Descargar

El Seguro, 37 siglos de Historia. Los origenes del sistema de transferencia del riesgo

Enviado por Eliezer Portal


Partes: 1, 2

  1. El préstamo a la gruesa
  2. Grecia
  3. Fenicia
  4. Roma
  5. El islam
  6. El renacimiento
  7. El seguro en España
  8. El seguro en Inglaterra
  9. El café de Lloyd´s
  10. El seguro y la iglesia católica
  11. El gran incendio de Londres
  12. El seguro en américa
  13. El seguro en estados unidos
  14. El seguro llega al Perú
  15. Ambiente social, político y económico del Perú a mediados del siglo XIX
  16. El gobierno de Nicolás de Piérola
  17. Formación de las compañías de seguros en el Perú
  18. Base legal del sistema de seguros
  19. El reasegurador
  20. La empresa de seguros
  21. El corredor de seguros
  22. El auxiliar de seguros
  23. El corredor de reaseguros

Los que han rastreado el origen de las civilizaciones concluyen en que hace unos cuatro mil años, en una extensa región del Asia, que abarcaba los territorios bañados por los ríos Éufrates, Tigris, Nilo e Indo, un conjunto de pueblos decidió, más o menos al mismo tiempo, reunirse bajo intereses comunes, dando origen a civilizaciones que marcaron el final del largo período de nomadismo que había caracterizado el desarrollo del hombre desde sus orígenes.

Esas civilizaciones se desarrollaron de forma organizada y se convirtieron en potencias gracias al comercio, por entonces una alternativa al trueque de productos agrícolas entre familias, tribus y comunidades vecinas.

Gracias a los restos de tabletas y cilindros de arcilla encontrados en excavaciones en el territorio asiático que estudiamos en esta parte del curso, se conoce que el efecto multiplicador del intercambio de mercancías estuvo sometido a peligros de distinto origen en las rutas y ciudades por las que pasaban.

Las primeras respuestas a esos peligros fue la reunión de mayores volúmenes que los transportados por una familia o un clan, dando origen a las caravanas.

Una medida adicional fue la organización de acompañantes armados para la defensa de los expedicionarios. Verdaderos ejércitos preparados para la lucha fueron comunes acompañando a cientos de asnos y caballos, personas y mercancías, formaban las columnas del comercio cuando las caravanas llegaron a su esplendor, en el reinado de Darío.

Las rutas se extendieron a través de todo el continente asiático llegando hasta China, el Japón y las Islas del archipiélago de Indonesia. Las caravanas fueron siempre acechadas por bandidos, que las asaltaban en ruta o saqueaban sus pertenencias cuando acampaban cerca de las ciudades. Fueron igualmente objeto de despojo por las autoridades en las satrapías (territorios asignados a un funcionario designado por la nación dominante) por las que pasaban.

EL PRESTAMO A LA GRUESA

Desde el principio del comercio, hubo gente adinerada que financiaba las operaciones de envío o retorno de las caravanas con mercaderías y esclavos. Esos adinerados comerciantes imponían altos intereses sobre sus préstamos. El retorno del dinero estaba garantizado por leyes que los favorecían. En caso de pérdida de la expedición, el financista estaba autorizado a vender como esclavos tanto al prestatario como a su familia y bienes, hasta por el monto total incluyendo los intereses.

Este sistema fue acercando el comercio al nivel en que no era posible desarrollarlo sin el concurso del préstamo, que desde entonces se conocería como "Préstamo a la Gruesa", porque se incluía en él tanto el valor de la mercadería, el costo de los animales que la transportaban como el total del dinero necesario para los gastos en la ruta, más el interés.

Estuvo vigente hasta la caída de Roma, en el siglo V de nuestra Era. Aún existe como referencia en el Código de Comercio de 1902, todavía vigente en nuestro país

Según parece, la necesidad se encargó de proveer de facilidades mecánicas para el avance del comercio y una de esas facilidades fue la rueda, inventada por los sumerios, que fueron los más avanzados de su tiempo, porque no se limitaron al invento que permitió mover cosas de un lugar a otro sino que también inventaron la escritura cuneiforme (por su forma de cuña), los canales de regadío y las leyes escritas sobre piedra.

Una de esas piedras, de diorita negra de 2,25 Mts. de altura y 1.65 Mts. de diámetro, conocida como la Piedra de Susa, actual Irán, donde fue encontrada en 1902, tiene inscripciones sobre mandatos del rey Hammurabi, que vivió y reinó en Babilonia unos 1,700 años antes de Cristo.

Es en esa piedra que se descubre que el préstamo no sólo se hacía para los negocios sino también para inversiones locales y que los castigos eran drásticos y contundentes. Cuando no era la muerte o la mutilación, era la esclavitud para los transgresores.

También se le conoce como la "Ley del Talión". Estuvo en vigencia hasta la caída de Roma, cuando el castigo físico fue remplazado por la multa y la cárcel a un tiempo determinado.

El valor del Código está en que se prueba que el conocimiento de la responsabilidad cívica ya existía como principio, hace casi cuatro mil años, porque en uno de sus mandatos está el hecho que se hace responsable a la ciudad y a su gobernante de las pérdidas que se originaran durante el paso de la caravana por su territorio. Esa fue una respuesta a las obligaciones que luego devendrían en naturales para las autoridades de una ciudad respecto de sus ciudadanos.

GRECIA

El progreso de las grandes civilizaciones mesopotámicas siguió con el tiempo y así llegó la civilización griega y con ella el comercio alcanzó nuevos niveles cuando, en el siglo VIII a.C, se inventó la moneda, y el trueque dio paso al intercambio comercial.

Grecia alcanzó cumbres de desarrollo intelectual en ciudades como Atenas, la histórica capital, mientras que en distantes lugares del archipiélago que compone el territorio donde la gran civilización se desarrolló, individuos que pasarían a formar parte del aporte más importante para la humanidad y las civilizaciones posteriores, desarrollaron pensamientos sobre música, poesía, astronomía y ciencias matemáticas, en una libertad no conocida en esos tiempos, signados, por otro lado, por el uso intensivo de mano de obra esclava.

Muchos de esos hombres aportarán los conocimientos que el mundo requerirá para entender a la naturaleza -y especialmente al Universo– sin las vinculaciones de creencias religiosas, sino con la explicación de hechos que serían comprobados solamente al cabo de dos mil quinientos años, cuando la difusión de la filosofía se convirtiera en ciencia y se expandiera en las formas que ahora conocemos.

FENICIA

Los fenicios son mucho más conocidos por sus aportes al comercio, a la banca y las finanzas que por sus aportes al Seguro; fueron ellos, sin embargo, quienes le dieron forma definitiva a los contratos de préstamos con que sus barcos, y los de otras naciones, se arriesgaron a la conquista del por entonces desconocido Mediterráneo.

Tuvieron la desgracia de ser vecinos de Egipto, que los invadió muchas veces, en cada una de esas invasiones se las arreglaron para soportarlas y superarlas en base al ingenio, la tole-rancia con el invasor y la enseñanza y aprendizaje mutuos.

El comercio fenicio produjo importantes aportes al Préstamo a la Gruesa y a las reglas de lo que sería el Seguro en Europa. Es en Fenicia que se empieza a cobrar por adelantado una suma a cuenta del riesgo asumido, que se convierte en el siglo XV, en el Renacimiento, en la "prima", o sea la parte que el asegurado paga por el riesgo que acepta el asegurador.

ROMA

Cuando Roma crece en importancia como potencia militar y extiende sus dominios hacia las provincias del Oriente Medio, es de Fenicia de donde obtiene las herramientas para el funcionamiento del Seguro en una etapa más organizada.

La marcha de Roma en todas direcciones del desarrollo de entonces, la llevó a la conquista de un territorio superior a los cinco millones de kilómetros cuadrados, con lo que sus líneas de control sobre tales territorios habrían de extenderse igualmente a través de agentes comerciales viajando y viviendo junto a los administradores políticos y militares de Roma.

Fueron los romanos quienes le agregaron otras funciones al seguro primitivo, a través de organizaciones mutuales en las que los miembros suscribían un contrato mediante el cual pagaban una suma determinada de la que, a su vez, se pagaba el entierro de quienes fallecían. Se llamaban Collegia y se organizaron de acuerdo con las distintas actividades u oficios dispensados en Roma y sus provincias. Aquellas de nuestro ejemplo para el entierro de sus asociados fueron llamadas "Collegia Funeratricia".

Muchos las consideran antecedentes del Seguro de Vida, por la forma mutual de obtener fondos y pagar las prestaciones acordadas entre todos. Otros, simplemente, creen que fueron los antecedentes de las "Tontinas", que se desarrollaron en Francia y en Inglaterra una vez empeza-do el Renacimiento.

Así fue como las reglas del comercio respaldadas por el Préstamo a la Gruesa no solo fueron copiadas sino que el Imperio les dio fuerza de ley, con nombre propio.

Es desde Roma que el préstamo pasa a ser el "Foenus Nauticum" y con este nombre estuvo vigente hasta el año 1234, cuando el Papa Gregorio IX consideró que era pecado hacer negocio con la necesidad ajena y lo prohibió con la "Ley Canónica"

Cuando el Imperio romano declina definitivamente, en el siglo V de nuestra Era como ya está dicho, Europa ingresa en un período de abandono de aquellas fuentes culturales, comerciales, políticas y sociales, que había recibido de Roma, y se pierde entre las nubes oscuras del temor, la barbarie, el desconocimiento de las leyes de la naturaleza que habían sostenido a Roma y se dedica a la contemplación de la ira divina, el castigo al pecado y la obediencia ciega a los mandatos de la religión.

Ese período durará mil años y la historia lo denominará Oscurantismo.

EL ISLAM

Poco antes de que Roma cayera en la profunda crisis que determinó su desaparición definitiva, la ruta de las caravanas estaba recorrida por comerciantes árabes, o de vinculación con ellos. Los romanos eran los dueños de los camellos, de los caballos y de los asnos que transportaban las mercaderías, pero los conductores ya no eran romanos sino los habitantes del desierto.

Las antiguas rutas, que llegaban a los territorios de Sumeria, Asiria, Babilonia, luego a las de Grecia, Persia y Egipto terminando en Fenicia, habían alterado sus destinos finales, para llegar hasta el Mediterráneo, tocando la parte Sur y el centro de lo que ahora es Arabia Saudita, en la Península Arábiga. En toda la ruta el negocio de las caravanas había creado fuentes de riqueza para comerciantes emprendedores y con un conocimiento avanzado del valor de las mercancías.

Uno de esos negocios de comercio era manejado por una hermosa mujer, viuda, en la ciudad de Medina. Su nombre fue Khadijah. Ella tendría en su belleza y talento la suerte del mundo, hasta ahora.

Su negocio estaba compuesto de varias casas de compra y venta de las especias que venían del Oriente lejano, y para ello ocupaba a un empleado muy eficiente, nacido en la misma ciudad y según parece capaz de dominar las operaciones matemáticas complicadas que exigía el negocio de entonces. Su nombre fue Abu Al Qasim Muhammad ibn Ala ibn Abd Al Muttalib ibn Hashim, aunque el mundo lo conocería por uno más corto: Mahoma.

Con Mahoma se inicia una revolución cultural, política y especialmente religiosa, que dividirá al mundo hasta la actualidad.

La llegada del Islam termina por enterrar la influencia de Roma en los antiguos territorios de su dominio, dejando las rutas de las caravanas, camellos, asnos y caballos, además de conductores y esclavos, en poder de los árabes.

El negocio prosperó en tierras de dominio islámico, mientras Europa se hundía en la pobreza y el temor al castigo divino. No sólo progresó el negocio. El Islam propició la interpretación de las leyes de la naturaleza y de la filosofía, heredadas de las antiguas culturas, agregándole los conocimientos de sus propios "ulemas", los doctores de la religión, con lo que las matemáticas y las artes alcanzaron una gran importancia en el avance de las ciencias y la cultura.

Bautizaron en su idioma las definiciones más comunes del Seguro: la palabra "Avería", por ejemplo, es árabe.

EL RENACIMIENTO

El seguro pasa luego a Europa, a las ciudades el Renacimiento, Génova, Florencia, Venecia, etc. cuando termina el Milenio del Oscurantismo; y es desde Italia que se extenderá al resto de Europa, gracias a los lombardos, habitantes del Norte de Italia, conocidos por su dedicación al negocio, al extremo que fueron bautizados como los "fenicios del norte de Italia".

Los lombardos, se cree, fueron quienes mejor se vincularon con los negocios que los turcos, que habían conquistado la capital del Cristianismo en Oriente, Constantinopla, en 1534, y empezado por el norte de Italia a negociar con los ricos estados del sur de la península.

Los lombardos adquirieron de sus socios de Oriente los conocimientos de la transferencia del riesgo, con el respaldo del préstamo a la gruesa, y se encargaron de transmitírselo a sus socios del Sur, Venecia, Florencia, Génova, etc., ciudades que, por sí mismas, habían adquirido las características que hicieron posible el desarrollo del comercio en la antigua Grecia y en la, para entonces, desaparecida Roma.

Eran ciudades-estado, con sus propias leyes y gobiernos, independientes y autosuficientes, a las que se agregaba la condición de ser manejadas -administrativa y socialmente- por funcionarios designados por mercaderes ricos y negociantes reconocidos.

Con el tiempo, el poder que los lombardos adquirieron gracias a sus conocimientos del negocio, se convirtió en un peligro para el dominio del norte de la península, y por ello fueron combatidos por siglos, hasta que, finalmente, bajo el reinado de Carlomagno, fueron expulsados de su territorio.

Serán esos comerciantes los que, luego del peregrinaje por distintos territorios de la Europa de entonces, encontrarán un lugar para asentarse finalmente, en Inglaterra, en un barrio de la City, de Londres, a inicios del siglo XVI, en una calle a la que se conocerá, hasta la actualidad, como Lombard Street, o calle de los lombardos.

Tendrá una importancia fundamental en el nacimiento del seguro moderno.

EL SEGURO EN ESPAÑA

Quien mandaba en Europa era España, un reino que se había enriquecido gracias a la conquista de los inmensos territorios del nuevo continente: América.

En esa condición España explota los recursos de sus colonias y mantiene en constante crecimiento su riqueza, con los intereses que cobra por los préstamos que hace a casi todas las casas de Europa. Sus vínculos comerciales se unen a los financieros para producir no sólo el adelanto en las ciencias (la primera operación de cataratas en Europa se lleva a cabo en 1590, en Alicante, aunque la técnica se conocía desde siglos antes), las letras, la geografía y la mecánica sino, y especialmente, en las matemáticas que les fueran heredadas por los 800 años de la ocupación musulmana de su territorio.

España registra las primeras Ordenanzas del Seguro Marítimo en Barcelona, en 1435, es decir 17 años antes de que naciera Colón, sentando así las bases sobre las que se edificó luego el Derecho Marítimo. En 1537 le siguieron las de Burgos y algunas más, entre las que se destacan las de Sevilla, de 1556, y las de Bilbao, de 1737.

En Francia se aprobó el Guidón de la Mer, recién en 1556, y las Ordonnance de la Marine, alrededor de 1681, dos códigos que contenían todas las disposiciones que permitieron al Seguro Marítimo funcionar.

EL SEGURO EN INGLATERRA

A finales del siglo XVI Inglaterra había completado el largo período de inestabilidad que caracteriza a las sociedades europeas que se desligaron de la influencia del Medioevo y empezaron un camino distinto, con la obligatoria tarea de darle unidad a la nación.

Londres, la capital, era por entonces poco más que una ciudad de mediano tamaño, envuelta en problemas sin resolver debido a una conocida falta de fondos.

Aún en pleno surgimiento de Inglaterra como potencia, Charles Dickens describirá una sociedad dividida entre quienes lo poseían todo, y el resto de los habitantes, viviendo miserablemente en casas semi destruidas, sin servicios de ninguna clase y permanentemente acosados por las enfermedades, el clima y el hambre. Inglaterra no era en ese tiempo la potencia europea que sería a finales del siguiente siglo.

EL CAFÉ DE LLOYD´S

Para finales de 1600, Londres ya era una nueva y gran ciudad, con hermosas edificaciones.

El centro amurallado de la antigua ciudad había dado paso a construcciones de ladrillo, calles con aceras para protegerse de la lluvia, un sistema de desagüe planificado y muchos establecimientos comerciales, y de mercancías venidas de los más lejanos lugares bajo dominio de la corona.

Salpicando tales facilidades estaban los establecimientos dedicados a servir el café, un brebaje que habían importado los italianos, venidos con la oleada de refugiados de todas partes de Europa en busca de trabajo en Inglaterra.

Uno de esos cafés era el del Sr. Edward Lloyd.

Estuvo originalmente ubicado cerca del Puente de la Torre (Tower Bridge Street) pero luego se trasladó a donde más negocios había: Lombard Street, la calle de los lombardos.

Es ahí donde empieza el Seguro moderno según muchos tratadistas, porque el café de Lloyd"s sirve a los propósitos de los aseguradores del riesgo marítimo como ningún otro establecimiento, al extremo que la mayoría de negocios se lleva a cabo en sus salones, mientras se discute las tasas a pagar por un embarque, por la eventual pérdida de una nave, el flete o las propiedades de la tripulación.

En sus salas se ha decidido muchos de los condicionados del seguro y el reaseguro desde hace más de 300 años.

Es un negocio de grandes conocedores del seguro, y de personas con un gran sentido de la oportunidad para los negocios, dentro del seguro y fuera de él.

La mayoría de los originales inversores en Lloyd"s, como John Locke, el padre del liberalismo, Daniel Defoe, el autor de Robinson Crusoe o el mismo Isaac Newton, habrá estado, en algún momento de sus vida, involucrado en el negocio de la trata de esclavos, mientras que otros habrán hecho fortuna con los negocios que la corona les permitía en ultramar bajo condiciones favorables.

Todos ellos eran nobles y ostentaban alguno de los muchos títulos nobiliarios que los reyes de siempre inventan para pagar favores a quienes les sirven.

Lloyd"s era el punto de encuentro con el negocio del Seguro, que impulsaba, y aún lo hace, los negocios bancario y el financiero.

EL SEGURO Y LA IGLESIA CATOLICA

El proceso de la industrialización y de la producción en serie, que devendrá en el siglo XVIII en la Revolución Industrial, tendrá al seguro como la garantía principal de la inversión, puesto que las facultades de la institución del seguro habían demostrado ya su valía en muchas oportunidades. Sin embargo de ello, el más conocido de los seguros actuales, el de Incendio, estaba prohibido de colocarse en Inglaterra.

La Iglesia Católica se oponía, con el mismo argumento que había usado antes para prohibirlo en otras partes y tiempos: no se debe hacer negocio con las desgracias con que Dios decide castigar a los pecadores.

Este argumento estuvo, sin cuestionarse, en vigencia por cientos de años, pues, para entonces, la Iglesia Católica gobernaba decisiones políticas y hasta de negocios en Inglaterra, como lo hacía en otras partes de Europa.

Tendría un final dramático.

EL GRAN INCENDIO DE LONDRES

Del 2 al 5 de septiembre de 1666, se produjo lo que se conoce históricamente como el Gran Incendio de Londres. Se quemó la Catedral de San Pablo y muchas iglesias, la mayoría de edificios públicos, 13 mil casas y las dos terceras partes del centro de la City. Justo cuando la Iglesia había ratificado su prohibición contra el Seguro de Incendio.

El Seguro de Incendio fue, entonces, autorizado, ya sin la prohibición religiosa. Desde entonces progresó, extendiéndose en todo el reino y sus dominios.

Lloyd"s de Londres es una marca conocida a nivel mundial, no solamente por la calidad de sus suscriptores sino por la fortaleza financiera y económica que respaldan las operaciones de seguros y reaseguros en que está vinculado.

Es también un prestigioso centro de inteligencia y control del negocio marítimo a nivel mundial. Mantiene vigilancia a través de una red de agentes en todo el mundo, sobre cada nave, en cualquier punto del globo.

EL SEGURO EN AMERICA

La llegada del seguro a las costas del continente americano tuvo dos fases: la primera en su arribo a los dominios de la corona española, como veremos en el siguiente capítulo, y la segunda, en los territorios del Norte de América, que fueron originalmente explorados por holandeses y franceses, pero conquistados de forma terminante por el Imperio Británico.

A medida que los habitantes de las trece colonias se asentaron en lo que iba a ser su tierra por generaciones venideras, el negocio se impuso como parte del traslado de vidas de uno a otro continente.

El seguro respaldó desde el inicio todas las operaciones de comercio entre la metrópoli inglesa y las colonias en Norteamérica, especialmente en las regiones al norte de Nueva York, conocida como Nueva Inglaterra, cuya capital era, y es, la ciudad de Boston.

Es en Boston donde se inicia la lucha por liberarse del dominio inglés, con un acto de rebeldía que tuvo que ver con el Seguro: un grupo de ciudadanos de Boston, entre los cuales estaba John Hancok, el primer firmante de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, disfrazados de indios, capturó tres bergantines surtos en la bahía, y arrojó al mar cientos de bultos conteniendo té, la bebida inglesa que había sido impuesta en las colonias como parte de las obligaciones de compra para los colonos.

Ese acto, que es conocido como la "Boston Tea Party", la Fiesta del Té de Boston, es aceptado como el inicio de las acciones que desembocaron en la lucha por la independencia, alcanzada finalmente en 1776.

La vinculación con el Seguro está en que ese cargamento de té estaba asegurado en Lloyd"s, en 18 mil libras esterlinas, que Lloyd"s pagó puntualmente.

EL SEGURO EN ESTADOS UNIDOS

Las primeras operaciones de empresas de seguros se inician casi con la Independencia, y hay en ellas un personaje, principal en la Historia de Estados Unidos, Benjamín Franklin, quien dispondrá del conocimiento y la experiencia para poner en marcha una compañía de seguros en su ciudad natal: Filadelfia.

El seguro se desarrolla entonces al amparo de los recursos que consigue con la industrialización y el comercio, que empiezan la serie de reformas a imponer una vez que se hace con los extensos territorios al Oeste de los ríos Missouri y Mississippi.

Eso resulta particularmente claro luego de 1866, o sea, al término de la Guerra de Secesión, cuando el norte industrial impone las nuevas leyes con que se favorece el desarrollo del país.

En el Siglo XX, y gracias al Seguro, es que la sociedad que emerge en Estados Unidos a finales de la I Guerra Mundial, en 1918, alcanza una importancia internacional, alejada de la imposición militar que había precedido los anteriores dominios, incluso el de Inglaterra.

Los ingentes recursos que requirió la importación de todo lo que su acelerada industrialización requería, estuvieron respaldados por las operaciones del Seguro. Con ello la importancia y la dimensión de las compañías de seguros estadounidenses se triplican cada 25 años. A fines de los cincuenta ya suscribía casi la mitad de primas del mundo.

Hoy, a pesar de la crisis financiera, generada desde septiembre de 2008, las primas que genera el seguro en Estados Unidos representan más del 40% del total mundial.

Es, por otro lado, el país donde se registra la mayor cifra por siniestros pagados en la historia. En cada caso ha levantado la barrera a niveles que no son posibles registrar en otra nación desarrollada.

El mayor monto pagado hasta la fecha por daños amparados por el seguros son los producidos por el huracán Katrina; antes de ese, el siniestro más grande había sido el ataque a las torres gemelas del 11 de septiembre del 2001.

Hay quienes sostienen que el terremoto, seguido del tsunami, de Japón resultará en varios tramos mucho más costoso que el atentado del 11 de septiembre, pero en esa evaluación no entra la forma como el seguro protege las propiedades en ambos países: en Estados Unidos no hay subsidio para el seguro. En Japón el Estado subsidia el costo de asegurar las propiedades inmobiliarias en ciudades de menor población.

I. EL SEGURO LLEGA AL PERU

El mecanismo de la transferencia del riesgo llegó a nuestras costas con los conquistadores, porque en Europa las actividades del seguro y del reaseguro eran parte de las sociedades de entonces desde el Renacimiento.

Muchos estudiosos están de acuerdo en que fue gracias a la existencia del seguro que los emprendimientos de exploración y conquista en que estuvieron empeñadas las entonces potencias marítimas, España y Portugal, desde el Siglo XIV y antes, alcanzaron el nivel de éxito que ahora se les reconoce.

Como hemos visto anteriormente el seguro como meca-nismo de transferencia del riesgo ya tenía varios siglos de funcionamiento, y Europa lo había desarrollado tanto que, por ejemplo, las primeras ordenanzas sobre el Seguro Marítimo en la península datan de mucho antes del nacimiento de Colón* y los aseguradores emitían pólizas para cubrir riesgos de transportes e incendio, en Italia, mucho antes que Dante Alighieri** dotara a su tierra de una lengua común.

Con la conquista de los territorios de América, España extendió los beneficios que ya existían en la Península a quienes empezaron su vida comercial en el Nuevo Mundo.

Para ello tuvo leyes específicas, con las que permitió los embarques tanto desde España como desde América.

Esos embarques fueron asegurados en distintas instancias durante el tiempo que españoles y portugueses permanecieron como dueños del sub continente.

Cuando el proceso de liberación se concreta, con la independencia del Perú, en la Batalla de Ayacucho del 8 de diciembre de 1824, el seguro español deja de actuar paulatinamente en América y produce un vacío.

Ese vacío se llena cuando Inglaterra se fija en el extenso territorio que se había li-berado de su enemigo tradicional y empieza asegurar los riesgos de transportes entre Europa y los países independizados recientemente.

Por otro lado, la independencia Estados Unidos despierta intereses de vinculación comercial y política, además de diplomática, con el resto de América; y es cuando el seguro norteamericano hace sus primeras incursiones en Centro América y el Caribe. La competencia con Inglaterra continuaba.

Empieza, entonces, a fines del siglo XVII, una competencia entre aseguradores provenientes de Estados Unidos y del Reino Unido, por posesionarse en plazas como Perú, Colombia, México, Argentina o Brasil, para entonces, en ese orden, los países más conocidos por los aseguradores en ambos lados del Atlántico.

El desarrollo del seguro en nuestro país se define en favor de las aseguradoras inglesas sobre las norteamericanas debido a la vinculación comercial entre nuestro país e Inglaterra, para entonces ya entronizada como primera potencia comercial, militar y económica del mundo.

II. AMBIENTE SOCIAL, POLITICO Y ECONÓMICO DEL PERÚ A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

El tránsito entre la Emancipación y la República en el Perú está lleno de hechos protagonizados por personajes singulares. Héroes y villanos que ejercen su influencia en determinadas regiones del país y en conocidos acontecimientos.

El gobierno del país será ejercido sin tener claros los objetivos en su formación como nación independiente, sino siguiendo lo que se acostumbraba hacer en tiempos de la Colonia.

Las nacientes instituciones republicanas actúan como si España aún tuviera que fiscalizar sus actividades; y las leyes que se dictan tienen mucho de declarativas, pero su obediencia sigue en cuestión hasta finales del siglo XIX.

Así, cincuenta años de independencia no producen una clase política dirigente sino caudillos -militares y civiles- dedicado a imponer sus ideas como las "salvadoras de la patria".

Muchos de esos caudillos tuvieron gestos de altura en sus acciones pero ninguno tuvo la visión del futuro que las riquezas del suelo y la laboriosidad de la gente hacían prever como provechosas para los entonces cuatro millones de peruanos.

La consecuencia de esta cortedad de visión tendría su desenlace en el Guerra del Pacífico de 1879, que perdimos por no entender la sociedad que debíamos haber creado. Chile ganó la guerra porque tuvo una clase dirigente y una visión del futuro de la que el Perú carecía.

Entre el final de la Guerra del Pacífico y la etapa de la recuperación del Perú hay un período sobre el que deberíamos centrarnos para entender el emprendimiento que se requería para iniciar en nuestro territorio una aventura audaz y de difícil pronóstico: formar una compañía de seguros peruana para competir contra las coberturas y fortaleza financiera que caracterizaba a las empresas extranjeras.

El conocimiento del Seguro y de sus vinculaciones financieras y patrimoniales era casi un secreto entre los representantes de las compañías. Había agentes de compañías canadienses, estadounidenses y hasta neozelandesas, pero sus operaciones de seguros estaban limitadas a carteras pequeñas, aquellas vinculadas con las inversiones de origen común y por ello no podían competir con las inglesas, que re-presentaban nada menos que a la cuna del capitalismo mundial, tanto que contaban, desde 1744, con una ley específica para fortalecer la actividad aseguradora como respaldo de sus propias inversiones en ultramar, la "Gambling Act".

III. EL GOBIERNO DE NICOLÁS DE PIÉROLA

Uno de aquellos caudillos de que tratamos antes de esta parte de la Historia fue Nicolás de Piérola.

Nacido en Arequipa pero afincado en Lima desde temprana edad, Piérola es una figura sobre la que se ha tejido una trama de admiración y de odio, de leyenda y desencanto. Su vida misma fue controvertida en grado sumo y no corresponde a este curso un análisis de ella.

Es durante el primer año del gobierno de Nicolás de Piérola, en noviembre de 1895, que se dicta la primera ley sobre la actividad aseguradora en nuestro país.

Para entonces ya se había fundado, el 25 de julio de aquel mismo año, la Compañía Internacional de Seguros del Perú.

IV. FORMACION DE LAS COMPAÑÍAS DE SEGUROS EN EL PERÚ

En los registros de fundación de la primera compañía de seguros organizada por inversionistas peruanos en su mayoría (uno de sus socios era cubano) no existe mayor información sobre la forma cómo se organizó ni cuál era su estrategia para oponerse a la competencia con aseguradoras premunidas de técnica aseguradora depurada, capitales inalcanzables en la situación fiscal por la que atravesaba el Perú luego de la Guerra del Pacífico, y larga tradición de estadía en el país con importantes lazos comerciales.

Resulta por eso interesante saber que la primera póliza de Incendio emitida por la naciente compañía fue para cubrir a la casa de don José Payán, ciudadano de origen cubano, que había lanzado la idea de reconstruir las capacidades financieras del país, a través de operaciones comerciales cruzadas y era a la sazón vice-presidente de la misma compañía de seguros.

Al amparo de la ley dictada en noviembre de 1895, se crearon dos compañías de seguros el año 1896: la "Rímac" y la "Italia" que mantuvo ese nombre hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando cambió su denominación por la de "Atlas".

Estos acontecimientos propiciaron el retiro de los agentes de compañías de seguros extranjeras, que protestaron en avisos pagados en El Comercio de aquella época por la dación de la ley que consideraron "abusiva". Muchas de esas compañías partieron para no regresar.

A finales de los años veinte el seguro peruano ya tenía capacidades importantes de cobertura y de cúmulos para reasegurar directamente.

Cuando se produce la II Guerra Mundial el país es requerido para vender productos que las acciones bélicas en Europa requerían con urgencia, y ese impulso de ingresos permite que nuevas aseguradoras se instalen en vista de la estabilidad de la moneda y de la política, porque, a pesar de los movimientos militares contra los gobiernos elegidos democráticamente, las políticas de desarrollo de las inversiones extranjeras protegidas por leyes dirigidas fue la norma.

Una vez terminada la II Guerra Mundial decrece el interés extranjero por la compra de minerales y otras materias primas, que eran las exportaciones tradicionales del Perú; pero, en 1956, y al término del gobierno de General Manuel A. Odría, un joven empresario, venido de Tacna a la cálida ciudad de Trujillo, emprendería una tarea de titanes para desarrollar una industria que llevaría por varios años a nuestro país de nuevo a la escena mundial de las necesidades no cubiertas.

Su nombre fue Luis Banchero Rossi y la industria que impulsó fue la de la harina de pescado.

Esa industria será la impulsora de nuevos bríos en el mercado de seguros, porque las exportaciones de la harina de pescado en cantidades nunca antes registradas por las estadísticas oficiales, fueron posibles gracias al constante incremento de la flota pesquera en manos privadas, y de las facilidades en instalaciones costosas en distintos lugares del litoral.

Todo ese movimiento industrial significó un salto cualitativo en la técnica que requirió la suscripción de coberturas que se experimentaron primero aquí y se impusieron luego en el mundo.

La primera póliza para embarcaciones pesqueras fue redactada entre aseguradores peruanos, entre los que se cuenta a don René Corpancho, Carlos Raúl Vidal, Dante Di Liberto, Ricardo Mulánovich y otros nombres valiosos.

Ese condicionado estuvo vigente, fue copiado por Lloyd"s, e impuesto en las coberturas que aceptaba hasta bien entrados los años 80"s.

El Sr. Banchero invirtió en todas las ramas de la industria, el comercio, la prensa y en la banca. Lo hizo también en el negocio del Seguro comprando la Compañía de Seguros Panamericana, que había sido organizada por la Singer Sewing Machinery, para respaldar sus actividades mercantiles de venta de máquinas de coser en nuestro país.

V. BASE LEGAL DEL SISTEMA DE SEGUROS

Como cualquier actividad en que la intervención del Estado es obligatoria en interés de la sociedad, la aseguradora tiene leyes específicas y generales con que se regula sus ingresos, se controla sus operaciones y se fiscaliza sus inversiones.

El organismo que representa al Estado en el conjunto de operaciones que requiere la ciudadanía para actuar e interactuar con las funciones que la Constitución determina y ordena al Gobierno mantener, es la Superintendencia de Banca y Seguros. Es la encargada de establecer el respeto a las leyes dadas en las operaciones autorizadas mediante la licencia de operación, que solicitan los organizadores de las empresas vinculadas con la actividad aseguradora, y de los fondos que recaudan del público en razón de los negocios en que intervienen.

En otras palabras, la SBS representa al Estado en las negociaciones en que existe la autorización para que las empresas de seguros recauden fondos con los que forman reservas y cúmulos basados en cálculos matemáticos y estadísticos especializados, para proteger las actividades, las vidas y las enfermedades de quienes se sienten en la capacidad de pagar por esa protección.

En la actualidad la ley 26702 del 6 de diciembre de 2006 es la norma que rige las actividades del seguro y el reaseguro en nuestro país.

VI. EL REASEGURADOR

A medida que las operaciones del seguro cubren riesgos de alta incidencia en siniestros o de sumas que exceden las normales capacidades financieras y patrimoniales de una aseguradora, se hace indispensable contar con el apoyo de empresas con capacidades superiores, no solamente en cuanto al poder económico sino en la capacidad para difundir las posibilidades de pérdida en volúmenes de rango superior gracias a sus vinculaciones a nivel global.

Servirá como ejemplo a los efectos de ilustración de este curso saber que las dimensiones del reaseguro suscrito por algunas de las más grandes empresas dedicadas a esta actividad superan por muchas veces el PBI de la mayor parte de naciones de economía emergente.

De hecho, la más conocida de esas gigantes, la Munchener Ruckversicherungs Gessellschaft AG, conocida simplemente como Munich Re, supera en promedio anual de suscripción en primas recibidas al PBI de casi toda África.

AIG, considerada en Estados Unidos como la más grande compañía de seguros del mundo (no lo era en realidad porque AXXA fue -y sigue siendo- la más grande), en la práctica quebró, luego de las operaciones de suscripción de riesgos sobre préstamos de hipotecas de su sucursal en Londres, que significaron una pérdida del orden de los 800 mil millones de dólares.

Ahora tiene como su mayor accionista al gobierno de Estados Unidos. En otras palabras, es una empresa estatal mientras no devuelva el dinero que le prestó el gobierno para evitar su cierre definitivo.

Ninguna compañía de reaseguros importante ha quebrado como consecuencia de la crisis financiera internacional.

ALGUNOS DATOS DE INTERES RESPECTO DEL REASEGURO

El primer contrato de reaseguros se registra en 1370*, para cubrir un viaje entre Génova y Slyus, en el que el propio asegurador directo se quedó con la mayor parte del riesgo y la prima correspondiente y cedió, a otro asegurador, la prima y el riesgo por la parte más escabrosa del viaje, entre el puerto de Cádiz, en España, y Slyus. Clases de contratos de reaseguro

Existen dos grupos de contratos, entre cedente y reasegurador, según la forma de transferencia,

Proporcionales

En este tipo de contratos tanto la cedente como el reasegurador comparten en "proporción" pactada la suscripción del tratado. El reasegurador responde por el monto de los siniestros en la misma proporción de la prima que recibe de la cedente.

Exceso de pérdida

Funciona como lo hace el deducible en un seguro de automóviles. La primera parte de un siniestro es asumida por la cedente. El reasegurador responde solo por la parte que excede de una cantidad previamente fijada.

En los contratos proporcionales se distingue, a su vez, dos grupos de contratos:

A.- Facultativos

Contratos que requieren de gran manejo administrativo por ambas partes porque se cede y acepta póliza por póliza. Son debidos a ello caros, en comparación con los automáticos.

Dada cuenta sus características de póliza por póliza se usan generalmente para cubrir las res-ponsabilidades de las cedentes en riesgos muy grandes, como los de las mineras, empresas y actividades de la industria petroquímica, riesgos industriales de volumen, barcos, aviones y operaciones bancarias en que las posibilidades de fraude y deshonestidad de funcionarios y empleados pueden causar grandes pérdidas.

B.- Tratados Proporcionales Automáticos

Fueron la consecuencia del gran trabajo administrativo que generan los tratados facultativos. En este tipo de contratos el reasegurador se compromete a pagar una parte de todos los siniestros suscritos por la cedente por ramos, durante un período establecido, generalmente un año.

En los tratados proporcionales automáticos también se distingue dos tipos, o combinaciones de ellos, de contratos:

b.1 Cuota parte

Es un contrato que se verifica según el porcentaje que asume la cedente como retención propia de acuerdo con su experiencia y capacidad operativas y financieras. Se mantiene invariable en los porcentajes a lo largo de su vigencia y por ello algunos los consideran inconvenientes, porque obligan a la cedente a entregar parte de sus primas de riesgos pequeños, que podrían entrar en sus capacidades de retención propia. Lamentablemente a veces es lo único que se encuentra en el mercado internacional del reaseguro.

b.2 Excedente

En este tipo de tratado la cedente retiene por su cuenta hasta una cantidad determinada -que puede ser variable de acuerdo con su clasificación de riesgos- de cada caso. El reasegurador asume el excedente.

C. Exceso de pérdida

Partes: 1, 2
Página siguiente