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Con la Biblia en la mano (página 2)

Enviado por Osvaldo Portillo


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        No podemos dudar que estos Santos que ahora están con el ALTÍSIMO pueden interceder por nosotros como hizo Moisés al hablar con Dios para aplacar su ira, invocando a los santos Abraham, Isaac y Jacob (Ex.32, 13-14) Los santos están en el cielo y nos salvaremos si hacemos lo que ellos hicieron: Imitar a Jesús. El santo intercede por nosotros ante Jesucristo y es Dios quien concede la gracia.

        "Hacer oraciones, peticiones, súplicas y acciones gracia por todos los hombres es bueno a los ojos de Dios, Nuestro Salvador" (1Tim.2, 1-3)

         Los santos están en el cielo…Lo dice el Apocalipsis cuando habla de una multitud de santos que asisten al trono del Cordero y que sus oraciones suben a Dios como incienso (Ap.5, 8; y 8, 3-4)  El culto que se rinde a la Virgen y a los santos es de honra y respeto y en ningún caso de adoración. Dios es Dios de vivos y no de muertos, porque todos viven por él (Lc.20, 38) No existen "clases de santos", como dicen algunos "hermanos", al referirse a los santos de la gran tribulación y a los santos de la Iglesia. Dios no hace distinciones y todos los santos son iguales para El:  "Sean santos porque yo soy Santo" (1Pe.1, 16; Lv.19, 2)

      La Iglesia tiene la potestad dada por Jesucristo su fundador, de decidir y definir doctrinas, aunque éstas no estén en la Biblia "Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo" (Mt.16, 19) y este dogma de los santos no contradice nada bíblico.

       Estamos en comunión con los santos, porque los verdaderos cristianos formamos entre sí un solo Cuerpo y el bien de unos se comunica a otros. "Si el pan es uno solo y todos compartimos ese único pan, todos formamos un solo cuerpo" (1Cor.10, 17)

      Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir,   los que peregrinan en la tierra, los que se purifican después de muertos y los que gozan de la eterna bienaventuranza celeste, porque todos se unen en una sola Iglesia. Y creemos que en esta comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones y nos conceden las gracias que les pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Pues si es lícito encomendarse a las oraciones de los vivos ¿no lo será invocar a los santos que están en el cielo y más cerca de Dios?..

       El Profeta Josué se arrodillaba frente al Arca de la Alianza para orar junto a los jefes de Israel, hasta largas horas de la tarde (Jos.7, 6) Y Josué no pecaba porque sabia que el Arca no era un ídolo.

      Las paredes fríamente despojadas y austeras de los "hermanos" protestantes, no pueden embellecerse más que con frases bíblicas como "DIOS AMA AL DADOR ALEGRE… DAD Y SE OS DARA"…y otras semejantes. Pero entrar a un templo protestante donde no hay siquiera una imagen de Jesucristo, es verdaderamente conmovedor y degradante.

        El "diezmo" que los protestantes hacen pagar a sus miembros, nunca se dio en dinero o monedas, sino en comida y animales (Gen.4, 3-7; Gen.47, 13-18; Lev.27, 30-32) Si alguien quería pagar algo en dinero tenia que pagar el 20% más del valor real del animal o fruto (Lev.27, 30-31) El "diezmo" era para los levitas, viudas y huérfanos (Dt.12,  5-7 y 12, 17; 14, 22-29; Dt.26, 12-14)

        Las sectas protestantes que exigen el "diezmo", tienen que recurrir a mencionar citas de la Antigua Alianza y sobretodo a Malaquías, para hacer creer a la gente que es bíblico, pero no mencionan que eso era para el pueblo judío de Israel, que fue con el que Dios había hecho esa Alianza…y los cristianos no somos judíos… Ellos mezclan las dos Alianzas como si fueran lo mismo. ¿En ratos son cristianos y al dar el "diezmo" son judíos?..

       En el Nuevo Testamento no se menciona dar el diezmo judío. Solo se habla de la "limosna y la caridad". Jesucristo denuncia a los fariseos que pagan el diezmo de la menta, del té y de todas las legumbres, que descuidan la justicia y el amor de Dios y los invita a dar limosna de corazón para quedar limpios (Lc.11, 41; 18, 22)

      Hoy los judíos aclaran que "el mandamiento del diezmo no es obligatorio, pues no cuentan con el Templo de Jerusalem y el diezmo es uno de los preceptos que para cumplirse como el Señor lo mandó, es imprescindible su existencia y funcionamiento. El apartar el diezmo y entregarlo como obligatorio es un mandamiento que el Señor había dictado exclusivamente para los miembros de la nación judía en tiempos en que el Templo funcionaba".

       Las leyes del Antiguo Testamento fueron abolidas en la Cruz; ahora estamos bajo la Ley de Jesucristo (1Co.9, 20-21)

     La Ley del diezmo del Antiguo Testamento fue abolida cuando Cristo murió en la Cruz (Col.2, 14) Pues para que sea válido un Testamento debe morir el testador y el Testamento con la muerte se confirma (Heb.9, 15-17)

       Debemos predicar el Nuevo Testamento sellado con la Sangre de Cristo (Mt.26, 28) y no el que fue sellado con la sangre de animales (Heb.9, 18-20) El Antiguo Testamento habla del Mesías y de lo que sufriría para entrar en su gloria. Empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas y los salmos; Jesús explicó a dos de sus discípulos que se dirigían a Emaús, lo que decían de él las Escrituras (Lc.24, 27)  

     El mandato misionero de Jesús a los once fue: "vayan por el mundo a predicar la buena noticia de mi resurrección, a toda criatura. El que crea y se bautice se salvará, pero el que no crea se condenará" (Mc.16, 16-20)

       Los "hermanos" que acusan a los católicos de "adorar imágenes", eligen el texto del Antiguo Testamento (Ex.20, 3-5), pero los católicos no existían en esa época y esas ordenanzas estaban dirigidas a los israelitas y siglos después de estas enseñanzas de Dios a Moisés, el Señor vino a nosotros en la persona de su Hijo que es la imagen de Dios (Col.1, 15) Moisés nada sabía de la venida de Cristo y nada podía decir de los cristianos y de sus imágenes sagradas.

       Los protestantes que andan siempre con su Biblia bajo el brazo, acusan a los católicos de adorar imágenes y no se han dado cuenta que VENERAR UN LIBRO COMO UNA COSA DIVINA, eso es "adorar una imagen"… La Biblia es un libro material, un objeto, una imagen. Y aunque los textos estén inspirados, no deja de ser la imagen de un libro. Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia una cosa en lugar de Dios. La idolatría consiste en divinizar lo que no es Dios.

      Yo les pregunto a los "hermanos": Si ellos tienen billetes en sus Bancos ¿Por qué no los queman, si todos los billetes tienen imágenes y las imágenes son ídolos?.. Las revistas, las fotos y los CD de música cristiana que venden ¿acaso no tienen imágenes?..La Biblia dice claramente: "No hacer ningún tipo de imagen" (Ex.20, 4) NO HACER…¡Y si la Biblia prohíbe hacer todo tipo de imágenes, entonces comiencen a dar el ejemplo! y desháganse de los billetes y las monedas, de las revistas, del Atalaya, de los Libros Cristianos, los CDs de música cristiana con carátulas, los libros de Hellen Gould, de José Smith, de las fotos de sus parientes, de las estatuas de nuestros héroes en las plazas, de las imágenes en los museos, de nuestra bandera nacional, etc…

        Cuando besas la foto de tu madre, el beso no se dirige al papel fotográfico, sino a tu madre en persona. Cuando el diácono besa la Biblia, no se dirige al Libro, sino al mensaje contenido en él. Cuando un creyente toca la imagen de un santo como demostración de fe, no se dirige a la imagen, sino al santo en persona; Jesús admira la fe de la mujer enferma con hemorragias que tocó su manto (Mt.9, 20-21) Desde que Cristo se hizo imagen visible de Dios invisible, es lógico que lo representemos para darle culto.

        Los textos de la Biblia que prohíben hacer imágenes de ídolos son para los israelitas del Antiguo Testamento, por el peligro que tenían de caer en idolatría como en los pueblos vecinos. ¡Estas Leyes ya no valen hoy!.., como tampoco valen otras leyes del Antiguo Testamento como la circuncisión, la pena de muerte para los adúlteros, el diezmo, etc…Los mandamientos "no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás" (Ex.20. 13-17; Dt.5, 17-21) y cualquier otro que pueda existir, se resumen en éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"(Lc.10, 27; Jn.13, 34)

     Dios ha destruido el documento acusador que nos era contrario (la Ley Antigua) y lo hizo desaparecer con su muerte en la cruz (Col. 2, 14) Ahora estamos bajo la Ley de Jesucristo (Heb.9, 15-17)

      CAP. 6.-

Debemos bautizar a los niños   

      Algunos Luteranos, Presbiterianos y Metodistas, bautizan a sus niños. Pero otras denominaciones protestantes que son muchas, no los bautizan y afirman que "deben bautizarse en su mayoría de edad para que elijan su iglesia, ya que el Reino de Dios es de los niños"…

      El texto bíblico dice "El Reino de Dios es de quienes son como niños" (Mt.19, 4) ¿Y si en ese tiempo, por alguna razón el niño muere, podrá entrar en el Reino?.. Jesús le dice al judío Nicodemo: "No puede entrar en el Reino de Dios, quién no nazca del agua y del Espíritu Santo" (Es decir, quién no se bautice) (Jn.3, 4-5) 

      En la Biblia no se prohíbe el bautismo de los niños. Pablo bautizó a la familia de Esteban (1Cor.1, 16) y en una familia hay niños. También bautizó a la familia de una señora Lidia (Hch.16, 15)  El carcelero de Filipos recibió el bautismo con todos los suyos (Hch.16, 33)

      La Biblia aclara: "Mientras el heredero es menor de edad, está bajo tutores y administradores, hasta el tiempo fijado por el padre" (Gal.4, 1-2) La Iglesia Católica pide a los padres que bauticen a sus niños.

      La circuncisión judía es similar al bautismo cristiano y este rito se aplicaba a los niños a los ocho días de nacidos y se les daba el nombre elegido por los padres (Lc.2, 21; Gen. 17, 12; Lev.12, 3) En el Bautismo cristiano el niño renace en el Espíritu Santo y recibe el nombre otorgado por los padres, con el ritual llamado "Circuncisión de Cristo", que lo libera de la condición pecadora (Col.2, 11-12)

      IMPORTANTE: La Iglesia Católica, enfrentada a la práctica del aborto y al descenso constante del número de bautizos, tras meses de laboriosas reflexiones respecto a la existencia del Limbo y a los niños sin Bautizar, resolvió que: "el Limbo no existe y las almas de los niños muertos sin bautizar van al cielo" y en un documento firmado por el Papa Benedicto XVI, la Comisión Teológica Internacional del Vaticano concluyó que hay bases teológicas y litúrgicas serias para creer que cuando mueren los bebés sin bautizo, se salvan. Y el Sumo Pontífice con su autoridad otorgada por Jesucristo a Pedro y sus sucesores, aceptó y firmó dicha resolución. El Cardenal Ratzinger, antes de ser nombrado Papa, ya se había declarado "a título personal" partidario de abandonar la hipótesis del Limbo, que en latín significa "límite o borde".

       Millones de madres atormentadas que permanecían sin la certeza de saber si sus bebés sin bautizo serían aceptados en el Paraíso, ahora pueden estar tranquilas que sus bebés están en el cielo junto al Señor.

      CAP 7.-

Jesucristo está en la Hostia Consagrada

      Si creemos que Jesucristo está realmente presente en el pan y el vino (en el sacramento de la Eucaristía), es porque Él así lo afirmó en la Ultima Cena y el Señor que es la Verdad no miente (Lc.22, 19-20) Si Dios Padre Todopoderoso no pudiera hacer que Cristo esté presente en la Hostia consagrada por el sacerdote (Mt.19, 26) entonces todo lo que dijo y quiso Jesucristo no tendría valor.

       Creemos que del mismo modo que el pan y el vino consagrados por el Señor en la Ultima Cena se convirtieron en su Cuerpo y en su Sangre y que iban a ser ofrecidos por nosotros en la cruz, así también el pan y el vino consagrados por el sacerdote en cada Misa, se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo glorioso y reinante en el cielo;  y creemos que la misteriosa presencia del Señor, bajo lo que sigue apareciendo a nuestros sentidos igual que antes, es una presencia verdadera, real y sustancial. Y sigue presente después de la Eucaristía en el Sagrario, que es el corazón viviente de cada una de nuestras iglesias. Sabemos que Jesús está en la Hostia resucitado y los cuerpos resucitados no se ven y no pesan sin un favor especial de Dios.

        El mérito de la fe está en creer en lo que no vemos.

"La fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve" (Jn.20, 29; Heb.11, 1) El pan y el vino consagrados no son un simple símbolo del Cuerpo y la Sangre de Cristo, sino una comunión real y auténtica con el Cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Cristo (1Cor.10, 16) Una realidad transformada por el Espíritu Santo. 

        Algunas sectas protestantes, en una burda imitación del sacramento de la Eucaristía "comen el pan y beben la sangre de Cristo". Y no se dan cuenta que al hacerlo sin un sacerdote encargado de consagrar las especies sacramentales del pan y el vino, se hacen reos del Cuerpo y la Sangre de Cristo (la sangre la reemplazan por agua o jugo de uva porque afirman que no beben vino) "Quién coma el pan  o beba el Cáliz del Señor indignamente, peca contra el cuerpo y la sangre del Señor" (1Cor.11, 27-29)

       Los Pastores protestantes niegan los Sacramentos porque no tienen el poder divino para administrarlos y tratan de hacer creer a sus seguidores, que fueron inventados por la Iglesia, pero fueron instituidos por Jesucristo.  (Ver Cap.11)

      CAP. 8.-

Jesucristo, único mediador 

      Jesucristo es único Mediador entre Dios y los hombres porque se entregó a sí mismo como hombre, en rescate por todos. Murió por nuestros pecados pagando por ellos y nadie más ha muerto por nuestros pecados para unir a Dios y los hombres (1Tim.2, 5-6; Heb.9, 15)

       Muchos tratan de quitarle esta misión de mediadora a la Iglesia de la cual Cristo es la Cabeza (Col.1, 18) Y como el pecado vino de la desobediencia de un hombre, el único que podía  redimirlo debía ser un hombre y Jesucristo es Mediador en su función como hombre; y como Dios es Cabeza de la Iglesia.  En este sentido Jesucristo es el único Mediador que entregó su vida para ganar la libertad de todos. Y el único Camino para llegar al Padre (Jn.14, 6)

           Pero en otro sentido y sin desmerecer la Mediación de Jesucristo en su real significado,  nosotros también podemos ser "mediadores" (con minúscula) orando por nuestros hermanos enfermos (Stg.5, 14-16) También podemos invocar a los santos en oración, que viven con Jesucristo y son nuestros prójimos, para que nos ayuden a interceder por nuestras necesidades (1Tim.2, 1-4) Y esta intercesión no interfiere ni disminuye la Mediación de Cristo y se aplica a los santos (Ap.5, 8)

      ¿En qué se basan las sectas fundamentalistas para decir que es malo pedirle a los santos?..

     En 1Tim.2, 3-5 se habla de Mediador de "salvación" y los católicos no creemos que los santos "nos salvan" sino que interceden por nosotros. También los ángeles interceden presentando nuestras oraciones al Altísimo (Tob.12, 12 y 12, 18) El capitán de Capernaum sirvió de mediador por su criado (Mt.8, 5) Los hombres que llevaron al paralítico ante Jesús (Lc.5, 18 s.)  En el Antiguo Testamento, Moisés invocó a los santos Abrahán, Isaac y Jacob para salvar a su pueblo y aplacar la ira de Dios (Ex.32, 13) Judas Macabeo oró por sus soldados muertos para que el Señor les perdonara sus pecados (2Mac.12, 42) Pero que mejor ejemplo es nuestra Madre la Virgen María, por cuya intercesión su hijo Jesucristo hizo su primer milagro convirtiendo el agua en vino en las bodas de Caná (Jn.2, 1-5) María es la única criatura que puede acompañarnos en la oración porque Dios la hizo nuestra Madre y depositó en ella toda la misericordia que nos reservaba. Los apóstoles oraban con ella en el Cenáculo y recibieron el Espíritu Santo (He.1, 14)

       Los "hermanos" protestantes le piden muchas veces al Pastor que ore por ellos y el Pastor hace "oración de sanación". Y esto ¿no es acaso mediación por ellos?.. 

         CAP. 9.-

Los libros de la Biblia

      La Biblia no la hicieron los Protestantes sino la Iglesia Católica. En el año 393 y 397 (cuando todavía no aparecían los Protestantes) hubo reuniones de Obispos en Hipona y Cartago y allí definieron cuales serían los Libros que la Biblia debería tener y fijaron oficialmente el Canon Bíblico (catálogo de los Libros sagrados).

      En el año 1517 Martín Lutero se separó de la Iglesia Católica. Y entre los muchos cambios que introdujo para formar su nueva iglesia, estuvo el de tomar el Canon breve de los judíos de Palestina que tenía 39 libros del Antiguo Testamento (los judíos no son cristianos);  algo muy extraño porque iba en contra de una larga tradición de la Iglesia Católica que viene de los apóstoles. Los siete libros que rechazaron los protestantes y que declararon "apócrifos" son: Tobías, Judit, 1o. y 2o. de Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y el de Baruc. 

       Los cristianos contamos durante más de 1.500 años, con los 46 libros sagrados del Antiguo Testamento. A Lutero le molestaban los 7 Libros escritos en griego y que no figuraban en lengua hebrea. Y ante esta situación los Obispos de todo el mundo se reunieron en el famoso Concilio de Trento y fijaron definitivamente el Canon de las Escrituras (catálogo de los Libros sagrados auténticos) en 46 libros para el Antiguo Testamento y 27 para el Nuevo Testamento.

       Los protestantes y muchas sectas nacidas de ellos, comenzaron a usar el Canon de los judíos palestinos que no son cristianos y que tenía solo 39 libros del Antiguo Testamento. Usan una Biblia incompleta ya que los Libros "apócrifos" que mencionan, son Libros inspirados por el Espíritu Santo.

       Pero en el año 1947, los arqueólogos hicieron un descubrimiento tan importante que cambió totalmente el criterio equivocado de los protestantes:

      Fueron encontrados en Qumram (Palestina), escritos muy antiguos y entre ellos los libros de Judit, Baruc, Eclesiástico y 1o. de Macabeos, escritos en hebreo y el libro de Tobías escrito en arameo. El argumento de no aceptar estos libros por estar escritos en griego, ya no es válido para ellos. La Iglesia nunca aceptó estos argumentos por considerarlos libros inspirados, pues goza de una base histórica y doctrinal, que muy razonablemente la presenta como la más segura.

        En los últimos años, hay de parte de muchos protestantes, una actitud más moderada de parte de estos libros y han editado la  Biblia ecuménica "Dios Habla Hoy" de las Sociedades Bíblicas Unidas, con los 7 libros llamados Deuterocanónicos. Han ido comprendiendo que ciertas doctrinas bíblicas como la resurrección de los muertos, el tema de los ángeles, el concepto de retribución, la noción de purgatorio, empiezan a aparecer ya en estos 7 libros tardíos. Se han dado cuenta que hay un salto muy grande hasta el Nuevo Testamento (más o menos una época de 300 años sin libros inspirados) Estos 7 libros revelan un eslabón perdido hacia el Nuevo Testamento. Las enseñanzas de estos escritos muestran una mayor armonía en toda la Revelación Divina y la Verdad completa.

         La fe cristiana no es una "religión del Libro". El cristianismo es una religión de la "Palabra de Dios". No de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo. Para que las Escrituras no queden en letra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por el Espíritu Santo nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas (Lc.24, 45)

         Toda Escritura está inspirada por Dios…a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer el bien (2Tim.3, 16) y debemos buscar en ellas el mensaje de Dios a su pueblo y no un pretexto para la especulación personal. El mismo Espíritu Santo que dirige a la Iglesia Católica es el que ha inspirado a los autores bíblicos y la Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita.

         Los "hermanos" estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas la vida eterna y no aceptan las enseñanzas de Jesucristo en su Iglesia para tener vida (Jn.5, 39-40; Lc.11, 23)

       CAP.10.-

Apocalipsis, una forma de escritura

       Para la mayoría de la gente, la palabra APOCALIPSIS es sinónimo de catástrofe, destrucción y fin de mundo. Muchos quieren encontrar en este Libro una descripción del cataclismo que ha de poner fin a nuestra historia. Estas erradas ideas basadas en la ignorancia bíblica y apoyadas por las producciones cinematográficas y las interpretaciones tendenciosas que sobre el Libro hacen diversas sectas, provocan en la gente no solo confusión, sino miedo, angustia y desconcierto.

         El mensaje del Apocalipsis es en verdad un mensaje de buenas noticias. Se trata de un conjunto de revelaciones expresadas bajo el género literario apocalíptico, que se caracteriza por la abundancia de simbolismos que hay que descifrar. Es una manera de escribir, que se usaba en aquellos tiempos de Juan, muy semejante al Libro de Daniel.

      Basta una cuidadosa lectura para descubrir el mensaje alentador  y sus bienaventuranzas: "Dichosos los que lean y guarden las palabras proféticas de este Libro" (Ap.1, 3; 14, 13; 16, 15; 20, 6; 22, 7; y 22, 14)

       El Apocalipsis fue escrito más o menos el año 100 después de Cristo. Eran tiempos difíciles para los cristianos, porque el imperio romano perseguía a todos los cristianos que vivían casi escondidos y no podían hablar en público, ni menos escribir y publicar sus cartas. Por eso, el autor de este Libro, para animar a los creyentes, publicó sus escritos clandestinamente y usó una manera de escribir muy misteriosa con signos e imágenes, que solo los entendidos podían comprender. Esta forma de escribir se llamaba "estilo apocalíptico"(de revelaciones) Era una forma de escribir muy común en esa época. Con llamativas imágenes y grandiosas visiones ficticias, el autor quiere explicar la lucha del poder político romano contra los elegidos de Dios (la Iglesia de Cristo) y que se refieren a hechos concretos de esos tiempos.

      En los capítulos 12 y 13, Juan habla de dos tropas que van a combatir; por un lado la mujer (el pueblo de Dios) y por el otro lado el dragón (satanás), con sus dos aliados en la tierra: Una bestia que viene del mar, que representa el poder político romano que persigue a los cristianos y la otra bestia que viene de la tierra y que representa a las falsas religiones que competían con el cristianismo. Esta segunda bestia, la de las falsas religiones, es la que está marcada con el número 666 (Ap.13, 11)

        La manera más acertada de interpretar el "666" es la siguiente:

 La cifra 7 es el símbolo de la perfección (representa en lenguaje actual al alumno que sacó un siete). La cifra 6 es el símbolo de lo imperfecto (representa al que quiso sacar siete y no pudo). La cifra 3 significa la plenitud de algo. Entonces, 3 veces 6, es la plenitud de lo imperfecto, es la plenitud de lo malo. Y en este caso, le vendría perfectamente a Nerón o a Domiciano, que perseguían a los cristianos.

       Algunos herejes aplican esta cifra al Papa, como si Pedro el primer Vicario de Cristo y sus legítimos sucesores, debieran identificarse con los Emperadores romanos que mataban a los cristianos. Esta es una clara señal del odio que guardan en su corazón contra la Iglesia Católica fundada por Jesucristo.

      El Apocalipsis es un Libro de consuelo y perseverancia y no un catálogo de fatalismos y desventuras (Ap.1, 3) y fue escrito para los cristianos que vivían en Asia Menor. Y los números deben entenderse simbólicamente en el tiempo de Dios (2Pe.3, 8)

       Existen grupos que manipulan el Apocalipsis para acomodarlo a sus doctrinas y se atreven a decir que hoy la Bestia es……que el 666 es……que la prostituta es……Pero no quieren reconocer que Juan escribió para los cristianos de ese tiempo, hace más de 2000 años.  La bestia era el Emperador Nerón y la prostituta era Babilonia, donde vivía el Emperador que se hacía adorar como un dios (Ap.17, 1 y 17, 5)

       El Apocalipsis no es un Libro de predicciones futuras, Juan decía que el fin vendría pronto,  que estaba a punto de suceder y que el momento decisivo estaba cerca (Ap.1, 1 y 22, 6-7) y en castellano PRONTO, EN BREVE, CERCA, no significa "en 2.000 años más"…

       Algunos que toman todo al pie de la letra, aseguran que los salvados serán 144.000 (Ap.14, 3) pero, si leen con atención se darán cuenta que estos elegidos son los de la raza judía;  pero también se habla de un gentío imposible de contar, de todos los demás pueblos (Ap.7, 4-9) La salvación cristiana es universal.

       El Apocalipsis es una manera de escribir que no debemos  tomar "al pie de la letra", de la misma forma que no tomamos así los cuentos, las novelas, ni las películas de ficción.

            CAP.11.-

Los Sacramentos, no son solo símbolos

       Martín Lutero decía que "la palabra de Dios (la Biblia), es el santuario que está por encima de lo demás y de hecho, el único santuario del cristiano. La palabra de Dios es el tesoro que santifica todas las cosas".

       Los protestantes quisieran ir con el más depurado anhelo directamente a Dios sin intermediario alguno. Pero continuamente invocan como camino a Cristo la Biblia, libro inspirado, pero al fin libro material.

       No quieren reflexionar lo necesario para entender lo que significa que Dios Todopoderoso haya asumido la palabra humana para que sea Palabra de Dios (Jn.1, 14) La palabra humana asumida a ser Palabra de Dios, anticipa la encarnación del Hijo de Dios en carne mortal: Dios verdadero – hombre verdadero. Sacramento de Dios en el mundo. También anticipa los sacramentos de la Nueva Alianza, que son realidades externas, materiales, pero convertidas por el poder de Dios en el vehículo de los bienes sobrenaturales.

      El protestante nos dice que debemos adorar al Padre ¡en espíritu y en verdad!!! (Jn.4, 23) y ellos creen que eso significa despojar al culto de todos los elementos externos, negar los sacramentos, eliminar las imágenes y quedarse solo con la Biblia. Pero el cristianismo pleno no es la religión de ángeles sin cuerpo ni materia, sino que es la religión del verbo hecho carne. Y si el protestante quiere permanecer en la tierra, no puede prescindir del concepto de sacramento y ha hecho de la Biblia su sacramento de salvación.

      ¿Qué es un sacramento?..Es un signo sensible que confiere la gracia. Es un don divino de salvación, otorgado a través de una forma visible y palpable que concretiza este don.

EL AGUA, convertida en símbolo de purificación interior, no es solo símbolo, sino que tiene la capacidad de lavar, no las manchas corporales, sino obtenernos de Dios una conciencia pura, tal como nos enseña Pedro en el Bautismo (1Pe.3, 20-21)

LA MATERIA, asumida por Cristo al hacerse hombre, ha sido dignificada hasta el punto de convertirse en el vehículo de su Redención (Jn.1, 14)

 LA VOZ DE CRISTO, articulada y material, obraba milagros y sanaba. Jesús le decía al funcionario que abogaba por su hijo: "Vete, que ya tu hijo está sano"(Jn.4, 50) y a la misma hora que pronunciaba estas palabras, el niño sanaba (Jn.4, 51-53)

EL CONTACTO DE SUS MANOS, devolvía la salud. Solía tocar a los enfermos para sanarlos "Esos grandes prodigios obrados por sus manos" (Mc.6, 2)

 SU SALIVA, sirvió para dar la vista al ciego (Jn.9, 6-7) y también para darle voz y oído al sordomudo (Mt.7, 33-35)

 SU SANGRE MATERIAL, la sangre que recibiera de su Madre Santísima, la sangre que venía de generaciones desde Abrahán y David; esa sangre que nos redimió, nos purificó y nos santificó. "Dios aplacado por la sangre derramada en  la cruz" (Col.1, 20) "La sangre de su Hijo, que nos purifica de todo pecado" (1Jn.1, 7) "El que nos ama y nos rescató de los pecados con su sangre" (Ap.1, 5)

      El protestante nos repetirá hasta el cansancio ¡Solo Dios salva!!!Pero lo que está escrito en la Biblia no se puede ignorar: "Cristo nos salva por medio del bautismo regenerador y la renovación del Espíritu Santo" (Tit.3, 5-6) "El que crea y se bautice se salvará, pero el que no crea se condenará" (Mc.16, 16) La fe y el bautismo, el creer y el sacramento. Dos requisitos que nos pone Cristo para salvarnos y no solamente la fe, como ellos creen; los demonios también creen y se estremecen (Stg.2, 19)

      Los sacramentos de la Iglesia son siete:

      EL BAUTISMO fue instituido por Jesucristo, cuando después de su resurrección y antes de subir al cielo, ordenó a los apóstoles: "Vayan por todo el mundo y enseñen a toda la gente bautizándola en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt.28, 19)

      LA EUCARISTIA es el sacramento instituido por Jesucristo en la víspera de su Pasión cuando tomó el pan en sus manos y dijo: "Tomen y coman todos de él porque esto es mi cuerpo",  y dándoles a beber el cáliz, dijo:"Beban todos de él porque esto es mi sangre que será derramada por muchos para el perdón de los pecados" (Mt.26, 28) 

      EL ORDEN SAGRADO lo instituyó Jesucristo para perpetuar el sacerdocio en su Iglesia, cuando dijo a los Apóstoles en la Ultima Cena: "Hagan esto en memoria mía" (Lc.22, 19) y dio a los Apóstoles el poder de ofrecer el Sacrificio de la Misa.

        LA CONFESIÓN la instituyó Jesús cuando se apareció a sus discípulos después de su resurrección y les dijo: "Como el Padre me ha enviado los envió yo también. Reciban el Espíritu Santo. Aquellos a quienes les perdonen los pecados les serán perdonados y aquellos a quienes no se los perdonen les quedarán retenidos" (Jn.20, 21)

         LA CONFIRMACION es el sacramento por el cual se actualiza en cada bautizado el don de Pentecostés y se recibe el Espíritu Santo por   imposición de manos del Obispo (Hch.8, 15)

        EL MATRIMONIO lo instituyó Jesucristo para santificar la familia y El mismo se hizo presente en las Bodas de Caná convirtiendo el agua en vino por petición de su Madre. San Pablo, refiriéndose al matrimonio dice: "Grande es este sacramento" (Ef.5, 31-32)

          LA SANTA UNCION: en la Iglesia primitiva  ya el apóstol Santiago nos dejó un texto muy revelador: "¿Está enfermo alguno de ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia, oren por él y únjanlo en el nombre del Señor. Y la oración hecha con fe salvará al enfermo y si hubiere cometido algún pecado le será perdonado" (Stg.5, 14)

         El culto principal de los católicos es la Santa Misa, llamada también "Eucaristía" o "Fracción del Pan", que se viene ofreciendo en forma ininterrumpida desde la "Ultima Cena" hasta hoy, en todo el mundo.

        CAP.12.-

La imposición de manos del sacerdote

        Aunque el poder de "imponer las manos" fue otorgado por Jesucristo a sus apóstoles, es común ver a los hermanos evangélicos "imponer las manos" a un enfermo y decir que la enfermedad es producto del pecado y que librándonos Cristo del pecado nos libra de la enfermedad. Pero creer que la enfermedad es originada por el pecado, es una gran ignorancia y superstición.

          Ellos citan el texto de Isaías "El estaba cargado con nuestros sufrimientos y soportaba nuestros propios dolores" (Is.53, 4) Pero el Nuevo Testamento aclara: "El cargó con nuestros pecados llevándolos en su cuerpo hasta el madero, para que muertos al pecado vivamos como Dios quiere" (1Pe.2, 24)

           En el evangelio, Jesús impone las manos a los enfermos y cuando envía a sus apóstoles les pide que "impongan las manos" a los enfermos y estos sanarán (Mc.6, 13; 16, 18) Este gesto de "imponer las manos" de los apóstoles, transmite un poder divino para una misión especial de la Iglesia Católica.

           Pablo dice a Timoteo: "Te recomiendo que avives el Fuego de Dios que está en ti por imposición de mis manos" (1Tim.4, 14; 2Tim.1, 6) Pablo recibió la imposición de manos de los Apóstoles (Hch.13, 3) Timoteo impuso sus manos sobre los que escogió para el ministerio (1Tim.5, 12)

 Y así la Iglesia Católica sigue sin interrupción imponiendo las manos y comunicando de unos a otros los dones sacramentales. Cristo revistió a los Apóstoles de sus propios poderes y con esa autoridad los envió al mundo: "Tal como mi Padre me envió a mí, así yo os envío a vosotros" (Jn.20, 21; Lc.9, 1)

         Algunos "hermanos" se toman atribuciones y poderes divinos que la Iglesia no les ha dado y engañan a sus seguidores imitando a los sacerdotes de la Iglesia Católica.  "El mago Simón al ver a los apóstoles que mediante la imposición de las manos impartían el Espíritu Santo, quiso comprarles el poder divino de "imponer las manos", pero sus intenciones eran torcidas a los ojos de Dios" (Hch.8, 18-23) 

        Cristo sabiendo que en el mundo habrían falsos profetas dijo: "Muchos me dirán ¡Señor…Señor!..¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? Pero yo les responderé ¡No los conozco. Apártense de mí, malvados!" (Mt.7, 22) (Las curaciones y los milagros de nada sirven, pues el diablo los utiliza para sus propios fines)

          Cristo dijo: "¡No todo el que diga Señor…Señor!…entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre!…" (Mt.7, 21; Lc.13, 26)  ¿Y cual es la voluntad del Padre?…

       Que sigamos las enseñanzas de Jesucristo por medio de su única Iglesia que es Santa, porque su destino depende más de los designios de Dios que de

la iniciativa de los hombres (Lev.19, 2; 1Pe.1, 15-16)

           CAP.13.-

María, la Virgen de la Profecía

           María es la Virgen de la profecía (Is.7, 14) Nació en Nazaret (Galilea) unos 15 ó 20 años antes del nacimiento de Jesús. Sus padres fueron Joaquín y Ana. Era judía y educada en la lectura de los Libros Santos y en la obediencia a la Ley de Dios. Hizo votos de virginidad como era costumbre en aquellos tiempos y se desposó con José, estando ambos de acuerdo en permanecer vírgenes por amor a Dios.

         Un ángel de Señor se le apareció a María y le comunicó que el Espíritu Santo descendería sobre ella y de ella nacería el Hijo de Dios (Lc.1, 35) En aquel momento Jesús fue concebido en su seno como Hijo de Dios. El ángel del Señor se le apareció a José en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo" (Mt.1, 20-25) Cuando José despertó del sueño hizo lo que el ángel del Señor le había dicho y recibió a su esposa sin tener relaciones carnales, permaneciendo virgen por amor a Dios. El nacimiento de Jesús fue en Belén (Judea) y fue acompañado de numerosas circunstancias que refieren los evangelios de Mateo y Lucas, específicamente.

         En el libro del Corán, que usan los mahometanos, Maria aparece 34 veces; y en el Corán, en la sura 19, que lleva como título "Sura de María", se defiende el honor de Maria como virgen y madre, en contra de las difamaciones de los judíos. Allí se dice que María es el único caso en que una virgen engendra a un gran Profeta por obra de Dios. Ni siquiera de la madre de Mahoma se dice esto. Según el Coran 3,42: "Los ángeles dijeron a María:

  Dios te ha escogido y purificado. Te ha escogido antes que todas las mujeres del universo."

          ¿Maria fue llevada al Cielo sin pasar por la muerte?…

         Sabemos que hay muchas verdades que no están escritas en la Biblia (Jn.21, 25)

         La fe de la Iglesia no duda que María fue llevada al Cielo. Los profetas Enoc y Elías también fueron llevados al cielo sin pasar por la muerte (Gen.5, 24; 2Re.2, 11) Igual que Moisés, del cual nadie ha sabido jamás el lugar de su tumba (Dt.34, 6)

          Y Moisés y Elías fueron vistos por los apóstoles, transfigurados y llenos de gloria, conversando con Jesucristo (Mt.17, 3) y también María ha sido vista en Lourdes y Fátima en 1917, transfigurada y llena de gloria, por testigos legítimos. El cuerpo glorioso de Maria era tan bello que los videntes quedaban extasiados al verla aparecer. María tuvo un cuerpo que no conoció corrupción alguna, ni durante su vida, ni en el sepulcro.

Su Hijo no podía permitir que se corrompiera ese cuerpo que le diera a él la vida adámica y estamos seguros que la llevó al Paraíso sin pasar por la muerte. El cuerpo de María se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo por su Hijo, porque así lo pedía no solo el hecho de su maternidad divina, sino la peculiar santidad de su cuerpo virginal y conforme a su rango como Madre del Rey de Reyes (1Cor.15, 23)

          Pero lo más extraordinario de la Virgen María es que dejó estampada su figura en el manto de Juan Diego en 1531 (Virgen María de Guadalupe) y los más eruditos científicos de la  NASA, Organismo Oficial que ha estudiado el caso, han declarado que la pintura del manto que tiene más de 450 años, no es de origen animal, vegetal o mineral y es totalmente desconocido y se conserva en perfecto estado pese a las inclemencias del tiempo. Llama la atención lo ocurrido el 14 de noviembre de 1921, cuando Luciano Pérez Carpio subió al altar y colocó a los pies de la Virgen María de Guadalupe un enorme ramo de flores en el que escondía una poderosa bomba. Los efectos de la explosión fueron aparatosos: destruyó las gradas de mármol del altar que sostenía la imagen, hizo volar por el aire los pesados candelabros, retorció un gran crucifijo de metal que todavía se exhibe en ese estado, convirtió en polvo jarrones, floreros y vidrios, pero, prodigiosamente la imagen de la Virgen de Guadalupe no recibió ni un rasguño. Más aún, quedó intacto el cristal que la protegía. María ha querido dejarnos un milagro para las diversas generaciones incrédulas. Los enemigos de la Virgen son a veces muy poderosos pero pasan y se hacen polvo.

        ¿Maria es siempre virgen?..

        Una persona virgen es aquella que no ha tenido nunca relaciones carnales y por lo tanto es pura e inmaculada (Lc.1, 34). Y en María se cumple la señal profética que Dios entregó a su pueblo: "Una virgen concebirá y dará a luz al Mesías" (Is.7, 14) Y si "una virgen concebirá" tiene el sentido de que no perderá la virginidad en la concepción y dará a luz. Es decir, sin dejar de ser virgen concebirá y será madre. Y este prodigio le fue concedido por Dios como símbolo físico de su inmaculada pureza moral, para que mantuviese siempre su integridad corporal intacta.

         ¿Maria tuvo más hijos biológicos?..

        Jesús hablaba la lengua aramea y en arameo y hebreo se usa la misma palabra para expresar distintos grados de parentescos y para indicar estos grados usaban la palabra "hermano" o simplemente "pariente" y con esta aclaración, veamos qué dicen las Escrituras:

        "Este es el hijo del carpintero" (Mt.13, 55) Si María hubiese tenido más hijos biológicos leeríamos: "Este es uno de los hijos del carpintero."

         Cuando le dijeron a Jesús que su madre y sus hermanos le buscaban (Mc.3, 32) se referían a su Madre y a los discípulos. Si hubieran sido sus hermanos biológicos le habrían dicho: "Tu Madre y los hijos de tu Madre te buscan."

          Jesús señalando con la mano a sus discípulos dijo: "Estos son mi Madre y mis hermanos" (Mt.12, 49; Jn.20, 17-18; Ro.8, 29)

          Jesús resucitado le dijo a María Magdalena: "Anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes" y María Magdalena se fue corriendo donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor… (Jn.20, 17-18) Cristo llamaba "hermanos" a sus discípulos.

        Decir que María tuvo más hijos biológicos es una herejía que condena la Iglesia. María es madre de un solo Cuerpo por designio de Dios y "lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre" (Mt.19, 6; Mc.10, 9) Dios Todopoderoso la reservó pura y sin mancha para ser la Madre del Verbo Encarnado, Hijo único del Padre (Jn.1, 14)

         ¿La Virgen es Reina del Cielo?..

         El ángel le dijo a María: "Será grande y será llamado el Hijo del Altísimo. El Señor le dará el trono de su antepasado el Rey David. Gobernará por siempre al pueblo de Jacob (Israel) y su reinado no terminará jamás" (Lc.1, 32-33)

          Desde tiempos remotos hasta hoy (España, Inglaterra, etc.),  la madre del Rey se sienta a la derecha de su hijo. La Reina hace peticiones a su hijo y éste no se las niega (1Re.2, 19-20; Sal.45, 9-10) Entonces María es Reina, por ser la Madre del Rey. Maria es autoridad celestial y los cristianos le debemos honor y respeto.

          Nadie puede acercarse más a Cristo que María, a quién de tal manera ha llenado Dios de amor maternal que no respira sino amor y perdón.  

          ¿Maria es nuestra Madre?..

         Jesús en la cruz al ver a su Madre y junto a ella al discípulo que tanto amaba, dijo a su Madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo" y mirando al discípulo, le dijo: "Ahí tienes a tu madre" (Jn.19, 26-27) (Jesús le habló a su Madre como Dios, al llamarla "mujer." "Dios dijo a la serpiente: Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.") (Gen.3, 15) y al discípulo no lo llamó "Juan" y le habló como discípulo. Entonces todo discípulo debe entender la palabra de Jesús como dicha para él. Y todo discípulo debe acoger a María en su casa y recibirla como nuestra Madre Espiritual.

          Los "hermanos" se complacen en un cristianismo frío y desolado, en que han echado del hogar a la Madre, sin sentir siquiera que se quedaban huérfanos. No tienen niños porque no los bautizan y tampoco tienen Santos para conmemorar…

           Nosotros los verdaderos cristianos estamos orgullosos de estar sometidos al imperio de la Virgen María, la cual, a tiempo que posee poder regio, arde de amor maternal para todos nosotros. Antes que aparezca la Iglesia, María ya es santa e inmaculada. Ella le dio a Jesús su sangre, su leche materna, sus rasgos hereditarios, su carácter y su primera educación. Se une a Cristo para formar con él un solo Cuerpo, una sola vida y un solo amor (Mt.19, 6) María es la Hija del Padre Celestial, la Madre del Hijo Único de Dios, la favorecida del Espíritu Santo.

         Dios la eligió entre todas las mujeres del mundo para realizar su designio de salvación.

         Ella creyó en el Señor y acogió la vida de Jesús, lo educó y lo defendió en el momento del peligro; lo acompañó en el anuncio del Evangelio y lo siguió hasta el pie de la cruz. Estuvo con los apóstoles en el Cenáculo para recibir al Espíritu Santo en oración. Entonces debemos amarla y bendecirla como se merece.

         Maria obtiene todo lo que pide al Padre por ser la Hija; al Hijo por ser la Madre y al Espíritu Santo por ser la Esposa.

          Con el pretexto de honrar a Jesús, los protestantes tratan de minimizar el culto a la Virgen, como si la gloria de la Madre fuera en detrimento de la gloria del Hijo.

           Los "hermanos" no pueden comprender que sin María no tendríamos a Jesucristo nuestro Salvador.

          ¿Acaso no quiere Jesús que amemos a su Madre?.. ¿No hizo su primer milagro cuando ella se lo pidió, aunque dijo que aún no había llegado su hora?..Maria siempre nos lleva al Hijo "Hagan todo lo que él les mande" (Jn.2, 5) La devoción a la Virgen María no le quita poder a Cristo, sino que nos lleva directo a él. Los protestantes la respetan pero no la aman; sin embargo Lutero si la amaba, aunque no creía en su Inmaculada Concepción, pero creía en su virginidad perpetua y la llamaba Madre de Dios.

        Nosotros los cristianos le ofrecemos a María una oración que es el Santo Rosario, poderosa devoción para pedir a Jesús una gracia por María.

        El Rosario es un ramo de rosas a María, oración que algunos  consideran repetitiva, monótona y aburrida; y esto se debe a que ignoran lo que la Biblia dice del Rosario. La Biblia nos da tres razones para rezar el Rosario: 

         1.-Dios manda al ángel Gabriel saludar así a la Madre de su Hijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc.1, 28) Y si los siervos de Dios en el cielo deben saludar así a María, ¿los siervos de Dios en la tierra no debemos hacer lo mismo?..

          2.-El Espíritu Santo inspiró alabar a María y a Jesús. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó con fuerte voz: "Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre" (Lc.1, 48) Y si a ti no te nace alabar así a María ¿qué espíritu será ese? (1Jn.4, 1)

          3.-Jesús nos inspira a "orar sin intermisión" (Lc.18, 1) y este mandato se cumple en cualquier oración, pero el Rosario facilita su cumplimiento. Por tanto, el que reza el Rosario obedece al mandato del Padre, la recomendación del Hijo y la inspiración del Espíritu Santo. 

         Algunos dicen que es vana palabrería el "Padre Nuestro" que nos dejó Jesucristo, que se reza antes de cada decena del Rosario ¿Acaso es vana palabrería dar Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo? ¿Acaso es vana palabrería rezar incesantemente el Ave María que repite sin cesar "Bendito es el fruto de su vientre, Jesús… y que ruegue por nosotros los pecadores"?..

         Dicen que es una oración repetitiva, pero esto no es ningún defecto y es la característica de la oración letánica ("Laetus" significa gozo, alegría, regocijo) gozo como el de los ángeles que repetían sin cesar: 

 ¡Gloria a Dios en las alturas!.. Por eso los Salmos son repetitivos. ¿Acaso el Salmo 135 (136) "Amor eterno de Dios" no es repetitivo? Pablo nos dice que cantemos a Dios Salmos, himnos y cánticos inspirados en un corazón agradecido (Col.3, 16)

          María, es la única criatura que puede acompañarnos en la oración como acompañaba a los apóstoles en el Cenáculo (Hch.1, 14), porque Dios la hizo nuestra Madre, porque depositó en ella toda la misericordia que nos reservaba y porque la unió a sí mismo en forma tal que mirándola a ella siempre encontramos la presencia viva del Hijo de Dios.

       ¿Por qué soy cristiano?..

       Porque profeso la religión que Cristo nos dejó en su Iglesia.  Si Cristo me dice: "¡Ahí tienes a tu Madre!.." Como me voy a ir a una iglesia que me dice: ¡No, Maria no es tu madre!.., y que no me deja tener una imagen de ella… Yo soy cristiano porque a Cristo no le gustan las divisiones y quiere que todos unidos formemos "un solo rebaño bajo un solo pastor" (Jn.17, 21) Soy cristiano porque mis padres me bautizaron y los padres quieren lo mejor para sus hijos; algunos heredan dinero y a mí me heredaron la fe, que no la cambio ni por todo el oro del mundo.

      Yo respeto la opinión de los demás, pero Cristo es la Verdad y no la opinión. La opinión lleva a la confusión y a la división y la Verdad a la certeza y a la unidad.

       El sectario primero siembra la duda y la desconfianza, después corta y separa y por último acapara. Un católico ignorante es un futuro protestante.

         Algunos sectarios tratando de descalificar a la Virgen María, afirman que Judit es superior a María, tomando el texto del Antiguo Testamento donde Ozías dice a Judit: "Hija mía, que el Dios Altísimo te bendiga más que a todas las mujeres de la tierra (Jdt.13, 18) Tú eres la gloria de Jerusalén, el orgullo supremo de Israel, el honor mayor de nuestra raza" (Jdt.15, 9) Y aquellos hermanos que no tienen su fe bien cimentada y que no leen bien la Biblia, caen en el engaño y son "convencidos" que Judit es superior a María y de allí nace la aversión a nuestra Santísima Madre. Judith no podía ser superior a Maria, porque Maria todavía no existía.

         Lucas recordará estas palabras del Antiguo Testamento y las ajustará para María (Lc.1, 42) Y analizando detenidamente el texto, vemos que la victoria de Judit que cercenó la cabeza de Holofernes para lograr la victoria contra los asirios, no se puede comparar con la victoria de María, inmune de todo pecado, que "machacó" la cabeza de la serpiente (Ge.13, 15) y que recibió a nuestro Salvador en nombre de toda la humanidad. A ella más que a Judit, le corresponde el himno "Tú eres la gloria de Jerusalem." 

         La devoción a Maria es algo que con razón debemos proteger y conservar. Nada hay de ella de lo que tengamos que avergonzarnos como verdaderos cristianos. Y esta actitud nuestra, hunde claramente sus raíces en la misma palabra de Dios y por supuesto en la misma Tradición de la Iglesia. 

        Si María es inmaculada, lo es por Cristo. Si María es milagrosamente virgen, lo es por Cristo. Si Maria es llena de gracia, lo es por Cristo. Si Maria es llevada a los cielos, lo es por Cristo. Si Maria es asociada a la Redención, lo es por Cristo. Si María es Reina, lo es por Cristo. Toda la razón de ser de María es Cristo. Sería absurda una devoción a Maria sin Cristo. Amar a María es amar a Cristo. Desconocer a María es desconocer a Cristo. Un cristiano sin María es como un hijo sin Madre.

          Los cristianos del Oriente Ortodoxo opusieron como infranqueable valla al protestantismo que tentadoramente se les acercaba, su devoción a Maria; mostrando que resultaba incompatible la devoción a María tesoro intangible, con el protestantismo gélido e iracundo. Católicos y Ortodoxos hemos heredado de la común Tradición antigua, eso que hemos denominado "cristianismo mariano".

         Los protestantes se complacen en un cristianismo desolado en el que han echado del hogar a la madre, sin sentir siquiera que se quedaban huérfanos. Se gozan de una actitud iconoclasta, que aleja de sus ojos la imagen y el color, dejando para su uso una religión en blanco y negro.

         Maria es autoridad celestial y debemos someternos a ella; pues no hay autoridad que no venga de Dios y por tanto, el que se oponga a ella, tendrá que responder (Rom.13, 1; Jn.19, 11)

         "Adán se queja ante Dios: ¡La mujer que me diste por compañera me dio el fruto del árbol prohibido, yo lo comí y caí!.."  Ahora, el hombre puede decir con mucho orgullo: "Esa mujer maravillosa que me diste, me muestra el nuevo fruto bendito de su vientre que trae para mí la vida eterna"

       CAP.14.-

La Iglesia del Dios Vivo    

       Muchos se hacen la pregunta equivocada: ¿Necesito yo una iglesia?.. Pero esa pregunta no es la correcta. La pregunta que debemos hacernos es: ¿QUISO CRISTO UNA IGLESIA?.. Claro, porque lo que nosotros pensemos nada tiene que ver con lo que piensa Cristo. Y el Evangelio ratifica que Cristo realmente quiso una Iglesia. El la fundó, la amó y la formó, prometiendo estar con ella todos los días hasta el final de los tiempos (Ef.5, 25-27) y asegurando que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra ella (Mt.16, 18) Y esta única Iglesia ha durado más de 2000 años y es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

       Otra pregunta que debemos hacernos es: ¿Para qué quiso Cristo una Iglesia?..Y todo va en relación con la misión salvífica del Redentor. Cristo vino a este mundo a salvarnos, pero vivió en Palestina, un lugar muy lejos de donde estamos ahora. Además solo vivió 33 años y si es el Salvador de todos los hombres y de todos los tiempos ¿como nos hace llegar esa Salvación?..Pues, por medio de su Iglesia. La Iglesia no procede de una voluntad humana, sino de un designio eterno de Dios y en ella se concreta el plan salvador del Señor que reúne a todos los hombres bajo una sola Cabeza: Jesucristo. Y la Iglesia es Santa, porque su destino depende más de los designios de Dios que de la iniciativa de los hombres (Lev.19, 2; 1Pe.1, 15-16)

         Cristo fundó y formó su Iglesia para que continuara la misión que él comenzó: La misión de salvarnos, la misión de redimirnos. La Iglesia es la prolongación de Cristo. Es instrumento de salvación sobre la tierra, para todos los hombres. El poder de la Iglesia no le viene de sí misma; le viene de Cristo, su fundador (Ef.5, 25-27)

         La Iglesia Católica es una Organización nacida del amor del Padre, adquirida por la Sangre de Jesucristo y santificada por el Espíritu Santo, para que se acerquen a Dios los que creen en Cristo y sigan sus enseñanzas.

         Algunos cristianos dicen: ¡Me habría gustado vivir en los tiempos de Cristo…Que envidia de María Magdalena, que cuando se sintió llena de pecado se arrojó a los pies de Cristo y le pidió perdón!..  Pero no tenemos nada que envidiarle a María Magdalena. Si queremos el perdón real y auténtico de Cristo, solo tenemos que ir a la Iglesia y allí encontraremos el mismo perdón que encontró Magdalena al tirarse a los pies de Cristo. CRISTO Y LA IGLESIA SON UNA MISMA C0SA (Ef.5, 31-32; 1Cor.12, 12-13) Si me preguntas qué es la Iglesia, te diré que es Jesucristo mismo prolongado y comunicado. Es Jesucristo todo entero. Es Jesucristo en su plenitud. Cristo y la Iglesia, un solo Cuerpo de Salvación (Mt.19, 6)

         Cristo no habría fundado una Iglesia si no la necesitara de esa manera, con ese poder y autoridad que él le dio. Ser Iglesia significa pertenecer al Cuerpo de Cristo.

         En la Iglesia tenemos una Cabeza Visible que es el Vicario de Cristo el Papa, tenemos a los Obispos, los mártires, los santos, la enseñanza fiel de la Iglesia Universal y tenemos a Jesucristo como Cabeza Suprema de su Iglesia. Tenemos al Espíritu Santo Vivificador, Evangelizador y Dador de Vida, tenemos las bendiciones del Padre que derrama todo su amor en sus hijos y tenemos una Madre que es María a quién llamamos "la Bienaventurada" por más de 2000 años.

        La Iglesia fundada por Jesucristo es de origen sobrenatural y divino, como también su enseñanza (Jn.7, 16) Y también es una organización visible, instituida por organismos jerárquicos y comunidad espiritual.

         Jesús no ruega al Padre por el mundo, sino por los que fueron dados por el Padre para que creyeran y dejando de ser mundanos vivieran para el bien de la Iglesia, que es el bien de cada uno, porque cada uno forma parte de la Iglesia, es Iglesia. (Jn.17, 1-11)

         ¡Enséñame la Iglesia que tenga más mártires y santos que hayan dado su vida por Cristo, más misioneros que hayan predicado el Evangelio, más mujeres consagradas al servicio de los más pobres, más de cinco millones de personas de distintos países y distintas religiones que hayan asistido al funeral de un Papa y yo me voy con ella!..

          CAP.15.-

Sectas y falsas iglesias

      <<Cuando lanzamos una rana a una olla con agua hirviendo, ésta salta…Pero si la ponemos en una olla con agua fría que vamos calentando gradualmente, ésta se queda allí… hasta que se cuece totalmente y muere… Si te dicen que todas las iglesias son iguales y que todos los caminos llevan a Dios, te retiras y te vas…Pero si te lo dicen gradualmente con argumentos inventados por ellos y te quedas allí…te convencen y ya estás perdido…>>

       Una vez torcido el modo de pensar de una persona, es muy difícil lograr que piense con la verdad, pues cierra su mente y no razona y no es capaz de exponer argumentos veraces y probarlos. Se transforma en un hombre mundano y terrenal que no quiere oír razones.

       Es común escuchar al Pastor protestante decir a sus seguidores que "el señor lo ha bendecido para guiarlos", pero no puede explicar como, cuando y donde lo bendijo el señor que menciona. "Hablan contando las visiones de su propia imaginación y no lo que sale de la boca de Dios" (Jer.23, 16-18)

        San Pablo nos dice: "Temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así también se perviertan los pensamientos de ustedes y los aparten de la sinceridad y pureza que le deben a Cristo. Porque esos tales son falsos apóstoles, trabajadores mentirosos que se disfrazan de "apóstoles de Cristo". Y no es de maravillarse, ya que si el mismo Satanás se disfraza de "ángel de luz", parece natural que sus ministros se disfracen de "agentes de salvación", pero les espera un final conforme a sus actos" (2Cor.11, 13-15)

          Es común ver como algunos protestantes usan el cuello romano que ha caracterizado siempre al sacerdote católico y solo faltaría verlos con sotanas… este cuello se convirtió en algo exclusivo del sacerdote católico desde el siglo XVII, aunque al principio era una amplia tira doblada que se fue reduciendo, hasta convertirse en una tira blanca de plástico. También se han visto en USA mujeres usando un terno negro y el cuello romano ¿Acaso se trata de una secta de mujeres "sacerdotisas"?.. El 14 de Julio del 2007, fue nombrada por el Gobierno de este país la pastora protestante Juana Albornoz como "Capellana Evangélica" y al observarla en los medios de comunicación, pude observar que se trataba de una mujer vestida con un traje sastre negro usando el cuello romano que usan los sacerdotes católicos y una gran cruz colgando de su cuello al más puro estilo del Obispo católico. Además, se hacen llamar "Obispos" (Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles y los jefes de los Templos Católicos  locales) Me pregunto si estos "hermanos" se disfrazan de "apóstoles de Cristo" o de "agentes de salvación"… (2Cor.11, 13-15)

       ¿O pretenden gloriarse de ser como nosotros, haciéndose pasar por sacerdotes?.."(2Cor.11, 12-13)

        Pero lo más insólito es que los protestantes no creen en el Sacramento del Orden Sacerdotal, que instituyó Jesucristo en la Ultima Cena para perpetuar el sacerdocio en su Iglesia (Mt.26, 26-28; Lc.22, 19-20)

     Solo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación. Nadie tiene derecho de recibir el sacramento del Orden Sacerdotal. Nadie se puede arrogar para sí mismo este oficio. Ni siquiera Cristo se apropió la gloria de ser Sumo Sacerdote. (Heb.5, 4-6)  

        Jesucristo eligió a hombres para formar el "Colegio de los Doce Apóstoles" (Mc.3, 14-19; Lc.6, 12-16) y los Apóstoles hicieron lo mismo cuando eligieron a sus colaboradores que les sucederían en sus tareas (1Tim.3, 1-13; Tt.1, 5-9)  El "Colegio de los Obispos" con quienes los presbíteros están unidos en el sacerdocio, hace presente y actualiza hasta el retorno de Cristo el "Colegio de los Doce". Esta es la razón por la cual las mujeres no reciben la ordenación sacerdotal (Catecismo de la Iglesia Católica: 1577)

        A este Sacramento se es llamado solo por Dios (Heb.5, 4) En el Oriente y Occidente, quien recibe el sacramento del Orden, no puede contraer matrimonio. Quien crea recibir el llamado de Dios al ministerio ordenado, debe someter humildemente su deseo a la autoridad de la Iglesia Católica que tiene la responsabilidad y el derecho de llamar a recibir este sacramento instituido por Jesucristo (Catecismo de la Iglesia Católica: 1578). 

        El culto a la Santa Muerte

         Hay gente que rinde culto a la "Santa Muerte", una costumbre que se ha arraigado especialmente en México, entre cuyos seguidores existen algunos católicos poco informados, que han caído en la ignorancia y el engaño y le están atribuyendo poderes a una entidad que sencillamente no existe, pues la muerte no es una persona; es solo un proceso biológico como el nacer o el crecer, nunca se habla del Santo Nacimiento o del Santo Crecimiento. Los hermanos que siguen esta "devoción" están cometiendo un pecado gravísimo, pues le están atribuyendo poderes a un ente que no tiene ni tendrá jamás; y en vez de poner su confianza en Dios, la ponen en una supuesta entidad que ni siquiera existe. Sus ministros de culto no son sacerdotes católicos y el arzobispo David Romo Guillén, líder del grupo, no fue reconocido por el Papa Juan Pablo II y hasta el momento se ignora si son válidas sus ordenaciones sacerdotales y episcopales y quien las realizó. 

        "Dios no hizo la muerte" (Sab.1, 13; Ez.18, 23 y 18, 32) "La envidia del diablo introdujo la muerte en el mundo y la experimentan los que toman su partido" (Sab.2, 24) "Dios es Dios de vivos, no de muertos" (Lc.20, 38) 

           Cuando un cristiano dice: ¡Esa persona tuvo una  muerte santa!.., se refiere a un deceso tranquilo y lleno de paz y no que la muerte sea Santa…

            En el siglo XVI, con Martín Lutero y su Reforma Protestante, se han dividido en sectas y falsas iglesias, cuya finalidad al parecer es: "pervertir los pensamientos de la Iglesia Católica y apartarla de la pureza y sinceridad que le debe a Jesucristo su fundador", y tratan por todos los medios de descalificarla. Debemos tener cuidado de aquellos que pretenden borrar toda huella de Dios de la sociedad, usurpando funciones y usando ornamentos sacerdotales que la Iglesia no les ha conferido.

        El Obispo español Monseñor Demetrio Fernández encargó a los sacerdotes de su diócesis: "Fomentar el sacramento de la confesión individual de los pecados y no impartir nunca la absolución colectiva;  y que se vistan de curas, porque es grande la alegría que siente la gente cuando puede identificar fácilmente al sacerdote con la identidad del que desempeña un ministerio público; el presbítero debe ser reconocible a los ojos de la comunidad".

         Pero estos "hermanos" nunca podrán prevalecer contra la Iglesia de Jesucristo porque tratan de anteponer sus doctrinas humanas a la Doctrina de Dios. 

         Analicemos esta profecía:

        "Y MUCHOS FALSOS PROFETAS SE LEVANTARAN Y ENGAÑARAN A MUCHOS" (Mc.13, 22)

  "muchos" no significa mucha gente. Significa un número sin límites;  la totalidad por encima de…Sugiere que la humanidad entera en los últimos tiempos estará en la mentira, en la falsedad.

 "falsos profetas" significa un profeta bastardo. Alguien que no estando relacionado con Cristo, habla "en su nombre". Alguien que erróneamente   habla en nombre de Dios. Que es infiel al mensaje de Jesús. Que habla palabras vacías, necias y ociosas, en el nombre de Jesús. Que usa el nombre y el mensaje de Jesús para sus propios fines. Que miente, hace fraude y engaña en el nombre de Jesús. Alguien que se esfuerza para mentir en el nombre de Jesús. Que lo hace voluntariamente y sostiene la mentira y el engaño (2Tim.2, 19)

 "se levantarán" quiere decir que se alzará quien sale de atrás y pasará por encima de la confianza en Jesús que tienen los cristianos débiles en la fe (Rom.14, 1)

 "y engañarán a muchos" es decir, los llevarán al error, los seducirán, los  extraviarán, los descaminarán, los harán salir del Camino y los harán creer que los ponen en contacto con Jesús, y los sacan de la Verdad-Jesús, poniéndolos en contacto con Satanás el engañador, el padre de la Mentira. Si, porque estos falsos profetas, en vez de ponerlos en contacto con Jesús, los ponen en contacto con sus propias falsas doctrinas. Y esto sucederá sin que los muchos se den cuenta de esto, y harán milagros y señales para engañar hasta a los que Dios ha elegido (Mc.13, 22) >

       Existen Predicadores que montan una carpa y convocan a la gente y el principal atractivo es que sanarán enfermos por medio de "ungimientos" y "sanaciones divinas" a la vista de todos (Mt.6, 1) Pero no podemos descartar la posibilidad de fraude, ya que se cuidan de tener lejos de ellos a un Médico profesional que pueda comprobar la enfermedad como la curación. Y se da el caso que personas verdaderamente enfermas de cáncer, tumores, apendicitis y otras dolencias que en un momento dado y sin la operación indispensable se sienten sanos; pero por desgracia la curación es tan solo imaginaria, pues a los pocos días otra vez están con los mismos síntomas y a veces aún más graves porque el mal ha seguido avanzando mientras ellos se hacían la ilusión engañosa de estar "milagrosamente" curados. Y el que provocó esta "curación" en nombre del Señor, no hace un bien sino un daño y un gran mal al prójimo (2Tim.2, 19; Mt.6, 1; Ex.20, 7) No hay duda que estos Predicadores hacen una usurpación soberbia, o una pretensión sacrílega de arrogarse poderes divinos. El Predicador no debe presumir de tener a Dios a su servicio, ni convocar gente que deposite en él su confianza.

         Sabemos que el mundo entero está bajo el poder del maligno, pero el que ha nacido de Dios no peca; el Hijo de Dios lo protege y el maligno no lo toca (1Jn.5, 18-19)

          Jesús no ruega al Padre por el mundo, sino por los que fueron dados por el Padre para que creyeran y dejando de ser mundanos vivieran para el bien de la Iglesia, que es el bien de cada uno porque cada uno forma parte de la Iglesia y es Iglesia (Jn.17, 1-11)

          "El hombre mundano o terrenal, no puede captar las cosas del Espíritu de Dios. Carecen de sentido para él y no puede entenderlas, porque solo a la luz del Espíritu pueden ser discernidas" (1Cor.2, 14) "El hombre mundano se aferra a otras doctrinas y ritos porque es incapaz de creer. Su religión exterior es una sustitución de la fe auténtica que no tiene, aferrándose ciegamente a sus ideas y mandatos de hombres" (Mc.7, 7-8)

      Cap.16.-

El alma es inmortal

      Los Adventistas, niegan la inmortalidad del alma y sus publicaciones dan a entender que el alma para ellos no es sino el "hálito corporal" o "la respiración". No sería por tanto un alma espiritual, sino un alma material…A veces dicen que el alma muere; otras veces que duerme en el sepulcro junto al cuerpo en espera de la Resurrección…

      Los Testigos de Jehová, dicen que el alma para ellos no existe y que la religión falsa nace de la creencia del alma inmortal…

      Pero saquemos de la Biblia la enseñanza correcta:

      "Dios no hizo la muerte ni se alegra destruyendo a los seres vivientes" (Sab.1, 13) "Dios creó al hombre para que no muera" (Ez.18, 32-33; 2Pe.3, 9) "Dios no es un Dios de muertos sino un Dios de vivos, porque todos viven por él" (Lc.20, 38) Jesús dice: "Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre" (Jn.10, 28) "No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma" (Mt.10, 28; Rom.8, 10)

        Entonces hay algo de la persona humana que no muere y sobrevive detrás de la muerte y de la tumba. Se la llama ALMA o ESPIRITU (esencia del hombre).

      El alma de la persona humana da vida y anima al cuerpo que la contiene y sobrevive detrás de la muerte; asegura la identidad y la continuidad de la persona. Las almas siguen viviendo después de enterrados y descompuestos los cuerpos que las contenían y a los que ellas animaban y daban vida.

      El Nuevo Testamento nos enseña que el cuerpo y el alma forman una persona y las almas separadas del cuerpo no son personas humanas, de donde se sigue una exigencia de "Resurrección". Dios volverá a integrar el compuesto humano, mediante la Resurrección de los muertos (1Cor.15, 44; Jn.5, 29; Flp.3, 21)  Pero, hablar de Resurrección, negando la existencia del alma o negando su inmortalidad, es incongruente; porque si el alma no sobrevive, la Resurrección sería entonces una creación totalmente nueva. Dios tendría que crear a un hombre totalmente nuevo y ya no sería el ser antiguo que existió ¡no sería la misma persona… sería una cosa muerta!..

       Pero si el alma subsiste, ésta asegura entonces la identidad y la continuidad de la persona que ella animaba dándole vida, cuando resuciten nuestros cuerpos. Los recuerdos serán los mismos, serán los mismos amores, el compromiso para el castigo o el premio será el mismo; es decir ¡será la misma persona y no una cosa muerta!..

      Esto es muy importante porque muchos insisten en la Resurrección y se olvidan o niegan abiertamente la inmortalidad del alma, como si fueran dos cosas opuestas y son totalmente complementarias.

      Esperamos la redención de nuestros cuerpos en un cuerpo transfigurado, pues la carne y la sangre no pueden poseer el reino de Dios (1Cor.15, 35) La Resurrección será una transfiguración y no la continuación de la presente existencia.  

     Y cuando este ser corruptible se vista de incorruptibilidad y este ser mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La muerte ha sido devorada (1Cor.15, 54) 

      Cap.17.-

La tradición apostólica

       Jesucristo dedicó la mayor parte de su tiempo en formar a los doce Apóstoles que escogió. Ellos convivían con él, como hacían los discípulos de los maestros judíos y los hacía memorizar sus enseñanzas. Más que multiplicar los discursos, Jesús les había repetido de mil maneras las verdades esenciales. Los apóstoles tenían grabadas en la memoria una serie de instrucciones del Maestro, además de los hechos que habían presenciado. Y no podemos dudar que desde los días de Pentecostés se preocuparon de dar forma a esas instrucciones de Jesús que iban a ser la catequesis de la Iglesia primitiva.

  Llamamos Tradición Apostólica al conjunto de hechos y enseñanzas de Jesús que los apóstoles predicaron y comentaron para dar a conocer la persona y la obra de Jesús, Mesías de los judíos, Salvador de toda la humanidad, Hijo de Dios, venido de Dios y resucitado (Mt.3, 11) Todo lo que sabemos de Jesús, lo recibimos de los Apóstoles. Y la fe de la Iglesia considera que solamente los Apóstoles fueron sus testigos auténticos y lo entendieron como Dios quería que fuera entendido y creído (Jn.15, 27) La fe de la Iglesia primitiva está fundada en el testimonio de los apóstoles que fueron los primeros compañeros de Jesús. Tradiciones, son las costumbres y enseñanzas que se transmiten de una generación a otra. Las comunidades cristianas se preocuparon de reunir los escritos que contenían la predicación de los apóstoles y recordaban las experiencias fundamentales de los primeros creyentes  Estos testimonios fueron orales en un primer tiempo y luego escritos en gran parte con tinta y pluma (3Jn.13, 14) La Iglesia fue la que reconoció esos libros que expresaban su fe, tal como la había recibido de los apóstoles y descartó otros muy recomendables, pero que no le parecieron portadores del mensaje más fundamental y más universal de la fe. La garantía del Evangelio está en la misma estructura de la Iglesia Católica que tiene una jerarquía respetable y que le corresponde la última palabra sobre el contenido de la fe.

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