La pornografía en la edad de la carestía: ¿Iniciativa o crimen? (página 2)
Enviado por Felix Larocca
Hoy, ya veo esta forma de ganarse la vida como una extensión de la expresión de la sexualidad humana, aunque todavía tengo preguntas acerca de la moralidad envuelta en vender porno, solamente por la mera razón de que los clientes lo demandan — no importa lo explicito y lo denigrante de los espectáculos ofrecidos — para que todas las edades tengan acceso a esa forma de "recreación" en el internet.
Todavía a mí me acosan los fantasmas que me llevaran a ser parte del movimiento anti-porno.
Una de mis mejores clientes mantiene — asistida por su marido — una de las cadenas de portales más exitosa que ofrece sexualidad explícita por venta en el internet en Vancouver. Lo que es más extraordinario es que esta pareja no oculta a nadie sus negocios. Ni a sus hijos, ni a sus amigos, ni a sus familiares cercanos.
Ellos dicen, "nos ganamos la vida honestamente y pagamos nuestros impuestos como el que más".
Como madre de dos niñas adolescentes y de un varón de diecisiete años, yo me encuentro en un dilema moral, ya que mi esposo no parece estar interesado en criticar lo que a otros toca dentro de su derecho a la privacidad.
Mi marido dice que en muchos casos la industria resulta de las actividades de personas decentes que actúan con las mejores de las intenciones, siguiendo los dictámenes de su conciencia, haciendo lo que hacen, sin estorbos o compunciones morales.
Para él, los feministas que imponen sus ideas en los demás, son más culpables de chauvinismo, que quienes gozan en sus vidas privadas los pasatiempos que — sin lastimar a otros — se les antojan.
Pornografía mahometana
Hoy la pornografía se encuentra en todas partes y existe para todos los gustos.
Se descubren en la red sitios para los ciegos (pornfortheblind.org), para los sordos, con traductores de lenguaje de signos (deafbunny.com), y portales que satisfacen todo tipo de caprichos, desde los que sacian nuestros temores y fascinación con lo prohibido, hasta los que nos ofrecen lo que no logramos ni entender.
Hay direcciones para mujeres musulmanes (arabstreethookers.com) como existen sitios que venden fetiches (snotgirls.com).
Actualmente se puede encontrar pornografía para todos los gustos y también para todas las edades.
Muchos de entre estos sitios, exhiben como "mercancías", espectáculos que algunos no encontrarían estimulantes o especialmente eróticos. Pero, que a pesar de ello, mantienen una clientela fiel y devota.
Y… sigue Alison reportando
Tenemos la nueva forma de pornografía, la que está dirigida exclusivamente a las mujeres como clientes.
En una reciente encuesta conducida por Internet Filter Review las mujeres visitan portales pornográficos al compás de una de ellas por cada dos hombres.
El hecho, al parecer, dice una amiga de Alison, es que la pornografía, como la sexualidad, está repleta de contradicciones y de complejidades y que, por esa razón, el fallo del movimiento feminista anti-porno fue algo muy positivo.
De sus cenizas, ha brotado una nueva cultura de comercio, basado en la erótica por poderes, que es formal en sus propósitos y que está firmemente dedicada a su propio crecimiento y a sus actividades políticas y de mercadeo.
Por esta razón hoy existe una nueva industria que sirve exclusivamente al gusto femenino.
Pornografía de niños
La tendencia dominante en el porno ha sido que, en el pasado, constituyera una actividad — de, y — para los hombres que acaparaba miles de millones de dólares todos los años. Pero es una situación que parece ser que cambia.
Portales que sirven a las mujeres como hotmoviesforher.com, y sssh.com reportan un crecimiento desenfrenado, casi exclusivamente entre el sexo femenino, logrando hacer negocios extraordinarios.
Alison nos informa de que, por ende, una nueva categoría de tendencia pornográfica está emergiendo en la forma de "porno para mujeres" o "porno feminista". Es como si — ella nos dice — alguien está escuchando la demanda por esta comodidad que desean, para su consumo, exclusivamente las mujeres.
Mientras que la normalización y la tolerancia de la pornografía siguen creciendo, los enemigos de esta industria no han cesado en sus esfuerzos a combatirla en su progresión.
Parece ser que en los años 1970s y 1980s, muchas feministas comenzaron a prestarle atención a la pornografía enfocándola desde un ángulo diferente. Ellas creyeron que la tolerancia de la sociedad por esta actividad derivaba de la aceptación creciente de los actos de violencia contra la mujer, reduciéndolas a objetos de placer y vilipendio.
Esos fueron los días cuando Hugh Hefner fundara a Play Boy revelando hembras desnudas, que hoy parecen puritanas comparadas con lo que se ve en la televisión o en el internet.
En la actualidad la industria cinematográfica produce miles de películas de larga duración en las que el porno consiste en el único propósito para filmarlas.
Asimismo para algunos, el porno es una forma de expresión artística, de mucha ascendencia y que forma parte permanente de nuestra evolución.
Alicia en el País de las Maravillas
El porno en los cuentos de niños
Alice Pleasance Liddell (1852-1934), la heroína del famoso cuento de chicos que Lewis Carroll escribiera, le ganó la reputación al autor de ser un pedófilo. Lo que nadie aún ha logrado corroborar. Lo que es indisputable, es que la pornografía infantil — a pesar de las severas penalidades en su contra — es industria de mucho arraigo y que goza de gran éxito financiero.
Porque, la pornografía se vende y se vende muy bien…
Películas como Deep Throat y Behind the Green Door, que se hicieron públicas en el 1972, fueron éxitos de taquilla gigantescos.
De acuerdo a las estadísticas. Los que fueron a ver esas producciones eran, en su mayoría, parejas casadas, de orientación moral conservativa, y personas curiosas que nada tenían de perversos en ningún sentido de esta locución derogatoria. Así entraría la pornografía dentro de la corriente dominante.
Con la introducción de los teatros para el hogar y con el advenimiento del internet, la industria gozó de su mayor oportunidad de crecimiento en la historia.
Ahora, no había necesidad de ocultarse. Todo era hecho en privado, aunque muchos objetaran a ese derecho, de hacer lo preferido sin que nadie se enterase.
La revolución sexual que promovía la idea del amor libre, la diseminación del uso de la píldora y el crecimiento de actitudes más abiertas acerca de la sexualidad — desde el trueque de cónyuges hasta la liberación gay — produjo una explosión en la difusión de la pornografía en todas sus formas.
Grupos nuevos para combatirla entraron en la escena, esta vez, igualando lo explícito sexualmente con la criminalidad y la violencia en todas sus manifestaciones, especialmente la violencia que mantuvieran, existiera contra la mujer.
La asociación de la intimidación con el porno atrajo a muchos que temían que sus hijos iban a ser víctimas de personas depravadas que les iban a lavar el cerebro convirtiéndolos en agentes de tendencias destructivas.
Cruzadas se lanzaron en contra de los distribuidores de estos materiales y de sus lugares de negocio. La amenaza terrorista que la liga anti-porno temiera, la desataron sus propios miembros con incendios criminales, por ellos empezados en algunos teatros, y con ataques físicos contra quienes mercadeaban en esos servicios.
Pax vobiscum… A Dios rogando y con el mazo dando… Decían mis maestros, los hermanos de La Salle.
Picasso La dolour
Los activistas anti-porno asimismo circularon peticiones, mostrando diapositivas acerca de la depravación de este género, multiplicando sus esfuerzos de excitar la conciencia pública, en un arranque frenético para lograr cerrar los teatros y clausurar los lugares de negocio donde estas producciones se distribuían.
Su éxito fue generalmente limitado y sin mucha consecuencia. Pero aún así, los proponentes declararon, prematuramente, que habían asestado un golpe mortal al porno.
Pero la actividad extremista de los "pacificadores" no iba a terminar plácidamente. En el 1982 un grupo que se llamara a sí mismo la Brigada de Fuego de Wimmin trató de quemar tres establecimientos pertenecientes a la cadena Red Hot Video en Vancouver. Uno de los incendiarios que, también estuvo envuelto en un acto similar de pegar fuegos en Toronto, declaró que las conflagraciones eran escarmiento a esa cadena por sus tácticas "violentas". Agregando que la pornografía era más destructiva que los efectos de los misiles de crucero usados en Irak.
Cuando fuera confrontado con el hecho de que sus acciones pudieron haber costado la vida a muchos, respondió con pretensiones morales: "¡Mejor… así aprenderán a ser decentes!".
Aunque no todas las mujeres estaban de acuerdo con el uso de tácticas destructivas muchas condenaban la pornografía como otra forma más del abuso sexual y de la explotación del sexo femenino.
Era como si el activismo estuviera creciendo nuevas raíces, comentó Alison.
En diciembre de ese mismo año, en el Bernard College en NY, se montó una conferencia llamada "Los placeres del peligro". Su propósito era reforzar la oposición — a cualquier costo — a la pornografía, atacándola desde sus propias raíces.
Los tópicos para esta función eran apasionados y violentos. Muchos de los temas acometían no sólo la pornografía sino que asimismo reducían la homosexualidad a ser no más que otra forma de abominación que necesitaba ser erradicada totalmente.
De acuerdo al relato de Alison, reforzado por las declaraciones de una amiga, el movimiento anti-porno, estaba preparado para mudar su campo de batalla de las trincheras a las cortes. El tema era crear una censura legal de toda forma de desnudez provocativa y erótica y de declararla prohibida y anticonstitucional — ignorando que lo que era anticonstitucional fueran las tácticas y los métodos que el movimiento empleaba.
La extraña aventura de Donald Butler en las cortes canadienses
En el 1987, Donald Butler fue arrestado y acusado de 173 instancias de obscenidad, poco después de haber abierto una tienda para adultos y chucherías de consumo general. Butler estaba preparado a hacer historia judicial en su país. Sus convicciones y trayectoria hasta la Suprema Corte de Justicia resultaron en que todas las leyes canadienses, acerca de la distribución de artículos pornográficos, hoy se basan en su experiencia y en las decisiones resultantes de la misma.
Beryl Cook
Los fallos mismos fueron la culminación de años de batallas judiciales contra los activistas anti-porno, que mantenían y argumentaban que la pornografía y los materiales sexualmente explícitos constituían una forma de expresión de odio contra las mujeres. Pero el tiro les salió por la culata, ya que la primera decisión no-buscada por el grupo, fue la exclusión de algunas formas de publicidades lesbianas, las que el grupo endorsara.
La prohibición anti-lesbiana duró más de veinte años.
Alison recuerda con claridad las batallas legales que se librarían y el daño que éstas infligieron a muchas víctimas inocentes de esta contienda. Como abogado, ella afirma que estaba en el lado de lo justo — que quiere decir, que estaba en el lado opuesto al movimiento anti-porno.
Cuando el polvo de la contienda se asentó muchos años después, los contrincantes se dedicaron a la reconciliación y a interpretar la pornografía como otra forma de comportamiento, defendido por la libertad de la libre expresión.
Lo que involucraría a Alison de nuevo en el debate, sería cuando se descubrió que una de sus asistentes para-legales se dedicaba, en secreto, a escribir guiones bajo un alias, para una de las industrias canadienses que publica uno de los periódicos más populares en este género y que del mismo modo mantiene portales en el internet dedicados a la venta de películas pornográficas.
Cuando los dirigentes de su firma legal, accidentalmente, se enteraron de esto se decidió de inmediato despedir la empleada por estar fuera de harmonía con la imagen pública de la corporación donde trabajaba.
Alison no celebraba la imprudencia de la joven mujer como tampoco encontraba justificable que ella fuera despedida por algo, que, para Alison, fuera tan banal.
Tratando de asistirla, nuestra amiga leyó varios de los guiones y atendió algunas de las sesiones donde se filmaban las tórridas escenas que, a todos, tanto excitaban. Lo que viera le pareció poco convincente y poco obsceno — aunque tal vez un poco risqué…
Por la primera vez a Alison se le ocurriría que existieran dos categorías de porno, el "bueno" y el "malo". Pero más que todo, a ella le pareció que todo lo que respectaba a esa actividad era aburridor y sin razón moral de existir.
¿Porno…?
Con la adhesión de su esposo, Alison visitó, en varias oportunidades, los talleres de producción de otra agencia donde la amiga asimismo colaborara, logrando ser testigo de la filmación de muchas películas que resultaran ser muy exitosas, aunque nada en ellas cambiaría su impresión de que la mujer que trabajaba en su oficina no era culpable de algo que pudiera costarle su posición en la firma. Y de que las películas de porno que viera, eran más inocentes, cuando se filmaran, de lo que parecieran cuando se proyectaban para un público ávido por disfrutarlas.
Me confesó, como parte de su misiva, que no podía entender la razón por qué tantas personas desperdician dinero en una actividad tan superflua.
Yo no sentí nada de piedad por las artistas, remarcaba Alison, hasta que encontré un rostro conocido para mí. Su cara y cuerpo desnudo me despertaron a una realidad que, hasta entonces, evitaba tanto como pudiera.
Algunas madres de familia desnudan su cuerpo, y se dedican al sexo por paga, para soportar el hogar
Para mí, entonces, porno adquirió un aspecto y un significado nuevo. Porno — como no lo ven quienes frecuentan los famosos portales de sexualidad explícita — posee una facción y una dimensión humana que todos ignoramos.
Quienes se arrojan a tal "despilfarro moral", a veces, lo hacen por razones y por motivos de moralidad muy profunda. Porque lo hacen para poder sobrevivir en un mundo de fortunas dispares y de corrupción sin escrúpulos.
Mi cerebro estaba confuso, y yo no sabía ni cómo proceder. Me ayudaron dos cosas: que en la semioscuridad, la mujer a quien conociera no me reconoció, y que tengo un esposo capaz de tolerar mis caprichos — especialmente, cuando me encuentro zambullida en el agua turbulenta de mis propias acciones — mientras que no sé ni cómo "nadar" ni cómo salir de mis líos…
Mi tiempo malgastado en "estudiar" lo que viera en estas mujeres, me había hecho olvidar que yo, una vez, fui la "feminista" en una cruzada para eliminar la pornografía como negocio, y en un esfuerzo a encontrar mejor solución a los destinos disipados de estas pobres víctimas de las circunstancias del destino.
Siendo testigo del mundo privado de la pornografía me permitió realizar que muchos hombres y mujeres en este microcosmos moldean y definen sus propias sexualidades de la mejor manera que, para ellos resulta posible. Y que el porno en lugar de ser erradicado y criminalizado debería ser aceptado como parte de la gama de comportamientos humanos que caen dentro del ámbito tolerable de la sexualidad humana.
Mis visitas y mi asociación con personas dedicadas a esta "industria" nunca me dieron la oportunidad de conocer a ninguna persona depravada o inclinada a torturar a la mujer.
Un caso que recuerdo bien es el de Gisele B
Una mujer de 32 años, la madre de dos hijos mellizos, increíblemente bellos y simpáticos. Ella describió su ocupación como "pornógrafa".
Cuando Gisele comenzó a hacer films licenciosos, lo que deseaba lograr era proveer algo que no se pudiese encontrar fácilmente por todas partes. Lo que ansiaba producir era porno para las mujeres que carecieran de problemas de orientación sexual, no como fuera el caso de las mujeres lesbianas. Ella deseaba que las personas de su género fuesen sujetas al porno femenino y no al porno que los hombres producen para los hombres.
"Nosotras — Gisele decía — en mi opinión, constituimos un grupo selecto con nuestras propias necesidades y gustos".
Su debut fue un éxito rotundo, lo que le permitió empezar sus propias producciones con la ayuda y el financiamiento provenientes de otras mujeres que, como ella, pensaran.
Hasta ahora, pocas trabajadoras en el género habían gozado del éxito en la producción de porno para mujeres, con la excepción de Cándida Royalle, quien en el 1984 distribuyó films en los cuales las mujeres eran las que aparentemente gozaban del beneficio de la acción, como hembras, y no para complacer a los hombres.
Cándida misma nos dice, "es que somos muy diferentes entre nosotros, aún en ese respecto".
No es que todo sea perfecto en la "Tierra del Porno Femenino", Alison reflexiona. En muchos países pobres, turistas perversos y trabajadores del Cuerpo de Paz, seducen a mujeres jóvenes con falsas promesas de hacerlas estrellas de la pornografía, si es que se prestan a todas las perversiones por ellos exigidas para vender sus películas en sitios desacreditados por toda la red.
Trabajador social del Cuerpo de Paz…
Gisele está convencida de que como persona — libre de las restricciones que en todas las mujeres el feminismo desea imponer — y, que como madre, y ser inteligente, puede hacer lo que le apetezca cuando actúa frente a las cámaras.
"A mí no me importa cómo, las feministas me cataloguen", dice Gisele.
Alison continúa con sus reflexiones
Cuando era una adolescente yo no estaba en la posición de distinguir entre lo que constituyera sexo saludable y sexo pornográfico y prohibido. Lo que sí sabía era que en la escuela católica donde me eduqué, las monjas secretamente disfrutaban de sus películas salaces, bajo el pretexto de que deseaban evaluarlas para saber si nosotras, las alumnas, podíamos verlas o si de hacerlo, nos resultaría pecaminoso.
Esos eran los doble estándares que me hacían sentir tanta rabia, como me hiciera sentir furiosa, el hecho de que muchos de los papás de mis amigas, coleccionaban en secreto, las revistas más explícitas sexualmente, para "leer los comentarios políticos", decían algunos de los hipócritas.
Porque aún cuando leyéramos Lolita por Vladimir Nabokov, tuvimos que hacerlo bajo la supervisión de una monja libertina que gozaba de fumar y de tocarnos los senos, para ver si estábamos desarrollándonos normalmente.
En la universidad fue cuando decidiera que las mujeres tenemos que hacer nuestras propias decisiones acerca de la sexualidad y del sexo. En estas decisiones hoy incluyo de qué manera les vamos a enseñar, mi esposo y yo, a nuestros tres hijos, las mecánicas y las dinámicas de explorar los portales donde se ofrecen los espectáculos pornográficos y discutir el valor que éstos poseen como parte de nuestra herencia cultural.
Yo, personalmente, estoy en desacuerdo con muchas de mis amigas. Porque creo que las mujeres antifeministas son sinceras en sus cruzadas, aunque equivocadas en los métodos que utilizan para sojuzgar a quienes no están de acuerdo con sus puntos de vista.
Hay que trazar una línea precisa para preservar los derechos de todos y para no apoyar los prejuicios de algunos.
El movimiento y la tendencia actual consiste en la erradicación de la explotación femenina y en proveer condiciones de trabajo que sean adecuadas y legítimas para el beneficio de quienes se ocupan en esta industria, con amplias seguridades ofrecidas para su protección, como se hace con los trabajadores de toda la fuerza laboral.
Lo que no podemos hacer es abandonar la vigilancia, permitiendo que grupos idealistas se aprovechen de este movimiento desviándolo de su dirección acertada para lograr sus propios designios limitados y fanáticos.
Pero tenemos mayores preocupaciones que aún nos confrontan, agrega nuestra amiga en su larga correspondencia
En los aspectos de la producción, un número creciente de mujeres está tomando las riendas de filmar ellas mismas. Manteniendo igualmente el control de la distribución final de sus películas.
El porno feminista puede que no resulte siendo la solución final a este dilema, pero por lo menos, es un paso en la dirección correcta. La realidad cruda siendo que el acceso a la pornografía continúa aumentando progresivamente y que no va a cesar.
Lo que paga pega…
Para que todo sea un poco más complicado, revistas que, antes se abstuvieran de publicar imágenes de mujeres semi-desnudas, hoy lo hacen bajo el pretexto de cubrir las vidas de modelos famosas, como lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo, Vanity Fair y Sports illustrated, incrementando substancialmente el volumen de sus ventas.
Festivales de filmes dedicados al porno femenino están siendo organizados desde NY hasta el Asia más remota, sin que haya indicación de que esta tendencia va a mermar en lugar de aumentar.
El público consumidor tiene el derecho de esperar mejor porno y de abandonar los estereotipos que de antes existieran.
Alison cree que de esta manera se promueve una visión más saludable de la sexualidad porque, en su manera de pensar, ella nos dice que:
El porno y el feminismo deben de ser aliados en la tarea de enfocar en el sexo, no solamente en su función reproductiva — hoy negada por el uso de la píldora y otros métodos de amplio uso — sino para lograr la liberación de tantas personas cuya opresión no es lo que hacen libremente con sus cuerpos, sino el peso de los prejuicios que la sociedad y la religión les aplica como condena.
Sarah, "la puritana", en su casa…
En mi manera de concebirlo, continúa nuestra amiga, ambas, la pornografía femenina y el movimiento feminista bien encauzado, pueden levantar la reprobación de lo que la sociedad de nosotras espera: Ser "buenas", tranquilas, calladas, sin quejas, sin argumentaciones, sin peleas, sin disfrutar del sexo o de nuestra sexualidad, y sin ser exitosas, provocativas o poderosas.
Las mujeres pueden ver y producir la pornografía como otra expresión muy eficaz contra el status quo, produciendo un DVD explícito y "sucio" a la vez… cada vez que se les antoje.
En eso creo como abogada exitosa, mujer de convicciones religiosas, esposa, madre y como miembro de una comunidad estable.
Así concluye su esquela esta idealista y asombrosa mujer…
Prosiguiendo
Noticiero mundial y algunas crónicas que prefiriéramos no leer…
New York Times 6 de abril, 1996
El distinguido investigador y ganador del Premio Nobel en 1976, Dr. Daniel Carleton Gajdusek, fue sometido a la justicia en Frederick Maryland por el uso de la pornografía y por el abuso sexual de docenas de jóvenes que trajera consigo a los Estados Unidos cuando retornara de sus muchos viajes a la región del Sud Pacífico.
Como pediatra e investigador, el científico estudió la salud e historial de unos 56 de esos jóvenes por más de veinte años. Cuando aceptara su Premio Nobel lo hizo acompañado de ocho de esos muchachos que lo siguieron a la tribuna de honor, donde el médico prometió usar su premio para pagar por la educación de ellos.
Big-Bang!
Dr. Daniel C. Gajdusek
Reuters 30 de marzo, 2009
Jacqui Smith Ministro Británico de lo Interior, confronta acusaciones de usar el erario público para hacer uso del internet en compañía de su esposo, mientras alquilaban material pornográfico para verlo en su casa, lo que constituye clara violación de la ley.
La desgraciada política tuvo que disculparse en persona frente a la Cámara Baja por el pago de filmes que, en su compañía, y aun en su ausencia, su esposo disfrutara.
Et tu, Jacquie?
Timney, el esposo de Jacquie
En resumen
Soslayar algo tan importante como lo es la pornografía constituiría en acto de ignorancia a las acciones de nuestro género que más interesan a las ciencias del comportamiento humano.
Las actividades eróticas y erotizadas, como arte y como ciencia, han servido al hombre como cúmulo cultural e instintivo por todas las edades.
Hasselblad 1600F
Bob era mi paciente, hijo único, de padres intelectuales y afluentes, que padeciera del síndrome de Asperger.
Su distante estilo de relacionarse con los demás lo mantuvo en aislamiento, hasta que en la terapia descubrió la fotografía. Con su flamante y sofisticada Hasselblad, acopladas a su nueva disposición, decidió reclutar modelos femeninos de las aulas de Washington University, donde ambos sus padres eran catedráticos.
Sus preferencias eran el arte pornográfico en el que se destacó. Hoy, vive feliz en la compañía de un séquito de admiradores que consideran sus creaciones algo de mérito extraordinario y valioso.
Muchas de sus modelos juzgan su nueva vocación, como siendo más apreciable de lo que la promesa de una vida académica les ofreciera.
Entender el erotismo y la pornografía, sin tachar ambas tendencias como abominaciones deleznables, es un acto de apreciación de lo que constituye la esencia del ser humano que somos — lleno de imperfecciones y de confusiones inconcebibles e inexplicables.
Esta lección se basa enteramente en las experiencias de una mujer iluminada y culta y de sus propias meditaciones morales y filosóficas, acerca de la pornografía, como algo que pertenece igualmente a ambos sexos, aunque debe de respetarse el hecho de que sus concepciones y manera de expresarse son diferentes.
La compartimos con otros para enriquecer sus egos y para abrir ventanas de oportunidades a un mundo de mayores posibilidades de pensamiento.
Para quienes tienen la desventura de caer víctimas de la pornografía — como dependencia o como vicio — o que todo lo arriesgan en aras de un frenesí hormonal, esperamos que, en manos de profesionales ecuánimes y parsimoniosos encontrarán respuestas a sus ordalías embarazosas.
La coquetería es al amor, lo que la pornografía es al sexo (Anónimo).
Bibliografía
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Larocca, F: (2009) Los hipócritas, el proxenetismo y sus dilemas filosóficos y morales en psikis.cl
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Larocca, F: (2007) Cuentos de hadas — Magia, Fe y Encanto en monografías.com
Larocca, F: (2007) Lolita en monografías.com
Larocca, F: (2007) La violencia psicológica, una tragedia con bases universales en monografías.com
Larocca, F: (2007) Lección 34 – Anorexia y otros temas de importancia en monografías.com
Larocca, F: (2007) El himeneo: Ceremonia trivial — ¿O tribal? en monografías.com
Hunt, L: (1993) The invention of pornography Zone Books
Hyde, H: (1964) A history of pornography Heinemann
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca
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