http://www.monografias.com/trabajos98/impacto-psicosocial-medios-masivos-difusion-y-redes-sociales/impacto-psicosocial-medios-masivos-difusion-y-redes-sociales
La oligarquía en el poder utiliza todos los recursos a su alcance para lograr un control social que le permita mantenerse en el mismo, sin importar que se agudicen las contradicciones internas de nuestro sistema social. La enorme corrupción que nos rodea tiende a aumentar la desigualdad social que padecemos, permitiendo que surjan graves casos de injusticia social que son cubiertos por un manto de impunidad.
Al mismo tiempo la vida cotidiana del individuo contemporáneo se caracteriza por vivir bajo una enorme insatisfacción social por encontrarnos en el marco de un sistema capitalista que promueve una sociedad de consumo que enajena las relaciones interpersonales al reducir la condición humana a la calidad de un objeto que es valorado en función de sus pertenencias materiales por lo cual la principal meta en la vida es tener, poseer, consumir lo que nos ofrecen a través de la pantalla de nuestros televisores, o en las bocinas de nuestros radios, o en el monitor de nuestras computadoras personales.
A lo largo de la historia de la humanidad, la clase gobernante ha insistido en educar a la población en el sentido de enseñar que la obediencia es una virtud y la desobediencia es un vicio, un pecado o un comportamiento socialmente inaceptable.
Así podremos encontrar ejemplos de Reyes, sacerdotes, señores feudales, caciques, políticos, empresarios y padres que fomentan la obediencia. Esta tendencia a fomentar la sumisión es congruente con la necesidad de la élite en el poder de reproducir las relaciones sociales de producción, es decir, de que todo siga igual, de que nadie proteste, de que todos y cada uno aceptemos el rol social que nos ha sido asignado, a nombre de lo "natural", de lo "normal" o de lo "aceptable socialmente".
Los "buenos hijos" son los que obedecen a sus padres en todo lo que ellos les pidan o digan, sin importar que estos sean drogadictos, alcohólicos, malos padres o cometan incesto.
Los "buenos alumnos" son los que hacen todo lo que dice el maestro, sin importar que el maestro no esté preparado para dar sus clases, sea un irresponsable o intente propasarse con sus alumnas (os).
Los "buenos creyentes" son aquellos que obedecen a los sacerdotes de la religión que profesan, sin cuestionarlos en absoluto, ya sea cuando su comportamiento incluya llamados a votar por políticos corruptos, o cuando abusan sexualmente de los niños en el interior de las iglesias o confesionarios.
Los "buenos trabajadores" son los que aceptan trabajar en condiciones de explotación, que no protestan por largas jornadas de trabajo, ni por los miserables sueldos que reciben que no les alcanzan para enfrentar el alza constante de los precios en los productos básicos.
Los "buenos ciudadanos" son aquellos que no protestan por las calles mal pavimentadas de sus ciudades, por el mal servicio del transporte urbano, por la desigual carrera entre alza de precios y aumentos de salarios, son quienes guardan silencio ante la corrupción de sus gobernantes que se roban millones de pesos en total impunidad.
Los "buenos ciudadanos" son aquellos que actúan socialmente basando su conducta en lo aprendido a través de los medios masivos de difusión que nos enseñan a través de sus telenovelas que es normal que haya ricos y pobres, que el sueño de toda joven pobre es que un joven rico la despose y la saque de su miseria. Estos medios masivos de difusión que nos enseñan que protestar es un acto no solo socialmente no aceptado, sino que es un acto criminal, que no debemos elevar nuestras quejas ni alzar nuestra voz en contra de las autoridades que dirigen nuestros destinos, sino que al contrario debemos unirnos a ellos y festejar lo que nos pidan que festejemos y dejar de festejar lo que ellos nos digan que ya no es motivo de festejo.
La obediencia entonces es un valor promovido socialmente por las instituciones que participan en el proceso de socialización que forma nuestra personalidad psicosocial: la familia, la escuela, la Iglesia, el mundo del trabajo, los medios masivos de difusión, etc.
El "carácter social" que se forma como resultado de este proceso de ideologización es el de personas sumisas, obedientes, conformistas, temerosas y resistentes al cambio social. El sistema económico y político necesita de individuos que se adapten al status quo sin protestar para seguir con el proceso de reproducción de las relaciones sociales de producción.
Aquel que protesta, aquel que no se comporta como la mayoría de la población es "el anormal", el que "está mal" y tiende a ser separado del resto de la sociedad que está conforme, que se adapta o al menos no protesta o se queja de la situación en la que vive, estos son "los normales", los que "están bien".
Este tipo de criterios de "anormal" o "normal", no tienen un fundamento clínico o psicológico para hacer tal clasificación. En realidad tienen simplemente un criterio estadístico y lo comprenderemos mejor a continuación.
Los que se comportan como la mayoría de la población, son el promedio, es decir, son la norma desde un punto de vista numérico. Por cuestiones de control ideológico y social, este concepto se trasladó al campo de lo social y se bautizó a quienes se comportan como la mayoría de la población como "los normales".
En cambio, aquellos que no se comportan como la mayoría, son los desviados de la norma y en consecuencia fueron bautizados como "los anormales".
¿A quién beneficia esta clasificación? La respuesta obvia es que a la élite gobernante que ya no requiere de policías, guardias, personal de seguridad o ejército para controlar a una población y que acepte seguir siendo explotada. Ya no la necesita porque cada individuo ha interiorizado dentro de sí mismo un guardia ideológico que le dice "lo que está bien y lo que está mal".
Es el control ideológico transformado en sentimiento de culpa o en sentimiento de soledad y rechazo social insoportable. La mayoría de la población prefiere estar dentro de la mayoría, aún cuando esté consciente de que el comportamiento de la mayoría es erróneo o equivocado y lo acepta con tal de no ser parte del rechazo social. Es el Miedo a la libertad denunciado por Erich Fromm.
http://www.enxarxa.com/biblioteca/FROMM%20El%20Miedo%20A%20La%20Libertad.pdf
Sobre la ilusión de libertad social
Nos han acostumbrado a la idea de que somos libres, nos enseñaron a pensar que el capitalismo era sinónimo de libertad, que el socialismo y el comunismo eran el prototipo del autoritarismo, la obediencia y la sumisión al totalitarismo de Estado, la "cortina de hierro nos decían".
Cuando cayó el muro de Berlín se festejó el triunfo del "mundo libre" y cambió el mundo entero, se creó una nueva geopolítica, terminó la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia (que representaban el bien y el mal según nos decían).
Con el nuevo mundo surgió la globalización que básicamente consiste en la apertura de las fronteras para el libre tránsito de las mercancías y la eliminación de aranceles que benefician a las grandes compañías.
Desapareció la guerra fría y en su lugar apareció la guerra comercial cuando las grandes transnacionales vienen a los países latinoamericanos a "conquistar nuevos mercados".
Con la presencia en nuestro entorno de las transnacionales y sus franquicias, tenemos a nuestra disposición una gran variedad de productos que antes no podíamos adquirir.
Somos libres de adquirirlos nos dicen, vivimos en un mundo libre, tenemos libertad de comprar lo que queramos. Somos libres de comprar la casa de nuestros sueños, el automóvil último modelo equipado con la más alta tecnología, siempre y cuando tengamos el dinero suficiente para pagar ambas cosas. Es cuando nos damos cuenta de que no somos tan libres como pensamos, que estamos bajo la tutela de un nuevo Dios: el dios mercado.
http://www.monografias.com/trabajos102/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi
Vivimos en una sociedad donde existe la libertad de expresión nos dicen, mientras que México encabeza la lista de países por el mayor número de reporteros asesinados o desaparecidos. Ejercer el periodismo crítico e independiente en este país, es un oficio de alto riesgo, lo mismo vale para quien ejerce la crítica social objetiva e independiente.
Por otro lado nos dicen que tenemos libertad de elegir a nuestros gobernantes, que vivimos bajo un sistema de democracia real en el cual nuestro voto cuenta. Pero la realidad es otra, vemos por un lado que el sistema electoral en México es uno de los más caros del mundo, se invierte una enorme cantidad de dinero para entregar a los partidos políticos, unos partidos políticos que se han caracterizado por una enorme corrupción.
Por otro lado, las autoridades electorales reciben un presupuesto realmente escandaloso en el marco de una sociedad en crisis económica y política, que tiene a millones de mexicanos viviendo en condiciones de pobreza extrema.
A pesar de todo lo anterior lo más triste, preocupante y motivo de enojo, es que el sistema electoral mexicano es uno de los más corruptos del mundo. Oculta violaciones al sistema electoral, permite financiamiento oscuro de los candidatos, no sanciona a quienes rompen las reglas y reconoce triunfos de candidatos que han incurrido en actos de corrupción para comprar los votos. Así sucedió con Felipe Calderón, igualmente pasó con Enrique Peña Nieto.
Entonces, ¿qué podemos esperar de unas elecciones sancionadas por autoridades que han ignorado actos de corrupción, que permiten campañas electorales con montos económicos desiguales?
La respuesta es nuevos resultados fraudulentos, el triunfo de candidatos corruptos que solaparán los actos de corrupción de los políticos que van de salida, así como lo hizo Guillermo Padrés Gobernador de Sonora, con Eduardo Bours el gobernador saliente de quien se sospecha es el autor intelectual del incendio de la guardería ABC, tragedia que Padrés se comprometió a hacer justicia y que fue lo que garantizó en gran parte su triunfo en las elecciones.
El mismo gobernador que permite que buena parte de sus funcionarios medios no se presenten desde hace meses a sus oficinas para realizar proselitismo electoral a favor de los candidatos de su partido.
Luego entonces, debemos tomar en cuenta que vivimos en el marco de una democracia capitalista, que en esencia quiere decir que no hay democracia, que no somos libres, porque estamos bajo un determinismo económico y político.
La libertad dentro del sistema capitalista es una ilusión, una falacia, un engaño, ya que el comportamiento individual y social, está regulado por un control social que emana de la oligarquía en el poder.
/trabajos97/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi
En el contexto descrito la libertad para elegir a los candidatos que cuentan con mi simpatía y reconocimiento no existe. Para empezar no hay tales candidatos, la mayoría de los que están registrados son parte de los cuadros políticos inmersos en un mar de corrupción, son siniestros personajes que más que inspirar confianza y simpatía, por más que vemos sus rostros sonrientes, en realidad inspiran desconfianza, temor y deseos de .alejarse de ellos por sus antecedentes de pertenencia al PRI, PAM, Partido Verde, Movimiento Ciudadano e inclusive del PRD.
Los que medio se salvan son los candidatos de MORENA que compiten contra los candidatos del PRI, PAN y PRD en condiciones de desventaja ya que no cuentan con la misma cantidad de recursos para la realización de las campañas electorales.
¿Esta es la equidad que garantiza el sistema electoral?
Desde hace mucho que dejé de ver los noticieros en la televisión por su parcialidad y distorsión de la información con la descarada intención de manipular a los televidentes en la criminalización de la protesta social y generar el consenso de aceptación hacia nuestros corruptos gobernantes.
Sin embargo, estoy consciente de que millones de mexicanos siguen recibiendo el baño ideológico y político de los medios masivos de información dentro del contexto de la actual campaña electoral.
Estos medios que de vez en cuando difunden resultados de encuestas que informan de la tendencia del voto de la ciudadanía y nos dicen que los resultados favorecen principalmente a los candidatos del PAN o del PRI. Dependiendo de quien pague la investigación se obtienen resultados distintos, por lo que este tipo de investigaciones se encuentran totalmente desacreditadas, pero se siguen usando como instrumento ideológico para influir en la tendencia del voto de "los indecisos".
En este contexto los candidatos a puestos de elección y sus cuadros de apoyo se presentan en las colonias marginadas de las ciudades a realizar promesas de mejoras, acompañadas de regalos que mas bien son propaganda electoral.
El excluido, el marginado, el desposeído, el invisible social, el que todos ignoran cuando pide ayuda, el que nunca es tomado en cuenta, siente que por primera vez en muchos años es "tomado en cuenta por alguien importante" que viene a escucharle acerca de sus carencias y sobre todo que le hace promesas de cambiar su vida resolviendo parte de sus problemas inmediatos. ¿Cómo no despertar ilusiones en alguien así? Qué perversidad, qué crueldad de quien juega con las ilusiones, las emociones y sentimientos haciendo promesas que sabe que no cumplirá.
Observamos entonces que en la interrelación que existe entre el individuo y la sociedad, el individuo está más determinado por la influencia social que lo que éste aporta a ella, es decir hay una predominancia de lo social sobre lo individual. Carlos Marx nos adelantó bastante al respecto cuando escribió acerca del determinismo económico que existe dentro del sistema capitalista.
Más allá de la existencia innegable de este determinismo económico se encuentra un determinismo social que consiste no solo en el hecho real de que necesitamos a los demás para satisfacer nuestras necesidades básicas como alimentación, vestido, esparcimiento, etc. Sino también porque a través de la interacción con otras personaslogramos la satisfacción de nuestras necesidades psicológicas tales como la necesidad de pertenencia, de aceptación, de logro, de autorrealización, etc.
¿Cómo podría romperse este control social?
Desde que era joven tomé consciencia en una forma quizá prematura de la necesidad de transformar nuestra realidad social, para construir una sociedad donde prevalezca la democracia, la justicia y la equidad social. Por ese motivo una de las mejores decisiones que tomé en mi vida fue estudiar Psicología, para contribuir en mejor forma al cambio social. Han pasado varias décadas desde mi temprana juventud y no solo no se ha dado el cambio social anhelado, al contrario, la situación ha empeorado y el sufrimiento social se ha extendido a millones de personas.
Algunos podrían decir que estoy como el tonto de la colina http://letras-de-los-beatles.blogspot.mx/2011/12/fool-on-hill-el-tonto-de-la-colina.html
esperando que los demás tomen consciencia y cambien su actitud de obediencia por una actitud de rebeldía y participen en acciones de movilización y protesta social.
La verdad no es así, decidí estudiar Psicología para contribuir al cambio social utilizando las herramientas que esta disciplina que se caracteriza por ser de ayuda nos ofrece para lograr que las personas cambien su entorno social por sí mismas. Confieso que en momentos me ha ganado la impaciencia y la desesperación porque los cambios no se dan de la forma como quisiera. Sin embargo, la madurez alcanzada me permite ver que aun cuando el cambio social no ha llegado, he podido contribuir a la generación de cambios individuales en mi práctica profesional.
Sin embargo, sé que esto es insuficiente, por lo que intento utilizar todos los medios a mi alcance, incluidas las redes sociales, para aumentar mi contribución en la generación del cambio social estimulando la participación social.
La existencia del fenómeno de la obediencia social, se contrapone a la necesidad de incrementar la participación social para lograr el cambio social. Es por ello necesario abundar en el análisis de este impedimento del cambio social, las causas que lo generan, sus manifestaciones a lo largo de la historia y sobre todo, cómo superar este lastre social que es la obediencia social.
Al consultar la memoria histórica podemos ver numerosos ejemplos de personajes que en su búsqueda y lucha por el poder propiciaron la muerte de miles o millones de personas.
Estos resultados funestos no solo pueden ser atribuibles a la sed de poder de quienes intentaron llegar o mantenerse en el mismo. Existe en los hechos una corresponsabilidad con todas aquellas personas que asumieron una actitud de obediencia hacia quienes los empujaron a participar en estas luchas por el poder económico o poder político realizando diversas acciones para lograr tal objetivo.
Es aquí donde nuestra atención debe centrarse en el impacto que puede tener la obediencia en la dinámica de los grupos que conforman una sociedad determinada.
No debemos olvidar que vivimos dentro de un sistema capitalista que promueve la desigualdad social, al distribuir en forma desigual la riqueza social que se produce. En este contexto la obediencia social juega un papel fundamental para mantener el status quo y continuar con el proceso d reproducción de las relaciones sociales de producción. Por esto mismo, mantener viva la obediencia social es mantener inmutable la desigualdad social prevaleciente y en consecuencia, garantizar que quienes se están beneficiando de la desigualdad económica lo sigan haciendo.
La existencia de la corrupción, de la injusticia, de la desigualdad social y la impunidad que la rodea, no es un secreto para nadie. Tanto anivel nacional como internacional se reconoce la existencia de estos problemas y se por lo mismo coincide en una gran mayoría acerca de la necesidad de un cambio social.
Sin embargo en forma contradictoria se puede observar que son pocas las personas que se involucran en actividades de protesta, manifestación o rebeldía social. La gran mayoría de las personas prefiere no involucrarse o comprometerse en acciones de este tipo, aún a sabiendas de que su vida personal es afectada por la distribución desigual de los recursos y por la corrupción existente.
Siempre he estado convencido de la necesidad de un cambio de nuestra sociedad, pero también estoy convencido de que el cambio social debe tener como inicio el cambio individual. Necesitamos cambiar el mundo, necesitamos cambiar la forma como nos relacionamos con los demás, necesitamos cambiar nuestra percepción de esta realidad injusta, necesitamos cambiar la ideología que nos hace ver como algo natural esta desigualdad social. Necesitamos cambiar nuestras actitudes, nuestras percepciones, nuestros valores, necesitamos entonces cambiar primero nosotros antes de cambiar el mundo que nos rodea.
Necesitamos una revolución de nuestras consciencias que nos permita realizar una ruptura epistemológica /trabajos99/revolucion-consciencias-parte-final/revolucion-consciencias-parte-finalcon todo aquello que nos han inculcado desde pequeños, principalmente con esa ideología maniqueísta que nos presenta a la obediencia como algo bueno y a la desobediencia, rebeldía o protesta como algo malo.
La realidad no es de solo dos colores, contiene una amplia gama de colores, no sólo hay goodguys y badguys (los buenos y los malos), tal como nos lo dicen en películas, series de televisión, libros, revistas o noticieros de televisión.
El primer paso para esta revolución de las consciencias es romper con el cordón ideológico que tenemos con los medios masivos de difusión, es decir, utilizar la televisión con un sentido crítico y objetivo.
Estos cambios pueden darse en la esfera de lo individual, en la medida de que cada persona inicie un proceso de reflexión acerca de la validez de las principales fuentes de información que determinan su percepción social y por ende, su ideología personal. Son cambios al alcance de nuestra mano, factibles de lograrse a través de un cambio de actitud hacia nosotros mismos, hacia nuestros seres querido y hacia nuestra realidad social.
Quizá algunas personas experimenten temor o resistencia al cambio. Probablemente vean el cambio como algo desconocido y prefieran la comodidad de lo ya conocido, aun cuando este implique vivir dentro de la desigualdad social.
Ayudaría tomar en cuenta que somos seres cambiantes, que como dice el psicólogo venezolano Alberto Merani en su libro Psicología Genética, tenemos una doble evolución, como individuos transitamos de una etapa de desarrollo psicosocial a otra (infancia, pubertad, adolescencia, juventud, adultez y vejez). Al mismo tiempo como especia la humanidad va cambiando, de un año a otro, los cambios sociales que vivimos nos ayudan a cambiar la percepción de nuestra realidad y a desarrollar nuevos comportamientos.
Suelo decir a mis alumnos que ante la dinámica de cambios sociales que vivimos, la clave del éxito está en el desarrollo de nuestra capacidad para generar nuevos comportamientos. Los cambios planeados son los que nos permiten de un estado actual a un estado ideal.
Entonces no tiene sentido sentir temor al cambio social, lo que deberíamos temer es a estar en las condiciones actuales de desigualdad social en forma indefinida, o que los cambios que se presenten en forma independiente a nuestra voluntad, nos lleven de una situación mal a una situación peor. Esto es lo que ha estado pasando en los últimos años, nuestras condiciones de vida han empeorado en los últimos años. Necesitamos romper la inercia social, eliminar la obediencia, aumentar nuestra participación y concebirnos como agentes de cambio dentro de un proceso de construcción social de la realidad.
La desobediencia social, la rebeldía se presentan como un imperativo en el contexto de una sociedad desigual que desarrolla pasos de un tránsito desde el autoritarismo hacia un totalitarismo.
/trabajos101/sociedad-contemporanea-transito-del-autoritarismo-al-totalitarismo/sociedad-contemporanea-transito-del-autoritarismo-al-totalitarismo
Sobre la necesidad del cambio social
La situación de crisis económica, política y social que se vive en México en particular y en varios países latinoamericanos en general plantea la necesidad urgente de un cambio social que permita acabar con la corrupción, desigualdad social, injusticia e impunidad que golpea a la población en general.
Siempre he estado convencido de que el cambio social tiene como punto de partida el cambio individual, es decir, si deseamos cambiar nuestra realidad, primero tenemos que cambiar nosotros mismos.
No existe duda alguna acerca de que somos seres cambiantes, así como se dice que los mexicanos traemos el nopal en la frente que destaca nuestro origen indígena, todos los seres humanos sin discriminación alguna tenemos la "C" del cambio pintada en nuestra frente que nos permite comprender que estamos bajo un cambio constante, evolucionamos como individuos y como especie.
En mi labor como docente acostumbro decir a mis alumnos que al estarse formando como agentes de cambio social, mediante la intervención psicológica con individuos, grupos, organizaciones y comunidades la estrategia de cambio social más efectiva es la estrategia grupal. Se pueden lograr cambios con la intervención con individuos singulares, pero la intervención en grupos es la que detona los cambios individuales.
Precisamente por ello, la posición más frecuente que utilizo en mis seminarios es la de colocar al grupo de alumnos en forma de círculo. Sólo en casos excepcionales utilizo el cañón proyector para exponer algún tema. Por lo regular envío a mis alumnos los materiales por internet y ellos cumplen (la mayoría de las veces) con la lectura previa del material antes de llegar a clases de tal forma que invertimos el tiempo de la clase en una discusión grupal de los contenidos temáticos. Esta posición permite un crecimiento individual y grupal en la medida de que posibilita el contacto visual de unos con otros y la participación individual sobre el tema a desarrollar.
/trabajos96/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades
En mi labor como docente universitario utilizo la estrategia grupal para lograr un aprendizaje con mis alumnos, utilizando el modelo de aprendizaje experiencial propuesto por David Kolb en su libro Psicología de las organizaciones.
Se trata de crear una experiencia estructurada de aprendizaje que tome como punto de partida la experiencia concreta, que es la interacción grupal mediante un ejercicio o dinámica grupal, que proporcione elementos para una observación reflexiva, fundamentada en modelos teóricos que permita la retroalimentación de los participantes y generar una experimentación activa, es decir, nuevos comportamientos mejorados por esta experiencia de aprendizaje.
El ejemplo más claro de la efectividad de la metodología de intervención grupal para generar cambios de actitudes, valores y comportamientos en las personas, lo puedo mencionar con mi experiencia en el curso de Educación en sexualidad humana con estudiantes de Psicología de la Universidad de Sonora.
Durante este curso (que no es seminario por la metodología empleada), acostumbro crear una atmósfera de apretura en la comunicación grupal mediante la implementación de dinámicas y ejercicios grupales que contribuyen a aumentar el autoconocimiento de los miembros del grupo, la facilitación en la comunicación, el uso de la retroalimentación, el estímulo a la participación y la garantía del respeto y la discreción en el manejo de la información que se ventile al interior del grupo.
Con esta serie de ejercicios grupales los estudiantes sienten la confianza de expresar sus auténticas acerca de la sexualidad humana actitudes y la expresión auténtica de los valores que determinan su conducta sexual (algo que por lo regular presentaría un alto grado de dificultad hacerlo en forma individual). Imagine el lector estar frente a un grupo de más de 30 personas hablando sobre sus opiniones, nivel de información, actitudes y valores sobre la sexualidad y que como resultado de la discusión grupal usted modifique su percepción y conducta sexual. No cualquier persona está entrenada para lograr tales cambios individuales, la clave está en el manejo adecuado de la dinámica grupal. https://www.youtube.com/watch?v=IyrkChxBbnA
Del conjunto de aportaciones realizadas por estos distintos movimientos teóricos, se pueden extraer muchas conclusiones, de las cuales solo deseo destacar tres para los fines de este artículo.
1.- Las instituciones que forman parte de nuestra sociedad y que son la base del proceso de socialización (familia, escuela, Iglesia, Partidos políticos, sindicatos, etc.) se encuentran inmersos en una grave crisis de credibilidad, en la medida de que presentan una gran distancia entre el discurso (lo que dicen que hacen) y la acción (lo que realmente hacen). Los hospitales producen enfermedades, las escuelas generan analfabetos funcionales, las cárceles no son centros de readaptación social ya que generan delincuentes. Esta crisis en esencia, refleja una crisis en la relación dirigente-dirigido, es decir, estamos bajo una crisis de liderazgo generalizada.
2.- Todas las investigaciones sociales, desde una perspectiva científica, enfatizan la necesidad de la participación social como forma de lograr un crecimiento individual, grupal, institucional y comunitario que contribuya al desarrollo social. Es decir, la crisis podría resolverse en la medida de que incrementemos nuestra participación social en los diferentes grupos y organizaciones a las que pertenecemos.
/trabajos100/educacion-vs-control-social/educacion-vs-control-social
3.- La intervención en los grupos sociales se presenta como una estrategia idónea para contribuir al cambio social, que tome como punto de partida la generación de cambios individuales. Es decir, mediante el estímulo a la participación en contextos grupales podremos lograr en sus integrantes un autoconocimiento a partir de la retroalimentación de los demás, que posibilite el desarrollo de cambios de actitudes y de comportamiento, una percepción más clara y objetiva de la realidad circundante y sobre todo la implementación de cambios sociales planeados.
En términos generales todo parece indicar que es más fácil cambiar a los individuos constituidos en grupo que a cualquiera de ellos por separado. No es gratuito que la psicoterapia individual reconozca cada vez más y ceda su lugar a la psicoterapia grupal, porque se reconoce la influencia de los demás en el desarrollo de las actitudes y valores que determinan el comportamiento individual.
La apertura en la comunicación grupal, la construcción de una atmósfera permisiva para lograr comportamientos auténticos basados en la expresión genuina de pensamientos y sentimientos, el incremento del autoconocimiento a partir de la retroalimentación de los demás, el reconocimiento del grupo como fuerza impulsora de cambios sociales, etc., son los elementos básicos para el logro de cambios individuales.
Kurt Lewin nos dice: "Si el individuo intentara apartarse demasiado de las normas del grupo, tropezaría con dificultades cada vez mayores. Sería ridiculizado, tratado severamente y por último, expulsado del grupo. Así pues la inmensa mayoría de la gente se atiene rigurosamente a las normas del grupo al que pertenece o al que desea pertenecer" aun cuando en su interior no esté totalmente de acuerdo con la cultura, filosofía y metas del grupo de pertenencia.
Tenemos entonces dos elementos definitorios de la dinámica del grupo, los hábitos y las normas del grupo. Según la teoría de Lewin se puede predecir una disminución de la resistencia al cambio si se reduce la fuerza del hábito y la investigación lewiniana evidenciado que la resistencia al cambio se reduce cuando se procede a situaciones de discusión y debate grupal. La fuerza de la resistencia al cambio es directamente proporcional a la fuerza del valor que alcance la norma del grupo en la percepción de las personas.
Un complemento de la respuesta anterior sería que las organizaciones que determinan la existencia de nuestra sociedad están conformadas por grupos formales. El psicólogo George Lapassade nos dice que las organizaciones son grupos de grupos.
El funcionamiento de las organizaciones se da por la interacción de los grupos de personas que la conforman. El desarrollo y mejoramiento de las organizaciones está en función de la integración grupal que se dé al interior de las mismas.
Existe una interconexión entre los fenómenos sociales que se presentan dentro de una sociedad, no existen fenómenos aislados, existen causas sociales que los generan.
En ese sentido es importante comprender que los problemas de desigualdad social que afectan a la población latinoamericana (pobreza, marginación, injusticia, corrupción, impunidad, etc.), son el resultado del conformismo social, de la indiferencia social, de la sumisión, obediencia y pasividad colectiva que presenta una mayoría la población.
La falta de participación social, la indiferencia hacia los acontecimientos políticos es lo que ha permitido que la corrupción y la impunidad se hayan generalizado a tal grado que la desigualdad social ha aumentado la pobreza que hoy afecta a millones de personas, que las injusticias prevalezcan y que existan tragedias sin
castigo a los responsables como el caso de la guardería ABC y los estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Es necesario ampliar nuestra consciencia para asumir un compromiso social que conduzca a la implementación de cambios en nuestro entorno social. Para ello es necesario dejar atrás la conformidad, la obediencia y la sumisión que son las verdaderas causas que generan esta desigualdad social.
Contamos con información científica que nos puede orientar acerca de cómo realizar el cambio social. Sólo es cuestión de superar la pasividad y asumir un compromiso social.
Los grupos sociales son mucho más que una vivencia cotidiana más de la vida real, son el punto de encuentro entre el individuo y la sociedad. Si vinculamos la teoría con la práctica, es decir, si utilizamos el conocimiento científico que se ha adquirido sobre el fenómeno grupal, para la implementación de cambios a nivel individual, grupal, organizacional y comunitario, podremos cambiar las actitudes de indiferencia social, individualismo extremo, conformidad social, sumisión a la autoridad y resistencia al cambio.
Con la implementación de estos cambios individuales dentro de un contexto grupal, podría estimularse un incremento en el autoconocimiento, el desarrollo de la autoestima, autoaceptación y de sentimientos de independencia y de seguridad personal. Se daría voz a los que en este momento guardan silencio.
Con estos cambios cualitativos en el nivel individual se incrementaría la participación en los diferentes grupos a los que se pertenece y al tomar consciencia de que somos seres sociales se despertarían sentimientos de indignación ante las injusticias sociales y con ello se generarían actitudes y comportamientos de solidaridad que con el excluido y el marginado, lo que daría lugar al incremento en la participación en los diferentes movimientos colectivos que actualmente enarbolan las banderas de democracia, igualdad social y libertad de tal forma que logremos erradicar la corrupción, la injusticia, la desigualdad social y la impunidad. Con la intervención grupal y con la participación en los movimientos colectivos se puede decir que contamos con una estrategia definida con un fundamento científico que nos permite cambiar esta sociedad injusta por otra más democrática.
Algunas personas conciben el cambio social a través de la vía electoral, pero vemos que el control social que existe impedirá la realización de los cambios sociales que se requieren urgentemente.
La mayoría de las personas que participan activamente como promotores de las campañas electorales de estos dos partidos son personas que han asimilado la prostituida idea de que la política es el camino para enriquecer sus fortunas personales mediante la corrupción que caracteriza a ambos partidos. Por otro lado, quienes decidan votar por el PRI o por el PAN, a sabiendas de su pasado de corrupción e impunidad son personas que han optado por la sumisión y la obediencia renunciando a su independencia ideológica, política y económica o lo hacen para obtener un beneficio personal.
Dentro de las escasas libertades que tenemos está la de votar por los candidatos de nuestra elección personal, debemos evitar votar por los candidatos de los partidos que representan la corrupción y la impunidad.
Los científicos sociales tenemos el compromiso de utilizar el conocimiento científico para analizar los problemas sociales y socializar nuestros estudios de tal forma que estén accesibles para los integrantes de nuestra sociedad y no solo para aquellos que hemos tenido la oportunidad y el privilegio de tener estudios universitarios. La educación en ese sentido debe tener una función de liberación social y no de privilegio personal.
Debemos evitar seguir con ese desconocimiento generalizado que existe sobre los avances científicos, sobre todo en el campo de las ciencias sociales, que nos impide lograr un funcionamiento armónico de los diferentes grupos organizaciones y comunidades que conforman nuestra sociedad.
/trabajos104/conduccion-cientifica-nuestras-organizaciones/conduccion-cientifica-nuestras-organizaciones
Como académico veterano y científico social, soy partidario de la idea de que las ciencias sociales deben ayudarnos a crear un modelo de sociedad que contribuya a reforzar la independencia, que favorezca el respeto a la diferencia, que eduque en la tolerancia y permita el disenso.
Esto implica necesariamente que las ciencias sociales asuman un rol revolucionario en el marco de una sociedad en crisis como la que estamos viviendo en este siglo XXI.
Todo esto en el contexto de un país inmerso en una grave crisis política, económica y social que reclama la emergencia de la rebeldía social contra un sistema político caracterizado por una enorme corrupción y con numerosos actos de injusticia social.
http://www.ugr.es/~aula_psi/LA_CONFORMIDAD__EXPERIMENTO_DE_SOLOMON_ASCH.htm
http://news.psykia.com/content/experimento-de-milgram-estudio-del-comportamiento-de-la-obediencia-la-autoridad
Amalio Blanco et al
Psicología de los grupos
Ed. Pearson. Prentice Hall
Madrid, 2005
Yescas, Oscar
Reflexiones sobre libertad en la sociedad del siglo XXI
/trabajos97/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi
Yescas, Oscar
/trabajos100/educacion-vs-control-social/educacion-vs-control-social
Yescas, Oscar
/trabajos103/sociedad-crisis-crisis-del-control-social/sociedad-crisis-crisis-del-control-social
Yescas, Oscar
/trabajos102/psicologia-ideologia-y-cambio-social/psicologia-ideologia-y-cambio-social
Yescas, Oscar
/trabajos102/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi
Yescas, Oscar
/trabajos101/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social
Yescas, Oscar
/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-final/revolucion-consciencias-parte-final
Yescas, Oscar
/trabajos96/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades
Autor:
Oscar Yescas Domínguez
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