Descargar

Violencia de lo escolar – De lo que poco se habla "La violencia simbólica" (página 2)


Partes: 1, 2

-¿Cómo es tu relación con tus maestros?

-A veces bien y a veces mal. Bien cuando me saco cosas buenas, cuando me ayudan. Mal cuando le pregunto y dicen "no puedo" y no están haciendo nada.(alumno 2)

Para Bourdieu la escuela es un dispositivo de imposición de un "arbitrario cultural" determinado por las clases dominantes, que reproduce dentro de las aulas las desigualdades sociales, a través de una violencia simbólica, que sólo reconoce como válido al capital cultural de ese arbitrario, que es legitimado y perpetuado por la institución escolar. Lain Joxe dice que "la violencia tiene que ver con el intento de controlar a la sociedad mediante la centralización del saber"

Si analizamos la violencia en las aulas vemos que presenta dos perfiles: primero el de la violencia directa, que está aumentando en forma preocupante en las instituciones educativas de nuestro país y de todo el mundo. Se manifiesta a través de diferentes formas de agresión personal (física, psicológica o moral) entre alumnos, entre docentes, entre alumnos y docentes, contra personas u objetos o en otros contextos del entono escolar.

"Peleas, juegos violentos (te ponen la traba).Un chico quiere matarte si insultás a la madre. Viste que a veces decís ¡que hijo de…!Te quieren matar, pero vos no se lo decís a la mamá.

El otro día un chico le rompió la nariz a otro, afuera de la escuela, porque le sacó la novia. Todos tenían miedo de separarlos, te pegaban a vos también.

También una maestra retó a unos chicos que le sacaban las gomitas a los autos para venderlas, dijo que se lo iba a decir a sus padres"(Entrevista al alumno 5)

Otra forma de manifestación es el de la violencia cultural o indirecta, generadas por las estructuras de nuestra sociedad que se expresa en todo tipo de injusticias: sociales, económicas, de género y es responsable de la desigualdad de oportunidades, de la inequidad, y es frecuentemente invisible, sutil y envolvente. Este tipo de violencia indirecta-también llamada estructural-afecta al sistema escolar, en tanto afecta a niños adolescentes, pues constituye el principal obstáculo entre su nivel de autorrealización real y su autorrealización potencial.

"…Violencia es no respetar los derechos del otro. Es no reconocer valores. Es la abulia de lo que nos concierne, es la apatía por las necesidades e intereses del otro. . Violencia también es vivir en el subdesarrollo, no tener satisfechas las necesidades básicas, y primordialmente como acceso a la salud, educación, vivienda, trabajo digno y pedir desde lo político que existan comportamientos adecuados, formales e instruídos." (Docente 1 )

Isabel Fernández menciona que existen factores relacionados con la agresión escolar, pueden ser exógenos a la escuela (contexto social, habitus primario) o endógenos (relaciones interpersonales que se desarrollan dentro de la Institución, como la disrupción en el aula (alumnos que impiden el normal desarrollo de una clase), los problemas de disciplina (resistencia, boicot, deasafío o insulto al docente), discriminación, el maltrato entre compañeros ("bullying", que incluye amenazas y violencia física).

"Sí, veo situaciones violentas, cuando un chico de segundo le pega a los compañeros, los escupe, los ahorca. Cuando insultan mal a los maestros. Cuando rompen los bancos, las mesas o útiles de los compañeros. Cuando escriben los baños. Cuando la maestra grita a un chico. Ah…y tengo otro más, cuando la maestra golpea con una jarra en el comedor" (alumno 4)

"La escuela es como un escenario donde están representadas todas las circunstancias de esta sociedad tensionada. Hay un aumento de la patología de la acción. Proviene desde afuera, en forma creciente y es en la escuela donde se evidencian las conductas violentas…está el que pega, grita, tira cosas. Pero también está la violencia invisible, el doble discurso, la descalificación entre pares o entre docente y alumno."(Isabel Fernández)

"Golpes, gritos, exigencias antojadizas de docentes, alumnos y padres, las falta de escucha y de diálogo, la incomunicación"(Tipos de violencia según la docente 3)

"Tener que "ejercer pedagogía de puertas del aula hacia adentro"…¿Qué más?… Es difícil trabajar así, a veces violento; si no sos tradicional se te marca y tratan de menospreciar tu tarea…Pero te queda la satisfacción de ver la respuesta de los chicos. Te recuerdan no sólo por el cariño, sino por el aprendizaje que han incorporado, esto se ha fijado."(Docente1 se refiere a la violencia ejercida por otros docentes que no coinciden con su forma de trabajo)

Padres, directivos y docentes deben estar preocupados por el incremento de distintas formas de violencia en las instituciones educativas; y analizar el problema desde la pluricausalidad. J Galtung en su libro "Tras la violencia" señala: "el análisis de la violencia resultaría incompleto si no consideramos al tratar de explicarla la incidencia de la violencia cultural e indirecta, generada por las estructuras de nuestra sociedad".

"(…)La hipótesis más habitual que circula en las instituciones es "La violencia es una patología individual o familiar a ser tratada"…En este sentido nos enfrentamos con una reducción en el manejo de la categoría violencia, que deja en el ocultamiento, en la invisibilidad, aquellas condiciones históricas y sociales que tienen que ver con la producción de situaciones de violencia."

Podemos encontrar la raíz de la violencia directa en la estructura escolar, sus métodos pedagógicos y el amplio conjunto de factores de carácter político, económico y social, fiel reflejo de la violencia indirecta o estructural.

. . Sancionar es violento, "te sanciono porque no acatás"…entonces (docente1)

Maestra : Hoy no vino Máximo, voy a llamar a su casa porque no trajo la autorización para participar de un encuentro cultural.

Directora: Está bien, llamá a su mamá porque ese padre que tiene…¿Qué relación rara con los hijos? ¿no?

Maestra: No sé, según él no lo deja participar mucho la madre de la crianza de sus hijos.

(La maestra se comunica con la madre por teléfono)

Maestra: La mamá me dice que Máximo vino a la escuela, pero está ausente.

Directora: ¿Estás segura?

Maestra: Sí, pero vuelvo a ver , porque hoy no tengo a 7º.

Directora: Se habrá rateado.

Maestra: No, Máximo es incapaz. Es rebueno. Ojalá haya sido eso

Directora: No te fíes de las carita de santo, son los peores.

Maestra: No, estoy segura, salvo que se haya asustado por lo del encuentro.

Directora: Bueno, vos asegurate de ponerle el ausente. El chico a la escuela no entró. Nosotros nos quedamos tranquilos.

Maestra: Sí, eso no importa, ojalá que esté bien. Voy a averiguar con sus hermanos.

(Situación 3 observada en la dirección escolar)

Nuestra sociedad promueve y exalta la competitividad, la supervivencia del más fuerte, el enfrentamiento y la rivalidad. Modelos violentos aparecen continuamente en la calle, en el deporte, en el cine, en Internet.

"El problema macro es social, debemos empezar de afuera para adentro. Viene desde afuera: violencia en el fútbol, violencia en las calles, violencia familiar." (Docente 3)

"No sólo hay diversas formas de violencia sino que, además, la forma hegemónica, la forma principal de violencia en cada época es distinta.

A lo largo de la modernidad, la forma hegemónica de violencia fue la que se conoce como violencia instrumental, es decir, una violencia que, de algún modo, establece la existencia de relaciones entre los fines y los medios, mediadas por argumentos de orden más o menos racional.

Asistimos al despliegue de "nuevas" formas de violencia que se caracterizan por su desregulación, su carácter no-instrumental y su disfuncionalidad con respecto a la existencia misma del lazo social."

La función de la escuela frente a esta problemática

Nosotros, como educadores, frente a toda esta problemática, debemos formularnos distintas preguntas: ¿cómo lograr que el espacio escolar sea más "habitable"?¿qué tipos de valores están incorporando nuestros alumnos? ¿no será que estamos propiciando violencia y agresividad a través de nuestros mensajes? Y ¿qué podemos hacer nosotros, como educadores ante este panorama?

Como docentes somos muchas veces los protagonistas de escenas violentas ; a través del humor burlón ( negativo y nihilista), de la exposición de nuestros alumnos a la ridiculización, de la utilización de palabras hirientes, minimizando situaciones y censurando la participación.

Lo que los docentes denominan "indisciplina de clase" son en su mayoría formas de ejercer violencia, pero también es un acto de violencia cuando el docente hace abuso de autoridad (autoritarismo).

Cuando un alumno ejerce violencia hacia el docente, existen algunas herramientas por las cuales el alumno puede ser sancionado, pero resulta poco probable que un docente (pese a existir herramientas pero en menor escala) se le llame la atención siquiera por faltar el respeto a un alumno.

Otra violencia es la solapada, institucional que se ejerce desde la escuela, ligada formas de discriminación, poder, convivencia. El menosprecio hacia el otro, es una forma de violencia muy común en el ámbito educativo y engendra consecuencias por demás drásticas.

(Situación 6. Recreo Escolar. Una maestra llama a un alumno para conversar)

Maestra 1: Vení Julio, contame…así que te vas a cambiar a la Escuela privada

Maestra 2 : Qué se va a cambiar este.

Alumno: -Sí, me sale 400 por mes

Maestra 2: 400 por mes y le debés plata a todos los quiosqueros.

Alumno: y bueno, me olvido…

Maestra 2: (se dirige a la maestra 1) yo le di 50 c y todavía no me los dio, (Dirigiéndose a él) Conmigo fuiste.

Maestra 1: A ver Julio…¿Por qué no pagas? Así no van a confiar más en vos.

Alumno: Sí, bueno, es que me olvido.

Maestra 2: Sí, además es un tonto; no tiene para él y después le da plata a sus compañeros para que sean sus amigos.¿Te lo devolvió Néstor el peso que le prestaste?

Alumno: No, no lo reconoce.

Maestra 2: Ese es un codito (Hace un gesto agarrándose el codo). No le sacás ni un peso partido por la mitad. Y vos sos un salame con pelos, avivate . Los amigos no se consiguen con dinero. El día que no tenés más dinero no tenés más amigos.

Maestra 1: que sean tus amigos porque te quieren, sino para qué te sirven.

Distintas formas de violencia y agresividad se impregnan en la sociedad y es en éste ámbito donde les toca vivir a nuestros alumnos. Si bien por un lado la agresividad puede ser la expresión de factores relativamente independientes de la escuela (problemas personales, influencia del grupo de amigos, o de la familia), por el otro, debemos admitir que existe una estrecha interrelación entre los problemas sociales, familiares, escolares y personales en el origen de la violencia.

Mencionaremos algunos indicadores que permitirán avanzar en el análisis del tema.

Padres y maestros, adultos en cuestión, debemos aceptar que podemos estar siendo demandados, se nos está enviando un mensaje, aceptar la suspensión de la lógica que afirma que la escuela y la familia son ámbitos de referencia para los chicos.

Somos conscientes que la violencia ha entrado a la escuela, al decir de la Revista Viva "La violencia hace escuela", aquí se producen varias manifestaciones de comportamiento antisocial. "Las escuelas se convirtieron en espacios sociales donde repercute sin filtros una realidad social, no son templos del saber como en otras épocas…Y los docentes están sobrepasados" . "Para que el maestro pueda cumplir su rol específico sería importante que otras instituciones que rodean a la escuela se hagan cargo…Especialistas en Nutrición, Deportes, mediadores culturales, trabajadores sociales, psicólogos… El maestro está muy solo y las instituciones desbordadas. Los maestros tienen que enfrentar nuevas problemas de una complejidad inédita con los mismos recursos".

No leí el artículo de la Revista, pero el título ya es tendencioso. Destaca la problemática "violencia" en las escuelas con una redacción que parece legitimarla.(docente 5 entrevistada)

La violencia…"altera el humor, destempla el ánimo, a veces impide el trabajo, requiere un trabajo íntimo de análisis de la situación y reacomodamiento constante."(docente3)

"Carga de energía negativa las funciones. Oscurece las posibilidades de reaccionar en forma democrática, cuando el grupo docente no acuerda formas de conducir al alumnado. La violencia necesita para ser combatida, diluida: una práctica diaria y constante por parte de los adultos (padres, comunidad educativa en general."(docente 2)

La escuela debe tener un rol activo y protector sobre fenómenos conflictivos. "El denominado incremento de la violencia en el capitalismo tardío no se produce por la existencia de conflictos y problemas sino por los intentos de suprimir radicalmente los conflictos y problemas"

Si bien las causas sobre el problema de la violencia , según lo expresado en párrafos anteriores son pluricausales, debemos visualizar las propias condiciones escolares, propicias para la creación y reproducción de actos de victimización, así también como aquellas "condiciones protectoras" ante la violencia.

Podemos analizar el tema de la violencia escolar desde dos miradas : Dan Olweus a través de su libro de Conductas de amenaza y acoso entre escolares analiza las causas de este problema desde la función que deberían cumplir distintos miembros de la Institución Escolar y propone métodos eficaces para contrarrestarlas y prevenirlas. Observó que la violencia escolar no era igualmente observable desde distintas perspectivas (alumnos, docentes), el "bullying" no era observado por profesores y docentes como una relación de victimización.

Silvia Duschatzky y Cristina Corea en su libro Chicos en banda: los caminos de la subjetividad en el declive de las instituciones, habla de la necesidad de los chicos de construir nuevos territorios de experiencias subjetivas como" las bandas" ante la pérdida de credibilidad en las posibilidades de producir subjetividad de la instituciones como la familia y la escuela. "Habrá escuela donde haya algo que fundar", donde se creen nuevas posibilidades, creando las condiciones que habiliten un por-venir, un nuevo tiempo."

"(…) Las nuevas transformaciones histórico-sociales, con sus efectos sobre la subjetividad humana, nos enfrentan con un tipo de sujeto que no funciona como funcionaba el sujeto moderno, que tiene otro modo de funcionamiento, que tiene otro modo de regulación de su goce."

La violencia , desde la cotidianidad: construcción de subjetividades

Dan Olweus, en su libro Conductas de acoso y amenaza entre escolares se refiere específicamente a la violencia escolar, ataca el problema desde la responsabilidad que le atribuye a la Institución Escolar donde se crean condiciones necesarias que favorecen el problema de la agresión, puntualmente habla del "bullying"-acoso escolar. Es desde aquí donde deben buscarse medidas preventivas, hacia una posible una solución y se actúe como efecto de control o moderación.

"La violencia puede ser observada como una relación social que inaugura un proceso de victimización, es decir que ocurre en la forma de una distinción entre víctima y víctimario. El victimario adquiere su conducta de tal, diferenciándose de la víctima por medio de la imposición abusiva de un diferencial de poder, que puede provenir de una status, prestigio social, fortaleza física o psicológica, cuya aceptación no ocurre por la apelación a un reconocimiento legítimo de tal superioridad, sino por la subyugación al otro" (Olweus).

La agresividad se relaciona con el vigor de fuerzas compensatorias: actitudes, costumbres, conducta del personal de la escuela. Los profesores son factores decisivos para la prevención y el control de actos de intimidación y para la reorientación de estas conductas por canales más aceptables socialmente. También son decisivos para la prevención los alumnos que no participan de este tipo de conductas y padres.

Olweus realizó análisis cuantitativos sobre el problema de agresividad intimidatoria entre escolares, en la década del 70 en Suecia, extendiéndolo a los países escandinavos. Comprobó cómo se fue agravando en los últimos años el problema del bullying. Este problema no se relaciona con las grandes ciudades, ni con el tamaño de la escuela y el aula; no se relaciona con alumnos con fracaso escolar, ni con las condiciones sociales y económicas (aquí hace una aclaración ya que en los países donde investigó la problemática no existe una gran brecha entre ricos y pobres, hay relativa homogeneidad); las formas de violencia se pueden relacionar con lo individual , lo familiar y también con formas institucionales que crean un campo propicio para que se establezca el problema.

Cuando habla de bullying se refiere al tipo de agresión intimidatoria que sufre un alumno cuando es agredido o se convierte en víctima, cuando está expuesto de forma repetitiva y durante un tiempo a distintas formas de agresividad ( hostigamiento, violencia física, verbal, gestual, o a la exclusión del grupo) llevadas a cabo por uno o varios alumnos. Existiendo un desequilibrio de fuerzas, una relación asimétrica de poder entre la víctima y el victimario.

-¿Por qué creés que a veces te dejan solo?

-Porque debe estar peleado conmigo, porque no lo hago sentir bien, porque no les presto cosas, porque ellos siempre te piden. Entonces tengo que prestarles o hacer lo que ellos quieren así los hace sentir bien y vuelven a ser mis amigos.

-¿Pensás que está bien que te hagan eso?

-No, no está bien, pero yo les hago caso para no quedarme solo.

¿Te amenazan?

-Sí. Si no les presto me carga y se enoja y me dice que me va a pegar afuera. Como son varios, los veo poderosos. Pero cuando están bien somos compañeros.

-¿Les tenés miedo?

-Sí, pero termino haciendo lo que él quiere para no tener miedo.

Ese grupo siempre amenaza a otro. Lo respetan porque es su forma de ser.(Alumno 3)

La victimización como acontecimiento aislado tiene, cuando ocurre en determinadas condiciones, una alta probabilidad de trascender de este carácter esporádico e inaugurar un proceso sistemático, recursivo y acumulativo, lo que se denomina" círculo social de la violencia".Se genera una repetición por parte de la víctima.

El énfasis no hay que ponerlo en la responsabilidad del estudiante. Hay que implicar a profesores y a padres para que establezcan nueva autoridad, la falta de disciplina ha traído consigo un aumento de conductas delictivas.

"El término disciplina se refiere al orden necesario para poder aprender, y su aparición como concepto está asociada al aprendizaje." (Guillermo Jaime Etcheverry)

Las instancias más comunes de violencia escolar pertenecen más bien al "punto ciego" de la misma escuela en su auto-observación (padres, profesores, alumno). Muchas veces al adquirir el carácter recursivo y permanente, la violencia se vuelve parte de las condiciones normales de la escuela".

Ninguno de los maestros entrevistados, para la elaboración de este trabajo de investigación, reconoce el hostigamiento o acoso entre compañeros, como actos de violencia observados en sus prácticas escolares. (El estudio de Olweus, en escuelas primarias y secundarias de Noruerga, entre 1983,1984 revelaba que uno de cada siete chicos estaba implicado en problemas de agresión-como agresores o víctimas.)

"La falta de reconocimiento, la falta de pertenencia, la descalificación por poseer una mirada diferente frente al abordaje de situaciones y resoluciones de conflictos. Falta de comunicación entre el personal docente y no docente. La falta de compromiso"(tipos de violencia-docente 1)

"Golpes, gritos, exigencias antojadizas (de docentes, alumnos y padres), las falta de escucha y de diálogo, la incomunicación".(docente 3)

"Violencia en el juego, en el trato entre pares y no pares, estallidos por una interpretación errónea de lo dicho actuado o actuado por otro. Abandono y despreocupación de los padres. Falta de interés por las particularidades y problemáticas individuales de los niños. Vocabulario grosero y desacalificador entre ellos. Falta de comunicación en todos los sentidos."(docente 5)

Olweus comprobó que los profesores hacían poco casi nada para detener la intimidación en las escuelas, opinión que compartían agresores y víctimas. Cuando actuaban, tanto ellos, como los padres, a través del diálogo y el acompañamiento, los hechos disminuían.

Los maestros ¿conversan con estos chicos sobre las actitudes que adoptan con los demás?

-Para mí hay una maestra que sí, se da cuenta de lo que hacen. Cuando ve que ese chico está por pegar le dice que le va a poner mala nota.

A mí me dan consejos, que no me junte, que me separe.

¿Creés que esa es una solución?

-En realidad no, porque si ellos me defienden no me separo. Habría que estar un buen tiempo con ellos decirles que se tranquilicen.(Alumno 3)

La mayor parte de las agresiones se dan dentro de la institución escolar. Los alumnos que recibían acoso fuera de la escuela recibían menos auxilio de sus compañeros. Los más jóvenes y débiles (baja autoestima, debilidad física, aislamiento, protección excesiva de la familia) están más expuestos a la agresión por parte de los agresores (impulsividad, necesidad de dominio y poder, hostilidad hacia el entorno –condiciones sociales o familiares)

"…El otro día un chico le rompió la nariz a otro, afuera de la escuela, porque le sacó la novia. Todos tenían miedo de separarlos, te pegaban a vos también"(alumna 5)

Las chicas suelen recurrir a formas de hostigamiento más sutiles e indirectas como la difamación, el rumor, la manipulación de las relaciones de amistad.

Pero si miramos nuestra situación actual, en las aulas de nuestro país, se multiplicaron las agresiones físicas entre chicas. "Están cambiando los arquetipos ligados al género, a relacionar la violencia con lo masculino y poner a la mujer en una posición más tierna y contenedora. Los tiempos son otros y muchas veces la sociedad fuerza a las mujeres al falso dilema donde ejercer la violencia es ejercer paridad de derechos con los hombre"

"Algunos son cargosos, te molestan y pegan…yo lo paro. Le hablo. A veces a la fuerza si me pegan o me hacen algo que no me gusta…No soy de tanto pegar. Soy de avisar."(alumna 5)

Duschatzky y Corea realizaron un estudio con chicos marginales de Córdoba, comprobando que la escuela no está en el discurso de estos chicos, la escuela no deja marcas. Se ha desarticulado la lógica en torno a la figura significativa del Estado, "en la escuela se forjan los ciudadanos, la familia es la primera dadora de sentido". El Estado cae y arrastra con él a toda la arquitectura institucional construída a lo largo de varios siglos. Ni la familia, ni la escuela pueden sustraerse de esa caída. La familia- en muchos casos- es hoy el contexto donde se producen los maltratos y agresiones que sufren los niños.

"Sí, ha aumentado la violencia: los que llevan armas, cuchillos. Porque cada vez ven más a los padres que se pegan, cuando pierden el trabajo, cuando van a los bares a tomar se ponen en pe…vuelven y le pegan a la mujer. Toman para olvidarse de las cosas. Se descargan con las mujeres y con los hijos."(alumno 2)

En este declive de instituciones de pertenencia, que otorgaban sentido y construían un lazo social, que formaban un ciudadano con un sistema de valores consagrado, que conformaban a través de la familia una matriz regulatoria de la sociedad, se manifiesta la expulsión. El texto nombra a chicos marginales expulsados del orden social ("desaparecido" de los escenarios públicos y de intercambio) y no como excluídos. "El desplazamiento del Estado Nación a la lógica de Mercado crea un estado de situación que supone integrados y excluidos".

El Estado deja de tener función de enlace y organizador de lo simbólico, se produce un desfondamiento del concepto de subjetivación clásica (moderna) y la subjetividad pasa a constituirse en la experiencia, sin una referencia ordenadora.

Esta nueva subjetividad se construye hoy en territorios sin tradición y sin futuro, como las bandas de los chicos, aquí encuentran un lugar, lo habitan familiarizándose con sus códigos, dentro de una trama social que los ha expulsado. Aquí la violencia se presenta como un modo de relación que aparece en condiciones de impotencia instituyente de la escuela y la familia, es decir en una época en que parecen haber tenido potencia enunciativa los discursos de autoridad y el saber de los padres y maestros, que tuvieron la capacidad de interpelar, formar y educar en tiempos modernos. Tanto la figura materna o paterna como el lugar de la escuela se encuentran despojados de autoridad. Cuando hablamos de destitución de la escuela es que se percibe una pérdida de credibilidad en sus posibilidades de fundar subjetividad.

Entonces recurren a la violencia como una forma de sociabilidad, de expresión, una marca de reconocimiento, un modo de estar "con" los otros, o de buscar a los otros, una forma incluso de vivir la temporalidad. Al no haber institución portadora de ley simbólica –en tanto límite, posibilidad- la violencia no opera como trasgresión. La violencia en la escuela puede ser leída como síntoma de agotamiento del dispositivo pedagógico moderno. La violencia en la escuela es un fuera de lugar, una irrupción.

Así se va construyendo la subjetividad de estos chicos, en situación, por fuera de los dispositivos institucionales modernos.

Desaparecieron de la escuela algunos tipos subjetivos, posiciones de enunciación, recursos y lógicas. La destitución puede ser procesada y habitada mediante operaciones de invención para vivirla. Este es nuestro desafío, y nuestra tarea, para que la destitución no se transforme en un derrumbe. Necesitamos un modo de implicación de los maestros a través de la intervención dialógica, para así poder habitar el territorio de nuestros alumnos.

"Hay maestros comprensivos. Pero hay otros que se van por las ramas, a ellos no les diría. Te hacen un discurso de mil horas y después te gritan, siempre quieren tener la razón, se siente superior a vos y así no le querés hacer caso."(alumno 2)

Formas de prevención institucionales

Cómo podemos prevenir estas situaciones violentas dentro de la escuela. Dan Olweus elaboró un programa de prevención del tipo de violencia (bullying) . El objetivo es crear un clima escolar positivo donde no se acepte el bullying (como algo natural al crecimiento del niño, que le permite defenderse por sí mismo) que haya menos posibilidades de acoso, "si el profesor no interviene el agresor se ve recompensado"

Entre las medidas a tener en cuenta: supervisión de recreos, momentos de libre actividad, fomentar una cultura de ayuda a las víctimas, destacando la responsabilidad del testigo de informar y organizar reuniones entre el profesorado y los alumnos para que poco a poco se poco se internalicen reglas. En caso de detectar acoso, tomar conocimiento y seguimiento del agresor."No es fácil cambiar la personalidad básica de una persona, pero sí su conducta."

En este declive de las instituciones, los maestros debemos ser sujetos susceptibles de construir nuevos modos de pensar la práctica educativa, en sentido estrecho, cómo construir sentido donde hoy no lo hay.

La infancia se terminó para estos chicos, los niños tienen vida de adultos, están constituídos como adultos. La expulsión social es también una expulsión del terreno de la infancia. Ante esta situación Duschatzky-Corea propone una intervención creativa, mirar el mundo hacia el futuro, las instituciones ya no serán lo que eran, qué inventamos con lo que tenemos ahora para emparchar y empezar a reconstituir el sentido que le da a la existencia una institucionalidad en la cual inscribirse.

Sobre la destitución de la Infancia, Ignacio Lewkowrcz dice que destituídas las instituciones que fundaban la infancia, sólo quedan chicos y el trabajo de vincularse con ellos es casi artesanal y angustiante. Debemos dejar de lado los supuestos que deben traer los chicos, el niño debe llegar a la escuela bien alimentado, con pautas de comportamiento…Hoy la distancia entre lo supuesto y lo que se presenta es abismal. Lo que la institución no puede el agente institucional lo inventa, inventan operaciones para habitar situaciones institucionales, para que no se vuelvan inhabitables."

"Trabajo transmitendo en el día a día, una práctica pedagógica que colabore a transformar las acciones que dejan marcas de violencia: con los valores, gestos, diálogos y planteo de situaciones diferentes como alternativa al insulto, al golpe, al desprecio por la salud, por la vida".(Docente 1)

"Si uno dice- se supone que debería…- y opera en base a esta suposición, termina abandonando al chico y también a unos mismo porque de ese modo se construye como docente, como psicólogo o como padre."(Lewkowicz, Ignacio)

"… En cuanto a los compañeros de trabajo…Algunos son indiferentes a los problemas de los chicos, no los escuchan, no crean confianza al chico porque minimizan todas las cosas que les dicen, por lo tanto no todos están preocupados por parar el tema de la violencia, su trabajo es pedagógico y nada más."(Docente 5)

A través de tres categorías propuestas por Duschatsky-Corea podemos analizar los diferentes modos de habitar la caída del dispositivo pedagógico:

  • la desubjetividad (no poder hacer nada diferente con lo que se presenta, no hay esperanza de progreso, hay una desubjetivación del trabajo de enseñar, el problema de impotencia enunciativa no es de las personas sino de los dispositivos)

"…todo sigue igual, no tengo esperanzas, por ahora, de que pueda cambiar"(Docente 4 refiriéndose a la situación sobre violencia escolar)"

-"Indiferencia."- es lo que siento ante el apoyo que debería tener de autoridades y familia"(Docente 4 )

"Yo hablé en artículos, con autoridades, etc."todo sigue igual, no tengo esperanzas, por ahora, de que pueda cambiar"(docente 4)

  • la resistencia (abroquelamiento en representaciones que han perdido la capacidad de nombrar a las condiciones actuales. Negación a dejarnos alterar por lo nuevo, que no supone necesariamente lo bueno. Los niños ya no son lo que eran: respetuosos, disciplinarios, estudiosos; porque perdieron eficacia las instituciones que hicieron posible ésto)

Muchas veces este repliegue, puede llevarnos a una violencia sistemática. Estratificamos a nuestros alumnos en base a lo que deberían ser, ignoramos las diferencias individuales y dispensamos un trato homogéneo. Las políticas y prácticas pedagógicas excluyentes y el castigo impiden el aprendizaje y también pueden favorecer un clima de violencia. "Los chicos de hoy, ya no son los chicos que eran…"

"No creo estar capacitada para resolver este tipo de problemática, exceden lo escolar y nuestra preparación es pedagógica, aunque intentemos abarcar otros ámbitos de la psicología y la sociología"(Docente 5 refiriéndose a cómo enfrenta casos de violencia).

"Al tener que atender permanentemente conflictos, entre alumnos se diluye el rol específico de docente (lengua-sociales) para pasar a ser mediadora, contenedora y árbitro. Funciones que han pasado a ocupar una parte importante y concreta del tiempo de clase. Con el consiguiente desgaste del rol específico.

Yo no soy asistente social y actúo como asistente social; yo no soy psicóloga y actúo como psicóloga; si quieren esto que me preparen. Cuando elegí trabajar de docente mis funciones eran otras, todo pasa por nosotras. Esto desgasta y a veces violenta." (docente 5)

  • la invención (el lugar de producir algo con lo real, de producir nuevos posibles, de producir aberturas que desborden las condiciones de imposibilidad. A través de una posición ética, buscar a partir de una situación una posibilidad hasta entonces inadvertida. El enemigo de la educación es la idea de lo definitivo, irreversible, la impotencia. Intervenir, alterar, abrir una brecha a través del lazo que se crea con los chicos. Introducir formas inéditas con capacidad de alterar nuestra posición de educadores como la de los sujetos que transitan por las escuelas a la espera de que alguna cosa acontezca)

"La violencia necesita para ser combatida, diluida: una práctica diaria y constante por parte de los adultos (padres, comunidad educativa en general) para demostrar con claridad acciones pedagógicas que valoricen a las personas como sujetos de derechos, esto contribuye a la transformación de la violación de la condición humana y por ende a contrarrestar la violencia"(Docente 2)

"A los docentes se nos juzga por accionar de tal o cual forma, de abordar y enfrentar esta problemática, sobre todo aquellos docentes, cuya postura es "imparte educación", y no el de coordinador u orientador. Es más fácil trabajar en el orden y prolijidad desde lo que se ve solo con los ojos, pero es sólo tapar agujeros, que con el tiempo quedan expuestos y siguen sin ser resueltos. Trabajar de esta forma más abierta, más saludable para el docente y el alumno supone enfrentar desafíos diarios que no todos están dispuestos a aceptar, a elaborar, incorporar y resolver. En tiempos cronológicos, a mayor o menor plazo, de distinta manera de abordaje y resolución de un mismo tema, los resultados son mucho más óptimos y los niños sienten el reconocimiento, la valoración, el respeto, la pertenencia, que les asegura una conciencia del problema, autoconocimiento y autorregulación"(Docente 1)

"La sociedad sufrió cambios profundos y surgieron problemáticas muy diferentes de aquellas en las que la mayoría de las docentes se formaron. Debemos desarrollar estrategias para enfrentar estos desafíos y darles la contención para enfrentar contextos difíciles. Es necesario abordar la necesidad de apoyo y capacitación de los docentes. "(Daniel Filmus)

"Desde la escuela existe una verticalidad que no permite generar estos espacios. Todo funciona muy atomizado. Bajo paradigmas del "todo está bien, prolijo y ordenadito", el discurso del doble mensaje, la falta de comunicación. La comunidad educativa tiene escasa participación, los padres no se acercan a la escuela, se observa una especie de abandono del alumno a expensas de la escuela, pero ésta tampoco convoca. El que se acerca y se involucra es tildado de pesado, de loco, de incoherente, de problemático."(Docente 1)

"Cada uno puede aportar conocimientos, nuevas estrategias y actitudes para amortiguar o revertir situaciones violentas pero todo es insuficiente si se actúa en la parcela mínima del aula-intragrupo-Es más eficaz construír redes para conocerse y entenderse Inter. Grupos escolares.

Convivir con los otros merece un buen manejo de los recursos humanos de ambas partes.

Todo se compone en relación con el otro, con pequeños grupos y con la sociedad en general.

No basta que un docente o algunos docentes poseamos estrategias para encauzar episodios de violencia. Lo eficiente para enfrentar este tema es la RED CONSCIENTE, CON CRITERIO que se realimente diariamente en las instituciones familiares y escolares."(Docente 2)

El Ministerio de Educación, respondiendo a su función de elaborar políticas públicas de prevención y abordaje de la violencia en las escuelas , creó el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas junto con la UNESCO y la Universidad Nacional San Martín, para sumar esfuerzos en el estudio de este problema, contribuir a la consolidación democrática de las escuelas y a la construcción de espacio de ciudadanía. Los objetivos son:

  • Integrar un núcleo de investigación en el área de la violencia en las escuelas;
  • Implementar un centro de información y documentación especializado en la temática y contribuir a la elaboración de políticas públicas de prevención y abordaje de la violencia en las escuelas."(Daniel Filmus)

"Seguimos sin consultar al docente. ¿Para cuándo la verticalidad invertida? (De abajo hacia arriba) y afirmo: LA ESCUELA Y LA FAMILIA NO SON DEMOCRÁTICAS.

No todo puede ser consensuado. La responsabilidad del grupo y las decisiones son del adulto. Si vos querés actuar igual con personas que no son iguales, no es posible "no se puede dar nunca la igualdad de la democracia", siempre hay alguien que cuenta con más poder.

La familia corre por cuenta del adulto, no del chico. (Docente 3)

"El hecho concreto es que tampoco existen redes de capacitación desde lo psicosocial, parecería que desde el Ministerio de Educación, las políticas de prevención y abordaje, contemplan al educando de forma fragmentada, como si pudiera aislarse lo cognitivo de lo emocional, se habla mucho de alfabetizar cognitivamente, pero nada de alfabetizar emocionalmente. Faltan cursos, faltan capacitadores que dejen el enciclopedismo y bajen a las necesidades actuales y reales"(Docente 1)

Los programas para que puedan tener resultados exitosos deben operar partiendo de los cambios socio-históricas que se produjeron en lo que fue el Estado-Nación. Las formas de subjetividad vinculadas y producidas a partir de ese modo de organización institucional, principalmente a través del modo de subjetivación que ha sido nombrado "individuo-ciudadano", se han alterado y desde este reconocimiento es que debemos partir para cualquier intento de intervención

Hacia la construcción de un orden democrático

Nuestro desafío es reconocer en nuestros alumnos en su condición de sujetos de derecho, es decir derecho a participar, a ser escuchado y a ejercer un rol activo en los hábitos de socialización que los contienen. "Demos al niño la confiada posibilidad de construírse desde su experiencia en el mundo" (Carl Rogers). A través de recursos educativos que fomenten o restauren esa frágil condición de la naturaleza humana, condición necesaria para el ejercicio de la capacidad de valoración del ser como persona, en la difícil obra de respetarnos mutuamente, escucharnos y dialogar.

Desde nuestro rol docente es necesario el "tacto pedagógico" una orientación consiente en cuanto a la forma de ser y actuar con los chicos. Es una posición activa en las relaciones. Se pone en evidencia mostrándonos abiertos a las experiencias del niño, adaptándonos a su subjetividad.

En un artículo "Hablando de la infancia" Eduardo Zabatel se refiere a la necesidad de generar la confianza en el otro: Cuando el otro pasa a ser un enemigo potencial; cuando las instituciones agotándose en sí mismas, no responden por su función social; cuando prácticas o valores constructores de sentido dejan de orientarnos por posibles caminos, entramos en un terreno socialmente complicado, de atomización, donde lo común se deshilacha, el otro se vuelve un extraño conocido; prevalece una desconfianza a priori, está en jaque el tejido social."

En este declive de las instituciones, los maestros debemos ser sujetos susceptibles de construir nuevos modos de pensar la práctica educativa, en sentido estrecho, cómo construir sentido donde hoy no lo hay.

"Una escuela es una apuesta por la vida y por el futuro. Aún en difíciles condiciones, enfrenta el desafío de renovar su compromiso con la convivencia, con el .diálogo, la razón y los valores éticos."(Daniel Filmus.)

"El tema de la convivencia suele ocupar una parte importante de las energías en la escuela. Esta convivencia "con extraños", nos obliga a compartir lugares y sentimientos con gente que quizá no elegiríamos para ser amigos, es un modo de socialización muy importante, este "vivir con extraños" define las sociedades democráticas modernas. Los derechos de cada uno no se articulan como un orden geométrico en el que todo encaja, hay superposiciones, desajustes, tironeos. Entender esto, pero al mismo tiempo encontrar formas de convivencia pacífica y enriquecedora con los demás, es un aprendizaje fundamental.

La convivencia se organiza en torno a un cierto orden y aquí encontramos de lleno la dificultad de los adultos de establecer un orden democrático en la escuela. En Argentina la imagen de la justicia corrupta e ineficaz y la impunidad de varios criminales, socava la confianza en la ley y la justicia. En ese contexto, se vuelve mucho más difícil para los adultos decir la ley y establecer un orden que sea democrático y legítimo ¿Quién se anima a afirmar que hay normas que debemos respetar en la escuela, sin considerar que en otros contextos se violan cotidianamente?¿Quién se anima a marcar fronteras taxativas entre las buenas y malas conductas, cuando afuera de la escuela esas fronteras se desdibujan todo el tiempo, cuando hay hambre, urgencias y dolores difíciles de tolerar? Un primer paso es volver a instalar la convicción de que es necesario un orden democrático. El docente debe conservar el compromiso ético con el bienestar de los chicos. Establecer otra relación con la norma y la ley, porque ellas son las que finalmente garantizan que podamos convivir seres distintos. Un segundo paso es desligar de la cuestión de la convivencia de la preocupación por la in-disciplina y pensar el orden disciplinario como un orden político-pedagógico, que promueva que los alumnos, pero también los docentes, los directivos y hasta los funcionarios, puedan "tomar la palabra" tanto en los contenidos que se enseña como en la sociabilidad cotidiana".

Desde la escuela se debe crear el ámbito propicio para las transformaciones profundas, en tanto se experimenten acciones conscientes." El docente debe de su vocación el compromiso ético con el bienestar de los chicos"(Tenti Fanfani). Para Freire el docente debe caracterizarse por la coherencia entre el discurso y la acción.

"A veces los maestros no dicen nada, o te dicen -¡bueno basta, sentate!-Que ya están cansados de tantos problemas, por eso yo no les digo mucho. Otras tratan de calmarlos. Lo calman, puede haber una maestra que habla tranquilamente y otra que le grita y no le hace ver las cosas como son"(alumno4)

Debemos estar para acompañar, ayudar, facilitar la "cultura del desorden" en una "cultura del cuidado. La tarea educativa es una tarea de mucha involucramiento, de mucha implicancia personal, los cambios sobre estas cosas implican cambios personales, son los más difíciles de operar, porque atacan matrices de aprendizajes profundas, dimensiones no conscientes, formas de trabajo y de trato y relaciones con los demás muy establecidas. Tenemos, los docentes, que estar atentos para que el funcionamiento de las interrelaciones personales en la escuela, pueda ser sano y así crear reaseguros".

Destituída la infancia, las situaciones infantiles debemos armarlas entre dos, dos que se piensan, que se eligen, que se cuidan, que se sostienen mutuamente. Ya no se trata de fragilidad por un lado y solidez por otro, somos frágiles ambos.

"Hay maestros comprensivos, con ellos me siento muy bien. Me entienden, son rebuenos. Pero hay otros que se se van por las ramas, a ellos no les contaría nada. Te hacen un discurso de mil horas después te gritan, siempre quieren tener la razón, se siente superior a vos y así no le querés hacer caso."(alumno 2)

Conclusión

Una mirada al interior de las Instituciones nos permiten dar cuenta de que lo que sucede en ellas no es ajeno a lo que pasa afuera, la escuela es un reflejo de la sociedad, y esto lo reconocemos todos y cada uno de los miembros que trabajamos en ella. Las desigualdades sociales, culturales, económicas; la lucha por el poder, la fuerza del sometimiento hasta llegar a la reducción, nos afecta y no podemos dejar de creer que es posible que cada uno desde su lugar pueda lograr un cambio

Un nuevo contexto socio-histórico: nuevos rumbos determinados por la adopción de políticas neoliberales nos dejaron al margen de la protección del Estado, determinaron la "expulsión social" de unos muchos, quedando una clara conciencia de desamparo por "las faltas" que se traducen en la falta de trabajo, de respeto a la ley con la consecuente paralización de derechos sociales adquiridos, la falta de oportunidades, de vivienda, de cuidado de la salud, de educación, de un espacio propicio para que los sujetos puedan construir significados en relación con el mundo. Y "tantas faltas" pueden ser el campo propicio para manifestar distintas formas de violencia, que desde la percepción general en la actualidad viene creciendo y parece no detenerse.

Las distintas instituciones entraron en crisis. Las experiencias vinculares del entorno familiar se alteraron. La familia como espacio de contención, de formación, ha sufrido cambios y perdió significatividad. Los padres no acompañan a sus hijos, no asumen sus deberes como formadores y guías. Son comunes las situaciones familiares conflictivas y desarticuladas, con niveles importantes de violencia en dicho entorno. Entonces el chico reproduce muchas veces lo que ve en su hogar, o actúa por todo lo que no tiene, especialmente si carece de lo afectivo.

La escuela ya no tiene el poder performativo* de otros tiempos. Dejó de ser "espacio de ascenso social", se alteró el orden existente; asumiendo muchas veces un rol asistencialista desde una mirada reduccionista. Se diluyó el rol docente relacionándolo con lo específicamente pedagógico, para pasar a ser en forma constante mediador, contenedor, árbitro en la resolución de conflictos.

De esta manera, la violencia se engendra fuera del ámbito escolar, pero sus efectos están adentro de la escuela, es desde aquí donde nosotros tenemos que trabajar.

La violencia escolar abre un espectro muy amplio, es más que la violencia entre pares, involucra también a los adultos. Se resuelven muchas veces los conflictos en el cuerpo (esto ya no es privativo del género, las mujeres, en menor medida, también dirimen sus conflictos a través de la agresión física. Lo vemos, en nuestro ámbito escolar y cada vez con mayor frecuencia en las noticias de actualidad); la violencia va desde la agresión verbal , pasa por la falta de respeto mutuo entre distintos integrantes de la Institución, por el atropello a los derechos del otro, por el desprecio y el hostigamiento hacia el más débil o el diferente, la discriminación, la segregación dentro de los grupos ( donde hay chicos que son apartados del resto de pares); y sigue con reiterados actos que parecen sencillos, pero por acumulación degradan la calidad de vida de todos los actores del sistema educativo, alterando el ánimo.

Mucho es lo que se expresa y piensa de la violencia dentro de la escuela pero no se sabe qué hacer cuando adquiere características de realidad. Algunos docentes que participaron con sus opiniones en esta investigación, sienten que el sistema no les da respuestas, deben ocuparse de los casos sin asistencia. Librados a su suerte y conocimientos, muchas veces toman medidas que no hacen más que castigar a los alumnos sin que con esto se posibilite un aprendizaje posterior, ya que frecuentemente vuelven a incurrir en el mismo error. "El dolor no es límite"(Mario Zerbino).

Hay un vacío desde las autoridades, una falta de acompañamiento y de sostén, no se construyen redes de trabajo conscientes, con criterio, que se realimenten diariamente entre distintos actores de la comunidad. Se genera una verticalidad desde la superioridad que no permite generar experiencias de intercambio con el otro. Hay una marcada indiferencia, donde prima el "sálvese quien pueda",y ante cualquier problema, lo primordial es estar los docentes cubiertos por la ley.

Los discursos sobre esta problemática de violencia escolar pocas veces rozan los modos de intervención y transformación. No se habilitan espacios de contención, se toman acciones ante el hecho ya consumado, pero no hay una intervención desde la prevención. Hay cambios en la sociedad, nuevos desafíos, hay un cambio profundo en la morfología social de los niños que habitan la escuela, entonces debemos posicionarnos en base a estas transformaciones para poder construir nuevas subjetividades.

La desesperanza sobre los resultados suele aparecer como una regularidad, hay un descreimiento a proyectos de escritorio y teorías que se quedan simplemente en eso, no se interviene sobre la realidad, y terminamos actuando siempre "como sï". Algunos docentes expresan que "no quieren más teoría"; pero debemos entender que teoría y experiencia no pueden disociarse, esto nos permite comprender lo que está sucediendo, para así poder diseñar intervenciones más pertinentes.

Hay que definir políticas y consistentes para tratar problemas dentro de las escuelas. Elaborar proyectos institucionales que trabajen desde la prevención: anticipándose y adelantándose a lo que está por venir. Convertir a las aulas en espacios de encuentro y reflexión permanente, habilitando las diferencias, oyendo otras voces y otras realidades "Incorporar situaciones diferentes a las propias, otros mundos posibles que conecten con el propio" (Bruner).

Pero el trabajo se torna difícil cuando no hay una reacción democrática, cuando el grupo docente no acuerda formas de conducir al alumnado, y se cae en forma constante en contradicciones. Desde la mirada del docente tradicional se juzga el accionar del docente que escucha, que se implica en las problemáticas de las nuevas realidades, que atiende desde la individualidad, trabajando de una forma abierta, enfrentando diariamente desafíos, aceptándolos, incorporándolos, elaborándolos y resolviéndolos. Muchos docentes fueron formados bajo el paradigma del "todo está bien, prolijito y ordenado, así se imparte educación",. Las distintas formas de violencia escolar trastocan ese paradigma, entonces ellos tienen que reacomodarse constantemente a los cambios, a través de una actitud reflexiva y apoyados por la capacitación continua.

No se trata de decir que "no es posible enseñar en este nuevo tiempo" (ésto manifiestan algunos docentes), se trata de trabajar con todos los medios disponibles para transformar una situación tensionante, para hacerla "habitable". Tenemos que demostrar que podemos "romper contra lo establecido". No tenemos que operar desde supuestos, porque de esta forma uno termina dándose por vencido, abandonando al chico y en consecuencia uno se abandona a sí mismo. Los docentes no creen estar capacitados para resolver esta problemática que reiteradamente dicen que excede a su profesión. De los docentes entrevistados sólo los que tuvieron una preparación universitaria creen que cuentan con estrategias para enfrentar estos nuevos desafíos.

El docente se siente impotente ante tanta falta de respuestas, ante una labor sobrecargada, ante tanto desamparo, entonces muchas veces reacciona violentamente, olvidándose así de la ética de la vocación. La preocupación, el stress que puede provocar el convivir con la violencia (con el riesgo que ello significa tanto para el que la ejerce como para el que la recibe), va en desmedro de su propia salud. Los docentes manifiestan estar cansados, cansados de sobrellevar todo sobre sus espaldas, pero tampoco quieren ver ni adaptarse a esta realidad, porque no quieren convertirse en "asistentes sociales", "psicólogos", "mediadores"; quieren como lo acostumbraban desde sus prácticas "enseñar" y siguen esperando a los chicos de antes, es frecuente escucharles decir: "qué educados eran", "nunca te iban a faltar el respeto", "estos no saben nada"…Se rompió el orden instituído, y no habrá posibilidad de construir subjetividad si desde esta actitud de "resistencia" no mediamos entre el niño y la realidad que hoy se presenta.

Así desde el lado docente se potencia muchas veces la violencia a través de la discriminación, del no reconocimiento de las diferencias individuales, también somos protagonistas de actos de humillación hacia nuestros alumnos al minimizar los conflictos, al desoír su palabra. De esta manera los maestros también incurren en agresiones, pero agravadas por su condición docente. En nuestras prácticas comunes hablamos mucho contra la discriminación, intervención en conflictos, pero no se trabaja con los chicos sobre nuestra mirada estigmatizadora involuntaria que fue formada durante años. Lo que para ellos es violento, para nosotros es parte de una práctica enraizada, difícil de modificar. Lo que desde la intervención podríamos frenar termina consumándose en un acto de violencia escolar.

La violencia para ser diluida necesita de una práctica diaria y constante por parte de los adultos, que escuchen a los chicos y que tengan una mirada valorativa, considerándolos "sujetos de derecho, sujetos de palabra". De esta manera también nosotros, como docentes, estaríamos actuando contra las prejuicios que tienen los alumnos con respecto a nuestra tarea "para qué voy a decirle a la maestra si no hace nada" "no quieren que las molestemos". Educar es llevar a cabo la tarea "haciéndose cargo". Pensar y hacerse cargo de la situación que nos toca vivir, trabajar desde aquí y ahora para un futuro más esperanzador.

Desde la mirada de docentes y alumnos encontramos algunas contradicciones en las entrevistas, acerca de las formas de abordaje y prevención de actos de violencia en la escuela .

Los alumnos ven a algunos docentes poco compresivos, autoritarios, indiferentes a los problemas que se suscitan, sin compromiso alguno, desatentos a lo que a ellos les pasa, injustos ante determinadas situaciones, proclives a utilizar diferentes métodos de castigo (con notas en el cuaderno de comunicaciones, dejándolos sin recreo, poniéndoles un memo), imponiéndose de esta forma el docente mediante sanciones disciplinarias, el reto y desde su propio descontrol. Esto también fue observado en distintas situaciones en el recreo, en el turno de entrada o salida, en hora de clase. Consideran también que hay actitudes violentas de padres a maestros y viceversa.

Los alumnos, desde lo que se deja leer en las entrevistas, para combatir la violencia, impondrían reglas más estrictas (que todos conozcan), más control, orden, más educación, y piden ser escuchados, que actúen profesionales especializados para atender casos extremos, maestros menos agresivos, con actitudes no violentas, que se propongan acciones tendientes a permitir el logro de acuerdos y entendimientos.

Los docentes reconocen trabajar desde el abordaje y la prevención elaborando reglas con los alumnos, comprometiéndose a respetarlas, observando un problema desde distintas miradas, generando en el aula un espacio de habla, escucha y debate, con los chicos (y muchas veces con los padres), priorizan la reflexión directa, elaboran pactos de no agresión entre actores. Trabajan desde valores, gestos y actitudes que favorecen una alternativa al insulto, al golpe, al desprecio por la salud y por la vida. Proponen dos vías de solución ante el conflicto: atendiendo la emergencia (contención) y con una proyección hacia el futuro, para que no se repita. Surge, desde uno de los docentes como propuesta de trabajo, la formación de niños multiplicadores para llevar la información de la clase a sus hogares, con posibilidades de diseñar talleres con padres.

La mayoría de los docentes descree de las mediadas de prevención que surgen en instancias superiores, donde se contempla al sujeto en forma fragmentada desde lo cognitivo y emocional, sin una mirada psicosocial, se habla de programas y proyectos pero no se actúa en el llano.

Para que existan escuelas más habitables, justas , pacíficas y democráticas, debemos mejorar la convivencia, el respeto por el otro, revisar nuestra práctica docente, contar con gente especializada que trabaje desde la prevención, acordar democráticamente maestros y alumnos reglas de disciplina y normas de convivencia significativas que puedan aplicarse a diferentes contextos, reorientar conductas por canales más aceptables socialmente, recuperar la autoridad docente, la que deviene del saber y se gana en la práctica, (contraria al autoritarismo que se ejerce y se padece), hay que reconocer "el saber" como el medio que nos facilita la participación en el mundo.

Empecemos entonces a construir lazos de protección social, de confianza respaldada en la seguridad, respondiendo a nuestra función, para reorientar caminos posibles, preparando al sujeto para que aún cuando las condiciones le sean adversas pueda construir su propio camino desde su autonomía.

A través de este trabajo se intentó reflexionar sobre el problema de la violencia en este contexto socio-histórico que hoy nos toca vivir y su relación con la función que la escuela debería cumplir para la construcción de nuevos sujetos sociales.

Debemos repensar sobre nuestra práctica cada vez más adversa y reflexionar sobre aquellas acciones que pueden favorecer o inhibir distintas formas de violencia que se manifiestan en la actualidad .

Por parte de los docentes, hay una gran resistencia al cambio, no hay una aceptación de la realidad que nos dice "las instituciones ya no son lo que eran", "los alumnos de ahora no son los alumnos "disciplinados, controlados, respetuosos que se dejaban moldear". Los maestros siguen esperando "esos chicos". Actúan muchas veces, desde la insensibilidad y la quietud (desentendiéndose de los problemas, ejerciendo muchas veces una violencia encubierta, no escuchando a los chicos) , estas formas de actuar son de por sí violentas.

Quieren descentralizar responsabilidades, abocarse a una función específica la de "enseñar", haciendo con esto referencia sólo a la transmisión de conocimientos, sin tener en cuenta la educación integral, que además debe proporcionar valores, creencias y actitudes frente a distintas situaciones. Están cansados, agotados de desempañar un rol cada vez más complejo y los alumnos siguen sin encontrar respuestas a sus demandas.

Hay que estar atentos, encontrar una nueva forma de pensar "esta escuela", abordar las situaciones, creando las condiciones para que algo se movilice en los sujetos y en las instituciones, decidiendo desde sus propias singularidades.

A nuestro alcance está la tarea de la prevención de la violencia escolar, poniendo en marcha medidas apropiadas para impedir la aparición de interacciones violentas en los individuos y en la comunidad en general: mediante un compromiso ético con nuestra profesión; adaptándonos a lo diverso sin rechazarlo; tomando conciencia de lo que nos pasa , reflexionando y operando a través de una intervención creativa; comunicándonos, esto nos permite crear un espacio, ser protagonistas y respetar al otro; proporcionando modelos alternativos de funcionamientos de las instituciones más democráticos y menos autoritarios.

Podremos desde una acción conjunta de la escuela empezar a reconstruir el sentido de la institución, para que cada uno pueda "inscribirse" en ella. De esta forma no seremos un engranaje funcional a un sistema cada vez más injusto e inequilibrado.

BIBLIOGRAFÍA

  • La Educación en Nuestras Manos: Revista Pedagógica de los Trabajadores de la Educación. Año 5. Nº 43.
  • La Educación en Nuestras Manos: Revista Pedagógica de los Trabajadores de la Educación. Año 6. Nº 48
  • MILLER, Alice. Por tu propio bien.– 2ª. Ed- -Tusquets,: Barcelona, 1980.
  • FREIRE, Pablo. La educación como práctica de libertad. Buenos Aires: Siglo XXI Editores
  • LIMEN. Revista de actualización docente. Kapeluz : Buenos Aires, 2005. Etapa 3 Nº 2
  • OLWEUS, Dan. Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid: Morata, 1996
  • BELTRÁN LLAVADOR Francisco y SAN MARTÍN ALONSO Ángel. Diseñar la coherencia escolar. 2ª ed—Madrid: Morata, 2002
  • DUSCHATSKY Silvia y COREA Cristina. Chicos en banda : la construcción de la subjetividad en el declive de las Instituciones. 3ª reimp.—Paidós : Buenos Aires, 2005
  • SANTILLANA : día a día con vos. Santillana : Buenos Aires; 2005.
  • Viva : La revista de Clarín. Domingo 6 de noviembre de 2005.
  • VAN MARIEN, Max. El tacto en la enseñanza : el significado de la sensibilidad pedagógica. Piados : Barcelona, 1998
  • ARAOS, Consuelo y CORREA Verónica. La escuela hace diferencia : aproximación sociológica a la violencia escolar. Catalina Mertz, : Chile, Santiago, 2004.

 

AUTORA:

Mirna Mabel Moralli

Docente

Argentina, Buenos, Aires, noviembre de 2006

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente