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Ciclo económico


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. El funcionamiento de la economía capitalista
  3. Modelo básico de crecimiento económico
  4. Uruguay: economía primaria agro exportadora (1875-1929)
  5. Síntesis de la Sección
  6. La dinámica de la acumulación de capital
  7. Las crisis en la historia del capitalismo
  8. Modelo ampliado de ciclos económicos
  9. Uruguay: economía primaria con industrialización sustitutiva (1930-1973)
  10. El rol del Estado
  11. La economía primaria con servicios a la región (1973-2000)
  12. La teoría del crecimiento económico, sus causas y sus crisis
  13. Crecimiento económico: un modelo clásico
  14. Breve historia económica del Uruguay
  15. Anexos
  16. Conclusiones
  17. Bibliografía

Introducción

El estudio de la dinámica del sistema capitalista, de sus fases de crecimiento y de sus períodos de crisis que conforman los ciclos económicos, se inició con el trabajo de los primeros economistas clásicos en su afán de responder a dos preguntas que han sido objetos de investigación de la ciencia económica en sus inicios.

El siguiente documento describe la dinámica del sistema capitalista centrándose en el crecimiento económico, desarrolla modelos para sustentar con precisión la descripción y estudia la historia económica de un país específico, Uruguay, como aplicación de caso de los conceptos y modelos desarrollados.

Si bien no se aborda en forma directa la cuestión de cómo se distribuye la riqueza, indirectamente el tema es tratado en forma reiterada en cuanto toda la exposición gira en torno al beneficio (ingresos excedentes de los empresarios que se reparten entre los distintos grupos capitalistas bajo diversas denominaciones: dividendos, intereses, renta) y el salario (ingresos de los trabajadores.) En la explicación de la dinámica del crecimiento de la economía y de sus crisis, en la modelación de esa dinámica, en el rol del Estado y en la síntesis histórica del caso uruguayo se hacen continuas referencias a esta cuestión, aún cuando el foco esté dirigido al análisis del crecimiento económico.

Los temas que se tratan se presentan en un orden creciente de complejidad, ampliando las dimensiones en estudio hasta conformar tres grupos de tres capítulos agrupados en secciones. Un cuarto capítulo en cada sección intenta ser una síntesis integradora de lo tratado en la misma.

En la primera parte se aborda el fenómeno del crecimiento económico, a partir de la descripción del funcionamiento de la economía actual a su nivel de análisis más básico: el de los empresarios y trabajadores.

El segundo capítulo de esta primera sección se propone modelar la dinámica de funcionamiento del sistema capitalista en lo que respecta al crecimiento, "las leyes de movimiento" de los economistas clásicos comenzando por el modelo básico más sencillo y que por tanto asume una cantidad importante de supuestos fuertes.

El capítulo final de esta primera sección se propone describir el desarrollo histórico del sistema capitalista uruguayo como complemento y aplicación de caso de los capítulos anteriores.

La segunda sección introduce el estudio de la detención e incluso retroceso del crecimiento que ocurre con las crisis económicas. El primer capítulo muestra como el crecimiento se ve interrumpido en forma periódica por brutales crisis donde la generación de riqueza cae y la desocupación crece, debido a las contradicciones propias del sistema económico y a pesar del deseo conciente de la gran mayoría de sus actores de continuar acumulando capital. El segundo capítulo de esta sección presenta modelos dinámicos que explican la ocurrencia de períodos de crecimiento alternados por períodos de crisis, extrayéndose de estos modelos conclusiones que avalan la descripción cualitativa presentada en el capítulo precedente.

El capítulo final de esta segunda sección estudia la expansión y crisis de la economía uruguaya entre 1930 y 1973, ejemplificando los conceptos y modelos matemáticos desarrollados al respecto.

La sección tercera introduce el estudio del rol del Estado en los procesos de crecimiento y crisis. El sistema económico no se sostiene por sí sólo, ni aún en épocas de crecimiento donde no ocurren crisis, sino que es necesaria la dimensión política representada por el Estado para viabilizar la dimensión económica. el instrumento de los grupos empresarios para regular, dar soporte y potenciar la acumulación de capital. Este es el objeto de análisis del primer capítulo de la sección.

El segundo capítulo explica a partir del modelo matemático desarrollado en las secciones anteriores las diversas políticas económicas que el Estado puede llevar a cabo para soportar y potenciar el crecimiento y la acumulación de capital, así como profundiza el estudio del progreso tecnológico por ser un elemento clave en la dinámica del sistema.

El último capítulo de esta sección, presenta la evolución económica de Uruguay especialmente en la década de los 90 como estudio de caso de aplicación de la teoría expuesta en los capítulos previos.

el tercer capítulo de la sección comienza con el análisis comparativo de las trayectorias de crecimiento seguidas por países de similar tamaño a Uruguay, como son Chile, Nueva Zelanda e Irlanda, cuyos detalles se presentan en Anexos. Con ellos Uruguay comparte su origen como país proveedor de materia primas y alimentos para los países industrializados, con los dos primeros el ser países de la zona templada del planeta que por su lejanía de los centros desarrollados recién se integraron a la economía mundial a finales del siglo XIX.

La elección de los períodos en que hemos dividido el lapso de tiempo abarcado merece una explicación: por una parte estos períodos representan conformaciones específicas del capitalismo a escala mundial en cuanto a los aspectos institucionales, de desarrollo tecnológico, de organización económica y de estructura de poder.

La economía uruguaya ha sido altamente dependiente de la demanda de productos de los países desarrollados desde los inicios del período considerado y a su vez la influencia de los países limítrofes, Argentina y Brasil, ha sido muy marcada en toda la historia económica y política del país.

Al estudiar la evolución de la economía uruguaya se consideran los países de la región porque su tamaño, inestabilidad y políticas económicas han tenido una fuerte influencia sobre el caso en estudio.

La cuarta y última sección se trata de ofrecer una síntesis y las conclusiones a las que se arriba con respecto a cada uno de los tres "libros "mencionados, a fin de facilitar la comprensión cabal de cada uno de los tópicos. Junto con las conclusiones se indican las limitaciones que el autor ha encontrado en algunos puntos tratados y que espera superar en un futuro, lo cual implica el sugerir nuevas posibilidades de continuación y complementación de las tesis aquí presentadas.

El funcionamiento de la economía capitalista

La motivación del empresario

El surgimiento de la sociedad capitalista en las postrimerías del siglo XVII, luego de una larga evolución que modificó radicalmente la sociedad medieval, es a la vez causa y consecuencia del avance de las técnicas de producción que posibilitan el nacimiento de una numerosa clase trabajadora que vende su fuerza de trabajo, a cambio de un salario, a un pequeño grupo de la sociedad propietario de los medios para producir.

El nuevo sistema económico se caracteriza por una nueva forma de comportamiento que el capitalismo generalizó en toda la sociedad: la motivación para maximizar el ingreso, la motivación de las utilidades. La sociedad de mercado no inventó esta motivación, pero la convirtió en un aspecto central y necesario del sistema económico y del comportamiento social

De esta forma la sociedad capitalista logró transformar (y ocultar) la imagen que de ella misma tienen los distintos grupos sociales y las personas que componen esos grupos.

En la sociedad feudal la riqueza generada por los siervos atados a la tierra era utilizada en una parte (menor) para su subsistencia mientras que la otra parte (mayor) era apropiada por los señores feudales quienes garantizaban a su vez la seguridad a sus siervos a través de sus ejércitos propios. De este modo, la riqueza y el poder del señor feudal se hallaban asociados a la tierra que poseía (y por tanto a los siervos que podían producir en ella), por lo que su afán era la posesión de más tierras para la obtención de mayor poder.

En el sistema capitalista, , la riqueza es generada por el trabajador que recibe a cambio un salario para su subsistencia y el de su familia. La producción es comercializada por el empresario quien vende el producto para recibir un pago que cubra el dinero que adelantó al trabajador y que entregó a otros empresarios a cambio de materias prima, máquinas e insumos, obteniendo a la vez un beneficio.

El objetivo del empresario es obtener un beneficio económico que compense su inversión. Y este beneficio obtenido, al incrementar el capital que posee el empresario, lo obliga a lograr un beneficio en valor absoluto superior al anterior para que, relativo al capital incrementado, sea igual.

El origen del beneficio

El empresario tiene un "capital" en el sentido que se la da en la actualidad: un monto de dinero que invertirá para la producción de un producto comercializable[1]Con este capital comprará medios de producción (maquinarias y materias primas) y contratará trabajadores a los que pagará un salario.

El empresario elegirá las maquinas que correspondan a una técnica o tecnología que le permitan un menor costo de producción, considerando el salario a pagar por trabajador y la productividad que el proceso técnico implícito en la maquinaria le permita.

El empresario al poseer los medios de producción de un proceso técnico, contrata la fuerza de trabajo del trabajador y toma los excedentes generados. Su objetivo no es la producción de un bien en sí sino la ganancia que de este circuito se deriva.

Son estas relaciones de producción, entre el empresario, el trabajador y los medios de producción, que definen en su raíz al sistema capitalista. Y en última instancia determinan la conducta de los participantes en el sistema.

La valorización del beneficio

El empresario utiliza su dinero para comprar maquinarias, materias primas y mano de obra, con ellos performa el proceso productivo y comercializa el producto resultante a un precio dado: analicemos a partir de estos elementos el cálculo que realiza el empresario para obtener su beneficio.

El capital invertido en pago de salarios por el empresario retorna con un adicional: el excedente que resulta de la porción del tiempo de trabajo que el trabajador aportó su trabajo sin ser pagado por ello (ya que que el salario surge de las necesidades de supervivencia del trabajador en una sociedad dada con sus usos y costumbres y no surge de los bienes por él producidos.) Este capital al no permanecer igual sino que se incrementa, se denomina capital variable. El monto del excedente dependerá del salario pagado y la productividad del trabajador. La relación entre capital constante y capital variable se denomina composición orgánica del capital y depende de la técnica de producción empleada.

De esta forma obtendrá mayores beneficios quienes tengan menores costos, pudiendo mejorar su posición competitiva, y esto impulsa a los empresarios del sector a invertir en maquinarias que sustituyan mano de obra, de forma que el mayor costo en maquinaria en cada período es más que compensado por el menor costo en mano de obra. Este continuo cambio de técnicas de producción hace que, en una rama industrial dada, las tasas de beneficios sean diferentes en cada empresa y que el empresario que incorpore la tecnología más moderna obtenga los mayores beneficios.

El efecto de la competencia es el de tender a la igualdad de la tasa de beneficio entre las empresas de una rama industrial. Pero a su vez debido a la competencia esa tendencia es constantemente interferida por nuevos desarrollos de toda clase, tales como nuevos productos, nuevas técnicas, etc., que crean diferencias entre las tasas de beneficio. El resultado final es un proceso dinámico y evolutivo en el cual las tasas de beneficio no son nunca iguales pero fluctúan incesantemente.

Los beneficios se relacionan con el precio al cual el empresario vende su producto, precio que queda entonces determinado por el valor del producto, la composición orgánica del capital y la tasa de beneficio promedio de todas las ramas industriales. El precio así obtenido determina a su vez la tasa de beneficio del empresario en particular considerado, de acuerdo a la técnica de producción que utiliza (que puede ser o no la reguladora, ya vimos que al interior de la industria no hay una tendencia lineal a la igualación de la ganancia.)

En el marco de libre competencia este es el precio alrededor del cual fluctuará el precio de venta o precio de mercado, las variaciones de oferta y demanda harán que el precio de mercado sea por momentos mayores y por momentos menores que el precio de equilibrio antes determinado, denominado por los economistas clásicos precio de producción para diferenciarlo del precio de mercado que se obtiene por las condiciones de oferta y demanda del momento.

La movilidad del capital entre sectores asegura que los precios de producción actúen como centros de gravedad de los precios de mercado, por el mecanismo ya explicado de búsqueda de mayor rentabilidad. A su vez los precios de producción dependen de la cantidad de tiempo de trabajo (directo e indirecto) que el producto tenga incorporado. De esta forma los precios de producción actúan como la unión mediadora entre precios de mercado y valor derivado del trabajo.

La tendencia histórica de la tasa de beneficio

El empresario busca abaratar constantemente el costo de producción como forma de aumentar sus beneficios. Con esto trata de disminuir el salario de sus trabajadores a través de los más diversos medios Fuera de la empresa presionará por leyes que reduzcan la protección del trabajador frente a abusos patronales y por políticas económicas del Estado que reduzcan los salarios de sus trabajadores o las cargas patronales asociadas.

La otra manera que tiene el empresario de disminuir sus costos de producción es aumentar la productividad de los trabajadores por lo cual obtiene más productos por un salario dado y por tanto, en cuanto el precio de los productos se mantenga, podrá obtener mayor excedente económico o, lo que es lo mismo, aumentar sus ganancias.

La consecuencia de esto es la reducción de la tasa de beneficio

El concepto de crecimiento en la economía capitalista

El crecimiento económico es tradicionalmente definido como: "el aumento continuo de la producción agregada con el paso del tiempo".

La principal medida que se utiliza para analizar su evolución en un país dado es el Producto Bruto Interno (PBI) que calcula la producción total para uso final de bienes y servicios realizados por trabajadores y propietarios localizados en el país.

De esta forma las actividades del país se consideran como productivas cuando se comercializan en un mercado y se asocian con el crecimiento económico, en concordancia con la corriente económica dominante de escuela neoclásica cuyo enfoque del sistema excluye la producción para concentrarse en el intercambio.

La continua transformación del capital monetario en productos, a través de las maquinarias, las materias primas y la mano de obra, que luego se comercializan para obtener un capital monetario mayor que el original, es el circuito de producción y comercialización que realiza el capital. El sistema capitalista se transforma progresivamente en las sucesivas repeticiones del circuito, en forma irreversible y crecientemente complejo.

El crecimiento de la economía de un país capitalista depende entonces de la reinversión de los beneficios obtenidos por los empresarios, beneficios que son los excedentes generados en el proceso de producción por los trabajadores.

El beneficio como motor del crecimiento

La inversión del empresario original, provoca una cadena de inversiones en producción que genera un crecimiento multiplicador. Es necesario que existan beneficios (excedentes) y que los beneficios sean reinvertidos.

A su vez el crecimiento que genera la reinversión del empresario implica la compra de maquinarias y materias primas además de la contratación de mano de obra, por lo que el efecto multiplicador dependerá de cuanto de este capital constante que se adquiere sea de origen importado o nacional.

Las condiciones para lograr beneficios

Las relaciones pre-capitalistas (feudales y todas las anteriores) se caracterizaron por un crecimiento bajo o casi nulo de la producción de bienes por persona: la producción crecía únicamente y en cuanto la población crecía y a su vez esta estaba limitada por la producción de alimentos.

En la búsqueda de ganancias y con el surgimiento de la relación entre empresarios y obreros basados en la contratación de la fuerza de trabajo del último a cambio de un salario pago por el primero.

En forma sostenida cuando transforma la estructura de su economía desde una economía no industrializada a una economía industrializada que produzca bienes cada vez de mayor valor.

La incertidumbre o la falta de normas jurídicas, la situación de anarquía entre otras harán difícil que el empresario reinvierta y se genere el crecimiento económico.

La razón de que el salario tienda a ser el de subsistencia es la existencia de una gran reserva de mano de obra desocupada que hace presionar el salario a la baja: en el sistema capitalista el progreso tecnológico sesgado al ahorro de costos crea nuevas técnicas de producción que generan esta desocupación. El crecimiento económico es un factor que puede contrarrestar esta tendencia al aumento de la desocupación.

Las importaciones de bienes de capital, las migraciones internacionales, las inversiones directas pero fundamentalmente el desarrollo de un sistema nacional de innovación y de proyectos industriales propios del país son todas fuentes de progreso tecnológico externas a la empresa.

Modelo básico de crecimiento económico

A partir del modelo básico se extraen las primeras conclusiones que describen el comportamiento del sistema y se analizan las limitaciones del modelo debido a los supuestos realizados, luego gradualmente se eliminan las restricciones y se extraen nuevas conclusiones.

Los sucesivos modelos se ocupan casi exclusivamente del problema del crecimiento, inicialmente con una única técnica de producción (la más rentable), incorporando luego el progreso tecnológico y las condiciones de viabilidad para el cambio de técnica de producción.

Dos importantes temas no son tratados en este desarrollo: el primero es el papel del dinero y del sistema financiero en el crecimiento y las crisis de la economía, el segundo es la distribución de la riqueza entre los diversos sectores de la sociedad.

El sector financiero no crea valor por sí mismo: por el contrario, toma parte de los excedentes generados por los trabajadores en la producción de bienes. Facilita la producción captando ahorros nacionales o extranjeros y volcándolo al sector productivo, facilitando el proceso de repetición y ampliación de la producción que realiza el empresario industrial. Pero el sector financiero rápidamente retira el crédito cuando la crisis se asoma, amplificándola en grado extremo.

Por lo demás el aspecto monetario influye en los valores nominales de las variables, pero en un enfoque a largo plazo no cambia los valores reales de las variables, sus tendencias y sus relaciones.

Definición del modelo

El modelo básico se desarrollará considerando que toda la producción de un país o sociedad dada en un período determinado se ha agregado en un sólo producto. Esta agregación puede ser hecha sobre una base monetaria con lo cual la suposición de la teoría se acerca a la realidad del sistema capitalista.

En las economías reales se suele utilizar el Producto Bruto Interno (PBI) como indicador agregado de la producción.

El modelo inicial también supone que no hay progreso técnico. Hay una única técnica de producción, la más rentable para el empresario en las condiciones económicas prevalecientes, con la que se obtiene un monto monetario para obtener un número dado de unidades de producto final el empresario debe adelantar el capital variable V cuyo monto es wL, donde w es el salario pagado al trabajador por unidad de tiempo, más el capital constante C que es M+K. La técnica utilizada tiene retornos constantes a escala, esto es: los aumentos en la cantidad de capital constante y variable son proporcionalmente iguales así como la cantidad de producto obtenido. El incremento de la producción en un factor multiplicativo dado implica proporcionales aumentos en la cantidad de trabajo realizado y de capital fijo y materia primas utilizadas.

La tasa de crecimiento de una variable en un momento t dado es el cociente de la derivada de la variable sobre la variable, ambas consideradas en el momento t. Para el caso de la producción agregada:

g =Y"/Y

Determinación de la tasa de crecimiento

El costo se compone por lo pagado por unidad de tiempo al trabajador para utilizar su fuerza de trabajo multiplicado por la cantidad de tiempo necesaria de acuerdo a la técnica de producción más la depreciación de las maquinarias más las materias primas consumidas en el proceso. Debido a que en el costo el capital constante no cambia su valor (no hay intercambio desigual en condiciones de competencia), el beneficio B coincide con el excedente S, neto de la reposición de los medios de producción depreciados, excedente que el trabajador produce y que es apropiado por el empresario en cada período de producción

B= S = Y – (wL+M+K/()

La tasa de beneficio en el período considera todo el capital adelantado por el empresario y los beneficios logrados:

b=S/(wL+M+K)

La tasa de crecimiento de esta economía se puede entender de la siguiente forma: el excedente generado se utiliza en primer lugar para reponer el capital constante que se ha desgastado en el proceso de producción. Por encima de ese valor el excedente es utilizado para ampliar el circuito de producción por lo que la economía crece y la tasa de crecimiento es el excedente neto dividido el capital adelantado por el empresario, o sea la tasa de beneficio del empresario.

Consideraciones acerca de la tasa de crecimiento

La tasa de obtención de excedentes es mayor si:

  • es menor el salario real de los trabajadores por unidad de tiempo, w.

  • es mayor la productividad de los trabajadores.

Definimos la tasa de obtención de excedentes, m, como la razón entre el excedente y el capital variable utilizado

m=S/wL

S = mwL

La técnica utilizada, que habrá de ser la más rentable para el empresario, implica la cantidad de unidades de trabajo L a utilizar y el capital fijo K. Las ganancias de los empresarios son ahorros que se invierten. A partir de estas tres condicionantes (salario, técnica utilizada e inversión) quedan determinados, los excedentes producidos por el trabajador y que se transforma en el beneficio del empresario, por lo que de ello se deriva la tasa de crecimiento del sistema económico.

La tasa de crecimiento calculada corresponde al sector capitalista de la producción de un país, no es necesariamente la tasa de crecimiento de la economía del país ya que en este siempre hay sectores no capitalistas tales como el trabajo doméstico, la producción artesanal y la producción agrícola de auto subsistencia. La tasa de crecimiento g puede no ser y generalmente no será coincidente con la tasa natural de crecimiento de la población n (que implica la fuerza de trabajo potencial, pero no en forma directa), derivada de las tasas de natalidad y mortalidad.

Determinando expresiones para las variables

Las variables crecen a la misma tasa por lo que en el modelo básico sin progreso técnico, con retornos constantes a escala, las productividades del capital y de la mano de obra así como la relación de capital constante a capital constante son todas constantes e iguales a sus valores iniciales.

El modelo básico muestra que el sistema económico capitalista es un sistema en continua expansión, regulado en última instancia por su nivel de rentabilidad, en tanto los beneficios sean reinvertidos en ampliar la producción y el excedente de la técnica empleada sea superior al valor de reposición del capital constante. El límite de esta expansión estaría dado por la disponibilidad de recursos naturales y humanos.

El crecimiento económico permite la extracción de cada vez mayores excedentes en valor absoluto, aún manteniéndose constante la tasa de obtención de excedentes.

Extendiendo el modelo básico: no todo el beneficio se reinvierte

Esto puede ocurrir cuando el empresario consume un alto porcentaje de sus ganancias en artículos suntuarios o cuando parte de sus ahorros los coloca en el exterior. Pero además en la sociedad actual parte del excedente es consumido por otras personas en actividades no productivas, tales como las actividades de intermediación comercial, financiera y las necesarias para el mantenimiento y la reproducción del orden social.

Modelo básico con progreso técnico.

La condición de cambio de técnica se expresa entonces por un mayor beneficio en el período siguiente a la introducción de la nueva técnica que el beneficio en el período actual previo a la innovación.

Implicancias del cambio técnico

El progreso técnico en el sistema capitalista está orientado al aumento de la productividad que reduce la mano de obra necesaria (capital variable), incrementando el capital constante (en particular el capital fijo en maquinarias.) En otras palabras, el progreso tecnológico a escala empresarial es, en el sistema económico capitalista, sesgado en el sentido de que por cada unidad de producto obtenido las nuevas técnicas incorporan más medios de producción y disminuyen la fuerza de trabajo, aumentan la productividad laboral a la vez que disminuyen la productividad del capital.

El crecimiento de la economía con cambio técnico

Las productividades de los medios de producción y la mano de obra ponderando los montos de capital constante y capital variable respectivamente, tasas que surgen debidas al cambio técnico. El crecimiento de la economía sigue estando directamente relacionado con la tasa de beneficio y su reinversión.

El modelo que hemos desarrollado permite prever la existencia de crisis en el sistema económico que configuran junto a las fases de crecimiento los ciclos económicos, sin embargo ella surge más de la realidad histórica (dado que el sistema capitalista no se ha detenido ni explosionado, sino que luego de cada crisis ha comenzado un nuevo período de crecimiento) que por consecuencia matemática de nuestro desarrollo, ya que hasta aquí lo que hemos deducido es una tendencia a la estagnación.

Han sido comprobadas empíricamente en diversos estudios:

a) la acumulación de capital como característica central al sistema y por ello el crecimiento económico

b) el aumento de la productividad del trabajo, lo que implica el valor decreciente de los productos

c) la tasa creciente de obtención de excedentes por parte del empresario.

d) la creciente composición orgánica del capital.

e) la tendencia decreciente de la tasa de beneficio promedio de la economía.

Uruguay: economía primaria agro exportadora (1875-1929)

La descripción cualitativa del funcionamiento de la economía capitalista en general y del crecimiento económico en particular, encuentra una aplicación al caso de Uruguay entre finales del XIX y comienzos del XX, período de integración tardía de la economía uruguaya al sistema capitalista mundial.

Caracterización del capitalismo mundial en la época.

El descubrimiento de América y la formación de las economías coloniales generaron la expansión del capitalismo comercial del siglo XVII que permitió la acumulación de capitales original del sistema capitalista industrial que surge en Inglaterra en el siglo XIX.

En el período considerado es Europa el centro dinámico de expansión que propicia la formación del mercado y la economía mundial, aunque el rápido crecimiento de Estados Unidos luego de la Guerra de Secesión implicará el creciente desplazamiento del continente europeo en ese papel central.

Gran Bretaña es dentro de Europa quien juega un rol fundamental en esta expansión, tanto por su fuerte exportación de capital como por ser fuente de corrientes migratorias, rol que se verá cuestionado por la emergencia de Alemania como gran potencia industrial. Sin embargo, con relación a los países exportadores de productos primarios como Uruguay, sigue siendo la potencia británica el principal referente tanto en demanda de productos primarios como en oferta de bienes industrializados.

El capitalismo inglés de la época se caracteriza por capitales de moderada escala, empresas con bases familiares y organización en plantas fabriles mecanizadas. La industria tiene escasa integración vertical pero gran diversificación horizontal y se localiza por ramas industriales en sitios específicos de Gran Bretaña. La fuerte expansión de esta industria generó la necesidad de proveerse de materias primas para su producción, de alimentos para sus trabajadores, de artículos suntuarios para sus nuevos y enriquecidos empresarios y de nuevos mercados para la colocación de su creciente volumen de productos manufacturados.

La revolución tecnológica producida en los barcos de navegación de ultramar en las últimas décadas del siglo XIX posibilitó reducir drásticamente los costos de transporte y acortar los tiempos necesarios para cubrir las distancias desde y hacia los países proveedores de materia primas. Fue la reducción del costo de los fletes del transporte de larga distancia más que el aumento de la demanda lo que fomentó la ampliación de las tierras explotables para la ganadería y la agricultura por parte de los emigrantes europeos en el Medio Oeste norteamericano, el Río de la Plata y Oceanía. Los países de estas regiones, y en particular Uruguay, pudieron incrementar su comercio internacional con los países europeos a la vez que fueron destinatarios de una fuerte inversión en actividades destinadas a producir para los mercados de los países industrializados. Las oportunidades de inversión se presentaron tanto en la industria para la exportación como en el desarrollo de la infraestructura necesaria para llevarla a cabo. El ejemplo paradigmático es la inversión de capitales ingleses en el desarrollo del ferrocarril.

Se establece así una división internacional del trabajo entre las distintas naciones, que se relacionan entre sí de acuerdo al tipo de productos que exportan: las mercancías originarias de las áreas de industrialización temprana, propias de la gran industria, son las más dinámicas del mercado mundial. La reinversión de la ganancia está asegurada en la propia industria, avanzando en el desarrollo económico. En cambio las áreas de desarrollo tardío, productoras de bienes primarios agropecuarios y mineros, tendrán una demanda mundial para sus productos de menor crecimiento relativo.

No menos impactante que la expansión del comercio internacional y con él relacionado, fue el crecimiento económico promedio registrado en el período, aún con disparidades en el ritmo del mismo entre los diferentes países: el crecimiento anual per cápita de las 16 economías más ricas fue de un 1,5% entre 1870 y 1913. Pero este crecimiento no fue homogéneo al paso del tiempo, la larga y profunda recesión conocida en ese momento como la "Gran Depresión "que comenzó en 1873 y permaneció hasta 1893 fue luego superada por un período de sostenida expansión que llegó hasta 1913. Durante la fase de crisis, al introducirse en la economía mundial los enormes recursos agrícolas provenientes de las áreas de nueva colonización europea, una fuerte ola de proteccionismo se impuso a través, pero no exclusivamente, de la suba de aranceles. Pero de todas formas los avances tecnológicos que propiciaron la integración mundial llevaron el comercio internacional a cotas nunca antes alcanzadas y que luego sería difícil replicar, a tal punto que el cociente entre comercio y Producto Bruto Interno europeo de 1913 no se volvió a alcanzar hasta la década de 1960.

Antecedentes de la economía uruguaya

La zona del Río de la Plata comenzó a ser colonizada tardíamente y la Banda Oriental del río Uruguay fue la última en incorporarse al sistema colonial hispano. La ciudad puerto de Montevideo conforma el sitio por el cual se exporta primero el cuero y el sebo, luego el tasajo, y se importan los productos necesarios para el consumo de subsistencia y suntuario. La "vaquería del mar", como será bautizada la banda oriental del río Uruguay, fue el escenario de disputas anticoloniales siendo la explotación del cuero primero y la carne después el motor que llevó a conflictos diplomáticos, militares y económicos entre los latifundistas, barraqueros y comerciantes orientales, las élites porteñas y los terratenientes riograndenses del sur del actual Brasil.

El nacimiento de Uruguay a la vida independiente hacia 1830 es un proyecto aceptado por las clases dominantes, comerciantes de Montevideo (nacionales y extranjeros) y terratenientes del interior fuertemente relacionados entre sí, que deja de lado los postulados de la revolución artiguita de federalismo y justicia social.

En efecto, el proyecto llevado adelante por Inglaterra es la creación, sobre bases muy poco sólidas, de un estado tapón entre Argentina y Brasil con la finalidad de evitar la posesión de ambas márgenes del río Uruguay por parte de Argentina (asegurándose la libre navegabilidad de los ríos interiores para su comercio) y la extensión de Brasil hasta las orillas del Río de la Plata (evitando darle un puerto adecuado de salida a la producción del sur.) Además, a la potencia europea, con la mayor flota de guerra del mundo durante un largo período, le resultaba conveniente un pequeño puerto marítimo como Montevideo para ser utilizado por sus comerciantes y por sus navíosg

La economía de Uruguay conoció en la década de 1860, la consolidación de la producción de tasajo, el apogeo del comercio de tránsito y la utilización de Montevideo como base de abastecimiento de las fuerzas brasileñas durante la tristemente recordada Guerra de la Triple Alianza. En el ámbito internacional, los términos de intercambio experimentaron una mejoría importante debido a la reducción de los costos de transportes en las importaciones y al aumento de la productividad en los países originarios de esas importaciones.

Pero el Uruguay entre 1860 y 1875 se caracterizó por un fuerte desequilibrio de su balanza comercial a lo que hay que sumar el servicio de la deuda externa y el pago de dividendos de las inversiones extranjeras, con lo cual y a pesar o como causa del crecimiento económico la balanza en cuenta corriente fue fuertemente deficitaria. La financiación mediante créditos del exterior se vio restringida a partir de 1873 debido a la desconfianza en las posibilidades uruguayas y, posiblemente de mayor importancia, a la "gran depresión" mundial que se inició ese año.

Crecimiento, crisis y cambio.

La acumulación de capital en la década de 1870 fue retomada por parte de los hacendados, los tradicionales y aquellos producto de la nueva emigración británica, alemana y vasco francesa, y se reforzó a partir del alambramiento de los campos lo que posibilitó la eliminación de los pequeños propietarios, poseedores y agregados así como disminuyó la necesidad de peones y puesteros. El cambio social produjo el aumento de la marginación y con él, el del bandidaje: el uso de la fuerza física del ejército permitió asegurar la tranquilidad de la campaña durante este proceso y reprimir las inquietudes sociales que el mismo generó.

El alambramiento consolidó las relaciones capitalistas en el campo uruguayo, permitió el aumento de la productividad de la explotación pecuaria y un incremento en la producción por la mera existencia regular de mayores stock, todo lo que redundó en un aumento de las exportaciones en volumen físico a partir de 1876 hasta su estancamiento en la primera década del siglo XX. Uruguay retoma sobre esa base el crecimiento económico a partir de ese año que se extenderá, con breves interrupciones, hasta la crisis de 1890, complementado en el desarrollo del transporte interno y una módica industria sustitutiva.

Puede considerarse entonces que en 1876 Uruguay había entrado definitivamente en la zona de influencia británica en un contexto de paz regional. Por una parte Brasil había perdido buena parte de su fuerte influencia en los asuntos del Plata, sus problemas internos (que culminarían con al caída del imperio y la instauración de la República en 1889) concentraban su atención y su economía se retrasaba a la par que dependía crecientemente de las importaciones de Estados Unidos de sus rubros exportables, especialmente el café. Por la otra Argentina priviligeaba sus relaciones con el Viejo Continente, al ser en mayor medida que Uruguay una próspera abastecedora de productos agropecuarios (a la carne y el cuero se agregaban los cereales) a Europa.

Entre 1876 y 1890, se aunaron la alta rentabilidad del sector ganadero, pilar de la economía uruguaya exportadora de bienes primarios pecuarios, con una fuerte inversión en maquinarias e infraestructura para generar altas tasas de crecimiento, de acuerdo a lo que predice la teoría clásica. La rentabilidad de la estancia creció por el doble motivo del aumento de la producción y la baja de los costos generada por el progreso técnico (introducción de la máquina de esquilar), el alambramiento (disminuyendo la cantidad de peones necesarios para cuidar un rebaño) y la mejora del transporte (eliminando troperos y carreteros) que implicaron una población desocupada y una caída del salario real.

Al período de crecimiento descrito le sigue la larga recesión que comienza en 1890 y que tiene como detonante la crisis de las economías centrales de ese año, gestada en Londres y que es coincidente con la disminución de las inversiones británicas en la región. El principal motivo de la crisis en Uruguay fue la caída de la rentabilidad de la producción ganadera, base casi excluyente de la riqueza externa del país. La tasa de beneficios de los estancieros se redujo sustancialmente desde 1876 hasta 1890 debido a la disminución de los precios y a los mayores gastos e inversiones en mejora.

La crisis de 1890, precedida por el déficit de la balanza en cuenta corriente y la dificultad creciente de su financiamiento y amplificada por la especulación bancaria e inmobiliaria, promovió la crítica del proyecto ganadero comercial. La pérdida del comercio de tránsito a manos del recientemente mejorado puerto de Buenos Aires implicó un examen de las estructuras vigentes que supuso el análisis, pero no la solución, del problema de la tenencia de la tierra y el desarrollo de la agricultura. La eliminación del monopolio orista del crédito y el dinero fue otra de las consecuencias institucionales de la crisis, con la fundación de los estatales Banco República y Banco Hipotecario: el orismo había sido el reflejo del dominio del capital comercial sobre el capital productivo, del comercio montevideano sobre la incipiente industria y si bien durante el proceso de independencia y las primeras décadas de vida del nuevo país había estado aliado con los grandes estancieros, la crisis del 90 supuso la ruptura de esa conjunción de intereses. Junto a los ganaderos se alinearon los agricultores, industriales y un sector del capital especulativo extranjero para forzar la desmonopolización del oro y la expansión del crédito, medidas ambas que iban en detrimento de sus enemigos oristas conformados por los importadores montevideanos y el sector financiero.

Luego de la suspensión de la convertibilidad de la moneda debido al cese de la financiación inglesa al Estado uruguayo, quedó interrumpido el pago de la deuda y una fuerte deflación provocó la caída de los salarios y el fuerte aumento de la concentración de la riqueza. La balanza comercial comenzó a tener saldos positivos en 1891 debido a la reducción de las importaciones.

La disminución de los costos internos en moneda fuerte, efecto combinado de la baja de los salarios y la devaluación, se vio acompañada a partir de 1895 por el decisivo hecho de la suba de los precios internacionales. Ambas causas incrementaron grandemente la rentabilidad de la explotación ganadera que confluyó, luego del fin de las guerras civiles en 1905, en un auge de todos los sectores de la economía hasta 1912 que más que compensaron los valores negativos de comienzos de la década del 90.

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