciones para los países europeos en materia de contaminación electromagnética.

La intensidad de la radiación disminuye aproximadamente en forma proporcional al inverso del cuadrado de la distancia. Significa que una persona situada a 1 metro de una de una fuente de radiación recibe 100 veces más radiación que otra situada a 10 metros, y 10 000 veces más que otra situada a 100 metros.

2.2. Efectos de otras Radiaciones no Ionizantes.

Las radiaciones visibles, las ultravioletas y las infrarrojas son también radiaciones no ionizantes y como se conoce también tienen una alta incidencia en nuestro organismo, afectando de manera considerable nuestro funcionamiento.

La tierra está rodeada por una masa de aire formada por varias capas, que recibe el nombre de atmósfera. Esta constituye un verdadero escudo protector que, al filtrar determinadas radiaciones solares mortíferas, hace posible la vida.

La capa de ozono es un verdadero filtro de las peligrosas radiaciones ultravioletas que emite el sol. Está compuesta por ozono, un gas cuyas moléculas contienen tres átomos de oxígeno. Si esta delgada faja de nuestra estratosfera desapareciera o se deteriorara, las consecuencias para los seres vivos serían catastróficas. En el hombre, las radiaciones provocarían serios daños, entre ellos el incremento de los casos de cáncer de piel, el debilitamiento del sistema inmunológico y numerosos trastornos de la visión.

Últimamente el aumento de fuentes industriales de UV ha creado preocupación en los trabajadores con fuentes de UV abiertas. El máximo riesgo corresponde a la exposición del ojo y de la piel. Cataratas y el cáncer de piel son las manifestaciones más conocidas por la exposición inadecuada a estas radiaciones. El grupo de mayor riesgo está constituido por los trabajadores que sufren prolongadas exposiciones al sol y para los cuales debería tenerse especial preocupación en cuanto a las medidas de protección.

En cuanto a las lámparas UV y halógenas deberá seguirse las indicaciones del fabricante con las señales de advertencia apropiadas.

Los rayos UV modifican el ADN, y aunque existe una acción reparadora de tipo enzimático del ADN, la exposición repetida lleva a una alteración en el sistema inmune de la piel con la aparición de tumores.

La exposición a IR puede ocurrir en la mayoría de las industrias o de las fuentes de calor importantes y los riesgos de trabajo debido al incorrecto uso de las mismas son bien conocidos.

Los rayos IR poseen un efecto térmico sobre la piel.

El ser humano presenta barreras naturales para protegerse contra el sol como son: la pilosidad, carotenoides, capa córnea, sistema de reparación enzimática del ADN, pero sobre todo es la barrera melánica la gran fotoprotectora a través de los melanocitos que sintetizan la melanina, sobre todo la eumelanina.

Es importante la interconsulta con el dermatólogo para asesorarse, según el fototipo, sobre qué factor de protección usar. El FPS indica cuanto tiempo una persona puede permanecer al sol sin quemarse después de usar el producto.

Los productos de protección solar pueden ser: sustancias físicas como (ingredientes activos) el dióxido de titanio o ser filtros químicos que contengan benzofenonas, cinamatos, sulfonatos, etcétera.

Actualmente existen fotoprotectores más complejos que incluyen melanina; los mismos son capaces de absorber radiaciones ultravioletas A, B y además los radicales libres formados por la radiación UV.

  • ? Con el objeto de dar indicaciones simples que nos permitan conocer el riesgo de la exposición al sol independiente de la hora oficial y del lugar geográfico (siempre que sea a nivel del mar o a alturas no superiores a los cientos de metros), se ha desarrollado el "método de la sombra" que tiene en cuenta la relación entre la altura de una persona, cualquiera sea su edad, y el largo de la sombra que proyecta: cuando la sombra es igual o mayor que la altura de una persona el riesgo es moderado; por el contrario, cuando es menor que su altura el riesgo es alto y si proyecta muy poca sombra es muy alto. En síntesis se dice que a "sombra corta" el riesgo es alto.

  • ? La fotoprotección debe realizarse a temprana edad.

  • ? Se aplican protectores solares a partir de los seis meses con FPS 15 o mayor, repetir la aplicación después de las inmersiones o con la transpiración.

  • ? Se debe aplicar el producto entre los 30 y 60 minutos antes de la exposición solar para que los ingredientes activos se unan a la piel.

  • ? No exponerse durante las horas 10:00 AM y las 5:00 PM.

  • ? La arena, nieve, cemento y el agua pueden reflejar más del 85% de los rayos que provocan daño solar.

  • ? Utilizar sombreros de ala ancha que proyecte la sombra sobre la cara y usar ropas protectoras de algodón.

Ya que la mayoría de los niños tienen sus actividades recreativas al aire libre aconsejar que se realicen temprano a la mañana o al atardecer.

Radiaciones visibles: Estas radiaciones son peligrosas para todo el organismo, principalmente ojos y piel. A una fuerte intensidad pueden ocasionar ceguera pasajera o incluso ceguera permanente.

Las radiaciones visibles se caracterizan por una longitud de onda luminosa intermedia, comprendida entre 0,4 micrón (violeta) y 0,7 micrón (rojo sobre el espectro.

Ultravioletas (UV): Este tipo de radiaciones invisibles inferiores a 0,4 micrón, es nocivo, tanto si son naturales como artificiales. Las mismas pueden provocar inflamación de la conjuntiva y de la córnea, produciendo igualmente quemaduras en la piel.Entre 0.33 y 0,4 las radiaciones Ultravioleta (UV) provocan el bronceado. Entre 0,28 y 0,33 micrón los UV ocasionan los daños descritos anteriormente.

Infrarrojo (IR): Las radiaciones cuya longitud de onda es superior a 0,7 micrón recibe el nombre de infrarrojo (IR). Tanto si son naturales como artificiales, dichas ondas invisibles ocasionan lagrimeo y dolor de cabeza, pudiendo desencadenar graves lesiones como la opacidad del cristalino (catarata) o la atrofia del nervio óptico.Las fundiciones o la soldadura al arco eléctrico son fuentes de calor generalizadas que ocasionan las radiaciones infrarrojas.

  • Riesgos debidos a los rayos nocivos

Zona

Longitud de onda

Entorno

Lesiones

UV-C

100 a 280 nm

EntornoIndustrial. Soldadura de Arco.

Fotoqueratitis, eritema, cáncer y pérdida de visión.

UV-B

280 a 315 nm

Luzsolar.Entorno industrial

Cataratas, eritema, cáncer.

UV-A

315 a 400 nm

Trabajos exteriores.

Fotoqueratitis, cataratas, molestia visual.

LUZ VISIBLE

400 a 700 nm

Entorno industrial.

Lesiones fotoquímicas y térmicas de la retina.

INFRARROJO

700 a 3000 nm

Soldadura eléctrica, trabajo de fusión (fabricación del vidrio y el acero).Procesos microondas.Luz solar.

Lesiones térmicas en la retina. Pérdida de la vista. Cataratas.

Límites de Exposición

Al igual que para las Radiaciones Ionizantes, para las RNI se han establecido límites de Exposición Ocupacional para trabajadores y el límite para el Público. El uso de RF y en particular de las RNI con fines médicos (diatermia, etc.) queda excluido de este análisis.

La principal fuente consultada ha sido además la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (CIPRNI) y algunos estándares de seguridad de países avanzados en la materia (USA, Inglaterra, etc.).

Exposición Ocupacional

El criterio para las personas expuestas por razones de trabajo toma como periodo 40 horas semanales (o en algunos casos breves periodos de exposiciones elevadas) y 50 semanas por año, debiendo ser informados claramente sobre los potenciales riesgos asociados con sus ocupaciones.

Los límites de exposición ocupacional se aplican a exposición corporal total y son función de frecuencia.

Estos límites de exposición ocupacional representan aproximadamente la densidad de potencia de una onda plana incidente necesaria para producir un SAR promedio de cuerpo entero de 0.4 W/kg.

En el grafico1 la curva (A) indica la densidad de potencia equivalente (mW/cm2) en función de frecuencia (MHz) para exposición ocupacional. En la misma se puede observar que el valor mínimo corresponde a 1 Mw/cm2 que coincide con el rango de frecuencia donde el cuerpo humano se comporta como receptor ideal.

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Exposición Poblacional-Ambiental

La población en general que es obviamente mucho mayor que la población ocupacional a su vez puede correr otros riesgos y por lo general no puede ser controlada individualmente. En estos casos los niveles de exposición que se fijan son sensiblemente más bajos que los ocupacionales tomando como parámetro un quinto de ellos.

A diferencia de la Exposición Ocupacional, la Exposición Poblacional representa la densidad de potencia de una onda plana incidente necesaria para producir el SAR promediado para la masa corporal total de 0.08 W/kg.

En el grafico 1, las curvas (B, C, y D) también indican los valores de densidad de potencia en función de frecuencia para el público, donde las curvas C y D entrarían en vigencia con el aumento planificado de nuevas fuentes radiantes con un mayor nivel de exposición para el público. Densidad de Potencia Mínima para el público es de 0,2 mW/cm2

2.3. Efectos de las Radiaciones Ionizantes.

Los rayos x, alfa, beta y los rayos ganma se encuentran entre esta clasificación y de ellos también se reportan efectos contaminantes para los organismos.

Estas radiaciones al actuar sobre una solución ejercen sus efectos no solo sobre los solutos, sino también sobre el solvente que en la mayoría de los casos es el agua. Si partimos de que casi el 70 % del organismo es agua, se comprenderá la importancia que reviste este proceso.

  • 1- Cuando las radiaciones ionizantes actúan sobre el agua, extraen un (e-) electrón de esta, apareciendo el agua ionizada.

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  • 2- El ion así formado mediante un proceso de hidratación se disocia en los elementos correspondientes según la reacción.

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  • 3- El electrón liberado (e-) interactúa con otras moléculas de agua ionizándolas primero y luego transformándolas en el ion hidroxilo OH* e hidrógeno libre H.

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El punto que aparece en (OH+) y (H+) representa un electrón no pareado, el cual comunica a estos una alta capacidad de reacción.

Se produce así la separación de los elementos constitutivos del agua con alta capacidad de reacción. De esta forma los radicales H+ actúan como fuertes reductores y los OH+ como oxidantes aunque en igual magnitud que los primeros.

Cuando la reacción ocurre en presencia de oxígeno, entonces en vez de radicales H+ , aparece el radical (HO2) peróxido, este radical tiene una acción tres veces superior al radical OH+ y es por ello que en la presencia de oxígeno las radiaciones intensifican sus acciones biológicas.

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El peróxido originado desarrolla un conjunto de reacciones en cadena a unirse con compuestos orgánicos, con lo que se producen alteraciones en el fisiologismo celular.

EFECTOS DE LAS RADIACIONES A ESCALA CELULAR

  • 1- Partes expuestas a la radiación.

  • 2- Tiempo de exposición.

  • 3- Intensidad de radiación.

  • 4- Periodicidad.

  • 5- Susceptibilidad individual o de especie.

Los efectos no aparecen inmediatamente después de la exposición, sino media un tiempo entre la exposición y la aparición de las lesiones llamado: Tiempo de Latencia. Durante el mismo se producen alteraciones de orden cuantitativos que más tarde se traducen en cambios o alteraciones cualitativos.

La ionización que se produce a nivel molecular en la célula perturban los procesos enzimáticos, ejerciendo una marcada acción en la mitosis y meiosis, de ahí su marcada acción en tejidos con actividad proliferativa ( tejido embrionario, orinaría, testículos, etc.).

Puede provocar despolimeración en moléculas como el DNA y desnaturalización en proteínas.

En ocasiones las radiaciones no producen la muerte de la célula, pero actúan a nivel de cromosomas, alterando la secuencia de los genes conduciendo a mutaciones. Elementos estos que se sustentan para explicar la aparición de células tumorales.

Las radiaciones ionizantes actúan sobre las células del sistema retículo endotelial, las que se encuentran en un gran número de órganos como: bazo, hígado, ganglios linfáticos y médula ósea etc.

Estas células tienen como función de formación de las células sanguíneas, tanto glóbulos rojos como las células de la línea blanca.

Dosis pequeñas de radiaciones ionizantes apenas 5OR trae como resultado la disminución del número de linfocitos y plaquetas y el aumento de leucocitos, es decir, de los granulositos.

Dosis mayores o prolongada exposición a esta dosis puede privar al organismo de sus sistemas de defensa y morir por afecciones secundarias de otra índole.

Por otra parte se ha comprobado que los glóbulos blancos mutados carecen de función fagocitadora.

MECANISMOS DE PRODUCCIÓN DE LAS LESIONES.

Las lesiones a sistemas celulares han tratado de explicarse por varias teorías:

  • 1- Teoría de acción directa: Establece la existencia a nivel celular de puntos determinados en los sistemas moleculares que se ionizan o excitan modificando su estructura primaria. Según se plantea existen en el organismo zonas sensibles u órganos diarias en los cuales las radiaciones ionizantes ejercen sus acciones directas, las que se traducen en alteraciones de las dotaciones genéticas de las células.

  • 2- Teoría indirecta: Esta se basa en la radiólisis del agua; plantea que los daños celulares se efectúan por intermedio de la radioactividad del agua. Esta teoría es la de mayor vigencia.

Además existen otras teorías que tratan de explicar la acción de las radiaciones ionizantes.

Teoría de la inactivación enzimática: Plantea que tanto la acción directa como indirecta inactiva procesos enzimáticos.

Teoría de liberación enzimática: Plantea que las radiaciones ionizantes liberan sistemas enzimáticos que promueven reacciones químicas anormales.

Teoría de las toxinas: Asegura que bajo la acción de las radiaciones ionizantes se liberan por las células sustancias tóxicas del tipo histaminas.

Teoría de reacción en cadena: Plantea la génesis de procesos químicos que suceden en el tiempo de forma autocatalítica que conducen a reacciones anormales y a la destrucción de estructuras celulares, provocando la aparición del síndrome característico de la enfermedad por radiación.

2.4. Otros sucesos importantes.

Schnaitsee es un pueblo de Bavaria, en Alemania. En la primavera de 1996, en una granja de ganado vacuno, su propietario, Sr. Altenweger observó conductas extrañas en los animales, para las que no encontraba explicación, a menos que fuesen debidas a la posible influencia de una antena repetidora que habían instalado recientemente cerca de la granja. La lista de alteraciones es bastante larga, por lo que sólo mencionaremos algunas: incremento de abortos, problemas de fertilidad (inexistentes anteriormente), excesiva delgadez del ganado (algunas vacas tuvieron que ser sacrificadas), inflamaciones alrededor de los ojos, que se frotaban continuamente contra cualquier superficie.

Investigaron el caso el Servicio de Veterinaria Local y la Universidad de Munich, sin encontrar ninguna causa conocida. Una de las medidas tomadas fue trasladar algunos animales a otra granja en Trostberg, a 25 km de distancia: En esta nueva ubicación, todas las molestias del ganado desaparecieron, para volver a aparecer cuando las vacas fueron devueltas a su granja.

En Suiza, a mediados de los años 90, la Universidad de Berna llevó a cabo un estudio para determinar si una antena emplazada en Schwarzenberg podía estar siendo la responsable de los desórdenes de salud que venían afectando a la comunidad local. Durante la investigación hubo un descenso significativo de los síntomas que manifestaban las personas entrevistadas, descenso que duró tres días. Con posterioridad se supo que durante esos tres días, la antena había dejado de transmitir. El gobierno suizo ordenó la clausura de la antena inmediatamente. En la actualidad es el país de Europa con medidas más restrictivas en esta materia.

2.5. Más cosas raras.

  • Ya hay compañías de seguros que excluyen en sus contratos los riesgos derivados de las radiaciones electromagnéticas (Lloyds, Sterling, Swiss RE, Allianz…).

  • También hay empresas que han recomendado a sus empleados que utilicen el móvil sólo en casos de urgencia, y aún así, lo más brevemente posible. (Royal North Shore Hospital, Public and Commercial Services Union…)

  • La empresa Metrocall, una de las principales vendedoras de móviles en EE.UU., advierte a los padres que desean comprar un teléfono móvil para su hijo adolescente o pre-adolescente de los riesgos que puede suponerle su uso. (Se están protegiendo contra posibles demandas como las que están llevando a cabo algunos fumadores).

  • La Organización Mundial de la Salud inició una investigación en el año 1996 que estaba previsto que duraría 5 años. Periódicamente ha publicado algunos "avances" que son puros papel en blanco, en comparación con los avances de otros investigadores. Además, ya ha anunciado que el estudio se prolongará un mínimo de tres años más. Y para terminar de eliminar dudas, recientemente se ha sabido que el director de la investigación, Dr. Mike Repacholi trabajaba para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos hace 10-15 años, y ya entonces tuvo conocimiento de las investigaciones que ponían de manifiesto la relación entre ondas electromagnéticas y cáncer (Referido en el libro de Tim Rifat mencionado más arriba).

  • Esa misma conducta de silencio la observan otros organismos oficiales encargados de velar por la salud pública. Y mientras estos organismos están callados o encargan investigaciones de varios años de duración, las autoridades políticas y administrativas siguen argumentando que "no hay evidencia científica de que las radiaciones sean peligrosas" y por lo tanto no procede modificar la legislación actual.

DESARROLLO III PARTE

Cómo va el problema en nuestros días

3.1. Compromisos de los gobiernos.

Este es uno de los acuerdos que firmaron los estados participantes en la Declaración de Río en el año 1992 . "Cuando exista amenaza de daño grave e irreversible, la ausencia de evidencia científica no podrá usarse como argumento para posponer medidas efectivas para prevenir la degradación ambiental."

En el Tratado de Maastrich (1993) y en muchos otros acuerdos comunitarios, la Unión Europea ha acordado adoptar el principio de precaución, por el cual los gobiernos: "tienen él deber de tomar acciones preventivas en orden a impedir el daño antes de que se establezca la evidencia científica."

Ecologistas en Acción tiene una parte activa, junto a otras asociaciones vecinales, en el problema de la lucha contra la contaminación electromagnética y uno de sus objetivos es promover cuantas iniciativas estén a su alcance para disminuir en nuestra región las fuentes de electropolución. Fruto de esta decisión, y teniendo en cuenta las recomendaciones del Consejo de la Comisión de las Comunidades Europeas, quiere instar a las autoridades regionales a que adopten las siguientes medidas de manera inmediata:

Seguir, como mínimo, las instrucciones contenidas en la Recomendación del Consejo de las Comunidades Europeas, y preferiblemente observar los límites de radiación menos permisivos, en el ámbito internacional, que deberían ser adoptado de manera cautelar, y usando el principio de precaución, mientras no se pueda asegurar fehacientemente que otros límites superiores no pueden causar enfermedad.

En especial, y derivado de la Recomendación del Consejo y del conocimiento científico de que disponemos en este momento, queremos instar a que se siga como mínimo de manera inmediata y urgente el siguiente decálogo de medidas preventivas:

Exigir a las compañías prestatarias del servicio eléctrico que revisen los transformadores de media tensión instalados en zonas urbanas, a fin de que garanticen el mínimo de radiación electromagnética, o su traslado cuando no se garantice estos mínimos. Instalar a las mismas compañías a que soterren y aíslen adecuadamente contra campos electromagnéticos los tendidos de media tensión. Para exigir el traslado de los tendidos de alta tensión y las subestaciones de transformación lejos de las zonas habitadas. Dictar normativas regionales prohibiendo la instalación de torres de telefonía móvil en las terrazas de los edificios, obligando a situarlas lejos del núcleo urbano, y tomar las medidas oportunas para el traslado de las ya existentes. Promover el traslado de las emisoras de radio y televisión a una distancia mínima del casco urbano que asegure unos niveles de radiación no perjudiciales para la población Exigir estudios detallados de impacto medioambiental ante cualquier propuesta de instalación que pueda suponer un riesgo de irradiación electromagnética para los ciudadanos. Explicar a la población cómo se evalúan y gestionan los riesgos relacionados con la electropolución, dada la gran ansiedad que despierta en la población este tema, y desarrollar campañas formativas en relación con la contaminación electromagnética. Procurar el desarrollo de políticas de investigación y estudios epidemiológicos que permitan un adecuado conocimiento de los efectos biológicos de la electropolución (tanto en el ámbito local como autonómico y nacional). Promover la comercialización de productos eléctricos y electrónicos electromagnéticamente seguros, que dispongan de tecnología de atenuación de campo. Exigir que las instalaciones eléctricas en las viviendas de nueva construcción dispongan de las medidas idóneas que garanticen una mínima irradiación.

Por supuesto que no estamos en contra de los teléfonos móviles. Queremos que sigan existiendo. Pero también queremos que se reconozca la peligrosidad que supone su uso, como sucede con el tabaco.

Pedimos que los fabricantes de teléfonos móviles informen a los compradores que hay estudios académicos que muestran una relación entre el uso de esos teléfonos y ciertas enfermedades. Consideramos irresponsables las campañas publicitarias que desarrollan las empresas de telefonía móvil, animando a usar estos aparatos las veinticuatro horas del día. Hoy por hoy, la tecnología que los hace funcionar no es segura, y este dato debe conocerlo el usuario. Después, cada uno que actúe como quiera.

Pedimos que las antenas de telefonía móvil se alejen de las zonas habitadas. Estas antenas producen en la población un efecto equivalente al de los fumadores pasivos, pero mucho más grave, dado que la antena funciona 24 horas al día, por lo que un ciudadano que vive junto a ella está recibiendo sus radiaciones durante largos periodos de tiempo. Y sin posibilidad de decidir, al contrario que el usuario del teléfono, que sí puede optar por apagarlo. El interés que muestran las compañías de telefonía en instalar sus antenas en zonas habitadas es económico en mucha mayor medida que técnico: les sale más barato el tendido eléctrico al tener la conexión más próxima, y es más fácil el acceso al personal de servicio. Pero ese ahorro de la compañía cuesta salud y vidas.

Y pedimos que las autoridades públicas establezcan urgentemente los mecanismos oportunos para forzar a las compañías a tomar estas medidas. Una vez conocida y demostrada la peligrosidad, no hay razón para demorar la toma de decisiones preventivas.

Conclusiones

  • 1. Las radiaciones electromagnéticas se pueden presentar en nuestro entorno como contaminantes.

  • 2. Las radiaciones ionizantes alteran de alguna forma la fisiología celular provocando su muerte o alguna alteración en el mejor de los casos de su secuencia genética.

  • 3.  Sobre las radiaciones no ionizantes aun no hay estudios concluyentes que puedan descifrar claramente hasta donde llega la incidencia negativa de estas, aun así hay datos que nos hacen estar al tanto de las investigaciones.

  • 4. Aunque se han dado pasos importantes, aun falta darle toda la importancia que lleva a escala planetaria de lo revelado hasta ahora.

  • 5. Teniendo en cuenta la bibliografía especializada y las publicaciones consultadas, queremos especificar el destacado papel que en la electropolución tienen las siguientes fuentes:

a) Los tendidos de alta y media tensión, con sus subestaciones y transformadores:

Estos elementos son fuente de campos electromagnéticos de alta intensidad en el nivel de ELF, cuyo alcance es variable y cuyos efectos pueden ser perjudiciales para la salud.

b) Las emisoras de radio y TV, así como las estaciones base de telefonía móvil:

La contaminación es en el nivel de radiofrecuencia y microondas (desde 100 KHz – 300 GHz). Los campos electromagnéticos producidos son pequeños, aunque en la cercanía de las antenas emisoras (dependiendo de su potencia y frecuencia) pueden alcanzarse niveles de densidad de potencia y campo eléctrico perjudiciales para la salud. Además, estas radiaciones tienen un gran alcance y están experimentando un crecimiento exponencial, por lo que afectan a un sector cada vez más amplio de la población.

c) Los electrodomésticos y las instalaciones eléctricas caseras:

El creciente uso de electrodomésticos nos somete a un mayor riesgo de irradiación en nuestras casas, en el caso de que los electrodomésticos no dispongan de las adecuadas medidas de seguridad: microondas, calefactores, vitrocerámicas; o de que las instalaciones eléctricas no posean una correcta toma de tierra.

d) Las instalaciones y aparatos de uso industrial:

En el medio industrial se puede fácilmente estar expuesto a elevados niveles de electropolución. A este respecto existe una normativa del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, que es el mínimo exigible a cumplir.

Bibliografía

 

 

 

Autor:

Ing. Rosayda Baez Montesino1

rosaydab[arroba]uclv.edu.cu

Ing. Danay Delgado Sanchez2

danayd[arroba]emproyvc.co.cu

Lic. Silvano Pérez Morales3

DATOS DE LOS AUTORES:

1 Ing. Rosayda Baez Montesino. Especialista B en Producción (Centro de Bioactivos Químicos. Carretera a Camajuaní Km. 6? Santa Clara, CP. 54830, Villa Clara, Cuba).

2 Ing. Danay Delgado Sánchez. Especialista B Gestión de Recursos Humano. EMPROY VC. Villa Clara. Avenida a Liberación #213.

3 Lic. Silvano Pérez Morales. Licenciado en Educación. Especialidad de Construcción.

Partes: 1, 2
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