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Dogmatismo epistemológico en economía (página 2)

Enviado por Milton Angulo Ricardo


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Estos economistas suponen que los agentes económicos no sólo conocen perfectamente el efecto de cualquier política monetaria o fiscal en la demanda agregada, sino que además conocen sus relaciones económicas y toman en cuenta los cambios de política. De allí que, como todos los agentes económicos tienen las mismas expectativas, el proceso de ajuste es automático, tanto en el mercado de trabajo (salarios) como en el mercado de bienes y servicios y en el monetario. Esto supone que los agentes económicos no cometerán errores sistemáticos evitables y, por consiguiente, las expectativas son esencialmente iguales a las predicciones realizadas con base en la información disponible y en la teoría económica del modelo.

Los interrogantes que surgen son: ¿Qué tipo de predicciones pueden darse cuando la información disponible en el momento está equivocada o parte de supuestos erróneos, como sucede a menudo?, ¿De qué servirá la información presente en un mundo de "incertidumbre" para predecir el futuro? ¿Cómo funcionan las expectativas racionales en una sociedad donde prevalece la asimetría de la información?

Indudablemente, el modelo tiene como trasfondo rechazar la intervención del estado en la política macroeconómica. Si las expectativas se forman racionalmente, las medidas de política económica sobre la demanda agregada son previstas y no afectarán la producción real o el empleo, ni siquiera en el corto plazo. Esta conclusión es muy importante porque devela lo inútil de la política económica orientada a estabilizar la producción y el empleo planteada en este enfoque.

También es necesario advertir que la racionalidad del homo económicus planteado por Adam Smith y retomado por los neoclásicos y neoliberales como uno de los principios rectores de la que se derivan las demás premisas dista mucho de ser algo objetivo, desvinculado de juicios de valor y posiciones éticas, como sostiene recurrentemente el premio nobel de economía Milton Friedman (1976), arquetípico positivista de los neoliberales contemporáneos, que predican que la teoría económica tiene como función principal describir el mundo tal como es y no como debería ser, descalificando el papel del sujeto en el proceso del conocimiento y, calificándolo como agente neutral.

En este momento es importante ubicar algunos principios epistemológicos fundamentales de la Escuela de Chicago[23]

  • Conducta de optimización: esta escuela hace hincapié en el principio neoclásico de que las personas tratan de maximizar su bienestar; es decir, deciden optimizar su conducta en el momento de las decisiones. La unidad económica básica es el individuo. Los individuos se combinan en unidades más grandes, familias, grupos de intereses políticos, organizaciones de negocios, como una forma de obtener ganancias de la especialización y del intercambio. Las personas hacen elecciones racionales, aun cuando esas elecciones no siempre producen los resultados esperados. Los beneficios y los costos se maximizan y minimizan en el punto en el que el beneficio marginal es igual al costo marginal. Los consumidores, los trabajadores y las empresas responden a los incentivos monetarios.

  • Los precios y los salarios observados en general tienden a ser buenas aproximaciones de los competitivos a largo plazo: los precios y salarios reflejan los costos de oportunidad para la sociedad. Las divergencias entre los precios reales y competitivos, causados por el monopolio, en general son insignificantes. Los precios de monopolio persisten a largo plazo sólo en los casos donde el gobierno bloquea el ingreso competitivo. El establecimiento de derechos de propiedad claros y el estimulo de las negociaciones privadas minimizan las externalidades.

  • Orientación matemática: Este enfoque depende en gran parte de la teoría matemática y utiliza tanto el método marshalliano del equilibrio parcial como el enfoque walrasiano del equilibrio general, característico del enfoque neoclásico. Se hace hincapié en la verificación empírica.

  • Énfasis monetarista: la economía se ajusta y regula ella misma. Las severas recesiones y depresiones resultan de una política monetaria inapropiada, no de los cambios autónomos en el gasto. Los cambios en las existencias de dinero causan cambios directos en PIB (Producto Ineterno Bruto) y en la inflación, en vez de operar exclusivamente mediante tasas de interés financieras. La política fiscal por lo general es inefectiva, a menos que vaya acompañada de cambios en la oferta de dinero, e incluso en este último caso es impotente en presencia de expectativas racionales. La teoría de la inflación o presión del costo del vendedor es errónea, debido a que la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario. Este punto es un rechazo total al modelo keynesiano.

  • Gobierno limitado: el gobierno es inherentemente ineficiente como agente para lograr objetivos que se puede satisfacer mediante el intercambio privado. El mercado es el mejor asignador de recursos, y por lo tanto beneficia a la sociedad en general.

  • Costo en bienestar social: todo impuesto, subsidio, precio máximo o precio mínimo crea un costo en bienestar social real y cuantificable.

  • Libre Comercio internacional: la globalización económica es el único camino efectivo para lograr el desarrollo porque genera más empleo y, el medio para lograr tal prosperidad son las ventajas comparativas propuesta por David Ricardo en el siglo XIX.

Estos postulados se condensaron en el llamado Consenso de Washington, el cual comprende el conjunto de creencias ideológicas y convicciones teóricas que comparten la tecnocracia de las instituciones financieras multilaterales, y la tecnocracia y los políticos de los gobiernos nacionales que manejan las relaciones con estas instituciones multilaterales.

Combina sobre todo la fe neoliberal –el dogma según el cual los mercados libres siempre asignan mejor los recursos, la intervención estatal es indeseable y por tanto debe minimizarse-, y albergando las políticas prioritarias en la agenda del FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BM (Banco Mundial): la austeridad fiscal, la privatización, la flexibilización laboral, la independencia de la banca central y la liberación comercial y financiera. La imposición de estas políticas se realizó a través de los denominados programas de ajustes a partir de la década de los setenta del siglo pasado debilitando y destruyendo sistemáticamente los proyectos nacionales y, afectando severamente a la mayoría de la población de los países subdesarrollados, y recorre hoy algunas naciones que integran la Unión Europea con el fin de desmontar el Estado social de derecho y la calidad de vida que sus ciudadanos han conquistado con luchas sociales desde tiempo atrás.

Los programas de ajustes develan que el modelo neoliberal no sólo se circunscribe al campo de la teoría económica y monetaria, sino que también es un programa ideológico que propugna por una reforma política antidemocrática. Las tesis según la cual; la libertad económica es prerrequisito de la libertad personal y política, el capitalismo de libre mercado conduce por sí mismo a la democracia, y la participación del Estado en la economía al totalitarismo, tiene su origen en la obra clásica de Friederich Von Hayek, Camino de servidumbre, publicada en los primeros años de la década de 1940. Entre sus fuentes principales y, de la que más se nutre, se encuentra el ala conservadora del liberalismo de Inglaterra representado por Edmund Burke y Lord Acton, duros críticos de los principios en la que se basó la Revolución Francesa.

Anacronismo Económico y Epistemológico

El análisis sobre los principios y postulados en la que se basa el modelo neoliberal indica que esta escuela es más de lo mismo, no sólo ha estado fundamentado en las premisas epistemológicas deterministas y mecanicistas del paradigma newtoniano del siglo XVII, cuyo propósito es seguir sustentando el orden económico natural tanto del equilibrio como de la armonía, sino que ha introducido con mayor fuerza los postulados de la economía clásica, preconizando estrictamente la vuelta a la ley de Say, entre cuyos fines explícitos inmediatos es difundir y legitimar la creencia de que el mercado libre es la única e irremplazable opción de bienestar de las personas y de los países para alcanzar el desarrollo económico; al igual que rechazar alguna posibilidad de implementar el estado benefactor y regulador.

Una de las tantas críticas que se hacen a este modelo es su carácter anacrónico y anticuado, debido a que no responde a las necesidades requeridas por la sociedad actual. Es importante recordar, ideológicamente que el liberalismo económico clásico fue útil y funcional porque sirvió para legitimar el traspaso de poder en el que ejercía el dominio la aristocracia laica y religiosa, dueñas de la tierras como herederas del feudalismo, hacia el nuevo mando de los burgueses mercaderes e industriales, movilizadores de recursos que el poder anterior tenía inmovilizados.

Ahora han emergidos nuevos grupos con altos poderes, entre los que sobresalen grandes financistas y especuladores, y en el que el poder último ya no está en manos de gobiernos nacionales, como sí en los grandes centros de decisión supranacional; donde la economía real ha dado paso a la economía especuladora, en la que esos grupos obtienen extraordinarias ganancias en el mercado bursátil y en el mercado financiero, y en donde crece el desempleo, la informalidad y la pobreza de las gentes.

Esos efectos reales son las razones que han llevado a sostener la crisis tanto en la práctica como teóricamente del paradigma económico neoliberal, lo que sugiere su ilegitimidad y su falta de pertinencia, dado que la profundidad y complejidad de los problemas de hoy no pueden ser resueltos con formulas y teorías del siglo XVIII. Un saber es legítimo por su capacidad para conjugar teoría con la práctica a través de un metadiscurso en el que las instituciones que administran dichos saberes puedan ser percibidas como el producto de un conocimiento válido. Su falta de pertinencia se manifiesta en el vacío y ausencia para resolver satisfactoriamente los problemas que aquejan a la sociedad actual.

Conclusiones

En resumen, este apretado recorrido histórico e ideológico del mundo capitalista moderno pretende contribuir a sensibilizar y retomar activamente el debate acerca del carácter dogmático del paradigma epistemológico de la ciencia económica que se inicia con Smith. Ese intento tendiente a demostrar la existencia del equilibrio y de la armonía conforme a las leyes del universo como lo describió Newton, conllevó a la formalización y a la "fisicalización" de la economía y a la pretensión de que la economía imitara a la física. La consecuencia de esa aspiración ha sido el abuso de los modelos formales, el abuso de las matemáticas, la exageración de la capacidad analítica de las matemáticas para explicar los fenómenos económicos.

En realidad, la teoría del equilibrio general walrasiano y su correlato: el proceso de formalización y fisicalización, condujo a la presunción de que resolviendo problemas matemáticos se estaba resolviendo problemas económicos, lo cual evidencia un gran error. De esta manera, la profundización de las técnicas matemáticas ha limitado el ámbito de investigación y hace más difícil y confuso el examen del propio paradigma en las ciencias sociales.

En presencia de las nuevas concepciones epistemológicas y científicas en las ciencias físicas modernas, nos encontramos inmerso en una verdadera revolución conceptual y una vez están siendo modificadas las ideas que tenía el científico sobre el espacio, el tiempo, la materia, la energía y la estructura del universo. Simultáneamente con la teoría de la relatividad de Einstein, la cual tiene una concepción más avanzada que la newtoniana, y que la supera dialécticamente; una de las afirmaciones más importante para destacar en este contexto es el principio de indeterminación o de incertidumbre formulada por Werner Heisenberg en la teoría de la mecánica cuántica que muestra que "no se pueden predecir los acontecimientos futuros con rigurosa exactitud ni siquiera se puede medir el estado presente del universo en forma precisa"[24].

Sin embargo, esta revolución científica y conceptual que prosigue su curso según Stephen Hawking, no ha podido alcanzar todavía el campo de la ciencia económica, que sigue reproduciendo a escala interna el paradigma de la mecánica clásica; modelo que sirve de base para avalar la creencia en el "crecimiento económico" como única alternativa para superar el incesante aumento de la brecha entre ricos y pobres en un espacio donde la biosfera y el mundo son finitos.

La crisis de sistema por la que atraviesa el capitalismo de manera recurrente en los últimos años, caracterizada según Manfred Max Neef[25]por el crecimiento exponencial del cambio climático entrópicamente inducido que afecta a todas las regiones del mundo, por la extensiva disminución de recursos fundamentales para el bienestar humano, como agua fresca, recursos genéticos, bosques, pesquería, vida silvestre, suelos, arrecifes de coral y otros, por el fin de la energía barata con dramáticos efectos en la sociedad, y por último por la explosión de la gigantesca burbuja especulativa que ha llegado a ser más de 50 veces mayor que la economía real de intercambio de bienes y servicios, no puede ser resuelta por el paradigma en cuestión dado que este se ha sesgado a soluciones de problemas matemáticos más que económicos.

Existe un creciente consenso en determinar sus causas profundas en su propio aparato conceptual, modelo que propende desaforadamente por el crecimiento económico a cualquier costo y estimula la acumulación y la codicia corporativas; por el uso incontrolado de los combustibles fósiles precisamente para facilitar el obsesivo crecimiento económico; por la promoción del consumismo como presunta ruta hacia la felicidad; por la destrucción de culturas tradicionales y su consecuente pérdida de cosmovisiones, lenguajes y valores distintos a la de la cultura dominante, etc.

Por estos motivos se hace necesario, plantear un nuevo enfoque alternativo de desarrollo y de reflexión económica que sustituya en sus presupuestos epistemológicos el dogma mecanicista del desarrollismo, como problema fundamental actual. En las nuevas propuestas sobre el desarrollo en el ámbito de América Latina es interesante examinar algunas reflexiones que se han venido haciendo en el marco de esta renovada postura. Para citar algunas, Jordi de Cambra[26]expone algunas de lo que serían las bases teóricas para una reconceptualización del desarrollo: Contra el determinismo histórico: el papel del sujeto humano como hacedor de su propia historia; contra el cambio evolutivo, parcial, reformista: cambio cualitativo, radical; contra el fin de la historia y del progreso: la utopía realizable.

Para, Arturo Escobar[27]que investiga acerca de lo que él denomina una "era post-desarrollo"; plantea que el desvelamiento del desarrollo como discurso históricamente determinado apunta a "contribuir a liberar el campo discursivo para que la tarea de imaginar alternativas al desarrollo pueda comenzar"; se versa de que "el proceso de deconstrucción y desmantelamiento esté acompañado por otro análogo destinado a construir nuevos modos de ver y actuar". A su vez, agrega que no se puede despreciar el aporte de las etnografías locales en dichas tareas. Otros autores dentro de esta dirección señala que el nuevo proyecto podría enfocarse estratégicamente en la acción colectiva de los movimientos sociales: éstos no sólo luchan por bienes y servicios sino por la definición misma de la vida, la economía, la naturaleza y la sociedad. Se trata en síntesis, de luchas culturales.

Se proyecta entonces, el nuevo enfoque sobre el desarrollo como una construcción socio-cultural múltiple, histórica y territorialmente determinada. En la que se muestre un alejamiento con el concepto de crecimiento y, que lo colocan en un contexto mucho más amplio que la economía, en el que se reconozca como esencial también lo subjetivo, lo valórico, lo intangible, lo holístico, lo sistémico, lo recursivo, lo cultural, para citar sólo algunas de las características que se le atribuyen a un desarrollo societal que reemplaza la de desarrollo económico.

Uno de los grandes problemas de la filosofía actual en el contexto de esta disciplina, según el filósofo Vittorio Mathieu, es el de su propia identidad como filosofía. La complejidad del panorama filosófico contemporáneo hace necesario una desnacionalización de la filosofía misma para ahondar en la diversidad de la problemática que hace surgir la misma reflexión filosófica, en la esperanza de que ninguna de las opciones se arrogue restrictivamente el titulo de filosofía. De la misma manera, se propone una revisión del paradigma económico dominante teniendo en cuenta la diversidad de problemas que aquejan a distintas sociedades con cultura e historia especifica y concreta.

La teoría de la complejidad que ha emergido en las últimas décadas desarrollada fundamentalmente por Edgar Morin[28]implica y exige un abordaje distinto de la realidad y del mundo que ha sido predominante en la tradición occidental. Esta nueva actitud consiste esencialmente en la apertura de cada ciencia y/o disciplina a otras ciencias y a la filosofía misma en su esfuerzo por comprender los problemas y en la búsqueda de soluciones a los mismos. Esta apertura a otros saberes, conceptos, categorías e instrumentos, significa el reconocimiento de la pluralidad de la complejidad que reconoce que los problemas no tienen generalmente una única solución o respuesta como lo admite el determinismo causal clásico, sino que existe más de una solución posible, en la que puede darse el hecho de que una sola causa puede tener más de un efecto y, de otra parte, que varias o múltiples causas pueden producir un solo y mismo efecto.

Esto implica que la dinámica de los sistemas no es lineal, son a veces caóticos y estables lejos del equilibrio tradicionalmente conocido. Por consiguiente, insinúa la construcción de paradigmas sociales que sean capaces de tratar la variedad y las diferencias en múltiples facetas, no tanto ajustando o modificando sus parámetros, sino más bien dando cabida a la sorpresa, a la impredecibilidad, a la movilidad y al cambio de jerarquías de sus variables o componentes.

En este contexto de crisis del sistema y crisis de paradigma que colapsarán irreversiblemente hará emerger sin duda dialécticamente nuevos paradigmas en la que se aspira a que América Latina basada en su proceso histórico y en su realidad concreta construya con la participación de todos los saberes un enfoque epistemológico que validado cognitivamente otorgue visibilidad y credibilidad a los ejercicios cognitivos de las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido históricamente excluidos, oprimidos y sometidos por las políticas de los países desarrollados. Con vocación holística que integre sociedad y naturaleza, que reconozca e identifique las relaciones desiguales de poder-saber que subyacen a las epistemologías dominantes y dogmáticas que no reconocen el carácter racional a todas las formas de conocimiento que no se pauten con sus principios epistémicos y por sus reglas metodológicas.

Un nuevo paradigma que formule una línea de quiebre que induzca a luchar contra todas las formas de autoritarismo como requisito fundamental para superar esas relaciones de poder y de proponer transformaciones sociales autenticas. Este paradigma no puede estar sesgado a componentes estrictamente científicos, sino tiene que ser también un paradigma social donde se reconozca su identidad, su cultura, su historia, donde pueda realizarse el anhelado proyecto de una vida digna, incluyente y soberana, en un medio ambiente descontaminado, limpio y sano, donde pueda superarse la dicotomía entre ciencias naturales y ciencias sociales.

 

 

Autor:

Milton Angulo Ricardo

[1] Guadarrama, Pablo, “Crítica de los reduccionismos epistemológicos en las ciencias sociales’”. Aquelarre. Revista de Filosofía, Política, Arte y Cultura del Centro Cultural de la Universidad del Tolima. Ibagué. # 11. I Semestre 2007. p. 83-101; Revista Cubana de Ciencias Sociales. Instituto de Filosofía. La Habana. Octubre 2007-Septiembre 2008. http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-11712009000200002&lng=es&nrm=iso.

[2] Bacon, Francis, Novum Organum, Edit. Nueva Biblioteca Filosófica, Madrid, 1933.

[3] Hobbes, Thomas, Ver: Ludovico Geymonat en Historia del pensamiento filosófico y científico, Tomo II, Edit, Ariel Filosofía, Barcelona, 1984.P. 414.

[4] Dumont, Louis. Homo Aequalis: génesis y apogeo de la ideología económica. Madrid, Edit, Taurus, 1982.pp. 26-34.

[5] Escuela de Francfort, ver en: Giovanni Reale y An tiseri Dario en Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, Vol III, Edit. Herder, Barcelona, 1992. P.742.

[6] En física clásica se asumía que todos los eventos están causados por otros anteriores y que dicha causalidad se expresaba en términos de leyes de la naturaleza. De ahí que las leyes del movimiento de Newton (equilibrio, masa-aceleración, acción- reacción, y gravitación) se centrara en estudiar el movimiento de los objetos y de su respuesta a las fuerzas, refutando de esta manera la mecánica de Aristóteles que consideraba que el estado natural de un cuerpo era el reposo. Idea que predominó durante toda la edad media conjuntamente con la teoría de Ptolomeo que argüía una concepción geocéntrica del cosmos.

[7] Prigogine, Ilya, ¿El fin de la Ciencia? Ver en Schnitman, Fried Dora,Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad. Edit, Paidos, Barcelona, 1994. P.112.

[8] Locke, John, ver en Giovanni Reale y Antiseri Dario, op.cit, Vol II. P. 432.

[9] La teoría de Darwin en el origen de las especies (1859) se apoya en los siguientes principios: 1. Existen pequeñas variaciones entre organismos que se transmiten por herencia; 2. Los organismos deben competir entre sí por la existencia. En la naturaleza nacen más individuos de los que pueden sobrevivir; 3. La selección natural: las variaciones que se adapten mejor al medio son las que sobrevivirán y tendrán por tanto más éxito reproductivo, las que no sean ventajosas acabarán siendo eliminadas; 4. La evolución biológica es gradual y se explica por acumulación selectiva de variaciones favorables a lo largo de muchas generaciones; 5. Se considera como motor de la evolución la adaptación al medio ambiente derivado del efecto combinado de la selección natural y de las mutaciones aleatorias.

[10] Bentham, Jeremiah, ver en Giovanni Reale y Antiseri Dario, op.cit, Vol III. P. 287.

[11] Shumpeter, Joseph, A, Hi storia del Análisis Económico, Edit. Ico-Ariel, Madridi, 2005, p.974.

[12] Jevons, W, S. Teoría de Economía Política, Edit, Alianza, Madrid, 1955, p.138.

[13] Ver en:Nicolas Abbagnano, Historia de la Filosofía, TOMO II, Edit, Félix Varela, La Habana, 2005, p. 365.

[14] Sen Amartya, Desarrollo y Libertad, Edit. Planeta, séptima reimpresión, Bogotá, 2004.

[15] Mill, John Stuart, Principios de economía política, Edit FCE, 1951.

[16] Ver a Naredo, José Manuel, La Economía en Evolución, Historia y perspectivas de las categorías básicas del pensamiento económico, Edit, Siglo XXI, Madrid, 1987. P. 192.

[17] Varios Autores en “Los paradigmas radicales en economía”, Edit, Anagrama, Barcelona, 1977. P.61.

[18] Sweezy, Paul, The Revieuw of Radical Political Economics, vol.II, número1, 1970. P.8.

[19] Carta de F. Engels a Lange de 29 de marzo de 1865. Cita tomada de R.L. MeeK, (ed.), Marx and Engels on the population Bomb (Berkeley, 1971), p.85.

[20] La física moderna se considera a partir de la teoría de la relatividad, de la mecánica cuántica y de la teoría del caos. Las dos primeras tienen como idea principal la probabilidad de que la materia, a nivel microscópico tiene comportamiento variable cuando las partículas se mueven a velocidades cercanas a la luz. Estas cantidades (longitud, masa, tiempo, etc,) eran invariables en la física clásica. También se ha definido el caos como la ciencia de la totalidad, pues, frente al reduccionismo y la superespecialización de las ciencias, el caos opone su espíritu integrador y universalista. La nueva matemática asociada a la teoría del Caos está permitiendo ahondar en el estudio de los sistemas complejos en condiciones que se encuentran lejos del equilibrio, es decir, de un modo mucho más acorde con la realidad de la naturaleza y de los modelos matemáticos que la han estudiado hasta ahora. Por eso, autores como LLya Prigogine y Michel Serres, plantean que la asunción del caos como clave cognoscitiva no puede ser entendida como la simple expansión de las posibilidades explicativas del conocimiento sino, mucho más allá, como una posibilidad de reconsideración de las relaciones del hombre con la naturaleza a través del conocimiento.

[21] Stigler, George, “The Politics of Political Economists”, Quarterly Journal of Economics (1965), pp. 522-32.

[22] Tobin, James, La nueva economía. Diez años después. Ver: en Irastorza Revuelta, JavierPolítica, Política Economica, Edit, Confederación Española de Cajas de Ahorro, Madrid, 1979. P. 161.

[23] Stanley L. Brue-Randy R. Grant, Historia del pensamiento económico. Edit, Cengage Learning, Mejico, 7 edición, 2008. P. 493.

[24] Heisenberg, Werner, ver en Hawking W. Stephen, Historia del tiempo. Edit, Crítica. Barcelona, 1989. P.83.

[25] Manfred, Max Neef, El mundo en rumbo de colisión, conferencia dictada en la Universidad Internacional de Andalucía en Madrid, 2008. Verse en http://www.youtube.com/watch?v=BaAzKHV2ku4.

[26] De Cambra Bassols, Jordi, “Desarrollo y subdesarrollo del concepto desarrollo: elementos para una reconceptualización”. En el resignificado del desarrollo. Buenos Aires, centro de ediciones gráficas y audiovisuales de fundación Unida, 2000. P. 110.

[27] Escobar, Arturo, La invención del Tercer Mundo: construcción y deconstrucción del desarrollo. Edit, Norma. Bogotá, 1996.

[28] Morin, Edgar, Introducción al pensamiento complejo. Edit, Gedisa. Barcelona, 1994.

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