1. Introducción 2. Acción Farmacológica 3. Etapas De Evolución Hasta Adicción 4. Efectos De La Droga 6. Consecuencias Psíquicas 7. Conclusión
En los últimos años las drogas son casi de uso legal, como puede ser que un pibe camine totalmente tranquilo por la calle pasando por delante de autoridades (policía) con un porro encendido, en tiempos anteriores ibas de cabeza al calabozo y después que te vengan a buscar tus padres. Hoy es casi indiferente, o sino un fiel ejemplo: es una de las plazas de Palermo, donde mas que una reunión entre amigos parece una misa de drogadictos.
Las drogas se han introducido como algo normal, uno consigue tantas líneas (vendedores) como medias, es cada vez más la gente que opta por este camino, desde un niño hasta un gerente o jefes de algunas empresas.
Las drogas son un fiel camino a seguir por las generaciones futuras sino es hace algo rápido, que importe y llame la atención, la gente no está informada y ese es el problema; pero ahora bien murieron 40.000 personas en 1999 por el tabaco y por la marihuana… no se han registrado, yo no defiendo la marihuana de ningún modo, solamente doy un cálculo para pensar un poco .
Me parece que queda a total luz el tema elección "drogas"
El 90% de las drogas que se consumen en nuestro país se venden en las farmacias, bajo receta. Es habitual que en cualquier hogar se encuentren psicofármacos, que automedicados causan efectos de adicción.
Además existen cientos de fórmulas y productos de uso doméstico que utilizados de determinada manera, son narcotizantes, y tan peligrosos como la marihuana y la cocaína.
Todos estos puntos siempre deben ser tomados en cuenta. La familia no es la única responsable, pero lleva un gran peso en la actitud del joven. La familia de un drogadicto también esta enferma: sufre de falta de comunicación, de roles invertidos, límites desdibujados o absoluta falta de ellos.
Los productos y medicamentos que se transforman en drogas de adicción más comunes son:
Antifusivos : los que contienen ziperol o codeína, una droga derivada del opio. Los más peligrosos son Talasa , en jarabes y comprimidos y Aseptabrón Unicap . Antiparkinsonianos : los más peligrosos son Artane y Akinetón , con graves efectos secundarios . Analgésicos : el más riesgoso es el Temgesic , contiene morfina y provoca una terrible dependencia . Colirio : las gotas para los ojos se inyectan para producir efectos narcóticos. Ceras en pastas: provocan daños cerebrales y orgánicos porque al igual que los 0pegamentos, pinturas y otros, están preparados con resina. Desodorantes en spray : en ciertas dosis funcionan como los pegamentos . Naftalina : es una sustancia narcotizante que provoca adicción . Tranquilizantes : su uso es conocido masivamente, así como si constante aumento.
3. Etapas De Evolución Hasta Adicción
Uso : Consume los fines de semana y en oportunidades absolutamente casuales. La droga le es regalada o compartida. No afecta su vida laboral, escolar o de pareja. No presenta episodios de intoxicación. Estado de ánimo: busca cambio de sensaciones.
Abuso : Uso regular durante la semana. Episodios de intoxicación. El compromiso escolar es afectivo. Se inicia el deterioro de su vida familiar y de pareja. Estado de ánimo: confusión.
Lleva una vida dual : una existencia cotidiana común y otra adictiva y desconocida por parte de sus allegados .
Adicción : Ha desaparecido toda relación con su familia, pareja, escolaridad o trabajo. Busca obsesiva y compulsivamente la droga. Imposibilidad absoluta de abstinencia. Presenta un compromiso orgánico total . Riesgo de destrucción de su sistema inmunológico. Peligro de SIDA. Estado de ánimo: vida dependiente.
Medicina deportiva, especialidad médica dedicada al estudio de los efectos del ejercicio sobre el cuerpo humano y al diagnóstico, tratamiento y prevención de las lesiones deportivas.
El uso impropio o ilegal de fármacos y sustancias (como los anabolizantes esteroideos) para mejorar el rendimiento deportivo ha sido objeto constante de investigación desde la década de los 60. En esta época su uso empezó a aumentar dramáticamente. Los anabolizantes esteroideos supuestamente mejoran la fuerza y la resistencia, pero pueden tener efectos colaterales muy perjudiciales, por ejemplo en el parénquima hepático. En los Juegos Olímpicos de 1968 se empezaron a realizar pruebas de detección de analgésicos opiáceos y de anfetaminas estimulantes. Hasta 1974 no se prohibieron los anabolizantes esteroideos y se empezaron a detectar en los atletas. En algunas federaciones internacionales y nacionales no se han declarado ilegales algunos fármacos y drogas por diferentes razones, entre otras la falta de exactitud de algunas pruebas de detección, dudas sobre la prohibición de algunas sustancias corrientes como la cafeína, y falta de preocupación por el problema. Sigue existiendo controversia sobre la legalidad del 'dopaje de sangre': un atleta recibe transfusiones sanguíneas justo antes de la prueba deportiva. El incremento de hematíes aumenta la potencia aeróbica del atleta.
Factores Que Impulsan Al Consumo De Drogas *Crisis de identidad: es muy habitual la inducción por parte de compañeros adolescentes, que llevan al consumo y abuso de drogas. *Familia disfuncional: alteración en la comunicación familiar. Roles absolutamente subvertidos, padre o madre ausente, o alguno de ellos dominante. *Chicos en la calle: se trata de adolescentes que han abandonado su hogar o bien han sido arrojados al mundo de los adultos. Ellos adquieren un hábitat sui géneris, plazas, estaciones, etc . Esta sucesión de abandonos y falta de afectos, los ha hecho desarrollar precozmente y se comportan como adolescentes prematuros. *Retrazado escolar: no terminó la primaria. Sus razones no son falta de capacidad, sino carencia de estímulos educativos o familiares. *Marginado social: es el joven que pertenece a poblaciones marginales. Vive en una absoluta precariedad. Está cargado de constantes frustraciones, tanto personales como del mundo que lo circunda. *Hijo de padres alcohólicos: entre el 40% y el 60% de los hijos de padres alcohólicos aprenden a manejar sus problemas con sustancias químicas. *Marginado ético: carente de un espacio propio dentro de una familia y de padres que le enseñen el camino para crecer. Los padres son inmaduros o inexistentes .
4. Efectos De La DrogaEsquemáticamente pueden considerarse cinco propiedades: aquellas drogas destinadas a combatir la fatiga y aumentar el vigor (cafeína, anfetaminas, y cocaína); las que mejoran el estado de ánimo (alcohol, anfetaminas, y morfina); las dirigidas a suprimir preocupaciones (alcohol, barbitúricos y sedantes); las que permiten dormir (hipnóticos y alcohol) y por último aquellas que permiten ensoñaciones y sensaciones irreales, como por ejemplo el ácido lisérgico, marihuana, mescalina y morfina.
Toxicomanía, estado psicológico y en ocasiones físico caracterizado por la necesidad compulsiva de consumir una droga para experimentar sus efectos psicológicos. La adicción es una forma grave de dependencia en la que suele haber además una acusada dependencia física. Esto significa que el tóxico ha provocado ciertas alteraciones fisiológicas en el organismo, como demuestra la aparición del fenómeno de tolerancia (cuando son necesarias dosis cada vez más elevadas para conseguir el mismo efecto), o del síndrome de abstinencia al desaparecer los efectos. El síndrome de abstinencia se manifiesta por la aparición de náuseas, diarrea o dolor; estos síntomas son variables según el tóxico consumido. La dependencia psicológica, o habituación, consiste en una fuerte compulsión hacia el consumo de la sustancia, aunque no se desarrolle síndrome de abstinencia.
Los científicos utilizan con frecuencia las pruebas en animales de laboratorio para intentar deducir la capacidad adictiva de los tóxicos: los que el animal se autoadministra repetidamente son considerados como sustancias con alto poder adictivo, ya que tienen propiedades de refuerzo positivo. Entre éstos están algunos de los tóxicos de mayor consumo: el opio, el alcohol, la cocaína y los barbitúricos. Otras drogas como la marihuana y los psicofármacos, producen hábito en los seres humanos a pesar de no tener propiedades de refuerzo positivo en los animales de experimentación.
Los tóxicos de uso más frecuente, con excepción del alcohol y del tabaco, se clasifican en seis categorías principales: opioides u opiáceos, hipnótico-sedantes, estimulantes, alucinógenos, Cannabis e inhalantes.
5. Distintas Sustancias Opio La categoría de los opiáceos incluye a los derivados del opio, como la morfina, la heroína y los sustitutos sintéticos, como la metadona. Desde el punto de vista médico, la morfina es uno de los analgésicos más potentes que se conocen: de hecho se toma como referencia para valorar la potencia de otros analgésicos. Tanto el opio como sus derivados alivian la tos, disminuyen los movimientos intestinales (frenando así los procesos diarreicos) y producen un estado psicológico de indiferencia al medio. La heroína, un preparado sintetizado a partir de la morfina, fue introducido en 1898 como tratamiento para la tos y como sustituto no adictivo de la morfina. Sin embargo pronto se descubrió la intensa capacidad adictiva de la heroína, que se prohibió en muchos países incluso con fines médicos. Los consumidores refieren que la heroína produce un estado de embriaguez casi instantáneo tras su consumo.
Los opiáceos tienen efectos variables en diferentes circunstancias. En su efecto influyen las experiencias previas del consumidor y sus expectativas, así como la vía de administración (intravenosa, oral o por inhalación). Los síntomas de abstinencia comprenden temblor de piernas, ansiedad, insomnio, náuseas, sudoración, calambres, vómitos, diarrea y fiebre.
Durante la década de 1970 los científicos aislaron unas sustancias que denominaron encefalinas que son opiáceos naturales presentes en el cerebro. Muchos los consideran responsables del fenómeno de dependencia física a opiáceos aduciendo que éstos imitarían la acción natural de las encefalinas.
Hipnótico-sedantes Los fármacos con mayor capacidad adictiva de esta categoría son los barbitúricos, utilizados desde principios de siglo en el tratamiento de la ansiedad y como inductores del sueño. En medicina también se emplean en el tratamiento de la epilepsia. Algunos adictos consumen grandes cantidades diarias de barbitúricos sin presentar signos de intoxicación. Otros consumidores buscan un efecto similar a la borrachera alcohólica y otros potenciar los efectos de la heroína. Gran parte de los consumidores de barbitúricos, sobre todo los del primer grupo, obtienen el fármaco de recetas médicas.
Los barbitúricos, además de tener efectos semejantes al alcohol, también producen, como éste, una intensa dependencia física. Su supresión abrupta produce síntomas similares a la supresión del alcohol: temblores, insomnio, ansiedad y en ocasiones, convulsiones y delirio después de su retirada. Puede sobrevenir la muerte si se suspende bruscamente su administración. Las dosis tóxicas son sólo levemente superiores a las que producen intoxicación y, por tanto, no es infrecuente que se alcancen de manera accidental. La combinación de los barbitúricos con el alcohol es muy peligrosa.
Otros fármacos hipnótico-sedantes son las benzodiacepinas, cuya denominación comercial más habitual es el Valium. Estos se incluyen en el grupo de los tranquilizantes menores que se utilizan en el tratamiento de la ansiedad, el insomnio o la epilepsia. Como grupo, son más seguros que los barbitúricos ya que no tienen tanta tendencia a producir depresión respiratoria y están sustituyendo a éstos últimos. Por contrapartida, la adicción a los tranquilizantes se está convirtiendo en un problema cada vez más frecuente. La adicción al fármaco Halción, del grupo de las benzodiacepinas, ha obligado a autoridades de varios países a retirarlo del mercado.
Estimulantes Una droga de diseño, el 3,4-metilen dioxianfetamina, también conocido como ‘éxtasis’ produce en el consumidor una intensa sensación de bienestar, de afecto hacia las personas de su entorno, de aumento de energía, y en ocasiones, alucinaciones. Los efectos adversos que provoca su consumo incluyen sensación de malestar general, pérdida de control sobre uno mismo, deshidratación, pérdida de peso y pérdida de memoria. Se han comunicado casos de muerte relacionados con el consumo incontrolado de éxtasis y otras drogas relacionadas.
Otros estimulantes cuyo abuso está muy extendido son la cocaína y la familia de las anfetaminas. La cocaína, un polvo blanco y cristalino de sabor ligeramente amargo, se extrae de las hojas del arbusto de la coca, que se encuentra en América del Sur. En medicina se emplea como anestésico en cirugía de la nariz y de la garganta, y como vasoconstrictor para disminuir el sangrado en las intervenciones quirúrgicas. El abuso de estas sustancias creció mucho en la década de 1970 y es responsable de un gran número de alteraciones fisiológicas y psicológicas. El crack es un tipo de cocaína sintética muy adictiva que surgió en la década de los años ochenta.
Las anfetaminas aparecieron durante la década de 1930 como tratamiento de los catarros y la fiebre del heno, y más tarde se conoció su acción sobre el sistema nervioso. Durante cierto tiempo se emplearon como adelgazantes. Su única aplicación médica hoy es el tratamiento de la narcolepsia, una alteración del sueño caracterizada por episodios diurnos de sueño incontrolables por el paciente y en el tratamiento de la hiperactividad infantil, situación en la que las anfetaminas tienen un efecto calmante paradójico. En los adultos, sin embargo, tienen un efecto acelerador que les ha valido la denominación anglosajona de speed. Las anfetaminas mantienen al consumidor despierto, mejoran su estado de ánimo y disminuyen el cansancio y la necesidad de dormir, pero a menudo la persona se vuelve más irritable y habladora. Tanto la cocaína como las anfetaminas consumidas durante periodos prolongados, pueden producir una psicosis similar a la esquizofrenia aguda.
La tolerancia a los efectos euforizantes y anorexígenos (supresores del apetito) de las anfetaminas y de la cocaína aparece al poco tiempo. La interrupción del consumo de anfetaminas, sobre todo cuando se inyectan por vía intravenosa, produce una depresión tan profunda que el consumidor se ve en la necesidad de volver a consumirlas hasta llegar a situaciones límite.
Alucinógenos Los alucinógenos no tienen aplicación médica en la mayor parte de los países salvo quizás para el tratamiento de los pacientes agonizantes, pacientes con trastornos mentales, drogodependientes y alcohólicos. Entre los alucinógenos más utilizados en la década de 1960 destacan el ácido lisérgico de dietilamida, o LSD, y la mescalina, un derivado del cactus del peyote. La tolerancia hacia estas sustancias se desarrolla con rapidez, pero no aparece síndrome de abstinencia cuando dejan de consumirse.
La fenciclidina, o PCP, cuyo nombre vulgar es ‘polvo de ángel’, no tiene aplicación práctica en los seres humanos, pero los cirujanos veterinarios lo emplean en ocasiones como anestésico y sedante para los animales. A finales de la década de 1970 se extendió su consumo humano, en parte por culpa de la facilidad con la que se sintetiza en laboratorio. Sus efectos difieren de los demás alucinógenos. El LSD, por ejemplo, produce distanciamiento y euforia, intensifica la visión, y produce el fenómeno conocido como cruce de los sentidos (los colores se ‘oyen’ y los sonidos se ‘ven’). El PCP sin embargo produce distanciamiento y disminución de la sensibilidad para el dolor; también provoca en ocasiones un ‘estallido’, o ataque, o una situación clínica tan semejante a un brote de esquizofrenia aguda que confundiría incluso a un psiquiatra. La combinación de este brote con la indiferencia al dolor lleva en ocasiones a alteraciones del pensamiento que pueden traducirse en violentos comportamientos destructivos.
Cannabis De la planta Cannabis sativa derivan tanto la marihuana como el hachís. La marihuana se obtiene triturando las hojas, las ramas y las flores, y el hachís es la resina concentrada. La forma más habitual de consumo es fumarlos. Tienen efectos semejantes: producen relajación, aceleración del ritmo cardiaco, alteración de la percepción del tiempo (que transcurre más despacio) y agudización de los sentidos (oído, tacto, gusto y olfato). Los efectos varían en función de la dosis consumida y de las circunstancias que rodean a su consumo. La marihuana y el hachís no producen dependencia psicológica. No obstante, su uso puede ser peligroso, sobre todo si se conduce bajo sus efectos. Aunque se desconocen los efectos a largo plazo, es muy probable que la marihuana sea nociva para los pulmones de la misma manera que lo es el tabaco. El consumo de estas sustancias por parte de los niños y adolescentes es preocupante, ya que la intoxicación altera el pensamiento e interfiere con el aprendizaje. Sobre este punto existe unidad de criterios por parte de médicos y educadores en que el consumo es pernicioso y puede interferir con el desarrollo psicológico e incluso físico.
La planta Cannabis ha sido empleada como remedio popular durante siglos, pero hoy carece de aplicación médica. Hay ciertos trabajos experimentales en los que se ha utilizado su principio activo, el delta-9-tetrahydrocannabinol (THC), para el tratamiento del alcoholismo, la epilepsia, las náuseas provocadas por los fármacos anticancerosos (quimioterapia) y el glaucoma. Su efectividad en el tratamiento de los pacientes con glaucoma parece indudable, pero sus efectos desorientadores hacen inviable su aplicación en los pacientes con cáncer.
Inhalantes Dentro de la categoría de los inhalantes se encuentran ciertas sustancias que no son consideradas drogas, como el pegamento, los disolventes y los aerosoles (productos de limpieza, por ejemplo). La mayoría de las sustancias inhaladas (esnifadas) con intención de conseguir un efecto psicológico tienen una acción depresora sobre el sistema nervioso central. En dosis bajas pueden tener un leve efecto euforizante, pero en dosis superiores el consumidor pierde el control o la conciencia. Los efectos aparecen en el acto y pueden permanecer hasta 45 minutos. El dolor de cabeza, náuseas y mareo vienen a continuación. La inhalación de estas sustancias es nociva para la visión, el pensamiento y el control de los músculos y de los reflejos. A veces se producen lesiones permanentes y algunos aerosoles concentrados pueden producir la muerte. Aunque no es probable que se desarrolle dependencia física, sí aparece tolerancia en ocasiones. Otros productos cuya generalización ha alarmado a las autoridades sanitarias son los denominados poppers, de supuesto efecto afrodisiaco, como el nitrato de isoamilo, que se emplea en medicina como dilatador de los vasos sanguíneos. La inhalación prolongada de estas sustancias puede lesionar el sistema circulatorio y tener efectos nocivos relacionados con ese sistema.
Alucinación, percepción falsa en alguna de las cinco modalidades sensoriales sin estímulos externos que la provoquen, en la que se perciben objetos y/o seres inexistentes. Las alucinaciones son posibles en el estado intermedio entre vigilia y sueño (alucinaciones hipnagógicas, que son absolutamente normales), o en el transcurso de un delirio psicótico, delirium tremens, por una fatiga extrema, o bajo los efectos de la hipnosis. En el delirio psicótico, las alucinaciones auditivas son las más frecuentes, mientras que las hipnagógicas, o las propias del delirium tremens, suelen ser visuales. Las alucinaciones persistentes son características de la esquizofrenia, en cuyos casos más típicos los pacientes oyen voces acusadoras o de mando a las que reaccionan con pánico, con una obediencia servil, o con intentos inútiles de autoprotección e incluso de suicidio. La alucinación es diferente de la ilusión, percepción falsa a partir de un estímulo existente, que se puede provocar con la ingestión de drogas como la mescalina, la marihuana en grandes dosis, o la dietilamida del ácido lisérgico (LSD). Tanto las ilusiones como las alucinaciones pueden ser producto de la administración de alguna de las llamadas drogas psicotrópicas.
Cocaína, alcaloide que se obtiene de las hojas de la planta de la coca y que se emplea con fines médicos como anestésico local. También posee un uso muy extendido como droga. Las culturas del imperio Inca masticaban las hojas de la coca para obtener una leve euforia, estimulación, y un estado de alerta. Este fármaco fue aislado por primera vez en 1855 y se utilizó como anestésico local en cirugía menor. En la actualidad, se emplean en su lugar anestésicos locales, como la lidocaína, con una potencia menor para crear adicción.
El empleo de la cocaína como droga se conoce desde hace tiempo, aunque su consumo aumentó mucho a finales de la década de los años setenta y durante la de los años ochenta. El clorhidrato de cocaína, una sal hidrosoluble, es un polvo blanco seco que se suele inhalar a través de un tubo fino que se introduce en el orificio nasal. Con menos frecuencia se inyecta en las venas. También se puede fumar en forma purificada mediante una pipa de agua o en forma concentrada cortada en bolas y colocada en un instrumento especial. Los consumidores experimentan euforia, estimulación, y disminución del apetito. También aumenta la frecuencia cardiaca, eleva la presión sanguínea y dilata las pupilas. Su uso crónico puede producir abscesos cutáneos, perforación del tabique nasal, pérdida de peso y lesión del sistema nervioso. Entre los efectos mentales nocivos se encuentran inquietud, ansiedad, e irritabilidad intensas, y en ocasiones psicosis paranoide.
Estimulante, cualquiera de las sustancias que producen excitación del sistema nervioso central, aumentan el estado alerta y disminuyen la sensación de fatiga. La cafeína, la sustancia más aceptada y quizá la más utilizada, es el estimulante más importante. La cocaína y las anfetaminas producen sensaciones de euforia más intensas. Las anfetaminas, conocidas como píldoras adelgazantes, también disminuyen el apetito.
La cafeína se encuentra en la misma proporción en el café y el té (entre 100 y 150 mg por taza) y en el cacao y bebidas de cola (unos 50 mg por taza). Aunque se trata de un estimulante muy suave, una sobredosis de cafeína puede producir estimulación excesiva, palpitaciones e insomnio.
La cocaína, un polvo blanco derivado de las hojas de coca es inhalada o, fumada como crack, una forma más concentrada, se utiliza como euforizante. Aunque no produce dependencia física, sí da lugar a dependencia psicológica y produce adicción. Las anfetaminas son estimulantes sintéticos que tienen un efecto similar a la adrenalina sobre el sistema nervioso central. Desde 1960 se ha producido un abuso de éstas, como drogas de dispensación libre para suprimir el apetito. La fenilpropanolamina, un supresor del apetito, ha sido retirado del mercado porque produce crisis de hipertensión.
Marihuana, mezcla de hojas, tallos y flores de la planta del cáñamo índico o Cannabis sativa. Esta droga se fuma o se mastica. El ingrediente psicoactivo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol (THC), se concentra en el centro de las flores. El hachís, un extracto de la resina de la planta, tiene una concentración de THC ocho veces superior a la marihuana. Ésta crece en las regiones templadas, obteniéndose las mejores variedades en las zonas secas, altas y calientes. El cultivo de la marihuana es ilegal en la mayoría de los países.
La marihuana se conocía en Asia Central y en China desde el año 3000 a.C., donde se utilizaba en la medicina. En 1900 comenzó su consumo como droga. En las décadas de 1960 y 1970 se extendió su uso entre la juventud de la época. La marihuana no produce adicción física y su abandono no produce síndrome de abstinencia, pero produce dependencia psicológica. Sus consumidores describen dos fases en los efectos: primero estimulación, mareo y euforia, y después sedación y tranquilidad placentera. Los cambios de humor a menudo se acompañan de alteración en las percepciones de tiempo, espacio y dimensiones del propio cuerpo. Muchos consumidores refieren aumento del apetito, aumento de la percepción sensorial y sensación de placer. Los efectos negativos incluyen confusión, ataques de ansiedad, miedo, sensación de desamparo y pérdida de autocontrol.
Se ha ensayado el uso de la droga como tratamiento sintomático del glaucoma y de las náuseas producidas por la radioterapia.
Psicofármacos, sustancias químicas que alteran el comportamiento, el humor, la percepción o las funciones mentales. Las diferentes culturas a lo largo de la historia han utilizado diversas sustancias con el objetivo de cambiar el estado de conciencia. En la práctica médica actual, las sustancias psicoactivas conocidas como psicofármacos se han desarrollado para tratar a los pacientes con trastornos mentales. Los psicofármacos ejercen su acción modificando ciertos procesos bioquímicos o fisiológicos cerebrales. Los mensajes entre las distintas células nerviosas (neuronas) se transmiten a través de estímulos eléctricos o químicos. Las neuronas no entran en contacto directo entre sí; en las sinápsis (espacio entre las neuronas) el mensaje se transmite por sustancias químicas denominadas neuroreguladores o neurotransmisores. La mayoría de los psicofármacos actúan alterando el proceso de neurotransmisión. Otros, como las sales de litio, actúan modificando la permeabilidad de la membrana neuronal. Existen seis categorías principales de psicofármacos dependiendo de sus efectos psicológicos o sobre el comportamiento: hipnoticosedantes, analgésicos narcóticos, estimulantes euforizantes, alucinógenos, alcohol y agentes psicotrópicos. El alcohol ha sido la sustancia psicoactiva más utilizada. En la mayor parte de los países se trata de la única sustancia psicoactiva legalmente permitida sin receta. Los consumidores buscan relajación y bienestar, pero la intoxicación etílica altera las funciones mentales y motoras. La ingesta crónica de alcohol puede lesionar el hígado y las células cerebrales y produce adicción (dando lugar al alcoholismo); su retirada brusca produce graves cuadros (síndromes) de abstinencia. Los agentes hipnoticosedantes como los barbitúricos o el diazepán (más conocido como válium) incluyen los depresores cerebrales como los somníferos (pastillas para dormir), o los ansiolíticos (que producen relajación sin inducir sueño). La utilización de los agentes hipnoticosedantes como relajantes, tranquilizantes o euforizantes fuera de la prescripción médica es ilegal. La sobredosis puede conducir a la muerte. La mayoría producen adicción, y algunos pueden producir un grave síndrome de abstinencia al interrumpir su ingesta. Los analgésicos narcóticos (opiáceos como el opio, morfina o heroína) se utilizan como analgésicos. Debido a que el alivio del dolor es uno de los objetivos principales de la práctica médica, los opiáceos han supuesto una gran ayuda en el tratamiento de muchas situaciones. Fuera del contexto legal, la heroína es el principal analgésico narcótico empleado en inyección intravenosa para producir euforia. Los opiáceos producen dependencia física y adicción y su retirada produce un síndrome de abstinencia. Los agentes estimulantes euforizantes como las anfetaminas pueden emplearse para suprimir el apetito o en el tratamiento de los niños con síndrome de hiperactividad. En estos niños, las anfetaminas tienen un efecto relajante paradójico y pueden mejorar la falta de concentración que se asocia a la hiperactividad. En medicina, se emplea un derivado de la cocaína como anestésico local. El uso ilegal de las anfetaminas y la cocaína incluye su utilización como euforizantes, como estimulantes, para mejorar el rendimiento físico o mental en situaciones como las competiciones atléticas o los exámenes universitarios, o para prevenir el mareo. Los alucinógenos (fármacos psicodélicos) como el LSD —dietilamida del ácido lisérgico—, la mescalina, el PCP —fenciclidina— no tienen hoy ningún uso médico. Su utilización ilegal tiene por objetivo conseguir estados alterados de la conciencia. La marihuana es un alucinógeno débil de cierta utilidad médica para eliminar las náuseas producidas por los tratamientos contra el cáncer; también reduce la presión ocular en algunos casos graves de glaucoma. Los fármacos psicotrópicos se vienen empleando desde comienzos de la década de 1950. Consiguen mejorar los síntomas de los pacientes esquizofrénicos, permitiendo en muchos casos su reincorporación a la sociedad y la disminución del número de pacientes esquizofrénicos ingresados en hospitales psiquiátricos. Los fármacos antidepresivos se dividen en dos grupos principales: antidepresivos tricíclicos e inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO). Los dos mejoran, a veces de forma espectacular, los síntomas de la depresión. Las sales de litio se emplean en el tratamiento de la psicosis maníaco-depresiva y permiten reducir los episodios de euforia o depresión que sufren estos enfermos.
6. Consecuencias PsíquicasLa adicción es una enfermedad emocional capaz de ocasionar trastornos sicóticos transitorios o duraderos y crónicos. Una sobredosis de sustancias químicas puede provocar el suicidio: En muchos casos, los adictos llegan a cometer delitos con el único fin de proveerse de los medios para conseguir sustancias químicas.
La dependencia inmadura, con escasa tolerancia a la frustración. Pero, también encontramos casos de personalidad triste y melancolía. Estas personas buscan en la droga, un elixir que apacigüe sus ansiedades.
Así mismo, los individuos con problemas de comunicación, de relación social dificultosa y de ligación afectiva, suelen buscar en las drogas químicas una "autoterapia " . En definitiva, otro factor negativo que los enferma aún más.
Relación Droga-SidaTransmisión por sangre: COMPARTIR AGUJAS Y JERINGAS: hecho habitual entre adictos a drogas inyectables , quienes utilizan una sola jeringa y aguja entre varias personas , inoculándose pequeñas cantidades de sangre entre ellas . En la Argentina el 60% en la Capital Federal se contagia de esta manera . En Rosario el 90% contrae infección de esta forma.
Tratamiento Excepto en el caso de la dependencia a opiáceos, las prestaciones médicas más habituales en el contexto de las toxicomanías se limitan casi siempre al manejo de los problemas de sobredosificación, reacciones adversas a la ingesta de tóxicos o las eventuales complicaciones derivadas del consumo de drogas, como la malnutrición o las enfermedades provocadas por el uso de jeringuillas sin esterilizar. Los consumidores de barbitúricos o anfetaminas pueden precisar ingreso en un centro de desintoxicación como en el caso de los alcohólicos. Cualquiera que sea el tóxico responsable de la dependencia, el objetivo de la mayor parte de los programas de tratamiento es la abstinencia.
Los programas de deshabituación a opiáceos son sobre todo de dos tipos. La filosofía de las comunidades terapéuticas es implicar al toxicómano en la resolución de su problema. Se le considera una persona inmadura emocionalmente a la que debe ofrecerse una segunda oportunidad para desarrollarse. Las situaciones conflictivas con otros miembros de la comunidad son muy frecuentes. El apoyo mutuo, el mejorar de categoría dentro de la comunidad y ciertas recompensas son los estímulos al buen comportamiento.
La otra forma de deshabituación a opiáceos consiste en la administración de sustitutos de la heroína. Uno de ellos es la metadona, que tiene un efecto más retardado que ésta, pero también crea adicción. Se trata de ir abandonando el consumo de heroína mientras se elimina la necesidad de tener que conseguir la droga ‘en la calle’. Otra sustancia más reciente es la naltrexona, que no es adictiva y que bloquea el estado de embriaguez que se percibe con el uso de la heroína. Como contrapartida, no puede emplearse en pacientes con problemas de hígado, frecuentes entre los toxicómanos.
Profilaxis 1-Hable con sus hijos sobre las consecuencias negativas de del uso de drogas : infórmelo , capacítelo y destrúyale las ideas erróneas y equivocadas acerca de los consumidores famosos de drogas , que diariamente ve por televisión . 2-Aprenda realmente a escuchar a su hijo : debemos unir una preocupación cariñosa y atrevernos a aprender de la lucidez de las reflexiones de nuestros hijos en esta época . 3-Ayude a su hijo a sentirse bien consigo mismo : una baja autoestima favorece conductas autodestructivas ; estimúlelo y ante todos los fracasos valore los esfuerzos . 4-Ayude a su hijo a desarrollar principios fuertes : no tenga miedo de ayudar a su hijo a determinar que es lo bueno y que es lo malo . 5-Sea buen modelo o ejemplo : los padres somos modelos aunque no lo queramos . El hijo de un alcohólico tiene mayores posibilidades de serlo . 6-Ayude a su hijo a enfrentar la presión de sus compañeros : enséñele a su hijo a valorar la individualidad y la diferencia entre buenos y malos amigos . 7-Inculque normas familiares que ayuden a su hijo a decir NO : una familia con límites sanos de disciplinas , autorresponsabilidad , distinción entre lo que es posible y lo imposible , fomenta el desarrollo de un niño que pueda resistir las presiones negativas . 8-Fomente actividades recreativas : juegue con sus hijos , fomente la competencia y la excelencia , el ganar es accesorio . 9-Trabaje socialmente con otros padres : un padre preocupado por los problemas de la comunidad es modelo positivo para su hijo .
7. Conclusión Luego de el análisis acerca del tema , llegué a una serie de conclusiones que tratamos de transmitir lo más capacitadamente posible .
Nos referimos a un sistema de vida donde la familia vuelva a constituir el centro principal donde se identifiquen las actividades en las que el individuo esté en contacto con la naturaleza , por citar un ejemplo , el deporte , donde se deban cumplir reglas morales que encausen el comportamiento humano , donde los afectos predominan por sobre la ambición de procurarse cada vez mayores ingresos y comodidades materiales , en definitiva , donde la "vida" con todos sus vaivenes sea gozada en plenitud y los hombres la acepten tal cual como la sociedad la concibe .
En principio , diremos que la drogadicción constituye , sin duda alguna un problema que no afecta a un sector determinado en la sociedad , puesto que en la actualidad queda totalmente en evidencia que se ha extendido hasta los confines más insólitos de la misma , siendo lamentable y muy a nuestro pesar , un hecho no poco corriente al observar niños de escasa edad aspirando rajé , y sin contar el elevado porcentaje de jóvenes que entran en el mundo de la delincuencia por causa de la droga
Como miembro de la juventud Argentina de hoy , vemos las necesidades de una mayor motivación a través de los medios masivos de comunicación ; y fundamentalmente por medio de la educación desde los niveles inferiores en los institucionales , y desde la formación conciente del individuo , la educación impartida por los padres dentro del grupo familiar , para que cada individuo escriba en su biografía normas de conducta dignas de ser imitadas en el futuro .
La investigación realizada nos permite reflexionar y plantearnos el objetivo de intentar la orientación de la conciencia social . Pero esta transformación , consideramos que , para poseer un logro eficaz , debe tener una estructuración tal que parta simultáneamente del estado como órgano mismo del pensamiento social , realizado para dirigir la conducta colectiva . Podemos decir que la drogadicción constituye un hecho social que nace por la búsqueda de satisfacción de las necesidades que experimenta el individuo , por espacios vacíos en su vida que para el requiere un relleno que no logra encontrar en la sociedad ; por lo cual este problema es un hecho social disfuncional , ya que los valores implícitos en esa sociedad se encuentran alterados , por lo que necesitamos un inminente cambio que restablezca el equilibrio y reorganice los valores o normas de esta sociedad , y la estructura de relaciones sociales posean un nuevo y normal funcionamiento .
Para finalizar queremos dejar claramente expuesto , que este flagelo cuyos azotes sentimos duramente en la sociedad de la actualidad , posee un desarrollo histórico-social que se remonta al origen del hombre y la sociedad ; es decir , que este mal ha existido juntamente con el hombre dentro de las comunidades desde siempre , puesto que en todas las épocas el ser humano ha adoptado hábitos perjudiciales para su salud física y mental , lo que a su vez han sufrido una serie de transformaciones y adaptaciones a las diferentes sociedades que se han situado . Hoy , cuando observamos su monstruoso avance , es de vital importancia frenarla lo antes posible , ya que de no ser así continuará un importante elemento de autodestrucción de la humanidad .
Autor:
Daiana Joteff