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Fuerzas armadas y sociedad en Bolivia: el gobierno Ovando-Torres

Enviado por acavalla


    1. Descripción del escenario3. Caracteristica de las relaciones politico-militares durante el periodo Ovando- Torres4. Convergencias y divergencias5. Conclusiones6. Bibliografía

    1. Descripcion del escenario

    Para entender las relaciones entre las Fuerzas Armadas y la Sociedad de Bolivia durante el período de los Generales Ovando y Torres, es necesario tener presente la activa participación previa de los militares de ese país en la política de corte nacionalista y progresista, así como el papel relevante como actor político, con mayor fuerza que los Partidos, de la Confederación Obrera Boliviana (COB) y las organizaciones campesino-indígenas . En efecto, luego de grandes agitaciones obreras en los sectores mineros y en la capital, La Paz, encabezadas por la COB, se produce una revolución militar en 1936, que coloca como presidente al Coronel Busch y desplaza totalmente a los partidos tradicionales, con un programa de reformas sociales, que empieza a declinar luego del suicidio del oficial de Ejército Jefe de Estado. Cuatro años más tarde, restaurado el orden constitucional, es elegido Presidente el General Peñaranda, esta vez con el apoyo de los dos partidos políticos tradicionales (conservador, de ideología católica, y liberal, de raigambre laica) y los mandos militares. Posteriormente, la Guerra del Chaco, las penurias económicas latinoamericanas por la Segunda Guerra Mundial y el predominio que dejó intacto el gobierno de Busch de los grandes monopolios extranjeros (empresas petrolíferas y mineras) y los grandes terratenientes (principalmente de Santa Cruz), sumieron al país en la recesión y la pobreza, lo que permitió el auge de dos organizaciones de izquierda : el Partido de Izquierda Revolucionaria, de raíz comunista y trotskista, y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con amplias bases campesinas, de capas medias y de sectores obreros y estudiantiles. El auge del organizado movimiento de descontento encontró eco en el Ejército, y luego de sangrientas represiones populares, dio paso n un golpe "civil-militar" que colocó en la presidencia constitucional el Coronel Villarroel, apoyado por el Partido Obrero Revolucionario (trotkista), la Central Obrera Boliviana ,el MNR y el Ejército y su rama aérea. Pero el gobierno así gestado no puede llevar a cabo las reformas prometidas y, acosado por Estados Unidos y la oposición interna, es derrocado por un nuevo alzamiento militar en 1946, y su jefe colgado, con gran regocijo del populacho.

    Se da paso a un período de dominio tradicional con partidos políticos El candidato de la Unión Republicana Socialista (católica y conservadora), Enrique Hertzog, derrota al Partido Liberal (de derecha), apoyado por el Partido Comunista que trataba de insertarse en la vida política a pesar de ser minoría frente a los trotskistas. El predominio tradicional llevó a casi una década de relaciones civil-militares entre los Altos Mandos , las FFAA norteamericanas, las grandes empresas y los políticos conservadores, y a un creciente sentimiento popular antimilitar, nacionalista y revolucionario en las mayorías nacionales. Ello explica que en 1951, el candidato del MNR Víctor Paz Estenssoro triunfara ampliamente en las urnas. El Ejército dio un golpe para impedir que asumiera (encabezado por el General Bavillián), lo que generó las condiciones para una insurrección popular, que derrotó a unas Fuerzas Armadas desprestigiadas, sin conducción política ni militar, y con masivas deserciones de soldados y conscriptos al campo rebelde. .

    En 1952 asume Paz y se da inicio a la llamada "Revolución Nacional". Las banderas principales del proceso, que explican una de las peculiaridades del Ejército boliviano, fueron la nacionalización de las riquezas básicas (minas y petróleo) y una extensa Reforma Agraria, con base en las comunidades campesinas. Paralelamente, se realiza un proceso de modernización de la fuerza armada, camino hacia la profesionalización de la oficialidad bajo las pautas dominantes norteamericanas (pero en tensión con ellas), lo que también lentamente va a ir distanciando al Ejército del partido de la revolución, el MNR, y la dirigencia política. Los cambios en el agro, en los cuales se involucran fuertemente los militares, genera una relación de contenido histórico entre los uniformados y los campesinos (en su mayoría comunidades autóctonas). Pero el gobierno debe lentamente acomodarse a su realidad económica dependiente principalmente de Estados Unidos, aceptando tanto las imposiciones financieras del Fondo Monetario Internacional, como las directrices militares estadounidenses a través de la Junta Interamericana de Defensa (JID), como resultaba evidente ante la Guerra Fría. El MNR perdía terreno y surgía en la derecha la Falange Socialista Boliviana, de contenido fascista. El predominio norteamericano en todos los aspectos de la vida boliviana se vio incrementado con el segundo gobierno del MNR, encabezado por Hernán Siles Suazo, quien terminaba por clausurar, con el claro apoyo de los Mandos de las Fuerzas Armadas, la revolución boliviana. Las raíces indigenista, campesina y estudiantil fueron perdiendo fuerza en el segundo (1960) y tercer gobierno (1964) de Paz Estenssoro, quien ejerció el poder bajo la tutela de Washington, la JID, el Southern Command y las Fuerzas Armadas de su país.

    2. Desarrollo historico

    El cruento golpe militar de noviembre de 1964, contra doce años de gobierno movimientista, significó el estallido de la contradicción entre una política económica desnacionalizadora y la irrupción de fuerzas sociales y políticas nacionalistas del 52. El golpe, además, se hace para implantar un nuevo modelo de acumulación, con incremento del grado de explotación de la fuerza de trabajo, facilidades extremas a la inversión externa y transferencias de la propiedad y excedentes del sector estatal al sector privado. El gobierno militar, dirigido por los Generales Alfredo Ovando y René Barrientos, hizo efectiva la inserción de Bolivia a la economía occidental hegemonizada por Estados Unidos. Se asume en plenitud el esquema de la Alianza para el Progreso. La versión militar boliviana de la "Acción Cívica" se dirige masiva y exclusivamente al campesinado, con lo que se regeneran las bases para la firma del Pacto Militar-Campesino, pasando este sector social a ser uno de los sustentos del régimen. La otra línea de acción se dirige a reprimir a la Central Obrera Boliviana y su principal brazo, la Federación de Mineros, opuestos al modelo. Por ultimo, se establecen "contratos de arrendamiento" onerosos con transnacionales para el Zinc (United States Stewel and Quemical Phillips Corporation), el estaño (International Metal Processing Co.) y el petróleo y el gas (Gulf Oil Company).

    El Ejército no estuvo exento de este proceso. Sus lazos con el Sistema Interamericano de Defensa se consolidaron más, lo que se tradujo en una adopción doctrinaria de la "Guerra Total" con el comunismo y los subversivos, e ingentes ayudas a través del Programa de Asistencia Militar (PAM),entre otros, orientados preferentemente a la Contrainsurgencia (COIN). Los oficiales en cargos de gobierno, eso sí, apelaron a dos justificaciones ideológicas reiteradas: la raíz cristiana de su "movimiento", y la "restauración" de los anhelos populares de la Revolución del 52 (Barrientos llegó a decir: ""nadie pretende cancelar el proceso de la Revolución Nacional, fuerza en marcha que el pueblo y el ejército defenderán con sangre. Pero había que enderezar y depurar el proceso devolviéndolo a las fuentes inspiradoras")

    En este contexto es descubierta en el sudeste boliviano la guerrilla de Ernesto "Ché" Guevara y los cubanos. El asesoramiento y apoyo militar norteamericano fue masivo. Era la demostración que la guerra estaba allí, contra el enemigo común. El General Barrientos, con su característica oratoria tremendista, declaraba: "es la lucha a muerte entre libertad y despotismo, entre democracia y comunismo, entre el mundo libre y el mundo totalitario, entre la verdad cristiana y la mentira roja…" Si bien la captura y asesinato del Ché y la experiencia de cooperación trajo un claro acercamiento de los altos mandos a los jefes y asesores militares norteamericanos, la oficialidad, sintiendo usurpada sus funciones, tendió a alejarse del gobierno militar y de sus Jefes.

    El conocido episodio del "desaparecimiento" del Diario del guerrillero argentino de las oficinas del Alto Mando (después se supo que lo había sustraído un oficial que fungía de Ministro de Gobierno, Antonio Arguedas, que se confesó agente de la CIA) produjo un brusco corte del triunfalismo gubernamental y dio paso a un incremento de la agitación social. El régimen, ya acosado por numerosos partidos emergentes de izquierda (fracciones del MNR. socialistas, comunistas, trotskistas, etc.) y especialmente por las fuerzas sociales (la COB, las Federaciones Estudiantiles y la burocracia estatal) creó su propio y bien armado cuerpo represivo: las "Fuerzas Unidas de Reordenamientos Móviles para Preservar el Orden y el Desarrollo" (FURMOD), dependientes directamente de la Presidencia, compuesto por Fuerzas Especiales (rangers). Esta fuerza militar de contrapeso y el régimen completo se desmoronan con la sorpresiva muerte de Barrientos. . Los cinco meses de interregno del débil mandato del Abogado Luis A. Siles Salinas no hizo más que incubar el ascenso de las demandas sindicales y políticas y separar a la oficialidad en dos bandos contrapuestos.

    La experiencia guerrillera había sembrado en la oficialidad y en los intelectuales la preocupación por renovar los valores morales de la nación y demostrar que se podía luchar contra el atraso del país y la pobreza rural y urbana, a través de otros métodos y medios que la lucha armada.La experiencia reformista del 52, por su parte, encendió la polémica sobre la defensa de los recursos naturales, dilapidados por Barrientos. Esto permitió el crecimiento de la corriente militar nacionalista, con un discurso de recuperación de las riquezas básicas, como parte de una necesidad estratégica para el desarrollo independiente del país. A ellos se oponía la continuidad barrientista, expresada en los oficiales Miranda, Bánzer y Ayoroa.

    3. Caracteristicas de las relaciones politico-militares durante el periodo ovando-torres

    Con la imposición de la corriente nacionalista en las Fuerzas Armadas, se produce el incruento golpe de estado dirigido por el General Ovando, cuya vacilante línea lo tenía adscrito a este grupo mayoritario, secundado de cerca por el General Torres. En su gobierno (conocido como el de "El Mandato") perfila esta vez un proyecto nacionalista y de apertura democrática para Bolivia. En el documento base del nuevo gobierno se señala que "las Fuerzas Armadas mediante decisión institucional se ponen al servicio de la Revolución y comprometen su concurso en la lucha por la justicia social, por la grandeza de la Patria y por la auténtica independencia nacional, hoy en riesgo de zozobrar por el sojusgamiento extranjero". Las FFAA se proponen luchar contra la anarquía, la dependencia, el nacionalismo económico (con propiedad privada, estatal, mixta cooperativa y comunitaria) y la equidad para las mayorías.

    El primer gabinete o Consejo de Ministros se organiza con la participación de civiles y militares. El sector civil, conocido como la "nueva generación político-intelectual" no conformaba un conjunto homogéneo, pero en su mayoría eran cuadros intermedios de jóvenes profesionales movimientistas, demócratas cristianos e independientes. En él participan también personeros ligados a la actividad minera mediana boliviana. Las primeras disposiciones del nuevo gobierno significaron la derogación del Código del Petróleo, los decretos antisindicales (la COB se oponía al gobierno) y la Ley de Seguridad del Estado, que marginó a los partidos derechistas vinculados al barrientismo, pero permitió el funcionamiento de los de centroizquierda La nacionalización de la Bolivian Gulf Oil co., dio paso al control por el Estado de sus instalaciones, operativo que fue encabezado por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, General Juan José Torres.La respuesta derechista y norteamericana no se hizo esperar y cayeron un conjunto de presiones sobre el Gobierno Esto llevó a la defenestración del Ministro socialista de Hidrocarburos y a la supresión del cargo de Comandante en Jefe, como una manera de alejar a Torres y a sus colaboradores. El vacilante Ovando se encontró encajonado por el boycot norteamericano y las presiones militares del grupo de Bánzer y Miranda. Frente a ello, la COB, reacciona en contra del gobierno ovandista.

    El 4 de octubre de ese año, aparece en la prensa la "Proclama subversiva de jefes y oficiales", los que, reunidos en el Regimiento "Miraflores", exigen la renuncia de Ovando, acusándolo de comunista. El movimiento era encabezado por el General Rogelio Miranda, Comandante en Jefe del Ejército Las unidades militares se dividen. La oficialidad delibera en todo el territorio. El Alto Mando, decide al final conformar un triunvirato con los Generales Efraín Guachalla, Fernando Sartori y el Contralmirante Alberto Albarracín. Pero esta solución encuentra la férrea resistencia de la COB, de los estudiantes y los partidos de centroizquierda. El General Torres, en una actitud de audacia y comprendiendo cabalmente su ascendiente popular, se dirige a la Base Aérea de El Alto, el Grupo Aéreo lo proclama Presidente de la República y empieza con rapidez a recibir los apoyos de unidades del Ejército y se toman la sede del gobierno para recibir a Torres ( lo hace nada menos que los efectivos del "Centro de Instrucción de Tropas Especiales" (CITE). A ello se suma una intensa movilización obrera y popular. Todo ello lleva al desmoronamiento del Triunvirato. Surge el "Comando Político" con dirigentes sindicales de la COB, la Federación de Mineros, políticos de izquierda y universitarios . Torres se niega a descabezar a la oficialidad mirandista, con la que en definitiva pacta las no represalias, lo que será el gérmen de su propia caída. El fantasma del Ejército derrotado el 52, favorece la unidad del Ejército, con algunas bajas, entre ellos agregados militares y el General Miranda.

    Torres intenta que el Comando Político se integre al proceso, lo que es rechazado por la COB alegando la "autonomía de la clase obrera". Se forma la "Asamblea Popular" a partir del Comando, y el Gobierno inicia su programa de cambios sociales y nacionalización. El General Torres levanta además un nuevo discurso militar, en que que juegan un papel relevante conceptos no conocidos en el subcontinente. Entre ellos:

    La "frontera interior" de la Defensa Nacional, entendiendo por tal el "pueblo" y los recursos naturales del país

    La justicia y la organización sociales ,como pilares de dicha frontera. Sin ataque a la pobreza y al retraso, no hay defensa nacional posible.

    La adscripción de las fuerzas armadas bolivianas al Sur. Entendiendo que la contradicción internacional no es entre occidente-USA y oriente-URSS, sino entre el mundo desarrollado y el mundo de países pobres dependientes. Bolivia es parte activa del Movimiento de No Alineados

    Las FFAA gobiernan para las mayorías nacionales, no sólo para los obreros, como plantean los comunistas, sino para el campesinado, la clase media, los profesionales y estudiantes

    Las FFAA Armadas no son apolíticas. Sí son contrarias a la militancia de los hombres de sus filas en los partidos, pero para dirigir el país deben hacer una política nacionalista, popular, revolucionaria e independentista

    Pero el Gobierno de Torres no completó sus tareas. Su propuesta era construír un Estado nacional homogéneo e independiente y no hacer la revolución socialista, que consideraba no viable. No logró el apoyo de las organizaciones populares, que querían el socialismo. Sin inversiones ni ahorro interno, con una política de ascenso de salarios en busca del apoyo social con una verdadera quiebra fiscal, bloqueado internacionalmente por las nacionalizaciones de empresas extranjeras y dejando hacer a la izquierda, su gobierno apareció crecientemente con un país camino al caos. El levantamiento, encabezado por el General Hugo Bánzer, duró del 19 al 21 de agosto de 1971, y puso fin a las ilusiones del nacionalismo militar. La época de la dictadura de Bánzer se avisoraba larga.

    4. Convergencias y divergencias.

    A diferencia de otros países, en Bolivia – a la luz de las fuentes revisadas- las opciones político-ideológicas se dan al interior de los cuarteles en el período que analizamos. Según estén predominando en los Altos Mandos las posiciones conservadoras, las relaciones político- militares se resuelven entre las FFAA y los grupos económicos empresariales y sociales internos y externos, y, muy lateralmente, los partidos políticos. Si al interior de los Altos Mandos predominan los sectores nacionalistas reformistas, hay un acercamiento de las instituciones (que en este país es el Ejército, una pequeña Fuerza Aérea y una Marina de Gabinete) con las fuerzas sociales predominantes, la COB, la Federación Minera y las Federaciones Estudiantiles, y, también muy lateralmente, con los partidos de izquierda. Los actores principales son la fuerza armada y las organizaciones empresariales y populares, y los secundarios, salvo períodos cortos e irrelevantes, los atomizados partidos políticos. El actor externo, los Estados Unidos de Norteamérica, influye gravitantemente a través de la JID, los programas de ayuda militar y el Comando del Sur de sus Fuerzas, con la oficialidad de las fuerzas armadas. A través de sus Grandes Transnacionales Mineras y de Hidrocarburos lo hace directamente en la sociedad, y con sus Departamentos de Estado, Comercio y otros ligados a la política exterior, sea favoreciendo o entorpeciendo a los gobiernos militares de turno

    El aspecto general a remarcar es que ,aunque se trate de un Estado y un sistema político de institucionalización precaria, siempre hay relaciones político militares.

    El aspecto particular a realzar es que aquí la política de partidos y de Estado es secundaria a la política de los militares al interior de las FFAA, y éstos buscan más el apoyo en sectores internos e internacionales no partidistas para impulsar sus proyectos que en los causes formales estatales y los partidos políticos..

    5. Conclusiones .

    1-Bolivia es un caso muy particular en este período histórico en relación a Chile y Argentina.

    2-Hay una extrema politización de la oficialidad y una alta deliberación en los cuarteles, lo que permite la alineación de los mandos en proyectos de país contrapuestos. La oficialidad toma partido y la tropa le sigue.

    3- Esos proyectos son de generación militar boliviana propia, reaccionando a favor o en contra de las propuestas del Sistema Interamericano de Defensa para la Guerra Fría. La hipótesis de conflicto con Chile no es mencionada como relevante en los textos analizados, en las relaciones político- militares.

    4- Los continuos Golpes y cambios de las Cartas Magnas y de las leyes, al menos en las fuentes bibliográficas consultadas, no permiten hablar de "relaciones político- militares" en la acepción entregada por el Profesor, General Molina Johnson, que hacen referencia a los procesos estatuídos en la Constitución, las Leyes Orgánicas Constitucionales, las leyes simples y sus Reglamentos.Aquí las relaciones son informales, , por lo que resulta explicable que los historiadores civiles consultados no puedab dar cuenta de ellas

    5- La inexistencia de un Estado organizado y un sistema político estable, conspira tanto contra el desarrollo de unas Fuerzas Armadas modernas, jerarquizadas, cohesionadas y no deliberantes, así como con el desenvolvimiento del pótencial del país y el robustecimiento de la Nación que dicen defender.

    6. Bibliografía

    Baptista, Mariano et al Guerrilleros y generales sobre Bolivia.Pleamar, Buenos Aires, 1968 Baptista Gumucio, Mariano Historia contemporánea de Bolivia. Fondo de Cultura Económica, México, 1996 Lora, Guillermo.Documentos políticos de Bolivia. Los Amigos del Libro, Bolivia, 1970. Mendoza, Ignacio. Crisis política en Bolivia. FLACSO, México, 1978. Ovando, Alfredo. Documentos fundamentales de la revolución. Ministerio de Informaciones, Bolivia, 1969 Torres, Juan José. Defensa continental: la revolución y el desarrollo. Ministerio de Informaciones, Bolivia, 1970 El General Torres habla a Bolivia. Crisis, Buenos Aires, 1973 Zavaleta, René. El poder dual. Siglo XXI, México, 1978 Mercado Jarrin, Edgardo. Seguridad, Política, Estrategia. S/e.,Lima, 1964 Halperin Donghi, Tulio. Historia contemporánea de América Latina. (op.cit) Barrios Moron, J. R. Defensa y Seguridad Nacional en Bolivia F:C:P:S:, UNAM, México, l983

    Palabras claves= Bolivia-Fuerzas Armadas-1969/1972-Militarismo

     

     

    Autor:

    Antonio Cavalla