tiene con sus pollitos, los iniciados tiene sus hijos espirituales. Cada uno cuida de los suyos con cariño y con amor. En la Esfera de nuestro mundo que comprende la región solar, Jesús dirige, siguiendo las tradiciones más antiguas del sol, todo el sistema solar, con sus Regentes, ángeles e iniciados. Por eso, también afirmó: ninguno va al Padre a no ser por mí. Yo soy la Puerta.. La puerta de la salvación y del entendimiento, agregamos nosotros: Tocad y se os abrirá. Pedid y obtendréis. Y a todo el que golpea se le abrirá. Y a todo el que pide se le dará. Y todo el que busca hallará Seremos siempre transformados y pasaremos de Esfera a Esfera y en el interior de nosotros mismos sobre el impulso del pensamiento y de las vibraciones de nuestro Señor Jesús Cristo, en la esfera de nuestra Creación Espiritual, y en Jesús Cristo fuimos creados y con Él, viviremos eternamente. ¡La palabra de Aglon resonaba como sueño en nuestros corazones y penetraba profundamente en nuestra alma! En la Esfera más allá de la nuestra, aún veíamos aquella inmensa cantidad de Espíritus que oían y acompañaban su palabra sabia al mismo tiempo que en lo alto se entendía y penetraba en todos los corazones. Luego, nos apartamos, lentamente de ahí, con Aglon al frente, sobre la tremenda y sublime impresión de aquellas palabras. El aire parecía aromatizado de indecible perfume y colorido, las cosas daban a todo la conformación de un mundo fantástico. Seguimos por el canal y en poco tiempo habíamos alcanzado la inmensidad del mar y la superficie, y ahora en la Esfera Astral, contemplábamos el azul del firmamento del mundo y veíamos el brillo de las estrellas matutinas. Aglon nos convidó a posar en bellísimo peñasco en que percibíamos a la distancia como aves marinas que volasen alto, vislumbramos islas y playas, que surgían aquí y allí.
En las fastuosidades de las rocas, recibimos instrucciones directas de Aglon que nos retransmitió serias recomendaciones, haciendo que nos fuera permitido conocer algunos aspectos espirituales del mar y algunas figuras que lo habitan, además de los mares y los océanos, era la abundancia de seres que la humanidad terrestre aún no conocía, que era un mundo inexplorado, tanto del punto de vista terrestre, en cuanto del punto de vista Espiritual de las cosas y de los seres que ya existen y pueblan el Mundo tan ignorado en cuanto las demás creaciones de la naturaleza en el mundo Espiritual. La vida existe en toda parte del Universo. Son seres diferentes en cuanto a la forma y se manifiestan a través de diversas posibilidades pero disponen de un principio que es igual y que evoluciona con un objetivo único, como es el de alcanzar la suprema y final evolución. De acuerdo con algunos seres más adelantados venidos de Dios y vuelven para Dios. Otros dicen cosa semejante cuando afirman la eternidad de esos seres. Nacen de Dios, en Él viven, en Él mueren, afirmó Pablo el Apóstol Después de esa exposición, Aglon agregó: — Partiremos de aquí y viajaremos sobre el Orbe y nos detendremos en algunos lugares donde encontraremos algunas criaturas que todavía viven junto al mar presos por un magnetismo que los prende y los mantiene ahí por siglos y milenios. Y diciendo eso, Aglon alzó vuelo y nos llevó con Él, arrastrados por su poder y magnetismo. Atravesamos vertiginosamente la atmósfera que envuelve el mundo y donde los seres más extraños habitan y viven, en el aire o en otras formas de materia que existen y de las cuales el hombre no tiene siquiera noticias. La ignorancia humana en ese sentido no tiene límites. En la realidad el hombre ni siquiera conoce el lugar a donde va. Tenía razón el Sabio Sócrates Conócete a ti mismo" ¡Ahora fue que el hombre comenzó mal a conocerse a sí mismo! –Ni siquiera entendió las regiones del mundo en que vive. Ahora, comienza a explorar realmente los Polos y busca conocer la luna y los planetas más próximos. Dio hace pocos días, el primer y trémulo paso, en el sentido de conocer el Universo y nada sabe.—En realidad el
hombre es aún para sí mismo, el inexplorado y el desconocido. Vive en las tinieblas interiores y exteriores. — Hace el Bien, para él, también es una meta de alcanzar y un gran objetivo que casi toda la humanidad desconoce. Proceder dentro del derecho y de la honestidad aún es considerado acto excepcional, en cuanto debería ser cosa normal y común. Debería vivir el Bien como acto de respirar. Ser Bueno para el hombre aún es poco común y digno de elogio y admiración, cuando debería ser el procedimiento de cada ser en la vida normal. Meditábamos sobre esas cosas y sobrevolábamos en inmensas extensiones de masas liquida, cuando observamos algunas islas a distancia. Aglon dio una vuelta y nosotros lo seguimos. Allá abajo la vegetación constituida de árboles y palmeras balanceadas por el viento y la belleza era indescriptible. De un Plano Espiritual más enrarecido, veíamos la belleza paradisiaca de la superficie donde vivían los seres humanos y permanecían aún muchos espíritus que, ahora sin el cuerpo de carne no deseaban dejar la tierra. Amaban demasiado la tierra para abandonarla. Ellos estaban imantados por ligaduras milenarias. Percibí no en tanto, que descendíamos y posábamos en una isla. Y caminábamos por la arena. Neptuno nos acompañaba silencioso; vimos luego algunos nativos que danzaban alegremente y tocaban instrumentos que emitían sonidos muy terrestres. Sin que preguntásemos, Aglon explica: — Son nativos, empero son espíritus desencarnados como nosotros. Permanecen aquí donde nacieran y murieran en la última encarnación, porque aman esta tierra. De aquí no saldrán tan pronto, renacerán en estas tierras de nuevo, aún por muchos siglos quedarán por aquí. Están imantados a la tierra y al local, a las costumbres y a la raza. Mantienen también en el Plano Espiritual su propio lenguaje. La Evolución, mis hijos, se procesa lentamente. A veces, demora milenios y milenios para dar un simple paso la naturaleza es sabia mas es lenta y eso también es sabiduría. El ser avanza poco a poco en el silencio de los siglos y de los milenios. A cada uno le compete atender las necesidades de progreso de su propia alma, cuando despierte para las sublimes facultades del Espíritu Eterno. En el interior de nosotros mismos debemos trabajar con intensidad para que alcancemos cada vez, mayor progreso. Dios nos da las facultades y los instrumentos,
empero a nosotros nos corresponde trabajar y progresar.— Somos de cierta forma, obra de nosotros mismos, somos el resultado de nuestro propio trabajo y sufrimiento en el camino evolutivo. –Cada uno es el constructor de sí mismo, sobre la misericordia de Dios. No hay improvisación en la Naturaleza. El que se considera ser vivo, viene creando y realizando a través de los tiempos laboriosamente. — Traemos de Dios el principio de la vida y la fuerza de renovación evolutiva, pero depende de cada uno de nosotros; crecer, transformarse y evolucionar más, en el sentido mejor. Para eso, tenemos en nosotros o en el propio ser, las simientes que desenvueltas, permiten que afloren en la propia alma las facultades nuevas que deberán nacer y desenvolver con posibilidades, que ganarán vida y expresiones mayores. Es en el interior de nuestro ser que se encuentran las posibilidades del futuro que despertarán y nos abrirán las puertas de la vida eterna que ahí yace. —En la realidad, somos todos aún criaturas embrionarias que esperan el mañana y que reposan en lo íntimo de nuestros seres, aguardando apenas el toque mágico de un Ser Superior que nos llamará para una vida mejor y mayor. Todo en nosotros es eterno e inmortal, y también todo en nosotros apenas espera un nuevo despertar. Todavía escuchábamos el eco de esas sublimes meditaciones. Cuando encontramos a nuestro frente, al margen de la playa, extensa cabaña poblada de nativos que se mostraban en actitud de trabajo. En la puerta una figura de alta estatura, rostro bronceado, semi desnudo nos contemplaba con aire de desafío. Julio Verne murmuró. –Aquel es Gauguin. Luego enseguida el espíritu nos dice: ¿a qué debemos esta visita ahora? — Yo soy Aglon. Habló el Espíritu. — Yo soy Gauguin– respondió la figura de la puerta, con un cierto aire de orgullo- el pintor. Aglon sereno, humildemente, esclareció: –Soy Aglon, descendido para visitar con algunos amigos la zona del mar y las islas de que hacen parte. Venimos a conocerlo si fuere posible, y a sus discípulos.
Gauguin pareció no entender; Julio y yo sentimos que él con certeza no se diera cuenta de que no poseía más el cuerpo material y que ya era un simple espíritu. Con aire de poco caso respondió : –¡Oh! el gobierno ahora se acordó de mí? — ¡No tengo apegos para el gobierno, es decir, para la Francia!
Los hombres son todos unos pobres diablos! ¡Hace muchos años dejé a la civilización y a cualquier propuesta de gobierno yo retrocedo!— ¡Mi arte está por encima del Gobierno! ¡Yo pinto solo para mí mismo y para mi placer! ¡Desde algunos años para acá, no produzco ni para mis amigos!
— Mi familia es esta! – y apuntó hacia los Nativos ¡los hombres de mi tierra nunca me aceptarán y comprenderán! ¡El único hombre que me comprendió es el que amé! Y fue Van Gogh pero estaba loco. Aglon escuchó aquellas palabras y no dijo nada. Apenas pidió:
–¿Podemos entrar? También con poco caso, Gauguin habló:
–¡Pueden, entrar a voluntad!— ¡Vean lo que quieran, pero no pongan las manos en mis telas!
Aglon, con un gesto de cabeza, hizo que si, y entramos. Dentro, había unos quince Nativos a la moda de las indias que pintaban telas rudimentarias de material grosero y desconocido.
–Estos, informó orgullosamente el Maestro Pintor, ¡son mis discípulos y me aman! — Me conformo con ellos y con su civilización infeliz; ¡por eso, preferí vivir lejos de la civilización!
Continuamos recorriendo lentamente la cabaña y viendo las telas del Maestro, Aglon dice algunas palabras que envidiasen al pintor.
–¿No va nunca a la Francia? Preguntó. Gauguin respondió: —No! Ni allá ni a ningún lugar! No salgo de aquí. Soy feliz aquí! La cabaña estaba llena de telas de colores vivos.
Azules, amarillas, blancas, plateadas, con pinceladas directas y diseños firmes como era su hábito, dando contraste y belleza imprevistos y extraordinarios.
De hecho, eran aún extravagantes como las de su tiempo en el mundo. No tenían ni tienen sentido o revelación espiritual.. Eran apenas Gauguin y nada más. Los discípulos procuraban repetir su técnica y había algunas mujeres que parecían muy ligadas o imantadas a Él. Hilos de tonalidades rojizos o ceniza marrón los ligaban. Les Partían el corazón y los envolvían. Percibía que entre ellos habían lazos profundos de amor carnal o físico y el pintor mantenía para con ellas amor terrestre. La simpatía física irradiaba de las fisonomías de todas ellas. Así mismo los jóvenes mantuviesen un aire de candura infantil
Vivían en la realidad como una gran familia del mundo que viviese en paz y tranquilidad. Él semejaba al jefe de la familia o de la casa con rigor, y rigidez. Mucha serenidad, y no se notaba señales de espiritualidad, o de amor espiritual.
Aglon intentó atraerlo para una conversación que le despertase la idea de inmortalidad y sobrevivencia después de la muerte pero todo fue inútil. Solo hablaba del arte, del odio a los gobiernos que lo abandonaran, de las cosas materiales, en fin.
Julio Verne vio que el no reconocía a ninguno y ni a su estado espiritual; quedó muy impresionado, con piedad de él e interrogó:
—¿Aglon, ¿no hay ninguna esperanza para él? –¡Ya!. Para todos hay esperanza. Tendrá a pesar de todo, que aguardar un tiempo. –¿Mucho? ¿Cuanto? –No hay plazo cierto para el despertar del alma. Un día, un mes, un año, cien años, un milenio!
Depende de cada uno; de lo que hizo de bueno o de malo. El estado del alma es quien determina su despertar para las cosas espirituales. Existen las tinieblas exteriores y las interiores según la palabra del Señor!
Julio miró a Aglon buscando comprender la lección empero el gran Aglon sonrió con cariño y murmuró: —Mi hijo, el ser es esclavo de los milenios y el amor es el entendimiento; puede nacer a cualquier hora en el corazón de la criatura, ninguno está huérfano, es preciso apenas luchar dentro de sí mismo con coraje para que el bien pueda vencer al mal y la conciencia se ilumine a la claridad del mundo mayor. El padre nos espera siempre, ¡depende de nosotros buscarlo y encontrarlo! En el interior de cada uno reposa la eternidad, como un pájaro, es preciso despertarlo. Comprendí a Aglon y vi. que todos también comprendieran. Y entendí, que el alma de la criatura era la fortaleza a ser dominada y liberada. Julio dice para mí, en voz baja. Cuánta cosa nueva todavía tenemos que aprender. Pareciendo escucharnos las preocupaciones, Aglon modestamente adjuntó: –Somos granos de arena en el Universo inmenso. Para nosotros, todo es misterio y silencio; infelices de aquellos que juzgan saber todo. ¡El conocer y el saber son infinitos! Dios dentro de nosotros, nos habla y nos entiende, a pesar de que estemos sordos a sus palabras y a su pensamiento. –¿Cómo podremos entender las palabras de Dios? Pregunté! –Dios habla en todas las cosas de la creación; en todas partes están sus palabras sabias, habla más en el corazón y en la mente del hombre, — en el mundo, y en los seres; ¡en general en toda parte!- Se siente más a Dios de lo que se escucha. En la proporción que vamos nosotros participando con Él, más lo entendemos. —Es preciso procurar amarlo para entenderlo. Porque el AMOR une a los seres en la intimidad del Universo y en lo amargo de las cosas.. Amar es sentir y sentir es entender; percibimos que Aglon se ilumina.. ¿Quién en la realidad sería Aglon? ¿Pues saber eso, importa? Hallo que no. La luz que irradiaba de él decía todo y respondía a mis infantiles indagaciones.
Los otros compañeros observaban cuadro por cuadro o iban conversado con los nativos aquí y allí. Gauguin se mantenía en la puerta indiferente a nuestra vista. El sol claro iluminaba la cabaña y todos trabajaban alegremente. Se notaba que el pintor no conocía la Espiritualidad ni se interesaba por Dios, pero era feliz a su manera. Allí estaba en el mundo que eligió para sí mismo y de ahí no salía tan pronto, pues lo que imanta la criatura a las cosas son los pensamientos, los sentimientos, el egoísmo, el odio y el dolor. Vosotros estaréis donde estuviere vuestro corazón De hecho, Gauguin puso su corazón en aquellas hijas y su sentimiento estaba allí y él allí permanecerá. Absorto pensaba yo en esas cosas, cuando fui despertado por la voz de Aglon: –Mi hijo,, Gauguin pensaba mucho en Dios, empero no lo halló como él pensaba a su respecto y cómo quería o esperaba que él fuese, y en esas meditaciones se perdió. Hasta hoy él procura y su pensamiento divaga en esas indagaciones que le dejan como ustedes ven, como él observa distante y dentro de sí mismo. Esa fuga de la civilización de que él se vanagloria, no pasa de una búsqueda desesperada para encontrar a Dios. Diversas veces en su arte, expresó esos sentimientos a través de figuraciones religiosas como de Jesús, más era esa búsqueda fantástica que siempre acababa en nada. En él, luchaba como en todos nosotros el Bien y el Mal. En la Materia, en el Espíritu, en el pasado, y en el presente; Lo que había dentro de él, era el grito de la creación que proclama a Dios y que él no aceptaba. El sexo para este, era apenas una satisfacción y no el fin que añoraba. ¡Lo que en realidad él quería, era a Dios! En sus telas aquí y allí, había de vez en cuando, motivos de la muerte o de la resurrección de Jesús. Empero en el fondo, mantenía siempre el sentimiento materialista, preso que estaba a las cosas de la tierra y que simboliza en esta pobre isla donde encajó sus ideales. Centralizaba sus sentimientos y se sedimentara en aquellas criaturas humildes y sin ideal; en ellas colocara su alma. Por eso, era un prisionero de sí mismo, e inconscientemente esclavo de ellas. Estaba donde colocara su corazón y de allí no podía huir.
No buscaba ni procuraba renovación mental en el campo del Espíritu. Solo procuraba los caminos en el Arte y eso solo iría a demostrar en nuevas reencarnaciones futuras, ahora solo le interesaba el ARTE. Todavía no percibía el Espíritu. En la realidad, aún no sufrió por él, como casi todos los pintores. El pintor estaciona comúnmente en el tiempo. El músico y el escritor son más ángeles y se renuevan más deprisa porque lidian casi solo con el pensamiento. El pintor lucha con la imagen y demora más para decidir. El pensamiento como imagen gusta, cuesta más y se concretiza. Van Gogh Antes de nosotros retirarnos, escuchamos una conversación mantenida por Julio, con Gauguin. –Mi caro Maestro preguntó Julio al Espíritu Gauguin–, me gustaría tener noticias de Van Gogh, el Maestro, ¿no sabe de él? Gauguin pareció despertar de un largo sueño, porque con el mirar perdido en la inmensidad del mar, respondió: –Hace tiempos no lo veo, después de su drama desapareció ¿No lo – – vio mas? —No, ¡nunca más! ¡Me dijeron que quedó loco! Que se quería matar, y no lo vi nunca más. –¿Por qué se quería matar? Preguntó Julio. –No sé, ¡ya estaba loco! Nada calmaba su desesperación; ¡era dominado por una voluntad insensata de morir! ¡Parece que por fin murió! ¡Era un infeliz genio, es innegable! Genio y de los mayores en el mundo de la pintura y del arte;¡Genio como pocos, pero loco! –¡Nos gustaría volverlo a ver! Insistió Julio. —Difícil, muy difícil tal vez imposible! No lo encontrarán, desapareció. No lo encontré nunca más a pesar de que vivimos juntos, gran pintor! ¡Pero positivamente loco!. Percibí que Gauguin no sentía aún, ni tuviera siquiera cualquier idea de que ya no era más un hombre de la superficie de la tierra, y ni que ahora era un simple espíritu, preso a las recordaciones de su pasado. Van Gogh para él era el mismo Van Gogh, pintor pobre, miserable, sin dinero, que solo poseía el genio de los artistas.
Quedé pensando en la situación de todos esos genios de la Humanidad que en el Plano del Espíritu vivían sin saber de la realidad. Eran en verdad muchos entre los muertos. De nada sabían. Estaban enclaustrados en si mismos, esclavos de la inconsciencia, perdidos dentro de su propia alma; ¿quién debería despertarlos? Galón, sintiendo. probablemente mis indagaciones íntimas me respondió –El espíritu permanece así hasta que alguien que les amó con grandeza, los haga despertar. Solo el amor tiene fuerzas para llamarlos a la realidad espiritual.. El amor es la única fuerza capaz de traerlos de nuevo a la vida real.. Casi siempre el amor de madre es quien consigue ese milagro, como dijeran los hombres. Sentimos cuánto eran verdaderas las palabras sabias de Aglon y fue con inmenso cariño que nos recordamos de nuestra querida madre!. No demoramos y buscamos el espacio infinito como águilas. En el mar, algunas embarcaciones y navíos estremecían las aguas. Centenas de islas aparecían aquí y allí y algunos Espíritus recorrían la Orla de las playas golpeadas por las aguas verdes de los mares. Nosotros, por eso pensamos en aquellos seres que vivían por todas partes en ese Universo de Dios donde la inmortalidad existía en todo y en todos y en los cuales la fuerza divina animaba todo, las cosas y los seres indiferentes a sus criaturas, los que aceptan y los que rehusan. Despedida El tiempo autorizado para aquel viaje de estudios estaba agotado. Eran las primeras noticias sobre la vida de los Espíritus en las regiones del mar que iríamos a enviar a la superficie de la Tierra. Sabíamos que los hombres, como siempre, extrañarían.¿ Espíritus en el mar? Sabíamos también que los hombres ya extrañaban antes las teorías de astrónomos que afirmaban la existencia probable de vida en otro mundo; negar o aceptar era un derecho del hombre y de todos. La permanencia en el error es lo que constituye el mal. No modificarse y adaptarse a los nuevos conocimientos y corregir lo que está errado. No hay razones en nuestro entendimiento, para no admitir otras formas de vida en el Universo, naturalmente, dentro de otras estructuras. Dios que creó las formas de vida, sometiendo esas formas a la ley de la Evolución, dará a cada mundo y de acuerdo con las posibilidades que cada mundo fue construido, las formas y el
mecanismo de funcionamiento que quiso. ¿Porqué tendría El que hacer a todos iguales en mundos diferentes? ¡La Creación es de Dios y no de los hombres! Nosotros creemos que Dios creó las leyes que crean y organizan el Universo. Naturalmente que no será necesario que Dios quedara creando cada día los seres y las cosas. Organizó un sistema Universal que funciona sólito sin la misma intervención divina. En todo momento sus leyes crean como si fuese un constructor terreno trabajando sin cesar, y sí divirtiéndose con sus obras. Es lógico el resultado de su creación y construcción, empero eso, sobre el impulso de sus leyes. Así, como una máquina fabrica automáticamente sobre la técnica que la creó para fabricar. La vaca cría becerros y la gallina cría pollitos automáticamente sin que haya necesidad de intervención personal del Macro Dios en cada caso. Es lógico que Él está allí haciendo presencia a través de su chispa divina y sus leyes inmortales y eternas. Ya habíamos partido y alcanzando cierta altura, cuando Aglon paró en determinada posición en el Espacio y orientó: –Mis amigos, ahora debemos separarnos, buscando cada uno su destino. Con certeza, ahora seremos designados por nuestros Superiores para realizar otros trabajos, adquirir otros conocimientos que contribuirán para que cada uno de nosotros prosiga más y crezca más. Diciendo eso, Aglon nos abrazó con cariño e inmediatamente partimos todos. Dejé a Aglon con profundo vigor en el corazón, y Julio Verne dándole un beso de despedida y de agradecimiento lo dejó. Ambos navegamos por el espacio, llenos de alegría por lo que habíamos aprendido y adquirido. A nuestro frente brillaban las estrellas como si fuesen los ojos titilantes de Dios. OBRAS DEL AUTOR: RECORDACIONES DE CHICO XAVIER, 7ª edición, Editora de la fraternidad, guaratinguetá (SP), 1.986 EL ABISMO, 4ª edición, Editora de la fraternidad, Guaratinquetá (SP) 1986.
FLORES DEL BIEN, edición de la LAKE, 1946
JOAN VERMELHO EN EL MUNDO DE LOS ESPIRITUS, edición de la LAKE (INFANTO JUVENIL)
EN EL CASTILLO DEL EGO, edición LAKE ( infanto juvenil)
LA HISTORIA DE CRISTO PARA LOS NIÑOS , editora LAKE (infanto juvenil)
EN EL PALACIO ENCANTADO DE LA MEDIUMNIDAD, EDICIÓN, lake( INFANTO JUVENIL).
LUZ DE LA OTRA ESFERA, editora libertad.
CHICO XAVIER- EL SANTO DE NUESTROS DIAS, editora ECO, Rio de Janeiro.
CHICO XAVIER Y LOS GRANDES GENIOS, edición LAKE.
EL PRISIONERO DE CRISTO, edición LAKE.
ASI ESTABA ESCRITO, editora LAKE.
MATERIALIZACIONES luminosas, 1ª EDICIÓN DE LA Editora LAKE, 2ª edición en Español de la Editora LAKE, distribuido en las tres Américas (América del sur, América del norte y América Central), 3ª edición de F.E.E.S.P.( Federación Espirita de Sao Pablo).
FUERZAS LIBERADORAS, Editora ECO, Rio de Janeiro
EL SEXO MÁS ALLÁ DE LA MUERTE, 1ª ,2ª, 3ª, 4ª, 5ª, y 6ª edición ECO, Río de Janeiro
SONETOS INMORTALES, Editora Libertad.
EL SEXO MAS ALLA DE LA MUERTE , reedición v. Orientado por el Espíritu André Luiz, psicografiado por R.A. Ranieri.
EL TRABAJO DE LOS MUERTOS Y LA TONTERIA DE LOS VIVOS Inédito. De Nazareno Tourinho, 1987.
UNA VERCIÓN SOBRE SIRENAS Algunos investigadores creen que podrían ser superviventes de una primitiva especie humanoide. Desde la antigüedad los navegantes vienen haciendo referencias a cerca de la existencia de unos seres mitad humanos y mita pez, una versión ampliamente extendida que podría tener su origen en criaturas reales. Diversos zoólogos han planteado la posibilidad de que exista una criatura similar al ser humano, pero perfectamente adaptada a la vida en el mar. Mientras que otros pensamos que pueda ser un híbrido entre pez y humano, o criaturas venidas de otros mundos. En algunos de los avistamientos el naturalista del siglo XVIII Georg Wilhelm Steller hizo la descripción de una criatura acuática extraña y desconocida diciendo: El espécimen medía metro y medio de largo y su cabeza parecía la de un perro, con unas orejas erectas y puntiagudas. A ambos lados de sus labios colgaban unos pelos como bigotes. Sus ojos eran grandes y su cuerpo redondo y grueso, haciéndose más delgado hacia la cola. Estaba totalmente cubierta de pelo gris en el lomo y castaño en el vientre, carecía de aletas delanteras y su cola se dividía en dos partes siendo mayor la superior. Fue considerado como mono de mar, un ser que la ciencia no ha podido catalogar pero que podría estar detrás de muchos de los avistamientos de seres que parecen mitad hombre y mitad pez. El encuentro ocurrió hace más de dos siglos, el 10 de agosto de 1741, en las frías aguas del golfo de Alaska, cerca de las Aleutianas, y toda la tripulación del buque Saint Peter pudo ver las características del insólito ser. Teniendo en cuenta que Steller fue un reconocido naturista, el primer europeo en pisar el suelo de Alaska y también en descubrir la especie de león marino, vaca marina y otros especímenes, es difícil que se trate de una fabulación.
Steller tuvo la convicción de que lo que él y su tripulación habían visto era una especie de simio adaptado a la vida marina, algo que puede repugnar a la lógica de los zoólogos, pero que no era ninguna novedad, pues el ser que describió resulta muy similar a otro llamado simia marina, representado en la obra de Konrad Gener Historia Animalium (1515), donde aparece una bestia cartilaginosa, hallada en el mar Rojo, que estaba dotada de brazos similares a los de un antropoide, pero con la típica cola de un pez. Un ser que, al igual que el mono de mar de Steller, podría corresponder perfectamente a algún tipo o variedad de sirena. La lista de testimonios referentes al registro de sirenas que curiosamente, abunda mucho más que los de los machos de esta supuesta especie los tritones, es prácticamente interminable. Poco después de la medianoche, el 3 de enero de 1957, un marinero que viajaba en una balsa construida por el aventurero Eric de Bisschop quien navegaba entre Tahití y Chile con la pretensión de demostrar que los polinesios podían haber llegado a Sudamérica , escuchó un inesperado sonido, como si un gran pez hubiese saltado a cubierta. Rápidamente fue a ver de qué se trataba y se encontró con un extraño ser que se mantenía erguido sobre la cola de pez y que tenía sobre su cabeza un cabello que parecía formado por finísimas algas. Aunque muy alarmado, el marinero se atrevió a tocar a la criatura, que rápidamente saltó hacia el mar, golpeándolo y derribándolo. ¿Se trató de la aparición de otro tipo o variedad de sirena, o fue uno de esos simios de mar descritos por Steller y Gesner? Lo cierto es que el testigo quedó impresionado por el suceso, pero también con un recuerdo físico de su insólito encuentro, ya que a la mañana siguiente encontraron en la parte de su cuerpo que había sido golpeado por el inesperado visitante unas escamas similares a las de los peces. Tengamos en cuenta que estos especímenes varían en su tipología, pues algunos presentan gruesas escamas en cuanto otros en su piel aparentan la de los delfines u otros cetáceos. Cuatro años después, en 1961, la oficina de turismo de la
británica Isla de Man ofreció un premio a quien pudiese capturar a uno de estos fantásticos seres. El premio quedó desierto, aunque varios isleños aseguraron haber visto estas enigmáticas criaturas, inclusive algunas sirenas con el cabello pelirrojo. Para muchos no se trató más que de una manera de promocionar el turismo con el señuelo de lo misterioso, de forma similar a lo que ocurre en el relativamente cercano lago Ness. Un trabajo publicado ese mismo año por Gwe Benweill y Arthur Waugh, en sus investigaciones recogieron un total de 70 apariciones modernas de hombres y mujeres de vida acuática en todas partes del mundo y determinaron que 52 de ellas, tres de cada cuatro, habían tenido lugar en aguas que se encuentran alejadas del hábitat natural de los manatíes y de aguas cálidas donde voraces depredadores como tiburones y otros, pueden amenazar su existencia.
Los testimonios acerca de apariciones de sirenas provienen de la práctica totalidad de los océanos, pero muy especialmente de las zonas más frías. Aparte del mencionado Steller varios de los más grandes exploradores polares, o miembros de sus tripulaciones, han sido testigos de la aparición de estas criaturas. En 1608, el capitán Henry Hudson exploraba un paso hacia el océano pacífico por los mares árticos cuando dos de sus oficiales aseguraron haber visto un extraño ser cuya mitad superior era la de una mujer de piel blanca y larga melena negra, pero que tenía una cola similar a la de un delfín, aunque moteada. James Weeddell, explorador de la Antártida, publicó en 1827 un libro sobre sus descubrimientos donde relataba que uno de sus hombres le había asegurado haber visto y escuchado a una criatura acuática de forma humana. En las islas británicas también han sido observadas en multitud de ocasiones, e incluso a veces han podido ser examinadas durante varias horas, tal como ocurrió en 1833, cuando seis pescadores que se encontraban cerca de la isla de Yell aseguraron haber pescado una pequeña sirena y haberla tenido a bordo durante unas tres horas. La criatura medía unos sesenta centímetros de largo y en su cabeza tenía unas cerdas que se podían erizar a voluntad, como si se tratase de una cresta. No ofreció resistencia, pero la pobre criatura gemía lastimosamente, por lo que los marineros, temiendo que pudiese ocurrirles alguna desgracia por tener en la barca al extraño ser, optaron por arrojarlo a la borda.
Algunos investigadores piensan que la respuesta a la existencia de las sirenas podría encontrarse en la supervivencia de una especie humanoide primitiva que se adaptó a la vida acuática. Esta hipótesis, que fue presentada ya en 1755 por el francés Benoit de Maillet. Un zoólogo franco alemán especialista en peces Francois de Sarre, defiende una curiosa teoría denominada bipedia inicial, según la cual la aparición de
la bipedia, la facultad de caminar sobre dos patas, no fue un avance evolutivo que llegó con el ser humano, sino que es muy anterior y que, de hecho, el propio ser humano desciende de unos antepasados comunes con los simios, como sostiene la práctica totalidad de los paleontólogos. Sean como algunos las consideren, homúnculos acuáticos, antecesores del ser humano o una especie desconocida de simios marinos, las sirenas continúan interesando a muchos científicos que, siguen estudiando estos fenómenos tan interesantes y hasta el momento enigmáticos. En el periódico HOY de fecha 7 de abril año 2OO5, encontramos un titular donde se anuncia el hallazgo de un fósil de un pez que se encontraba en vía de adaptación a la vida terrestre El descubrimiento confirma la teoría de Charles Darwin sobre las transformaciones que sufrieron los animales para darle origen al ser humano. Desde hace mucho tiempo, se sabe que la evolución de los peses dio lugar a las primeras criaturas terrestres con cuatro patas y columna vertebral hace mas de 365 millones de años. Sin embargo, los restos fósiles que indicaran cómo sucedió eran sumamente escasos. El ejemplar hallado recientemente al norte del Canadá, se párese más a los habitantes terrestres que los otros peses fósiles del periodo de transición. Los investigadores piensan que el animal podría haber realizado breves excursiones fuera del agua. De alguna manera vuelve borrosa la divisoria entre animales marítimos y terrestres, dice uno de los científicos el paleontólogo Nell Sihubin de la Universidad de Chicago. Los fósiles, con sus esqueletos en inusual estado de conservación demuestra cómo se produjo el paso del agua a la tierra" es un aporte importante al conocimiento de una transición fundamental en la historia de la vida, afirma Robert Carniol, de la Universidad McGil en Montreal (Canadá). Los ejemplares de 1.2 a 2.7 metros de longitud, fueron hallados en la isla canadiense de Ellesmere, al norte del Círculo Polar Ártico. El informe aparéece en la reciente edición de la revista científica ATURE. El fósil hallado abría habitado la tierra hace cerca de 375 millones de años la criatura parece un híbrido entre pez y cocodrilo. Nadaba en arroyos de aguas serenas, en lo que era entonces un clima sub -tropical.
Era carnívoro y pasaba parte del tiempo en el agua. Sus aletas delanteras tenían huesos que corresponden a un hombro, brazo, codo, antebrazo y una especie de muñeca primitiva. Del hombro a la muñeca, parece una especie de brazo cubierto de escamas, dijo el Doctor Shubin. Tenemos una criatura con unas aletas capaces de hacer flexiones de pecho. Evidentemente, es un animal que podía sostenerse sobre el suelo, probablemente en aguas muy bajas y podía realizar breves excursiones en tierra. Agregó el científico. Probablemente se desplazaba como una foca y se posaba sobre los troncos de los árboles o sobre las playas. Hasta ahora no se ha encontrado restos del cuarto trasero de la criatura, de manera que no se conoce el aspecto que tendría su cola y aletas traseras. La criatura bautizada como: Tiktaalik Roseae tenía la cabeza de los primeros anfibios, similar a la del cocodrilo, con ojos en lo alto en lugar de los costados. A diferencia de otros peces podía mover la cabeza independientemente de los hombros como un animal terrestre. La nuca también tenía rasgos característicos de los terrestres. Probablemente tenía pulmones igual que bronquios y costillas superpuestas capaces de sostener su cuerpo contra la fuerza de gravedad. Con todo el hocico y las mandíbulas, propias de un pez, indican que la evolución es un proceso lento; sigue el patrón de un mosaico, en el que algunos elementos cambian mientras otros permanecen invariables, dijo Daeschler. Ahora, el equipo de estudiosos tiene pendiente la respuesta a una incógnita. ¿Qué empujó a los peces salir del agua? La respuesta a este interrogante podría encontrarse en el entorno en el que se desarrolló el animal. Shubin y Daeschler suponen que vivía en ambientes continentales de lagunas y ríos. Seguramente se alimentaba de peces y pasaba la mayor parte del tiempo en el agua, pero había desarrollado la capacidad de desplazarse en tierra firme.
EN LAS REGIONES INFERIORES Pregunta: ¿Entonces, podrá el espíritu hacer una sustancia alimenticia; supongamos que hubiese hecho un fruto, un manjar cualquiera, ¿Se hubiera podido comer y quedar saciado? Si, si; pero no investiguéis tanto para encontrar lo que es tan fácil de comprender. Basta un rayo de sol para hacer perceptibles a vuestros órganos groseros éstas partículas materiales que llenan el espacio en medio del cual vivís, ¿ o sabéis que el aire contiene vapores de agua? Condensándolos, lo pondréis en el estado normal; privadles del calor y he aquí que esas moléculas impalpables e invisibles vienen a ser un cuerpo sólido y muy sólido, y muchas otras sustancias de las cuales los químicos os sacarán maravillas más admirables aún, solo el espíritu posee instrumentos más perfectos que los vuestros: la voluntad y el permiso de Dios. (ALLÁN KARDEC – EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. Cap. VIII Del Laboratorio del mundo invisible, pregunta No. 13 No siempre se le concederá al médium, durante el desdoblamiento de su individualidad espiritual, visitar las hermosas estancias fluídicas donde la paz y la belleza, la fraternidad y la luz, el consuelo y la alegría revigorizan el espíritu par la continuación de la caminata terrena. Los deberes de la mediumnidad también exigen visitar lugares inferiores, antros de miseria y degradación localizados, muchas veces, en el propio perímetro terreno, aquí mismo pero en la otra dimención, donde aglomeran entidades aún inferiores víctimas del error y la materialidad, los cuales, por esta razón, llamaremos regiones inferiores. Esas agrupaciones de entidades desajustadas , tanto podrán existir en el espacio, dentro de la densidad atmosférica, como en la propia Tierra, pues estarán siempre donde se encontraren las entidades que le son afines, lo que quiere decir que su conformación podrá ser movible. Supongamos un suburbio de mala fama, aquí en Rio de Janeiro, cuyos habitantes se cambian, ya para Copacabana, ya para Cinelandia, ya para Jacarepaguá o para Pan de Azúcar. Todos esos lugares pasarían a ser regiones tenebrosas creadas por los habitantes arraigados de los suburbios, debido a su ínfima o deficiente educación y sus vibraciones y
actos viciados, pues como se sabe, cada uno de nosotros lleva consigo mismo su infierno o paraíso. De manera idéntica son las regiones inferiores del Mundo Invisible: creaciones mentales colectivas de entidades afines, que practican más allá de la muerte, los mismos hábitos y los mismos actos que fijaron en el estado humano. Hacia esas regiones, los médiumns son transportados en desdoblamiento, por los obreros de la Verdad, quienes comprometidos con la misión del momento, les sirven de interlocutores, de representación, para llevar el consuelo y la esperanza, el esclarecimiento y el estímulo a las almas afligidas, sumergidas en el desaliento y la confusión, para levantarles el ánimo y el entendimiento de cada una con las dulces lecciones de la Buena Nueva del Cristo; para reanimarles el coraje, por encima del entusiasmo que transborda sus propios corazones de creyentes de la verdad eterna, y de la ciencia del espíritu puesto que el hecho de ser médium, de conocer y compartir con las entidades desencarnadas y conocer ciertos secretos de lo invisible, no excluye el imperativo cumplimiento de las pruebas para las que reencarnaron , en general, los médium deben prestarse para tales operaciones o labores psíquicas, sea voluntariamente u obligados por el imperio de la irresistible ley a la que se subordina la facultad mediúmnica, en cuanto sean preferidos por los Instructores y Guías, los que acusan mayor energía de carácter, adquirida y atemperada en el laboratorio de las experiencias, y a través del sufrimiento Como muchos otros médiumns, desde nuestra juventud venimos ejerciendo tareas en las regiones inferiores del Mundo invisible, donde la desgracia y el dolor, el desorden y el vicio, el oprobio y la miseria, la maldad y el remordimiento, el odio y la venganza, y hasta la licenciocidad y el crimen construyen desequilibrios mentales vibratorios imposibles de ser relatados rigurosamente, los que por su intensidad se tornan inaceptables por las mentes poco inclinadas a los análisis profundos sobre asuntos trascendentales. Es porque los desprendimientos espirituales peculiares a nuestras facultades, a veces, minucios, de lo que nos es dado a presenciar en el espacio, procuraremos bajo el influjo de la intuición de los amigos espirituales que nos asisten para darle cumplimiento a sus propias determinaciones. *** Generalmente es la entidad radiante de Adolfo Bezerra de Menezes, el corazón fraterno y generoso del médico que aún hoy en la espiritualidad, prefiere falanges oscuras y sufridoras, es por eso que nos arrebata en espíritu para operaciones de orden espiritual en torno de los
desencarnados, de ínfima clase dentro de las sociedades invisibles. Los mentores Hindúes prefieren llevar sus pupilos, generalmente discípulos espirituales a regiones paradisíacas del espacio, donde les proporcionan visiones y panoramas de extraordinaria belleza, a título de estímulo y lecciones para el progreso, aunque tales realizaciones exijan disciplina tan severa que hacen recordar la preparación austera de la iniciación antigua. Sin embargo, no sabemos si tan dedicados amigos, al servirse de los médiumns encarnados para tales labores tengan como única intención la instrucción de los hombres en general y el auxilio del propio vehículo mediúmnico, el cual, de ese modo, se beneficiara de inestimables conocimientos. Sabemos que frecuentemente somos llevados a verdaderos antros de las tinieblas para servicio de esclarecimiento en torno de las pobres entidades sufridoras y endurecidas; y que los instructores proyectan sobre nosotros intuiciones vigorosas, para distribuirnos al debido socorro, para que de esa manera trasmitamos adoctrinamientos, consejos, advertencias y hasta pases.
Hace cerca de un año, fuimos arrebatados en espíritu para visitar a entidades desencarnadas obsesoras, ya en vía de arrepentimiento. Como fuimos proyectados de manera tan consciente pudimos observar el panorama que les rodeaba con claridad suficiente para permitir el presente estudio: Detalle importante; el médium jamás se admira, ni se asusta, no se perturba, al penetrar durante el sueño en la vida espiritual, porque entonces todo se le figura natural, familiar y común como si ya nos encontráramos habituados de mucho tiempo atrás. Esto nos demuestra que el mundo invisible es efectivamente verdadera patria de todos nosotros.
Aquellas entidades visitadas se encontraban aterrorizadas ante las consecuencias por las largas prácticas en las faenas de crimen, recuerdos vislumbrados en sus intuiciones, pues todas venían de épocas antiguas, practicando el mal, no solamente en el estado humano y terreno, como también durante la estadía en el plano invisible. Eran de la más horripilante categoría. Y contactándolas tuvimos la intuición de que nos encontrábamos en presencia de criaturas alucinadas y uniformadas enteramente de negro con su respectiva capucha. De su aspecto general se desprendería la fealdad y bajeza de sus sentimientos y vibraciones groseras indicando inferioridad, todos incapaces de impulsarse voluntariamente para el progreso como mendigos espirituales, con absoluta dependencia de los obreros de la caridad, los cuales dominando la repulsión que pudieran sentir en presencia de tan extrema miseria, los auxiliaban de buena voluntad, revigorizándoles sus fuerzas para nuevas tentativas de recuperación y progreso. Verificamos que, en tales
ocasiones, somos siempre vistos y comprendidos por esas entidades, aunque los instructores, bajo cuya tutela nos encontramos, esos jamás son vistos. Nosotros mismos en esa emergencia, apenas entrevemos a éstos con dificultad certificándonos de su presencia no tanto por la visión, pero sí a través de las vibraciones emitidas por ellos a guisa de palabreado sonoro, para recomendarnos los trabajos a desempeñar, y por un sentimiento indefinible de confianza y felicidad, una sensación singular, especie de intuición poderosa, que sustituye la visión propiamente dicha. Eran cerca de diez entidades entonces visitadas, que se encontraban prisioneras en un pequeño y miserable compartimiento en chocante promiscuidad. Habían sido hombres cuando encarnados, conservando sus espíritus las características masculinas. Se encontraban vibratoriamente muy débiles, como alguien en convalecencia con grave enfermedad, aterrados, desanimados para hacer uso del recurso de la oración, aún impíos en sus sentimientos, temerosos de verse en presencia de Dios, porque son conocedores de sus propias culpas y atormentados por las visiones alucinantes de los crímenes practicados por ellos mismos, esas visones fruto de sus vibraciones mentales nosotros las leíamos también cómo las mismas proliferaban infectando el perímetro en el que permanecían. Eran dramáticas: contiendas, luchas, corporales, asaltos, seducciones y violaciones a menores, robos, asesinatos, obsesiones, suicidios, actos obscenos y sórdidos, hasta maleficios atroces. Esos infelices desesperadamente se debatían, cubriendo los ojos con sus manos, ocultando la cabeza con los brazos, o con los trapos que siempre encontraban a su alcance, suponiendo ingenuamente de que actuando así, se sustraerían al horror de sus propios actos pasados que surgían de los rescoldos de la conciencia, los que estaban muy grabados en su sensibilidad mental; se lanzaban llorando, en tumultuoso vocerío, como grabados en su sensibilidad mental; sobre un tablado inmundo, en promiscuidad repulsiva; se refugiaban entre cobertores harapientos, con gritos de rebeldía y horror, como verdaderos locos en momentos de aflictiva crisis; se levantaban enseguida sin lograr reposo, sus ojos se dilataban fogueantes tocados de asombro, los cabellos erizados y el cuerpo periespiritual tembloroso como si estuviese sacudido por violento nerviosismo, los dientes cerrados como si dolorosos ataques epilépticos se anunciasen irremediables. En cuanto a los vestidos, cuando no se representaban como ya mencionamos eran harapos rotos e inmundos empapados de sangre o de mugre, como exhibiendo las fases de la putrefacción cadavérica, o de materias asquerosas como pus o la sangre putrefacta. Un olor fétido, nauseabundo y pestilente emanaba de ellos repugnándonos al principio para luego desaparecer, después de la
sensibilidad de nuestro olfato. El suelo del compartimento donde se encontraba, especie de cuarto o sala de muy pequeña dimensión, con una ventana enrejada a la izquierda y una puerta a la derecha. Esto era tan inmundo como ellos mismos, igualmente empañado de sangre y humores fétidos a tal punto que los infelices se horrorizaban de sí mismos sintiéndose tullidos o paralizados, incapaces de reaccionar contra tan miserable estado de cosas. La puerta conducía para un pequeño terreno o patio y permanecía abierta, permitiendo un pasaje a los prisioneros en caso de que deseasen salir. Ocurría, sin embargo, un hecho curioso: los pobres voluntariamente permanecían en aquella madriguera, como prisioneros de sí mismos, es decir de su propio pasado. El terreno arriba descrito se dividía en dos partes por una cerca que se nos figuró construida en guadua. En el sector izquierdo donde se encontraba la puerta se levantaba una cubierta tosca, especie de pequeño galpón muy sólido a nuestros ojos, donde una mujer de color negro (espíritu desencarnado voluntariamente materializada, en servicios de rescate o beneficencia), recordando el tipo de las antiguas esclavas africanas en los tiempos de la esclavitud, sonriente y simpática, dejando entrever cierta luminosidad en su envoltorio periespiritual, parecía cocinar para los habitantes locales. Sentimos el aroma apetitoso de la comida y la descubríamos preparada en grandes pailas de cobre, como las que se usaban en otros tiempos para la fabricación de dulce de guayaba en la empresa doméstica, a nuestro entendimiento parecían ser leguminosas y hortalizas, de las cuales se nos mostraban como habichuelas, tomates, cebollas, papas, aceitunas y ensaladas, y el local era agradable por la presencia de la negra, quien en efecto, la reconocemos como un espíritu dinámico en las labores de vigilancia a favor de los delincuentes confiados a su guarda, como por la visión de las especies que nos parecían sabrosas. El patio de la derecha era tétrico, singular cementerio, pues del suelo mal oliente y lodoso emergían manos humanas suplicantes, cabezas desgreñadas, de ojos aterrorizados, gritando socorro y piedad. Cadáveres estirados desechos en sangre y materia putrefacta que encharcaban la tierra, brazos y piernas humanas dispersos por aquí, por allí; visión macabra que perturbaría la mente del vidente, si para tales servicios el Médium no fuese previamente preparado y fortalecido por la asistencia espiritual. Ahora, conocedores de la existencia de ese extravagante cementerio, los criminales que a pesar de los remordimientos alucinantes, preferían la permanencia indefinida en el pequeño lugar a intentar la fuga, pues sabían que tendrían que cruzar el cementerio y divisar, en aquellos impresionantes despojos, las víctimas de sus maldades como homicidas y
obsesores que en tiempos atrás habían sido, conduciendo a tantas criaturas incautas a la práctica del homicidio y del suicidio. Cuando llegamos, uno de los prisioneros, trajeado de verdugo, se aproximó para recibirnos. Notamos que ese ya no traía capucha, señal de la mejoría de sus vibraciones. Su semblante, muy visible a nuestras observaciones indicaría un hombre que hubiese fallecido a los cincuenta años de edad, se mostraba blanco, pálido, infinitamente triste, sus manos también pálidas y cerradas. Comprendimos que él no distinguía absolutamente a Bezerra de Menezes pero sí a nosotros; ningún pavor o sobresalto perturbó nuestra confianza. Nos sentimos antes poseídos de gran compasión y deseo de auxiliar. Él nos habló con voz y modales rudos e impertinentes, como persona de poca educación, — tengo hambre! ¿Por qué no me traen un verdadero almuerzo? ¡oh! Cuánto tiempo hace que no puedo comer!. Le corrían lágrimas de los ojos, el infeliz materializado y espiritualmente desajustado y afectado, realmente sufría el suplicio del hambre. Habituado a las costumbres terrenas, que nos llevan a servir un plato de comida a quien golpea a nuestras puertas alegando hambre, nuestro impulso fue correr a la cocina y solicitar el favor a aquella servicial, atenta a las labores culinarias. Accediendo al pedido, ella exclamó: — ¡ojala mis amigos, hoy con su presencia y la del doctor Bezerra de Menezes el pobre pecador consiga bastante serenidad para comprender lo que le pasa y así disponerse al progreso, que él realmente pueda saciar el hambre que lo tortura pues verlo aliviado es mi mejor deseo! — Tomamos el plato donde se veía un almuerzo gustoso y magnifico, con legumbres aromatizantes, y nos encaminamos para el recinto, sin prever cualquier incidente, antes persuadidos de que la tortura del infeliz hermano sería removida del todo. Súbitamente, repudió el plato con asco y horror, lanzándolo lejos, consumiéndose en llanto y lamentándose con imprecaciones de verdadero réprobo. Sin nosotros poder eximirnos de la fuerte impresión de asombro, verificamos que las apetitosas legumbres habían desaparecido del plato, y que en su lugar habían aparecido alrededor pedazos de carne humana, lenguas, manos, dedos, orejas, corazones, píes, cabezas, etc. Acudió la buena vigilante, entre compungida y asombrada, en cuanto él réprobo se deshacía en llanto de demente y los compañeros de infortunio procuraban esconderse; son las recordaciones del comprometedor pasado alimentadas por cruciales remordimientos, que lo llevan a encontrar vestigios de sus víctimas donde quiera que estén y en todo lo que ven y
hacen bajo la intensidad de la auto-sugestión, que ya degeneró para una desconcertante auto-obsesión. Todo el ambiente que distingue aquí, mi hermana, exceptuando el de la cocina, es creación mental vibratoria de esos diez criminales, (El subrayado es nuestro) cuyo carácter se desahoga a través de ondas de perversión causadas por los dolores del remordimiento! ¡No existe aquí cementerio alguno, tampoco prisión, ni inmundicias, en la expresión formal del término, tal como lo entienden los desencarnados. Son ellos quienes crean y mantienen tal ambiente, concretando las formas pensamiento sin saberlo, con sus propias fuerzas mentales, en la retrospección de los actos pasados, y viven en ella, dentro de la más positiva realidad, sin ellos saber evaluar la profundidad e importancia del fenómeno que se establece. La propia hambre que los tortura solamente representa el estado de sus conciencias heridas por sus actos pasados: estos pobres sufridores de hoy, cuando encarnados asesinaron padres de familia para robarlos y como obsesores, una vez desencarnados, llevaron a otros tantos seres humanos al suicidio, al homicidio, etc. Ahora, muchas de sus víctimas dejaron viudas y huérfanos en la miseria, padeciendo necesidades extremas, ellos saben es– y recordando los huérfanos hambrientos, sienten el reflejo de su conciencia y padecen mil torturas y ultrajes, inclusive el hambre, en cuanto ven en visiones macabras, los despojos que sus armas asesinas llevaran a la sepultura Castigados así mismos con una severidad satánica, y una justicia implacable! Porque fueron obsesores habituados a crear sugestiones infernales para atormentar al prójimo, viciaron la propia mente con creaciones macabras, y ahora auto-obsesados originando como toda fuerza mental propia del espíritu, este tétrico panorama resultado de los reflejos de los actos pasados en las propias vibraciones de la conciencia. se enredaron de tal forma en los delitos cometidos que ahora ve, sienten y como que descubren todo cuanto puedan evocarlos y revivirlos. –¡No! Nadie los castiga a no ser la misma conciencia de ellos desarmonizada con el Bien, en la desolada convicción, en la que entonces muchísimos transgredieron las leyes del amor y la fraternidad! Muchos caritativos hijos de Dios, aún en la tierra, hacia éstos vienen en visitas piadosas, ofreciéndoles las reconfortables oraciones y consejos amorosos a los trabajos de progreso, que serán arduos. Hasta ahora no se han animado en entender tan preciosos incentivos, bloqueados como se encuentran por la complejidad deplorable de los propios impases. La reencarnación será el refrigerio saludable, debido a que por ella protegidos, olvidarán parcialmente el tenebroso pasado, proviniendo de allí vigor y serenidad para los emprendimientos de expiación y rescate. Ciertamente comprenderás en qué estado lamentable reencarnarán sobre la tierra, modelando un cuerpo carnal a empujones vibratorios, laborado
por las mentes enfermizas que presencias: Serán inevitablemente, auto- obsesados incurables, desde el nacimiento, pues tanto atormentaron al prójimo en el pretérito, conforme dijimos, con el maleficio y los vicios, afectando sus individualidades –Estos, mi amiga, infelizmente son los que abundan en la sociedad terrena y que los cielos y todos nosotros ayudan a soportarlos, amarlos y servirlos, amparándolos en las carreras de la rehabilitación. El generoso Bezerra de Menezes impartió órdenes para que nos dirigiéramos al verdugo, el más accesible a nuestras intenciones, pues los restantes nueve parecían tener dificultad para distinguirnos y se aterrorizaban con nuestra presencia. –Háblales! ordenó Bezerra. Es raro que un médium, en esa situación, pueda hablar a su guía o interrogarlo, y aún menos fácil es resistir las órdenes del orientador. Generalmente, el paciente se conserva silencioso y pasivo, obedeciendo todo de buena voluntad y actuando como si estuviese bajo efecto hipnótico. Acreditamos que ahí reside el secreto de ciertas actuaciones audaces de los médiums, en el estado letárgico y aún en vigilia: su guía espiritual lo somete hipnóticamente y lo lleva a actuar con obediencia pasiva, como en el fenómeno tan conocido entre nosotros, en que el magnetizador da una orden al sujeto y es obedecido hasta un mes después de haberse trasmitido e impartido la orden en trance hipnótico. Será, pues el médium, principalmente en estado letárgico, un autómata sirviendo al verdadero siervo del amor, en una voluntad dominada por otra voluntad mayor, un ser confiado que nada tiene y cuyas impresiones de felicidad espiritual son indescriptibles e indefinibles. Asustada por la idea de hablarle a un obsesor de tal naturaleza, los cuales generalmente odian a los médiums espiritas porque son estos quienes los desenmascaran, nos atrevimos a interrogar al noble instructor. — ¡qué le diré? –No sabemos si el guardián respondió a nuestra impertinencia, pues no nos acordamos de la respuesta. seguramente la pregunta provenía de nosotros mismos y no la dijimos a Bezerra de Menezes. Sólo recordamos que nos aproximamos confiados hacia el infeliz culpado, y que descansando nuestra mano sobre su cabeza lo interpelamos: –¿por qué lloras hijo? Sincera compasión invadía nuestra alma, nos sentimos envueltos por singular dulzura y todo nuestro ser era una tierna vibración de fraternidad, aquel ser tan desagradable por sus propios errores, se nos figuró súbitamente, como un hermano muy querido, una criatura ignorante e
infeliz, a quien debíamos proteger y amar. Estamos convencidos de que tales sentimientos e impresiones no serían más que amorosos reflejos de superioridad moral al delicado instructor, que de nuestras facultades se valía para proporcionar el consuelo y la esperanza en el ánimo disminuido del pecador o infractor. Oyéndonos, éste nos miró y él respondió, ahora sí con humildad y desánimo: ¡Tengo hambre –pero no puedo comer sufro mucho eso prueba mi amigo, que el alimento del que carece no será ese, pero sí otro de diferente naturaleza del cual te olvidas desear y solicitar –Es la oración! El pan del cielo, que descenderá hasta sus necesidades, del amor generoso de Jesucristo a fin de reconfortarte, saciando las ansias de tu desespero –¡No! ¡Ese pan yo no puedo desear! Soy un miserable, demasiado desgraciado para elevar mis ojos tan alto considerando que a mí se me negaría ese pan — más fue para los pecadores como tu, de preferencia, que Jesús se presentó en el círculo del proceso, o sea, en nuestro mundo! Los pecadores y los reos obtendrán de su complacencia todo el auxilio posible para resurgir en demanda de los caminos del deber, bastando a la buena voluntad para la regeneración –Cómo podré serenarme, para intentar en mi propio beneficio, si me siento completamente subyugado por estas malditas visiones, que se esbozan en mi entorno cuales vampiros a la rapiña de detritos? –¡Oh! Estaré condenado a este infierno eterno! Para mis crímenes no existirá perdón de la ley de — De Dios, diga confiado! Pronúncialo sin temer a ese sagrado nombre!. No, no puedo pronunciarlo! Tengo miedo! gritó el infeliz llorando nuevamente de manera compulsiva. –¿Cómo así? resonaron las advertencias del amigo presente, obligándonos al entendimiento con el miserable delincuente. Es hijo de Dios, y ¿no quiere reconocer su paternidad? Diríjase a Él en solicitud de socorro. Tú eres creación de Él, heredero de su amor, destinado a un esplendoroso porvenir en el seno de la eternidad y anímate a elevar el pensamiento a tu creador, siquiera a través de un simple mensaje de respeto! No quiere por ventura, su amor, o su perdón? –¡Si, sí!, eleva tu corazón en una súplica de protección, para que retornes al deber y Jesús, que es el Maestro de la humanidad, enviado por Dios, con plenos poderes para el auxilio, para nuestra redención, sabrá enviarte los recursos que te apartarán de esa degradación y tinieblas en la que te sofocas
El recalcitrante personaje se postró de rodillas, abatido por cruciales lágrimas que hacían eco en nuestra sensibilidad mediúmnica con la impresión desagradable de un arrepentimiento inconsolable, angustiándonos penosamente: –¡No puedo, no logro intentarlo! ¡Soy un réprobo que no merece la gracia del perdón! –¡Mi amigo! Comprendo que tienes una falsa idea del perdón que Dios concede a sus criaturas, para retirarlas de los despeñaderos del error y el sufrimiento. Sin embargo, ese perdón concedido por el Eterno a los pecadores que somos todos nosotros, que no eres solamente tú, se encuentra en la oportunidad que sus leyes presentan al delincuente, de reparar el mal practicado en el pasado, a través de la práctica del verdadero bien en los días futuros. En el trabajo de reparación realizado por sí mismo en beneficio de su prójimo y por tanto en su propio beneficio, podrás rehabilitarte del estado pecaminoso y deplorable en que te encuentras! No se trata de un perdón gracioso que te vaya a enmendar gratuitamente de los actos del pasado –Te atrae la certeza, hoy como siempre de que posees amigos que te auxiliarán en este proceso de rehabilitación espiritual, con la mayor dedicación para que te puedas redimir a través del culto del deber Basta que los aceptes de buena voluntad y los llames a través de los pensamientos igualmente amorosos, fraternos y obedientes a Dios: volveremos a visitarte en otra ocasión –y de ahí hasta que volvamos a verte, tendrás la oportunidad para reflexionar mejor para que nos sea posible un entendimiento más amplio, para tu beneficio Retomando el fardo de la carne, siempre bajo la asistencia del dedicado mentor, que jamás dejaría a sus médiumns entregados a las peligrosas aventuras del mundo invisible, durante un desprendimiento letárgico, aún nos recordamos de lo que nos iba diciendo, completando la lección del momento, que todo lo visto y escuchado lo escribiésemos para enseñanza general: 1. Que los estados espirituales (mentales vibratorios) como los referidos en esta narración, generalmente son insolubles en el más allá, porque aunque entidades culpadas permanezcan en el espacio durante siglos, necesitarán, de cualquier manera y en cualquier tiempo, de varias reencarnaciones sobre la Tierra, como el más eficiente y bendecido recurso para la corrección de nuestro nefasto y culposo pasado 2. Tales existencias se distinguirán por las desventuras, ya que divorciados del bien desde el pasado remoto, tales entidades por sí mismas preparan situaciones irremediables transitoriamente como
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6. tantas observadas en las sociedades terrenas donde la miseria, el dolor y la desgracia desafían toda posibilidad de suavización. En algunas ocasiones espíritus muy endeudados podrán ingresar en niveles sociales algo elevados, reencarnando entre deudores de idénticos desatinos, o entre corazones generosos que se ofrecen a auxiliarlos por el amor a Dios, renaciendo entonces como sería de esperar, enfermizos, nerviosos, retardados, auto-obsesados., etc.. Porque como enfermos psíquicos entenderán que las condiciones traídas del pretérito se traducirán en verdaderos remordimientos y pesadillas seculares para el delincuente en el trabajo de su propia recuperación. Así se arrastrarán hasta que sus condiciones generales les produzcan suficientes valores personales para mayor responsabilidad en las realizaciones que tiene que ver con la construcción del bien que en el ayer destruyeran y degradaran en connubio con el mal. Que tales dramas tendrán como palco la propia Tierra, ya que en su ámbito se fortalecieron en el mal, pero igualmente en ese mismo escenario se llevará a cabo su propia ascensión. Para ello es importante la asistencia de sus tutelares ya que las leyes divinas aplican en lo posible su misericordia en esos lamentables casos. Para que un servicio de saneamiento moral, equilibrado y eficiente y que se imponga dentro de la sociedad terrena para poner término a las anomalías y al desorden reinante, con el propósito de que el Planeta se eleve a la categoría de mundo de regeneración conforme lo anuncia la Doctrina Espírita -es necesario que los siervos del Señor en la espiritualidad, se multipliquen y decididamente propaguen en la Tierra como en el espacio, la moral evangélica y la ciencia como únicas vías capaces de elevar el sentimiento y la razón del alma humana lo que conduzcan hacia una remodelación de sí mismo.
Y frente al cuerpo carnal extendido con la apariencia de un muerto sobre el lecho, osadamente interrogamos la noble entidad protectora, y como ya lo anotamos, no le es fácil al médium hacerlo.
Estos hermanos pecadores que visitamos ellos se alimentan, realmente conforme al entendimiento humano? Ya que observamos allí el delicioso almuerzo, como si fuese producto físico terreno?
Nos acarició paternalmente la cabeza, como es su costumbre, invitándonos dulcemente para el retorno de la vida corporal, despertándonos de la letargia, respondió sonriente y bondadoso,
recordando el diapasón de la respuesta del Maestro Nazareno a las indagaciones del senador Nicodemus, que lo visitara durante la noche:
— Oh! Tú te consideras médium Espírita y desconoces tan importante tesis doctrinaria? No leíste por ventura los códigos recopilados por Allán Kardec hace más de un siglo y dados a conocer públicamente procura releerlos con atención y encontrarás respuestas a tus preguntas. Tenemos la responsabilidad por exigencia de la misericordia el deber de resolver sus necesidades imaginarias que, como espíritu ya no podrán sentir, a pesar de que la mente conserve por su retardo evolutivo, hábitos y costumbres terrenas –y lo haremos de buen gusto para que reequilibren sus impresiones, reconfortándolos, apaciguándolos para el advenimiento del verdadero raciocinio, dando como resultado la adaptación al estado espiritual. Al día siguiente, impresionada, iniciaba nuevas consultas a las citadas obras, en búsqueda de una base para lo que acababa de suceder y en efecto, encontré las respuestas a mis preguntas dirigidas inicialmente al desvelado instructor, sirviéndonos de tesis para éstas páginas.
Este interesante artículo, tiene como finalidad, demostrar como la mente humana en desequilibrio, llega a figurar y materializar formas pensamiento, haciéndolo víctima de sus propias creaciones mentales, y en muchas ocasiones sin tener consciencia de su real situación espiritual, pues aún se imaginan viviendo en el mundo físico.
A continuación transcribimos unas páginas de Joanna de Angelis titulado:
CALAMIDADES:
Con regular frecuencia, en algunos sectores de la tierra se suceden diversas catástrofes que dejan rastros de sangre, luto y dolor, como un vehemente convite para la meditación del hombre. Como consecuencia natural de la ley de destrucción que causa la renovación de las formas y faculta la evolución de los seres, que siempre consigue producir impactos, gracias a la fuerza devastadora de las que se caracterizan. Cataclismos sísmicos y revoluciones geológicas que irrumpen voluptuosamente en forma de terremotos, maremotos, erupciones volcánicas obedecen al impositivo de las adaptaciones, acomodaciones y estructuración de las diversas camadas de la tierra, en su transito de mundo expiatorio para mundo de regeneración.
Tan desesperantes eventos imponen al hombre descuidado a la meditación y la sumisión de la voluntad Divina; trayendo como resultado las transformaciones morales que lo incitan a la elevación. Mirados bajo el punto de vista espiritual esos flagelos destructores tienen objetivos sanativos removiendo las pesadas cargas psíquicas existentes en la atmósfera, que el hombre elimina y aspira, en continua intoxicación. Indudablemente trae muchas aflicciones por los daños que se demoran en reposición después de la extinción de las vidas arrebatadas colectivamente, dejando marcas de difícil remoción, que se imprimen en el carácter, en la mente y en los cuerpos de las criaturas. Otras calamidades como la gripe avial V. I. H. conflagraciones y otros desastres de gran magnitud, son la resultante del atraso moral e intelectual de los habitantes del planeta que, por lo menos, les constituyen desafíos, que en el futuro pueden remover o de ellos percatarse. Las edemas y epidemias que barrían el planeta en el pasado continuamente y con daños incalculables, en gran parte son hoy, capitulo superado gracias a las conquistas provenientes de la revolución tecnológica y de la abnegación de numerosos científicos que se sacrifican para la salvación de las colectividades. Y muchas otras que aún constituyen verdaderas catástrofes, caminan para oportunas victorias del ingenio y de la perseverancia humana. Hay también, aquellas resultantes de la in previdencia, de la liviandad, por medio de las cuales el hombre irresponsable se autopune, mediante los rigores de los sufrimientos provenientes de las desencarnaciónes precipitadas, a través de violentos siniestros y funestos sucesos
Parecieran innecesarias e injustas las aflicciones colectivas que arrebatan a buenos e injustos, esto si mirásemos precipitadamente, desconociendo la ley de causa y efecto. Por esto es conveniente, reflexionar sobre la justicia de las leyes Divinas que apela a métodos purificadores y de liberación, de los cuales infractores y defraudadores de las leyes y del orden no se pueden sustraer o evitar. Grupos de vándalos que se embriagan en el desorden y la usurpación: Bandos de inveterados agresores que se identifican en masacres y acciones de tierra arrasada, corsarios y todo tipo de piratas soldadesca mercenaria, impiadosa y avasalladora, que se ensaña salvajemente en la inocencia inmolada; incendiarios voraces de hogares y semilleros, en hordas nefastas y continuas; grupos armados ilegales bárbaros exterminadores, que todo asolan a su paso; cómplices y seviciadores de victimas inermes que les padecen las constricciones dañinas; Investigadores y científicos impenitentes, empedernidos por las incesantes experiencias macabras de que se nutren fríamente; legisladores sádicos e injustos que se sacian en las generaciones débiles
que estropean; conquistadores arbitrarios, carniceros, que subyugan poblaciones nobles, tornando sus victimas en cadáveres insepultos, mientras se banquetean en sangre y estupor; mentes vinculadas entre si por extrañas amarras de odio, celo y envidia que incendian pasiones, todos estos son reunidos nuevamente en vidas futuras, atravesando los portales de la inmortalidad, a través de rescates colectivos, como igualmente se felicitaran, destruyeran, escarnecieran, aniquilaran, y vencieran a los que encontraban en su camino considerados como impedimento a su ferocidad y barbarie. Todos los delincuentes vienen en el concierto Cósmico de la vida, sirviendo también de escarmiento para los demás, que no obstante se conmueven ante las desgracias que los sorprenden, cobrándoles las graves deudas; algunos por su inmadurez aún prosiguen desarreglados, en actitudes infelices sin que les hayan constituido lesiones valiosas, capaces de convertirse en motivo de transformación interior. Hombres que venden la honradez y saben que determinadas calamidades tienen origen en sus mentes y manos. Sin embargo, ignorados por la justicia humana no se sustraerán a la consciencia Divina que les exigirá retorno al proscenio en que se hicieran criminales. . No constituyen castigos las catástrofes que chocan a unos y arrebatan a otros, más bien, significando justicia integral realizada. En cuanto el egoísmo gobierne a los grupos humanos y esparza sus torpes semillas, a manera de presunción, de odio, de orgullo, de indiferencia a la aflicción del prójimo, la humanidad probará lo ardiente del desespero y de las colectivas lágrimas, en llamados severos a la identificación como el bien y el amor, a la caridad y al sacrificio. Por la técnica ha podido superar y remover varios factores de calamidades; por las conquistas morales conseguirá poco a poco, suplantar las exigencias transitorias de tales in junciones redentoras. No bastando las legítimas concepciones de ajustamiento espiritual, las calamidades hacen que los hombres recuerden el poder indómito de fuerzas superiores que los llevan a ajustarse a su pequeñez y emularse para el crecimiento que les espera.
COMPLEJOS PSIQUICOS
«Por lo general, se define a la materia como aquello que posee extensión, lo que puede impresionar nuestros sentidos y lo que es impenetrable ¿Son exactas tales definiciones? –Desde vuestro punto de vista ello es exacto, porque no habláis sino conforme a lo que conocéis. Pero la materia existe en estado que os son desconocidos. Puede ser, por ejemplo, tan etérea y sutil que no produzca ninguna impresión sobre vuestros sentidos. Sin embargo, sigue siendo materia, aunque para vosotros no lo sea. (Allan Kardec EI Libro de los Espíritus. Pregunta o. 22)
En el año 1.958, un pariente mío a quien en éstas páginas trataré con la letra C., se enfermó gravemente y los médicos consultados declaraban que se trataba de úlcera en el Duodeno. Fui llevada del estado de minas Gerais, donde entonces me encontraba, con el fin de auxiliar con el tratamiento al enfermo, inicialmente constaté que más allá de la enfermedad psíquica diagnosticada por los médicos, existía aún, en la persona de C.las influencias psíquicas deletéreas, de dos entidades desencarnadas sufridas. Yo distinguí fácilmente que éstas le agravaban la salud, observando a los encarnados a través de la clarividencia en el preciso lugar del aposento particular de C. una de ellas, curiosamente se observaba acostada en el piso sobre una vieja estera y una almohada rota y sebosa, sin funda y cubierta con unos miserables andrajos de cobertor.
La segunda entidad se trataba del espíritu suicida de un primo de C. cuyo nombre era Adán, quien en años anteriores ingirió insecticida y a pesar de haber residido en otro Estado de la República y no siendo muy afín con C. había tomado la determinación de habitar en condición de espíritu en la casa de C, fue cuando yo lo observé en situaciones criticas de suicida contorsionándose en dolores y sufrimientos violentos tales como vómitos, constantes tos, sofocaciones, asfixias, desesperantes aflicciones, alucinaciones, etc. Con tales complejos impactaba fluídicamente al enfermo, que exteriorizaba los mismos síntomas agravándole en su problema de salud. Pues el enfermo era un médium absolutamente afín con los espíritus suicidas, yo no sentía, anormalidad en el contacto con las dos entidades, limitándome apenas al fenómeno de la clarividencia. Sin embargo la entidad suicida fue retirada fácilmente por la acción de la caridad espiritual en conjunción con la caridad terrena y encomendándose a una sesión del "Grupo Espirita MEIMEI" de Pedro Leopoldo, en Minas Geraís. Comunicándose éste de manera ostensiva, a través del fenomeno de incorporación en uno de los Médiums del grupo presentando todas las
particularidades de su propia personalidad y del genero de muerte en la expresión de suicida. Manifestándose con tos, vómitos y asfixia. Es de aclarar que el Médium desconocía las condiciones del comunicante que también fue visto por los c1arividentes haciendo descripciones minuciosas, además de haber sido observada y descrita en detalles en la facultad del clarividente Médium Francisco Cándido Xavier, que igualmente desconocía la existencia del suicida y los lazos de parentesco que tuviera con C. Entre otras cosas la segunda entidad arriba mencionada no fue retirada y continuaba siendo observada por mí frecuentemente. Materializada y exteriorizando singulares particularidades tratándose del fantasma de un hombre de raza negra, aparentando cuarenta años de edad, alto y corpulento, con una obesidad que indicaba enfermedad grave. Pues se apreciaba atacado de hinchazón general, como quien padeciese grandes molestias renales. Sus visibles pies estaban descalzos y se mostraban impresionablemente hinchados. También se dejaba ver pobremente trajeado. Mi pariente C., residía en una casa recién adquirida en Río de Janeiro, casa que fue reformada por el anterior propietario y por ésta remodelación tomó aspecto valioso y agradable. Esa casa se construyó sobre el terreno donde anteriormente existiera una humilde choza que fue demolida para la nueva construcción. Por eso en mis constantes trances mediuúmnicos de clarividencia o quizá de facultad psíquica, siempre observaba la choza en vez de los jardines con sus bonitos árboles frondosos y el piso de cerámica y cemento, a cambio de esto siempre mirando un terreno pobre en ruinas con canteras de hortalizas resecas y algunas pocas gallináceas además de utensilios inservibles esparcidos por todas partes. Algunas plantaciones ya arruinadas se dejaban ver, tales como: hortalizas sobreponiéndose a todas por la cantidad de arbustos y hierbas medicinales sujetas con estacas de guadua. Comprendí que allí existía próspero minifundio plantado con los mencionados especimenes habiendo entrado el bien en decadencia por circunstancias que por el momento no me fue posible comprender. Dos o tres gallos de pelea iban y venían por el terreno escarbando y cacareando. Basura amontonada en un rincón y señales sospechosas de fuego en círculo que indicaba el arrumadero de las plantas, y además parecía que el habitante de la choza fuera dado a las prácticas de la quimbanda. Un negro aun joven corpulento y simpático cuidaba de especimenes con muchos cuidados, amarrándolas con tiras de fibras vegetales sobre las estacas. Usaba camisa blanca andrajosa, pantalones oscuros con mucho uso y sucias de tierra, sombrero de fieltro viejísimo con una apariencia de
extrema pobreza y decadencia. Pies descalzos, hinchados, como atacados de elefantiasis, en cuanto el cuerpo relucía deformando por la hinchazón. Con la continuación del fenómeno en las noches subsiguientes, y con la orientación del espíritu guía Charles, fue informada de aquella entidad que se llamaba Pedro, y cuando encarnada, residía en la choza, y que ahora en la condición de desencarnado continuaba en el mismo local, ahora fijando el pensamiento en el pasado escenario construyendo a su alrededor y para su disfrute o su infortunio, por la fuerza de tanto recordar siendo por lo tanto su ambiente inmediato o sea los tipos de creaciones mentales sólidas, idénticas a las analizadas por el profesor Ernesto Bozzano, en su interesante libro la crisis de la muerte ese escenario a mi me causaba la ilusión de la más positiva realidad. A pesar de que solamente eran creaciones mentales, inspiradas en las recordaciones fuertes del pasado, sobre la materia quintaesenciada, o fuerza cósmica universal, diseminada como sabemos, por todas partes. Comprendí que insólita confusión se estableciera en el entendimiento del pobre espíritu, que a pesar de la reforma general de la casa y el terreno aún continuaba viviendo en su amada choza, lo que equivale a decir, que, creando él mismo su ambiente, a través de las recordaciones fijadas en la mente, residía como espiritu, entre nosotros los moradores del nuevo predio, al paso que este se acostaba en su vieja estera, yo lo distinguía acostado en el piso del propio dormitorio de C . Tal era la serie de sufrimientos físicos que alcanzaran al llamado Pedro cuando encarnado, que ahora su mente traumatizada y sus vibraciones también perturbadas transportaban para el periespíritu los complejos del estado de encamación, conservando por eso mismo, las apariencias de la antigua enfermedad, y los sufrimientos anteriormente padecidos. La anomalía en el volumen de su cuerpo y su periespíritu, solamente eran ecos mentales de la hinchazón que le atacara el cuerpo carnal, proveniente de la dolorosa enfermedad de riñones, que degeneró en terrible cáncer que le invadió totalmente las entrañas, causándole el deceso físico. Viviendo del producto de su pequeña huerta y después víctima por la inclemente enfermedad se tomó aun más miserable desencarnando en terrible miseria; se trataba como se ve, de un pobre ser demasiado ignorante y no propiamente malo. Motivo por la cual era difícil convencerlo del estado anormal en que vivía debido a su pequeña capacidad de comprensión. Charles manifestó: –Será necesario socorrerlo para él bien de él y todos vosotros, te lo entrego para que lo ayudes, los Médiums son colaboradores de los mentores espirituales y debe aprender cuanto antes los servicios comunes a la vida espiritual, porque éstos reciben mucho auxilio para facilitarnos el desempeño.
–El amigo en cuestión apenas necesita de amor y caridad. Los Médiums deben ser forzosamente habilitados antes que cualquier otra persona. Sobre todo para esos efectos ciertamente humanitarios. Si los Médiums no trabajan es porque no quieren. Por lo tanto era necesario que yo orientara y adoctrinara a ese espiritu sin promover ninguna sesión mediúmnica en centro alguno. Había que posibilitarle mayores esclarecimientos en su verdadero estado espiritual, que el aún no conocía, ni podía vivir, debido a las precarias condiciones vibratorias en que se encontraba. El trabajo se debía realizar dentro del trance del desdoblamiento como es de costumbre en el individuo, donde el esclarecimiento personal es hecho de manera natural durante conversaciones amistosas o en aulas para los más afines, y no con sutilezas transcendentales como en la mayoría de las sesiones mediúmnicas terrenas. No me atemoricé, pues todo me parecía natural, y aún me recuerdo la primera vez que me enfrenté con la entidad en cuestión, pudiéndole hablar en la manera de poder iniciar la tarea que me fue confiada. Todo empezó así: — Buenos Díaz, Pedrito. ¿Como la ha pasado usted? Exclamé, saludando la entidad. Es de notar que las escenas que se exponen se desenvolvían durante la madrugada cuando ya el sueño magnético, es profundo, estando el cerebro ya descansado de las impresiones del día y ya libre de interferencias. Sin embargo, jamás presencié oscuridad. Por el contrario me sentí iluminada como por la claridad del plenilunio, lo que hace suponer que se trataba de la propia luz del mundo invisible. Gracias al importante fenómeno mediúmnico, yo actuaba con naturalidad y saludaba al habitante del más allá diciéndole –buenos días amigo, nombrándolo con el diminutivo lo que a los desencarnados de situaciones sufridas les causaba sensibilidad. Oyendo el saludo la entidad sonrió, satisfecha comprendiendo yo que me suponía una nueva vecina de aquellas que le compraban las pobres hortalizas o que le llevaban las pequeñas dádivas que le auxiliaban en su miseria, y así respondió: –Buenos días señora… siga con la gracia de Dios … no estoy nada bien señora, como puede ver cada día estoy peor .. . –Veo que usted no esta muy bien sin embargo trabaja así ¿quiere que yo le ayude a amarrar las plantas en las es
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