Descargar

Divorcio entre contenidos curriculares y vivencias sociales


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Metodología
  3. Discusión y resultados
  4. Conclusión
  5. Referencias bibliográficas

1. Introducción

La presente investigación pretende manifestar el divorcio que se da entre los contenidos curriculares y las vivencias sociales. Se aborda dos grandes ítems:

El primero, "tradicionalismo aun imperante" en el cual se examina algunos vocablos que se emplean hoy, incluso pretendiendo aplicar alguno de los nuevos enfoques pedagógicos.

El segundo, "Nuevo paradigma educativo emprendedor" que promueve el uso de términos que respondan y se adecuen mejor al paradigma educativo, de tal manera que haya consonancia entre los vocablos empleados y lo que se pretende compartir y vivir.

Metodología

La metodología empleada se centra en los procesos hermenéutico/interpretativo que posibilitan secuenciar la relación que se da entre contenidos curriculares y vivencias sociales, a fin de propiciar procedimientos integrativos

3. Discusión y resultados

El miedo nos gobierna. Esa es una de las herramientas de las que se valen los poderosos, la otra es la ignorancia. Eduardo Galeano

En esta época de cambios vertiginosos impulsados por la revolución digital, es frecuente encontrar por igual a fascinados y a perplejos. Los encantados y los desconcertados comparten la misma situación de parálisis: han dejado de pensar; el contexto les ha sobrepasado y no saben cómo resituarse en el presente. El fascinado sólo ve inmensas posibilidades para el futuro, mientras que el perplejo vive anclado en la confortable seguridad del pasado. José Luis Orihuela

  • Tradicionalismo aun imperante

Hipóteis: Dado el contexto socio/económico/educativo, es posible que exista un divorcio entre los contenidos curriculares y las vivencias sociales, impidiendo la inclusión social durante el proceso de aprendizaje/enseñanza.

La mudez, la ceguera, la sordera, la zurdera y otras limitaciones no son, sino diferencias. En la oscuridad, los ciegos aventajan a los que pueden ver; los sordos son más observadores del comportamiento no verbal que los que tienen facultades auditivas. La comunicación es de todos y para todos. Nadie tiene derecho para menospreciar a quienes no utilicen el mismo sistema o canal de comunicación.

  • Visión general

El sistema, que nos quiere ciegos, que nos quiere mudos, que nos quiere sordos, no nos ayuda a vivir naciendo. El sistema nos entrena para vivir muriendo y para vivir matando: matando, hacia afuera, porque todo prójimo es un competidor y un posible enemigo, y sobre todo matando hacia adentro, matando lo mejor que cada cual tiene vivo dentro de sí. Eduardo Galeano y Gunter Grass

El homo sapiens, al caminar, se formulaba preguntas; conoció un mundo más amplio cuando tuvo conciencia de su corporalidad; fue un hombre consciente de sus capacidades físicas y mentales y de su fuerza frente al animal.

La historia se inicia con ese hombre que camina y descubre posibilidades para crecer. En el baile, copia los movimientos del viento, del mar, de los árboles, etc.; poetiza su cuerpo asumiendo la creación que los poetas accionan en palabras. Así, manifiesta un cuerpo activo, posibilidades plásticas y un accionar en la poesía[1]

Los egipcios valoraron la escritura dejando, por escrito, todas las cosas para otras generaciones en piedras, tumbas, papiros; los aprendices practicaban en los trozos de barro de las vasijas rotas. 

Los escribas del Antiguo Próximo Oriente (Mesopotamia, Siria, Hatti, Elam…) recibían formación llamada DUBSAR (DUB=tablilla, SAR=inscrita "aquel que escribe sobre una tablilla"[2].

En China e India, la educación estuvo orientada al desarrollo y fortalecimiento de los valores interiores, dentro de un rígido sistema social. En Egipto, Babilonia, Persia y en las culturas precolombinas del continente americano, la educación estaba supeditada a los intereses religiosos y a las tradiciones. Para Platón, un cuerpo en orden, es el fundamento para toda discusión[3]

Según Werner Jaeger, en Paideia, la primera educación que un griego recibía, se refería al uso de su cuerpo porque allí encontraba un orden (un cosmos) y una extensión a todas sus acciones; se promovía el uso del razonamiento y la crítica en eventos públicos. El estado regulaba la educación, pero se respetaba la injerencia cívica y moral de los padres sobre los hijos[4]

Las mujeres debían desarrollar actividades propias del hogar, hasta llegar a la edad de poder casarse con quien el padre negociara la dote matrimonial[5]

El carácter urbano de la educación romana, reproduce el esquema griego, logrando su desarrollo en la implantación geográfica y social, pues las escuelas se configuran en torno a los municipios a fin de formar a los miembros de las oligarquías urbanas[6]

El tránsito de la educación particular a la educación colectiva es resultado de las Instituciones Oratorias de M. Fabio Quintiliano, promoviendo la formación del orador desde la infancia[7]

La educación, en la Edad Media, estuvo influenciada por el cristianismo y otras culturas. Surgieron las universidades y escuelas monacales. La vida cultural y el intercambio de conocimientos, entre unas escuelas y otras, consolidaron el mundo monacal, como centro expansivo de ciencia.

La invención de la imprenta (1440), por Johannes Gutenberg (1394-1468), es un hito en la historia de la cultura. La producción de libros, en 50 años después de Gutenberg, fue mayor a los mil años precedentes. El saber escrito dejó de ser patrimonio de una élite y se extendió a amplias capas de la población.

François Rabelais (1494-1553), en "Gargantúa y Pantagruel" rechazó el estudio memorístico por los resultados negativos. Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), en "El Emilio", presentó el "deber ser" de la educación, siguiendo paso a paso la educación de Emilio; afirmó que la "la infancia tiene formas de ver, de pensar y de sentir que le son propias; no hay menos sensato que el querer sustituirlas con las nuestras"; propugnó un naturalismo pedagógico.

El concepto de "educación continua" surge en el siglo XVII; centurias después de las primeras instituciones de educación superior del siglo XI.

La Revolución Industrial marcó el cambio para la humanidad y el desarrollo del conocimiento conceptual y tecnológico. Según Tünnermann (2003), la idea de continuar la instrucción, para evitar el olvido de los conocimientos adquiridos en la escuela, se manifiesta en 1792 en el Rapport et projet de décret sur I'Instruction publique de París.

A fines del Siglo XIX, la Administración científica propuesta por Frederick Taylor (1856-1915) impuso un interés en el proceso de la capacitación como parte de los elementos para que las empresas mejoren su productividad.

A principios del siglo XX, la escritura impresa es el medio predominante para difundir el saber en Occidente. La historia de la educación continua se da el año 1915 en los anales estadounidenses, (National University Continuing Education Association), pasando pronto por México y permaneciendo desde 1933 (UNAM), con fuerte y constante proyección, afincándose luego en distintos países.

El resurgir de la educación continua a inicios del Siglo XX, orienta los esfuerzos hacia la actualización de los adultos y prepararlos para responder a las exigencias del ámbito laboral. Ejemplo de esto, se presentó en los Estados Unidos de Norteamérica cuando, en 1915, se funda la National University Continuing Education Association NUCEA (hoy, UCEA, http://www.ucea.edu), la primera asociación para proteger los intereses de la educación continua en beneficio de la comunidad.

Paulo Freire denominó «educación bancaria» a la manera de entender la educación como relación «vertical», en la que el educador da y los educandos reciben conocimiento; en la educación «bancaria», el «saber», el conocimiento, es una donación de quienes se juzgan sabios y califican a los otros como ignorantes[8]

La diversificación de los medios de comunicación promovió nuevas opciones para formar personal calificado. Con los avances metodológicos y tecnológicos, los conocimientos de estos profesionales comenzaron a ser obsoletos[9]

Hablar de la Educación Permanente es hablar del hombre. Desde su aparición se manifiesta, en todos los procesos, el desarrollo del ser humano, único ser competente para adquirir conocimientos, procesarlos y mejorarlos durante toda su vida.

Richard Sennet, en Carne y piedra, sostiene que las ciudades se hicieron para el ejercicio, desplazamiento y acomodo del cuerpo; la ciudad es un cuerpo para cuerpos, una estructura donde nace, crece, mueve y desaparece la corporalidad, pero no su memoria, que pervive en las obras, en las calles, en las honras y en los rituales de nacer, procrear y morir, esto que Carlos Gustavo Jung llama el inconsciente colectivo y que rige el yo social[10]

El Internet y las redes electrónicas comenzaron con el teléfono o sistema de telégrafo. La primera línea se construyó en 1844 desde Washington a Baltimore en los EE.UU. En 1858 un cable transatlántico estaba en su lugar y en 1861 hilos telegráficos cubrieron los EE.UU. 

En 1973 Bob Kahn y Vinton Cerf plantearon el problema de la interconexión de redes de paquetes múltiples y desarrollaron los conceptos básicos (Protocolo de Control de Transmisión) de TCP, calificado como el comienzo de la Internet. Nadie sabe quién utilizó por primera vez la palabra Internet, pero el primer uso escrito lo dio Vint Cerf en 1974. 

Con la llegada de las redes de computadoras llegó la World Wide Web de Internet que proporcionaba pantallas llenas de texto. La Web tuvo algunos predecesores como el proyecto Xanadu de Ted Nelson, que trabajó el concepto de hipertexto. 

  • Confusión terminológica?

La UNESCO expresó "un alegato en favor de que se dote al sistema de enseñanza no sólo de maestros y profesores adecuadamente formados, sino también de los elementos necesarios para impartir una enseñanza de calidad: libros, medios de comunicación modernos, entorno cultural y económico de la escuela, etc."[11]. (¿Confusión terminológica?) ¿Se podrá lograr una educación para la inclusión?

  • Educación

La educación es un proceso de vida y no una preparación para la vida. (…) La escuela tiene que representar la vida presente: tan real y vital para el niño como la que lleva en su hogar, en el vecindario o en el patio de recreo. J. Dewey

La palabra educación entraña una conceptualización difícil, dada la diversidad de acepciones y la evolución de las acciones y enfoques, que le son consustanciales. En sentido común, se afirma que la educación "es una característica adquirida consistente en la adaptación de los modales externos a determinados usos sociales, esta acepción sólo hace referencia a las formas de convivencia social, es decir, es una cualidad social adquirida"[12]; el otro extremo estaría en una concepción ceñida a la ética.

Etimológicamente la palabra educación significa "evolución de dentro hacia fuera" ya que deriva de las voces latinas ex y duco. Sin embargo, las aportaciones epistemológicas, más serias, tienen una aspiración común: la perfección; así lo expresó Rousseau al hablar de la felicidad de Sofía y Emilio, igual manifestó H. Spencer al anotar: "dirigir la inteligencia con el fin de preparar al hombre para vivir una vida completa"[13].

Michael Fullan (2002) señala, con cierta ironía: "la educación del profesorado tiene el honor de ser, al mismo tiempo, el peor problema y la mejor solución de la educación"[14]. La frase suena fuerte en el contexto de los sistemas educativos latinoamericanos, atravesados por graves problemas.

Herrera Jiménez (1998) expresa que se ha "desarrollado una educación que posibilita el crecimiento humano, donde se logra potenciar la autenticidad, se acepta incondicionalmente al escolar y se manifiesta una relación empática entre los miembros de una clase y el profesor[15]

La llamada educación tradicional se caracteriza por:

a. Una educación centrada en los contenidos cognoscitivos que el maestro transmite y el alumno deben dominar (Educación Intelectualista).

b. El alumno debe dominar los contenidos memorizándolos y evocándolos cuando los requiera el maestro (Educación Memorística).

c. El alumno debe memorizar los contenidos; su conducta debe ser pasiva y receptiva para captar fielmente el contenido (Educación Pasivo/Dependiente)

d. El alumno está obligado a dominar los contenidos que se le enseñan, no importa si no responden a sus intereses, capacidades, etc. (Educación Homogeneizante).

e. La escuela y el maestro cumplen un papel central en el proceso educativo.

f. El alumno, desde muy pequeño, acata el principio de autoridad del director, del maestro y acepta pasivamente cualquier presión que hagan sobre él (Educación Autoritaria).

g. Para potenciar el dominio de los contenidos por parte de los alumnos, se fomenta la competencia entre ellos (Educación Competitiva y Meritocrática).

h. Se considera que el lugar natural de la educación es la escuela y, dentro de ella, el aula de clase (Educación Escolarizante).

i. Se considera que el mejor y exclusivo material didáctico es el libro, pues no es indispensable el contacto directo con la naturaleza[16].

Carl Rogers expresa:

  • a. El ser humano posee una potencialidad natural para el aprendizaje. Tiene una curiosidad innata por su mundo. Siente una necesidad ambivalente por aprender y evolucionar. La razón de esta ambivalencia es que todo aprendizaje significativo implica un cierto grado de dolor, sea por el aprendizaje mismo o por la resistencia a dejar de lado aprendizajes anteriores.

  • b. El aprendizaje significativo se da cuando el estudiante percibe el tema de estudio como importante para sus propios objetivos. Una persona aprende realmente cuando percibe que el tema está vinculado con el mantenimiento y enriquecimiento de sí mismo. Pensemos en el caso de dos estudiantes que cursan estadística: Uno de ellos trabaja en un proyecto de investigación para el cual necesita el material del curso. El segundo estudiante cursa la materia, porque es obligatoria.

  • c. Los aprendizajes que amenazan el sí mismo, se perciben y asimilan con mayor facilidad, si las amenazas externas son reducidas. El niño que tiene dificultades para leer se siente, de por sí, amenazado y aislado por esta deficiencia. Cuando se lo fuerza a leer en voz alta frente al grupo, cuando se ridiculizan sus esfuerzos, y sus calificaciones reflejan fielmente este fracaso, no extrañará que su habilidad para leer no progrese en los años escolares.

  • d. Cuando no existe una amenaza al sí mismo, la experiencia se percibe de otra manera y resulta más fácil el aprendizaje.

  • e. El aprendizaje significativo se logra mediante la práctica. Uno de los modos más eficaces para promover el aprendizaje es enfrentar al estudiante con problemas prácticos, de carácter social, ético o filosófico, problemas personales o de investigación.

  • f. El aprendizaje se facilita cuando el estudiante participa de manera responsable en dicho proceso. El aprendizaje significativo será mayor cuando el estudiante elige su dirección, ayuda a descubrir sus recursos de aprendizaje, formula sus propios problemas, decide su curso de acción y vive las consecuencias de cada una de sus elecciones.

  • g. El aprendizaje autoiniciado, que abarca la totalidad de la persona, es el más perdurable y profundo.

  • h. La independencia, la creatividad y la confianza en sí mismo se facilitan, si la autoevaluación y la autocrítica son básicas y la evaluación de los demás es relegada a segundo término.

  • i. El aprendizaje social más útil, en el mundo moderno, es el aprendizaje del proceso de aprendizaje, que significa adquirir una continua actitud de apertura frente a las experiencias e incorporar al sí mismo el proceso del cambio[17]

  • Enseñar 

La clave para reflexionar sobre nuestra forma de enseñar consiste en basar nuestro pensamiento en lo que sabemos acerca de la forma de aprender de los estudiantes. John Biggs

El vocablo enseñar se origina en el latín, insignare formado por la preposición in (penetración) y el verbo signare (marcar, señalar, acuñar, indicar). Este verbo procede del sustantivo signum, signi, cuyo significado es marca, señal, síntoma, presagio, manifestación, indicación consigna, proveniente de la raíz indoeuropea sekw (seguir). Así, el concepto original de este término es la acción de indicar una señal, orientar sobre qué camino seguir.

Enseñar expresa la idea de:

  • a. Comunicar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a una persona que no las tiene, con la intención de que las comprenda y haga uso de ellas.

  • b. Mostrar una cosa o una persona a la vista de alguien: enseña el billete al revisor.

  • c. Dar una información, un dato o una señal que permita llegar al conocimiento de una cosa: la experiencia nos enseña que es bueno saber pedir ayuda.

En un sentido lato, se entiende por enseñar, el acto de comunicar o de transmitir nociones, informaciones, experiencias a quien (niño o joven) aun no las conoce. En sentido más propio y riguroso, este acto presupone la existencia de la cultura escrita, y, por tanto, la utilización de signos particulares (in signum). Por esto, la enseñanza se coloca más allá de aquella experiencia directa del ambiente, del que también proceden nociones y experiencias, pero de manera casual o que responden simplemente a las necesidades más inmediatas de la vida[18].

Para la Real Academia Española es: "instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos"; "dar advertencia, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia y guía para obrar en lo sucesivo". También es "indicar, dar señas de algo"; "mostrar o exponer algo, para que sea visto y apreciado" y relacionado con este significado es "dejar aparecer, dejar ver algo involuntariamente."

Son sinónimos de enseñar: abrir, aclimatar, acoger,  aconsejar, acostumbrar, adherir, adiestrar, admitir, adoctrinar, advertir, afiliar, alardear, aleccionar, alfabetizar, amaestrar, amoldar, apacentar, aprender, asesorar, atemorizar, capacitar, catequizar, comunicar, criar, cultivar, curtir, dar, demostrar, desarropar, desasnar, descubrir, entre otros[19]

La enseñanza es la acción y efecto de enseñar (instruir, adoctrinar y amaestrar con reglas o preceptos). Se trata del sistema método de dar instrucción, formado por el conjunto de conocimientos, principios e ideas que se imparten a alguien. Implica la interacción de tres elementos: el docente (profesor o maestro); el alumno estudiante; y el objeto de conocimiento. La tradición enciclopédica supone que el profesor es la fuente del conocimiento y el alumno, un simple receptor[20]

El binomio que se forma entre enseñar y aprender no es nada simple; por tal razón, en las comunidades de profesionales y de educadores se dan inquietantes debates e intercambios sobre la instrucción.

Como consecuencia de esta polémica, se establecen dos puntos de vista: el más aceptado o compartido, sostiene que la enseñanza y el aprendizaje se constituyen en una unidad didáctica y dialéctica, enfocándolos como dos procesos no antagónicos, sino complementarios (Klingberg, 1980; Berrier et al., 1987; Klingler y Vadillo, 1997; Gallego, 1999; Zilberstein. et al., 1999; Perales et al., 2000; Mota, 2004). Desde otra perspectiva, se considera que enseñar y aprender son dos procesos diferentes. Enseñar hace referencia a las condiciones y acciones docentes externas al sujeto, dirigidas a provocar algún tipo de modificación en su sistema cognoscitivo o afectivo, mientras que aprender hace referencia a las modificaciones internas del individuo (Delval, 1997). Así, una organización de la enseñanza no garantiza un buen aprendizaje, pues depende, en última instancia, de los factores internos del sujeto que aprende, como su nivel cognitivo, motivación, que condicionan el efecto favorable o no[21]

  • Docente, Maestro o Profesor

El sabio aprende más del necio que el necio del sabio. El Maestro aprende más de sus discípulos que éstos de su Maestro. Aristóteles

La noción de docente engloba a las otras. Un docente es, ni más ni menos, aquel que enseña, sin hacer distinción de especialidades, edades, etc.

Etimológicamente, "docente" es el participio del verbo latino docere "enseñar"; una antigua formación causativa que significaba, literalmente, "hacer que otro repita, hacer que otro aprenda", o "hacer que uno sea apropiado en algo", relacionado, esto último, con el verbo defectivo decet (vid. te decet hymnus "te es apropiado un himno).

Maestro es la forma patrimonial de la antigua palabra latina magister,  magistrum, con el significado original de "el más óptimo, el jefe". De ahí la clara la evolución semántica: el "más óptimo" o el jefe de una escuela ha de ser forzosamente el maestro, ya que sabe más que sus alumnos. También es clara la relación con el uso en expresiones como "¡música, maestro!", en la que el maestro no es que sea docente de la música, sino que es "el mejor" de los músicos presentes.

Además, el término magister está construido sobre la raíz de magis "más" y también "máximo", "magno", etc.; raíz que por sí misma tiene un significado de superioridad, y el sufijo ter de origen contrastivo comparativo. La palabra también alude a acciones que rayan en la perfección, como cuando se dice que un "pintor trabaja con maestría"[22].

El maestro no es solo el que transmite unos conocimientos técnicos, sino el que demuestra ser ejemplar en su manera de ser, estar y comportarse en la vida con una ética profesional y humana[23]

Con este vocablo se define lo mejor de lo mejor. Se dice, por ejemplo, "fulano es un maestro en su área", "aquella fue una jugada maestra", y de "maestro" se deriva "magistral", adjetivo que alude a lo "más grande y mejor", como las conocidas "conferencias magistrales".

Esto último sólo ratifica la magnitud y el peso de la palabra "maestro", que lamentablemente se está degradando, pero que debe recobrar su valía; pues, sin duda, uno de los profesionales que más influye en el desarrollo social, es el "maestro". Por costumbre, se indica con el nombre de maestro al docente de una materia que opera en la institución escolar.

Profesor es un sustantivo de acción, derivado del verbo profiteor "hablar delante de la gente", compuesto por el prefijo pro "delante de" y el verbo fateor "hablar".

La educación ha estado cargada de profundas frustraciones, pero también es portadora de grandes esperanzas. Las frustraciones de la figura del maestro se han derivado de la desorganización escolar, de los deficientes recursos, de la política administrativa.

A lo largo de la historia de la educación se cuestiona el quehacer del maestro. La imagen del maestro varía en cada época histórica. Dependiendo de las estructuras tradicionales de la sociedad; el maestro forma parte de esa resistencia pasiva en la transformación del proceso educativo. El maestro, a través de todos los tiempos, es el que instruye, forma, tiene los privilegios de la edad y el saber, siempre tiene razón, es un juez y un ejecutor, es quien distribuye reproches, castigos, premios. La profesión magisterial no favorece la imaginación ni la iniciativa.

Ya Rousseau se sorprendía de la forma cómo los maestros educaban a los niños de su época. Las propuestas y críticas sobre los maestros, en la trayectoria histórica, son abundantes, planteando el dilema de que: sea el niño quién se adapte al ser humano. El papel del profesor es aquí la encrucijada de la situación. Podemos enumerar una amplia lista de pedagogos y filósofos pioneros en la reforma educativa que vociferan la función del maestro. Después de Rousseau, Pestalozzi, Frdebel, Dewey, Freinet, Makarenco, María Montessori, entre otros, incluyen, en su ideario pedagógico, alternativas a la misión tradicional del maestro, preocupados por la formación y el desarrollo del modelo humano[24]

Debido a que el mundo, para el cual los profesores preparan a sus estudiantes, cambia rápidamente, y que las habilidades requeridas evolucionan de igual manera, ningún curso de actualización docente puede ser suficiente para preparar a un profesor para una carrera de 30 o 40 años. El Desarrollo Profesional Continuo (DPC) es el proceso por el cual los profesores (como otros profesionales) mejorarán sus conocimientos y competencias, manteniéndose actualizados.

El apoyo a estos procesos, por las autoridades, es variado, así como la efectividad de los diferentes enfoques. Algunas investigaciones sugieren que las actividades más efectivas son:

  • a. Desarrollarse en el tiempo.

  • b. Ser colaborativo.

  • c. Aprendizaje activo.

  • d. Participar en conferencias de profesores.

  • e. Asistir a clases de práctica, entrenamiento y seguimiento.

  • f. Promover la reflexión.

  • g. Animar la experimentación.

  • h. Responder a las necesidades docentes.

El profesor, debe ser una persona clave en el proceso de aprendizaje, pues es quien planea y facilita dicho proceso, a partir de sus propias propuestas didácticas. Crea la situación, anticipándose al esquema de aprendizaje, que él va a utilizar.

El profesor debe ser un promotor del desarrollo y de la autonomía de sus estudiantes. La actividad de estos debe ser siempre autoconstructiva, autodirigida y autoevaluativa; por lo tanto, debe fomentarse un ambiente educativo donde los valores se basen en la autodeterminación y la participación dinámica y creativa.

El aprendizaje, mediante la adquisición de nuevas estructuras de operaciones mentales y a través de los procesos de experiencia y equilibrio, se convierte en idea primordial para el diseño y la aplicación de experiencias educativas en las que, antes que transferir e imponer las ideas del educador al estudiante, interesa ayudar a este último a desarrollar sus procesos de pensamiento.

  • Dictar

Una persona carece de personalidad cuando todo se le ha de dictar. Esteves, R.

Dictar significa:

  • a. Leer un texto en voz alta y a velocidad moderada para que pueda ser copiado: dictar una carta.

  • b. Expedir o pronunciar una ley, un fallo o una normativa: dictar sentencia.

  • c. Pronunciar una conferencia: el escritor dictará una serie de conferencias sobre su obra.

  • d. Inspirar, sugerir, influir: su madre dictaba todos sus actos.

Concordamos con Ubertone que dictar clase es lo que hacían los profesores en las primeras universidades, antes de la invención de la imprenta; pues existían pocos libros y escasos ejemplares de cada libro[25]Cada profesor tenía un libro. Eso era lo que lo habilitaba para ser profesor. El profesor iba a clase con el libro y lo leía lentamente. Cada estudiante iba copiando lo que decía el profesor, y así, al final del curso, tenía su propio ejemplar del libro. De esta forma, se conservaba y difundía el conocimiento, multiplicando la cantidad de ejemplares de los libros considerados importantes y dignos de ser enseñados.

Así eran las clases, antes de la imprenta; entonces, era correcto decir que se dictaba clase. Esa metodología de la enseñanza persistió por mucho tiempo y aún hoy, porque los cambios culturales (hábitos, costumbres, actitudes) son más lentos que los cambios tecnológicos. Muchos de nuestros colegas actuales dicen que dictan clase en tal o cual universidad. Esperemos que eso sea sólo una forma desactualizada de hablar, ojalá que no sea una forma desactualizada de hacer

Con facilidad constatamos que, en los diferentes niveles de formación y con raras y excelentes excepciones, no solo se habla de dictar clase, sino que, efectivamente se dicta un determinado tema, y aún, se comenta que se aplica algún nuevo paradigma educativo.

  • Magistrocentrismo

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros. Khalil Gibran

La escuela tradicional se da, cuando el maestro se convierte en la base y condición del éxito de la educación. Él organiza, aísla y elabora la materia que ha de ser aprendida, traza el camino y lleva, por él, a sus alumnos, hoy estudiantes. Él es el modelo al que se debe imitar y obedecer.

La disciplina y el castigo se consideran fundamentales; la disciplina y los ejercicios escolares son suficientes para desarrollar las virtudes en los alumnos. El castigo, sea como reproche o físico, estimula el progreso del alumno[26]Este rasgo tradicional sintetiza la relación maestro/alumno en la que el maestro es responsable del trabajo escolar.

El magistrocentrismo es figura central del proceso educativo. El maestro posee todo el conocimiento, y los alumnos tienen el rol de recibirlo pasivamente. El enciclopedismo, por su parte, consistía en demostrar, a los demás, que se poseía determinado conocimiento. El verbalismo se basa en que el alumno debe repetir verbalmente lo que el maestro enseña. Esa repetición de palabras, era vista como una garantía de memorización. Hoy, con el castigo, no se educa[27]

  • Alumno

La educación vive un momento disruptivo, de cambio de época, con nuevos roles y modos de aprendizaje, donde el "conectivismo" convierte a los alumnos en protagonistas del proceso. Juan Domingo Farnós

El término alumno proviene del latín alumnus, de "alére" que significa alimentar, nutrir, cultivar. Al alumno se alimenta como biológicamente se hace con el bebé. De allí deviene la expresión: "Alma Materreferida a nuestras universidades, como fuente de nutrición del conocimiento universal.

Esta concepción ha dominado el mundo en todo el siglo XX y está entrando al siglo XXI con cierta fuerza, si no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo. El alumno era considerado como un homúnculo o adulto en miniatura, por lo que su educación incluía mucha rudeza, disciplina y responsabilidades de los mayores.

Los fines de la educación eran: servir al ejército, a la patria, cultivar el cuerpo y el espíritu. Los contenidos educativos debían servir a la milicia, administración pública, música, arte, filosofía, literatura y estética del cuerpo. La metodología se centraba en la exposición.

Cicerón (106 a.C.-43 d.C.) llamaba alumnus disciplinae meae a los alumnos de su doctrina, a sus discípulos. Tácito (55-120) llamó alumnus legionem a los jóvenes que se habían criado en legiones y alumnus fluminis a quienes se alimentaban del río.

Aparentemente el vocablo presenta dos significados: a) el primero, el correcto: alumnus, que significa "persona criada por otra"; alumnus, alumni (contracción por "alomenos" del verbo alo = alimentar).; para Plauto (254-184 a.C.) 'el que se cría, educa o alimenta'; para Horacio (65-8 a.C.) el alumno, es el "discípulo que uno ha criado desde su niñez'. b) El segundo resulta curioso a pesar de que se trata de una falsa etimología, en cuyo caso se dice que la palabra se compone de dos elementos: de "a", que es "privativo de" y lumen, que significa "luz", o sea "el que no tiene luz propia"[28].

Ambos significados tienen una interpretación poco dignificante para la persona que estudia, pues, desde que surgió, este significado, ha tenido una connotación de pasividad, de ser alimentado, criado e iluminado, para encontrar el camino del conocimiento.

Esta significación nos lleva a pensar en la conveniencia de proponer el uso del concepto estudiante, que posee un significado proactivo, pues es la "persona que estudia", que piensa, participa, reflexiona y trabaja.

Las interacciones del maestro con sus "alumnos" se caracterizan por su verticalidad, autoritarismo y la asimetría; lo que debe llamar la atención de las autoridades educativas encargadas del seguimiento docente, y del directivo de cada centro, para tratar de establecer un diálogo permanente con toda la comunidad educativa: docentes, padres y madres de familia, el consejo estudiantil y grupos comunitarios, con el propósito de analizar y reflexionar sobre lo que ocurre en el aula. Cambiar, es una actitud de valientes, y se logra a través de un largo proceso. La forma constante del profesor de imponer silencio, contrasta la movilidad espontánea de los niños y niñas dentro del aula. Cuando el profesor les coarta la libertad de expresión e impide la movilidad a sus "alumnos", en el aula, es señal de relaciones autoritarias[29]

Conviene recordar el método "mayeutico" de Sócrates, quien ayudaba a sus discípulos a "dar a luz" sus propias ideas, a defender sus opiniones, a reflexionar, y, discutiendo, mejorar su conocimiento en un proceso de "paseo" y de diálogo.

Cualquier estudiante es capaz de expresar su propia palabra y convicción. Todo aprendizaje debe encaminarse al desarrollo de competencias. El estudiante nunca debe repetir a ciegas lo que le dijo el maestro, o el texto, o porque "está en el programa hay que aprenderlo…"[30]

Es necesario reflexionar sobre el significado de las palabras que proferimos y utilizamos; volver sobre las raíces, latinas o griegas, de los vocablos, pues nos ayudan a encontrar el verdadero sentido de lo que queremos enunciar.

  • Magister dixit

Es un maestro excelente aquel que, sin enseñar muchas cosas, hace nacer en el discípulo un afán grande de aprender. A. Graf

Esta locución latina significa "el maestro lo dijo", refiriéndose (en la Edad Media) a Aristóteles, creyendo que el conocimiento provenía de la inspiración divina. Así, los maestros se consideraban con autoridad, pues contradecir a Aristóteles, casi era contradecir a Dios.

La idea subyacente es que todo conocimiento solo puede proceder de los maestros. Es un argumento de autoridad que admitía que el conocimiento venía inspirado por Dios y era inamovible. El magister dixit fue utilizado por la escolástica medieval, bajo la forma de la expresión "Roma locuta, causa finita" ("Roma ha hablado, la cuestión está terminada").

El magister dixit era parte de la enseñanza medieval en las universidades, siguiendo el manual escrito por ciertos autores antiguos sobre determinadas materias, como Galeno en medicina o Tolomeo en astronomía. Actualmente, la expresión se usa con un sentido irónico, para burlarse de quien intenta dar sus argumentos como verdaderos por su autoridad, supuesta o real, o cita a alguien de poca autoridad[31]

Tras las revoluciones, como remate de la emancipación del espíritu humano, vino la revolución filosófica. El jesuita Guenard en su Discurso premiado por la Academia francesa en 1755, dijo: «Por fin, apareció en Francia un genio poderoso y atrevido que intentó sacudir el yugo del Magister dixit, que dijo a los demás que para ser filósofo no bastaba creer, sino, hay que pensar"[32].

Aunque reinaba la máxima: Ipse dixit, el Maestro lo ha dicho, se produjo confusión en las escuelas filosóficas. En nombre de esta máxima, se indignaron todas las escuelas contra Descartes, padre de la nueva filosofía, que fue perseguido y recorrió, de reino en reino, llevando consigo su verdad y no queriendo reconocer que los antiguos fueran los representantes de la razón soberana. Con sus "ideas claras y distintas" pretendió sustentar que sus opositores nada sabían y que debían olvidar lo que creían saber; buscó siempre la evidencia.

El valor y la energía de un solo espíritu (Guenard) operaron en las ciencias esa feliz y memorable revolución. Descartes estaba encerrado, como los demás filósofos, en un laberinto de imposible salida, pero se dio alas a sí mismo y se elevó a las regiones de la verdad, señalando el camino a la razón cautiva.

El método positivista de Descartes, con su originalidad y vigor, está generando una imposición casi ciega en el desenvolvimiento y actuar escolar.

  • Memorización y memorismo

Creo en una escuela que deja a un lado la memorización de datos fragmentados en disciplinas disociadas y que pase a ser una escuela de comprensión de conceptos humanos, que permitan a la persona actuar en la vida. Elena María Ortiz de Maschwitz

La memoria es la capacidad que tiene la mente humana para almacenar información y para recordarla en un momento dado. Su función complicada está ligada al aspecto más importante de la inteligencia.

Los componentes son:

  • a. Fijación: Entrada y procesamiento de la información.

  • b. Conservación y almacenamiento de la información.

  • c. Evocación: Capacidad de recuperación de una información almacenada.

  • d. Reconocimiento: Capacidad para valorar como conocida una información almacenada, cuando se nos presenta de nuevo.

En el ser humano (Segovia de Arana, J. M.) se distinguen tipos de memoria esquemáticamente agrupados en dos apartados: memoria perceptiva y memoria motora. La perceptiva recoge información del medio donde se vive y la incorpora en la memoria a corto plazo para ser usada inmediatamente o bien la guarda en la memoria a largo plazo de forma prolongada, a veces, durante toda la vida de la persona, de donde es extraída mediante el recuerdo. La memoria motora comprende el repertorio de actividades motoras de la conducta que en parte son innatas, condicionadas por la constitución genética, pero que en su mayoría han sido aprendidas por la práctica, por la reiteración y el perfeccionamiento progresivo de los movimientos (andar, comer, escribir, nadar, conducir un vehículo, etc.)[33]. Pero si, supuestamente, la ciencia demuestra que lo dicho se da, ¿qué sucede cuando un ser humano fallece, quedando íntegro todo su cuerpo?

Debe diferenciarse claramente el memorismo (aprender de memoriacomo un papagayo sin comprender) de la memorización (aprendizaje de memoria), entendiendo o comprendiendo lo aprendido.

En cualquier temática se debe memorizar siempre algo, pero nunca memorizar sin haberlocomprendido intelectualmente. El estudio memorístico consiste en repetir fragmentos de conocimientos aislados, sin sentido.  La lectura (Harry Maddox) debe ser activa. Hay que subrayar, para resaltar los conceptos más importantes, poner señales (una cruz, una estrella, etc.) para personalizar el texto, para hacerlo propio y para que no sea una sopa de letras[34]

Debemos superar el memorismo tradicional de las aulas y lograr un aprendizaje más comprensivo e integrador; partir siempre de lo que el estudiante tiene, conoce, respecto de aquello que se pretende aprender. Sólo desde esa plataforma, es posible conectar con los intereses del estudiante, quien puede remodelar y ampliar sus esquemas perceptivos[35]

En materia educativa, el memorismo debe ser asunto del pasado; el maestro debe dejar de ser el que todo lo sabe, para convertirse en el facilitador que acompaña al estudiante en la búsqueda y construcción del conocimiento

Las ventajas del estudio por comprensión, son: 

  • a. Es de carácter dinámicoporque se basa en la actividad de búsqueda, procesamiento y crítica de la información.

  • b. Corresponde a la actividad de conceptualización, debido a que la comprensión solo es posible si el estudio se hace con rigor, sistematización y mediante el empleo de técnicas para elaborar conceptos propios.

  • c. Es racional, analítica y reflexivapermitiendo asumir una actitud permanente de búsqueda, contraria al verticalismo y a las verdades estáticas.

  • d. Produce conocimientos permanentes, porque, al ser producto de la actividad consciente, se almacena en la memoria semántica.

  • e. Favorece el autoaprendizaje, porque crea expectativa intelectual en el estudiante y lo entrena en la práctica de la actividad cognitiva.

  • f. Produce profesionales creativos, capaces de responder a los retos cambiantes de la profesión.

Salas Parrilla señala que el estudio por comprensión es muy importante ya que no nos podrá limitar, como el estudio memorístico, porque utilizaremos técnicas que son las herramientas para nuestro aprendizaje; nos ofrece muchas ventajas porque corresponde a la actividad metódica; nos orienta a la creatividad y nos favorece mucho para realizarnos como reales estudiantes y profesionales[36]

  • Verticalidad

El ojo mira hondamente al horizonte que la verticalidad ignora. Gottfried Benn

Partes: 1, 2
Página siguiente