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Influencia de los desastres naturales en la poblacion venezolana (página 2)

Enviado por karen g.


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Las pérdidas económicas causadas por los desastres naturales son siempre uno de los primeros efectos en notarse. Conforme pasan los años, los desastres naturales van aumentando su intensidad, dando como resultado un aumento en las pérdidas económicas de cada desastre. Los desastres naturales que por lo general causan mayores pérdidas son los huracanes y los terremotos.

En el momento en el que surge un fenómeno natural, dependiendo de la magnitud y del lugar en donde este recurra afectar, los efectos pueden ser devastadores por las siguientes razones: pérdida en infraestructura, pérdidas en agricultura, daños irreversibles en el medio ambiente afectado. Todo lo anterior afecta los aparatos productivos de todos los territorios que son golpeados, que por lo general provoca un atraso en el empleo de los trabajadores.

Como ejemplo de lo recién mencionado, tomamos en cuenta los dos desastres naturales más costosos de la historia de venezuela, la tragedia de Vargas, (Todavía es muy pronto para tener una evaluación adecuada de los daños producidos. Sin embargo, por la magnitud de los mismos, podemos afirmar que se trata del peor fenómeno que ha sucedido en Venezuela en el siglo XX. El número de muertos y desaparecidos aun no se sabe, pero podría pasar los dos mil, aunque algunos cálculos lo sitúan en cifras tan elevadas como cincuenta mil) y el terremoto de Caracas. Los gastos en dichos desastres sobrepasaron los 2 billones de dólares. Las áreas afectadas no han sido del todo rehabilitadas y recuperadas.

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Vista aérea de la tragedia.

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Pérdidas millonarias por el desastre de Vargas

EFECTOS PSICOLOGICOS

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Estos reportes ponen en evidencia la gran magnitud del desastre en el Estado Vargas y sus lamentables consecuencias en el orden social y económico. Sin embargo, no existen reportes que describan el impacto de este suceso, en el orden psicológico y en el inmunológico, en las personas que sobrevivieron a este deslave. Las personas afectadas por un desastre natural como el que ocurrió en el Estado Vargas en el año 1999, tienen alta probabilidad de presentar problemas psicosociales y ambientales contemplados en el eje IV de la evaluación multiaxial del "Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales" de la "American Psychiatric Association" (DSM-IV, 1994), que pueden incluir: los relativos al grupo primario de apoyo, al ambiente social, a la enseñanza, laborales, de vivienda, económicos, de acceso a servicios de asistencia sanitaria, de interacción con el sistema legal y el crimen, exposición a desastres, entre otros, lo que puede generar altos niveles de estrés con el consiguiente aumento de la activación fisiológica ("arousal") y en consecuencia la vulnerabilidad necesaria para la presentación de múltiples dificultades en la esfera psíquica, tales como los desordenes emocionales entre ellos, el trastorno por estrés postraumático y la depresión, así como enfermedades físicas asociadas a estos, que van desde las consecuencias directas del desastre hasta cualquier enfermedad sistémica como consecuencia de la alteración del sistema inmunológico. Dichas alteraciones pueden permanecer por un período de hasta dos años después de la ocurrencia del evento estresante y se han relacionado con la activación fisiológica del estrés en forma crónica que es capaz de modular el aumento o disminución de diferentes patologías orgánicas, entre ellas, los problemas cardiovasculares, digestivos, autoinmunes, etc. (Bloom, 1982; Rook , 1987; Hobfoll y Walfish, 1984; Joy y Fukada , 1997; Llabre y Hadi , 1997; Ely, 1995).

La proliferación de linfocitos en respuesta a activadores policlonales como son los mitógenos y que es índice de la activación de los linfocitos, y los niveles de inmunoglobulina A secretora (IgAs) en saliva, que es un índice de la inmunidad local (como es la inmunidad de mucosas). Todo esto, con el fin de obtener información sobre la distribución de las variables psicológicas EPT y depresión en los sobrevivientes del deslave y su posible comorbilidad, además de la repercusión de la presencia de EPT y/o DEP sobre el sistema inmune y sus posibles consecuencias en términos de aumento de la morbilidad que podemos esperar en una población sometida directa o indirectamente a un desastre natural, ya que la respuesta inmune de esas personas puede estar alterada como consecuencia de la tragedia, tal como ha sido reportado en el caso de otros desastres naturales como el terremoto de Los Angeles en 1994 (Solomon y col. 1997) y el huracán Andrew en 1995 (Ironson y col, 1997), en los cuales se demostró disminución de algunas subpoblaciones de linfocitos y una disminución de la proliferación a mitógenos.

Materiales y métodos

Población estudiada: El estudio se realizó con 95 personas provenientes del Estado Vargas, que estuvieron presentes en la localidad en el momento del desastre natural, y que no habían recibido ningún tipo de atención psicológica después de ocurrido el mismo. La muestra estuvo integrada por 88 mujeres y 7 hombres, con una edad promedio de 43,3±12,1 años, sin enfermedad asociada al estrés postraumático como traumatismo cráneoencefálico o mutilaciones corporales, a los que se les realizó un cuestionario clínico para asegurar la ausencia de antecedentes de trastorno psiquiátrico previo al evento estresante. Estos individuos fueron seleccionados para el estudio según se describe en el aparte inferior.

Procedimiento para seleccionar la muestra poblacional a estudiar: Para constituir los grupos Con EPT o Sin EPT, se evaluaron aproximadamente 266 personas, con el fin de determinar quienes tenían estrés postraumático y quiénes no. Aquellas que cumplieron con el criterio de EPT y desearon participar en el proyecto, se asignaron al Grupo Experimental Con EPT, mientras que aquellos que no cumplieron con el criterio de EPT, y desearon participar en el estudio, fueron asignados al grupo Control Sin EPT. Ambos grupos tuvieron variables demográficas tales como: edad, sexo (Ver Tabla 1, en aparte Resultados) y grado de instrucción similares. Criterios de inclusión en el grupo Con EPT.

1.-Presentar sintomatología compatible con la descrita para el estrés postraumático en el DSM-IV (1994). La cuarta edición del "Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales " (DSM-IV) de la Asociación Americana de Psiquiatría dice:

" La característica esencial del estrés postraumático es la aparición de síntomas característicos que siguen a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, y donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física; el individuo es testimonio de un acontecimiento donde se producen muertes, heridos, o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que implican muertes inesperadas o violentas, daños serio o peligro de muerte o heridas graves (criterio A1). La respuesta del sujeto a este acontecimiento debe incluir temor, desesperanza y horrores intensos (o en niños, un comportamiento desestructurado o agitado) (Criterio A2). El cuadro sintomático característico secundario a la exposición al intenso trauma debe incluir la presencia de re-experimentación persistente del acontecimiento traumático (criterio B), de evitación persistente de los estímulos asociados a él y embotamiento de la capacidad de respuesta del individuo (Criterio C), y de síntomas persistentes de activación (arousal) (Criterio D). El cuadro sintomático completo debe estar presente más de un mes (Criterio E) y provoca un malestar clínicamente significativo o deterioro social o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio F)"…(DSM-IV, 1994).

Los criterios para el diagnóstico de estrés post-traumático de acuerdo al DSM-IV son los siguientes:

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido (1) y (2) :

(1) La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás.

(2) La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos.

B. El acontecimiento traumático es re-experimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:

(1) Recuerdos del acontecimiento, recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos y percepciones.

(2) Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar.

(3) El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse).

(4) Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo ( ausentes antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:

(1) Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático.

(2) Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos.

(3) Incapacidad para recordar aspectos importantes del trauma.

(4) Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.

(5) Sensación de desapego o enajenación frente a los demás.

(6) Restricción de la vida afectiva ( p.ej., incapacidad para tener sentimientos, amor).

(7) Sensación de un futuro desolador ( p.ej., no esperar obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal).

D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:

(1) Dificultad para conciliar o mantener el sueño.

(2) Irritabilidad o ataques de ira.

(3) Dificultades para concentrarse.

(4) Hipervigilancia.

(5) Respuestas exageradas de sobresalto.

E. Estas alteraciones ( síntomas de los criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

El manual clasificatorio sugiere especificar si es agudo, cuando los síntomas duran menos de tres meses y si es crónico cuando los síntomas duran más de tres meses. De igual manera si es de inicio demorado: entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses. El trastorno por estrés postraumático puede ser de aparición más tardía, la literatura señala que incluso años después del acontecimiento traumático puede aparecer el trastorno y se ha descrito la aparición de síntomas relacionados con la fecha aniversario del acontecimiento. Por los criterios diagnósticos señalados, en el presente trabajo estudiamos personas que presentan estrés postraumático de tipo crónico ya que los estudios se realizaron a lo largo del año 2002 y parte del 2003.

2.- Las personas debían presentar los síntomas persistentes por más de tres meses después del desastre natural.

3.- Las personas no debían tener antecedentes de trastornos psiquiátricos, ni un diagnóstico asociado al de estrés postraumático.

4.- Además de la evaluación clínica para poder diagnosticar el trastorno se utilizaron métodos de medición de la depresión para confirmar la presencia de esta variable.

Evaluación de los parámetros psicológicos estudiados

Las características psicológicas de las personas seleccionadas se evaluaron mediante los siguientes instrumentos:

Evaluación de la presencia de estrés postraumático: Se utilizó la Escala Diagnóstica de Estrés Postraumático (PDS del inglés PTSD Diagnostic Scale) (Foa, 1995), para las mediciones de la severidad del EPT, en aquellas personas que cumplían los criterios descritos en la 4ª Edición del DSM-IV. Foa y col. en 1993 desarrollaron un instrumento para el diagnóstico del EPT, basado en el DSM-IV, el cual ha sido ampliamente validado en mujerescon EPT y comparado con otros instrumentos que se han utilizado para tal fin (Foa, 1997; Zoellner y col, 2000).

Se utilizó tanto la entrevista como el auto reporte.

Evaluación de la presencia de depresión: Se utilizó el Inventario de Depresión de Beck (Beck"s Depression Inventory) (Beck, Ward, Mendelson, Mock, & Erbaugh, 1961), el cual ha sido ampliamente validado (Beck, Sterr, Garbin, 1988), reportandose una alta correlación entre la versión original y la revisada (Groth-Marnat, 1990).

Las pruebas mencionadas, se normalizaron con estudios pilotos realizados con muestras de personas del Estado Vargas (Battista y col, 2002; Feuillebois, B y Morillo, I., 2003).

Evaluación inmunológica

Aislamiento de células mononucleares: Se aislaron las células mononucleares de sangre periférica (CMSP) heparinizada, mediante gradientes de Ficoll-Hypaque. Brevemente, 20cc de sangre total se diluyeron 2:1 en buffer salina fosfato (PBS) y se centrifugaron a 400g por 30 min. sobre gradientes de Ficoll-Hypaque (densidad 1.070± 0.001 g/ml). Las células se lavaron tres veces y se resupendieron en medio de cultivo RPMI 1640 suplementado con 5% de suero fetal bovino y 2% de antibiótico-antimicótico (GIBCO, Grand Island, N.Y.). La viabilidad se determinó por exclusión de azul de tripano.

Ensayos de proliferación de linfocitos: Las CMSP diluidas a una concentración final de 1×106 células/ml en RPMI 1640, se cultivaron en placas de cultivo de 96 pozos fondo redondo, con concentraciones subóptimas, óptimas o supraóptimas de Fitohemaglutinina (PHA), Concanavalina A (Con A) o Mitógeno Pokeweed (PWM) (Sigma Co.). Las placas se incubaron por 72 horas a 37oC en atmósfera húmeda de 5% CO2. Pasado ese período, los cultivos se marcaron con 0.5 &µCi de Timidina-3H (NEN, Boston, Mass.). Seis horas después los cultivos se cosecharon en filtros de fibra de vidrio, mediante un cosechador de muestras automatizado. La linfoproliferación se cuantificó midiendo la radiactividad en un espectómetro de centelleo líquido.

Determinación de inmunoglobulina A secretora (IgAs) en muestras de saliva. La determinación de la inmunoglobulina A secretora, en muestras de saliva se realizó a través de un ensayo enzimático tipo ELISA (Enzyme Linked Immunosorbent Assay) siguiendo el siguiente procedimiento (Dos Santos y Ortiz, 1997): Se sensibilizaron placas de microtitulación de poliestireno acoplando 2&µg/pozo de un anticuerpo monoclonal específico para el componente secretor de la IgA humana (Sigma) durante 2h a 37ºC. Se lavaron las placas con PBS pH 7,2+0,05% Tween 20 (PBS-Tween) y se bloquearon los sitios de unión inespecífica por incubación por 2h a 37ºC con 100 &µl/pozo de PBS pH7,2 reconstituído con 10% de suero de caballo. Se añadieron 100 &µl/pozo de las muestras de saliva diluidas 1/1000 en PBS pH7,2 + 10% suero de caballo (PBS-10%) y se incubaron durante 1hora a 37ºC. Posteriormente, se realizaron 5 lavados con PBS-Tween y se agregaron 100 &µl/pozo de anti-IgA humana conjugada a peroxidasa diluida 1/4000 en PBS-10% y se incubaron por 1h a 37ºC). Después de retirar el anticuerpo conjugado se realizaron 5 lavados con PBS-Tween. Para el revelado de la actividad enzimática se incubaron las placas con 100 &µl/pozo del sustrato OPD (dicloruro de O-fenil-diamina) diluido al momento de revelar (10 mg del sustrato en 20 ml de Buffer Citrato pH 5,4 y 30 &µl de H2O2 al 3%), durante 10 minutos en la oscuridad, deteniendo la reacción con 30 &µl/pozo de H2SO4 2,5N. Después de leer las placas en un espectrofotómetro, las muestras de saliva de los pacientes, los controles positivos y negativos del ensayo, se evaluaron por duplicado o triplicado, y el resultado se reportó como la media aritmética de la densidad óptica (D.O.) obtenida para cada muestra y control

Análisis de los resultados: Se utilizó la prueba exacta de Fisher para comparar la frecuencia de personas diagnosticadas con diferentes niveles de depresión en los grupos Con EPT y Sin EPT. Por otro lado, las comparaciones entre los grupos de personas Con EPT y Sin EPT, así como las comparaciones entre los subgrupos con DEP o sin DEP (Sin Cambios) dentro de los grupos antes mencionados, se realizaron mediante la aplicación de la prueba t de Student para datos no pareados.

Testimonios de personas encuestadas sobrevivientes de la tragedia

"Deslave en el Alma"

En Memoria de quienes murieron en la tragedia de Vargas, y de quienes, aún vivos, viven cada día la tragedia en forma de olvido y abandono

La tragedia de Vargas fue nuestra tragedia. Un punto de inflexión en la historia de Venezuela, tanto por su magnitud como por sus consecuencias. Aún revivo los días trágicos y no logro conseguir una explicación adecuada, convincente y mucho menos tranquilizadora acerca de lo que allí pasó. Nunca he podido explicarme cómo se vienen abajo varias montañas, de manera simultánea, en un radio de acción bastante largo. Nunca he podido entender cómo esas montañas, llenas de agua y parecía también que de odio, arrasaron inmisericordemente con todo aquello que osaba atravesarse.El deslave no ocurrió solamente en las montañas. En mi caso, tengo la sensación de que me ocurrió un deslave interno, que todas las certidumbres y costumbres quedaron arrasadas por aquella tormenta eterna que solo paró muchos días después. Ese deslave, esa acción terrible de despedazar, desmigajar, arrancar de cuajo y destruir todo el paisaje conocido, hizo salir a flote esa dualidad extrema de los seres humanos cuando están ante tragedias que no alcanzan a comprender. Desde los saqueadores, violadores, asesinos, asaltantes, malandros de toda calaña que se hicieron del botín abandonado en La Guaira; pasando por los depredadores de turno, a quienes las tragedias de los demás les valen menos que un puñado de monedas, los payasos del circo político – los de siempre y los más nuevos – que quisieron sacar réditos de la horrible situación, hasta los que dieron su vida por salvar la de un ser querido.Como todas las tragedias, no solo nos llenó de luto y de horror, sino que nos dejó un legado de historias incomprensibles, retorcidas, que sin embargo no dejan de tener un signo de interrogación para mí: ¿Fue verdad? ¿Fue mentira? ¿Fue ambas cosas?Muchos cuentos en medio de la tragedia. El abordaje humano, más que psicológico, en algo parecido a un campo de guerra, donde había que llorar con las personas pues el dolor no cabía entre tanta gente, me llenaron de historias que algún día habré de contar más allá de estas líneas: el monstruo de siete cabezas que emergió de la montaña, según aquella señora que me tocó atender; el señor de mediana edad que, a punta de psicofármacos, aún no había vivido en vigilia la tragedia de quedarse sin hogar, sin familia y sin pastillas que lo ayudaran a tragarse de forma humana la amargura.

Los niños que, en medio de su inocencia desmedida lograron salvar, aparte de sus vidas, la de dos pollitos que piaban desesperadamente. La chica joven, hermosa, a quien hice llorar sin intención, con unas palabras que lejos del apoyo necesario y aprendido en los salones de clase reflejaban un desconocimiento total de su vivencia y de su dolor. El Guardia Nacional, que vivía la situación desde su poco flexible visión: el loco aquel que está gritando en medio de la noche y molestando a otros es un infiltrado político, que quiere hacer quedar mal al gobierno.

El estupor y la incoherencia de tener que ayudar a los voluntarios, que quien sabe por qué enredadas razones, creyeron que trabajando incansablemente durante más de 24 horas continuas, sin dormir, sin poder hacer más que aquello que sus dos brazos les permitían, podrían tal vez apagar su angustia o echarle un trozo de hielo a tanto sufrimiento. Y se hizo realidad la teoría, ocurrió lo que algunos llaman "la segunda tragedia", cuando los que ayudan luego deben ser ayudados por falta de preparación para situaciones de emergencia. La penumbra de una noche en vela, el silencio del dolor y el deseo intenso de que nada de eso estuviese ocurriendo en la realidad, fueron apenas una milésima parte de las vivencias de esos días.¿Qué será de ellos hoy? ¿Qué será de tantas historias que vivimos en esos días? ¿Qué significó aquello que vivimos? ¿Qué cosa tan terrible anunciaba aquel deslave de la naturaleza? Muchas preguntas me quedan rondando en medio de la nada, sin respuestas aparentes.Nunca más me he atrevido a ir a La Guaira, salvo al aeropuerto por situaciones inevitables. Nunca más supe de Caraballeda; Macuto; El Rey del Pescado Frito; del Hotel Las Quince Letras; el Castillo de Reverón o los innumerables puestos de comida y bebidas de la pedregosa vía que comunicaba al Litoral de extremo a extremo. Todavía tengo en mi memoria lo que era La Guaira, tal vez hoy sea mejor – no lo creo – pero algo me ha impedido verle su nuevo rostro, maquillado por la naturaleza, tal vez miedo a tener que borrar mis recuerdos, a quedarme sin un pedazo de historia personal, a ver que siempre hay fuerzas superiores capaces de todo, de destruir y de construirlo todo de nuevo.Lo cierto es que hoy, cuatro años después, aún se me retuerce el alma cuando veo las imágenes de las montañas cayéndose a pedazos sobre sus habitantes, cuando recuerdo el dolor profundo de los que padecieron la tragedia en primera persona, y cuando recuerdo el cuento del olor a azufre que emanaba de las entrañas de la tierra.Será por eso que más nunca he vuelto, por temor a ver, oler o simplemente sentir a los demonios que se desataron ese día y que parecen no haber encontrado el camino de regreso a su adorado infierno.

III

Hace poco, de regreso en Venezuela, conversaba de este tema con varias personas de mi trabajo. En ese momento hice conciencia de que aún no he ido por esos lugares de la tragedia.

Y es que creo que aún esos demonios desatados no han encontrado su camino de regreso.

EN ESTA MISIVA SE NOTA QUE, A PESAR DE HABER TRANSCURRIDO 7 A 12 AÑOS, LAS PERSONAS TODAVIA SIENTEN Y PADECEN TRAUMAS DE LA TRAGEDIA.

Otra persona, esta vez sobreviviente de la tragedia del Limón comenta:

"La presión psicológica y el stress pasivo en que están viviendo estos compatriotas, me quebró el alma, el cómo cuentan que salen corriendo de sus trabajos cada vez que llueve para irse a casa a buscar a los hijos, las noches velando la lluvia.No puedo hacer más que publicar todo cuanto ellos me hagan llegar, quizás eso me permita dormir un poco tranquila, colocando mi mísero granito de arena para que "el muro aguante"

Yorleth Sánchez

"Observé rostros cansados, preocupados, impotentes, intrigados, percibí una especie de pasividad muy educada y considerada en el grupo que presencié, en verdad me fui de allí sin poder explicarme, como todavía pueden vivir con las olas del lago escuchándose golpear el muro del contención a 150 mts de sus casas, sobre el nivel de sus cabezas.Tuve la misma amarga sensación de la época de la tragedia del Limón en mi ciudad, la misma que se me repitió años después con la tragedia de Vargas, la tragedia de Mérida. Cuando alguno de ellos anoche intentaba por un segundo hablar en "supuesto negado" yo les decía ¡No!…ni lo digas."

Terremoto de caracas

"Desde lo alto de la catedral, la Cruz de Santiago guardiana de la fe cayó sobre el pavimento y hay quienes aseguran que al golpear contra la tierra cesó el terremoto… Sobre la calle la cruz está marcada" María guerrero

Otras historias "cercanas" a mi familia sucedieron en algunos edificios derrumbados: el caso de Miguel Aranguren, al cual un amigo lo vio parado observando uno de los edificios caídos, y le preguntó: "¿cómo está tu familia?", y éste le respondió señalando los escombros: "ahí". Sus cuatro hijos y su esposa habían quedado sepultados, y su foto mirando lo que quedaba de su hogar y su vida salió en primera plana. Otra tragedia conocida por mi abuela paterna, fue la de Judith Parra; la cual vio como el piso de su apartamento en Los Palos Grandes se abrió y se tragó todo, incluyendo su esposo y uno de sus hijos. Cuando Judith volvió en sí, escuchaba las llamadas de su otro hijo, que luego cesaron; sólo se salvó el hijo que estaba a su lado.

"se hundieron hoteles en el litoral, se marco la cruz en la acera, se derrumbo el edificio Neverí, comenta Rosaura castillo, que para la época contaba con 9 años.

"González rememora que se le bajo la tensión y del susto se desmayó dos veces. "Esta no la contamos", pensaba mientras los minutos corrían y las viviendas de la zona se derrumbaban. A las 10:00 pm del mismo día fueron traslados al estadio Brígido Iriarte, en el Paraíso, junto con 50 familias más. A partir de ese momento el centro deportivo se convirtió en su hogar."

Privacidad entre sábanas. Meglenis Mateus vivía en el sector La Jungla, Vista al Mar, en Catia La Mar. Aún recuerda el sabor amargo que le dejaron las lluvias hace un año. "Aquella noche no pudimos dormir".

"Temía que el cerro nos cayera encima, y recé. Le pedí a Dios por mis tres hijos. Llamamos a los bomberos, pero no fue sino hasta el día siguiente que nos desalojaron, porque la casa se agrietó y de un momento a otro se derrumbaría"."

Consecuencias de los desastres naturales

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Existen muchas consecuencias después que ocurre un desastre natural. A pesar de la innumerable tecnología que el ser humano ha sido capaz de desarrollar a lo largo de su historia, sigue siendo completamente vulnerable a los desastres naturales, ya que, debido a su magnitud, cada vez que ocurren, se pierden gran cantidad de recursos tanto humanos como económicos y materiales que en ocasiones pueden ser totalmente irrecuperables para los países afectados.

A. Pérdidas humanas

En cuanto a las pérdidas humanas, los recuentos de los daños arrojan cifras muy grandes de muertos, heridos y desaparecidos, no tan solo durante el desastre natural, sino también después de que éste ocurre debido a que los brotes de enfermedades incrementan y la comida y el agua, principalmente ésta última, escasean. Entre más tiempo se tarde una comunidad o un país en recuperarse, más expuesto se ve a que esto ocurra, debido a que muchas familias se quedan sin empleo y por lo tanto sin comida, además de que otras en ocasiones pierden todas sus posesiones materiales y los lugares en los que antes vivían, después de que ocurrió el desastre, ya no existen o están completamente destruidos y por último la inseguridad va en aumento y las provisiones donadas en decremento.

Por ejemplo, sobre lo ocurrido recientemente en el norte del país, una de las cifras que se reporto días después de que la tragedia de Vargas azotara a la zona fue de un millón personas afectadas, entre los que se encontraban 100.000 muertos, miles de damnificados, y mil 233 refugios temporales.

Por otro lado, un caso muy particular fue la tragedia del limón en el año de 1987 en el una crecida de rio afecto la ciudad de Maracay y afectó principalmente el centro de la población del limón donde cobró la mayor cantidad de víctimas. Sin embargo, el sismo dejó muerte en zonas lejanas a la capital Maracay, tales como el limón, mata seca entre otras barriadas

Al principio no se tenían datos oficiales porque los centros de información habían sido afectados también, y tardaron varias horas en retomar las transmisiones. Aún sin saber la cifra exacta de muertos, se estima en listas oficiales que mas de 300 personas murieron, y otras 5,000 se reportaron como heridas. Padres de niños y jóvenes murieron en la inundación, personas que fueron rescatadas de entre los escombros, los bebés que nacieron ese día y pasaron hasta más de una semana sepultados entre toneladas de hierro escombros y lodo.

Si tomamos la frase "Las áreas más vulnerables son los centros urbanos, cuyo crecimiento acelerado obliga a cambios rápidos en las estructuras sociales y económicas" (Geissert, 39), podemos inferir que un desastre natural pone al descubierto la vulnerabilidad de las naciones y de las personas debido a que nosotros como sociedad crecemos de una manera descontrolada, sin prevenir lo que pueda pasar, ya que si nosotros fuéramos lo suficientemente resistentes a las consecuencias, en vez de llamarlos desastres naturales, tan sólo serían fenómenos naturales.

Otras de las consecuencias es dejar a los damnificados en refugios. Hay algunas que dejan a uno de sus niños con las abuelas o con otro familiar y hay hombres que han dejado a sus esposas ante la imposibilidad de dormir bajo el mismo techo.

B. Pérdidas de recursos naturales y económicos.

Sabemos que los desastres naturales además de causar grandes pérdidas humanas, también provocan pérdidas materiales y económicas. Tan sólo en el año 2003 las pérdidas alcanzaron los 55 mil millones de dólares a nivel mundial.

El problema no es la pérdida de dinero en sí, sino la desproporción en la que los países se ven afectados respecto a su producto interno bruto, ya que los países en desarrollo sufren más las bajas que los países ricos. Esto hace vulnerables a las entidades en vías de desarrollo, exponiéndolos a la creciente pobreza.

Lo que nos hace ver esto es que las condiciones de vida antes de que ocurra un desastre natural, son en gran medida factores relevantes para determinar cuál es la pérdida en los bienes que la sociedad tiene, por ejemplo, si tomamos el caso de una ciudad que no cuenta con la infraestructura necesaria para soportar la venida de un huracán y la comparamos con otra ciudad que en cambio, desde antes de que el huracán llegué, su infraestructura es resistente, a pesar de que el huracán tenga la misma intensidad, los daños ocasionados en la primera ciudad serán mayores que en la segunda ciudad, por lo que al gobierno le costará más recursos económicos reparar la primera que la segunda y las pérdidas materiales serán más grandes.

Pero no tan sólo en las pérdidas de las casas, de los muebles y de los demás bienes que poseen las personas se ven afectadas las economías, sino que también en la pérdida de recursos como lo son la madera, el petróleo, las hortalizas destruidas, los animales muertos, las industrias destruidas, y de los recursos que se ve forzado el Estado a aportar para que vialidades y servicios, entre otros, lleguen a ser como lo eran antes.

Además durante el tiempo en que se tarda la sociedad en reconstruirse por completo, no se generan los mismos recursos que se generaban y en el caso de las zonas turísticas que se ven afectadas por los desastres naturales, mientras que se reconstruyen, pierden turistas tanto nacionales y extranjeros y gastan en sacar a los que no pudieron salir antes de que el desastre viniera.

C. Consecuencias Psicológicas

Muchas personas experimentan o viven situaciones traumáticas o choques emocionales que pueden tener daños duraderos, afortunadamente, la mayoría logran superar esas situaciones difíciles y continuar una vida normal.

Sin embargo, existe un número grande de individuos que no pueden sobreponerse a esas situaciones traumáticas y pueden desarrollar, lo que se conoce en el campo de la salud mental como, "Desorden de Estrés Postraumático".

Este problema es una enfermedad que se puede presentar después de un trauma mayor e inclusive puede demorar meses después del acontecimiento.

Cuando se presenta inmediatamente después del trauma, por lo general mejora después de tres meses, sin embargo, en algunas personas la enfermedad, que puede ocurrir a cualquier edad a causa del dolor y sufrimiento, puede tener consecuencias devastadoras y durar por muchos años.

Todos conocemos muy bien el poder de destrucción que producen las catástrofes naturales, como los ocasionados por un huracán o un terremoto.

Los efectos físicos de un desastre son evidentes. Cientos o miles de personas pueden perder sus vidas o quedar gravemente heridas, y los sobrevivientes pueden arrastrar las consecuencias durante toda su vida.

Reportes de las autoridades médicas que están siguiendo de cerca el estado anímico de las personas que recientemente vivieron el desastre natural en Venezuela, señalan que varios de los afectados ya están mostrando señales de estrés postraumático, por lo que existe la posibilidad que muchos de ellos necesiten un tratamiento para reducir los síntomas de esta enfermedad.

Las personas con trastorno de estrés postraumático vuelven a experimentar el evento una y otra vez, en diversas formas como: pesadillas, recuerdos aterradores del evento o sentir como si estuvieran pasando nuevamente por la experiencia.

Según el Instituto Nacional de la Salud (NIH), existen varias señales y síntomas que una persona con estrés postraumático puede presentar:

1. "Reviviscencia" repetitiva del evento, lo cual perturba las actividades diarias

  • Episodios de reviviscencias, en donde el evento parece estar sucediendo de nuevo una y otra vez

  • Recuerdos reiterativos y angustiantes de la situación

  • Sueños repetitivos con la situación

  • Reacciones físicas a situaciones que le recuerdan el evento traumático

2. Evasión

  • Sentimientos de despreocupación e indiferencia

  • Incapacidad para recordar aspectos importantes del trauma

  • Falta de interés en las actividades normales

  • Menos expresión de estados de ánimo

  • Aislamiento de las personas, lugares u objetos que hacen recordar el evento

  • Sensación de un futuro incierto

3. Excitación

  • Dificultad para concentrarse

  • Respuesta exagerada a los estímulos que causan sobresalto

  • Irritabilidad o ataques de ira

  • Dificultades para dormir

DAMNIFICADOS

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Esto fue lo que sucedió después de una tragedia natural, específicamente la del edo. Vargas. Esto no debiera darnos lastima, más bien aprender de otras naciones.

Desde finales de 2010 hasta ahora los hoteles de la Gran Caracas han perdido alrededor de 834 millones de bolívares por el alojamiento brindado a los damnificados que causaron las lluvias de ese año, declaró a Unión Radio el presidente de la Asociación Civil de Pequeños y Medianos Hoteles, Juan Carlos Iglesias.

Precisó que el monto corresponde al alquiler de habitaciones y pago de servicios públicos, pero advirtió que a esa cantidad hay que sumar las reparaciones que serán necesarias hacerle a las estructuras cuando las familias sean desalojadas porque están muy deterioradas, pues no fueron concebidas para vivir en ellas.

Reacciones psicológicas ante un desastre natural:

La inundación de El Limón

Oswaldo Romero-García y María Morales de Romero

MÉTODO

Muestras y condiciones

La muestra principal del estudio quedó definitivamente constituida por 40 sujetos, distribuidos así: 20 sujetos experimentales y 20 sujetos control. De los 20 sujetos experimentales, 10 fueron considerados de Alta Victimización, por haber perdido familiares y todas sus pertenencias materiales; y 10 fueron considerados de Baja Victimización, por haber perdido la totalidad de sus bienes materiales, pero ningún familiar. Los 20 sujetos control fueron seleccionados de la población de residentes en la comunidad de El Limón que continuó viviendo allí. A la muestra principal de 40 sujetos, se agregaron 20 personas más para efectos del estudio de confiabilidad de las escalas usadas en este estudio. Estas personas, también damnificadas, no fueron entrevistadas y sólo les fueron administradas las pruebas.

Todos los sujetos experimentales fueron tomados de la población reubicada en la urbanización construida al efecto. El estatus socio-económico de los sujetos experimentales y del grupo control podría ser calificado de clase popular (obreros, empleados menores) o de clase media baja (artesanos, técnicos). Entre las victimas hubo también profesionales universitarios y algunos de ellos fueron entrevistados en la fase inicial de orientación, pero fueron descartados de la muestra final por no haber sido reubicados en la misma urbanización y por su mayor grado de instrucción.

Situación de las víctimas y procedimiento

La recolección de información acerca de la tragedia, realizada en mayo de 1988, permitió saber que (a) la mayor parte de las víctimas propietarias de vivienda en El Limón, habían sido reubicadas en una urbanización de alrededor de 400 viviendas unifamiliares, de tres habitaciones, cocina, recibo-comedor y un pequeño porche, localizada en la ciudad de Maracay; (b) el número de personas con familiares muertos (alta victimización) no era muy grande porque la situación común en opinión de los sobrevivientes, fue que el rio arrastró a familias completas, o los familiares de los muertos no residían en El Limón, dificultándose entonces su localización; el número de personas que perdieron todos sus bienes materiales (baja victimización) era mucho mayor; y (c) las víctimas estaban dispuestas a colaborar respondiendo la entrevista y las pruebas.

Conocido todo esto, el primer autor de este reporte procedió a administrar la entrevista de manera piloto a tres sujetos de alta y a tres sujetos de baja victimización, acompañado de la segunda autora de este papel y de una estudiante avanzada del Instituto Pedagógico de Maracay. Después de hacer algunos ajustes a la entrevista, producto de la aplicación piloto, el primer autor procedió a entrenar en vivo a sus colaboradoras. A este efecto, ellas administraban la entrevista y él observaba su trabajo, ofreciendo sobre la marcha y al finalizar la entrevista, todo el feedback que juzgaba conveniente, además de apoyo teórico para la mejor comprensión de lasreacciones de las víctimas. En el caso del grupo de alta victimización la entrevista era una experiencia dura, debido al inevitable llanto que acompañaba el recuerdo de los familiares muertos o desaparecidos. En tal situación, la entrevistadora debía ser comprensiva y apoyar cálidamente a la persona en sufrimiento. Las entrevistadoras no estaban familiarizadas con el marco conceptual que orientó el estudio, por lo cual les era imposible sesgar intencionalmente los resultados, y además como no se formularon hipótesis específicas, no puede temerse ningún sesgo de procedencia teórica. Debe también acotarse que en todo momento los participantes ofrecieron una colaboración decidida y espontánea, no compensada económicamente, debido a las limitaciones impuestas por el hecho de que el estudio fue financiado por sus autores.

Instrumentos

Entrevista. Fue dirigida a recopilar la información demográfica y algunos ítemes relacionados con los tres temas abordados por la

Teoría de Adaptación Cognitiva. Se incluyeron además instrumentos cuya validez y confiabilidad son bien conocidas en muestras venezolanas. Y por tratarse de una muestra con características especiales, se obtuvo el coeficiente de confiabilidad alfa para cada escala.

Escala de Internalidad-Externalidad. El instrumento de Levenson (1974) consta de tres subescalas (8 ítemes cada una): la de internalidad personal (1) que mide las creencias en control personal; la de Otros Poderosos (OP), que mide las creencias en control por factores personales; y la de Azar (A), que mide las creencias en control por el azar, la suerte y el destino. Los ítemes están fraseados en formato Likert de 6 puntos, de completo desacuerdo (1) a completo acuerdo (6). En Venezuela el estudio técnico de estas escalas fue producido por Romero-García y Pérez de Maldonado (1985). Levenson (1981) documenta el uso de esta escala en diferentesmuestras. Los índices de confiabilidad alfa para las subescalas Levenson en esta muestra (n =60) fueron: 1= .49; OP= .61; y A = .65. Todos estos índices están dentro del rango de valores reportados en Venezuela para estudiantes y profesores de diferentes niveles educativos. Escala Rosenberg sobre Autoestima. La escala de Rosenberg (1965) mide la autoaceptación como parte de la autoestima. Consta de 10 ítemes originalmente fraseados en formato Likert de 4 puntos. La versión venezolana fue producida por Romero-García usando un formato Likert de 6 puntos y su estudio técnico está en proceso. Su coeficiente de confiabilidad Alfa en esta muestra fue .63.

Escala de Esperanza Pasiva. La escala de Morales de Romero (1988) mide la Esperanza como disposición emocional-motivacional.

Teóricamente es definida como la creencia que la persona tiene en que los eventos deseados ocurrirán sin que ella actúe para provocar su ocurrencia. Consta de 16 ítemes fraseados en formato tipo Likert de 6 puntos, variando de completo desacuerdo (1) a completo acuerdo (6). Sus ítemes muestrean la fe, los sueños, los deseos y el optimismo en relación con la ocurrencia de sucesos futuros. Su coeficiente de confiabilidad alfa en esta muestra fue .89, mayor al reportado en la muestra original (70). Inventario de Depresión de Beck. El inventario de Beck (1%7) consta de 21 ítemes en su versión original y evalúa la presencia e intensidad de componentes afectivos, cognitivos, motivacionales, vegetativos y psicomotores de la depresión. Para este estudio se usaron inicialmente 17 ítemes: los 13 de la versión corta más los ítemes números 10, 16, 18 y 21, los cuales parecieron de especial relevancia para la muestra bajo análisis. Realizado el estudio de discriminación, el Inventario fue reducido a 12 ítemes, que son los siguientes: 1, 4, 5, 10, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 21. Se conservó el formato original en el cual la respuesta (ausencia del síntoma) a 3 (presencia más intensa del síntoma). El coeficiente de confiabilidad alfa para el Inventario de Beck (12 itemes) fue de .68, el cual se compara favorablemente a los valores en los .70 reportados cuando se usa el Inventario completo (21 itemes).

Resultados y discusión

Información sobre los grupos

Las pérdidas humanas sufridas por las personas que constituyeron el grupo de Alta Victimización llegaron a 15, distribuidas así: diez niños (hijos o nietos de los sujetos), 3 cónyuges (2 mujeres y un hombre), una madre y una hermana. Todos los integrantes de este grupo perdieron su vivienda y todo el mobiliario, incluyendo cocina de gas, nevera y artefactos electrodomésticos menores. Cinco de ellos perdieron además sus lavadoras eléctricas y sus automóviles.

En el grupo de Baja Victimización las pérdidas materiales fueron equivalentes a las del grupo de Alta Victimización, excepto por los automóviles (uno solo perdido). El grupo control, por supuesto, no experimentó ningún tipo de pérdidas.

El grupo de víctimas (Alta más Baja Victimización) resultó equivalente al grupo control en edad, escolaridad, años de residencia en El Limón, tamaño de la familia e ingreso mensual. Hubo la tendencia a que el grupo de víctimas presentase mayor edad que el control.

Asimismo, el grupo de víctimas tenía alrededor de 6 años más de residencia en El Limón que el grupo control. La Tabla 1 presenta la información sobre las variables controladas.

Recomendaciones y Sugerencias

Nunca descarte la posibilidad de que usted como su familia puedan sufrir una contingencia sea por desastres naturales u otros.  Prepara a su familia y desarrolle un plan familiar.  Reúna a los miembros de su núcleo familiar y revisen conjuntamente la información, si a nivel comunitario cuentan con sistemas de advertencia, si están en zonas de alto riesgo, las rutas de evacuación  y que van hacer en caso de algún accidente o contingencia inesperada como por ejemplo accidente tóxicos o  químicos etc., etc.

Hablen sobre si alguien de los miembros de la familia,  no está en ese momento en casa cuando se emita una advertencia o señal de emergencia,  que van hacer, que plan seguirán.

Para desarrollar un plan familiar de emergencia debe de contener por ejemplo,  lo siguiente:

Rutas de escape, comunicaciones entre los miembros de la familia y familiares, cierre de servicios y seguridad, pólizas de seguro y documentos personales, tener una lista de los teléfonos de su equipo de cuidado de salud como el de sus miembros de la familia, especialmente para aquellos hijos con discapacidad o necesidades especiales,  medicamentos, contar con un kit de insumo básico,  técnicas de seguridad, si cuentan con mascotas el cuidado de las mismas.

Es muy importante tener un plan de comunicación familiar, porque es posible que algún miembro de la familia cuando ocurra una contingencia o desastre no esté presente, por ello, es importante que Ud. planee como se pondrán en contracto unos con otros, y visualice en cómo se comunicarían en situaciones diferentes de contingencias o desastres.

Fundación AMOR recomienda a las familias que desarrollen un tarjetón de contacto para cada miembro de la familia, y que la carguen o la tengan a la mano todo el tiempo, ya sea en la billetera, bolsa, mochila, guantera del coche entre otros.  Nosotros recomendamos que los padres envíen una a la escuela con cada niño para que la conserven en sus archivos. También tenga un contacto sea amigo o familiar que viva fuera de su área geográfica para que sea el portavoz de su familia cuando Uds. se pongan en contacto con esa persona,  y avise  a familiares o amigos fuera de su área  que su familia se encuentra a salvo.

Es importante que considere también, guardar todos los documentos importantes, como por ejemplo pólizas de seguro, títulos de propiedad, registros de bienes y otros documentos importantes en un lugar seguro, como por ejemplo una caja fuerte fuera de su casa, haga copias de los documentos importantes y inclúyalos en su plan de emergencia, también debe de  guardar dinero en alguna cuenta de ahorros exclusivamente para casos de contingencias o desastres naturales, siempre cuente con una cantidad en efectivo o cheques de viajero en un lugar seguro en su casa, donde pueda tener acceso rápido en caso de una evacuación.

Medidas y prevención

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• Manténgase informado de las condiciones meteorológicas, y conozca las previsiones antes de ponerse en marcha. • No utilice su vehículo salvo que sea estrictamente.• Saber instalar cadenas en el vehículo. • Circule a baja velocidad.• Disponga de combustible de calefacción para al menos una semana.• Instale las cadenas cuando lo indiquen los agentes de circulación.• Revise su tejado, bajantes y canalones. • No circule en punto muerto.• Disponga de un botiquín de primeros auxilios y de medicamentos de uso común y de consumo habitual para la familia. • No dé giros bruscos.• Disponga de linterna y radio con pilas de repuesto. • Acelere poco a poco y con suavidad.• Revise las estufas y braseros, un estado deficiente puede provocar envenenamiento en lugares cerrados. • Frene suavemente con leves y sucesivas pisadas al pedal.• Revise su vehículo: neumáticos, anticongelante y frenos. • Mantenga la distancia de seguridad con el vehículo anterior.• Llevar móvil y cargador.• Preste especial atención en las zonas de umbría, donde da poco el sol, puesto que se mantienen placas de hielo.• Lleve ropa de abrigo, las manoplas proporcionan más calor que los guantes.• Protéjase el rostro y la cabeza.

Conclusión

Los desastres naturales tienen diferente origen: por la naturaleza misma y en parte por la contaminación causada por el propio ser humano. Diversos factores pueden ocasionar el descontrol de la tierra, no solamente es la contaminación y no es el movimiento interno de la tierra lo que origina a todos los desastres naturales que presenciamos en ésta época.

El caos en las ciudades es el claro reflejo de la magnitud de un sismo, de un huracán, o de un tsunami. Nunca como aquel día de la tragedia en Vargas, La crecida del rio el Limón, el terremoto de Caracas en septiembre de desde 1967 hasta el 2012, se ha emanado un olor a muerte o se ha visto toneladas de escombros como paisaje de una ciudad devastada por la fuerza de un terremoto que cobró miles de vidas humanas.

Los desastres naturales ocurren cuando las sociedades o las comunidades se ven sometidas a acontecimientos potencialmente peligrosos, como niveles extremos de precipitaciones, temperatura, vientos o movimientos tectónicos, y cuando las personas son incapaces de amortiguar la conmoción o recuperarse después del impacto.

Comúnmente se habla de desastres naturales, sin embargo la vulnerabilidad y el riesgo frente a estas situaciones dependen de las actividades humanas, reducir la cantidad y la gravedad de los desastres naturales significa enfrentar los problemas de desarrollo y de vulnerabilidad humana. La acumulación del riesgo de desastre y la distribución desigual de las repercusiones posteriores ponen en tela de juicio las decisiones que los países con mayores o menores riesgos han adoptado en materia de desarrollo.

Los desastres naturales destruyen los adelantos logrados por el desarrollo, pero los propios procesos de desarrollo aumentan el riesgo de desastre. Para que se reduzcan las pérdidas materiales en el caso de edificios, es necesario que sean sostenibles a largo plazo, no es suficiente con hacer construcciones, sino que éstas deberán ser resistentes a las posibles amenazas naturales y quienes las utilicen deberán estar preparados para actuar en caso de desastre.

Las estimaciones numéricas en cuanto a datos de pérdidas humanas y de recursos económicos y naturales se basan en evaluaciones de la cantidad de personas que sufren daños en sus medios de vida, en la vivienda, o la interrupción de los servicios básicos.

Pero estos son datos difíciles de reunir en el período posterior al desastre, especialmente si no existe una referencia exacta anterior. Más difícil aún es estimar las repercusiones a largo plazo, como las consecuencias de la muerte o incapacidad del miembro de la familia que aporta más dinero al grupo familiar, las consecuencias de la emigración o reasentamiento, o la cantidad de personas que sufrirán repercusiones en materia de salud y educación.

Es necesario que las personas conozcan lo que ocurre en diferentes partes del mundo, que sean concientes de lo que ocasiona un desastre natural y lo que lo provoca, ya que esto repercute en la población de manera material y económica, en cuestiones naturales, es decir, recursos, y sobre todo, en términos de vidas humanas.

Anexos

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Imágenes del terremoto de caracas

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Esta imagen es inédita, cuenta la historia que un vecino al ver al otro parado frente aun edificio en ruinas, le pregunta, ¿Cómo está tu familia? Y el le responde ¿Allí atrapados entre ruinas?

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Imágenes de la tragedia del Limón, carretera hacia Ocumare de la costa

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Personas tratando de reunirse con sus familiares

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Fotos de la tragedia del estado Vargas.

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Containers destruidos en la Guaira

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Las imágenes hablan por si sola.

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Imágenes de los damnificados de Vargas.

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Daños psicológicos de la tragedia de Vargas.

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Niños damnificados

Sin palabras

Bibliografía

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Autor:

Karen Gabriele

tademoalex[arroba]hotmail.com

Aurelis Montaño

Luis Muñoz

Felix Oropeza l Poder Popular Para la Educación

U. E. P. "IDEART"

edu.red

Docente:

MARIA FERNANDA MEJIA

La Victoria, Edo. Aragua Junio del 2012.

Partes: 1, 2
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